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HISTORIA
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REVISTA DE
ESPECIAL ES
LOS MEJOR DE
ARTÍCULOS
CLÍO HISTORIA
REYES CATÓLICOS
LOS CREADORES DE ESPAÑA
CARLOS I
SEÑOR DE EUROPA
LAS MUJERES
DE FELIPE II
DECLIVE
LA GUERRA
DE SUCESIÓN
WWW.REVISTACLIO.COM / NÚMERO 45/ 6,95 €
LA DINASTÍA DE LOS
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Area empresarial Andalucía, sector 2 EL ORIGEN DE UNA DINASTÍA
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4 Reyes Católicos, los creadores de España
Sobreprecio para Canarias 0,15 €
12 Isabel la Católica, la princesa que no estaba destinada a ser reina
ISSN 2013-5920 20 La sombra del poder de una mujer en el trono
28 Juana la Loca
Depósito Legal D.L.B. 5168-2017
03/2024
LA EDAD DE ORO
36 Carlos I, señor de Europa
44 Las mujeres de Felipe II
53 Isabel Clara Eugenia, la hija querida de Felipe II
CLÍO 3
Especial AUSTRIAS
4 CLÍO
LOS CREADORES
DE ESPAÑA
LA VERTEBRACIÓN DE UN PAÍS ES UNA TAREA DIFÍCIL
Y GRANDES PERSONAJES DE LA HISTORIA COMO
ALEJANDRO MAGNO, JULIO CÉSAR O ALFONSO X
EL SABIO FRACASARON EN EL INTENTO.
ISABEL Y FERNANDO DEBIERON PENSAR EN ELLOS
CADA VEZ QUE PROFUNDIZABAN EN LAS REFORMAS
ECONÓMICAS, SOCIALES Y CULTURALES CON LAS
QUE CONFIABAN CONVERTIR SUS REINOS EN UN PAÍS
MODERNO, A LA ALTURA DE FRANCIA O INGLATERRA.
ILUSIÓN Y GANAS NO LES FALTARON. LOS REYES
CATÓLICOS DE CASTILLA Y ARAGÓN DEJARON
UNA IMPRONTA TAN PERSONAL EN LAS TAREAS DE
GOBIERNO QUE NO ES POSIBLE HABLAR DE LA HISTORIA
EUROPEA DEL TRÁNSITO DEL SIGLO XV AL XVI SIN
REFERIRSE A ELLOS.
POR JAVIER RAMOS
CLÍO 5
Especial AUSTRIAS
6 CLÍO
cada y separada, es decir, injusta.
Antonio de Nebrija, a través de
DOS CORONAS EN UNA la Gramática de la lengua espa-
ñola, intentó superar las resisten-
TRAS LA RECONQUISTA CASTELLANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, LOS cias mediante la más innovadoras
REINOS CRISTIANOS SE HABÍAN REDUCIDO A CUATRO EN EL SIGLO de las operaciones intelectuales
XV. ŶĂƐƟůůĂ͕IsabelŐŽnjĂďĂĚĞƵŶƉŽĚĞƌƚĞƌƌŝƚŽƌŝĂůƋƵĞŐĞŽŐƌĄĮĐĂŵĞŶƚĞ del momento: el uso social de la
ĂďĂƌĐĂďĂŽĐŚŽĚĞŶƵĞƐƚƌĂƐĂĐƚƵĂůĞƐĂƵƚŽŶŽŵşĂƐ;'ĂůŝĐŝĂ͕ƐƚƵƌŝĂƐ͕ĂŶƚĂďƌŝĂ͕ lengua castellana, conver tida en
ĂŵďĂƐĂƐƟůůĂƐ͕džƚƌĞŵĂĚƵƌĂ͕ŶĚĂůƵĐşĂLJDƵƌĐŝĂͿƌĂĞůƌĞƐƵůƚĂĚŽĚĞ la inseparable compañera del im-
ƵŶĂŝŶƚĞƌŵŝŶĂďůĞĐĂĚĞŶĂĚĞƉĂĐƚŽƐ͕ŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽƐĚĞĐŽŶǀŝǀĞŶĐŝĂ͕ďĂƚĂůůĂƐ perio español en América.
ĐĂŵƉĂůĞƐLJĂůŐƷŶƋƵĞŽƚƌŽŵĂŐŶŝĐŝĚŝŽ͘ĂƐƟůůĂƐĞĐŽŶǀŝƌƟſĂƐşĞŶůĂƉŽƚĞŶĐŝĂ La unidad territorial encontraría
ŝďĠƌŝĐĂŚĞŐĞŵſŶŝĐĂ͘ también razones en el humanismo
>ŽƐƌĞŝŶŽƐĚĞůƌĞLJFernandoĂŐƌƵƉĂďĂŶĂůĂƐĐŽŵƵŶŝĚĂĚĞƐĂĐƚƵĂůĞƐĚĞ de Lucio Marineo Sículo y Pedro
ƌĂŐſŶ͕ĂƚĂůƵŹĂ͕sĂůĞŶĐŝĂLJĂůĞĂƌĞƐ͕ƵŶŝĚĂƐƚƌĂƐƵŶƉƌŽĐĞƐŽĚĞƐŝŐůŽƐ͘WĞƌŽ Mártir de Anglería, quienes pro-
ƵŶĂƐĞƌŝĞĚĞĐŽŵƉůĞũĂƐĐŝƌĐƵŶƐƚĂŶĐŝĂƐƉƌŽǀŽĐĂƌŽŶĂůĚĞĐĂĚĞŶĐŝĂĚĞůĂŽƌŽŶĂ pusieron recuperar el sentido uni-
ĚĞƌĂŐſŶĞŶĞůƐŝŐůŽys͘>ĂĚĞŵŽŐƌĂİĂĨƵĞůĂƉƌŝŶĐŝƉĂůĐĂƵƐĂĚĞůŽĐĂƐŽ tario de la Hispania romana. Se tra-
ĂƌĂŐŽŶĠƐ͗ĂƚĂůƵŹĂ͕sĂůĞŶĐŝĂ͕ĂůĞĂƌĞƐLJƌĂŐſŶũƵŶƚĂƐŶŽƌĞƵŶşĂŶŶŝƵŶŵŝůůſŶ ta, por tanto, de España, una tierra
ĚĞŚĂďŝƚĂŶƚĞƐ͕ŵŝĞŶƚƌĂƐƋƵĞĂƐƟůůĂƚĞŶşĂƐĞŝƐŵŝůůŽŶĞƐ͘ŶĞůŽŵƉƌŽŵŝƐŽĚĞ destinada a ser la cuna de una civi-
ĂƐƉĞƐĞĞůŝŐŝſĐŽŵŽƌĞLJĚĞƌĂŐſŶĂ&ĞƌŶĂŶĚŽĚĞdƌĂƐƚĄŵĂƌĂ͕ƐŽďƌŝŶŽĚĞů lización cristiana y europea.
ƷůƟŵŽƌĞLJĐĂƚĂůĄŶLJŚĞƌŵĂŶŽĚĞůĞŶƚŽŶĐĞƐƌĞLJĚĞĂƐƟůůĂ͕Enrique III͘
>ĂĐŝƌĐƵŶƐƚĂŶĐŝĂĚĞƋƵĞĞŶůŽƐĚŽƐŐƌĂŶĚĞƐƌĞŝŶŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐƐĞƐĞŶƚĂƌĂ LA RECONQUISTA
ůĂŵŝƐŵĂĚŝŶĂƐơĂĨƵĞĚĞĮŶŝƟǀĂƉĂƌĂƐƵƵŶŝĮĐĂĐŝſŶĞŶůĂƐƉĞƌƐŽŶĂƐĚĞƐƵƐ Se recurrió a la figura de Isidoro
ƌĞƐƉĞĐƟǀŽƐŶŝĞƚŽƐ͗/ƐĂďĞůĚĞĂƐƟůůĂLJ&ĞƌŶĂŶĚŽĚĞƌĂŐſŶ͘hŶŝĚŽƐĂŵďŽƐ de Sevilla para legitimar la Re-
ƌĞŝŶŽƐ͕ƚŽŵĂƌŽŶ'ƌĂŶĂĚĂLJĐŽƌŽŶĂƌŽŶƉŽƌĮŶůĂZĞĐŽŶƋƵŝƐƚĂ͘ conquista como un deber patrióti-
dĂŶƐŽůŽƋƵĞĚĂďĂŶŽƚƌŽƐĚŽƐƌĞŝŶŽƐĞŶůĂWĞŶşŶƐƵůĂ͗EĂǀĂƌƌĂLJWŽƌƚƵŐĂů͘ co. Esta es la voluntad política de
ůĐƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞĂƐƟůůĂLJƌĂŐſŶůŽƌĞĚƵũĞƌŽŶĂƵŶĞŶĐůĂǀĞĨƌŽŶƚĞƌŝnjŽĐŽŶ los Reyes, mediante la cual se en-
ĂŵďŽƐ͕LJůŝŵŝƚĂĚŽĂůŶŽƌƚĞƉŽƌ&ƌĂŶĐŝĂ͘dƌĂƐůĂŵƵĞƌƚĞĚĞCarlos III el Noble͕ riqueció infinitamente la memoria
ƐƵŚŝũĂLJŚĞƌĞĚĞƌĂĚŽŹĂBlancaƐĞĐĂƐſĐŽŶƵŶŝŶĨĂŶƚĞĐĂƐƚĞůůĂŶŽLJůĂĐĂƐĂĚĞ dinástica de las casas reales de
dƌĂƐƚĄŵĂƌĂĚŽŵŝŶſƚĂŵďŝĠŶƐŽďƌĞĞůƌĞŝŶŽŶĂǀĂƌƌŽ͕ĂƵŶƋƵĞůĂĂŶĞdžŝſŶĮŶĂů Aragón y Castilla, pues el deseo
ĨƵĞŽďƌĂĚĞ Fernando el Católico͕ƚƌĂƐƵŶĂǀŝĐƚŽƌŝŽƐĂĐĂŵƉĂŹĂƉŽƌĂƋƵĞůůĂƐ de la unión de los diferentes rei-
ƟĞƌƌĂƐLJĂĞŶƚƌĂĚŽĞůƐŝŐůŽys/͘ nos peninsulares arranca en el si-
>ĂƐĐŽƌƚĞƐĚĞWŽƌƚƵŐĂůƉƌŽĐůĂŵĂƌşĂŶĞŶϭϱϴϭƌĞLJĂ&ĞůŝƉĞ//ĚĞƐƉĂŹĂ͕ƋƵĞ glo XII, cuando un cronista señaló
ŚŝnjŽǀĂůĞƌƐƵƐĚĞƌĞĐŚŽƐĐŽŵŽŶŝĞƚŽƉŽƌǀşĂŵĂƚĞƌŶĂĚĞManuel I ĚĞWŽƌƚƵŐĂů͘ que “en España todos los reyes pa-
ƵƌĂŶƚĞůŽƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐƐĞƐĞŶƚĂĂŹŽƐ͕ƐĞĐƵŵƉůŝſĂůĮŶůĂĂƐƉŝƌĂĐŝſŶĚĞůŽƐ rientes son”. Se refería al hecho de
dƌĂƐƚĄŵĂƌĂ͗ůĂƵŶŝĚĂĚĚĞůĂWĞŶşŶƐƵůĂ͘ que el emperador Alfonso VII de
Castilla y León estaba casado con
Berenguela, hermana de Ramón
Berenguer IV, conde de Barcelo-
na y príncipe de Aragón. Gracias a
esa unión se consiguió la primera
expedición unitaria contra la, por
entonces, ciudad musulmana de
Almería.
UNA AMALGAMA DE
TERRITORIOS
El Estado dinástico de los Reyes
Católicos fue un conglomerado
de territorios diversos, ver tebra-
dos mediante transformaciones
jurídicas en unos casos y hacen-
CLÍO 7
Especial AUSTRIAS
8 CLÍO
DE EXCOLMUGADOS A CATÓLICOS
CUANDO EL 19 DE OCTUBRE DE 1469, ISABEL Y FERNANDO
CONTRAÍAN MATRIMONIO EN EL VALLLISOLETANO PALACIO DE LA
FAMILIA VIVERO, EN FRÍA CEREMONIA Y CON ESCASOS ASISTENTES,
TODOS LOS PRESENTES TENÍAN PLENA CONCIENCIA DE HALLARSE
PRESENCIANDO UN ACTO PLENAMENTE ILEGAL. Impulsada por la
ĚĞĐŝĚŝĚĂǀŽůƵŶƚĂĚĚĞƐƵƐƉĂƌƟĚĂƌŝŽƐ͕/ƐĂďĞůĐŽŶƚƌĂǀĞŶşĂůŽƉĂĐƚĂĚŽĐŽŶƐƵ
ŚĞƌŵĂŶŽ͕ĞůZĞLJ͕LJƐĞĐĂƐĂďĂƐŝŶŝŶĨŽƌŵĂƌůĞƉƌĞǀŝĂŵĞŶƚĞ͘ĂĚŽĞůŐƌĂĚŽ
ĚĞĐŽŶƐĂŶŐƵŝŶŝĚĂĚĞdžŝƐƚĞŶƚĞĞŶƚƌĞůŽƐĐŽŶƚƌĂLJĞŶƚĞƐĞƌĂƉƌĞĐĞƉƟǀŽĐŽŶƚĂƌ
ĐŽŶƵŶĂĂƉƌŽďĂĐŝſŶƉĂƉĂů͕ƋƵĞůſŐŝĐĂŵĞŶƚĞƐŽůŽƉŽĚƌşĂŽďƚĞŶĞƌƐĞĐŽŶĞů
ďĞŶĞƉůĄĐŝƚŽĚŽĐƵŵĞŶƚĂĚŽĚĞEnrique.
/ŐŶŽƌĂŶĚŽĞůZĞLJĞůƉůĂŶ͕Paulo IIƌĞĐŝďŝſƵŶĂƚŽƐĐĂĨĂůƐŝĮĐĂĐŝſŶĞŶůĂƋƵĞ
ƐĞƐŽůŝĐŝƚĂďĂƐƵĂƉƌŽďĂĐŝſŶĚĞůŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͘^ŝŶĞŵďĂƌŐŽ͕ĞůWŽŶơĮĐĞ;ĐŽŶ
ŵƵĐŚĂƌĂnjſŶŝƌƌŝƚĂĚŽƉŽƌĞůŝŶƚĞŶƚŽĚĞĞŶŐĂŹŽͿůĂŶĞŐſ͘ƋƵĞůůŽŶŽƉĂƌĞĐŝſ
ĚĞƐĂŶŝŵĂƌĂƋƵŝĞŶĞƐĞƐƚĂďĂŶƌĞĂůŝnjĂŶĚŽůĂŐƌĂŶŽƉĞƌĂĐŝſŶĚĞƵŶŝƌĂůĂƐ
ĚŽƐŽƌŽŶĂƐĂůƉƌĞĐŝŽƋƵĞĨƵĞƐĞ͘ůƐŝŐƵŝĞŶƚĞŝŶƚĞŶƚŽƉƌĞƐĞŶƚſŝŶĐůƵƐŽƵŶĂ
ŵĂLJŽƌŐƌĂǀĞĚĂĚ͕LJĂƋƵĞƐĞƵƟůŝnjſƵŶĂďƵůĂĂŶƟŐƵĂLJƉĞƌƚĞŶĞĐŝĞŶƚĞĂŽƚƌĂƐ
ĚŽƐƉĞƌƐŽŶĂƐ͕ĞŶůĂƋƵĞůŽƐĚĂƚŽƐĚĞůŽƐŇĂŵĂŶƚĞƐŶŽǀŝŽƐƐĞŚĂďşĂŶŝŶĐůƵŝĚŽ
ĨƌĂƵĚƵůĞŶƚĂŵĞŶƚĞ͘ƐƚŽLJĂǀŝŶŽĂĐŽůŵĂƌůĂƉĂĐŝĞŶĐŝĂĚĞůWĂƉĂLJĚĞĐŝĚŝſůĂ
ĞdžĐŽŵƵŶŝſŶĚĞůĂƉĞƌƟŶĂnjƉĂƌĞũĂ͘
Ɛş͕ĂƋƵĞůůŽƐƋƵĞƐĞƌŝĂŶĐŽŶƐŝĚĞƌĂĚŽƐůŽƐŵĄƐĞƐĨŽƌnjĂĚŽƐĚĞĨĞŶƐŽƌĞƐĚĞ
ůĂĨĞƉĂƐĂƌŽŶĂǀŝǀŝƌĂƌƌŽũĂĚŽƐĂůƐĞŶŽĚĞůĂ/ŐůĞƐŝĂ͕ĞŶƵŶĂƵŶŝſŶŵĂƚƌŝŵŽŶŝĂů
ENLACE DE
>K^Zz^ ůĞŐĂůŵĞŶƚĞŝŶĞdžŝƐƚĞŶƚĞ͘WŽĐŽƐĂŹŽƐŵĄƐƚĂƌĚĞ͕Alejandro Borja͕ĂƋƵĞů
dM>/K^͘
ĨƵƚƵƌŽƉĂƉĂŽƌŐŝĂĞĮĐĂnjĂŐĞŶƚĞĚĞůŽƐŝŶƚĞƌĞƐĞƐĚĞůŽƐZĞLJĞƐĞŶZŽŵĂ͕
ĐŽŶƐĞŐƵşĂĚĞůWĂƉĂĚĞƚƵƌŶŽĞůůĞǀĂŶƚĂŵŝĞŶƚŽĚĞůĂƐĂŶĐŝſŶ͘
CLÍO 9
Especial AUSTRIAS
ERRORES Y ACIERTOS
Otro de los grandes aciertos de los
Reyes Católicos fue el nombramien-
to de Gonzalo Fernández de Cór-
doba, el Gran Capitán. La defensa
de los intereses de la Corona en
Italia se convirtió en el principal ob-
jetivo para este capitán andaluz. El
orgullo de participar en la vertebra-
ción de un nuevo país presidió to-
das sus actuaciones: desde las vic-
torias en el campo de batalla sobre
los ejércitos franceses hasta el buen
gobierno del Reino de Nápoles.
En veinticinco años (los que van
del decisivo 1479 al terrible 1504,
fecha de la muerte de Isabel), la Es-
paña de los Reyes Católicos fue tan-
to un momento decisivo en la mo-
dernización de la sociedad como de
opresión para el pueblo. Su máxima
aspiración fue conseguir la unión
GHƓQLWLYD GH ORV UHLQRV HV GHFLU OD
creación de España.
El lector de estas líneas podrá
mostrar su malestar con este proyec-
to político o, por el contrario, sentir-
se confortado con él, ya que ambas
posturas son habituales en el día de
hoy. Aun así es imposible no atender
OR TXH OOHJµ D VLJQLƓFDU \ TXH KR\
permanece vivo en la memoria so-
FLDOJUDFLDVDODƓUPH]DGHORVV¯PER-
los que los mismos Reyes Católicos
FUHDURQSDUDV¯HO\XJR\ODVŴHFKDV
La suprema ironía de la historia de
España a comienzos del siglo XVI es
que la gente que contemplaba el
proyecto político de los Reyes Ca-
tólicos descubría en él una mons-
truosa confusión. Sin embargo, no
parecían alarmarse por ello, sino
que más bien se exaltaban ante la
perspectiva de un Imperio vincula-
do a la existencia de España. Es una
mirada utópica de la que solo fue-
ron capaces los erasmistas que ro-
dearon al nieto de los Reyes Católi-
cos y heredero de los reinos, Carlos
de Gante, que pasará a las páginas
de la historia como Carlos V.
10 CLÍO
ESPECIAL AUSTRIAS
12 CLÍO
ISABEL
LA CATÓLICA
LA PRINCESA QUE NO ESTABA
DESTINADA A SER REINA
EL FUERTE CARÁCTER DE ISABEL LA CATÓLICA FUE EL MOTOR REAL PARA QUE
ACABARA CONVIRTIÉNDOSE EN UNA DE LAS REINAS MÁS IMPORTANTES DE LA
HISTORIA DE ESPAÑA, AUNQUE NO FUERA SU DESTINO SERLO.
POR JAVIER RAMOS
UJER DE reino de Nápoles. La labor de Isabel fue determinante para el nacimiento del
G R A N primer imperio de la Edad Moderna.
C AR ÁCͳ
TER, QUE LA NIÑEZ DE UNA INFANTA DE CASTILLA
VIVIÓ Isabel de Trastámara nació en la primavera de 1451 después de que su madre,
EN UN Isabel de Portugal, la segunda esposa del rey Juan II de Castilla, diera a luz en
TIEMͳ Madrigal de las Altas Torres (Ávila) a una niña muy blanca y muy rubia.
