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Primeras Jornadas Interdisplinarias de Estudios

Agrarios y Agroindustriales

LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
AGRÍCOLA DE CÓRDOBA 1880 - 1914

Félix Converso

U.N.C. - C.O.N.I.C.E.T.

Domicilio postal: Agustín Garzón 3535. Bº Parque San Vicente


(5006) CORDOBA
E- mail : ceh@agora.com.ar
Consideraciones previas

El propósito de esta ponencia estriba en establecer la circulación


mercantil dela producción agrícola de la provincia de Córdoba, las
modificaciones y permanencias de los circuitos comerciales, la localización de
las principales plazas de oferta y demanda. Agregando, asimismo, las
tendencias o indicaciones que algunas cotizaciones reconstruidas, pueden
aportar.
Para una mejor comparación de los cambios producidos, se ha dividido
la presentación en dos períodos cronológicos, tomando las dos últimas
décadas del siglo XIX y los años próximos a la primera guerra mundial.
Es oportuna aludir brevemente a las características y dificultades que
presentan las fuentes utilizadas. A la gran dispersión de la información útil para
la elaboración de series estadísticas, se suman las complicaciones generadas
en la variedad de medidas de volumen y peso utilizadas según épocas y
regiones, peculiarmente en los tramos inherentes al siglo XIX.
Similares problemas, ofrece la tarea del procesamiento de datos
referidos a las cotizaciones de la producción agrícola en plaza Córdoba, a
causa de la diversidad monetaria utilizada hasta promediar el decenio de 1880.

La comercialización de los productos agrícolas 1880 - 1900

La comercialización de la producción agrícola se caracterizó por la


lentitud en la evolución, según la pobre información estadística reunida en la
época. Puede presumirse que el pausado avance en los volúmenes
exportables encuentra explicación en la carencia de producción necesaria para
satisfacer el autoabastecimiento, provisión que aparece bien adelantada en la
década de los años ochenta. Ante estas necesidades, la plaza cordobesa a la
vez que exportaba cantidades poco importantes, se proveía introduciendo
granos de la provincia de Santa Fe, tales como trigo, maíz y derivados, como
las harinas.1
De acuerdo a la cadencia productiva medida por el área sembrada, 2 es
posible pensar que el grado de exportación cobró rango a mediados de la
década de 1890. Es precisamente a partir del último año del siglo que
comienza a verificarse la información estadística ordenada en forma continua,
que complementada con algunos indicadores dispersos, posibilita estas
observaciones. (Cfr. Cuadro Nº 1)

CUADRO Nº 1: Exportación de trigo y maíz


1
Son diversos los testimonios referentes a importaciones de trigo, maíz y harinas de la
Provincia de Santa Fe. El Eco de Córdoba, Córdoba, 28-I-1880, Año VIII, Nº 4984. 19-IX-
1880, Nº 5022; 15-V-1883, Año XX, Nº 586. 22-II-1884, Año XXI, Nº 6044. A.H.P.C., 1883, J.
1º N. Comer., L. 104, E. 1.
2
MOREYRA Beatriz I., La producción..., cit., ps. 53 y 56. Según la autora, en el período 1872 a
1887 la superficie sembrada aumentó un 57% y entre 1887 a 1895 creció 181,6%. ARCONDO
Aníbal, El reino de Ceres. La expansión agraria en Córdoba 1870-1914, Córdoba 1996, ps.
123 y 124. Refiere una estimación para 1895 de superficie cultivada de 503.068 hectáreas.
Anuario..., cit., año 1906, p. 174.

2
(en toneladas)

Años Trigo Maíz Años Trigo Maíz


1881 228,3 67,2 1899 402.873 14.688
1882 1.487,6 28,4 1900 366.535 11.349
1883 116 *s/d 1901 286.485 17.572
1884 399,8 27,2 1902 64.489 30.832
1885 320,6 558,3 1903 479.736 62.009
1886 s/d. s/d. 1904 751.065 37.092
1887 16.395,5 99,3 1905 549.615 114.484
1888-98 s/d. s/d. --- --- ---
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia. Guía Industrial...,cit., p. 72. El Eco de
Córdoba, Córdoba 1883, Nº 5728. Memoria..., cit., 1887, ps. 38, 92.
Anuario..., cit., año 1906, p. 174.

La exportación de forrajes, tales como alfalfa y pastos secos alcanzó


alguna entidad a fines del siglo; aunque en la década de los años noventa se
encuentran evidencias de envíos a Buenos Aires y Tucumán, también algunas
partidas de fardos destinadas a Brasil.3 Buena parte de dichas ventas se
originaron en el feraz pueblo de Bell Ville, departamento Unión, con
importantes volúmenes.4
En tanto, durante el decenio anterior la exportación se reducía a semilla
de alfalfa con un promedio anual calculado para el lapso 1881 a 1884 de 191,3
toneladas, 74,7 toneladas en 1882 y 175 toneladas en 1887, enviadas con
destino a Buenos Aires y La Pampa.5
Respecto a la serie anual que presenta continuidad, la exportación de
alfalfa seca se la encuentra a partir de 1899, al igual que la correspondiente a
comercialización del lino, sólo permiten una estrecha visión sobre la coyuntura
finisecular. (Cfr. Cuadro Nº 2 y 3)

CUADRO Nº 2: Exportación de alfalfa seca CUADRO Nº 3: Exportación de lino


(en toneladas) (en toneladas

Años Alfalfa Años Lino


1899 95.741 1899 41.157
1900 81.475 1900 25.392
1901 96.657 1901 43.183
1902 115.676 1902 12.709
1903 86.262 1903 37.936
1904 48.710 1904 97.705
1905 66.551 1905 64.333
FUENTE: Anuario de la Dirección General de Estadística de la Provincia de

3
La Libertad, Córdoba, 23-I-1894 y 31-III-1894. La Patria, Córdoba 6-III-1900, Año VII, Nº
1415.
4
Ibíd., 29-III-1894, se consigna una venta de 3.000 toneladas de pasto de alfalfa a 30 pesos
nacionales la tonelada puesta en vagón.
5
El Eco de Córdoba. Córdoba, 2-III-1883, Guía Industrial..., cit., p. 72. Memoria de la Oficina de
Estadística..., cit., año 1887.

3
Córdoba, correspondiente al año 1906, Córdoba 1907, p. 174.

Como el lino carecía de industrialización en la provincia, su producción


en los departamentos del sudeste cordobés se derivó a los puertos de Rosario
y Buenos Aires a los fines de su posterior embarque al exterior. Esta práctica
estuvo vigente desde la década de 1880.6
Los derivados cerealeros industrializados, tales como las harinas
también siguieron un trámite similar a la comercialización de los granos ya
referidos, es decir en los primeros tramos del decenio de los años ochenta,
Córdoba no se autoabasteció, debiéndose importar harinas de determinada
calidad,7esto no fue óbice para que comercializara aquellas harinas elaboradas
por los molinos cordobeses. Algunas cifras de exportación muestran el auge
que presentó ese tráfico a fines de siglo. (Cfr. Cuadro Nº 4). Entre los años
1880 y 1890 se incrementó en 9.584,3%, porcentual por demás evidente del
crecimiento.

CUADRO Nº 4: Exportación de harinas (en toneladas)

Años Harinas Años Harinas


1878 16,7 1887 84,7
1879 99,6 1888-1898 s/d.*
1880 240,8 1899 23.648
1881 222,6 1900 23.079
1882 249,6 1901 45.170
1883 2.482,3 1902 29.659
1884 692,2 1903 31.946
1885 472,3 1904 48.114
1886 s/d. 1905 48.685
*s/d.: sin datos
FUENTE: Anuario de la Dirección de Estadísticas..., cit.,
1906, p. 174. Memoria de la Oficina..., cit., 1887, p. 92.

