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WARRANT
Durante los siglos XII y XIII se dio en Europa Occidental un gran desarrollo de todo
lo relativo al comercio internacional, lo que implicó la necesidad de contar con
lugares seguros donde pudieran guardarse a buen recaudo las mercancías objeto
de tal tráfico patrimonial.
Los comerciantes que ofrecían por Europa los productos de Oriente adquiridos en
Venecia descubrieron la conveniencia de asociarse, lo que devino en muy poco
tiempo en su transformación en banqueros, dando origen a lo que se podría
calificar como "casas de almacenamiento" que empiezan a emitir recibos de
depósito y, actuando conjuntamente bancos y comerciantes, a conceder
préstamos con garantía de tales recibos de depósito con el solo requisito de que
estas casas mantuvieran las mercancías en su poder, figura histórica en el área de
las finanzas a la que se reconoce con la denominación de "Préstamo Lombarda".
2. Conceptos y definiciones
Es por lo dicho que puede afirmarse que al disponer del título se dispone de la
mercadería o en otras palabras, que la entrega de aquel produce los mismos
efectos que la entrega de la cosa"(2).
La cita expuesta en el párrafo anterior, más que una definición de lo que debemos
entender por certificado de depósito, contiene la explicación de lo que tal autor
considera es su principal característica, es decir, que se trata de un título
representativo de propiedad de un bien sujeto a depósito, y que como tal permite
la transferencia del mismo, elemento que hemos destacado por considerarlo
importante para efectos de formular la definición de lo que entendemos por
certificado de depósito.
Consideramos que las dos últimas definiciones del certificado de depósito que
hemos transcrito resultan muy simples en su enunciado y carecen de suficiente
rigurosidad científica, aunque los elementos descritos en ellas corresponden sin
duda a la naturaleza y concepto de lo que debemos entender como certificado de
depósito.
La misma crítica nos parece debe hacerse a la definición de Hinojosa Tapia quien
al respecto se limita a señalar que "u. el certificado de depósito representa el título
de propiedad de la mercadería internada"(5).
Con una mejor conceptualización, María del Pilar Vilela formula una definición
según la cual "El certificado de depósito es el título valor que acredita el derecho
de propiedad sobre la mercadería que está depositada en el almacén general de
depósito, es de carácter privado emitido por una sociedad anónima a nombre del
depositante"(6).
d. Del 'Warrant
El warrant, como título valor que por su simple endoso perfecciona prenda sobre
los bienes que representa, constituye sin lugar a duda un muy importante
instrumento de orden financiero, que da agilidad y a la vez seguridad a
operaciones tanto bancarias como comerciales y que por tanto tiene un carácter
no de documento principal pero sí de documento importante en la relación
contractual que se establece entre el depositario y el depositante y posteriormente
entre este y un tercero.
Como señala A. Muro: "El warrant, no es más que un título complementario de otro
que es el 'certificado de depósito', ambos nacen como expresión de un contrato de
depósito sin otro efecto que los propios de su carácter"(B).
Al igual que lo expresáramos en el caso de los almacenes generales de depósito y
de los certificados de depósito, el warrant también denominado en otros países de
habla hispana como "nota de prenda" o "bono de prenda", es un título reconocido
y regulado en prácticamente todas las legislaciones del mundo, denominándose
"bulletin du gage" en Francia, "pfandschein" en Hungría, reconociéndose con igual
nombre en el cantón suizo de Solothurn y "cautela de penhor" en Portugal.
El término warrant es una palabra tomada del idioma inglés aunque proviene del
latín medieval y directamente se deriva del francés "warant': originado en los
dialectos de Francia y Normandía, que constituye una de las formas de garantía
admitidas por el derecho galo, encontrando raíces también en el vocablo
"werento"correspondiente al antiguo alemán, emparentado con la voz "wara"cuyo
significado es confianza o cuidado.
Cabe anotar que en otras latitudes el término warrant posee diversos contenidos
jurídicos y en ese sentido Manuel Ossorio nos recuerda algunas de sus
acepciones que son "auto judicial, mandamiento, libramiento, cédula, despacho,
patente, orden de detención, poder, autorización, testimonio, justificación"(1O).