PO EN Sorprende lo poco que se sabe de la primera época de Isabel, cuando era
EL QUE LOS HOMBRES REGÍAN LOS Infanta de Castilla, tanto mientras vivió con su padre, como durante los años
DESIGNIOS DE LOS REINOS, ISAͳ que pasó con su madre, una vez viuda. Quizá por la poca importancia que
BEL I DE CASTILLA DEMOSTRÓ SER se daba entonces a la figura de la futura reina. Se trataba de una Infanta de
UNA ESTRATEGA CUANDO LLEGÓ Castilla, eso sí, por lo tanto en la línea sucesoria al trono tras su hermanastro
AL PODER, A LA VEZ QUE SENTÓ Enrique IV y su hermano Alfonso; pero nadie pensaba en ella, posiblemente
LAS BASES DEL ESTADO MODERNO porque Enrique IV ya jugaba un papel político de primer orden cuando era
ESPAÑOL. Consiguió la pacificación Príncipe de Asturias.
del reino, acometer el final de la Re- Poco sabemos de la infanta Isabel en sus primeros años de orfandad (su
conquista, apadrinar la hazaña del padre Juan II había muerto en el año 1454 cuando ella tenía tres años de
descubrimiento de América y ayudar edad), salvo que los vivió en Arévalo, donde se refugió su madre. Sin duda,
a su marido, Fernando II de Aragón, a se trataba de un ambiente en buena medida portugués. Durante siete años,
doblegar a Francia en la pugna por el entre 1454 y 1461, la villa de Arévalo se convirtió en el hogar de la infanta. Su
CLÍO 13
ESPECIAL AUSTRIAS
LA MUERTE DE SU HERMANO
ENRIQUE IV.
MONEDA DE SU ALFONSO, />ϱ:h>/K
REINADO, DURANTE
EL CUAL CEDIÓ ϭϰϲϴ͕,/KYh>&/'hZ/^>
ANTE LA PRESIÓN
DE ALGUNOS TOMARA UNA NUEVA IMPORTANCIA,
NOBLES Y NOMBRÓ
A SU HERMANA AL PRESENTARSE COMO LA ÚNICA
ISABEL PRINCESA
DE ASTURIAS. HEREDERA AL TRONO DE CASTILLA.
¿CÓMO ERA FÍSICAMENTE?
El cronista Fernando del Pulgar nos la describe así: “De estatura
media, rubia 'e muy blanca', de ojos entre verdes y azules y rostro
alegre. El mirar gracioso e honesto, las facciones del rostro bien
puestas, la cara muy fermosa e alegre. Era muy cortés en sus fablas…
forzábase a no mostrar el decir la pena que en aquella hora sienten
e muestran las mujeres… Era católica e devota... Era muy inclinada
a facer justicia, tanto que le era imputado seguir más la vía de rigor
que de la piedad”.
CLÍO
ESPECIAL AUSTRIAS
^hEhEdZKKE
&ZEEKZ'ME
Para ello necesitaba consumar un ma-
trimonio, pero el que ella quería, no el
ƋƵĞƚƌĂƚĂďĂŶĚĞŝŵƉŽŶĞƌůĞŶƌŝƋƵĞ/s
LJĞůŵĂƌƋƵĠƐĚĞsŝůůĞŶĂ͘zĂŚşĞƐĚŽŶĚĞ
entró en juego otro príncipe que hizo
Historia junto a su esposa: Fernando,
príncipe de Aragón, que además era
también rey, pues su padre, generoso, LOS REYES CATÓLICOSE>
dKD/E/^dZZ:h^d//͕
y para que no estuviera en desventaja s1dKZDEEKzD:KZ͘
con el pretendiente portugués, le ha- EdZϭϴϯϭzϭϴϲϱ͘
ďşĂĐĞĚŝĚŽĞůƚƌŽŶŽĚĞ^ŝĐŝůŝĂ͘ůĂƌĂŐŽ-
nés era el único que cumplía todos los
requisitos por ella deseados. tal parentesco era un impedimento que Con unos acontecimientos adversos,
ŶŽĐƚƵďƌĞĚĞϭϰϲϵ/ƐĂďĞůLJ&ĞƌŶĂŶ- solo se podía salvar con la oportuna dis- marido y mujer se trasladaron a vivir a
do se conocieron. Se gustaron. Pero ƉĞŶƐĂƉŽŶƟĮĐŝĂ͘ŶƚĞƐĚĞůĂĐĞƌĞŵŽŶŝĂ Dueñas. La situación se complicó cuan-
ŚĂďşĂ ƵŶĂ ĚŝĮĐƵůƚĂĚ͕ LJ ŶŽ ƉĞƋƵĞŹĂ͗ matrimonial el requisito obligado era la do Isabel quedó embarazada y aumentó
los novios eran primos segundos, y ůĞĐƚƵƌĂĚĞůĂďƵůĂƉŽŶƟĮĐŝĂĂƵƚŽƌŝnjĂŶĚŽ el riesgo de que diera a luz antes de que
la ceremonia. La que se leyó en los es- Roma legalizara su matrimonio con Fer-
ponsales era nula, aunque el matrimo- nando. Nació una niña, Isabel, y todo se
nio se consagró por un sacerdote. No ŚŝnjŽŵĄƐƉƌŽďůĞŵĄƟĐŽ͘ůƌĞLJĚĞĂƐƟůůĂ͕
ŽďƐƚĂŶƚĞ͕ůĂďŽĚĂƐĞĐŽŶƐƵŵſĞůϭϴ ŶƌŝƋƵĞ/s͕ĞŶŽũĂĚŽLJĂĐƵƐĂŶĚŽĂƐƵŚĞƌ-
de octubre de ese mismo año. manastra de haber truncado los acuer-
No sin antes la futura reina dos de Guisando, decidió desheredarla, y
ĂĚǀŝƌƟĞƐĞ Ă ƐƵ ŚĞƌŵĂŶĂƐƚƌŽ proclamó a su hija Juana como la única y
la decisión que iba a tomar. ĂƵƚĠŶƟĐĂŚĞƌĞĚĞƌĂĚĞůƌĞŝŶŽ͘
SAN JUAN DE
LOS REYES. EN MARZO DE 1471, /^>^d
/^>DEM
KE^dZh/Z^d
WhEdKhDW>/Zs/EdHK^͘
DKE^dZ/K
'Md/KWZ
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KEDDKZZ Z^'K^ZdZ&/ZD͕>Z
^hs/dKZ/
^KZ:hE> /Ed>/'E/zD//MEWK>1d/͘
>dZE:͘
nía que, al menos, salvaran la dignidad
del marido.
Isabel sabía, mejor que nadie, que
del buen entendimiento con Fernan-
do pendía su futuro. Eran demasiados
escollos los que todavía había que sor-
tear para afrontarlos sin la ayuda de su
esposo. Se avecinaba la gran tormenta
de la pugna con la princesa Juana, que
ya de por sí solo, por ser la legítima hija
del rey fallecido, era toda una poten-
cia, que además contaba con el apoyo
de buena parte de la alta nobleza cas-
tellana. Isabel creía firmemente en sus
mejores derechos frente a la princesa
Juana. Su marido Fernando iba a con-
vertirse en el capitán de sus ejércitos
en la guerra civil que se cernía sobre
ellos. Iba a liberar Castilla de los por-
tugueses.
CLÍO 17
ESPECIAL AUSTRIAS
SUCESIÓN AL TRONO
>Z/ME>^dK
DKZEK
/ƐĂďĞů ŐŽďĞƌŶſ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ ĞƐƚƌŝĐƚĂ ƐƵ
ŶƵĞǀŽƌĞŝŶŽ͘ůĞũſĂůŽƐŶŽďůĞƐĚĞůƉŽĚĞƌ͕ ALCÁZAR DE SEGOVIA. &h>Z^/E/&sKZ/d>K^Zz^
^d>>EK^^>&KE^Ky͕z^>>1^>/M>WZ/E^
mejoró la administración de los territo- /^>WZ^ZKZKEZ/E^d/>>Eϭϰϳϰ͘
ƌŝŽƐƋƵĞĐŽŶƚƌŽůĂďĂ͕ƐĂŶĞſƐƵƐĮŶĂŶnjĂƐĞ
hizo mejorar la seguridad de sus súbditos
ĐŽŶůĂĐƌĞĂĐŝſŶĚĞůĂ^ĂŶƚĂ,ĞƌŵĂŶĚĂĚ͘
DƵũĞƌ ƉŝĂĚŽƐĂ͕ ƋƵŝƐŽ ƚƌĂŶƐŵŝƟƌ ƐƵ ƉƌŽ-
ĨƵŶĚĂĨĞĂƐƵƌĞŝŶŽ͘EŽĞŶǀĂŶŽ͕ĞůƉĂƉĂ
Alejandro VI le otorgó a ella y a su mari-
ĚŽĞůơƚƵůŽĚĞZĞLJĞƐĂƚſůŝĐŽƐŵĞĚŝĂŶƚĞ
la bula Si convenitĚĞϭϵĚĞĚŝĐŝĞŵďƌĞĚĞ
ϭϰϵϲ͘hŶĂĨĞƋƵĞůĂůůĞǀſĂŝŶƐƚĂƵƌĂƌĞů
dƌŝďƵŶĂůĚĞůĂ^ĂŶƚĂ/ŶƋƵŝƐŝĐŝſŶƉƌŝŵĞƌŽ
ĞŶĂƐƟůůĂLJŵĄƐƚĂƌĚĞĞŶƌĂŐſŶ͕ĂĮƌ-
ISABEL LA CATÓLICA
Z/EMhZEdϯϬ
HK^KDKhH
^d/>>zϮϲKDK
Z/EKE^KZd
Z'ME>>K^h
DZ/K&ZEEK͘
18 CLÍO
mar el decreto de expulsión de los judíos y ter-
minar la Reconquista iniciada siete siglos atrás
con la toma de Granada.
Asimismo, Isabel, a pesar de las muchas
ĐƌşƟĐĂƐLJƌĞĂĐĐŝŽŶĞƐƉŽůşƟĐĂƐĂĚǀĞƌƐĂƐĚĞůĂ
ŽƌƚĞLJůŽƐĐŝĞŶơĮĐŽƐ͕ĐŽŶĐĞĚŝſĂƉŽLJŽĂ Cris-
tóbal Colón en la búsqueda de las Indias oc-
ĐŝĚĞŶƚĂůĞƐ͕ůŽƋƵĞůůĞǀſĂůĚĞƐĐƵďƌŝŵŝĞŶƚŽĚĞ
América. Dicho acontecimiento tendría como
ALFONSO DE CASTILLA ISABEL DE CASTILLA FERNANDO II DE ARAGÓN
ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂůĂĐŽŶƋƵŝƐƚĂĚĞůĂƐƟĞƌƌĂƐĚĞƐ-
cubiertas y la creación del Imperio español.
Isabel la Católica reinó durante 30 años
ĐŽŵŽ ĚƵĞŹĂ ĚĞ ĂƐƟůůĂ LJ Ϯϲ ĐŽŵŽ ƌĞŝŶĂ
consorte de Aragón al lado de su marido
&ĞƌŶĂŶĚŽ͘ŶƚŽĚŽĞƐĞƟĞŵƉŽƉƵƐŽůĂƐďĂ-
ses de un reino que supuso el tránsito a la
ISABEL DE JUAN DE JUANA I DE CATALINA DE MARÍA DE
PORTUGAL ARAGÓN CASTILLA ARAGÓN ARAGÓN
Edad Moderna. El problema se planteaba
ĐŽŶůĂƐƵĐĞƐŝſŶĚĞƐƵůĞŐĂĚŽ͘/ƐĂďĞůƚƵǀŽĐŝŶ-
co hijos. La primogénita, Isabel (1470-1498),
casada con Manuel I el Afortunado de Por-
tugal, murió al dar a luz. Juan (1478-1498)
se casó con Margarita de Austria, a la que
ĚĞũſǀŝƵĚĂĂůƉŽĐŽĚĞĐŽŶƚƌĂĞƌŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͘
Sería la tercera hija, Juana (1479-1555) quien
terminaría soportando el peso de la corona.
Su historia merece otro capítulo. Otras dos
hijas de Isabel fueron Catalina;ϭϰϴϱͲϭϱϯϲͿ͕
ǀŝƵĚĂ ĚĞ Arturo de Gales, y María ;ϭϰϴϮͲ
ϭϱϭϳͿ͕ ĐĂƐĂĚĂ ĐŽŶ Ğů ǀŝƵĚŽ ĚĞ ƐƵ ŚĞƌŵĂŶĂ
Isabel, Manuel de Portugal.
Preocupada por el futuro que le aguardaba a
ƐƉĂŹĂ͕ĞůĚĞƐƟŶŽĚĞƐƵƐŚŝũŽƐLJůĂƐŝŶĮĚĞůŝĚĂ-
ĚĞƐĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽ͕/ƐĂďĞů/ĚĞĂƐƟůůĂƐĞƌĞĐůƵLJſ
ĞŶ DĞĚŝŶĂ ĚĞů ĂŵƉŽ͕ ĚĞƉƌĞƐŝǀĂ LJ ĞŶĨĞƌŵĂ͘
Dejó que fuera Fernando quien recondujera
ƵŶĂ ĐŽŵƉůŝĐĂĚĂ ƐŝƚƵĂĐŝſŶ ĚŝŶĄƐƟĐĂ͘ ů Ϯϲ ĚĞ
ŶŽǀŝĞŵďƌĞĚĞϭϱϬϰ/ƐĂďĞůĚĞĐşĂĂĚŝſƐĂůĂǀŝĚĂ
con 53 años de edad. Al parecer, según los
síntomas descritos por la fuentes de la época,
la castellana falleció de una hidropesía (reten-
ción de líquido en los tejidos) a consecuencia
probablemente de un cáncer de útero. Sus
restos reposan, junto a los de su marido, en
la Capilla Real de Granada. En su testamento,
ůĂƌĞŝŶĂĞƐƟƉƵůĂďĂƋƵĞ͕ƐŝďŝĞŶůĂŚĞƌĞĚĞƌĂĂů
trono era su hija Juana, el rey Fernando admi-
ŶŝƐƚƌĂƌşĂLJŐŽďĞƌŶĂƌşĂĂƐƟůůĂĞŶƐƵŶŽŵďƌĞ͘
CLÍO 19
ESPECIAL AUSTRIAS
N EL AÑO 1951 SE CE- el encargo de redactar amplios estudios 1974 es considerada Sierva de Dios por
LEBRÓ CON POMPA sobre los puntos más conflictivos en la la Iglesia católica), en buena medida gra-
Y BOATO EL V CEN- ajetreada vida de Isabel I de Castilla. cias al apoyo económico del empresario
TENARIO DEL NACI- Dichos trabajos permitieron a los inte- mexicano Pablo Díaz. No obstante, aún
MIENTO DE ISABEL DE grantes del equipo distinguirse en el pe- no se ha producido, y no falta quien se
CASTILLA. LOS ECOS ríodo y la figura, y se publicaron varios apresura a acusar al Vaticano de dejarse
DEL EVENTO MOVIE- libros de gran calado (ante el Tribunal influenciar por presiones de algún pode-
RON AL ARZOBISPO Diocesano se presentó un total de vein- roso grupo de opinión judío contrario a la
DE VALLADOLID, JOSÉ GARCÍA Y tisiete volúmenes). Sin embargo, también causa (se entiende que estarían movidos
GOLDARAZ, A INTERESARSE POR LA hubo discrepancias, pues algunos de los por el rencor, dada la expulsión de los
POSIBILIDAD DE INICIAR LA CAUSA involucrados se quejaron de la manipu- judíos declarada por Isabel a finales del
DE LA BEATIFICACIÓN. El prelado lación de ciertos aspectos de la vida de siglo XV).
aprovechó una visita al que había sido la monarca. En concreto, se arguyó que
nuncio en España, Gaetano Cicognani, algunos de los historiadores partidarios de UNA INFANCIA COMPLICADA
para hacerle sin alharacas o publicidad la beatificación habían hecho desaparecer Aunque la fecha se ha discutido, la ver-
la consulta y, ante la respuesta afirmativa, documentos que podrían comprometer sión más aceptada reza que Isabel de
se dio luz verde al proyecto. la legitimidad de Isabel como reina (un Castilla, de la Casa de Trastámara (cuyo
En 1958, bajo la tutela del arzobispo, rumor que ha perdurado durante siglos, origen se remonta a las tierras gallegas
dio comienzo al proceso de beatificación pues su ascenso al trono de Castilla fue más allá del Tambre, que es lo que sig-
de la reina castellana (acorde a las normas conflictivo; de hecho, fueron necesarios nifica el nombre), nació el 22 de abril,
de la Iglesia católica, estas causas deben dos conflictos cercanos, incluyendo ase- Jueves Santo, de 1451 en la localidad
iniciarse en la diócesis donde se produjo sinatos y conjuras). abulense de Madrigal de las Altas Torres,
el fallecimiento). Se compuso un equipo Pese a la polémica, el proceso sigue su una pequeña localidad de realengo (lo
de historiadores españoles a los que dio curso a día de hoy (tanto es así, que desde que significa que pertenecía a la corona.
20 CLÍO
CLÍO 21
ESPECIAL AUSTRIAS
22 CLÍO
ISABEL LA CATÓLICA, LIENZO DE LUIS DE
MADRAZO Y KUNTZ, DEL SIGLO XIX, QUE SE
CONSERVA EN EL MUSEO DEL PRADO.
Nació Juana de Castilla en el año ñosa, quizá envenenado (no podemos abulense de El Tiemblo), Enrique pro-
1462, dando por fin una heredera a la saber si con buenas o malas intencio- cura aprovecharse para concertar un
corona, pero desde antes del parto, en la nes, durante ese tiempo, Isabel perma- matrimonio que le reporte beneficios.
Corte se rumoreaba que la niña era hija neció junto a su hermano). Pese a que desde los tres años Isabel
del valido del rey, Beltrán de la Cueva Muerto Alfonso, los nobles que presio- había estado comprometida con Fer-
(lo que explica el sobrenombre) y ense- naban al rey se agruparon rápidamente nando, hijo de Juan II de Aragón, en los
guida empezaron los tejemanejes políti- en torno a Isabel para favorecerla como que serían los últimos meses de vida de
cos entre los nobles y ricos hombres de heredera en lugar de Juana. Sin embargo, Enrique, este anula ese compromiso para
Castilla, que se apoyaban en aquellos demostrando la capacidad de navegar intentar casarla con Carlos, príncipe de
chismorreos para negar la posibilidad entre dos aguas, Isabel no quiso aceptar Viana, a lo que se opuso el rey de Ara-
de que algún día Juana pudiera reinar. la corona mientras Enrique aún viviese, gón. Volvió a intentarlo con Alfonso V
de modo que se llegó a un acuerdo co- de Portugal, pero la propia Isabel lo re-
LA POLÉMICA DE LA SUCESIÓN nocido como la Concordia de Guisando, chazó por la diferencia de más de veinte
Una parte de los nobles se enfrentó al o la Concordia de los Toros de Guisando. años que los separaba.
rey y formó un bando alrededor de su Este la proclamaba Princesa de Asturias Más tarde, fue comprometida con
hermanastro Alfonso (el hermano menor (algo que ya había sucedido con la Beltra- Pedro Girón (con quien el rey Enrique
de Isabel), que tan sólo contaba con neja unos años antes), constituyéndose así tenía buenas relaciones), maestre de
doce años. En la que ha pasado a co- como heredera de pleno derecho al trono la Orden de Calatrava, pero el preten-
nocerse como la farsa de Ávila, incluso por encima de su sobrina y ahijada de diente murió por causas desconocidas
lograron deponer al rey Enrique. Pero bautismo. Momento en el que comienza mientras realizaba el trayecto para en-
Alfonso murió poco después en Carde- una fuerte rivalidad entre ambas, que ten- contrarse con su prometida.
drá un mal final para Juana. Luego, Enrique IV intentó casar a su
Poco después del acuerdo en el cerro hermanastra con el duque de Guyena,
de Guisando (el nombre de toros viene hermano de Luis XI de Francia, pero
por un grupo escultórico que aún hoy Isabel volvió a negarse, casi con toda
en día puede visitarse en la localidad probabilidad porque en su entorno
CLÍO 23
ESPECIAL AUSTRIAS
24 CLÍO
LOS REYES CATÓLICOS IMPARTIENDO
JUSTICIA, OBRA QUE SE EXPONE EN EL
PALACIO REAL DE MADRID.
embargo, para celebrar los esponsales incondicional de los novios. Sin em- momentos no hablaba con el rey, sino
se temía que Enrique IV se inmiscuyera, bargo, la mayoría de los historiadores con su sobrino, a lo que Isabel le replicó:
por lo que hubo de idearse un plan que están de acuerdo al presentar el enlace “el rey no tiene parientes ni amigos, sola-
permitiera el casamiento eludiendo las como puramente político. Y lo cierto es mente súbditos”.
posibles interferencias reales. que no se conocieron hasta unos días
Isabel, que estaba custodiada estrecha- antes de la boda, algo que no influyó GUERRA DE SUCESIÓN
mente en Ocaña, escapó con la excusa en el hecho de que llegaran a amarse CASTELLANA
de visitar la tumba de su hermano Alfonso profundamente. Dejando a un lado los sentimientos de los
en Ávila, y Fernando atravesó Castilla en En este ámbito también se han men- novios, lo incuestionable es que el ma-
secreto, disfrazado como el mozo de cionado a menudo los celos de Isabel, trimonio les costó un disgusto a ambos,
mula de unos mercaderes. Salió como que han sido descritos como patológicos pues los enemistó con el rey Enrique.
tenían previsto y contrajeron matrimonio y han dado lugar a escenas de las que Las aguas bajaron revueltas en los
en el Palacio de los Vivero de Valladolid aún se habla. Y lo cierto es que se le su- años siguientes y, finalmente, con la
en el año 1469 (un par de años después ponen a Fernando un buen número de muerte de Enrique IV, lo inevitable su-
consiguieron la llamada Bula de Siman- galanteos en los años que siguieron (tuvo cedió: Isabel, basándose en el acuerdo
cas, donde el papa Sixto IV dispensaba varios hijos fuera del matrimonio). Aun de los Toros de Guisando, se proclamó
la consanguineidad a cambio de ciertas así, ambos demostraron que se tenían en reina de Castilla y estalló la guerra.
prebendas que incluyeron la ciudad de mucha estima. Se la suele conocer como la Guerra de
Gandía para el hijo del legado papal). Anécdotas que lo ilustren hay muchas. Sucesión Castellana y tuvo muchas más
Esta curiosa anécdota ha dado lugar El aragonés dejó escrito en los últimos implicaciones de las que pudiera parecer
a grandes elucubraciones sobre el amor días de Isabel: “Su muerte es para mí el en un principio. De un lado se situó Juana
mayor trabajo que en esta vida me podría la Beltraneja, de otro Isabel la Católica. Y
venir”. Y ella, estando un día su esposo ambas contaban con significativos apo-
jugando a los dados con su tío, el almi- yos nacionales e internacionales.
rante de Castilla, este ganó la partida y, La Beltraneja se había casado con Al-
eufórico, celebró la victoria. Gesto que fonso V, rey de Portugal, de modo que
la reina se apresuró en recriminarle y el contaba con el apoyo del país vecino,
almirante le respondió que en aquellos al que pronto se sumó Francia, que
26 CLÍO
ISABEL DICTA SU TESTAMENTO, JUNTO A
SU MARIDO, FERNANDO EL CATÓLICO. ÓLEO
DE EDUARDO ROSALES, MUSEO DEL PRADO,
MADRID.