Cotizaciones de la producción agrícola

Cuando se trata de analizar los factores incidentes en la formación de


precios de los productos agrícolas y sus derivados se encuentran
denominadores comunes, ellos son la deficiente tecnología disponible para
levantar las cosechas y la dependencia de la plaza cordobesa de las demandas
originadas en los mercados europeos, como asimismo las fluctuaciones
internacionales de la moneda.
En relación al primer aspecto, aún a fines de siglo “...la mayoría de
nuestros campesinos siguen cortando y trillando del modo primitivo, obtienen
de este modo un trigo recargado de piedras y tierra...cuando estos productos
entran a nuestros mercados los precios que se les pagan no son suficientes
para sufragar los gastos de peones y semillas...”.8
6
Memoria de la Oficina de Estadísticas...,cit., año 1887, p. 92, consigna que en 1887 se
exportaron 220,4 toneladas
7
A.H.P.C., 1887, J. 1º N. Comer. L. 104, E. 1. El Progreso, 24-X-1883, Año XVI, Nº 4719.
Anuario de la Dirección General de Estadísticas..., cit., año 1906, p. 174. Memoria de la
Oficina... , cit., año 1887, p. 92.
8
La Libertad, Córdoba, 23-II-1895, Año V, Nº 1270.

4
Esta falta de infraestructura tecnológica se constituyó en causante de la
débil conceptualización que soportaba el producto, atribuida a la “...mala
calidad del trigo cordobés o calidad inferior por el escaso tamaño del grano,
poco peso relativo, mezcla de impurezas, mala gramazón...”9características
que en conjunto denigraron las cotizaciones.
Quizás también determinaron indirectamente la diversidad de precios
expresados según distintas medidas de peso y calidades, causantes de no
poca confusión, acrecentada cuando se tropieza con la utilización moneda
boliviana, uso aparentemente sólo explicable al considerar que las
transacciones con granos se realizaban en la campaña donde aún avanzado el
decenio de los ochenta continuaba circulando el peso plata boliviano. (Cfr.
Cuadro Nº 5, 6 y 7)
Además de los incidentes en las cotizaciones ya mencionados, conviene
tener presente el conocido juego de la oferta y la demanda en el ámbito local y
sobre todo en las plazas interprovinciales, que influyeron en las fluctuaciones
de los precios, que se observa en el último quinquenio del siglo.10

CUADRO Nº 5: Cotizaciones promedio de trigo, en Córdoba


(cada fanega en pesos moneda nacional)

Año $ m/n. Año $ m/n.


1869 5,1 1878 7,2
1870 5,9 1879 5
1871 6,2 1880 6
1872 5,7 1881 8,6
1873 7,9 1882 7,3
1874 5,7 1883 6
1875 7,1 1884 5,4
1876 4,1 1885 4,5
1877 7,6 1886 3,9
FUENTE: elaboración propia. El Eco de Córdoba,
Córdoba ,1870-1886. El Progreso, Córdoba 1883.

CUADRO Nº 6: Cotizaciones promedio de granos en plaza Córdoba


(en pesos moneda nacional, cada fanega y cada arroba)

Maíz Maíz Cebada Semilla


Años desgranado en espiga (fanega) de alfalfa
(fanega) (fanega) (arroba)
1880 4,9 4,8 2,9 2,5
1881 2,3 2,2 3,1 2,3
1882 3,9 2,3 2,8 2,2
1883 6,4 2,4 2,9 2,4
1884 5,4 s/d.* s/d. s/d.
1885 3,6 s/d. s/d. s/d.
1886 2,8 s/d. s/d. s/d.
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia, El Eco de Córdoba, Córdoba 1880 a 1886. El
Progreso, Córdoba 1883.

CUADRO Nº 7: Cotizaciones promedio de granos, en plaza Córdoba


(en pesos moneda nacional cada 100 kilogramos)
9
Ibíd., 19-VIII-1900, Año X, Nº 2877.
10
El Interior, Córdoba, 27-I-1885, Año V, Nº 1364.

5
Años Trigo trillado Trigo trillado Maíz Maíz Maíz
a yegua a máquina blanco calchaquí molido
1892 8 9 s/d.* s/d. 9
1893 s/d. s/d. s/d. s/d. s/d.
1894 4,30 5 7,80 5,50 7,80
1895 9 s/d. 9,25 6,25 9,30
1896 s/d. s/d. s/d. s/d. s/d.
1897 s/d. 20 9 6,15 s/d.
1898 6,50 7,50 8 s/d. s/d.
1899 4,90 4 s/d. 2,70 4,50
1900 s/d. 4,70 s/d. 5,65 8,90
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia. El Porvenir, Córdoba 1892; La Libertad, Córdoba 1894
a 1901; La Patria, Córdoba 1894, 1897; Los Principios, Córdoba, 1894, 1896.

Cuando los mercados consumidores europeos se encontraron saturados


por sus proveedores de trigo, decayeron las demandas a nuestros
exportadores, repercutiendo en las ventas locales e incidiendo
consecuentemente en las cotizaciones. Contribuyeron al deterioro de estos
precios, el debilitamiento de las cotizaciones en los grandes mercados
europeos, también las oscilaciones en el oro y el encarecimiento de los fletes
internos.11
A la vez, estos determinantes en las depreciaciones del trigo influyeron
asimismo en los precios de sus derivados, tales como las harinas. Instancia
productiva en que, para lograr concretar la etapa del acopio de granos los
molineros prefirieron pagar a precios superiores en relación a aquellos
cotizados para la exportación, antes que paralizar la molienda, 12operaciones de
compra que tendieron a encarecer los subproductos. (Cfr. Cuadros Nº 8 y 9)

CUADRO Nº 8: Cotizaciones promedio de harina de primera en plaza Córdoba


(en pesos moneda nacional)

Años $ m/n. Años $ m/n.


1869 1 1879 1
1870 0,93 1879 0,72
1871 1 1880 s/d.
1872 1 1881 4
1873 1 1882 4
1874 1,20 1883 3,60
1875 1 1884 s/d.
1876 s/d. 1885 1
1877 1 1886 1
FUENTE: elaboración propia. El Eco de Córdoba,
Córdoba, 1870 a 1886. El Progreso, Córdoba
1883.

11
La Libertad, Córdoba, 20-VI-1896, Año VI, Nº 1700, 13-I-1898, Nº 2152 y 16-V-1898, Año VIII,
Nº 2249.
12
La Libertad, Córdoba, 21-III-1896, Año VI, Nº 1630.

6
CUADRO Nº 9: Cotizaciones promedio de harinas en plaza Córdoba, según calidades
(en pesos moneda nacional cada bolsa de 90 kilogramos)

Años Harina Harina Harina


Flor Extra de 1era. de 2da.
1892 16 15,50 13
1893 s/d.* s/d. s/d.
1894 9,50 9,20 9,50
1895 9,50 9 7,50
1896 12,50 12,25 10
1897 19,50 s/d. s/d.
1898 s/d. 14 13
1899 9 8 6,50
1900 9,50 8 5,75
1901 9,50 8,40 6,10
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia. El Porvenir, Córdoba 1892;
La Libertad, Córdoba 1894 a 1901; Los Principios,
Córdoba 1894, 1896.

