Está en la página 1de 100

N

HISTORIA

UE
VO
REVISTA DE

ESPECIAL ES
LOS MEJOR DE
ARTÍCULOS
CLÍO HISTORIA

REYES CATÓLICOS
LOS CREADORES DE ESPAÑA

CARLOS I
SEÑOR DE EUROPA

LAS MUJERES
DE FELIPE II

DECLIVE
LA GUERRA
DE SUCESIÓN
WWW.REVISTACLIO.COM / NÚMERO 45/ 6,95 €

LA DINASTÍA DE LOS
00045

8 414090 255318

LA VIDA EN LA CORTE: LOCOS, ENANOS Y


BUFONES/UN PASEO POR LA ESPAÑA DE LOS
AUSTRIAS/ LEYENDA NEGRA/
( Editorial)

La Historia más actual

DIRECTORA: María Lorente


lorente.maria@gmail.com
LA ESPAÑA DE LOS AUSTRIAS
COLABORADORES
Antonio Luis Moyano, Pedro Gargantilla
B hDK^EEh^dZKW^KWZdZdZ
EKEdZZYh>>^,h>>^YhEK^WZD/dE
ZKE^dZh/Z>&/'hZ,/^dMZ/:^j^͘Aun hoy, existe
una gran controversia acerca de su figura, y son muchos los
EDITA
ƋƵĞĚĞĨŝĞŶĚĞůĂŚŝƉſƚĞƐŝƐĚĞƋƵĞ:ĞƐƷƐĨƵĞƵŶĂŝŶǀĞŶĐŝſŶĚĞů
emperador romano Constantino para lograr la cohesión del
Administración
ŝŵƉĞƌŝŽ͘YƵĠŚĂLJĚĞǀĞƌĚĂĚLJƋƵĠŚĂLJĚĞŵĞŶƚŝƌĂĂĐĞƌĐĂĚĞ
CASUAL MAGAZINES SLU
Apartado Postal 90002
esta teoría, lo descubrimos en este número especial de >1K
08080 Barcelona
Tel.: 636 762 596
,ŝƐƚŽƌŝĂ͘

DISTRIBUYE
GRUPO BOYACÁ DISTRIBUCIÓN DE
PUBLICACIONES SL
CRTA M-206 LOECHES A TORREJON DE
ARDOZ, KM. 4,5.
28890 LOECHES (MADRID)
Tel.: 902548999

IMPRIME
MONTERREINA
Cabo de Gata nº 1-3
Area empresarial Andalucía, sector 2 EL ORIGEN DE UNA DINASTÍA
28320-Pinto, Madrid
4 Reyes Católicos, los creadores de España
Sobreprecio para Canarias 0,15 €
12 Isabel la Católica, la princesa que no estaba destinada a ser reina
ISSN 2013-5920 20 La sombra del poder de una mujer en el trono
28 Juana la Loca
Depósito Legal D.L.B. 5168-2017
03/2024

LA EDAD DE ORO
36 Carlos I, señor de Europa
44 Las mujeres de Felipe II
53 Isabel Clara Eugenia, la hija querida de Felipe II

Casual Magazines1 LA VIDA EN LA CORTE


ϭZĞƐĞƌǀĂĚŽƐƚŽĚŽƐůŽƐĚĞƌĞĐŚŽƐ͘^ĞƉƌŽŚŝďĞůĂƌĞƉƌŽĚƵĐĐŝſŶƚŽƚĂůŽƉĂƌĐŝĂů
56 Madrid en el siglo XVII. La vida en la corte
por ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabados
ŽĐƵĂůƋƵŝĞƌŽƚƌŽƐŝƐƚĞŵĂ͕ĚĞĂƌơĐƵůŽƐĂƉĂƌĞĐŝĚŽƐĞŶĞƐƚĞŶƷŵĞƌŽƐŝŶ 64 Sabandijas de Palacio: locos, enanos y bufones en la Corte de los
Austrias
ĂƵƚŽƌŝnjĂĐŝſŶĞdžƉƌĞƐĂƉŽƌĞƐĐƌŝƚŽĚĞůĚŝƌĞĐƚŽƌ͘>1KŶŽƐĞŚĂĐĞƌĞƐƉŽŶƐĂďůĞĚĞ
ůĂƐŽƉŝŶŝŽŶĞƐǀĞƌƟĚĂƐƉŽƌƐƵƐĐŽůĂďŽƌĂĚŽƌĞƐ͘

La publicación no se hace responsable de las opiniones


ĞdžƉƌĞƐĂĚĂƐƉŽƌůŽƐĂƵƚŽƌĞƐĚĞůŽƐĂƌơĐƵůŽƐ͘
EL FIN DE UNA ERA
Esta revista ha recibido una ayuda
a la edición, del Ministerio de
ƵůƚƵƌĂLJĞƉŽƌƚĞ͘
72 Europa en guerra. La lucha por la sucesión
82 Un paseo por la España de los Austrias
90 Leyenda negra

CLÍO 3
Especial AUSTRIAS

4 CLÍO
LOS CREADORES
DE ESPAÑA
LA VERTEBRACIÓN DE UN PAÍS ES UNA TAREA DIFÍCIL
Y GRANDES PERSONAJES DE LA HISTORIA COMO
ALEJANDRO MAGNO, JULIO CÉSAR O ALFONSO X
EL SABIO FRACASARON EN EL INTENTO.
ISABEL Y FERNANDO DEBIERON PENSAR EN ELLOS
CADA VEZ QUE PROFUNDIZABAN EN LAS REFORMAS
ECONÓMICAS, SOCIALES Y CULTURALES CON LAS
QUE CONFIABAN CONVERTIR SUS REINOS EN UN PAÍS
MODERNO, A LA ALTURA DE FRANCIA O INGLATERRA.
ILUSIÓN Y GANAS NO LES FALTARON. LOS REYES
CATÓLICOS DE CASTILLA Y ARAGÓN DEJARON
UNA IMPRONTA TAN PERSONAL EN LAS TAREAS DE
GOBIERNO QUE NO ES POSIBLE HABLAR DE LA HISTORIA
EUROPEA DEL TRÁNSITO DEL SIGLO XV AL XVI SIN
REFERIRSE A ELLOS.
POR JAVIER RAMOS

UE UNA ÉPOCA PROMETEDORA. EL ESPÍRI-


TU DEL RENACIMIENTO REINABA ENTRE LAS
GRANDES PERSONALIDADES DE LA POLÍTICA
Y DE LA CULTURA. LUIS XI, LORENZO EL MAG-
NÍFICO, LUDOVICO EL MORO O MAXIMILIANO
DE HABSBURGO ERIGIERON SÓLIDOS ESTA-
DOS. Además, concedieron al arte el privilegio de
crear la realidad y no solo de reflejarla, mediante
el mecenazgo a artistas singulares.
Leonardo, Miguel Ángel y Durero ofrecieron una diversi-
dad de soluciones a una Europa en busca de su propia iden-
tidad. Se reconciliaron los negocios del Mediterráneo con las
utopías del Atlántico: la aventura marítima de Bartolomeu
Díaz con la de Colón; la cartografía de Martín Behaim con la
astronomía de Copérnico, y, por extraño que parezca, el lujo
con la devoción.
La sociedad europea rechazó las calamidades del pasado,
en especial la peste y el hambre, que habían asolado el conti-
nente durante más de cien años (desde los aciagos días de la
Muer te Negra) y aceptó un nuevo paradigma moral presente

CLÍO 5
Especial AUSTRIAS

dos sentidos. Por una parte, faci-


litó la toma de importantes inicia-
tivas gubernamentales encamina-
das a la creación de un aparato
administrativo racionalizado, con
regidores y otros funcionarios pú-
blicos que limitaron los excesos de
las autoridades locales y el desme-
surado poder de la alta nobleza.
Y, por otra, ofreció razones para
el optimismo a toda una genera-
ción de hombres y mujeres nacida
en torno a la década de 1450, la
generación de los Reyes.
En sus escritos, Diego de Vale-
ra propuso una panoplia comple-
ta de normas morales con el pro-
pósito de educar a esa generación
en el servicio y el amor a la patria.
Este tránsito a la modernidad no
debía hacerse contra la élite nobi-
liaria y urbana, ya que la experien-
cia de Ricardo II en Inglaterra así
lo aconsejaba.
Los privilegios de la nobleza, de
la Iglesia y del patriciado urbano
no fueron derrocados, pero la ve-
loz expansión de nuevas clases so-
ciales (funcionarios y mercaderes)
LA VIRGEN DE LOS REYES
y los beneficios de la guerra de
CATÓLICOS, PROCEDENTE Granada limitaron su influencia.
DEL REAL MONASTERIO DE
SANTO TOMÁS DE ÁVILA Y El ambicioso proyecto político
ACTUALMENTE EN EL MUSEO
DEL PRADO, ES UNA PINTURA de Isabel y Fernando pretendía
AL TEMPLE SOBRE TABLA DE erradicar las lacras sociales me-
123 X 112 CM, Y SU FECHA SE
ESTABLECE ENTRE 1491 Y 1493. diante la creación de un ideal co-
lectivo. Los cristianos nuevos bus-
caron acomodo en una sociedad
en los libros de Erasmo, Vives, dominada por el casticismo de los
Ariosto, Rabelais y Lutero. Fue-
LOS PRIVILEGIOS DE cristianos viejos. La modernidad
ron libros que se difundieron con LA NOBLEZA, de la española se encontró así unida al
rapidez gracias a la expansión Iglesia y del patriciado desarrollo de la picaresca, al tono
de la imprenta, el revolucionario paródico de la novela y al uso de
invento de Guttenberg. No en
urbano no fueron la ironía en contra de los poderes
vano, hacia el año 1500, los talle- derrotados, pero la públicos.
res se habían establecido en más veloz expansión de Sin embargo, el mayor debate
de 250 lugares, desde Sevilla a fue el resultado de la política de
Amberes o Venecia.
nuevas clases sociales los Reyes Católicos en favor de la
y los beneficios de la unida de la Corona de Castilla y la
EL CUERPO ADMINISTRATIVO guerra de Granada de Aragón, así como la creación
La España de los Reyes Católicos de un estado dinástico que pu-
fue una época prometedora en
limitaron su influencia. siera fin a una sociedad diversifi-

6 CLÍO
cada y separada, es decir, injusta.
Antonio de Nebrija, a través de
DOS CORONAS EN UNA la Gramática de la lengua espa-
ñola, intentó superar las resisten-
TRAS LA RECONQUISTA CASTELLANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA, LOS cias mediante la más innovadoras
REINOS CRISTIANOS SE HABÍAN REDUCIDO A CUATRO EN EL SIGLO de las operaciones intelectuales
XV. ŶĂƐƟůůĂ͕IsabelŐŽnjĂďĂĚĞƵŶƉŽĚĞƌƚĞƌƌŝƚŽƌŝĂůƋƵĞŐĞŽŐƌĄĮĐĂŵĞŶƚĞ del momento: el uso social de la
ĂďĂƌĐĂďĂŽĐŚŽĚĞŶƵĞƐƚƌĂƐĂĐƚƵĂůĞƐĂƵƚŽŶŽŵşĂƐ;'ĂůŝĐŝĂ͕ƐƚƵƌŝĂƐ͕ĂŶƚĂďƌŝĂ͕ lengua castellana, conver tida en
ĂŵďĂƐĂƐƟůůĂƐ͕džƚƌĞŵĂĚƵƌĂ͕ŶĚĂůƵĐşĂLJDƵƌĐŝĂͿƌĂĞůƌĞƐƵůƚĂĚŽĚĞ la inseparable compañera del im-
ƵŶĂŝŶƚĞƌŵŝŶĂďůĞĐĂĚĞŶĂĚĞƉĂĐƚŽƐ͕ŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽƐĚĞĐŽŶǀŝǀĞŶĐŝĂ͕ďĂƚĂůůĂƐ perio español en América.
ĐĂŵƉĂůĞƐLJĂůŐƷŶƋƵĞŽƚƌŽŵĂŐŶŝĐŝĚŝŽ͘ĂƐƟůůĂƐĞĐŽŶǀŝƌƟſĂƐşĞŶůĂƉŽƚĞŶĐŝĂ La unidad territorial encontraría
ŝďĠƌŝĐĂŚĞŐĞŵſŶŝĐĂ͘ también razones en el humanismo
>ŽƐƌĞŝŶŽƐĚĞůƌĞLJFernandoĂŐƌƵƉĂďĂŶĂůĂƐĐŽŵƵŶŝĚĂĚĞƐĂĐƚƵĂůĞƐĚĞ de Lucio Marineo Sículo y Pedro
ƌĂŐſŶ͕ĂƚĂůƵŹĂ͕sĂůĞŶĐŝĂLJĂůĞĂƌĞƐ͕ƵŶŝĚĂƐƚƌĂƐƵŶƉƌŽĐĞƐŽĚĞƐŝŐůŽƐ͘WĞƌŽ Mártir de Anglería, quienes pro-
ƵŶĂƐĞƌŝĞĚĞĐŽŵƉůĞũĂƐĐŝƌĐƵŶƐƚĂŶĐŝĂƐƉƌŽǀŽĐĂƌŽŶĂůĚĞĐĂĚĞŶĐŝĂĚĞůĂŽƌŽŶĂ pusieron recuperar el sentido uni-
ĚĞƌĂŐſŶĞŶĞůƐŝŐůŽys͘>ĂĚĞŵŽŐƌĂİĂĨƵĞůĂƉƌŝŶĐŝƉĂůĐĂƵƐĂĚĞůŽĐĂƐŽ tario de la Hispania romana. Se tra-
ĂƌĂŐŽŶĠƐ͗ĂƚĂůƵŹĂ͕sĂůĞŶĐŝĂ͕ĂůĞĂƌĞƐLJƌĂŐſŶũƵŶƚĂƐŶŽƌĞƵŶşĂŶŶŝƵŶŵŝůůſŶ ta, por tanto, de España, una tierra
ĚĞŚĂďŝƚĂŶƚĞƐ͕ŵŝĞŶƚƌĂƐƋƵĞĂƐƟůůĂƚĞŶşĂƐĞŝƐŵŝůůŽŶĞƐ͘ŶĞůŽŵƉƌŽŵŝƐŽĚĞ destinada a ser la cuna de una civi-
ĂƐƉĞƐĞĞůŝŐŝſĐŽŵŽƌĞLJĚĞƌĂŐſŶĂ&ĞƌŶĂŶĚŽĚĞdƌĂƐƚĄŵĂƌĂ͕ƐŽďƌŝŶŽĚĞů lización cristiana y europea.
ƷůƟŵŽƌĞLJĐĂƚĂůĄŶLJŚĞƌŵĂŶŽĚĞůĞŶƚŽŶĐĞƐƌĞLJĚĞĂƐƟůůĂ͕Enrique III͘
>ĂĐŝƌĐƵŶƐƚĂŶĐŝĂĚĞƋƵĞĞŶůŽƐĚŽƐŐƌĂŶĚĞƐƌĞŝŶŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐƐĞƐĞŶƚĂƌĂ LA RECONQUISTA
ůĂŵŝƐŵĂĚŝŶĂƐơĂĨƵĞĚĞĮŶŝƟǀĂƉĂƌĂƐƵƵŶŝĮĐĂĐŝſŶĞŶůĂƐƉĞƌƐŽŶĂƐĚĞƐƵƐ Se recurrió a la figura de Isidoro
ƌĞƐƉĞĐƟǀŽƐŶŝĞƚŽƐ͗/ƐĂďĞůĚĞĂƐƟůůĂLJ&ĞƌŶĂŶĚŽĚĞƌĂŐſŶ͘hŶŝĚŽƐĂŵďŽƐ de Sevilla para legitimar la Re-
ƌĞŝŶŽƐ͕ƚŽŵĂƌŽŶ'ƌĂŶĂĚĂLJĐŽƌŽŶĂƌŽŶƉŽƌĮŶůĂZĞĐŽŶƋƵŝƐƚĂ͘ conquista como un deber patrióti-
dĂŶƐŽůŽƋƵĞĚĂďĂŶŽƚƌŽƐĚŽƐƌĞŝŶŽƐĞŶůĂWĞŶşŶƐƵůĂ͗EĂǀĂƌƌĂLJWŽƌƚƵŐĂů͘ co. Esta es la voluntad política de
ůĐƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞĂƐƟůůĂLJƌĂŐſŶůŽƌĞĚƵũĞƌŽŶĂƵŶĞŶĐůĂǀĞĨƌŽŶƚĞƌŝnjŽĐŽŶ los Reyes, mediante la cual se en-
ĂŵďŽƐ͕LJůŝŵŝƚĂĚŽĂůŶŽƌƚĞƉŽƌ&ƌĂŶĐŝĂ͘dƌĂƐůĂŵƵĞƌƚĞĚĞCarlos III el Noble͕ riqueció infinitamente la memoria
ƐƵŚŝũĂLJŚĞƌĞĚĞƌĂĚŽŹĂBlancaƐĞĐĂƐſĐŽŶƵŶŝŶĨĂŶƚĞĐĂƐƚĞůůĂŶŽLJůĂĐĂƐĂĚĞ dinástica de las casas reales de
dƌĂƐƚĄŵĂƌĂĚŽŵŝŶſƚĂŵďŝĠŶƐŽďƌĞĞůƌĞŝŶŽŶĂǀĂƌƌŽ͕ĂƵŶƋƵĞůĂĂŶĞdžŝſŶĮŶĂů Aragón y Castilla, pues el deseo
ĨƵĞŽďƌĂĚĞ Fernando el Católico͕ƚƌĂƐƵŶĂǀŝĐƚŽƌŝŽƐĂĐĂŵƉĂŹĂƉŽƌĂƋƵĞůůĂƐ de la unión de los diferentes rei-
ƟĞƌƌĂƐLJĂĞŶƚƌĂĚŽĞůƐŝŐůŽys/͘ nos peninsulares arranca en el si-
>ĂƐĐŽƌƚĞƐĚĞWŽƌƚƵŐĂůƉƌŽĐůĂŵĂƌşĂŶĞŶϭϱϴϭƌĞLJĂ&ĞůŝƉĞ//ĚĞƐƉĂŹĂ͕ƋƵĞ glo XII, cuando un cronista señaló
ŚŝnjŽǀĂůĞƌƐƵƐĚĞƌĞĐŚŽƐĐŽŵŽŶŝĞƚŽƉŽƌǀşĂŵĂƚĞƌŶĂĚĞManuel I ĚĞWŽƌƚƵŐĂů͘ que “en España todos los reyes pa-
ƵƌĂŶƚĞůŽƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐƐĞƐĞŶƚĂĂŹŽƐ͕ƐĞĐƵŵƉůŝſĂůĮŶůĂĂƐƉŝƌĂĐŝſŶĚĞůŽƐ rientes son”. Se refería al hecho de
dƌĂƐƚĄŵĂƌĂ͗ůĂƵŶŝĚĂĚĚĞůĂWĞŶşŶƐƵůĂ͘ que el emperador Alfonso VII de
Castilla y León estaba casado con
Berenguela, hermana de Ramón
Berenguer IV, conde de Barcelo-
na y príncipe de Aragón. Gracias a
esa unión se consiguió la primera
expedición unitaria contra la, por
entonces, ciudad musulmana de
Almería.

UNA AMALGAMA DE
TERRITORIOS
El Estado dinástico de los Reyes
Católicos fue un conglomerado
de territorios diversos, ver tebra-
dos mediante transformaciones
jurídicas en unos casos y hacen-

CLÍO 7
Especial AUSTRIAS

dísticas en otros. La convicción


renacentista de que el Estado
era una obra de ar te, convir tió
la política en la impulsora de las
reformas, pero también en la res-
ponsable de los fracasos. La so-
ciedad no estuvo a la altura de los
proyectos políticos de los Reyes
Católicos, pero tampoco ellos
mismos a veces estuvieron a la al-
tura de las circunstancias.
Se trata de la clásica paradoja de
las épocas prometedoras: es necesa-
rio un fuerte carácter optimista para
iniciar las reformas, pero el predomi-
nio de dicho estado provoca que los
reformistas emprendan transforma-
ciones que superan con creces la ca-
pacidad de cambio en la sociedad en
un breve periodo de tiempo. Y, por
eso mismo, necesitan compensar
con algunas medidas que contentan
a los sectores inmovilistas.
Mientras se trazaban ambiciosos
proyectos de modernización, un po-
deroso grupo cercano a los Reyes
Católicos actuaba incesantemente a
favor de la creación del Tribunal del
6DQWR 2ƓFLR /D SRVLELOLGDG GH TXH
alguien pudiera ser llevado ante un
juez sin garantías jurídicas fue un mo-
mento delicado de la historia españo-
la, pues traicionó siglos de libertad y
seguridad jurídica y atentó contra los
fueros y leyes inscritas en las Partidas.
¿Merecía la pena llevar al país a la rui-
na moral de la delación, del despre-
cio de los derechos individuales y la
opresión de las minorías en nombre
de un imperativo religioso? Y aunque
los Reyes nunca quisieron los efectos
de la Inquisición, sus decisiones pare-
cen desmentirlo. Primero la apoyaron
FRQWUD VLJQLƓFDGRV GLVLGHQWHV \ P£V
WDUGH ƓUPDURQ HO GHFUHWR GH H[SXO-
sión del pueblo judío.
Los monarcas promovieron unas
vigorosas relaciones internaciona-
les, a veces con astucia y otras con
malicia, pero siempre cargadas de
sentido patriótico. Se creó así la

8 CLÍO
DE EXCOLMUGADOS A CATÓLICOS
CUANDO EL 19 DE OCTUBRE DE 1469, ISABEL Y FERNANDO
CONTRAÍAN MATRIMONIO EN EL VALLLISOLETANO PALACIO DE LA
FAMILIA VIVERO, EN FRÍA CEREMONIA Y CON ESCASOS ASISTENTES,
TODOS LOS PRESENTES TENÍAN PLENA CONCIENCIA DE HALLARSE
PRESENCIANDO UN ACTO PLENAMENTE ILEGAL. Impulsada por la
ĚĞĐŝĚŝĚĂǀŽůƵŶƚĂĚĚĞƐƵƐƉĂƌƟĚĂƌŝŽƐ͕/ƐĂďĞůĐŽŶƚƌĂǀĞŶşĂůŽƉĂĐƚĂĚŽĐŽŶƐƵ
ŚĞƌŵĂŶŽ͕ĞůZĞLJ͕LJƐĞĐĂƐĂďĂƐŝŶŝŶĨŽƌŵĂƌůĞƉƌĞǀŝĂŵĞŶƚĞ͘ĂĚŽĞůŐƌĂĚŽ
ĚĞĐŽŶƐĂŶŐƵŝŶŝĚĂĚĞdžŝƐƚĞŶƚĞĞŶƚƌĞůŽƐĐŽŶƚƌĂLJĞŶƚĞƐĞƌĂƉƌĞĐĞƉƟǀŽĐŽŶƚĂƌ
ĐŽŶƵŶĂĂƉƌŽďĂĐŝſŶƉĂƉĂů͕ƋƵĞůſŐŝĐĂŵĞŶƚĞƐŽůŽƉŽĚƌşĂŽďƚĞŶĞƌƐĞĐŽŶĞů
ďĞŶĞƉůĄĐŝƚŽĚŽĐƵŵĞŶƚĂĚŽĚĞEnrique.
/ŐŶŽƌĂŶĚŽĞůZĞLJĞůƉůĂŶ͕Paulo IIƌĞĐŝďŝſƵŶĂƚŽƐĐĂĨĂůƐŝĮĐĂĐŝſŶĞŶůĂƋƵĞ
ƐĞƐŽůŝĐŝƚĂďĂƐƵĂƉƌŽďĂĐŝſŶĚĞůŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͘^ŝŶĞŵďĂƌŐŽ͕ĞůWŽŶơĮĐĞ;ĐŽŶ
ŵƵĐŚĂƌĂnjſŶŝƌƌŝƚĂĚŽƉŽƌĞůŝŶƚĞŶƚŽĚĞĞŶŐĂŹŽͿůĂŶĞŐſ͘ƋƵĞůůŽŶŽƉĂƌĞĐŝſ
ĚĞƐĂŶŝŵĂƌĂƋƵŝĞŶĞƐĞƐƚĂďĂŶƌĞĂůŝnjĂŶĚŽůĂŐƌĂŶŽƉĞƌĂĐŝſŶĚĞƵŶŝƌĂůĂƐ
ĚŽƐŽƌŽŶĂƐĂůƉƌĞĐŝŽƋƵĞĨƵĞƐĞ͘ůƐŝŐƵŝĞŶƚĞŝŶƚĞŶƚŽƉƌĞƐĞŶƚſŝŶĐůƵƐŽƵŶĂ
ŵĂLJŽƌŐƌĂǀĞĚĂĚ͕LJĂƋƵĞƐĞƵƟůŝnjſƵŶĂďƵůĂĂŶƟŐƵĂLJƉĞƌƚĞŶĞĐŝĞŶƚĞĂŽƚƌĂƐ
ĚŽƐƉĞƌƐŽŶĂƐ͕ĞŶůĂƋƵĞůŽƐĚĂƚŽƐĚĞůŽƐŇĂŵĂŶƚĞƐŶŽǀŝŽƐƐĞŚĂďşĂŶŝŶĐůƵŝĚŽ
ĨƌĂƵĚƵůĞŶƚĂŵĞŶƚĞ͘ƐƚŽLJĂǀŝŶŽĂĐŽůŵĂƌůĂƉĂĐŝĞŶĐŝĂĚĞůWĂƉĂLJĚĞĐŝĚŝſůĂ
ĞdžĐŽŵƵŶŝſŶĚĞůĂƉĞƌƟŶĂnjƉĂƌĞũĂ͘
Ɛş͕ĂƋƵĞůůŽƐƋƵĞƐĞƌŝĂŶĐŽŶƐŝĚĞƌĂĚŽƐůŽƐŵĄƐĞƐĨŽƌnjĂĚŽƐĚĞĨĞŶƐŽƌĞƐĚĞ
ůĂĨĞƉĂƐĂƌŽŶĂǀŝǀŝƌĂƌƌŽũĂĚŽƐĂůƐĞŶŽĚĞůĂ/ŐůĞƐŝĂ͕ĞŶƵŶĂƵŶŝſŶŵĂƚƌŝŵŽŶŝĂů
ENLACE DE
>K^Zz^ ůĞŐĂůŵĞŶƚĞŝŶĞdžŝƐƚĞŶƚĞ͘WŽĐŽƐĂŹŽƐŵĄƐƚĂƌĚĞ͕Alejandro Borja͕ĂƋƵĞů
dM>/K^͘
ĨƵƚƵƌŽƉĂƉĂŽƌŐŝĂĞĮĐĂnjĂŐĞŶƚĞĚĞůŽƐŝŶƚĞƌĞƐĞƐĚĞůŽƐZĞLJĞƐĞŶZŽŵĂ͕
ĐŽŶƐĞŐƵşĂĚĞůWĂƉĂĚĞƚƵƌŶŽĞůůĞǀĂŶƚĂŵŝĞŶƚŽĚĞůĂƐĂŶĐŝſŶ͘

imagen de unos reyes sutiles y vi-


LA RENDICIÓN sionarios. Vemos a Isabel y Fernan-
DE GRANADA. do en el campamento de Santa Fe,
a escasos kilómetros de Granada,
apoyando el proyecto de Colón de
navegar por el Atlántico por una
ruta diferente a la portuguesa; pro-
yecto que daría lugar al descubri-
miento de América.
Imaginamos a Isabel aceptando
de buen grado ese reto, con una
sonrisa en los labios, algo tan extra-
ño en ella que forjó la leyenda de
que tuvo que empeñar sus joyas per-
sonales como prenda del crédito. La
historieta es bonita, aunque falsa, y
demuestra que, ante los aciertos, el
pueblo siempre busca una heroína
generosa como lo será en adelante
Agustina de Aragón encendiendo
la mecha de los cañones o Mariana
Pineda bordando la bandera de la
libertad frente al absolutismo.

CLÍO 9
Especial AUSTRIAS

ERRORES Y ACIERTOS
Otro de los grandes aciertos de los
Reyes Católicos fue el nombramien-
to de Gonzalo Fernández de Cór-
doba, el Gran Capitán. La defensa
de los intereses de la Corona en
Italia se convirtió en el principal ob-
jetivo para este capitán andaluz. El
orgullo de participar en la vertebra-
ción de un nuevo país presidió to-
das sus actuaciones: desde las vic-
torias en el campo de batalla sobre
los ejércitos franceses hasta el buen
gobierno del Reino de Nápoles.
En veinticinco años (los que van
del decisivo 1479 al terrible 1504,
fecha de la muerte de Isabel), la Es-
paña de los Reyes Católicos fue tan-
to un momento decisivo en la mo-
dernización de la sociedad como de
opresión para el pueblo. Su máxima
aspiración fue conseguir la unión
GHƓQLWLYD GH ORV UHLQRV HV GHFLU OD
creación de España.
El lector de estas líneas podrá
mostrar su malestar con este proyec-
to político o, por el contrario, sentir-
se confortado con él, ya que ambas
posturas son habituales en el día de
hoy. Aun así es imposible no atender
OR TXH OOHJµ D VLJQLƓFDU \ TXH KR\
permanece vivo en la memoria so-
FLDOJUDFLDVDODƓUPH]DGHORVV¯PER-
los que los mismos Reyes Católicos
FUHDURQSDUDV¯HO\XJR\ODVŴHFKDV
La suprema ironía de la historia de
España a comienzos del siglo XVI es
que la gente que contemplaba el
proyecto político de los Reyes Ca-
tólicos descubría en él una mons-
truosa confusión. Sin embargo, no
parecían alarmarse por ello, sino
que más bien se exaltaban ante la
perspectiva de un Imperio vincula-
do a la existencia de España. Es una
mirada utópica de la que solo fue-
ron capaces los erasmistas que ro-
dearon al nieto de los Reyes Católi-
cos y heredero de los reinos, Carlos
de Gante, que pasará a las páginas
de la historia como Carlos V.

10 CLÍO
ESPECIAL AUSTRIAS

12 CLÍO
ISABEL
LA CATÓLICA
LA PRINCESA QUE NO ESTABA
DESTINADA A SER REINA
EL FUERTE CARÁCTER DE ISABEL LA CATÓLICA FUE EL MOTOR REAL PARA QUE
ACABARA CONVIRTIÉNDOSE EN UNA DE LAS REINAS MÁS IMPORTANTES DE LA
HISTORIA DE ESPAÑA, AUNQUE NO FUERA SU DESTINO SERLO.
POR JAVIER RAMOS

UJER DE reino de Nápoles. La labor de Isabel fue determinante para el nacimiento del
G R A N primer imperio de la Edad Moderna.
C AR ÁCͳ
TER, QUE LA NIÑEZ DE UNA INFANTA DE CASTILLA
VIVIÓ Isabel de Trastámara nació en la primavera de 1451 después de que su madre,
EN UN Isabel de Portugal, la segunda esposa del rey Juan II de Castilla, diera a luz en
TIEMͳ Madrigal de las Altas Torres (Ávila) a una niña muy blanca y muy rubia.
PO EN Sorprende lo poco que se sabe de la primera época de Isabel, cuando era
EL QUE LOS HOMBRES REGÍAN LOS Infanta de Castilla, tanto mientras vivió con su padre, como durante los años
DESIGNIOS DE LOS REINOS, ISAͳ que pasó con su madre, una vez viuda. Quizá por la poca importancia que
BEL I DE CASTILLA DEMOSTRÓ SER se daba entonces a la figura de la futura reina. Se trataba de una Infanta de
UNA ESTRATEGA CUANDO LLEGÓ Castilla, eso sí, por lo tanto en la línea sucesoria al trono tras su hermanastro
AL PODER, A LA VEZ QUE SENTÓ Enrique IV y su hermano Alfonso; pero nadie pensaba en ella, posiblemente
LAS BASES DEL ESTADO MODERNO porque Enrique IV ya jugaba un papel político de primer orden cuando era
ESPAÑOL. Consiguió la pacificación Príncipe de Asturias.
del reino, acometer el final de la Re- Poco sabemos de la infanta Isabel en sus primeros años de orfandad (su
conquista, apadrinar la hazaña del padre Juan II había muerto en el año 1454 cuando ella tenía tres años de
descubrimiento de América y ayudar edad), salvo que los vivió en Arévalo, donde se refugió su madre. Sin duda,
a su marido, Fernando II de Aragón, a se trataba de un ambiente en buena medida portugués. Durante siete años,
doblegar a Francia en la pugna por el entre 1454 y 1461, la villa de Arévalo se convirtió en el hogar de la infanta. Su

CLÍO 13
ESPECIAL AUSTRIAS

fantes Alfonso e Isabel. Ahora, ambos


quedaban postergados a un lugar se-
ĐƵŶĚĂƌŝŽ͕ĚĞƐƉůĂnjĂĚŽƐĚĞůƉŽĚĞƌƉŽƌĞů
ŚŝũŽŽŚŝũĂƋƵĞĚŝĞƐĞĂůƵnjůĂƌĞŝŶĂ:ƵĂŶĂ͘
Finalmente, vino a la vida una niña, Jua-
na de Castilla, a la que la maledicencia
cortesana pondría años después un hu-
millante título: la Beltraneja. Isabel fue
ƐƵŵĂĚƌŝŶĂĞŶĞůďĂƵƚŝnjŽ͘
Intrigas palaciegas y una situación polí-
ƟĐĂƌĞǀƵĞůƚĂůůĞǀĂƌŽŶĂƋƵĞƵŶŐƌƵƉŽĚĞ
ŶŽďůĞƐůĂŶnjĂƐĞƵŶŵĂŶŝĮĞƐƚŽĞůϮϴĚĞƐĞƉ-
ƟĞŵďƌĞĚĞϭϰϲϰ͕ƋƵĞƉƌĞŐŽŶĂďĂƋƵĞůŽƐ
ĚŽƐŝŶĨĂŶƚĞƐĞƐƚĂďĂŶĐĂƵƟǀŽƐďĂũŽĞůƌĞŝ-
nado de Enrique IV, así como que la prin-
LA VIRGEN DE LA MOSCA. EN ESTE ĐĞƐĂ:ƵĂŶĂŶŽĞƌĂůĂǀĞƌĚĂĚĞƌĂŚŝũĂĚĞůƌĞLJ
RETABLO, OBRA DEL MAESTRO DE LA SANTA
SANGRE, APARECE A LOS PIES DE LA VIRGEN (pues se rumoreaba que era impotente),
hE:KsEWZ/E^/^>KEhE no teniendo, por lo tanto, ningún derecho
>/ZKE^hZ'K͘K>'/d^Ed
MARÍA LA MAYOR, TORO.
ĂůĂƐƵĐĞƐŝſŶĂůƚƌŽŶŽĚĞĂƐƟůůĂ͘
A partir de ese momento, cuando
tutoría, al igual que la de su hermano Alfonso, quedó bajo el cuidado de la rei- corría el otoño de 1464, los aconte-
na viuda, asistida por dos personajes de la Iglesia: el obispo de Cuenca, Lope ĐŝŵŝĞŶƚŽƐ ƐĞ ƉĞƌĐŝƉŝƚĂƌŽŶ͘ z ĐĂĚĂ ǀĞnj
de Barrientos, y el prior del monasterio de Guadalupe, fray Gonzalo Illescas. más se acrecentó el protagonismo de
>ŽƐĂŹŽƐƚƌĂŶƋƵŝůŽƐĚĞůĂŝŶĨĂŶĐŝĂĚĞ/ƐĂďĞůĮŶĂůŝnjĂƌŽŶĐŽŶƵŶĂŶŽƟĐŝĂƋƵĞůŽ Isabel, que, a sus trece años cumpli-
ŝďĂĂĐĂŵďŝĂƌƚŽĚŽ͗ĞůĞŵďĂƌĂnjŽĚĞ Juana de Avís. Esta noble portuguesa se ha- dos, la veíamos ya como un personaje
ďşĂĐŽŶǀĞƌƟĚŽĞŶƌĞŝŶĂĚĞĂƐƟůůĂƚƌĂƐĞůĂƐĐĞŶƐŽĂůƚƌŽŶŽĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽŶƌŝƋƵĞ expectante, creciendo entre la incerti-
/s;ĞůŚĞƌŵĂŶĂƐƚƌŽĚĞ/ƐĂďĞůͿ͘ƐƚŽŚŝnjŽƋƵĞůĂŝŶĨĂŶƚĂƉĂƐĂƌĂĚĞůĂĚĞƐĐƵŝĚĂĚĂ ĚƵŵďƌĞLJůĂĞƐƉĞƌĂŶnjĂ͘
ŶŝŹĞnjĂůĂƐƉƌĞŽĐƵƉĂĐŝŽŶĞƐĚĞƵŶĂǀŝĚĂĐŽƌƚĞƐĂŶĂƐŝĞŵƉƌĞůůĞŶĂĚĞĂƐĞĐŚĂŶnjĂƐ͘
ŽŶŵŽƟǀŽĚĞůŶĂĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞůĂƉƌŝŶĐĞƐĂ:ƵĂŶĂ͕/ƐĂďĞůĨƵĞůůĂŵĂĚĂĂůĂŽƌƚĞĞŶ CARRERA POR LA SUCESIÓN
ϭϰϲϭ͕ĚŽŶĚĞĞŶƚƌſĚĞůůĞŶŽĞŶůĂǀŽƌĄŐŝŶĞĚĞůĂŐƌĂŶƉŽůşƟĐĂ͘ &ŝŶĂůŵĞŶƚĞ͕ůĂ>ŝŐĂĚĞŶŽďůĞƐƐĞĂůnjſĞŶ
ů ĞŵďĂƌĂnjŽ ĚĞ ůĂ ƌĞŝŶĂ ĂŶƵŶĐŝĂďĂ ƵŶ ĐĂŵďŝŽ rebelión en Ávila contra Enrique IV y
inmediato en algo tan importante como el proclamó nuevo rey: el infante se con-
orden sucesorio al trono de Castilla. vertía para aquellos rebeldes en Alfon-
Hasta entonces, ese orden recaía en so XII, que tenía 11 años. Transcurría el
los hermanastros del rey, los in- año 1465. El nuevo rey "gobernó" du-

