Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Agrarios y Agroindustriales
LA COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
AGRÍCOLA DE CÓRDOBA 1880 - 1914
Félix Converso
U.N.C. - C.O.N.I.C.E.T.
2
(en toneladas)
3
La Libertad, Córdoba, 23-I-1894 y 31-III-1894. La Patria, Córdoba 6-III-1900, Año VII, Nº
1415.
4
Ibíd., 29-III-1894, se consigna una venta de 3.000 toneladas de pasto de alfalfa a 30 pesos
nacionales la tonelada puesta en vagón.
5
El Eco de Córdoba. Córdoba, 2-III-1883, Guía Industrial..., cit., p. 72. Memoria de la Oficina de
Estadística..., cit., año 1887.
3
Córdoba, correspondiente al año 1906, Córdoba 1907, p. 174.
4
Esta falta de infraestructura tecnológica se constituyó en causante de la
débil conceptualización que soportaba el producto, atribuida a la “...mala
calidad del trigo cordobés o calidad inferior por el escaso tamaño del grano,
poco peso relativo, mezcla de impurezas, mala gramazón...”9características
que en conjunto denigraron las cotizaciones.
Quizás también determinaron indirectamente la diversidad de precios
expresados según distintas medidas de peso y calidades, causantes de no
poca confusión, acrecentada cuando se tropieza con la utilización moneda
boliviana, uso aparentemente sólo explicable al considerar que las
transacciones con granos se realizaban en la campaña donde aún avanzado el
decenio de los ochenta continuaba circulando el peso plata boliviano. (Cfr.
Cuadro Nº 5, 6 y 7)
Además de los incidentes en las cotizaciones ya mencionados, conviene
tener presente el conocido juego de la oferta y la demanda en el ámbito local y
sobre todo en las plazas interprovinciales, que influyeron en las fluctuaciones
de los precios, que se observa en el último quinquenio del siglo.10
5
Años Trigo trillado Trigo trillado Maíz Maíz Maíz
a yegua a máquina blanco calchaquí molido
1892 8 9 s/d.* s/d. 9
1893 s/d. s/d. s/d. s/d. s/d.
1894 4,30 5 7,80 5,50 7,80
1895 9 s/d. 9,25 6,25 9,30
1896 s/d. s/d. s/d. s/d. s/d.
1897 s/d. 20 9 6,15 s/d.
1898 6,50 7,50 8 s/d. s/d.
1899 4,90 4 s/d. 2,70 4,50
1900 s/d. 4,70 s/d. 5,65 8,90
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia. El Porvenir, Córdoba 1892; La Libertad, Córdoba 1894
a 1901; La Patria, Córdoba 1894, 1897; Los Principios, Córdoba, 1894, 1896.
11
La Libertad, Córdoba, 20-VI-1896, Año VI, Nº 1700, 13-I-1898, Nº 2152 y 16-V-1898, Año VIII,
Nº 2249.
12
La Libertad, Córdoba, 21-III-1896, Año VI, Nº 1630.
6
CUADRO Nº 9: Cotizaciones promedio de harinas en plaza Córdoba, según calidades
(en pesos moneda nacional cada bolsa de 90 kilogramos)
7
con cláusula de determinar la cotización a un mes de concretada la operación.
