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En este primero Seminario vamos a comenzar a abordar conceptos generales

de Virología.
Dentro de los conceptos generales que vamos abordar nos vamos a centrar en
los siguientes objetivos:

 Reconocer los componentes estructurales de las partículas virales;


 Comprender cuáles son los eventos de la replicación viral;
 Conocer las distintas vías de ingreso, diseminación y eliminación del
virus;
 Vamos analizar también los principales mecanismos de daño;
 Reconocer cuáles son los distintos tipos de infección acorde a la
temporalidad y a la espacialidad;
 Para poder también evaluar la importancia de la respuesta inmune
antiviral.

Posteriormente, a lo largo de los siguientes Seminarios que nosotros vamos a


tener en esta cursada de Virología, vamos a ver distintos modelos de
infecciones virales, donde vamos a poder ir revisando para cada uno de estos
modelos los conceptos aprendidos en esta Clase.
Antes de empezar a hablar de las características generales de los virus,
miremos algunos datos epidemiológicos para poder comprender la importancia
de las infecciones virales en dos entidades que, según la Organización Mundial
de la Salud, son responsables de más del 30% de la mortalidad infantil en el
mundo, las infecciones respiratorias bajas, incluyendo las bronquiolitis, las
neumonías y las diarreas.

En la gráfica de la izquierda, podemos observar algunos agentes virales, como


el virus sincicial respiratorio, los virus influenza A y B, los virus parainfluenza
humanos, el metapneumovirus humano, y los adenovirus, constituyendo las
principales causas de infecciones respiratorias.

Es importante aclarar que, si bien no figura en la diapositiva, debido a su


reciente inclusión en el estudio de las infecciones respiratorias bajas, los
rinovirus son, junto con el virus sincicial respiratorio, dos de los principales
agentes virales asociados a bronquiolitis aguda.

Por otro lado, a la derecha de la diapositiva, podemos observar como otros


agentes virales, como rotavirus y algunos adenovirus, tienen un gran peso
como organismos causantes de diarreas en niños, especialmente en aquellos
menores de 2 años.

En el caso del rotavirus, es importante recalcar que los datos de la diapositiva


son previos a la inclusión de la vacuna a los calendarios. Por lo tanto, es
esperable que en los años subsiguientes se observe un cambio en este patrón.

También es importante resaltar que algunos de estos virus pueden ser


detectados en niños sanos, lo cual significa que estos agentes, en particular
algunos enterovirus, serían meros pasajeros intestinales, no causando una
enfermedad asociada. Esto lo podemos observar con la presencia de,
aproximadamente, un 10% a 15% de niños sanos, llamados controles, que
poseen virucopria.

Vamos a centrarnos ahora en definir qué son los virus, y cuáles son sus
principales características.

Los virus son definidos como parásitos genéticos intracelulares obligados. Y


esto significa que necesita sí o sí ingresar a una célula para, utilizando la
maquinaria celular, poder producir copias de sí mismos.
En esta microfotografía de microscopía electrónica podemos ver partículas
virales del adenovirus, saliendo de una célula infectada por el mecanismo de
brotación.

A lo largo de la Clase vamos abordar todos los pasos necesarios para el


proceso de replicación viral.

Como dijimos previamente, los virus necesitan infectar a una célula para poder
generar progenie viral.

Los tipos de células que pueden infectar son diversos. Pueden infectar células
de tipo procariota, bacterias, y a este tipo de virus se los denomina
bacteriófagos. Los bacteriófagos tienen un rol importante en el control
bacteriano, resultando de mucha importancia en el ecosistema, y también
tienen un rol muy importante en Biología Molecular, ya que pueden ser
utilizados como vectores de clonación para infectar DNA en bacterias, y
también actualmente se los está utilizando como herramientas terapéuticas. Si
bien no vamos ahondar sobre el tema bacteriófagos en esta cursada, es
importante que nosotros tengamos conocimiento de estos usos y, además es
muy importante recordar, como hemos estudiado en el área de Bacteriología,
que los bacteriófagos son responsables de algunos eventos, como la lisogénia,
que justifica la presencia de escarlatina, difteria y cólera, y también de la
transducción de genes entre bacterias, como ocurre, por ejemplo, entre
estafilococos.

También algunos virus tienen la capacidad de infectar a otros virus, y a estos


los llamamos virófagos. Tampoco vamos a ahondar en estos agentes a lo largo
de la cursada.

Finalmente, sí, los virus pueden infectar células de tipo eucariotas, tanto de
plantas como de animales, incluyendo, por supuesto, al hombre.

A lo largo de esta cursada vamos a centrarnos, justamente, en estudiar


aquellos virus que afectan al hombre. Algunos de los cuales, también, pueden
infectar animales, como podemos observar en el ejemplo de la diapositiva.

Así como nosotros vimos en Bacteriología la existencia de una flora normal, del
mismo modo, y un poco más recientemente, se ha descripto la presencia de
una virobiota, que está formada tanto por virus que infectan diversas células
eucariotas del organismo, así como por bacteriófagos que, como dijimos
previamente, son virus que infectan bacterias.

En la diapositiva podemos observar a los bacteriófagos subrayados.

Como podemos también observar en esta gráfica, estos virus pueden estar
alojados en distintos compartimientos, tanto en el tracto respiratorio hasta vía
oral, nasofaringe, la piel, y el tracto gastrointestinal.

Vamos a revisar en esta diapositiva cuáles son los componentes estructurales


de los virus.

Como podemos observar en el esquema de la diapositiva, todos los virus


poseen un ácido nucleico, un genoma que puede presentar distintas
características, como vamos a ver en las diapositivas siguientes. Este genoma
puede ser de tipo ADN o ARN y, a su vez, puede ser de cadena única o de
doble cadena, puede ser lineal o circular, y también puede ser segmentado o
no segmentado. También puede presentar variaciones en cuanto a la
polaridad.
Como decíamos, vamos a entrar, entonces, en mayor detalle en cuanto a estas
características en las siguientes diapositivas de la Clase.

Recubriendo este genoma, todos los virus van a poseer una cápside proteica.
Esta cápside también puede poseer variaciones en cuanto a esta estructura,
observándose distintos tipos de simetría. Con simetría nos referimos a la
disposición espacial de estas proteínas, pudiendo ser de tipo icosaédrica o
helicoidal, o de tipo compleja. Esta cápside puede tener como funciones
básicas: antigenicidad; la protección de los ácidos nucleicos, como ya
mencionamos; la unión a receptores, en caso de que los virus no poseen
envoltura; la represión de la expresión de genes tempranos; y en determinados
casos también puede proveer interacciones espaciales con las polimerasas
virales.

Algunos virus van a presentar, además, por fuera de esta cápside una
envoltura lipídica, y estos virus lo vamos a denominar virus envueltos. El
componente lipídico de esta envoltura es derivado de membranas de las
células hospedadoras, ya sea de membranas internas o de la membrana
plasmática celular. Y las glicoproteínas son codificadas por el virus, aunque
pueden también encontrarse presente algunas proteínas celulares. Esta
envoltura tiene, entonces, tres funciones básicas: la antigenicidad; la protección
también de los ácidos nucleicos; y la unión a receptores.

Todos los virus van a poseer en su cápside, se son virus desnudos, o en su


envoltura, se son virus envueltos, proteínas, entonces, específicas que le van a
permitir unirse a otras proteínas celulares, que van a actuar como receptores
para permitir la entrada del virus a la célula, como vamos a ver en diapositivas
siguientes, cuando veamos el ciclo de replicación viral.

Además de esta estructura básica, los virus pueden tener enzimas que son
necesarias para la replicación viral.

En términos generales definimos a las proteínas virales en dos grupos: las


proteínas estructurales y las no estructurales. Las proteínas estructurales son
aquellas que, siendo codificadas por el genoma viral, se encuentran formando
parte del virión. Y, por otro lado, las proteínas no estructurales son aquellas
que, si bien también son codificadas por el genoma viral, son requeridas para
las distintas etapas de la replicación viral, y en algunos casos se encuentran
asociadas al virión, no constituyen una parte sustancial de su estructura.

