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Definición de argumentación -La argumentación es un proceso por el cual a partir de un

conjunto de razones vamos a llegar a probar un punto de vista o una conclusión. -A estas
razones también les podemos llamar argumentos o premisas, lo que van a intentar hacer estas
razones, argumentos o premisas es intentar probar algo. La conclusión es a lo qué que
queremos llegar.
Comprender los ensayos basados en argumentos. -Hay que ofrecer una razón para que el
oyente piense que esas opiniones son las correctas. El estudiante debe cuestionar sus propias
creencias y defender su puesto de vista. Debe formar sus propias opiniones y debe tener
capacidad para defender sus propias opiniones. Los argumentos sirven tanto para indagar,
como para explicar y defender sus propias conclusiones.

Tenemos 4 dimensiones dentro de la argumentación:


1- Estructural: dentro de esta podemos distinguir los llamados elementos de la estructura
clásica: Inventio – Disposición (distinguir nivel de argumentos y jerarquización), Elocución
(como expresarse), Memorización – Acción.
2- Psicológico comunicacional: de qué forma esa estructura tiene impacto sobre los demás,
LA RETÓRICA. Dentro de esta también podemos identificar diferentes elementos estos son:
1- convicción: cambiar o intentar cambiar el punto de vista de otra
Todas apuntan a
u otras personas mediante razones o creencias fundadas.
alterar el
2-persuasión: proceso destinado a cambiar la actitud o comportamiento
pensamiento o
de una persona o grupo. acción de alguien.
3-manipulación: carece de fundamentos sólidos.

Auditorio: A quien va dirigido el discurso, a quienes quiero intentar convencer, persuadir y en


última instancia manipular.
- Se adapta el discurso con respecto al auditorio al que se dirige.
- Elementos informativos de este auditorio (tales como los intereses, nivel cultural)
- El nivel cultural del discurso debe estar adaptado al del auditorio.
Falacias: es un razonamiento solo en apariencia, pues el juicio presentado como conclusión no
es tal conclusión.
Paralogismo: atacar al que expone el argumento y no al argumento en sí.
Sofismas: es una premisa o un argumento falso, formulado con el deliberado propósito de
engañar a otro. El término se refiere específicamente a los raciocinios que aparentan ser
correctos pero que, desde la perspectiva lógica, no lo son y pretenden inducir al error.
Sesgos cognitivos: forma de procesar la información (particular del cerebro de c/u) que hace
que importen más algunos elementos que otros.
3- Político social: esta implica un proceso de poder porque si no funcionan las herramientas
siempre hay otra opción, debemos tener en cuenta al contexto.
4- Ética: nos da los parámetros para tener en cuenta la reglas/elementos normativos que nos
dan una idea de lo que sería correcto, cuáles son las reglas ideales para saber que tanto está
distorsionando un campo de discurso.

Barbara Araujo
Existen 3 tipos de texto/discursos:
Informativo: producción de contenido que permite al lector obtener información sobre un
acontecimiento actual o pasado o cualquier otro asunto o tema. No busca convencer, ni da
puntos de vista.
Explicativo: tiene la finalidad de informar y explicar acerca de algo. Para varios autores, el
texto explicativo es lo mismo que un texto expositivo. Verbaliza el punto de vista de alguien
más, no busca convencer.
Argumentativo: elabora, presenta y defiende su punto de vista. Es todo aquel discurso en el
que el autor intenta convencer, modificar o reforzar la opinión del lector u oyente sobre su
hipótesis o punto de vista, mediante justificaciones coherentes que sustenten su idea.
3 tipos de problemas sobre los cuales se argumenta:
1- problemas de palabras: se discute sobre cómo deben ser nombradas las cosas, se deben
establecer definiciones.
2- problemas de hechos: se discute sobre como son las cosas. Hay una sola solución para estas
cosas y es la evidencia sólida.
3- problemas normativos: se discute sobre cómo deberían de ser las cosas. No hay solución
perfecta, se evalúan los pros y los contras de las alternativas racionales. Los problemas de
palabras deben ser resueltos antes de discutir los problemas normativos.

Las claves de la argumentación. Weston, A.


Capitulo I. La composición de un argumento corto
1. Distinga entre premisas y conclusión. La conclusión es la afirmación a favor de la cual usted
está dando razones. Las afirmaciones mediante las cuales usted ofrece sus razones son
llamadas “premisas”. Cuando se utilizan los argumentos se utilizan como indagación, se puede
comenzar por la conclusión. Se debe dejar claro lo que son las premisas y expresarlo
explícitamente.
2. Presente sus ideas en un orden natural. Dos formas: 1) Primero su conclusión seguida de
las razones 2) Exponer primero las premisas y extraer la conclusión final Un truco es reordenar
varias veces su argumento con el objeto de encontrar el orden más natural.
3. Parta de premisas fiables. Aunque el argumento sea válido, si las premisas son débiles, la
conclusión será débil. Las premisas necesitan justificación para demostrar que son verdaderas.
Sino puede argüir adecuadamente a favor de sus premisas tiene que darse por vencido y
comenzar de otra manera.
4. Use un lenguaje concreto, específico y definitivo. Evite los términos generales, vagos y
abstractos.
5. Evite un lenguaje emotivo. Trate de entender las opiniones de una persona contraria a su
postura aun cuando piense que está totalmente equivocada. Sino puede entender como
alguien podría defender el otro punto de vista es que no ha comprendido la postura de esa
persona. Evite el lenguaje cuya única función sea influir en las emociones. Utilizar afirmaciones
neutralizadas. El lenguaje emotivo predica sólo para el converso, pero una presentación
cuidadosa de los hechos puede, por sí misma, convencer a una persona.
6. Use términos consistentes. Use un solo conjunto de términos para cada idea. Si quiere decir
hablar sobre personas liberales diga “liberal” no “de tendencia izquierdista” o “en la tradición

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del New Deal”. Para argumentar “si X entonces Y” Hay que seguir una cadena: “si X entonces Y;
si Y entonces Z; si Z entonces W; si W entonces X”.
7. Use un único significado para cada término. La falacia de la ambigüedad. Hay que eliminar
la ambigüedad. Hay que definir cuidadosamente cualquier término que se introduzca. También
los términos especiales o palabras técnicas.
TIPOS DE ARGUMENTOS (Capítulo II, III, IV, V)
Estos dependen del tipo de premisa que se esté utilizando en apoyo al punto de vista que voy
a defender.
1) Argumentos mediante ejemplos: ofrecer uno o más ejemplos en apoyo a un punto de vista,
es decir, las razones o premisas que van a sostener o apoyar mi punto de vista van a ser
ejemplos.
No vamos a hacer una especie de investigación científica, sino que vamos a proporcionar una
cantidad acotada de datos que es representativa del conjunto como si se hubiese hecho una
investigación.
Si se le ocurren contraejemplos de una generalización que desea defender, revise su
generalización. Hay que examinar la generalización y cambiarla por una más defendible. Se
debe intentar reinterpretar el contraejemplo como otro ejemplo más. La crítica inicial a su
conclusión se transforma en otro elemento de prueba en su favor. Así comprenderá mejor aún
su propia afirmación y estará preparado para responder a las objeciones más importantes.
También debe de pensar contraejemplos cuando evalúe los argumentos de cualquier otra
persona. Tiene que aplicar las mismas reglas tanto a los argumentos de cualquier otra persona
como a los propios.
2) Argumentos por analogía: a partir de la semejanza establecida en las premisas entre dos o
más objetos en uno o más aspectos, se concluye la similitud de otro u otros objetos (sin
pretender abarcar la totalidad) en algún otro aspecto, sobre la base de que todos los objetos
comparados poseen algo en común.
El argumento por analogía no tiene un peso científico. Se emplea cuando necesitamos
entender un aspecto de un asunto y buscamos similitudes a partir de una premisa diferente,
pero de mayor valor y mayor comprensión, que es más aceptada.
3) Argumentos de autoridad: A menudo, tenemos que confiar en otros para informarnos y
para que nos digan lo que no podemos saber por nosotros mismos. No podemos probar
nosotros mismos todos los nuevos productos de consumo, por ejemplo, y la mayoría de
nosotros no puede juzgar, a partir de su propia experiencia, si en otros países los presos son
maltratados. En su lugar, tenemos que argüir de la siguiente forma general:
X (alguna persona u organización que debe saberlo) dice que Y.
Por tanto, Y es verdad.
Se deben citar las fuentes y estas deben estar cualificadas para hacer las afirmaciones en
cuestión. A veces, por supuesto, tenemos que confiar en autoridades cuyos conocimientos son
mejores que los nuestros, pero, aun así, siempre son imperfectos. Si tiene que confiar en una
autoridad que posea informaciones incompletas, pero mejores que las suyas, reconozca el
problema. A menudo, la información incompleta es mejor que ninguna.
Por último, desconfíe de las supuestas autoridades que pretenden saber lo que de ninguna
manera pueden saber.

