Gabriel Cathal Pacheco Guerra Leandro Cantuarias Santillán En 1998 en una pequeña ciudad de Canadá llamada Quebec, Dave, Candace y Adán fueron de campamento en vacaciones al bosque mágico que estaba a 250 kilómetros al norte de la ciudad. Cuando llegaron eran las diez de la mañana y se apresuraron en armar un campamento; encontraron un lago y disfrutaron toda la tarde, después investigaron el bosque y se perdieron. No pudieron regresar a su campamento, caminaron algunos kilómetros y encontraron una casa abandonada como ya era muy tarde decidieron pasar la noche ahí. A la mañana iban a ir a su campamento. En la noche, mientras trataban de descansar, en la casa estaban pasando cosas raras. Ruidos extraños. Se abría la puerta y se escuchaban golpes. Se escuchaban pasos, y decidieron ir al sótano, cuando entraron, la puerta se cerró y se dieron cuenta de que la luz no se encendía así que encendieron una vela. Habían visto... Huellas, que se dirigían a una pared. Cuando se acercaron, esas huellas desaparecieron. Vieron que la pared se hundía. Esa pared era un portal, cruzaron la pared por curiosidad. Cuando atravesaron el portal, el bosque estaba de noche y encontraron a una mujer que desaparecía y aparecía en distintos lugares , de repente, unas manos empezaron a absorber a los niños. Y de repente una luz se los llevó, regresaron al sótano y se desmayaron. Recuperan la conciencia, y encuentran una mesa que tenía una foto, y la foto era la misma señora que encontraron en el bosque cuando era de noche. Al lado de la foto encontraron una puerta de madera con símbolos . Después de eso, abrieron la puerta. Y a través de un espejo se veían a sí mismos muertos. Detrás de ellos escuchan una voz que les decía: “Si siguen aquí muertos estarán”. Muertos de miedo, se dan vuelta, y encuentran un libro. Al abrirlo, proyecta una luz; esa luz hace desaparecer a los fantasmas. Y dentro del libro encuentran un mapa de la ubicación de los fantasmas, algo que los guiará. ¿Dónde están los fantasmas? se preguntaron y agarraron el libro, se van de la casa y con ayuda del libro encuentran un árbol donde había un Dios, llamado Silvano, que les ayuda a resolver su problema matando a todos los fantasmas...y liberándose de una maldición. Al haber matado a los fantasmas... Logran regresar a su casa. Agarran las cosas del campamento y vuelven a la ciudad, toman el barco con el que habían venido, después de unas horas navegando llegaron a la ciudad, que se encuentra en llamas. Cuando se destruyeron los fantasmas, también destruyeron otras religiones. IMÁGENES