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LA IDENTIDAD DEL MEXICO

Johaft Pizaña Ordoñez


Maldonado México es un territorio tan saturado de pluralidad que es imposible ver la
verdadera esencia del mexicano, puesto que se ha caracterizado por producir una cultura
de hospitalidad y generosidad que, junto con la música, los colores, paisajes y cortesía ha
sido bastante reconocido por los personas ajenas a México. Pero ser mexicano va más
allá de haber nacido en México. Ser mexicano también implica responsabilidades más allá
del orgullo México, recordó, es un pueblo de lucha, de transición, de esperanza, y
septiembre motivo de festejo por un año más de ser independientes, pero también para
reflexionar sobre nuestra mexicanidad, de analizar lo que hemos logrado.
La manera de comprender la identidad de los mexicanos ha jugado un papel decisivo en
todo, especialmente en la enseñanza elemental. Los valores que se le han asignado
fueron las bases con las que históricamente se la ha preciado significar. Ello ha jugado un
papel decisivo en la iniciativa 1 de lo cual significa ser mexicano. En la educación del
mexicano lo que importa es que éste cree valores : “ Lo propio del hombre es realizar
sucesivamente su esencia, y la esencia de nuestra estirpe es la personalidad creadora de
valores ” (Caso, 1985 : 183).
El ser humano no se reemplaza, como los objetos. La idea de ser humano es ser él
mismo. “ Toda persona lo es en cuanto que precisamente es ella misma y no las demás, y
la personalidad es una esencia sui generis, que estriba en este modo de ser singular en
cada sujeto, único en su ser. En la educación del mexicano lo que importa es que éste
cree valores.Lo correcto del hombre es realizar sucesivamente su esencia, y la esencia de
nuestra cultura es la personalidad creadora de valores. El ser humano no se reemplaza,
como los objetos. La idea de ser humano es ser él mismo. La herencia que tenemos del
indio y el español no es precisamente la mejor.Existe una profunda relación entre lo
característico de los indios y el vicio fundamental del español. Parece que, al mezclarse,
las dos razas cambiaron sólo sus malas prendas y reservaron sus buenos atributos. 2 La
idea del mexicano tiene sentido a partir de que ésta permite, a su vez, la construcción de
una patria. La patria, la raza, de las cuales participamos todos,nos obligan a prestarles
culto. La unión de los mexicanos se sustenta en la idea de un solo mexicano, uno, al
menos, en el sentido de que en él se concretan los objetivos de la esencia del ser humano
: dar, en este caso dar para que la patria se haga realidad. Era pues necesario adoptar
conocimientos, formas culturales de otros pueblos, pero adaptándolas a las circunstancias
de nuestro país, eso le daría a los mexicanos un carácter universal. Nótese que la idea de
ser mexicano está en relación con la idea que se tiene del ser humano en general ; en
otras palabras no puede haber un mexicano si éste no se contempla a través del prisma
de la universalidad. Ser universal para ser mexicano, pero esa universalidad vista desde
la mexicanidad. La raza del ser humano no determina su cultura, aunque sí lo
reconocemos puede influir tanto biológica como culturalmente.

Quizá por ello, 3 Vasconcelos afirma que en todo proceso social hay que tener en cuenta
las causas profundas, inevitables que determinan un momento dado.
Nuestra geografía, por ejemplo, era y sigue siendo un obstáculo de la unión ; pero si
hemos de dominarlo, será menester que antes pongamos en orden al espíritu, depurando
las ideas y señalando orientaciones precisas. Mientras no logremos corregir los
conceptos, no será posible que obremos sobre el medio físico en tal forma que lo
hagamos servir a nuestro propósito. No hay el mexicano, sino los mexicanos, de carne y
hueso y, aún así, son cosificados. No sólo se enfrentará a los otros para clasificarlos,
como ha cosificado el mundo natural, sino también se enfrentará a ellos como conciencias
cosificadas, como conciencias que, como él, realizan la misma tarea de codificación. Sin
embargo, la cuestión identitaria no es una ni se da de la misma manera. El tejido social y
antropológico crece y decrece en la medida en que interactúan los diferentes colectivos
imaginarios. Por eso somos diferentes no sólo en comparación a otras culturas,
sociedades o razas, sino entre nosotros mismos. 4 La identidad del mexicano puede ser
vista a partir de dos conceptos : el mexicano o lo mexicano, sin embargo, en ambos se
sigue teniendo un asidero conceptual : se parte de la mexicanidad. Ya sea individual y
concreto, o social y difuso, ser mexicano (de carne y hueso) o mexicanos (como sociedad
idealizada) implica una idea ontológica. Así, el ser mexicano sigue partiendo de la idea de
ser. En todo caso, habría que pensar en que dicha idea de ser se entiende desde la
movilidad, es decir, desde un estar siendo históricamente. En este sentido, sería mejor
que optáramos por la idea de una identidad en movimiento. Una identidad que no
responde siempre igual, ni tampoco se ve de la misma manera: movimiento centrípeto a la
vez que centrífugo.

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