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4) Argumentos causales: A veces tratamos de explicar por qué sucede alguna cosa
argumentando acerca de sus causas.
Ejemplo: usted se pregunta por qué algunos de sus amigos tienen una mentalidad más abierta
que otros. Habla con sus amigos y descubre que la mayoría que tienen una mentalidad abierta
también son personas cultas —están al tanto de las noticias, leen literatura, etc.—, mientras
que la mayoría de aquellos que no tienen una mentalidad abierta no lo son. En otras palabras,
descubre que hay una correlación entre ser culto y tener una mentalidad abierta. Entonces,
debido a que ser culto parece estar correlacionado con tener una mentalidad abierta
probablemente concluirá que ser culto conduce a tener una mentalidad abierta.
Los buenos argumentos no solo se basan en la correlación de A y B, sino que también explican
el “por qué” tiene sentido para A causar B.
La mayoría de los sucesos tienen muchas causas posibles. Encontrar nuevamente alguna causa
posible no es suficiente; se debe dar un paso más y mostrar que esa es la causa más probable.
Capítulo VII. La composición de un ensayo basado en argumentos
A.- Explorar la cuestión. Pasamos de escribir argumentos cortos a escribir argumentos más
largos. Argumentos en un ensayo. Dos usos de los argumentos: indagar y defender. Primer
paso: indagación, Explorar la cuestión y considerar las diversas posiciones por sí mismo.
A.1.- Explore los argumentos sobre todos los aspectos de la cuestión. Su tarea no consiste en
dar cuenta de la primera opinión que se le ocurra. Su tarea es dar una opinión bien informada.
Primero, infórmese acerca de cuáles son los argumentos que son considerados más fuertes
para cada una de las tesis posibles. Explorando la cuestión encontrará argumentos a favor y en
contra de las diversas afirmaciones. Comenzará a formular argumentos propios. Ensaye
diferentes formas de argumentos, formule el mejor argumento que pueda a favor de cada
tesis, y luego critique estos argumentos usando las reglas. Utilice argumentos mediante
analogía. También ejemplos de autoridad, argumentos deductivos… Examine las posibles
conexiones que puede haber en los casos donde no está seguro que haya una conexión.
A.2.- Cuestione y defienda las premisas de cada argumento. Cuando las premisas de un
argumento son discutibles, usted tiene que examinar también los argumentos que hay en su
favor. No todas las afirmaciones necesitan mucha defensa. Cuando hay limitaciones de espacio
o de tiempo, argumente a favor de sus afirmaciones más importantes y/o controvertibles. Cite
al menos alguna prueba o autoridad a favor de cualquiera otra afirmación que permanezca
debatible.
A.3.- Revise y reconsidere los argumentos tal como aparecen. Puede tener que tratar con
diversas y diferentes conclusiones antes de que encuentre una opinión que pueda ser
defendida con argumentos fuertes. Hay que utilizar formas de argumentos que funcionen
bien. Los argumentos cortos deben ser mejorados y ampliados.
Capítulo VIII. La composición de un ensayo basado en argumentos
B.- Los puntos principales de un ensayo. Suponga que ha llegado a una conclusión que piensa
que puede defender adecuadamente. Organícese. Prepare su esquema
B.1.- Explique el problema. Presente la pregunta. Luego explíquela. ¿Por qué es importante?
¿Qué es lo que depende de la respuesta? Comience mostrando que en la actualidad tenemos
un problema. ¿Por qué otros deberían preocuparse por el tema o interesarse en un cambio?
¿Qué le condujo a usted a interesarse por la cuestión? Debe considerar a su audiencia. Debe
hacer que tome conciencia de la gravedad del problema. Plantee el problema otra vez aun

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cuando sea conocido, le puede ser útil. Para justificar su interés propio en la cuestión, apele a
valores o pautas compartidas.
B.2.- Formule una propuesta o afirmación definitiva. Si está formulando una propuesta, sea
específico y concreto. En primer lugar, su afirmación o interpretación de una manera simple.
Después ofrezca tantos detalles como sea necesario.
B.3.- Desarrolle sus argumentos de un modo completo. Una vez aclarada la importancia de la
cuestión y decidido que es lo que se propone, su trabajo está en condiciones de desarrollar su
argumento principal. Planificar es importante. Un argumento bien desarrollado es mejor que
tres argumentos tan sólo esbozados. No use cualquier argumento que considere que favorece
su tesis. No use cualquier argumento que considere que favorece su tesis. Diferentes
argumentos pueden no ser siempre compatibles. Concéntrese en uno o dos de los mejores. Si
hace una propuesta, tiene que mostrar que resolverá el problema con el cual comenzó.
Argumente acerca de causas y efectos, mediante ejemplos, etc.
B.4.- Examine las objeciones. Anticípese a preguntas escépticas. Si su propuesta es difícil de
implementar admítalo. La mayoría de las propuestas no tienen un solo efecto, sino muchos.
Usted tiene que examinar qué desventajas puede tener su propuesta. Saque las desventajas y
respóndalas. Argumente que las ventajas superan a las desventajas. Anticípese a las
objeciones. Hable con personas con diferentes puntos de vista y lea. Selecciones las críticas
más fuertes y comunes y trate de responderlas.
B.5.- Examine las alternativas. Si defiende una propuesta debe mostrar que es mejor que las
otras maneras. Su explicación debe parecer la más probable.

Capítulo IX. La composición de un ensayo basado en argumentos


C.- Escribir el ensayo. Escribir es el último paso. Lo que sigue son algunas reglas específicas
para escribir un ensayo basado en argumentos.
C.1.- Siga su esquema. Si, al escribir, le parece que su ensayo no tiene una estructura acertada,
deténgase y revise su esquema; después, siga el nuevo.
C.2.- Formule una introducción breve.
C.3.- Exponga sus argumentos de uno en uno. Regla general: argumento por párrafo. Muchos
puntos diversos en el mismo párrafo confunden al lector. Use su principal argumento para
plantear sus párrafos. Primero exponga sus intenciones con claridad (regla B.2.) Un párrafo
que comience: “Mi principal argumento será que…”. Debe dar al lector una idea clara de hacia
dónde quiere ir. Luego, explique y defienda este argumento. Un buen ensayo primero explica
la importancia de la cuestión, luego formula la conclusión y finalmente dedica un párrafo (o
varios) a defender cada una de las premisas. Debe usar los términos de un modo consistente.
C.4.- Claridad. Debe ser claro para cualquier otra persona. Las cuestiones que usted le parece
que están relacionadas, a algún lector de su ensayo le pueden parecer totalmente
desvinculadas. Es esencial, por lo tanto, explicar las conexiones entre sus ideas. La claridad es
importante para usted y sus lectores. Debe explicar el uso de términos clave. Puede que
necesite otorgar un significado más preciso que el usual a términos comunes. Es correcto,
siempre que explique su nueva definición y la use consistentemente.
C.5.- Apoye las objeciones con argumentos. También tiene que desarrollar cuidadosamente y
en detalle los posibles argumentos de las otras partes, si bien no tan completo como los
propios. Debe dejar claras las posibles objeciones y entonces responderlas.
C.6.- No afirme más de lo que ha probado. Termine sin prejuicios.

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Argumentación: análisis, evaluación, presentación.
Van Eemeren. (Capitulos III, IV, V)
Capítulo III – Puntos de vista y argumentación
Identificando el punto de vista
Para determinar cómo se ha resuelto una diferencia de opinión, se debe identificar qué
argumentos han adelantado el hablante o el redactor de un texto para defender sus puntos de
vista.
El propósito de la argumentación es siempre defender un punto de vista.
Si el punto de vista es positivo, la defensa consiste en la justificación de la proposición respecto
de la cual aquel se refiere.
Si la argumentación es empleada para defender un punto de vista negativo, se trata de la
refutación de la proposición.
La argumentación, es siempre un intento de justificar o de refutar algo. Los enunciados que, en
conjunto, forman la argumentación están siempre relacionados con un cierto punto de vista.
Identificar este punto de vista es el 1º paso hacia el reconocimiento de la argumentación.
Si el punto de vista se presenta con convicción, la defensa es breve.
Rara vez, un punto de vista constituye una expresión cuya aceptabilidad es evidente, esto
explica porque un enunciado inusual o controvertido es tomado como un punto de vista. La
cuestión es cuales son los argumentos que se presentan para defender ese punto de vista,
aparecen con rapidez.
Se necesita prestar atención a los indicadores de los puntos de vista como: En mi opinión.
Pienso que. Y otras expresiones que sugieren un punto de vista, como: Concluyo diciendo que.
Espero haber demostrado que. Una vez que se ha determinado cual es el punto de vista,
resulta fácil descubrir que expresiones forman la argumentación para este punto de vista.
Analizando el discurso argumentativo, la presentación verbal debería llevar idealmente el
mayor peso.
Indicadores de argumentación
En la comunicación cotidiana, la función intencional de las expresiones no está indicada
explícitamente en condiciones normales. Solo cuando es necesario evitar la incomprensión,
por razones legales, formales o para enfatizar algún aspecto, se caracteriza la función de una
expresión de manera explícita: Declaro. Le recomendamos. Es una promesa. Los hablantes o
escritores que quieren aclarar que lo que sigue es una argumentación, no necesita acudir a
anuncios explícitos, pueden emplear indicadores de argumentación (Ejemplos: Por lo tanto.
Así. Consecuentemente. Por supuesto. Porque. Desde que. Dado que).
Regla: Los indicadores de argumentación también sirven como indicadores de puntos de
vista.
Al buscar un punto de vista resulta útil cuando se presenta un indicador de argumentación:
- Presentación RETROGRESIVA: el punto de vista precede a la argumentación. Los indicadores
se refieren a un punto de vista que fue planteado con anterioridad (Ejemplos: Porqué. Dado
que). Este orden de presentación es retrogresivo, porque el punto de vista aparece antes que
el argumento.
- Presentación PROGRESIVA: El punto de vista que está siendo defendido sigue a la
argumentación. Los indicadores de argumentación señalan que le sigue un punto de vista,
como en la conclusión (Ejemplos: Así. Por esa razón. Por lo tanto).