Al poseer más capacidad de financiación los corredores rosarinos estuvieron
en mejores y prevalentes condiciones para hacerlo.15
En este tipo de transacciones el productor, poco o nada preparado en
cuanto a conocimiento de las operatorias de la comercialización, 16 creyó que
utilizando la condición de “fijar precios” le resultaría conveniente en razón de
recibir dinero al contado y también por librarse de la guarda en parvas y
graneros. Pero en definitiva estos negocios no se concretaron porque tanto los
intermediarios como las casas acopiadoras y exportadoras no los juzgaron
convenientes o pocas de ellas cerraban operaciones en estos términos.17
Al respecto desde Córdoba se sostuvo que “...esta es una forma de
especulación sin defensa para el comprador de la campaña y peor todavía para
el infeliz colono que cae de buena fé esperanzado en el alza del artículo en
Europa. Respecto del comerciante o acopiador que especula, es aceptar el
juego en las diferencias que se hacía con el oro, convirtiendo este ramo del
comercio y de la industria en un agio como cualquier otro, con esta diferencia:
en la Bolsa intervienen fuerzas equilibradas entre bajistas y alcistas por los
capitales e intereses que se ponen en juego, pero en este el lobo grande se
come el chico que es el productor y el lobo son los exportadores para quienes
los bancos siempre están abiertos, para el productor no hay defensa
posible...”.18
Estas operaciones “a fijar precio”, generalmente se concertaron en forma
verbal, no ajustadas a disposiciones legales por lo tanto de fácil transgresión.
Por estos convenios el cereal se vendía a un precio diferido, el comprador
estuvo habilitado para usar, consumir o revender el producto. La artimaña se
consumaba en el momento de acordársele un crédito al vendedor “...sobre el
presunto valor del grano por el monto de la producción y el adquirente le
debitaba al vendedor los gastos de flete y tracción hasta destino sobre vagón,
diferencias de peso específico, análisis, bonificaciones e intereses del crédito
oscilante entre 7 y 8 por ciento anual...”.19
Quizás la carga más perjudicial al productor, fueron las cláusulas
impuestas por el comercio referida a la determinación del peso específico del
grano enajenado, condición que debía concretarse el día de la fijación del
precio varios meses después, con la lógica presunción que el peso disminuiría
por variadas causas.20 Además, en otro espacio y etapa de comercialización,
el valor del trigo o del maíz puesto en mercado de exportación se duplicaba y
hasta triplicaba con relación al precio tasado en su lugar de origen.
Al finalizar el siglo XIX, es posible señalar una modificación relativa a los
crecientes volúmenes comerciales registrados en los ramos inherentes a los
granos y los subproductos. La particular acentuación en la coyuntura
15
Ibíd., 21-I-1899, Año IX, Nº 2451 y 23-I-1899, Nº 2452.
16
MOREYRA Beatriz I., La Producción..., cit., p. 390. “No podía afirmarse que supiera vender
o más concretamente no poseía, dada la estructura productiva imperante, la libertad necesaria
para competir directamente en los mercados”.
17
La Libertad, Córdoba, 23-II-1899, Año IX, Nº 2477.
18
Ibíd., 17-IV-1901, Año XI, Nº 3096.
19
MOREYRA Beatriz I., La producción..., cit., p. 399
20
Ibíd., p. 400. Para una descripción del sistema de comercialización, Cfr.: GUTIERREZ Talia
Violeta, La comercialización interna de cereales en la región pampeana: el productor al
exportador (1890-1930) en: Estudios de Historia Rural. Estudios, Investigaciones. Universidad
Nacional de La Plata, 1991, p. 88.
8
finisecular, establece una diferencia comparativa tajante con el flujo registrado
durante los períodos anteriores. Al respecto conviene recordar que, el tráfico se
mostró prácticamente nulo antes del año 1880,21 adquiriendo relevancia
durante la última década de la centuria.
A propósito, resulta interesante destacar que en el transcurso del
período1881 a 1900, la exportación de trigo se incrementó un 160.549,4 %, en
tanto que el aumento de los envíos de maíz se calcula en 16.888,3 %. En
cuanto al subproducto mas comercializado, las harinas, durante el mismo
período acrecentó los volúmenes traficados en una proporción de 9.584,3 %.
21
CONVERSO Félix, La lenta formación de capitales. Familias, comercio y poder. Córdoba
1850 - 1880, Junta provincial de Historia de Córdoba, Serie Libros, nº 12, Córdoba 1993,,
Capítulo II.