LA MUERTE DE SU HERMANO
ENRIQUE IV.
MONEDA DE SU ALFONSO, />ϱ:h>/K
REINADO, DURANTE
EL CUAL CEDIÓ ϭϰϲϴ͕,/KYh>&/'hZ/^>
ANTE LA PRESIÓN
DE ALGUNOS TOMARA UNA NUEVA IMPORTANCIA,
NOBLES Y NOMBRÓ
A SU HERMANA AL PRESENTARSE COMO LA ÚNICA
ISABEL PRINCESA
DE ASTURIAS. HEREDERA AL TRONO DE CASTILLA.
¿CÓMO ERA FÍSICAMENTE?
El cronista Fernando del Pulgar nos la describe así: “De estatura
media, rubia 'e muy blanca', de ojos entre verdes y azules y rostro
alegre. El mirar gracioso e honesto, las facciones del rostro bien
puestas, la cara muy fermosa e alegre. Era muy cortés en sus fablas…
forzábase a no mostrar el decir la pena que en aquella hora sienten
e muestran las mujeres… Era católica e devota... Era muy inclinada
a facer justicia, tanto que le era imputado seguir más la vía de rigor
que de la piedad”.

rante tres años bajo la custodia de los nobles rebeldes coe-


xistiendo en Castilla dos monarcas. Era el preludio de lo que
se veía venir: una guerra civil. Se estaba creando un estado
de opinión cada vez más favorable a Isabel. Consciente de
ello, Enrique IV trató de utilizarla a su favor, prometién-
dola en matrimonio al maestre de Calatrava, Pedro
Girón. Él pasaba los cuarenta, e Isabel apenas
había cumplido los quince.
Sin embargo, en el año 1467, en Se-
govia, donde Enrique IV creía tener
seguras a su mujer, a su hija y a su
hermana, caía en manos de la Liga
nobiliaria. Era la hora de la liber-
ƚĂĚƉĂƌĂůĂŝŶĨĂŶƚĂ͘ƉĂƌƟƌĚĞĞƐĞ
ŵŽŵĞŶƚŽƐƵŽďũĞƟǀŽĨƵĞĐƌĞĂƌƐƵ
ƉƌŽƉŝŽ ĚĞƐƟŶŽ͘ ZĞŐƌĞƐſ Ă ƌĠǀĂ-
lo, a la Corte de su madre, donde
además podría encontrarse con su
hermano Alfonso, para ella Alfonso
y//͕ĞůŶƵĞǀŽƌĞLJĚĞĂƐƟůůĂ͘WĞƌŽƵŶĂ
ůƵĐƚƵŽƐĂŶŽƟĐŝĂĚŝŽĂůƚƌĂƐƚĞĐŽŶůĂĨĞůŝĐŝ-
dad que buscaba Isabel. La muerte de su her-
mano, acaecida el 5 de julio de 1468 cuando de
ĐĂŵŝŶŽŚĂĐŝĂǀŝůĂƐĞǀŝŽĂĐŽŵĞƟĚŽƉŽƌƵŶĂƐĮĞ-
bres producidas por algunas aguas contaminadas.
Enrique IV aprovechó las circunstancias para pedir
la paz. Isabel se enfrentó entonces con una tarea muy
concreta: recoger el legado de su hermano Alfonso y
presentarse como la única heredera al trono de

CLÍO
ESPECIAL AUSTRIAS

ĂƐƟůůĂ͘ >ĂƐ ďĂƐĞƐ ƉĂƌĂ ůůĞŐĂƌ Ă ƵŶ


ĂĐƵĞƌĚŽ ĮƌŵĞ ĐŽŶ ŶƌŝƋƵĞ /s ĞƐƚĂďĂŶ
puestas. Y eso sería lo que ocurriría en las
ǀŝƐƚĂƐĚĞ'ƵŝƐĂŶĚŽ͘ůŵŽŶĂƌĐĂĂĐĞƉƚſƵŶ
pacto por el que, a cambio de que sus ad-
ǀĞƌƐĂƌŝŽƐĂĐĞƉƚĂƌĂŶƐƵĐŽŶƟŶƵŝĚĂĚĞŶĞů
trono, reconocía a Isabel, que fue decla-
ƌĂĚĂWƌŝŶĐĞƐĂĚĞƐƚƵƌŝĂƐ͕ĐŽŵŽůĞŐşƟŵĂ
ƐƵĐĞƐŽƌĂ͘ůƉƌŝŵĞƌƉĂƐŽƉĂƌĂĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞ
ĞŶƌĞŝŶĂĚĞĂƐƟůůĂĞƐƚĂďĂĚĂĚŽ͘

^hEhEdZKKE
&ZEEKZ'ME
Para ello necesitaba consumar un ma-
trimonio, pero el que ella quería, no el
ƋƵĞƚƌĂƚĂďĂŶĚĞŝŵƉŽŶĞƌůĞŶƌŝƋƵĞ/s
LJĞůŵĂƌƋƵĠƐĚĞsŝůůĞŶĂ͘zĂŚşĞƐĚŽŶĚĞ
entró en juego otro príncipe que hizo
Historia junto a su esposa: Fernando,
príncipe de Aragón, que además era
también rey, pues su padre, generoso, LOS REYES CATÓLICOSE>
dKD/E/^dZZ:h^d//͕
y para que no estuviera en desventaja s1dKZDEEKzD:KZ͘
con el pretendiente portugués, le ha- EdZϭϴϯϭzϭϴϲϱ͘
ďşĂĐĞĚŝĚŽĞůƚƌŽŶŽĚĞ^ŝĐŝůŝĂ͘ůĂƌĂŐŽ-
nés era el único que cumplía todos los
requisitos por ella deseados. tal parentesco era un impedimento que Con unos acontecimientos adversos,
ŶŽĐƚƵďƌĞĚĞϭϰϲϵ/ƐĂďĞůLJ&ĞƌŶĂŶ- solo se podía salvar con la oportuna dis- marido y mujer se trasladaron a vivir a
do se conocieron. Se gustaron. Pero ƉĞŶƐĂƉŽŶƟĮĐŝĂ͘ŶƚĞƐĚĞůĂĐĞƌĞŵŽŶŝĂ Dueñas. La situación se complicó cuan-
ŚĂďşĂ ƵŶĂ ĚŝĮĐƵůƚĂĚ͕ LJ ŶŽ ƉĞƋƵĞŹĂ͗ matrimonial el requisito obligado era la do Isabel quedó embarazada y aumentó
los novios eran primos segundos, y ůĞĐƚƵƌĂĚĞůĂďƵůĂƉŽŶƟĮĐŝĂĂƵƚŽƌŝnjĂŶĚŽ el riesgo de que diera a luz antes de que
la ceremonia. La que se leyó en los es- Roma legalizara su matrimonio con Fer-
ponsales era nula, aunque el matrimo- nando. Nació una niña, Isabel, y todo se
nio se consagró por un sacerdote. No ŚŝnjŽŵĄƐƉƌŽďůĞŵĄƟĐŽ͘ůƌĞLJĚĞĂƐƟůůĂ͕
ŽďƐƚĂŶƚĞ͕ůĂďŽĚĂƐĞĐŽŶƐƵŵſĞůϭϴ ŶƌŝƋƵĞ/s͕ĞŶŽũĂĚŽLJĂĐƵƐĂŶĚŽĂƐƵŚĞƌ-
de octubre de ese mismo año. manastra de haber truncado los acuer-
No sin antes la futura reina dos de Guisando, decidió desheredarla, y
ĂĚǀŝƌƟĞƐĞ Ă ƐƵ ŚĞƌŵĂŶĂƐƚƌŽ proclamó a su hija Juana como la única y
la decisión que iba a tomar. ĂƵƚĠŶƟĐĂŚĞƌĞĚĞƌĂĚĞůƌĞŝŶŽ͘

SAN JUAN DE
LOS REYES. EN MARZO DE 1471, /^>^d
/^>DEM
KE^dZh/Z^d
WhEdKhDW>/Zs/EdHK^͘
DKE^dZ/K
'Md/KWZ
s^WZ/ED^^h^
KEDDKZZ Z^'K^ZdZ&/ZD͕>Z
^hs/dKZ/
^KZ:hE> /Ed>/'E/zD//MEWK>1d/͘
>dZE:͘
nía que, al menos, salvaran la dignidad
del marido.
Isabel sabía, mejor que nadie, que
del buen entendimiento con Fernan-
do pendía su futuro. Eran demasiados
escollos los que todavía había que sor-
tear para afrontarlos sin la ayuda de su
esposo. Se avecinaba la gran tormenta
de la pugna con la princesa Juana, que
ya de por sí solo, por ser la legítima hija
del rey fallecido, era toda una poten-
cia, que además contaba con el apoyo
de buena parte de la alta nobleza cas-
tellana. Isabel creía firmemente en sus
mejores derechos frente a la princesa
Juana. Su marido Fernando iba a con-
vertirse en el capitán de sus ejércitos
en la guerra civil que se cernía sobre
ellos. Iba a liberar Castilla de los por-
tugueses.

UNA BATALLA CRUCIAL


La batalla de Toro (Zamora) resultó de-
cisiva para los intereses de Isabel y Jua-
na. Más que una guerra civil, más que
En marzo de 1471, Isabel estaba a punto de cumplir los veinte años. Ya no era la lucha entre los partidarios de Isabel
la chiquilla a la que se podía manejar de cualquier manera. Cada vez se aprecia- y los de Juana, lo que allí se ventilaba
ban más sus rasgos de carácter firme, de clara inteligencia y de ambición polí- era la pugna entre Castilla y Portugal
tica. Sus proyectos ya se habían puesto en marcha en su cabeza: la pacificación (representada por Alfonso V, marido
de Castilla, la unión de los dos reinos, la culminación de la Reconquista, el papel de La Beltraneja). Castilla la Vieja era
activo de España en la comunidad internacional... Ella era la legítima heredera cada vez más de la Reina.
de la corona y no dudó a la hora de luchar por ello. Cuando cumplió 25 años, Isabel cele-
En el verano de 1471 iba a ocurrir algo que cambiaría la suerte de los prínci- braba las primeras Cortes importantes
pes: el relevo en la cumbre del Pontificado. El 26 de julio moría Paulo II, el papa de su reinado en Madrigal de las Altas
que se había mostrado tan contrario a Isabel. Sixto IV le relevaba. Un prelado Torres, su lugar de origen. Era ya la rei-
mucho más abierto que finalmente firmó la ansiada bula que legalizaba el ma- ŶĂĚĞĂƐƟůůĂ͕ƌĞĐŽŶŽĐŝĚĂĐŽŵŽƚĂůƉŽƌ
trimonio de Isabel y Fernando. Y que además les cogía con cariño. su pueblo. Consciente de ello, se consi-
La fortuna les siguió acompañando, pues en diciembre de 1474 murió Enrique deraba elegida por Dios para gobernar
IV al volver de una cacería. El día 13 de ese mes, Segovia aclamaba a Isabel y ĂƐƟůůĂ͘ůůĂLJƐƵŵĂƌŝĚŽ&ĞƌŶĂŶĚŽĞƌĂŶ
Fernando como los nuevos reyes de Castilla. Cuando Isabel I de Castilla subió al reyes por la gracia divina. Nos encontra-
trono, era la única mujer en toda Europa que ostentaba el título de reina titu- mos con una monarquía sacralizada, con
lar. Fernando se mostró sumamente contrariado por la forma en que se había ƚĞŶĚĞŶĐŝĂĂůĂďƐŽůƵƟƐŵŽ͕ƉĞƌŽŶŽƉĂƌĂ
hecho la proclamación de la reina y el segundo término en que había quedado. usar el poder de forma arbitraria, sino
Isabel no renunció a sus prerrogativas de reina propietaria, no admitió jamás ƉĂƌĂŐŽďĞƌŶĂƌĐŽŶƌĞĐƚĂũƵƐƟĐŝĂ͘
quedar relegada al papel de consorte, dejando la corona en las sienes de su Tras las sucesivas victorias que los reyes
marido, pero sí estaba dispuesta a unas determinadas funciones de cosobera- iban obteniendo en las ciudades que

CLÍO 17
ESPECIAL AUSTRIAS

SUCESIÓN AL TRONO

iban conquistando, el 30 de junio de


:hE//^d/>> /^>WKZdh'>
1478 nació Juan, el que se suponía iba
a ser el príncipe heredero. La paz se vio
quebrantada por el intento de Portu-
ŐĂůĚĞĂďƌŝƌƐĞƉĂƐŽĞŶĂƐƟůůĂ͘ŶƚĞůĂ
ausencia de Fernando, que había mar-
ĐŚĂĚŽĂƌĂŐſŶƉĂƌĂĂƚĞŶĚĞƌůĂĞŶĨĞƌ-
medad de su padre, el rey Juan II, el
ĞũĠƌĐŝƚŽůƵƐŽĨƵĞĨƌĞŶĂĚŽƉŽƌĞůĚĞĂƐ-
ƟůůĂ ĞŶ ĨĞďƌĞƌŽ ĚĞ ϭϰϳϵ͘ >Ă ƐĂŶŐƌŝĞŶƚĂ EZ/Yh/s :hEWKZdh'>
ŐƵĞƌƌĂƉŽƌĞůƚƌŽŶŽĐĂƐƚĞůůĂŶŽŶŽĮŶĂůŝ-
njſŚĂƐƚĂƐĞƉƟĞŵďƌĞĐŽŶůŽƐƚƌĂƚĂĚŽƐĚĞ
ůĐĄĕŽǀĂƐLJDŽƵƌĂ͘>ĂǀŝĐƚŽƌŝŽƐĂ/ƐĂďĞů/
exigió que su sobrina renunciara al ma-
ƚƌŝŵŽŶŝŽ ĐŽŶ ůĨŽŶƐŽ LJ ĞŶƚƌĂƌĂ ĐŽŵŽ
monja en el convento de las clarisas de
Coimbra. Con ello, la reina pretendía ga- :hE>>dZE:
ƌĂŶƟnjĂƌĂĐƵĂůƋƵŝĞƌƉƌĞĐŝŽƋƵĞƐƵƌŝǀĂů
no tuviera descendencia.

>Z/ME>^dK
DKZEK
/ƐĂďĞů ŐŽďĞƌŶſ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ ĞƐƚƌŝĐƚĂ ƐƵ
ŶƵĞǀŽƌĞŝŶŽ͘ůĞũſĂůŽƐŶŽďůĞƐĚĞůƉŽĚĞƌ͕ ALCÁZAR DE SEGOVIA. &h>Z^/E/&sKZ/d>K^Zz^
^d>>EK^^>&KE^Ky͕z^>>1^>/M>WZ/E^
mejoró la administración de los territo- /^>WZ^ZKZKEZ/E^d/>>Eϭϰϳϰ͘
ƌŝŽƐƋƵĞĐŽŶƚƌŽůĂďĂ͕ƐĂŶĞſƐƵƐĮŶĂŶnjĂƐĞ
hizo mejorar la seguridad de sus súbditos
ĐŽŶůĂĐƌĞĂĐŝſŶĚĞůĂ^ĂŶƚĂ,ĞƌŵĂŶĚĂĚ͘
DƵũĞƌ ƉŝĂĚŽƐĂ͕ ƋƵŝƐŽ ƚƌĂŶƐŵŝƟƌ ƐƵ ƉƌŽ-
ĨƵŶĚĂĨĞĂƐƵƌĞŝŶŽ͘EŽĞŶǀĂŶŽ͕ĞůƉĂƉĂ
Alejandro VI le otorgó a ella y a su mari-
ĚŽĞůơƚƵůŽĚĞZĞLJĞƐĂƚſůŝĐŽƐŵĞĚŝĂŶƚĞ
la bula Si convenitĚĞϭϵĚĞĚŝĐŝĞŵďƌĞĚĞ
ϭϰϵϲ͘hŶĂĨĞƋƵĞůĂůůĞǀſĂŝŶƐƚĂƵƌĂƌĞů
dƌŝďƵŶĂůĚĞůĂ^ĂŶƚĂ/ŶƋƵŝƐŝĐŝſŶƉƌŝŵĞƌŽ
ĞŶĂƐƟůůĂLJŵĄƐƚĂƌĚĞĞŶƌĂŐſŶ͕ĂĮƌ-

ISABEL LA CATÓLICA
Z/EMhZEdϯϬ
HK^KDKhH
^d/>>zϮϲKDK
Z/EKE^KZd
Z'ME>>K^h
DZ/K&ZEEK͘
18 CLÍO
mar el decreto de expulsión de los judíos y ter-
minar la Reconquista iniciada siete siglos atrás
con la toma de Granada.
Asimismo, Isabel, a pesar de las muchas
ĐƌşƟĐĂƐLJƌĞĂĐĐŝŽŶĞƐƉŽůşƟĐĂƐĂĚǀĞƌƐĂƐĚĞůĂ
ŽƌƚĞLJůŽƐĐŝĞŶơĮĐŽƐ͕ĐŽŶĐĞĚŝſĂƉŽLJŽĂ Cris-
tóbal Colón en la búsqueda de las Indias oc-
ĐŝĚĞŶƚĂůĞƐ͕ůŽƋƵĞůůĞǀſĂůĚĞƐĐƵďƌŝŵŝĞŶƚŽĚĞ
América. Dicho acontecimiento tendría como
ALFONSO DE CASTILLA ISABEL DE CASTILLA FERNANDO II DE ARAGÓN
ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂůĂĐŽŶƋƵŝƐƚĂĚĞůĂƐƟĞƌƌĂƐĚĞƐ-
cubiertas y la creación del Imperio español.
Isabel la Católica reinó durante 30 años
ĐŽŵŽ ĚƵĞŹĂ ĚĞ ĂƐƟůůĂ LJ Ϯϲ ĐŽŵŽ ƌĞŝŶĂ
consorte de Aragón al lado de su marido
&ĞƌŶĂŶĚŽ͘ŶƚŽĚŽĞƐĞƟĞŵƉŽƉƵƐŽůĂƐďĂ-
ses de un reino que supuso el tránsito a la
ISABEL DE JUAN DE JUANA I DE CATALINA DE MARÍA DE
PORTUGAL ARAGÓN CASTILLA ARAGÓN ARAGÓN
Edad Moderna. El problema se planteaba
ĐŽŶůĂƐƵĐĞƐŝſŶĚĞƐƵůĞŐĂĚŽ͘/ƐĂďĞůƚƵǀŽĐŝŶ-
co hijos. La primogénita, Isabel (1470-1498),
casada con Manuel I el Afortunado de Por-
tugal, murió al dar a luz. Juan (1478-1498)
se casó con Margarita de Austria, a la que
ĚĞũſǀŝƵĚĂĂůƉŽĐŽĚĞĐŽŶƚƌĂĞƌŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͘
Sería la tercera hija, Juana (1479-1555) quien
terminaría soportando el peso de la corona.
Su historia merece otro capítulo. Otras dos
hijas de Isabel fueron Catalina;ϭϰϴϱͲϭϱϯϲͿ͕
ǀŝƵĚĂ ĚĞ Arturo de Gales, y María ;ϭϰϴϮͲ
ϭϱϭϳͿ͕ ĐĂƐĂĚĂ ĐŽŶ Ğů ǀŝƵĚŽ ĚĞ ƐƵ ŚĞƌŵĂŶĂ
Isabel, Manuel de Portugal.
Preocupada por el futuro que le aguardaba a
ƐƉĂŹĂ͕ĞůĚĞƐƟŶŽĚĞƐƵƐŚŝũŽƐLJůĂƐŝŶĮĚĞůŝĚĂ-
ĚĞƐĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽ͕/ƐĂďĞů/ĚĞĂƐƟůůĂƐĞƌĞĐůƵLJſ
ĞŶ DĞĚŝŶĂ ĚĞů ĂŵƉŽ͕ ĚĞƉƌĞƐŝǀĂ LJ ĞŶĨĞƌŵĂ͘
Dejó que fuera Fernando quien recondujera
ƵŶĂ ĐŽŵƉůŝĐĂĚĂ ƐŝƚƵĂĐŝſŶ ĚŝŶĄƐƟĐĂ͘ ů Ϯϲ ĚĞ
ŶŽǀŝĞŵďƌĞĚĞϭϱϬϰ/ƐĂďĞůĚĞĐşĂĂĚŝſƐĂůĂǀŝĚĂ
con 53 años de edad. Al parecer, según los
síntomas descritos por la fuentes de la época,
la castellana falleció de una hidropesía (reten-
ción de líquido en los tejidos) a consecuencia
probablemente de un cáncer de útero. Sus
restos reposan, junto a los de su marido, en
la Capilla Real de Granada. En su testamento,
ůĂƌĞŝŶĂĞƐƟƉƵůĂďĂƋƵĞ͕ƐŝďŝĞŶůĂŚĞƌĞĚĞƌĂĂů
trono era su hija Juana, el rey Fernando admi-
ŶŝƐƚƌĂƌşĂLJŐŽďĞƌŶĂƌşĂĂƐƟůůĂĞŶƐƵŶŽŵďƌĞ͘

CLÍO 19
ESPECIAL AUSTRIAS

RODEADA POR LA POLÉMICA DESDE SU NACIMIENTO, LA LLEGADA DE ISABEL LA CATÓLICA AL TRONO, DE LA


MANO DE SU AMADO FERNANDO, NO ESTUVO TAMPOCO EXENTA DE PROBLEMAS. ECUÁNIME Y VALIENTE,
FUE UNA MADRE ENTREGADA Y UNA REINA CON MANO FIRME. SU ENFRENTAMIENTO CON JUANA
LA BELTRANEJA LA ACOMPAÑÓ HASTA EL FINAL DE SUS DÍAS.

POR FRANCISCO NARLA

N EL AÑO 1951 SE CE- el encargo de redactar amplios estudios 1974 es considerada Sierva de Dios por
LEBRÓ CON POMPA sobre los puntos más conflictivos en la la Iglesia católica), en buena medida gra-
Y BOATO EL V CEN- ajetreada vida de Isabel I de Castilla. cias al apoyo económico del empresario
TENARIO DEL NACI- Dichos trabajos permitieron a los inte- mexicano Pablo Díaz. No obstante, aún
MIENTO DE ISABEL DE grantes del equipo distinguirse en el pe- no se ha producido, y no falta quien se
CASTILLA. LOS ECOS ríodo y la figura, y se publicaron varios apresura a acusar al Vaticano de dejarse
DEL EVENTO MOVIE- libros de gran calado (ante el Tribunal influenciar por presiones de algún pode-
RON AL ARZOBISPO Diocesano se presentó un total de vein- roso grupo de opinión judío contrario a la
DE VALLADOLID, JOSÉ GARCÍA Y tisiete volúmenes). Sin embargo, también causa (se entiende que estarían movidos
GOLDARAZ, A INTERESARSE POR LA hubo discrepancias, pues algunos de los por el rencor, dada la expulsión de los
POSIBILIDAD DE INICIAR LA CAUSA involucrados se quejaron de la manipu- judíos declarada por Isabel a finales del
DE LA BEATIFICACIÓN. El prelado lación de ciertos aspectos de la vida de siglo XV).
aprovechó una visita al que había sido la monarca. En concreto, se arguyó que
nuncio en España, Gaetano Cicognani, algunos de los historiadores partidarios de UNA INFANCIA COMPLICADA
para hacerle sin alharacas o publicidad la beatificación habían hecho desaparecer Aunque la fecha se ha discutido, la ver-
la consulta y, ante la respuesta afirmativa, documentos que podrían comprometer sión más aceptada reza que Isabel de
se dio luz verde al proyecto. la legitimidad de Isabel como reina (un Castilla, de la Casa de Trastámara (cuyo
En 1958, bajo la tutela del arzobispo, rumor que ha perdurado durante siglos, origen se remonta a las tierras gallegas
dio comienzo al proceso de beatificación pues su ascenso al trono de Castilla fue más allá del Tambre, que es lo que sig-
de la reina castellana (acorde a las normas conflictivo; de hecho, fueron necesarios nifica el nombre), nació el 22 de abril,
de la Iglesia católica, estas causas deben dos conflictos cercanos, incluyendo ase- Jueves Santo, de 1451 en la localidad
iniciarse en la diócesis donde se produjo sinatos y conjuras). abulense de Madrigal de las Altas Torres,
el fallecimiento). Se compuso un equipo Pese a la polémica, el proceso sigue su una pequeña localidad de realengo (lo
de historiadores españoles a los que dio curso a día de hoy (tanto es así, que desde que significa que pertenecía a la corona.

20 CLÍO
CLÍO 21
ESPECIAL AUSTRIAS

Debe entenderse que en aquellos años las


tierras eran de la corona, de algún noble
o de la Iglesia, la propiedad privada no
tenía las connotaciones del presente),
donde residía su madre, Isabel de Avis,
que le cederá su nombre, poco común en
aquellos tiempos del Medievo español.
Era la hermana menor de Enrique,
que reinaría al cumplir ella tres años
como Enrique IV, y sería la hermana
mayor de Alfonso. Y este papel como
hermana marcaría su vida profunda-
mente.
LA LEGITIMIDAD DE Al morir su padre y acceder al trono
LA BELTRANEJA su hermano Enrique, Isabel fue enviada
junto con su madre y su otro hermano a
Derrotada la niña Juana, su tía la villa de Arévalo, donde los tres pasa-
y madrina la obligó a renunciar rían ciertas dificultades.
a sus títulos de Castilla y acabó Mientras Enrique se afianzaba en el
recluyéndola en un convento de trono, su madre sufrió lo que parecían
Coimbra, en Portugal. ataques de locura y los tres tuvieron que Aragón; un hecho muy importante pues
Juana salió de aquel noviciado, apretarse el cinturón, pues las rentas rea- la presencia de una misma familia en los
pero nunca regresó a Castilla. les desaparecieron casi por completo. dos principales núcleos políticos y territo-
Murió en Lisboa en el año 1530, Aunque no todo fueron sinsabores. En riales de la España cristiana hizo posible
después de años recluida. Y allí aquellos días de penalidades, la jovencí- que, unos años después, se produjera la
desaparecieron sus restos durante sima Isabel desarrolló el gusto por la lec- unión dinástica de las coronas de Castilla
el terrible terremoto de 1755, tura y consumió todos los volúmenes que y Aragón, al casarse Isabel y Fernando).
lo que vuelve imposible que las se pusieron a su alcance. También trabó Enrique IV fue un rey con un papel,
modernas técnicas de identificación amistad con Beatriz de Silva, a la que cuanto menos, dudoso. Permitió la inje-
genética puedan usarse para más tarde ayudaría en la fundación de la rencia del reino de Aragón en asuntos de
resolver al fin la duda de si era o Orden de la Inmaculada Concepción. Castilla y tuvo fuertes controversias con
no hija de Enrique IV (del que sí se Se supone que en esos tempranos nobles de ambos lados por la posibilidad
conoce el paradero de los restos). años, a la vez que tomaba afición por la de aliarse con la oligarquía catalana que
lectura, arraigó en ella también un pro- deseaba librarse del peso que ejercía
fundo asco por el ajo, gusto particular sobre ella la corona aragonesa. Resultó
que años después serviría para acuñar un monarca con facilidad para hacerse
una de sus frases más repetidas y co- enemigos, incluso en la propia Corte.
nocidas. Ya como reina intentaron los De ahí que, cuando llegó el momento
cocineros servirle un guiso con ajo que de recibir a su hija recién nacida, ya todo
habían intentado disimular con abun- el entorno nobiliario se había llenado de
dante perejil, pero Isabel lo detectó de maledicencias y habladurías.
inmediato con la exclamación que aca-
baría formando parte del acervo popu-
lar: “¡Venía el villano vestido de verde!”. ENRIQUE IV DE CASTILLA, RETRATADO POR
LA MUERTE DE Gustos gastronómicos aparte, en 1461,
JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DE LOSADA.
ENRIQUE IV para cuando había cumplido los diez,
Aunque en el manifiesto que firmó La ella y su hermano Alfonso son trasladados
Beltraneja se llegó a afirmar que se hasta donde estaba emplazada la Corte
había ordenado envenenar al rey con en aquellos días, en Segovia. El motivo es
mucha antelación para evitar que se el esperado nacimiento de la hija de los
pudiera conocer al homicida, no hay reyes, la que será bautizada como Juana
pruebas de ello ni de la implicación y conocida como La Beltraneja. En oca-
de Isabel. En 1930 el prestigioso siones aparece en los textos como Juana
médico Gregorio Marañón publicó su de Trastámara, pues, igual que Isabel,
Ensayo biológico de Enrique IV en el pertenecía a esta rama nobiliaria que,
que señalaba que el arsénico era una por aquel entonces, curiosamente, era
posible causa de la muerte del rey. no sólo la de Castilla sino también la de

22 CLÍO
ISABEL LA CATÓLICA, LIENZO DE LUIS DE
MADRAZO Y KUNTZ, DEL SIGLO XIX, QUE SE
CONSERVA EN EL MUSEO DEL PRADO.

Nació Juana de Castilla en el año ñosa, quizá envenenado (no podemos abulense de El Tiemblo), Enrique pro-
1462, dando por fin una heredera a la saber si con buenas o malas intencio- cura aprovecharse para concertar un
corona, pero desde antes del parto, en la nes, durante ese tiempo, Isabel perma- matrimonio que le reporte beneficios.
Corte se rumoreaba que la niña era hija neció junto a su hermano). Pese a que desde los tres años Isabel
del valido del rey, Beltrán de la Cueva Muerto Alfonso, los nobles que presio- había estado comprometida con Fer-
(lo que explica el sobrenombre) y ense- naban al rey se agruparon rápidamente nando, hijo de Juan II de Aragón, en los
guida empezaron los tejemanejes políti- en torno a Isabel para favorecerla como que serían los últimos meses de vida de
cos entre los nobles y ricos hombres de heredera en lugar de Juana. Sin embargo, Enrique, este anula ese compromiso para
Castilla, que se apoyaban en aquellos demostrando la capacidad de navegar intentar casarla con Carlos, príncipe de
chismorreos para negar la posibilidad entre dos aguas, Isabel no quiso aceptar Viana, a lo que se opuso el rey de Ara-
de que algún día Juana pudiera reinar. la corona mientras Enrique aún viviese, gón. Volvió a intentarlo con Alfonso V
de modo que se llegó a un acuerdo co- de Portugal, pero la propia Isabel lo re-
LA POLÉMICA DE LA SUCESIÓN nocido como la Concordia de Guisando, chazó por la diferencia de más de veinte
Una parte de los nobles se enfrentó al o la Concordia de los Toros de Guisando. años que los separaba.
rey y formó un bando alrededor de su Este la proclamaba Princesa de Asturias Más tarde, fue comprometida con
hermanastro Alfonso (el hermano menor (algo que ya había sucedido con la Beltra- Pedro Girón (con quien el rey Enrique
de Isabel), que tan sólo contaba con neja unos años antes), constituyéndose así tenía buenas relaciones), maestre de
doce años. En la que ha pasado a co- como heredera de pleno derecho al trono la Orden de Calatrava, pero el preten-
nocerse como la farsa de Ávila, incluso por encima de su sobrina y ahijada de diente murió por causas desconocidas
lograron deponer al rey Enrique. Pero bautismo. Momento en el que comienza mientras realizaba el trayecto para en-
Alfonso murió poco después en Carde- una fuerte rivalidad entre ambas, que ten- contrarse con su prometida.
drá un mal final para Juana. Luego, Enrique IV intentó casar a su
Poco después del acuerdo en el cerro hermanastra con el duque de Guyena,
de Guisando (el nombre de toros viene hermano de Luis XI de Francia, pero
por un grupo escultórico que aún hoy Isabel volvió a negarse, casi con toda
en día puede visitarse en la localidad probabilidad porque en su entorno

Isabel no quiso aceptar la corona mientras


Enrique viviese, de modo que se llegó a un
acuerdo conocido como LA CONCORDIA
DE GUISANDO, POR EL QUE FUE
PROCLAMADA PRINCESA DE ASTURIAS.

CLÍO 23
ESPECIAL AUSTRIAS

todos estaban convencidos de que el


mejor candidato seguía siendo el he-
redero al trono de Aragón, Fernando.
PETRONILA, REINA DE ARAGÓN El problema para el enlace era que los
novios tenían una relación de consan-
guineidad que lo impedía: eran primos
en segundo grado (sus abuelos eran her-
OTRA DE LAS Berenguer IV. La boda De modo tal que, al manos). Esto obligaba a recibir una bula
GRANDES MUJERES no tuvo lugar hasta trece casarse con Petronila, papal que los exonerase de su parentesco
EN LAS CORTES DE años después. reina de Aragón, quedó para que el matrimonio fuese válido, y el
LOS REINOS QUE La decisión de unirla sellado el futuro de lo Papa, temeroso de las enemistades que
CONFORMARON con el noble Ramón que sería España. podría crearse en Portugal, Francia, Cas-
LA SIMIENTE DE LA tuvo un motivo político Aunque la legislación tilla y Aragón decidió no inmiscuirse.
ESPAÑA ACTUAL FUE fundamental: el condado aplicable es discutible Así, gentes del entorno de Isabel deci-
PETRONILA. que él ostentaba. y muchos historiadores dieron sacarse un as de la manga y pre-
Su intervención en los Desde los primeros siguen debatiendo el sentar una supuesta bula firmada años
enlaces matrimoniales condados y pagos modo en el que se atrás por el anterior Papa, en la que se
acordados del Medievo nobiliarios establecidos estableció el acuerdo, permitía el casamiento.
resultó capital para los al sur de los Pirineos por fuera como fuese, Como resultado de esta artimaña se
años venideros. los herederos del imperio la boda impuso la firmaron las capitulaciones matrimo-
Poco sabemos de Carolingio, los distintos condición de que niales en Cervera en el año 1469. Sin
su carácter o de sus condes fueron peleando la novia seguiría
desempeños políticos, entre ellos, ganando ostentando su título
pero no cabe duda de terreno a las taifas de y que los herederos DEMENCIA DE ISABEL DE PORTUGAL,
que, con su matrimonio, Tortosa y Lérida, y serían reyes de Aragón JUNTO A SUS HIJOS, ISABEL Y ALFONSO.
estableció un principio estableciendo lo que fue y condes de Barcelona,
territorial que sigue la Marca Hispánica hasta uniendo a la corona de
vigente en nuestros días. que, llegado el momento, Aragón los territorios
Hija de Ramiro II el aprovecharon el cambio del condado catalán.
Monje y de Inés de de dinastía en el Imperio Así, el condado de
Poitiers, Petronila nació Carolingio para dejar de Barcelona iría pasando
en 1136 para convertirse, jurar lealtad y convertirse de generación en
con sólo un año, en en entes autónomos. generación hasta
reina de Aragón. Con Entre todos ellos destacó Fernando II de
esa misma edad celebró el condado de Barcelona Aragón, y, siglos más
esponsales con quien del que sería titular, tarde, en nuestros
habría de convertirse precisamente, Ramón días, al actual rey
en su marido, Ramón Berenguer IV. Felipe VI.