Como mencionamos previamente, los virus pueden poseer envoltura o no. En


esta diapositiva tenemos dos ejemplos de virus desnudos: rotavirus y
picornavirus.

A la izquierda de la diapositiva vemos un esquema de rotavirus, un virus que


tiene gran importancia en Salud Pública por haber sido uno de los principales
virus asociados a diarrea en menores de 2 años. Actualmente, gracias a la
incorporación de la vacuna en el Calendario Nacional en el año 2014, su
impacto en salud pública ha disminuido sustancialmente. Brevemente,
podemos observar que esta partícula viral posee en su interior un genoma de
tipo RNA de doble cadena, y con la particularidad de ser segmentado, una
característica que es muy relevante a la hora de hablar de diversidad viral y
producción de vacunas, como vamos a ver en un próximo Seminario. Cada uno
de estos segmentos codifica para proteínas diferentes. Y protegiendo a este
genoma podemos observar una cápside icosaédrica, compuesta por varias
capas de proteínas, algunas de las cuáles como, por ejemplo, la VP4, le van a
servir al virus para interaccionar con receptores celulares, permitiendo al
entrada del virus a la célula.

Como decíamos, vamos ahondar, entonces, en las características de este


agente, y en la patogenicidad del mismo, en un próximo Seminario durante el
curso de esta Materia. Y más en detalle, en Microbiología y Parasitología 2,
nosotros vamos a ver temas relacionados con la epidemiología, el diagnóstico y
la profilaxis del rotavirus.

A la derecha de la diapositiva podemos observar un esquema de un


picornavirus. Los picornavirus incluyen un grupo de virus que poseen genoma
de tipo RNA monocatenario, y de polaridad positiva. A lo largo de este
Seminario vamos a ver la importancia de este tipo de genoma de polaridad
positiva. Por fuera del mismo podemos observar la cápside, que posee una
simetría de tipo icosaédrica también. El nombre de picornavirus deriva de pico,
que significa “pequeño”, y, por lo tanto, los picornavirus son virus pequeños de
genoma de tipo RNA. Dentro de este grupo de virus encontramos algunos de
gran importancia en Medicina, como los enterovirus, donde podemos destacar
el virus de la polio. También nos ocuparemos de hablar con más detalle de
estos agentes en un próximo Seminario.

Los virus desnudos presentan, entonces, la característica de que pueden


atravesar pH ácido del estómago, ya que son ácido-resistentes, y también
pueden resistir a la presencia de sales biliares que normalmente pueden
emulsionar lípidos.
En esta diapositiva podemos observar dos esquemas de virus envueltos.

A la izquierda podemos ver un ejemplo del virus de la inmunodeficiencia


humana, donde vemos que su genoma está formado por dos hebras casi
idénticas de genoma de tipo RNA simple cadena. Asociado a este genoma
podemos observar una enzima, la transcriptasa inversa, que es esencial para la
replicación viral. Protegiendo este genoma vemos una cápside proteica de
simetría icosaédrica que, en este caso, en particular, está constituida por la
proteína p24. Por fuera de la cápside podemos observar la presencia de una
envoltura viral, que presenta insertas glicoproteínas, como la pg41 y la gp120,
que van a ser utilizadas por el virus para interaccionar con receptores
específicos en la célula del hospedador que infecten. En este virus, entre la
cápside y la envoltura, podemos observar otra estructura, la matriz, en color
celeste claro. También vamos a ver en detalle características estructurales y de
hepatogenicidad en un próximo Seminario.

En el otro ejemplo de virus envuelto tenemos al virus influenza, a la derecha de


la diapositiva. Este virus es el agente causal de la gripe. Como podemos
observar, este virus tiene un genoma de tipo RNA de simple cadena y
segmentado. En esta partícula viral observamos que existen 8 segmentos que
codifican para distintas proteínas como, por ejemplo, la neuraminidasa (NA), la
hemaglutinina (HA), PB1, PB2. La cápside, en este tipo de virus, es de tipo
helicoidal, donde las proteínas rodean a cada uno de los segmentos del
genoma, constituyendo las ribonucleoproteínas. Por fuera encontramos la
matriz y la envoltura viral. Esta envoltura viral tiene inserta glicoproteínas, como
la neuraminidasa y la hemaglutinina, que van a servir al virus para poder entrar
a células específicas durante el ciclo de replicación viral.

También es importante que conozcamos que existen algunos virus llamados


cuasienvueltos, productos de que la partícula viral se encuentra dentro de
vesículas extracelulares. Esto lo podemos observar en el caso de la infección
por el virus de la hepatitis A y el virus de la hepatitis E.

En esta diapositiva podemos observar algunas características de la cápside.

Como vimos en algunos de los ejemplos en las diapositivas anteriores, la


cápside puede poseer distintos tipos de simetría. Con simetría nos referimos a
la disposición espacial de la misma. Aquí podemos ver algunos ejemplos.
Tenemos un ejemplo de cápside icosaédrica, a la izquierda de la diapositiva,
representado por el adenovirus.

Cápside de tipo helicoidal, donde podemos observar el virus influenza.

Algunos virus no pueden ser clasificados en ninguna de estas categorías, y los


llamamos de simetría compleja, como los virus pox, donde se destaca el virus
de la viruela humana, cuya circulación ha sido erradicada del planeta.

Y por último tenemos aquellos virus que tienen una simetría de tipo mixta,
donde, como podemos observar, presentan una parte de la estructura con
simetría icosaédrica y una parte con simetría helicoidal. Este es el ejemplo de
los bacteriófagos.

En relación a los tipos de genoma, si bien adelantamos algunas características


en los ejemplos que fuimos viendo en diapositivas previas, podemos decir, en
términos generales, que tenemos, en primer lugar, dos grupos de virus:
aquellos con un genoma de tipo DNA y aquellos con un genoma de tipo RNA.
En esta diapositiva podemos ver distintos ejemplos.
En la izquierda de la diapositiva podemos observar dos ejemplos de virus DNA,
donde tenemos el virus herpes arriba y a la izquierda en la diapositiva, que
tiene un genoma a DNA lineal de doble cadena, y tenemos hacia abajo el virus
de la hepatitis B, que tiene un genoma circular parcialmente doble cadena.
Cuando veamos en sus respectivos Seminarios estos dos agentes, vamos
ahondar en las características de estos tipos de genomas.

Hacia el lado de la derecha de la diapositiva tenemos tres ejemplos de virus,


cuyo genoma es de tipo RNA. Como vimos previamente, el HIV tiene un
genoma compuesto de dos copias de RNA de polaridad positiva. Acá es
importante aclarar que un genoma sea de polaridad positiva significa que la
secuencia nucleotídica está presente en el mismo en un sentido 5’-3’ que los
RNA mensajeros. Podemos observar también el ejemplo del virus sarampión,
con un genoma de tipo RNA lineal de simple cadena y de polaridad negativa. A
la inversa de lo que explicamos antes, entonces, los genomas de polaridad
negativa exhiben la secuencia nucleotídica de 5’ a 3’ complementaria a la de
los correspondientes RNA mensajeros. Por último, tenemos al esquema del
virus influenza, donde tenemos un esquema de RNA segmentado de simple
cadena y de polaridad negativa.

Es importante recalcar, como vamos a estudiar en el próximo Seminario, que el


tipo de genoma, DNA o RNA, es de gran importancia por la diferente
probabilidad de errores que las polimerasas involucradas en su replicación y
las consecuencias que ello tiene en la variabilidad viral. En términos generales,
los virus con genoma de tipo RNA exhiben mayor variabilidad, aunque es
importante destacar que dentro de los RNAvirus no todos son igualmente
variables, y ello tiene que ver con la posibilidad de fijar estos cambios en el
genoma.
En esta diapositiva podemos observar como todas las características
descriptas en cuanto a la estructura viral contribuyen a la clasificación de los
virus en distintas familias.

