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hablada a través de un profeta, usualmente para advertirles o para consolarlos en tiempos de crisis. Para
estudiarlo mejor lo podemos dividir en varias secciones:
1. EL MENSAJE A LAS 7 IGLESIAS. Apocalipsis 1 al 3, empieza y concluye con una carta circular que
fue enviada a 7 iglesias en la antigua provincia romano de Asia.
La Apocalíptica judía se comunica a través de imágenes simbólicas y números, la mayoría extraídos del
antiguo testamento. Por ejemplo, el número 7 se encuentra entretejido en todo el libro.
Al ser una carta, Juan aborda la situación de estas iglesias del primer siglo a las cuales va escrita, por eso,
aunque esta carta comunica mensaje a los cristianos de todas las generaciones, es necesario estudiarlo en el
contexto histórico del tiempo, lugar y audiencia de Juan.
Juan, en esta isla de Patmos donde estaba
exiliado, ve una visión de Jesús resucitado y
exaltado como el rey del mundo, quien estaba de
pie entre 7 candeleros. Este candelero es un
símbolo de las 7 iglesias de Asia menor (Símbolo
adaptada del libro del profeta Zacarías, cap. 4).
Jesús comienza a hablar a los problemas específicas que cada iglesia enfrentaba. En esa época algunas eran
apáticas porque eran prósperas e influyentes, en otras sus miembros todavía comían comidas ofrecidas a los
dioses paganos y teniendo sexo inmoral en los templos de la diosa diana. Otras iglesias, en contraste, sufrían
acoso y hasta persecución violenta.
Jesús les advierte en la visión que las cosas se van a poner peores y les habla sobre una tribulación que
viene sobre las iglesias y las obligará a escoger. (Ap. 2:9-10).
Debido a la persecución del emperador Domiciano, lo que muchas debían hacer era negar a Jesús. Jesús
promete una recompensa para aquellos que se mantengan fieles en esas iglesias. Cada recompensa se
extrae directamente de la visión final del libro sobre el matrimonio del cielo y la tierra que se observa en los
capítulos 21 y 22 de Apocalipsis. Apocalipsis plantea unas preguntas interesantes:
¿Permaneceremos fieles el pueblo de Dios?
¿Alcanzaremos a entrar a la nueva tierra prometida?
¿Por qué la fidelidad a Jesús es como una conquista?
2. EL TRONO DE DIOS Y EL CORDERO INMOLADO
En los capítulos 4 y 5 se narra que Juan tiene una visión del trono celestial de Dios y la describe con
imágenes extraídas de muchos profetas del antiguo testamento (Isaías 6, Ezequiel 1, Daniel 7).
Hay 24 ancianos con ropas blancas y coronas y 4
seres vivientes llenos de ojos y con 6 alas (rostros
de león, becerro, hombre y águila), que
representan a toda la creación y a las naciones
humanas, alrededor de Dios, rindiéndole honor,
quien es SANTO, SANTO, SANTO (Apoc. 4:8)
Y los ancianos echan sus coronas delante del trono
dando toda alabanza al Señor.
UN INTERMEDIO: Los escogidos. En el capítulo 7 del Apocalipsis Juan detiene el tema de los sellos para
responder la pregunta que se hace durante el sello 6. Juan ve un ángel con una sortija de sello viniendo a
poner una marca de protección sobre los siervos de Dios que están viviendo estas dificultades. Juan escucha
que fueron sellados 144.000, como un censo militar, 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel. Pero es de
observar que cuando Juan voltea el vio una mesiánica multitud, que no podía contarse, formado por personas
de todas las nacionalidades, cumpliendo la promesa milenaria dada a Abraham (Génesis 17:4). Este ejército
redimido está llamado a conquistar, no matando a sus enemigos, sino sufriendo y dando testimonio tal como
el Cristo al cual siguen, pues son los que emblanquecieron sus ropas con la sangre del cordero.
OTRO INTERMEDIO: Las dos visiones (Apoc. 10:1 a 11:13) donde muestra que un ángel le trae el rollo sin
sello que fue abierto por el cordero y le dice a Juan, así como le dijeron al profeta Ezequiel, que se coma el
rollo y que proclame su mensaje a las naciones. Entonces el rollo del Cordero es abierto y Juan narra dos
visiones.
1. Juan ve el templo de Dios y a los mártires adorando (Apoc. 11:1). Y se le dice que mida el templo
y lo separe. Se toma esto como un símbolo de protección (Zacarías, cap. 2). Los atrios del templo no
fueron sellados y son pisoteados por los de afuera. Este nuevo templo podría interpretarse como un
símbolo del nuevo pueblo del pacto de Dios, tal como lo usaban los apóstoles en 1 Corintios 3:16,
Hebreos 3:6, 1 Pedro 2:4-5. Podría significar que, aunque el pueblo será pisoteado por las naciones
externamente, conserva su protección especial y su victoria irrebatable por medio del cordero.
2. Juan ve dos testigos como representantes
proféticos a las naciones (Apoc. 11:4). Hay
interpretaciones que dice que serán dos profetas
que aparecerán literalmente; pero como Juan los
llama “candeleros”, otra interpretación dice que
son símbolos que representan a las iglesias
quienes debemos cumplir nuestro rol profético
llevando los mantos de Moisés y de Elías, y
llamar a las naciones idólatras para que se
vuelvan al único Dios verdadero.
