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AÑO l i . ' MADRID 25 DE ENERO DE 1872. NUM. VII.

LA LIRA ESPAÑOLA
REVISTA LITERAKIA.
MORALIDAD. I2íSTRUCCIOir. BECBEO.

SUMARIO. la instrucción ; elevar su inteligencia, es


armarla contra las pasiones corruptoras
E! alma de la humanidad, por la señorita doña que usurpan el nombre de nobles senti-
María de la Concepción G i m e n o . — № « M ) ! S ,
mientos.
novela escrita en francés por S o u v e s t r e , t r a -
d u c i d a por J u a n Ángel Sierra.—Monotonía, La mujer sin educar es un buque sin
poesía de García y T a s s a r a . — J í í no teamarán, vela ni timón, entregado á todos los
poesía de G. A . Becker.—.ffíM^o de la natura- vientos.
leza ala «í«.;V?-, poesía por G. Belmoute Muller.
Y no creáis que la mujer es indolente
— A Rosariíi, po.isía por Miguel Sanchez de
Arellano y Posquera.—yl yki-ea, poesía por
para el estudio ó refractaria á la luz ; si
Carlos Vieyra de hhvaix.—Beoista de teatros, ha permanecido sin iniciativa y en ese
por Mefistófeles.—C/wraias, solución á la del deplorable mutismo, es porque vosotros la
n ù m e r o anterior.—AMÍÍÍICWS. habéis doblegado ante la idea de su inep-
titud é incompetencia.
EL ALMA DE LA HUMANIDAD. Por eso hasta hoy la mujer ha sido fri-
Debemos al imperio do las m u j e -
vola, ligera, superficial, y vosotros, que
res u u a dirección sublime: que el tan severamente habéis increpado su fri-
p o d e r e u c a u t a d o r de q u e d i s p o n e n
reciba de n u e s t r a s propias manos
volidad, no habéis tenido presente que al
u n impulso saludable h a c i a Jograu- permitir la triste somnolencia de su espí-
d e y lo bello, y que en s e g u i d a nos
g u i e n ellas m i s m a s h a c i a la mejo- ritu y al no elevar su criterio, matando en
r a moral q u e t a n i n ú t i l m e n t e a n - ella su e.stímulo á las cosas grandes, se ha
d a n b u s c a n d o los subios.
entregado á las pequeñas, siguiendo es-
(Rapnodd. )
cabrosas y angostas sendas y sumiéndo-
Hoy que el sol de la civilización espar-
se en la más sombría oscuridad.
ce sus vividos resplandores, desvanecien-
Habéis sido muy injustos para ese ser
do las sombras del error; hoy que toman
delicado que se constituye en vuestro
tan alto vuelo las ideas; hoy que tan co-
ángel tutelar, para la mujer, que os si-
nocida es la influencia de la mujer en la
gue cuando niños con su abnegación de
marcha de las sociedades, no creo sea pre-
madre, apartándoos de los abismos que os
ciso controvertir con los.filósofos acerca
son desconocidos; cuando jóvenes con
de la necesidad de instruir á la mujer y de i
sus amantes caricias, embelleciéndoos la
su aptitud para adquirir esa instrucción
existencia, y cuando hombres con su ter-
que tanta falta le hace.
nura de "esposa , suavizando vuestras
Proclamada solemnemente la dignidad
amarguras.
déla mujer por el cristianismo, y en vista
Le habéis tolerado que os siguiera por
del augusto pajiel que le ha tocado repre-
do quier, y al penetrar en el templo de la
sentar eu la historia de la humanidad,
sabiduría, ¿qué habéis hecho? Cerrar her-
creemos innecesario hacer presente los
méticamente las puertas dejándola fuera
indisputables derechos que tiene la mu-
de él.
jer para caudnar con el hombre por la be-
¡Egoístas! Para vosotros el progreso,
lla, rápida, clara y florida senda del pro-
la liiz, la verdad; para ella el engaño, las
greso.
tinieblas, la retrogradacion.
Natía más provechoso para la muj er que