Además de los incidentes en las cotizaciones ya mencionados, conviene


tener presente el conocido juego de la oferta y la demanda en el ámbito local y
sobre todo en las plazas interprovinciales, que influyeron en las fluctuaciones
de los precios, que se observa en el último quinquenio del siglo.13
Otro aspecto a tener en cuenta es el referido a la especulación
efectuada en toda la línea de comercialización, tanto colonos como
productores, acopiadores de campaña, corredores, acopiadores de ciudad y
comercializadores de la capital provincial, asimismo los instalados en puertos
de Rosario y Buenos Aires, es decir los intermediarios y por último el alto
comercio de exportación.
Todos, cada uno dentro de sus posibilidades materiales y de sus
conocimientos del manejo del negocio procuraron obtener ganancias
explotando o abusando de las mayores o menores oportunidades descuidadas
por el otro, coyunturas aprovechables, que pueden ser diseñados en forma de
cono en cuya parte más estrecha transitaron los productores y por la faja ancha
los grandes empresarios exportadores.
Los productores retraían sus ventas esperando el ascenso de los precios
supeditado a la baja del oro, especulación poco fructífera porque en caso de
producirse la valorización del producto de sus cosechas, este incidiría sólo
sobre el consumo, no así en la escala de exportación que ya se encontraba
ocupada por los comercializadores santafesinos. Por otra parte, en plaza
Córdoba esta perspectiva de especulación resultó “...menos halagüeña para los
colonos por la natural competencia que le hacen los agricultores que introducen
trigos pisados a yegua...”. 14
Ante estas posiciones encontradas entre las casas exportadoras de
Rosario y los productores de las colonias cordobesas, quienes perdieron
directa intervención resultaron los operadores de las casas de Córdoba en las
transacciones pactadas a fijar precio, puestas en vigencia desde los últimos
años del siglo. Porque algunos colonos esperando la suba del oro vendían
13
La Libertad, Córdoba, 23-IV-1895, Nº 1315; 1-VI-1898, Nº 2263; 17-VI-1899, Nº 2566; 25-VI-
1899, Nº 2596; 24-VIII, Nº 2621; 17-III-1900, Nº 2786.
14
Ibíd., 13-I-1899, Año IX, Nº 2446.

7
con cláusula de determinar la cotización a un mes de concretada la operación.
Al poseer más capacidad de financiación los corredores rosarinos estuvieron
en mejores y prevalentes condiciones para hacerlo.15
En este tipo de transacciones el productor, poco o nada preparado en
cuanto a conocimiento de las operatorias de la comercialización, 16 creyó que
utilizando la condición de “fijar precios” le resultaría conveniente en razón de
recibir dinero al contado y también por librarse de la guarda en parvas y
graneros. Pero en definitiva estos negocios no se concretaron porque tanto los
intermediarios como las casas acopiadoras y exportadoras no los juzgaron
convenientes o pocas de ellas cerraban operaciones en estos términos.17
Al respecto desde Córdoba se sostuvo que “...esta es una forma de
especulación sin defensa para el comprador de la campaña y peor todavía para
el infeliz colono que cae de buena fé esperanzado en el alza del artículo en
Europa. Respecto del comerciante o acopiador que especula, es aceptar el
juego en las diferencias que se hacía con el oro, convirtiendo este ramo del
comercio y de la industria en un agio como cualquier otro, con esta diferencia:
en la Bolsa intervienen fuerzas equilibradas entre bajistas y alcistas por los
capitales e intereses que se ponen en juego, pero en este el lobo grande se
come el chico que es el productor y el lobo son los exportadores para quienes
los bancos siempre están abiertos, para el productor no hay defensa
posible...”.18
Estas operaciones “a fijar precio”, generalmente se concertaron en forma
verbal, no ajustadas a disposiciones legales por lo tanto de fácil transgresión.
Por estos convenios el cereal se vendía a un precio diferido, el comprador
estuvo habilitado para usar, consumir o revender el producto. La artimaña se
consumaba en el momento de acordársele un crédito al vendedor “...sobre el
presunto valor del grano por el monto de la producción y el adquirente le
debitaba al vendedor los gastos de flete y tracción hasta destino sobre vagón,
diferencias de peso específico, análisis, bonificaciones e intereses del crédito
oscilante entre 7 y 8 por ciento anual...”.19
Quizás la carga más perjudicial al productor, fueron las cláusulas
impuestas por el comercio referida a la determinación del peso específico del
grano enajenado, condición que debía concretarse el día de la fijación del
precio varios meses después, con la lógica presunción que el peso disminuiría
por variadas causas.20 Además, en otro espacio y etapa de comercialización,
el valor del trigo o del maíz puesto en mercado de exportación se duplicaba y
hasta triplicaba con relación al precio tasado en su lugar de origen.
Al finalizar el siglo XIX, es posible señalar una modificación relativa a los
crecientes volúmenes comerciales registrados en los ramos inherentes a los
granos y los subproductos. La particular acentuación en la coyuntura
15
Ibíd., 21-I-1899, Año IX, Nº 2451 y 23-I-1899, Nº 2452.
16
MOREYRA Beatriz I., La Producción..., cit., p. 390. “No podía afirmarse que supiera vender
o más concretamente no poseía, dada la estructura productiva imperante, la libertad necesaria
para competir directamente en los mercados”.
17
La Libertad, Córdoba, 23-II-1899, Año IX, Nº 2477.
18
Ibíd., 17-IV-1901, Año XI, Nº 3096.
19
MOREYRA Beatriz I., La producción..., cit., p. 399
20
Ibíd., p. 400. Para una descripción del sistema de comercialización, Cfr.: GUTIERREZ Talia
Violeta, La comercialización interna de cereales en la región pampeana: el productor al
exportador (1890-1930) en: Estudios de Historia Rural. Estudios, Investigaciones. Universidad
Nacional de La Plata, 1991, p. 88.

8
finisecular, establece una diferencia comparativa tajante con el flujo registrado
durante los períodos anteriores. Al respecto conviene recordar que, el tráfico se
mostró prácticamente nulo antes del año 1880,21 adquiriendo relevancia
durante la última década de la centuria.
A propósito, resulta interesante destacar que en el transcurso del
período1881 a 1900, la exportación de trigo se incrementó un 160.549,4 %, en
tanto que el aumento de los envíos de maíz se calcula en 16.888,3 %. En
cuanto al subproducto mas comercializado, las harinas, durante el mismo
período acrecentó los volúmenes traficados en una proporción de 9.584,3 %.

Comercialización de productos agrícolas

Es indudable que la demanda, constituye un factor esencial en la


comercialización de toda materia de uso mercantil, pero en este ramo no
carece de importancia la etapa productiva, valorándola como incidente en la
oferta. Precisamente al comienzo de siglo estaban dadas las condiciones para
que la provincia de Córdoba emprendiera la tarea de incrementar sus
exportaciones de granos acorde a los rendimientos de sus cosechas. (Cfr.
Cuadro Nº 10)

CUADRO Nº 10: Cosecha cerealera (en quintales)

Años Trigo Maíz Lino


1900-01 4.647.080 s/d.* 548.738
1901-02 s/d. s/d. s/d.
1903-03 7.388.334 s/d. s/d.
1903-04 11.385.138 s/d. s/d.
1904-05 7.138.306 2.542.777 1.777.050
1905-06 9.975.197 s/d. s/d.
1906-07 13.208.135 s/d. s/d.
1907-08 15.454.652 s/d. s/d.
1908-09 s/d. s/d. s/d.
1909-10 24.810.560 4.500.000 2.210.820
1910-11 25.915.200 1.760.000 2.405.880
1911-12 24.000.000 16.000.000 3.000.000
1912-13 29.200.000 10.700.000 4.600.000
1913-14 15.957.000 19.000.000 3.674.300
*s/d.: sin datos.
FUENTE: nota Nº 22

21
CONVERSO Félix, La lenta formación de capitales. Familias, comercio y poder. Córdoba
1850 - 1880, Junta provincial de Historia de Córdoba, Serie Libros, nº 12, Córdoba 1993,,
Capítulo II.
22
VERA de FLACHS María Cristina, RIQUELME de LOBOS Norma, Medio siglo de agricultura
en Córdoba 1860-1914, Córdoba 1977, p. 199. MOREYRA Beatriz Inés, La producción..., cit.,
ps. 62 a 73.