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- Hay otras palabras y expresiones que son obvias como indicadores de argumentación: En un
sentido. En otro sentido. Esta es la evidencia de. En conjunto. Con el fundamento de.
Primeramente. En segundo lugar. A causa de. Debido a. en resumen. En vista del hecho de
que.).
Marcas en el contexto
En un contexto bien definido no es difícil la interpretación correcta. Por eso los puntos de vista
implícitos de la argumentación ocurren en un contexto que ayuda a clarificar su función. Los
problemas de interpretación suceden en un contexto que no está bien definido, donde no hay
marcas.
Un contexto bien definido puede estar conformado por:
- Enunciados que siguen o que preceden a la expresión que resulta poco clara. Informaciones
adicionales que pueden provenir de otras fuentes (un hecho establecido y no un punto de vista
que requiere defensa, porque un señalamiento adicional seria dificultoso de explicar).
- Una referencia a la discrepancia de opinión que necesita ser resuelta. Pueden ayudar a
brindar un contexto bien
- Un punto de vista frente al cual la argumentación se relaciona. Definido, que haga la
interpretación más clara.
- Cuando lo que se presume que es un argumento está directamente. El contexto puede
indicar que algo es un precedido o seguido de una afirmación que es tan claramente
inaceptable que tiene que ser un punto de vista que necesita un defensa.
Medios adicionales de identificar la argumentación
Si el contexto no brinda marcas oportunas, se puede emplear otras ayudas para identificar los
argumentos. Está en el interés de una persona que trata de resolver una diferencia de opinión
que el oyente o el lector pueda ser capaz de interpretar correctamente la argumentación. Se
puede suponer que la intención del hablante es emplear argumentos que sean reconocibles
como tales. Si esta intención no está presente en el contexto verbal, puede aclararse si se
emplea como referencia el contexto no verbal. A veces, clarifica la situación específica en la
que se dice algo y el contexto cultural en el que ocurre.
Cuando se interpreta una argumentación, la información suplementaria general y especifica
puede ser muy importante. Una persona que no es parte de la audiencia, objetivo de una
comunicación, puede no disponer de toda esta información que sirve de soporte. A veces la
interpretación requiere de conocimiento de campo específico.
Explicación, elaboración y clarificación
En la interpretación del discurso argumentativo, se debería empezar por lo que ha dicho el
hablante o escritor. Solo cuando surge un problema en la interpretación se debe apelar a otras
marcas. Se debe tener cuidado de dejar fuera las opiniones propias como mecanismos de
influencia de las interpretaciones. Incluso cuando la presencia de un indicador parece señalar
con claridad algo como un argumento, puede no ser correcto interpretarlo como tal. Son
peligrosas las expresiones con porque, pues dan causas más que razones. En lugar de ser
argumentos, sirven para explicar, elaborar o clarificar. (Ejemplo: El budín no se espesó porque
no pusiste bastante gelatina).
Una característica importante de la explicación, la elaboración o la clarificación, es que
cualquier cosa que sea explicitada, elaborada o clarificada es algo que fue aceptado.
La es la situación es diferente con los argumentos, que siempre tienen que descansar en un
punto de vista que no ha sido aún aceptado. Esta característica es explotada por los oradores o

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escritores, que pueden hacer tratar de aparecer sus puntos de vista como si fueran enunciados
de hecho y sus argumentos como explicaciones, entonces crean la impresión de que sus
puntos de vista no necesitan defensa. Incluso cuando no hay intención consciente de engaño,
es frecuente que ocurra que una expresión que en la superficie parece servir como explicación,
en un examen detallado se convierta en una justificación, o tenga una función de refutación y
deba tratarse como argumentación. Cuando se duda, es conveniente ser cauteloso y tratar la
explicación como un argumento.
Una interpretación máximamente argumentativa
Esta estrategia está en el interés de todos los que quieren una resolución de la diferencia de
opinión, ambos, el escritor y el lector se benefician de la interpretación máximamente
argumentativa.
La estrategia debería ser seguida en casos en los que ninguna otra interpretación significativa
es posible y donde no hay razón para suponer que la expresión propuesta carece de sentido
(Ejemplo: Deberías tomar un paraguas. ¿O quieres mojarte? Tomada literalmente la pregunta
es absurda. Mojarte no es una alternativa realista. Nadie prefiere mojarse, de manera que esto
no puede ser visto como una pregunta común. Si se toma al hablante seriamente, debe
suponerse que la pregunta trata de transmitir indirectamente algo más, como la afirmación:
“De otro modo te vas a mojar” o “Esa es la única manera de que te protejas de las mojaduras”.
En una interpretación máximamente argumentativa, la pregunta se ve como un argumento
para el punto de vista del hablante: “Es preferible que tomes un paraguas”. Si el hablante es
serio, esta es la manera como debe ser tomada la pregunta en cuanto a su significación).
Un discurso puede contener una pregunta que es formulada seriamente como tal, pero en
ausencia de una evidencia en el sentido contrario, en un contexto de desacuerdo la
interpretación máximamente argumentativa deberá ser elegida.

Capítulo IV – Puntos de vista implícitos y premisas implícitas


Elementos implícitos en el discurso argumentativo
En la práctica, algunos elementos de la argumentación son dejados de lado. Cuando los
elementos omitidos están presentes de manera implícita en la argumentación, se los
denomina “no expresados” (Premisas Implícitas). Los puntos de vista también pueden ser “no
expresados” (Puntos de vista Implícitos) (Ejemplo: el mundo está lleno de sufrimiento. Si Dios
existiera, no habría tanto sufrimiento. -Por lo tanto, no hay Dios-). Ambos son ejemplo del
lenguaje indirecto, típico del discurso cotidiano. La razón para la omisión de un argumento o
punto de vista puede ser variada:
- La mayoría de las veces, es la intención de engañar a los otros.
- A veces, se dejan algunas cosas referidas a la argumentación porque parecen obvias.
- A veces, los elementos no se expresan para ocultar la debilidad del argumento (debilidad de
premisa no expresada).
Premisa Implícita: Es el elemento adicional que está presente implícitamente en la
argumentación explicita. Incluso cuando una premisa no expresada no sea presentada
explícitamente, aún puede ser criticada por la otra parte.
Los elementos no expresados, aun cuando permanezcan implícitos, pueden influir en:
- Como procede 1 discusión.
- Como influye en el resultado.

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Los antagonistas y protagonistas pueden apelar a una premisa implícita. Los antagonistas
pueden estar de acuerdo o no con un punto de vista implícito, que tiene que inferir de las
razones que el protagonista ha adelantado.
Al evaluar la argumentación, es importante advertir los elementos que han sido
omitidos/implícitos y cuales afirmaciones necesitan ser añadidas para completar los
argumentos, particularmente cuando se evalúa su solidez.
Lenguaje indirecto y reglas de la comunicación
Las formas indirectas que el hablante emplea, como si fuera un rodeo, a veces significan más
que una forma directa (Ejemplo: Alguien puede decir: ¿Sería mucho problema llevar este
paquete al correo? Lo que también significa es, que el oyente debe llevar a cabo esta acción).
El empleo del lenguaje indirecto, es un tipo especial de uso del lenguaje implícito.
- En el tipo de uso implícito del lenguaje ordinario, no hay intención de transmitir algo
adicional en forma de 1 rodeo. (Ejemplo: El dicho de 1 vendedor que afirma “son 370 pesos”,
en lugar de decir “Le informo que el precio de este saco es de 370 pesos”).
- En el uso del lenguaje indirecto, los hablantes intentan:
+ Comunicar más que lo que ellos dicen. De otra manera, la forma indirecta no comunicaría
nada.
+ Y también indican esto al oyente en su presentación.
¿Cómo los hablantes transmiten que están diciendo algo de manera indirecta? ¿Cómo se
supone que saben que se significa algo diferente a partir de lo que ha sido dicho? Hay que
reconocer que cuando la gente quiere comunicarse uno con el otro sigue el principio de la
comunicación. Trata de hacer sus contribuciones al juego de la comunicación y a partir de allí
se desprende el propósito de la comunicación con sus reglas generales:
1) SE CLARO. La regla de claridad, es la que dice que cualquier cosa que deba ser dicha o
escrita debe ser lo + fácil de comprender que sea posible.
2) SE SINCERO. La regla de sinceridad, es aquella que sostiene que no se debe faltar a la
sinceridad.
3) SE EFICIENTE. La regla de eficiencia, es la que dice que no se debe ser redundante o hablar
sin sentido.
4) VE DIRECTO AL PUNTO. La regla de relevancia, es la que sostiene que debe haber una
conexión apropiada con lo que se dijo antes.
El principio de la comunicación y sus reglas dan a los usuarios del lenguaje, la oportunidad de
emplear recursos indirectos y de reconocerlos en el empleo de los otros.
Condiciones de corrección en los actos de habla
Para cada uno de los diferentes tipos de actos de habla (anuncio, promesa, explicación de algo,
defensa de un punto de vista), se puede dar una descripción precisa de lo que significa
respetar el principio de la comunicación, formulando las condiciones de corrección específicas:
La argumentación es también un acto de habla, y hay algunas condiciones que se deben
cumplir para que sea correcta.
Condiciones preparatorias: Expresan que debe hacer el hablante para respetar la regla de la
eficiencia.

