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EL NACIMIENTO DE LAS RELIGIONES:

(Me parece importante primeramente definir qué es una religión: Conjunto de creencias o
dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de
normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales,
principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. -RAE)

-El texto aborda la complejidad de definir la religión al inicio de una investigación, sugiriendo
que es más adecuado comprenderla a través de las experiencias y representaciones subjetivas de
las personas, así como de sus efectos comunitarios. Se señala que la acción religiosa o mágica,
en su forma primaria, busca influir en este mundo para obtener beneficios terrenales, como la
lluvia para la agricultura o la salud. Se destaca que estas acciones se consideran racionales
dentro de sus propios contextos culturales y que la distinción entre lo "mágico" y lo "racional"
es relativa y depende de la perspectiva.

Se explora el concepto de "carisma" como una fuerza extraordinaria atribuida a ciertos


individuos o objetos, lo que puede ser innato o adquirido a través de prácticas como el
ascetismo. También se analiza el desarrollo de la creencia en espíritus, que se consideran
fuerzas invisibles que influyen en los objetos y en la vida cotidiana, a menudo asociadas con
prácticas mágicas y con la figura del mago o hechicero.

Se discuten diversas etapas de abstracción en la concepción de los espíritus, desde la creencia en


seres que habitan objetos hasta la simbolización de fuerzas invisibles. Se menciona que los
dioses y demonios no son necesariamente entidades personales, sino más bien poderes
atribuidos a fenómenos naturales o a héroes legendarios. Además, se señala que la permanencia
de una concepción divina depende de varios factores, como su aceptación por parte de la
práctica mágica o de líderes poderosos.

En resumen, el texto aborda la naturaleza compleja y cambiante de las creencias religiosas y


mágicas, así como su relación con la vida cotidiana y las prácticas culturales.

-El texto examina el surgimiento y la evolución del concepto de alma, así como de la idea de
dioses y demonios como entidades sobrenaturales. Se enfatiza que al principio, el alma no se
percibe como una entidad personal o impersonal, sino que se asocia con diversas experiencias
humanas, como los sueños, el éxtasis o el momento de la muerte, dando lugar a creencias en la
transmigración o en la existencia de una vida después de la muerte.

Se profundiza en cómo este desarrollo conduce a una transformación en la percepción de la


realidad, donde no solo los objetos y fenómenos físicos tienen un papel, sino también aquellos
que tienen un significado simbólico. Se señala que el mago, en lugar de actuar directamente
sobre una fuerza, ahora recurre al simbolismo, utilizando medios que tienen un significado
específico para influir en el alma o el espíritu. Esto lleva a la práctica de acciones simbólicas en
lugar de acciones físicas concretas, como sacrificios reales.

Además, se discute cómo estas creencias y prácticas simbólicas influyen en varios aspectos de
la vida cotidiana y la economía, así como en las relaciones con los dioses y los antepasados. Se
destaca la importancia de la estereotipación religiosa en la producción artística y en la vida
social, así como la resistencia al cambio debido a la creencia en la inmutabilidad de lo sagrado.

El texto también explora la transición gradual del naturalismo pre-animista al simbolismo,


donde los objetos y acciones adquieren significados más complejos y simbólicos. Se menciona
el papel crucial del pensamiento analógico en este proceso, el cual influye en diversas áreas de
la vida humana, desde la expresión religiosa hasta el pensamiento jurídico.
En resumen, el texto proporciona un análisis detallado del desarrollo de las creencias religiosas
y mágicas, así como de su influencia en la percepción de la realidad y en las prácticas sociales y
económicas.

-El texto aborda el proceso de evolución de las concepciones sobre los dioses, desde
representaciones naturalistas hasta la formación de un panteón más estructurado y
especializado. Inicialmente, los dioses no eran concebidos como seres antropomorfos, sino más
bien como manifestaciones de fenómenos naturales o entidades abstractas asociadas con ellos.
Sin embargo, con el desarrollo del culto religioso y la reflexión sistemática sobre las prácticas
rituales, se fue configurando una visión más ordenada y antropomórfica de los dioses.

La formación del panteón implica la especialización y la atribución de competencias específicas


a cada divinidad, así como la delimitación de sus atributos y características. Este proceso no
siempre sigue una progresión lineal, ya que a veces la humanización de los dioses no coincide
con la definición clara de sus competencias. Por ejemplo, mientras que los dioses romanos
tienen competencias bien definidas pero menos humanización, los dioses griegos son más
antropomorfizados pero sus competencias son menos precisas.

La importancia de cada dios en el panteón puede depender de diversos factores, como su


relación con fenómenos naturales importantes para la economía o su papel en la vida cotidiana
de la sociedad. Además, la especialización de los dioses refleja la creciente complejidad de las
actividades humanas y la necesidad de atribuir a cada una de ellas una divinidad específica que
garantice su éxito o protección.