24 CLÍO
LOS REYES CATÓLICOS IMPARTIENDO
JUSTICIA, OBRA QUE SE EXPONE EN EL
PALACIO REAL DE MADRID.

embargo, para celebrar los esponsales incondicional de los novios. Sin em- momentos no hablaba con el rey, sino
se temía que Enrique IV se inmiscuyera, bargo, la mayoría de los historiadores con su sobrino, a lo que Isabel le replicó:
por lo que hubo de idearse un plan que están de acuerdo al presentar el enlace “el rey no tiene parientes ni amigos, sola-
permitiera el casamiento eludiendo las como puramente político. Y lo cierto es mente súbditos”.
posibles interferencias reales. que no se conocieron hasta unos días
Isabel, que estaba custodiada estrecha- antes de la boda, algo que no influyó GUERRA DE SUCESIÓN
mente en Ocaña, escapó con la excusa en el hecho de que llegaran a amarse CASTELLANA
de visitar la tumba de su hermano Alfonso profundamente. Dejando a un lado los sentimientos de los
en Ávila, y Fernando atravesó Castilla en En este ámbito también se han men- novios, lo incuestionable es que el ma-
secreto, disfrazado como el mozo de cionado a menudo los celos de Isabel, trimonio les costó un disgusto a ambos,
mula de unos mercaderes. Salió como que han sido descritos como patológicos pues los enemistó con el rey Enrique.
tenían previsto y contrajeron matrimonio y han dado lugar a escenas de las que Las aguas bajaron revueltas en los
en el Palacio de los Vivero de Valladolid aún se habla. Y lo cierto es que se le su- años siguientes y, finalmente, con la
en el año 1469 (un par de años después ponen a Fernando un buen número de muerte de Enrique IV, lo inevitable su-
consiguieron la llamada Bula de Siman- galanteos en los años que siguieron (tuvo cedió: Isabel, basándose en el acuerdo
cas, donde el papa Sixto IV dispensaba varios hijos fuera del matrimonio). Aun de los Toros de Guisando, se proclamó
la consanguineidad a cambio de ciertas así, ambos demostraron que se tenían en reina de Castilla y estalló la guerra.
prebendas que incluyeron la ciudad de mucha estima. Se la suele conocer como la Guerra de
Gandía para el hijo del legado papal). Anécdotas que lo ilustren hay muchas. Sucesión Castellana y tuvo muchas más
Esta curiosa anécdota ha dado lugar El aragonés dejó escrito en los últimos implicaciones de las que pudiera parecer
a grandes elucubraciones sobre el amor días de Isabel: “Su muerte es para mí el en un principio. De un lado se situó Juana
mayor trabajo que en esta vida me podría la Beltraneja, de otro Isabel la Católica. Y
venir”. Y ella, estando un día su esposo ambas contaban con significativos apo-
jugando a los dados con su tío, el almi- yos nacionales e internacionales.
rante de Castilla, este ganó la partida y, La Beltraneja se había casado con Al-
eufórico, celebró la victoria. Gesto que fonso V, rey de Portugal, de modo que
la reina se apresuró en recriminarle y el contaba con el apoyo del país vecino,
almirante le respondió que en aquellos al que pronto se sumó Francia, que

La mayoría de los historiadores están


de acuerdo al presentar el enlace como
puramente político. Sin embargo, TAMBIÉN
PARECE CIERTO QUE LLEGARON A AMARSE
PROFUNDAMENTE.
CLÍO 25
ESPECIAL AUSTRIAS

desde años antes venía enfrentándose a


Aragón por el control del Rosellón (en el
litoral mediterráneo de la actual Francia)
y otros pagos del mar interior.
Además, como Francia estaba en gue-
rra con el ducado de Borgoña en aquellos
años, estos últimos tuvieron algunas ac-
ciones a favor de Isabel (nada significa-
tivo). También Inglaterra se inmiscuyó sin
demasiadas consecuencias, y el reino de
Navarra, demasiado ocupado en una gue-
LA SUCESORA DE rra civil, se mantuvo al margen (estaban
ISABEL DE CASTILLA inmersos en una lucha que no sólo era in-
Pese a que todas las figuras históricas testina, sino en la que también intentaban
pueden resultar controvertidas, librarse de caer en las manos de Aragón o
con detractores y admiradores por de Francia, que llevaban años intentando
igual, hay algunas a las que les cuesta apoderarse del reino navarro).
salvarse de la quema, y una de esas El resultado de toda la trama inter-
desdichadas es, sin duda, Isabel II. nacional supuso que la guerra no sólo
Llevó el mismo nombre que La se libró en tierra, sino también en el
Católica, pero ahí termina todo océano Atlántico, donde las flotas por-
parecido. Tras tres matrimonios sin tuguesas se impusieron a las castellanas
descendencia, nació, al fin, Isabel por el control de las riquezas de Guinea
en Madrid, en octubre de 1830. Su (principalmente oro y esclavos).
nacimiento supuso graves problemas En el ámbito doméstico los enfrenta-
dinásticos. Hasta entonces, el heredero mientos se enconaron en más de una re- celo, como quedó demostrado durante
era el hermano de Fernando VII, gión. En el caso de Galicia, por ejemplo, el motín que se produjo en el alcázar de
Carlos María Isidro, quien no aceptó hubo facciones que se rebelaron contra Segovia durante la guerra. En él, temiendo
el nombramiento de Isabel como la corona de Castilla (a la que pertene- por la vida de su hija, cabalgó más de se-
heredera del trono cuando el rey cía el antiguo reino gallego) y buscaron senta kilómetros con sólo tres guardias y,
derogó la prohibición de reinar a las alianzas con Portugal. desobedeciendo los consejos del obispo,
mujeres (la llamada Ley Sálica). La guerra, finalmente, terminó en el se enfrentó a la turba ganándose la fide-
Para colmo, al poco murió Fernando año 1479 con la firma del llamado Tra- lidad del pueblo de Segovia. Además, su
VII y, con el trono vacío, el escenario tado de Alcáçovas, que reconocía a Isa- actividad en las campañas militares dejó
quedó expedito para las que se bel y Fernando como reyes de Castilla, prueba también de su carácter innovador,
conocerían como guerras carlistas. En y otorgaba a Portugal la hegemonía del pues se hacía acompañar de médicos y ci-
tanto, la pequeña reinaba pero bajo las Atlántico con la excepción de las islas rujanos (buena parte de ellos hebreos) para
regencias, primero de su madre y, más Canarias. Este asunto traería consecuen- atender a las tropas, lo que la convierte en
tarde, del general Espartero. cias que levantarían ampollas después del una precursora del moderno concepto de
Se produjo la llamada Sublevación descubrimiento de Colón, lo que llevaría hospital de campaña.
de la Granja y también la controvertida finalmente a la firma del famoso Tratado
desamortización de Mendizábal. de Tordesillas, en el que ambas monar-
Se siguieron años complejos quías se repartieron el mundo conocido.
marcados por el caciquismo. La última Durante el conflicto se produjo una cu-
etapa de su reinado fue de clara riosa anécdota que demostró el peculiar
descomposición política. Se dio una carácter de Isabel. Madre comprometida
grave crisis económica y las clases con el futuro de sus hijos, los instaba conti-
media y obrera exigieron un cambio en nuamente a prepararse para reinar y acep-
profundidad de las políticas aplicadas. tar los sacrificios que el cargo conllevaba.
El final llegó con la incruenta batalla de Ella acompañó en esos días a Fernando en
Alcolea, que abrió las puertas al triunfo las campañas militares (se quedaba en reta-
de la revolución de 1868. La revuelta guardia y se aseguraba de que no le faltase
supuso el destronamiento definitivo de nada a las tropas, además de participar en
Isabel II, quien, en 1870, abdicó desde los consejos de su esposo; y eso mismo se-
su exilio en su hijo Alfonso XII. Isabel II guiría haciendo durante años, incluso en el
murió el 9 de abril de 1904 en París. largo asedio a Granada), y llevaba consigo
a sus hijos, a los que protegió siempre con

26 CLÍO
ISABEL DICTA SU TESTAMENTO, JUNTO A
SU MARIDO, FERNANDO EL CATÓLICO. ÓLEO
DE EDUARDO ROSALES, MUSEO DEL PRADO,
MADRID.

LA RIVALIDAD CON JUANA escrito por consejeros de su círculo, pero ceso colonizador fue mucho menos san-
Por otro lado, antes, especialmente du- ella lo firmó y en él se incluyen muchas griento que otros coetáneos y posteriores.
rante, y con menos fuerza, después de más acusaciones y reproches hacia su Sin embargo, no hay que olvidar
la guerra, La Beltraneja puso tanto como madrina. Por ejemplo, también se men- que durante su reinado se estableció
pudo de su parte para desprestigiar a su ciona el dichoso asunto de la consangui- la Santa Inquisición, se expulsó a los
imparable rival Isabel. neidad de Isabel y Fernando, que hubiera judíos, se creó la Santa Hermandad
Siempre la llamó, despectivamente, anulado su matrimonio. para proteger a los comerciantes (una
reina de Sicilia, negándole su condición especie de cuerpo de policía para la
de castellana (Fernando, además de here- Y, POR FIN, ISABEL REINÓ represión del bandidaje), se conquistó
dero al trono de Aragón era rey de Sicilia) Coincidiendo con el fin de la guerra Granada y hubo guerras en Italia.
y malmetió cuanto pudo. En un manifiesto por la sucesión al trono de Castilla, Y así, llegó el final de los días de Isa-
firmado en el año 1475, La Beltraneja murió Juan II de Aragón, su hijo Fer- bel la Católica. Algunos médicos de la
acusa a Isabel de haber envenenado a En- nando ascendió al trono y el matrimo- época dijeron que la culpa fue de las
rique IV para acelerar su ascenso al trono. nio con Isabel significó al fin la unión largas campañas militares y las muchas
El texto no resulta propio de una mucha- de ambas coronas. horas a caballo, cabalgando. No po-
chita de su tierna edad, probablemente fue A partir de ese instante, Isabel y Fer- demos tener la certeza de las causas,
nando reinarían lidiando con el enorme pero la reina enfermó. Probablemente
proyecto de reconquistar Granada. el cúmulo de desgracias no ayudó y,
Apareció, en circunstancias bien co- en apenas tres años, la enfermedad la
nocidas, Cristóbal Colón, y se descubrió consumió hasta que falleció en Medina
un nuevo mundo, ante el que Isabel fue del Campo en noviembre de 1504 (las
muy ecuánime, pues se esforzó, desde la últimas investigaciones abogan porque
lejanía de Castilla, para que no se come- pudo tratarse de una hidropesía a causa
tieran abusos contra los indígenas y para de un cáncer de útero). Lo cierto es que
que se los cristianizara. murió acosada por desgracias familiares:
El tema es truculento y espinoso, y ha había muerto su madre, su único hijo
dado lugar a mucha literatura, pero fuera varón, su primogénita y uno de sus nie-
de los razonamientos políticos, la Histo- tos. Además, su hija Juana, la que sería
ria nos dice que los Reyes Católicos bien conocida por la Historia como La Loca,
pudieron quedar escasos de buenas ac- empezó a comportarse de manera du-
ciones en las nuevas tierras, pero no de dosa, y su esposo, Felipe el Hermoso, la
buenas intenciones. No en vano, su pro- trataba con desaire.

CLÍO 27
ESPECIAL AUSTRIAS

"LA CONFINADA" TAL VEZ HABRÍA RESULTADO UN APODO MUCHO MÁS


APROPIADO PARA LA PRIMERA PERSONA QUE, EN REALIDAD, OSTENTÓ EL
PODER EN LOS REINOS QUE CONFORMARÍAN LO QUE HOY CONOCEMOS
COMO ESPAÑA. SU NOMBRE ERA JUANA, Y LA LLAMARON "LA LOCA".
POR TEO PALACIOS

28 CLÍO
LA DEMENCIA DE
JUANA, RETRATADA POR
LORENZO VALLÉS.

RA LA TERCERA HIJA DEL MATRIMONIO parecía destinada a hacer brillar los reinos españoles en
FORMADO ENTRE FERNANDO II DE Europa como nunca antes había ocurrido.
ARAGÓN E ISABEL DE CASTILLA. ISABEL
FUE LA PRIMOGÉNITA. LUEGO VENDRÍA EL COMETIDO DE JUANA
JUAN X\PLU [HTIPtU T\YP} KL \UHZ ÄL- +LOLJOVZ\ZWHKYLZJVU[HIHUJVULSSHWHYHX\LHZxM\LYH
bres antes que sus padres. Isabel y Fernando necesitaban aislar a la monarquía francesa,
Juana nació en Toledo, algo más de un año después que su gran enemiga, y como era habitual en aquel tiempo, no
su hermano Juan. Y ya siendo niña demostró que se tra- K\KHYVULU\ZHYHZ\OPQHJVUKPJOVÄU3HWYVTL[PLYVUJVU
taba de una mujer hermosa, de cabello rubio, piel pálida Felipe, llamado "El Hermoso". Era el heredero de las casas de
`UHYPaÄUH`UVISL+LZ[HJ}LUZLN\PKHLUHSN\UHZHY[LZ Habsburgo y Borgoña, con lo que cumplía a la perfección
como la música, que a la larga le servirían como refugio; y con los deseos de los Reyes Católicos.
mostraba una gran inteligencia. Nada hacía presagiar por Juana viajó a los Países Bajos con diecisiete años para
entonces lo triste que sería su vida. Más bien al contrario, contraer el matrimonio pactado por sus padres. Es muy

CLÍO 29
ESPECIAL AUSTRIAS

probable que no llevara grandes ex-


pectativas al respecto, sabiendo que
aquello no era más que un matrimo-
nio político. Sin embargo, entre los
novios se produjo casi de inmediato
una corriente de cariño que fue muy
bienvenida.

JUANA HEREDERA
Los acontecimientos que llevaron a
Juana a convertirse en la heredera al
trono de Castilla fueron inesperados
y se produjeron en un breve espacio
de tiempo. Poco después de la boda
entre Felipe y Juana moría Juan, el
heredero de los Reyes Católicos. Ya
había contraído matrimonio cuando
falleció. De hecho, hubo quien ase-
guró que la muerte se produjo por
sus excesos sexuales con su esposa. LOS REYES CATÓLICOS,
El propio Carlos V aconsejó a su hijo PADRES DE JUANA LA LOCA.
Felipe que durante los primeros años
de matrimonio no cometiera excesos
en ese sentido, pues eso había lleva-
do a su tío a la muerte. Unos meses De este modo, en 1500, JUANA SE
más tarde, durante el parto, moría la CONVIRTIÓ EN LA HEREDERA de los Reyes
hija de este.
Esto convertía en heredera a Isa-
Católicos contra todo pronóstico, provocando
bel de Castilla, la primogénita. Tras que la reina Isabel de Castilla le pidiera que
enviudar, Isabel había contraído ma- regresara con premura de Flandes.
trimonio con Manuel I de Portugal,
casi obligada por sus padres, ya que
ella prefería dedicarse a una vida de LA DEMENCIA DE JUANA donara a su esposa, que por entonces
retiro y oración. Aunque al principio Hasta ese momento, nadie había ha- estaba en su cuarto embarazo, y regre-
M\LYLHJPHÄUHSTLU[LHJLW[}LSLU- blado sobre su locura. Más bien al con- sara a sus propias tierras. No pasaría
lace si los judíos eran expulsados de trario. El Obispo de Córdoba, Juan de mucho tiempo antes de que empezara
Portugal. Poco tiempo después del Fonseca, que fue el emisario enviado a a ponerse en tela de juicio la facultad
enlace, embarazada, ella y su es- los Países Bajos para requerir la vuelta de Juana para ejercer el reinado.
poso viajaron a Castilla. El parto se de la Infanta, informaba de que Juana Las primeras dudas se plantearon
produjo en agosto. Dio a luz un hijo era tenida por una persona cuerda y en las Cortes de Toledo de 1502. Isa-
que podría haber unido las coronas asentada. Un embajador decía de ella bel pretendía que su hija heredara en
de Portugal, Castilla y Aragón, (no que pocas veces se había visto tanta exclusiva su reino, pero parece que
fue así porque el pequeño moriría cordura en una persona de tan poca tanto Fernando de Aragón como Feli-
un par de años más tarde). La propia edad. Y con esa premisa, Juana fue re- pe el Hermoso no estaban por la labor.
Isabel murió durante el parto. conocida como heredera de Castilla En esas Cortes, Isabel planteó su tes-
De este modo, en 1500, Juana se tan pronto como ella y su esposo, Feli- tamento, y en él se expresaba que su
convirtió en la heredera de los Re- pe, llegaron al reino de su madre. reino pasaría a su hija, si bien, en caso
yes Católicos contra todo pronóstico, Pero Felipe se mostró resentido, pues de que Juana no quisiera, o no pudiera
provocando que la reina Isabel de de repente había perdido importancia, ejercer el reinado, o incluso en caso de
Castilla le pidiera que regresara con ya que se le consideraba únicamente que estuviera fuera de él, la Regencia
premura de Flandes. rey consorte. Eso motivó que aban- recaería sobre Fernando.

30 CLÍO
A LA IZQUIERDA, JUANA
RETRATADA POR JUAN DE
FLANDES.

Que Felipe el Hermoso también ha- embargo, la Infanta española pronto des-
bía puesto sus ojos en la Corona caste- cubrió que no sería la única mujer en el
llana se evidencia por el hecho de que lecho de su esposo. Ella le dedicaba una FELIPE, CAUSA DE
Isabel dejó establecido que no se po- devoción absoluta, pero toda la Corte LOCURA ANTES Y
drían dar cargos, ni eclesiásticos ni civi- JVUVJxHIPLUSHZPUÄKLSPKHKLZKLSHZX\L DESPUÉS DE SU MUERTE
les, a personas que no hubieran nacido era víctima. Lo cierto fue que, a pesar de Sin duda, EL DOLOR POR LA
en sus reinos, y se aseguraba de subra- que los hijos empezaron a llegar pronto, MUERTE DE SU ESPOSO
yar el carácter extranjero de Felipe. la actividad sexual de la pareja tenía fuer- TRASTORNÓ A LA REINA.
Por tanto, es muy posible que la condi- tes altibajos, lo que provocaba unos celos Pero parece que ese trastorno fue mucho
ción de "loca" fuera algo poco realista y terribles en Juana, quien estaba segura más allá de lo habitual en esas ocasiones:
Circulan historias que cuentan que su
que se debiera más bien a intereses políti- de que su esposo se solazaba con otras comportamiento durante las exequias estuvo
cos, ya fueran de su padre o de su esposo. mujeres. Muchos estudiosos creen hoy muy alejado de lo normal. El cadáver de
Sin embargo, las actuaciones de Juana que esos celos llegaron a convertirse en FelipeǀŝĂũſƉŽƌďƵĞŶĂƉĂƌƚĞĚĞůĂƐƟĞƌƌĂƐ
llevaban tiempo siendo, en cierto modo, patológicos. Fuera como fuese, aquella ĚĞĂƐƟůůĂ͕ƐŝĞŵƉƌĞĂĐŽŵƉĂŹĂĚŽƉŽƌJuana,
alejadas de lo habitual. Contando quince situación no la ayudó. de quien se cuenta que quiso abrir en varias
ocasiones el féretro para examinar los restos
años, Juana había empezado a mostrar Cuando Felipe regresó a los Países Ba- de su esposo, según unos para contemplarlo,
un comportamiento poco religioso, in- QVZ1\HUHLTWLa}HWVYÄHYWVYYLNYLZHY según otros porque temía que sus restos
cluso escéptico. Para una Infanta de los a su lado, contraviniendo así los deseos fueran robados e intercambiados por otros.
llamados Reyes Católicos esto era un he- de su madre, quien pretendía que perma- No contenta con eso, cuando el presidente
cho más que preocupante; tanto, que su ULJPLYHHZ\SHKVJVULSÄUKLHWYLUKLY ĚĞůŽŶƐĞũŽĚĞĂƐƟůůĂůĂǀŝƐŝƚſũƵŶƚŽĐŽŶ
algunos consejeros para tratar asuntos de
madre pidió que se mantuviera en secre- a manejar las riendas de su reino. Las estado, la reina se negó a recibirlos o a hablar
to. Con todo, no fue hasta su boda cuan- discusiones entre ellas eran tan agrias y con ellos. Se diera cuenta o no, acababa de
do empezaron los verdaderos problemas. tan habituales que pronto provocaron un cumplir uno de los preceptos que su madre
empeoramiento en la salud de ambas. había incluido en su testamento por los que
SU AMOR POR FELIPE Se contaba que Isabel sufría tanto por la se facultaría a Fernando el Católico para
ĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞĞŶƌĞŐĞŶƚĞ͕ƉƵĞƐIsabel había
Juana se enamoró, al parecer locamente, situación que tenía dolores en el pecho. dejado dicho que así había de ser si su hija
de Felipe el Hermoso, quien pareció co- Las disputas llegaron a ser tan gra- "no podía o no quería" atender al reino. Y
rresponderla, al menos al principio. Sin ]LZ X\L 1\HUH M\L JVUÄUHKH LU LS Fernando no desaprovechó la oportunidad.

CLÍO 31
ESPECIAL AUSTRIAS

CONCORDIA DE VILLAFÁFILA castillo de La Mota. Pero no se resig- enviando cartas a los nobles castellanos
El acuerdo establecía que FERNANDO nó a su sino. Al contrario. Para forzar en las que les prometía mercedes si se
EL CATÓLICO RENUNCIABA un encuentro con su madre y que le ponían de su parte en sus aspiraciones
A TODOS SUS DERECHOS permitiera regresar con su esposo, la a convertirse en el rey legítimo de aque-
SOBRE EL REINO DE CASTILLA Infanta permaneció una de las noches llas tierras. Además, se había unido a
en favor de Juana y Felipe el Hermoso, y que más frías del año a la intemperie, des- las aspiraciones francesas de conquistar
sería este quien gobernaría en caso de que calza y casi sin ropa, hasta bien entra- Nápoles si Francia a su vez le apoyaba
su esposa no pudiera hacerlo. Sin embargo, da la madrugada. Isabel no tuvo más en su deseo de reinar Castilla.
&ĞƌŶĂŶĚŽĐŽŶƟŶƵĂƌşĂƌĞĐŝďŝĞŶĚŽůĂŵŝƚĂĚĚĞ
las rentas y derechos derivados de las Indias,
remedio que claudicar. Juana había Pero Fernando fue inteligente y ata-
así como a mantener la autoridad en los logrado lo que deseaba y viajaba de jó el problema francés con presteza
DĂĞƐƚƌĂnjŐŽƐĚĞ^ĂŶƟĂŐŽ͕ĂůĂƚƌĂǀĂLJůĐĄŶƚĂƌĂ͘ vuelta para reunirse con su esposo, cuando contrajo segundas nupcias
WŽƌƷůƟŵŽ͕ƌĞĂůŝnjĂďĂŶƵŶƉĂĐƚŽĚĞĂƉŽLJŽŵƵƚƵŽ pero a cambio había menoscabado con Germana de Foix, sobrina del rey
en caso de ataque por parte de terceros. su dignidad a la vista de todos, lo que francés, con lo que la alianza previa
Cuando Felipe fue a contarle a Juana los
términos del acuerdo, la respuesta de su esposa
erosionaba su posición como reina. con Felipe quedaba anulada. Fernando
mostró que tal vez no estaba en sus cabales. contaba, además, con la adhesión de
Juana se había mostrado indignada por todo JUANA SUBE AL TRONO las ciudades castellanas, que se habían
aquel asunto; muy probablemente porque su No mucho tiempo después moría Isa- puesto de su parte. La situación era de
padre y su esposo se estaban disputando un bel, de modo que Juana y Felipe regre- empate técnico entre suegro y yerno.
reinado que, en realidad, le pertenecía a ella.
saron a la Península, y Juana de nuevo Así las cosas, Fernando y los embaja-
dio muestras de una actuación fuera dores de Felipe llegaron a un acuerdo: la
FELIPE
EL HERMOSO. de lo común. Concordia de Salamanca. Pero Felipe no
Felipe no se había mantenido ocioso estaba muy de acuerdo con sus térmi-
durante el tiempo en que estuvo fuera de nos, ya que, a pesar de que lo reconocía
la Península. Al contrario, había estado rey de Castilla junto a Juana, Fernando

32 CLÍO
FOTO: JOSE LUIS CERNADAS IGLESIAS
DWKΈs>>K>/Ή͕>>h'ZKE
/^>Yh/^KZ>h/Z:hE͘

continuaba en su papel de gobernador


perpetuo, ostentaba el título de Rey de Con independencia del motivo por el que
Castilla y tenía el control de las rentas de falleció su esposo, EL GOLPE PARA JUANA
los Maestrazgos de Órdenes Militares.
7LYVLSÅHTLUJVUV[LUxHWYPZHWVY
DEBIÓ SER TERRIBLE. Amaba a Felipe el
arreglar el asunto. Al contrario, dilata- Hermoso, según parece incluso de una forma
ba el encuentro con su suegro, cons- poco sana.
JPLU[L KL X\L H TLKPKH X\L WHZHIH
LS [PLTWV TmZ UVISLZ ZL \UxHU H Z\
causa y peor era la situación en la FALLECE FELIPE EL HERMOSO JPWHIHLU\UQ\LNVKLWLSV[HLSYLJPtU
que se encontraba el ya anciano rey ,S JHYmJ[LY PULZ[HISL KL 1\HUH ]VS]xH UVTIYHKVYL`ZLHJHSVY}`ILIP}HN\H
HYHNVUtZ;\]PLYVU\UWYPTLYLUJ\LU- HHWHYLJLY[HS]LaSSL]HKHHSL_[YLTV MYxH ,ZV SV OPaV LUMLYTHY HS WHYLJLY
[YV JVU -LSPWL HJVTWH|HKV KL T\- WVY\UHZP[\HJP}UPUKLZLHKH\UTHYP- KLUL\TVUxH`WYV]VJ}Z\T\LY[LKL
JOVZOVTIYLZKLHYTHZ`-LYUHUKVKL KVHSX\LHTHIH`KLSX\LJLSHIHKL THULYH M\STPUHU[L 3HZ ‚S[PTHZ PU]LZ-
\UVZKVZJPLU[VZTPLTIYVZKLZ\*VY- MVYTH HTHYNH \U WHKYL X\L UV WH- tigaciones apuntan a que tal vez podía
te, pero no se llegó a ningún pacto. YLJxHJVUÄHYLULSSH`LU‚S[PTHPUZ- OHILYJVU[YHxKVSHWLZ[L7LYV[HTIPtU
4mZ[HYKL]VS]PLYVUHYL\UPYZLLU=P- tancia, tal vez incluso una depresión. hay quien apuesta porque fuera envene-
SSHMmÄSH`KLIP}ZLY\UHULNVJPHJP}U Todo parecía estar decidido para la UHKVHTHUVZKLZ\Z\LNYVIHZHUKVZ\Z
JVTWSLQH W\LZ J\LU[HU SHZ JY}UPJHZ OPQHKL0ZHILSKL*HZ[PSSH:PULTIHYNV hipótesis en las ganancias políticas que
que las voces que daban unos y otros la situación todavía daría un giro inespe- YLJPIxHJVUZ\T\LY[L
se escuchaban desde la iglesia en la YHKVJ\HUKV-LSPWLT\YP}[HUZVSV[YLZ *VUPUKLWLUKLUJPHKLSTV[P]VWVYLS
que estaban reunidos hasta la casa en TLZLZ KLZW\tZ KL HSJHUaHYZL SH *VU- X\LMHSSLJP}Z\LZWVZVLSNVSWLWHYH1\H-
SHX\LZLHSVQHIHLSYL``X\LZLZP[\H- JVYKPHKL=PSSHMmÄSH(KLTmZSVOPaVKL UHKLIP}ZLY[LYYPISL(THIHHZ\THYPKV
IHLUSHWSHaHTH`VY \UHMVYTHWVJVJVT‚U!TPLU[YHZWHY[P- ZLN‚UWHYLJLPUJS\ZVKL\UHMVYTHWVJV

CLÍO 33
ESPECIAL AUSTRIAS

sana, pues su relación no era especial-


mente buena y la Infanta había llegado
a quejarse de que no disponía de dine-
ro para pagar a su séquito y de que su-
fría habitualmente los desplantes de su
marido. Pero, además, en la fecha de la
muerte del rey, Juana estaba embaraza-
da de nuevo, de su sexto hijo, a pesar
de que solo tenía veintisiete años.
La Infanta se encargó de que lo vis-
tieran con sus mejores galas y coloca-
ran el féretro de forma que presidiera
los ritos religiosos que se iban a cele-
brar en su honor. Además, el corazón
de Felipe fue enviado a Bruselas para
CARLOS I DE ESPAÑA Y V DE
que reposara en su tierra. ALEMANIA, HIJO DE JUANA.

LA INCAPACIDAD DE JUANA
El rey aragonés se movió con rapi- en un retrete del palacio de Gantes, mantu- Granada y alejó a Catalina, quien seguía
dez. Tras unos primeros meses en los vo el encierro de su madre; tal vez porque en Tordesillas, del cuidado a su madre.
que la regencia quedó en manos del realmente la creyera loca o tal vez porque Cuatro años más tarde, Juana fue ob-
Cardenal Cisneros, Fernando se hizo de este modo obtenía un reino que de otra jeto de deseo de la revuelta comunera.
cargo del gobierno de Castilla. No forma tardaría en quedar bajo su mando. Entre 1520 y 1522, varias ciudades cas-
dudó en encerrar a Juana en Tordesi- El nuevo rey ordenó al tercer carcele- tellanas, con Toledo y Valladolid a la ca-
llas. Para entonces, el rumor de que ro de Juana que le restringiera el acceso beza, se levantaron contra el nuevo rey.
Fernando había envenenado a Felipe a toda información. El marqués de Denia, Carlos había llegado unos años antes a
corría por todas las villas. que era el nuevo encargado de la custodia Asturias prácticamente sin saber hablar
Juana llegó a Tordesillas acompaña- de la reina, probablemente también se ex- español y rodeado de toda una corte ex-
da de su hija mayor, Catalina, y del fé- cedió en sus atribuciones, pues retiró en tranjera, lo que suponía una pérdida de
retro de su esposo. No puso fácil su en- secreto el féretro de Felipe para llevarlo a PUÅ\LUJPHKLSHUVISLaHLZWH|VSH
cierro a los encargados de su custodia,
pues se negó a cooperar en todo lo que
pudo, a tal punto que su primer captor,
Mosén Ferrer, indicaba que había teni-
LA ENTREVISTA A JUANA
do que comportarse con ella de forma
violenta porque temía que se quitara la EN ESA ENTREVISTA VHJXtDDSDUHFLHQGRFRQ HQUHDOLGDG-XDQDQR
vida, cosa que le aterraba que pudiera JUANA SE ENTERÓ HOWtWXORGHUHLQDHQWRGRV HVWDEDORFD/DUHLQD
ocurrirle a la reina estando bajo su cui- DE QUE SU PADRE ORVGRFXPHQWRV KDEtDDVHJXUDGRTXH
dado, y para obligarla a comer, pues se HABÍA MUERTO 'XUDQWHODHQWUHYLVWD VLQRKDEtDKHFKR
negaba a hacerlo. Ese maltrato le costó cuatro años atrás, y que -XDQDVHPRVWUyWULVWH QDGDKDVWDHQWRQFHV
que el Cardenal Cisneros lo relevara de ahora su hijo era rey. \DVHJXUyVHQWLUVH HUDSRUWHPRUDORTXH
su puesto. 4XHORVÀDPHQFRVTXH FXOSDEOHSRUODVLWXDFLyQ SXGLHUDRFXUULUOHD
El segundo de los hombres pues- DFRPSDxDEDQDCarlos TXHYLYtDQVXVV~EGLWRV VXVKLMRV/D-XQWDGH
tos para su vigilancia la trató con FRPHWtDQDEXVRV\ /HVGLMRTXHKLFLHUDQOR $YLOpVVHWUDVODGyD
más respeto, y decía que si bien TXHORVFRPXQHURV QHFHVDULRSDUDcastigar 7RUGHVLOODV\SDUHFLy
era cierto que por la fuerza nada se GHVHDEDQFRORFDUD a los malos<FRQHOOR TXH-XDQDUHYLYtD
conseguía con ella, si se usaba la JuanaHQHOOXJDUTXHVH ODUHYXHOWDFRPXQHUD SXHVGHSURQWRFDPELy
razón se podían conseguir buenos PHUHFtDDOIUHQWHGHVX HQFRQWUyMXVWL¿FDFLyQ VXDFWLWXG\FRPHQ]y
resultados. UHLQR'HKHFKR-XDQD SROtWLFD DSUHRFXSDUVHGH
A la muerte de Fernando, Carlos, el QRKDEtDVLGRGHFODUDGD &RPHQ]DURQSRU FXDQWRRFXUUtDDVX
hijo que Juana había traído al mundo QRDSWDSDUDHOSXHVWR\ LQWHQWDUGHPRVWUDUTXH alrededor.

34 CLÍO
JUNTO A ESTAS LÍNEAS,
JUANA FRENTE AL SEPULCRO
DE FELIPE II. OBRA DE
FRANCISCO PRADILLA Y ORTIZ
QUE PUEDE VERSE EN EL
MUSEO DEL PRADO.

