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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÒNOMA DE MÈXICO

FACULTAD DE DERECHO
DIVISIÒN DE UNIVERSIDAD ABIERTA

DERECHO ENÉRGETICO

MTRA. ALMA ANGELICA GONZALEZ LOJERO


Alumna: Calderón García Edilia
Semestre: 2023- 2

LA REFORMA ENERGÉTICA Y LOS CONTRATOS DE EXPLORACIÓN Y


EXTRACCIÓN DE HIDROCARBUROS

INDÍCE

LA REFORMA ENERGÉTICA...................................................................................................................... 2
NATURALEZA JURÍDICA DE LOS CONTRATOS DE EXPLORACIÓN Y EXTRACCIÓN DE
HIDROCARBUROS........................................................................................................................................ 4
TRAMITOLOGÍA PARA DE LOS CONTRATOS PARA LA EXPLORACIÓN Y EXTRACCIÓN
DE HIDROCARBUROS. ................................................................................................................................ 6
RÉGIMEN FISCAL ......................................................................................................................................... 8
ANÁLISIS Y OPINIÓN ................................................................................................................................. 11
BIBLIOGRAFÍA. ........................................................................................................................................... 13
LA REFORMA ENERGÉTICA

México se ha caracterizado por ser un territorio con una gran diversidad en recursos
petroleros, ya que cuenta con campos en zonas terrestres, campos en zonas marinas
someras, profundas y ultra profundas, áreas no convencionales, es decir, en aguas
profundasen formaciones de lutitas, de donde se puede extraer petróleo y gas, lugares que
eran económicamente inviables.
Para el mejor aprovechamiento de estas zonas, se requería de tecnología de vanguardia,
con los cimientos especializados, pero sobre toda se necesitaba una reforma energética de
fondo, por lo que, bajo el mandato del presidente Lic. Enrique Peña Nieto, se observó la
modificación de tres artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
y la adición de 21 artículos transitorios, con lo cual dio inicio a una nueva etapa para el país,
puesto que con ello se estaba abriendo el sector energético a la inversión privada sin
privatizar a la empresa que por más de 70 años se hizo cargo de la industria petrolera, lo
que permitiría al gobierno de la República Mexicana la realización de contratos con el sector
privado, cuando así le convenga al interés nacional, y con ello generar energía más barata
a todas las familias mexicanas, en esencia, con este nuevo régimen fiscal el Estado
Mexicano , actuara como dueño de la riqueza petrolera con visión de largo plazo y no como
recaudador con necesidades en corto plazo; en su conjunto PEMEX, también tendrá una
mayor autonomía de gestión y un gobierno corporativo, eficaz y moderno.
Es así, como se da un paso decisivo, marcando el rumbo del sector energético en México
y, en específico, en el sector de Exploración y Extracción de Hidrocarburos. El artículo 25
constitucional, refiere a que el Gobierno seguirá siendo responsable de las áreas
estratégicas, en las cuales se incluyen la Exploración y Extracción del petróleo y los demás
hidrocarburos, así como de los organismos y empresas productivas del Estado. También
menciona que la equidad social, productividad y sustentabilidad, aparecen como criterios
para apoyar e impulsar a los sectores social y privado, cuidando siempre el medio ambiente.
En el artículo 27 de la Constitución, se aborda que, tratándose del petróleo y de los
hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos en el subsuelo, esto permanecerán siendo
propiedad de la Nación, por lo que deberá expresarse así en las Asignaciones y los
Contratos, los cuales serán la forma en la que se podrán realizar actividades de Exploración
y Extracción del petróleo y demás hidrocarburos, con el fin de obtener ingresos para el
Estado que contribuyan al desarrollo de largo plazo.
Además, deja claro que las Asignaciones serán con empresas productivas del Estado y los
Contratos serán con las empresas productivas del Estado o con Particulares. En el artículo
28 constitucional se establece que el Poder Ejecutivo contará con la CNH y la Comisión
Reguladora de Energía (CRE) como Órganos Reguladores Coordinados en Materia
Energética. Además, se menciona que el Estado contará con un fideicomiso público
denominado Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, cuya
institución fiduciaria será el banco central, teniendo como objeto principal el recibir,
administrar y distribuir los ingresos derivados de las Asignaciones y Contratos.
La reforma energética que se llevó a cabo en el 2013 ha transformado por completo nuestro
marco legal energético, abriendo con ello posibilidades; el Estado mexicano ha expandido
el mercado petrolero al mundo y con ello el inicio del fin del monopolio que venía ejerciendo
el entonces organismo paraestatal, Petróleos Mexicanos (PEMEX), añadiendo que ésta
pasa a ser una Empresa Productiva del Estado.
El gobierno de la república que aprobó en el 2013 dicha reforma constitucional aseguró que
ésta traería un futuro prometedor y de desarrollo económico y tecnológico.
NATURALEZA JURÍDICA DE LOS CONTRATOS DE EXPLORACIÓN Y EXTRACCIÓN
DE HIDROCARBUROS