Podeos observar, entonces, que, en primer lugar, se realiza una gran división
considerando el tipo de ácido nucleico, se es de tipo RNA o DNA.
Posteriormente se considera el tipo de simetría de la cápside, se es
icosaédrica, helicoidal o compleja. Luego la presencia de envoltura o no. Y,
finalmente, la organización del genoma a en cuanto se es de cadena única o de
doble cadena. Los vemos en la diapositiva SS los de simple cadena y como DS
los de doble cadena. También, se son segmentados o de molécula única, y la
polaridad del genoma, se es positiva o negativa.

Siguiendo esta clasificación, podemos observar, por ejemplo, el virus HIV, que
pertenece a la familia de los retrovirus, y es un virus que tiene como ácido
nucleico RNA de simetría icosaédrica en su cápside, con envoltura, y que
presenta dos copias del genoma de polaridad positiva.
Por otro lado, poniendo otro ejemplo como el virus herpes, podemos observar
que es un virus que tiene como ácido nucleico DNA, tiene una simetría
icosaédrica también, es envuelto, y tiene una hebra lineal de DNA de doble
cadena.

En esta diapositiva podemos también observar otras características de las


familias virales, como la presencia o ausencia de polimerasas, el diámetro del
virión y el tamaño del genoma.

Vamos ahora a entrar en detalle en el ciclo de replicación viral.

En términos generales, cuando un virus ingresa a una célula quiere producir


copias de sí mismo. Para esto es necesario generar copias del genoma y
sintetizar RNA mensajeros para la posterior síntesis de proteínas, tanto
estructurales como no estructurales.
En este esquema podemos observar a las distintas etapas del ciclo de
replicación viral.

En primer lugar, el fenómeno de adsorción. A esto nos referimos con que el


virus entra en contacto con la célula, a partir de receptor, y proteínas
específicas virales, y receptores celulares. Luego se produce un cambio
conformacional que lleva a la penetración del virus en la célula, con el posterior
desnudamiento para dejar exhibido el genoma dentro de la célula, para que se
pueda ocurrir la replicación del genoma y la síntesis de proteínas virales.
Finalmente, se van a ensamblar las nuevas partículas virales, y van a egresar
por distintos mecanismos, que vamos a entrar en detalle en las distintas
diapositivas.

En términos muy generales, los virus que poseen genoma de tipo ADN llevan
los eventos de replicación en el núcleo, y los virus que poseen genoma ARN
realizan la replicación en el citoplasma. Pero, como podemos observar en la
diapositiva, existen excepciones a estas reglas.
Vamos ahora ver en detalle algunos de los pasos del ciclo de replicación viral.

Como dijimos anteriormente, el primer paso es la unión del virus a la célula. En


esta diapositiva podemos ver el ejemplo del virus HIV, donde vemos las
glicoproteínas virales, gp120 y gp41, que se unen a dos receptores celulares
específicos, el CD4 y el CCR5. Posteriormente veremos un video donde vamos
a poder ver en detalle este mecanismo.
Vamos ahora a definir algunos términos que necesitamos conocer para poder
entender algunas cuestiones del ciclo de replicación viral.

¿Un virus puede infectar cualquier célula? No. Y esto es así porque los virus
tienen cierto tropismo por algunas células de órganos o tejidos.

Definimos el tropismo, entonces, como la capacidad de un virus de infectar una


población específica de células de un órgano o tejido. Este tropismo está
influenciado por factores virales, como puerta de entrada, y del huésped, como
cofactores celulares y correceptores.
Cuando una determinada célula posee receptores específicos para un virus,
decimos que la misma es susceptible a la infección viral. Sin embargo, esto no
significa que, al realizar la infección en esa célula, se va a producir progenie
viral, ya que no es lo mismo susceptibilidad con permisividad.

Hablamos de permisividad cuando la célula, además, posee todos los factores


celulares requeridos para completar una infección productiva.
Aquí tenemos un ejemplo de un ciclo de replicación viral. Es el ejemplo del
picornavirus, un virus que no tiene envoltura y que tiene un RNA de simple
cadena de polaridad positiva.

En este ciclo de replicación viral podemos ver que el genoma del virus es
inyectado a la célula, y que dentro de esta célula este genoma, por ser de RNA
de polaridad positiva, puede ser directamente utilizado para la producción de
proteínas virales. Además, se genera un intermediario, RNA negativo, a partir
del cual se van a generar las hebras hijas, que junto con las proteínas virales
sintetizadas van a dar lugar a las nuevas partículas virales que van a emerger
de la célula infectada.
En este otro ciclo de replicación viral, que corresponde a un virus envuelto, de
RNA de simple cadena y polaridad negativa, como es el ejemplo de los
paramyxovirus, el virus sarampión, por ejemplo, podemos ver que el virus
ingresa a la célula por fusión de membranas, el genoma viral es liberado hacia
el citoplasma, donde a partir de la hebra de polaridad negativa se genera un
antigenoma positivo, a partir del cual se generan nuevas hebras negativas que
van a formar nuevas partículas virales. Y, por otro lado, se sintetizan las
proteínas que van a dar lugar por el proceso de ensamblaje a nuevas partículas
virales, que van a salir de la célula por el fenómeno de brotación. Al brotar, van
a llevarse la envoltura viral con las proteínas virales previamente insertas en la
misma.
Video.

Vamos a observar ahora un video en esta diapositiva, donde nosotros vamos a


poder ver un ciclo de replicación. Específicamente, es el ciclo de replicación del
HIV.

Lo que podemos ver aquí es una partícula viral, donde se ve claramente que
hacia fuera de la envoltura salen las glicoproteínas que mencionábamos
previamente en algunos de los ejemplos.
Este virus se aproxima de su célula blanco, el linfocito T CD4+.

Y aquí podemos ver los receptores celulares CD4 y CCR5.

Vemos aquí como el virus se aproxima a la célula…


…y comienza a interaccionar con las glicoproteínas virales gp120 (naranja)…

…y gp41 (azul)…

…con los receptores específicos celulares.


Esta interacción lleva a un cambio conformacional en las proteínas, que llevan,
finalmente, a la fusión de la envoltura viral con la membrana plasmática de la
célula.
Al producirse esta fusión de membranas…
…es liberada al citoplasma…

…y el genoma es liberado de la nucleocápside por el proceso de


desnudamiento.
Podemos observar las distintas proteínas…
…la integrasa, la proteasa y la transcriptasa reversa con sus dos funciones de
ribonucleasa y de polimerasa.
Podemos observar, entonces, que el genoma de tipo RNA, por un proceso de
transcripción reversa…

…genera una hebra de DNA…

…y que luego se genera la doble hebra de DNA…


…la cual es transportada al núcleo…
…e insertada en el genoma celular.

En ese proceso interviene la enzima integrasa.

A partir de ese genoma DNA integrado en el genoma celular…


…se empiezan a producir los RNA mensajeros…
…que van a llevar a la síntesis de proteínas.

Estos polipéptidos son procesados por la enzima proteasa…


…y se producen las proteínas específicas que van a formar la partícula viral,
junto con las hebras del genoma.
Se produce el ensamblaje de la partícula viral…

…y la liberación de las nuevas partículas por el proceso de brotación.

Durante este proceso de brotación las nuevas partículas virales adquieren la


envoltura.
En el video que observamos recién fue un ejemplo del HIV, un virus que hace
parte de su ciclo de replicación en el núcleo, y que se integra al genoma
celular.

Ahora, ¿es inevitable como dice esta pregunta que tenemos en la diapositiva?
¿Que aquellos virus que ingresan al núcleo deban integrar su genoma al
celular para poder replicarse?
Esto es correcto para algunos virus, como el HIV, pero, por ejemplo, el virus de
la hepatitis B, o el virus del papiloma humano, no necesitan necesariamente
integrarse al genoma celular para replicar, pudiendo hacerlo o no. Por otro
lado, es importante mencionar que estos dos virus no requieren una integrasa
para poder integrar su genoma, como, sí, ocurre en el caso de los retrovirus,
como pudimos observar en el video anterior.