Los sublevados se acordaron de que ha-


bía otra persona que podía ostentar el po- Fernando se hizo cargo del gobierno de
der. Que, de hecho, era la legítima deposi-
taria de la Corona, y que estaba encerrada
Castilla. NO DUDÓ EN ENCERRAR A JUANA
en Tordesillas desde hacía años. Se produ- EN TORDESILLAS. Para entonces, el rumor de
jo un asalto a la fortaleza y el marqués de que el rey católico había envenenado a Felipe
Denia, que custodiaba a la reina, se vio
obligado a permitir que una delegación se
el Hermoso corría por todas las villas.
entrevistara con ella.
Pero las palabras de la reina por sí solas
no servían de nada. Era necesario que es- nes. Se sabe que sus hijos, e incluso sus to en que su hija Catalina se despidió de
[HTWHYHZ\ÄYTHLUSVZKVJ\TLU[VZX\L nietos, la visitaban frecuentemente, si se ella en 1525 para contraer matrimonio,
JLY[PÄJHIHUZ\KLZLVKLVZ[LU[HYSHJVYVUH tienen en cuenta los viajes de la época. se unió la física, ya que prácticamente
y la denuncia del complot que, aseguraba, En ocasiones permanecieron con ella va- quedó incapacitada para caminar.
la había apartado del poder desde hacía rios días, y en general, coincidían en que Juana la Loca murió en 1555, tras ha-
casi quince años. Y Juana se negó a hacer- había perdido la razón. Llegó a barajarse ber pasado medio siglo cautiva de su pa-
lo. No hubo forma de convencerla. la posibilidad de que hubiera sido presa dre y su hijo. A día de hoy, los especialis-
Tiempo después, el ejército de Carlos KLSVZKLTVUPVZ(SÄU`HSJHIVU\UJH tas siguen debatiendo sobre si realmente
llegó a Tordesillas y ocupó la plaza, restitu- fue especialmente religiosa. había perdido la razón o no y cuál podría
yendo al marqués de Denia en su puesto. El estado de Juana fue empeorando a ser su diagnóstico. Algunos han dicho
Para bien o para mal, Juana no abando- medida que pasaban los años. Desaten- que sufría la misma enfermedad heredita-
naría Tordesillas en lo que le quedaba de dió su aseo y su cuidado. Dejó de peinar- ria que había tenido su abuela, Isabel de
vida. Su hija Catalina, al escribirle a su her- se, en ocasiones no se quería ni vestir y se Portugal. Otros aseguran que sufría psi-
THUV*HYSVZSLUV[PÄJHIHX\LUPZPX\PLYH ULNHIHLUYV[\UKVHHZPZ[PYHSVZVÄJPVZ JVZPZLZX\PaVMYtUPJH/H`X\PLUKLÄLUKL
la dejaban pasear por los corredores que sagrados. Hacía años que no se confesa- que padecía de delirios. Hay especialistas
miraban al río, tal vez por temor a que se ba, por más que sus hijos, en especial el que aseguran que en realidad era psicóti-
lanzase al vacío, y que la obligaban a pa- rey, insistían en ello, pues temían que es- ca. O que sufría depresión.
ZHYSHZOVYHZJVUÄUHKHLUZ\OHIP[HJP}U tuviera condenando su alma. Juana llegó No sabremos a ciencia cierta si Juana
que ni siquiera tenía luz. a acusar a sus cuidadoras, ya bajo el rei- había perdido la razón o fue víctima de
Pero si bien es cierto que Juana quedó nado de Felipe II, de brujería y pidió que un complot en su contra. Aunque, sin
encarcelada, también lo es que su familia fueran investigadas por la Inquisición. K\KH LS JVUÄUHTPLU[V HS X\L M\L YL-
no la abandonó en Tordesillas. Más bien A la más que posible decadencia cluida, y las circunstancias que llevaron
al contrario, la visitó en repetidas ocasio- mental, en especial a partir del momen- a ello, hubiera vuelto loco a cualquiera.

CLÍO 35
ESPECIAL AUSTRIAS

36 CLÍO
SEÑOR DE EUROPA

CUANDO SE CUMPLEN 500 AÑOS DE LA ELECCIÓN DE CARLOS DE


HABSBURGO PARA EL TRONO IMPERIAL, PARECE IMPRESCINDIBLE DAR
UN REPASO AL SUCESO QUE FRAGUÓ LOS CIMIENTOS DE LA UNIÓN
EUROPEA. ASÍ COMENZABA LA CARRERA DE OBSTÁCULOS DE CARLOS I
DE ESPAÑA Y V DE ALEMANIA.

POR MONTSERRAT RICO GÓNGORA

CLÍO 37
ESPECIAL AUSTRIAS

L 24 DE FEBRERO DE 1500, EN UNA LETRINA ƚƌŝŵŽŶŝĂůĮĞůĂůĂĐŽŶƐŝŐŶĂĚĞůŽƐ,ĂďƐďƵƌŐŽ͗“Tú, Austria afortu-


DEL PALACIO DE GANTE, NACÍA CARLOS DE nada, cásate, que los que ĂŽƚƌŽƐůĞƐŽƚŽƌŐĂDĂƌƚĞ͕ĂƟƚĞůŽƌĞŐĂůĂ
HABSBURGO MIENTRAS SU MADRE, COͳ Venus”͘zƉƌĞƉĂƌſůĂĚŽďůĞĂůŝĂŶnjĂĚĞƐƵŚŝũĂĐŽŶĞůƉƌşŶĐŝƉĞĚĞ
RROÍDA POR LOS CELOS, ACECHABA LOS MOͳ ƌĂŐſŶLJĚĞĂƐƟůůĂLJĚĞƐƵŚŝũŽ&ĞůŝƉĞĞů,ĞƌŵŽƐŽĐŽŶůĂŝŶĨĂŶƚĂ
VIMIENTOS DE SU GALANTE ESPOSO FELIPE ĚŽŹĂ:ƵĂŶĂ͘WĂƌĞĐĞŽďǀŝŽƋƵĞƋƵĞƌşĂŝŶĐŽƌƉŽƌĂƌůŽƐƚĞƌƌŝƚŽƌŝŽƐ
EL HERMOSO.EŽŚĂďşĂĚĞƉĂƐĂƌŵƵĐŚŽƟĞŵ- ƉĞŶŝŶƐƵůĂƌĞƐĂƐƵǀĂƐƚŽŝŵƉĞƌŝŽ͘
po para que fuera conocida como doña Juana la dƌĂƐůĂŵƵĞƌƚĞĚĞƐƵĞƐƉŽƐŽ͕DĂƌŐĂƌŝƚĂƌĞŐƌĞƐſĐŽŶƐƵƉĂ-
Loca y fuera incapacitada para ejercer el gobierno ĚƌĞLJƚƵǀŽƟĞŵƉŽĚĞĐĂƐĂƌƐĞĐŽŶFiliberto de Saboya antes
ĚĞůƌĞŝŶŽĚĞĂƐƟůůĂƋƵĞŚĂďşĂŚĞƌĞĚĂĚŽĞŶϭϱϬϰ͕ƚƌĂƐůĂŵƵĞƌƚĞĚĞƐƵ ĚĞƉƌŽďĂƌĚĞŶƵĞǀŽĞůĂĐşďĂƌĚĞůĂƐŽůĞĚĂĚ͘sŝƵĚĂƉŽƌĚŽƐ
madre Isabel la Católica͘ƉĂƌƟƌĚĞĞŶƚŽŶĐĞƐƐĞĞƐƚĂďůĞĐŝſƵŶĂůƵĐŚĂ ǀĞĐĞƐ͕ƚĞŶşĂƚŽĚĂƐůĂƐƉĂƉĞůĞƚĂƐƉĂƌĂŝŶŐƌĞƐĂƌĞŶƵŶĐŽŶ-
encarnizada entre Felipe el Hermoso y su suegro Fernado el Católico ǀĞŶƚŽĚĞĐůĂƵƐƵƌĂ͕ƉĞƌŽĚĞĐŝĚŝſĐŽŶƐĂŐƌĂƌĞůƌĞƐƚŽĚĞƐƵƐ
ƉŽƌĞůƌĞŝŶŽĚĞĂƐƟůůĂ͕ŵŝĞŶƚƌĂƐĞŵƉĞŽƌĂďĂůĂƐĂůƵĚŵĞŶƚĂůĚĞĚŽŹĂ ĚşĂƐĂůĂĞĚƵĐĂĐŝſŶĚĞƐƵƐƐŽďƌŝŶŽƐ͕ĞƐƉĞĐŝĂůŵĞŶƚĞĚĞĂƌ-
:ƵĂŶĂ͕ƋƵĞĨƵĞŝŶƚĞƌŶĂĚĂĞŶĞůĐĂƐƟůůŽĚĞdŽƌĚĞƐŝůůĂƐ͘ ůŽƐ͕ĚĞƋƵŝĞŶƐĞĐŽŶǀŝƌƟſĞŶƐƵƚƵƚŽƌĂŚĂƐƚĂƋƵĞĞŶϭϱϭϱĨƵĞ
ƵĂŶĚŽ &ĞůŝƉĞ ŵƵƌŝſ ĞŶ ϭϱϬϲ ƉŽƌ ƵŶĂ ƌĞƉĞŶƟŶĂ ŝŶĚŝƐƉŽƐŝĐŝſŶ͕ declarada su mayoría de edad.
ĚĞƐƉƵĠƐĚĞũƵŐĂƌƵŶƉĂƌƟĚŽĚĞƉĞůŽƚĂLJĚĞďĞďĞƌĂŐƵĂ
ŚĞůĂĚĂ͕ĞůƉĞƋƵĞŹŽCarlosƋƵĞĚſ͕ũƵŶƚŽĂƐƵƐŚĞƌ- EN EL TRONO
ŵĂŶŽƐ͕ĂůĐƵŝĚĂĚŽĚĞMargarita de Austria͕ ůϮϯĚĞĞŶĞƌŽĚĞϭϱϭϲŵƵƌŝſ&ĞƌŶĂŶĚŽ
hermana del difunto. Margarita había ĞůĂƵŶŝſŶĚĞ Ğů ĂƚſůŝĐŽ Ă ĐĂƵƐĂ ĚĞů ƉŽƚĂũĞ ĂĨƌŽĚŝ-
tenido un papel protagonista en Es- ƐşĂĐŽ͕ ĐŽŶŽĐŝĚŽ ĐŽŵŽ ΗƉĂƐƟĐĐŝ Ăů
ƉĂŹĂĞİŵĞƌĂŵĞŶƚĞĐŽŵŽƉƌŝŶĐĞƐĂ FERNANDO EL ƚĞƐƟĐŽůŝ ĚĞ ƚŽƌŽΗ͕ ĐŽŶ ƋƵĞ ůĞ ŚĂ-
consorte de Asturias y de Gerona ďşĂ ĂƟďŽƌƌĂĚŽ ƐƵ ũŽǀĞŶ ĞƐƉŽƐĂ
cuando contrajo matrimonio con CATÓLICO con Germana Germana de Foix͕ ƋƵĞ ƉĞĐĂďĂ
el príncipe Juan͕ƉƌŝŵŽŐĠŶŝƚŽĚĞ ĚĞ&ŽŝdžŶŽŶĂĐŝſŶŝŶŐƷŶ ĚĞŐƵůĂ͘sŝƵĚŽĚĞ/ƐĂďĞůůĂĂ-
ůŽƐZĞLJĞƐĂƚſůŝĐŽƐ͕ĂƋƵŝĞŶĐŽŶ- ƚſůŝĐĂĂĐĐĞĚŝſĂĐŽŶƚƌĂĞƌŶƵĞ-
ƐƵŵŝſĞŶƵŶĂƐŶŽĐŚĞƐĚĞƉĂƐŝſŶ ŚŝũŽǀĂƌſŶ͕ƉŽƌůŽƋƵĞĞů ǀĂƐ ŶƵƉĐŝĂƐ ĐŽŶ ůĂ ĨƌĂŶĐĞƐĂ͕
ĨĞďƌŝů͘ ^Ƶ ƐƵĞŐƌĂ͕ Ăů ƚĂŶƚŽ ĚĞ ƐƵ que era sobrina de Luis XII de
ĂƌĚŽƌĐŽŵďĂƟǀŽĞŶůĂĐĂŵĂ͕ŚŝnjŽ trono recaía sobre los Francia͕ ƉŽƌƋƵĞ͕ ĐŽŶ ůĂ
caso omiso a las recomendaciones
ĚĞ ůŽƐ ŵĠĚŝĐŽƐ͕ ƋƵĞ ĂƉĞůĂďĂŶ ƉŽƌ
hombros de su nieto ŵƵĞƌƚĞ ĚĞ :ƵĂŶ͕ Ğů
ƌĞŝŶŽ ĚĞ ƌĂŐſŶ
ĞƐƉĂĐŝĂƌůŽƐĐŽŝƚŽƐ͕ĐŽŶƵŶĂƐĞŶƚĞŶĐŝĂ Carlos. se había que-
ƚĂŶ ďƌĂǀĂ ĐŽŵŽ ĐĂƚſůŝĐĂ͗ ͞Aquello que dado sin suce-
Dios ha unido no debe separarlo el hombre”. sor. Aunque era
ůĚĞƐĚŝĐŚĂĚŽƉƌşŶĐŝƉĞ:ƵĂŶŵƵƌŝſĞŶϭϰϵϳ ƐĞdžĂŐĞŶĂƌŝŽ͕ &ĞƌŶĂŶĚŽ
de una tuberculosis fulminante seis meses después ƐĞĂƉůŝĐſŚĂƐƚĂƐƵƐƷůƟŵĂƐŚŽƌĂƐ
ĚĞ ůĂ ďŽĚĂ͘ ^Ƶ ũŽǀĞŶ ĞƐƉŽƐĂ ĞƐƚĂďĂ ĞŵďĂƌĂnjĂĚĂ͕ ƉĞƌŽ ƉŽƐŝďůĞ- ĞŶĂƐĞŐƵƌĂƌƵŶĚĞƐĐĞŶĚŝĞŶƚĞĂůĂĐŽƌŽŶĂ͕ƉĞƌŽ
ŵĞŶƚĞĂĐĂƵƐĂĚĞůĚŝƐŐƵƐƚſĂďŽƌƚſ͘DĂƌŐĂƌŝƚĂƚĞŶşĂϭϳĂŹŽƐLJŚĂ- ŶŽƉƵĚŽƐĞƌLJƉĂƐſĂŵĞũŽƌǀŝĚĂĞŶƵŶƉƵĞďůŽĞdž-
ďşĂƐŝĚŽĚĂĚĂƉŽƌƉƌŝŵĞƌĂǀĞnjĞŶŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽĂ Carlos de Francia͕ tremeño llamado Madrigalejo cuando se dirigía al
ƋƵŝĞŶůĂƌĞƉƵĚŝſƐŝŶƚĞŶĞƌƌĞůĂĐŝŽŶĞƐşŶƟŵĂƐĐŽŶĞůůĂ͘ĞŵŽĚŽ ŵŽŶĂƐƚĞƌŝŽĚĞ'ƵĂĚĂůƵƉĞ͘ĞŚĂďĞƌŶĂĐŝĚŽƵŶŚŝũŽ
que su padre el emperador MaximilianoƐŝŐƵŝſĐŽŶƐƵƉŽůşƟĐĂŵĂ- ǀŝǀŽĚĞĂƋƵĞůůĂƵŶŝſŶ͕ŚŽLJůĂŚŝƐƚŽƌŝĂƋƵĞĞƐƚĂŵŽƐŶĂ-

ϱϬϬHK^,/^dKZ/ Retrato de Margarita


de Austria con
ǀĞƐƟŵĞŶƚĂĚĞǀŝƵĚĂ͘
E/D/EdK DzKZ1
ĞƌŶĂĞƌĚǀĂŶKƌůĞLJ͘
Z>K^/^WHzs>DE/ EϭϱϭϱZ>K^/>EM>DzKZ1
E/M>Ϯϰ&ZZK>HKϭϱϬϬ͕E> ͘,^d^DKDEdK&h
W>/K'EdΈ>'/Ή͘ hKWKZ^hd1͕DZ'Z/d
h^dZ/͘

38 CLÍO
Busto del emperador
situado en Cuacos de
rrando habría sido de otro modo, porque la Corona de Aragón, que
Yuste, frente a la casa integraba territorios tan variopintos como Nápoles, Cerdeña, Rose-
que habitó su hijo llón, Neopatria o Atenas... hubiera caído en la órbita francesa, como
natural Jeromín, don
Juan de Austria.
se esperaba de la calculada maniobra del rey francés Luis XII.
Fernado el Católico apeló a la conciencia de su nieto para que, a su
ŵƵĞƌƚĞ͕Ă'ĞƌŵĂŶĂůĞĨƵĞƌĂŶƐĂƟƐĨĞĐŚĂƐůĂƐƌĞŶƚĂƐĚĞEĄƉŽůĞƐLJƉĂƌĂƋƵĞ
no desamparara a su viuda: “Porque no le quedaba, después de Dios, otro
ƌĞŵĞĚŝŽĚŝƐƟŶƚŽĂĞů͟, dijo. Carlos, obediente, se volcó en consideraciones
ĐŽŶƐƵũŽǀĞŶĂďƵĞůĂƉŽůşƟĐĂ͕ŚĂƐƚĂĞůƉƵŶƚŽĚĞĚĞũĂƌůĂĞŵďĂƌĂnjĂĚĂ͕LJĞŶ
1518 nació una hija llamada Isabel que se perdió entre las penumbras de
la Historia. Carlos, en el suma y sigue de las mercedes ofrecidas, le dio a
Germana en matrimonio primero al Johann de Brandenburgo, y después
al duque de Calabria –al que don Francés de Zúñiga, autor de la Crónica hi-
larante del emperador Carlos V, se refería como “el del rostro cadavérico”.
&ĞƌŶĂŶĚŽĞůĂƚſůŝĐŽŚĂďşĂĞĚƵĐĂĚŽĂůĂůƵnjĚĞƐƵĐŽƌƚĞĂƐƵŶŝĞƚŽƉƌĞ-
dilecto el infante Fernando, nacido tres años después que Carlos. A la
ŵƵĞƌƚĞĚĞ&ĞůŝƉĞĞů,ĞƌŵŽƐŽ͕ƐĞĞŶƚĂďůſƵŶĂůƵĐŚĂĞŶĐĂƌŶŝnjĂĚĂƉŽƌůĂ
custodia del niño entre sus abuelos, llegando el emperador Maximiliano
a promover un frustrado secuestro cuando se hallaba en su residencia
de Simancas. Encariñado con el chiquillo, Fernando llegó a redactar un
testamento secreto en 1512 otorgándole el gobierno de los reinos y de
ůŽƐŵĂLJŽƌĂnjŐŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐ͕ƉĞƌŽůŽĚĞƐĞƐƟŵſƉŽƌƋƵĞAdriano de Utrech
ʹƉƌĞĐĞƉƚŽƌĚĞůƉƌşŶĐŝƉĞĂƌůŽƐʹůĞŚŝnjŽǀĞƌƋƵĞĞƐƚĂďĂƐĞŵďƌĂŶĚŽůĂĚŝƐ-
cordia entre dos hermanos, y pactó con él la forma de alejarlo de España.
En 1520 Adriano de Utrech fue nombrado por Carlos I regente de Espa-
ña durante su ausencia, cargo que desempeñó hasta que le tocó la lotería
ĚĞůƚƌŽŶŽƉŽŶƟĮĐŝŽƐŝŶŚĂďĞƌĐŽŵƉƌĂĚŽŶŝŶŐƷŶĚĠĐŝŵŽ͘ZĞĐŝ-
ďŝſůĂŶŽƟĐŝĂƐŽƌƉƌĞŶĚŝĚŽĞŶůĂĂƐĂĚĞůŽƌĚſŶĚĞ
Vitoria, donde vigilaba la marcha de la guerra de
Navarra contra Enrique de Albret, que reivindica-
ďĂĚĞƌĞĐŚŽƐĚŝŶĄƐƟĐŽƐĂnjƵnjĂĚŽƉŽƌFrancisco I, rey
ĚĞ&ƌĂŶĐŝĂ͘^ƵƉŽŶƟĮĐĂĚŽŶŽůůĞŐſĂĐƵŵƉůŝƌůŽƐĚŽƐ
ĂŹŽƐ͕ƐĞŐƷŶĨƵĞŶƚĞƐƐƵƉĞƌƐƟĐŝŽƐĂƐƉŽƌƋƵĞŚĂďşĂĐŽŵĞƟ-
do el error de retener su nombre de pila –Adriano VI–, aun-
ƋƵĞůĂǀĞƌĚĂĚĨƵĞĚŝƐƟŶƚĂ͘

SU LLEGADA A ESPAÑA
Conocido el óbito de su abuelo Fernando en 1516, Carlos preparó
la expedición que tenía que llevarlo a España, aunque retrasó el viaje

GERMANA DE EN ESPAÑA
CARLOS I LLEGÓ A ESPAÑA
FOIX EL 17 DE SEPTIEMBRE
CARLOS I TUVO UNA HIJA,
DE 1517, AL PUEBLO
ISABEL, CON SU ABUELA
ASTURIANO DE TAZONES.
POLÍTICA, GERMANA DE
FOIX.

CLÍO 39
ESPECIAL AUSTRIAS

ĐƵĂŶĚŽŝŶƚĞƌĐĞƉƚſƵŶĂĐĂƌƚĂĚĞůĐŽŶĚĞƉĂůĂƟŶŽĞŶůĂƋƵĞĚĞ- UN REY POCO QUERIDO


claraba su amor a su hermana Leonor͘ƵŶƋƵĞĞŶĞƐĂƐĨĞĐŚĂƐĂƷŶ ĂĚŽƋƵĞĂƌůŽƐŶŽĞƌĂďŝĞŶǀŝƐƚŽƉŽƌůŽƐĞƐƉĂŹŽůĞƐ͕ƋƵĞƉƌĞ-
no había despuntado su carácter, no le tembló el pulso a la hora ĨĞƌşĂŶ ĐŽŵŽ ƌĞLJ Ă ƐƵ ŚĞƌŵĂŶŽ &ĞƌŶĂŶĚŽ͕ ĞƐƚĞ ƚƵǀŽ ƋƵĞ ƐĞƌ
ĚĞŝŶŝĐŝĂƌůĂƐƉĞƐƋƵŝƐĂƐŶĞĐĞƐĂƌŝĂƐƉĂƌĂĐŽŵƉƌŽďĂƌƐŝŚĂďşĂŚĂďŝĚŽ ũƵƌĂĚŽƐŝŶƉĠƌĚŝĚĂĚĞƚŝĞŵƉŽĞŶƚŽĚŽƐůŽƐƌĞŝŶŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐ͕
ƌĞůĂĐŝŽŶĞƐşŶƟŵĂƐŽƵŶŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽƐĞĐƌĞƚŽLJĞdžƉƵůƐſĂůĐŽŶĚĞĚĞ ĐĞůŽƐŽƐ ƉŽƌ ŵĂŶƚĞŶĞƌ ƐƵƐ ĨƵĞƌŽƐ͘ >ĂƐ ŽƌƚĞƐ ĐĞůĞďƌĂĚĂƐ ĞŶ
ƉĂůĂĐŝŽ͘>ĂŇŽƚĂ͕ĨŽƌŵĂĚĂƉŽƌĐƵĂƌĞŶƚĂŶĂǀşŽƐ͕ƉĂƌƟſĚĞ&ůĞƐƐŝŶŐĂ sĂůůĂĚŽůŝĚ ĞŶƚƌĞ ĨĞďƌĞƌŽ LJ ŵĂƌnjŽ ĚĞ ϭϱϭϴ LJĂ ũƵƌĂƌŽŶ Ă Ăƌ-
LJ͕ĞŶŵŝƚĂĚĚĞƵŶƚĞŵƉŽƌĂů͕ĨƵĞĂƌĞĐĂůĂƌĞůϭϳĚĞƐĞƉƟĞŵďƌĞĚĞ ůŽƐ ĐŽŵŽ ƌĞLJ͕ ƉĞƌŽ ĂƋƵĞůůŽ ĞƌĂ ĂƐƚŝůůĂ͕ Ğů ƌĞŝŶŽ ĚĞů ƋƵĞ ŶŽ
ϭϱϭϳĞŶůĂƉĞƋƵĞŹĂĂůĚĞĂĚĞdĂnjŽŶĞƐʹĐĞƌĐĂĚĞsŝůůĂǀŝĐŝŽƐĂĚĞƐƚƵ- ĞƌĂŵĄƐƋƵĞƵŶƐŽĐŝŽŐŽďĞƌŶĂĚŽƌ͕ƉŽƌƋƵĞƐƵŵĂĚƌĞ͕ĂƵŶƋƵĞ
ƌŝĂƐʹ͘>ŽƐŽƌŝƵŶĚŽƐůŽƐƌĞĐŝďŝĞƌŽŶĂƉĞĚƌĂĚĂƐLJůĂŶnjĂnjŽƐƉŽƌƋƵĞůŽƐ ĂůŝĞŶĂĚĂ͕ ƐĞŐƵşĂ ǀŝǀĂ͘  ĐŽŶƚŝŶƵĂĐŝſŶ ƉĂƌƚŝſ ƉĂƌĂ ƐĞƌ ũƵƌĂĚŽ
ĐŽŶĨƵŶĚŝĞƌŽŶĐŽŶƉŝƌĂƚĂƐ͕ƉĞƌŽ͕ƐƵƉĞƌĂĚŽĞůĞƌƌŽƌ͕ƐĞƐƵŵĂƌŽŶĂůĂƐ ĞŶƌĂŐſŶ͘ƵĞŶƚĂƵŶĂĂŶĠĐĚŽƚĂƋƵĞ͕ĂƐƵƉĂƐŽƉŽƌĞƐƚĞƚĞ-
ĮĞƐƚĂƐĚŽŶĚĞĐŽƌƌşĂůĂĐĞƌǀĞnjĂĞŶĂďƵŶĚĂŶĐŝĂ͕ďĞďŝĚĂĞdžſƟĐĂƉĂƌĂ ƌƌŝƚŽƌŝŽ͕ƵŶǀĞĐŝŶŽĚĞĂůĂƚĂLJƵĚůĞĞƐƉĞƚſĂůǀĞƌƐƵŵĂŶ-
ĂƋƵĞůůŽƐĚĞŐƵƐƚĂĚŽƌĞƐĚĞǀŝŶŽLJƐŝĚƌĂ͘ ĚşďƵůĂƉƌŽŐŶĄƚŝĐĂ͗ “Majestad, cerrad la boca,
ůĐŽŶŽĐĞƌůĂŶŽƟĐŝĂ͕ĞůCardenal Cisneros, ƋƵĞ que las moscas de estos reinos son tra-
ǀĞŶşĂĂĐƚƵĂŶĚŽĐŽŵŽƌĞŐĞŶƚĞĚĞƐĚĞůĂŵƵĞƌƚĞ viesas”. La mandíbula prominente
de su abuelo, salió al encuentro de Carlos, ůϭϱĚĞĨĞďƌĞƌŽ ĚĞĂƌůŽƐ͕ƋƵĞůĞŝŵƉĞĚşĂƵŶĂĐŽ-
ƉĞƌŽůŽƐŽƌƉƌĞŶĚŝſůĂŵƵĞƌƚĞƌĞƉĞŶƟŶĂ- rrecta masticación, no era más
ŵĞŶƚĞĞŶĞůŵŽŶĂƐƚĞƌŝŽĚĞZŽĂ;sĂůůĂ- ĚĞϭϱϭϵ͕CARLOS I ůůĞŐĂďĂ ƋƵĞ ŽƚƌĂ ĚĞ ůĂƐ ĐŽŶƐĞĐƵĞŶ-
ĚŽůŝĚͿ͘ ^ŝ ĨƵĠƌĂŵŽƐ ƐƵƐƉŝĐĂĐĞƐ͕ ͋ƋƵĞ
ŶŽ ůŽ ƐŽŵŽƐ͕͊ ĐĂďƌşĂ ƉƌĞŐƵŶƚĂƌƐĞ Ɛŝ
a Barcelona para ser jurado ĐŝĂƐ ĚĞ ůĂ ĐŽŶƐĂŶŐƵŝŶŝĚĂĚ
ƋƵĞƚĂŶƚŽĐŽŶƚƌŝďƵLJſĂůĨŝŶ
ŚĂďşĂ ĂůŐƷŶ ŝŶƚĞƌĠƐ ĞŶ ůĂ ĚĞƐĂƉĂƌŝ- ƌĞLJ͘ůůşƌĞĂůŝnjſĞůy/y de la dinastía.
ción de Francisco Jiménez de Cisne-     ů ϭϮ ĚĞ ĞŶĞƌŽ ĚĞ
ros͕ƉŽƌƋƵĞĂƋƵĞůůŽƐŶŽďůĞƐƉĞƌĞnjŽ- ĂƉşƚƵůŽĚĞůdŽŝƐſŶĚĞKƌŽ͕ ϭϱϭϵŵƵƌŝſĞŶtĞůƐʹƵƐ-
ƐŽƐ͕ ŚĞĚŽŶŝƐƚĂƐ LJ ĚĞƐƉŝůĨĂƌƌĂĚŽƌĞƐ͕ ƷŶŝĐĂĞĚŝĐŝſŶĐĞůĞďƌĂĚĂ ƚƌŝĂͲ Ğů ĞŵƉĞƌĂĚŽƌ DĂdžŝ-
ƐŝŶǀŝŐŝůĂŶĐŝĂĂůŐƵŶĂ͕ƌĞĐŝďŝĞƌŽŶƚŽĚŽƐ ŵŝůŝĂŶŽ͕LJĂƵŶƋƵĞĞůƚƌŽŶŽ
ůŽƐĐĂƌŐŽƐĞŶůĂĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂĐŝſŶĚĞůŽƐ ĨƵĞƌĂĚĞ&ůĂŶĚĞƐĚĞƐĚĞƋƵĞ imperial no era hereditario,
reinos, justo cuando a los puertos de ƐŝŶŽ ĞůĞĐƚŝǀŽ͕ ĐŽŵĞŶnjĂƌŽŶ
^ĞǀŝůůĂůůĞŐĂďĂŶůĂƐƌŝƋƵĞnjĂƐĚĞůĂ͞/ŶĚŝĂƐ͟ ůĂŝŶƐƚŝƚƵLJĞƌĂ&ĞůŝƉĞ ƚŽĚŽƚŝĞŵƉŽĚĞŶĞŐŽĐŝĂĐŝŽŶĞƐ
ƌĞĐŝĠŶĚĞƐĐƵďŝĞƌƚĂƐ͘hŶŽĚĞůŽƐŵĄƐĨĂǀŽƌĞĐŝ-
ĚŽƐĞŶĂƋƵĞůƌĞƉĂƌƚŽ͕ĚĞƐƟŶĂĚŽĂĚĞƐĐĂƉŝƚĂůŝnjĂƌ
el Bueno. ƉĂƌĂ ƋƵĞ ĂĚĞŵĄƐ ĚĞ ůĂ ŚĞƌĞŶĐŝĂ
ƉĂƚƌŝŵŽŶŝĂů͕ ĂƌůŽƐ / ĚĞ ƐƉĂŹĂ ŐŽ-
ůŽƐƌĞŝŶŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐ͕ĨƵĞGuillermo de Croy,ƐĞŹŽƌĚĞ njĂƌĂ ĚĞ ůĂƐ ƉƌĞďĞŶĚĂƐ ĚĞů /ŵƉĞƌŝŽ͘ ZĞ-
ŚŝğǀƌĞƐ͕ŵĂLJŽƌĚŽŵŽƐŽůşĐŝƚŽƋƵĞŽƌŐĂŶŝnjĂďĂĂĂƌůŽƐƐƵƐĞŶ- cibió la noticia de la muerte de su abuelo en
ƚƌĞƚĞŶŝŵŝĞŶƚŽƐĐŝŶĞŐĠƟĐŽƐ͘dĂŵďŝĠŶĠůĞƐƚƵǀŽĚĞƚƌĄƐĚĞƐƵĚĞƐĂĨŽƌĂĚĂ ůĂĐŝƵĚĂĚĚĞĂƌĐĞůŽŶĂĚŽŶĚĞŚĂďşĂůůĞŐĂĚŽĞůϭϱĚĞĨĞďƌĞƌŽ
ŝŶŝĐŝĂĐŝſŶƐĞdžƵĂů͘KĚŝĂĚŽƉŽƌůŽƐĞƐƉĂŹŽůĞƐ͕ƋƵĞƉƌŽŶƚŽůŽĂƉŽĚĂƌŽŶ ƉĂƌĂƐĞƌũƵƌĂĚŽ͘&ƵĞƌĞĐŝďŝĚŽĞŶƚƌĞĨƵĞŐŽƐĚĞĂƌƚŝĨŝĐŝŽ͕LJĠů
ĐŽŵŽ͞ĐĂďƌŝƚŽ͕͟ĨƵĞŵĞƌĞĐĞĚŽƌĚĞƵŶĐŚĂƐĐĂƌƌŝůůŽƉŽƉƵůĂƌƋƵĞĚĞĐşĂ͗ ƌĞƐƉŽŶĚŝſĂƚĂŶƚŽĞŶƚƵƐŝĂƐŵŽĐŽŶůĂĐĞůĞďƌĂĐŝſŶĚĞůy/yĂ-
"Libreos Dios, ƉşƚƵůŽ ĚĞů dŽŝƐſŶ ĚĞ KƌŽ ĞŶ ůĂ ĐĂƚĞĚƌĂů ĚĞ ůĂ ĐŝƵĚĂĚ͕ ƷŶŝĐĂ
ducados de dos, ĞĚŝĐŝſŶĐĞůĞďƌĂĚĂĨƵĞƌĂĚĞ&ůĂŶĚĞƐĚĞƐĚĞƋƵĞůĂŝŶƐƚŝƚƵLJĞƌĂ
ƋƵĞĞůƐĞŹŽƌĚĞŚŝğǀƌĞƐ Felipe el Bueno.dĂŵďŝĠŶĞŶĂƌĐĞůŽŶĂĐĞůĞďƌſůĂƐĞdžĞƋƵŝĂƐ
ŶŽƚŽƉſĐŽŶǀŽƐΗ͘ de su abuelo.

dZKEK^WHK> DhZd>
/KYh>K^^WHK>^ DWZKZ
WZ&Z1EKDKZz> Dy/D/>/EK
,ZDEKZ>K^/͕^d >ϭϮEZKϭϱϭϵDKZ1
dhsKYh^Z:hZK^/E >DWZKZDy/D/>/EK͘
WZ/d/DWK͘>^KZd^ hEYh>dZKEKEKZ
s>>K>/>:hZZKE ,Z/dZ/K͕Z>K^/^d
EdZ&ZZKzDZK /^Wh^dK/EdEdZ,Z^
ϭϱϭϴ͘ KE>͘

40 CLÍO
Grupo escultórico de Carles Terres, de
2013, situado en el camino de acceso al
Monasterio de Yuste.

Este grupo escultórico,


situado en el palacio de
LARGA VIDA AL EMPERADOR gobierno de Florencia,
EL 17 DE JUNIO DE 1519, CARLOS I muestra a Clemente
DE ESPAÑA FUE NOMBRADO REY DE VII colocando la corona
ROMANOS. SOLO FALTABA EL TRÁMITE DE imperial sobre la cabeza de
CORONACIÓN, EL CUAL OCURRIÓ UN AÑO Carlos V. 1540.
MÁS TARDE.