22
VERA de FLACHS María Cristina, RIQUELME de LOBOS Norma, Medio siglo de agricultura
en Córdoba 1860-1914, Córdoba 1977, p. 199. MOREYRA Beatriz Inés, La producción..., cit.,
ps. 62 a 73.
9
CUADRO Nº 11: Exportación de productos agrícolas, vía ferrocarril
(en toneladas = 1.000 kg.)
23
La serie se confeccionó en base a toneladas exportadas por ferrocarril, debe considerarse
que posiblemente hubo otras vías y medios de transporte. Anuario de la Oficina de Trabajo y
Estadística de la Provincia de Córdoba, correspondiente al año 1915, Córdoba 1916, p. 157.
24
Los Principios, Córdoba, 21-XII-1910, Nº 4873.
25
La Libertad, Córdoba, 8-VIII-1906, Nº 4628.
10
dependencia, por una parte en relación a la demanda europea y por otra
respecto a quienes la surtieron desde los puertos argentinos de expedición.26
Esto implicó, no sólo cierta adaptación a las exigencias de los
consumidores extranjeros, también la aceptación de condicionamientos,
maniobras, financiación y cotizaciones convenientes a comerciantes
acopiadores, corredores, intermediadores y exportadores que operaron los
aludidos circuitos.27
Además, la incidencia de los servicios ferroviarios y sus costos fleteros,
no pueden ignorarse a la hora de inventariar los intereses intervinientes en toda
la línea de comercialización.28
A su vez, el pequeño agricultor padeció desventajas en el proceso de
venta del trigo, a menudo se encontró sometido a los propietarios de la tierra,
asimismo a comerciantes de todos los ramos y acopiadores, quienes además
de financiarles provisiones y herramientas, procedieron lo mismo con las
cosechas. Este fue el caso de colonos y medieros que debieron entregar
buena parte de su producción a comerciantes y propietarios de campos.29
Como consecuencia de estos procedimientos, a la hora de la distribución
de beneficios o de concertar precios, los productores se encontraron en
posición desventajosa.
En lo concerniente, la exportación de maíz ocupó el lugar
inmediatamente inferior en la escala de mercantilización de los granos, que
como se sabe encabezaba el trigo. Con desenvolvimiento similar, el flujo de
maíz guardó una cierta consonancia con el ritmo y aprovechamiento de su
producción, aunque en parte se utilizó para la elaboración de polenta, el grano
amarillo para forraje y otras variedades se destinó al consumo diario de los
pobladores.30
Su comercialización aumentó gradualmente desde comienzos de siglo,
con picos destacados en 1905 y en los primeros años de la siguiente década.
Los envíos no sólo se destinaron a los mercados del Litoral, también se
dirigieron a proveer las provincias del norte.31
26
Los Principios, Córdoba, 15-17 y 19-I-1905, Nº 3135, 3136 y 3138.
27
A.H.P.C., 1902, J. 1ª. N. Comer., L. 3, E. 7. concurso “Cedriani José-verificación de crédito”.
En este juicio puede verificarse la cadena operatoria, las exigencias y maniobras aludidas. La
Libertad, Córdoba 10-I-1908, Nº 5113 afirmó: “...la mayor parte de las transacciones en
nuestras colonias se efectúan teniendo en cuenta los precios de Rosario y el costo del
transporte...” Los Principios, Córdoba 22-I-1910, Nº 4609 “...este año nos encontramos con
que la exportación es la que vende el producto en vez de ser el acopiador o el chacarero...”.
