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TEMA: LOS ENEMIGOS INTENTARAN A TODA COSTA

DETENER LA OBRA
CITA BIBLICA: NEHEMÍAS 4
A. Sanbalat y Tobías ridiculizan la obra de Dios.

1. (Nehemías 4:1-3) El intento de desanimar a los trabajadores.

Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran
manera, e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria,
y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios?
¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si
subiere una zorra lo derribará.

a. Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en


gran manera: Sanbalat y Tobías primero se disgustaron en extremocuando escucharon
que un hombre quería ayudar al pueblo de Jerusalén (Nehemías 2:10). Luego usaron el
escarnio y la intimidación para evitar que la obra iniciara (Nehemías 2:19). Ahora que la
obra había iniciado, estaban enojados y enfurecidos en gran manera.

b. E hizo escarnio de los judíos: la naturaleza de su ataque desalentador es evidente. Usaron


un tono escarnecedor y sarcástico e hicieron escarnio de los judíos... estos débiles
judíos... se les... acabarán... resucitarán... si subiere una zorra lo derribará.

i. Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios lleva la idea de, “¿buscarán a Dios a
través de sacrificio y esperan que milagrosamente él construya los muros?
¿Levantarán los muros con oración?” Acabarán en un día tiene la idea de “¿Tienen
idea de a lo que se están enfrentando? Este no es un proyecto fácil.”

ii. Como la mayoría de los ataques de desánimo, hay un rastro de verdad en las palabras
del enemigo. Como constructores, los judíos eran débiles. No terminarían en un día.
No tenían los mejores materiales con qué trabajar. Un mentiroso, desalentador
ataque a menudo tendrá algo de verdad en él, pero descuidará la gran verdad: Dios
estaba con ellos y había prometido hacerlo hasta el final.

iii. Sanbalat y Tobías buscaban traer el desánimo a través de la crítica. Charles Swindoll
señala que había varios de ellos juntos haciendo críticas burlescas y sarcásticas – y
hace la observación “Los críticos se unen a los críticos.”

Una medida de un líder es ser capaz de medir la crítica; no permitir que uno se venga
abajo por los críticos, mientras que al mismo tiempo mantenerse sensible a la voz de
Dios incluso en medio de la crítica.
iv. El desánimo es una herramienta muy poderosa porque de alguna manera es lo
contrario a la fe. Donde la fe le cree a Dios y a sus promesas, el desánimo ve y cree lo
peor – y tiende a básicamente olvidarse de quién es Dios y lo que ha prometido que
hará.

c. Lo derribará: Tobías cometió un gran error. Llamó al muro lo que ellos edifican del muro; -
No eran ellos los que edificaban el muro, era Dios – él estaba criticando el muro de Dios, la
obra de Dios.

i. Los críticos que no traen más que desánimo a menudo se pierden lo que Dios está
haciendo; como no les gusta el muro, no pueden creer que sea la obra de Dios. De la
misma manera. La iglesia es la iglesia de Dios; Jesús ama a su novia. Uno siempre
debería ser cuidadoso sobre la manera en la que hablamos de la novia de Jesús.

d. Se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos: Como Nehemías y
los trabajadores en realidad sí tenían protección legal por parte del rey (probada por las
cartas mencionadas en Nehemías 2:7), Sanbalat y Tobías no tenían autoridad para
realmente detener el trabajo. Lo único que podían hacer era desanimar a los judíos para
que se detuvieran.

i. El mismo ataque llega a la vida del creyente que es legalmente liberado por su Rey. Sin
embargo, puede ser desanimado y retroceder de lo que Dios ha puesto delante de él.

ii. Trabajamos diferente bajo la fe o bajo el desánimo. Oramos diferente bajo la fe o bajo
el desánimo. Leemos y escuchamos la palabra diferente bajo la fe o bajo el desánimo.
No es de sorprenderse que Satanás trabaje tan duro para alejarnos de la fe y
mantenernos en desánimo.