En este contexto, se destaca la importancia del culto religioso en la configuración de la relación


entre los dioses y la comunidad humana. Las agrupaciones sociales, como las familias y los
clanes, desarrollan cultos particulares que refuerzan su cohesión interna y su identidad
colectiva. Esto se manifiesta en la veneración de los espíritus de los antepasados y en la
adoración de divinidades asociadas con el hogar y la familia.

En resumen, el texto examina cómo las concepciones sobre los dioses evolucionan desde
representaciones naturalistas hasta la formación de un panteón más estructurado y
especializado, influenciado por factores sociales, económicos y culturales.

-El texto analiza la estrecha relación entre la estructura familiar patriarcal y el culto doméstico a
los antepasados. Destaca cómo el desarrollo del culto en el hogar está intrínsecamente ligado a
la organización de la familia, especialmente en sociedades donde el poder del culto doméstico
se mantiene fuerte. En tales casos, el culto no solo sirve como una expresión religiosa, sino que
también desempeña un papel crucial en la legitimación de la estructura familiar y en la
regulación de las relaciones intrafamiliares.

Además, el texto explora cómo el culto doméstico puede verse influenciado por factores
políticos y religiosos externos. En algunas sociedades, las asociaciones políticas o religiosas
pueden intervenir en el culto doméstico, alterando su práctica o incluso eliminándolo por
completo. Esta interferencia externa puede tener un impacto significativo en la cohesión
familiar y en la estabilidad de la estructura patriarcal.

También se discute la relación entre la religión y la política en diversas culturas. Se destaca


cómo la asociación entre una divinidad local y una comunidad política puede fortalecer el
sentido de identidad colectiva y legitimar la autoridad política. Esta asociación puede
manifestarse en la exclusividad del culto local y en la prohibición de la participación de
personas externas al grupo en las prácticas religiosas locales.
Además, el texto señala cómo las asociaciones profesionales también tienen sus propias
divinidades o santos especiales, lo que refleja la articulación de las profesiones en la sociedad y
su influencia en la esfera religiosa. Este fenómeno sugiere que la religión no solo está
influenciada por la estructura familiar y política, sino también por las dinámicas económicas y
laborales de una sociedad.
-El texto aborda la diversidad de figuras divinas y la evolución hacia el monoteísmo en
diferentes contextos culturales y sociales. Se destaca que, aunque el judaísmo y el islam son
considerados estrictamente monoteístas, otras tradiciones religiosas, como el hinduismo y el
cristianismo, presentan una complejidad teológica que desafía esta categorización.

Se señala que, a pesar del desarrollo hacia el monoteísmo, la creencia en espíritus y demonios
persiste en muchas culturas, lo que influye en la religiosidad cotidiana de las personas. Además,
se discute cómo la asociación de un dios local con una comunidad política puede determinar su
primacía en el panteón religioso.

El texto también aborda el papel de los factores racionales en la configuración del panteón
divino, así como la importancia de las divinidades estelares y celestes en ciertas sociedades. Se
destaca cómo la formación de imperios y la influencia de las élites sacerdotales pueden
promover la universalización y el monoteísmo en la religión.

Finalmente, se analizan casos específicos de desarrollo hacia el monoteísmo, como el judaísmo


y el cristianismo, señalando cómo factores históricos, políticos y sociales contribuyeron a su
surgimiento. Se concluye que el monoteísmo, aunque represente una tendencia general, es el
resultado de procesos complejos que involucran tanto a la especulación filosófica como a los
intereses prácticos y soteriológicos de las sociedades.

-El texto explora los obstáculos prácticos que enfrenta el desarrollo del monoteísmo riguroso en
las diversas religiones, destacando que, a pesar de su surgimiento en varias culturas, solo
prevalece en su forma más estricta en el judaísmo, el islam y el protestantismo. Se argumenta
que estos obstáculos se deben a los poderosos intereses del sacerdocio en los cultos de los
dioses particulares y al deseo de los laicos de tener un objeto religioso tangible y accesible a la
influencia mágica.

Se discute cómo la concepción de los dioses como seres susceptibles de coerción mágica influye
en las prácticas religiosas, como la oración, el sacrificio y la adoración. Se señala que, en
muchos casos, estas prácticas tienen raíces mágicas y comerciales, donde se espera una
reciprocidad por parte de los dioses. Además, se analiza cómo el antropomorfismo lleva a
concebir a los dioses como poderes similares a los humanos, sujetos a ruegos, regalos y
servicios.

El texto también examina la evolución de las prácticas religiosas hacia una mayor
racionalización y la separación entre la religión y la magia. Se plantea que, aunque la relación
con las potencias suprasensibles se expresa a través de la súplica, el sacrificio y la adoración
como "religión" y "culto", la magia sigue siendo un componente presente en muchos rituales
religiosos. Además, se destaca que en el proceso histórico de represión de cultos antiguos en
favor de nuevas religiones, los antiguos dioses a menudo persisten como "demonios".