Durante los eventos de replicación viral se puede producir variabilidad genética


en grado disímil, dependiendo de si se trata de un virus con genoma de DNA o
de RNA.

Como podemos observar, existen distintos mecanismos: mutaciones puntuales;


deleciones de algunas porciones del genoma; inserciones; y dos fenómenos
que tenemos resaltados, reasociaciones y recombinaciones, que los vamos a
ver en mayor detalle en las siguientes diapositivas.

Las mutaciones puntuales tienen gran importancia en muchas infecciones


virales, y vamos ahondar en ello en los próximos ejemplos en los siguientes
Seminarios.
En esta diapositiva vamos a ver en detalle el evento de recombinación. Un
evento que es de gran importancia en la infección por HIV.

Para que se pueda producir el evento de recombinación es necesario la


coinfección de una misma célula por dos virus que tengan variaciones en su
genoma.

En este ejemplo estamos mostrando un genoma de color rojo y otro de color


azul. Vemos como, durante el evento de transcripción, se puede copiar una
parte del genoma de la variante viral de color rojo y otra parte del genoma de la
variante viral de color azul, produciendo así un genoma recombinante, donde
una porción del mismo es roja y otra porción es azul.

Como comentábamos recién, este evento tiene importancia en la infección por


HIV, ya que se ha descripto que una gran parte de los genomas de los virus
que circulan habitualmente son de tipo recombinantes. Específicamente en
Argentina se ha descripto una alta frecuencia de genomas de tipo
recombinantes BF, es decir, que una parte de su genoma pertenece a un
subtipo denominado B y otra parte a un subtipo denominado F. Estas variantes
recombinantes, que se generan en un individuo coinfectado, son capaces de
ser transmitidas a otro individuo, y así estas nuevas variantes se pueden
diseminar en la población.

En la misma figura podemos observar otro ejemplo de otro recombinante, la


recombinante BG.

En los Seminarios, donde nos aboquemos a tratar los eventos patogénicos de


la infección por HIV, vamos a revisar este concepto.

Finalmente, es importante recordar que, si bien estamos aquí viendo un


ejemplo de un virus con genoma de tipo RNA, esto también puede observarse
en virus con genoma de tipo DNA.

En esta diapositiva vamos a ver, entonces, el evento de reasociación.

Para que ocurra este evento también necesitamos que una misma célula sea
coinfectada con dos variantes virales que poseen genomas segmentados.
Entre otros, los virus influenza y rotavirus poseen genomas segmentados.
Solo son descriptos reasociaciones en virus con genoma a RNA, dado que no
se ha identificado, hasta el momento, virus con genoma de tipo DNA
segmentado.

Entonces, cuando tenemos en una misma célula dos partículas virales que
poseen variaciones en su genoma, como tenemos ejemplificado en esta
diapositiva, donde una de las partículas virales tiene su genoma de color azul,
el virus que llamamos tipo A, y otra en color rojo, el virus B. Durante la
replicación ambos genomas se van a producir en la célula coinfectada, y
durante el proceso de empaquetamiento de las nuevas partículas virales
pueden surgir nuevas partículas con genomas reasociados. Es decir, que
algunos de los segmentos del genoma provengan de una de las partículas
virales, en este ejemplo de color rojo, y segmentos del genoma que provengan
de la otra partícula viral, en este ejemplo de color azul. Entonces, como
podemos ver en el virus C, estas nuevas partículas virales no son iguales a
ninguna de las dos partículas que generaron la infección. Estamos frente a una
nueva partícula viral.

Este fenómeno se observa en la generación de nuevas variantes del virus


influenza, dando lugar a variantes pandémicas que tienen gran importancia en
Salud Pública.

Cuando veamos el Seminario de influenza, vamos entrar en algunos detalles,


vamos a revisar este concepto de reasociación.
En esta diapositiva podemos ver dos conceptos importantes en cuanto a los
tipos de infección viral a nivel celular.

Hablamos de una infección productiva cuando se produce el ciclo de


replicación completo, con producción de progenie viral.

Y hablamos de una infección abortiva cuando el virus infecta una célula


susceptible, es decir, una célula que tiene los receptores adecuados para ese
virus, pero que, por algún motivo, no se puede completar su ciclo de
replicación, y no se produce progenie viral con capacidad infectiva.

Es importante recalcar que este impedimento para sintetizar la progenie viral en


una infección abortiva es de tipo irreversible. Es importante diferenciarlo con la
fase de latencia de algunos virus, donde puede existir un impedimento para
completar el ciclo de replicación, pero dicho impedimento es reversible.

Finalmente, esta infección abortiva no es necesariamente benigna para la


célula. Es decir, que puede generar daño a la misma.
Como dijimos previamente, no todos los virus exhiben la misma estrategia de
replicación. Como consecuencia, la dinámica con la que evolucionan es
diferente.

Entonces, durante la multiplicación viral se pueden producir mutaciones en el


genoma, en grado disímil, dependiendo de si se trata de un genoma a DNA o a
RNA.

Las mutaciones pueden dar lugar a la generación de diversidad genética. La


diversidad genética representa, de alguna manera, la población viral, ya sea en
la célula o tejido, en un aparato o sistema, ya fuera en un huésped determinado
o bien en una población estudiada.

Es importante aclarar que, por más que un virus replique persistentemente en


un organismo, ello no implica que se generará un nuevo genotipo, por ejemplo.
La mera acumulación de mutaciones en el genoma de un virus no lleva
necesariamente a una estructura genéticamente estable con aptitud replicativa.

Vemos en esta diapositiva algunos términos que son importantes definirlos.


Cuando hablamos de cuasiespecies nos referimos a variantes genéticas que
están cercanamente relacionadas, y que son viables, que están sometidas a un
proceso continuo de variación genética, competencia y selección. Y las
podemos encontrar dentro de aislamientos individuales, y en términos
generales poseen un alto porcentaje de similitud, mayor al 90%.

Por otro lado, tenemos los genotipos, que son variantes que tienen diferencias
sustanciales en la secuencia del genoma viral. Esta heterogeneidad genética
puede observarse entre diferentes aislamientos, y tiene un porcentaje de
similitud menor que las cuasiespecies.

Finalmente, tenemos los serotipos, que son variantes que se diferencian por la
antigenicidad.

En esta diapositiva vemos un ejemplo relacionado al virus de la hepatitis C.

Para el virus de la hepatitis C se ha descripto hasta el momento 7 genotipos.


Como dijimos previamente, los genotipos son variantes que tienen diferencias
sustanciales en la secuencia del genoma viral. Por lo tanto, para poder
identificarlos es necesario realizar la secuencia nucleotídica de los genomas
virales y, posteriormente, realizando un análisis que compare cuánto se
parecen, cuánto se diferencian, en la secuencia de nucleótidos.

En el caso de la hepatitis C, cada genotipo comprende cepas que comparten


entre si al menos un 65% de dicha identidad nucleotídica. Por supuesto que
dicho porcentaje es variable en la definición de genotipo de diversos virus.

En la gráfica superior podemos observar la distribución mundial de los distintos


genotipos de hepatitis C.

Como podemos observar, y vamos estudiar en mayor detalle en el Teórico de


hepatitis C, esta distribución es heterogénea, existiendo algunos genotipos que
tienen mayor frecuencia en alguna región del mundo, y otros genotipos que son
más frecuentes en otra región. Además, en cada individuo infectado por un
determinado genotipo específico tiene, además, una variabilidad en cuanto a
las cuasiespecies virales que tiene circulando.

Como mencionamos previamente, las cuasiespecies son variantes genéticas


que están cercanamente relacionadas, y que podemos encontrarlas dentro de
un aislamiento individual. Y en términos generales, poseen un alto porcentaje
de similitud, generalmente mayor al 90%.
En un hospedador infectado, ¿la población viral está integrada por virus
idénticos?