En el contexto de los contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, es necesario


analizar las características que los diferencian de otros tipos de contratos. En primer lugar,
es importante tener en cuenta que estos contratos tienen una finalidad pública, ya que se
busca la exploración y extracción de hidrocarburos para el beneficio del país y sus
ciudadanos. Además, estos contratos involucran el uso de recursos naturales que
pertenecen al Estado, lo que implica una mayor responsabilidad y compromiso con el
interés público.
En este sentido, los contratos petroleros deben tener una naturaleza jurídica que refleje
esta finalidad pública y que garantice la protección de los intereses del Estado y de la
sociedad en general. Es por ello por lo que resulta más conveniente que estos contratos
sean de naturaleza administrativa, ya que esto permitiría al Estado ejercer un mayor control
y supervisión sobre las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos.
Los contratos administrativos se caracterizan por ser contratos en los que el Estado
participa como parte contratante y en los que se busca la satisfacción del interés público.
Estos contratos se rigen por un régimen jurídico especial que busca garantizar la
transparencia, la eficiencia y la legalidad en la gestión de los recursos públicos.
Por otro lado, los contratos mercantiles y civiles tienen una finalidad más lucrativa y se rigen
por el derecho privado. En este tipo de contratos, la relación entre las partes se basa en la
libre autonomía de la voluntad y en la búsqueda del interés propio de cada una de ellas. En
el caso de los contratos petroleros, este enfoque resultaría inapropiado, ya que se estaría
poniendo en riesgo la protección de los recursos naturales del Estado y del interés público
en general.
La discusión sobre la naturaleza jurídica de los contratos petroleros es compleja y ha
generado diferentes posturas entre los especialistas en la materia, algunos autores
sostienen que los contratos petroleros no son administrativos, mientras que otros
consideran que sí lo son.
Es importante señalar que la clasificación de un contrato como administrativo no depende
exclusivamente de su denominación, sino de las características y elementos que lo
conforman. En este sentido, algunos autores argumentan que los contratos de exploración
y extracción de hidrocarburos contienen elementos que los asemejan a los contratos
administrativos, tales como la intervención del Estado en su regulación y la presencia de
cláusulas que establecen obligaciones y responsabilidades para las partes.
En cuanto a la competencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), es cierto
que este órgano jurisdiccional es competente para conocer de los juicios de nulidad
administrativa en materia de contratos petroleros, siempre y cuando se trate de contratos
de naturaleza administrativa. En este sentido, si se determina que un contrato petrolero no
es de naturaleza administrativa, correspondería a otro órgano jurisdiccional conocer de las
controversias que se susciten en relación con dicho contrato.
Los contratos que trajo consigo la reforma energética, de manera acertada en el decreto
constitucional, así como en sus leyes reglamentarias, imponen una serie de requisitos,
formalidades y cláusulas con los que estos deben contar.
Efectivamente, en los contratos administrativos que celebran las entidades públicas, la ley
establece una serie de cláusulas obligatorias que buscan proteger el interés público y
garantizar una correcta gestión de los recursos del Estado.
Entre estas cláusulas obligatorias se encuentran, por ejemplo, las que regulan el objeto del
contrato, la obligación de las partes de cumplir con los términos y condiciones acordados,
los plazos para la ejecución del contrato, los mecanismos de supervisión y control, y las
causas de incumplimiento y sus consecuencias.
Además, en los contratos administrativos también se incluyen cláusulas exorbitantes, que
son aquellas que confieren a la Administración facultades especiales que no se encuentran
en los contratos regulados por el derecho privado. Estas cláusulas pueden incluir, por
ejemplo, la posibilidad de modificar el contrato unilateralmente en caso de necesidad
pública, la facultad de rescindir el contrato en caso de incumplimiento, y la posibilidad de
imponer sanciones a la otra parte en caso de infracción.
En definitiva, las cláusulas obligatorias y exorbitantes que se incluyen en los contratos
administrativos buscan proteger el interés público y garantizar que la gestión de los recursos
del Estado se realice de manera eficiente y en beneficio de la sociedad.
TRAMITOLOGÍA PARA DE LOS CONTRATOS PARA LA EXPLORACIÓN Y
EXTRACCIÓN DE HIDROCARBUROS.