MAGO Y SACERDOTE:
-El texto aborda el surgimiento del "sacerdocio" como una entidad sociológica distinta de los
"magos", aunque reconoce que la distinción entre ambos no es completamente clara ni se puede
definir con precisión. Se propone que los sacerdotes son funcionarios profesionales que influyen
en los dioses a través de la adoración, en contraste con los brujos que ejercen coerción sobre los
demonios mediante medios mágicos. Sin embargo, se señala que en muchas religiones
importantes, incluida la cristiana, el concepto de sacerdote incluye elementos mágicos.

Se discuten diversas formas de distinguir entre sacerdotes y magos, como la adscripción a un


culto regular, la pertenencia a una asociación organizada, la posesión de conocimientos
específicos y la práctica de una ética religiosa. Sin embargo, se reconoce que estas distinciones
no son perfectas y que en la realidad hay una continuidad entre ambas funciones.

Se destaca que el sacerdocio implica una racionalización de las concepciones metafísicas y una
ética religiosa específica, mientras que los magos tienden a carecer de estas características.
Además, se argumenta que el sacerdocio profesional independiente es fundamental para el
desarrollo de una ética religiosa y una metafísica racionalizada.

Se menciona que tanto en el culto sin sacerdote como en el mago sin culto falta una
racionalización de las concepciones metafísicas y una ética religiosa específica. Estos aspectos
son desarrollados de manera más completa por un sacerdocio profesional independiente. Sin
embargo, se reconoce que no todos los sacerdocios desarrollan una metafísica racionalizada y
una ética religiosa, y que a menudo se necesita la intervención de otros factores, como los
profetas y los laicos, para impulsar este desarrollo.

CONCEPTO DE DIOS. ÉTICA RELIGIOSA. TABÚ:

-El texto aborda la cuestión fundamental de si se debe influir a un dios o un demonio mediante
coerción o súplica, señalando que la respuesta se determina por el resultado obtenido. Si los
intentos de influencia sobre un dios son ineficaces, puede interpretarse que el dios carece de
poder o que se desconocen los medios adecuados. En algunas culturas, los éxitos resonantes
pueden aumentar la fama de un dios y atraer más creyentes, mientras que los desengaños
pueden llevar al abandono de un templo.

Se destaca que los sacerdotes pueden transferir la responsabilidad del fracaso al dios, pero su
prestigio también se ve afectado si el dios no cumple las expectativas. A veces, se atribuye la
falta de éxito a la conducta de los adoradores, lo que refuerza la concepción del "servicio
divino" del culto frente a la "coerción de la divinidad".

Se menciona que los dioses antropomorfizados no son omnipotentes ni omniscientes, y su poder


puede estar sujeto a pruebas. Se distingue entre potencias buenas y diabólicas, y se discute el
desarrollo de divinidades éticas dentro del panteón, relacionadas con la declaración del derecho
y la disposición del oráculo.

Se aborda el arte de la adivinación, que surge de la creencia en los espíritus y se basa en la


observación de síntomas que indican sus disposiciones. Además, se discute el papel de la
revelación divina en la administración de justicia y la resolución de conflictos.

Finalmente, se explora la concepción de un poder impersonal superior que vincula y evalúa las
acciones de los dioses, lo que influye en el desarrollo de una ética religiosa y en la separación de
las exigencias divinas de las demandas de la naturaleza. Se destaca la importancia de los
mandamientos religiosos como medio para asegurar la buena voluntad de los dioses.

-En resumen, se destaca la presencia de una ética religiosa arraigada en normas de conducta
motivadas por creencias mágicas, donde la infracción se considera sacrilegio. En contextos
animistas, los procesos vitales se atribuyen a espíritus, y se evita ofenderlos para prevenir
consecuencias negativas. La "tabuización" de ciertos alimentos y acciones se convierte en una
forma de garantizar la pureza y evitar males mágicos. Estos tabúes, a menudo ligados a objetos
o animales considerados sagrados, regulan las interacciones sociales y económicas, limitando la
comensalidad y el comercio entre diferentes grupos. La institución de la "comunidad de mesa"
se ve influenciada por estas normas tabúes. Además, el sistema de castas en la India ejerce un
fuerte control sobre la vida social y económica, asociando los oficios con obligaciones
religiosas y garantizando la especialización del trabajo. La ética de la casta glorifica la
perfección artesanal y la fidelidad a la vocación asignada, ligada a creencias en la
transmigración del alma. La permanencia en el propio oficio se convierte en una obligación
religiosa con graves consecuencias religiosas para aquellos que desafían este orden establecido.

