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LECCION

CONTENIDO:
Oposición a la obra  Descubriendo las
(Nehemías 4.1-3) estrategias que utiliza el
Nehemías recurre a Dios enemigo
 Los efectos de la
(Nehemías 4.4-6) hostilidad
Arrecia la oposición  Cómo debe responder un
(Nehemías 4.7-8) líder ante la hostilidad
 Cómo debe responder un
El pueblo sigue adelante líder ante la hostilidad
(Nehemías 4.9-23)
Un líder
hace frente
a la
oposición
La puerta de las Ovejas (v. 1) nos recuerda
el sacrificio de Cristo en la cruz (Juan 10).
Esta fue la primera puerta que se reparó,
porque sin sacrificio no hay salvación.
Nótese que la puerta de las Ovejas no
tenía cerraduras ni barras, porque la
puerta de la salvación siempre está abierta
para el pecador. Esta es la única puerta
santificada, separada como una puerta
especial.
Descubriendo las estrategias que utiliza el enemigo

¿Cómo te enfrentas a los que se oponen a tus proyectos?


¿Sientes pánico cuando te presionan? ¿Te pones tenso,
pierdes la calma, te enojas, te sientes desalentado o te das por
vencido? ¿Qué haces?.
La descripción de responsabilidades de un líder incluye hacer frente
a los ataques.

El cuarto capitulo del libro de Nehemías se refiere a la estrategia de


batalla: tácticas de los oponentes, los efectos de esa oposición, y la
respuesta correcta del líder.

Miremos las tácticas que utiliza la oposición para detener la


realización de un proyecto.
Las tácticas de los oponentes
•El ridículo
•Las críticas
•Los rumores
“Los líderes no se tragan los
rumores.”
1. Utilizar el ridículo.
“Cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, se disgustó
muchísimo y se burló de los judíos. Ante sus compañeros y el ejército de Samaria
dijo: ¿Qué están haciendo estos miserables judíos? ¿Creen que se les va a dejar que
reconstruyan y que vuelvan a ofrecer sacrificios? ¿Piensan acaso terminar en un solo día?
¿Cómo creen que de esas piedras quemadas, de esos escombros, van a hacer algo
nuevo? Y Tobías el amonita, que estaba junto a él, añadió: ¡hasta una zorra, si se sube a
ese montón de piedras, lo echa abajo!” (Nehemías 4:1-3).
¿Cómo ocurre el ridículo? Hay al menos tres formas:
1) Revelarse enojado. La táctica de Sanbalat de disgustarse muchísimo tenía como
propósito sembrar pánico y terror entre los trabajadores; hacerse creer que tenía
supremacía sobre el grupo.
2) Acudiendo al insulto. Sanbalat dijo: «esos miserables judíos»; con ello estaba
insinuando que la motivación de ellos era egoísta.
3) Exagerando la acusación. «¿Piensan terminar en un día», continuó Sanbalat. Sin
embargo, nadie había dicho tal cosa; nadie tenía el propósito de reconstruir la murada
en un día.
El ridiculizar es contagioso. Una vez que Sanbalat lanza sus ataques verbales, su
compinche Tobías lanza el suyo. Siempre que alguien comienza a ridiculizar habrán
otros que lo sigan; son los cobardes que nunca habrían dicho una palabra por su propia
cuenta
2. Utilizar el rumor. La siguiente etapa que ocurre,
cuando no ha progresado la burla, es la conspiración.

“Continuamos con la reconstrucción y levantamos


la muralla hasta media altura, pues el pueblo
trabajó con entusiasmo. Pero cuando Sanbalat y
Tobías, y los árabes, los amonitas y los asdodeos se
enteraron de que avanzaba la reconstrucción de la
muralla y de que ya estábamos cerrando las brechas,
se enojaron muchísimo y acordaron atacar a Jerusalén
y provocar disturbios en ella” (Neh 4:6-8)
“Y nuestros enemigos maquinaban: les caeremos por sorpresa
y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda…
Algunos de los judíos que vivían cerca de ellos venían
constantemente y nos advertían: los van a atacar por todos
lados” (Neh 4:11-12).