28
La Libertad, Córdoba , 10-III-1904, Nº 3931. Informa que las colonias y estaciones situadas
sobre la línea Córdoba-Rosario, cuyos trenes corrían con regularidad, surtían a la plaza
rosarina. No así las colonias próximas a la línea del Central Argentino. La Libertad, Córdoba 3-
III-1904, Nº 3925, sostiene que: “...la huelga ferroviaria influye en la paralización de nuestro
mercado de cereales y aún en las plazas extranjeras que provee nuestra República,
especialmente con trigos...” La Libertad, Córdoba, 5-VIII-1903, Nº 3755: “...acopiadores de trigo
pretenden precios mayores después de acaparar grandes existencias...” La Libertad, Córdoba
24-III-1903, Nº 3871: “...comerciantes de la colonia Laguna Larga, Oncativo y Oliva trataron por
trigos para el próximo mes y en febrero, con dinero adelantado, los precios pagados fueron
relativamente bajos...”
29
A.H.P.C., 1905, J. 1ª. N. Comer., L. 4, E. 11. “Olcese Luis c/Cerato Bautista-tercería de
dominio”, al mediero se le proporcionaba todos los útiles y herramientas, a cambio de su
trabajo y de la mitad de su producto, más el valor de la mercancía entregada para su
manutención y la de su familia.
30
La Libertad, Córdoba, 23-VIII-1904, Nº 3931.
31
Los Principios, Córdoba, 23-VIII-1905, Nº 3313. La Libertad, 18-II-1905, Nº 4285.
11
El lino, semilla oleaginosa no consumida y de ninguna utilización en la
provincia cordobesa, se cosechó en colonias del sudeste provincial,
particularmente en el departamento General Roca, exportándose a los puertos
litoraleños de embarque, con regular tendencia al crecimiento.32
“El cultivo de las plantas forrajeras constituyó la segunda gran rama de
la agricultura provincial...”,33 que comenzó a intervenir en los flujos destinados
al puerto de Buenos Aires desde la última década del siglo XIX. Su proyección
a la primera del XX informa sobre su diversificación hacia los circuitos
regionales del interior específicamente La Rioja y Catamarca. 34 Este tráfico
estuvo siempre condicionado a la situación en que se hallaban las vías de
comunicación.35
32
La Libertad, Córdoba, 2-VI-1905, Nº 4285. ARCONDO Aníbal, En el reino de ... La
expansión agraria en Córdoba 1870-1914, Córdoba 1996, p. 133.
33
MOREYRA Beatriz Inés, La producción..., cit., p. 121.
34
Los Principios, Córdoba, 2-VII-1913, Nº 5625.
35
Las Libertad, Córdoba, 10-III-1904, Nº 3931.
36
Anuario de la Oficina del Trabajo..., cit., Córdoba, 1916, p. 157.
37
Los Principios, Córdoba, 15-X-1909, Nº 4553. Desde Estación Lozada, Dpto. Santa María se
expidieron los siguientes kilogramos de maní: 1900: 54.800; 1901: 115.360; 1902: 334.960;
1903: 643.820; 1904: 658.450; 1905: 705.240; 1906: 779.210; 1907: 657.770; 1908: 340.600 y
1909: 475.800. En 1900 se cotizaba en el lugar de producción a razón de 5 pesos el quintal
métrico, en tanto en Buenos Aires se pagaba 20 a 25 pesos los 100 kg. Por su parte, los
acopiadores cotizaron el quintal en 1904 a 9 pesos, 1905 a 18 pesos, en 1907 a 20 pesos, en
1908 a 25 pesos y en 1909 a 28,50 pesos.
12
Cotizaciones de la producción agrícola
13
por concepto de alquiler por almacenaje al aire libre de cereales y pastos
enviados por sus dueños a depósitos.41
A su vez los comerciantes de la campaña, también en función de
acopiadores acaparadores, esperaron las ocasiones favorables para cotizar los
granos a valores que no guardaron relación con los vigentes en Rosario, 42
aprovechando los picos de incremento en las demandas que posibilitaron los
mayores flujos. (Cfr. Cuadros Nº 11 y 13).