Al respecto, Ramón Rosales se refiere a este título valor señalando que el warrant
°... conocido en otros países como bono, vale o recibo de prenda, incorpora un
préstamo garantizado sobre las mercancías amparadas por el certificado de
depósito y representa por sí mismo un contrato de prenda"(11), definición que, en
nuestro concepto resulta insuficiente para caracterizar adecuadamente a este
título, por referirse únicamente a su calidad de garantía de un préstamo,
incurriendo en el error de considerar al warrant en sí mismo como un contrato de
prenda. I
Carlos Gilberto Vi llegas define al warrant señalando que este “... es un título de
crédito con características especiales, porque no solo es un docu mento
representativo de un crédito, sino que también es un título de prenda, ya que va
inescindiblemente unido al derecho de prenda sobre los bienes muebles escritos
en el"(12).
Celi establece su concepto sobre este título definiendo que "el warrant, llamado
también 'bono de prenda', es un instrumento de crédito (título valor), por el cual
una determinada compañía de almacenes generales y/o almacenera que lo emite,
reconoce haber recibido en depósito de su legítimo propietario y por un plazo no
mayor de un año, una determinada cantidad de mercadería, cuyo valor
aproximado el almacén indica. El warrant constituye prenda sobre las
mercaderías. Anexo al warrant, pero separable de él se expide un certificado de
depósito"(13).
Hinojosa Tapia define al warrant como "... el documento que permite la solicitud y
concesión de créditos en las diferentes instituciones bancarias y financieras del
sistema financiero nacional, con la prenda o garantía de la misma mercadería
depositada"(14), definición que omite señalar la característica de título valor de
este documento y se limita a conceptualizarlo desde el punto de vista de su forma
de utilización.
Oswaldo Hundskopf al referirse al warrant señala que este "... a diferencia del
certificado de depósito no es un título representativo o un título de tradición. El
warrant de por sí no acredita la propiedad de las mercaderías, su importancia
radica en permitir o facilitar la recepción de un crédito garantizado con la
mercancía o mercaderías depositadas en el almacén"(15).
1. De su emisión
En cuanto a los requisitos que debe contener el título y que fluyen del antes
referido .artículo 224.1 de la Ley de Títulos Valores debemos indicar que estos
resultan uniformes con gran parte de lo dispuesto en la legislación comparada.
Parte de la doctrina incluso afirma que ello sería así porque si bien ambos títulos
se emiten de manera conjunta, lo que hace previsible que se exija para ambos los
mismos requisitos, el warrant, cuya razón de ser es la de constituir una certeza de
garantía preferencial, estaría en puridad naciendo recién al momento de ser
endosado pues antes de ello no tiene razón de ser.
Sin embargo existen algunos aspectos en los que, si bien hemos encontrado
similitudes, estimamos se aprecian diferencias que resultan resaltables y que es
necesario contrastar con nuestra legislación con la finalidad de extraer
conclusiones que nos ayuden a definir si resulta necesario confirmar o reformar la
norma nacional.
a. Título nominativo
Entendimos al analizar el texto citado que si el autor se refiere a que los bonos de
prenda, léase warrants, son por lo general nominativos ello quiere indicar que
podrían no serio y más allá del contrasentido aparente de la opinión vertida por el
autor, pues la aparente facilidad circulatoria que daría la no exigibilidad de que
sean nominativos se neutraliza con la exigencia de concordar la identidad del
poseedor del título con el nombre anotado en el registro del almacén general de
depósito, lo que finalmente conduce a un régimen más restrictivo que el vigente en
el Perú pues limita la posibilidad del endoso en blanco del documento, contiene lo
que podríamos considerar una opinión a favor de un sistema contrario al
imperante en la generalidad de legislaciones y opiniones doctrinarias.
Aquí se pone de manifiesto el elemento causal de este título valor sin el cual se
desvirtuaría jurídicamente y sería inexistente"(26)
c. Valor de la mercancía
El inciso f) del artículo 224.1 de la Ley de Títulos Valores N° 27287 establece que
tanto el certificado de depósito como el warrant deben especificar la indicación del
valor patrimonial de las mercaderías y el criterio utilizado en dicha valorización,
enunciado que podría interpretarse como que es función y responsabilidad del
almacén general de depósito valorar con cierto rigor periciallas mercancías que le
sean entregadas en almacenaje.
