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Filo. y Lingüí. 9 (1): 67-74, 1983.

ACTITUD CRITICA EN EL
COSTUMBRISMO COSTARRICENSE

Alvaro Quesada Soto

Es generalmente aceptado por nuestra crí- de la época- hacia la realidad circundante y ha-
tica literaria el que hacia 1900, las manifestacio- cia la validez unívoca del mundo y las costum-
nes costumbristas, que hab ían aparecido espora- bres patriarcales, que expresaba el costurnbris-
dicamente en los periódicos y revistas costarricen- mo.
ses de la época, adquieren, en los cuentos de Ma- El costumbrismo es índice de la expan-
gón y las "Concher ías" de Aquileo, una forma sion de la literatura y de la cultura en general,
literaria definitiva, que convierte a estos autores hacia capas más amplias de la población; hecho
en nuestros primeros clásicos. "La literatura cos- que responde, presumiblemente, a las reformas
tarricense -nos dice Abelardo Bonilla- nace con poi ítico-educativas introducidas en la vida na-
el realismo en los últimos años del siglo XIX yen cional por los liberales de fines del siglo XIX.
los primeros del actual. En un sentido estricto no El carácter popular del costumbrismo es eviden-
hubo literatos antes" (1). te si se comparan la personalidad y las obras de
Las principales características del costurn- Magón y Aquileo, con las de los cronistas his-
brismo han sido ya debidamente estudiadas, se- tóricos Manuel de Jesús J iménez, Manuel Ar-
ñaladas y analizadas por diversos investigadores güello Mora y Ricardo Fernández Guardia. El
de nuestra literatura. No es nuestro propósito vol- hecho es manifiesto, tanto en la procedencia
ver sobre ellas. Lo que nos interesa en este artícu- y posición social de los autores, como en la
lo es más bien destacar una faceta casi "desaperci- introducción de temas, personajes y un lenguaje,
bida y un poco clandestina del costumbrismo. Es- más cercanos a la vida cotidiana y popular.
ta faceta, que denominaremos "actitud crítica", Sin embargo, su enfoque de la vida popu-
se opone a la actitud eminentemente anecdótica lar parte de cierta idealización de las costum-
y acrítica que predomina en el mundo literario bres y tradiciones patriarcales y campesinas, en
del costumbrismo. que la tragedia, los vicios e injusticias sociales
La actitud crítica se caracteriza por la in- y morales, se diluyen, absorbidos por el giro
clusión de nuevos factores y temas en la plasma- pintoresco o la anécdota divertida. El mundo
ción literaria de la realidad. En primer lugar, intro- del costumbrismo anecdótico es un mundo pia-
duce la tragedia, la adversidad y la injusticia, en no, armónico, sin fisuras. La actitud anecdóti-
el mundo de las tradiciones patriarcales, optimis- ca implica, en este sentido, una actitud de ingenuo
tas e ingenuas, del costumbrismo. En segundo lu- optimismo y de plena confianza -apenas disimu-
gar, inserta el factor social y poi ítico, desdeñado lados por una tenue iron ía y cierta burla socarro-
tradicionalmente por el costumbrismo, como un na- en la validez moral, y la necesidad incuestio-
recurso necesario para explicar ciertas formas de nable de las costumbres, los valores y las relacio-
comportamiento y ciertas actitudes de los perso- nes sociales establecidas.
najes. La inclusión, en algunos textos literarios
La aparición de estos factores, consideramos costumbristas, de elementos que conducen a la
nosotros, puede tomarse como un síntoma de las desgracia o la tragedia; la consideración de facto-
limitaciones del sistema literario costumbrista, in- res sociales y poi íticos, que determinan el destino
capaz ya de abarcar y relacionar todos los aspec de los héroes; implican la aparición de una acti-
tos y fenómenos de la vida costarricense de la épo- tud de duda, de cuestionamiento ante la realidad,
ca. Es síntoma de la necesidad de un nuevo siste- una ruptura con la fe optimista e ingenua en la
ma que, al integrar todos estos factores, forje bondad y la justicia del mundo de los valores y
una imagen más completa y más profunda -ex- relaciones patriarcales. Esta actitud de duda y
haustiva- del mundo costarricense. Pero, además, ruptura no se manifiesta, sin embargo, en Ma-
la inclusión de estos factores significa, no sola- gón y Aquileo, en forma explícita. No hay crí-
mente un cambio en el modo de expresión litera- tica o denuncia expl ícitas de un sistema social
ria, sino también un indicio de transformación que genera actitudes inmorales e injustas. Este
en la actitud de los autores -y de los hombres último tipo de crítica, que sí aparece con cierta
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claridad en algunas obras de Fernández Guardia tuida por la relación del destino de Oconitrillo