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En el caso de la argumentación, esta regla requiere que sea parte del compromiso del hablante
intentar no ser redundante o carecer de dirección para convencer a alguien de un punto de
vista. Las condiciones preparatorias establecen que el hablante debe creer que el oyente:
a) No acepta totalmente el punto de vista expuesto.
b) Aceptará el enunciado empleado en la argumentación.
c) Verá la argumentación como una defensa aceptable (o una refutación) de la
proposición a la cual el punto de vista se refiere.
Si no se alcanza la 1ª condición, la intención de convencer a la otra parte es redundante.
Si ninguna de las otras 2 condiciones se alcanza, la intención del hablante carece de sentido:
no es posible convencer a alguien haciendo uso de un argumento que es inaceptable para la
otra parte.
Si el hablante es tomado en serio, debe suponer que estas 3 condiciones se logran, a pesar de
que sean claras indicaciones de lo contrario.
Condiciones de responsabilidad: Describen lo que el hablante debe creer para respetar la
regla de la sinceridad.
Para la argumentación, esta regla significa que el hablante tratará de convencer al oponente
sin engaños. Las condiciones de responsabilidad que se deben respetar establecen que el
hablante cree que:
a) El punto de vista es aceptable.
b) Los enunciados empleados en la argumentación son aceptables.
c) La argumentación es una defensa aceptable (o la refutación) de la proposición a la cual
se refiere el punto de vista.
Si se toma en serio al hablante, se debe suponer que respeta estas condiciones, a - que haya
indicaciones claras en el sentido contrario.
Violación de las reglas de la comunicación
Cuando ocurre que una de las reglas de la comunicación ha sido violada sin que el hablante
haya abandonado el principio de la comunicación.
- El oyente bien intencionado no supone de inmediato que el hablante a través de la falta de
algunas de las reglas, ha quebrado la comunicación sin buenas razones. Por el contrario, trata
de interpretar las palabras del hablante en un sentido tal que la aparente violación adquiere
un significado posible.
- En la práctica, es difícil reconocer una violación sin buscar de inmediato una explicación que
dé sentido a esa violación. (Ejemplo: Si alguien interrumpe una conversación animada acerca
de la vida amorosa de un amigo mutuo con la declaración irrelevante: “Esta un poco ventoso
hoy”, los oyentes probablemente interpretarán esa declaración, como una advertencia de que
el amigo está entrando en la habitación. Los hablantes pueden sacar ventaja de esa tendencia
“racionalizadora” de los oyentes y de manera intencional transmitir algo más de lo que están
diciendo literalmente, por medio de una abierta violación de una de las normas de la
comunicación).

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Diferentes formas de lo indirecto
Todas las reglas de la comunicación pueden ser empleadas para transmitir algo de modo
indirecto y las violaciones de las diferentes reglas llevan a diferentes formas de lo indirecto.
1) La regla de claridad, establece que los hablantes deben asegurarse de que los oyentes
comprender lo que quieren decir; según el fundamento de esta regla, los oyentes pueden
suponer que ello es posible para entender el significado que los hablantes quieren asignar.
(Ejemplo: Juan: - ¿Cuándo vas a arreglar ese molinillo de café? María: -Alguna vez. Una
promesa expresada vagamente o con falta de claridad, puede interpretarse como una
expresión indirecta de renuencia o rechazo).
2) La regla de sinceridad, establece que el hablante debe ser sincero y en el fundamento de
esta regla el oyente puede suponer que el hablante quiere decir lo que dice. El hablante
diciendo algo de un modo no sincero, puede irónicamente o indirectamente transmitir lo
opuesto de lo que realmente dice. (Ejemplo: ¿Así que ya no recordás más la cara de tu ex
novio? Debe sentirse dolido).
3) La regla de eficiencia, propone que los hablantes pueden no decir algo que sepan que será
redundante o sin finalidad; según el fundamento de esta regla, los oyentes pueden suponer
que todo lo que dice el hablante no es inapropiado. (Ejemplo: Empleando la redundancia
obvia, el miembro de un comité que opina que una reunión es una pérdida de tiempo, puede
aclarar que considera que hay que volver a tratar los temas con seriedad: ¡A partir de ahora
inicio este encuentro! Y un asunto de falta de dirección, porque no tiene respuesta, puede ser
empleado indirectamente para expresar una queja: ¿Cuándo encontraré la felicidad?).
4) La regla de relevancia, establecen que los hablantes deben asegurarse de que sus
enunciados son una respuesta adecuada a los que los han precedido; y en los fundamentos de
esta regla, los hablantes pueden suponer que este es el caso. (Ejemplo: María: - ¿Cómo
tomarías que invite a Juan a cenar con nosotros en algún momento? Gustavo: -Pienso que voy
a ir a ver si hay una lata de cerveza en la heladera. Una respuesta que no se relaciona de
manera obvia con lo que ha sido dicho hace un momento, puede ser empleada para transmitir
que el hablante rehúsa debatir según este tema).
En las variantes indirectas, los hablantes buscan no decir directamente algo que quieren decir.
Este significado será comprendido solo si los hablantes se aseguran de que las violaciones son
advertidas e interpretadas correctamente por el oyente. En la práctica, hay muchas razones
para que ello ocurra:
- Que lo consideren más como una cuestión de cortesía que de una demanda directa u
obligación.
- Que estén temerosos de perder algo si su sugerencia es rechazada.
- Quizás tratan de dar a la otra persona la suficiente libertad para que se forme una opinión
propia.
- Creer que es más estratégico no expresar sus intenciones muy abiertamente.
Haciendo explícitos los puntos de vista implícitos
Una defensa consiste en un argumento único, que se funda en una línea de razonamiento.
Si el punto de vista que se defiende es inexpresado, la conclusión de esta línea de
razonamiento se habrá perdido y los oyentes que toman el argumento con seriedad supondrán
que el razonamiento es válido; y completaran ellos igual la conclusión perdida. Tratarán de
formular una conclusión que lógicamente se desprende del razonamiento presentado.
(Ejemplo: un buen director de museo, es por supuesto, el que te compra una obra. Si no lo hace,

Barbara Araujo
es en verdad, un imbécil. El señor Bianchi nunca compró una obra mía, de modo que…Es fácil
reconstruir el razonamiento de este argumento:
1. Si 1 director de museo no compra mi obra entonces es un verdadero imbécil.
2. El señor Bianchi nunca compró una obra mía.
Por lo tanto: 3. El señor Bianchi es un verdadero imbécil. Puede ser considerado como “un
punto de vista implícito”.
Este razonamiento es válido, no hay agujeros lógicos. Si uno acepta los enunciados 1 y 2, se ve
forzado a aceptar la conclusión).
Haciendo explícitas las premisas implícitas
Con la ayuda del principio de la comunicación, las reglas, la lógica y las premisas implícitas
pueden convertirse en explícitas. De manera técnica, la argumentación en la que una de las
premisas ha desaparecido es un razonamiento inválido. Ejemplo: A Claudio le gusta cantar
chamamés <conclusión> porque viene de Corrientes <enunciado>. Este enunciado no justifica la
conclusión. El razonamiento es válido solo si se le añade otro enunciado. El enunciado que
necesita añadirse puede encontrarse estableciendo 1 conexión entre la premisa explicita
(después de “si”) y el punto de vista (después de “entonces”) Si Claudio viene de Corrientes,
entonces le gusta cantar chamamés. Si el enunciado es añadido al argumento, el razonamiento
es lógicamente valido: si la premisa es verdadera, la conclusión debe ser verdadera. El
razonamiento como 1 todo tiene 1 validez lógica:
1. Si Claudio viene de Corrientes, entonces le gusta cantar chamamés.
2. Claudio viene de Corrientes.
Por lo tanto 3. A Claudio le gusta cantar chamamés.
En un análisis crítico constructivo de la argumentación, el razonamiento subyacente debe ser
válido por medio del agregado “si…, entonces”. El enunciado agregado es solo una repetición
literal de lo que ya estaba implícito en los otros enunciados. Esto significa que el enunciado
agregado debería ser redundante y por lo tanto una violación de la regla de la eficiencia. No
hay razón para suponer que el hablante este violando esta regla.
Es más razonable atribuir al hablante un enunciado que es más informativo y no viola la regla
de la eficiencia. Esto se puede realizar añadiendo otro enunciado. “A los correntinos les gusta
el chamamés”. Este enunciado es la mejor opción en ausencia de otra evidencia del contexto.
Si no hay evidencia en contra de la elección de esta interpretación particular, puede ser vista
como 1 premisa implícita.
Argumentación original: El punto de vista de Olga es que a Claudio le gusta cantar chamamés
porque es correntino (y a los correntinos les gusta el chamamés –premisa implícita-).
Premisas implícitas en un contexto bien definido
El contexto puede estar tan bien definido que requieran un pronunciamiento específico de una
premisa no expresada.
Como una regla, es mejor comenzar por la suposición de que la argumentación sucede en un
contexto que no está definido del todo. Ya que si la interpretación no especifica trae consigo el
atribuir al hablante una violación (que sea injusta para el hablante), se debería examinar si el
contexto permite otra más especifica, que no traiga consigo una violación.
Ejemplo: Norma responde a una invitación de su amiga Violeta de ir con ella a una fiesta.
Argumento: No creo que deberías preguntarme si voy a ir contigo a esa fiesta (punto de vista)
¡Pedro y Margarita están en Bariloche! (argumento) Sin más información acerca del contexto,