Al respecto Cesar Vivante nos recuerda que: "El decreto francés del 26 de marzo
de 1848 (arts. 4 y 5) exigía también que el certificado de depósito indicara el valor
venal de la mercadería comprobado por una pericia realizada en el día del
depósito. Los comerciantes pidieron la supresión de esta pericia que retardaba la
emisión del título, ocasionaba gastos y no servía para nada, toda vez que el valor
de las mercaderías puede variar diariamente, ya por las alternativas del mercado,
ya por las averías a que están expuestas... semejante indicación no puede tener
otro efecto que el de perjudicar la libre apreciación de quien adquiere las
mercaderías y da a préstamo sobre ellas"(27).
Rubén Segal señala al respecto que las referencias a valor aproximado o a valor
estimado se refieren a lo que denomina un "valor aproximativo" el cual en su
concepto" ... debe ser normal o corriente, y que en ningún caso será
definitivamente vinculante ni generador de responsabilidad para la empresa
emisora o sus administradores"(30).
Señalábamos anteriormente que en lo que se refiere a los títulos que por las
mercaderías almacenadas emiten los almacenes generales de depósito existen en
el mundo dos sistemas denominados unicartular y bicartular respectivamente,
según sea que se emite un solo documento tanto para acreditar y transferir
propiedad como para gravarla o dos documentos en los que uno servirá para
acreditar y transferir la propiedad y otro para establecer prenda sobre la misma,
precisando que en el Perú, al igual que en la mayor parte de países del mundo se
había optado por el sistema bicartular.
En todo caso, cabe precisar que desde nuestro punto de vista no creemos que se
haya pretendido facilitar el tránsito a un sistema optativamente unicartular, ya que
si bien es cierto a falta de otro documento el warrant podría supletoriamente
utilizarse para demostrar la constitución del depósito e incluso en determinadas
circunstancias la propiedad de la mercadería, resulta incuestionable que en ningún
caso tal título podrá servir como instrumento para facilitar la transferencia de
propiedad de la mercadería que representa, ya que su endoso por mandato de lo
dispuesto en el literal a) del artículo 231.1 de la Ley de Títulos Valores N° 27287
solo implicará la constitución de prenda sobre la misma y como ya lo detalláramos
anteriormente constituye característica fundamental del sistema unicartular la
posibilidad de endosar el título bien sea en señal de constitución de garantía, o en
señal de transferencia de propiedad de la mercadería materia de almacenaje.
A manera de conclusión, señalaremos que estimamos se incurrió en error de
técnica legislativa en el artículo 229.3 de la Ley de Títulos Valores N° 27287 al
incluir la posibilidad de optar por la emisión únicamente del warrant y en tal sentido
estimamos pertinente se considere su modificación.
Cabe agregar que, según lo dispuesto por el artículo 226 de la Ley de Títulos
Valores N° 27287, los formularios en que se emitan estos títulos serán aprobados
por la Superintendencia de Banca y Seguros, llevarán numeración correlativa y se
expedirán de la matrícula o libro talonario que al efecto llevará el almacén, norma
que debemos concordar con la Resolución SBS N° 0192001 que fija el texto
uniforme de los certificados de depósito, warrants, sus anexos y endosos
estableciendo entre otros aspectos en los modelos que incluye que el certificado
de depósito y el warrant deberán ser suscritos tanto por los representantes del
almacén como por el depositante, en contraposición de lo expresamente indicado
en el literal 1) del artículo 224.1 de la Ley de Títulos Valores según el que bastará
con la firma del representante del Almacén, norma que entendemos prima sobre la
que estamos comentando en mérito a su jerarquía.
2. Del plazo
Como ha quedado dicho anteriormente, las normas a que nos hemos referido en
el párrafo anterior fueron derogadas por la Ley de Títulos Valores N° 27287, la que
en su artículo 224.1, inciso i, establece, al igual que en la norma anterior, el plazo
máximo de un año para el depósito en este régimen, indicando que para el caso
de los productos perecibles el mismo no excederá de noventa días "salvo que la
naturaleza del bien y el almacén general de depósito lo permitan"(32).
Cabe sin embargo indicar al respecto que en el artículo 10 del Reglamento de los
almacenes generales de depósito, aprobado por Resolución SBS N° 040-2002, se
establece que son los almacenes generales de depósito los que deben contratar
con compañías de seguros autorizadas a operar en el Perú las pólizas que cubren
a los bienes recibidos en depósito, norma que además de ratificar la posibilidad de
que el Almacén requiera coberturas adicionales, establece para los casos en que
el depositante cuente con pólizas de seguros contratadas directamente, éstas
podrán endosarse al almacén general de depósito en sustitución de la obligación
de contratar una nueva póliza. Resulta pues que, vía esta norma reglamentaria se
ha retornado al régimen preexistente en cuyo mérito el almacén contrata la póliza
por cuenta del depositante y por medio de una compañía de seguros autorizada a
operar en nuestro país.