(El estreno, La política), sólo será registrado con y su familia, que sirve de engarce a la diversidad
plena consciencia en la obra de García Monge. de escenas y ambientes del relato. Este cambio
Creemos, sin embargo, que la introducción de los exige otros: mayor extensión y amplitud en el
factores trágicos, sociales y poi íticos, antes men- argumento, la inclusión de áreas más variadas de
cionados, son un indicio de una actitud crítica la realidad, y el empleo de recursos estil ísticos
-no por impl ícita menos patente-, y constituyen y temáticos más complejos.
en cierta medida un rompimiento con el mundo En sus rasgos esenciales, la primera parte
tradicional del costumbrismo. Las páginas siguien- casi no se diferencia del cuadro de costumbres.
tes deberán ser consideradas como un aporte pro- Hay, eso sí, una posición más impersonal, más
visional, que estudia la aparición de esos elemen- objetiva, que la acostumbrada en los otros cuentos
tos en algunas obras de Magón y Aquileo. Ellas de Magón, de parte del narrador. En los demás
formarían parte de un estudio posterior, más cuadros de costumbres el lenguaje y el punto de
completo, que habría de investigar el desarrollo vista del narrador se identificaban con el de un
de las diversas manifestaciones -esporádicas y observador personal, casi siempre el propio
casuales en el costumbrismo- de esa nueva ac- autor-narrador, que relata lo observado en pri-
titu crítica, hasta integrarse coherentemente, en mera persona; en La propia, el narrador es mu-
la obra de García Monge, en un nuevo sistema cho más impersonal y neutro. Esta nueva moda-
literario, expresión, a su vez, de una nueva visión lidad narrativa se adapta mejor, indudablemente,
del mundo, una nueva concepción de la realidad a los propósitos del autor en este relato. Ella pero
costarricense. mite mayor movilidad y amplitud en las descrip-
ciones, la inclusión de más diversos y heterogéneos
ELEMENTOS CRITICOS EN "LA PROPIA" factores en el retrato y caracterización de los pero
DE MAGON sonajes, y, sobre todo, la posibilidad de emplear
más variados recursos y tonos narrativos, en con-
La propia es, en palabras de Abelardo Boni- formidad con la mayor complejidad argumental
Ila, "el único cuento amargo y trágico de Magón" y temática.
(2). Es el único que muestra una fisura en la su-
perficie siempre alegre y divertida del costurnbris- La primera parte de La propia es una de las
mo tradicional. Pero, además, la irrupción de la más perfectas muestras del arte descriptivo de Ma-
tragedia en el mundo optimista y plácido del cos- gón. El pincel del narrador pasa con extraordina-
tumbrismo anecdótico, significa, también, el des- rio vigor, movilidad y penetrante observación, de
cubrimiento de que, bajo la aparente armon ía y la casa al cafetal, de la familia Oconitrillo a las
solidez de los valores y tradiciones patriarcales, ingentes y abigarradas actividades de sus peones.
se esconde un mundo de brutalidad, vicio, mise-
ria e ignorancia. Toda la estructura del relato
busca hacer patente este descenso del "mundo un mocetón robusto, cubierto de sudor y polvo,
claro" a un "mundo oscuro". Para lograrlo fue no da punto de reposo al manubrio del Campeón,
necesario que Magón modificara y enriquecie- que avienta y clasifica el café con sonidos de cascada
ra su concepción de la realidad y todo el arse- que fingen los granos al revolverse entre el cilindro es-
piral de la criba de alambre ...
nal de sus recursos literarios. La propia es el
A lo largo de las paredes del corredor están las esco-
relato más ambicioso, extenso y mejor estruc- gedoras apartando con primor los granos negros y que-
turado del autor; el "arquetipo antológico" de brados sobre las lisas tablas de las mesas ... No paran las
su obra, en palabras de José M. Arce (3). manos, ora persiguiendo el negro, ora entresacando el
Es éste el único cuento de Magón en que el pedazo, apartando los palillos, espulgando los terron·
citas y las piedrecillas ...
autor se esfuerza por supeditar la descripción de
Los mocetones alzan en vilo, con un vigoroso empuje
hechos y ambientes -que en el cuadro de costum- de caderas, los sacos repletos y se los encajan en la memo
bres es un fin en sí mismo a "la exposición de la bruda espalda ... Pela un muchacho con su afilado "Co-
suerte o el destino de los personajes. La figura lis" las sabrosas cañas y partiéndolas en cabos, las ata-
ruga en los hocicos de los bueyes ...
humana, que en el cuadro de costumbres era un
Como granizada resuena en el patio el café que los peo-
accesorio o un objeto más en el conjunto, pasa nes remueven con palas de madera, unos extendiendo
