Está en la página 1de 6

Título: Beyond the Caribbean. El caso de la Louisiana.

Análisis del panorama de las artes


plásticas en la colonia, presentadas en el libro A Unique slant of Light: The bicentennial
history of art in Louisiana. Paralelismos y herencias de Louisiana con el Caribe.

Autores: Claudia Terry Fuentes y Rosmery Mendizabal Díaz

Correo: claudiaterry030829@gmail.com rosmerymendizabal@gmail.com

Temática: Arte Caribeño I

Carrera y Año académico: 3er año de Historia del Arte

Tutora: Flavia Valladares

Resumen: Por su cercanía al área caribeña, la región de la Louisiana en el territorio


estadounidense, y sobre todo New Orleans, se ha caracterizado desde la época colonial por el
intercambio continuo entre las culturas a través de los poderes coloniales, las migraciones y
los constantes viajes comerciales.

Palabras clave: Arte caribeño, artes plásticas, período colonial, grabado, New Orleans.
Introducción: Louisiana como un margen norte del Caribe.

Si bien, la cultura estadounidense se particulariza por la preponderancia de los atributos


angloamericanos adquiridos con la colonización inglesa, en el caso particular de la Louisiana
se suma un componente cercano al territorio, lo caribeño. Ello se debe a la presencia tanto de
colonos, personas libres y esclavos provenientes de Haití, Jamaica, y gran parte de Cuba. De
hecho, dichas relaciones que se mantuvieron desde el siglo XVIII hasta en siglo XIX, cuando
Louisiana fue colonia española, francesa y más tarde inglesa, propició que aprendieran y se
apropiaran aspectos económicos y culturales de dichas colonias, adaptando a su entorno
modos de vida similares. Entre los ejemplos e influencias pueden citarse: El segundo
gobierno colonial del general Alexander O’Reilly en New Orleans; las expediciones
anexionistas realizadas por Narciso López a Cuba en el s.XIX y la gran oleada migratoria de
haitianos tras la Revolución Haitiana. Este gran conglomerado étnico, favorece que en el
territorio se conforme una identidad propia y original, distante del panorama cultural de su
nación. Aunque geográficamente y conceptualmente los Estados Unidos no pertenecen a la
región caribeña, la parte sur donde se encuentra Louisiana, específicamente la ciudad de New
Orleans que ya estaba consolidada mucho antes de que el territorio estadounidense tuviera
una sólida formación, formó sin dudas parte del ala más norte del Caribe. Por tal motivo, esta
investigación se realiza sobre la base de explicar la incidencia de estas relaciones en las artes
plásticas antes del la Guerra de Secesión estadounidense a partir de 1860.
Desarrollo

Panorama de las artes plásticas en la Louisiana. Importación de temas y estilos, figuras


precursoras y desarrollo de la Academia.

Para el siglo XVI esta región norteamericana queda colonizada bajo dominio francés y
adquiere el nombre de Louisiana en honor al rey Luis XVI y posteriormente en 1763 colonia
española. A partir de este momento la colonia se sumerge en toda una serie de
acontecimientos vinculados al despliegue de estrategias geopolíticas, que imposibilitan la
estable dominación de una metrópolis en particular sobre esta. No obstante, para investigar
todo lo referente a la Louisiana colonial resulta necesario referirse a la ciudad de New
Orleans, la cual cobija un rico legado visual. Por ello este primer período de conquista se
distingue por la intención de estructurar un imaginario visual que documente y catalogue todo
el proceso de desarrollo que se lleva acabo en la zona. Sin embargo, en contraposición a los
postulados asumidos por influyentes españoles que comienzan a confeccionar una visualidad
sustentada en crónicas poco veraces, como son los grabados de Theodore de Bry en los que
se a concibe la figura del nativo desde el salvajismo, muchas personalidades del panorama
francés de la época viajan y se instalan en New Orleans por un período corto. Esto posibilita
una mayor fidelidad a la hora de atestiguar la evolución del entorno, comparado con la
panorámica española, a pesar de lo idealista y el empleo de cánones medievales europeos a la
hora de ilustrar las imágenes que se vislumbra con notoriedad en estas primeras obras.
Primeramente, se acoge como método ilustrativo por excelencia al grabado debido a lo
económico de su producción y la celeridad de su creación. Dicha técnica es sumamente
explotada durante los primeros siglos con la intención de estructurar un registro visual que
documente y catalogue la vida de los nativos, así como todo el proceso de desarrollo que se
lleva acabo en las distintas zonas, lo que contribuye a la preservación de aspectos cruciales
dentro de la historia natural y humana de ambas regiones. Esta técnica iba a la par del
desarrollo de ilustraciones hechas a tinta y acuarela, la cual era también fácil de realizar y
más tarde pintura.

