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COMO ESCRIBIR LA RESEÑA DE UN LIBRO

ALEJANDRO PELUFFO

LOBOS, BUENOS AIRES

AGOSTO, 2018
CONTENIDO

I. DESCRIPCIÓN.......................................................................................................... 1

II. ANTES DE LEER EL LIBRO.................................................................................... 1

III. AL LEER EL LIBRO ................................................................................................. 2

IV. AL ESCRIBIR EL BORRADOR ............................................................................... 4

V. AL PULIR EL ENSAYO ............................................................................................ 5

VI. ALGUNOS CONSEJOS FINALES ........................................................................... 6

VII. MODELO I DE RESEÑA ......................................................................................... 7

VIII. MODELO II DE RESEÑA ........................................................................................ 9

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COMO ESCRIBIR LA RESEÑA DE UN LIBRO

I. DESCRIPCIÓN1

1. Una reseña no debe ser solo un resumen del contenido del libro. Debe contener una
discusión crítica del mismo. Como revisor, uno debe combinar una lectura precisa y
analítica con una respuesta personal.

2. Una buena reseña describe objetivamente el contenido, analiza como el libro trata de
lograr su propósito, y expresa subjetivamente las reacciones y argumentos desde una
perspectiva única (la del revisor).

3. Una reseña no solo dice de que trata un libro sino también si ha podido lograr lo que
intenta o promete.

4. La reseña trata de explicar al lector que significará leer ese libro, contándole lo que
significó leerlo al revisor.

II. ANTES DE LEER EL LIBRO

1. Busque pistas sobre la naturaleza el libro. ¿Es parte de una colección? ¿Se puede saber
algo de la audiencia esperada por la presentación? ¿Qué puedes saber por el diseño de la
tapa?

2. Abra el libro y ojéelo superficialmente. ¿Cuántas páginas tiene? ¿Capítulos? ¿Qué


estructura puede discernirse al mirar en índice?

3. Trate de determinar el propósito del libro solo por ojear el prólogo, y la conclusión. En
parte su reseña contestará si el libro logra o no ese propósito.

4. Establezca un plan para tomar notas, basado en lo que pueda discernir de su propósito.
¿Por qué este libro es un clásico? ¿Por qué se vendió tanto? ¿Por qué se sigue leyendo
luego de 400 años?

1
El material de este apunte es adaptado de: http://m.wikihow.com/Write-a-Book-Review;
http://www.indiana.edu/~wts/pamphlets/book_reviews.shtml; y http://www.enotes.com/topics/how-write-book-
review
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III. AL LEER EL LIBRO

1. Lea el libro tomando notas. Si es posible, leerlo varias veces.

2. Escriba las impresiones que tenga al ir leyendo. No es necesario que sean organizadas o
sistemáticas. Hágalo como si fuera un “torbellino de ideas”.

3. Determine con claridad cuál es la postura teológica del autor, y cuál su propósito al
escribir ese libro. ¿Cuáles son los puntos principales?

4. Evalúe la evidencia presentada. ¿Qué evidencias usa para probar sus puntos? ¿Son
suficientes sus argumentos? ¿Logra convencer al lector? ¿Evita algún asunto que podría
desacreditar su argumento? ¿Es honesto al citar o responder a las opiniones contrarias?
¿Cómo representa a quienes no piensan como él/ella?

5. Escriba la impresión general al finalizar la lectura.

6. Piense en el género del libro o el campo de estudio. Evalúe como el libro encaja o no
encaja en ese género o campo de estudio. Consulte recursos externos si es necesario.

7. Determine los temas más importantes del libro. A menudo es una lección o mensaje
general que el lector percibe entre líneas. El tema también puede ser las ideas
fundamentales y, a menudo universales, exploradas. Los autores pueden presentar varios
temas, especialmente en las obras de ficción.

a. Preste atención al prefacio, las citas, y/o referencias en la introducción del libro, ya que
este contenido es probable que arroje luz sobre los principales temas y puntos de vista
del libro.

b. Una forma sencilla de determinar uno de los temas principales de un libro es resumir el
libro en una sola palabra, y luego expandirla en una oración. Por ejemplo, “¿Qué
Estabas Esperando?” de Paul Tripp habla de “matrimonio” y “expectativas”. El tema
del libro es “el lugar que las expectativas tienen en la relación matrimonial”.