Barbara Araujo
no hay aparente conexión entre el argumento y el punto de vista. Si se sabe algo más del
contexto, se puede formular un enunciado más significativo que este más próximo a la
intención del hablante y funcione mejor. Si Norma está muy triste porque su novio Pedro se
fue de vacaciones con su amiga Margarita, entonces se puede realizar otra formulación.
Argumento: No puede pensarse que alguien que anda mal de amores vaya a divertirse a una
fiesta).
Capítulo V – La estructura de la argumentación.
Argumentos únicos
La argumentación puede evaluarse solo después de que esta claro como los argumentos se
organizan entre sí, ya que la defensa de un punto de vista consiste en más de un argumento
único. Y determinar cuál es la estructura cuando se comprende que la argumentación
compleja puede dividirse en argumentos simples.
El argumento único: Es una defensa, el caso más simple y sencillo. Es un argumento que en su
forma más explícita está constituido en solo 2 premisas. Una de estas es implícita, de manera
que puede conformarse con una sola premisa. El argumento tiene la estructura más simple
posible, inserto en un discurso más largo. Para alcanzar la evaluación (una visión más completa
del argumento), puede ser útil hacer explicita la premisa dejada en estado implícito en un
único argumento. Esto es cierto si la premisa implícita prosigue en la discusión posterior.
Argumentación múltiple, coordinada y subordinada
Hay diferentes tipos de argumentación compleja, que a veces a través del empleo de
indicadores, la presentación verbal brinda evidencia, sea que la argumentación sea alguna de
estas 3:
- La argumentación múltiple, consiste en más de una alternativa de defensa del mismo punto
de vista. Consiste en defensas alternativas del mismo punto de vista presentadas una después
de la otra. Estas defensas no dependen cada una entre sí para sostener el punto de vista y son
un peso equivalente. Cada defensa podría mantenerse sola teóricamente y es presentada
como si fuera suficiente para defender el punto de vista.
- La argumentación coordinada, varios argumentos tomados juntos forman la defensa de un
punto de vista. Los argumentos no forman series alternativas de defensa, sino que es un único
intento de defender un punto de vista, que consiste en la combinación de argumentos que
pueden ser tomados juntos para la conformar una defensa concluyente. Las partes
componentes son “dependientes” de cada uno para la defensa del punto de vista, en varios
sentidos:
+ Porque cada argumento por sí mismo es demasiado débil para sostener de modo
concluyente el punto de vista.
+ Cuando un 2º argumento previene de posibles objeciones al 1º de modo tal que lo refuerza.
- La argumentación subordinada, con argumento que apoyan a otros argumentos. Es que los
argumentos sean dados como tales. La defensa del punto de vista inicial no puede mantenerse
por sí mismo, entonces es apoyado por otro argumento y este requiere de otro sostén,
entonces un nuevo argumento se añade y así sucesivamente, hasta que la defensa sea
concluyente. El hablante anticipa que ciertas partes necesitarán una mayor defensa. Entonces,
la parte a ser defendida se convierte en un punto de vista subordinado, que es defendido por
medio de la argumentación subordinada. Es una cadena de razonamientos en la que la relación
más débil determina la fuerza del todo, sin tener en cuenta los otros vínculos.

Barbara Araujo
La complejidad de la estructura de la argumentación
La argumentación puede ser de mayor o menor complejidad según:
- El núcleo de argumentos únicos en que consista.
- La relación entre estos argumentos.
- El Nº de argumentos que necesitan adelantarse depende, de la naturaleza de la diferencia de
opinión:
a) una diferencia de opinión múltiple, tiene varias razones de ser:
- Requiere más de un único argumento. Cada proposición que tenga que ser defendida o
refutada requiere de un único argumento. Si hay varias proposiciones que tengan que
defenderse o refutarse, tienen que plantearse varios argumentos únicos.
- La aceptabilidad, es siempre una cuestión de grado: la gente acepta las cosas en mayor o
menor medida. Los argumentos adicionales pueden alcanzar un nivel de aceptación; aunque
muchos pueden tener el efecto inverso.
b) una diferencia de opinión mixta, es que más de una parte debe presentar una defensa, cada
una de las cuales debe consistir en un argumento único o en más de una argumentación
compleja. La complejidad depende de las objeciones a las que se refiera o anticipe. Si los
protagonistas encuentran o anticipan objeciones a ciertas partes de sus argumentos, necesitan
alcanzar argumentaciones subordinadas para defender esas partes con más argumentos.
La crítica o la anticipada crítica incluyen:
- El contenido de las premisas.
- La referencia a su poder justificador. El antagonista puede aceptar una premisa dada, aunque
dude si le brinda suficiente soporte al punto de vista. Para tomar en cuenta tal critica, el
protagonista puede suplementar la argumentación original con otros argumentos que
directamente sostienen el punto de vista, así se crea una argumentación coordinada.
Las respuestas del antagonista o las anticipadas pueden llevar al protagonista a proponer
diferentes clases de argumentación (subordinada, coordinada o múltiple). Una razón para dar
argumentos adicionales es si el protagonista anticipa que uno o más de los intentos de defensa
del punto de vista pueden fracasar. Si la argumentación es dirigida a un grupo de personas sus
repuestas pueden ser diferentes.
Representando sistemáticamente la estructura de la argumentación
La argumentación compleja puede ser siempre separada en argumentos únicos. (Ejemplo:
Terminando esta revisión de sus logros a lo largo de los años, Petrewsky, me gustaría
agradecerle en nombre de todos por los 35 años de trabajo en nuestra empresa. Esperemos
que disfrute el resto de sus días en compañía de su esposa y de sus hijos. Ha logrado 1 beneficio
y estamos orgullosos de ofrecerle este viaje a Hawaii, porque ha trabajado mucho para ello.
Premisa implícita: “El trabajo duro debería ser recompensado”).

ARGUMENTACIÓN UNICA
(designada por el punto de vista al que se refiere)
Petrewsky ganó el premio (1)
Petrewsky trabajó duro para ello (1.1) El trabajo duro debería ser recompensado (1.1’)
(Estas 2 partes que conforman en un argumento único, se unen, y se relaciona la premisa
explícita al punto de vista que se invoca) (una premisa implícita que se vuelve explicita)

Barbara Araujo
(Ejemplo: Posiblemente no puedes haber encontrado a mi madre en M y S en Sheringham la
semana pasada, porque Sheringham no tiene 1 tienda M y S y mi madre murió hace 2 años).

ARGUMENTACIÓN MÚLTIPLE
(Los argumentos que forman parte están separados, pero llevan a un mismo punto de vista)
No puedes haber encontrado a mi madre en M y S en Sheringham la semana pasada. (1)
Sheringham no tiene 1 tienda M y S (1.1) Mi madre murió hace 2 años (1.2)

(Ejemplo: No teníamos más opción que salir a comer afuera, porque no había nada para comer
en casa y todos los almacenes estaban cerrados).
ARGUMENTACIÓN COORDINADA
(Los argumentos únicos deben ser tomados juntos para defender el punto de vista y se
relaciona todo el grupo con este)
Tuvimos que salir a comer (1)

No había nada para comer en casa (1.1a) Todos los almacenes estaban cerrados (1.1b)

(Ejemplo: No te puedo ayudar a pintar tu cuarto la semana próxima, porque no tengo tiempo la
semana próxima, porque tengo que estudiar para un examen, porque de otra forma perderé mi
beca, porque no estoy haciendo buenos progresos en mis estudios, porque ya llevo en ellos más
de 5 años).
ARGUMENTACIÓN SUBORDINADA
(Consiste en una cadena de argumentos que son dependientes uno del otro, se los representa
como serie de argumentos conectados verticalmente)
No te puedo ayudar a pintar tu cuarto la próxima semana.