Como podemos observar en esta diapositiva, un individuo se puede infectar


inicialmente con una población viral que, incluso, puede incluir variantes de
distintos fenotipos. Es decir, los individuos tienen una diversidad de virus,
donde pueden tener, por supuesto, algunas variantes virales que sean más
sensible a un determinado antiviral o a la respuesta inmune, y algunas
variantes que sean resistentes. Esta presión de selección va hacer que las
variantes sensibles sean eliminadas, y se esa presión de selección se mantiene
solo se va a mantener en ese individuo, entonces, las variantes resistentes.
Pero, los individuos están infectados, entonces, con una diversidad viral, con
una gran cantidad de cuasiespecies virales.
Vamos a revisar ahora las vías de entrada de los virus al organismo.

Como podemos observar en la diapositiva, existen distintas vías de entrada.


Por ejemplo, la conjuntiva, el tracto respiratorio... Algunos virus que pueden
ingresar por esta última vía son el virus influenza, o el SARS-Cov-2, que está
dando lugar a la actual pandemia. Tenemos también el tracto gastrointestinal.

Es importante destacar que aquellos virus que ingresan por la vía digestiva
deben ser ácido-resistentes, considerando en efecto del pH gástrico y de las
sales biliares. De hecho, la mayoría de las infecciones gastrointestinales están
causadas por virus que carecen de envoltura lipídica, como, por ejemplo, el
rotavirus.

El tracto urogenital es una vía de entrada muy común para varias infecciones
virales, como, por ejemplo, el virus de la inmunodeficiencia humana, o el virus
del papiloma humano.

Si bien sabemos que la piel y las mucosas son una barrera muy importante,
sabemos que se existe una injuria en la piel que atraviese estas barreras, hay
varias infecciones virales que pueden llegar a ingresar. También, en este caso,
el virus de la inmunodeficiencia humana, por ejemplo, puede ingresar ante una
injuria en la piel, o el virus de la hepatitis B.

También los artrópodos pueden transmitir varias infecciones virales, como el


dengue, la fiebre amarilla, el Chikungunya, Zika.

Y, por último, la vía de transmisión vertical es una vía importante para varias
infecciones virales, como, por ejemplo, la rubéola, la hepatitis B, y también el
virus de la inmunodeficiencia humana.

Entonces, en resumen, como ahora podemos observar, algunos tipos de virus


tienen la capacidad de poder ingresar por más de una vía. Por supuesto, una
determinada vía de entrada es utilizada por múltiples virus. Esto lleva a que sea
común observar en individuos con factores de riesgo específicos coinfecciones
por más de un agente viral. Por ejemplo, las personas que, al usar drogas
inyectables, comparten el material de inyección, suelen presentar varias
infecciones virales transmisibles por sangre. En estudios epidemiológicos, se
ha demostrado que es común encontrar entre los usuarios de drogas
inyectables la coinfección, por ejemplo, entre el virus de la inmunodeficiencia
humana y las hepatitis virales tipos B y C.
Vamos a entrar ahora en detalle en la vía de transmisión sanguínea y
percutánea. En esta vía de transmisión incluimos las transfusiones sanguíneas.

La transmisión viral por transfusión sanguínea podría ser la vía más probable
de transmisión de virus, al producirse la transferencia de sangre o
hemoderivados no controlados a un individuo sano. Sin embargo, actualmente
se testean en bancos de sangre la mayoría de las infecciones que circulan a
nivel sanguíneo, en particular aquellas que tienen mayor probabilidad de
transmitirse. Si bien se considera que las transfusiones sanguíneas son hoy
muy seguras, existen algunos agentes virales que pudieron ser transmitidos y
no son testeados, como, por ejemplo, el virus de la hepatitis C, que puede
encontrarse en sangre en individuos crónicamente infectados, o virus dengue,
que podría estar presente en sangre de individuos con una infección aguda
subclínica.

También es una vía de transmisión importante el compartir materiales


cortopunzantes, como, por ejemplo, las agujas y jeringas, entre usuarios de
drogas ilícitas, por vía endovenosa, o los elementos para realizar piercing,
perforaciones, tatuajes. Y, por supuesto, en esta vía de transmisión se incluyen
los accidentes laborales en el ámbito biomédico, que tiene que ver con
accidentes con materiales cortopunzantes, como agujas o bisturís, que
pudieran estar contaminados.

Otra vía de transmisión importante es la transmisión percutánea mediada por


vectores.

Vemos en esta diapositiva unos ejemplos, como el caso del virus dengue y del
virus Zika. En el caso del virus Zika, además de que un individuo se puede
infectar a través de un artrópodo, también puede ser transmitido al producto de
la concepción desde la embarazada.

No todos los virus que circulan a nivel sanguíneo pueden ser transmitidos por
vectores, porque es necesario un período de incubación extrínseca, como
podemos observar en esta diapositiva en el caso del virus dengue. El período
de incubación extrínseca del virus dengue corresponde al tiempo en el que el
virus replica en cantidad suficiente en células del intestino medio, para ser,
luego, transportado a las glándulas salivares donde también va a replicar. En
síntesis, en este período extrínseco, que se muestra en la imagen, se asocia a
una síntesis de progenie de virus dengue en células permisivas del mosquito
antes de su transmisión al humano.

Muchos virus pueden ser transmitidos por vía aérea. Algunos virus que entran
por el tracto respiratorio causan síntomas respiratorios localizados, y son
eliminados por esta vía a través de pequeñas gotas conteniendo las partículas
virales.

Como veremos más adelante, un ejemplo de infección localizada con entrada


respiratoria es el virus influenza. Sin embargo, hay otros virus que también
entran por vía respiratoria, causan infecciones en el epitelio respiratorio, pero,
además se pueden diseminar en el organismo, y luego ser también eliminados
por vía respiratoria, como, por ejemplo, el virus sarampión, que también vamos
a estudiar en detalle en otro Seminario.

Estos virus de transmisión respiratoria pueden infectar a otro individuo, ya sea


por la entrada de estas gotas al tracto respiratorio directamente o ser
vehiculizados por las manos que estaban en contacto con elementos
contaminados, es decir, a través de fómites. Fómites son cualquier objeto
inanimado que si se contamina con algún patógeno viable es capaz de
transferir dicho patógeno de un individuo a otro. También se les denomina a los
fómites como vectores pasivos.

Con respecto a las gotas, el tamaño de las mismas tiene relevancia en la


transmisión de los microorganismos. Las gotas mayores a 5 micrones son
diseminadas a menos de 1 metro, y es así como se transmite el virus influenza,
como podemos observar en la diapositiva. Sin embargo, al toser o estornudar
también puede emitirse gotas más pequeñas que llamamos aerosoles, como
tenemos mostrado en la diapositiva, y que pueden diseminarse a distancias
mayores y también pueden permanecer en el ambiente más tiempo. Por
ejemplo, la tuberculosis es una infección bacteriana que nosotros vimos
durante el curso de la materia Microbiología y Parasitología 1, que es de gran
importancia en Salud Pública, se transmite a través de este tipo de aerosoles.

Otra vía de transmisión importante es la vía de transmisión sexual. Aquí vemos


tres ejemplos, que también vamos a ver en detalle en posteriores Seminarios.
Si bien todos estos agentes se transmiten a través del epitelio genital, como
podemos observar, los tipos celulares intervinientes en el primer paso de la
transmisión varia. Por ejemplo, en el caso del virus de la inmunodeficiencia
humana vemos que intervienen las células de Langerhans. En el caso del virus
herpes humano 2 vemos a la células neuronales. Y también, en el caso del
virus papiloma humano observamos también a las células de Langerhans.

Otra vía de transmisión común para muchos virus es la transmisión fecal-oral.