8. Considere el estilo del autor. Pregúntese si el estilo encaja con la audiencia esperada del
libro. El estilo es la forma en que un tema es expresado o tratado. Así, por ejemplo, “El
Evangelio Según Jesucristo” tiene un estilo más académico que “Difícil de Creer”, ambos
por John MacArthur. Una evidencia de ello son las notas al pie, muy abundantes en el
primero y escazas en el segundo.
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9. Piense sobre qué tan bien el autor desarrolla los puntos principales del libro. ¿Qué áreas
son cubiertas y cuáles no? ¿Por qué? Identificar cosas no mencionadas puede ayudar a
pensar de forma crítica. De igual manera, notar puntos muy bien explicados ayudará a
evaluar la contribución del libro y sí logra o no su propósito.

10. Si es relevante, mencione el formato: la encuadernación, el tipo y tamaño de fuente,


gráficos, tablas, índices. Siempre considere cómo ayuda o contribuye al tema o propósito
del libro. Por ejemplo, en el “Manual del Consejero Cristiano” de Jay Adams, las notas no
están al pie de página, sino al final de cada capítulo, lo cual hace muy tedioso
considerarlas, lo cual es notable especialmente por lo valioso de esas notas. El libro
“Predicando con Pasión” de Alex Montoya, está lleno de bosquejos que resumen el
contenido, además de frases notables resaltadas como recuadros. Todo ello ayuda a darle
mucha dinámica a la lectura, y posiblemente a encontrar fácilmente algún concepto que se
busque en el futuro.

11. Considere cualquier recurso literario en el libro. Hay libros muy creativos escritos en
primera persona, que hacen la lectura muy llevadera. Un gran ejemplo es “Predicando con
Frescura” de Bruce Mawhinney. El libro sobre homilética está escrito como si fuera
ficción.2 Algo parecido sucede con el libro sobre teología pastoral, “Querido Timoteo,
Cartas Sobre el Ministerio Pastoral”, editado por Thomas Ascol. Cada capítulo es como
una carta dirigida a un joven pastor. O “Cartas del diablo a su sobrino” de C. S. Lewis en
la cual un demonio experimentado le enseña a tentar cristianos a un demonio inexperto.

12. Piense en qué sentido el libro es único. ¿Agrega nueva información al género o área de
conocimiento? El autor puede estar tratando de expandir o desafiar las reglas o normas de
ese género o tema de estudio. Puede ser necesario consultar recursos externos para esto. Si
la experiencia del revisor no es muy vasta, puede servir que, aunque sea, la compare o
contraste con otras obras conocidas por él. A veces una simple búsqueda en Wikipedia,
puede ayudar a dar perspectiva. Por ejemplo, la Teología Sistemática de Berkhof. Note que
dice Wikipedia: “Con el tiempo llegó a reimprimirse sin descanso y usarse como libro de
texto en colegios, seminarios, institutos e iglesias de medio mundo, desplazando con
creces la más voluminosa Teología Sistemática de Charles Hodge. El teólogo Wayne
Grudem ha calificado la Teología Sistemática de Berkhof como ‘un gran tesoro de
información y análisis ... probablemente el más útil de un volumen de teología sistemática

2
En Amazon aparece esta pequeña recomendación de un lector llamado Jose Alberto Nuñez: “Realmente
disfrute este libro. Aprendí muchísimo sin aburrirme un solo momento. A la vez el libro te permite sentir la vida de
un predicador detrás del púlpito y fuera de la iglesia, como es la vida de un pastor y la carga que este tiene”. Fecha
de consulta: 1 de octubre de 2015. Disponible en https://www.amazon.com/Predicando-frescura-Spanish-Bruce-
Mawhinney/dp/0825414741/ref=sr_1_fkmr0_1?ie=UTF8&qid=1533859780&sr=8-1-
fkmr0&keywords=Predicando+con+Frescura%E2%80%9D+de+Bruce+Mawhinney
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disponible desde cualquier punto de vista teológico’”.3 Un comentario así enriquece de


manera incalculable a una reseña escrita con el propósito de animar futuros lectores.

13. ¿Cómo se relaciona este libro con otros libros del mismo tema? ¿Es un libro único?
¿Aporta nueva información? Si lo hace, ¿qué grupo de lectores podría beneficiarse con su
lectura?

14. Evalúe el éxito que tiene el libro. ¿Logró el autor tener éxito en el cumplimiento de los
fines generales del libro? ¿Se sintió satisfecho al final del libro? ¿Recomendaría este libro
a los demás?

IV. AL ESCRIBIR EL BORRADOR

1. Comience con un encabezado: Muchos comienzan con un encabezado que incluye toda la
información bibliográfica sobre el libro. El encabezado estándar es: título, autor, lugar de
publicación: editor, fecha de publicación y número de páginas.