No tengo tiempo la semana próxima.

Tengo que estudiar para un examen.

De otra forma perderé mi beca.

No estoy haciendo buenos progresos en mis estudios.

Ya he estado siguiéndolos durante más de 5 años.

Barbara Araujo
Proyecto de Ley Eutanasia legal trabajado en clase:

La presentación de una argumentación compleja


El protagonista casi nunca indica explícitamente como está estructurada la argumentación.
Hay algunas palabras y expresiones que pueden servir como indicadores de los diferentes tipos
de estructura:
- Indicadores de argumentación múltiple: No es necesario decir. En resumen. Aparte de. Por
no mencionar. Otra razón para esto es. Un argumento para esto es. En 1º lugar. Además.
Incidentalmente. Bastante aparte de. Al lado de.
- Indicadores de argumentación coordinada: Además. El hecho de que. Por encima de eso. Y
sin olvidar que. Especialmente porqué. Más. No solo. Sino también. De manera más
importante.
- Indicadores de argumentación subordinada: Estos argumentos variados pueden estar
precedidos por: Porqué. Por esta razón. Por lo tanto. Después de todo. Por eso es que. Dado
que. En vista de. Algunas combinaciones son empleadas exclusivamente en este tipo de
argumentación: Dado que. Puesto que. Porque en vista de.
- Indicadores de argumentación complejo: Algunas expresiones tienden a ser empleado solo
por coordinadas o subordinadas: Concluyo que. Esto se sigue de. En conclusión. Se sigue de
esto que. Tomando todo esto en consideración. Todas las cosas consideradas creo que las
justifique diciendo que. Un punto de confusión es que algunas palabras son empleadas para
señalar múltiples y coordinadas: Y. También. Además. Asimismo.
Un análisis máximamente argumentativo
Tanto la argumentación coordinada como la múltiple no son fáciles de diferenciar entre sí.
- Una forma de decir cuál es la argumentación, es mirar el contenido de los argumentos y el
punto de vista.
- En algunas oportunidades, no es del todo obvio si cada argumento intenta la defensa
separada de un punto de vista o si los argumentos tratan de ser concluyentes solo cuando se
los toma en conjunto.

Barbara Araujo
- En la argumentación compleja, si uno de los argumentos únicos tiene falta de solidez, las
consecuencias para evaluar la argumentación como un todo son diferentes según la estructura
(múltiple o coordinada).
- En la argumentación múltiple, hay más de una línea de defensa, si una está incluida las otras
también y pueden brindar una defensa concluyente del punto de vista.
- En la argumentación coordinada, hay solo una línea de defensa, si una parte es eliminada
toda la defensa se debilita o destruye.
Para el análisis es importante determinar si la argumentación es múltiple o coordinada. Se
puede considerar:
* La presentación verbal con los indicadores posibles (no confiables).
* El principio de la comunicación.
* La suposición de que el hablante está haciendo un intento de resolver una diferencia de
opinión.
Estrategia del análisis máximamente argumentativo: Analizar la argumentación como
múltiple en caso de ambigüedad. En casos ambiguos, es preferible optar por un análisis como
una argumentación múltiple. Esto asegura que cada parte sea juzgada por sus propios méritos
y que la solidez de cada argumento sea examinada debidamente. La argumentación con 2 o
más argumentos es inexpugnable, si cada uno de los argumentos únicos por sí mismo es
suficiente para defender el punto de vista. Y no provoca daños irreparables para la defensa, si
uno de estos argumentos esta encabalgado con el otro.
Premisas implícitas y argumentación compleja
- Para la argumentación que no tiene un contexto muy definido, cuando se vuelven implícitas
las premisas explicitas, es preferible suponer que para cada argumento único incompleto hay
una premisa implícita.
- Cuando el contexto es bien definido, se puede especificar más la premisa implícita. Incluso,
suele suceder que toda una cadena de argumentos subordinados estén implicados y se los
pueda reconstruir. Cuando se analiza la argumentación, deben emplearse todas las claves
contextuales, porque cuando mejor sea definido un contexto, habrá compromisos específicos
que pueden atribuirse al hablante.
En el mismo sentido, los puntos de vista implícitos a veces pueden ser formulados más
específicamente.

Lógica viva. Carlos Vaz Ferreira.


Errores de falsa oposición
El desarrollo de los paralogismos y errores de razonamiento comienza con el de falsa
oposición, y desde el comienzo del capítulo respectivo expresa algo que adelanta lo que será
aseverado, explicitado y reiterado en el resto de su exposición: que una de las adquisiciones
mayores del pensamiento será llegar no sólo a comprender sino a la vez a sentir, “que una
gran parte de las teorías, opiniones y observaciones que se tratan como opuestas, no lo son”
pero se toman como tales, creando falsos dilemas, tomando por contradictorio lo que puede
ser complementario, gastando en “pura pérdida la mayor parte del trabajo pensante de la
humanidad”.

Barbara Araujo
Los ejemplos con que ilustra este paralogismo son muy numerosos, abarcando desde
discusiones comunes hasta formulación de teorías científicas, opiniones sobre escuelas
artísticas, sobre cuestiones políticas, sobre enseñanza de la moral, y sobre problemas o seudo
problemas metafísicos. Tiene la honestidad de expresar, en posteriores ediciones, que algunos
ejemplos quizá ya han sido superados, y adopta una posición de noble autocrítica, corrigiendo
también ejemplos suyos que entiende no fueron suficientemente estudiados por él en su
oportunidad.
También recuerda casos personales vividos en su actuación como miembro del Consejo
Universitario, como la frustración de una propuesta que hiciera obligatoria la lectura de libros
en la enseñanza dedicada a los estudiantes, y no sólo textos, a fin de lograr una cultura más
amplia, porque surgieron en contra otros proyectos excluyentes como organizar conferencias
dadas por los profesores, o que los profesores fueran quienes leyeran en clase, etc., cada una
de las propuestas formulada como la única conveniente, lo que impidió que prosperara el
proyecto de Vaz Ferreira, que implicaba la compra de libros seleccionados a ser prestados por
la Universidad a sus estudiantes sin pretender con ello oponerse a la utilización de
conferencias o lecturas por el profesor también. Tomo este ejemplo porque es uno de los
casos que le causó pena entre otros, como el fracaso de su propuesta de los Parques Escolares
para los alumnos de primaria. Ya señalé en otra oportunidad el sufrimiento que le costara su
fervor de enseñar, como él mismo lo dijera.
Pero respecto al paralogismo de falsa oposición y a las exageraciones a que diera lugar en
muchos casos causando inhibiciones en la acción, también llega a reconocer que en otros
casos esa exageración a favor de una opción en desconocimiento de otras, ha sido un acicate
en el ritmo de progreso de la humanidad, cuando la acción que se propone es buena. Tal
paralogismo puede ser estimulante en arte, en vida y acción, al punto de que puede decirse
que “difícilmente una idea ha llegado a imponerse sin haber pasado antes por este período de
exageración”. Sin embargo, sostiene que a medida que la humanidad progresa, se hace menos
necesaria la acción unilateral y la estrechez de mira que caracteriza al paralogismo de falsa
oposición, y aún menos posible, nos dice, y literalmente expresa: “es más capaz el hombre
moderno -y quizá ello constituye su más indiscutible superioridad-, de obrar, y de obrar
intensamente, a base de muchos sentimientos y no de uno solo, con muchas ideas, con
pensamiento más exacto y con más crítica… En esta época en que muchos pensadores daban
por demostrada la mayor incapacidad de acción de la sociedad moderna, a causa del análisis,
de la crítica y de los hábitos de razonamiento, la humanidad -y en las peores condiciones, esto
es: debiendo actuar todavía en sentido contrario a sus sentimientos mejores y a sus ideas
mejores; esta humanidad analítica, llena de sentimientos encontrados, y que tiene que
combinarlo todo- llamada a la acción, ha dado más y mejor acción, no sólo que las
humanidades anteriores hubieran dado, sino que la que hubieran podido desear y hasta de
imaginarse”.
Otra observación a tener en cuenta es que muchas veces el paralogismo o falacia de falsa
oposición no se manifiesta claramente, sino que lo que hace es sombrear las cuestiones,
utilizando en forma ambigua expresiones como esto más que lo otro, tratándose de dos
opciones posibles, en lugar de no es esto sino esto otro, que sin embargo no aluden a grados
sino a una disimulada exclusión de uno de los términos de la opción cuando en realidad
pueden ser ambos válidos en igual o distinto grado en la práctica.
Ejemplos complementarios de la falsa oposición
De un artículo sobre estadística de delincuencia infantil:
“No es la miseria, no es la pobreza del pueblo, lo que hace aumentar la delincuencia infantil. La
responsabilidad del vergonzoso avance, sólo alcanza al sistema de enjuiciamiento empleado
con los niños”.