a ocupar aqu í un lugar en el proscenio. La des- el mojado, otros volteando el que está a medio palo,
cripción de una anécdota o una escena, es susti- otros amontonando el seco" (4).
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El cuadro es un derroche de color y movi- jarse entre la cuja ... El asesino seguía apuñaleando a
miento; de esfuerzo y trabajo, alegre, sano y pro- su víctima con saña fiera, lanzando imprecaciones espe-
luznantes y carcajadas aterradoras ...
ductivo, que se identifica con la fuerza y plenitud Ya en las cercanías de la cárcel, dos mujercillas agarra-
de la naturaleza, del "sol de febrero, rojo como ca- das furiosamente de los moños, se revolcaban en el
ra de borracho, quemante, abrasador llenando de hediondo caño, cubriéndose de arañazos y denuestos;
vida exhuberante la campiña ... metiendo sus rayos la "Cinco Pelos", enclenque y desmedrada, llevaba la
como hojas de machete nuevo entre las breñas" peor parte .¿" (S).
(5).
El retrato de Ñor Julián Oconitrillo ("gamo- La actitud crítica se manifiesta aqu í, en el
nal y tagarote de peso en todo el cantón, en donde tono amargo y pesimista, que indica la pérdida de
en lo administrativo es Munícipe del Ilustre Ayun- fe del autor, en el sentido unívoco y estable del
tamiento, en lo religioso, Vice-presidente de la mundo patriarcal. Pero no aparece en forma expl í-
Junta de Edificación del Nuevo Templo, y en lo cita y consciente. No hay un análisis de las causas
poi ítico, es nada menos que Presidente Honorario del resquebrajamiento de los valores morales, ni
del Gran Partido Progresista ... ") llama la atención una cr ítica de las costumbres e instituciones po-
por la amplitud y variedad de rasgos (trabajo, di- Iíticas y sociales.
nero, importancia social, poi ítica, religiosa) que Los valores y estructuras morales y socia-
~agón, en forma desusada para sus cuentos, com- les que conforman la vida patriarcal, no son de-
bina para caracterizar aqu í a su personaje. terminantes, en la obra, para la caída de Julián en
La hábil utilización de todos estos recursos el mundo oscuro al que lo arrastra su destino. Es
no hace más que acentuar la impresión de solidez, este "destino" de ñor J ulián, el que sirve de unión
optimismo, armon ía y exhuberancia vital de este entre los dos mundos. Pero este destino obedece,
en el cuento, a causas fortuitas, a factores indivi-
"mundo claro" y confiado de tradiciones cos-
tumbres y relaciones patriarcales. ' duales y personales; son un defecto en el carácter
de Oconitrillo, que se deja arrastrar por la pasión
Pero, a partir de la pasión inmoderada que
y el instinto, su "antojo" por María Engracia,
hace surgir María Engracia en el alma de ñor J u-
lián, todo cambia; la armonía y estabilidad del circunstancias todas externas y ajenas a los valo-
"mundo claro" se desgarran y se desencadena una res patriarcales.
serie de acontecimientos, inesperados e incontrola- La relación entre la armon ía patriarcal y
b!es. Magón nos lleva a descubrir, en el ininterrum- la tragedia es, en el relato, puramente casual;
pido "descenso a los infiernos" de J ulián Oconitri- no causal. Los valores que rigen la vida en el
110,el lado oculto que se escond ía tras la arcadia mundo claro, son independientes y autónomos;
patriarcal: un mundo oscuro de bestialidad vicio no tienen relación causal con los valores y la vi-
y miseria. La tragedia y la destrucción m~ral y da, que rigen en el submundo del vicio, la pros-
material, terminan por contaminar a toda la fa- titución, la brutalidad y la miseria. La existen-
milia Oconitrillo. cia del "mundo oscuro", por lo tanto, no pone
En la relación de estos hechos el arte de en duda, en la obra, la integridad de los valores
Magón alcanza el máximo de posibilidades y re- morales y sociales del mundo patriarcal.
cursos, haciendo resonar notas inéditas, que nun-
ca -ni antes ni después- habría de emplear de ELEMENTOS CRITICOS EN LAS "CONCHE-
nuevo el autor. Abelardo Bonilla anota cómo RIAS" DE AQUILEO ECHEVERRIA
en las últimas escenas "los rasgos naturalistas
de La propia, excepcionales en el conjunto de la Dos de las "concherías" presentan rasgos
obra, se acercan a lo expresionista" (7). La fuerza que las diferencian de las demás y que significan
humana y exhuberancia vital de las primeras es- una innovación,una forma inédita de ver y consi-
cenas, contrasta con estas últimas, donde la derar los hombres y las cosas, en la concepción
visión de la realidad, amarga y deshumanizada, literaria de Aquileo Echeverría.
raya en lo repulsivo y lo grotesco. Diálogo es la única obra de Aquileo (y del
costumbrismo en general) en que aparece un in-