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Bajo cualquier prisma que se Yéa la cuencias de lo que con tanto descuido é
vida de la mujer, aparece la necesidad de indiferencia se mira!
su educación.
Si está bien educada, será la mujer El niño necesita que graben en su alma
una grata compañera vuestra, con la cual el nombre de Dios , y para esto , ¿ puede
podréis razonar; si está elevada á la-; re- encontrarse buril mejor que el de una
giones del pensamiento, admitirá las ob- madre? ¡Imposible!
servaciones que le hagáis y las encontra- La madre lo graba de una manera inde-
rá lógicas, si lo son; os ayudará más, os leble, nadie puede hacerlo cual ella; para
comprenderá mejor, y en vez de las di- escribir en el alma de u n niño se necesita
sensiones y la amargura reinará en vues- estudiar u n especial alfabeto al pié de su
tros lares la tranquilidad, el amor y la cuna.
paz.
Sheridans ha creido m u y necesaria la
La educación moral de la criatura cor-
ilustración de la mujer, y dice en sus i n -
responde á la mujer.
mortales obras:
¡Madres, tened presente que no podréis
«Las mujeres nos gobiernan; procure-
ceder este derecho sin faltar á un sagra-
mos hacerlas perfectas.
do deber!
«Cuanto más instruidas estén más lo
¡Madres, observad que la sociedad se
seremos nosotros.
forma sobre vuestras rodillas, y no olvi-
»De la cultura y el talento de la mujer
déis que de vosotras depende la morali-
depende la sabiduría de los hombres.»
dad, el orden, la dicha de los pueblos!
Debéis tener presente que la mujer está
Escuchad al tiernísimo poeta Aimé-
llamada á ejercer el sagrado sacerdocio
Martin cuando os dice que no seréis m a -
de la maternidad , y la mujer no llenará
dres, según la ley moral de la naturaleza,
su gran misión dándole á la criatura so-
hasta que trabajéis en el desarrollo del
lamente la vida física.
alma de Vuestros hijos; que vuestra m i -
Los catedráticos harán del niño un g r a n
sión no se reduce á procrear un bípedo
estadista, u n buen letrado, u n matemáti-
inteligente; que el mundo os pide u n
co, u n químico y un célebre Galeno; mas
hombre completo; u n hombre que sepa
á la mujer pertenece cultivar el alma del
elegir su compañera, inspirar á sus hijos,
niño, haciéndole probo, lítil y virtuoso.
y si necesario fuese morir por la virtud.
La riqueza de la inteligencia consiste
¡Madres, tenéis dos deberes que cumplir,
en el número de las grandes ideas adqui-
así como el hombre tiene dos n a c i -
ridas; la del alma en el número de los no-
mientos!
bles sentimientos desarrollados.
Tened presente que la ciencia se ense- Conservar al niño la vida física no es
ña, la virtud se inspira. g r a n cosa; darle la vida moral sí que
Por la poca confianza que se tiene en lo es.
la mujer, se le arrebata de los brazos á su ¡La ciencia del alma no debe fiarse á
tierno hijo para entregarlo á u n maestro á los metafisleos, deben enseñarla las
de semblante austero , de mirada severa madres!
y brusco acento , que inspira al niño te- ¡Haced ver al mundo que el resto de
mor, antipatía, repulsión. religión que existe en los corazones se
El profesor es frío, dogmático; la madre debe más á las buenas madres que á los
expresiva, cariñosa. sabios teólogos!
El niño ve reemplazadas las dulces ca- La mujer que educa religiosamente á
ricias por el rigor , y no puede soportar sus hijos hace más bien á la sociedad que
tan doloroso cambio, los más notables libros de moral.
¡y cuan fatales pueden ser las conse- ¡Las ideas adquiridas e n la infancia no

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arquitectos, útiles ciudadanos y grandes
se pierden jamás, son el norte de n u e s -
regeneradores.
tras acciones!
MARÍA DE L A CONXEPCION GIMENO.
¡La primera oración que el niño apren-
de es lo último que el hombre olvida!
Las oraciones que enseña un sacerdo- FIAMMA
NOVELA ESCRITA EN FRANCÉS POR
te se dirigen á la inteligencia, al débil
criterio del niño; las que enseña una ma- EMILIO SOUVESTRE.
dre van directamente al corazón, al sen-
(Conlinuacion.)
timiento. F i a m m a c o n t e m p l ó por l a r g o t i e m p o e s t e
La oración que balbucea el niño, pura hermoso espectáculo, envidiando la luminosa
s e r e n i d a d de a q u e l l a n o c h e ; pero sq corazón
cual el ósculo de las brisas al capullo de h e r i d o por t a n t o s e s p l e n d o r e s se o p r i m i ó ; dejó
la flor, es más tarde para él su faro, su c a e r la c o r t i n a y se s e n t ó e n el d i v á n de q u e
se h a b i a l e v a n t a d o .
tabla salvadora, su auxilio, su consuelo, La lámpara habia extinguido sus últimos r e -
su Mentor. flejos: n i n g u n a luz artificial p e n e t r a b a d e f u e -
r a ; la p o b r e j o v e n se s e n t í a m á s á s u g u s t o e n
e s t a s t i n i e b l a s q u e l a s e p a r a b a n del m u n d o
e x t e r i o r . No h a b i e n d o n a d a q u e , h i r i e n d o s u s
Las lecciones que se reciben en la cuna s e n t i d o s , l a a d v i r t i e s e s u e x i s t e n c i a , c a y ó eu
la t r i s t e z a v a g a y a d o r m e c i d a q u e s i g u e s i e m -
son para el hombre la imagen de la b u e - p r e á l a s g r a n d e s c r i s i s d e dolor.
na madre que se las dio: ellas le recuer- H a c i a a l g ú n t i e m p o q u e se h a l l a b a e n e s t e
dan su dulce sonrisa, su inmaculada fren- e s t a d o , c u a n d o u u r u i d o l a hizo e s t r e m e c e r y
l e v a n t a r los ojos con e s p a n t o ; u n a s o m b r a a c a -
te, su amorosa mirada y el eco de su voz. b a b a de a p a r e c e r en el b a l e e n . De p r o n t o se
a p a r t ó b r u s c a m e n t e l a c o r t i n a y u n h o m b r e se
¡Feliz el hombre que guarda durante l a n z ó e n la e s t a n c i a .
su vida este santo eco! F i a m m a e x h a l ó u n g r i t o : el d e s c o n o c i d o se
detuvo admirado.
¡Jamás caerá en los antros del mal! —¡Quién h a y a q u í ! dijo.
¡Qué inspirada, qué sublime nos pare- Y q u i s o v o l v e r s e h a c i a la v e n t a n a , p e r o en
ce la madre de Lamartine diciéndole- l a o s c u r i d a d t r o p e z ó con la j o v e n q u e a s u s t a d a
t r a t a b a de h u i r . Esta lanzó u n n u e v o g r i t o .
«¡Hijo mió, no procures ser grande, - ¡Silencio! b a l b u c e ó el e x t r a n j e r o con u n a
sino bueno; no quieras ser célebre, sino voz a g i t a d a . ¡Callad, si e s t i m á i s e n a l g o v u e s -
tra vida!
útil!» F i a m m a e n m u d e c i ó y ' b u s c ó á t i e n t a s la
p u e r t a , p e r o el d e s c o n o c i d o , c u y a v i s t a c o m e n -
¡Madres, la mujer no debe abdicar su z a b a á h a b i t u a r s e á l a o s c u r i d a d , se a p e r c i b i ó
(jualidad inteligente para convertirse en y le i m p i d i ó el paso.
— E s c u c h a d m e , l a dijo, y sobre t o d o n o t e -
autómata! máis nada.
Hoy debe ser la mujer activa, tener — ¡Dejadme! r e s p o n d i ó F i a m m a .
—No s a l d r é i s d e a q u i s i n q u e m e escucbQis;
voluntad propia y resolución: el ser pa- vuestro terror me descubriría.
sivo, la hembra-mecánica, pertenece á Fiamma retrocedió espantada.
—¿Qué queréis? le p r e g u n t ó .
otra época. —Nada más que salvarme.
Hoy debe responder la mujer á las exi- —¿Quién sois?
—Un fugitivo. La menor imprudencia puede
gencias de una era culta y eminente- d e s c u b r i r m e . . . Por Dios, señora, ¡no m e p e r d á i s !
mente civilizadora. L a voz d e l d e s c o n o c i d o e r a t a n s u p l i c a n t e
q u e F i a m m a se t r a n q u i l i z ó . S u i m a g i n a c i ó n
¡No olvidéis, tiernas madres, que el v i v a é i n q u i e t a a d m i t í a c o n a g r a d o todo lo
porvenir de las naciones está en vues- q u e e r a s o b r e n a t u r a l y n o v e l e s c o ; así fué q u e
s u t e r r o r se c o n v i r t i ó e n u n a g r a n c u r i o s i d a d .
tras manos! — N a d a t e n é i s q u e t e m e r d e m í , l e dijo; ¿pero
con q u é o b j e t o h a b é i s p e n e t r a d o aquí?
¡La madre es el alma de la humanidad! — V i e n d o q u e en e s t a q u i n t a n o b r i l l a b a n i n -
Y vosotros, hombres eminentes, poned g u n a l u z , c r e í q u e , como t o d a s l a s o t r a s , n o e s -
t a r í a h a b i t a d a m á s q u e los d o m i n g o s y q u e m e
cada uno una piedra para edificar el al- podría ocultar én ellas.
cázar de la ilustración de la mujer, y —¿Os p e r s i g u e n ?
— ¡ E s c u c h a d ! . . . i n t e r r u m p i ó b r u s c a m e n t e el
brotará de nuestros corazones u n himno desconocido.
eterno de gratitud hacia vosotros. E n efecto, u n r u m o r confuso a c a b a b a d e
oirse e n el c a m i n o . Bien p r o n t o se o y e r o n p a s o s
Emprended esa grande obra, y seréis mesurados, u n traqueteo de armas y murmu-
apellidados por la posteridad sublimes llo d e v o c e s ; p e r o e s t o s r u i d o s n o h i c i e r o n