Los contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos se llevarán a cabo


mediante licitaciones que realice la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Estos
contratos deberán cumplir las cláusulas del artículo 19 de la Ley de Hidrocarburos (LH) y lo
establecido dentro de las bases de licitación con el objetivo de cubrir con los requisitos
particulares de cada licitación.
A partir de la Reforma Energética se llevan a cabo rondas de licitaciones, en las que se
otorgan contratos por un tiempo definido a empresas privadas, así como a la empresa
productiva del estado (PEMEX, CFE), para que realicen actividades de exploración y
extracción de hidrocarburos.
Las Licitaciones se pueden agrupar por rondas, asociaciones y migraciones de diversas
áreas (o bloques) que permiten delimitar el área contractual de los contratos publicados por
la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y así dictaminar, de acuerdo con la Ley de
Ingresos Sobre Hidrocarburos (LISH), las contraprestaciones a favor del Estado Mexicano
o del contratista que deberán ser pagadas y registradas ante el Fondo Mexicano
de Petróleo (FMP).
Los contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos se llevarán a cabo
mediante licitaciones que realice la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Estos
contratos deberán cumplir las cláusulas del artículo 19 de la Ley de Hidrocarburos (LH) y lo
establecido dentro de las bases de licitación con el objetivo de cubrir con los requisitos
particulares de cada licitación.
Actualmente se cuenta con contratos que fomentan la producción y comercialización
de hidrocarburos los cuales se identifican de la siguiente manera:
• Contratos de licencia.
• Contratos de producción compartida.
• Contratos de utilidad compartida.
• Contratos de servicios
Fase de exploración
La fase de exploración comprende desde la formalización del contrato hasta el inicio de la
fase de extracción. El riesgo de encontrar o no yacimientos de petróleo o gas lo asume
el contratista, ello significa que el Estado no destinará recursos de las finanzas públicas
para este tipo de actividades; sin embargo, el país recibirá ingresos por el pago de
impuestos y contraprestaciones por cada área asignada para la exploración y extracción de
hidrocarburos.
El pago a realizar será de acuerdo con cada tipo de contrato y al periodo de exploración en
el que se encuentre el contrato.
Fase de extracción
La fase de extracción abarca desde el inicio del conjunto de actividades destinadas a
la producción de hidrocarburos, así como la construcción, localización, operación,
uso, abandono y desmantelamiento de instalaciones de las actividades petroleras a realizar
hasta concluir con la vigencia del contrato.

Además de los pagos por concepto de impuestos y derechos, el contratista paga al Estado
un impuesto por producir petróleo, el cual consiste en una cuota por cada km2 del área
asignada en el contrato.
RÉGIMEN FISCAL

El régimen fiscal se detalla en la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos. Los elementos


considerados son consistentes con los estándares internacionales para asegurar que la
Nación capture la renta petrolera e impulsar la exploración y extracción de hidrocarburos.
En la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos se norman, entre otros, las siguientes
modalidades de contraprestaciones:
1. El pago de regalías básicas y adicionales;
2. Cuotas por la fase exploratoria;
3. Para los contratos de licencia, un bono por la suscripción del contrato, y
4. Pagos determinados como una proporción de la utilidad (en especie o en efectivo).
Contraprestaciones de contratos de licencia
El artículo 6 de la Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos (LISH) señala que los contratos de
licencia establecerán las siguientes contraprestaciones:
A. A favor del Estado:
I. Un bono a la firma.
II. La cuota contractual para la fase exploratoria.
III. Las regalías.
IV. Una contraprestación que se determinará en los contratos, la cual considerará la
aplicación de una tasa al valor contractual de los hidrocarburos.