2. Escriba una introducción: Una buena introducción captará la atención del lector para que
esté interesado en leer el resto de la revisión y sepa de manera aproximada de que tratará.
a. Asegúrese de que su introducción contiene detalles relevantes como los antecedentes
del autor y, si viene al caso, su trabajo anterior en ese tema.

b. También puede indicar los principales temas que se debatirán en tu reseña a fin de
situar al lector y darle una indicación de tu acercamiento al libro.

c. Posibles aperturas incluyen: un momento histórico, una anécdota, una declaración


sorprendente o interesante, y oraciones declarativas. Independientemente de sus frases
iniciales, hay que asegurarse de que se relacionan directamente con su respuesta crítica
al libro y mantenerlas cortas y al punto.

d. Si no tienes ni idea de cómo comenzar la reseña, intente escribir la introducción al


final. Puede ser más fácil organizar primero todos sus puntos de apoyo y su posición
crítica, y luego escribir la introducción al final. De esa manera puede estar seguro de
que la introducción coincidirá con el cuerpo de la reseña.

3. Escriba un resumen del libro. Una vez que haya establecido su rumbo y su introducción, a
continuación, puede pasar a un resumen de los temas del libro y los puntos principales.

3
Colaboradores de Wikipedia, “Louis Berkhof” en Wikipedia, La Enciclopedia Libre. Fecha de consulta: 1 de
octubre de 2015. Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Berkhof.
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a. Mantenga el resumen corto, al punto, e informativo. Use citas o paráfrasis del libro
para apoyar su resumen.

5. Evalúe y critique el libro. Una vez que haya resumido el libro y discutido los principales
temas y aspectos, haga su análisis crítico. Este es el corazón de su reseña, así que procure
ser lo más directo y claro que pueda.

a. Utilice sus notas del torbellino de ideas que escribió durante la lectura. Mencione que
tan bien el libro ha logrado su objetivo, cómo se compara con otros libros sobre el
tema, los puntos específicos que no fueron convincentes o les faltó desarrollo, y si es el
caso, qué experiencias personales ha tenido en relación con el tema del libro.

b. Utilice siempre (debidamente citados) el apoyo de citas y pasajes del libro para
respaldar tu discusión crítica. Esto no sólo refuerza su punto de vista con una fuente de
confianza, sino que también le da al lector una idea del estilo de escritura y la voz
narrativa del libro.

c. La regla general es que la primera mitad o dos tercios de la reseña debe resumir las
principales ideas del autor y por lo menos un tercio debe evaluar el libro.

6. Redondee la reseña. Escriba un párrafo final o varias frases que resuman el análisis
crítico del libro. Si su posición crítica ha sido bien argumentada, la conclusión debe
seguir de manera natural.

a. Examine las fortalezas y debilidades del libro, y discuta si usted recomendaría el libro
a los demás o no. Si es así, ¿quién cree que es el público ideal para el libro?

b. No introduzca nuevo material en su conclusión ni discuta una nueva idea o impresión


que no fue examinada en su introducción y el cuerpo de la reseña.

c. También se puede dar una puntuación numérica al libro, un pulgar hacia arriba o
hacia abajo, o poner en un ranking de favoritos.

V. AL PULIR EL ENSAYO

1. Relea y revise su reseña. Su primer borrador puede que no sea tan perfecto como desea,
por lo que no dude en revisar y ajustar su proyecto. Para ganar perspectiva, ponga la reseña
de lado por unos días y luego vuelva a ella con ojos frescos.
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a. Utilice siempre el corrector ortográfico para ajustar cualquier detalle de gramática u


ortografía. Nada socava más la calidad una revisión que la mala ortografía y
gramática.

b. Verifique que todas las citas y referencias estén debidamente citadas.

2. Obtenga retroalimentación. Si es posible, consiga a alguien para leer la revisión antes de


enviarla a un editor o un profesor. Es difícil editar y criticar su propio trabajo, así que pida
a un amigo que lea su reseña y luego le dirá si le pareció que la introducción agarró su
atención y si su discusión crítica fue consistente y desarrollada a través de su revisión.

3. Siempre presente su mejor trabajo. Asegúrese de incorporar a la reseña cualquier


comentario que hayas recibido para crear el mejor proyecto final.

Una buena reseña:

a. fluirá bien desde la introducción hacia el resumen y de ahí al análisis crítico,

b. tendrá una perspectiva interesante sobre el libro,

c. y estará libre de errores gramaticales o de ortografía para asegurarse de que sea fácil de
leer.