5. De las responsabilidades
En este sentido cabe recordar que conforme a lo dispuesto por el artículo 1351 del
Código Civil debemos entender por contrato al acuerdo de dos o más partes para
crear una relación jurídica patrimonial y por ende al haber acordado depositante y
depositario que este último guardará, conservará y cuidará de la mercancía del
primero por un periodo determinado resulta incuestionable la configuración del
contrato y por tanto de la naturaleza contractual de la responsabilidad que se
derive para el almacén en aplicación del artículo 229.1 de la Ley de Títulos
Valores.
Sin embargo, dentro de este marco, el mismo artículo 229.1 de la Ley de Títulos
Valores establece los eximentes de responsabilidad, que están referidos a
aquellos casos en que el daño haya sido causado por fuerza mayor, por la
naturaleza misma de las mercaderías, defecto de su embalaje no apreciable
exteriormente o por culpa del depositante o sus dependientes.
En tal sentido, sostenemos que la lectura correcta de las normas precitadas por el
operador de Derecho debe llevamos a concluir que el depositario no será
responsable por los daños que se produzcan en las mercaderías bajo su guarda,
si es que estos se originan en la naturaleza de la misma y en tanto que tales
daños no puedan advertirse por el mismo, pues de poderse tomar conocimiento de
los mismos, como por ejemplo podría suceder en el caso de encontrarse indicios
de principios de descomposición en un lote de alimentos, deberá el almacén
general de depósito, en aplicación de la norma contenida en el artículo 1824 del
Código Civil, adoptar las medidas necesarias para procurar evitar o remediar el
daño, cumpliendo además con dar aviso inmediato de tal hecho al depositante.
Por otro lado, consideramos que resultaría aplicable en materia de responsabilidad
contractual al régimen de almacenes generales de depósito las normas contenidas
en los artículos 1820 y 1821 del Código Civil, según los cuales el depositario no
puede usar el bien depositado salvo autorización judicial, bajo responsabilidad por
el daño que este pudiera sufrir inclusive por caso fortuito o fuerza mayor, salvo
que se demostrara que tal daño se hubiera producido aunque no se hubiere hecho
uso del bien.
En tal sentido cabe precisar que el artículo 1836 del Código Civil establece para
los casos en que se compruebe la procedencia delictuosa del bien depositado que
el depositario estará impedido, bajo responsabilidad, de restituirlo al depositante
debiendo proceder a su consignación, entendemos que aunque la norma no lo
indica ante la autoridad jurisdiccional competente, norma que resulta de aplicación
supletoria al régimen de almacenes generales de depósito en virtud a lo dispuesto
en el ya antes referido artículo IX del Título Preliminar del Código Civil.
6. Del endoso
María del Pilar Vilela al analizar los aspectos inherentes al endoso del certificado
de depósito y del warrant señala que: "El endoso es el acto formalmente
escriturario unilateral e incondicional, accesorio, que tiene por objeto la
transmisión del título y la legitimación de su poseedor para el ejercicio de sus
derechos cartulares.
El inciso c) del artículo 231.1 de la Ley de Títulos Valores N° 27287 señala que el
endoso del certificado de depósito por separado del warrant implica transferir al
endosatario el derecho de propiedad sobre las mercancías depositadas, debiendo
el adquirente respetar la prenda constituida a favor del tenedor del warrant en
aquellos casos en que tal título se hubiere emitido.
María del Pilar Vilela señala respecto al endosatario o tenedor del certificado de
depósito que este "... posee un derecho actual sobre los efectos almacenados, sin
embargo, no puede retirarlos a menos que pague el importe de la deuda
garantizada por el warrant, es decir, el ejercicio del derecho de propiedad no es
pleno"(37).
Por último, en lo que se refiere al endoso del certificado de depósito separado del
warrant, el artículo 231.2 señala que este, a diferencia del caso del warrant, no
requiere ser registradp.
En tal sentido entendemos como razón de los requisitos exigidos para el endoso
por nuestra Ley de Títulos Valores, una aspiración de dotar al acto de las
formalidades pertinentes a la seguridad de la transacción que permita la adecuada
circulación y dinámica comercial de los títulos.
