El movimiento transhumanista propone pensar el futuro de la humanidad
apoyados en la premisa de que “la especie humana, en su forma actual, no representa la culminación de un desarrollo, sino una fase comparativamente temprana”. El transhumanismo postula acelerar la evolución humana a través de medios tecnológicos con el fin de “mejorar de modo fundamental la condición humana en lo que refiere a capacidades intelectuales, físicas y psicológicas”.La idea central que sostiene este movimiento es el enhancement, es decir, la creencia de que “los seres humanos pueden alcanzar capacidades mucho más altas de las que tienen en la actualidad.
En ese sentido, para el transhumanismo, el avance y uso tecnológico no
se promueve como una herramienta para superar dolencias de las personas, como sí hace, por ejemplo, un tratamiento médico. Esta propuesta aboga por un mejoramiento de la raza. No se conforma con operar como un proceso terapéutico, sino que pretende “acceder al nivel de la perfección humana”, enfatizó Villarroel y aseguró que en ello radican los conflictos morales que genera. El individuo “post-humano” que resultaría de este proceso, según el profesor, “tendría capacidades básicas que exceden radicalmente a las de los humanos hoy, al punto de que ya no podrán ser calificados como meramente humanos de acuerdo a nuestras actuales maneras de comprender la vida. Pero también hay riesgos asociados a conflictos éticos del transhumanismo, que refieren a “la posibilidad de que las tecnologías de mejoramiento humano puedan deshumanizar a las personas” y socavar algo tan fundamental como la dignidad humana. El ser humano degradado puede convertirse en un daño para sí mismo y también convertirse en una amenaza para los actuales individuos, porque estos seres humanos mejorados y perfeccionados, por vía de las implementaciones tecnológicas, podrían querer establecer un dominio y una supremacía”, que engendraría espacios de injusticia.
En conclusión, tanto el transhumanismo como el posthumanismo
pretenden dotar al humano de capacidades contrarias a la propia naturaleza del hombre que en conjunto contribuyen a crear una nueva especie humana mucho más desarrollada tanto física como cognitivamente y urge evitar que el mejoramiento sea sólo para personas con recursos” y no acentuar desigualdades ya existentes.