La forma más rápida de esparcir un rumor es alimentarse en los


miedos que tiene la gente. Acudieron a una estrategia ruin y
malévola; pero lo cierto es que no tenían esa clase de poder. Sin
embargo, el rumor de un ataque bastó para incitar al pánico.
Cuando uno comprende que sus enemigos van a usar rumores
para atacarlo, puede estar preparado para sufrir su violencia.
El efecto de la hostilidad
“El desaliento aparece
cuando vamos por la mitad del
proyecto”

“Continuamos con la reconstrucción y


levantamos la muralla hasta media altura”
Nehemías 4:10,11
Los efectos de la hostilidad

Ya vimos cómo los enemigos de la reconstrucción del muro en Jerusalén utilizaron el


ridículo y el rumor para desanimar los colaboradores del proyecto. Nehemías sabia que
tenia que enfrentar los ataques e infundir aliento para no desmayar en el propósito.
Cuando se esta trabajando fuerte y descubre que esta siendo bombardeado con el
ridículo, el rumor y la resistencia, es natural comenzar a sentirse desmotivado.
En esta oportunidad vamos a ver los efectos de la hostilidad.

“Por su parte, la gente de Judá decía: los cargadores desfallecen, pues son muchos los
escombros; ¡no vamos a poder reconstruir esta muralla! Y nuestros enemigos
maquinaban: les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se
suspenda” (Neh 4:10-11).
El síntoma del desfallecimiento frente a la magnitud de la obra fue ampliado con el
ataque de los enemigos; los enemigos sabían que tenían un situación a favor y no
dudaron en aprovecharla.

El desaliento tiene cuatro causas principales:


1. La fatiga: “͙los cargadores desfallecen͙” La labor que están haciendo en la
reconstrucción de la muralla era grande y fatigosa; no era fácil hacer las dos
tareas: levantar el nuevo muro y recoger los escombros. Y esto causo
agotamiento en los cargadores. Un cuerpo cansado puede causar un espíritu
agotado y desalentado. Cuando este realizando el proyecto, dedica tiempo
especial que este en armonía con la ejecución de la obra para descansar.
Descansa cuando puedas, para evitar paralizar el proyecto por agotamiento.

2. La frustración. “͙son muchos los escombros..”. Cuando esta trabajando en un


proyecto tan grande como el de Nehemías, por lo general la frustración es un
asunto de percepción. En realidad, los montones de escombros
van disminuyendo, pero si seguimos viendo escombros esto es abrumador.
Si nos limitamos a seguir adelante,
podemos vencer.
3. El fracaso. “͙no vamos a poder reconstruir esta muralla͙”. Cuando el
desaliento haya cabida en nuestro proyecto es mas fácil ver y argumentar los
aspectos negativos; los trabajadores no reconocieron que era más
importante resaltar cuánto habían avanzado en levantar la muralla y cuánto
habían recogido de escombros; no se pararon de lejos para ver el progreso de la
obra; no consideraron cuán importante era el trabajo que habían hecho. El
cansancio y la hostilidad de los enemigos ayudaron a considerar el fracaso como
punto final al proyecto. Cuando estas agotado, todo parece imposible. Vince
Lombardi dijo: «la fatiga nos convierte a todos en cobardes».
4. El temor. “͙nuestros enemigos maquinaban͙”. Sanbalat, Tobias y todos sus
aliados analizaron muy bien la situación que estaban viviendo los constructores
de la obra, porque estaban desde afuera viendo otro punto de vista, y atacaron
con las armas más degradantes que puedan existir: aplicando el ridículo,
creando rumores y ejerciendo resistencia. Querían causar pánico, temor y, en
últimas, hacer cesar la obra.
Causas del desaliento:
•La Fatiga
•La Frustración
•El Fracaso
•El Temor
“Los enemigos siempre tienen dos metas: Estorbar a
la Palabra de Dios y detener la obra de Dios.”
Cómo debe responder un líder ante la hostilidad

