Está en la página 1de 1

Si pudiera ir atrás en el tiempo te diría tantas cosas, te abrazaría tan fuerte como fuese posible

y te diría con palabras, con gestos, con miradas cuanto te quiero y lo importante que fuiste y
sos en mi vida. Me encantaría darte toda mi energía para que pudieras salir de la lucha a la que
te enfrentaste y que no pudiste vencer. Sé que lo intentaste, sé cuanto te aferraste a la vida, te
rogaría que lo hubieras hecho más aún, pero sería muy egoísta.

Si hubiera podido, te habría dado parte del tiempo que me queda para que siguieras robando
sonrisas, y viviendo con esa magia tan propia tuya. Si hubiera podido pedir un deseo, habría
deseado que no te fueras, que te quedaras y estuvieras conmigo, físicamente, en las buenas y
en las malas, como siempre lo hiciste, como lo sigues haciendo con tu energía.

Si tan solo pudiera enviarte esta carta al cielo, te contaría que tuve que aprender de nuevo a
vivir con tu ausencia corporal, te contaría de mi vida, aunque sé que estás al tanto de ella, pero
te preguntaría de la tuya: ¿Cómo es allá? ¿Estás feliz? ¿Me extrañas tanto como yo a vos?
También mandaría saludos a todos los que te acompañan.

Me encantaría preguntarte tantas cosas, ¿Estoy haciendo bien las cosas? ¿Me sigues
aceptando como soy? ¿Estarías orgullosa de mí? ¿Sonreirías cuando te cuente mis cosas? ¿Qué
me aconsejarías cuando te cuente mis problemas? ¿Estarías feliz de saber que he logrado
muchas cosas que soñaba de niña? ¿Me hubieras ayudado a recoger las piezas de mi corazón
roto? ¿Me hubieras acompañado a tomar ese cafecito que tanto te gustaba? Son demasiadas
preguntas que jamás tendrán una respuesta, al menos no una tangible.

Todos los días pido soñar con Vos y que al menos ahí puedas decirme si lo estoy haciendo bien,
que me digas tu “jelouuuu” o que estas “bien, bien, bien, bien” me gustaría que aparezcas
cuando necesito un consejo, porque siempre estás en mi mente y en mi corazón.

Gracias por estar. Porque aunque pase el tiempo, te sigo sintiendo. Gracias porque sé que
estás, aunque físicamente te hayas ido, pero tu risa, tus enseñanzas y tu inmenso amor siguen
tan presente como antes, en la música, en las flores, en los perfumes, en las ricas comidas, en
las bellas mariposas y colibrís que me visitan casi todos los días, es ahí en cada cosa que tanto
te gustaban donde te busco y te encuentro, gracias por esas señales.

En donde quiera que estés, se que estas feliz, se que ya no te duele y eso es lo único q me
alivia y reconforta y saber que algún día nos volveremos a ver para charlar, reír y comer
chocolates.

Te extraño todos los días, solo que hoy dolió un poquito mas, Feliz cumpleaños mama.-

También podría gustarte