Mas el justo vivirá por fe;Y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no
somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
preservación del alma.(Hebreos 10:38-39)

2. (Nehemías 4:4-5) Nehemías hace frente al ataque desalentador con oración.

Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su
cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. No cubras su iniquidad, ni su
pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban.

a. Oye, oh Dios nuestro: La respuesta de Nehemías fue un gran ejemplo. No debatió, no


formó un comité, ni siquiera lidió con ambos enemigos directamente. En vez de eso, lo
llevó a Dios en oración.

i. Para Nehemías, la oración era el primer recurso, no la última opción. Cuando vienen
tiempos de oposición, Dios quiere que confiemos en él – y la manera más pura de
expresar nuestra confianza en Dios es a través de la oración.
b. Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio: En su oración, Nehemías le
pidió primero a Dios por su atención y su misericordia. Dios sí se interesaba por Nehemías
y la obra de reconstrucción, pero Nehemías necesitaba que Dios mostrara y también
necesitaba sentir la presencia y el cuidado de Dios.

c. Y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza... entrégalos por despojo... No cubras su


iniquidad: Nehemías entonces le pidió a Dios que peleara contra sus enemigos por ellos.
Dependió de Dios para pelear la batalla. Dios le dio una tarea que hacer, y él no sería
distraído de ella.

i. Esta oración parece muy dura, pero las oraciones en los Salmos son aún más duras:
Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas (Salmos 58:6) Sea su palacio asolado; en sus
tiendas no haya morador. (Salmos 69:25). Es apropiado para un hijo de Dios hacer este
tipo de oración, porque están entregando sus inclinaciones violentas a Dios, y dejando
que Él lidie con ellas.

ii. Si estamos enojados con alguien o tenemos un enemigo real, podemos acometer
contra ellos en oración. Nunca en el sentido de pedir mal sobre ellos, pero sí en
entregarlos a un Dios justo y bueno, porque él sabe exactamente qué hacer con ellos.

d. Porque se airaron contra los que edificaban: Finalmente, la oración de Nehemías le dio a
Dios una razón para mostrar misericordia e ir contra sus enemigos. Nehemías reconoció
que esta era la causa de Dios, no la suya.

3. (Nehemías 4:6) El resultado después del ataque y la defensa de Nehemías en oración: la


obra continúa con más y más fuerza.

Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el
pueblo tuvo ánimo para trabajar.

a. Edificamos, pues, el muro: Dios contestó la oración dándole a todos ánimo para trabajar.
El ánimo para trabajar es un regalo de Dios, y ningún trabajo importante será logrado
nunca hasta que el pueblo se una con ánimo para trabajar.

i. Esto es exactamente lo que Satanás quiere destruir con sus ataques – el ánimo para
trabajar. Quiere hacernos sentir derrotados, o pasivos, o centrados en nosotros
mismos, o desanimados.

“Los críticos desmoralizan. Los líderes animan. Cuando los críticos hablaron, los
trabajadores escucharon y fueron desmoralizados. Pero cuando el líder capaz se
levantó y dijo, ‘Veámoslo desde la perspectiva de Dios, enfóquense en la obra,’ los
miembros de la tripulación estuvieron de vuelta en ella.” (Swindoll)

b. Porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar: La respuesta inmediata a la oración no hizo
diferencia en los enemigos. La oración fue contestada en el pueblo de Dios realizando el
trabajo. La oración de Nehemías le pidió a Dios que se encargara de sus enemigos, y Dios
respondió encargándose de su pueblo.
i. A menudo nos perdemos la respuesta de Dios a nuestras oraciones, porque le
pedimos que obre en la vida de otros con los que tenemos conflicto – y Él responde
moviéndose en nuestras vidas, pero nos resistimos a sus movimientos. Es como si Él
intentara darnos ánimo para trabajar en una situación, pero lo resistiéramos.

c. Toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura: La obra estaba terminada
hasta la mitad. Era un tiempo emocionante pero peligroso; se había hecho mucho, pero
aún faltaba mucho más. La fatiga y el desánimo estaban listos para entrar, si se les daba la
oportunidad.