" ...una tremenda puñalada le dividía la carótida izquier-
tento de transmitir el significado de los hechos
da; brotó la sangre en espumoso chorro y una voz de an- desde el interior, desde la conciencia del perso-
gustia infinita hendió siniestramente las aires en el si- naje. Esta diferencia se hace palpable si compara-
lencio de la noche, volviendo el pesado cuerpo a desga- mos Diálogo con otra "conchería": Visita de pé-
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same. Ambas tratan el mismo tema: la muerte del así como los mertos,
marido de una de las interlocutoras, pero el pun- así como enterrada.
¿Sabés cómo me encuentro?
to de vista desde el cual es enfocado y la manera
Como un moto sin mama ... (10)
de tratarlo son muy diversas.
En Visita de pésame se enfoca el aspecto
Es un cambio importante en la actitud del
anecdótico de la enfermedad y la muerte del mari-
narrador hacia sus personajes; y el único intento
do; las convenciones y ritos sociales populares
del autor de las Concherías, por pasar, de la des-
que este hecho genera. Todo está tratado en un to-
cripción de los detalles externos, a la expresión
no impersonal, emocional mente neutro y pura-
de la emoción, sucitada por lo externo, en el al-
mente informativo. Se utiliza un lenguaje mar-
ma o la conciencia del personaje.
cadamente pintoresco y folclórico, y se hace én-
El tono dominante no es, como en Visita
fasis en la repetición de giros, palabras, y situa-
de pésame, impersonal y neutro; sino un tono
ciones "cliché", que la celebración del acto tra-
lírico, cargado de emoción y sentimiento. La
dicional del pésame implica.
actitud hacia el personaje no es de burla o sor-
na; hay más bien compasión y conmiseración,
"Al puro "tan" de las doses ante el dolor y la soledad de la esposa viuda. El
volvió a manijar la lengua, personaje no es, en Diálogo, un objeto más en
soltó un quejido muy largo, un cuadro de costumbres; es un ser consciente,
dijo unas palabras feas,
se pegó dos estirones,
capaz de captar y tamizar con sus sentimientos,
sacó la panza pa juera, juicios y emociones, el significado de los he-
boltió los ojos en blanco, chos, y darles un nuevo sentido. El Aquileo de
y'hiso como cuatro muecas ... Diálogo puede considerarse un precursor del
ildiay se quedó dijunto!. ..
realismo sentimental (o "estilización del rea-
=L'espero pa'I novenario ... lismo", como lo llama Abelardo Bonilla (11))
porque va a estar muy alegre. de los primeros relatos de Luis Dobles Segre-
Tata mató una ternera da y Carmen Lyra.
y tres garrafas de guaro En Diálogo, como en La propia, hay un
y seis frascos de mistela,
y además ha contratao
rompimiento -no por sutil menos importante-
cuatro músicos de Heredia; en la actitud hacia la realidad, del autor costum-
y pa los misterios tiene brista. La introducción de la conciencia del per-
cuetes de lus y bombetas ... " (9) sonaje lleva a la posibilidad de diversos juicios,
o puntos de vista, sobre el valor o el significa-
El resultado es el comúnenel cuadrodecos- do de los hechos. Las tradiciones y valores con-
tumbres: el hecho trágico deja de serio. Al supri- vencionalmente aceptados, y en cuya evocación
mir la relación entre los hechos descritos y la con- o recreación se complace el autor costumbrista,
ciencia o los sentimientos de los personajes, se son vistos desde un ángulo distinto al del obser-
convierte en graciosa y divertida narración de una vador externo: el "leva" simpático y "chota", que
simple anécdota, ingeniosamente salpicada de cos- se divierte contemplando y describiendo lo que
tumbres y giros populares. hacen los "conchos", Ahora vemos el significa-
En Diálogo, en cambio, los detalles anecdóti- do que esos mismos hechos adquieren para la
cos han sido reducidos en gran medida, y lo que vida y la conciencia de los personajes afectados.
domina es más bien la expresión de los sentimien- Surge una actitud de duda hacia la validez, uni-
tos, que la muerte del marido producen en la viu- vocidad y estabilidad de la realidad objetiva, y de
da. las convenciones sociales que la rigen. Lleva al
descubrimiento de que, bajo los mismos hechos
"Pero, a mi ¿quién me quita que provocan diversión y burla, se esconde, la-
que me haga tanta falta?
tente, un mundo de dolor y tragedia; sólo hay
Tengo como congoja,
tengo como unas ganas que variar nuestro ángulo de observación, nues-
como de meniame tra actitud hacia la realidad y los hombres, para
y estar acurrucada, hacerlo patente.
sin que naide me viera,
íngrima en este cuarto, En La firmita es más obvia la ampliación y
íngrima en esta casa, la integración, que hace Aquileo, de nuevos fac-
QUESADA: Actitud crítica en el costumbrismo costarricense 71