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m á s quo pasar, у poco d e s p u é s se e x t i n g u i e - golpe las convicciones m á s a r r a i g a d a s : no son,
rou. Kl desconocido S2 aproximó e n t o n c e s à la siu e m b a r g o , los m á s ruidosos n i los m á s p a t é t i -
v e n t a n a у apartó con cuidado lá cortina p a r a cos; el corazón los reconoce siu q u e p u e d a d e -
ver la dirección q u e t o m a b a n los soldados... e n cir por q u é s á n a l e s . Muchas veces, cuando r e -
esto m o m e n t o u n r a y o del p l a t e a d o astro d e la c h a z a d a s todas las protestas y d e s t r u i d a s t o d a s
noche iluminó sus v e s t i d o s . las defensas el espíritu ha llegado de p r u e b a
—;Un presidiario! dijo con espanto F i a m m a . eu prueba á la e v i d e n c i a , vioue u n a l á g r i m a ,
Rl fugitivo dejo caer la cortina. u u a sola, á arrojarnos eu la i u c e r t i d u m b r e ; esto
—¿No lo h a b é i s adivinado? p r e g u n t ó c o n u n a fué lo que e x p e r i m e n t ó F i a m m a .
voz c o m u o v i d a . —Pero, ¿y las alhajas que os e n c o n t r a r o n , y
Y como la j o v e n retrocediese s i n r e s p o n - aquellas a r m a s ? dijo como si respondiese en
derle: voz a l t a á las d u d a s q u e a s a l t a b a n su i m a g i -
—Ya comprendo, c o n t i n u ó , ¡creísteis q u e y o nación.
e r a uno de osos culi>ables c u y o c r i m e n es u n a . —Todo m e a c u s a b a , y sin e m b a r g o . . .
gloria! Un conspirador ó u n p r o s c r i p t o . . . Mi —Acabad.
traje h a d e s t r u i d o v u e s t r o error. Pero no t o - —Y siu e m b a r g o ¡No e r a n i la d r o n n i a s e -
máis n a d a , uo a b u s a r é de v u e s t r a p i e d a d ; sola- sino!....
m e n t e os suplico a l g u n o s m o m e n t o s de p a c i e n - —¡Es posible! exclamó F i a m m a .
cia, h a s t a q u e cose el ruido de los qim m e Y v i e n d o q u e Rouviére g u a r d a b a silencio:
buscan y pueda marcharme. —¡Por Dios! esplicaos con claridad , a ñ a d i ó .
Estas p a l a b r a s fueron p r o n u n c i a d a s con u u a —Para q u é . ¿No p r o t e s t a m o s siempre los m i -
tristeza t a n d i g u a , que á pesar s u y o F i a m m a serables do n u e s t r a inocencia? ¿Quién probará
.=e sintió c o n m o v i d a . la v e r a c i d a d de mis p a l a b r a s ? C u a l q u i e r v e r -
—¿Cómo vais á escaparos? le p r e g u n t ó . d a d qu(?me disculpe no os p a r e c e r á c i e r t a ; mis
—Lo ignoro: q u e no me cojan vivo es todo lo s e g u r i d a d e s os dejarían la d u d a y no me v a l -
q u e deseo. H e llevado c o n resignación las c a - drían sino la v e r g ü e n z a de u n a sospecha.
d e n a s d u r a n t e el tiempo que h e n e c e s i t a d o —No , dijo F i a m m a , d a r é crédito á v u e s t r a s
para romperlas; pero ahora q u e siento mi pié palabras.
libro de a a r g o l l a , que gozo del aire l i b r e , Rouviére hizo u n m o v i m i e n t o n e g a t i v o con
que h e e n t r a d o en posesión do mí mismo, no la cabeza.
volveré al presidio: prefiero morir á vivir s u - —Es m u y raro lo que t e n d r í a q u e deciros , y
friendo en u n a prisión. a d e m á s , que h a y a m e r e c i d o ó no m i s u e r t e ,
E s t a resolución impresionó v i v a m e n t e á ¿qué os i m p o r t a ? . . . ¿Qué derecho t e n g o para
Fiamma. í^uo os i n t e r e s é i s por mí?... ¡Únicamente á u n a
—¿Qué p u e d o h a c e r para salvaros? dijo. persona en el m u n d o quisiera d e s e n g a ñ a r !
—Ocultarme a q u í e s t a noche y m a ñ a n a ; así —¿A quién?...
podré e s c a p a r m e de las primeras pesquisas y —A la q u e debo mi c o n d e n a .
e v i t a r l a s otras. —¿La señora Lorcauo?...
—¿Y á d ó n d e vais? —Esa os la q u e busco, por la que v u e l v o á
—A L i o n . Lion... ¡donde tal vez m e sea imposible verla!...
—Vengo de allí, observó F i a m m a , y mo p a - Y sin e m b a r g o ¡Dios mío! por el a quisiera que
rece que no vais á poder c;cuitaros, porque d e s - la v e r d a d se d e s c u b r i e s e .
d e los ú l t i m o s m o t i n e s h a y u n a v i g i l a n c i a e x - —Y bien, h a b l a d , dijo F i a m m a , por mí lo sa-
tremada. brá todo.
—Lo sé, señora, psro es necesario que v a y a . llouviére l e v a n t ó v i v a m e n t e la cabeza.
Hubo u n m o m e n t o de silencio. F i a m m a fluc- —¿Rs v e r d a d ? p r e g u n t ó . ¿De modo que pen-
t u a b a e n t r e el i n t e r é s y el recelo; el presidiario sáis verla?
parecía reflexionar. - S í , la v e r é .
—Llegáis de Lion, replicó al fin, y á j u z g a r —Y si no p u e d o h a b l a r l a , ¿le diréis fielmente
por v u e s t r o a c e n t o sois i t a l i a n a . m i s palabras?
—Es cierto. —Todo lo q u e m e d i g á i s lo s a b r á .
—¿No conocéis á la siguora Lorcauo? El ocultó por u n i n s t a n t e el rostro e n t r e sus
F i a m m a hizo u n m o v i m i e n t o . manos.
— S í , dijo con voz t e m b l o r o s a ; ¿pero á q u é —Pues bien, v o y á contaros todo, replicó d e s -
e s t a preguuta? p u é s de u n corto s i l e n c i o ; pero acordaos do
vuestra promesa; repetidle escrupulosamente
—;Sabels si la sigiiora está t o d a v í a en Lion?
m i r e l a t o . . . ¡quicu sabe! p u e d o ser que lo crea.
—Estaba h a c e algunos dias...¿Pero q u é i n t e - Y el presidiario se esplicó e n estos t é r m i n o s .
rés podéis t e n e r eu esto? Juan Ángel Sierra.
El forzado g u a r d ó silencio b r e v e s m o m e n t o s . f.'íe cotitinuard j
— P u e s t o que conocéis á la signora, replicó al
fin, sin d u d a h a b é i s oido p r o n u n c i a r m i nombre.
—¿Cuá i es?
— l l e j o Rouviére.
—¡Vos! esclamó r e t r o c e d i e n d o l a j o v e n . MONOTONIA-
—Л''со que conocéis e s t e n o m b r e , continuó el
fugitivo con u n tono doloroso y a m a r g o ; sí, soy
el q u e h a n c o n d e n a d o por h a b e r querido robar-
la y asesinarla.... ¡Y la signora lo h a b r á creido E s bella ¡oh L a u r a mia!
como todoslos d e m á s . . . ! E s bella A n d a l u c í a ,
—¡Poro no era cierto! p r e g u n t ó F i a m m a cou Su luz, su sol, su firmamjnto ds oro,
viveza.
Rouviére uo respondió y h u b o u n a p a u s a pro- S u s n u b e s de coloros
l o n g a d a ; pero de pronto la j o v e n sintió que llo- Y d e á u r a s y de flores.
raba. El rico, himenso, perenal tesoro.
E x i s t e n dolores que d e s t r u y e n d e u n solo