Los mismos o similares comentarios pueden guardar validez para otros
granos. Por caso, las cotizaciones promedio en plaza Córdoba del maíz,
informan de una notable baja producida en el año 1904, posiblemente causada
por un cierto retaceo de la oferta, sumándose la competencia notada en
algunos puntos de las líneas de los ferrocarriles Pacífico y Andino,43 coincidente
con la caída de la exportación. (Cfr. Cuadro Nº 11).
En el rubro de los subproductos o derivados agrícolas, la
comercialización de las harinas presenta mayor entidad y un evidente
crecimiento durante la primera década del siglo respecto al lapso
inmediatamente anterior, con señales de consolidación en los años siguientes.
Puede calcularse un acrecentamiento de la exportación del año 1900 en
relación a la registrada en 1880 en el orden de 9.820,5% y el aumento
porcentual de las toneladas expedidas en 1910 con respecto a 1900 resulta
471,7%. Estos crecimientos permiten pensar que el impulso se produjo a fines
del siglo XIX, afianzándose con cantidades mucho más importantes durante el
lapso posterior.
CUADRO Nº 14: Cotizaciones promedio de maíz, en plaza Córdoba
(en pesos moneda nacional, cada 100 kgs.)
Años Molido Blanco Amarillo Blanco Morocho
calchaqui común
1900 9,25 s/d.* 5 s/d. s/d.
1901 8,50 6 7,75 s/d. s/d.
1902 7,20 4,90 5,25 5,25 s/d.
1903 7,58 3,58 3,67 5,50 s/d.
1904 4,36 3,55 3,90 s/d. s/d.
1905 6,50 5 5 s/d. s/d.
1906 9,50 11,10 7,50 6,90 s/d.
1907 10,83 7,86 7,55 s/d. 7,60
1908 10,37 7,90 6,31 7,50 7,20
1909 9,45 8,90 6,90 7,70 8,90
1910 10 s/d. 6,50 6,30 8
1911 13 10,40 8,62 s/d. s/d.
1912 11,30 s/d. 7,60 9 s/d.
*s/d.: sin datos.
FUENTE: elaboración propia, según nota Nº 40
CUADRO Nº 15: Exportación de harinas
41
La Libertad, Córdoba, 22-VI-1903, Nº 3719; 27-I-1904, Nº 3897; 4-II-1904, Nº 3903; 8-X-1906,
Nº 4666; 6-XII-1911, Nº 6238; 20-I-1903, Nº 3618; 21-I-1903, Nº 3619; 24-I-1903, Nº 3622. Los
Principios, Córdoba 28--IX-1902, Nº 2458. El ejemplar 22-X-1910, publica la reiteración de
denuncias de los pobladores de Villa María: “...tarifas cargadas en 38% respecto de tarifas de
la misma empresa, en la misma zona y por igual recorrido y kilometraje... el trigo nuestra
producción más importante paga desde Estación Deheza del F.C. Argentino (ramal Villa María-
Río Cuarto) distante 320 kmts. del punto de embarque Rosario 9,35 pesos la tonelada y el
mismo producto desde Estación Oncativo del F.C.C. Argentino (ramal Villa María-Córdoba)
igual kilometraje a Rosario paga 6,78 pesos la tonelada, es decir 38% de recargo...”.
42
La Libertad, Córdoba 10-III-1906, Nº 4510; 7-III-1907, Nº 4950, 1-VI-1904, Nº 3997.
43
Ibíd., 10-III-1905, Nº 4317. Los Principios, 1-VI-1905, Nº 3243.