Ejemplo, el virus de la hepatitis A, el virus de la hepatitis E, los enterovirus,
rotavirus, norovirus, y adenovirus, pueden ingresar al organismo a través de
aguas o alimentos contaminados, o a través del contacto de manos
contaminadas. En el caso específico de la diapositiva, vemos el ejemplo de la
hepatitis E que, además, puede ser transmitido por transfusión sanguínea en
los infectados crónicos.
Vamos a comenzar ahora a describir algunas características de las infecciones
virales.

En cuanto a la espacialidad de las infecciones, tenemos infecciones que


pueden ser diseminadas y otras que pueden ser localizadas.

Como vemos en la parte inferior de la diapositiva, en el ejemplo del rinovirus,


vemos que el agente ingresa por vía aérea hacia una infección localizada en el
aparato respiratorio para luego ser eliminado por vía aérea.

Sin embargo, en la parte superior de la diapositiva vemos el ejemplo del virus


sarampión, un virus que causa infección de tipo diseminada. Este virus también
ingresa por vía aérea y promueve, sin embargo, una infección diseminada, ya
que es capaz de afectar células y tejidos a distancia del sitio de inicio de la
infección.
Entremos en algunos detalles de lo que vimos en la diapositiva anterior, con
respecto a la espacialidad de las infecciones virales.

En una infección localizada la progenie viral que se libera infecta a células


adyacentes. Sin embrago, en una infección diseminada las partículas virales se
van a diseminar más allá del sitio primario, alcanzando órganos y tejidos que
van a estar alejados de este sitio primario, dando lugar, entonces, a una
infección de tipo sistémica.

¿Cómo relacionamos, entonces, esta infección localizada y diseminada con el


sitio de egreso viral desde una célula polarizada?

Como podemos observar en los esquemas de la izquierda en la diapositiva, en


una infección localizada en células polarizadas, como las epiteliales, la
progenie viral va a salir de las células por el polo apical de las mismas, es
decir, hacia la luz del órgano, infectando, entonces, células adyacentes.

En cambio, en una infección de tipo diseminada vemos que la progenie viral va


a brotar tanto por el polo apical, facilitando, con ello, en las células del epitelio
que recubren las mucosas, su transmisión al exterior del organismo, pero,
además va a producirse brotación por la cara basolateral, llegando, entonces, a
producir una infección de tipos sistémica.

En esta diapositiva podemos ver fotografía de microscopía electrónica, donde


vemos células infectadas por el virus rotavirus, donde se puede ver la
liberación por el polo apical de los enterocitos.
La diseminación sistémica viral, a través del aparato circulatorio, desde el
epitelio, tiene habitualmente dos vertientes: la linfática, hacia el ganglio
regional, donde se podrá o no limitar la infección; y la hemática, a partir de la
cual el virus puede alcanzar órganos blancos a distancia.

En esta diapositiva vemos el ejemplo del virus Chikungunya, que puede


diseminarse por vía hemática, alcanzando diversos órganos, donde puede
causar daño.
Además de una diseminación hemática, algunos virus pueden atravesar la
barrera hematoencefálica a través de diversas estrategias, como vemos en la
diapositiva, y de ahí distribuirse al sistema nervioso central.

En la imagen superior podemos ver la diseminación hemática por distintos


mecanismos, infectando células endoteliales de la barrera hematoencefálica,
como es el caso de los virus polio, sarampión y flavivirus. Un segundo caso
donde vemos que promueve la inflamación local a través de citoquinas que
permiten el paso viral a través de las uniones estrechas, como pasa en el caso
del virus del Nilo Occidental. Y, por último, a través de monocitos infectados, a
la manera de caballo de troyano, como es el ejemplo el virus de la
inmunodeficiencia humana.

En la imagen inferior podemos observar la diseminación axonal, dicha


diseminación por vía axonal, que es de tipo retrógrada para el virus rabia o el
poliovirus, o el transporte por vía anterógrada y retrógrada para virus como el
herpes simplex y varicela zóster, a la derecha de la diapositiva.
Vamos hablar ahora de los distintos tipos de infecciones acorde a la
temporalidad.

Como podemos observar en la diapositiva, en términos generales


diferenciamos dos tipos de infecciones: las infecciones agudas y las
infecciones persistentes.

Las infecciones agudas son infecciones autolimitadas, donde el individuo se


infecta, tiene un pico de replicación viral y luego la infección es eliminada. Por
supuesto que durante este tipo de infección la misma puede ser de tal
gravedad que el paciente pueda morir.

Sin embargo, las infecciones persistentes se caracterizan por la persistencia


del virus más allá del período primario de la infección.

Dentro de las infecciones persistentes podemos encontrar distintos tipos de


infecciones. Pueden ser de tipo crónicas, donde hay una replicación constante
del virus, que puede ser en distintas cuantías, e infecciones de tipo latentes,
donde, como podemos observar en la gráfica, hay períodos de replicación
activa y otros períodos donde no se observa producción de progenie viral.
Tenemos, además, las infecciones persistentes lentas, que son infecciones con
un período de incubación muy larga, que puede ser de meses o años, durante
el cual el virus se está multiplicando, donde, posteriormente aparecen los
síntomas y, generalmente, da lugar a un cuadro progresivo y casi siempre fatal.

Por último, tenemos las infecciones transformantes, donde el virus es capaz de


infectar las células sin destruirlas. Generalmente el genoma viral está presente
en la célula infectada de forma integrada o episomal, y solo algunas partes de
los genes virales se traducen en proteínas. Esto puede llegar a originar
cambios en las propiedades celulares o la transformación celular.

En esta diapositiva tenemos dos ejemplos de infecciones de tipo agudas. En la


parte superior vemos un esquema con los parámetros que podemos observar
en una infección por virus de la hepatitis A. Y en el gráfico inferior vemos
representado los parámetros de una infección aguda por el virus de la hepatitis
B.

Como podemos observar, en ambos gráficos tenemos un pico de replicación


señalado en color rojo en ambas gráficas, donde podemos ver a través del
genoma del virus medido en el suero del paciente, como vemos un pico de
replicación viral que luego es eliminado.

En el caso de las infecciones persistentes, como es el caso que podemos ver


en la parte inferior de la diapositiva para el caso de la hepatitis C, vemos como,
también en este gráfico, la cantidad de genoma en el suero del paciente,
simbolizada en color rojo, tiene un período de alta replicación al inicio dela
infección, que podemos llamar de la etapa aguda de la infección, que
posteriormente continua a niveles más bajos a lo largo de la vida del individuo.

En la parte superior de esta diapositiva podemos ver como se desarrolla una


infección por hepatitis C, pero de tipo aguda. Cuando veamos el Seminario de
hepatitis virales vamos a ver que tanto hepatitis C como hepatitis B pueden
hacer infecciones de tipo agudas o crónicas, dependiendo de distintas
características que vamos a profundizar en dicho Seminario.
Los virus pueden causar daño de forma directa, como producto de la infección
viral. Por ejemplo, cuando un virus ingresa a la célula y se genera la replicación
viral, como producto de esa replicación viral se puede producir la lisis celular,
generando daño. Otro tipo de daño puede ser generar una transformación
celular o, por ejemplo, generar inclusiones citoplasmáticas. Todos ellos son
mecanismos de daño de tipo directo. Es decir, que están directamente
causados por la infección viral.

Los virus, sin embargo, pueden también causar daños a través de mecanismos
indirectos. Estos mecanismos son productos de la respuesta inmune que se
genera en el huésped infectado a partir de la replicación viral. Aquí tenemos
ejemplos, como el caso de la infección por virus hepatitis B, y la miocarditis por
coxsackie de tipo B.
En cuanto a la cinética inmune viral, en la gráfica de la diapositiva podemos ver
algunos de los principales componentes.

Al comienzo de la infección, cuando se detecta una gran producción viral, que


podemos ver simbolizado en la gráfica en color amarrillo, comienzan a
producirse citoquinas antivirales, que las vemos en la gráfica en color rojo,
células NK en color azul, y posteriormente células T citotóxicas en línea verde.
Así mismo podemos ver cómo, luego de los primeros días de infección, se
comienzan a detectar anticuerpos antivirales, que los podemos observar en la
gráfica en color rosa.