tores en el mundo del costumbrismo tradicio- gulo de observación o análisis de la realidad,


nal. En esta "conchería" la actitud crítica ante trasladándolo, de la descripción de hechos e
el mundo de las convenciones patriarcales, no individuos aislados, a las relaciones y estructuras
se limita a develar el lado oscuro y trágico, desde sociales.
un punto de vista puramente individual y particu- Aquileo, sin embargo, no lleva hasta sus
lar. últimas conclusiones, las premisas críticas en
La firmita introduce en el mundo de las cos- que descansa La firmita. No intenta poner de
tumbres patriarcales un nuevo factor: el factor relieve las consecuencias de tipo moral y ético,
político. Pero es este un factor que produce un a que nos llevaría la denuncia de todo un siste-
cambio cualitativo en la actitud hacia el mundo ma poi ítico-social basado en el engaño, en la con-
de la literatura costumbrista, y un cambio radi- tradicción entre los principios que aparenta sos-
cal con respecto a las manifestaciones cr íticas im- tener y la realidad que se esconde tras esos princi-
plícitas en La propia o Diálogo. La actitud de crí- pios. Aquileo, más bien, trata de disimular esas
tica y de duda se limitaba, en dichas obras, a se- consecuencias. Así, la crítica de La firmita, curio-
ñalar, que, tras el mundo patriarcal, claro y ar- samente, no llega a convertirse en protesta o de-
mónico, existe un mundo oscuro, doloroso y trá- nuncia expl ícita. La desoladora experiencia del
gico. Pero la causa de la desgracia era, en ambos héroe no lo lleva a rebelarse contra la inmorali-
casos, un hecho accidental e individual; no ten ía, dad y la injusticia de un sistema poi ítico-social
en estas obras, raíces sociales y no ponía en duda, que lo traiciona y lo mutila. Su conclusión es,
por lo tanto, la validez del sistema poi ítico-social más bien, que lo sucedido es un castigo mereci-
que rige la vida patriarcal. do, por querer intervenir en lo que le está vedado.
La introducción del factor poi ítico conlle- Su deducción, expresada en los versos finales, es
va toda una transformación en la actitud del que son los "levudos" quienes deben gobernar;
autor hacia la realidad; el eje se traslada del des- los "descalzos" limitarse a trabajar y obedecer.
tino individual a las instituciones poi (tico-socia-
les, que son las que determinan la vida, el com- "Dejémosle a los que saben ...
portamiento, y las relaciones entre los hombres. que busquen entr'ellos quien
Esta "conchería" pone en tela de juicio la vali- mande, si bien los manda ...
y si los otros queremos
dez y la justicia de todo el sistema de vida patriar- de veras a la Patria
cal, en su conjunto, al poner al descubierto la escribamos con el sacho,
falsedad intrínseca de sus estructuras político- dlscursiernos con la pala,
electorales. Lo que produce la desgracia y la con- porque el día que los metamos
nosotros a legislala
fusión del campesino de La firmita, es su aliena-
se muere di'hambre la gente:
ción poi ítica, su incapacidad para comprender la levuda y la descalsa" (12).
y dominar unas estructuras poi ítico electorales
que, debiendo servirle a él para la expresión y
manifestación de su voluntad, se convierten más El tono y el estilo de la obra corresponden
bien en un sutil instrumento, extraño a sus inte- también a esta peculiar posición del autor-narrador
reses y ajeno a su voluntad, por medio del cual ante lo relatado. La inclusión de nuevos factores
se le manipula, se le obliga inconscientemente en el contenido de la conchería, parecía implicar
a servir designios ajenos, para él oscuros e in- una actitud distinta del autor hacia la realidad
comprensibles. plasmada; pero en lo formal, La firmita no deja
La firmita traslada el eje de la contrapo- de ser otro cuadro idealizado de costumbres,
sición "mundo claro-mundo oscuro", del plano semejante a las otras concherías. El desengaño
de lo accidental-individual, al plano de las es- y la frustración, que producen en el campesino
tructuras poi ítico-sociales: lo que era oposición los acontecimientos poi íticos, están relatados
entre dos entes independientes, aparece ahora en el mismo tono festivo y socarrón, y la impre-
como las dos caras de una misma moneda. sión que deja en el lector no es de indignación o
Las mismas estructuras poi ítico-sociales, que en- molestia ante la farsa y la manipulación poi íti-
gendran los valores patriarcales, llevan impl ícito co-electoral, sino la sensación, entre burlona y
en su seno la capacidad de convertirse también divertida, de haber asistido a otro cuadro de cos-
en instrumento de desgracia, opresión e injusti- tumbres más. Al utilizar la misma manera y los
cia. El autor lo advierte con sólo ampliar su án- mismos recursos de plasmación literaria, que
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emplea en las demás concherías, Aquileo logra tener una aparición esporádica en el conjunto de
neutralizar y diluir la fuerza de las implicacio- su obra; y una manifestación no del todo definiti-
nes morales y sociales, que parecían desprender- va y consecuente en las obras donde aparecen _Son
se de los nuevos contenidos políticos inserta- siempre elementos aislados, que ponen en duda,
dos en el cuadro costumbrista. pero no llegan a transformar la concepción cos-
De esta manera, la actitud crítica del autor tumbrista patriarcal de la realidad.
de La firmita permanece impl ícita, en el recono- Corresponderá a Joaqu ín García Monge cor.-
cimiento de la importancia y la necesidad del vertirse -con El Moto e Hijas del campo- en el
factor poi ítico para la plasmación literaria de la portavoz de una nueva generación literaria. El lo-
vida y la realidad costarricenses; pero no se con- grará reunir y dar coherencia a los elementos
vierte en denuncia expl ícita, o protesta, contra las críticos, desperdigados en la obra de los autores
deformaciones morales y humanas, que la injus- costumbristas, amalgamarlos en una nueva unidad
ticia y la opresión poi (tico-sociales traen consi- y un nuevo sistema literario, para expresar una
go. concepción inédita del mundo y la realidad costa-
En conclusión, podemos afirmar que los ele- rricenses. Su estudio y descripción serían tema
mentos críticos en Magón y Aquileo, no pasan de para otro artículo.