B. Sanbalat y Tobías planean dirigir un ataque violento contra la obra.

1. (Nehemías 4:7-8) La conspiración para atacar la obra.

Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los
muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se
encolerizaron mucho; y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño.

a. Ya los portillos comenzaban a ser cerrados: El muro era solo la mitad de alto de cómo
debería ser, pero ahora era casi continuo. Por lo tanto, los enemigos de la obra se
encolerizaron mucho.

i. Debe ser que la obra de Dios a menudo encoleriza al enemigo de nuestra alma. Con
frecuencia debe enfurecerse contra el progreso realizado por el pueblo de Dios en
tocar a un mundo perdido para Jesucristo. No está mal hacer enojar al diablo.

b. Y conspiraron todos a una para venir a atacar: Conforme el trabajo progresaba los
enemigos pensaban algo más serio. Ahora no solamente se quejaban o se burlaban,
amenazaban y planeaban violencia.

i. Por un lado, esto era serio: el muro era construido para proteger contra los ataques de
violencia, y ahora parecía que la misma construcción del muro podía provocar un
ataque. Hubiera sido fácil para el pueblo temer y pensar que todo su trabajo llegara a
ser inútil.

ii. Por otro lado, esto no era serio en absoluto. Notamos que ellos no atacaron– solo
hablaron sobre hacerlo. Sanbalat y Tobías esperaban que la amenaza del ataque fuera
suficiente. Satanás usa la misma estrategia de miedo contra nosotros, y si somos
paralizados por la amenaza, la amenaza ha funcionado – incluso cuando en realidad
nada sucede en nuestra contra.

c. Y hacerle daño: Esta es una estrategia importante de Satanás – crear confusión entre el
pueblo de Dios. Un pueblo confundido nunca avanzará ni cumplirá con la obra de Dios.
Normalmente son confundidos porque son distraídos por los trucos de los enemigos en
vez de enfocarse en Dios y sus promesas.

2. (Nehemías 4:9) El ataque defendido con oración y vigilancia.

Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de
noche.

a. Entonces oramos a nuestro Dios: Nada los haría detenerse dependiendo de Dios a través
de la oración. Pudieron haberse rendido, creyendo que el continuo ataque era un fracaso
de parte de Dios al no responder a la oración antes – pero ellos confiaban en Dios más que
eso.

i. Dios permitió que continuara el ataque, a pesar de que pudo haberlo eliminado
instantáneamente. Sin embargo Él permitió que continuara porque se agradaba de
que su pueblo se acercara más a él con una confianza aún más profunda que antes.
Dios hizo su obra perfecta en edificar los muros y a su pueblo.

b. Pusimos guarda: Ellos también sabían que la oración no significaba que no debían de
hacer nada. Ellos usaron el santificado sentido común para hacer lo que deberían hacer,
protegerse contra el ataque, usando siervos de Dios dispuestos a ser el muro hasta que el
muro fuera construido.

i. No es difícil imaginar a algún súper-espiritual entre ellos diciendo, “Mira Nehemías, no


necesitamos poner guarda. Hemos orado, y Dios nos protegerá.” Nehemías
probablemente le hubiera respondido, “Sí, Dios nos protegerá, y lo hará mientras nos
encuentre cumpliendo nuestra responsabilidad delante de Él. Pongan la guarda.”

ii. Cuando vemos un área de nuestra vida cristiana que necesita atención particular, no
es suficiente con orar. Usted necesita poner una guarda también, dele atención
especial y tome responsabilidad de esa área de su vida hasta que usted esté
caminando en una victoria consistente.

iii. Nuestras oraciones no sustituyen nuestras acciones; hacen nuestras acciones efectivas
para la obra de Dios.