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Bella es la p r i m a v e r a Que en esta áusia secreta
Q u e e s m a l t a la p r a d e r a , En que mi mente inquieta
Uon b o s q u e s d e n a r a n j o s y rosales; Y m i i n s a c i a b l e corazón se a b i s m a ,
Las Cándidas auroras. M u d a r , m u d a r prefiero:
Las aves bullidoras. A t í sola t e q u i e r o ,
Los v i v o s h o r i z o u t e s d e c o r a l e s . Como se q u i e r e á Dios, s i e m p r e l a m i s m a .
Gabriel García y Tassara.
E s b e l l a esa v e r d u r a
N u n c a i g u a l , si e m p r e p u r a .
Q u e s e e s t i e n d e d e l v a l l e á los oteros, ASÍ NO TE AMARÁN-
Y los r e v u e l t o s m a r e s
De b l a n c o s a z a h a r e s V o l v e r á n las o s c u r a s g o l o n d r i n a s
Que l l u e v e n d e su s i e n los l i m o n e r o s . en tu]balcon sus nidos á colgar,
Bollo es el m e d i o d i a . y otra v e z con el a l a á s u s c r i s t a l e s
Bella es la t a r d e umbría. jugando llamarán;
Bolla es l a n o c h e c o n s u s o m b r a y c a l m a , p e r o a q u e l l a s q u e el v u e l o r e f r e n a b a n
tu hermosura y mi dicha á contemplar,
Y en plácida indolencia
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
Es bella la e x i s t e n c i a
E n este eden fascinador del alma. e s a s . . . no v o l v e r á n .