9
CUADRO Nº 11: Exportación de productos agrícolas, vía ferrocarril
(en toneladas = 1.000 kg.)

Años Trigo Lino Maíz


1899 402.873 41.157 14.688
1900 366.535 25.896 11.349
1901 286.485 43.183 17.572
1902 64.482 12.709 30.832
1903 479.736 37.936 62.009
1904 751.065 97.706 37.092
1905 549.615 64.333 114.484
1906 690.527 53.955 75.247
1907 809.567 58.346 13.118
1908 1.095.248 100.873 71.149
1909 1.003.189 105.074 60.649
1910 930.293 117.236 75.932
1911 913.590 100.795 33.314
1912 855.278 129.844 442.792
1913 965.138 203.494 344.942
1914 534.876 97.817 318.682
1915 1.187.134 262.509 680.024
FUENTE: nota Nº 23

La cosecha triguera presenta incrementos por demás evidentes, la serie


de producción perfila una tendencia ascendente sostenida. Los volúmenes
cosechados en el lapso 1910-1911 en relación a los recogidos en 1900-1901,
crecieron en una proporción de 557,6%, en tanto durante el primer quinquenio
se acrecentó en 214,6%.
Por otra parte, el acrecentamiento de las exportaciones computó
149,9%, el mismo cálculo para el decenio 1900-1910 arroja un porcentaje de
253,8%, es decir, puede considerarse un incremento correlativo entre la
producción y las exportaciones registradas por ferrocarril. (Cfr. Cuadro Nº 11)
También se nota alguna correlación en las importantes cosechas de los años
1907 y subsiguientes con las exportaciones, singularmente a partir de 1908.24
Estas consideraciones, permiten estimar que la producción triguera
cordobesa proveyó regularmente los canales de su comercialización en el
Litoral, salvo algún inconveniente, como el registrado en 1905 motivado por
una marcada escasez del grano candeal que obligó a adquirirlo en la provincia
de Entre Ríos.25
La comercialización de trigos, traza circuitos inalterables a través de los
años, dirigidos a Rosario y Buenos Aires, pautando la dependencia casi total
respecto al mercado europeo. No existiendo, en Córdoba, casas montadas
para exportación directa al extranjero resultó imprescindible el enlace con los
operadores específicos instalados en las plazas referidas que mantuvieron
contacto mediante corresponsalías o sucursales más allá del Atlántico. De
modo que no resulta difícil explicar esta red mercantil como una doble

23
La serie se confeccionó en base a toneladas exportadas por ferrocarril, debe considerarse
que posiblemente hubo otras vías y medios de transporte. Anuario de la Oficina de Trabajo y
Estadística de la Provincia de Córdoba, correspondiente al año 1915, Córdoba 1916, p. 157.
24
Los Principios, Córdoba, 21-XII-1910, Nº 4873.
25
La Libertad, Córdoba, 8-VIII-1906, Nº 4628.

10
dependencia, por una parte en relación a la demanda europea y por otra
respecto a quienes la surtieron desde los puertos argentinos de expedición.26
Esto implicó, no sólo cierta adaptación a las exigencias de los
consumidores extranjeros, también la aceptación de condicionamientos,
maniobras, financiación y cotizaciones convenientes a comerciantes
acopiadores, corredores, intermediadores y exportadores que operaron los
aludidos circuitos.27
Además, la incidencia de los servicios ferroviarios y sus costos fleteros,
no pueden ignorarse a la hora de inventariar los intereses intervinientes en toda
la línea de comercialización.28
A su vez, el pequeño agricultor padeció desventajas en el proceso de
venta del trigo, a menudo se encontró sometido a los propietarios de la tierra,
asimismo a comerciantes de todos los ramos y acopiadores, quienes además
de financiarles provisiones y herramientas, procedieron lo mismo con las
cosechas. Este fue el caso de colonos y medieros que debieron entregar
buena parte de su producción a comerciantes y propietarios de campos.29
Como consecuencia de estos procedimientos, a la hora de la distribución
de beneficios o de concertar precios, los productores se encontraron en
posición desventajosa.
En lo concerniente, la exportación de maíz ocupó el lugar
inmediatamente inferior en la escala de mercantilización de los granos, que
como se sabe encabezaba el trigo. Con desenvolvimiento similar, el flujo de
maíz guardó una cierta consonancia con el ritmo y aprovechamiento de su
producción, aunque en parte se utilizó para la elaboración de polenta, el grano
amarillo para forraje y otras variedades se destinó al consumo diario de los
pobladores.30
Su comercialización aumentó gradualmente desde comienzos de siglo,
con picos destacados en 1905 y en los primeros años de la siguiente década.
Los envíos no sólo se destinaron a los mercados del Litoral, también se
dirigieron a proveer las provincias del norte.31
26
Los Principios, Córdoba, 15-17 y 19-I-1905, Nº 3135, 3136 y 3138.
27
A.H.P.C., 1902, J. 1ª. N. Comer., L. 3, E. 7. concurso “Cedriani José-verificación de crédito”.
En este juicio puede verificarse la cadena operatoria, las exigencias y maniobras aludidas. La
Libertad, Córdoba 10-I-1908, Nº 5113 afirmó: “...la mayor parte de las transacciones en
nuestras colonias se efectúan teniendo en cuenta los precios de Rosario y el costo del
transporte...” Los Principios, Córdoba 22-I-1910, Nº 4609 “...este año nos encontramos con
que la exportación es la que vende el producto en vez de ser el acopiador o el chacarero...”.
28
La Libertad, Córdoba , 10-III-1904, Nº 3931. Informa que las colonias y estaciones situadas
sobre la línea Córdoba-Rosario, cuyos trenes corrían con regularidad, surtían a la plaza
rosarina. No así las colonias próximas a la línea del Central Argentino. La Libertad, Córdoba 3-
III-1904, Nº 3925, sostiene que: “...la huelga ferroviaria influye en la paralización de nuestro
mercado de cereales y aún en las plazas extranjeras que provee nuestra República,
especialmente con trigos...” La Libertad, Córdoba, 5-VIII-1903, Nº 3755: “...acopiadores de trigo
pretenden precios mayores después de acaparar grandes existencias...” La Libertad, Córdoba
24-III-1903, Nº 3871: “...comerciantes de la colonia Laguna Larga, Oncativo y Oliva trataron por
trigos para el próximo mes y en febrero, con dinero adelantado, los precios pagados fueron
relativamente bajos...”
29
A.H.P.C., 1905, J. 1ª. N. Comer., L. 4, E. 11. “Olcese Luis c/Cerato Bautista-tercería de
dominio”, al mediero se le proporcionaba todos los útiles y herramientas, a cambio de su
trabajo y de la mitad de su producto, más el valor de la mercancía entregada para su
manutención y la de su familia.
30
La Libertad, Córdoba, 23-VIII-1904, Nº 3931.
31
Los Principios, Córdoba, 23-VIII-1905, Nº 3313. La Libertad, 18-II-1905, Nº 4285.