Versículo central: “Por tu gran poder vencimos a nuestros enemigos; ¡destruimos


a nuestros agresores! Yo no pondría mi confianza en mí arco y en mis flechas, ni
pensaría que mi espada podría darme la victoria; ¡fuiste tú quien nos hizo vencer
a nuestros enemigos!, ¡fuiste tú quien puso en vergüenza a nuestros
adversarios!” Sal 44:5-7 (BLS)
Sin lugar a dudas, nuestra naturaleza humana siente un deseo natural de
responder con agresión ante los ataques de los enemigos que juzgan, intimidan,
denigran y obstaculizan la realización de nuestro proyecto. Pero sabemos que
esta no es la actitud correcta. Entonces, ¿qué podemos hacer? ¿Hay alguna
manera de oponernos ante cualquier agresión que sea aceptable delante de
Dios?

En esta sección estaremos viendo las sugerencias procedentes de Nehemías


1. Confía en Dios. “¡Escucha, Dios nuestro, ¡cómo se burlan de
nosotros! Haz que sus ofensas recaigan sobre ellos mismos:
entrégalos a sus enemigos; ¡que los lleven en cautiverio! No
pases por alto su maldad ni olvides sus pecados, porque insultan a
los que reconstruyen” (Neh 4:4-5). Ante el ataque de los
enemigos, Nehemías oró. ¡Qué manera más fabulosa de aliviar la
tensión!
Cuando estén siendo ridiculizado, no lo niegues; confiésalo;
apóyate en Dios. Admítalo todo delante de Él; dígale «estoy
confiado en que tú me vas a defender». Nehemías, en lugar de
enredarse en una competencia de insultos, agresiones y
amenazas, lo que hizo fue ir a buscar apoyo en Dios.
2. Los líderes respetan a sus oponentes. “Oramos entonces a
nuestro Dios y decidimos montar guardia día y noche para
defendernos de ellos” (Neh 4:9). Necesitamos reconocer y
respetar la fuerza de nuestros enemigos. Nehemías dice que
oraron («oramos entonces a nuestro Dios»), planearon
(«..decidimos»͙ ) y actuaron («..montar guardia día y noche͙»).
Esta bien que le pidamos a Dios que nos proteja; es bueno
decirle a Dios cuando nos acostamos «protégenos de los
ladrones»; sin embargo, también es necesario que nos
levantemos y cerremos con pasadores la puerta. Oliver Cromwell
decía: «confía en Dios y mantén seca la pólvora».
Recuerda siempre este principio: Una petición sin precaución es
una presunción.
3. Los líderes refuerzan sus puntos débiles. “Así que puse a la
gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las
murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos” (Neh
4:13). Después de orar y echar a andar su sistema de alarma,
Nehemías reforzó los lugares más vulnerables; aquellos lugares
donde había una muralla más baja. Los lugares donde estaba
más alta no necesitaban tanta vigilancia, pero aquellos puntos
bajos necesitaban una ayuda especial.
¿Sabes dónde se hallan los puntos vulnerables de su proyecto?
¿En su familia? ¿Dónde está más expuesto a los ataques?
Este es el principio que Nehemías nos esta enseñando.
Aprendamos el principio: los buenos líderes saben en cuáles
puntos son vulnerables, y refuerzan esos lugares.
En Nehemías 4:16-20 podemos ver que la gente trabajaba en
la construcción pero sin descuidar la defensa; trabajaban día y
noche sin parar, pero no tenían ejército. Todos eran trabajadores
neófitos que habían unidos sus fuerzas para levantar la muralla,
pero diseñaron un plan para actuar al toque de una trompeta y
salir a la defensa.
Cada vez que comenzamos a levantar algo para Dios, estamos
buscando batalla. Sea que se trate de levantar un matrimonio, una
iglesia o su propia vida espiritual, estará buscando pelea. Satanás
va en contra de todo aquello que Dios favorece; y usa gente para
que hagan la oposición.
El principio para aprender es: los líderes tienen que edifican y
presentan batalla al mismo tiempo.
Iglesia Shekinah Asambleas de Dios, San Miguel Escuela de Lideres