c. De día y de noche: Esto muestra que Nehemías estaba decidido. No iba a dejar que la
seguridad de la luz del día ni que la somnolencia de la noche los detuviera de trabajar. Esto
envió un mensaje poderoso.

i. Envió un mensaje al pueblo de Dios diciendo, “Estamos comprometidos. Esto tendrá


éxito, porque Dios está con nosotros, y nos dará lo necesario para triunfar sobre cada
obstáculo.”

ii. Envió un mensaje a los enemigos diciendo, “No tendrán éxito. La obra de Dios
continúa y no será detenida. Haremos los sacrificios que sean necesarios para verla
concluida – días agotadores, noches sin descanso, no importa.”
iii. Envió un mensaje a Dios: “Confiamos en ti, y nuestra fe es una fe que vive, una fe de
acciones, no solo palabras. Te amamos y confiamos en ti Jehová.”

C. Desafíos desde adentro y desde afuera.

1. (Nehemías 4:10) El desafío desde adentro: desaliento entre el pueblo de Dios porque la
obra aparecía demasiado grande.

Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no
podemos edificar el muro.

a. Y dijo Judá: Judá se suponía que debía ser la tribu más fuerte y valiente. Era la tribu de los
grandes reyes y finalmente, del mismísimo Mesías. Era un desafío especial y un desaliento
recibir este mensaje de la tribu de Judá.

i. Nehemías y los judíos que estaban reconstruyendo Jerusalén se habían mantenido


fuertes ante el rostro del ataque; pero ahora que la obra de reconstrucción va a la
mitad, y el muro es casi continuo, se levantan obstáculos especiales.

b. Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado: El punto medio (mencionado en


Nehemías 4:6) es un lugar peligroso. Aún falta mucho por hacer, pero la fatiga tiene lugar
porque ya se ha hecho mucho.

i. No es suficiente solo estar bien. Muchos equipos han tenido una gran primera mitad,
solo para perder en los últimos minutos. La obra de reconstrucción ha ido muy bien y
se han superado muchos obstáculos, pero el juego aún no termina, aún hay tiempo
para perder.

c. El escombro es mucho: El trabajo de reconstruir los muros no solo era construcción, sino
también limpieza e ir recogiendo los escombros. Las ruinas de los muros, que habían
permanecido como desperdicio durante 100 años se habían convertido en un punto de
colección para todo tipo de escombros.

i. Recoger el escombro no era una opción – tenía que hacerse. Las partes destruidas del
muro y el escombro acumulado tenían que ser despejados para que los muros
pudieran ser reconstruidos desde sus cimientos. Si no hacían esto, los muros no
permanecerían.

ii. En nuestra vida cristiana, no se puede construir mucho para la gloria de Dios hasta que
todo el escombro sea eliminado. Sacar la basura puede ser un trabajo desalentador,
pero debe de hacerse.
d. No podemos edificar el muro: Así que el trabajo de excavación tenía que comenzar. Antes
de que pudieran levantar los muros, tenían que derribar y eliminar el escombro. Tenían
que bajar antes de poder subir.

i. Era difícil, porque a menudo, el trabajo de construir es mucho más fácil – o más
divertido – que eliminar el escombro.

ii. Era difícil porque mientras el montículo de escombro era derribado, la ciudad era aún
más vulnerable que antes. Podemos ver algo de pensamiento, “No se lleven el
escombro; nuestros enemigos están cerca y ustedes tal vez solamente estén
despejándoles el camino para que vengan.”

iii. Era difícil porque siempre ha habido aquellos que defenderán cualquier pila de
escombro, sin importar lo inservible que sea. “Bueno, mi abuelo tenía esa pila de
escombro, y si era lo suficientemente buena para él, ¡es lo suficientemente buena
para nosotros!” Esta es una mala manera de pensar; debemos deshacernos de lo viejo,
para que podamos construir en el verdadero fundamento.

iv. El corazón del pueblo como se muestra en el versículo 10 debió haber desalentado a
Nehemías; Es fácil liderar cuando sus seguidores están llenos de entusiasmo y tienen
un corazón dispuesto a trabajar. ¿Pero qué haces cuando eso empieza desvanecerse?