Uno de los primeros artistas viajeros de la época fue Jacques Le Moyne de Morgues, quien
llega a Louisiona antes de su conformación, en 1564 como parte de una expedición. Le
Moyne confecciona una serie de grabados que documenta la flora y fauna de entorno, así
como las costumbres pacíficas de sus nativos a la usanza medieval.

Considerado como el primer pintor conocido de la Louisiana Francesa, Jean Pierre Lassus
llega a New Orleans en 1726 y regresa a Francia dos años después. Su única obra conocida,
Veüe et Perspective de la Nouvelle Orleans muestra a la naciente ciudad desde el río
Mississippi, donde en un primer plano se representan a los esclavos en los quehaceres de la
plantación. Con un ligero desplazamiento de la visual hacia la derecha se escenifica el ataque
a un caimán y en el fondo diminutos barcos navegan por el Mississippi. Este paisaje a pesar
de que no acoge grandes dificultades técnicas en cuanto a perspectiva, divulga la profunda
riqueza del territorio desde lo natural con el protagonismo que alcanza lo exótico de la fauna
y la fertilidad simbolizada con el predomino del matiz verde, hasta lo económico dado por el
desenvolvimiento comercial evidenciado a través de los navíos.

Los visitantes no solo se abstuvieron a representar el atractivo ambiente, sino que también
intentaron captar la figura del nativo, entre estos se encuentran Jean Baptiste Michel Le
Bouteux, Alexandre de Batz, Antonie Simone Le Page Du Pratz y Cooper Willyams. El
primero de la lista confecciona un gradado Vista del campamento de la concesión de
Monseigneur Law, en Nouveaux Biloxy (1720), con un enfoque en el estos primeros
establecimientos. Progresivamente con su emblemático cuadro Diseños salvajes de varias
naciones (1735), Alexandre de Batz expone las distinciones identitarias de una tribu nativa.
Antonie Simone Le Page Du Pratz se establece en 1718 en Nueva Orleans en una plantación
a orillas de Bayou St. John. Más adelante publica una recopilación histórica sobre la Luisiana
colonial Historie de la Lousiane, la cual cuenta con un basto banco de imágenes. En tal
sentido en este texto se encuentra el grabado Naturels en Été (1758), alusivo a un nativo con
los rasgos típicos representativos dentro de las artes visuales europeas a diferencia del artista
anterior. Estos grabados desempeñan un papel crucial en la representación visual de las
regiones ya que a través de estos captan la belleza natural, la arquitectura y los aspectos
sociales de la vida diaria.

Es evidente entonces que en este período del s.XVIII, a pesar de que este momento no trae
consigo grandes aportes al desarrollo de un lenguaje pictórico a la región, resulta
imprescindible resaltar su valor documental.
En un segundo momento, para el s.XIX, se comienzan a desarrollar otras líneas temáticas que
responden al desarrollo del área. Hay un auge de la pintura con una gama amplia de temas
importados desde Europa u otros territorios del recién conformado Estados Unidos, pues para
este momento, no existían Academias de arte aún; de hecho, la única institución dedicada al
arte conocida, fue el Museo de pinturas de George Cooke, el cual tuvo una vida efímera.
También es importante destacar que en este segundo omento, comienzan a pintar artistas ya
originarios de los Estados Unidos y de la propia Louisiana.