Mas ¡ a y ! n a t u r a l e z a
V o l v e r á n ins t u p i d a s m a d r e s e l v a s
Con s u g e n i a l b e l l e z a
d e t u jaVáiu l a s t a p i a s á e s c a l a r ,
Bajo e s t e cielo q u e el d e l e i t e e n v í a , y otra v e z por la t a r d e a ú n m á s h e r m o s a s
Se p o s t r a y se a d o r m e c e , s u s flores so a b r i r á n ;
Y lamentar parece pero a q u e l l a s , c u a j a d a s de rocío
Su eterna, su inmortal monotonía. c u y a s gotas mirábamos temblar
D a m e , L à u r a , otro s u e l o . y caer, como lágrimas del dia,
D a m e , L a u r a , o t r o cielo. esas... no volverán.
Otro sol, otr.) m a n d o , o t r a s r e g i o n e s ; r]
Y q u e m i s ojos v e a n V o l v e r á n d e l a m o r e n t u s oídos
Campo d o n d e no sean las p a l a b r a s a r d i e n t e s è sonar,
P r i m a v e r a s i n flu l a s e s t a c i o n e s . t u corazón de su profundo sueño
t a l vez d e s p e r t a r á ;
Dame nevados montes. pero mudo, y absorto, y de rodillas
Ceñudos horizontes como se a d o r a á Dios a n t e s u a l t a r ,
Y b o s q u e s ¡ay ! d e l a c r e a c i ó n h e r m a n o s , como y e t e h e q u e r i d o . . . d e s e n g á ñ a t e ,
Y playas, y arenales ¡así n o t e q u e r r á n !
Y fieros v e n d á b a l e s , G. A. Becker.
Y siempre embravecidos océanos.

Dame, dame el eterno


HIMNO DE L A N A T U R A L E Z A Á LA
Bramido del invierno.
A l l á e n el polo d o n d e el m u n d o e m p i e z a ;
Y el h i p e r b ó r e o c l i m a Yo a c a r i c i o a p a c i b l e l a frente
Donde de espanto g i m a , De la h e r m o s a , c u l a s t a r d e s d e a b r i l ;
Y no d e l a n g u i d e z , n a t u r a l e z a . Yo refresco s u e s p í r i t u a r d i e n t e .
Yo u n o al s u y o m i a l i e n t o s u t i l .
No, L a u r a , n o t e a s o m b r e , Dice el a u r a b e s a n d o
T a n m í s e r o e s el h o m b r e L a flor al p a s a r ,
Que l e c a n s a h a s t a el b i e n q u e t a n t o a n i m a , Y la flor s u s p i r a n d o le d i c e :
Y e n t a n feliz sosiego. ¡Yo la a m o m á s !
Con e s t e a i r e d e f u e g o . Yo e n g a l a n o s u s b l o n d o s c a b e l l o s .
Bajo e s t e a r d i e n t e sol, m i a l m a e s t á fria. Yo p e r f u m o su m á g i c a s i e n .
Yo l e s p r e s t o p u r p ú r e o s d e s t e l l o s .
El ala vagorosa E n su pecho yo anido también.
Pidamos, Laura hermosa, Y l a flor e n t r e a b r e
Al a v e q u e e n los cielos se a p r e s u r a . S u cáliz fugaz,
Tomémosla y volemos
Y la brisa m u r m u r a de n u e v o :
Allá d o n d e e n c o n t r e m o s
. ' ¡Yo l a a m o m á s !
Otro m u n d o , otro sol, o t r a h e r m o s u r a .