4. Los líderes reafirman a su gente.


“Luego de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernadores,
y al resto del pueblo: ¡no les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es
grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas y por sus
esposas y sus hogares” (Neh 4:14).

Nehemías reunió a los suyos; alivió sus temores, reforzó su confianza y levantó la
moral. Esas es la tarea del líder. Cuando tu negocio, familia o iglesia estén bajo
el ataque, la tarea como líder consiste en dale nueva fuerzas a tu gente,
animarlos.

Es interesante mirar que Nehemías no se enfocó en motivarlos sobre hechos


negativos; no dijo: «acuérdense de nuestra derrota, de nuestro exilio en
Babilonia». Les dijo: «¡acuérdense del Señor!, Dios es nuestra esperanza,
quitemos los ojos de nuestros enemigos para ponerlos en el Señor, nuestro
vencedor».
5. Los líderes se niegan a abandonar su labor.

“Una vez que nuestros enemigos se dieron cuenta de que


conocíamos sus intenciones y de que Dios había frustrado sus
planes, todos regresamos a la muralla, cada uno a su trabajo”
(Neh 4:15).

La intensión del enemigo creando hostilidad y maquinando


maldades es paralizar el proyecto por medio del desaliento;
cuando estemos bajo ataque, es el momento de mantenernos
unidos. El líder es el último en darse por vencido, el último en
abandonar el barco; el líder se niega a rendirse.
El desaliento es un arma poderosa que utiliza Satanás, porque sabe
que cuando llega el desaliento es porque se ha apartado los ojos
del Señor para ponerlos en las circunstancias; y seguro que hará
más terrible las circunstancias para que definitivamente
desistamos. ¿Qué meta o sueño quiere el enemigo que
abandones? ¿Qué esta susurrando al oído? Tal vez se trate del
esfuerzo de leer toda la biblia, de una profesión que has querido
ejercer, de un sueño, de tu familia, de una idea, de un ministerio en
la iglesia; ahí estará el enemigo acosando constantemente para
sembrar el miedo, el terror y el desanimo. ¡Nunca te des por
vencido!
Recuerda el principio: los líderes son modelo de perseverancia.
¿Cuál es la respuesta correcta a
nuestros oponentes?
1.Los lideres confían en Dios
2.Los líderes respetan a sus oponentes
3.Los líderes refuerzan sus puntos débiles
4. Los líderes reafirman a su gente
5. Los líderes se niegan a abandonar su labor
¡No te des por
vencido!
•Resístete al desaliento
•Sigue adelante
•Nunca te des por vencido
Cuando vayan mal las cosas
Cuando vayan mal las cosas, Tras las sombras de la duda,
como a veces suelen ir; ya plateadas, ya sombrías,
cuando ofrezca tu camino puede bien seguir el triunfo,
sólo cuestas que subir; no el fracaso que temías;
Cuando tengas poco haber, y no es dable a tu ignorancia,
pero mucho que pagar, figurarte cuán cercano
y precises sonreír puede estar el bien que anhelas
aun teniendo que llorar; y que juzgas tan lejano.
cuando el dolor te agobie Lucha, pues, por más que tengas
y no puedas ya sufrir, en la brega que sufrir ...
descansar acaso debes ... !Cuándo esté peor todo,
!pero nunca desistir! más debemos de insistir!
Rudyard Kipling

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