LA RIVALIDAD CON JUANA escrito por consejeros de su círculo, pero ceso colonizador fue mucho menos san-
Por otro lado, antes, especialmente du- ella lo firmó y en él se incluyen muchas griento que otros coetáneos y posteriores.
rante, y con menos fuerza, después de más acusaciones y reproches hacia su Sin embargo, no hay que olvidar
la guerra, La Beltraneja puso tanto como madrina. Por ejemplo, también se men- que durante su reinado se estableció
pudo de su parte para desprestigiar a su ciona el dichoso asunto de la consangui- la Santa Inquisición, se expulsó a los
imparable rival Isabel. neidad de Isabel y Fernando, que hubiera judíos, se creó la Santa Hermandad
Siempre la llamó, despectivamente, anulado su matrimonio. para proteger a los comerciantes (una
reina de Sicilia, negándole su condición especie de cuerpo de policía para la
de castellana (Fernando, además de here- Y, POR FIN, ISABEL REINÓ represión del bandidaje), se conquistó
dero al trono de Aragón era rey de Sicilia) Coincidiendo con el fin de la guerra Granada y hubo guerras en Italia.
y malmetió cuanto pudo. En un manifiesto por la sucesión al trono de Castilla, Y así, llegó el final de los días de Isa-
firmado en el año 1475, La Beltraneja murió Juan II de Aragón, su hijo Fer- bel la Católica. Algunos médicos de la
acusa a Isabel de haber envenenado a En- nando ascendió al trono y el matrimo- época dijeron que la culpa fue de las
rique IV para acelerar su ascenso al trono. nio con Isabel significó al fin la unión largas campañas militares y las muchas
El texto no resulta propio de una mucha- de ambas coronas. horas a caballo, cabalgando. No po-
chita de su tierna edad, probablemente fue A partir de ese instante, Isabel y Fer- demos tener la certeza de las causas,
nando reinarían lidiando con el enorme pero la reina enfermó. Probablemente
proyecto de reconquistar Granada. el cúmulo de desgracias no ayudó y,
Apareció, en circunstancias bien co- en apenas tres años, la enfermedad la
nocidas, Cristóbal Colón, y se descubrió consumió hasta que falleció en Medina
un nuevo mundo, ante el que Isabel fue del Campo en noviembre de 1504 (las
muy ecuánime, pues se esforzó, desde la últimas investigaciones abogan porque
lejanía de Castilla, para que no se come- pudo tratarse de una hidropesía a causa
tieran abusos contra los indígenas y para de un cáncer de útero). Lo cierto es que
que se los cristianizara. murió acosada por desgracias familiares:
El tema es truculento y espinoso, y ha había muerto su madre, su único hijo
dado lugar a mucha literatura, pero fuera varón, su primogénita y uno de sus nie-
de los razonamientos políticos, la Histo- tos. Además, su hija Juana, la que sería
ria nos dice que los Reyes Católicos bien conocida por la Historia como La Loca,
pudieron quedar escasos de buenas ac- empezó a comportarse de manera du-
ciones en las nuevas tierras, pero no de dosa, y su esposo, Felipe el Hermoso, la
buenas intenciones. No en vano, su pro- trataba con desaire.
CLÍO 27
ESPECIAL AUSTRIAS
28 CLÍO
LA DEMENCIA DE
JUANA, RETRATADA POR
LORENZO VALLÉS.
RA LA TERCERA HIJA DEL MATRIMONIO parecía destinada a hacer brillar los reinos españoles en
FORMADO ENTRE FERNANDO II DE Europa como nunca antes había ocurrido.
ARAGÓN E ISABEL DE CASTILLA. ISABEL
FUE LA PRIMOGÉNITA. LUEGO VENDRÍA EL COMETIDO DE JUANA
JUAN X\PLU [HTIPtU T\YP} KL \UHZ ÄL- +LOLJOVZ\ZWHKYLZJVU[HIHUJVULSSHWHYHX\LHZxM\LYH
bres antes que sus padres. Isabel y Fernando necesitaban aislar a la monarquía francesa,
Juana nació en Toledo, algo más de un año después que su gran enemiga, y como era habitual en aquel tiempo, no
su hermano Juan. Y ya siendo niña demostró que se tra- K\KHYVULU\ZHYHZ\OPQHJVUKPJOVÄU3HWYVTL[PLYVUJVU
taba de una mujer hermosa, de cabello rubio, piel pálida Felipe, llamado "El Hermoso". Era el heredero de las casas de
`UHYPaÄUH`UVISL+LZ[HJ}LUZLN\PKHLUHSN\UHZHY[LZ Habsburgo y Borgoña, con lo que cumplía a la perfección
como la música, que a la larga le servirían como refugio; y con los deseos de los Reyes Católicos.
mostraba una gran inteligencia. Nada hacía presagiar por Juana viajó a los Países Bajos con diecisiete años para
entonces lo triste que sería su vida. Más bien al contrario, contraer el matrimonio pactado por sus padres. Es muy
CLÍO 29
ESPECIAL AUSTRIAS
JUANA HEREDERA
Los acontecimientos que llevaron a
Juana a convertirse en la heredera al
trono de Castilla fueron inesperados
y se produjeron en un breve espacio
de tiempo. Poco después de la boda
entre Felipe y Juana moría Juan, el
heredero de los Reyes Católicos. Ya
había contraído matrimonio cuando
falleció. De hecho, hubo quien ase-
guró que la muerte se produjo por
sus excesos sexuales con su esposa. LOS REYES CATÓLICOS,
El propio Carlos V aconsejó a su hijo PADRES DE JUANA LA LOCA.
Felipe que durante los primeros años
de matrimonio no cometiera excesos
en ese sentido, pues eso había lleva-
do a su tío a la muerte. Unos meses De este modo, en 1500, JUANA SE
más tarde, durante el parto, moría la CONVIRTIÓ EN LA HEREDERA de los Reyes
hija de este.
Esto convertía en heredera a Isa-
Católicos contra todo pronóstico, provocando
bel de Castilla, la primogénita. Tras que la reina Isabel de Castilla le pidiera que
enviudar, Isabel había contraído ma- regresara con premura de Flandes.
trimonio con Manuel I de Portugal,
casi obligada por sus padres, ya que
ella prefería dedicarse a una vida de LA DEMENCIA DE JUANA donara a su esposa, que por entonces
retiro y oración. Aunque al principio Hasta ese momento, nadie había ha- estaba en su cuarto embarazo, y regre-
M\LYLHJPHÄUHSTLU[LHJLW[}LSLU- blado sobre su locura. Más bien al con- sara a sus propias tierras. No pasaría
lace si los judíos eran expulsados de trario. El Obispo de Córdoba, Juan de mucho tiempo antes de que empezara
Portugal. Poco tiempo después del Fonseca, que fue el emisario enviado a a ponerse en tela de juicio la facultad
enlace, embarazada, ella y su es- los Países Bajos para requerir la vuelta de Juana para ejercer el reinado.
poso viajaron a Castilla. El parto se de la Infanta, informaba de que Juana Las primeras dudas se plantearon
produjo en agosto. Dio a luz un hijo era tenida por una persona cuerda y en las Cortes de Toledo de 1502. Isa-
que podría haber unido las coronas asentada. Un embajador decía de ella bel pretendía que su hija heredara en
de Portugal, Castilla y Aragón, (no que pocas veces se había visto tanta exclusiva su reino, pero parece que
fue así porque el pequeño moriría cordura en una persona de tan poca tanto Fernando de Aragón como Feli-
un par de años más tarde). La propia edad. Y con esa premisa, Juana fue re- pe el Hermoso no estaban por la labor.
Isabel murió durante el parto. conocida como heredera de Castilla En esas Cortes, Isabel planteó su tes-
De este modo, en 1500, Juana se tan pronto como ella y su esposo, Feli- tamento, y en él se expresaba que su
convirtió en la heredera de los Re- pe, llegaron al reino de su madre. reino pasaría a su hija, si bien, en caso
yes Católicos contra todo pronóstico, Pero Felipe se mostró resentido, pues de que Juana no quisiera, o no pudiera
provocando que la reina Isabel de de repente había perdido importancia, ejercer el reinado, o incluso en caso de
Castilla le pidiera que regresara con ya que se le consideraba únicamente que estuviera fuera de él, la Regencia
premura de Flandes. rey consorte. Eso motivó que aban- recaería sobre Fernando.
30 CLÍO
A LA IZQUIERDA, JUANA
RETRATADA POR JUAN DE
FLANDES.
Que Felipe el Hermoso también ha- embargo, la Infanta española pronto des-
bía puesto sus ojos en la Corona caste- cubrió que no sería la única mujer en el
llana se evidencia por el hecho de que lecho de su esposo. Ella le dedicaba una FELIPE, CAUSA DE
Isabel dejó establecido que no se po- devoción absoluta, pero toda la Corte LOCURA ANTES Y
drían dar cargos, ni eclesiásticos ni civi- JVUVJxHIPLUSHZPUÄKLSPKHKLZKLSHZX\L DESPUÉS DE SU MUERTE
les, a personas que no hubieran nacido era víctima. Lo cierto fue que, a pesar de Sin duda, EL DOLOR POR LA
en sus reinos, y se aseguraba de subra- que los hijos empezaron a llegar pronto, MUERTE DE SU ESPOSO
yar el carácter extranjero de Felipe. la actividad sexual de la pareja tenía fuer- TRASTORNÓ A LA REINA.
Por tanto, es muy posible que la condi- tes altibajos, lo que provocaba unos celos Pero parece que ese trastorno fue mucho
ción de "loca" fuera algo poco realista y terribles en Juana, quien estaba segura más allá de lo habitual en esas ocasiones:
Circulan historias que cuentan que su
que se debiera más bien a intereses políti- de que su esposo se solazaba con otras comportamiento durante las exequias estuvo
cos, ya fueran de su padre o de su esposo. mujeres. Muchos estudiosos creen hoy muy alejado de lo normal. El cadáver de
Sin embargo, las actuaciones de Juana que esos celos llegaron a convertirse en FelipeǀŝĂũſƉŽƌďƵĞŶĂƉĂƌƚĞĚĞůĂƐƟĞƌƌĂƐ
llevaban tiempo siendo, en cierto modo, patológicos. Fuera como fuese, aquella ĚĞĂƐƟůůĂ͕ƐŝĞŵƉƌĞĂĐŽŵƉĂŹĂĚŽƉŽƌJuana,
alejadas de lo habitual. Contando quince situación no la ayudó. de quien se cuenta que quiso abrir en varias
ocasiones el féretro para examinar los restos
años, Juana había empezado a mostrar Cuando Felipe regresó a los Países Ba- de su esposo, según unos para contemplarlo,
un comportamiento poco religioso, in- QVZ1\HUHLTWLa}HWVYÄHYWVYYLNYLZHY según otros porque temía que sus restos
cluso escéptico. Para una Infanta de los a su lado, contraviniendo así los deseos fueran robados e intercambiados por otros.
llamados Reyes Católicos esto era un he- de su madre, quien pretendía que perma- No contenta con eso, cuando el presidente
cho más que preocupante; tanto, que su ULJPLYHHZ\SHKVJVULSÄUKLHWYLUKLY ĚĞůŽŶƐĞũŽĚĞĂƐƟůůĂůĂǀŝƐŝƚſũƵŶƚŽĐŽŶ
algunos consejeros para tratar asuntos de
madre pidió que se mantuviera en secre- a manejar las riendas de su reino. Las estado, la reina se negó a recibirlos o a hablar
to. Con todo, no fue hasta su boda cuan- discusiones entre ellas eran tan agrias y con ellos. Se diera cuenta o no, acababa de
do empezaron los verdaderos problemas. tan habituales que pronto provocaron un cumplir uno de los preceptos que su madre
empeoramiento en la salud de ambas. había incluido en su testamento por los que
SU AMOR POR FELIPE Se contaba que Isabel sufría tanto por la se facultaría a Fernando el Católico para
ĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞĞŶƌĞŐĞŶƚĞ͕ƉƵĞƐIsabel había
Juana se enamoró, al parecer locamente, situación que tenía dolores en el pecho. dejado dicho que así había de ser si su hija
de Felipe el Hermoso, quien pareció co- Las disputas llegaron a ser tan gra- "no podía o no quería" atender al reino. Y
rresponderla, al menos al principio. Sin ]LZ X\L 1\HUH M\L JVUÄUHKH LU LS Fernando no desaprovechó la oportunidad.
CLÍO 31
ESPECIAL AUSTRIAS
CONCORDIA DE VILLAFÁFILA castillo de La Mota. Pero no se resig- enviando cartas a los nobles castellanos
El acuerdo establecía que FERNANDO nó a su sino. Al contrario. Para forzar en las que les prometía mercedes si se
EL CATÓLICO RENUNCIABA un encuentro con su madre y que le ponían de su parte en sus aspiraciones
A TODOS SUS DERECHOS permitiera regresar con su esposo, la a convertirse en el rey legítimo de aque-
SOBRE EL REINO DE CASTILLA Infanta permaneció una de las noches llas tierras. Además, se había unido a
en favor de Juana y Felipe el Hermoso, y que más frías del año a la intemperie, des- las aspiraciones francesas de conquistar
sería este quien gobernaría en caso de que calza y casi sin ropa, hasta bien entra- Nápoles si Francia a su vez le apoyaba
su esposa no pudiera hacerlo. Sin embargo, da la madrugada. Isabel no tuvo más en su deseo de reinar Castilla.
&ĞƌŶĂŶĚŽĐŽŶƟŶƵĂƌşĂƌĞĐŝďŝĞŶĚŽůĂŵŝƚĂĚĚĞ
las rentas y derechos derivados de las Indias,
remedio que claudicar. Juana había Pero Fernando fue inteligente y ata-
así como a mantener la autoridad en los logrado lo que deseaba y viajaba de jó el problema francés con presteza
DĂĞƐƚƌĂnjŐŽƐĚĞ^ĂŶƟĂŐŽ͕ĂůĂƚƌĂǀĂLJůĐĄŶƚĂƌĂ͘ vuelta para reunirse con su esposo, cuando contrajo segundas nupcias
WŽƌƷůƟŵŽ͕ƌĞĂůŝnjĂďĂŶƵŶƉĂĐƚŽĚĞĂƉŽLJŽŵƵƚƵŽ pero a cambio había menoscabado con Germana de Foix, sobrina del rey
en caso de ataque por parte de terceros. su dignidad a la vista de todos, lo que francés, con lo que la alianza previa
Cuando Felipe fue a contarle a Juana los
términos del acuerdo, la respuesta de su esposa
erosionaba su posición como reina. con Felipe quedaba anulada. Fernando
mostró que tal vez no estaba en sus cabales. contaba, además, con la adhesión de
Juana se había mostrado indignada por todo JUANA SUBE AL TRONO las ciudades castellanas, que se habían
aquel asunto; muy probablemente porque su No mucho tiempo después moría Isa- puesto de su parte. La situación era de
padre y su esposo se estaban disputando un bel, de modo que Juana y Felipe regre- empate técnico entre suegro y yerno.
reinado que, en realidad, le pertenecía a ella.
saron a la Península, y Juana de nuevo Así las cosas, Fernando y los embaja-
dio muestras de una actuación fuera dores de Felipe llegaron a un acuerdo: la
FELIPE
EL HERMOSO. de lo común. Concordia de Salamanca. Pero Felipe no
Felipe no se había mantenido ocioso estaba muy de acuerdo con sus térmi-
durante el tiempo en que estuvo fuera de nos, ya que, a pesar de que lo reconocía
la Península. Al contrario, había estado rey de Castilla junto a Juana, Fernando
32 CLÍO
FOTO: JOSE LUIS CERNADAS IGLESIAS
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CLÍO 33
ESPECIAL AUSTRIAS
LA INCAPACIDAD DE JUANA
El rey aragonés se movió con rapi- en un retrete del palacio de Gantes, mantu- Granada y alejó a Catalina, quien seguía
dez. Tras unos primeros meses en los vo el encierro de su madre; tal vez porque en Tordesillas, del cuidado a su madre.
que la regencia quedó en manos del realmente la creyera loca o tal vez porque Cuatro años más tarde, Juana fue ob-
Cardenal Cisneros, Fernando se hizo de este modo obtenía un reino que de otra jeto de deseo de la revuelta comunera.
cargo del gobierno de Castilla. No forma tardaría en quedar bajo su mando. Entre 1520 y 1522, varias ciudades cas-
dudó en encerrar a Juana en Tordesi- El nuevo rey ordenó al tercer carcele- tellanas, con Toledo y Valladolid a la ca-
llas. Para entonces, el rumor de que ro de Juana que le restringiera el acceso beza, se levantaron contra el nuevo rey.
Fernando había envenenado a Felipe a toda información. El marqués de Denia, Carlos había llegado unos años antes a
corría por todas las villas. que era el nuevo encargado de la custodia Asturias prácticamente sin saber hablar
Juana llegó a Tordesillas acompaña- de la reina, probablemente también se ex- español y rodeado de toda una corte ex-
da de su hija mayor, Catalina, y del fé- cedió en sus atribuciones, pues retiró en tranjera, lo que suponía una pérdida de
retro de su esposo. No puso fácil su en- secreto el féretro de Felipe para llevarlo a PUÅ\LUJPHKLSHUVISLaHLZWH|VSH
cierro a los encargados de su custodia,
pues se negó a cooperar en todo lo que
pudo, a tal punto que su primer captor,
Mosén Ferrer, indicaba que había teni-
LA ENTREVISTA A JUANA
do que comportarse con ella de forma
violenta porque temía que se quitara la EN ESA ENTREVISTA VHJXtDDSDUHFLHQGRFRQ HQUHDOLGDG-XDQDQR
vida, cosa que le aterraba que pudiera JUANA SE ENTERÓ HOWtWXORGHUHLQDHQWRGRV HVWDEDORFD/DUHLQD
ocurrirle a la reina estando bajo su cui- DE QUE SU PADRE ORVGRFXPHQWRV KDEtDDVHJXUDGRTXH
dado, y para obligarla a comer, pues se HABÍA MUERTO 'XUDQWHODHQWUHYLVWD VLQRKDEtDKHFKR
negaba a hacerlo. Ese maltrato le costó cuatro años atrás, y que -XDQDVHPRVWUyWULVWH QDGDKDVWDHQWRQFHV
que el Cardenal Cisneros lo relevara de ahora su hijo era rey. \DVHJXUyVHQWLUVH HUDSRUWHPRUDORTXH
su puesto. 4XHORVÀDPHQFRVTXH FXOSDEOHSRUODVLWXDFLyQ SXGLHUDRFXUULUOHD
El segundo de los hombres pues- DFRPSDxDEDQDCarlos TXHYLYtDQVXVV~EGLWRV VXVKLMRV/D-XQWDGH
tos para su vigilancia la trató con FRPHWtDQDEXVRV\ /HVGLMRTXHKLFLHUDQOR $YLOpVVHWUDVODGyD
más respeto, y decía que si bien TXHORVFRPXQHURV QHFHVDULRSDUDcastigar 7RUGHVLOODV\SDUHFLy
era cierto que por la fuerza nada se GHVHDEDQFRORFDUD a los malos<FRQHOOR TXH-XDQDUHYLYtD
conseguía con ella, si se usaba la JuanaHQHOOXJDUTXHVH ODUHYXHOWDFRPXQHUD SXHVGHSURQWRFDPELy
razón se podían conseguir buenos PHUHFtDDOIUHQWHGHVX HQFRQWUyMXVWL¿FDFLyQ VXDFWLWXG\FRPHQ]y
resultados. UHLQR'HKHFKR-XDQD SROtWLFD DSUHRFXSDUVHGH
A la muerte de Fernando, Carlos, el QRKDEtDVLGRGHFODUDGD &RPHQ]DURQSRU FXDQWRRFXUUtDDVX
hijo que Juana había traído al mundo QRDSWDSDUDHOSXHVWR\ LQWHQWDUGHPRVWUDUTXH alrededor.