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Yo á su falda m e Yoy p l a c e n t e r a , ¿ E s c u c h a s , n i ñ a , el eco q u e en s u viaje
Yo le b r i n d o mi c a n t o mejor. T u r b a del m u n d o el éxtasis callado?
Yo soy de ella feliz m e n s a j e r a E s la brisa q u e , oculta en el follaje,
De s u s d i c h a s , sus glorias, su amor. V a b u s c a n d o á la brisa q u e h a p a s a d o .
Dice el ave á la aurora Dos suspiros de amor q u e el viento h i e r e ,
Que empieza á, brillar, Pero q u e n u n c a e n s u furor d e s h a c e .
Y la a u r o r a r i é n d o l e d i c e : Si el uno llora la ilusión q u e m u e r e .
¡Yo la a m o m á s ! El otro e s p e r a l a ilusión q u e n a c e .
Yo rocío de p e r l a s su a l m a . Dos a v e s el amor al v i e n t o lanza;
Yo consuelo su t r i s t e aflicción. Y t a l vez j u n t o á tí p a s a n j u g a n d o .
Yo le brindo delicias y c a l m a . Una t r a y e n d o u n ramo de e s p e r a n z a .
Y la aurora se abre Otra-los himnos del amor c a n t a n d o .
Cual flor celestial, Despierta elsol, el b a r d o e n sus c a n c i o n e s ,
Y repítele el ave m u y d u l c e : Dios en el cielo, el pájaro en su nido,
¡Yola amo m á s ! Y solo e s t á n cerrados t u s b a l c o n e s ,
Solo t ú corazón está dormido.
Yo r e t r a t o s u i m a g e n dichosa. C u a n d o sientes h e n c h i d a d e perfumes
E n mis h o n d a s brillar se la v é , El a u r a a m a n t e q u e en el b o s q u e asoma
Y y o j u e g o con olla amorosa A c a r i c i a r t u f r e n t e , ¿no presume's
Y rocío de e s p u m a s su p i e . Que las flores se d a n besos de aroma?
Dice el lago á la l u n a Cuando contemplas en la n o c h e fria
Al verla rielar, De los luceros las lejanas h u e l l a s ,
Y l a l u n a le dice m u y bella: ¿Sabes q u é significan, n i ñ a m i a ?
¡Yo la amo m á s ! Son los besos d e luz de l a s e s t r e l l a s .
Yo ilumino su d u l c e h e r m o s u r a . Si r e t r a t a s mis ojos e n t u s ojos.
De su sueño feliz v o y en pos. Poder cou q u e m e a n g u s t i a s y m e c a l m a s ,
Yo le presto á su pecho t e r n u r a ¿No m e d i r á n t u s púdicos sonrojos
Y ¡ay! á solas h a b l a m o s los dos. Que es el beso ideal d e n u e s t r a s almas?
Y la l u n a l e v a n t a ¿Sabes lo q u e me dice la azucena?
S u p á l i d a faz, ¿Al d e s p e r t a r mi m a d r e la m a ñ a n a
Y r e p i t e el m u r m u l l o del lago: Y b e s a r m e con r á f a g a s e r e n a .
¡Yo l a amo m á s ! Por q u é no se d e s p i e r t a n u e s t r a h e r m a n a ?
¿En t u alma está nevando? No lo creo;
Yo d e s c i e n d o del bosque y del rio Porque e n t u e d a d , e d a d d e la inocencia.
En la noche su e n c a n t o á s e n t i r , Solo la flor de los e n s u e ñ o s veo:
Y b a ñ a d a de fresco rocío No n a c e e n t u v e r g e l la i n d i f e r e n c i a .
Yo á los cielos l a llevo á dormir. ¿Por q u é v i e n e s del cielo, á n g e l divino?
Dice al v a t e e u su vuelo ¿Por qué el g e n i o del m a l e u sus antojos
L a silfa i d e a l , Te h a dejado al p a s a r por mi c a m i n o ,
Y el poeta le dice c a r ' . i . i d o : Nieve en el corazón, fuego en los ojos?
¡Yo l a amo m á s ! Cuando e n t r a d a y a en años n u e s t r a m e n t e
Yo m e inspiro en su a l m a q u e r i d a , E n lo ú t i l se abisma y se c o n d e n s a ;
Yo c o n v i e r t o en placer su dolor. Pero si el p e n s a m i e n t o n u n c a s i e n t e ,
Yo le ofrezco en el m u n d o u n a v i d a Yo sé q u e el s e n t i m i e n t o n u n c a p i e n s a .
De e s p e r a n z a s , de flores, d e amor. No es de t u e d a d ese desden, h e r m o s a ;
Y ol poeta preludia No es así l a violeta e n la c a m p i ñ a ;
Su canto inmortal, Si el aroma e s t á d e n t r o de la rosa.
Y la silfa, y el lago, y el ave, D e n t r o del corazón e s t á l a n i ñ a .
Y la flor, á la par ¿Tienes frió, es v e r d a d ? T u m e n t e i n q u i e t a
de su lira r e p i t e n c a n t a n d o : No conserva mi nombre en t u memoria;
¡La amamos m á s ! Acércate á la h o g u e r a del poeta
G. Belmonle Muller. Para q u e m a r t e el arpa de la gloria.
Junio 71. Y al e u c e u d e r s e el a r p a , el h i m n o s a n t o
Subirá h a s t a t u a l t a r , ídolo mió.
A ROSARIO. Como subo al Señor m i a r d i e n t e l l a n t o ,
Como s u b e en vapores el rocío.
Dos olas de la m a r m i r a n al cielo Con sus cenizas llenaré l a esfera,
Cuando la l u n a e n Occidente brilla, Y poblarán el aire estraños sones,
Y b u s c á n d o s e v a n sin m á s anhelo Y en el b o s q u e , en el llano y la p r a d e r a
Que morir a b r a z a d a s en la orilla. Te llamará el r u m o r d e m i s canciones.