2. (Nehemías 4:11) El desafío desde afuera: el enemigo planea un ataque sorpresa.

Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los
matemos, y hagamos cesar la obra.

a. Y nuestros enemigos dijeron: El versículo diez tal vez marque el punto más bajo en los
espíritus de los que estaban haciendo el trabajo. Las cosas ya estaban en un mal estado, y
los desanimados trabajadores sentían ganas de rendirse. Ahora, el enemigo planeaba su
ataque sobre los trabajadores, para eliminar a los que estaban reconstruyendo los muros.

b. No sepan, ni vean: Es dudoso que estos enemigos supieran exactamente cuán


desanimado estaba el pueblo de Dios. Pero ciertamente, los consejeros de las tinieblas
espirituales en altos lugares lo sabían y el ataque fue planeado.

i. Casi podemos imaginarnos las filas espirituales de las tinieblas sugiriéndole a los
adversarios del pueblo de Dios.: “¡Ahora! ¡Ahora es tiempo de atacar! ¡No se tarden y
los eliminarán!” Ellos sabían que el desanimado estado de Israel hacía posible una
victoria del mal.

ii. Los ataques que sufrimos de las fuerzas espirituales de las tinieblas también son
estratégicamente programados. Nuestros enemigos espirituales saben cuándo
estamos desanimados, cansados, enojados, u orgullosos en autoconfianza.

c. No sepan, ni vean: A menudo, los ataques del adversario tienen éxito solo si llegan de
sorpresa. Cuando el pueblo de Dios está en guardia, el enemigo ve poca victoria.
d. Y los matemos, y hagamos cesar la obra: Los enemigos del pueblo de Dios les dieron un
cumplido sarcástico al decir esto. Para este momento ellos sabían que la única manera de
detenerlos de servir a Dios y hacer su obra era matándolos.

i. Esto no se puede decir de todo siervo de Dios en la actualidad. En el caso de muchos,


el diablo no tiene que matarlos porque el desánimo, el compromiso, el dinero, las
relaciones, la frustración, o los problemas logran detenerlos de su servicio a Dios.

3. (Nehemías 4:12) Dios permite a los judíos ser advertidos del ataque.

Pero sucedió que cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez
veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros.

a. Los judíos que habitaban entre ellos: Este es un ejemplo maravilloso del poder y la
bondad de Dios. Los enemigos de Dios y su pueblo hicieron lo mejor que pudieron, pero
Dios siempre estuvo en control. Los enemigos no supieron que había judíos fieles
escuchado sus conspiraciones.

b. Nos decían hasta diez veces: Es fácil imaginar esta escena, y ver a los informantes
repitiendo una y otra vez, “¡Viene un ataque! ¡En verdad! ¡Nos derrotarán!” De todos los
lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros.

i. Estos que habían escuchado el plan por casualidad no tuvieron la sabiduría para saber
qué hacer en respuesta. Entraron en pánico, y probablemente se sintieron
perturbados de que Nehemías no entrara también en pánico.

4. (Nehemías 4:13-14) Nehemías organiza la defensa.

Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo
por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. Después miré, y me levanté y dije a
los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor,
grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por
vuestras mujeres y por vuestras casas.

a. Entonces: Estos versículos nos dicen lo que hizo Nehemías, pero también podemos pensar
en lo que Nehemías pudo haber hecho en esta situación.

i. Pudo no haber hecho nada e incluso ser espiritual al respecto. “Bueno hermano, solo
estamos confiando en el Señor. Oramos por esto y creemos que el Señor nos liberará
de alguna forma.”

ii. Pudo haber entrado en pánico y haber empezado a pensar que solamente le
correspondía a él defender contra el ataque.

iii. Lo que él hizo fue confiar sabia y tranquilamente en Dios en medio de la tormenta,
para hacer las cosas concretas que Dios lo pondría a hacer para obtener la victoria.
b. Con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos: Nehemías les ordenó traer su armadura.
Era tiempo de actuar con seriedad, ponerse la armadura completa, y alistarse para pelear
con todos los recursos que tenían.

c. No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible: Nehemías puso sus
mentes en la perspectiva correcta. El desafío era grande pero no había razón para temer.
Él que estaba en ellos era más grande que él que estaba en el mundo.

d. Pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras
mujeres y por vuestras casas: Nehemías les recordó por qué estaban peleando. Peleamos
mucho más efectivamente para el Señor cuando tenemos en mente lo que está en juego.

5. (Nehemías 4:15) Los enemigos retroceden.

Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado
el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea.

a. Cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había
desbaratado el consejo de ellos: Una vez que vieron las defensas del pueblo de Dios, los
enemigos retrocedieron. No querían una batalla porque sabían que perderían. Lo que los
enemigos querían era que el pueblo de Dios les entregara la victoria en una bandeja de
plata, al fracasar al vigilar y estar listos.

b. Nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea: Esto fue la victoria. Defenderse contra
el ataque no era la victoria; el pueblo de Dios no estaría en paz y seguridad hasta que el
muro fuera reconstruido. Volver a la obra era la victoria.

i. Cuando estamos bajo ataque espiritual es fácil sentir que solo soportar la tormenta es
la victoria. No lo es. El ataque a menudo llega para evitar el progreso suyo y de la obra
de Jehová. La victoria es soportar el ataque y continuar con el progreso y la obra para
Jehová.

6. (Nehemías 4:16-18) La espada y la pala.

Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas,
escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá. Los que
edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la
obra, y en la otra tenían la espada. Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida
a sus lomos, y así edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí.

a. Con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada: Algunos de los
siervos hacían la obra de defender y otros hacían la obra de construir. Los trabajadores
tenían una espada al lado y la pala en sus manos para terminar el trabajo. El reino de Dios
es construido tanto con espada como con pala, una espada para enfrentar a toda fuerza
espiritual de maldad en lugares altos, y una pala para hacer el trabajo de edificar al pueblo
de Dios.
7. (Nehemías 4:19-23) Se hacen planes para mantener una defensa lista.

Y dije a los nobles, y a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros
estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. En el lugar donde oyereis el sonido de la
trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros. Nosotros, pues,
trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que
salían las estrellas. También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado permanezca dentro
de Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra. Y ni yo ni mis hermanos, ni mis
jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se
desnudaba solamente para bañarse.

a. La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de


otros: Nehemías sabía que tenían que mantenerse en comunicación si querían terminar el
trabajo. Las trompetas era una nueva forma de comunicación para enfrentar el reto.

b. En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros: Ellos se
mantenían alertas para sonar la alarma al mínimo aviso. Ellos no serían atrapados con la
guardia baja.

c. Desde la subida del alba hasta que salían las estrellas: Ellos se dedicaron a la obra con
todo lo que tenían, trabajando duro desde el alba hasta que salían las estrellas, incluso
pasando la noche en el lugar de trabajo para proteger en caso de ataque.

d. Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos


quitamos nuestro vestido: Ellos conservaban sus ropas puestas todo el tiempo porque no
querían ser atrapados desprevenidos. Siempre estaban listos para responder al sonido de
la trompeta.

i. Los Cristianos necesitan estar armados con la misma actitud en la actualidad.


Necesitan estar siempre listos, siempre vestidos con la justicia de Jesucristo, siempre
vistiendo la armadura de Dios, listos para el sonido de esa trompeta final que nos
reunirá con nuestro Jehová.

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