11
El lino, semilla oleaginosa no consumida y de ninguna utilización en la
provincia cordobesa, se cosechó en colonias del sudeste provincial,
particularmente en el departamento General Roca, exportándose a los puertos
litoraleños de embarque, con regular tendencia al crecimiento.32
“El cultivo de las plantas forrajeras constituyó la segunda gran rama de
la agricultura provincial...”,33 que comenzó a intervenir en los flujos destinados
al puerto de Buenos Aires desde la última década del siglo XIX. Su proyección
a la primera del XX informa sobre su diversificación hacia los circuitos
regionales del interior específicamente La Rioja y Catamarca. 34 Este tráfico
estuvo siempre condicionado a la situación en que se hallaban las vías de
comunicación.35

CUADRO Nº 12: Exportación de alfalfa seca


(en toneladas)

Años Alfalfa Años Alfalfa


seca seca
1899 95.741 1907 102.911
1900 81.475 1908 90.544
1901 96.657 1909 91.155
1902 115.676 1910 109.768
1903 86.262 1911 188.049
1904 48.710 1912 98.724
1905 66.551 1913 86.886
1906 99.737 1914 94.716
FUENTE: nota Nº 36

El maní, novel producto de mercado, apareció con algún fundamento en


los albores del siglo. Su cultivo podía realizarse en la mayor parte del territorio
cordobés, aunque sus elevados costos de producción y el trabajo manual que
exigía su cuidado limitaba la propagación, en tanto que la comercialización
también presentó las mismas características, no obstante algunas noticias
periodísticas permiten pensar en un sostenido crecimiento tanto en cantidad
como en cotización. Este cultivo se comercializó con destino a Buenos Aires,
Rosario y Mendoza exportándose desde las estaciones de embarque del
interior provincial, ellas fueron Lozada, Pilar y Río Segundo.37

32
La Libertad, Córdoba, 2-VI-1905, Nº 4285. ARCONDO Aníbal, En el reino de ... La
expansión agraria en Córdoba 1870-1914, Córdoba 1996, p. 133.
33
MOREYRA Beatriz Inés, La producción..., cit., p. 121.
34
Los Principios, Córdoba, 2-VII-1913, Nº 5625.
35
Las Libertad, Córdoba, 10-III-1904, Nº 3931.
36
Anuario de la Oficina del Trabajo..., cit., Córdoba, 1916, p. 157.
37
Los Principios, Córdoba, 15-X-1909, Nº 4553. Desde Estación Lozada, Dpto. Santa María se
expidieron los siguientes kilogramos de maní: 1900: 54.800; 1901: 115.360; 1902: 334.960;
1903: 643.820; 1904: 658.450; 1905: 705.240; 1906: 779.210; 1907: 657.770; 1908: 340.600 y
1909: 475.800. En 1900 se cotizaba en el lugar de producción a razón de 5 pesos el quintal
métrico, en tanto en Buenos Aires se pagaba 20 a 25 pesos los 100 kg. Por su parte, los
acopiadores cotizaron el quintal en 1904 a 9 pesos, 1905 a 18 pesos, en 1907 a 20 pesos, en
1908 a 25 pesos y en 1909 a 28,50 pesos.

12
Cotizaciones de la producción agrícola

Las fuentes disponibles no permiten confeccionar una serie de precios


completa para el trigo en plaza, (Cfr. Cuadro Nº 13) de acuerdo a las
variedades comercializadas.
Recurriendo a información cualitativa y complementaria es posible
intentar algunas consideraciones. Al comenzar el siglo se operó con
cotizaciones en alza, atribuidas a secuelas de las producidas en Europa como
consecuencia de especulaciones que agitaron el mercado londinense. 38
También se negoció con el beneficio obtenido de la comercialización de la
cosecha levantada en 1898-1899, con precios superiores a la producción
inmediatamente posterior.39
CUADRO Nº 13: Cotizaciones promedio de trigo en plaza Córdoba
(en pesos moneda nacional, cada 100 kgs.)
Años Molido Entero Pelado Barletta Blanco
Candeal
1900 12 s/d.* s/d. s/d. s/d.
1901 10,50 s/d. s/d. s/d. s/d.
1902 10 s/d. 11 s/d. s/d.
1903 9,50 s/d. 9,50 s/d. 7,50
1904 9 s/d. 8,30 s/d. 6,90
1905 13,75 7,20 11,25 s/d. 7,50
1906 s/d. s/d. 14 s/d. 9
1907 s/d. s/d. s/d. s/d. 11,50
1908 12,10 s/d. s/d. 8,75 s/d.
1909 11,65 9,30 s/d. s/d. s/d.
1910 12,80 s/d. s/d. 9,10 s/d.
1911 13 s/d. s/d. s/d. s/d.
1912 13 9 s/d. s/d. s/d.
*s/d.: sin datos.
40
FUENTE: elaboración propia, según nota Nº .

Las fluctuaciones en los mercados de demanda, de oferta y expedición


incidieron en las cotizaciones de la plaza cordobesa de manera intermitente.
En este contexto, no menos influencia en los costos aportaron las tarifas
fleteras del transporte ferroviario, reguladas -en algunos circuitos- de manera
arbitraria para recorridos similares e iguales distancias., De este
modo,establecieron diferencias perjudiciales en ciertas estaciones de
embarque que soportaron recargos de hasta un 65%, agregándose una tasa
38
Los Principios, Córdoba, 22-VI-1900, Nº 1790.
39
Ibíd., 13-II-1901, Nº 1982.
40
Las cotizaciones promedio se calcularon tomando por lo menos cinco muestras anuales. Los
Principios, Córdoba 1900, Nº 1751, 1761, 1790, 1798; 1901, Nº 1985, 1950, 2033, 2145, 2159;
1903, Nº 2536, 2554, 2571, 2580, 2593, 2613, 2678, 2696, 2709; 1904, Nº 2925, 2935, 2945,
2985, 2986, 2991, 2995, 3013; 1905, Nº 3128, 3223, 3191; 1906, Nº 3641, 3690, 3694, 3709;
1907, Nº 3865, 3881, 3923, 4050, 4091, 4168, 4176, 4218, 4265; 1909, Nº 4536, 4562; 1910,
Nº 4607, 4618, 4808; 1913, Nº 5637. La Libertad, Córdoba 1902, Nº 3458, 3588; 1903, Nº
3694, 3728, 3616, 3645, 3719, 3818; 1904, Nº 3893, 3903, 3945, 3973, 4031; 1905, Nº 4144,
4156, 4160, 4213, 4261, 4317, 4319, 4353, 4368; 1906, Nº 4468, 4507, 4602; 1907, Nº 4963,
4959, 4969, 4993, 5056, 5074, 5084; 1908, Nº 5146, 5175, 5200, 5273; 1909, Nº 5388, 5403,
5469; 1910, Nº 5965; 1911, Nº 6067, 6078, 6108, 6113, 6169; 1912, Nº 6430, 6454. La Voz del
Interior, Córdoba 1907, Nº 1158, 1163, 1205, 1252, 1306; 1912, Nº 2562, 2563. Conviene
destacar que en los departamentos meridionales se comerciaba cereales, observando las
cotizaciones fijadas en Rosario. A.H.P.C., J. 2ª. N. Comer., 1908, L. 14, E. 1; 1910, L. 11, E. 9.