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Feliz el q u e cou p l u m a n a c a r a d a b r a r el a n i v e r s a r i o del n a t a l i c i o de D. Pedro
De l a s alas del á n g e l d e s p r e n d i d a , Calderón d e la B a r c a , l a e m p r e s a , s i g u i e n d o las
Llene la p r i m e r p á g i n a s a g r a d a b u e n a s t r a d i c i o n e s del c l á s i c o coliseo, d i s p u s o
Del n u n c a a b i e r t o libro d e t u v i d a . p a r a a n o c h e la r e p r e s e n t a c i ó n d e l a i n m o r t a l
Conserva m i p a p e l con fria c a l m a , c o m e d i a La vida es sueño , por p r i m e r a vez e n
G u á r d a l e como flor e n t r e t u seno; esta t e m p o r a d a , y e n c a r g a n d o el p a p e l d e p r o -
El t u y o lo g u a r d é d e n t r o d e l a l m a . t a g o n i s t a al d i s t i n g u i d o a c t o r D. A n t o n i o Vico.
D e n t r o d e l corazón... como el v e n e n o . P a r a h o n r a r la m e m o r i a d e l i n s i g n e a u t o r de
Que y o c u a l la b a l l e n a m a l h e r i d a los Autos sacramentales, a d o r n a b a u n a corona d e
Deja u n surco d e s a n g r e e n t r e los m a r e s , l a u r e l el r e t r a t o s u y o q u e figura e n ol p r o s c e -
Y h u y o d e j a n d o al paso de m i v i d a nio izquierdo d e l a n t i g u o t e a t r o del P r í n c i p e , y
Ilusiones, ensueños y cantares. se h a b i a d i s p u e s t o a d e m á s la pro e n t a c i o n de
Yo volaré á m i p a t r i a a m e r i c a n a . u n a loa , n u e v a e n M a d r i d , o r i g i n a l d e v a r i o s
Yo volaré á ese m u n d o e n q u e m e p i e r d o , escritores, e n t r e los c u a l e s se c u e n t a , a u n q u e
Mas ¡ay! es t a l l a condición h u m a n a con p e q u e ñ a p a r t i c i p a c i ó n , el Sr. D. A d e l a r d o
Que n o se seca el árbol d e l r e c u e r d o . Lopez d e A y a l a .
Y p u e s le place á t u d e s d e n , h e r m o s a , Los p e r s o n a j e s m á s i m p o r t a u t e s de la o b r a
Y p u e s le a g r a d a á t u p l a c e r p r o f u n d o , e s t a b a n confiados á l a s s.morítas B o l d u n y Cha-
A q u í d o r m i t a r á s bajo m i l o s a , m a n y á los S r e s . M a z a , Pizarroso , P a r r e ñ o y
Muerta e n m i corazón, v i v a e n el m u n d o . García, a d e m á s d e l Segismundo, q u e , como a n t e -
Miguel Sanchez de Arellano y Pesquera. r i o r m e n t e d e c i m o s , i n t e r p r e t a b a el Sr. Vico.
Al finalizar los a c t o s t e r c e r o , c u a r t o y q u i n t o ,
el p ú b l i c o hizo p r e s e n t a r s e e n e s c e n a al Sr. V i -
A AUREA. c o e n u n i o n d e los d e m á s a c t o r e s .
E n t r e estos m e r e c e ser m e n c i o n a d a p a r t i c u -
l a r m e n t e , como s i e m p r e , la señorita Boldun, á
Bella, m u y bella es m i A u r e a h e r m o s a ,
p e s a r d e q u e el p a p e l d e R o s a u r a n o ofrece s i -
L i n d o s , m u y lindos son, s u s bellos ojos,
t u a c i o n e s en q u e l u c i r s u t a l e n t o .
Y e s m í v i d a , sin d u d a , m u y d i c h o s a .
S i m e m i r a con ellos s i n enojos;
Su voz es a r g e n t i n a y melodiosa. Según noticias, y a está terminado y admiti-
S u s rojos labios, c u a l c l a v e l e s rojos, d o el d r a m a e n t r e s a c t o s , d e l Sr. Z a p a t a , t i t u -
Y es á su l a d o la e x i s t e n c i a m i a , l a d o El castillo de Simancas, c u y a obra, s e g ú n
Bella como el albor de u n d u l c e d i a . a s e g u r a n los q u e h a n t e n i d o ocasión de l e e r l a ,
e s d i g n a d e l a u t o r d e La capilla dt Lanuza.
C u a l la frágil b a r q u i l l a q u e s i n g u i a
E r r a n t e v a g a e n m e d i o el Oceano El t e a t r o d e J o v e l l a n o s c o n t i n ú a con u n a
A s i de e r r a n t e fué la v i d a m i a c o n c u r r e n c i a n u m e r o s a , q u e a p l a u d e sin c e s a r
B u s c a n d o s a l v a c i ó n , m a s s i e m p r e en v a n o ; el b u e u d e s e m p e ñ o de la zarzuela bufa Los sue-
Por fin l l e g ó u n v e n t u r o s o d i a , ños de oro, q u e , como dico con razón u n c o l e g a ,
Que u u faro v i d e salvación c e r c a n o son p a r a el e m p r e s a r i o r e a l i d a d e s : m u c h o n o s
Y e u él e s t o y gozando g r a t a c a l m a ; a l e g r a m o s d e esto y d e q u e el i n f a t i g a b l e s e -
Ese faro e r e s t ú , A u r e a d e l a l m a . ñor A r d e r í u s v e a r e c o g i d o con c r e c e s el fruto
de s u s t r a b a j o s y l a b o r i o s i d a d .
Por e s o t e a m o t a n t o , y t a n t o ansio
P a g a r con c r e c e s d e u d a t a n s a g r a d a , El e l e g a n t e coliseo de la plaza d e l R e y con
Por eso al c o n t e m p l a r t e , ídolo m i o , s u a c o s t u m b r a d a a n i m a c i ó n y e s c o g i d a con-
Mi a l m a de p l a c e r q u e d a e x t a s i a d a ; c u r r e n c i a , proporcionando m u y b u e n a s e n t r a -
Yo c o n l a s a u r a s m i c a n t a r t e e n v í o . d a s c u a n t a s o b r a s se p o n e n en e s c e n a , q u e son
Mas mi pobre c a n t a r n o v a l e n a d a . d e s e m p e ñ a d a s c o n el acierto y m a e s t r í a q u e
¿Quieres m i corazón? Pero ¡qué d i g o ! t a n t o d i s t i n g u e n á los r e p u t a d o s a c t o r e s q u e
Mi c o r a z ó n h á t i e m p o está c o u t i g o . forman la c o m p a ñ í a .
Carlos Vieyra de Abreu.