B. A favor del contratista:


La transmisión onerosa de los hidrocarburos una vez extraídos del subsuelo, siempre que,
conforme a los términos del contrato, se encuentre al corriente con el cumplimiento de las
obligaciones señaladas en el apartado anterior.
Contraprestaciones de contratos de utilidad y producción compartida
El artículo 11 de la Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos (LISH) señala que en los contratos
de utilidad compartida y producción compartida se establecerán las siguientes
contraprestaciones:
A. A favor del Estado Mexicano:

I. La cuota contractual para la fase exploratoria.


II. Las regalías.
III. Una contraprestación que estará determinada por la aplicación de un porcentaje a
la utilidad operativa.

B. A favor del contratista:


I. La recuperación de los costos, sujeto a lo establecido en el artículo 16.
II. Una contraprestación que será el remanente de la utilidad operativa después de cubrir la
contraprestación a favor del Estado señalada en la sección III del apartado anterior.

Contraprestaciones de contratos de Servicios

En ellos, las empresas petroleras dan la orden y las empresas de servicio la ejecutan. Esas
órdenes dimanan de las necesidades que en su caso presenten los planes de exploración,
desarrollo y producción de las compañías. La contraprestación de los Contratos de
Servicios puros es pagada en efectivo y la regla es que no esté ligada a los resultados del
proyecto y que la empresa no sea retribuida con producción.
Por lo que, como características de estos contratos, resaltan:
Los derechos y obligaciones entre las partes son de carácter personal (de crédito) y no
confieren derecho alguno sobre las reservas, ni siquiera como contraprestación pagadera
en especie.
Se paga una tarifa por las obras y servicios prestados. Estos servicios pueden estar
desagregados en diversas tareas (estudios sísmicos, geofísicos, perforación y puesta en
prueba de pozos, etc.) o pueden realizarse en paquete mediante un sólo contrato de
servicios integrados.
Suelen contraerse por empresas de servicios, que no participan directamente en el mercado
del crudo. Por esta razón, estos contratos generalmente no tienen por objeto una
contraprestación ligada al hidrocarburo producido, ni están vinculados con un contrato de
compraventa de este.
La iniciativa contempla que los contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos
se desarrollen de manera individual, en consorcio, es decir con un grupo de empresas, o
en asociación en participación. Los consorcios y asociaciones se podrán llevar a cabo de
forma libre, durante la propuesta presentada en la licitación, o con autorización de la CNH,
una vez adjudicado el contrato.
Cuando una asignación migre a un contrato podrá llevarse a cabo una asociación entre
Pemex y un particular, y la CNH realizará una licitación para elegir al socio (incluyendo las
asignaciones de la Ronda Cero).
El modelo propuesto también considera que Pemex podrá migrar a la nueva modalidad de
contratación, aquellos contratos que en el pasado fueron otorgados por medio de una
licitación.
Para asegurar el desarrollo eficiente del sector y la existencia de un mercado donde exista
competencia, los contratos para la industria de hidrocarburos no podrán dar exclusividad o
preferencia ilícita que beneficie a organizaciones empresariales, sociales o sindicales.
Toda la información geológica del país será entregada a CNH, quien la administrará en el
Centro Nacional de Información de Hidrocarburos. Pemex y las empresas productivas del
Estado y los particulares podrán realizar estudios de reconocimiento o exploración
superficial, previa autorización de CNH.
La legislación secundaria contempla que Pemex o los particulares podrán proponer a la
SENER áreas a licitar en el futuro, con base en la información obtenida. Las propuestas no
otorgan derechos ni ventajas para la suscripción de un contrato.
Se propone que los operadores puedan comercializar libremente los hidrocarburos que
reciban como contraprestación. El Estado colocará en los mercados los hidrocarburos que
reciba, a través de un comercializador que la CNH contrate través de licitación pública.
Se reconoce la prevalencia de las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos
sobre cualquier otra actividad, incluyendo la actividad minera; también se reconoce el gas
asociado al carbón (gas grisú) como hidrocarburo más por lo que se elimina de la Ley
Minera.
Se propone que los titulares de concesiones mineras que acrediten solvencia económica y
capacidad técnica podrán suscribir un contrato con la CNH, sin que medie ninguna
licitación. Esto sólo aplicará para minas en las que se esté extrayendo carbón actualmente
y el contrato amparará únicamente la extracción del gas grisú.
Se considera que, si la adjudicación de un contrato o asignación llegara a afectar los
derechos de superficie de una concesión minera, donde se estén extrayendo minerales, el
titular de la concesión recibirá una contraprestación, definida mediante una negociación, o
una indemnización que determine CNH.
Para definir los términos y las condiciones de la contraprestación que se deberá cubrir por
la ocupación o afectación superficial, se privilegia la negociación entre operadores y
propietarios de los terrenos. Esto se hace con la asistencia de la Procuraduría Agraria y de
testigos sociales, y con criterios de referencia para la definición de las contraprestaciones,
acordes con las mejores prácticas internacionales. Dichas contraprestaciones pueden
contemplar, entre otros, el pago de un porcentaje del ingreso del operador después de
realizados los pagos al Estado.
Se establece que durante la ocupación temporal se respetarán en todo momento los
derechos que la legislación y los tratados internacionales suscritos por México confieran a
las comunidades indígenas.
Se prohíben las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en zonas
naturales protegidas.
ANÁLISIS Y OPINIÓN