CLÍO 41
ESPECIAL AUSTRIAS

Con la muerte de Maximiliano, Carlos estuvo más cerca Fernando, hermano de Carlos. Se trataba, en algunos casos,
de ceñirse la corona imperial. Pero necesitaba dinero para de territorios aislados y mal comunicados entre ellos.
costear el viaje a Aquisgrán, donde había sido coronado el Como hemos dicho, la dignidad imperial no era heredita-
día de la Natividad del año 800 Carlomagno. De modo que ria, sino electiva, con lo que se hacía imprescindible sobor-
demandó a las Cortes que sufragaran el viaje, con la pro- nar a los príncipes electores –costumbre de una época que
mesa de regresar pronto con la corona ceñida y el cetro por quizá aún no ha decaído en otros planos políticos–. Según
el bien de todos. Los súbditos de estos reinos no lo vieron la Bula de Oro promulgada en 1356 por Carlos IV de Luxem-
tan claro y comenzaron a estallar rebeliones en sus reinos: burgo, la dignidad tenía que ser otorgada por los arzobispos
las Germanías en Valencia y Mallorca y los disturbios de los de Tréveris, Maguncia y Colonia, el rey de Bohemía, el duque
Comuneros en Castilla –que fueron derrotados el 23 de abril de Sajonia, el conde Palatino y el margrave de Bandenburgo,
de 1521 en la definitiva batalla de Villalar. en total siete electores. Solo otro hombre temerario como
Carlos I tuvo la pretensión de convertirse en
EL SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO emperador, nos referimos a Alfonso X el
Fue en el siglo X, cuando Heinrich I – Sabio, rey de Castilla, quien creyó te-
conocido como el cazador de aves,
Conocido el óbito ner algún derecho por ser hijo de
o el pajarero–, en la actual Ale- del emperador Beatriz de Suabia.
mania, consiguió repeler a los Conocido el óbito del em-
lanceros magiares que venían Maximiliano, fue elegido perador Maximiliano, en
del Este y fundó las bases de Frankfurt comenzó el dispo-
una confederación de prínci- FEDERICO DE SAJONIA como sitivo electoral y fue elegido
pes germánicos. Su hijo Otto, sucesor al trono. Sin embargo, Federico de Sajonia, pero
con ese precedente, fundó el inesperadamente declinó
Imperio Sacro Imperio Roma- este declinó el ofrecimiento el ofrecimiento y propuso
no Germánico, podríamos de- que la corona imperial re-
cir que la simiente de la futura y propuso que la corona cayera en el joven príncipe
Unión Europea, porque por pri- recayera en el joven príncipe de España, lo que sentó fatal
mera vez se vislumbraban atisbos al rey de Francia, Francisco I, su
de identidad territorial. de España. más desatado adversario. El 17 de
España nunca fue territorio imperial. junio de 1519, por fin, Carlos I fue
El Imperio originalmente ocupó el centro nombrado Rey de Romanos, pero faltaba
de Europa, aunque llegó a expandirse hasta el el trámite de la coronación, lo que no ocurrió
norte de Italia más proclive a la germanización. La obsesión hasta un año más tarde, y hasta la ratificación del pontífice.
de la dinastía Habsburgo –llamados Austrias en España– por No obstante, desde ese día utilizó la dignidad de “Majes-
el Imperio, tuvo siempre el sentido práctico de aglutinar sus tad”, quedando la de “Alteza” solo para los príncipes. Carlos
territorios patrimoniales, que no eran más que los cantones recibió la noticia de su nombramiento el 6 de julio de 1519
suizos de Carniola, Carintia y Estiria, la Alta y Baja Austria, cuando descendía los pedregosos caminos de la montaña
el Tirol, la Alta Alsacia y el ducado de Württemberg, ca- de Montserrat, donde había acudido en devoción a la “Mo-
sualmente los que su abuelo Maximiliano cedió a su nieto reneta”. El heraldo desplazado para darle la buena nueva

RATIFICACIÓN ELECCIÓN GENEROSA


EL 6 DE JULIO DE 1519 CARLOS I RECIBIÓ LA CARLOS I PUDO ACCEDER AL TRONO
NOTICIA DE SU NOMBRAMIENTO CUANDO IMPERIAL GRACIAS A LA GENEROSIDAD
DESCENDÍA LOS PEDREGOSOS CAMINOS >EYhZK:K&h''ZΈE>
DE LA MONTAÑA DE MONTSERRAT, DONDE /D'E>Z,Ή͕Yh^d/EM
HABÍA ACUDIDO DEBIDO A SU DEVOCIÓN A QUINIENTOS MIL FLORINES A SOBORNAR A
LA VIRGEN DE LA MORENETA. LOS PRÍNCIPES ELECTORES.

42 CLÍO
ISABEL DE PORTUGAL
Z>K^/^WH^^MKE
ISABEL DE PORTUGAL.

fue en conde palatino de Rin quien se postró a sus pies para permitió, aunque accedió a conceder a su hermano el go-
exclamar: "¡Salve emperador de la cristiandad!". bierno de una parte de Austria, a cambio de que renunciara
En la elección de Carlos al trono imperial tuvo mucho que expresamente a cualquier derecho sobre la corona de Es-
ver la generosidad de Jacob Fugger, que empleó quinien- paña y Borgoña –herencia de la abuela paterna María de
tos mil florines para sobornar a los príncipes electores. Su Borgoña–. El 22 de octubre Carlos hizo su entrada solemne
generosidad sin cuento quedó de manifiesto cuando un día en Aquisgrán con mil príncipes y obispos y un séquito espec-
arrojó al fuego de la chimenea, delante del emperador, los tacular acorde con sus delirios de grandeza. La ceremonia
documentos donde se asentaban sus deudas. Bien mirado se fue celebrada por el obispo de Colonia. Acababa de conver-
cobró el favor de otra manera, porque Carlos I le concedió tirse en Rey de Romanos, requisito imprescindible para que
el derecho de explotación de las minas de plata del Tirol, el pontífice pudiera coronarlo emperador. Eso no ocurrió
en Suiza, y de las de mercurio de Almadén, en Ciudad Real. hasta mucho años después, en Bolonia, el 24 de febrero de
Tampoco a los príncipes alemanes les gustó que un solo 1530, día en que el emperador cumplía 30 años, cuando,
hombre concentrara tanto poder y estuvieron tentados de tras el saqueo de Roma de 1527, el papa Clemente VII pudo
nombrar a su hermano Fernando emperador, al menos, de perdonarle que lo hubiera convertido en su rehén en el Cas-
las tierras del Rin, pero Carlos dejó ver su carácter y no lo tel de Sant´Angelo.

ABDICACIONES DE MUERTE
BRUSELAS Z>K^/^WHDhZ/M>
Eϭϱϱϱͳϭϱϱϲ͕Z>K^s:M> 21 DE SEPTIEMBRE DE 1558 EN EL
GOBIERNO IMPERIAL A SU HERMANO DKE^dZ/Kzh^dΈZ^Ή͕
&ZEEKΈE>/D'E> dZ^hED^'KE1z
Z,Ή͕z>dZKEK^WHz FIEBRES CAUSADAS POR EL
>^/E/^^h,/:K&>/W͘ PALUDISMO QUE PADECÍA.
ESPECIAL AUSTRIAS

44 CLÍO
EN LA OTRA PÁGINA, FELIPE
II RETRATADO POR SOFONISBA
ANGUISSOLA. MUSEO DEL PRADO.

LAS “OTRAS REINAS” DE LA MONARQUÍA

LAS MUJERES
DE FELIPE II
FELIPE II, EL REY PRUDENTE, ES UNA DE LAS FIGURAS MÁS ENIGMÁTICAS
DE LA HISTORIA DE ESPAÑA. SIN EMBARGO, LA IMAGEN DEL HOMBRE
RESERVADO Y OSCURO DIFUNDIDA POR SUS ENEMIGOS, QUEDA
SUPERADA POR SU LADO MÁS AFECTIVO Y HUMANO, AQUEL QUE
MOSTRÓ A LAS MUJERES QUE LO ACOMPAÑARON A LO LARGO DE SU
VIDA. MUJERES FUERTES, INTELIGENTES, CULTAS QUE FUERON FIELES
CONSEJERAS DEL MONARCA MÁS PODEROSO DE SU TIEMPO; MUJERES
QUE LLEGARON A ENCARNAR PUESTOS QUE TRADICIONALMENTE NO
ESTABAN DESTINADOS PARA ELLAS.

POR IRENE FERNÁNDEZ SÁEZ

CLÍO 45
ESPECIAL AUSTRIAS

ON TAN SOLO ONCE AÑOS, EL


&hdhZK Zz &>/W // ΈϭϱϮϳͳ
ϭϱϵϴΉ E > KZͳ
d:K &jEZ  > Yh
,1 ^/K > Dh:Z D^
/DWKZdEdE^hs/͗^h
DZ/^>WKZdh'>
ΈϭϱϬϯͳϭϱϯϵΉ͕ Yh ,1 &ͳ
>>/K KDK KE^hE/  hE KZdK͘ DƵũĞƌ
ĐƵůƚĂ͕ŝŶƚĞůŝŐĞŶƚĞLJĚĞŐƌĂŶƚĞŵƉůĂŶnjĂ͕ĨƵĞůĂƌĞŝŶĂĐŽŶƐŽƌƚĞ
ŝĚĞĂůƉĂƌĂƋƵĞCarlos V (1500-1558) depositara en ella toda
ƐƵ ĐŽŶĮĂŶnjĂ ĚƵƌĂŶƚĞ ƐƵ ƌĞŝŶĂĚŽ͘ ƵƌĂŶƚĞ ƐƵƐ ƉƌŽůŽŶŐĂĚĂƐ
ausencias, el emperador delegó en su esposa las riendas del
ΖZ>K^sz&>/W//Ζ͕hE>/EK
ŐŽďŝĞƌŶŽ͕ĂƐşĐŽŵŽůĂĞĚƵĐĂĐŝſŶĚĞƐƵƐŚŝũŽƐ͕ƋƵŝĞŶĞƐƐĞĐŽŶ- EdKE/KZ/^&ZEE͘Dh^K
ǀŝƌƟĞƌŽŶĞŶƵŶƌĞŇĞũŽĚĞƐƵŵĂĚƌĞ͘dĂůLJĐŽŵŽůĂĚĞƐĐƌŝďĞůĂ >WZK͘

historiadora DĂƌşĂ WŝůĂƌ YƵĞƌĂůƚ ĚĞů ,ŝĞƌƌŽ en Las Mujeres


de Felipe II;ϮϬϭϭͿ͗͞/ƐĂďĞůƐƵƉŽĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂƌĂĚŵŝƌĂďůĞŵĞŶƚĞ
ďŝĞŶůŽƐƌĞŝŶŽƐŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐ͕ŽƌŐĂŶŝnjſƐƵĐĂƐĂLJĐŽƌƚĞLJƉƌŽĐƵ-
ƌſĂƐƵƐŚŝũŽƐƵŶĂĞdžĐĞůĞŶƚĞĨŽƌŵĂĐŝſŶ͕ƋƵĞŶŽĞŶƚĞŶĚŝſĚĞ En 1581, la emperatriz decidió regresar al lado de su her-
ƉƌĞƌƌŽŐĂƟǀĂƐĚĞĨƵƚƵƌŽƐĚĞƐƟŶŽƐŶŝĚĞĚŝƐƟŶĐŝſŶĚĞƐĞdžŽƐ͘͟ ŵĂŶŽ&ĞůŝƉĞŚĂƐƚĂĞůĮŶĂůĚĞƐƵƐĚşĂƐ͘ŶĞůƚĞƐƚĂŵĞŶƚŽ͕ĚĞũſ
ƚŽĚŽƐƐƵƐďŝĞŶĞƐLJƌĞŶƚĂƐĂůŽƐũĞƐƵŝƚĂƐ͕ĚĞƋƵŝĞŶĞƐǀĂůŽƌĂďĂƐƵ
JUANA Y MARÍA, INFANTAS... Y REINAS ůĂďŽƌĞĚƵĐĂƟǀĂ͕ƉĂƌĂƋƵĞƌĞĐŽŶƐƚƌƵLJĞƌĂŶĞůŽůĞŐŝŽ/ŵƉĞƌŝĂů͘
ƐƚĞĚƵƌŽŐŽůƉĞĞŶůĂƚŽĚĂǀşĂĞĨşŵĞƌĂďŝŽŐƌĂĨşĂĚĞůŵŽŶĂƌ- ŽŶƌĞƐƉĞĐƚŽĂJuana de Austria (1535-1573), es la his-
ĐĂƐŽůŽƐĞƌşĂĂŵŽƌƚŝŐƵĂĚŽƉŽƌŽƚƌĂƐĚŽƐŵƵũĞƌĞƐ͗ƐƵƐŚĞƌ- ƚŽƌŝĂĚŽƌĂYƵĞƌĂůƚĚĞů,ŝĞƌƌŽůĂƋƵĞĞƐĐƌŝďĞƋƵĞ͕͞ĐŽŶƐŽůŽ
ŵĂŶĂƐůĂƐŝŶĨĂŶƚĂƐMaría͕ĂŹŽLJŵĞĚŝŽŵĂLJŽƌƋƵĞĠů͕LJůĂ ocho años ya hablaba portugués y castellano correcta-
ƉĞƋƵĞŹĂ Juana͗ ĂŵďĂƐ ƐĞ ĐŽŶǀĞƌƚŝƌşĂŶ͕ ĨƵĞƌĂ ĚĞů ĄŵďŝƚŽ ŵĞŶƚĞ͕ ĞŶƚĞŶ̺à Ğů ůĂƚşŶ͕ ƉŝŶƚĂďĂ LJ ďŽƌĚĂďĂ ŵĞũŽƌ ƋƵĞ
ƉĞƌƐŽŶĂůLJĂĨĞĐƚŝǀŽ͕ĞŶƐƵƐƉƌŝŶĐŝƉĂůĞƐĐŽŶƐĞũĞƌĂƐƉŽůşƚŝĐĂƐ͘ ŽƚƌĂƐŶŝŹĂƐĚĞƐƵĞĚĂĚLJƚŽĐĂďĂĞůĐůĂǀŝĐŽƌĚŝŽLJŽƚƌŽƐŝŶƐ-
María de Austria y Portugal (1528-1603) demostró ser ƚƌƵŵĞŶƚŽƐ ŵƵƐŝĐĂůĞƐ͘͟ ů ŝŐƵĂů ƋƵĞ ƐƵ ŚĞƌŵĂŶĂ DĂƌşĂ LJ
ƵŶĂ ŐƌĂŶ ĞƐƚƌĂƚĞŐĂ ƉŽůşƚŝĐĂ͘ ^ŝŶ ĞŵďĂƌŐŽ͕ ĐŽŵŽ ĐŽƌƌĞƐ- ƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶĚŽĂůĂĐŽŵƉůŝĐĂĚĂƉŽůşƚŝĐĂŵĂƚƌŝŵŽŶŝĂůĚĞůŽƐ
ƉŽŶ̺à à ůĂƐ ŵƵũĞƌĞƐ ĚĞ ůĂ ĨĂŵŝůŝĂ͕ ƚƵǀŽ ƉƌŽŶƚŽ ƋƵĞ ĐŽŶ- ƵƐƚƌŝĂƐ͕ƚƵǀŽƋƵĞĐĂƐĂƌƐĞĐŽŶĞůŚĞƌĞĚĞƌŽĂůƚƌŽŶŽƉŽƌƚƵ-
traer matrimonio con su primo, Maximiliano II de Austria ŐƵĠƐ͕ĞůƉƌşŶĐŝƉĞ Juan Manuel de Portugal ;ϭϱϯϳͲϭϱϱϰͿ͘
;ϭϱϮϳͲϭϱϳϱͿ͕ ƉĂƌĂ ĐŽŶƚŝŶƵĂƌ ůĂ ƉŽůşƚŝĐĂ ĚĞ ĂůŝĂŶnjĂƐ ĚĞ ůĂ :ƵĂŶĂ ĚĞƐĐŽŶŽĐşĂ ĞŶƚŽŶĐĞƐ Ğů ĨƌĄŐŝů ĞƐƚĂĚŽ ĚĞ ƐĂůƵĚ ĚĞ
ĐŽƌŽŶĂ͘ ƵƌĂŶƚĞ ůĂƐ ĂƵƐĞŶĐŝĂƐ ĚĞ DĂdžŝŵŝůŝĂŶŽ͕ ĐŽŶ ƋƵŝĞŶ ƐƵ ĨƵƚƵƌŽ ŵĂƌŝĚŽ ʹƉĂĚĞкà ĚŝĂďĞƚĞƐʹ͕ ĐŝƌĐƵŶƐƚĂŶĐŝĂ ƋƵĞ
ƚƵǀŽƋƵŝŶĐĞŚŝũŽƐ͕DĂƌşĂĂĐƚƵſĐŽŵŽƌĞŐĞŶƚĞ͕ĐĂƌŐŽƋƵĞƐĞ ŚĂďşĂ ƐŝĚŽ ŚĄďŝůŵĞŶƚĞ ŽĐƵůƚĂĚĂ ƉŽƌ ƐƵ ŵĂĚƌĞ Catalina
ƉƌŽůŽŶŐĂƌşĂĚƵƌĂŶƚĞƐƵǀŝƵĚĞnj͕ŝŶĨůƵLJĞŶĚŽĞŶůŽƐŐŽďŝĞƌŶŽƐ de Aragón͕ƋƵŝĞŶĚĞďŝſĂƉƌĞŵŝĂƌƉĂƌĂƋƵĞƐĞĐĞůĞďƌĂƐĞ
ĚĞƐƵƐŚŝũŽƐRodolfo II (1576-1612) y Matías I ;ϭϲϭϮͲϭϲϭϵͿ͘ ĚŝĐŚŽŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͘EŽŚĂďşĂŶƉĂƐĂĚŽǀĞŝŶƚĞĚşĂƐĚĞƐƵĨĂ-
ůůĞĐŝŵŝĞŶƚŽĐƵĂŶĚŽůĂŝŶĨĂŶƚĂĚĂƌşĂĂůƵnjĂůŚŝũŽĚĞĂŵďŽƐ͕
Sebastián I de Portugal͘
ƉĂƌƚŝƌĚĞĞŶƚŽŶĐĞƐ͕ůĂǀŝĚĂĚĞ:ƵĂŶĂĐĂŵďŝſƌĂĚŝĐĂůŵĞŶ-
>^,ZDE^&>/W//^ ƚĞ͘^ƵŚĞƌŵĂŶŽ&ĞůŝƉĞĚĞůĞŐſĞŶĞůůĂůĂƌĞŐĞŶĐŝĂĚĞůĂŽƌŽ-
KEsZd/Z1E͕&hZ>D/dK ŶĂĞƐƉĂŹŽůĂĚƵƌĂŶƚĞƐƵĂƵƐĞŶĐŝĂ͕ƉŽƌůŽƋƵĞ:ƵĂŶĂƌĞŐƌĞƐſ
Ă ůĂ ŽƌƚĞ LJ ĚĞũſ Ă ƐƵ ŚŝũŽ ĞŶ WŽƌƚƵŐĂů͕ Ăů ĐƵŝĚĂĚŽ ĚĞ ƐƵ
WZ^KE>z&d/sK͕E^h^ ĂďƵĞůĂĂƚĂůŝŶĂ͘EŽƐŽůŽƐĞŚĂďşĂƋƵĞĚĂĚŽǀŝƵĚĂƉƌĞŵĂƚƵ-
WZ/E/W>^KE^:Z^WK>1d/^͘ ƌĂŵĞŶƚĞ͕ƐŝŶŽƋƵĞ͕ĂĚĞŵĄƐ͕ŶŽǀŽůǀĞƌşĂĂǀĞƌĂƐƵŚŝũŽ͘:ƵĂ-
46 >1K
na no quiso nunca volver a casarse y, tan devota católica
LA PRIMERA ESPOSA como su hermano Felipe, se acercó a la Compañía de
Jesús, consiguiendo un hito histórico: convertirse en la
HACIA LA DÉCADA DE 1540, CARLOS V COMENZÓ A GESTIONAR UN primera mujer jesuita de la Historia, al haber formulado
ENLACE MATRIMONIAL QUE FUERA LO MÁS FAVORABLE PARA EL sus votos bajo el pseudónimo de “Mateo Sánchez”.
IMPERIO QUE HEREDARÍA SU HIJO FELIPE II. CON VISTAS A UNA
UNIÓN CON PORTUGAL, SE DECANTÓ POR SU SOBRINA MARÍA MARÍA TUDOR O LA REINA ENAMORADA
DEh>ΈϭϱϮϳͳϭϱϰϱΉ͕,ZDE:hEDEh>͵,ZZK
La vida de María Tudor (1516-1558) comenzó a tor-
cerse cuando su padre, Enrique VIII de Inglaterra,
AL TRONO PORTUGUÉS, CASADO CON JUANA DE AUSTRIA,
quiso divorciarse de su madre, Catalina de Aragón
,ZDE&>/W͵͘^dDEZ͕^&KZd>1>
(hija de los Reyes Católicos). Tras una fuerte pugna
VÍNCULO FAMILIAR ENTRE AMBAS CORONAS.
con el Papado y la constitución de la Iglesia anglica-
AUNQUE LOS PORTUGUESES SE MOSTRABAN RETICENTES na, consiguió casarse con Ana Bolena, con quien ten-
A QUE FELIPE SE CASARA CON LA SEGUNDA EN LA LÍNEA DE dría otra hija, Isabel. Esta circunstancia motivó que
SUCESIÓN, AL FINAL EL MATRIMONIO SE LLEVÓ A BUEN TÉRMINO María fue declarada como hija bastarda por su propio
EN 1543. SIN EMBARGO, LA SITUACIÓN DE MARÍA MANUELA EN padre, por lo que perdió el título de princesa de Ga-
LA CORTE SE FUE COMPLICANDO DESDE EL PRIMER MOMENTO: les. Este menosprecio, convirtió a María de Tudor en
COMO QUIERA QUE SU EMBARAZO SE DEMORABA, LE FUERON una niña solitaria e introvertida, que abrazó fervien-
REALIZADAS UNA SERIE DE SANGRÍAS EN LAS PIERNAS PARA temente el catolicismo.
FACILITAR LA CONCEPCIÓN, LO QUE TERMINÓ DEBILITANDO Tras la ejecución de Ana Bolena, Enrique volvería
SERIAMENTE LA SALUD DE LA JOVEN. EN 1544, Y CUATRO DÍAS a casarse cuatro veces más. De su tercer matrimo-
DESPUÉS DE DAR A LUZ AL PRIMOGÉNITO CARLOS, LA PRINCESA
nio con Jane Seymour consiguió el tan ansiado he-
redero varón, quien le sucedió como Eduardo VI tras
FALLECÍA. SE DESCONOCEN EXACTAMENTE LOS MOTIVOS,
su muerte en 1547. Sin embargo, seis años después,
AUNQUE LA TEORÍA MÁS ACEPTADA ES QUE MURIÓ A CAUSA DE
Eduardo moriría sin descendencia y el rumbo de In-
UNAS FIEBRES.
glaterra cambiaría por completo…

CLÍO 47
María de Tudor ocupó entonces el trono de In-
glaterra y se aproximaría políticamente a la Corona
española. Por aquel entonces, Felipe II llevaba ocho
años viudo, y no se había asegurado la sucesión al
trono del Imperio. Tras ásperas negociaciones, se
acordó el matrimonio entre María y Felipe, aunque
manteniéndose alejados del gobierno del otro. El hijo
que tuvieran en común solamente uniría las coronas
de Inglaterra y de Flandes.
María se había enamorado de Felipe II, pero este
amor nunca fue correspondido: él, once años más jo-
ven que ella, no compartía las actuaciones políticas de
la reina, quien había iniciado una auténtica “caza de
brujas” contra los anglicanos y su único interés residía
en la alianza estratégica entre las dos grandes poten-
cias que representaban España e Inglaterra. Además,
el aspecto físico de María evidenciaba que cada vez es-
taba más enferma, lo que acabó con ella en 1558. Sin
embargo, al morir sin descendencia se cumplía su peor Con el tiempo, Isabel de Valois se convertiría en una
pesadilla: su hermanastra Isabel ascendería al trono pieza fundamental dentro y fuera de la Corte, sirviendo
como Isabel I de Inglaterra (1533-1603). como enlace directo entre las coronas hispana y france-
sa: por un lado, representado a su esposo Felipe II, por
ISABEL DE VALOIS, LA GRAN DIPLOMÁTICA otro, entrevistándose con su madre Catalina de Médicis
Tras la batalla de San Quintín (1557), las tropas france- –regente tras la muerte de Enrique II– en la Conferencia
sas de Enrique II (1519-1559) fueron derrotadas por Fe- de Bayona (1565). Este encuentro tuvo lugar con motivo
lipe II. Tras años de guerra entre ambos reinos, este epi- de la promulgación, por parte de Catalina, del Edicto de
sodio serviría de detonante para la firma del Tratado de Saint-Germain (1562), que permitía a los hugonotes la li-
Paz de Cateau-Cambrésis (1559), que vino acompañado bertad de culto. Tal decisión preocupaba enormemente a
de una serie de alianzas matrimoniales. Como conse- Felipe II, incentivando sus temores de que se produjera
cuencia, Isabel de Valois (1545-1568), hija de Enrique una rebelión protestante como en los Países Bajos.
II y Catalina de Médicis (1519-1589), fue emparejada Acompañando al duque de Alba (1507-1582), como
primero con el primogénito de Felipe II, el príncipe Car- emisario delegado por Felipe II, Isabel acudió de mane-
los (ambos eran de la misma edad), y después, con el ra inesperada en dicha reunión, presentándose ante su
propio monarca. Así, con tan solo catorce años, Isabel madre Catalina para defender los intereses de la corona
se convertiría en la tercera esposa del “rey prudente”, española. Demostrando su dominio en política exterior:
que entonces contaba con treinta y tres años. apeló a su madre –que quedó gratamente sorprendida

DESPUÉS DE LA BATALLA DE
SAN QUINTÍN, ISABEL DE VALOIS FUE EMPAREJADA PRIMERO CON EL
PRIMOGÉNITO DE FELIPE II, EL PRÍNCIPE CARLOS, Y DESPUÉS CON EL PROPIO
MONARCA. CON TAN SOLO CATORCE AÑOS SE CONVERTIRÍA EN LA TERCERA
ESPOSA DEL "REY PRUDENTE".
48 CLÍO
por la madurez adquirida por su hija, a pesar de sus
veinte años– para que retirara su apoyo a los hugo-
notes y respaldara de manera incondicional a “los
buenos”, en este caso, los católicos franceses.
La relación entre Felipe y su esposa Isabel tuvo
que atravesar necesariamente por momentos ten-
sos como consecuencia de las divergencias políticas
entre la corona francesa –que, recordémoslo, osten-
taba su madre– y la corona española. Sin embargo,
debió tratarse de un matrimonio en el que reinó la
felicidad, una felicidad que se vio truncada en 1568,
el año más doloroso en la vida de Felipe II: en octu-
bre, tres meses después de que su primogénito fa-
lleciera en extrañas circunstancias, su amada Isabel
no sobrevivía a un parto prematuro. Fruto de este
matrimonio nacieron dos hijas, que fueron las “últi-
mas reinas” de Felipe II (ver cuadro).

ANA DE AUSTRIA, LA CUARTA MUJER


El golpe emocional que significaron las muertes, el
>E/'Dd/WZ/E^K>/ mismo año, de su primogénito Carlos y, sobre todo,
de Isabel de Valois, fue lo que convirtió a Felipe II
EDEKz>ZΈϭϱϰϬͳϭϱϵϮΉ͕WZ/E^ en una persona taciturna, quien no dejó de vestir de
K>/͕&hhEDh:Z/Ed>/'Edz&hZdDEd negro, como símbolo de luto por su amada esposa.
D//K^͕YhKE^/'h/MWZZ>/EdZ^dK> La corona española no tenía todavía un sucesor al
KZdhZEd>^'hED/d>^/'>Kys/͘hEYh trono…
Aunque su hija /ƐĂďĞůůĂƌĂƵŐĞŶŝĂ podía alcan-
^d^KEZhz'MD^/>s͕y/^dE/E//K^
zar el trono (ya que en el reino de Castilla las muje-
ΈE/E'hEKKE>hzEdΉYh>WZ/E^Wh/Z,Z
res podían ser reinas), Felipe quería que el heredero
^/KhE>^Dj>d/W>^DEd^&>/W//͘&hZ^h
fuera un varón y para ello tenía que casarse de nue-
DEdKEK͕>KYh^d>ZK^Yh^dDh:ZzM vo... Su sobrina ŶĂĚĞƵƐƚƌŝĂ, (primogénita de su
KDW>dDEdE^/,WKZh>W^hD//ME͘ hermana María), se presentaba como la pretendien-
dZ^>DhZd^hDZ/K͕>WZ/E^KDEM te ideal, ya que su madre había tenido quince hijos
Z>/KEZ^KEEdKE/KWZ͕^ZdZ/KzKE^:ZK con Maximiliano II, circunstancia que había alimen-
&>/WzWZd/Z^dKE^/'h/M^d/^&Z^h^ tado la idea de que las mujeres de la Casa de Austria
D//KE^WK>1d/^zKEMD/^͘^/EDZ'K͕hEs eran muy fértiles.
EdKE/KWZ&hdE/KWKZKZE>ZzΈ/K Sin embargo, la consanguinidad entre ellos dos era
>^^/EdK:hE^KK͕,KDZ>^Zs//K demasiado estrecha: aparte de sobrina, Ana de Austria
^h,ZDEK:hEh^dZ/Ή͕>WZ/E^dD/E era también prima segunda, ya que su padre Maximilia-
&hEZ>͘^ϭϱϴϭ,^d^hDhZd͕E no era hijo de &ĞƌŶĂŶĚŽ (hermano de Carlos V) y, por
ƚĂŶƚŽ͕ ơŽ ĚĞ &ĞůŝƉĞ //͘ ƵŶƋƵĞ Ğů WĂƉĂĚŽ ƉĞƌŵŝƟſ Ğů
DEKWZDE/MEZZE>W>/Kh>
ŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽĞŶďĞŶĞĮĐŝŽĚĞůĂĐƌŝƐƟĂŶĚĂĚ͕ŶŽŚĂLJĚƵĚĂ
W^dZE͕EKE&>/W//DEMK>KZZ:^E>
de que posteriormente estos parentescos tan cercanos
>MEWZYhEKWh/Z^WZ^͘
ƉĞƌũƵĚŝĐĂƌŽŶĞŶŽƌŵĞŵĞŶƚĞĂůĂĚŝŶĂƐơĂĚĞƵƐƚƌŝĂ͘

CLÍO 49
ESPECIAL AUSTRIAS

JUNTO A ESTAS LÍNEAS,


AUTORRETRATO DE SOFONISBA
ANGUISSOLA.

En 1570, Ana, con veintidós años menos que Fe-


lipe II, era una mujer sencilla, tranquila, hogareña que W/EdKZ>KZd
supo mantener un vínculo maternal con las dos hijas
de Felipe II, a las que se encargó incluso de educar.
El rey disfrutaba de la compañía diaria de Ana, a la ^K&KE/^E'h/^^K> ΈϭϱϯϱͳϭϲϮϱΉE/ME
que visitaba siempre que podía. Ella sabía bien cómo ZDKEz^&KZDM͕EdZϭϱϰϲzϭϱϰϵ͕E
comportarse con él en los momentos más delicados >d>>ZW/EdhZZEZ/EKDW/͘
y, sobre todo, cómo continuar dirigiendo a la familia Eϭϱϱϵ͕&>/W//> ,/K>> DZ> KZd
sin que las muertes de seres cercanos, como la de su ^WHK> KDKD,KEKZ^hdZZ
hermana Juana, la desestructuraran. Dh:Z͕/^>s>K/^͘>>1͕^K&KE/^/K
El matrimonio tuvo cinco hijos, circunstancia que > ^^W/EdhZ> Z/E͕> ^/E&Ed^
acabaría perjudicando la delicada salud de Ana. Du- zKdZ^EK>^͕s/E/EKE^'h/
rante su sexto embarazo, la consorte acompañaría a >ZdYhdE1KE>W/E>͘^//E,
Felipe II hasta Badajoz para que este reclamara el tan Z^h>dKKDW>/KdZ/h/Z> hZK^
ansiado trono portugués. Como consecuencia de una
Ed> h^E/^h&/ZD͕>KYh^hs,
fuerte epidemia de gripe, ambos enfermaron, y la rei-
DKd/sKYh^h^hZK^^,zE^/'EK
na consorte terminaría falleciendo el 26 de octubre
KdZK^W/EdKZ^> KZd͕1,Kz^
de 1580. De sus cinco hijos solo sobreviviría el futuro
Felipe III. Como privilegio por haber sido madre del d/EKE^dE/YhZ>/MEhDZK^K^
futuro heredero de la corona española, Ana de Austria ZdZdK^> &D/>/Z>͕>'hEK^>>K^
sería la única esposa que acompañaría en su sepultura KE^ZsK^E>Dh^K>WZK͘
a Felipe II en el Monasterio de El Escorial...

50 CLÍO
MARÍA MANUELA MARÍA TUDOR

ISABEL DE VALOIS. ANA DE AUSTRIA

LAS "ÚLTIMAS REINAS" DE FELIPE II

REFUGIADO EN EL ESCORIAL, FELIPE QUE NO PUEDO DEJAR DE PAGÁROSLO RESTO DE MUJERES DE LA FAMILIA
II ESTUVO ACOMPAÑADO EN SUS EN LOS MISMO Y ASÍ LO HE QUERIDO REAL. CASADA CON EL DUQUE DE
ÚLTIMOS AÑOS POR LAS DOS HIJAS HACER AHORA, AUNQUE NO ME ^Kz͕Z>K^DEh>/ΈϭϱϲϮͳ
QUE TUVO CON ISABEL DE VALOIS: SOBRA MUCHO TIEMPO”. ϭϲϯϬΉ͕^DWHMhEWW>
/^>>Zh'E/ΈϭϱϲϲͳϭϲϯϯΉ AL REGRESO DE SU PADRE, ISABEL DIPLOMÁTICO FUNDAMENTAL,
zd>/ED/>ΈϭϱϲϳͳϭϱϵϳΉ SE CONVERTIRÍA EN SU ALTER EGO: SIRVIENDO COMO CONECTORA ENTRE
͵:hEdK>&hdhZK,ZZK SU SECRETARIA, SU CONFIDENTE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y LA
LA CORONA, FELIPE III, HIJO DE SU Y LA PRINCIPAL REPRESENTANTE PARTE NORTE DE EUROPA.
Z>/MEKEEh^dZ/͵͕ FEMENINA DEL REINO. CUANDO SU PESE A QUE LA DESPEDIDA CON
QUE FUERON QUIENES MEJOR PADRE ESTABA AUSENTE O NO SE SU PADRE FUE COMPLICADA,
CONOCIERON LA FACETA MÁS ÍNTIMA ENCONTRABA BIEN, SE ENCARGADA MANTUVIERON UNA
DEL “REY PRUDENTE”. DE RECIBIR A LOS EMBAJADORES Y CORRESPONDENCIA CONTINUA
ISABEL CLARA EUGENIA, SE A LOS SECRETARIOS PARA ABORDAR Y EN ELLA CATALINA RECIBÍA
CONVIRTIÓ EN LA MÁS FIEL LOS ASUNTOS PRINCIPALES DE INSTRUCCIONES POLÍTICAS DE
CONSEJERA DE SU PADRE, ESTADO. LA FORMACIÓN POLÍTICA FELIPE PARA QUE LAS ACCIONES DE
ENCARGÁNDOSE DEL GOBIERNO TAN COMPLETA QUE RECIBIÓ ISABEL CARLOS MANUEL FAVORECIERAN
DURANTE SU ESTANCIA EN PORTUGAL. HIZO QUE SU PADRE LA DESIGNARA A LA MONARQUÍA. DE HECHO, EL
EN SU CORRESPONDENCIA EPISTOLAR, COMO GOBERNADORA DE LOS DUQUE CARLOS MANUEL CONFIABA
ADEMÁS DE EXPRESARLE SU CARIÑO, PAÍSES BAJOS JUNTO CON SU ESPOSO TANTO EN SU INSTINTO POLÍTICO QUE
EL MONARCA LE DABA INSTRUCCIONES ALBERTO DE AUSTRIA, CARGO QUE DURANTE SUS AUSENCIAS DEJABA
PRECISAS DE GOBIERNO A SU HIJA. ELLA MANTENDRÍA SU VIUDEZ E A CATALINA A CARGO DEL DUCADO.
EN UNA CARTA REMITIDA EN MAYO INCLUSO TRAS LA MUERTE DE SU SIN DUDA CATALINA, COMO EL RESTO
ϭϱϴϭ^Z/͗͞Ί>^/E&Ed^ HERMANASTRO, EL REY FELIPE III. DE MUJERES QUE ACOMPAÑARON A
D/^,/:^΋>K,/^dE/EE EN CUANTO A CATALINA MICAELA, FELIPE EN SU VIDA, SABÍA Y PODÍA
>h/KYhdE/^^Z//Z COMPARTIRÍA DESTINO CON EL DEL GOBERNAR...