14
(en toneladas)
44
VAZQUEZ PRESEDO Vicente, El caso argentino. Migración de factores, comercio exterior y
desarrollo, 1875-1914, Buenos Aires 1971, p. 174. VERA de FLACHS María C., RIQUELME de
LOBOS Norma D., La industria molinera de Córdoba. Su papel en el contexto nacional 1860-
1914. Córdoba 1993, p. 73.
45
La Voz del Interior, Córdoba 6-VIII-1907, Nº 1160. 26-IX-1907, Nº 5053. Este periódico en su
edición de fecha 14-IX-1907 sostuvo “...el aumento de las cotizaciones de las harinas se debe a
la exportación excesiva ...(y compara) en 1899 a consecuencia de la fuerte exportación de
harinas para Cuba, durante la guerra, la 0 especial llegó a colocarse a 18 y 20 pesos... en
1891, año de la crisis por pérdida de la cosecha de trigo, al alza del oro y otros factores, la
marca “0” llegó a pagar máximo 26 pesos los 90 kgs...” La Libertad, 10-Y-1910, Nº 5681,
relacionó los aumentos de precios de las harinas con los aumentos en precios del pan. En su
edición de 29-VIII-1902, Nº 4003 este periódico indicaba “...considerada como centro de
intercambio con provincias del Norte, esta plaza dá entrada de alguna consideración al maíz y
trigo que convierte en harinas y coloca en aquellos pequeños mercados con bastante
estimación...”
46
VERA de FLACHS M., RIQUELME de LOBOS N., La industria molinera..., cit., p. 118.
47
MOREYRA Beatriz Inés, La producción..., cit., p. 121.
15
18,50 pesos en 1912.48 Esta alza se atribuyó al reducido número de
acopiadores, causada por la indisponibilidad de galpones en la capital de la
provincia, para almacenar y conservar en buen estado este producto.49
48
Los Principios, Córdoba, 8-I-1903, Nº 2536; 15-II-1908, Nº 4043; La Libertad, 23-X-1908, Nº
5326; 3-VIII-1912, Nº 6430. A.H.P.C., J. 1ª. N. Comer., L. 2, E. 1. Las oscilaciones en el precio
de este producto se encuentran más pronunciadas en las zonas de producción, en las
operaciones que los comerciantes acopiadores de la campaña concretaban. En la zona de Bell
Ville en 1903, las cotizaciones variaban según las estaciones del año, entre 14 y 25 pesos
moneda nacional la tonelada. Cfr. A.H.P.C. 1903, J. 2ª. N. Comer., L. 13, E. 2.
49
La Libertad, Córdoba, 4-VI-1908; 26-VI-1908, Nº 5225 y 5242.
16
CUADRO Nº 18: Exportación de alfalfa seca
(en toneladas)
17
Esta financiación, conformaba a veces, un tejido inextricable, un nexo
entre la operatoria mercantil de la campaña con los emprendimientos agrícolas,
que en oportunidades llegó a arriesgar el mismo comerciante. 57 Esto sucedía
porque “...los desastres que producían las malas cosechas en el comercio se
reflejaron en la restricción del crédito, la desvalorización de la tierra y la
carencia de circulante por el retraimiento de capitales y como consecuencia
directa sobreviene la paralización y la pérdida de fiados..., desequilibrio en los
negocios...”.58
Algunos testimonios de la época, presentan la relación establecida entre
el comerciante y el colono con estilo minucioso, informando “...el comerciante
que vive en las colonias...establece su casa, con capital suyo y también con
capital prestado y da principio a su operación haciendo suministros a los
colonos, hasta tanto concluye la rotación de las cosechas. El colono carece de
capital efectivo, sólo aporta al negocio su trabajo, animales de labranza, todo lo
obtiene prestado, la casa de comercio le facilita los medios de subsistencia
para su consumo, le anticipa mercaderías, dinero y también instrumentos de
trabajo, siempre a crédito, con la esperanza que el producido de la cosecha
vendrá abundante para el saldo de aquellas deudas. De modo que, cuando
sobrevienen los desastres imprevistos, cuando aquella ha sido perdida, el
comerciante también queda en descubierto porque el colono no paga lo
consumido...el comerciante tiene que esperar un año bueno para recuperar sus
préstamos...”.59
Estas operaciones sólo resultaron posibles a casas mercantiles que
contaron con reservas importantes, con las que pudieran hacer las veces de
entidades financieras, porque durante los primeros años del siglo faltó
financiación bancaria canalizada hacia la actividad productiva, las operaciones
crediticias se limitaron a préstamos hipotecarios cargados con elevados
intereses, compra-venta de títulos, adquisición de bienes raíces a bajo precio,
estimándose importante el capital que permaneció inactivo.60
Las medidas impositivas poco favorables a las relaciones comerciales,
asimismo incidieron en el tráfico mercantil de la producción agrícola.