La indicación del lugar del pago se establece como requisito en razón de tener,
además de lo antes expuesto, como función la determinación adecuada del
Órgano Jurisdiccional competente en caso de requerirse la ejecución judicial de la
garantía otorgada o la determinación por esta vía de cualquier otro aspecto
inherente a la relación establecida entre las partes o los terceros que se
incorporen por los posteriores endosos del título.
La naturaleza prendaria del warrant, constituye, sin duda alguna, la más atractiva
de las características del régimen de almacenes generales de depósito y merece
especial y diferenciado tratamiento tanto al nivel de Doctrina como de la
legislación comparada.
En nuestro país la pignoración de los bienes sujetos a warrant está regulada por
los artículos 231.1, 232.2 Y 233.1 de la Ley de Títulos Valores N° 27287, cuyo
análisis ya efectuáramos al tratar del endoso del warrant.
Resulta claro que el endoso del warrant implica constituir garantía con la
mercadería depositada por un crédito otorgado, constituyéndose de esta manera,
de una forma particularmente sencilla, un derecho de prenda que si bien es cierto
contiene rasgos comunes y hasta cierta regulación normativa similar a la prenda
civil, también tiene sus propias y diferenciado ras características e incluso su
propio proceso de ejec~ción que nos llevan a concluir que se trata de una figura
distinta de la garantía prevista por el Código Civil.
Resulta fundamental a estas alturas de nuestro análisis y a fin de preservar en el
desarrollo de nuestra argumentación el reconocimiento a la naturaleza base de
esta garantía, señalar que el mas claro denominador común entre la prenda civil y
la prenda por endoso de warrant es que ambas se deben reconocer como
Derechos Reales de Garantía.
Al respecto, cabe señalar que los artículos 1055 Y 1058, inciso 2, del Código Civil
vigente establecen con meridiana claridad que la prenda se constituye con la
entrega física o jurídica del bien pignorado, sin cuyo requisito no tendrá validez,
asignando de esta manera al desplazamiento del bien el carácter de principal
garantía.
El autor nacional A. Muro al referirse a este tema nos señala "Para constituir la
prenda con las formas ordinarias del Derecho Civil, es necesario entregar la cosa
dada en prenda al acreedor o a un tercero encargado de retener por cuenta del
acreedor... Pues bien a los comerciantes les repugna tal des posesión, casi como
un signo de insolvencia latente. El almacén, con la emisión del Certificado y
warrant, sustituye formalidades simple, económicas, no deshonrosas, a las
formalidades del Derecho Civil, consideradas poco decorosas por el comerciante y
que obstaculizan el fácil desenvolvimiento del crédito y la circulación de las
mercaderías dadas en prenda..."(43).
Otra diferencia importante entre la prenda civil y la prenda por endoso de warrant
se da en materia de ejecución del bien prendado.
c. Acción cambiaria
Ello hace que se sostenga que al warrant se le reconoce la doble calidad de título
real y personal, pero con prevalencia de su carácter real, resultando el carácter
personal meramente subsidiario(44), lo que constituye, en nuestro concepto una
clara característica diferenciadora con la prenda civil.
Como todo título valor la falta de cumplimiento del pago oportuno, en este caso del
importe correspondiente al crédito garantizado, amerita el protesto del título, el
cual, conforme a lo previsto por el artículo 233.2 de la Ley de Títulos Valores N°
27287, se formalizará contra el primer endosante del warrant y con las
formalidades previstas por la misma ley para el protesto por falta de pago de la
letra de cambio.
El texto del antes referido artículo 233.2 de la Ley de Títulos Valores, como la
mayor parte de las normas que esta ley contiene en materia de certificados de
depósito y warrants, ha sido tomado casi literalmente de la derogada Ley N° 2763
que en su artículo 16 también indicaba que el protesto del warrant se formalizaba
con los mismos requisitos previstos para el protesto de la letra de cambio.
Al respecto el autor colombiano José Mira Velásquez señala: "A sabiendas de que
las materias primas son necesarias para la elaboración del producto terminado y
solo la venta del mismo genera los recursos necesarios para el pago liberatorio de
la prenda, la ley permite la constitución de depósitos sobre productos en
transformación a fin de que el uso de la materia prima pignorada no obligue a su
previa liberación porque existe el producto terminado a consecuencia de la
transformación de aquella y quien le sustituye en la garantía prendaria"(46) .
