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“HUMANISMO Y TRANSHUMANISMO: ENTRE EL

IMPULSO ORGÀNICO E INORGÀNICO DE LA


EXISTENCIA HUMANA”

Sin duda alguna, abordar temas como el humanismo y el transhumanismo, si


bien exige hablar del hombre, de su origen, naturaleza y propósito de
existencia; también conlleva inevitablemente a comprometernos con el
significado de una conceptualización especifica sobre lo que es el ser humano;
pero más profundo aún, este compromiso exhibe nuestra visión personal del
mundo, de la vida y los valores o principios individuales desde los cuales
orientamos nuestra propia existencia.

Cuando se habla de lo humano y de los elementos que lo componen, existe


una gran limitación para definirlo bajo un criterio único y definitivo de su ser,
dado la multiplicidad de dimensiones que en él convergen. Partiendo de esta
claridad, enfocare mi reflexión desde una perspectiva orgánica del hombre,
entendiendo esta como un impulso natural de consciencia de la especie
humana que se orienta hacia el progreso ético de una existencia saludable y de
relaciones respetuosas con todo lo que lo rodea.

Biológicamente el ser humano se diferencia de otras especies por su capacidad


de raciocinio, su intelecto y la facultad de estructurar lenguaje y conocimiento,
lo que le permite establecer relaciones de bienestar y solidaridad, que van más
allá de congregarse por un instinto de supervivencia.

“Para diferenciar el ser humano de otras especies, frecuentemente se cita su


rol activo y transformador en relación a su ecosistema. A diferencia de las
especies no- humanas (las cuales sí se encuentran limitados a su ecosistema),
estas sí se encuentran dependientes ecológicamente de su hábitat. El hombre
tiende a transformar y apoderarse de su espacio ecológico” (Cornejo, 2017. pg.
217).
En relación a lo anterior, podemos afirmar que el impulso orgánico de progreso
del hombre lo conduce al reconocimiento de sus capacidades innatas, a la
expansión de sus posibilidades de creación y al mejoramiento de su entorno.

Así pues, este impulso ha representado históricamente una superación de los


estadios primitivos de la vida del ser humano, el cual ha orientado el curso de
su acción en pro de una incansable búsqueda de superación personal y
experiencias de autorealizaciòn.

Pero, ¿qué sucede cuando este impulso, propio de la especie humana se


pervierte y en lugar de avanzar hacia el mejoramiento de relaciones de respeto
y solidaridad, enfoca todo su potencial en explotar indiscriminadamente su
capacidad creativa en virtud de reafirmarse superior, lo que conlleva a una
alteración del orden y el curso natural de la existencia?

Cara a esta disyuntiva se comienzan a desdibujar las barreras materiales y


mentales frente a lo que es posible y alcanzable por la capacidad humana,
abriendo horizontes de exploración inimaginados que superan ampliamente lo
ya conquistado hasta el momento por el hombre. Así entonces, surge el
impulso inorgánico, el cual distorsiona la idea de evolución humana y se aleja
del sentido ético de la existencia y por tanto del progreso orgánico en torno a
ella; sentenciando la existencia humana a experiencias de control,
reproducción, mejoramiento y permanencia de la vida por medios artificiales.

Esta corrupción del sentido orgánico del progreso, alimenta la vanidad y la


arrogancia del hombre; lo que a su vez conlleva a la decadencia del carácter
trascendental y espiritual del ser humano y se inicia la tendencia a vanagloriar
los adelantos técnicos y científicos en vista a las potencialidades y
posibilidades que las nuevas invenciones constituyen para el usufructo
humano. (Cornejo, 2017)

Con este último punto en la trama de la evolución, toma relevancia las ideas
progresistas de la condición humana, la cual amparada y ampliamente
difundida por los sistemas capitalistas, configuran paulatinamente la realidad
social del hombre incitando a una existencia superficial determinada por el
consumismo y la productividad.
“Frente a este escenario emergen preguntas no solo relacionadas con la
configuración histórica de lo que hemos sido, sino además con respecto a lo
que somos, a lo que queremos y aquellos en lo que nos hemos estado
convirtiendo; fruto de un medio en el que la definición de cuerpo (y psique)
humana, empieza a llenarse de contenidos que antes le eran ajenos, extraños
o que incluso no formaban parte de su naturaleza. Hoy quizá más que nunca
estamos acudiendo a la más acelerada reconfiguración de lo que somos, de
nuestra esencia -orgánica-”. (Cardozo y Meneses, 2014, p.70)

En la actualidad podemos evidenciar como el impulso inorgánico en el hombre


ha ganado protagonismo en todos los escenarios de la vida humana. Se han
normalizado infinidad de prácticas de intervención físicas (prótesis de todo tipo,
diseños de cuerpos ideales), al igual que se buscan mejoras y estados de
perfeccionamiento en todas las áreas y dimensiones del ser humano
(cognitivas, educativas, políticas, sociales, medicas…), que poco encausan la
vida de los individuos hacia la hipermaterializaciòn de su ser, haciéndolos
olvidar su lado orgánico y propósitos de vida trascendentes.

Hoy día vivimos en una constante carrera por alcanzar la perfección, por la
creación masiva de tecnologías exponenciales que cambian rápido y pretenden
hacer las cosas cada vez más eficientes, más pequeñas, más baratas y “mejor”
(TEDx, min 15:01)

Existe un desenfreno en la búsqueda de singularidades tecnológicas que


intentan alcanzar y sobrepasar la inteligencia humana por medio de modernos
y elaboradas inteligencias artificiales (min 7:07) las cuales se venden
reforzadamente bajo un bombardeo publicitario desde todos sus sistemas de
control, bajo el slogan del “progreso” humano.

Elaborado por:

ANDREA DEL PILAR AGUDELO ARIAS


BIBLIOGRAFIA:

- Cornejo, Sasha. “La relación naturaleza y ser humano, tecnología y


biología bajo la luz del posthumanismo”. Revista Antropológica del sur.
Año 4, Nº 8, 2017. Pp. 215-232.
- Cardozo, John Jairo; Meneses cabrera, Tania. “Transhumanismo:
concepciones, alcances y tendencias”. Análisis. Revista colombiana de
Humanidades, vol. 46, nùm. 84, enero-junio, 2014, pp. 63-88
- Tedx Talks. “La muerte de la muerte”. José Cordeiro . TEDx Bosque La
Herrería.
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