CLÍO 51
ESPECIAL AUSTRIAS

ISABEL CLARA EUGENIA


LA HIJA QUERIDA DE FELIPE II
CUANDO EL 13 DE SEPTIEMBRE DE 1598 FALLECÍA FELIPE II, EL MONARCA QUE PASARÍA A LA HISTORIA
COMO “EL REY PRUDENTE”, SU SUCESIÓN Y LA COMPLICADA CUESTIÓN DE LOS PAÍSES BAJOS ESTA ATADA.
EL PRÍNCIPE FELIPE, ÚNICO HEREDERO MASCULINO VIVO TRAS CUATRO MATRIMONIOS Y VARIOS HIJOS
MALOGRADOS, SE CONVERTIRÍA EN REY DE ESPAÑA COMO FELIPE III. A SU ÚNICA HIJA, A LA QUE HABÍA
QUERIDO POR ENCIMA DE TODOS SUS VÁSTAGOS, LE QUEDABA ENCOMENDABA LA DIFÍCIL TAREA DE DIRIGIR
EL DESTINO DE LAS TIERRAS DEL NORTE. ISABEL CLARA EUGENIA EMPEZABA ENTONCES, A SUS TREINTA Y DOS
AÑOS, UNA NUEVA VIDA COMO ARCHIDUQUESA DE LOS PAÍSES BAJOS.
POR SANDRA FERRER
www.mujeresenlahistoria.com

E
L 12 DE AGOSTO DE 1566, UN CALURO- Don Carlos, por lo que la dinastía de los Austria en Es-
SO DÍA DE VERANO EN LA SIERRA MA- paña tenía en Isabel Clara Eugenia su principal herede-
DRILEÑA, NACÍA ISABEL CLARA EUGE- ra. Ella y su hermana pequeña fueron encomendadas
NIA. Los monarcas, Felipe II y su tercera al cuidado de distintas damas de la corte, entre ellas la
esposa, Isabel de Valois, recibieron a su propia hermana de Felipe, la princesa Juana, hasta que
primera hija en el palacio de Valsaín y le dieron tres una cuarta esposa para el monarca fue elegida.
nombres muy significativos para ellos. Isabel, en ho-
nor a su madre, su abuela la emperatriz Isabel y su INFANCIA REAL
bisabuela Isabel la Católica; Clara por el Ana de Austria llegó a Espa-
santo del día, y Eugenia por el santo al ³DDƓQDOHVGH+LMDGHOD
que su padre le tenía gran devoción. Por emperatriz María, hermana de
aquel entonces, Felipe II tenía solamen- MUERTO DON Felipe II, era sobrina del que
te un hijo, Don Carlos, nacido de su pri- se iba a convertir en su espo-
mer matrimonio con María Manuela de
CARLOS, la dinastía de so. Tanto Juana como Ana tra-
Portugal, quien falleció poco después los Austria en España taron a las pequeñas hijas del
de dar al luz al que debería haber sido tenía en Isabel Clara rey como si fueran sus hijas, y
rey de España, pero quien resultaría ser estas crecieron rodeadas del
un dolor de cabeza para su padre y para
Eugenia su principal cariño de su tía y prima como
el reino. heredera. si fueran madres para ellas.
Un año después del nacimiento de Isa- Isabel Clara Eugenia recibió
bel Clara Eugenia, nació Catalina Micae- una educación profundamen-
la, quien se convertiría en su compañera de juegos en te religiosa en aquella España impregnada del espí-
la infancia y en algo más que una hermana en la ma- ritu de la Contrarreforma. Inteligente y con ganas de
durez. El nacimiento de Catalina Micaela dejaría debi- saber, leía y aprendía todo lo que podía. Durante una
litada a una reina que no tardaría en morir, dejando al década, la familia real vivió una época tranquila, pero
soberano desolado y a dos hijas pequeñas huérfanas. también llena de tristeza cada vez que fallecía uno de
Isabel de Valois falleció en octubre de 1568. Pocos me- los hijos de la reina Ana. Cuatro niños y una niña daría
ses antes, en junio, también había muerto el príncipe a luz, pero solo sobreviviría uno, el futuro rey Felipe III.

52 CLÍO
RETRATO DE
ISABEL CLARA
EUGENIA, HUA DE
FELIPE II.
CONSEJERA DE ESTADO
Cuando en octubre de 1580 fa-
lleció Ana de Austria, el monarca
había superado ya los cincuenta
y no se volvería a casar. En 1582
moriría el infante Diego Félix y un
año después la pequeña María.
En 1585, Catalina Micaela marcha-
ba a su nueva vida en Italia como
esposa del duque Carlos Manuel
I de Saboya, por lo que la familia
real se redujo al rey, su hijo Felipe y
su hija Isabel Clara Eugenia. Desde
entonces y hasta la muerte de Fe-
lipe II, ella fue su amada hija, pero
LAS INFANTAS
ISABEL CLARA WDPEL«Q VX FRQVHMHUD \ P£V ƓHO
EUGENIA Y CATALINA
D/>͵K>/ME͵
ayudante en los asuntos de estado.
MUSEO NACIONAL Isabel Clara Eugenia ejerció du-
DEL PRADO.
rante unos años como primera
dama del reino. Su padre se había
YXHOWRXQKRPEUHGHVFRQƓDGRSRU
ORTXHVHDSR\µHQODƓJXUDGHVX
KLMDSDUDFRQƓDUOHORVGRFXPHQWRV
más importantes del reino y las
cuestiones más complicadas de re-
solver. Acudía con él a los Consejos
y tomaba decisiones políticas junto
a su padre.
Mientras tanto, Isabel Clara Eu-
genia continuaba soltera, a pesar
de que muchas voces en el rei-
no clamaban por la necesidad de
casar cuanto antes a la infanta de
España. Es posible que Felipe no
encontrara un candidato a la altu-
ra de su hija, inteligente consejera
y hábil diplomática. El rey tampoco
se olvidaba de que su hijo y futuro
soberano del reino, era un niño en-
LOS ARCHIDUQUES fermizo y la única baza masculina
DE LOS PAÍSES BAJOS,
>ZdKΈZZ/Ήz en la línea dinástica. Si Felipe falle-
ISABEL CLARA
h'E/Έ:KΉ͘ cía antes de reinar, la siguiente en
la línea de sucesión habría sido sin
duda Isabel Clara Eugenia.
Pero los años pasaban y Felipe II
se encontraba cada vez más débil,
así que a mediados de 1598 de-
cidió tomar varias decisiones que
marcarían el destino de su hija. El
rey escogió a Alberto, hermano de
su difunda esposa Ana, como mari-
do para Isabel Clara Eugenia y los
nombró a ambos archiduques de
los Países Bajos. El Acta de Cesión,
ƓUPDGD SRU XQ GHELOLWDGR )HOLSH
54 CLÍO
FELIPE II CON
SUS HIJAS
LAS INFANTAS
CATALINA MICAELA
E ISABEL
CLARA EUGENIA.

II en cama y rodeado de sus hijos ña. Felipe III quien la archi-


y yerno, cedía la soberanía de las siempre vio con ISABEL CLARA duquesa notifi-
posesiones españolas en el norte malos ojos la EUGENIA EJERCIÓ có la muerte de
de Europa a Isabel Clara Eugenia autonomía de su amado espo-
y Alberto, aunque seguirían siendo los Países Bajos
DURANTE AÑOS so. Acto segui-
vasallos de la corona de España. y se afanó en como primera dama do, desde Espa-
controlar todos del reino. Su padre ña le llegaría la
MUERTE DE FELIPE II los movimien- notificación de
Pocos meses después fallecía Fe- tos de Isabel
se había vuelto un su nombramien-
lipe II, con quien Isabel Clara Eu- Clara Eugenia y hombre desconfiado, to como gober-
genia había compartido los últi- Alberto. por lo que se apoyó en nadora de los
mos años de su vida. A pesar del Las cláusu- Países Bajos,
duelo, los preparativos de su boda las del Acta de
la figura de su hija. rango inferior al
con Alberto continuaron adelan- Cesión de los de soberana au-
te, así como todo lo que había de 3D¯VHV %DMRV TXH ƓUPDUDQ ORV DU- tónoma que hasta entonces había
disponer para emprender el largo chiduques con Felipe II dejaban ostentado. La tensión entre Isabel
\ GHƓQLWLYR YLDMH KDFLD VXV QXHYDV claro que si aquellos fallecían sin Clara Eugenia y Felipe IV fue en
posesiones. descendencia, los territorios del constante aumento, pues el nue-
En septiembre de 1599, los ar- norte volverían a ser propiedad vo rey se quejó en varias ocasio-
chiduques hacían su entrada triun- de pleno derecho del reino de nes de abuso de poder por parte
fal en Bruselas, donde empezaba España. Isabel Clara Eugenia fue de la nueva gobernadora.
una época de duro trabajo para feliz dirigiendo los designios de Una situación que termina-
ambos, pacificar aquellas tierras su nuevo hogar, en el que recibió ría poco tiempo después con
asoladas por guerras y constantes el cariño de su pueblo, pero tuvo la muerte de Isabel Clara Euge-
conflictos de poder. Los archidu- siempre la tristeza de no haber po- nia, el primero de diciembre de
ques trabajaron sin descanso para dido concebir un hijo y heredero. 1633. Con su muerte desapare-
ganarse el afecto de sus súbditos En 1631 fallecía el archiduque cía también el proyecto de una
y lidiar con las ambiciones de su Alberto. Por aquel entonces ya nueva dinastía en los Países Ba-
hermano, el nuevo rey de Espa- reinaba en España Felipe IV a jos españoles.
CLÍO 55
LA VIDA COTIDIANA
EN LA CORTE
EN 1561, HACE MÁS DE CUATRO SIGLOS, EL MONARCA FELIPE II DECIDIÓ QUE LA SEDE
PERMANENTE DE LA CORTE FUESE MADRID. DE ESTE MODO, ESTA CIUDAD SE CONVERTÍA EN LA
CAPITAL DE ESPAÑA, CONDICIÓN QUE HA MANTENIDO CON EXCEPCIÓN DE BREVES PARÉNTESIS,
COMO EL DE LOS AÑOS 1601 A 1606, EN QUE FELIPE III DECIDIÓ SU TRASLADO A VALLADOLID;
ENTRE 1729 Y 1733, CUANDO LA FAMILIA REAL DECIDIÓ SU TRASLADO A SEVILLA; DURANTE
>'hZZ>/EWEE/ΈϭϴϬϴͳϭϴϭϰΉ͕E>Yh/h^KDK^s/>>K/
K'/ZKE>^KZd^'EZ>^͕KE>dZE^hZ^K>'hZZ/s/>ΈϭϵϯϲͳϭϵϯϵΉ
CUANDO EL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA SE TRASLADA A VALENCIA Y, POSTERIORMENTE, A
Z>KE͘dD/E>&/E>/Z>'hZZ/s/>͕>/hhZ'K^&hW/d>
EdZ>ϭZ/>z>ϭϴKdhZϭϵϯϵ͘
POR ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO, DIRECTOR EDITORIAL DE GUADARRAMISTAS HISTORIA

L MADRID DE FELIPE II ERA UNA VILLA extremo el cardenal infante, cuando estaba en los Países Bajos,
DE APENAS 15.000 HABITANTES, QUE de hacérsela llevar en grandes tinajas de barro bien tapadas. Los
CRECÍA DE FORMA RÁPIDA Y DESOR- españoles atribuyen la fundación de Madrid a un príncipe llama-
DENADA CUANDO SE CONVIRTIÓ EN do Ogno Bino, hijo de Tiberino, rey de los Latinos, y de Menta,
CORTE. En 1679, había transcurrido algo que fue una reina célebre por su saber en astrología. Se dice que
más de un siglo desde que Felipe II convir- Madrid está en el corazón de Europa, porque un pueblecito muy
tiera aquel caserío en capital. Fue entonces cercano llamado Pinto se llamaba antiguamente Punctum por
cuando la francesa Marie-Catherine le Ju- ser el centro de Europa".
melle de Barneville, baronesa D'Aulnoy, más conocida como Y añadió: "Desde luego noté que la villa no está rodeada
Madame D´Aulnoy, visitó España, o al menos eso nos quiso ha- de murallas ni de fosos, y que las puertas no cierran el recinto,
cer creer, porque hay dudas razonables que concluyen que el estando además algunas destruidas. No hay castillos que indi-
viaje no lo realizó en persona o, al menos, que no fue ella quien quen una ostensible defensa, ni nada que no pueda destruirse
escribió el texto sobre las incidencias de tal visita a nuestro país. HUHYHUQHaVZ7LYVZLYxHUPU‚[PSLZSHZMVY[PÄJHJPVULZWVYX\L
Sea como fuere, dando por válido su testimonio, dice del Madrid las montañas que rodean la villa la resguardan. Las calles son
del siglo XVII lo siguiente: “La villa de Madrid está en Castilla la largas, rectas y de bastante anchura, pero no las hay de peor
Nueva y ocupa el centro de España. Hace más de un siglo que piso en el mundo. Por mucho cuidado que se tenga, el vaivén
los reyes la eligieron para corte a causa de la pureza de su aire y de los coches arroja el fango de los baches a los transeúntes.
la bondad de sus aguas, que son realmente incomparables, tan Los caballos llevan siempre las patas mojadas y el cuero enlo-
exquisitas para muchos que no saben gustar otras, llegando al dado. En las carrozas no puede transitarse tampoco, si no

CLÍO 57
ESPECIAL AUSTRIAS

poéticas, 'Sal si puedes', 'Enhoramala va-


yas' y otras parecidas, daban a entender
que no eran maravillas del arte. Excepción
hecha de unas pocas vías –Atocha, Ma-
yor, Alcalá, Fuencarral, Convalecientes–,
todo lo demás era mezquino y horrible.
Por un lado el Manzanares, y por los de-
más, muralla concebida para que las mer-
cancías pasaran por una única puerta y se
abonasen los impuestos, hacían imposible
la construcción de nuevas calles y de nue-
vas viviendas, de suerte que el vecindario,
atrapado entre la naturaleza del terreno y
LSÄZJV`HWP|HKVLUSVZLZWHJPVZX\LKL-
jaban libres las huertas de los conventos y
los jardines de los palacios, subdividía los
ZVSHYLZ`LKPÄJHIHJHZHZJVTVSHMHTVZH
de las cinco tejas, que más parecían maz-
morras que viviendas humanas con ma-
ÓLEO DE LORENZO VALLÉS QUE RECREA LA teriales menos nobles que los de la gente
EMBOSCADA QUE LOS SICARIOS DE ANTONIO adinerada”.
PÉREZ TENDIERON A JUAN DE ESCOBEDO
EN 1578. SIGLO XIX. MUSEO MUNICIPAL, Lo que la capital sí poseía era anima-
MÁLAGA. EN ÉL SE PUEDE VER LA APARIENCIA
DE LAS CALLES EN EL SIGLO XVI. ción. A medida que los viajeros pro-
cedentes de las distintas regiones de la
Península se acercaban, percibían el tra-
se llevan todos los cristales cerrados, situación, en habitaciones de invierno y siego en los caminos. Pesadas carrozas
y el agua entra muchas veces en las ca- verano; con frecuencia también se reser- con acompañamiento de criados a caba-
rrozas por las rendijas inferiores de las van especiales para otoño y primavera, llo, carros llenos de legumbres, frutas o
portezuelas, que pocas veces ajustan de manera que como a esta costumbre se pellejos de vino, recuas de mulas con car-
perfectamente". une la de tener muchos criados, es pre- gas de pescado, labriegas en borricos, cu-
Madame D'Aulnoy proseguía: "Las ciso que se alquilen expresamente para yos serones iban bien provistos de pan y
puertas son bastante grandes y las casas ellos las casas vecinas”. otros bastimentos. No faltaban grupos de
muy bonitas, espaciosas y cómodas, pero Los materiales de construcción eran los mendigos harapientos, caldereros y bu-
construidas con ladrillo y tierra, siendo, propios del entorno, como el granito de la honeros franceses, saltimbanquis italianos
por lo menos, tan caras como en París. cercana sierra de Guadarrama o la piedra con títeres o animales amaestrados, y no
Cuando se construye una casa nueva, el caliza de Colmenar de Oreja, población pocos individuos de aspecto sospechoso
primer piso corresponde al rey, quien pue- del sur madrileño. y poco recomendable, se encaminaban
de alquilardo y hasta venderlo a otro si el Claro que, la visión de la condesa co- a la corte formando un tropel confuso y
propietario no tiene el cuidado de adqui- rresponde a los caserones de los potenta- pintoresco, que sorteaba del mejor modo
rirlo pronto. Esto produce al monarca una dos, porque por lo que respecta al pueblo posible los baches, evitaba los charcos,
renta considerable. Hay en cada casa, llano, como nos dice Julián Juderías, Ma- huía de los atolladeros, tragaba en verano
generalmente, diez o doce habitaciones drid era una ciudad fea. “En Madrid se api- el polvo que levantaban las caballerías, y
para cada piso; en algunas hay hasta vein- ñaba un caserío feísimo, formando calles se llenaba de lodo en invierno.
te y más. Se distribuyen, atendiendo a su laberínticas, cuyas denominaciones poco
FALTA DE HIGIENE
En cuanto a la higiene de la corte, pode-
CAMILLO BORGHESE cuenta que Madrid hubiera sido mos hacernos una idea aproximada con
hermoso de no haber tal cantidad de fango y de basura algunos testimonios. Camillo Borghese
cuenta que Madrid hubiera sido hermoso
en sus vías y plazas, y que los vecinos volcaban en las de no haber tal cantidad de fango y de ba-
calles ciertos utensilios tan necesarios como malolientes. sura en sus vías y plazas, y que los vecinos

58 CLÍO
volcaban en las calles ciertos utensilios tan
necesarios como malolientes. El marqués LETUARIO Y AGUARDIENTE
de Villars, embajador de Francia, dice que
nadie se cuidaba de limpiar la ciudad,
que el río no tenía agua para arrastrar las LA PRIMERA INGESTA nombre nos puede como un gran
inmundicias y que estas permanecían en DEL DÍA SE HACÍA dar a entender, sino desinfectante, y
las calles años enteros. “En Madrid –añade EN ALGÚN PUESTO una confitura a base debía serlo, porque
el embajador– todo lo que depende de los AMBULANTE O de naranjas amargas, aquellos orujos secos
hombres se halla en el mayor desorden”. CONFITERÍA con impregnada con miel. y duros de Cazalla o
La suciedad madrileña era tan evidente licencia para la venta El “letuario” se Alanís, principales
que daba lugar a protestas del vecindario. del desayuno más acompañaba de un poblaciones
Perros y gatos muertos eran comunes en famoso de la época, trago de alcohol, sevillanas donde se
las calles, e incluso los caballos se pudrían el “lectuario” o considerado medicinal, producían, debían ser
en algunas vías menos frecuentadas. “letuario”. Consistía que entonaba el lo suficientemente
en una “naranjada”, cuerpo para comenzar robustos como para
EN EL INTERIOR DE LAS VIVIENDAS que no era un zumo a afrontar el día. Se atolondrar virus y
En cuanto al mobiliario, hay que decir de naranja, como su tenía al aguardiente bacterias.
que el de la mayor parte de las moradas
de la gente humilde era de pino. Por lo ge-
neral, consistía en una simple mesa, ban-
cos, ya que las sillas eran prácticamente Cervantes han dejado sobrada muestra. que se usaban para decorar doseles e
inexistentes, y camas rústicas. El ajuar se Velázquez nos presenta algunos de ellos incluso para enmarcar lienzos. Hasta las
componía de uno o dos cofres, colchones en sus obras hacia 1618, La vieja friendo familias humildes ansiaban la posibilidad
de estopa y, como adorno, una imagen huevos o Cristo en casa de Marta y Ma- de adquirir alguno de estos “guadame-
devota o, a lo sumo, una pequeña estatua, ría. Los famosos bodegones del maestro cís” y llegaban a comprarlos aunque ello
además de diferentes utensilios de cobre Francisco de Zurbarán son un verdade- supusiera un desembolso que escapara a
o hierro para la cocina. ro catálogo del menaje y las viandas de sus posibilidades.
Las estancias eran pequeñas y poco ven- aquellos tiempos. La mentalidad orgullosa de los espa-
tiladas, con muy pocas ventanas, así que, Una parte fundamental de la cocina ñoles de la época, en la que no olvide-
en verano, la mesa y el banco donde sen- era la chimenea, en la que se cocinaba. mos, España era la principal potencia
tarse a comer se disponían habitualmente Era de lumbre baja y de ella colgaba una T\UKPHS`4HKYPKZ\JVY[LZLYLÅLQH-
en la entrada de la vivienda, si había es- cadena denominada “llar”, de la que se ba no solamente en los gestos y la apa-
pacio para ello, donde el aire ventilaba y suspendía la pesada caldera, y que per- riencia; decía Quevedo en La vida del
hacía más llevadero el escueto almuerzo. mitía subirla o bajarla para arrimarla o Buscón: “Somos gente que comemos
Las viviendas de las clases altas eran muy alejarla del fuego. Los “trébedes”, gran- un puerro y representamos un capón”.
diferentes, destacaban por su amplitud y des y semiesféricos, eran los soportes de
suntuosidad. El mobiliario era de nogal, hierro colocados en el fuego y sobre los LOS CÁNONES DE BELLEZA
madera más noble y valiosa que la de que se disponían las calderas o calderos Tener pies pequeños era considerado
pino. Al igual que en las viviendas humil- de metal. Para alumbrar se usaban los todo un signo de distinción. Las muje-
des, tampoco eran habituales las sillas, de “blandones” o velas gruesas de cera, que res de clase alta no caminaban mucho,
hecho, cuando comenzaron a utilizarse se situaban sobre un candelabro. Tam- siempre se desplazaban en carroza o lite-
recibieron nombres extranjeros “sillas de bién para alumbrar era el “candil”, que ra, con lo cual no deformaban ni ensan-
Flandes”, “sillas francesas”... Sin embargo, poseía un receptáculo donde contener el chaban sus pies. Para elevar su estatura,
proliferaban los cojines y las alfombras, aceite que servía como combustible, una empleaban los “chapines”, unas estructu-
muchas de ellas con representaciones y mecha o “torcida” y una varilla con gan- ras formadas por suelas de corcho super-
motivos históricos. cho para colgarlo, llamado “garabato”. puestas y reforzadas con estaño, en las
La cocina era el lugar habitual donde la Este era el mobiliario y ajuar de una que a su vez metían los pies previamente
gente humilde, además de guisar, comía, sencilla vivienda, pero incluso en las ca- calzados en unas zapatillas ligeras. De-
se calentaba y reunía. En ella se agrupaban sas más pobres no faltaba algún elemento cía Tirso de Molina: “Chapines he visto
diversos utensilios, de los que la obra pictó- de lujo como los “guadamecís” de cuero yo de corcho y altura tanta que a una
rica de algunos genios contemporáneos de repujado en color rojo, dorado y azul, enana hacen giganta”.

CLÍO 59
ESPECIAL AUSTRIAS

K\JJP}UVPUJS\ZVSHPU[LYY\WJP}UKLSÅ\QV
menstrual. Para combatir sus efectos no-
civos, los médicos aconsejaban beber en
ayunas agua mezclada con limaduras de
hierro y dar un paseo. Famosa en Madrid
era una fuente de la que manaba un agua
rica en mineral de hierro. A ella acudían
las damas madrileñas para llenar sus cán-
taros y beber el líquido que contrarrestaba
los efectos del barro. Lope de Vega la in-
mortalizó en su obra El acero de Madrid.
Por supuesto, además de recoger agua,
servía como punto de encuentro en el que
ÅPY[LHYJVUSVZWYL[LUKPLU[LZX\LZPLTWYL
merodeaban por la famosa fuente.
Los hombres también tenían sus cos-
tumbres en cuanto a estética y eran espe-
cialmente valoradas por las señoras sus
JARDINES DE pantorrillas. El género masculino lucía
EL PARDO.
esa parte de su anatomía, que para resul-
tar atractiva debía ser robusta, así que si
era preciso, se rellenaban las medias para
Y Quevedo, como era de esperar, mujeres. También estaban los que opina- dar volumen a la parte baja de las piernas,
no podía permanecer mudo ante el ban que de ojos negros estaban los mula- a los gemelos. Medieros y vendedores de
espectáculo: “Altas mujeres verás pero KHYLZSSLUVZ3HUHYPaZLWYLMLYxHHÄSHKH rellenos proliferaban en el Madrid del si-
son como colmenas. La mitad huecas nunca chata y, todas las mujeres querían glo XVII. En cuanto al calzado, se usaban
y corcho. La mitad miel y cera”. un tono de piel pálido. Para conseguirlo zapatos de puntera cuadrada, dado que el
Y si los pies eran importantes, qué de- recurrían a una técnica tan asombrosa pie pequeño también era signo de distin-
cir de los ojos. Como dice Néstor Luján como perjudicial: comer barro. ción masculina. Guantes y anteojos com-
en su obra La vida cotidiana en el Siglo de En aquellos tiempos se fabricaban una ponían los complementos más apreciados
Oro español : “Nunca como en el siglo especie de jarritas que se denominaban de la moda masculina, aunque también
XVII, el de los recatos, de los requiebros, “búcaros”. Estaban elaboradas con arci- los usaban las damas. Los guantes más co-
del lenguaje amoroso de los ojos, de la llas rojas; las de Portugal y Badajoz eran munes eran de piel de perro, pero los más
elocuencia del pañuelo o el abanico, se las más apreciadas. Dando pequeños caros se hacían de piel de gamuza, perfu-
estudió mejor el mirar”. mordiscos se conseguía desprender frag- mados con ámbar y adornados con borda-
Eran apreciadísimos los ojos verdes por mentos de los búcaros y masticarlos. El dos de plata y oro. Los guantes españoles
su extrema rareza, y no le iban a la zaga efecto del barro en el organismo era la fueron muy admirados en toda Europa y
los azules, aunque unos ojos negros en- “opilación”, es decir, una obstrucción alcanzaron precios muy altos. En Inglaterra
tornados debidamente eran de lo más se- de los conductos biliares que provocaba OHJxHUM\YVYWVYZ\THNUxÄJVHYVTH`Z\H-
ductor. Claro que, para gustos, colores, y una tez pálida muy del gusto de la épo- vidad. Regalar guantes era todo un detalle.
OHIxHX\PLUHÄYTHIHX\LSVZVQVZ]LYKLZ ca. Además de taponar los conductos Los había de diferentes formas, incluso
eran más propios de pájaras, que no de biliares, causaba otros daños, como la re- sin la punta de los dedos, especiales para
practicar esgrima.
Los anteojos, por los que todo el mundo
GUANTES Y ANTEOJOS componían los complementos reconoce a Quevedo, eran, además de úti-
más apreciados de la moda masculina, aunque también les para mejorar la visión, artefactos con-
siderados estéticos. Aportaban un aire de
los usaban las damas. Los guantes más comunes eran distinción e intelectualidad, por lo que mu-
los de piel de perro, pero los más caros se hacían de piel chos hombres y algunas mujeres los usa-
de gamuza, perfumados con ámbar. ban para presumir y mejorar su apariencia,
aunque no tuvieran necesidad de llevarlos

60 CLÍO
y menos aún de emplearlos en la lectura.

LA ALIMENTACIÓN EN EL MADRID
LINDOS Y PISAVERDES
DEL SIGLO XVII
,ULS4HKYPKKLZLZHJYPÄJHIHULU TAMBIÉN EN ŶŽĚĞďşĂŶʹ͘hƐĂďĂŶ ƌĞůůĞŶŽƐ͕ĐĞŹŝƌƐĞůŽƐ
El Rastro, anualmente, medio millón de AQUELLOS TIEMPOS ĞŶŐƌĂŶĐĂŶƟĚĂĚ ƌŽƉĂũĞƐ͕LJĚŝƐƉŽŶĞƌ
JHYULYVZZLZLU[HTPSJHIYP[VZKVJLTPS HABÍA HOMBRES ǀĂƌŝĂĚŽƐƉĞƌĨƵŵĞƐ͕ƐĞ convenientemente el
vacas, trece mil cerdos y diez mil terne- METICULOSOS ĂŚƵĞĐĂďĂŶůŽƐůĂƌŐŽƐ ƐŽŵďƌĞƌŽLJůĂƐĂƌŵĂƐ͘
YHZ :L JVUZ\TxHU UV]LU[H TPS HYYVIHZ Y DEDICADOS A ĐĂďĞůůŽƐLJĚĞƐƉƵĠƐĚĞ zĂǀĞƐƟĚŽƐ͕ƐŽůƚĂďĂŶ
de aceite y ochenta mil de vino, mucha PRESUMIR, PARA LO ŚĂďĞƌůŽƐŽŶĚƵůĂĚŽ ƐƵƐƉĞƌĨƵŵĂĚŽƐLJ
caza y aves. No son cifras que descri- CUAL NO DUDABAN EN convenientemente ondeantes cabellos para
IHUH\UHZVJPLKHKX\LWHZHYHOHTIYL EMPLEAR LAS HORAS ĐŽŶƚĞŶĂnjĂƐĐĂůŝĞŶƚĞƐ͕ ƋƵĞƐĞĚĞƐƉĂƌƌĂŵĂƌĂŶ
aunque se podrían mencionar tantas si- QUE FUERA PRECISAS ůŽƐĚĞũĂďĂŶƌĞĐŽŐŝĚŽƐ͘ ĂĚĞĐƵĂĚĂŵĞŶƚĞƉŽƌůŽƐ
tuaciones como economías particulares, PARA ACICALARSE. Se ƵŝĚĂďĂŶůĂďĂƌďĂLJ ŚŽŵďƌŽƐ͘ĞƐƉƵĠƐĚĞ
puesto que la cantidad de mendigos que les llamaba “lindos” o ďŝŐŽƚĞ͕ĚĞĚŝĐĂďĂŶƵŶ ĞƐƚĞƉƌŽĐĞƐŽ͕LJĂĞƐƚĂďĂ
W\S\SHIHU WVY SHZ JHSSLZ LYH LUVYTL ZP “pisaverdes” –nombre ďƵĞŶƌĂƚŽĂŝŶƚƌŽĚƵĐŝƌ el “lindo” preparado para
IPLU LZ JPLY[V X\L SH WPJHYLZJH JVU]LY- ƐĂƌĐĄƐƟĐŽƉĂƌĂĂƋƵĞůůŽƐ los pies en los angostos ĂĐƵĚŝƌĂůŽƐŵĞŶƟĚĞƌŽƐ
tía en mendigos a quienes realmente no ƋƵĞƐĞŵŽǀşĂŶĐŽŵŽƐŝ njĂƉĂƚŽƐ͕ĞŵďƵƟƌƐĞ ĚĞůĂǀŝůůĂ͕ƐĞƌŽůŝĚŽĂŶƚĞƐ
SVLYHU`ZPTWSLTLU[LHI\ZHIHUKLSHZ ůŽŚŝĐŝĞƌĂŶĐŽŶĐƵŝĚĂĚŽ los pares de medias ƋƵĞǀŝƐƚŽLJĐŽŵĞŶnjĂƌĂ
HSTHZJHYP[H[P]HZ3VZWVIYLZKL]LYKHK de no pisar donde ƉƌĞĐĞƉƟǀŽƐĐŽŶƐƵƐ ĐŽƌƚĞũĂƌĂůĂƐĚĂŵĂƐ͘
SVZ KL ZVSLTUPKHK ZL HSPTLU[HIHU  KL
SH ¸ZVWH IVIH¹ V ¸NHSSVMH¹ \U W\JOL-
YV H IHZL KL JVS HSNV KL WHU ` [VJPUV comidas copiosas y repletas de grasa. Por ley no permitía que se sirviera en ellos
YHUJPV X\L ZL KPZWLUZHIH LU SVZ JVU- LQLTWSVLSJLSVKLSVZNHSLUVZLUJ\HU[V ]PUVUPJVTPKHWHYHLSSVLZ[HIHUSHZ[H-
ventos. De este plato deriva la expresión a la dieta de los monarcas era extremo, ILYUHZSVZIVKLNVULZSVZÄNVULZ`SVZ
comúnmente utilizada, incluso hoy día, hasta el punto de estar presentes en las W\LZ[VZ HTI\SHU[LZ SV J\HS UV X\PLYL
KL¸LZ[HYV]P]PYHSHZVWHIVIH¹,UKLÄ- comidas para vigilar todo lo que se servía decir que en la práctica no se sirviera
nitiva, muchos de los que acudían a los al rey. Cuestión aparte es que se hiciera JVTPKH`ILIPKH
conventos a por aquel socorrido plato caso a sus recomendaciones, lo que no ,SNYP[LYxVLSQ\LNV`LS]PUVX\LH\U-
JHSKVZVUV[LUxHUVÄJPVUPILULÄJPVKL parece que ocurriera muy a menudo. que los mesones no podían servir, podía
ningún tipo, o eran estudiantes sin recur- consumirse comprándolo fuera del me-
ZVZ¸ZVWPZ[HZ¹KLTVKVX\LSVX\LYLJP- TABERNAS, MESONES, BODEGONES, Z}UQ\U[VJVU\UHT\S[P[\KKLNLU[LZ]H-
IxHU]LUxHKLSYLNHSVVSHJHYPKHK FIGONES Y... "MEDIA CON LIMPIO" YPVWPU[HZ`WVJVYLJVTLUKHISLZHKLTmZ
La manteca, el tocino y la casquería, ;HILYUHZ TLZVULZ IVKLNVULZ ` Ä- KLJOPUJOLZW\SNHZSPLUKYLZ`WPVQVZZL
SVX\LLU[VUJLZKLUVTPUHIHU¸NYVZZ\- gones pueden en la actualidad ser si- KHIHUJP[HLUSVZTLZVULZ:PULTIHYNV
YH¹ ¶TVSSLQHZ YP|VULZ HZHK\YHZ ` ZL- nónimos, pero en el Madrid del XVII, H‚U OHIxH LZ[HISLJPTPLU[VZ KL TLUVY
ZVZ¶ LYHU WYVK\J[VZ OHIP[\HSLZ LU SHZ JHKHLZ[HISLJPTPLU[V[LUxH\UJVTL[P- categoría que en Madrid eran conocidos
TLZHZTHKYPSL|HZ,SSVQ\U[VHJHYULZ KV`\UHZJHYHJ[LYxZ[PJHZIPLUKPMLYLU- JVU SH L_WYLZP}U ¸4LKPH JVU SPTWPV¹
LZJHILJOLZZHSHaVULZ`LZWLJPHZJVUZ- ciadas. El Diccionario de Autoridades decía en
tituían una auténtica oda al colesterol y Mesones y posadas tenían un carác- 1734: “Frase que tiene solo uso en Ma-
a la acumulación de ácido úrico. [LYWYLMLYLU[LTLU[L\YIHUVVHSTLUVZ drid, originada de que en ciertas casillas y
La fruta fresca no era muy valorada UV ZL SVJHSPaHIHU LU aVUHZ KLZWVISH- barrios de poco comercio dan posada y
gastronómicamente. La poca que se in- das como las ventas. Los mesones, tal cama de noche a los vagabundos y por-
NLYxHZL[VTHIHJVTVLU[YHU[LLUSHZJV- ` JVTV SVZ KLZJYPIL López de Úbeda, dioseros; y en cada cama duermen dos,
midas; las más frecuentes eran la uva y el poeta y dramaturgo de la segunda mitad pagando cada uno dos quartos, y capitu-
TLS}U:xN\Z[HIHUSVZOPNVZ`SVZMY\[VZ KLS ZPNSV ?=0 LYHU HSILYN\LZ Y\PKVZVZ lando que el compañero que le dieren ha
ZLJVZJVTVSHZU\LJLZWHZHZVYLQVULZ vocingleros ocupados por estudiantes de ser limpio, que no tenga piojos, sarna,
o dátiles, que eran muy apreciados, y de WVIYL[VULZ`NLU[LZWVJVÄHISLZX\LLU tiña ni otra enfermedad contagiosa; y por
consumo frecuente en invierno. cualquier momento hacían desaparecer ser media cama y el compañero limpio,
3VZTtKPJVZHSVZX\LLYHOHIP[\HSSSH- SHIVSZHJ\HUKVUVZLLUaHYaHIHULUYP- nació el decirse, este alojamiento Media
THY ¸]LYK\NVZ¹ HJVUZLQHIHU L]P[HY SHZ |HZKLPUZVZWLJOHKHZJVUZLJ\LUJPHZ3H con limpio¹