. En la legislación colombiana
En Colombia el reconocimiento legal de la figura del warrant insumo producto, al
que denominan bono de prenda sobre mercancías en proceso de transformación o
de beneficio se da desde el año 1957, en el que mediante Decreto Legislativo N°
356, se reconoce en su artículo 4 la autorización a los almacenes generales de
depósito para operar sobre mercancías y productos en proceso de transformación,
agregando su artículo 6: "Para efectos de este decreto se entiende por mercancías
en proceso de transformación o de beneficio las materias primas transformables
mediante un proceso unitario industrial o continuado y los elementos o partes que
mediante operaciones mecánicas de ensamble den como resultado un artefacto.
Los títulos así expedidos tendrán plena validez respecto del producto obtenido,
siempre que represente un resultado o una proporción aceptados, usados y
comprobados industrialmente, o un cuerpo cierto debidamente identificado, y que
todo ello conste en los títulos"(47).
Puede apreciarse del texto de las normas legales colombianas precitadas, una
primera e importante diferencia entre aquellas y lo preceptuado en la normativa
peruana, consistente en que para la legislación de Colombia resultará necesario
precisar en los títulos pertinentes no solamente la clase y especie de las
mercaderías depositadas, sino además, y atendiendo a su naturaleza de ser
susceptible de transformación, el producto o productos que se obtendrán con tal
transformación, requisito que no resulta exigible en el caso del Perú.
. En la legislación mexicana
No alcanzamos a entender las razones de tal limitación, ya que queda claro del
texto de los numerales 225.2 y 225.3 de la Ley de Títulos Valores N° 27287, que el
proceso de transformación de la mercadería no se llevará a cabo en el local del
mismo almacén donde originalmente se depositó la misma, sino que esta saldrá
de tal locación para ser transformada en otro lugar y luego reingresará al almacén
de origen el producto transformado, todo bajo control del depositario, por lo que
consideramos que si los bienes necesariamente serán extraídos del depósito
resulta irrelevante que este se haya cons tituido en un almacén de campo o en un
almacén regular, pues en ambos casos la materia prima será retirada y el nuevo
producto será ingresado, no existiendo razón que justifique la discriminación por
tipo de almacén.
Mas aún y a manera de conclusión sobre este tema, cabe señalar que la propia
Superintendencia de Banca y Seguros del Perú al aprobar los formularios que
deberán ser utilizados para la emisión de certificados de depósito y warrants
aplicables al régimen de warrant Insumo producto, mediante Resolución SBS N°
019-2001 , establece bajo el rubro "modalidad de depósito" la necesidad de indicar
si se trata de "almacén propio o de campo", lo que a la luz de la lógica, doctrina y
técnica resulta admisible pero se contrapone a la legislación sobre la materia por
lo que debería propiciarse su modificación, aunque en puridad, por el mérito de lo
expuesto en los párrafos anteriores, lo que realmente debería procurarse es la
modificación legislativa que permita constituir el régimen de warrant insumo
producto tanto en almacenes de campo como en almacenes propios del almacén
general de depósito.
En todo caso, cabe señalar que la norma bajo comentario, en concordancia con lo
dispuesto por el artículo 172 de la Ley N° 26702, para el caso de la liberación de
mercadería con entrega del warrant o del documento que lo sustituye a que nos
hemos venido refiriendo exige, para los casos en que el último tenedor haya sido
una empresa del sistema financiero, que el almacén general de depósito verifique
el consentimiento expreso de liberación de la garantía otorgado por funcionarios
autorizados de la empresa del sistema financiero correspondiente.
En todo caso, cabe agregar, que el artículo 236.2 de la Ley de Títulos Valores N°
27287, incurre en error de concepto al referirse a la consignación del importe del
warrant, ya que debió referirse al importe del crédito garantizado con el endoso del
warrant para de este modo diferenciarse con mayor claridad del caso previsto en
el numeral 236.3 de la misma norma y principalmente por cuanto que en esencia
el warrant no tiene importe, razón por la que sugerimos la correspondiente
modificación de la norma.
b. De la venta forzosa
En tal sentido cabe indicar que para los casos de incumplimiento del crédito se
deberá previamente proc~der al protesto del warrant en la forma que detalláramos
en el numeral 2.8 de este análisis, estando regulado el caso de la ejecución sin
protesto por el artículo 238 de la Ley de Títulos Valores N° 27287, referido al caso
del depositante que con la finalidad de evitar el protesto contra su persona y por
haber endosado por separado el certificado de depósito y el warrant, deposita ante
la administración del almacén el valor total de las mercancías sujetas al warrant
cuando el crédito garantizado no fuera pagado a su vencimiento, supuesto en el
que si no se produce el reembolso a su favor por el tenedor del certificado de
depósito, en un plazo no mayor a ocho días del vencimiento del crédito en
cuestión, podrá solicitar la venta forzosa de la mercancía materia de almacenaje.
