Está en la página 1de 7

SE APRENDE A ESCRIBIR ESCRIBIENDO Y A LEER

LEYENDO, PERO… ¿CÓMO?


Un aprendizaje exitoso se basa en un desarrollo creciente de habilidades cognitivas, leer no es solo
deletrear, sino construir un significado los niños aprender a escribir para poder comunicarse y expresarse.
Esta construcción la hacemos paso a paso sin abandonar lo que se va conquistando.
Debemos tener en claro cuál es el objetivo, nuestro PEI apuesta a lograr aprendizajes basados en PRACTICAS
SOCIALES DE LECTURA Y ESCRITURA que deben realizarse SISTEMATICAMENTE a lo largo de TODA LA
ESCOLARIDAD, a través de actividades, proyectos institucionales, proyectos áulicos, secuencias de escritura y
escritura y situaciones de revisión y sistematización.
DEBEN PLANTEARSE SIEMPRE:

a) SITUACIONES FUNDAMENTALES DE ESCRITURA Y LECTURA SIN

b) ALTERNANCIA- DINAMICA (alumno trabaja solo, pareja, colectivamente) OLVIDAR

c) MATERIAL DIDACTICO ADECUADO Y SIGNIFICATIVO NINGUNA

A) SITUACIONES FUNDAMENTALES DE LECTURA Y ESCRITURA

Son cuatro…. # LECTURA ° A TRAVÉS DEL MAESTRO

° POR SI MISMOS ° VOZ ALTA

° VOZ BAJA.

# ESCRITURA ° A TRAVÉS DEL MAESTRO

° POR SI MISMOS.

LEER A TRAVÉS DEL MAESTRO: leer es COMPRENDER el contenido de un texto, que los chicos puedan LEER a
través de sus PROPIOS OIDOS .Debe ser un gran desafío para el maestro, tiene que conectarse con el
alumno, cautivarlo ya que todavía no domina el sistema de escritura.
Es importante que diferenciemos LEER A TRAVES DEL MAESTRO y ESCUCHAR LEER AL MAESTRO, esta
segunda opción no es significativa y refleja una actitud pasiva que no contribuye en la construcción de
aprendizajes significativos.
ESTA PRACTICA DEBE MANTENERSE A LO LARGO DE TODA LA ESCOLARIDAD, PUES PERMITE FORMAR AL
LECTOR Y LE APORTA IDEAS, VOCABULARIO QUE INICIDIRAN EN SUS PRODUCCIONES.
LEER POR SI MISMOS: proponer en las aulas situaciones en la que los chicos puedan relacionarse de
manera silenciosa y profunda con los textos, con diferentes propósitos y modalidades, es decir SER
BUENOS LECTORES PARA ELLOS Y PARA OTROS. Son necesarios los dos aspectos
ESCRIBIR A TRAVES DEL MAESTRO: si escribir es elaborar un texto, debemos para ello planificarlo,
organizarlo, tener en cuenta los recursos; debemos elaborar situaciones didácticas donde los chicos pongan
en juego lo que saben, que incluya un desafío, es decir plantear a la escritura como un problema a resolver.
Esta modalidad da un alivio a los chicos ya que no tienen que pensar COMO SE ESCRIBEN LAS PALABRAS y
pueden centrarse en otros aspectos.
ESCRIBIR POR SI MISMOS: aquí la demanda cognitiva es mayor, los chicos deben ocuparse del lenguaje, el
formato, la ortografía, la caligrafía, la segmentación, etc. Por eso es importante que se acostumbren a
realizarlo con diferentes textos desde chiquitos, que se den cuenta que no se puede escribir de una vez, es
necesario planificarlo y revisarlo y debe hacerse de una cosa por vez, paso a paso, es decir * PLANIFICAR
QUE VAN A ESCRIBIR.
* COMO LES PARECE MEJOR ORGANIZARLO.
* HACER PRIMERA ESCRITURA.
* DESPUES SUGERIRLES SUCESIVAS REVISIONES TENIENDO EN CUENTA
DIFERENTES ASPECTOS.