Barbara Araujo
De Tolstoy:
“La razón no me ha enseñado nada; todo lo que sé me ha sido dado, revelado, por el corazón”

Cuestiones de palabras y cuestiones de hechos


Lo que interesa destacar aquí es esa distinción que quiere hacer clara Vaz Ferreira en varias
oportunidades, entre el lenguaje y los hechos a los cuales se pretende aplicar voces que no
siempre aparecen con el mismo sentido ni se adecuan a determinadas circunstancias.
Es famoso el ejemplo de la ardilla y el hombre que dan vueltas con la misma velocidad
alrededor de un árbol y que se mantienen siempre en posición opuesta uno del otro; la
cuestión discutida es si el hombre rodea o no a la ardilla, por estar en un momento al norte, en
otro al este, luego al sur, etc. El hecho es el mismo, y lo que debe cuestionarse es qué sentido
se le atribuye a la palabra rodear para poder decir si rodea o no el hombre a la ardilla. Es una
cuestión de palabra.
Son estos ejemplos claros en los que se pueden distinguir bien los hechos de la o las palabras
con que se les pretende calificar. Pero a menudo se mezclan en cierto modo las cuestiones de
hecho con las de palabras: ¿Fue Artigas fundador o precursor de nuestra nacionalidad? Para
optar por uno o el otro calificativo parece que se requiere no solo que los contendientes
acuerden cuál es el sentido de las palabras precursor y fundador, sino que concuerden en los
hechos llevados a cabo por Artigas y especialmente en sus intenciones, sus propósitos, sus
sentimientos, lo cual ya hace más difícil llegar a un “fin razonable”, dadas las diversas
interpretaciones que pueden entrar en colisión aun entre historiadores supuestamente muy
bien documentados. Y así las cuestiones de hecho y las cuestiones de palabras se mezclan.
Cuestiones explicativas y cuestiones normativas
Los problemas que los hombres discuten, podrían, más o menos esquemáticamente, dividirse
en dos clases: a veces se discute cómo son las cosas o sobre cómo pasan los fenómenos; otras
veces se discute cómo se debe o conviene obrar.
Podríamos llamar a los primeros problemas de explicación; a los segundos podríamos
llamarlos problemas normativos.
Lo que interesa es dar una idea de las dos clases de cuestiones.
Las cuestiones explicativas son aquellas en cuyo tratamiento se puede llegar a una solución
perfecta, única, “teóricamente al menos”. Las normativas aquellas que “no son susceptibles (o
por lo menos no lo son forzosamente, ni aun lo son comúnmente) de una solución perfecta”. El
paralogismo que vamos a estudiar, resulta de la tendencia de los hombres a asimilar unos
problemas a otros; a buscar “la solución” de los problemas normativos, en el mismo estado de
espíritu y con el mismo designio con que se busca la de los problemas explicativos o de
constatación; a creer que es forzoso que tengan soluciones perfectas; a suponer que habría
que encontrarlas.
El paralogismo es, en sí mismo, tratar las cuestiones normativas como si debieran
forzosamente tener alguna solución sin inconvenientes, y pensar en consecuencia: aunque la
causa de eso venga en parte del hábito o actitud habitual con que se tratan las cuestiones
explicativas, en que practica o teóricamente hay una sola solución; y como la palabra
“solución”, en las explicativas quiere decir averiguar, comprender, explicar cómo es algo, esa
solución es teóricamente una y perfecta, en tanto que en las normativas, la palabra “solución”
quiere decir otra cosa; significa elección; y sólo es dado elegir, en la mayor parte de los casos,
lo menos imperfecto…
El problema social, en toda su vastedad, es un problema normativo: inmenso ejemplo para
nuestra lógica viva.

Barbara Araujo
No es lo mismo preguntarse si la luna tiene atmósfera, cuestión de hecho susceptible de una
sola solución, lleguemos a ella o no, que llegar a una solución perfecta cuando discutimos
sobre si el Estado, como en un régimen socialista, debe intervenir mucho en las relaciones
sociales, económicas, educativas, etc., cuestión normativa, en que una posición sostiene que
es la única solución perfecta, en que no hay inconvenientes, contra la que sostiene que la
solución mejor es la contraria, creándose, a la vez, un paralogismo de falsa oposición; o
preguntarse si la moral, problema normativo por excelencia, se funda en el placer, o en la
utilidad, o en el deber.
El paralogismo se produce aquí en la pretensión de encontrar la solución perfecta como si se
tratara de un problema matemático, y si no se encuentra esa solución perfecta puede caerse
en el escepticismo, y hasta llegar a proponer la supresión de la moral normativa,
sustituyéndola por una moral que se limite a explicar “cómo ocurren los fenómenos morales,
cómo piensan, sienten y obran los hombres”, sin intentar dar reglas de conducta, que es
función propia de la moral.
Esto no es todo lo que nos dice Vaz Ferreira sobre este paralogismo del que he tomado pocos
ejemplos, sino que por un lado describe tres observaciones para explicar cómo se produce y
qué factores influyen en él, y luego en un apéndice dar algunas instrucciones a tomar en
cuenta cuando se produce un problema normativo.
Respecto a las observaciones:
1) La primera, el estado de espíritu que constituye al paralogismo, y el modo de proceder que
él informa, que son favorables a lo existente, y contrarios a la innovación, pues es un sofisma
conservador. Trátese, por ejemplo, de introducir una modificación en la organización vigente
en la sociedad; al encontrar algún inconveniente que impide lograr la solución perfecta, se
rechaza la innovación.
2) Cuando uno de estos problemas se trata como se debe, con un análisis serio de ventajas e
inconvenientes, los contendientes tienden a creer que ha quedado sin solución. Pero la
impresión de solución perfecta se produce justamente cuando el problema ha sido mal
planteado.
3) Este paralogismo, nos dice literalmente, “es uno de los que contribuyen a hacer nacer y a
mantener a esa clase de teóricos tan común y tan funesta que obstaculizan las soluciones
prácticas capaces de mejorar lo existente, combatiéndolas porque no son perfectas”.
Entonces en el apéndice sobre cuestione explicativas y normativas, sugiere, luego de confesar
que no ha explicado bien el problema de las normativas, que sea corregido lo que corresponda
con estas precisiones, teniendo en cuenta que son tres los momentos que comprende la
consideración de una cuestión normativa:
1º) Investigación o determinación de todo lo que podría hacerse o desearse y especificación de
todas las soluciones posibles;
2º) Estudio de las ventajas e inconvenientes, de los bienes y los males de cada una de esas
soluciones.
3º) Elección.
En cada uno de estos momentos se pueden cometer paralogismos. Por ejemplo, el de la falsa
oposición está presente en los intentos de buscar la solución perfecta desechando todas las
posibilidades que se presentan, que siempre tendrán algún inconveniente que se tomará como
contradictorio con la solución apetecida. En el segundo momento, las omisiones de algunas
posibilidades por desconocimiento o por no tener en cuenta posibles combinaciones o
graduación de posibilidades estudiadas, que pueden ser complementarias y no sujetas a
paralogismos de oposición (ej socialismo y liberalismo). Y en el tercer momento, muchas

Barbara Araujo
dificultades, debidas entre ellas a factores morales, estéticos, etc., y la diferencia de
temperamentos entre los opinantes, en cuanto para unos pesan más los inconvenientes o las
ventajas de las posibles soluciones que para otros, -tratándose en todos los casos de factores
no evaluables ni cuantitativos-, y frecuentemente hay falta de sinceridad y de voluntad de
pensar en profundidad.