Esta respuesta inmune es de extraordinaria importancia en la mayoría de las


infecciones virales, impidiendo en gran parte de ellas la persistencia viral. Por
el contrario, cuando la respuesta inmune se ve afectada, como en diversas
inmunodeficiencias, la persistencia viral se ve facilitada.
En esta diapositiva, y en las subsiguientes, podemos ver algunas
características de la respuesta inmune antiviral. La idea de estas diapositivas
es recordarnos la importancia que tiene para nosotros revisar algunos
conceptos que ya aprendimos en la materia de Inmunología. Específicamente,
en esta diapositiva podemos ver algunas de las principales vías de señalización
que promueven la expresión de interferón beta.

La producción de interferones ocurre, principalmente, en respuesta a la unión a


moléculas que están presentes únicamente en los microorganismos, como
algunas glicoproteínas virales y, por ejemplo, el ARN viral de doble cadena,
conocidos colectivamente como patrones moleculares asociados a patógenos o
PAMPs, a través de receptores reconocedores de patrones moleculares, tales
como los receptores de tipo Toll o TLR.

Específicamente, el receptor TLR3 es importante para la inducción de


interferones en respuesta a virus de doble cadena de ARN. Ya se viendo con el
RNA de doble cadena, este receptor inicia la transcripción de los factores de
transcripción IRF3 y NFkB, los cuales son importantes para iniciar la síntesis de
interferones. La regulación exhibida en la imagen culmina en la expresión de
las proteínas efectoras, denominadas también como moléculas efectoras
antivirales.

En esta diapositiva podemos observar, entonces, que al actuar con los


receptores específicos los interferones activan complejos transductores de
señales y activadores de transcripción.

Los STAT son una familia de factores de transcripción que regulan la expresión
de ciertos genes del sistema inmune. La activación de STATs inicia la vía
clásica de señalización conocida como JAK/STAT. En esta vía las proteínas
JAK se asocian a receptores de interferón, y después de formarse el complejo
entre el receptor y el interferón fosforilan tanto a STAT1 como a STAT2. Como
resultado, se forma un complejo que contiene STAT1, STAT2, y un tercer factor
de transcripción llamado IRF9. Dentro del núcleo este complejo se une a
secuencias específicas de nucleótidos llamadas elementos de respuesta
estimulados por interferón o ISRE, como lo tenemos simbolizado en la
diapositiva, en los promotores de ciertos genes conocidos como genes
estimulados por interferón, dando lugar a las proteínas efectoras de interferón,
que vamos a ver en la siguiente diapositiva.
Finalmente, entonces, en esta última imagen, exhibe algunas de las
principales proteínas efectoras reguladas por el sistema de interferón, así como
sus funciones.

Es importante resaltar aquí la inducción de apoptosis, la edición del ARN, la


inhibición de la síntesis de proteínas y, consecuentemente, la interrupción de la
replicación viral.

Finalmente, es importante hacer especial mención al efecto de los interferones


sobre la eliminación viral de las células infectadas mediante el aumento de la
expresión del complejo mayor de histocompatibilidad de tipo I a través de
mecanismos citolíticos y no citolíticos.
Como parte final de esta Clase, vamos a estudiar algunas de las metodologías
que se utilizan para poder caracterizar los virus. Muchas de estas técnicas son
también utilizadas para el diagnóstico virológico, y las vamos a profundizar
nosotros en la materia Microbiología y Parasitología 2.

Una de las técnicas que se utilizan mucho para estudiar a los virus en el
laboratorio es el aislamiento viral, es decir, la propagación de una población
viral en células vivas. Como vimos al comienza de esta Clase, todos los virus
necesitan infectar células para poder generar progenie viral. Entonces, se
necesitamos estudiar los virus en laboratorio vamos a necesitar tener cultivos
celulares o animales de laboratorio. En menor medida, y solo para algunos
casos excepcionales, se utilizan también los huevos embrionados como, por
ejemplo, para propagar virus como el utilizado para la preparación de la vacuna
antigripal con virus influenza.

Los animales de laboratorio son necesarios para muchos ensayos, sin


embargo, siempre que sea posible actualmente se prefiere optar por cultivos
celulares porque, obviamente, son menos costosos y, además, mucho más
simple trabajar con cultivos que con animales, incluyendo temas del Comité de
Ética.

En cuanto a los cultivos celulares, podemos observar dos tipos de cultivos, en


suspensión y en monocapa. Es decir, que podemos tener células que estén
adherida a la superficie en la cual estemos cultivando, como podemos ver en
las placas de Petri, o podemos tener otros cultivos donde las células estén en
suspensión, como observamos en las botellas que se pueden ver en la
diapositiva.

¿Qué tipo de células puede producir un tipo de cultivo u otro? Va a depender


de qué estirpe celular estemos trabajando. Por ejemplo, se hacemos un cultivo
a partir de células mononucleares de sangre periférica, ese cultivo va a ser en
suspensión, ya que naturalmente estas células así están en ese tejido. Sin
embargo, se hacemos un cultivo a partir, por ejemplo, de células del riñón, o de
células del hígado, esas células van a tender a adherirse, formando una
monocapa, porque naturalmente esas células tienden a adherirse unas a otras.
Ambos tipos de cultivo son de utilidad en el laboratorio de estudio de los virus,
y va a depender de qué tipo de cultivo dependiendo el tipo de virus y
dependiendo también el tipo de experimento que estemos realizando.

Para trabajar con este tipo de técnicas, dependiendo, por supuesto, también
del tipo de virus con el cual estemos trabajando, debemos hacerlo en estrictas
condiciones de bioseguridad ya que vamos a estar propagando virus, vamos a
tener una gran cantidad de virus en los cultivos celulares. Y también, para
todos los cultivos celulares, en general, necesitamos trabajar en condiciones de
esterilidad, a fin de que los cultivos no se contaminen, dado que vamos a tener
células en medios enriquecidos, donde vamos a tener una gran cantidad de
nutrientes para que estas células crezcan y para que, entonces, los virus
puedan replicar. Pero, además de esto, obviamente, vamos a poder tener
hongos y bacterias por ese medio enriquecido que, obviamente, se crecen en
ese medio van a poder dañar nuestro cultivo celular y, por lo tanto, no vamos a
poder obtener la cantidad de virus que nosotros necesitamos.

En la fotografía de la izquierda, en la parte inferior, podemos observar una


cabina de seguridad biológica, donde normalmente se trabaja en los cultivos
virales, que pertenece a un laboratorio del Instituto de Investigaciones
Biomédicas y Retrovirus.

Una vez que tenemos un cultivo celular y lo infectamos, podemos observar que
algunos virus van a producir algunos efectos o acciones citopáticas en el
mismo. Los efectos o acciones citopáticas son alteraciones celulares que son
visibles al microscopio óptico.

Dentro de los efectos citopáticos más comunes podemos destacar la formación


de sincicios, que son células gigantes multinucleadas, la lisis celular, o las
inclusiones, ya sean citoplasmáticas o intranucleares.

En esta diapositiva vemos como ejemplo dos cultivos celulares.

En la parte superior vemos un cultivo celular, a la izquierda, sin infectar, y a la


derecha infectado con metapneumovirus, en el cual podemos observar la
formación de sincicios marcados con flechas negras.

En la parte inferior de la diapositiva vemos, nuevamente, un cultivo sin infectar,


de otra estirpe celular, y a la derecha el cultivo infectado con virus
Chikungunya, donde se puede observar el efecto en la monocapa de la lisis
celular.

Otra técnica utilizada para poder estudiar los virus son las técnicas de
inmunomarcación.

Estas técnicas se basan en el principio de la unión entre un antígeno y un


anticuerpo. Es una técnica muy utilizada también en el diagnóstico virológico,
pudiendo detectar tanto antígenos como anticuerpos en una muestra de un
paciente dependiendo de cómo esté conformada la técnica.