13
por concepto de alquiler por almacenaje al aire libre de cereales y pastos
enviados por sus dueños a depósitos.41
A su vez los comerciantes de la campaña, también en función de
acopiadores acaparadores, esperaron las ocasiones favorables para cotizar los
granos a valores que no guardaron relación con los vigentes en Rosario, 42
aprovechando los picos de incremento en las demandas que posibilitaron los
mayores flujos. (Cfr. Cuadros Nº 11 y 13).
Los mismos o similares comentarios pueden guardar validez para otros
granos. Por caso, las cotizaciones promedio en plaza Córdoba del maíz,
informan de una notable baja producida en el año 1904, posiblemente causada
por un cierto retaceo de la oferta, sumándose la competencia notada en
algunos puntos de las líneas de los ferrocarriles Pacífico y Andino,43 coincidente
con la caída de la exportación. (Cfr. Cuadro Nº 11).
En el rubro de los subproductos o derivados agrícolas, la
comercialización de las harinas presenta mayor entidad y un evidente
crecimiento durante la primera década del siglo respecto al lapso
inmediatamente anterior, con señales de consolidación en los años siguientes.
Puede calcularse un acrecentamiento de la exportación del año 1900 en
relación a la registrada en 1880 en el orden de 9.820,5% y el aumento
porcentual de las toneladas expedidas en 1910 con respecto a 1900 resulta
471,7%. Estos crecimientos permiten pensar que el impulso se produjo a fines
del siglo XIX, afianzándose con cantidades mucho más importantes durante el
lapso posterior.
CUADRO Nº 14: Cotizaciones promedio de maíz, en plaza Córdoba
(en pesos moneda nacional, cada 100 kgs.)
Años Molido Blanco Amarillo Blanco Morocho
calchaqui común
1900 9,25 s/d.* 5 s/d. s/d.
1901 8,50 6 7,75 s/d. s/d.
1902 7,20 4,90 5,25 5,25 s/d.
1903 7,58 3,58 3,67 5,50 s/d.
1904 4,36 3,55 3,90 s/d. s/d.
1905 6,50 5 5 s/d. s/d.
1906 9,50 11,10 7,50 6,90 s/d.
1907 10,83 7,86 7,55 s/d. 7,60
1908 10,37 7,90 6,31 7,50 7,20
1909 9,45 8,90 6,90 7,70 8,90
1910 10 s/d. 6,50 6,30 8
1911 13 10,40 8,62 s/d. s/d.
1912 11,30 s/d. 7,60 9 s/d.
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia, según nota Nº 40
CUADRO Nº 15: Exportación de harinas
41
La Libertad, Córdoba, 22-VI-1903, Nº 3719; 27-I-1904, Nº 3897; 4-II-1904, Nº 3903; 8-X-1906,
Nº 4666; 6-XII-1911, Nº 6238; 20-I-1903, Nº 3618; 21-I-1903, Nº 3619; 24-I-1903, Nº 3622. Los
Principios, Córdoba 28--IX-1902, Nº 2458. El ejemplar 22-X-1910, publica la reiteración de
denuncias de los pobladores de Villa María: “...tarifas cargadas en 38% respecto de tarifas de
la misma empresa, en la misma zona y por igual recorrido y kilometraje... el trigo nuestra
producción más importante paga desde Estación Deheza del F.C. Argentino (ramal Villa María-
Río Cuarto) distante 320 kmts. del punto de embarque Rosario 9,35 pesos la tonelada y el
mismo producto desde Estación Oncativo del F.C.C. Argentino (ramal Villa María-Córdoba)
igual kilometraje a Rosario paga 6,78 pesos la tonelada, es decir 38% de recargo...”.
42
La Libertad, Córdoba 10-III-1906, Nº 4510; 7-III-1907, Nº 4950, 1-VI-1904, Nº 3997.
43
Ibíd., 10-III-1905, Nº 4317. Los Principios, 1-VI-1905, Nº 3243.

14
(en toneladas)

Años Harinas Años Harinas


1899 23.648 1907 65.219
1900 23.079 1908 74.690
1901 45.170 1909 108.980
1902 29.659 1910 108.871
1903 31.946 1911 102.949
1904 48.114 1912 122.016
1905 48.685 1913 151.681
1906 73.195 1914 146.472
FUENTE: nota nº 50

Es conocido que existieron presiones y maniobras diplomáticas que


lograron del gobierno brasileño garantías de reducción en tarifas aplicadas a
las harinas norteamericanas, pero estas resultaron insuficientes para detener
las exportaciones argentinas.44 Tampoco afectaron las comercializaciones de
harinas acordadas en Córdoba, cuyo flujo se mantuvo sin variantes, no
acusando este rubro la incidencia de las aludidas disposiciones adoptadas en
el país lusitano. (Cfr. Cuadro Nº 15)
A partir de 1904, las cotizaciones se afirmaron en su tendencia alcista.
(Cfr. Cuadro Nº 16) este encarecimiento de los precios puede relacionarse -en
su momento- con la insuficiencia en la disponibilidad de cereal para la
molienda, sumada a la valorización del trigo y a una simultánea demanda del
producto por parte de algunas provincias norteñas.45
La exportación de afrecho, otro subproducto, comenzó a adquirir cuantía
a partir de la última década del siglo XIX, proyectando una sostenida tendencia
en los primeros años del siglo XX. 46 Las alternativas de sus cotizaciones, lo
mismo que los precios de la pavesa, presentan alguna relación con los valores
de las harinas. (Cfr. Cuadro Nº 17)
Por otra parte, el cultivo de plantas forrajeras se practicó con mayor
asiduidad desde fines del siglo XIX, incrementándose en los años
subsiguientes.47 Su comercialización mantuvo una cierta regularidad, (Cfr.
Cuadro Nº 18) en tanto sus cotizaciones se acrecentaron en manera
pronunciada al culminar la primera década del siglo XX, pasando de 3 pesos
los fardos de 1.000 kilos en 1902, a 24,50 pesos en 1908, 25 pesos en 1910 y

44
VAZQUEZ PRESEDO Vicente, El caso argentino. Migración de factores, comercio exterior y
desarrollo, 1875-1914, Buenos Aires 1971, p. 174. VERA de FLACHS María C., RIQUELME de
LOBOS Norma D., La industria molinera de Córdoba. Su papel en el contexto nacional 1860-
1914. Córdoba 1993, p. 73.
45
La Voz del Interior, Córdoba 6-VIII-1907, Nº 1160. 26-IX-1907, Nº 5053. Este periódico en su
edición de fecha 14-IX-1907 sostuvo “...el aumento de las cotizaciones de las harinas se debe a
la exportación excesiva ...(y compara) en 1899 a consecuencia de la fuerte exportación de
harinas para Cuba, durante la guerra, la 0 especial llegó a colocarse a 18 y 20 pesos... en
1891, año de la crisis por pérdida de la cosecha de trigo, al alza del oro y otros factores, la
marca “0” llegó a pagar máximo 26 pesos los 90 kgs...” La Libertad, 10-Y-1910, Nº 5681,
relacionó los aumentos de precios de las harinas con los aumentos en precios del pan. En su
edición de 29-VIII-1902, Nº 4003 este periódico indicaba “...considerada como centro de
intercambio con provincias del Norte, esta plaza dá entrada de alguna consideración al maíz y
trigo que convierte en harinas y coloca en aquellos pequeños mercados con bastante
estimación...”
46
VERA de FLACHS M., RIQUELME de LOBOS N., La industria molinera..., cit., p. 118.
47
MOREYRA Beatriz Inés, La producción..., cit., p. 121.

15
18,50 pesos en 1912.48 Esta alza se atribuyó al reducido número de
acopiadores, causada por la indisponibilidad de galpones en la capital de la
provincia, para almacenar y conservar en buen estado este producto.49

CUADRO Nº 16: Cotizaciones promedio de harinas, en plaza Córdoba


(en pesos moneda nacional por cada bolsa de 90 kgs.)

Años Harina Harina Harina de


Flor 00 Superior 0 Segunda
1900 9,50 8,25 6,75
1901 9,50 8,40 6,75
1902 11,03 9,76 7,10
1903 9 8,22 5,98
1904 10,12 8,80 6,24
1905 10,83 9.57 6,67
1906 10,65 9,74 6,85
1907 13,85 12,73 10,92
1908 11,85 10,78 8,95
1909 13,80 12,80 12,40
1910 14,60 13,50 12,70
1911 14,26 11,63 s/d.*
1912 15,30 12,10 s/d.
1913 13,50 12,50 10,80
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia, según nota Nº 40

CUADRO Nº 17: Cotizaciones promedio, plaza Córdoba


(en pesos moneda nacional, cada 100 kgs.)

Años Pavesa Afrecho Afrechillo


1900 5 2,50 2,40
1901 6,20 4,50 s/d.*
1902 6,50 3,80 3
1903 5,20 2,70 2,48
1904 5,24 2,55 2,64
1905 5,90 3,50 3,05
1906 5,73 5,50 5,40
1907 6,84 5,20 5
1908 s/d. s/d. s/d.
1909 7,50 5,10 s/d.
1910 7,25 4,90 4,80
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia, según nota Nº 40.