Pero entonces aparece una horrible bestia como la
de Daniel 7:7 y mata a los testigos. Y los hombres
estaban felices porque estos testigos habían
atormentado a la humanidad. Pero a los 3 dias y
medio, Dios manda su espíritu y los profetas
resucitan y suben al cielo en una nube ante el
temor de sus enemigos que los ven y muchos de
estos hombres reconocieron a Dios. Tal parece
que este intermedio nos quiere mostrar que será el
testimonio del pueblo de Dios, imitando el sacrificio
de Cristo, el que logrará traer arrepentimiento a las
naciones y hará que el pueblo de Dios suba al cielo
a recibir la nueva tierra prometida. (El que
venciere).
TIP: Esta revelación está en el centro del libro.
Entonces, aquí en la mitad del Libro, la séptima trompeta suena y el templo de Dios es abierto en el
cielo, el arca del pacto se ve y la tierra es sacudida (Apoc. 11:19).
Luego de esta trompeta Juan da otro intermedio:
TERCER INTERMEDIO: Las Señales. (Apoc. 12-14)
Después de las 7 trompetas, Juan tiene unas visiones que llama SEÑALES.
1. LA MUJER Y EL DRAGÓN (Apoc. 12).
Batalla espiritual que se libra desde Génesis 3:15.
Esta batalla está detrás del sufrimiento de las 7
iglesias debido a la persecución romana. La
fuente de toda maldad se representa como un
dragón que ataca a la mujer y su simiente
(Nosotros, su pueblo Apoc. 12:17). También se
lee como el dragón arrastra a una tercera parte
de las estrellas del cielo (que evoca a los
ángeles que Satanás arrastró consigo). El
Mesías derrota al dragón con su muerte y
resurrección y el dragón es arrojado a la tierra
donde instiga al mundo para atacar a la iglesia,
pero ellos conquistarán al dragón al resistirlo
incluso si él mata su cuerpo.
Juan muestra a la iglesia que el verdadero enemigo no son las naciones (como Roma), sino los poderes
espirituales oscuros obrando, por lo cual debemos permanecer fieles amando a nuestros enemigos como
lo hizo Jesús.
El Shemá es la antigua oración a Dios (Deuteronomio 6:4-8) “4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno
es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras
que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu
casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.
El Shemá judío se colocaba en la frente y en la mano como símbolo de tu dedicación al Dios verdadero.
Juan nos está diciendo cómo las naciones nos obligan a decidir a quién seguiremos.
El número de la Bestia: Juan hablaba hebreo y griego y las letras hebreas también eran números. Si
deletreas NERON y CESAR en griego y BESTIA en hebreo, cada una equivale a 6 6 6. Pero Nerón y Cesar no
son el único cumplimiento de la visión. Se puede interpretar cómo las naciones se convierten en bestias
cuando exaltan su propio poder y seguridad económica, convirtiéndose en dioses falsos que exigen lealtad en
oposición a la adoración al Dios verdadero y de donde surgen las guerras, odios y conflictos.
Babilonia era la bestia en el tiempo de Daniel, pero luego vino Persia, Grecia, Roma en época de Juan y así
sucesivamente hasta nuestros días.
En oposición a este sistema bestial y al dragón, está otro rey: el cordero inmolado con su ejército quienes
están dando sus vidas para seguirlo y de la nueva Jerusalén sale el cántico de los 144.000 y lo que Juan
llama El Evangelio Eterno (Apoc. 14:6) llamando a todos a arrepentirse y a salir de Babilonia porque
sus días están contados.
Juan también ve una visión de dos cosechas (Apoc. 14:14-20). La primera es una buena cosecha de
grano mientras el rey Jesús viene para reunirse con su pueblo fiel. La segunda cosecha es una cosecha de
uvas para hacer vino, que representa la intoxicación de este pueblo con el mundo, y estos son
llevados al lagar para ser pisoteados de donde mana mucha sangre.
A través de estas visiones de Señales, Juan está poniendo una elección clara al pueblo: ¿Resistiremos
a Babilonia y venceremos o nos mezclaremos con ellos para sufrir su destino?
AHORA QUE JUAN HA DEJADO CLARAS LAS ELECCIONES QUE HAY, continúa con la parte final de
LOS 7 JUICIOS DIVINOS: LAS 7 COPAS de la ira de Dios. (Ya explicamos los 7 sellos y las 7 trompetas).
Apocalipsis 15 y 16.
Sabemos por el rollo del cordero cuando hablamos
de los dos testigos y las señales, que habrá
muchas personas que se arrepienten. Pero
también hay muchas personas que no se
arrepienten.
Entonces siete ángeles aparecen con 7 copas de la
ira de Dios. Los primeros 5 ángeles vierten sus
copas que contienen plagas como las de Egipto
(llagas, mar y ríos en sangre, fuego abrasador,
oscuridad), pero la gente sigue sin arrepentirse y
maldicen a Dios como hizo Faraón.
Entonces viene la 6 copa que contiene el Dragón y la Bestia. Estos reúnen a las naciones para hacer
guerra contra Dios en un lugar llamado ARMAGEDON. Este es un llano al norte de Israel donde Israel libró
muchas batallas contra naciones invasores y algunas interpretaciones dicen que este Armagedón se refiere a
una guerra literal en el futuro, aunque otros piensan que es una metáfora sobre la justicia de Dios sobre el
mal. (Recordemos que una de las maneras de interpretar Apocalipsis es permitir que el escrito se explique a sí
mismo, así que nosotros apoyamos que será una batalla literal).
Juan toma imágenes del libro de Ezequiel (Cap. 38 y 39) sobre la batalla de Dios contra GOG. Gog era el
símbolo de las naciones rebeldes reunidas delante de Dios.
Entonces se derrama la séptima copa. Se representa por cuarta y última vez el día del Señor donde la
maldad es derrotada de una vez y para siempre.