34 CLÍO
JUNTO A ESTAS LÍNEAS,
JUANA FRENTE AL SEPULCRO
DE FELIPE II. OBRA DE
FRANCISCO PRADILLA Y ORTIZ
QUE PUEDE VERSE EN EL
MUSEO DEL PRADO.
CLÍO 35
ESPECIAL AUSTRIAS
36 CLÍO
SEÑOR DE EUROPA
CLÍO 37
ESPECIAL AUSTRIAS
38 CLÍO
Busto del emperador
situado en Cuacos de
rrando habría sido de otro modo, porque la Corona de Aragón, que
Yuste, frente a la casa integraba territorios tan variopintos como Nápoles, Cerdeña, Rose-
que habitó su hijo llón, Neopatria o Atenas... hubiera caído en la órbita francesa, como
natural Jeromín, don
Juan de Austria.
se esperaba de la calculada maniobra del rey francés Luis XII.
Fernado el Católico apeló a la conciencia de su nieto para que, a su
ŵƵĞƌƚĞ͕Ă'ĞƌŵĂŶĂůĞĨƵĞƌĂŶƐĂƟƐĨĞĐŚĂƐůĂƐƌĞŶƚĂƐĚĞEĄƉŽůĞƐLJƉĂƌĂƋƵĞ
no desamparara a su viuda: “Porque no le quedaba, después de Dios, otro
ƌĞŵĞĚŝŽĚŝƐƟŶƚŽĂĞů͟, dijo. Carlos, obediente, se volcó en consideraciones
ĐŽŶƐƵũŽǀĞŶĂďƵĞůĂƉŽůşƟĐĂ͕ŚĂƐƚĂĞůƉƵŶƚŽĚĞĚĞũĂƌůĂĞŵďĂƌĂnjĂĚĂ͕LJĞŶ
1518 nació una hija llamada Isabel que se perdió entre las penumbras de
la Historia. Carlos, en el suma y sigue de las mercedes ofrecidas, le dio a
Germana en matrimonio primero al Johann de Brandenburgo, y después
al duque de Calabria –al que don Francés de Zúñiga, autor de la Crónica hi-
larante del emperador Carlos V, se refería como “el del rostro cadavérico”.
&ĞƌŶĂŶĚŽĞůĂƚſůŝĐŽŚĂďşĂĞĚƵĐĂĚŽĂůĂůƵnjĚĞƐƵĐŽƌƚĞĂƐƵŶŝĞƚŽƉƌĞ-
dilecto el infante Fernando, nacido tres años después que Carlos. A la
ŵƵĞƌƚĞĚĞ&ĞůŝƉĞĞů,ĞƌŵŽƐŽ͕ƐĞĞŶƚĂďůſƵŶĂůƵĐŚĂĞŶĐĂƌŶŝnjĂĚĂƉŽƌůĂ
custodia del niño entre sus abuelos, llegando el emperador Maximiliano
a promover un frustrado secuestro cuando se hallaba en su residencia
de Simancas. Encariñado con el chiquillo, Fernando llegó a redactar un
testamento secreto en 1512 otorgándole el gobierno de los reinos y de
ůŽƐŵĂLJŽƌĂnjŐŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐ͕ƉĞƌŽůŽĚĞƐĞƐƟŵſƉŽƌƋƵĞAdriano de Utrech
ʹƉƌĞĐĞƉƚŽƌĚĞůƉƌşŶĐŝƉĞĂƌůŽƐʹůĞŚŝnjŽǀĞƌƋƵĞĞƐƚĂďĂƐĞŵďƌĂŶĚŽůĂĚŝƐ-
cordia entre dos hermanos, y pactó con él la forma de alejarlo de España.
En 1520 Adriano de Utrech fue nombrado por Carlos I regente de Espa-
ña durante su ausencia, cargo que desempeñó hasta que le tocó la lotería
ĚĞůƚƌŽŶŽƉŽŶƟĮĐŝŽƐŝŶŚĂďĞƌĐŽŵƉƌĂĚŽŶŝŶŐƷŶĚĠĐŝŵŽ͘ZĞĐŝ-
ďŝſůĂŶŽƟĐŝĂƐŽƌƉƌĞŶĚŝĚŽĞŶůĂĂƐĂĚĞůŽƌĚſŶĚĞ
Vitoria, donde vigilaba la marcha de la guerra de
Navarra contra Enrique de Albret, que reivindica-
ďĂĚĞƌĞĐŚŽƐĚŝŶĄƐƟĐŽƐĂnjƵnjĂĚŽƉŽƌFrancisco I, rey
ĚĞ&ƌĂŶĐŝĂ͘^ƵƉŽŶƟĮĐĂĚŽŶŽůůĞŐſĂĐƵŵƉůŝƌůŽƐĚŽƐ
ĂŹŽƐ͕ƐĞŐƷŶĨƵĞŶƚĞƐƐƵƉĞƌƐƟĐŝŽƐĂƐƉŽƌƋƵĞŚĂďşĂĐŽŵĞƟ-
do el error de retener su nombre de pila –Adriano VI–, aun-
ƋƵĞůĂǀĞƌĚĂĚĨƵĞĚŝƐƟŶƚĂ͘
SU LLEGADA A ESPAÑA
Conocido el óbito de su abuelo Fernando en 1516, Carlos preparó
la expedición que tenía que llevarlo a España, aunque retrasó el viaje
GERMANA DE EN ESPAÑA
CARLOS I LLEGÓ A ESPAÑA
FOIX EL 17 DE SEPTIEMBRE
CARLOS I TUVO UNA HIJA,
DE 1517, AL PUEBLO
ISABEL, CON SU ABUELA
ASTURIANO DE TAZONES.
POLÍTICA, GERMANA DE
FOIX.
CLÍO 39
ESPECIAL AUSTRIAS
dZKEK^WHK> DhZd>
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WZ&Z1EKDKZz> Dy/D/>/EK
,ZDEKZ>K^/͕^d >ϭϮEZKϭϱϭϵDKZ1
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EdZ&ZZKzDZK /^Wh^dK/EdEdZ,Z^
ϭϱϭϴ͘ KE>͘
40 CLÍO
Grupo escultórico de Carles Terres, de
2013, situado en el camino de acceso al
Monasterio de Yuste.
CLÍO 41
ESPECIAL AUSTRIAS
Con la muerte de Maximiliano, Carlos estuvo más cerca Fernando, hermano de Carlos. Se trataba, en algunos casos,
de ceñirse la corona imperial. Pero necesitaba dinero para de territorios aislados y mal comunicados entre ellos.
costear el viaje a Aquisgrán, donde había sido coronado el Como hemos dicho, la dignidad imperial no era heredita-
día de la Natividad del año 800 Carlomagno. De modo que ria, sino electiva, con lo que se hacía imprescindible sobor-
demandó a las Cortes que sufragaran el viaje, con la pro- nar a los príncipes electores –costumbre de una época que
mesa de regresar pronto con la corona ceñida y el cetro por quizá aún no ha decaído en otros planos políticos–. Según
el bien de todos. Los súbditos de estos reinos no lo vieron la Bula de Oro promulgada en 1356 por Carlos IV de Luxem-
tan claro y comenzaron a estallar rebeliones en sus reinos: burgo, la dignidad tenía que ser otorgada por los arzobispos
las Germanías en Valencia y Mallorca y los disturbios de los de Tréveris, Maguncia y Colonia, el rey de Bohemía, el duque
Comuneros en Castilla –que fueron derrotados el 23 de abril de Sajonia, el conde Palatino y el margrave de Bandenburgo,
de 1521 en la definitiva batalla de Villalar. en total siete electores. Solo otro hombre temerario como
Carlos I tuvo la pretensión de convertirse en
EL SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO emperador, nos referimos a Alfonso X el
Fue en el siglo X, cuando Heinrich I – Sabio, rey de Castilla, quien creyó te-
conocido como el cazador de aves,
Conocido el óbito ner algún derecho por ser hijo de
o el pajarero–, en la actual Ale- del emperador Beatriz de Suabia.
mania, consiguió repeler a los Conocido el óbito del em-
lanceros magiares que venían Maximiliano, fue elegido perador Maximiliano, en
del Este y fundó las bases de Frankfurt comenzó el dispo-
una confederación de prínci- FEDERICO DE SAJONIA como sitivo electoral y fue elegido
pes germánicos. Su hijo Otto, sucesor al trono. Sin embargo, Federico de Sajonia, pero
con ese precedente, fundó el inesperadamente declinó
Imperio Sacro Imperio Roma- este declinó el ofrecimiento el ofrecimiento y propuso
no Germánico, podríamos de- que la corona imperial re-
cir que la simiente de la futura y propuso que la corona cayera en el joven príncipe
Unión Europea, porque por pri- recayera en el joven príncipe de España, lo que sentó fatal
mera vez se vislumbraban atisbos al rey de Francia, Francisco I, su
de identidad territorial. de España. más desatado adversario. El 17 de
España nunca fue territorio imperial. junio de 1519, por fin, Carlos I fue
El Imperio originalmente ocupó el centro nombrado Rey de Romanos, pero faltaba
de Europa, aunque llegó a expandirse hasta el el trámite de la coronación, lo que no ocurrió
norte de Italia más proclive a la germanización. La obsesión hasta un año más tarde, y hasta la ratificación del pontífice.
de la dinastía Habsburgo –llamados Austrias en España– por No obstante, desde ese día utilizó la dignidad de “Majes-
el Imperio, tuvo siempre el sentido práctico de aglutinar sus tad”, quedando la de “Alteza” solo para los príncipes. Carlos
territorios patrimoniales, que no eran más que los cantones recibió la noticia de su nombramiento el 6 de julio de 1519
suizos de Carniola, Carintia y Estiria, la Alta y Baja Austria, cuando descendía los pedregosos caminos de la montaña
el Tirol, la Alta Alsacia y el ducado de Württemberg, ca- de Montserrat, donde había acudido en devoción a la “Mo-
sualmente los que su abuelo Maximiliano cedió a su nieto reneta”. El heraldo desplazado para darle la buena nueva
42 CLÍO
ISABEL DE PORTUGAL
Z>K^/^WH^^MKE
ISABEL DE PORTUGAL.
fue en conde palatino de Rin quien se postró a sus pies para permitió, aunque accedió a conceder a su hermano el go-
exclamar: "¡Salve emperador de la cristiandad!". bierno de una parte de Austria, a cambio de que renunciara
En la elección de Carlos al trono imperial tuvo mucho que expresamente a cualquier derecho sobre la corona de Es-
ver la generosidad de Jacob Fugger, que empleó quinien- paña y Borgoña –herencia de la abuela paterna María de
tos mil florines para sobornar a los príncipes electores. Su Borgoña–. El 22 de octubre Carlos hizo su entrada solemne
generosidad sin cuento quedó de manifiesto cuando un día en Aquisgrán con mil príncipes y obispos y un séquito espec-
arrojó al fuego de la chimenea, delante del emperador, los tacular acorde con sus delirios de grandeza. La ceremonia
documentos donde se asentaban sus deudas. Bien mirado se fue celebrada por el obispo de Colonia. Acababa de conver-
cobró el favor de otra manera, porque Carlos I le concedió tirse en Rey de Romanos, requisito imprescindible para que
el derecho de explotación de las minas de plata del Tirol, el pontífice pudiera coronarlo emperador. Eso no ocurrió
en Suiza, y de las de mercurio de Almadén, en Ciudad Real. hasta mucho años después, en Bolonia, el 24 de febrero de
Tampoco a los príncipes alemanes les gustó que un solo 1530, día en que el emperador cumplía 30 años, cuando,
hombre concentrara tanto poder y estuvieron tentados de tras el saqueo de Roma de 1527, el papa Clemente VII pudo
nombrar a su hermano Fernando emperador, al menos, de perdonarle que lo hubiera convertido en su rehén en el Cas-
las tierras del Rin, pero Carlos dejó ver su carácter y no lo tel de Sant´Angelo.
ABDICACIONES DE MUERTE
BRUSELAS Z>K^/^WHDhZ/M>
Eϭϱϱϱͳϭϱϱϲ͕Z>K^s:M> 21 DE SEPTIEMBRE DE 1558 EN EL
GOBIERNO IMPERIAL A SU HERMANO DKE^dZ/Kzh^dΈZ^Ή͕
&ZEEKΈE>/D'E> dZ^hED^'KE1z
Z,Ή͕z>dZKEK^WHz FIEBRES CAUSADAS POR EL
>^/E/^^h,/:K&>/W͘ PALUDISMO QUE PADECÍA.
ESPECIAL AUSTRIAS
44 CLÍO
EN LA OTRA PÁGINA, FELIPE
II RETRATADO POR SOFONISBA
ANGUISSOLA. MUSEO DEL PRADO.
LAS MUJERES
DE FELIPE II
FELIPE II, EL REY PRUDENTE, ES UNA DE LAS FIGURAS MÁS ENIGMÁTICAS
DE LA HISTORIA DE ESPAÑA. SIN EMBARGO, LA IMAGEN DEL HOMBRE
RESERVADO Y OSCURO DIFUNDIDA POR SUS ENEMIGOS, QUEDA
SUPERADA POR SU LADO MÁS AFECTIVO Y HUMANO, AQUEL QUE
MOSTRÓ A LAS MUJERES QUE LO ACOMPAÑARON A LO LARGO DE SU
VIDA. MUJERES FUERTES, INTELIGENTES, CULTAS QUE FUERON FIELES
CONSEJERAS DEL MONARCA MÁS PODEROSO DE SU TIEMPO; MUJERES
QUE LLEGARON A ENCARNAR PUESTOS QUE TRADICIONALMENTE NO
ESTABAN DESTINADOS PARA ELLAS.
CLÍO 45
ESPECIAL AUSTRIAS
CLÍO 47
María de Tudor ocupó entonces el trono de In-
glaterra y se aproximaría políticamente a la Corona
española. Por aquel entonces, Felipe II llevaba ocho
años viudo, y no se había asegurado la sucesión al
trono del Imperio. Tras ásperas negociaciones, se
acordó el matrimonio entre María y Felipe, aunque
manteniéndose alejados del gobierno del otro. El hijo
que tuvieran en común solamente uniría las coronas
de Inglaterra y de Flandes.
María se había enamorado de Felipe II, pero este
amor nunca fue correspondido: él, once años más jo-
ven que ella, no compartía las actuaciones políticas de
la reina, quien había iniciado una auténtica “caza de
brujas” contra los anglicanos y su único interés residía
en la alianza estratégica entre las dos grandes poten-
cias que representaban España e Inglaterra. Además,
el aspecto físico de María evidenciaba que cada vez es-
taba más enferma, lo que acabó con ella en 1558. Sin
embargo, al morir sin descendencia se cumplía su peor Con el tiempo, Isabel de Valois se convertiría en una
pesadilla: su hermanastra Isabel ascendería al trono pieza fundamental dentro y fuera de la Corte, sirviendo
como Isabel I de Inglaterra (1533-1603). como enlace directo entre las coronas hispana y france-
sa: por un lado, representado a su esposo Felipe II, por
ISABEL DE VALOIS, LA GRAN DIPLOMÁTICA otro, entrevistándose con su madre Catalina de Médicis
Tras la batalla de San Quintín (1557), las tropas france- –regente tras la muerte de Enrique II– en la Conferencia
sas de Enrique II (1519-1559) fueron derrotadas por Fe- de Bayona (1565). Este encuentro tuvo lugar con motivo
lipe II. Tras años de guerra entre ambos reinos, este epi- de la promulgación, por parte de Catalina, del Edicto de
sodio serviría de detonante para la firma del Tratado de Saint-Germain (1562), que permitía a los hugonotes la li-
Paz de Cateau-Cambrésis (1559), que vino acompañado bertad de culto. Tal decisión preocupaba enormemente a
de una serie de alianzas matrimoniales. Como conse- Felipe II, incentivando sus temores de que se produjera
cuencia, Isabel de Valois (1545-1568), hija de Enrique una rebelión protestante como en los Países Bajos.
II y Catalina de Médicis (1519-1589), fue emparejada Acompañando al duque de Alba (1507-1582), como
primero con el primogénito de Felipe II, el príncipe Car- emisario delegado por Felipe II, Isabel acudió de mane-
los (ambos eran de la misma edad), y después, con el ra inesperada en dicha reunión, presentándose ante su
propio monarca. Así, con tan solo catorce años, Isabel madre Catalina para defender los intereses de la corona
se convertiría en la tercera esposa del “rey prudente”, española. Demostrando su dominio en política exterior:
que entonces contaba con treinta y tres años. apeló a su madre –que quedó gratamente sorprendida
DESPUÉS DE LA BATALLA DE
SAN QUINTÍN, ISABEL DE VALOIS FUE EMPAREJADA PRIMERO CON EL
PRIMOGÉNITO DE FELIPE II, EL PRÍNCIPE CARLOS, Y DESPUÉS CON EL PROPIO
MONARCA. CON TAN SOLO CATORCE AÑOS SE CONVERTIRÍA EN LA TERCERA
ESPOSA DEL "REY PRUDENTE".
48 CLÍO
por la madurez adquirida por su hija, a pesar de sus
veinte años– para que retirara su apoyo a los hugo-
notes y respaldara de manera incondicional a “los
buenos”, en este caso, los católicos franceses.
La relación entre Felipe y su esposa Isabel tuvo
que atravesar necesariamente por momentos ten-
sos como consecuencia de las divergencias políticas
entre la corona francesa –que, recordémoslo, osten-
taba su madre– y la corona española. Sin embargo,
debió tratarse de un matrimonio en el que reinó la
felicidad, una felicidad que se vio truncada en 1568,
el año más doloroso en la vida de Felipe II: en octu-
bre, tres meses después de que su primogénito fa-
lleciera en extrañas circunstancias, su amada Isabel
no sobrevivía a un parto prematuro. Fruto de este
matrimonio nacieron dos hijas, que fueron las “últi-
mas reinas” de Felipe II (ver cuadro).
CLÍO 49
ESPECIAL AUSTRIAS
50 CLÍO
MARÍA MANUELA MARÍA TUDOR
REFUGIADO EN EL ESCORIAL, FELIPE QUE NO PUEDO DEJAR DE PAGÁROSLO RESTO DE MUJERES DE LA FAMILIA
II ESTUVO ACOMPAÑADO EN SUS EN LOS MISMO Y ASÍ LO HE QUERIDO REAL. CASADA CON EL DUQUE DE
ÚLTIMOS AÑOS POR LAS DOS HIJAS HACER AHORA, AUNQUE NO ME ^Kz͕Z>K^DEh>/ΈϭϱϲϮͳ
QUE TUVO CON ISABEL DE VALOIS: SOBRA MUCHO TIEMPO”. ϭϲϯϬΉ͕^DWHMhEWW>
/^>>Zh'E/ΈϭϱϲϲͳϭϲϯϯΉ AL REGRESO DE SU PADRE, ISABEL DIPLOMÁTICO FUNDAMENTAL,
zd>/ED/>ΈϭϱϲϳͳϭϱϵϳΉ SE CONVERTIRÍA EN SU ALTER EGO: SIRVIENDO COMO CONECTORA ENTRE
͵:hEdK>&hdhZK,ZZK SU SECRETARIA, SU CONFIDENTE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y LA
LA CORONA, FELIPE III, HIJO DE SU Y LA PRINCIPAL REPRESENTANTE PARTE NORTE DE EUROPA.
Z>/MEKEEh^dZ/͵͕ FEMENINA DEL REINO. CUANDO SU PESE A QUE LA DESPEDIDA CON
QUE FUERON QUIENES MEJOR PADRE ESTABA AUSENTE O NO SE SU PADRE FUE COMPLICADA,
CONOCIERON LA FACETA MÁS ÍNTIMA ENCONTRABA BIEN, SE ENCARGADA MANTUVIERON UNA
DEL “REY PRUDENTE”. DE RECIBIR A LOS EMBAJADORES Y CORRESPONDENCIA CONTINUA
ISABEL CLARA EUGENIA, SE A LOS SECRETARIOS PARA ABORDAR Y EN ELLA CATALINA RECIBÍA
CONVIRTIÓ EN LA MÁS FIEL LOS ASUNTOS PRINCIPALES DE INSTRUCCIONES POLÍTICAS DE
CONSEJERA DE SU PADRE, ESTADO. LA FORMACIÓN POLÍTICA FELIPE PARA QUE LAS ACCIONES DE
ENCARGÁNDOSE DEL GOBIERNO TAN COMPLETA QUE RECIBIÓ ISABEL CARLOS MANUEL FAVORECIERAN
DURANTE SU ESTANCIA EN PORTUGAL. HIZO QUE SU PADRE LA DESIGNARA A LA MONARQUÍA. DE HECHO, EL
EN SU CORRESPONDENCIA EPISTOLAR, COMO GOBERNADORA DE LOS DUQUE CARLOS MANUEL CONFIABA
ADEMÁS DE EXPRESARLE SU CARIÑO, PAÍSES BAJOS JUNTO CON SU ESPOSO TANTO EN SU INSTINTO POLÍTICO QUE
EL MONARCA LE DABA INSTRUCCIONES ALBERTO DE AUSTRIA, CARGO QUE DURANTE SUS AUSENCIAS DEJABA
PRECISAS DE GOBIERNO A SU HIJA. ELLA MANTENDRÍA SU VIUDEZ E A CATALINA A CARGO DEL DUCADO.