48
Los Principios, Córdoba, 8-I-1903, Nº 2536; 15-II-1908, Nº 4043; La Libertad, 23-X-1908, Nº
5326; 3-VIII-1912, Nº 6430. A.H.P.C., J. 1ª. N. Comer., L. 2, E. 1. Las oscilaciones en el precio
de este producto se encuentran más pronunciadas en las zonas de producción, en las
operaciones que los comerciantes acopiadores de la campaña concretaban. En la zona de Bell
Ville en 1903, las cotizaciones variaban según las estaciones del año, entre 14 y 25 pesos
moneda nacional la tonelada. Cfr. A.H.P.C. 1903, J. 2ª. N. Comer., L. 13, E. 2.
49
La Libertad, Córdoba, 4-VI-1908; 26-VI-1908, Nº 5225 y 5242.

16
CUADRO Nº 18: Exportación de alfalfa seca
(en toneladas)

Años Toneladas Años Toneladas


1900 81.475 1908 90.544
1901 96.657 1909 91.155
1902 115.676 1910 109.768
1903 86.262 1911 188.049
1904 48.710 1912 98.724
1905 66.551 1913 86.886
1906 99.737 1914 94.716
1907 102.911 1915 131.957
50
FUENTE: nota Nº

Los incidentes financieros y fiscales de la comercialización de productos


agrícolas

Otros aspectos deben considerarse para obtener una mejor


comprensión, concerniente a la circulación mercantil agrícola, al despuntar el
siglo XX. Mientras se evidenciaba la reducción del ámbito de influencia de las
casas mayoristas operantes en la ciudad capital de la provincia, 51 en el interior
provincial “...si bien los departamentos del Sud y Este se enriquecen por sus
grandes producciones, la ciudad ningún tributo valioso recibe de ellos, pues sus
cuantiosos intereses están vinculados a las plazas del Litoral...”52
Los lamentos citadinos aludidos, aumentaron en correspondencia con la
instalación y crecimiento, en los centros agrícolas de “casas mercantiles con
fuerte capital propio y consiguiente crédito, que absorben las mejores
operaciones tanto de compra como de venta...”53
Estas casas, grandes o pequeñas, aunque reduciendo
proporcionalmente su actividad, no dejaron de mantener relaciones
comerciales con la plaza de la ciudad de Córdoba. 54 Además, se encontraban
estrechamente vinculadas a proveedores y compradores establecidos en
Rosario y Buenos Aires, sosteniendo mayores flujos, en relación al
anteriormente referido,55 a diferencia de los departamentos situados en el
centro y oeste de la provincia que carecían de mercados donde colocar sus
productos, entre otras causas por los altos costos del transporte ferroviario.56
Los comercios instalados en la campaña agrícola, a su vez se
encontraron pendientes de los avatares y desventuras propias de las cosechas
cuyos resultados alimentaban o desprotegían a los colonos constituidos en
clientes, acreedores y vinculantes del comerciante que en distintas formas los
financiaban obteniendo beneficios substanciales o soportando penosas
quiebras.
50
Anuario de la Oficina..., cit., 1915, Córdoba 1916, p. 157.
51
Censo General de población, edificación, comercio, industria, ganadería y agricultura de la
ciudad de Córdoba, año 1906, Córdoba 1910, p. CXV y CXVI
52
Los Principios, Córdoba , 3-IV-1903.
53
A.H.P.C. 1903, Juzgado 1ª N. Comercial, Legajo 9, Expediente 8.
54
A.H.P.C. Juzgado 1ª N. Comercial, 1903 Leg. 8, Exp. 5. 1905,Leg. 5, Exp. 5.1906,Leg. 6,
Exp. 5. 1907,Leg. 5 Exp. 1.,
55
Ibidem. A.H.P.C. Juzgado de 1ª N. Comercial, 1904, Leg.11, Exp. 3 y 4.
56
La Libertad, Córdoba,29-VIII-1902, nº 4003.

17
Esta financiación, conformaba a veces, un tejido inextricable, un nexo
entre la operatoria mercantil de la campaña con los emprendimientos agrícolas,
que en oportunidades llegó a arriesgar el mismo comerciante. 57 Esto sucedía
porque “...los desastres que producían las malas cosechas en el comercio se
reflejaron en la restricción del crédito, la desvalorización de la tierra y la
carencia de circulante por el retraimiento de capitales y como consecuencia
directa sobreviene la paralización y la pérdida de fiados..., desequilibrio en los
negocios...”.58
Algunos testimonios de la época, presentan la relación establecida entre
el comerciante y el colono con estilo minucioso, informando “...el comerciante
que vive en las colonias...establece su casa, con capital suyo y también con
capital prestado y da principio a su operación haciendo suministros a los
colonos, hasta tanto concluye la rotación de las cosechas. El colono carece de
capital efectivo, sólo aporta al negocio su trabajo, animales de labranza, todo lo
obtiene prestado, la casa de comercio le facilita los medios de subsistencia
para su consumo, le anticipa mercaderías, dinero y también instrumentos de
trabajo, siempre a crédito, con la esperanza que el producido de la cosecha
vendrá abundante para el saldo de aquellas deudas. De modo que, cuando
sobrevienen los desastres imprevistos, cuando aquella ha sido perdida, el
comerciante también queda en descubierto porque el colono no paga lo
consumido...el comerciante tiene que esperar un año bueno para recuperar sus
préstamos...”.59
Estas operaciones sólo resultaron posibles a casas mercantiles que
contaron con reservas importantes, con las que pudieran hacer las veces de
entidades financieras, porque durante los primeros años del siglo faltó
financiación bancaria canalizada hacia la actividad productiva, las operaciones
crediticias se limitaron a préstamos hipotecarios cargados con elevados
intereses, compra-venta de títulos, adquisición de bienes raíces a bajo precio,
estimándose importante el capital que permaneció inactivo.60
Las medidas impositivas poco favorables a las relaciones comerciales,
asimismo incidieron en el tráfico mercantil de la producción agrícola.
En efecto, al comenzar la década de 1880, la legislación fiscal
cordobesa inició un estilo diferente en los inherente al régimen impositivo
aplicado a los representantes de casas comerciales establecidas en otras
provincias, que afecto peculiarmente a las situadas en las plazas donde
operaban los puertos ultramarinos. Precisamente hacia donde se encaminaban
las exportaciones de granos y de productos derivados.

57
A.H.P.C. Juzg. 1ª N. Comercial, 1903,Leg. 11, Exp. 3. 1912,, Leg. 4, Exp. 1.
58
A.H.P.C. 1903, Juzgado 1ª N. Comercial, Leg. 8, Exp. 5.
59
A.H.P.C. 1906 Juzgado 1ª N. Comercial, Leg. 3, Exp. 1.
60
Los Principios, Córdoba 10-XI-1901, nº 2138, 3-IV-1903, nº 2608. La Libertad, Córdoba 27-
VIII--1902,nª 4001, 2-IV-1904, nº 3948. La Bolsa de Comercio de Córdoba reclamó al Directorio
del Banco de la Nación, mayor liberalidad en los descuentos agrícolas, en Los Principios,
Córdoba, 30-V-1902, nº 1771. BOIXADOS María Cristina, El financiamiento de la expansión
urbana a través de la docuimentación del Banco de la Provincia de Córdoba 1880-1895, en
Revista de Economía y Estadística. Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias
Económicas, Córdoba 1990, la autora sostiene que la política crediticia del Banco de la
Provincia de Córdoba sirvió y benefició en mayor medida al sector mercantil, citando la
respuesta del Banco a un solicitante de créditos, en 1889: “...que el crédito en cuenta corriente
se acuerda unicamente a quienes tienen negocio establecido...”.