B) DINÁMICA DE TRABAJO
PRODUCIÓN EN PEQUEÑOS GRUPOS: construcción de escrituras a través de interacción grupal, siguiendo
algún criterio para organizar el equipo, con una consigna clara, y donde la seño guie y oriente. Los roles de
secretario y colaboradores deben rotar según el objetivo de la escritura.
Otra variante de esta dinámica es encarar el trabajo por parejas, esto compromete más a los chicos.
ACTIVIDADES COLECTIVAS: el maestro conduce la producción, participa toda la clase.
ACTIVIDADES INDIVIDUALES: instancia solitaria de trabajo donde se reflexiona a solas, demanda al alumno
un esfuerzo que le permite concentrarse en su labor, y al maestro apreciar avances y dificultades.

C) MATERIALES DIDACTICOS: portadores de textos, soportes, etc., todo objetos que portan escrituras
(libros, revistas, juegos, diarios, etc., etc., etc.) son importantes biblioteca áulica, abecedario (pero no para
enseñarlo de manera aislada), banco de datos, listados, referentes, tarjetas, carteles informativos
(carteleras, agendas, acuerdos, calendarios, etc.) DEBEN SER RENOVADOS Y ACTUALIZADOS, es como si las
paredes del aula HABLARAN Y SE CONVERTIRAN EN FUENTES DE INFORMACIÓN.

APARTADO ESPECIAL.... PRIMER CICLO.


En el caso de DICTADO AL MAESTRO el alumno está aprendiendo a tener en cuenta el propósito el
destinatario, el género y organizar lo escrito para que tenga coherencia, quede bien escrita. Aquí la seño se
hace cargo del sistema de escritura (alfabético).
Cuando ESCRIBEN POR SI MISMOS conviven diferentes modos de escritura que responden a distintas
hipótesis éstos son pasos necesarios para la construcción del sistema alfabético.
TRAZOS CONTINUOS: imitan escritura, son grafismos primitivos, pueden existir diferencias entre
representación para dibujos y textos.
ESCRITURAS DE UNA SOLA LETRA: puede utilizar una letra o símbolo parecido a una letra, se llaman
escrituras unigráficas.
SECUENCIA DE LETRAS: o grafías que parecen letras (pseudoletras), ocupan todo el renglón, no hay control,
saben que para que diga "algo" debe ocupar todo el espacio disponible.
ESCRITURAS IGUALES O FIJAS: tienen un mínimo de tres letras y hasta diez, varias letras iguales para
representar lo mismo. Tienen HIPÓTESIS DE CANTIDAD (deben tener por lo menos tres letras para que diga
algo) y también HIPÓTESIS DE VARIEDAD (deben tener distintas letras).
ESCRITURAS DIFERENTES PARA DISTINTAS PALABRAS: son escrituras diferenciadas, aquí se conjuga variedad
de letras y cantidad mínima de letras, se dan variaciones cuantitativas y cualitativas pero no guardan
relación con la palabra correcta, tampoco hay relación entre el sonido y el significado de la grafía, aquí son
importantes las intervenciones del maestro debe poner en situación de conflicto...que quisiste poner?
veamos...dice.... que te sobra, que te falta, de donde puedo sacar lo que falta???,etc.
ESCRITURAS SILABICAS: Comienzan a tener en cuenta el aspecto sonoro inicial de la palabra (respeta el
sonido de la primera silaba), cada letra representa una silaba, a cada sonido (silaba) le corresponde una
grafía de esa palabra, en otros casos puede ser cualquier letra (consonante). PUEDEN APARECER
CONTRADICCIONES (mezclas de etapas).
ESCRITURAS SILABICA-ALFABETICA: los chicos escriben una o más letras para cada silaba, mezclando letras
con sonidos independientes, y otros con sonidos silábicos.
ESCRITURAS ALFABETICAS: a cada letra le corresponde un fonema. No hay separación entre palabras ni
observaciones ortográficas.
La adquisición del sistema de escritura involucra aprendizajes muy específicos, entre ellos el
conocimiento del alfabeto, la forma gráfica de las letras, sus nombres, su valor sonoro y la
combinación de éstas para representar significados. Conocer el lenguaje escrito implica reconocer
los usos, las funciones, los géneros, las tramas y las características lingüísticas que presentan los
textos de circulación social. Resulta imprescindible el aprendizaje simultáneo de estas dos
dimensiones. No basta con colocar a los niños frente a los textos para que comprendan el
funcionamiento del sistema de escritura y aprendan el lenguaje que se escribe; es preciso
planificar diversidad de situaciones en que puedan centrar sus esfuerzos en reflexionar sobre una
u otra dimensión. Para comprender cómo piensan los niños el sistema de escritura, es necesario
conocer las investigaciones que han revelado el proceso que realizan al tratar de comprender qué
representa la escritura y cómo representa lo que representa.