EN UNA CARTA REMITIDA EN MAYO INCLUSO TRAS LA MUERTE DE SU SIN DUDA CATALINA, COMO EL RESTO
ϭϱϴϭ^Z/͗͞Ί>^/E&Ed^ HERMANASTRO, EL REY FELIPE III. DE MUJERES QUE ACOMPAÑARON A
D/^,/:^>K,/^dE/EE EN CUANTO A CATALINA MICAELA, FELIPE EN SU VIDA, SABÍA Y PODÍA
>h/KYhdE/^^Z//Z COMPARTIRÍA DESTINO CON EL DEL GOBERNAR...
CLÍO 51
ESPECIAL AUSTRIAS
E
L 12 DE AGOSTO DE 1566, UN CALURO- Don Carlos, por lo que la dinastía de los Austria en Es-
SO DÍA DE VERANO EN LA SIERRA MA- paña tenía en Isabel Clara Eugenia su principal herede-
DRILEÑA, NACÍA ISABEL CLARA EUGE- ra. Ella y su hermana pequeña fueron encomendadas
NIA. Los monarcas, Felipe II y su tercera al cuidado de distintas damas de la corte, entre ellas la
esposa, Isabel de Valois, recibieron a su propia hermana de Felipe, la princesa Juana, hasta que
primera hija en el palacio de Valsaín y le dieron tres una cuarta esposa para el monarca fue elegida.
nombres muy significativos para ellos. Isabel, en ho-
nor a su madre, su abuela la emperatriz Isabel y su INFANCIA REAL
bisabuela Isabel la Católica; Clara por el Ana de Austria llegó a Espa-
santo del día, y Eugenia por el santo al ³DDƓQDOHVGH+LMDGHOD
que su padre le tenía gran devoción. Por emperatriz María, hermana de
aquel entonces, Felipe II tenía solamen- MUERTO DON Felipe II, era sobrina del que
te un hijo, Don Carlos, nacido de su pri- se iba a convertir en su espo-
mer matrimonio con María Manuela de
CARLOS, la dinastía de so. Tanto Juana como Ana tra-
Portugal, quien falleció poco después los Austria en España taron a las pequeñas hijas del
de dar al luz al que debería haber sido tenía en Isabel Clara rey como si fueran sus hijas, y
rey de España, pero quien resultaría ser estas crecieron rodeadas del
un dolor de cabeza para su padre y para
Eugenia su principal cariño de su tía y prima como
el reino. heredera. si fueran madres para ellas.
Un año después del nacimiento de Isa- Isabel Clara Eugenia recibió
bel Clara Eugenia, nació Catalina Micae- una educación profundamen-
la, quien se convertiría en su compañera de juegos en te religiosa en aquella España impregnada del espí-
la infancia y en algo más que una hermana en la ma- ritu de la Contrarreforma. Inteligente y con ganas de
durez. El nacimiento de Catalina Micaela dejaría debi- saber, leía y aprendía todo lo que podía. Durante una
litada a una reina que no tardaría en morir, dejando al década, la familia real vivió una época tranquila, pero
soberano desolado y a dos hijas pequeñas huérfanas. también llena de tristeza cada vez que fallecía uno de
Isabel de Valois falleció en octubre de 1568. Pocos me- los hijos de la reina Ana. Cuatro niños y una niña daría
ses antes, en junio, también había muerto el príncipe a luz, pero solo sobreviviría uno, el futuro rey Felipe III.
52 CLÍO
RETRATO DE
ISABEL CLARA
EUGENIA, HUA DE
FELIPE II.
CONSEJERA DE ESTADO
Cuando en octubre de 1580 fa-
lleció Ana de Austria, el monarca
había superado ya los cincuenta
y no se volvería a casar. En 1582
moriría el infante Diego Félix y un
año después la pequeña María.
En 1585, Catalina Micaela marcha-
ba a su nueva vida en Italia como
esposa del duque Carlos Manuel
I de Saboya, por lo que la familia
real se redujo al rey, su hijo Felipe y
su hija Isabel Clara Eugenia. Desde
entonces y hasta la muerte de Fe-
lipe II, ella fue su amada hija, pero
LAS INFANTAS
ISABEL CLARA WDPEL«Q VX FRQVHMHUD \ P£V ƓHO
EUGENIA Y CATALINA
D/>͵K>/ME͵
ayudante en los asuntos de estado.
MUSEO NACIONAL Isabel Clara Eugenia ejerció du-
DEL PRADO.
rante unos años como primera
dama del reino. Su padre se había
YXHOWRXQKRPEUHGHVFRQƓDGRSRU
ORTXHVHDSR\µHQODƓJXUDGHVX
KLMDSDUDFRQƓDUOHORVGRFXPHQWRV
más importantes del reino y las
cuestiones más complicadas de re-
solver. Acudía con él a los Consejos
y tomaba decisiones políticas junto
a su padre.
Mientras tanto, Isabel Clara Eu-
genia continuaba soltera, a pesar
de que muchas voces en el rei-
no clamaban por la necesidad de
casar cuanto antes a la infanta de
España. Es posible que Felipe no
encontrara un candidato a la altu-
ra de su hija, inteligente consejera
y hábil diplomática. El rey tampoco
se olvidaba de que su hijo y futuro
soberano del reino, era un niño en-
LOS ARCHIDUQUES fermizo y la única baza masculina
DE LOS PAÍSES BAJOS,
>ZdKΈZZ/Ήz en la línea dinástica. Si Felipe falle-
ISABEL CLARA
h'E/Έ:KΉ͘ cía antes de reinar, la siguiente en
la línea de sucesión habría sido sin
duda Isabel Clara Eugenia.
Pero los años pasaban y Felipe II
se encontraba cada vez más débil,
así que a mediados de 1598 de-
cidió tomar varias decisiones que
marcarían el destino de su hija. El
rey escogió a Alberto, hermano de
su difunda esposa Ana, como mari-
do para Isabel Clara Eugenia y los
nombró a ambos archiduques de
los Países Bajos. El Acta de Cesión,
ƓUPDGD SRU XQ GHELOLWDGR )HOLSH
54 CLÍO
FELIPE II CON
SUS HIJAS
LAS INFANTAS
CATALINA MICAELA
E ISABEL
CLARA EUGENIA.
L MADRID DE FELIPE II ERA UNA VILLA extremo el cardenal infante, cuando estaba en los Países Bajos,
DE APENAS 15.000 HABITANTES, QUE de hacérsela llevar en grandes tinajas de barro bien tapadas. Los
CRECÍA DE FORMA RÁPIDA Y DESOR- españoles atribuyen la fundación de Madrid a un príncipe llama-
DENADA CUANDO SE CONVIRTIÓ EN do Ogno Bino, hijo de Tiberino, rey de los Latinos, y de Menta,
CORTE. En 1679, había transcurrido algo que fue una reina célebre por su saber en astrología. Se dice que
más de un siglo desde que Felipe II convir- Madrid está en el corazón de Europa, porque un pueblecito muy
tiera aquel caserío en capital. Fue entonces cercano llamado Pinto se llamaba antiguamente Punctum por
cuando la francesa Marie-Catherine le Ju- ser el centro de Europa".
melle de Barneville, baronesa D'Aulnoy, más conocida como Y añadió: "Desde luego noté que la villa no está rodeada
Madame D´Aulnoy, visitó España, o al menos eso nos quiso ha- de murallas ni de fosos, y que las puertas no cierran el recinto,
cer creer, porque hay dudas razonables que concluyen que el estando además algunas destruidas. No hay castillos que indi-
viaje no lo realizó en persona o, al menos, que no fue ella quien quen una ostensible defensa, ni nada que no pueda destruirse
escribió el texto sobre las incidencias de tal visita a nuestro país. HUHYHUQHaVZ7LYVZLYxHUPU[PSLZSHZMVY[PÄJHJPVULZWVYX\L
Sea como fuere, dando por válido su testimonio, dice del Madrid las montañas que rodean la villa la resguardan. Las calles son
del siglo XVII lo siguiente: “La villa de Madrid está en Castilla la largas, rectas y de bastante anchura, pero no las hay de peor
Nueva y ocupa el centro de España. Hace más de un siglo que piso en el mundo. Por mucho cuidado que se tenga, el vaivén
los reyes la eligieron para corte a causa de la pureza de su aire y de los coches arroja el fango de los baches a los transeúntes.
la bondad de sus aguas, que son realmente incomparables, tan Los caballos llevan siempre las patas mojadas y el cuero enlo-
exquisitas para muchos que no saben gustar otras, llegando al dado. En las carrozas no puede transitarse tampoco, si no
CLÍO 57
ESPECIAL AUSTRIAS
58 CLÍO
volcaban en las calles ciertos utensilios tan
necesarios como malolientes. El marqués LETUARIO Y AGUARDIENTE
de Villars, embajador de Francia, dice que
nadie se cuidaba de limpiar la ciudad,
que el río no tenía agua para arrastrar las LA PRIMERA INGESTA nombre nos puede como un gran
inmundicias y que estas permanecían en DEL DÍA SE HACÍA dar a entender, sino desinfectante, y
las calles años enteros. “En Madrid –añade EN ALGÚN PUESTO una confitura a base debía serlo, porque
el embajador– todo lo que depende de los AMBULANTE O de naranjas amargas, aquellos orujos secos
hombres se halla en el mayor desorden”. CONFITERÍA con impregnada con miel. y duros de Cazalla o
La suciedad madrileña era tan evidente licencia para la venta El “letuario” se Alanís, principales
que daba lugar a protestas del vecindario. del desayuno más acompañaba de un poblaciones
Perros y gatos muertos eran comunes en famoso de la época, trago de alcohol, sevillanas donde se
las calles, e incluso los caballos se pudrían el “lectuario” o considerado medicinal, producían, debían ser
en algunas vías menos frecuentadas. “letuario”. Consistía que entonaba el lo suficientemente
en una “naranjada”, cuerpo para comenzar robustos como para
EN EL INTERIOR DE LAS VIVIENDAS que no era un zumo a afrontar el día. Se atolondrar virus y
En cuanto al mobiliario, hay que decir de naranja, como su tenía al aguardiente bacterias.
que el de la mayor parte de las moradas
de la gente humilde era de pino. Por lo ge-
neral, consistía en una simple mesa, ban-
cos, ya que las sillas eran prácticamente Cervantes han dejado sobrada muestra. que se usaban para decorar doseles e
inexistentes, y camas rústicas. El ajuar se Velázquez nos presenta algunos de ellos incluso para enmarcar lienzos. Hasta las
componía de uno o dos cofres, colchones en sus obras hacia 1618, La vieja friendo familias humildes ansiaban la posibilidad
de estopa y, como adorno, una imagen huevos o Cristo en casa de Marta y Ma- de adquirir alguno de estos “guadame-
devota o, a lo sumo, una pequeña estatua, ría. Los famosos bodegones del maestro cís” y llegaban a comprarlos aunque ello
además de diferentes utensilios de cobre Francisco de Zurbarán son un verdade- supusiera un desembolso que escapara a
o hierro para la cocina. ro catálogo del menaje y las viandas de sus posibilidades.
Las estancias eran pequeñas y poco ven- aquellos tiempos. La mentalidad orgullosa de los espa-
tiladas, con muy pocas ventanas, así que, Una parte fundamental de la cocina ñoles de la época, en la que no olvide-
en verano, la mesa y el banco donde sen- era la chimenea, en la que se cocinaba. mos, España era la principal potencia
tarse a comer se disponían habitualmente Era de lumbre baja y de ella colgaba una T\UKPHS`4HKYPKZ\JVY[LZLYLÅLQH-
en la entrada de la vivienda, si había es- cadena denominada “llar”, de la que se ba no solamente en los gestos y la apa-
pacio para ello, donde el aire ventilaba y suspendía la pesada caldera, y que per- riencia; decía Quevedo en La vida del
hacía más llevadero el escueto almuerzo. mitía subirla o bajarla para arrimarla o Buscón: “Somos gente que comemos
Las viviendas de las clases altas eran muy alejarla del fuego. Los “trébedes”, gran- un puerro y representamos un capón”.
diferentes, destacaban por su amplitud y des y semiesféricos, eran los soportes de
suntuosidad. El mobiliario era de nogal, hierro colocados en el fuego y sobre los LOS CÁNONES DE BELLEZA
madera más noble y valiosa que la de que se disponían las calderas o calderos Tener pies pequeños era considerado
pino. Al igual que en las viviendas humil- de metal. Para alumbrar se usaban los todo un signo de distinción. Las muje-
des, tampoco eran habituales las sillas, de “blandones” o velas gruesas de cera, que res de clase alta no caminaban mucho,
hecho, cuando comenzaron a utilizarse se situaban sobre un candelabro. Tam- siempre se desplazaban en carroza o lite-
recibieron nombres extranjeros “sillas de bién para alumbrar era el “candil”, que ra, con lo cual no deformaban ni ensan-
Flandes”, “sillas francesas”... Sin embargo, poseía un receptáculo donde contener el chaban sus pies. Para elevar su estatura,
proliferaban los cojines y las alfombras, aceite que servía como combustible, una empleaban los “chapines”, unas estructu-
muchas de ellas con representaciones y mecha o “torcida” y una varilla con gan- ras formadas por suelas de corcho super-
motivos históricos. cho para colgarlo, llamado “garabato”. puestas y reforzadas con estaño, en las
La cocina era el lugar habitual donde la Este era el mobiliario y ajuar de una que a su vez metían los pies previamente
gente humilde, además de guisar, comía, sencilla vivienda, pero incluso en las ca- calzados en unas zapatillas ligeras. De-
se calentaba y reunía. En ella se agrupaban sas más pobres no faltaba algún elemento cía Tirso de Molina: “Chapines he visto
diversos utensilios, de los que la obra pictó- de lujo como los “guadamecís” de cuero yo de corcho y altura tanta que a una
rica de algunos genios contemporáneos de repujado en color rojo, dorado y azul, enana hacen giganta”.
CLÍO 59
ESPECIAL AUSTRIAS
K\JJP}UVPUJS\ZVSHPU[LYY\WJP}UKLSÅ\QV
menstrual. Para combatir sus efectos no-
civos, los médicos aconsejaban beber en
ayunas agua mezclada con limaduras de
hierro y dar un paseo. Famosa en Madrid
era una fuente de la que manaba un agua
rica en mineral de hierro. A ella acudían
las damas madrileñas para llenar sus cán-
taros y beber el líquido que contrarrestaba
los efectos del barro. Lope de Vega la in-
mortalizó en su obra El acero de Madrid.
Por supuesto, además de recoger agua,
servía como punto de encuentro en el que
ÅPY[LHYJVUSVZWYL[LUKPLU[LZX\LZPLTWYL
merodeaban por la famosa fuente.
Los hombres también tenían sus cos-
tumbres en cuanto a estética y eran espe-
cialmente valoradas por las señoras sus
JARDINES DE pantorrillas. El género masculino lucía
EL PARDO.
esa parte de su anatomía, que para resul-
tar atractiva debía ser robusta, así que si
era preciso, se rellenaban las medias para
Y Quevedo, como era de esperar, mujeres. También estaban los que opina- dar volumen a la parte baja de las piernas,
no podía permanecer mudo ante el ban que de ojos negros estaban los mula- a los gemelos. Medieros y vendedores de
espectáculo: “Altas mujeres verás pero KHYLZSSLUVZ3HUHYPaZLWYLMLYxHHÄSHKH rellenos proliferaban en el Madrid del si-
son como colmenas. La mitad huecas nunca chata y, todas las mujeres querían glo XVII. En cuanto al calzado, se usaban
y corcho. La mitad miel y cera”. un tono de piel pálido. Para conseguirlo zapatos de puntera cuadrada, dado que el
Y si los pies eran importantes, qué de- recurrían a una técnica tan asombrosa pie pequeño también era signo de distin-
cir de los ojos. Como dice Néstor Luján como perjudicial: comer barro. ción masculina. Guantes y anteojos com-
en su obra La vida cotidiana en el Siglo de En aquellos tiempos se fabricaban una ponían los complementos más apreciados
Oro español : “Nunca como en el siglo especie de jarritas que se denominaban de la moda masculina, aunque también
XVII, el de los recatos, de los requiebros, “búcaros”. Estaban elaboradas con arci- los usaban las damas. Los guantes más co-
del lenguaje amoroso de los ojos, de la llas rojas; las de Portugal y Badajoz eran munes eran de piel de perro, pero los más
elocuencia del pañuelo o el abanico, se las más apreciadas. Dando pequeños caros se hacían de piel de gamuza, perfu-
estudió mejor el mirar”. mordiscos se conseguía desprender frag- mados con ámbar y adornados con borda-
Eran apreciadísimos los ojos verdes por mentos de los búcaros y masticarlos. El dos de plata y oro. Los guantes españoles
su extrema rareza, y no le iban a la zaga efecto del barro en el organismo era la fueron muy admirados en toda Europa y
los azules, aunque unos ojos negros en- “opilación”, es decir, una obstrucción alcanzaron precios muy altos. En Inglaterra
tornados debidamente eran de lo más se- de los conductos biliares que provocaba OHJxHUM\YVYWVYZ\THNUxÄJVHYVTH`Z\H-
ductor. Claro que, para gustos, colores, y una tez pálida muy del gusto de la épo- vidad. Regalar guantes era todo un detalle.
OHIxHX\PLUHÄYTHIHX\LSVZVQVZ]LYKLZ ca. Además de taponar los conductos Los había de diferentes formas, incluso
eran más propios de pájaras, que no de biliares, causaba otros daños, como la re- sin la punta de los dedos, especiales para
practicar esgrima.
Los anteojos, por los que todo el mundo
GUANTES Y ANTEOJOS componían los complementos reconoce a Quevedo, eran, además de úti-
más apreciados de la moda masculina, aunque también les para mejorar la visión, artefactos con-
siderados estéticos. Aportaban un aire de
los usaban las damas. Los guantes más comunes eran distinción e intelectualidad, por lo que mu-
los de piel de perro, pero los más caros se hacían de piel chos hombres y algunas mujeres los usa-
de gamuza, perfumados con ámbar. ban para presumir y mejorar su apariencia,
aunque no tuvieran necesidad de llevarlos
60 CLÍO
y menos aún de emplearlos en la lectura.