En efecto, al comenzar la década de 1880, la legislación fiscal
cordobesa inició un estilo diferente en los inherente al régimen impositivo
aplicado a los representantes de casas comerciales establecidas en otras
provincias, que afecto peculiarmente a las situadas en las plazas donde
operaban los puertos ultramarinos. Precisamente hacia donde se encaminaban
las exportaciones de granos y de productos derivados.
57
A.H.P.C. Juzg. 1ª N. Comercial, 1903,Leg. 11, Exp. 3. 1912,, Leg. 4, Exp. 1.
58
A.H.P.C. 1903, Juzgado 1ª N. Comercial, Leg. 8, Exp. 5.
59
A.H.P.C. 1906 Juzgado 1ª N. Comercial, Leg. 3, Exp. 1.
60
Los Principios, Córdoba 10-XI-1901, nº 2138, 3-IV-1903, nº 2608. La Libertad, Córdoba 27-
VIII--1902,nª 4001, 2-IV-1904, nº 3948. La Bolsa de Comercio de Córdoba reclamó al Directorio
del Banco de la Nación, mayor liberalidad en los descuentos agrícolas, en Los Principios,
Córdoba, 30-V-1902, nº 1771. BOIXADOS María Cristina, El financiamiento de la expansión
urbana a través de la docuimentación del Banco de la Provincia de Córdoba 1880-1895, en
Revista de Economía y Estadística. Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias
Económicas, Córdoba 1990, la autora sostiene que la política crediticia del Banco de la
Provincia de Córdoba sirvió y benefició en mayor medida al sector mercantil, citando la
respuesta del Banco a un solicitante de créditos, en 1889: “...que el crédito en cuenta corriente
se acuerda unicamente a quienes tienen negocio establecido...”.
18
En el año 1895, el periódico “ La Capital “ de Rosario, participando del
malestar que imbuía al comercio de dicha plaza, aludió a los gravámenes
aplicados en Córdoba, sosteniendo que se pretendía mediante el régimen fiscal
de patentes disimular la existencia de un derecho de tránsito, en fragrante
contravención a las disposiciones pertinentes a la Constitución Nacional.
Argumentándose que “...en el fondo se vislumbra un proteccionismo local con
derechos de tránsito aduanero...que entorpece el tráfico con el litoral...”.61
Estas discrepancias en torno a la actividad, en Córdoba, de los agentes
rosarinos, comenzó a crecer cuando en los últimos años del siglo XIX cobró
impulso la comercialización de cereales operada destinada a los exportadores
establecidos en Rosario.