Se en el suporte sólido nosotros tenemos anticuerpos conocidos, y exponemos


estos anticuerpos a una muestra de un paciente que contiene el antígeno viral
que se une a ese anticuerpo, entonces, se realiza esa unión y luego esto se
puede revelar con un segundo anticuerpo marcado que se una al antígeno. En
este caso estamos realizando un diagnóstico de tipo directo en la muestra de
un paciente, ya que estamos detectando la presencia de un antígeno viral
específico en la muestra.
Se, por el contrario, como se puede observar en la parte inferior de la
diapositiva, en el suporte sólido tenemos pegados antígenos virales conocidos,
y colocamos una muestra de un paciente, se esa muestra contine los
anticuerpos específicos para ese antígeno se va a producir la unión, y luego
podrá ser revelado con un anticuerpos marcado con un determinado revelador.
En este caso estamos hablando de un diagnóstico de tipo indirecto, ya que
estamos detectando anticuerpos en la muestra del paciente.

En esta diapositiva podemos observar otros ejemplos de técnicas para


identificación de antígenos, la inmunofluorescencia y la inmunoperoxidasa.

En la inmunofluorescencia, que vemos en la parte superior de la diapositiva,


vemos a partir, por ejemplo, de un aspirado nasofaríngeo o de un hisopado
nasal, donde vamos a tener células infectadas con un virus, en este ejemplo el
virus sincicial respiratorio. Estas células son fijadas en un suporte sólido, y
luego sometidas a anticuerpos específicos conjugados con fluoresceína. Al
realizarse la unión entre el antígeno y el anticuerpo se puede observar,
entonces, la fluorescencia de color verde. Para poder visualizar este tipo de
marcaciones es necesario utilizar un equipamiento específico, en este caso un
microscopio de fluorescencia.

En el caso de la inmunoperoxidasa, que podemos observar en la parte inferior


de la diapositiva, se utilizan como marcadores enzimas que son capaces de
cambiar el color, un sustrato en color. En un primer paso el suero se pone en
contacto con un sustrato antigénico, dándose lugar a la formación de un
complejo antígeno anticuerpo. Posteriormente se agrega una
antigamaglobulina humana marcada con peroxidasa, que se va unir al
complejo, produciéndose, entonces, una reacción colorimétrica en presencia de
un cromógeno. De esa reacción, entonces, se obtiene un complejo que es
insoluble, estable, y que es visible al microscopio óptico.

Una técnica que es muy necesaria para estudiar a los virus, en cuanto a su
ultraestructura, es el microscopio electrónico, aunque es importante destacar
que esta técnica no es utilizada para el diagnóstico virológico, como otras de
las técnicas que venimos comentando.
Aquí vemos en la diapositiva una foto de un microscopio electrónico actual, y
algunos ejemplos de fotos de virus tomadas por microscopía electrónica, donde
podemos observar algunas características particulares de estos virus.

Por ejemplo, en la foto superior vemos una fotografía del virus influenza, donde
podemos ver su estructura de forma redondeado u ovoide. Estas partículas
virales están rodeadas por una corona de espículas superficiales, que son las
glicoproteínas que son claramente visibles al microscopio electrónico.

Tenemos también en la fotografía del medio un ejemplo del virus ébola, que
pertenece a la familia de los filovirus, un término que hace referencia,
justamente, al aspecto filamentoso de estas partículas.

Y, por último, en la parte inferior de la diapositiva, tenemos el ejemplo del virus


de la hepatitis B, donde, como podemos observar, existen distintos tipos de
partículas. Tenemos las partículas esféricas, las partículas infectivas
propiamente dichas, que son las de mayor tamaño, también llamadas
partículas de Dane, pero, además de estas partículas se puede observar otras
partículas redondeadas, de menor tamaño, y otras filamentosas que están
constituidas únicamente por antígeno viral, pero que no llevan ácido nucleico.
Otra técnica que permite estudiar a los virus es el Western Blot que, como toda
técnica inmunológica, puede ser utilizada para la detección de antígenos virales
o de sus anticuerpos específicos, conociendo uno de los dos componentes de
la reacción. Por ello lo podríamos utilizar tanto para la caracterización de
proteínas virales como para la detección de anticuerpos específicos.

Brevemente, para poder realizar esta técnica es necesario partir de un extracto


viral, a partir del cual se va realizar una purificación de proteínas, y esas
proteínas son corridas en un gel de poliacrilamida para poder separarlas por
peso molecular. Luego estas proteínas que están en el gel son transferidas a
membrana de nitrocelulosa, y en esta membrana reveladas por anticuerpos
específicos.

En la diapositiva podemos observar una membrana de nitrocelulosa, donde


vemos las distintas bandas que corresponden a las distintas proteínas virales
del virus de la inmunodeficiencia humana. A la izquierda de la diapositiva
tenemos la correspondencia de cada una de esas proteínas en la estructura del
virus. Como podemos observar, en la tira de nitrocelulosa las proteínas están
separadas por tamaño molecular.
Esta técnica es utilizada, por ejemplo, para el diagnóstico de infección por HIV.
Pero, sin embargo, lo que se realiza no es la corrida electroforética de las
proteínas virales del paciente, sino que se utilizan tiras de nitrocelulosa que ya
tienen las proteína del HIV pegadas, y se incuban estas tiras con el suero de
los pacientes que, si tienen los anticuerpos específicos para esas proteínas, se
van a unir y luego van a poder ser revelados y observarse como en la
diapositiva.

Entonces, en resumen, el Western Blot, como otras técnicas inmunológicas,


puede ser empleado como método de diagnóstico directa, por ejemplo, en la
investigación y caracterización del agente viral en el laboratorio, o de forma
indirecta, como tenemos el ejemplo para el diagnóstico de HIV que se utilizaba
antiguamente en la confirmación del diagnóstico.

Por último, otra de las técnicas muy utilizadas para poder caracterizar los
ácidos nucleicos virales es la técnica de PCR y su posterior secuenciación
nucleotídica.
La técnica de PCR, es decir, de Reacción en Cadena de la Polimerasa, puede
ser realizada a partir de muestras provenientes de distintos compartimentos.
Pueden utilizarse muestras sanguíneas, pueden utilizarse muestras
provenientes de otros fluidos, de aspirado nasofaríngeo, por ejemplo, o
muestras de hisopados, y también pueden utilizarse muestras a partir de
cultivos virales. Todas esas muestras deben ser procesadas para la obtención
de los ácidos nucleicos. Estos ácidos nucleicos pueden obtenerse ya sea por
métodos de kits comerciales o métodos de extracción manuales. Una vez que
tenemos el ácido nucleico purificado se realiza la técnica de PCR. No vamos
entrar en detalle de cómo realiza esta técnica, pues podemos revisar de los
libros de Bioquímica. Pero, sí, es importante recordar que a partir de una
pequeña muestra puede llegar a obtener una gran cantidad de genoma, para
poder identificarlo más fácilmente.

En términos generales, la técnica de PCR se realiza para poder aumentar la


cantidad de ácido nucleico de determinado microorganismo, y así poder
identificarlo más fácilmente.

Los métodos de identificación de ese ácido nucleico pueden ser diversos, pero
se utilizan mucho las técnicas de corridas electroforéticas en geles de agarosa.
Posteriormente, además de amplificar el genoma e identificarlo a través de
bandas específicas, se puede realizar la secuenciación nucleotídica. La
secuenciación nucleotídica es de mucha utilidad para la descripción de las
variantes virales, y también es utilizado como método diagnóstico y
seguimiento en algunas infecciones virales para detectar variantes que puedan
tener resistencia a algunos fármacos.
Finalmente, recordemos cuáles eran los objetivos de esta Clase para que
nosotros los tengamos en cuenta a la hora de estudiar la misma.

Como decíamos anteriormente, todos los conceptos vistos en esta Clase son
imprescindibles para poder abordar los distintos modelos de infección que
vamos a ver en los tres Seminarios siguientes.

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