LA ALIMENTACIÓN EN EL MADRID
LINDOS Y PISAVERDES
DEL SIGLO XVII
,ULS4HKYPKKLZLZHJYPÄJHIHULU TAMBIÉN EN ŶŽĚĞďşĂŶʹ͘hƐĂďĂŶ ƌĞůůĞŶŽƐ͕ĐĞŹŝƌƐĞůŽƐ
El Rastro, anualmente, medio millón de AQUELLOS TIEMPOS ĞŶŐƌĂŶĐĂŶƟĚĂĚ ƌŽƉĂũĞƐ͕LJĚŝƐƉŽŶĞƌ
JHYULYVZZLZLU[HTPSJHIYP[VZKVJLTPS HABÍA HOMBRES ǀĂƌŝĂĚŽƐƉĞƌĨƵŵĞƐ͕ƐĞ convenientemente el
vacas, trece mil cerdos y diez mil terne- METICULOSOS ĂŚƵĞĐĂďĂŶůŽƐůĂƌŐŽƐ ƐŽŵďƌĞƌŽLJůĂƐĂƌŵĂƐ͘
YHZ :L JVUZ\TxHU UV]LU[H TPS HYYVIHZ Y DEDICADOS A ĐĂďĞůůŽƐLJĚĞƐƉƵĠƐĚĞ zĂǀĞƐƟĚŽƐ͕ƐŽůƚĂďĂŶ
de aceite y ochenta mil de vino, mucha PRESUMIR, PARA LO ŚĂďĞƌůŽƐŽŶĚƵůĂĚŽ ƐƵƐƉĞƌĨƵŵĂĚŽƐLJ
caza y aves. No son cifras que descri- CUAL NO DUDABAN EN convenientemente ondeantes cabellos para
IHUH\UHZVJPLKHKX\LWHZHYHOHTIYL EMPLEAR LAS HORAS ĐŽŶƚĞŶĂnjĂƐĐĂůŝĞŶƚĞƐ͕ ƋƵĞƐĞĚĞƐƉĂƌƌĂŵĂƌĂŶ
aunque se podrían mencionar tantas si- QUE FUERA PRECISAS ůŽƐĚĞũĂďĂŶƌĞĐŽŐŝĚŽƐ͘ ĂĚĞĐƵĂĚĂŵĞŶƚĞƉŽƌůŽƐ
tuaciones como economías particulares, PARA ACICALARSE. Se ƵŝĚĂďĂŶůĂďĂƌďĂLJ ŚŽŵďƌŽƐ͘ĞƐƉƵĠƐĚĞ
puesto que la cantidad de mendigos que les llamaba “lindos” o ďŝŐŽƚĞ͕ĚĞĚŝĐĂďĂŶƵŶ ĞƐƚĞƉƌŽĐĞƐŽ͕LJĂĞƐƚĂďĂ
W\S\SHIHU WVY SHZ JHSSLZ LYH LUVYTL ZP “pisaverdes” –nombre ďƵĞŶƌĂƚŽĂŝŶƚƌŽĚƵĐŝƌ el “lindo” preparado para
IPLU LZ JPLY[V X\L SH WPJHYLZJH JVU]LY- ƐĂƌĐĄƐƟĐŽƉĂƌĂĂƋƵĞůůŽƐ los pies en los angostos ĂĐƵĚŝƌĂůŽƐŵĞŶƟĚĞƌŽƐ
tía en mendigos a quienes realmente no ƋƵĞƐĞŵŽǀşĂŶĐŽŵŽƐŝ njĂƉĂƚŽƐ͕ĞŵďƵƟƌƐĞ ĚĞůĂǀŝůůĂ͕ƐĞƌŽůŝĚŽĂŶƚĞƐ
SVLYHU`ZPTWSLTLU[LHI\ZHIHUKLSHZ ůŽŚŝĐŝĞƌĂŶĐŽŶĐƵŝĚĂĚŽ los pares de medias ƋƵĞǀŝƐƚŽLJĐŽŵĞŶnjĂƌĂ
HSTHZJHYP[H[P]HZ3VZWVIYLZKL]LYKHK de no pisar donde ƉƌĞĐĞƉƟǀŽƐĐŽŶƐƵƐ ĐŽƌƚĞũĂƌĂůĂƐĚĂŵĂƐ͘
SVZ KL ZVSLTUPKHK ZL HSPTLU[HIHU KL
SH ¸ZVWH IVIH¹ V ¸NHSSVMH¹ \U W\JOL-
YV H IHZL KL JVS HSNV KL WHU ` [VJPUV comidas copiosas y repletas de grasa. Por ley no permitía que se sirviera en ellos
YHUJPV X\L ZL KPZWLUZHIH LU SVZ JVU- LQLTWSVLSJLSVKLSVZNHSLUVZLUJ\HU[V ]PUVUPJVTPKHWHYHLSSVLZ[HIHUSHZ[H-
ventos. De este plato deriva la expresión a la dieta de los monarcas era extremo, ILYUHZSVZIVKLNVULZSVZÄNVULZ`SVZ
comúnmente utilizada, incluso hoy día, hasta el punto de estar presentes en las W\LZ[VZ HTI\SHU[LZ SV J\HS UV X\PLYL
KL¸LZ[HYV]P]PYHSHZVWHIVIH¹,UKLÄ- comidas para vigilar todo lo que se servía decir que en la práctica no se sirviera
nitiva, muchos de los que acudían a los al rey. Cuestión aparte es que se hiciera JVTPKH`ILIPKH
conventos a por aquel socorrido plato caso a sus recomendaciones, lo que no ,SNYP[LYxVLSQ\LNV`LS]PUVX\LH\U-
JHSKVZVUV[LUxHUVÄJPVUPILULÄJPVKL parece que ocurriera muy a menudo. que los mesones no podían servir, podía
ningún tipo, o eran estudiantes sin recur- consumirse comprándolo fuera del me-
ZVZ¸ZVWPZ[HZ¹KLTVKVX\LSVX\LYLJP- TABERNAS, MESONES, BODEGONES, Z}UQ\U[VJVU\UHT\S[P[\KKLNLU[LZ]H-
IxHU]LUxHKLSYLNHSVVSHJHYPKHK FIGONES Y... "MEDIA CON LIMPIO" YPVWPU[HZ`WVJVYLJVTLUKHISLZHKLTmZ
La manteca, el tocino y la casquería, ;HILYUHZ TLZVULZ IVKLNVULZ ` Ä- KLJOPUJOLZW\SNHZSPLUKYLZ`WPVQVZZL
SVX\LLU[VUJLZKLUVTPUHIHU¸NYVZZ\- gones pueden en la actualidad ser si- KHIHUJP[HLUSVZTLZVULZ:PULTIHYNV
YH¹ ¶TVSSLQHZ YP|VULZ HZHK\YHZ ` ZL- nónimos, pero en el Madrid del XVII, HU OHIxH LZ[HISLJPTPLU[VZ KL TLUVY
ZVZ¶ LYHU WYVK\J[VZ OHIP[\HSLZ LU SHZ JHKHLZ[HISLJPTPLU[V[LUxH\UJVTL[P- categoría que en Madrid eran conocidos
TLZHZTHKYPSL|HZ,SSVQ\U[VHJHYULZ KV`\UHZJHYHJ[LYxZ[PJHZIPLUKPMLYLU- JVU SH L_WYLZP}U ¸4LKPH JVU SPTWPV¹
LZJHILJOLZZHSHaVULZ`LZWLJPHZJVUZ- ciadas. El Diccionario de Autoridades decía en
tituían una auténtica oda al colesterol y Mesones y posadas tenían un carác- 1734: “Frase que tiene solo uso en Ma-
a la acumulación de ácido úrico. [LYWYLMLYLU[LTLU[L\YIHUVVHSTLUVZ drid, originada de que en ciertas casillas y
La fruta fresca no era muy valorada UV ZL SVJHSPaHIHU LU aVUHZ KLZWVISH- barrios de poco comercio dan posada y
gastronómicamente. La poca que se in- das como las ventas. Los mesones, tal cama de noche a los vagabundos y por-
NLYxHZL[VTHIHJVTVLU[YHU[LLUSHZJV- ` JVTV SVZ KLZJYPIL López de Úbeda, dioseros; y en cada cama duermen dos,
midas; las más frecuentes eran la uva y el poeta y dramaturgo de la segunda mitad pagando cada uno dos quartos, y capitu-
TLS}U:xN\Z[HIHUSVZOPNVZ`SVZMY\[VZ KLS ZPNSV ?=0 LYHU HSILYN\LZ Y\PKVZVZ lando que el compañero que le dieren ha
ZLJVZJVTVSHZU\LJLZWHZHZVYLQVULZ vocingleros ocupados por estudiantes de ser limpio, que no tenga piojos, sarna,
o dátiles, que eran muy apreciados, y de WVIYL[VULZ`NLU[LZWVJVÄHISLZX\LLU tiña ni otra enfermedad contagiosa; y por
consumo frecuente en invierno. cualquier momento hacían desaparecer ser media cama y el compañero limpio,
3VZTtKPJVZHSVZX\LLYHOHIP[\HSSSH- SHIVSZHJ\HUKVUVZLLUaHYaHIHULUYP- nació el decirse, este alojamiento Media
THY ¸]LYK\NVZ¹ HJVUZLQHIHU L]P[HY SHZ |HZKLPUZVZWLJOHKHZJVUZLJ\LUJPHZ3H con limpio¹
CLÍO 61
ESPECIAL AUSTRIAS
62 CLÍO
de canela o de guindas. La oferta incluía
sorbete de ámbar, garapiña de chocolate,
horchatas y, por supuesto, las populares
alojas, bebidas que dieron nombre a estos
despachos que durante los siglos XVIII y
XIX adquirirían el nombre de botillerías y,
posteriormente, cafés.
La “aloja” era una mezcla de agua, miel
y especias, a la que en verano se añadía
hielo y se denominaba “aloja de nieve”.
En las representaciones teatrales, tan fre-
cuentes en la época, se consumía habitual-
mente un refresco de aloja con la misma
naturalidad que ahora se beben refrescos
de cola, mientras que algunos espectado-
res, contratados por los actores o el dueño
del corral de comedias aplaudían a rabiar
y se enfrentaban con aquellos otros que,
pagados por la competencia, se dedicaban
a denigrar el espectáculo.
LUGARES DE ESPARCIMIENTO
Nade mejor que Madame D´Aulnoy para
describirnos algunos entornos donde los
madrileños acudían a distraerse, lugares
que además de la iglesia, punto de reunión,
culto y murmuración, completaban la
oferta lúdica de los ciudadanos más
humildes: “La Casa de Campo no es muy CASA DE CAMPO EN
ÉPOCA DE FELIPE II.
grande, pero está bien situada cerca del
Manzanares. Los árboles son allí muy altos
y ofrecen agradable sombra; el agua no y se precipitan en poderosos torrentes ]HUJ\PKHKVZHTLU[LSHZTmZYHYHZ`SHZ
escasea y corre apaciblemente hasta llegar a hasta el Manzanares, por encima del más odoríferas. Desde la Florida puede
un estanque rodeado por grandes encinas. cual hizo construir Felipe II el puente lla- IHQHYZLHS7YHKV5\L]VKVUKLOH`Z\Y-
La estatua de Felipe IV está colocada en el THKVKL:LNV]PHTmZOLYTVZVHJHZV [PKVYLZ ` mYIVSLZ T\` LSL]HKVZ ,Z \U
jardín; este lugar, bastante abandonado, o tanto por lo menos, que Le Pont Neuf paseo en extremo agradable, y aunque
[PLULJHZHKLÄLYHZKVUKLOL]PZ[VSLVULZ tendido sobre el Sena en París. Cuando no es llano el terreno, la cuesta se hace
osos, tigres y otros animales feroces que se SVZ]PHQLYVZSSLNHUHSW\LU[LKL:LNV]PH tan dulce que no produce ningún can-
aclimatan bien en España. Van a pasearse suelen reírse mucho, pareciéndoles ridí- ZHUJPV4mZHSSmZLLUJ\LU[YH[VKH]xHSH
por la Casa de Campo los soñadores de culo que se haya construido un puente AHYa\LSHKVUKLZLNVaHUILSSLaHZ]LY-
VÄJPV`SHZKHTHZX\LKLZLHUHUKHYWVY tan hermoso y tan largo sobre un cauce daderamente campestres y donde hay
lugares escasamente concurridos". sin agua, y alguno ha dicho con gracia algunas habitaciones bastante frescas
Prosigue: "El Manzanares es un río que X\L HJVUZLQHYxH SH ]LU[H KLS W\LU[L para que descansen los reyes cuando
no entra en la Villa, y en ciertas épocas para comprar agua con el producto". regresan de una cacería. El primer día
no parece arroyo siquiera, ofreciendo su A su descripción añade: "La Florida es KLTH`VO\IVÄLZ[HZM\LYHKLSHW\LY[H
cauce seco, pero en otras engruesa rápi- una residencia muy agradable, cuyos de Toledo, en un lugar llamado el Soti-
damente y se sale de madre, arrastrando QHYKPULZTLOHUN\Z[HKVT\JOV"]PLU llo, y allí acudieron todos los habitantes
cuanto a su paso encuentra. Durante el ellos estatuas de Italia esculpidas por la KLSHJVY[L`KLSH]PSSH@VM\P[HTIPtU
LZ[xVZPY]LKLWHZLVWHYHSVZJVJOLZ`LU mano de los mejores maestros, aguas TmZWHYH]LYX\LWHYHZLY]PZ[HH\UX\L
PU]PLYUV PU\UKH [VKVZ SVZ JHTWVZ ]LJP- corrientes que producen agradable TPZ]LZ[PKVZHSHMYHUJLZHKPZ[PUN\PtU-
nos. Esto es ocasionado por el deshielo T\YT\SSVÅVYLZOLYTVZHZJ\`VHYVTH dome de las demás, dieron ocasión a
KL SHZ UPL]LZ X\L J\IYLU SHZ TVU[H|HZ encanta los sentidos, pues allí se culti- que todos repararan en mí”.
CLÍO 63
ESPECIAL AUSTRIAS
64 CLÍO
CLÍO 65
ESPECIAL AUSTRIAS
66 CLÍO
>/Yh/ZZdZdKΗ>
DKE^dZhΗh'E/DZd1Es>>:K͕
REALIZADO POR CARREÑO MIRANDA POR
ORDEN EXPRESA DEL REY CARLOS II.
CLÍO 67
ESPECIAL AUSTRIAS
DIEGO VELÁZQUEZ Volviendo a las infantas, entre ellas y rey, pero tuvo tiempo de ser retratada
El pintor sevillano es reconocido por ser uno
sus llamativos acompañantes se estable- en 1585 junto a Isabel Clara Eugenia
de los elegidos para retratar a la corte de ció una amistad y un gran cariño. Es el por Alonso Sánchez Coello. La infan-
los Austrias. Además, RETRATÓ EN caso de Magdalena Ruiz, “la enana loqui- ta posa colocando su mano sobre la
NUMEROSAS OCASIONES A lla”, que comenzó a trabajar en la corte cabeza de Magdalena, que a su vez
BUFONES Y ENANOS. Siempre estando al servicio del infante Carlos y, lleva en brazos un pequeño mono.
fue por encargo real, ya que se trataban de posteriormente, de Juana de Austria, y Magdalena Ruiz no se halla junto a
ůŽƐĐƌŝĂĚŽƐĂůƐĞƌǀŝĐŝŽLJĚŝǀĞƌƟŵĞŶƚŽĚĞůĂ que supo granjearse el afecto de toda la Isabel Clara Eugenia por casualidad,
corte. En estas pinturas no hay intención familia real. Compañera imprescindible su presencia refuerza la imagen ma-
de demostrar pena o reivindicación, solo la
condición humana al natural, aunque con
de Isabel Clara Eugenia y Catalina Mi- yestática de la infanta y las cualidades
una gran dignidad. Algunas de sus obras caela, también fue estimada por el rey. En de Isabel, su belleza y elegancia, en
más conocidas son El bufón el Primo o julio de 1582, Felipe II le relata a sus hijas, contraposición con los rasgos poco
Francisco Lezcano, el Niño de Vallecas. por carta, que Magdalena Ruiz las echa agraciados de Magdalena. La infanta
mucho de menos: “Magdalena hace muy se muestra a la vez protectora y piado-
bien en escribiros y está aquí ahora, dice sa, situando su mano sobre la cabeza
que os diga de su parte que quisiera más de la enana a la que no falta detalle
estar con vosotras que enviaros recado; en su vestimenta, además del exótico
y yo digo que, aunque se le levantan los simio como animal de compañía.
pies cuando oye algún son, se cansa ya
tanto que no puede bailar”. BUFONES, LOCOS ÚTILES Y BOBOS
,S ]PUV HS X\L LYH T\` HÄJPVUHKH En el escenario de palacio hay que
Magdalena, y su edad, fueron deterio- distinguir varios personajes. Por un
rado su salud, de ahí que ya no pu- lado, los enanos, sorprendentes por
diera levantar los pies como indica el su pequeñez, admirados por su de-
FACHADA DEL MUSEO DEL PRADO, DONDE,
A EXCEPCIÓN DE LA PINTURA DON JUAN
CALABACILLAS, SE ENCUENTRAN LAS OBRAS
EXPUESTAS A LO LARGO DE ESTE REPORTAJE.
FRENTE A LA FACHADA UNA ESTATUA QUE
REPRESENTA A DON DIEGO VELÁZQUEZ.
CLÍO 69
ESPECIAL AUSTRIAS
70 CLÍO
EN EL CUADRO MÁS FAMOSO DE DIEGO
VELÁZQUEZ PODEMOS VER A DOS DE ESTOS
ACOMPAÑANTES DE LA CORTE: EL ENANO
NICOLÁS PERTUSATO Y MARI BÁRBOLA.
CLÍO 71
ESPECIAL AUSTRIAS
EL EMPERADOR
CARLOS VI DEL
SACRO IMPERIO
ROMANO
GERMÁNICO.
72 CLÍO
EL PERIODO DE RELATIVA PAZ QUE VIVIÓ EUROPA DESPUÉS DE LA
GUERRA DE SUCESIÓN EN ESPAÑA SE VIO INTERRUMPIDO POR EL ESTALLIDO
DE UN NUEVO CONFLICTO A PARTIR DE 1740, QUE EMPUJÓ A LAS PRINCIPALES
POTENCIAS DEL VIEJO CONTINENTE A UNA GUERRA DE COLOSALES
DIMENSIONES, CUYO RESULTADO MARCÓ EL FUTURO DE EUROPA DURANTE
TODO EL SIGLO XVIII.
WKZ:s/ZDZd1EͳW/EE
CLÍO 73
ESPECIAL AUSTRIAS
EMPERATRIZ
MARÍA TERESA,
REINA DE HUNGRÍA
Y BOHEMIA Y
ARCHIDUQUESA DE
AUSTRIA.
74 CLÍO
LA GUERRA DEL ASIENTO
EN INGLATERRA LA OPOSICIÓN
AL MINISTRO WALPOLE FUE
CADA VEZ MAYOR ENTRE
LOS WHIGS Y LOS TORIES,
especialmente cuando España
empezó a tomar medidas contra
todos los contrabandistas y
piratas ingleses que operaban en
América.
Uno de los incidentes
maquiavélicamente utilizados
por los británicos para caldear el
ambiente y enaltecer su orgullo
patrio, fue el padecido por el
capitán Robert Jenkins, del navío
contrabandista Rebecca, cuando
en 1731 fue apresado frente
EL REY FRANCÉS
LUIS XV DURANTE a las costas de Florida por el
LA GUERRA DE guardacostas español La Isabela,
SUCESIÓN.
capitaneado por Juan León
Fandiño.
Este incidente terminó
provocando el estallido de la
esperadamente y buscar refugio y presionaba a María Teresa para Guerra del Asiento entre las dos
en Presburg. que aceptase la pérdida de Silesia, potencias atlánticas, coincidente
la cual fue ofrecida, junto al con- en el tiempo con la Guerra de
Sucesión Austriaca, y en la que
Obviamente, el ejército franco- dado de Glatz, al rey Federico, per- las armas españolas consiguieron
bávaro no estaba en condiciones mitiendo que Prusia abandonase brillantes victorias.
de ocupar la capital imperial, por lo el conflicto y firmase la paz con
que de forma inmediata se dirigie- Austria. De repente, Francia se vio
ron hacia Bohemia y conquistaron la contra las cuerdas al ver reducido el
ciudad de Praga el 25 de noviembre número de sus aliados y verse pre-
de 1741. Carlos Alberto pudo, al fin, sionada tanto por Inglaterra como
ver cumplido su sueño, y por eso no por Austria que, ahora, alejado ya
dudó en hacerse proclamar rey de el peligro prusiano, podía centrar
Bohemia el 24 de enero de 1742. su esfuerzo bélico en la lucha con-
El triunfo francés fue aprovechado tra Francia. De esta manera, María
por Federico II de Prusia que se vio Teresa no dejó pasar el tiempo y
con las manos libres, y sin la oposi- con ánimos renovados, organizó un
ción del ejército austriaco ocupado nuevo ejército formado por 60.000
en otros escenarios más estratégi- hombres apoyados por la nobleza
cos, para terminar la conquista de magiar, con los que contraatacó
Silesia, el principal objetivo que se
había marcado en los últimos años.
A partir de ese momento en el rey FRANCIA se vio contra las cuerdas al ver
prusiano predominó su anhelo de reducido el número de sus aliados y verse
paz para ponerse a cubierto de los
caprichos de la fortuna. presionada tanto por Inglaterra como por
Austria que, alejado ya el peligro prusiano,
EL PAPEL DE INGLATERRA podía centrar su esfuerzo bélico en la lucha
Mientras tanto, Inglaterra daba contra Francia.
muestras de una hábil diplomacia
CLÍO 75
ESPECIAL AUSTRIAS
76 CLÍO
LA GUERRA MARÍTIMA
LA EVOLUCIÓN DE LA
GUERRA MARÍTIMA FUE,
POR OTRA PARTE, UN
FACTOR DETERMINANTE
PARA ENTENDER EL
DESARROLLO DE LA
POLÍTICA INGLESA
DURANTE ESTOS PRIMEROS
AÑOS DE CONFLICTO. El
siempre prudente Walpole,
defendió la necesidad de
no involucrarse en la guerra
europea, especialmente
GRAN BRETAÑA
después de las derrotas
PRETENDÍA sufridas ante los españoles
DOMINAR LOS
MARES Y PARA ELLO en el mar. Newcastle, a su
DEBÍA DESALOJAR vez, defendía el apoyo a
A ESPAÑA DE
AMÉRICA. Austria con la intención de
debilitar a Francia, mientras
que Harrington se mostraba
partidario de un acercamiento
a Prusia. La controversia no
a los franceses que aún estaban Inglaterra no perdió la oportuni- se solucionó hasta la caída de
dirigidos por Belle-Isle. dad de presionar desde el norte. Walpole en febrero de 1742,
Afortunadamente para los fran- lo que significó el triunfo de
A comienzos del 1742, Baviera su- ceses, los españoles seguían ba- los partidarios de la lucha
frió la brutal acometida del ejército tiéndose en el mar y en América contra Francia y España,
austríaco, el cual ocupó Munich sin contra los ingleses, evitando que encabezados desde ese
momento por lord Carteret,
demasiados problemas, mientras estos cayesen sobre una Francia en su papel de flamante
que los 25.000 franceses acanto- que ahora hacía todo lo posible secretario de Estado. Fue él
nados en Bohemia tuvieron que por no retroceder sus posiciones. quien denunció cualquier
retroceder para no verse aislados y Puesto al frente de las tropas tipo de entendimiento con
rodeados por las fuerzas enemigas, de Hannover, el soberano inglés el gobierno de Luis XV para
a continuación proponer
dejando sólo una pequeña guarni- Jorge II, consiguió derrotar a los
una política hannoveriana
ción la mando del coronel Chevert franceses en junio de 1743 en la para presionar a Francia
para proteger Praga, pero que nada batalla de Dettingen. Para colmo mientras que por el tratado
pudo hacer para evitar la caída de la de males, los franceses compren- de Westminster con Federico
ciudad en diciembre de 1742. dieron que sus enemigos no iban II se estableció una alianza
a dejar pasar la oportunidad de defensiva entre Inglaterra y
Prusia.