NOTAS

(1) Bonilla, Abelar do, Historia de la literatura costa- (7) Bonilla, A., op, cit., p. 132.
rricense, Ed. Costa Rica. San José, 1967, p. 109.

(2) lbid., p. 132. (8) González Zeledón M., op. cit., p. 124.

(3) Arce, José M., "Estudio preliminar", en: Cuentos (9) Echeverría, Aquileo J., Concherios, romances,
de Magón, Colección Selectio, San José, 1968, epigramas y otros poemas, Colección Selectio, San
p. XXXIII. José, s.f.e., p. 166-167.

(4) González Zeledón, Manuel (Magón), op. cit., (10) Ibid., p.116-117.
p.115-117.
(11) Ver: Bonilla A., op. cit., cap. XVI.
(5) lbid., p. 117.

(6) Ibid.p.116. (12) Echeverría A., op. cit., p. 190-191.

BIBLlOGRAFIA

Barahona J iménez, Luis. Apuntes para una historia Echeverría, Aquileo J. Concherías, epigramas, ro-
de las ideas estéticas en Costa Rica, Ministe- mances y otros poemas, Prólogo de Arturo
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Bonilla, Abelardo. Historia de la literatura costarri- Facio, Rodrigo, Estudio sobre economía costa-
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Castro Rawson, Margarita, El costumbrismo en
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Sandoval de Fonseca, Virginia, Resumen de dores, EDUCA, San José, 1975.


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