Si bien es cierto que nuestro país cuenta con un estado con bastos recursos y reservas de
hidrocarburos para realizar actividades de exploración y extracción, también lo es que para
aprovecharlos se requieren conocimientos especializados y tecnologías de vanguardia que,
según el Ejecutivo Federal, Petróleos Mexicanos a pesar de ser una de las empresas más
importantes en el mundo, experta en la extracción de petróleo, no cuenta con la suficiente
maquinaria para extraerlo de los lugares más difíciles de alcanzar, motivación suficiente
para realizar una reforma energética que permitiera al Estado Mexicano actuar como dueño
de la riqueza petrolera con visión de largo plazo y no como recaudador con necesidades en
corto plazo, además de otorgar a PEMEX una mayor autonomía de gestión, convirtiéndola
en una empresa más eficaz y moderna.
Si bien es cierto que la reforma energética de 2013 representó un cambio de rumbo en el
desarrollo de México, también lo es que, desde su creación los resultados y objetivos que
en la misma se proponían no se ha logrado en su totalidad, por lo que incluso el actual
gobierno ya habla sobre una nueva reforma energética.
Desde mi punto de vista, considero que, es de suma importancia que tanto las entidades
gubernamentales involucradas y la sociedad en su conjunto, deberemos continuar
avanzando ahora con la implementación y el aprovechamiento de las oportunidades que
ofrece la Reforma Energética de 2013, ya que no se trata de reformar nuestra Carta Magna,
cada cambio de gobierno, sino más bien ejercer de manera adecuada los beneficios que
nos puede dar una reforma que abre el camino a la implementación de nuevas tecnologías
y maquinaría moderna que nos ayude a mejorar la infraestructura de nuestra gran empresa
reconocida mundialmente, nuestro representativo PEMEX, ya que además debemos tener
en cuenta que la misma no deja ni dejara de ser de todos los mexicanos.
Por otra parte, el tema de los Contratos de Exploración y extracción de hidrocarburos me
resulto demasiado importante, ya que desde la naturaleza jurídica de los mismos es un
tema controvertido, ya que diferentes autores conocedores del tema discrepan sobre la
misma, pero desde mi punto de vista y hablando desde un pobre nivel de conocimiento
coincido con varios de ellos en que la naturaleza de los contratos en mención debe ser
administrativa, ya que esto permitiría garantizar la protección de los intereses del Estado y
de la sociedad en general, además de implicar un mayor control y supervisión por parte del
Estado sobre las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos, lo que
aseguraría una gestión más eficiente y transparente de los recursos públicos.
Por lo que se refiere al nuevo régimen fiscal de Sistemas Contractuales por Empresa
Productivas del Estado, considero que los beneficios que nos otorgan la realización de los
Contratos de Exploración y extracción de hidrocarburos, benefician al Estado por las
contraprestaciones que generan.
Además, en lo personal consideró que son el punto más importante de la reforma
energética, ya que los mismos requieren (además de una estricta normatividad), una
fiscalización inédita en México es por ello, que se necesita una especial vigilancia en su
cumplimiento, sobre todo, de aquéllos celebrados con las empresas privadas, además de
combatir corrupción en las empresas públicas.
BIBLIOGRAFÍA.

ROMERO PÉREZ, Jorge Enrique, Los contratos del Estado, 2ª. ed., San José,
Universidad Estatal a Distancia, 1989.
Fuentes Saldaña, F. J. (2018). La reforma energética en México de 2013: oportunidad
para el desarrollo regional. Iuris Tantum, 32(28), 3–28.
https://doi.org/10.36105/iut.2018n28.02
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