Superado por los acontecimien- dar el toque de gracia a Francia,
tos, los franceses intentaron ne- especialmente cuando Inglate-
gociar con la reina María Teresa,
pero esta, animada por sus recien-
tes éxitos militares, decidió con-
tinuar con la guerra para vengar LA REINA MARÍA TERESA, animada por
todas las ofensas sufridas y recu- sus recientes éxitos militares, decidió
perar los territorios perdidos. continuar con la guerra para vengar
todas las ofensas sufridas y recuperar los
Francia, de pronto, se vio ame-
nazada por varios frentes ya que
territorios perdidos.
CLÍO 77
ESPECIAL AUSTRIAS
78 CLÍO
hacer sus fuerzas y plantar cara
a los franceses.
CLÍO 79
ESPECIAL AUSTRIAS
ciudades fueron capitulando de d’Argenson, desplazado por europea, por lo que aceptó una
ante el imparable avance de Mau- Mauricio de Sajonia, quien deci- solución de compromiso y la ini-
ricio de Sajonia: Gante, Bruselas, dió forzar a los ingleses ocupando ciativa de Francia.
Amberes y Namur. las bocas del Rhin, amenazando
directamente a los islas, por lo De esta forma, el tratado del
La caída de Berg-on Zoom y que el hijo de Jorge II, el duque 30 de abril de 1748 establecía, en
Maastrich forzó a los ingleses y de Cumberland, se inclinó por un principio, la simple restitución
holandeses a replantearse la con- el acuerdo de paz, mientras que entre Francia e Inglaterra de las
tinuación de la guerra, algo que Austria, exhausta por tantos años conquistas coloniales durante los
también deseaba Francia desde de conflicto, decidió mandar sus años que había durado la guerra.
el 1746, por lo que d’Argenson emisarios a Aix-la-Chapelle en Haciendo de tripas corazón, Luis
propuso un proyecto para volver enero de 1748. XV terminó aceptando la impo-
al statu quo previo al estallido del sición de abandonar los Países
conflicto, pero Newcastle siguió Las principales potencias euro- Bajos, algo que no fue bien visto
presionando al rey inglés para peas acudieron al encuentro con por un nutrido grupo de la corte
continuar con el esfuerzo y con- la intención de quedar lo mejor francesa. Más interesado estuvo
seguir la victoria total. posible después de tan largos en apoyar las pretensiones italia-
años de guerra. María Teresa nas por parte de los españoles.
La muerte de Felipe V y la lle- de Austria no llegó ni siquiera a
gada al trono de España de Fer- plantearse la posibilidad de hacer Don Felipe, segundo hijo de
nando VI, emparentado por su concesiones territoriales, mien- Felipe V, recibió los ducados de
esposa con Portugal, fue consi- tras que, por otra parte, suspiraba Parma y Piacenza, arrebatados a
derado como una gran oportuni- por un acercamiento con Francia, Austria, por lo que la presencia de
dad para alejar al nuevo rey de con la lógica intención de reem- España en la Italia quedó fortale-
la alianza con Francia, pero el in- prender la lucha contra Prusia, a cida. Austria, por otra parte, no
tento de Newcastle de arreglar un la que no perdonaba por la con- tuvo tanta suerte, ya que se vio
acuerdo con España resultó impo- quista de la rica región de Silesia. obligada a ceder parte del Mila-
sible por Gibraltar, el asiento y el nesado a su aliado el rey de Cer-
problema italiano. En Francia fueron muchos los deña, y a reconocer la pérdida de
que observaron con cierto agrado Silesia a favor de Federico II de
En esta partida en la que cada esta posible alianza (especial- Prusia.
reino trató de esconder sus car- mente el ministro Brühl, Mauri-
tas con la intención de no dejar cio de Sajonia y la Delfina, María No todo fueron malas noticias
patente sus debilidades, el que Josefa de Sajonia), ya que ade- para ella, ya que, siendo cons-
menos capacidad de resistencia más podría proporcionar ventajas cientes de su enorme sacrificio
resultó tener fue Francia, total- territoriales en los Países Bajos. para alcanzar un acuerdo defini-
mente agobiada por sus graves Mientras tanto, los ingleses se- tivo de paz, finalmente, los distin-
problemas económicos y colo- guían sufriendo como consecuen- tos reinos europeos terminaron
niales, casi incapaz de mantener cia de su guerra contra España en reconociendo la Pragmática San-
sus posiciones en Canadá. En el mar, y en consecuencian tenían ción y confirmaron a su marido en
este contexto se produjo la caída prisas por terminar con la guerra el trono imperial.
80 CLÍO
NÚMEROS ANTERIORES
VO
VO
SELECCIÓN
SELE
ESPECIAL AUSTRIAS
Un paseo por la
España de los
82 CLÍO
ESPAÑA Y SUS PRINCIPALES CIUDADES ERAN EL CENTRO
NEURÁLGICO DEL MUNDO EN ESE IMPRECISO PERIODO
DENOMINADO SIGLO DE ORO QUE SE DESARROLLÓ ENTRE
LOS SIGLOS XVI Y XVII, Y CONTINUÓ SIÉNDOLO HASTA LA
MUERTE DE CARLOS II, EN EL AÑO 1700. CIUDADES COMO
MADRID O SEVILLA ENCERRABAN ENTRE SUS ENTONCES
REDUCIDOS LÍMITES UNA VARIOPINTA Y BULLICIOSA
POBLACIÓN. DE TODO HABÍA EN AQUELLAS POPULOSAS
CIUDADES, INCLUYENDO SICARIOS, VALENTONES,
RUFIANES Y PROSTITUTAS, AMIGOS DE LO AJENO, TAHÚRES
Y FALSOS MENDIGOS. CONOZCAMOS LOS BAJOS FONDOS
DE LA ÉPOCA DORADA ESPAÑOLA.
POR ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO
LADRONES ESPECIALIZADOS
En el siglo XVII había escaladores, los que usaban escala para introducirse en las
casas; salteadores de tejados o altaneros que utilizaban la técnica de meterse por
las ventanas altas de las viviendas, a estos también les llamaban grumetes o guzpa-
tareros, término proveniente del lenguaje de germanía en el que guzpataro signi-
ƓFDDJXMHUR2WURVVHGHGLFDEDQDTXLWDUODVFRVDVGHODVPDQRVGHVXSURSLHWDULR
y salir corriendo, eran los hombres de leva y monte, por el hecho de que levar
VLJQLƓFDEDKXLUOOHY£QGRVHDOJR0£VWDUGHHOW«UPLQRFRUUHUVHDVLPLOµDOGHUREDU
DV¯TXHHVWRVODGURQHVGHU£SLGDVPDQRV\YHORFHVSLHVSDVDURQDGHQRPLQDUVH
corredores, y los especializados en arrebatar capas, prenda muy valiosa en la épo-
ca, fueron conocidos como capeadores. También abundaron los cicateros. Hoy día
se emplea esta expresión para referirnos a un avaro o tacaño, pero entonces tenía
otro sentido. La bolsa donde se llevaba el dinero era conocida como cica, así que
cicatero era el ladrón de bolsas, cortador de bolsas o aliviador de sobacos. Estos
VRO¯DQSXOXODUDOO¯GRQGHDEXQGDEDODJHQWHHQLJOHVLDVƓHVWDV\FRUUDOHVGHFRPH-
dias. Hablando de iglesias, había especialistas en llevarse el dinero de los cepillos
y las cajas que contenían dinero, estos eran los juanes o devotos del maese Juan.
Los que hurtaban en tiendas y mercados se conocían como bajamaneros,
CLÍO 83
ESPECIAL AUSTRIAS
84 CLÍO
toque largo y daga pulida; comen bode-
gón de vaca y a menudo, bastimento de
cuerpo pero que engorda. Beben a fuer
de valientes, y dicen, quien bien bebe
bien riñe. Sus acciones son algo temera-
rio; dejar caer la capa, calar el sombre-
ro, alzar la falda, ponerse embozados y
abiertos de piernas, y mirar a lo zahíno.
3U«FLDQVHPXFKRGHUXƓDQHV\DQGDQGH
seis arriba, llaman a consejo a todos, en
ofreciéndose ocasión de pesadumbre
a uno, y dan entre diez una cuchillada
a un manco. Desean tanto opinarse de
EUDYRVTXHFRQƓHVDQORTXHQRKLFLHURQ
aunque sea en perjuicio suyo”.
Eran estos valentones individuos des-
prestigiados, de ellos se decía que en
vez de espada llevaban doncella por-
QUEVEDO
que nunca la habían desenvainado. Por DESCRIBE A LOS
ASESINOS Y SICARIOS
cierto, es innumerable la cantidad de DEL SIGLO DE ORO EN
acepciones que en la época se utiliza- SUS OBRAS.
FALSOS MENDIGOS
El mundo marginal de los siglos XVI y andando de iglesia en iglesia, de casa XQGLH]SRUFLHQWRGHODSREODFLµQ\
XVII se completaba con los mendigos. en casa, ya moviéndose los ánimos ello se debía a que era una forma de
Había pobres de solemnidad, recono- con la lastimosa, ya con la inoportuna. vida menos dura y mejor retribuida
FLGRV DV¯ RƓFLDOPHQWH TXH DFXG¯DQ D Bribones de la sopa, clamistas de la que la que cabía esperar trabajando
los conventos a por un plato de comi- siesta y mil zampalimosnas”. HQXQGLJQRRƓFLR
da, normalmente a por la famosa sopa La mendicidad era para muchos de
boba. Otros eran mendigos profesio- los que la practicaban un buen nego- MANCEBÍAS, RUFIANAS Y
nales, gentes que no tenían inconve- cio. Terminada la faena, comían, ves- PROSTITUTAS
niente en hacerse heridas, infectarlas tían y bebían mejor que mucha de la /D SURVWLWXFLµQ IXH PX\ FRP¼Q HQ
\ PRVWUDUVH DV¯ SDUD FDXVDU DŴLFFLµQ gente que les había aportado algo aquella sociedad. Las restricciones y
Acosaban a los transeúntes con sus de dinero, e incluso algunos de ellos controles que contra ello se fueron
gritos, sus lamentos y toda una para- fueron sorprendidos y detenidos prodigando, de nada sirvieron. Al pa-
fernalia de rezos, dichos y el muestrario después de comprobar su prosperi- recer, había en Madrid unas tres mil
de mutilaciones y llagas, verdaderas dad. Se estima que en el Madrid del PXMHUHVS¼EOLFDVFRQWURODGDVTXHRƓ-
RƓQJLGDV\DTXHHUDQPDHVWURVHQOD siglo XVII, los mendigos constituían cialmente se dividían en mancebas,
materia del engaño.
Los mendigos tenían sus especia-
LA JERGA DE LOS ASESINOS
lidades. Los clamistas pedían por las
calles y en las iglesias, y algunos, los ESTE MUNDO VIOLENTO TENÍA UN LENGUAJE PROPIO, EL DE GERMANÍA, una jerga
más atrevidos, se dedicaban a pedir a ƋƵĞƵƟůŝnjĂďĂŶĞƐƚĂƐŐĞŶƚĞƐƋƵĞĐƵĂŶĚŽŵŽƌşĂŶĂŚŽƌĐĂĚŽƐůŽŚĂĐşĂŶƉŽƌĞŶĨĞƌŵĞĚĂĚĚĞ
la cordobana, es decir, semidesnudos y ĐŽƌĚĞů͖ƋƵĞĞŶǀĞnjĚĞĐŽŶĨĞƐĂƌďĂũŽƚŽƌƚƵƌĂ͕ŐĂƌŐĂƚĞĂďĂŶ͖ƋƵĞůůĂŵĂďĂŶĚĞƐŵŝƌůĂĚŽƐĂůŽƐ
en invierno, para causar aún más pena ůĂĚƌŽŶĞƐĂƋƵŝĞŶĞƐƐĞĐŽƌƚĂďĂůĂƐŽƌĞũĂƐ͕ƉĞŶĂŵƵLJĐŽŵƷŶĞŶƚŽŶĐĞƐ͖ƋƵĞĚĂďĂŶƵŶŚƵƌŐſŶ͕
a los viandantes. Quevedo los describe ĞŶǀĞnjĚĞƵŶĂĞƐƚŽĐĂĚĂ͕ŽƋƵĞůůĂŵĂďĂŶĂůǀĞƌĚƵŐŽ͕ũŝŶĞƚĞĚĞŐĂnjŶĂƚĞƐ͕LJĂƋƵĞĞůǀĞƌĚƵŐŽ
así: “El manco pudiendo aprender el ƐĞƐƵďşĂĞŶĐŝŵĂĚĞůƌĞŽĐŽůŐĂĚŽƉĂƌĂĂĐĞůĞƌĂƌůĂĂƐĮdžŝĂĚĞĞƐƚĞ͖ƉĂƌĂƋƵŝĞŶĞƐĚĂƌƵŶƐŽƉůŽ
RƓFLRGHWHMHGRUHOFRMRGHVDVWUHFRP- ĞƌĂĚĂƌĐĂŹƵƚŽ͕LJĐĂŶƚĂƌĞůƚƌŝƵŶĨŽĚĞĞƐƉĂĚĂƐĞƌĂƉĞĚŝƌƐŽĐŽƌƌŽ͖LJƋƵĞƚĞŶşĂŶĞŶĐŽŵƷŶ
pra muleta, estudian la lamentona y pla- ƉĞƌƚĞŶĞĐĞƌĂůŵƵŶĚŽĚĞůĂĐĂƌĚĂʹƐĞůĞƐůůĂŵſĂƐşƉŽƌƋƵĞŵƵĐŚŽƐĚĞĞƐƚŽƐǀĂůĞŶƚŽŶĞƐLJ
ñidera y otras acciones de pordiosero; ƐŝĐĂƌŝŽƐƉƌŽĐĞĚşĂŶĚĞůŽĮĐŝŽĚĞĐĂƌĚĂĚŽƌ͕ƋƵĞƐŽůşĂŶĂďĂŶĚŽŶĂƌƉŽƌƐĞƌƉŽĐŽƌĞŶƚĂďůĞʹ͘
CLÍO 85
ESPECIAL AUSTRIAS
LAS PROSTITUTAS QUE SE MOVÍAN POR EL MADRID CALLEJERO RECIBÍAN VARIAS DENOMINACIONES.
Las especializadas en acompañar a soldados eran llamadas maletas; escalfafulleros se denominaba a las que
encandilaban a valentones; mulas del diablo a las que mantenían relaciones esporádicas con religiosos, porque
las que vivían amancebadas con ellos se denominaban en la jerga, devotas; las más maduras y con sobrepeso eran
pandorgas; piltroferas y trotonas las que recorrían al día varios domicilios prestando sus servicios; trucha era la
joven, y abadejo, la vieja; y zurrapas o gorronas de puchero en cinta, las de más baja categoría. A la hora de pagar
sus servicios la mayoría cobraban por adelantado, al trin tin y batín, porque si no lo hacían así, había muchos
individuos sin escrúpulos que les daban perro muerto, es decir, se iban sin pagar.
86 CLÍO
mas o guardapostigo. La ganancia en
el trato se llamaba caire o cairo.
&RPR\DKHPRVDSXQWDGRORVUXƓD-
nes eran gentes de la peor condición
y mal vistos socialmente. Sin embargo,
ODV PXMHUHV S¼EOLFDV VRO¯DQ VHU ƓHOHV D
VXUXƓ£QLQFOXVRPDQLIHVWDEDQKDFLD«O
un amor sumiso. Una extraña mezcla
de sumisión y masoquismo se daba en
DTXHOODVPXMHUHVTXHVXIU¯DQFRQVWDQWHV
malos tratos por parte de esos despre-
FLDEOHVVXMHWRVTXHVHUHIHU¯DQDHOODVDO
RIUHFHUODVGLFLHQGRTXHWHQ¯DQODYDFDR
la yegua en la dehesa.
Para CervantesHORƓFLRGHDOFDKXH-
te era no solo digno, sino necesario,
y en el propio Quijote hace esta re-
ŴH[LµQ(ORƓFLRGHDOFDKXHWHTXHHV
RƓFLR GH GLVFUHWRV \ QHFHVDU¯VLPR HQ
OD UHS¼EOLFD ELHQ RUGHQDGD \ TXH QR
OH GHE¯D HMHUFHU VLQR JHQWH PX\ ELHQ
QDFLGD\DXQKDE¯DGHKDEHUYHHGRU\
H[DPLQDGRU GH ORV WDOHV FRPR OH KD\
GH ORV GHP£V RƓFLRV FRQ Q¼PHUR UH-
SXWDGR \ FRQRFLGR FRPR FRUUHGRUHV
GHORQMD\GHVWDPDQHUDVHH[FXVDU¯DQ
PXFKRV PDOHV TXH VH FDXVDQ SRU DQ- JRU¯DXQDWXVRQDGLFH«OSRUTXHDO
GDU HVWH RƓFLR \ HMHUFLFLR HQWUH JHQWH LAS MANCEBÍAS maestro le gustaban los placeres de
LGLRWD\GHSRFRHQWHQGLPLHQWRFRPR DE MADRID eran FDOLGDGQRHQYDQRFRP¯DHQƓJµQ
VRQPXMHUFLOODVGHSRFRP£VDPHQRV
SDMHFLOORV \ WUXKDQHV GH SRFRV D³RV \ tan comunes como TXH HUD HO HVWDEOHFLPLHQWR P£V GH-
licado de cuantos abundaban en el
GHSRFDH[SHULHQFLDTXHDODP£VQH- las tabernas o los PXQGR GH OD KRVWHOHU¯D PDGULOH³D
FHVDULDRFDVLµQ\FXDQGRHVPHQHVWHU bodegones. Los 9HQ¯DSRUODFDOOHGHO1L³RKDFLDP¯
GDUXQDWUD]DTXHLPSRUWHVHOHV\HODQ
ODVPLJDVHQWUHODERFD\ODPDQR\QR alcaldes tenían muy XQDPXMHUKHUPRVDUL«QGRVHGHPLV
SDVRVFRMRV\VDELHQGRTXHODPLUD-
VDEHQ FX£O HV VX PDQR GHUHFKD 4XL- reglamentado el EDQ\OOHJDQGRDORVFRUD]RQHVOOHQRV
VLHUD SDVDU DGHODQWH \ GDU ODV UD]RQHV funcionamiento de los GHGHVHR(OP¯RQRIXHPHQRV\HUD
SRU TXH FRQYHQ¯D KDFHU HOHFFLµQ GH
ORVTXHHQODUHS¼EOLFDKDE¯DQGHWHQHU burdeles madrileños. XQD SXWD GH OXMR WDSDGD GH PHGLR
ODGR TXH VH GLU¯D TXH VX URVWUR HUD
WDQQHFHVDULRRƓFLRSHURQRHVHOOXJDU QLHYH\JUDQD5RVDTXHVHFRQVHUYD-
DFRPRGDGRSDUDHOORDOJ¼QG¯DORGLU« madrileños. Las ordenanzas de mance- EDHQDPLVWDGHVSDUFLGRSRUODELRV\
DTXLHQORSXHGDSURYHHU\UHPHGLDU. bía publicadas en 1621 disponían que PHMLOODV /RV GLHQWHV EODQFR PDUƓO \
Como puede comprobarse, la prosti- las mujeres públicas llevaran medios ODVPDQRVTXHGHUDWRHQUDWRHOHYD-
tución y el trato carnal en todas sus va- mantos negros, algo así como las mo- EDQHOPDQWRQHJURDƓFLRQDEDQDORV
riedades no solamente era común en la dernas mantillas, por eso las llamaban FRUD]RQHV\HOWDOOH\HOSDVRRFDVLR-
«SRFDVLQRQHFHVDULRMXVWLƓFDGR\GH- GDPDV GH PHGLR PDQWR GLIHUHQWH GHO QDQGRSHQVDPLHQWRVODVFLYRV7DQULFD
IHQGLGRDXOWUDQ]D que llevaban las honradas, que era man- \JDODQDFRPRFDUJDGDGHMR\DVŋUH-
Las mancebías de Madrid eran tan co- to entero. FLELGDV\QRFRPSUDGDVŋPHVHGXMR\
munes como las tabernas o los bodego- )UDQFLVFRGH4XHYHGRDƓFLRQDGRDO OOHJDPRVDOWUDWRDPRURVRc4X«FHMDV
nes. Los alcaldes tenían muy reglamen- buen comer, buen beber y buen vivir, WDQQHJUDVHVIRU]DQGRODEODQFXUDGH
WDGRGHVGHODWHUFHUDG«FDGDGHOVLJOR nos detalla su relación con una de estas OD IUHQWH TX« PHMLOODV GRQGH OD VDQ-
;9,,HOIXQFLRQDPLHQWRGHORVEXUGHOHV prostitutas, en su caso de cierta cate- JUH PH]FODGD FRQ OHFKH HQJHQ-
CLÍO 87
ESPECIAL AUSTRIAS
LOS TAHÚRES
Los dados y los juegos de naipes eran
los más practicados. Curiosamente,
dice Covarrubias, en su Tesoro de la
lengua castellana, que la palabra naipe
que proviene de las iniciales de su su-
puesto inventor, un sevillano llamado
Nicolás Pepín, que acompañaba los
naipes con sus iniciales “NP”, de ahí nay-
pe o naipe. En cualquier caso, hay dife-
rentes teorías al respecto, incluso la que
atribuye la invención de los naipes a un
madrileño que después se trasladó a
Sevilla. También fue famoso el llamado
juego de trucos, en el que se apostaban
importantes cantidades de dinero, y
que no era otra cosa que el actual billar,
SXHVVHSUDFWLFDEDFRQERODVGHPDUƓO\
tacos, consistiendo en golpear las bolas
del contrario, en hacer carambolas y en
otros logros similares.