VI. ALGUNOS CONSEJOS FINALES

1. Nunca use “malo”, “bueno”, “lindo”, “feo”, o cualquier generalidad parecida.

2. Evite lo más posible usar “yo”, “mi”, etc. El lector quiere leer algo profesional.

3. Ojo con el plagio. Hay software que identifica casi instantáneamente el porcentaje de
palabras originales y copiadas de cualquier escrito.

4. Por regla general, si uno va a criticar mucho un libro, es mejor tratar de señalar un par
de cosas positivas. Eso da la sensación de que uno ha tratado de ser objetivo.
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VII. MODELO I DE RESEÑA

IDEAR
Alejandro Peluffo

Predicando con Pasión

El libro Predicando con Pasión por el pastor Alex Montoya es un lúcido llamado a

reintroducir la pasión en el púlpito evangélico. La obra tiene un propósito claro,

desarrollado de manera directa y potente. El autor combina hábilmente su experiencia

personal en el ministerio, citas escogidas con cuidado, observaciones inductivas de la

Biblia, y consejos cargados de sabiduría. El tono general del libro es persuasivo, pero con

un alto grado de instrucción. Es que el pastor Montoya claramente entiende que no es

cuestión de exhortar a alguien para que sea más apasionado, y motivarlo con buenos

ejemplos del pasado. El asunto es mucho más complejo. El fuego genuino en un predicador

debe tener un origen autentico, no es algo que pueda fabricarse como una pose ensayada

para conmover al auditorio. Todos conocemos esa clase de experimentos patéticos que solo

denigran el precioso mensaje del evangelio. Alex Montoya está convencido que se puede

aprender a predicar con pasión, y él enseña cómo hacerlo de una manera auténtica.

Una de las virtudes de esta obra es su diseño: el libro está repleto de bosquejos que

ayudan al lector a seguirle el paso, a estar permanentemente orientado sabiendo de donde

viene y hacia dónde va. Este detalle junto con la evidente preocupación del escritor por ser

útil al lector, le dan a este escrito un ritmo muy particular. El libro es mucho más que unos

“pocos consejos acerca de la predicación” (164); es un verdadero manual sobre la pasión al

predicar. Con justicia se le pueden aplicar al menos cuatro acepciones de esta palabra,

como lo documenta el Diccionario de la Real Academia Española: Manual (del lat.

manuālis): 2. adj. Fácil de manejar. 3. adj. Que exige más habilidad de manos que
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inteligencia. 5. adj. Fácil de entender. 9. m. Libro en que se compendia lo más sustancial de

una materia.

Las ocho cualidades necesarias para encender la pasión en el predicador son tratadas

en ocho sucesivos capítulos: poder espiritual, convicción, compasión, autoridad, sentido de

urgencia, quebrantamiento, todo el ser (ademanes o lenguaje corporal), e imaginación. En

cada caso se procura definir y sustentar bíblicamente lo que se está hablando, para dar lugar

inmediatamente al lado práctico de cada “paso,” como los denomina Montoya.

Lo más sobresaliente de esta obra, a juicio de este revisor, son los capítulos acerca

de la compasión y el quebrantamiento, como caminos a una predicación viva y vivificante.

Ambos asuntos se meten en el meollo de una pasión imposible de fingir o de fabricar en el

aula de un seminario. Ambos asuntos también dejan entrever porque la buena predicación

es tan rara: un buen predicador debe tomar en serio a Dios y a Su gente. Los consejos sobre

cómo predicar con convicción son dignos del precio del libro, y la lista de hombres de

convicción en la Biblia merece fotocopiarse para el archivo homilético. De la importancia

del lenguaje corporal se desprende la predicación extemporánea como el método preferido

para entregar el sermón. Al referirse a la imaginación, se sugiere como pregunta para

autoevaluarse: “¿Decimos algo en forma gloriosa?” (142). Por último, y solo en tren de

enumerar los momentos más notables, la confesión del autor de cómo resuelve su falta de

compasión (75–76) conmueven aún al lector más distraído.

Si bien al final se enumeran más de cien citas, el material fundamental procede de la

propia experiencia pastoral de su escritor. Lo cierto es que este precioso libro tiene poder

espiritual, enseña con convicción y autoridad, y está cargado de compasión y un sentido de

urgencia. Como un buen sermón, sus páginas no despiertan tanto admiración como el deseo

de cambiar, de mejorar, para la gloria de Dios y el beneficio de Su pueblo.


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VIII. MODELO II DE RESEÑA

IDEAR
Alejandro Peluffo

El Modelo de Antioquia: Ocho características de una Iglesia Efectiva

El Modelo de Antioquia, por Ken Hemphill, es un interesante libro sobre el

crecimiento de la iglesia. El autor es consciente de que su lector promedio ya ha leído algo

sobre el tema, así que decide comenzar el libro con una larga introducción a la manera de

un diario personal, donde expresa todas sus frustraciones con el movimiento actual del

crecimiento de las iglesias. La introducción logra su propósito, de manera que el lector

sospecha que este es un libro distinto, que vale la pena leer.