Para el caso de vencimiento del plazo del depósito sin que se cumpla con retirar la
mercancía o riesgo de deterioro o destrucción de la misma, el artículo 239 de la
Ley de Títulos Valores N° 27287 establece que previo aviso cursado con
anticipación no menor de ocho días al depositante y al último tenedor del warrant
registrado, podrá el almacén optar por la venta forzosa de la mercancía
correspondiente.
Cabe agregar que para el caso de que el producto de la venta forzosa no cubriere
la deuda garantizada por el warrant, el almacén, conforme a lo previsto por el
artículo 235 de la Ley de Títulos Valores, devolverá el título al tenedor del mismo
consignando el monto pagado a cuenta, quien por el saldo tendrá acción
cambiaria contra el primer endosante, norma aplicable además al caso de que el
seguro que cubra la mercadería siniestrada resultare insuficiente, la misma que se
deberá ejercer conforme a lo dispuesto en el artículo 235.3 de la referida ley.
Resulta evidente que al tener que dirigirse la medida a los títulos de certificado de
depósito o warrant, no cabrá posibilidad alguna de pretender la extracción de los
bienes y el derecho del acreedor se observará de conformidad con la anotación
que haga al respecto el almacén en su registro, conforme a la prelación de
acreencias prevista por ley y siempre que el tenedor del título sea la persona
afectada por la medida dispuesta por el órgano jurisdiccional.
Existe dentro del régimen de los almacenes generales de depósito casos de caída
de precios de los productos almacenados problema que debe enfrentar el
acreedor que tiene su derecho garantizado por una mercadería prendada y ve
caer el precio de la misma a niveles que ponen en riesgo la recuperación del
crédito, sin poder hacer nada al respecto pues deben esperar el vencimiento del
warrant y por ende soportar el previsible acrecentamiento del perjuicio que tendrán
que afrontar.
Es por ello que nos inclinamos por una alternativa similar a la adoptada en
Venezuela, pero sin intervención del Poder Judicial, tal como sucede en el caso
mexicano donde el artículo 21 de la Ley General de Organizaciones y Actividades
Auxiliares del Crédito, de fecha 21 de diciembre de 1984, establece: "Cuando el
precio de las mercancías o efectos depositados bajare de manera que no baste a
cubrir el importe de la deuda y un 20% más, a juicio de un corredor público titulado
que designarán los almacenes generales de depósito por cuenta y a petición del
tenedor de un bono de prenda correspondiente al certificado expedido por las
mercancías o efectos de que se trate, dichos almacenes procederán a notificar al
tenedor del certificado de depósito por carta certificada, si su domicilio es
conocido, o mediante un aviso que se publicará en los términos que señala el
artículo siguiente de esta Ley, que tiene diez días para mejorar la garantía o cubrir
el adeudo, y si dentro de este plazo el tenedor del certificado no mejora la garantía
o paga el adeudo, los almacenes procederán a la venta en remate público, en los
términos del mencionado artículo"(54).
Entendemos que la naturaleza propia del almacén general de depósito nos debe
llevar a concluir que toda mercadería que le sea entregada en depósito quedará
automáticamente sujeta al régimen privativo propio de estas instituciones las que,
a la recepción de la misma, deberán emitir el correspondiente certificado de
depósito.
Consideramos que para alcanzar la finalidad antes indicada bastará con limitar
este requisito del valor mínimo de la mercadería a transarse a la emisión del
warrant, que tal como hemos visto a lo largo de esta investigación es el que por el
mérito de su endoso constituirá la garantía prendaria en cuya virtud se obtendrá el
crédito solicitado, de modo que el certificado de depósito se emitiría al margen del
valor de los bienes depositados y por el solo hecho de la entrega en depósito de
los mismos a un almacén general de depósito.