Todas estas actividades se realiza-
ban en lugares concretos que reci-
bían distintas denominaciones según
dró lo rosado! ¡Qué labios encar- cabello era comprado y no criado, que la distinción de quienes los regenta-
nados, guardando perlas, que la risa las cejas tenían más de ahumadas que ran o si poseían o no licencia. En las
muestra con recato! ¡Qué cuello, qué de negras, que la blancura del rostro casas de conversación se reunían los
manos, qué talle! Pasé la noche con y de las manos era untada. Así están personajes más selectos, y en ellas se
ella. Amanecimos y quedé confuso. tan cargadas de afeites que, aunque apostaban grandes cantidades de di-
¿Era aquella mujer la visión que veía? fueran bellas, y mi tusona lo era, no lo nero que llegaron a costar la ruina de
Se levantó rápido y fue a componerse. parecen cuando se les derrumba la familias enteras. Estaban regentadas
Se ha de saber que lo primero que arquitectura del rostro y lo enjalbega- por personas de alto nivel social.
hacen las mujeres en despertando do del cuerpo". Dice Quevedo que la El mundo del juego tenía su propia
no es vestir el cuerpo, sino la cara, la mujer venía tapada de medio lado, y jerga y, por supuesto, sus personajes.
garganta y las manos. Luego se ponen es que era costumbre que para darse Así, el enganchador se encargaba de
las sayas. Me di cuenta de que aquel a conocer, las prostitutas ocultaran la atraer a incautos con dinero hasta el lu-
gar de juego, donde los pedagogos se
CASAS DE JUEGO prestaban a darles consejos y enseñar-
les supuestas habilidades para ganar,
EXISTÍAN LAS CASAS DE JUEGOS AUTORIZADAS que tenían por objeto desplumar a es-
POR REAL LICENCIA, normalmente bajo la tos inocentes a los que llamaban blan-
dirección de inválidos de guerra, con recomendación cos, en contraposición a los negros,
ƐƵĮĐŝĞŶƚĞƉĂƌĂŽďƚĞŶĞƌůĂůŝĐĞŶĐŝĂƉƌĞĐĞƉƟǀĂ͘Ŷ avezados jugadores conocedores de
ĞůůĂƐƐĞũƵŐĂďĂĂůŽƐŶĂŝƉĞƐ͕ƉĞƌŽŶŽĂůŽƐĚĂĚŽƐŽ͕ todo tipo de artimañas. Los apuntado-
ĂůŵĞŶŽƐ͕ĞƐŽĚĞĐşĂůĂŶŽƌŵĂƟǀĂ͘&ŝŶĂůŵĞŶƚĞ͕ůĂƐ res o guiñones, por medio de guiños,
ĐĂƐĂƐůůĂŶĂƐ͕ĂďŝĞƌƚĂƐĂƚŽĚŽĞůŵƵŶĚŽ͕ŽůĂƐƉƌŽƉŝĂƐ muecas y gestos, comunicaban a sus
ĐĂƐĂƐĚĞƉƌŽƐƟƚƵĐŝſŶ͕ĂĐŽŐşĂŶĂũƵŐĂĚŽƌĞƐĚĞƚŽĚĂ cómplices cuáles eran las cartas que
ĐŽŶĚŝĐŝſŶ͘ llevaba el contrario. Los contadores, es-
88 CLÍO
taban al tanto del dinero perdido por
LUIS DE
los jugadores, o por el que les queda- GÓNGORA
ba por perder hasta ser desplumados ERA UN GRAN
AFICIONADO AL
completamente, momento en que avi- JUEGO, LLEGANDO A
PERDER SU FORTUNA
saban a los prestadores, que adelanta- EN UNA PARTIDA.
ban fondos a cambio de intereses usu-
UDULRV FREUDGHURV SRU PHGLR GH PX\
malas artes, si no se les reembolsaba
a tiempo. Los barateros permanecían a
la espera de recibir alguna propina por
SDUWH GHO JDQDGRU \ VL TXLHQ JDQDED
no era uno de esos taimados negros,
ODH[WRUVLµQ\ODDPHQD]DVHUY¯DFRPR
modo de obtener un porcentaje de
las ganancias. Los modorros pasaban
la noche haciéndose los dormidos sin
jugar, para incorporarse a última hora,
cuando los jugadores estaban can-
VDGRV \ FRQ VXV VHQWLGRV DWURƓDGRV
Finalmente, algunos no jugaban, se li-
mitaban a mantener las velas siempre
encendidas, o incluso a traer orinales
SDUD ORV GHVFRQƓDGRV MXJDGRUHV TXH
no se atrevían a dejar la mesa de juego
para evitar trampas; eran los despabila
velas u orinaleros.
(VWH SDQRUDPD HUD HO KDELWXDO HQ
una garito de juego, pero también
SE ESTIMA QUE 1658 Luis de Góngora, acérrimo enemi-
JRGH4XHYHGR\YLFHYHUVDRUJDQL]D-
existían tramposos profesionales que había en Madrid casi ba partidas en su vivienda madrileña
KDF¯DQORTXHHQWRQFHVOODPDEDQŴRU cuatrocientos tahúres de la calle del Niño, trágicamente
es decir, trampa. Casi siempre en con-
nivencia con el garitero, los tramposos
dedicados a estas artes. En SDUD«OOODPDGDKR\G¯DFDOOHGH4XH-
YHGR $OO¯ SHUGLµ VX IRUWXQD \ WXYR
HUDQXQDFXDGULOODPX\ELHQRUJDQL]D- 1540, un viajero flamenco que poner en venta su casa, que se
GD (O FLHUWR TXH HUD TXLHQ MXJDED afirmaba que en España había convertido en casa de conver-
preparaba las cartas, que entonces
HUDQGHPDWHULDOHVEXUGRV\SLQWDGDV
se jugaba a los naipes más sación, de la que Quevedo, no podía
VHUGHRWURPRGRVHKL]RSURSLHWDULR
a mano, las marcaba raspándolas, do- que en ninguna otra parte desahuciando a su antiguo dueño.
blándolas, señalándolas con un buril de Europa. 4XL]£ SHUGLµ *µQJRUD VX GLQHUR HQ
o recortándolas. Además, el cierto era aquellos juegos que llamaban de es-
un auténtico prestidigitador, los nai- tramposos todos se conocían, le invita- tocada, consistentes en apostar sobre
SHV VH PRY¯DQ SRU VXV PDQRV \ GHV- ban a abandonar la partida, a cambio FDUWDV WDSDGDV \ GH ORV TXH H[LVW¯DQ
aparecían como por arte de magia, de un porcentaje en las ganancias, de varios, como el andabobos, la carteta,
del mismo modo que volvían a venir a XQDFDQWLGDGƓMDGHGLQHURRGHXQD el parar o los vueltos.
ellas en su momento oportuno. puñalada, si se ponía pesado. Otros juegos de menos riesgo eran
Otro miembro de la cuadrilla era el Se estima que en 1658 había en el juego del hombre, el rentoi, los cien-
UXƓ£Q GLVWLQWR DO GHGLFDGR D OD SURVWL- Madrid casi cuatrocientos tahúres de- WRVHOIDUDµQHOUHS£UDORVLHWH\OOHYDU
WXFLµQ\DYHFHVHMHUFLHQWHGHDPERV dicados a estas artes, pero un siglo ODSULPHUDTXLQFHVODŴRUHOFDSDGLOOR
RƓFLRVTXHVHHQFDUJDEDGHKDFHUGHV- DQWHVKDFLDXQYLDMHURŴDPHQFR HO UHLQDGR ODV TX¯QRODV \ PX\ LQR-
aparecer los naipes en cuanto termina- DƓUPDEDTXH(VSD³DVHMXJDEDDORV FHQWHVODWDEDHOSDOPR\HOKR\XHOR
EDODSDUWLGD(OHQJDQFKDGRUWUD¯DDORV naipes más que en ninguna otra parte Ahora bien, saber en qué consistían es
incautos que iban a perder el dinero. A GH(XURSD\TXHLQFOXVRHQODVSREUHV tarea ardua incluso para los estudiosos
veces se colaba en la partida algún otro YHQWDVGRQGHHVFDVHDEDODFRPLGD\ de la materia que tratan de indagar en
SURIHVLRQDOXQHQWUXFKµQ\FRPRHQWUH el vino, nunca faltaba una baraja. los documentos de la época.
CLÍO 89
ESPECIAL AUSTRIAS
LEYENDA
90 CLÍO
LA GUERRA EN IMÁGENES
LA DIFUSIÓN DE LA IMPRENTA DESDE FINALES DEL SIGLO XVI HASTA
LA FIRMA DE LA PAZ DE WESTFALIA SERÁ DECISIVA EN LA FORMACIÓN,
DESARROLLO Y PROPAGACIÓN DE UNA CONCATENACIÓN DE CAMPAÑAS
MONTADAS CONTRA LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y LOS ESPAÑOLES.
WKZD>Yh1^WZ/dK͕hdKZΗ>'hZZWW>ΗΈDKh^KWZE/Ή
CLÍO 91
ESPECIAL AUSTRIAS
92 CLÍO
¡QUE LOS CERDOS ESPAÑOLES DEJEN DE HOZAR EN MI JARDÍN! ("HORTUS CONCLUSUS")
EL LEÓN BELGA DEFENDIENDO EL JARDÍN HOLANDÉS, HACIA 1580. EN LA CERCA ESTÁN LOS ESCUDOS DE LAS CIUDADES HOLANDESAS
LIBERADAS, EN LA PUERTA EL ESCUDO DE ARMAS DEL PRÍNCIPE DE ORANGE. EL JARDÍN ESTÁ ASEDIADO Y RODEADO DE CERDOS ESPAÑOLES;
A LA DERECHA, UN CERDO CORRE, ESPADA AL CINTO, ENARBOLANDO EL ESTANDARTE AJEDREZADO DE LA CASA DE ALBA. A LA IZQUIERDA, EL
MAR CON UN BARCO TRIPULADO POR GANSOS CON LOS NOMBRES DE LAS CIUDADES DE ZELANDA VLISSINGEN, MIDDELBURG Y VEERE. EL
LEÓN DE ZELANDA LUCHA EN EL AGUA CONTRA LOS CERDOS, SEMEJANTES A COCODRILOS. MÁS ADENTRO, UN BUEN PUÑADO DE CERDOS
ESTÁN COLGADOS DE LOS VERGAS DE UN SEGUNDO BARCO Y UN GRUPO DE OCAS LLEVAN VOLANDO A OTRO COCHINO. LOS PUERCOS
^WZEEdZ>>K^zKEKdZ^^W/^Έ^EKΉ͘E>W/>/>h^dZ/MEK^WKD^K,K>1E^E&ZE^z
NEERLANDÉS COMENTAN LA ESCENA: “QUE CESEN LOS CERDOS... MI EXCELENTE PROTECTOR ORANGE TE ATACARÁ POR MAR Y POR TIERRA...”.
ASÍ SE ORIGINA LA SERIE DE GRABADOS EN LOS QUE SE IDENTIFICA A LOS ESPAÑOLES COMO CERDOS QUE QUIEREN ESTROPEAR
EL JARDÍN HOLANDÉS: DEGRADACIÓN DEL ENEMIGO CONVERTIDO EN ANIMAL IMPURO. SUBYACE LA IDEA DE ESPAÑOL JUDÍO O
D,KDdEKΈDZZEKΉ͘'ZKZ͗EME/DK͖>h'Z&Z//ME͗E>EKZd>K^W1^^:K^͖&,ϭϱϳϴͳ
1582. IMPRESIÓN MECÁNICA;DIMENSIONES DE LA HOJA DE PAPEL: 235 MM × 293 MM.
CLÍO 93
ESPECIAL AUSTRIAS
ávida. WůĂŶƟŶŽĞŶĐĂƌŶĂƌĄůĂĮŐƵƌĂĚĞůŝŵƉƌĞƐŽƌĚĞĠdžŝƚŽ͘Ŷ
ƐƵ ƚĂůůĞƌ ĚĞ ŵďĞƌĞƐ ůůĞŐĂƌŽŶ Ă ĨƵŶĐŝŽŶĂƌ ǀĞŝŶƚĞ ƉƌĞŶƐĂƐ Ă ůĂ
ǀĞnj͘^ƵĐůŝĞŶƚĞŵĄƐĐŽŶƐƉŝĐƵŽĨƵĞ&ĞůŝƉĞ//͕ƋƵĞůŽŶŽŵďƌſƐƵ
ƉƌŽƚŽŝŵƉƌĞƐŽƌ͕ơƚƵůŽƋƵĞŶŽůĞŝŵƉŝĚŝſ͕ŽĐƵůƚŽƚƌĂƐĞůŶŽŵďƌĞ
ĚĞƐƵLJĞƌŶŽ͕ƟƌĂƌĨŽůůĞƚŽƐLJŽƉƷƐĐƵůŽƐĐƌşƟĐŽƐĐŽŶĞůŵŽŶĂƌĐĂ͘
>DWHZ^/^dE/
/^>//E'>dZZEd>
WKZ,/^WE/K^Zd/h>
E^h^/s^DE/KZ^
^WZ^d/'/K,^d>W
t^d&>/Eϭϲϰϴ͘
ϵϰ >1K
PARMA, LA SOJUZGACIÓN DE TODOS LOS
ESTAMENTOS REPRESENTADOS POR LAS
PROVINCIAS VÍRGENES ENCADENADAS
Y POR EL SILENCIO OBLIGADO DE LOS
REPRESENTANTES LEGALES. SIEMPRE,
ADEMÁS, LAS SAGRADAS ESCRITURAS
TIRANÍA ESPAÑOLA EN LOS PAÍSES BAJOS, 1566-1597, DE LA SERIE
ROTAS POR EL SUELO, UNA HUCHA DEL
TIRANÍA DE ESPAÑA
DINERO RAPIÑADO Y LAS TORTURAS
EJECUCIONES Y ATROCIDADES COMETIDAS POR LOS ESPAÑOLES EN LOS PAÍSES BAJOS EN LOS AÑOS
ADJUDICADAS A LA INQUISICIÓN.
ϭϱϲϲͳϭϱϵϳ͘E>K>dK>K^ZdZdK^DZ'Z/dWZD͕&>/W//z>ZE>'ZEs>͘
ANÓNIMO DEL NORTE DE LOS PAÍSES BAJOS,
'ZKZ͗EME/DK͖>h'Z&Z//ME͗EKZd>K^W1^^:K^͖&,͗ϭϲϭϴͳϭϲϮϰ
C. 1625. BELASTING EN DOUANE MUSEUM.
ΊDh,K^HK^D^dZ>K^,,K^Z&Z/K^͘
CLÍO 95
ESPECIAL AUSTRIAS
Philips de Marnix entre ellos, se encargaría de difun- —Exageración y alabanza: Guillermo el Taciturno.
dir las bondades de su príncipe contra la tiranía del so- —Orquestación: repetición infatigable en medios diver-
berano. El asesinato del líder culminó en su conversión sos (teatro, panfletos, libros, grabados, sermones, etc.).
en padre de la patria. —Transfusión de opiniones y sentimientos previos has-
Con la habilidad que se les reconoce hasta el día de ta un nuevo concepto (religiones). Muy acertadamente la
hoy, millares de panfletos y hojas volantes consiguieron Reforma utilizó las Sagradas Escrituras para contagiar de
que el enemigo acabara cosificado en una serie de tó- nuevos significados el comportamiento mundano.
picos que han cimentado la Leyenda Negra (Prieto: La —Identificación y contagio: asignación de ciertos este-
guerra de papel, p. 20): reotipos a un individuo o grupo para extenderlos a con-
—Simplificación del enemigo: "individualización del ad- tinuación a toda clase de situaciones (crueldad, intransi-
versario" (Alba). gencia, origen étnico de los españoles, etc.).
—Exageración y desfiguración: adjetivos difamatorios Un recurso visual muy utilizado fue personificar a la na-
(tirano): Felipe II. ción belga como una doncella que se encuentra en un jar-
dín, protegida por una hermoso vallado (hortus conclusus),
tal como era usual hacerlo en las representaciones de la
FELIPE II SE VERÁ CONVERTIDO virgen María (Cantar de los Cantares, IV, 12: "Hortus con-
clusus soror mea sponsa hortus conclusus fons signatus" /
EN UN REY TIRANO. EL DUQUE "Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa, jardín cerrado,
DE ALBA, CON SU LARGA BARBA fuente escondida"). Si a esa imagen de plácida felicidad se
BLANCA Y ADUSTA FIGURA, SE le añaden unos cerdos que merodeen el huerto con ganas
de embestir la valla y entrar, solo le faltará un breve texto
VERÁ TRANSFORMADO EN EL que diga: "¡Que los cerdos españoles dejen de hozar en mi
OGRO DE FLANDES. jardín!". Existe el grabado con este texto.
96 CLÍO
GUILLERMO EL TACITURNO, CAMPEÓN DE
LA SABIDURÍA, CAPITÁN PRUDENTE
(DE BRY)
EN EL MEDALLÓN CENTRAL, UN RETRATO DE GUILLERMO I
DE ORANGE COMO COMANDANTE DE LA SABIDURÍA, QUE
SE MUESTRA EN EL PERFIL HACIA LA DERECHA, ENMARCADO
POR UN FRISO ORNAMENTAL CIRCULAR. REPRESENTADO
EN EL FRISO DEBAJO DEL MEDALLÓN, UNA ESCENA CON EL
JUICIO DE SALOMÓN Y CAMBISES Y UNA REPRESENTACIÓN
DEL PRÍNCIPE PIADOSO, NO AFECTADO POR LA MUERTE Y LA
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LOS LEMAS REDACTADOS EN FRANCÉS Y NEERLANDÉS SE PUEDE
LEER: "DE DIOS PROVIENE TODA SABIDURÍA; SOLO GRACIAS
ELDUQUE DEALBA,CAPITÁN DE LOS LOCOS (DE BRY) A ÉL COMIENZA"; "SE MANTIENE INFALIBLAMENTE CON ÉL
EN EL MEDALLÓN CENTRAL, UN RETRATO DEL DUQUE DE ALBA COMO ETERNAMENTE".
COMANDANTE DE LA LOCURA, MOSTRADO DE PERFIL, MIRANDO A
LA IZQUIERDA CON ARMADURA, CON LA CABEZA INVERTIDA DE UN
BUFÓN COLGANDO DE SU CUELLO. EL MEDALLÓN ESTÁ ENMARCADO
POR UN FRISO CIRCULAR CON UNA VARIEDAD DE ESCENAS QUE THÉODOR DE BRY, CA.
REPRESENTAN VÓMITOS, DEFECACIÓN Y FORNICACIÓN DE FIGURAS 1578, GRABADO.
HUMANAS Y MONOS: “VIOLENCIA, TRAICIÓN Y ENGAÑO SALIDOS SERIE DE TAZAS.
DE SUS MAZMORRAS, HABITAN EL CORAZÓN DE ALBA, QUIEN SE DIMENSIONES:
APRESURA HACIA ESTAS TIERRAS. VIENE ACOMPAÑADO POR EL 12.9 × 12.3 CM
ASESINATO, LA COACCIÓN MORAL Y EL DESPOTISMO”. DE UNA SERIE THE METROPOLITAN
DE CUATRO DISEÑOS PARA TAZA ORNAMENTADA, O RECIPIENTES PARA MUSEUM OF ART.
BEBER: DUQUE DE ALBA, EL ORGULLO Y LA LOCURA. THÉODOR DE BRY,
CA. 1588, GRABADO. DIMENSIONES: 12.9 × 12.3 CM. BNE, IH/367/3.
CLÍO 97
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