El libro toma mucho de su contenido del modelo de la iglesia de Antioquia

presentado en Hechos. El autor comparte mayormente de su propia experiencia como

pastor y padre de familia, aunque utiliza bastante el texto de Hechos 11 y escrituras

seleccionadas. Hemphill no es crítico con el movimiento actual “amigable con los que

buscan” pero si presenta algunas advertencias contra él. Desde el principio, en su prólogo,

el autor nos deja saber que no cree que la clave del crecimiento sea alguna clase de método:

“El crecimiento de la iglesia no es producido por medio de un programa, un plan, o una

estrategia de mercadeo. La mayor necesidad de su iglesia no es una comprensión más

profunda de asuntos demográficos; es una comprensión más profunda de Dios… El

crecimiento es el resultado de una relación correcta con el Señor de la iglesia. El

crecimiento de la iglesia es por definición una actividad sobrenatural y por eso es realizada

en la iglesia por el mismo Señor” (16).

Basado en ese concepto que recorre todo el libro, el autor propone entonces

solamente describir las características (ocho) de una iglesia que crece, pues él está
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convencido que el verdadero carácter de la iglesia determinará finalmente su capacidad

para crecer. A medida que describe esas características, ofrece muchísimas advertencias y

consejo sabio y sumamente práctico.

La primera característica es el poder sobrenatural. El problema de nuestras iglesias

dice Hemphill, no son nuestras circunstancias ni la falta de recursos; el problema es la falta

de investidura sobrenatural. Por haber enfocado demasiado en los métodos, hemos olvidado

el poder sobrenatural de Dios. En este punto el autor sostiene que el crecimiento de la

iglesia es al mismo tiempo sobrenatural y natural.

La segunda característica es la adoración que exalta a Cristo. Aquí se enfatiza

mucho la oración, el ayuno y la adoración. Luego de definir que es adoración

correctamente, concluye que es imposible adorar a Dios persiguiendo otro fin en mente.

¡Bien dicho! También es saludable su énfasis en la predicación bíblica como el centro de la

adoración. En cuanto al estilo de adoración, el autor recomienda no etiquetarlo como

contemporáneo o innovador. Mas bien, dice el, se ha demostrado que el espíritu del culto es

más importante que su estilo o el tipo de música que se utiliza. El autor advierte que los

cultos “sensibles al que busca” han dado resultado mayormente porque los miembros se

animaron a invitar a sus conocidos. Eso es todo el secreto. Sea como sea el servicio,

“todavía hay que invitarles a que vengan” (60).

La oración que conecta con Dios es la tercera característica de una iglesia saludable

que experimenta la investidura sobrenatural del poder. La cuarta es sobre los líderes siervos

y el perfil del pastor como un padre de familia, por sobre las demás analogías conocidas. Al

hablar de las relaciones familiares dentro de la iglesia, probablemente estira demasiado la

analogía de la iglesia como una familia. El principio aquí es que las iglesias sanas están

comprometidas a la edificación de las relaciones de comunidad. La clave para el desarrollo


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de relaciones familiares en la iglesia es el pastor: si el pastor invierte el tiempo y la energía

necesarios para llegar a ser el “pastor–padre” de la iglesia, entonces la iglesia comenzará a

reflejar su carácter.

Otra característica es una visión de proporciones divinas. Aquí el autor es un tanto

ambiguo y misterioso cuando enfatiza que debemos recibir esa visión de Dios y obedecerla

como si fuera una verdad revelada. ¿No sería más sensato, aunque menos impresionante,

simplemente animar a los pastores a buscar maneras concretas y personalizadas de cumplir

la gran comisión en el contexto de los recursos y circunstancias que Dios soberanamente

determinó para sus iglesias locales?

Los últimos dos capítulos acerca de la pasión por los perdidos y el discipulado son

fenomenales en cuanto a la cantidad de consejo práctico y sabio en el área de evangelismo.

El concepto más sobresaliente aquí es que “desarrollar una iglesia evangelizadora no es

tanto asunto de encontrar el programa y la estrategia correctos, como de desarrollar un

clima evangelizador” (165).

La conclusión del libro hace un eficaz repaso de todo el contenido, volviendo a

enfatizar la oración como clave para comenzar el crecimiento, recabando información del

medio interno de la iglesia y del contexto externo, mientras se ruega a Dios por guía y

dirección.

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