E n Nwedades, el d r a m a Romper cadenas a t r a e


c a d a n o c h e m á s e s p e c t a d o r e s ; y nos felicita-
REVISTA DE TEATROS.
mos por ello, d e s e a n d o q u e , si es p o s i b l e , a u -
m e n t e n s e g ú n los d e s e o s d e l a e m p r e s a .
Comienzo m i t a r e a o c u p á n d o m e e n p r i m e r
l u g a r del E s p a ñ o l , e n c u y o coliseo, p a r a c e l e -

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8 L A L I R A ESPAÑOLA.

Eslam siempre lo mismo, siempre b i e n , y fa-


vorecido á m á s no poder.
ANUNCIOS.
E s u n t e a t r i t o m u y l i n d o , con u u a c o m p a ñ í a
e s c o g i d a que h a c e l a s d e l i c i a s d e l p ú b l i c o .
HOJAS SEGAS.
E n Variedades s i g u e s i e n d o m u y a p l a u d i d a Poesías selectas de Benito Más y Prat.
La novia del general, pieza q u e e n su e s t r e n o
E s t e i n t e r e s a n t e libro, q u e a c a b a d e v e r l a
o b t u v o u n b u e n triunfo, y eu la c u a l t a n bien
luz p ú b l i c a con .gran éxito, y q u e forma u n ele-
c a r a c t e r i z a n s u s p a p e l e s los S r e s . V a l l e s y
g a n t e v o l u m e n de c e r c a de 400 p á g i n a s , e n -
Lujan.
c u a d e r n a d o é impreso c u i d a d o s a m e n t e , se h a l l a
De los d e m á s t e a t r o s (sí q u e d a a l g u n o ) m e de v e n t a en Sevilla, c a s a d o sus editores Giro-
o c u p a r é eu el n ú m e r o p r ó x i m o , si a n t e s no m e n e s y O r d u ñ a , c a l l e L i n e r o s , n ú m . 2, y e n las
d á a l g ú n sofocón el empresario del t e a t r o R e a l p r i n c i p a l e s l i b r e r í a s . Su p r e c i o 20 r s . , y 22 r e -
con a l g ú n c a m e l o , q u e a h o r a g r a c i a s á Dios m i t i é n d o l o franco de p o r t e , a c o m p a ñ a n d o l i -
p a r e c e no es d e e s p e r a r . b r a n z a ó sellos d e correos c e r t i f i c a d o s .
Mcílstófelcs.
De este v o l u m e n forma p a r t e la fantasía a n t i -
e s p i r i t i s t a del m i s m o a u t o r . El mundo de los es-
píritus, d i v i d i d a e u las s i g u i e n t e s visiones ó
CHARADAS.
cantos:—Vision I. El opio.-=-11. Los e s p í r i t u s . —
I I I . El p l a n e t a .Túpiter.—IV. J u l n i u s . — V . No-
1."
c h e . — V I . Los C a m p o s Elíseos.—VIL L a c i u d a d
Mi prima con la segunda
aérea.—VIII. Las almas simpáticas.—IX. La
Es de m u j e r n o m b r e u s u a l ,
m a n s i ó n de Pitágoras.—X y ú l t i m a . — C o n c l u -
Y prima con l a tercera sión.
T a m b i é n lo es d e u n a n i m a l .
Tercia y segmda es un verbo,
Y de tiempo imperativo
Como lo es de i n d i e a t i v o
Segunda con la tercera.
LA LIRA ESPAÑOLA
E n otoño y e n v e r a n o , REVISTA LITERARIA.
En invierno y primavera.
E n c o n t r a r á s e n la t i e r r a Se p u b l i c a r á los d i a s 10, y 2 5 de c a d a
Mi segunda zonjirimera. mes, e n t a m a ñ o y tipos i g u a l e s á los del p r e -
Es c i r c u n s t a n c i a fatal sente número.
El todo d e la c h a r a d a ,
Q u i e n lo sea, v a l e n a d a , Puntos de suscricion.
P u e s ni h a c e b i e n n i h a c e m a l .
M. A . E u l a A d m i n i s t r a c i ó n , calle d e S a n Lorenzo,
núm. c u a r t o 2.°—En la librería de G a s p a r y
2.' Roig, P r í n c i p e , 4, y e n el a l m a c é n de p a p e l d'e
L a primera y la segunda Barrio, Corrodera Baja, 39.
E n g a l a n a á l a mujer; ,»

Y l a tercera y segunda Precios de suscricion.


E n s u s labios siempre halló:
L a cuarta con laprimera Madrid, t r i m e s t r e 8 reales.
Dá l u s t r e m a s no p l a c e r , Provincias, ídem 10 »
U l t r a m a r y e x t r a n j e r o . . . 20 »
Y e n l a tercera y l a cuarta N ú m e r o s sueltos m e d i o r e a l .
Me a b a n d o n o e n m i bajel.
El todo, caros lectores, NOTA. Los señores libreros de Madrid ó p r o -
En mi camino encontré, v i n c i a s que q u i e r a n a d m i t i r suscriciones p a r a
esta Revista, q u e d a n a u t o r i z a d o s p a r a ello, a b o -
Y u u corazón y u n a lira n á n d o s e l e s el 20 por 100.
Dejé r o t o s á s u s p i e s .
• X...

Dii-ector propietario
Soluciones á la charada del número anterior. D. CARLOS VIEYRA DE A R R E U .
Leí s u bella c h a r a d a
y se a d i v i n a ,
meditando u n poquito MADRID:—IS/.I.
q u e es gelatina- IMPBtNTA DB LA ASOCUCIOK DEL ARTE DE IJIPBIMIR,
CHARLES. Calle del Colmillo, nUmero, 8.

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