El proceso se inicia con la diferenciación entre escritura y dibujo; los niños comienzan a usar
marcas que intentan representar el "nombre" de lo que dibujan: "Ahí está papá y acá "dice" papá".
Las primeras escrituras son indiferenciadas dado que el niño escribe del mismo modo palabras
diferentes; generalmente, con grafías muy primitivas, con trazo continuo o discontinuo. En esta
producción, por ejemplo, Ana escribe un listado de frutas que se encuentran en el apartado
INGREDIENTES de una receta de cocina. Lo hace utilizando trazos continuos:

En un momento posterior, hay una búsqueda de diferenciaciones entre las distintas palabras que
escriben. Esta diferenciación se logra a partir de variar la cantidad de letras entre una y otra
escritura, variando el repertorio de letras empleado o bien cambiando la posición al interior de la
palabra. Julián escribe la misma lista de frutas pero busca lograr diferenciaciones entre las
palabras utilizando como repertorio las letras de su nombre y variando la posición de ese universo
acotado dentro de cada palabra.
Un problema que la escritura plantea a los niños es cuántas letras deberá tener una palabra para
que pueda leerse. Los niños consideran que se necesitan por lo menos tres y esta idea se conoce
como hipótesis de cantidad mínima. En relación con la variedad –cuáles letras utilizar– las
condiciones de legibilidad que los niños establecen es que es necesario que las letras de una
palabra sean variadas; es decir, no aceptan palabras con letras repetidas como OSO o ALA
verbalizando: Ahí no dice nada porque esta y esta (aludiendo a las vocales) son igualitas. Cabe
señalar que, al principio, usan las letras como signos gráficos, independientemente de su valor
sonoro. Las escrituras de este período aún no reflejan intentos de poner en correspondencia las
letras con los aspectos sonoros de la palabra; por eso se las ha denominado presilábicas o
prefonéticas. Los niños las interpretan de manera global; es decir, sin realizar recortes –como lo ha
hecho Ana– o con recortes asistemáticos –como ocurrió con Julián. Incluso pueden usar pseudo
letras (grafías parecidas a las letras pero que todavía no cuentan con todos sus rasgos) tanto como
números o letras convencionales. El repertorio de letras que emplean proviene de la información
que hayan adquirido en su medio. Si el aula provee fuentes de información seguras generalmente
los niños comienzan utilizando las de su nombre y, de a poco, incorporan otras letras de palabras
que les resultan significativas: nombres de compañeros, títulos de cuentos, nombres de
personajes, etcétera. El momento siguiente se constituye en el período de fonetización ya que
comienzan los primeros intentos de establecer correspondencias entre los segmentos orales y la
escritura. Esta correspondencia en un primer momento es silábica cuando le adjudican una letra a
cada sílaba de la palabra. La misma actividad de escritura es resuelta por Melina y Agustina de la
siguiente manera:
Se puede advertir que muchos niños respetan la cantidad de sílabas de una palabra cuando tiene
cuatro o tres sílabas pero no lo hacen cuando presenta dos o una sílaba; en estos casos, agregan
más letras, como lo hace Melina en PERA. Esto responde a que la hipótesis silábica entra en
contradicción con la hipótesis de cantidad mínima; es decir que, para que algo “diga” tiene que
escribirse con, por lo menos, tres letras. En cambio Agustina evidencia, para la misma escritura,
que la hipótesis silábica está más estable que la de cantidad mínima.
Los niños pueden, en un principio, graficar cualquier letra –como Melina– y progresivamente van
usando las pertinentes –como lo hace Agustina–. Generalmente, las vocales son las primeras en
estabilizar; poco a poco, van incluyendo consonantes. Avanzan más rápidamente cuando
comienzan a combinar vocales y consonantes. En este período, los niños también se enfrentan al
conflicto entre la hipótesis silábica y la hipótesis de variedad. Esto ocurre al escribir palabras que
cuentan con muchas letras repetidas en forma contigua. Los niños suelen cambiar una de las letras
o introducir otra para lograr una mayor diferenciación. Cuando los niños escriben algunas de las
sílabas de la palabra adjudicando una letra para cada fonema y continúan manteniendo una letra
para las otras sílabas, avanzan hacia una correspondencia silábico-alfabética; por ejemplo, cuando
escriben PRA para PERA. Estas producciones podrían percibirse como escrituras en las que los
niños “se comen letras”; en verdad develan que están reparando en más letras. La posición del
maestro en relación con estas escrituras es fundamental para ayudarlos a transitar este proceso ya
que, en general, en poco tiempo los niños evolucionan hacia una escritura alfabética. Si se
promueve y alienta la producción escrita, van logrando una correspondencia entre grafías y
fonemas en todas las sílabas que constituyen la palabra, además del uso convencional de las