Una diversa composición de agentes mercantiles que integraron toda la
línea de comercialización de granos, se encontraron involucrados por la
imposición de patentes recaídas sobre los empleados recibidores de cereales,
que desde Rosario viajaban a Córdoba para encargarse de las producción
cosechada, comprada en esta provincia.62
La aplicación de impuestos a los recibidores, empleados sin más
facultades que examinar la calidad y el estado de los granos comprados por los
exportadores, dependientes no siempre con empleo estable, ni lugar fijo de
trabajo porque su tarea requería movilidad hacia los lugares de entrega de
cereales, asimismo afectó a los operadores cordobeses que privados de la
concurrencia de aquellos debieron asumir el traslado de la mercancía y sus
costos. En consideración a esto, el gobierno de Córdoba suprimió en 1898 este
impuesto aplicado a los recibidores de granos, pero mantuvo vigente el
gravamen a los corredores, acopiadores de frutos, viajantes y comisionistas.63
En la participación conjunta de las Bolsas de Comercio de Córdoba y
Rosario, ante el gobierno de Córdoba, se observa una actitud proclive a liberar
y destrabar el comercio de exportación destinado al puerto, particularmente el
inherente al ramo de cereales. No obstante, el cariz proteccionista de la
legislación, se acentuó en años posteriores.64
En jurisdicción cordobesa, durante el año 1904, se registró el
patentamiento de dieciséis casas exportadoras de Rosario, dependiendo de las
mismas trescientos cuarenta y dos recibidores de cereales, que desempeñaron
su labor en Marcos Juárez y Bell Ville, zonas de expedición cerealera hasta
donde se trasladaban para cumplir sus obligaciones consistentes en pesar,
contar y verificar las condiciones de los cereales, cuyas ventas acordaban en
Rosario los acopiadores cordobeses.65
El posicionamiento conjunto expresado por las corporaciones bursátiles
de ambas jurisdicciones provinciales, tendiente a liberar de trabas impositivas a
la comercialización de la producción agrícola cordobesa buscando cambiar la
política fiscal del gobierno de Córdoba, no consiguió sus propósitos, durante el
período en estudio.
61
Transcripto en La Libertad, Córoba, 22-XI-1895, nº 1515.
62
A.H.P.C. 1897, Hacienda, Tº 4, Fº 25 a 29.
63
Compilación de leyes, decretos, acuerdios de la excelentísima cámara de justicia y demás
disposiciones de carácter político dictadas en la provincia de Córdoba, Córdoba 1900, Tº
XXVII, p. 14 a 16.
64
La Libertad, Córdoba, 5-X-1904, nº 4057, Los Principios, Córdoba 17-XII-1908, nº 4289.
Compilación...cit. Córdoba 1901, Tº XXVIII, p. 232.
65
Memorias de la Bolsa de Comercio de Rosario, 1904, Rosario 1905, p. 26,27.
19
La dislocación del flujo mercantil
20
exportación de granos se hallaban en sus comienzos, y señala a las estaciones
de Marcos Juárez y General Roca como puntos de expedición sobre salientes.
Mientras, las anotaciones referentes a la primera década del siglo XX
permite comprobar una diseminación de estas plazas de envío desplegadas
por toda la mitad meridional de la provincia, destacándose Leones, Villa María,
Corral de Bustos, General Levalle, Alejandro, Río Cuarto y al Este emergieron
San Francisco y Devoto. (Cfr. Gráfico Nº 2).
Por su parte, el transporte de maíz presenta algún pequeño flujo con
expendio en la capital cordobesa, plaza cuya función de envío decreció a
medida que avanzaron los primeros años del nuevo siglo. Estableciéndose en
la comercialización de este grano una clara preponderancia también de las
estaciones ubicadas en la mitad meridional de la provincia, haciéndose notar la
entidad de Marcos Juárez, General Roca, Cruz Alta, Sampacho y Leones. ( Cfr.
Gráfico Nº 1)
Con el transcurso del tiempo los registros ferroviarios permiten entrever
el surgimiento de nuevas estaciones de expedición, dispersas en los
departamentos meridionales con total preponderancia.
Algunas diferencias presenta el análisis de los lugares de exportación de
las harinas, tales como el gran predominio de la ciudad capital en la tarea de
envíos durante la década de 1880, luego transferido al interior en los primeros
años del siglo XX, década en cuyo transcurso mantuvo alguna presencia
aquella plaza aunque muy disminuida ante el auge operativo estructurado
desde la campaña, destacándose con persistencia las estaciones de carga de
Marcos Juárez y San Francisco, que nuclearon los envíos de las cercanas
zonas de elaboración harinera. (Cfr. Gráfico Nº 3).
21
23
24
25