En el caso del grabado para este siglo, se continúa usando con carácter documental y
descriptivo del área o incluso especies. El grabador John William Hill trabaja mayormente
con el uso de la perspectiva en espacios urbanos y puertos, como lo son sus grabados con
acuarelas New orleans desde el Lower Cotton Press (1852) y new Orleans desde la Iglesia St.
Patrick del mismo año. Ambos grabados pueden establecer un paralelismo con los
desarrollados por Eduardo Laplante, como Ingenio Ácana de 1857 y Frederique Mialhe con
Plaza de armas (1848), pues al estar insertados en el mismo marco temporal y teniendo en
cuenta los constantes intercambios entre Louisiana y el Caribe, es posible que ambos
grabadores se hayan conocido. Se pudiera mencionar también el grabado La Universidad de
New Orleans, que aunque se aleja del marco temporal elegido para esta investigación, se
quería mnecionar por su tratamiento ya de espacios de intercambio social y la presencia de la
arquitectura del momento. Por último, Cooper Willyams realiza la litografía Vista del Fuerte
Bourbon y Louis en Martinica (1876), una vista panorámica del puerto, que aunque ya entra
en el período de la guerra de secesión, continúa en el grabado esta línea del paisaje y el
ambiente urbano. La pintura aunque incluye más elementos de ruptura que de convergencia,
es importante destacar el interés de algunos artistas por representar los persnajes nativos del
territorio al igual que en el Caribe. En este sentido se pueden mencionar artistas como
Jacques Guillaume Lucien Amans con su Mujer Creol con Turbante rojo (1840) Julien
Hudson, quien fuera el primer pintor afroamericano del sur y el segundo de Estados Unidos,
con sus autorretratos, y Alfred L. Boisseau con una pintura como Indios de Louisiana
caminando por el pantáno (1847). Estas pinturas reflejan ese ánimo de ilustrar a la
comunidad del naciente territorio, sin relejar verdaderamente los conflictos y diferencias
sociales. Estos artistas a su vez pueden ser comparados con el mismo interés y maestría con
el que Francisco Oller y Cestero pintaba cuadros, logrando magníficos resulatdos como en los
casos de La escuela del maestro Rafael Cordero (1890-1892) y sus Jibaros de 1880-1883),
salvando las distancias estílisticas y temporales entre los tres artistas.
Conclusiones

Es así que se puede concluir que al igual que ocurrió en otros países del continente americano
y del área caribeña en específico, las artes plásticas se vieron influenciadas por Academias de
Bellas Artes Extranjeras y el aporte de artistas extranjeros que vivieron en el área. Los
pintores que tuvieron una producción en Louisiana antes de la guerra civíl buscaron la
manera de representar los paisajes naturales del entorno, las distintas comunidades, y como
temática base en muchas ocasiones, el retrato de personajes tanto de la burguesía como de
nativos, buscándo de una forma u otra el plasmar la identidad que se estaba formando y la
herencia diversa en su cultura, aunque ciertamente el enfoque estaba en representaciones
romantizadas en lugar de retratos realistas de las realidades económicas y sociales.

Bibliografía
Kurin, R. (1990). La cultura caribeña va más allá de los límites de sus islas. In J. James
Figarola, Revista del caribe (p. 125). Santiago de Cuba: Casa del Caribe.
Sartisky, M., Gruber, J. R., & Kemp, J. R. (2012). A unique slant of light: The Bicentennial
History of Art in Louisiana. New Orleans. The Louisiana Endowment for the
Humanities.
Sluyter, A., Watkins, C., & Annie Mcneill Gibson, J. C. (2017). Vínculos históricos entre
Nueva Orleáns, Luisiana y Cuba. Revista Universidad de la Habana.

También podría gustarte