letras.
En todo proceso de aprendizaje, los niños van centrándose en ciertos aspectos y descuidando
otros. Es posible que se encuentre, por ejemplo, con escrituras donde aparecen todas las letras
pero en desorden, dado que reparan en cuál va pero no en dónde va. También interviene en este
proceso la estructura de la sílaba; sílabas compuestas por consonante vocal (CV) como mesa, son
más fáciles de construir que las conformadas por CCV (blusa) o CVC (Carlos). Progresivamente los
niños logran comprender nuestro sistema de escritura porque pueden coordinar al mismo tiempo
cuestiones vinculadas con cuántas van, cuáles van y en qué orden ubicarlas. También hay que
tener en cuenta que los niños pueden tener cierto nivel de conceptualización cuando escriben
palabras y dar la impresión de que retroceden cuando producen textos. Observemos, por ejemplo,
la siguiente producción de Julieta sobre el sistema respiratorio. Cuando completa una infografía,
escribe las palabras con una conceptualización silábica alfabética manteniendo de manera estricta
la relación entre la grafía y el valor sonoro. Escribe AIS para nariz; OCA para boca; TUO para tubo;
PULMONS para pulmones.

La misma Julieta, cuando escribe un texto que brinda información sobre los pulmones, parece
volver a una conceptualización principalmente silábica. Los pulmones son esponjosos y elásticos:
OPMONEOGSOIEAIC.

Cuando la niña se centra en las ideas que desea comunicar, su dominio del sistema de escritura
opone un obstáculo para la concreción rápida del mensaje. Si se detiene mucho en la realización
de cada palabra, pierde el sentido general del texto. Podríamos preguntarnos, entonces, si no
conviene proponer exclusivamente la producción de palabras aisladas y, sólo cuando los niños
dominaran convenientemente la base alfabética del sistema de escritura, plantear la producción
de textos. La respuesta está al alcance de la experiencia concreta de los docentes: niños que
logran escribir con solvencia palabras y oraciones muchas veces no logran resolver la escritura de
cuentos, breves textos al estilo de las notas enciclopédicas o biografías. Los maestros comentan
con frecuencia que los niños son capaces de “oralizar” sin entender lo que leen; que pueden
graficar la escritura pero no consiguen organizar un texto de manera coherente y cohesiva. Los
docentes tienen claro que el dominio del sistema de escritura no basta para que un niño se
desempeñe con solvencia cuando se trata de interpretar o producir textos escritos. La enseñanza
tiene que proponer la interacción con el sistema de escritura y con el lenguaje escrito de manera
simultánea. Tal como plantea Delia Lerner, es imprescindible superar la separación entre
“apropiación del sistema de escritura” y “desarrollo de la lectura y la escritura” en el inicio de la
escolaridad. En el ámbito escolar, el desarrollo del proceso de reconstrucción del sistema de
escritura no es espontáneo. La escuela y el maestro proponen a diario situaciones de lectura y
escritura; el maestro lee y escribe para los niños y propone instancias para pensar sobre la
escritura (“Cómo nos damos cuenta dónde dice MALENA y dónde dice MILENA”). Es decir, para
formarse como lectores y escritores, desde el inicio de la tarea alfabetizadora, es imprescindible
ofrecer a los niños oportunidades de leer y escribir textos así como situaciones más acotadas que
les permitan enfrentarse con los problemas que plantea el sistema de escritura.

También podría gustarte