El capítulo 1 comienza discutiendo la dificultad de definir el término "mito" y cómo se ha

utilizado en diferentes contextos a lo largo de la historia. Kirk señala que el término es

escurridizo y que puede significar cosas muy diferentes para diferentes personas. Otra de
las dificultades para definir el mito es que se trata de una categoría abierta y elusiva.
Como señala Kirk: "No existe una definición universalmente satisfactoria de mito y es
dudoso que alguna vez exista" (p. 4)

Por otro lado, el capítulo 3 presenta cinco teorías monolíticas sobre la naturaleza de los
mitos griegos. La primera de estas teorías es la visión funcionalista, que sostiene que los
mitos cumplen una función específica en la sociedad, como transmitir valores y normas
culturales, establecer la identidad de un grupo o explicar fenómenos naturales. Según
esta perspectiva, el mito es un medio para enseñar algo a las personas.

La segunda teoría es la perspectiva estructuralista, que se centra en la estructura del

mito, identificando patrones y relaciones entre los diferentes elementos del mito. Según
esta perspectiva, los mitos no sólo funcionan para transmitir información, sino que
también tienen una función psicológica.

La tercera teoría es la teoría psicoanalítica, que se basa en las teorías psicoanalíticas de

Freud y Jung y sostiene que los mitos reflejan los deseos y conflictos inconscientes de la
humanidad.

La cuarta teoría es la teoría mitocrítica, que se concentra en el significado político y

cultural de los mitos. Se analiza el contexto social, político y cultural en el que se
produjeron los mitos y cómo estos reflejan los valores y las preocupaciones de su época.

La quinta teoría es la de los "mitos como relatos sagrados". Esta perspectiva sostiene
que los mitos son relatos sagrados que tienen una dimensión religiosa. Según esta teoría,
los mitos son una forma de explicar las creencias religiosas de la cultura en cuestión y son
una expresión simbólica de la relación entre la humanidad y las fuerzas divinas.