Algunas falacias verbo – ideológicas


Con este nombre, intencionalmente bastante vago, vamos a estudiar algunas de las falacias
que tienen que ver con la relación entre las palabras y las ideas y juicios; entre el lenguaje y el
pensamiento.
Conviene que empecemos por referirnos a un debate filosófico cuyo recuerdo nos preparará
mejor para nuestro estudio: la polémica de Stuart Mill contra W. Hamilton, que el primero
extracta en su Lógica.
Existe en la lógica tradicional un principio llamado principio del tercero excluído, según el cual,
de dos proposiciones contradictorias, una tiene por fuerza que ser verdadera y falsa la otra.
Expuesto en otra forma, que significa lo mismo, dice este principio que una proposición tiene
que ser verdadera o falsa, sin término medio posible.
De aquí sacaba Hamilton ciertas consecuencias: La Filosofía – decía - podrá tal vez, estar
condenada a no revelarnos jamás la verdad sobre ciertas cuestiones fundamentales; es
posible que nunca sepamos, por ejemplo, si la materia es o no divisible hasta el infinito; pero,
por lo menos, este principio del tercero excluído nos enseña algo sobre la naturaleza de la
materia, y es que, o es divisible hasta el infinito, o no lo es: planteamos un dilema a la materia:
no sabemos cuál de las dos alternativas elegirá; pero está obligada a elegir una.
Y Stuart Mill respondía: No es cierto, ni siquiera eso podemos saber sobre las realidades
últimas, porque entre la verdad y falsedad de una proposición, hay una alternativa, hay un
término medio o hay un tercero que no queda excluído, y es la falta de sentido; no es forzoso
que una proposición sea o verdadera o falsa: la proposición puede, todavía, carecer de
sentido; su atributo puede no ser aplicable al sujeto de una manera inteligible. “La materia es,
o no, divisible hasta el infinito”: tal vez esta proposición no tenga sentido; tal vez la materia (si
existe, pues podría también no existir), tenga una naturaleza tal que el
atributo divisible o indivisible no pueda aplicársele en sentido inteligible… La frase (seguía
Stuart Mill): Abracadabra es una segunda intención, no es ni verdadera ni falsa: carece de
sentido, simplemente. Y lo mismo podría ocurrir con las frases que a nosotros se nos ocurra
formular con respecto a las últimas realidades metafísicas.
Aquella discusión se limitaba a la filosofía propiamente dicha, y en casos especiales y bien
caracterizados; pero si se observa la manera de pensar, de expresarse y de discutir de los
hombres, se ve que aquella cuestión tenía un alcance bastante más grande, y, sobre todo, un
alcance práctico que en aquella época tal vez fue insospechado.
Ahora, saliendo de estos ejemplos pequeños, ¿quieren ustedes uno grande: el más grande de
todos?
Casi toda la metafísica, casi toda la filosofía tradicional, es, tal vez, un vasto ejemplo, una
inmensa ilustración del paralogismo que estamos estudiando.
La gran mayoría de las demostraciones clásicas de las tesis metafísicas, son un caso de esta
falacia, pues consisten en admitir una tesis y darla por probada con la demostración de que la
tesis contraria nos lleva a absurdos, a contradicciones, a inconsecuencias o a imposibilidades,
sin tener en cuenta que posiblemente las dos tesis están en ese mismo caso.

Barbara Araujo
Pensar por ideas y pensar por sistema
Distingue dos modos de hacer uso de una observación exacta o una reflexión justa: “el
primero, sacar de ella, consciente o inconscientemente, un sistema a aplicarse a todos los
casos” -se entiende todos aquellos a los que puede aplicarse tal reflexión-; el segundo,
reservar la idea, “como algo a tener en cuenta cuando se reflexione en cada caso sobre los
problemas reales y concretos”.
Voy a referirme al primer ejemplo, del cual pueden salir multiplicidad de casos: la idea de la
conveniencia de “seguir a la naturaleza”, que puede aplicarse en la enseñanza, la higiene, la
medicina, etc. Quien tome como método infalible tal idea, y como guía a aplicar en todos los
casos caerá en la unilateralidad y en el error. En una actitud “naturalista”, se negará, por
ejemplo, a recibir una inyección, o un remedio, por no ser naturales. En cambio, el que tome
esa regla justa en cierto grado para tomar en cuenta, podrá prudentemente “combatir ciertos
excesos, ciertas manías, me atrevería a decir, de la ciencia”, pero sabrá distinguir los grados en
que puede aplicarse a los casos particulares, y según sus características, si se trata de una
enfermedad grave en la que hay que recurrir a una medicina elaborada en un laboratorio,
aceptará sin duda el recurso “artificial”.
En enseñanza, a la idea pedagógica de dar al niño todo “digerido”, teniendo en cuenta su edad
y la supuesta capacidad de asimilar los conocimientos, opone Vaz la idea de la penetrabilidad,
desarrollada muy bien en sus estudios pedagógicos, que si bien no desecha el graduar los
conocimientos según las condiciones citadas (escalonamiento) y sobre todo en materias como
la matemática, por ejemplo, valora la conveniencia de que no todo lo enseñado sea
comprendido, sino que quede algo sin entender del todo como un fermento para su desarrollo
intelectual.
Una idea clave toca directamente a la filosofía, respecto a la que dice que “tendrá que venir
una época en que los filósofos sabrán que no lo saben todo, y que “la filosofía será
completamente distinta, habrá nacido de nuevo -o habrá nacido, sencillamente, el día que los
filósofos sepan darnos toda su alma, todo lo que piensan y hasta lo que sienten, todo lo que
psiquean, diré, para emplear un verbo más comprensivo”. Este es un verbo nuevo que aún no
figura en un diccionario, pero es de esperar que figure por lo menos en el Diccionario del
español del Uruguay.
Expresa sobre esto cuánto hubiera ganado la doctrina de Kant si además de darnos el sistema
nos hubiera dado también el proceso del psiqueo, es decir el proceso de búsqueda, de dudas y
conciencia de ignorancia de ideas, anterior a la sistematización y que condujera a ella, lo que
hubiera servido de fermento de valor perenne para el pensamiento universal. La filosofía
futura deberá mostrarnos esa “franja psicológica, la penumbra, el halo, lo que hay alrededor
de lo absolutamente claro”.
Otras notas que aparecen en este capítulo y que volverán en otras reflexiones vazferreirianas
son: la idea de los sistemas innominados que “en cada espíritu flotan, vagos e imprecisos, y se
forman a cada momento como nebulosas mentales, e impiden ver y pensar con justeza”.
Aclara también “cuestiones de grados”, que ya mencionara sin desarrollar páginas atrás, y que
se aplican al modo de pensar por ideas a tener en cuenta y no al pensar por sistemas, pues en
éstos hay sólo una idea que se aplica a todos los casos. Cuando se piensa con muchas ideas
surgen las cuestiones de grados, por ejemplo, cuando se trata de pensar si es bueno o
conveniente aplicar con rigor o benevolencia una crítica a determinada producción, o un
criterio a aplicar en los exámenes de ingreso a una institución, y otros casos en los que deben
estudiarse todos los inconvenientes y las ventajas de una u otra opción: ¿hasta qué punto
puede optarse por lasitud de exigencia o rigor en lo que se exige? Y esos grados a tener en
cuenta no son cuantificables o expresables en números, y como las situaciones suelen ser

Barbara Araujo
complejas, también las soluciones requieren pensar hondo y, si la mera razón no es bastante
para dar la opción correcta, confiar en el buen sentido.
Pero no se trata del buen sentido vulgar sino de lo que él llama el buen sentido hiperlógico, del
que confiesa hacer una especie de apología. Este viene después o junto con el razonamiento.
Es una especie de instinto que después de las consideraciones racionales, del examen de los en
pro y en contra que están en las cuestiones complejas a resolver por grados, resuelve las
cuestiones concretas. “Y sería bueno que la lógica no privara a los hombres de esta forma
superior de buen sentido”, dice, para agregar: “El día en que se pensara más así, muchas
disciplinas del espíritu humano tomarían un aspecto diferente. Una sería la Metafísica… Otra
sería la Moral”.
Pero termina reconociendo dos cosas:
1) que no siempre pensar por sistemas es malo, sino que lo es “en los casos en que no se debe
pensar así”, como lo ha demostrado a través de numerosos ejemplos, a los que agrega ahora el
hecho de que en los programas de enseñanza se han incluidos grandes sistemas de tal
naturaleza -y tratamiento, diríamos- que han producido una especie de indigestabilidad (caso
el de Rousseau, difícil de asimilar y a la vez de eliminar): “bolos ideológicos” les llama;
2) que es difícil de aplicar lo que él procura enseñar -pensar con todas las ideas que se pueda,
tomándolas como tendencias, equilibrándolas, adaptándolas, etc.- porque cuesta al espíritu
humano libertarse de la impresión de abandono en que le parece encontrarse una vez que lo
dejan libre”. Y si es cierto que algo se pierde con la falta de una regla fija a aplicar en todos los
casos, lo importante es sentir lo que se gana.
Sólo es legítimo pensar por sistemas cuando se sabe todo, lo de hecho y los principios a
aplicar, cuando se tienen todos los datos del problema y cuando todo eso puede integrarse en
un sistema, como sucede, sobre todo en matemática y en mecánica, y en partes de otras
ciencias de la materia inerte o la materia viva; pero en disciplinas más complejas este modo de
pensar se va haciendo más riesgoso, como en la moral, la psicología, la literatura, la filosofía, o
la sociología.
Planos mentales
Estos son estados de espíritu en los que entra en gran medida lo psicológico junto a lo racional,
es decir lo psico-lógico, en casos de tomas de posición crítica respecto a opciones, adhesiones
o rechazos tomados respecto a ideas, creencias, partidos, tesis sobre las que puede discutirse
desde distintos niveles para la crítica negativa, o la adhesión que fundamenta la opción, y que
no es forzoso que tales niveles dependan de la inteligencia del sujeto. Puedo defender una
creencia religiosa, filosófica o política desde un plano inferior si lo hago simplemente porque
me la enseñaron mis padres, o en plano o planos superiores cuando considero que esa
creencia es favorable para la persona humana o para la sociedad o porque es verdadera de
acuerdo a los fundamentos que la validan o a su aplicación práctica. Y puede cambiar mi
estado de espíritu colocándome en otro nivel, en otro plano. Y una tesis buena puede ser
defendida desde un plano inferior o desde un plano superior. Lo riesgoso es la defensa de una
tesis mala desde un plano superior.
Ilusiones de la experiencia
Consiste en creer que algo es cierto porque desde hace mucho tiempo se ha hecho de la
misma manera. (?)

Barbara Araujo

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