-En síntesis, cuando la creencia en los espí-ritus se transforma en creencia en dioses, la ética
mágica da paso a una ética religiosa centrada en la adoración y el culto. La transgresión de las
normas divinas se convierte en un "pecado" ético, castigado por la ira divina. Este pensamiento
se difunde en contextos donde la concepción del dios adquiere rasgos universalistas. La ética
religiosa comparte con la mágica la heterogeneidad de mandamientos y prohibiciones, sin
distinguir su importancia. Se gradúa desde el deseo de asegurar ventajas externas mediante una
conducta piadosa, hasta la concepción del pecado como un poder opuesto a lo divino, y el bien
como una disposición santa y una conducta consecuente. Se mantienen representaciones
mágicas del pecado y la piedad como poderes materiales, como veneno o calor corporal.
Algunas éticas religiosas no alcanzan estas concepciones extremas, como la ética de Confucio,
la griega y la romana, que carecen del concepto de mal radical y de un poder unitario antidivino.
La profecía y el sacerdocio son factores clave en la sistematización y racionalización de la ética
religiosa, junto con la influencia ética de los laicos.

EL PROFETA:
-En términos sociológicos, un profeta se define como un portador personal de carisma cuya
misión implica anunciar una doctrina religiosa o un mandato divino. Esta definición excluye la
discusión sobre el "mensajero de salvación", ya que no todo mensajero divinizado de salvación
es necesariamente un profeta, y viceversa. Un profeta puede surgir como renovador o fundador
de una religión, sin que su intención determine necesariamente el surgimiento de una nueva
comunidad religiosa.

La vocación personal es el factor decisivo que distingue al profeta del sacerdote. Mientras que
el sacerdote reclama autoridad en virtud de estar al servicio de una tradición sagrada, el profeta
se basa en una revelación personal o en una ley divina. Por lo general, los profetas no provienen
del sacerdocio, y su función difiere en que anuncian doctrinas y mandamientos en lugar de
practicar la magia.

Los profetas son diferentes de los magos en que anuncian revelaciones con contenido doctrinal
en lugar de practicar magia. A menudo, los profetas surgen en épocas de intensa propaganda
profética, como fue el caso en el Cercano Oriente y Grecia en ciertos períodos históricos. Se
requieren dones específicos del espíritu y facultades mágicas o extáticas para obtener autoridad
como profeta. La profecía, por lo general, es gratuita, mientras que los magos pueden ejercer
profesionalmente la adivinación, la terapéutica mágica y el consejo.

Los profetas pueden estar relacionados con temas de política social, pero su interés primordial
suele estar en la política exterior como escenario de la acción divina. Aunque algunos profetas
como Moisés pueden desempeñar roles similares a los de legisladores, estos son llamados
generalmente en tiempos de tensiones sociales para establecer un nuevo orden jurídico que se
atestigua como divino.

Los profetas no reciben su misión por encargo de los hombres, sino que la usurpan mediante
revelación divina, predominantemente con fines religiosos. Su propaganda religiosa típica va en
contra de la política religiosa de los tiranos griegos, ya que luchan contra el culto extático y
embriagador. Sin embargo, existen estadios de transición entre el profeta y el maestro de moral,
especialmente en la moral social, donde se llenan de una nueva comprensión de la antigua
sabiduría y aconsejan a particulares y príncipes en asuntos morales y públicos.

-El texto aborda la relación entre la figura del profeta y otras figuras religiosas y filosóficas en
diferentes culturas, centrándose especialmente en las tradiciones griega, india y china. Se
destacan varias ideas clave:

1. El papel del gurú en la India: Se equipara al gurú con el maestro brahmánico, cuya posición
es central en la sociedad noble. El gurú tiene un poder soberano y se espera obediencia total de
sus discípulos.
2. Diferencias entre el profeta y otras figuras: Se distingue al profeta de otras figuras como el
moralista filósofo, el reformador social y el mistagogo (En la Antigüedad clásica, sacerdote que
iniciaba en los monasterios). Mientras que el profeta anuncia una verdad religiosa de salvación,
los otros buscan influir en la sociedad de diferentes maneras.
3. Tipos de profetas: Se identifican dos tipos principales de profetas: el que comunica la voluntad
de un dios y exige obediencia moral, y el que sirve como ejemplo para alcanzar la salvación
religiosa.
4. El profeta y la concepción del mundo: Se destaca que el profeta ofrece una visión unitaria de
la vida, tratando de sistematizar todas las manifestaciones de la misma y coordinarlas en un
modo de vida coherente. Esta visión choca a menudo con las realidades empíricas.

En resumen, el texto explora las diversas formas en que las culturas antiguas concibieron la
figura del profeta y su relación con otras figuras religiosas y filosóficas, así como su papel en la
comprensión del mundo y la vida.

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