18
En el año 1895, el periódico “ La Capital “ de Rosario, participando del
malestar que imbuía al comercio de dicha plaza, aludió a los gravámenes
aplicados en Córdoba, sosteniendo que se pretendía mediante el régimen fiscal
de patentes disimular la existencia de un derecho de tránsito, en fragrante
contravención a las disposiciones pertinentes a la Constitución Nacional.
Argumentándose que “...en el fondo se vislumbra un proteccionismo local con
derechos de tránsito aduanero...que entorpece el tráfico con el litoral...”.61
Estas discrepancias en torno a la actividad, en Córdoba, de los agentes
rosarinos, comenzó a crecer cuando en los últimos años del siglo XIX cobró
impulso la comercialización de cereales operada destinada a los exportadores
establecidos en Rosario.
Una diversa composición de agentes mercantiles que integraron toda la
línea de comercialización de granos, se encontraron involucrados por la
imposición de patentes recaídas sobre los empleados recibidores de cereales,
que desde Rosario viajaban a Córdoba para encargarse de las producción
cosechada, comprada en esta provincia.62
La aplicación de impuestos a los recibidores, empleados sin más
facultades que examinar la calidad y el estado de los granos comprados por los
exportadores, dependientes no siempre con empleo estable, ni lugar fijo de
trabajo porque su tarea requería movilidad hacia los lugares de entrega de
cereales, asimismo afectó a los operadores cordobeses que privados de la
concurrencia de aquellos debieron asumir el traslado de la mercancía y sus
costos. En consideración a esto, el gobierno de Córdoba suprimió en 1898 este
impuesto aplicado a los recibidores de granos, pero mantuvo vigente el
gravamen a los corredores, acopiadores de frutos, viajantes y comisionistas.63
En la participación conjunta de las Bolsas de Comercio de Córdoba y
Rosario, ante el gobierno de Córdoba, se observa una actitud proclive a liberar
y destrabar el comercio de exportación destinado al puerto, particularmente el
inherente al ramo de cereales. No obstante, el cariz proteccionista de la
legislación, se acentuó en años posteriores.64
En jurisdicción cordobesa, durante el año 1904, se registró el
patentamiento de dieciséis casas exportadoras de Rosario, dependiendo de las
mismas trescientos cuarenta y dos recibidores de cereales, que desempeñaron
su labor en Marcos Juárez y Bell Ville, zonas de expedición cerealera hasta
donde se trasladaban para cumplir sus obligaciones consistentes en pesar,
contar y verificar las condiciones de los cereales, cuyas ventas acordaban en
Rosario los acopiadores cordobeses.65
El posicionamiento conjunto expresado por las corporaciones bursátiles
de ambas jurisdicciones provinciales, tendiente a liberar de trabas impositivas a
la comercialización de la producción agrícola cordobesa buscando cambiar la
política fiscal del gobierno de Córdoba, no consiguió sus propósitos, durante el
período en estudio.

61
Transcripto en La Libertad, Córoba, 22-XI-1895, nº 1515.
62
A.H.P.C. 1897, Hacienda, Tº 4, Fº 25 a 29.
63
Compilación de leyes, decretos, acuerdios de la excelentísima cámara de justicia y demás
disposiciones de carácter político dictadas en la provincia de Córdoba, Córdoba 1900, Tº
XXVII, p. 14 a 16.
64
La Libertad, Córdoba, 5-X-1904, nº 4057, Los Principios, Córdoba 17-XII-1908, nº 4289.
Compilación...cit. Córdoba 1901, Tº XXVIII, p. 232.
65
Memorias de la Bolsa de Comercio de Rosario, 1904, Rosario 1905, p. 26,27.

19
La dislocación del flujo mercantil

Por último, conviene prestar atención a la aparición de nuevas


alternativas suscitadas en materia de puntos geográficos desde donde
comenzaron a expedicionarse los productos comercializados, porque a través
del crecimiento o expansión de estas estaciones de carga situadas en el
interior provincial es posible observar la concreción durante la primera década
del siglo XX de aquellas modificaciones anunciadas a fines del período anterior.
El análisis del movimiento de exportaciones efectuadas por ferrocarril de
algunos bienes mercantilizados que estas empresas de transporte atribuyeron
importancia o significación, digna de un registro ciertamente minucioso, permite
comprobar no sólo la pérdida o disminución de protagonismo espacial en el
accionar de la plaza instalada en la capital cordobesa, sino también el
desplazamiento de este rol a medida que fue asumido por las nuevas
estaciones de expedición ubicadas en las cercanías de las zonas de
producción cerealera de la campaña, trazando esta actividad nuevos circuitos o
subcircuitos que atravesaron la provincia.
La carencia de información similar relacionada con la última década del
siglo XIX, impide la posibilidad de establecer -mediante series estadísticas- la
existencia de un cambio gradual o con características y matices abruptos en los
circuitos comerciales del interior de la provincia vinculados al accionar del
ferrocarril. Solamente una estadística anotada en 1887 depara una noticia
diferenciada en relación a las modificaciones verificables en los datos
asentados en la primera década del siglo XX.
No obstante, otorgando valimiento a estos conocimientos y sumándoles
los expuestos en páginas anteriores, pueden considerarse como
transformaciones que se iniciaron con cierta lentitud a fines del período
anterior, acentuándose luego en consonancia con la consolidación y dilatación
territorial del alcance de las líneas férreas.
La ampliación en la red férrea a través de la campaña cordobesa,
supuso la operatividad en las cargas de mercancía en los sitios próximos a las
zonas de producción en torno a las cuales se trasladaron los agentes de su
comercialización, potenciando también el surgimiento de nuevos centros
mercantiles que paulatinamente adquirieron una cierta autonomía, tanto en
negocios de abastecimiento como en los de enajenación y transferencias de
bienes intercambiables.
En la exportación de granos, la plaza de la ciudad no demostró
capacidad operativa, evidenciando que la distancia existente con relación a las
zonas de producción quitó conveniencia o beneficios a su comercialización
desde el expresado centro. En alusión al flujo del trigo sólo se anotaron
expediciones en los años ochenta,66en tanto las cargas de maíz evidencian
alguna presencia en las estaciones capitalinas, vigente en toda la serie
reconstruida. (Cfr. Gráfico Nº 1)
La información mencionada también permite puntualizar las estaciones
situadas en el interior de mayor actividad desarrollada en la carga de trigo
durante la década de 1880, tiempos en que los emprendimientos de
66
Estadística General Comparativa de la Provincia de Córdoba, 1876-1880, Córdoba 1885, p.
112. Memoria de la Oficina de Estadística General de la Provincia de Córdoba, año 1887,
Buenos Aires 1888, ps. 89 a 107.

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exportación de granos se hallaban en sus comienzos, y señala a las estaciones
de Marcos Juárez y General Roca como puntos de expedición sobre salientes.
Mientras, las anotaciones referentes a la primera década del siglo XX
permite comprobar una diseminación de estas plazas de envío desplegadas
por toda la mitad meridional de la provincia, destacándose Leones, Villa María,
Corral de Bustos, General Levalle, Alejandro, Río Cuarto y al Este emergieron
San Francisco y Devoto. (Cfr. Gráfico Nº 2).
Por su parte, el transporte de maíz presenta algún pequeño flujo con
expendio en la capital cordobesa, plaza cuya función de envío decreció a
medida que avanzaron los primeros años del nuevo siglo. Estableciéndose en
la comercialización de este grano una clara preponderancia también de las
estaciones ubicadas en la mitad meridional de la provincia, haciéndose notar la
entidad de Marcos Juárez, General Roca, Cruz Alta, Sampacho y Leones. ( Cfr.
Gráfico Nº 1)
Con el transcurso del tiempo los registros ferroviarios permiten entrever
el surgimiento de nuevas estaciones de expedición, dispersas en los
departamentos meridionales con total preponderancia.
Algunas diferencias presenta el análisis de los lugares de exportación de
las harinas, tales como el gran predominio de la ciudad capital en la tarea de
envíos durante la década de 1880, luego transferido al interior en los primeros
años del siglo XX, década en cuyo transcurso mantuvo alguna presencia
aquella plaza aunque muy disminuida ante el auge operativo estructurado
desde la campaña, destacándose con persistencia las estaciones de carga de
Marcos Juárez y San Francisco, que nuclearon los envíos de las cercanas
zonas de elaboración harinera. (Cfr. Gráfico Nº 3).

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