CLÍO 61
ESPECIAL AUSTRIAS

mados “cerrados”, se disponían en la calle,


compuestos por unas tablas para delimitar
EL VINO Y LAS BEBIDAS DE NIEVE el espacio y unas lonas a modo de toldo
para evitar el sol o la lluvia. Finalmente,
había otro tipo de “bodegoncillos”, carac-
EL VINO ERA ESENCIAL para una ciudad con las compradores interesados. terísticos de Madrid, los llamados bodego-
EN LA VIDA COTIDIANA. dimensiones del Madrid de Quienes regentaban las nes de puntapié, que se instalaban con la
TODO EL MUNDO, ĞŶƚŽŶĐĞƐ͘>ĂƐŝĚĞŶƟĮĐĂďĂ tabernas, los taberneros, misma facilidad que se deshacían con una
SIN DISTINCIÓN DE un ramo colocado como no gozaban de buena simple patada en el tablaje que los susten-
CATEGORÍA O RENTA, ornamento en el dintel, y fama. Se les acusaba de taba, por si las autoridades se presentaban
LO APRECIABA Y LO vendían vino del año, “vino vender el vino lleno de de improviso. El público que acudía a cada
BEBÍA. Lo había de de lo nuevo”. moscas y mosquitos. uno de ellos tenía también diferente cate-
diferentes calidades, En el año 1600, Madrid Además, todo el mundo goría económica. Los bodegones mejor
pero de un modo u otro contaba con trescientas sospechaba que lo instalados servían una importante cantidad
se consumía, siempre noventa y una, que aguaban para obtener de guisos: olla podrida –una especie de
considerándolo algo fueron aumentando en ŵĂLJŽƌďĞŶĞĮĐŝŽ͕ĐŽƐĂ͕ cocido que fue plato fundamental en todo
más que una bebida número hasta alcanzar por otra parte, totalmente el Siglo de Oro–, lenguas, sesos, cabezas,
alcohólica. Era un muchas más de los cuatro cierta. livianos, hígado, picadillo, asadura guisa-
alimento que aportaba centenares previstos. La cerveza, sin embargo, da, callos, albondiguillas, pies y lengua de
sustancia al organismo y a Un aforismo de la época era poco demandada por puerco, bacalao, cecial, torreznos y hasta
la propia vida. decía: “En Madrid ciudad los españoles, que según HZHKVZKLJHYULYV3VZÄNVULZLYHUKLTH-
Más de tres mil tabernas, ďƌĂǀşĂͬƋƵĞĞŶƚƌĞĂŶƟŐƵĂƐ el Estebanillo González yor categoría que los bodegones. El ya ci-
decía Lope de Vega que LJŵŽĚĞƌŶĂƐͬƟĞŶĞ sabía a ͞ŽƌŝŶĞƐĚĞƌŽĐşŶ tado Diccionario de Autoridades nos dice
había en Madrid, quizá ƚƌĞƐĐŝĞŶƚĂƐƚĂďĞƌŶĂƐͬLJ ĐŽŶƚĞƌĐŝĂŶĂƐ͟. No era del de ellos: “Figones es una tienda donde se
exagerando bastante. ƵŶĂƐŽůĂůŝďƌĞƌşĂ͟. gusto español, en gran guisan y venden diferentes manjares, pro-
Aun así, se sabe que las Aunque todo el vino medida porque era muy pios para la gente acomodada”. El ilustre
autoridades se propusieron debía despacharse en ĚĞůŐƵƐƚŽĚĞůŽƐŇĂŵĞŶĐŽƐ͕ `YLÄUHKVLZJYP[VY-YHUJPZJVKL8\L]LKV
reducirlas a doscientas, las tabernas, el más con quienes, en aquellos LYHJSPLU[LOHIP[\HSKL\UVKLLZ[VZÄNVULZ
ĐŽŶƐŝĚĞƌĂŶĚŽĮŶĂůŵĞŶƚĞ ĐĂƌŽLJƌĞĮŶĂĚŽƐĞ ƟĞŵƉŽƐĚĞĚŽŵŝŶŝŽ madrileños, el Figón de Lepre.
la cifra de cuatrocientas, vendía directamente español, las relaciones no
lo que no estaba nada mal por los cosecheros a los eran muy cordiales. ALOJAS PARA IR AL TEATRO
Un éxito enorme tuvo el consumo de be-
bidas frías como la leche de almendras,
las aguas de cebada o avena, la limonada
DESTINADOS AL YANTAR ERAN LOS y la horchata. Tanto que, en torno a estos
FIGONES Y BODEGONES. Fueron los segundos WYVK\J[VZ ÅVYLJPLYVU WY}ZWLYVZ ULNV-
cios que subsistieron hasta el siglo XIX.
los que alcanzaron mayor popularidad. En estos Para la elaboración de estas bebidas se
establecimientos también se podía encargar utilizaba la nieve. Se recogía en los ven-
comida "para llevar". tisqueros, se transportaba por arrieros y de
U\L]V ]VS]xH H WVaVZ KL KLÄJPLU[L SPT-
pieza para almacenarse, por lo que no es
Otros establecimientos dedicados +LZ[PUHKVZHS`HU[HYLYHUSVZÄNVULZ de extrañar que cuando llegaba hasta el
al descanso eran las posadas. Estaban y bodegones. Fueron los segundos los consumidor, además de frío, aportara una
destinadas a personas que no deseaban que alcanzaron mayor popularidad. En buena dosis de bacterias.
mezclarse con vocingleros, arrieros, ju- estos establecimientos no solamente se Muy frecuentadas eran las alojerías,
gadores de naipes e individuos al acecho comía, también se podía encargar, como establecimientos en los se dispensaban
de las bolsas ajenas. Eran más cómodas diríamos hoy, “para llevar”, y disfrutar estas bebidas de nieve, de las cuales ha-
que los mesones, con una mayor calidad del menú en el domicilio particular. Los bía un importante surtido: las económicas
en el servicio y la posibilidad de alquilar había de varias categorías; por un lado limonadas, aguas de jazmín, de escorzo-
varias “cuadras” –habitaciones– para uso estaban los bodegones dispuestos en nera –una planta silvestre–, de azahar y
personal y de sus criados. SVJHSLZZP[\HKVZLULKPÄJPVZ6[YVZSSH- de claveles, o las más caras compuestas

62 CLÍO
de canela o de guindas. La oferta incluía
sorbete de ámbar, garapiña de chocolate,
horchatas y, por supuesto, las populares
alojas, bebidas que dieron nombre a estos
despachos que durante los siglos XVIII y
XIX adquirirían el nombre de botillerías y,
posteriormente, cafés.
La “aloja” era una mezcla de agua, miel
y especias, a la que en verano se añadía
hielo y se denominaba “aloja de nieve”.
En las representaciones teatrales, tan fre-
cuentes en la época, se consumía habitual-
mente un refresco de aloja con la misma
naturalidad que ahora se beben refrescos
de cola, mientras que algunos espectado-
res, contratados por los actores o el dueño
del corral de comedias aplaudían a rabiar
y se enfrentaban con aquellos otros que,
pagados por la competencia, se dedicaban
a denigrar el espectáculo.

LUGARES DE ESPARCIMIENTO
Nade mejor que Madame D´Aulnoy para
describirnos algunos entornos donde los
madrileños acudían a distraerse, lugares
que además de la iglesia, punto de reunión,
culto y murmuración, completaban la
oferta lúdica de los ciudadanos más
humildes: “La Casa de Campo no es muy CASA DE CAMPO EN
ÉPOCA DE FELIPE II.
grande, pero está bien situada cerca del
Manzanares. Los árboles son allí muy altos
y ofrecen agradable sombra; el agua no y se precipitan en poderosos torrentes ]HUJ\PKHKVZHTLU[LSHZTmZYHYHZ`SHZ
escasea y corre apaciblemente hasta llegar a hasta el Manzanares, por encima del más odoríferas. Desde la Florida puede
un estanque rodeado por grandes encinas. cual hizo construir Felipe II el puente lla- IHQHYZLHS7YHKV5\L]VKVUKLOH`Z\Y-
La estatua de Felipe IV está colocada en el THKVKL:LNV]PHTmZOLYTVZVHJHZV [PKVYLZ ` mYIVSLZ T\` LSL]HKVZ ,Z \U
jardín; este lugar, bastante abandonado, o tanto por lo menos, que Le Pont Neuf paseo en extremo agradable, y aunque
[PLULJHZHKLÄLYHZKVUKLOL]PZ[VSLVULZ tendido sobre el Sena en París. Cuando no es llano el terreno, la cuesta se hace
osos, tigres y otros animales feroces que se SVZ]PHQLYVZSSLNHUHSW\LU[LKL:LNV]PH tan dulce que no produce ningún can-
aclimatan bien en España. Van a pasearse suelen reírse mucho, pareciéndoles ridí- ZHUJPV4mZHSSmZLLUJ\LU[YH[VKH]xHSH
por la Casa de Campo los soñadores de culo que se haya construido un puente AHYa\LSHKVUKLZLNVaHUILSSLaHZ]LY-
VÄJPV`SHZKHTHZX\LKLZLHUHUKHYWVY tan hermoso y tan largo sobre un cauce daderamente campestres y donde hay
lugares escasamente concurridos". sin agua, y alguno ha dicho con gracia algunas habitaciones bastante frescas
Prosigue: "El Manzanares es un río que X\L HJVUZLQHYxH SH ]LU[H KLS W\LU[L para que descansen los reyes cuando
no entra en la Villa, y en ciertas épocas para comprar agua con el producto". regresan de una cacería. El primer día
no parece arroyo siquiera, ofreciendo su A su descripción añade: "La Florida es KLTH`VO\IVÄLZ[HZM\LYHKLSHW\LY[H
cauce seco, pero en otras engruesa rápi- una residencia muy agradable, cuyos de Toledo, en un lugar llamado el Soti-
damente y se sale de madre, arrastrando QHYKPULZTLOHUN\Z[HKVT\JOV"]PLU llo, y allí acudieron todos los habitantes
cuanto a su paso encuentra. Durante el ellos estatuas de Italia esculpidas por la KLSHJVY[L`KLSH]PSSH@VM\P[HTIPtU
LZ[xVZPY]LKLWHZLVWHYHSVZJVJOLZ`LU mano de los mejores maestros, aguas TmZWHYH]LYX\LWHYHZLY]PZ[HH\UX\L
PU]PLYUV PU\UKH [VKVZ SVZ JHTWVZ ]LJP- corrientes que producen agradable TPZ]LZ[PKVZHSHMYHUJLZHKPZ[PUN\PtU-
nos. Esto es ocasionado por el deshielo T\YT\SSVÅVYLZOLYTVZHZJ\`VHYVTH dome de las demás, dieron ocasión a
KL SHZ UPL]LZ X\L J\IYLU SHZ TVU[H|HZ encanta los sentidos, pues allí se culti- que todos repararan en mí”.
CLÍO 63
ESPECIAL AUSTRIAS

LOCOS, ENANOS Y BUFONES


EN LA CORTE DE LOS AUSTRIAS
EN LOS SIGLOS XVI Y XVII EUROPA HABÍA DESARROLLADO UN GUSTO POR LOS EXTRAÑOS FENÓMENOS
DE NATURALEZA O LOS PORTENTOS HUMANOS. PRUEBA DE ELLO ES QUE LA CORTE DE LOS AUSTRIAS
>WK^W>'Z^dd/WKWZ^KE:^Wh>/Z^͵h&KE^͕>KK^zEEK^͵͘
^dK^͕E>'hEK^^K^͕>>'ZKE/E>h^KKEsZd/Z^EsZZK^^^KZ^Z>^͘
WKZE'>^E,Z^WK͕/ZdKZ/dKZ/>GUADARRAMISTAS HISTORIA

URANTE LOS SIGLOS XVI Y XVII LOS SERES MONSTRUOSOS


LA MONARQUÍA DE LOS AUS- Felipe II, uno de los más importantes coleccionistas del
TRIAS SE RODEÓ DE UNA CORTE siglo XVI, mostró un vivo interés por las curiosidades
DE PERSONAJES, CUYA FUNCIÓN JPLU[xÄJHZ KL SH UH[\YHSLaH ( ,S ,ZJVYPHS SSLNHIHU MYL-
ERA MÁS COMPLEJA DE LO QUE cuentemente animales vivos o restos de los mismos, que
A PRIORI PODAMOS PENSAR. HA- se custodiaban en el batán del monasterio. Rinoceron-
BLAMOS DE LOS BUFONES, LOS tes, elefantes o avestruces, incluso las mandíbulas de un
LOCOS Y LOS ENANOS, “HOM- JHJOHSV[L X\L OHIxH ZPKV OLYPKV KL \U JH|VUHaV JLYJH
BRES DE PLACER” O “SABANDIJAS DE PALACIO”. Este del estrecho de Gibraltar, o el retrato a tamaño real de
elenco de personajes estaba formado por algunas personas una enorme tortuga marina. Pero esta curiosidad no era
con discapacidades, diferencias o enfermedades mentales, exclusiva del monarca. En general, podemos decir que
que contribuían al entretenimiento y la risa de los sobera- durante el siglo XVI el hecho de contemplar lo que se
nos, pero no hay que olvidar que también eran hombres y denominaba “monstruos” o “portentos humanos” promo-
T\QLYLZKLJVUÄHUaHH\[tU[PJVZHZLZVYLZLUHSN\UVZJH- vió un tipo de retrato que era admirado por el público; es
ZVZ`ZVIYL[VKVZLY]xHUWHYHHNYHUKHYH‚UTmZSHÄN\YH TmZLZVZMLU}TLUVZKLSHUH[\YHSLaHZLKLQHIHUYL[YH[HY
YLNPH[HS]LaULJLZP[HKHKLJVTWSHJLYZLJVUSHJVUZ[H[H- con gusto y solían vivir de ello, a veces, holgadamente.
ción material de su diferencia y superioridad. Sin embargo, esta costumbre no era exclusiva de España,

64 CLÍO
CLÍO 65
ESPECIAL AUSTRIAS

RETRATO DE FELIPE II.

sino que también en el resto de


Europa existía este macabro gusto
por lo deforme, una exacerbada
curiosidad por la anomalía.
Prueba de ello son los hermanos
siameses Colloredo, que habían
nacido en Génova en 1617, unidos
por la zona umbilical. Lázaro dis-
frutaba de una complexión y una
inteligencia normales, mientras que
su hermano, Joannes Baptista, se
había desarrollado solo parcialmen-
te y no hablaba ni ingería ningún
alimento, aunque sí reaccionaba
emitiendo sonidos cuando le pelliz-
caban o zarandeaban, algo que ha-
cía su hermano cuando se lo pedían
a cambio de dinero.
En España se conservan los retra-
tos de la “monstrua de Carreño” y
el de la “barbuda de Peñaranda”,
de nombre Brígida del Río, retrata-
da por Sánchez Cotán en la corte
madrileña en 1590. O el de Mag-
dalena Ventura, la “mujer barbu- LOS ENANOS ERAN CONSIDERADOS SERES
da”, que fue retratada por José de EXTRAORDINARIOS, delicados y preciosos.
Ribera en 1631, mostrando esta úl-
tima un aspecto totalmente mascu-
Cuanto más pequeños, más deseados. Las cortes
lino, con poblada barba y un seno europeas se nutrían de ellos, principalmente de
descubierto del que amamantaba a enanos polacos, los más apreciados.
un niño. Ambas, Brígida y Magda-
lena, padecían hirsutismo.
También resulta llamativo el re- otros, cuando la simple visión de su FRANCESILLO DE ZÚÑIGA,
trato de la “monstrua de Carreño”, propio retrato hubiera colmado toda EL PROMOTOR DE LA BUFONERÍA
denominada así por ser retrata- su curiosidad respecto a seres extra- Nacido en Béjar (Salamanca) hacia el
da por Juan Carreño de Miranda, ños. La “monstrua”, según Gregorio año 1480, en el seno de una familia ju-
continuador en la especialidad de Marañón, podía padecer el síndrome día conversa, sastre de profesión en su
retratar seres con deformidad, del de Cushing, alteración en la secreción adolescencia, sirvió al duque de Béjar,
mismísimo Diego Velázquez, el de hormonas suprarrenales que da lu- don Álvaro de Zúñiga, del que adopta-
gran pintor de los bufones y ena- gar a una obesidad mórbida. Lo que ría el apellido, aunque, en realidad, el
nos de la corte. La “monstrua”, que padecía Carlos II y motivó su muerte, nombre “Francesillo” se le atribuyó en
tenía nombre, se llamaba Eugenia por otro lado, fue el resultado de la el siglo XIX. Hombre inteligente, con
Martínez Vallejo, y con seis años consanguinidad de sus ascendientes dotes de escritor, su obra tiene el tono
de edad pasaba los 60 kg de peso, que durante años recurrieron a su pro- sarcástico de Quevedo, sin llegar a su
además de tener una estatura anor- pia familia para establecer los enlaces excelencia. Acompañó al emperador
malmente baja. Curiosamente, el matrimoniales. Tal vez el síndrome de Carlos V, Carlos I de España, junto al
encargo del retrato, o mejor dicho, Klinefelter, una enfermedad relaciona- duque de Béjar, desde 1518 hasta su
de los retratos, procedía de Carlos da con los cromosomas, le provocara desembarco en Flandes, en 1520. Co-
II, que mandó hacerle uno vesti- hipogonadismo e infertilidad, esta úl- noció las vicisitudes de la corte y las
da y otro desnuda. Paradójico que tima atribuida por el monarca a algún debilidades de las personalidades or-
Carlos II buscara anormalidades en hechizo. gullosas que pululaban en busca de fa-

66 CLÍO
>/Yh/ZZdZdKΗ>
DKE^dZhΗh'E/DZd1Es>>:K͕
REALIZADO POR CARREÑO MIRANDA POR
ORDEN EXPRESA DEL REY CARLOS II.

RETRATO DE UN JOVEN FELIPE II


REALIZADO POR TIZIANO.

LOS GUSTOS DE FELIPE II


En el número 192 de CLÍO, descubríamos
vores, alardeando de posición social. pesar de contar con cierto desagrado de la mano de Ad Absurdum
algunas de las peculiaridades más
No tenía empacho en ridiculizarlos, de su padre, el cual no podía repro-
desconocidas de Felipe II. Además de
lo cual hacía las delicias del monarca, char nada a su hijo, ya que él mismo su protección a los enanos, el monarca
pero su locuacidad sin mesura le hizo estuvo cerca de Francesillo de Zúñi- contaba con NUMEROSAS
ganarse el odio de muchos de ellos, a ga, e incluso el día de su coronación AFICIONES COMO LA
quienes solamente la protección que como emperador, en Bolonia, su ena- CAZA, LA LECTURA O LOS
le dispensaba el emperador, les impe- no, Perico de San Hervás correteaba ANIMALES.
día atentar contra su vida. En enero de entre los pajes. La tradición caló en ^ƵƐĂĮĐŝŽŶĞƐĐŽŵĞŶnjĂƌŽŶĚĞƐĚĞ
  [HS ]La LS L_JLZV KL JVUÄHUaH las hijas de Felipe II, las infantas Isa- pequeño, cuando gustaba de usar
le hizo cometer el error de hacer una bel Clara Eugenia y Catalina Micaela, ǀĞƐƟĚŽƐŽĚŝƐĨƌĂnjĂƌƐĞ͘ĞůůŽ͕ƐĞƐƵŵĂďĂ͕
ĐŽůĞĐĐŝŽŶĂƌĮŐƵƌĂƐĚĞĐĂďĂůůĞƌŽƐ͕ũƵŐĂƌ
desafortunada broma que molestó al nacidas de su matrimonio con Isabel
ĂŶĂŝƉĞƐĞ͕ŝŶĐůƵƐŽ͕ƟƌĂƌƉŝĞĚƌĂƐƉŽƌůĂ
TVUHYJH`SLZ\W\ZVLSKLZWPKVKLÄUP- de Valois. Estas se rodearon de todo ǀĞŶƚĂŶĂ͘^ĞŐƷŶĐƌĞĐşĂ͕ĞůũŽǀĞŶ&ĞůŝƉĞ
tivo de la corte. tipo de lujos y entretenimientos, entre ĞǀŽůƵĐŝŽŶĂďĂĞŶƐƵƐĂĮĐŝŽŶĞƐƋƵĞƉĂƐĂƌŽŶ
En 1531 murió su segundo protec- ellos, enanos, animales de compañía ĂĐĞůĞďƌĂƌũƵƐƚĂƐĐŽŶǀĞůĂƐ͕ũƵŐĂƌĐŽŶƐƵƐ
tor, el duque de Béjar, y, aunque la y objetos raros y novedosos. ƉĂũĞƐLJĐĂnjĂƌ͘ZĞƐƉĞĐƚŽĂĞƐƚĂƷůƟŵĂ͕LJ
pese a ser un gran amante de los animales,
viuda de este le nombrara alguacil Los enanos eran considerados seres
ĂůŽƐϭϰĂŹŽƐ&ĞůŝƉĞLJĂĂďĂơĂƚŽĚŽďŝĐŚŽ
mayor de la villa de Béjar en 1531, extraordinarios, delicados y precio- ǀŝǀŝĞŶƚĞ͘ĞŚĞĐŚŽ͕ƐƵƉĂĚƌĞ͕Carlos, tuvo
quedó expuesto a aquellos a los que sos. Cuanto más pequeños, más de- ƋƵĞƌĞƐƚƌŝŶŐŝƌĞůŶƷŵĞƌŽĚĞƉŝĞnjĂƐƋƵĞ
había ridiculizado. Murió acuchillado seados. Las cortes europeas se nutrían podía anotarse semanalmente.
por unos desconocidos en febrero de de ellos, principalmente de enanos En el terreno cultural, Felipe amaba
ůĂůĞĐƚƵƌĂLJůĂƉŝŶƚƵƌĂ͘ƵŶƋƵĞƐŽůŽƐĞůĞ
1532. Fiel a su incontenible locuaci- polacos, los más apreciados. España,
conoce una obra, un cuadro de San José, se
dad, sus últimas palabras, en brazos por su parte, se especializó en expor- sabe que llegó a comprar más de 350 libros
de su esposa, fueron: “Mujer, te han tar locos. Los locos más cotizados solo en en 1545. En su amplia biblioteca
matado al marido”. eran españoles, lo cual no impedía ŚĂďşĂĂƵƚŽƌĞƐĐŽŵŽCicerón, César, Plauto,
que en algunos casos fueran devuel- Séneca, Erasmo, Juan Luis Vives o Lutero,
ĞŶƚƌĞŽƚƌŽƐ͘ŶϭϱϰϴƚĞŶşĂLJĂƵŶŽƐϴϬϬ
FELIPE II Y LAS INFANTAS: tos una vez adquiridos, ya que una
ůŝďƌŽƐ͘ĞŚĞĐŚŽ͕ůŽƐĐĞŶƐŽƌĞƐƋƵĞǀŝƐŝƚĂƌŽŶ
PROTECTORES DE ENANOS cosa era un loco gracioso, locuaz o la Biblioteca Real en la década de 1570
El rey Felipe II fue durante su juven- sorprendente, y otra muy distinta, un ƚĂĐŚĂƌŽŶĂůŐƵŶŽƐǀŽůƷŵĞŶĞƐĚĞΗƉƌŽŚŝďŝĚŽ
tud asiduo a los enanos y bufones, a “loco peligroso”. ƉŽƌĞƐƚĂƌĚĞƉƌĂǀĂĚŽƉŽƌŚĞƌĞũĞƐΗ͘

CLÍO 67
ESPECIAL AUSTRIAS

DIEGO VELÁZQUEZ Volviendo a las infantas, entre ellas y rey, pero tuvo tiempo de ser retratada
El pintor sevillano es reconocido por ser uno
sus llamativos acompañantes se estable- en 1585 junto a Isabel Clara Eugenia
de los elegidos para retratar a la corte de ció una amistad y un gran cariño. Es el por Alonso Sánchez Coello. La infan-
los Austrias. Además, RETRATÓ EN caso de Magdalena Ruiz, “la enana loqui- ta posa colocando su mano sobre la
NUMEROSAS OCASIONES A lla”, que comenzó a trabajar en la corte cabeza de Magdalena, que a su vez
BUFONES Y ENANOS. Siempre estando al servicio del infante Carlos y, lleva en brazos un pequeño mono.
fue por encargo real, ya que se trataban de posteriormente, de Juana de Austria, y Magdalena Ruiz no se halla junto a
ůŽƐĐƌŝĂĚŽƐĂůƐĞƌǀŝĐŝŽLJĚŝǀĞƌƟŵĞŶƚŽĚĞůĂ que supo granjearse el afecto de toda la Isabel Clara Eugenia por casualidad,
corte. En estas pinturas no hay intención familia real. Compañera imprescindible su presencia refuerza la imagen ma-
de demostrar pena o reivindicación, solo la
condición humana al natural, aunque con
de Isabel Clara Eugenia y Catalina Mi- yestática de la infanta y las cualidades
una gran dignidad. Algunas de sus obras caela, también fue estimada por el rey. En de Isabel, su belleza y elegancia, en
más conocidas son El bufón el Primo o julio de 1582, Felipe II le relata a sus hijas, contraposición con los rasgos poco
Francisco Lezcano, el Niño de Vallecas. por carta, que Magdalena Ruiz las echa agraciados de Magdalena. La infanta
mucho de menos: “Magdalena hace muy se muestra a la vez protectora y piado-
bien en escribiros y está aquí ahora, dice sa, situando su mano sobre la cabeza
que os diga de su parte que quisiera más de la enana a la que no falta detalle
estar con vosotras que enviaros recado; en su vestimenta, además del exótico
y yo digo que, aunque se le levantan los simio como animal de compañía.
pies cuando oye algún son, se cansa ya
tanto que no puede bailar”. BUFONES, LOCOS ÚTILES Y BOBOS
,S ]PUV HS X\L LYH T\` HÄJPVUHKH En el escenario de palacio hay que
Magdalena, y su edad, fueron deterio- distinguir varios personajes. Por un
rado su salud, de ahí que ya no pu- lado, los enanos, sorprendentes por
diera levantar los pies como indica el su pequeñez, admirados por su de-
FACHADA DEL MUSEO DEL PRADO, DONDE,
A EXCEPCIÓN DE LA PINTURA DON JUAN
CALABACILLAS, SE ENCUENTRAN LAS OBRAS
EXPUESTAS A LO LARGO DE ESTE REPORTAJE.
FRENTE A LA FACHADA UNA ESTATUA QUE
REPRESENTA A DON DIEGO VELÁZQUEZ.

formidad, sus extraordinarios movi-


mientos y agilidad. El loco producía
un efecto distinto, el del divertimen-
El bufón era otra cosa, llevaba a cabo el oficio
to derivado de sus locuras y su ex- de “truhán de corte” también llamado “de
traño comportamiento, salvo, como lengua libre”. SE LE PERMITÍA BROMEAR,
ya hemos señalado, que resultara
peligroso y, por tanto, debiera ser
HACER COMENTARIOS EXTEMPORÁNEOS,
devuelto a su lugar de origen. Y RIDICULIZAR AL INVITADO.
El bufón era otra cosa, llevaba a
JHIV LS VÄJPV KL ¸[Y\OmU KL JVY[L¹
[HTIPtU SSHTHKV ¸KL SLUN\H SPIYL¹
Se le permitía bromear, hacer comen- La cantera española de desequili- con grandes dotes de ignorancia y can-
[HYPVZ L_[LTWVYmULVZ YPKPJ\SPaHY HS brados mentales se nutría de asilos KPKLa <UH KL LSSHZ M\L Catalina del
invitado e incluso tomarse determina- como los de Toledo, Sevilla, Zarago- Viso, que entre 1653 y 1654 sirvió en
das licencias con el rey. Realmente, el aH=HSSHKVSPK V KL SH MHTVZH Casa palacio a una mondonga o criada de
bufón era un profesional, un bufone, de Folls KL=HSLUJPH3VZHYPZ[}JYH[HZ las damas de la reina. Procedía de una
WHSHIYH P[HSPHUH X\L ZPNUPÄJH HJ[VY también poseían los suyos, los inter- MHTPSPHJHTWLZPUHLOPaVJHYYLYHLUSH
cómico, entretenedor, y, si al loco se cambiaban y presumían de sus cua- corte desde un día soleado de invier-
le permitía que dijera lo que su mente lidades. Italia fue el principal país no. La tal Catalina salía al exterior y
enferma tuviera a bien, el bufón debía importador de locos españoles. exponía su delantal al sol, cuando es-
J\PKHYZLKLSJ\mUKV`LSJ}TV(\U- Junto a estas personas afectadas por taba caliente corría al interior de pala-
que tampoco faltaron bufones que su- la enfermedad mental, existían otras, JPV`SVZHJ\KxHKLU[YVKL\UHYJH(Zx
WPLYVUOHJLYZL¸SVZSVJVZ¹`SVJVZX\L SVZ ¸IVIVZ¹ NLU[LZ WYV]LUPLU[LZ KLS YLWL[xH \UH ` V[YH ]La SH VWLYHJP}U
no lo eran tanto. mundo rural o de situaciones míseras, Cuando le preguntaron qué estaba

CLÍO 69
ESPECIAL AUSTRIAS

JUNTO A ESTAS LÍNEAS EL


BUFÓN LLAMADO DON JUAN DE
AUSTRIA, A LA DERECHA DON
CRISTÓBAL DE CASTAÑEDA Y
PERNÍA, BARBARROJA; AMBOS
RETRATADOS POR VELÁZQUEZ.

haciendo, contestó que recoger


el calor del sol y guardarlo en el arca MÁS ALLÁ DE LOS AUSTRIAS
para cuando hubiera que calentarse
con él. La simpleza la hizo famosa, y
los reyes, conocedores de la anécdo- LA COSTUMBRE DE ODPDUFKD(VWH~OWLPRHUD 3HGURWHQtDHQWRQFHV
ta, la incluyeron en la nómina de seres TENER A DISPOSICIÓN Lucas SerlienkoHOTXH GLH]DxRVGHHGDG\
especiales con retribución en especie, BUFONES, ENANOS DxRVPiVWDUGHVDOYDUtD QXQFDROYLGyD6HUOLHQN
que incluía ración de comida. Y LOCOS EN LAS ODYLGDGHO]DUFXDQGRVH 8QDYH]FRQYHUWLGRHQ
El bufón, como actor y experto co- CORTES, NO FUE SURGXMRODVXEOHYDFLyQGH ]DUFUHyXQDJXDUGLDGH
nocedor de los gustos del rey debía EXCLUSIVA DE LOS ORVVWUHOWV\\ODJXDUGLD HQDQRVDFDEDOORTXH
saber cuándo hacer reír. No se trataba AUSTRIAS. Francisco I SUHWRULDQD(OMRYHQ]DU GHV¿OyHQ0RVF~MXQWR
de hacer aspavientos sin sentido. De- de Francia tuvo un bufón SHUPDQHFLyHVFRQGLGR DORVUHJLPLHQWRVPiV
trás de los gestos, burlas y comenta- que le trataba con una \DTXHWRGRVVXV SUHVWLJLRVRVGHO]DU\HO
rios del bufón había un fondo, a veces FRQ¿DQ]DGHVPHGLGDHO IDPLOLDUHV\SHUVRQDOGH SURSLR/XFDV6HUOLHQNR
político, que servía para desmontar al IDPRVRBrusquetFRQ VHUYLFLRIXHURQSDVDGRV RFXSyXQOXJDUSULQFLSDO
contrario o hacer agradable o desa- TXLHQOOHJyDFRQVXOWDU SRUODVDUPDV/RV HQVXVpTXLWR&RQ
gradable la situación, según la necesi- DVXQWRVGH*RELHUQR HQDQRVGHODFRUWHTXH /XFDVFRPSDUWtDHO]DU
dad. Por supuesto, si el rey reía, reían (O]DUPedro I el HUDQDEXQGDQWHVIXHURQ todo aquello que iba
los demás. Dice Francisco López de GrandeIXHVLHPSUH¿HO REOLJDGRVDKXVPHDU GHVFXEULHQGRHQVXV
Villalobos en un texto del siglo XVI: DVXVHQDQRV'LFHQ EDMRODVFDPDVDUPDULRV YLDMHVSRU(XURSD\TXH
“En comenzándose a reír el rey, hace TXHXQRGHORVSULPHURV \FXDOTXLHUHVSDFLR OHSHUPLWLUtDPRGHUQL]DU
a todos los otros caerse de la risa, unos MXJXHWHVTXHWXYRHO UHGXFLGRSDUDHQFRQWUDU 5XVLDVHORFRQWDEDD
sobre las arcas y otros sobre los ban- ]DUIXHXQDFDUUR]D D3HGUR(OHQDQR/XFDV VXHQDQRIDYRULWRFRQ
cos, otros sobre los hombros de sus LQIDQWLOWLUDGDSRUFXDWUR YLRD3HGURTXHMXQWR WRGRHOHQWXVLDVPR\OD
compañeros, otros llorando de risa, FDEDOOLWRVHQODTXHVH DVXPDGUH\VXWtRVH FRQ¿DQ]DKDFLHQGRTXH
que sus ojos se convierten en fuentes SDVHDEDSRUORVMDUGLQHV RFXOWDEDQWUDVHOELRPER HQWUDUDHQVXFDUUXDMH
perennales, otros juran que les duelen GHO.UHPOLQFRQGRV GHXQVDOyQSHURVHODV HLQFOXVRVHQWiQGROR
los ijares, otros se les desencajan las HQDQRVFDEDOJDQGRD LQJHQLySDUDGLVWUDHUDORV VREUHVXVURGLOODVVLHUD
quijadas, y créolo porque las baten cada lado y otro cerrando JXDUGDV\DOHMDUORV SUHFLVR

70 CLÍO
EN EL CUADRO MÁS FAMOSO DE DIEGO
VELÁZQUEZ PODEMOS VER A DOS DE ESTOS
ACOMPAÑANTES DE LA CORTE: EL ENANO
NICOLÁS PERTUSATO Y MARI BÁRBOLA.

por fuerza y contra su voluntad. Otros


hay que ríen y paran y después vuelven Mención aparte merece don Diego de Acedo “el
a rehacer la risa con otro reventón, para
dar a entender que la detuvieron por
Primo”, que más que un bufón propiamente dicho,
fuerza y que se les tornó a soltar”. era un enano que llegó a ser FUNCIONARIO DE
PALACIO DESDE 1635, COMO CORREO REAL Y
LAS RETRIBUCIONES DE LOS
HOMBRES DE PLACER
OFICIAL DE LA ESTAMPILLA.
Las raciones diarias de comida, a ve-
ces dobles y triples, la entrega de telas
para manufacturar vestidos, de calzado, bufón del conde de Benavente y del Gran haber sido retratado por Velázquez, espe-
el regalo de algunas joyas y pequeñas Duque De Alba, llamado “Perejón”, Pero cialista en estos personajes, con los que,
cantidades de dinero para uso personal Hernández de la Cruz, era propietario por cierto, trabó el artista amistad, tuvo
eran el modo principal de retribución de KLJPUJVLKPÄJPVZLUZ\WVISHJP}UUH[HS largas conversaciones y alguna que otra
aquellos que envidiosamente fueron de- Nicolasito Pertusato o mejor dicho, don correría en los prostíbulos madrileños, qui-
nominados durante el Siglo de Oro como Nicolás Pertusato, el enano italiano que zá haya favorecido la confusión de creer
zumbonas moscas de la buena dicha. Y sirvió en la corte de Felipe IV y Carlos II, bufón a don Diego, porque lo que se sabe
es que si para el ciudadano común re- famoso por aparecer en Las Meninas de de él es que era mujeriego, hombre de mal
sultaba difícil obtener lo indispensable Velázquez, pisando al perro mastín, acu- genio y capaz de echar mano a la espada
para la vida cotidiana, los hombres de muló una importante fortuna que acabó con facilidad, además de celoso cumplidor
placer lo tenían al alcance de la mano en manos de religiosas al fallecer sin he- de su cargo.
con suma facilidad, lo ahorraban como rederos. Y es que lo cierto es que estos pecu-
OVYTPNHZ`HSÄUHSKLZ\Z]PKHZJVU[HIHU Mención aparte merece don Diego de liares personajes consiguieron amasar
con un patrimonio más que respetable. Acedo “el Primo”, que más que un bufón una gran fortuna y un poder poco ac-
Por ejemplo, Magdalena Ruiz, la “ena- propiamente dicho, era enano, funcionario cesible en aquel tiempo gracias a sus
na loquilla” de Isabel Clara Eugenia y de palacio desde 1635 como correo real y singularidades físicas y mentales, las
*H[HSPUH 4PJHLSH [\]V KPULYV Z\ÄJPLU[L VÄJPHSKLSHLZ[HTWPSSH\UJHYNVWVYLSX\L cuales también les hicieron ser parte de
como para pagar a un criado personal. El obtenía una buena retribución. El hecho de la Historia.

