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La Ansiedad: Qué es, sus bases genéticas y neurales.

La ansiedad es una emoción básica del ser humano y nos ayuda a responder ante
situaciones que nos provoquen miedo o temor, nos ayuda a tomar decisiones y es una
emoción que, en una persona con un estado de ansiedad normal, sea completamente
abordable. Al nombrar “un estado de ansiedad normal” quiere decir, que todos de alguna
manera debemos tenerla presente ya que como mencioné anteriormente, esta cumple
una función: advertirnos de un peligro. En el caso de que sus niveles sean más altos de lo
normal se transformaría en un Trastorno de Ansiedad. Su sintomatología no nos ayudaría a
abordar el problema y encontrar soluciones, al contrario, se vuelve una dificultad incluso
involucrando otras áreas de nuestra vida (socio afectiva, académica-intelectual, física, etc.)
Cuando los niveles de ansiedad son superiores a lo normal, se convierte en una patología
incapacitante para quien la padece y se suele definir como un trastorno que genera
preocupación excesiva, miedo, nerviosismo, pensamientos recurrentes y un estado de
alerta constante, todos estos síntomas podrían ser provocados por una situación que
represente un riesgo desproporcionado a la realidad.

Para su mejora, se necesita abordar de manera terapéutica y/o farmacológica con el fin de
generar o devolver a un estado normal en quien la padece.

Dentro de la neurobiología de este trastorno, se pueden encontrar las áreas o estructuras


primordiales involucradas, que serían el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (llamado
también eje HPA), el sistema límbico (donde se localizan las emociones) y la corteza
prefrontal. Participan regulando procesos vitales del organismo como por ejemplo el
sistema inmune, la digestión, las emociones, conducta sexual, etc. Actuando de manera
organizada con las glándulas y hormonas, teniendo como finalidad nuestro proceso de
adaptación a situaciones gatillantes relacionadas con el párrafo anterior.

Su etiología se reconoce como no especifica, heterogénea y compleja, es decir, no hay un


patrón donde se pueda evidenciar la base genética con exactitud, sin embargo, se pudo
comprobar que el porcentaje de heredabilidad en dicho trastorno es del 30% para la
ansiedad generalizada. No obstante, es denominado un trastorno multifactorial, ya que no
solo influyen los genes, sino que también factores sociales o ambientales. Uno de los
genes involucrados es el RGS2, encargado de regular la señalización de proteínas G, que
armonizan los receptores de serotonina y norepinefrina que cumplen un papel significativo
en las respuestas emocionales. Por otra parte, hay un estudio realizado por investigadores
alemanes y americanos, liderados por el DR. Klaus Peter Lesch, que llevaron a cabo un
estudio para intentar descifrar las bases genéticas de este trastorno. Este estudio se centró
básicamente en la serotonina que se encuentra principalmente en las áreas límbicas que
se relacionan con la conducta humana y que participa en los mecanismos de defensa que
intervienen en la ansiedad. Para este estudio se basaron en un receptor post sináptico y
concluyeron que aquellos que presentaron un mayor grado de ansiedad tenían una
variante corta del gen de esta proteína transportadora de serotonina.
Bibliografía

Amaya, L. (2019). Factores de predisposición genéticos y epigenéticos de los trastornos de

ansiedad. Revista Iberoamericana de Psicología, 12(2).

https://doi.org/10.33881/2027-1786.rip.12206

Oliva, S. (2004). Ansiedad y depresión, evidencias genéticas. Revista Offarm, 23(3).

https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-pdf-13059415

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