CLÍO 71
ESPECIAL AUSTRIAS

EL EMPERADOR
CARLOS VI DEL
SACRO IMPERIO
ROMANO
GERMÁNICO.

LA LUCHA POR LA SUCESIÓN AUSTRIACA

72 CLÍO
EL PERIODO DE RELATIVA PAZ QUE VIVIÓ EUROPA DESPUÉS DE LA
GUERRA DE SUCESIÓN EN ESPAÑA SE VIO INTERRUMPIDO POR EL ESTALLIDO
DE UN NUEVO CONFLICTO A PARTIR DE 1740, QUE EMPUJÓ A LAS PRINCIPALES
POTENCIAS DEL VIEJO CONTINENTE A UNA GUERRA DE COLOSALES
DIMENSIONES, CUYO RESULTADO MARCÓ EL FUTURO DE EUROPA DURANTE
TODO EL SIGLO XVIII.
WKZ:s/ZDZd1EͳW/EE

A GUERRA DE SUCESIÓN AL TRONO afrontar una guerra de estas características. Fran-


DE AUSTRIA SE DESENCADENÓ COMO cia parecía dispuesta a sacar beneficio de esta si-
CONSECUENCIA DE LA MUERTE DEL tuación, al tiempo que España seguía reclamando
EMPERADOR CARLOS VI EN 1740, al la recuperación de los territorios italianos ocupa-
que le sucedió su hija María Teresa, nom- dos ahora por Austria, mientras que los prusianos
brada Archiduquesa de Austria, Reina de anhelaban la rica región de Silesia.
Hungría, Croacia y Bohemia y Duquesa
de Parma. El problema es que María Te- La situación se vino a complicar aún más, porque
resa no era buena candidata al título de emperador del en Francia el partido antiaustríaco unido a la figura
Sacro Imperio Romano Germánico que ostentaba su preeminente del duque Belle-Isle, con gran influen-
padre, entre otros motivos porque nunca antes había cia sobre Luis XV, decidió apoyar a Carlos Alberto
sido ocupado por una mujer. De esta forma se planteó de Baviera como candidato a la Corona Imperial.
la posibilidad de que ella fuera Sin tiempo que perder, Belle-
aceptada en los dominios here- LA DERROTA DE Isle organizó una fuerte coa-
ditarios, mientras que su espeso AUSTRIA parecía lición contra María Teresa de
Francisco Esteban fuese elegido Austria a la que se unieron por
emperador.
inminente, pero con lo el Tratado de Nymphenburg
que no pudieron contar del 28 de marzo de 1741 Fran-
Antes de su muerte, Carlos VI los franceses fue con la cia, España, Prusia, Baviera y
intentó convencer a los estados capacidad de resistencia el reino de las Dos Sicilias. La
alemanes para que aceptaran la derrota de Austria parecía in-
Pragmática Sanción de 1713, y
de la reina austríaca y el minente, pero con lo que no
de esta forma posibilitar que una decidido apoyo que Gran pudieron contar los franceses
mujer, en este caso su hija, pu- Bretaña ofreció a María fue con la capacidad de resis-
diese sucederle en el trono. Ob- Teresa. tencia de la reina austríaca y el
viamente, no todos estuvieron decidido apoyo que Gran Bre-
de acuerdo en aceptar la voluntad del difunto rey, por taña ofreció a María Teresa, pero especialmente
lo que dos meses después del fallecimiento del empe- con la sorprendente decisión que tomará Federico
rador, el rey Federico II de Prusia invadió Silesia el 16 II de Prusia poco tiempo más tarde.
de diciembre de 1740. El rey prusiano no dejó pasar
la oportunidad de actuar cuando vislumbró el posible Con la intención de no dejar aislado a Carlos Al-
desmembramiento de Austria como consecuencia de berto de Baviera, quien ambiciona Bohemia, un
su grave crisis sucesoria, por lo que buscó el apoyo de ejército francés compuesto por 40.000 hombres
su aliado natural: Francia, considerada árbitro de Eu- se puso en movimiento y atravesó el Rhin para
ropa desde el final de la Guerra de Sucesión de Polonia. unirse con sus aliados bávaros. Juntos, las tropas
de Francia y Baviera marcharon hacia el sur, si-
PRIMEROS PROBLEMAS guiendo el curso del río Danubio llegando incluso
La situación de María Teresa era crítica, ya que sus a amenazar la ciudad de Viena, por lo que María
medios militares no eran los más adecuados para Teresa no tuvo otro remedio más que huir des-

CLÍO 73
ESPECIAL AUSTRIAS

EMPERATRIZ
MARÍA TERESA,
REINA DE HUNGRÍA
Y BOHEMIA Y
ARCHIDUQUESA DE
AUSTRIA.

74 CLÍO
LA GUERRA DEL ASIENTO

EN INGLATERRA LA OPOSICIÓN
AL MINISTRO WALPOLE FUE
CADA VEZ MAYOR ENTRE
LOS WHIGS Y LOS TORIES,
especialmente cuando España
empezó a tomar medidas contra
todos los contrabandistas y
piratas ingleses que operaban en
América.
Uno de los incidentes
maquiavélicamente utilizados
por los británicos para caldear el
ambiente y enaltecer su orgullo
patrio, fue el padecido por el
capitán Robert Jenkins, del navío
contrabandista Rebecca, cuando
en 1731 fue apresado frente
EL REY FRANCÉS
LUIS XV DURANTE a las costas de Florida por el
LA GUERRA DE guardacostas español La Isabela,
SUCESIÓN.
capitaneado por Juan León
Fandiño.
Este incidente terminó
provocando el estallido de la
esperadamente y buscar refugio y presionaba a María Teresa para Guerra del Asiento entre las dos
en Presburg. que aceptase la pérdida de Silesia, potencias atlánticas, coincidente
la cual fue ofrecida, junto al con- en el tiempo con la Guerra de
Sucesión Austriaca, y en la que
Obviamente, el ejército franco- dado de Glatz, al rey Federico, per- las armas españolas consiguieron
bávaro no estaba en condiciones mitiendo que Prusia abandonase brillantes victorias.
de ocupar la capital imperial, por lo el conflicto y firmase la paz con
que de forma inmediata se dirigie- Austria. De repente, Francia se vio
ron hacia Bohemia y conquistaron la contra las cuerdas al ver reducido el
ciudad de Praga el 25 de noviembre número de sus aliados y verse pre-
de 1741. Carlos Alberto pudo, al fin, sionada tanto por Inglaterra como
ver cumplido su sueño, y por eso no por Austria que, ahora, alejado ya
dudó en hacerse proclamar rey de el peligro prusiano, podía centrar
Bohemia el 24 de enero de 1742. su esfuerzo bélico en la lucha con-
El triunfo francés fue aprovechado tra Francia. De esta manera, María
por Federico II de Prusia que se vio Teresa no dejó pasar el tiempo y
con las manos libres, y sin la oposi- con ánimos renovados, organizó un
ción del ejército austriaco ocupado nuevo ejército formado por 60.000
en otros escenarios más estratégi- hombres apoyados por la nobleza
cos, para terminar la conquista de magiar, con los que contraatacó
Silesia, el principal objetivo que se
había marcado en los últimos años.
A partir de ese momento en el rey FRANCIA se vio contra las cuerdas al ver
prusiano predominó su anhelo de reducido el número de sus aliados y verse
paz para ponerse a cubierto de los
caprichos de la fortuna. presionada tanto por Inglaterra como por
Austria que, alejado ya el peligro prusiano,
EL PAPEL DE INGLATERRA podía centrar su esfuerzo bélico en la lucha
Mientras tanto, Inglaterra daba contra Francia.
muestras de una hábil diplomacia
CLÍO 75
ESPECIAL AUSTRIAS

76 CLÍO
LA GUERRA MARÍTIMA

LA EVOLUCIÓN DE LA
GUERRA MARÍTIMA FUE,
POR OTRA PARTE, UN
FACTOR DETERMINANTE
PARA ENTENDER EL
DESARROLLO DE LA
POLÍTICA INGLESA
DURANTE ESTOS PRIMEROS
AÑOS DE CONFLICTO. El
siempre prudente Walpole,
defendió la necesidad de
no involucrarse en la guerra
europea, especialmente
GRAN BRETAÑA
después de las derrotas
PRETENDÍA sufridas ante los españoles
DOMINAR LOS
MARES Y PARA ELLO en el mar. Newcastle, a su
DEBÍA DESALOJAR vez, defendía el apoyo a
A ESPAÑA DE
AMÉRICA. Austria con la intención de
debilitar a Francia, mientras
que Harrington se mostraba
partidario de un acercamiento
a Prusia. La controversia no
a los franceses que aún estaban Inglaterra no perdió la oportuni- se solucionó hasta la caída de
dirigidos por Belle-Isle. dad de presionar desde el norte. Walpole en febrero de 1742,
Afortunadamente para los fran- lo que significó el triunfo de
A comienzos del 1742, Baviera su- ceses, los españoles seguían ba- los partidarios de la lucha
frió la brutal acometida del ejército tiéndose en el mar y en América contra Francia y España,
austríaco, el cual ocupó Munich sin contra los ingleses, evitando que encabezados desde ese
momento por lord Carteret,
demasiados problemas, mientras estos cayesen sobre una Francia en su papel de flamante
que los 25.000 franceses acanto- que ahora hacía todo lo posible secretario de Estado. Fue él
nados en Bohemia tuvieron que por no retroceder sus posiciones. quien denunció cualquier
retroceder para no verse aislados y Puesto al frente de las tropas tipo de entendimiento con
rodeados por las fuerzas enemigas, de Hannover, el soberano inglés el gobierno de Luis XV para
a continuación proponer
dejando sólo una pequeña guarni- Jorge II, consiguió derrotar a los
una política hannoveriana
ción la mando del coronel Chevert franceses en junio de 1743 en la para presionar a Francia
para proteger Praga, pero que nada batalla de Dettingen. Para colmo mientras que por el tratado
pudo hacer para evitar la caída de la de males, los franceses compren- de Westminster con Federico
ciudad en diciembre de 1742. dieron que sus enemigos no iban II se estableció una alianza
a dejar pasar la oportunidad de defensiva entre Inglaterra y
Prusia.
Superado por los acontecimien- dar el toque de gracia a Francia,
tos, los franceses intentaron ne- especialmente cuando Inglate-
gociar con la reina María Teresa,
pero esta, animada por sus recien-
tes éxitos militares, decidió con-
tinuar con la guerra para vengar LA REINA MARÍA TERESA, animada por
todas las ofensas sufridas y recu- sus recientes éxitos militares, decidió
perar los territorios perdidos. continuar con la guerra para vengar
todas las ofensas sufridas y recuperar los
Francia, de pronto, se vio ame-
nazada por varios frentes ya que
territorios perdidos.

CLÍO 77
ESPECIAL AUSTRIAS

rra trató de resucitar la gran


alianza de 1701, atrayéndose a
Austria, Baviera (por el plan de
Hanau de 1743, Carlos VII de
Baviera renunciaba al Imperio,
pero recuperaba los territorios
perdidos antes María Teresa).
Mientras que por la paz de
Worms del 13 de septiembre de
1743, Carlos Manuel III del Pia-
monte firmaba la paz con Aus-
tria, y abandonaba a Francia,
hasta ese momento aliada. Por
si pudiese parecer poco, tras el
Tratado de Abo, la zarina Isabel
se adhirió a la alianza anglo-
austríaca.

A finales del 1743 Francia es-


taba casi aislada. Frente a ella
tenía a los reinos aliados de In-
glaterra: Austria, Sajonia y Pia-
monte-Cerdeña (que a su vez
contaban con el apoyo de Pru- logró solventar gracias a la pronta una reacción austriaca, ya que
sia y Rusia). Afortunadamente, recuperación del monarca y a la María Teresa hizo regresar a su
aún podía contar con el apoyo retirada de los ejércitos coaligados ejército y, por lo tanto, renunció a
de una España y de su pode- debido a los desacuerdos entre los su ataque contra Alsacia y las po-
rosa armada que, contra todo atacantes. siciones defensivas galas.
pronóstico, seguía resistiendo
frente a los ingleses. El 1744 se NUEVAS ALIANZAS Esta segunda guerra de Silesia
inició con el ataque de los ejér- La nueva alianza franco-prusiana supuso el fracaso de la política in-
citos coaligados sobre Polonia, le dio un respiro a Luis XV, espe- glesa con respecto a Austria, y fue
cuyo rey Estanislao, amena- cialmente cuando Federico II lanzó aprovechada por Francia para tra-
zado por el avance de los húsa- sus tropas sobre Bohemia y volvió tar de impulsar nuevas negociacio-
res austríacos, se vio obligado a amenazar Praga, lo que provocó nes de paz. La guerra podría haber
a huir y refugiarse en la plaza
fuerte de Metz, clave para el
sostenimiento del entramado
defensivo galo. Hasta allí se di-
LA SEGUNDA GUERRA DE SILESIA
rigió un potente ejército a cuyo supuso el fracaso de la política inglesa con
frente se situó el mismísimo rey respecto a Austria, y fue aprovechada por
Luis XV, pero nada más llegar a Francia para tratar de impulsar nuevas
su destino cayó gravemente en- negociaciones de paz.
fermo, aunque la situación se

78 CLÍO
hacer sus fuerzas y plantar cara
a los franceses.

Nuevamente tocaba sufrir en


el campo de batalla. En 1746
los ejércitos franceses fueron
derrotados en Piacenza y se
vieron obligados a batirse en
retirada. La política suprema-
cista de d’Argenson comenzaba
a sufrir duros reveses, más aún
cuando el rey prusiano volvió a
asombrar a propios y extraños
decidiendo, de forma unilate-
ral, abandonar la alianza con
Francia, al considerar que no se
hacía lo suficiente para ver sa-
tisfechos sus propios intereses.
En julio de 1745, por la con-
vención de Hannover, Federico
II firmó la paz con Inglaterra,
mientras que en diciembre de
ese mismo año, por el Tratado
terminado en estos momentos, dose en Prusia y en el Piamonte, de Dresde, Austria se compro-
pero desgraciadamente las postu- e indudablemente en España, con metió a ceder a Prusia la anhe-
ras antiaustríacas volvieron a im- la que convenía mantener el pacto lada región de Silesia.
ponerse en Francia, por lo que la de familia. Mientras tanto, la lucha
guerra entró en una segunda fase continuaba. No sin dificultades, los fran-
que durará hasta el 1748. ceses consiguieron estabilizar la
La muerte de Fleury empujó a En Italia, los españoles y los fran- situación y superar las dificulta-
Luis XV a tomar las riendas de la ceses, con el apoyo de los napo- des que le habían amenazado en
política francesa. Siendo como era litanos de don Carlos, atacaron el los años precedentes. Haciendo
un hombre totalmente influencia- Milanesado y las posesiones del ostentación de una enorme ca-
ble, pronto se dejó seducir por rey de Cerdeña (aliado de Austria). pacidad de resistencia, Luis XV
las palabras del mariscal Mauri- Acorralado, y temiendo incluso la volvió a cargar contra los Países
cio de Sajonia, el cual proponía pérdida de su plaza fuerte de Ale- Bajos, encargando las opera-
una campaña en los Países Bajos jandría, no tuvo más remedio que ciones militares al prestigioso
para recuperar las posiciones per- solicitar negociaciones de paz con Mauricio de Sajonia. Las tro-
didas durante la guerra. Al mismo el bando borbónico, pero las ale- pas anglo-holandesas, apoya-
tiempo, el marqués d’Argenson, grías le duraron poco a los france- das por los austríacos, fueron
secretario de Estado de Asuntos ses, especialmente a d’Argenson, rechazadas y derrotadas en las
Extranjeros, defendía la necesidad porque inmediatamente después, decisivas batallas de Fontenoy
de convertir a Francia en el árbitro la intervención y el apoyo de Aus- (1745), Rocourt (1746) y Law-
de la política continental, apoyán- tria, permitió al rey de Cerdeña re- feld (1747). Una tras otra, las

CLÍO 79
ESPECIAL AUSTRIAS

ciudades fueron capitulando de d’Argenson, desplazado por europea, por lo que aceptó una
ante el imparable avance de Mau- Mauricio de Sajonia, quien deci- solución de compromiso y la ini-
ricio de Sajonia: Gante, Bruselas, dió forzar a los ingleses ocupando ciativa de Francia.
Amberes y Namur. las bocas del Rhin, amenazando
directamente a los islas, por lo De esta forma, el tratado del
La caída de Berg-on Zoom y que el hijo de Jorge II, el duque 30 de abril de 1748 establecía, en
Maastrich forzó a los ingleses y de Cumberland, se inclinó por un principio, la simple restitución
holandeses a replantearse la con- el acuerdo de paz, mientras que entre Francia e Inglaterra de las
tinuación de la guerra, algo que Austria, exhausta por tantos años conquistas coloniales durante los
también deseaba Francia desde de conflicto, decidió mandar sus años que había durado la guerra.
el 1746, por lo que d’Argenson emisarios a Aix-la-Chapelle en Haciendo de tripas corazón, Luis
propuso un proyecto para volver enero de 1748. XV terminó aceptando la impo-
al statu quo previo al estallido del sición de abandonar los Países
conflicto, pero Newcastle siguió Las principales potencias euro- Bajos, algo que no fue bien visto
presionando al rey inglés para peas acudieron al encuentro con por un nutrido grupo de la corte
continuar con el esfuerzo y con- la intención de quedar lo mejor francesa. Más interesado estuvo
seguir la victoria total. posible después de tan largos en apoyar las pretensiones italia-
años de guerra. María Teresa nas por parte de los españoles.
La muerte de Felipe V y la lle- de Austria no llegó ni siquiera a
gada al trono de España de Fer- plantearse la posibilidad de hacer Don Felipe, segundo hijo de
nando VI, emparentado por su concesiones territoriales, mien- Felipe V, recibió los ducados de
esposa con Portugal, fue consi- tras que, por otra parte, suspiraba Parma y Piacenza, arrebatados a
derado como una gran oportuni- por un acercamiento con Francia, Austria, por lo que la presencia de
dad para alejar al nuevo rey de con la lógica intención de reem- España en la Italia quedó fortale-
la alianza con Francia, pero el in- prender la lucha contra Prusia, a cida. Austria, por otra parte, no
tento de Newcastle de arreglar un la que no perdonaba por la con- tuvo tanta suerte, ya que se vio
acuerdo con España resultó impo- quista de la rica región de Silesia. obligada a ceder parte del Mila-
sible por Gibraltar, el asiento y el nesado a su aliado el rey de Cer-
problema italiano. En Francia fueron muchos los deña, y a reconocer la pérdida de
que observaron con cierto agrado Silesia a favor de Federico II de
En esta partida en la que cada esta posible alianza (especial- Prusia.
reino trató de esconder sus car- mente el ministro Brühl, Mauri-
tas con la intención de no dejar cio de Sajonia y la Delfina, María No todo fueron malas noticias
patente sus debilidades, el que Josefa de Sajonia), ya que ade- para ella, ya que, siendo cons-
menos capacidad de resistencia más podría proporcionar ventajas cientes de su enorme sacrificio
resultó tener fue Francia, total- territoriales en los Países Bajos. para alcanzar un acuerdo defini-
mente agobiada por sus graves Mientras tanto, los ingleses se- tivo de paz, finalmente, los distin-
problemas económicos y colo- guían sufriendo como consecuen- tos reinos europeos terminaron
niales, casi incapaz de mantener cia de su guerra contra España en reconociendo la Pragmática San-
sus posiciones en Canadá. En el mar, y en consecuencian tenían ción y confirmaron a su marido en
este contexto se produjo la caída prisas por terminar con la guerra el trono imperial.

80 CLÍO
NÚMEROS ANTERIORES

SELECCIÓN Pídelos en la web:


www.casualmagazines.com
VO

VO
VO

SELECCIÓN
SELE
ESPECIAL AUSTRIAS

Un paseo por la
España de los

82 CLÍO
ESPAÑA Y SUS PRINCIPALES CIUDADES ERAN EL CENTRO
NEURÁLGICO DEL MUNDO EN ESE IMPRECISO PERIODO
DENOMINADO SIGLO DE ORO QUE SE DESARROLLÓ ENTRE
LOS SIGLOS XVI Y XVII, Y CONTINUÓ SIÉNDOLO HASTA LA
MUERTE DE CARLOS II, EN EL AÑO 1700. CIUDADES COMO
MADRID O SEVILLA ENCERRABAN ENTRE SUS ENTONCES
REDUCIDOS LÍMITES UNA VARIOPINTA Y BULLICIOSA
POBLACIÓN. DE TODO HABÍA EN AQUELLAS POPULOSAS
CIUDADES, INCLUYENDO SICARIOS, VALENTONES,
RUFIANES Y PROSTITUTAS, AMIGOS DE LO AJENO, TAHÚRES
Y FALSOS MENDIGOS. CONOZCAMOS LOS BAJOS FONDOS
DE LA ÉPOCA DORADA ESPAÑOLA.
POR ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO

ERÓNIMO DE BARRIONUEVO, EN UNA CARTA FECHADA EN


EL AÑO 1654 DECLARA QUE EN MADRID HAY CADA NOCHE
MIL ROBOS Y ESCALAMIENTOS DE CASAS, no muy diferente
era lo que se vivía en Sevilla, Valladolid o Toledo, aunque estas úl-
timas dos ciudades habían perdido protagonismo desde que Ma-
drid se convirtió en corte. Dice: “Andan los los ladrones en cuadrilla
de diez en diez y de veinte en veinte. La justicia, de noche, en viendo
tres o cuatro de camarada, luego los enjaulan, con lo que no caben
en las cárceles de pie”.

LADRONES ESPECIALIZADOS
En el siglo XVII había escaladores, los que usaban escala para introducirse en las
casas; salteadores de tejados o altaneros que utilizaban la técnica de meterse por
las ventanas altas de las viviendas, a estos también les llamaban grumetes o guzpa-
tareros, término proveniente del lenguaje de germanía en el que guzpataro signi-
ƓFDDJXMHUR2WURVVHGHGLFDEDQDTXLWDUODVFRVDVGHODVPDQRVGHVXSURSLHWDULR
y salir corriendo, eran los hombres de leva y monte, por el hecho de que levar
VLJQLƓFDEDKXLUOOHY£QGRVHDOJR0£VWDUGHHOW«UPLQRFRUUHUVHDVLPLOµDOGHUREDU
DV¯TXHHVWRVODGURQHVGHU£SLGDVPDQRV\YHORFHVSLHVSDVDURQDGHQRPLQDUVH
corredores, y los especializados en arrebatar capas, prenda muy valiosa en la épo-
ca, fueron conocidos como capeadores. También abundaron los cicateros. Hoy día
se emplea esta expresión para referirnos a un avaro o tacaño, pero entonces tenía
otro sentido. La bolsa donde se llevaba el dinero era conocida como cica, así que
cicatero era el ladrón de bolsas, cortador de bolsas o aliviador de sobacos. Estos
VRO¯DQSXOXODUDOO¯GRQGHDEXQGDEDODJHQWHHQLJOHVLDVƓHVWDV\FRUUDOHVGHFRPH-
dias. Hablando de iglesias, había especialistas en llevarse el dinero de los cepillos
y las cajas que contenían dinero, estos eran los juanes o devotos del maese Juan.
Los que hurtaban en tiendas y mercados se conocían como bajamaneros,

CLÍO 83
ESPECIAL AUSTRIAS

mirada de más o una palabra altisonan-


CRIMEN DE te servían para encrespar los ánimos y
JUAN DE TASSIS,
CONDE DE
desabrigar el sobaco, es decir, desen-
VILLAMEDIANA. vainar la espada. Sin embargo, el mun-
do del hampa contaba con personajes
mucho más siniestros, con auténticos
asesinos a sueldo que cumplían a la per-
fección el encargo a cambio de precio.
En 1622 causó sensación en Madrid el
crimen de Juan de Tassis, conde de Vi-
llamediana, probablemente a manos de
mercenarios del conde duque de Oliva-
res. Ese mismo año también mataron a
Fernando Pimentel, hijo del conde de
Benavente.
Los asesinos hacían sus emboscadas
empleando el resplandor de una antor-
FKDTXHSRUPHGLRGHXQDSODFDUHŴHMD-
ba la luz en la víctima, de tal modo que
podían ver su rostro y su cuerpo sin ser
vistos, y sin darle opción a defenderse
por quedar deslumbrado. Además, uti-
lizaban espadas de mayor longitud que
la permitida, pintando de negro una
buena parte del extremo para alcanzar
a su víctima con facilidad y evitar que el
brillo del metal denotara la verdadera
longitud del arma. Desenfundaban con
facilidad su espada empleando muelles
término despectivo, dado el poco
valor de lo que solían hurtar; y en esta
LOS ASESINOS hacían que la hacían saltar y así poder estar en
disposición de usarla antes que el con-
colección de ladrones, que como sus emboscadas trario para dejarlo a buenas noches,
podemos ver eran algo más que sim- empleando el resplandor como entonces se decía, o lo que es lo
ples pícaros de literatura, se hallaba
el grupo de los desmontadores, unos
de una antorcha. De tal mismo, muerto. En algunas ocasiones
su objeto era propinar una paliza más
personajes que no se arredraban a la modo, actuaban sin ser R PHQRV VHYHUD R GHVƓJXUDU URVWURV D
hora de quitar a tirones la ropa del vistos, y no daban opción cuchilladas. Estos eran verdaderos ase-
desdichado que caía en sus manos.
Con habilidad y fuerza, quitaban a
a la víctima a defenderse, sinos a sueldo, mercenarios sin escrú-
pulos, porque también había entonces
su víctima la capa, el jubón y si era ya que quedaba un grupo de individuos, a los que se
preciso, hasta las calzas. La noche era deslumbrada por la luz. llamaba valentones, que más que ac-
peligrosa, porque era la hora de los tuar, intimidaban con fanfarronerías, y
embozados, que cubiertos y apro- que presumían de ser desalmados de-
LA CURIOSIDAD
vechando la oscuridad de las calles, lincuentes. Solían arrimarse al cobijo de
ocultaban sus intenciones. EN LA PERIFERIA URBANA TAMBIÉN algún señor para meter miedo y hacer
EXISTÍA UNA DELINCUENCIA de guardia personal, pero no tenían la
SICARIOS Y VALENTONES ESPECIALIZADA. Los cuatreros eran los destreza ni la sangre fría de los verda-
Los nobles y los hidalgos luchaban que robaban animales de cuatro patas, deros sicarios. Quevedo los describe
entre sí por cuestiones de honor, y los más valiosos. Al ladrón de gallinas se le así: “Estos, por la mayor parte, son gente
las cuchilladas y estocadas no eran llamaba gomarrero porque una gomarra plebeya, tratan de parecer más bravos
infrecuentes en las oscuras esquinas. era una gallina y un gomarrón, un pollo. TXHOLQGRVYLVWHQDORUXƓDQHVFRPHGLDV
Cualquier simpleza, la mínima discu- El gruñidor robaba cerdos. Y el almiforero, sobre medias, sombrero de mucha falda
sión, el entrometerse en una riña, una caballos, y el bobatón, corderos. y vuelta, faldillas largas, cleta de ante, es-

84 CLÍO
toque largo y daga pulida; comen bode-
gón de vaca y a menudo, bastimento de
cuerpo pero que engorda. Beben a fuer
de valientes, y dicen, quien bien bebe
bien riñe. Sus acciones son algo temera-
rio; dejar caer la capa, calar el sombre-
ro, alzar la falda, ponerse embozados y
abiertos de piernas, y mirar a lo zahíno.
3U«FLDQVHPXFKRGHUXƓDQHV\DQGDQGH
seis arriba, llaman a consejo a todos, en
ofreciéndose ocasión de pesadumbre
a uno, y dan entre diez una cuchillada
a un manco. Desean tanto opinarse de
EUDYRVTXHFRQƓHVDQORTXHQRKLFLHURQ
aunque sea en perjuicio suyo”.
Eran estos valentones individuos des-
prestigiados, de ellos se decía que en
vez de espada llevaban doncella por-
QUEVEDO
que nunca la habían desenvainado. Por DESCRIBE A LOS
ASESINOS Y SICARIOS
cierto, es innumerable la cantidad de DEL SIGLO DE ORO EN
acepciones que en la época se utiliza- SUS OBRAS.

ban para referirse a la espada: joyosa,


ƓVSHUWDYHOORVDFHQWHOODUHVSHWRVDFD-
EXFKHEULOODQWHƓORVDHWF

FALSOS MENDIGOS
El mundo marginal de los siglos XVI y andando de iglesia en iglesia, de casa XQGLH]SRUFLHQWRGHODSREODFLµQ\
XVII se completaba con los mendigos. en casa, ya moviéndose los ánimos ello se debía a que era una forma de
Había pobres de solemnidad, recono- con la lastimosa, ya con la inoportuna. vida menos dura y mejor retribuida
FLGRV DV¯ RƓFLDOPHQWH TXH DFXG¯DQ D Bribones de la sopa, clamistas de la que la que cabía esperar trabajando
los conventos a por un plato de comi- siesta y mil zampalimosnas”. HQXQGLJQRRƓFLR
da, normalmente a por la famosa sopa La mendicidad era para muchos de
boba. Otros eran mendigos profesio- los que la practicaban un buen nego- MANCEBÍAS, RUFIANAS Y
nales, gentes que no tenían inconve- cio. Terminada la faena, comían, ves- PROSTITUTAS
niente en hacerse heridas, infectarlas tían y bebían mejor que mucha de la /D SURVWLWXFLµQ IXH PX\ FRP¼Q HQ
\ PRVWUDUVH DV¯ SDUD FDXVDU DŴLFFLµQ gente que les había aportado algo aquella sociedad. Las restricciones y
Acosaban a los transeúntes con sus de dinero, e incluso algunos de ellos controles que contra ello se fueron
gritos, sus lamentos y toda una para- fueron sorprendidos y detenidos prodigando, de nada sirvieron. Al pa-
fernalia de rezos, dichos y el muestrario después de comprobar su prosperi- recer, había en Madrid unas tres mil
de mutilaciones y llagas, verdaderas dad. Se estima que en el Madrid del PXMHUHVS¼EOLFDVFRQWURODGDVTXHRƓ-
RƓQJLGDV\DTXHHUDQPDHVWURVHQOD siglo XVII, los mendigos constituían cialmente se dividían en mancebas,
materia del engaño.
Los mendigos tenían sus especia-
LA JERGA DE LOS ASESINOS
lidades. Los clamistas pedían por las
calles y en las iglesias, y algunos, los ESTE MUNDO VIOLENTO TENÍA UN LENGUAJE PROPIO, EL DE GERMANÍA, una jerga
más atrevidos, se dedicaban a pedir a ƋƵĞƵƟůŝnjĂďĂŶĞƐƚĂƐŐĞŶƚĞƐƋƵĞĐƵĂŶĚŽŵŽƌşĂŶĂŚŽƌĐĂĚŽƐůŽŚĂĐşĂŶƉŽƌĞŶĨĞƌŵĞĚĂĚĚĞ
la cordobana, es decir, semidesnudos y ĐŽƌĚĞů͖ƋƵĞĞŶǀĞnjĚĞĐŽŶĨĞƐĂƌďĂũŽƚŽƌƚƵƌĂ͕ŐĂƌŐĂƚĞĂďĂŶ͖ƋƵĞůůĂŵĂďĂŶĚĞƐŵŝƌůĂĚŽƐĂůŽƐ
en invierno, para causar aún más pena ůĂĚƌŽŶĞƐĂƋƵŝĞŶĞƐƐĞĐŽƌƚĂďĂůĂƐŽƌĞũĂƐ͕ƉĞŶĂŵƵLJĐŽŵƷŶĞŶƚŽŶĐĞƐ͖ƋƵĞĚĂďĂŶƵŶŚƵƌŐſŶ͕
a los viandantes. Quevedo los describe ĞŶǀĞnjĚĞƵŶĂĞƐƚŽĐĂĚĂ͕ŽƋƵĞůůĂŵĂďĂŶĂůǀĞƌĚƵŐŽ͕ũŝŶĞƚĞĚĞŐĂnjŶĂƚĞƐ͕LJĂƋƵĞĞůǀĞƌĚƵŐŽ
así: “El manco pudiendo aprender el ƐĞƐƵďşĂĞŶĐŝŵĂĚĞůƌĞŽĐŽůŐĂĚŽƉĂƌĂĂĐĞůĞƌĂƌůĂĂƐĮdžŝĂĚĞĞƐƚĞ͖ƉĂƌĂƋƵŝĞŶĞƐĚĂƌƵŶƐŽƉůŽ
RƓFLRGHWHMHGRUHOFRMRGHVDVWUHFRP- ĞƌĂĚĂƌĐĂŹƵƚŽ͕LJĐĂŶƚĂƌĞůƚƌŝƵŶĨŽĚĞĞƐƉĂĚĂƐĞƌĂƉĞĚŝƌƐŽĐŽƌƌŽ͖LJƋƵĞƚĞŶşĂŶĞŶĐŽŵƷŶ
pra muleta, estudian la lamentona y pla- ƉĞƌƚĞŶĞĐĞƌĂůŵƵŶĚŽĚĞůĂĐĂƌĚĂʹƐĞůĞƐůůĂŵſĂƐşƉŽƌƋƵĞŵƵĐŚŽƐĚĞĞƐƚŽƐǀĂůĞŶƚŽŶĞƐLJ
ñidera y otras acciones de pordiosero; ƐŝĐĂƌŝŽƐƉƌŽĐĞĚşĂŶĚĞůŽĮĐŝŽĚĞĐĂƌĚĂĚŽƌ͕ƋƵĞƐŽůşĂŶĂďĂŶĚŽŶĂƌƉŽƌƐĞƌƉŽĐŽƌĞŶƚĂďůĞʹ͘

CLÍO 85
ESPECIAL AUSTRIAS

caballería que era el Toisón de Oro. Las


rameras o marcas, eran otra categoría y,
según su nivel, se denominaban marcas
godeñas –las de marca mayor–, damas
de achaque, damas de manto, damas
de manejo y guisa. Luego estaban las
simples rameras, así llamadas porque
se anunciaban como las tabernas, con
un ramo en sus casas, a la malicia. Exis-
tían también las busconas, que vivían
fuera de la casa llana, y estas podían ser
cantoneras, o sea, que acechaban a los
paseantes en los cantones o esquinas,
mozas del partido, niñas del agarro, etc..
<ƓQDOPHQWHHQODV¯QƓPDVPDQFHE¯DV
se contaban las izas, las rabizas, las coli-
poterras, las hurgamanderas, las golfas,
las mulas de alquiler y las engüeradas
–mujeres mayores, poco atractivas y de
CERVANTES RECOGIÓ
EN EL "QUIJOTE" baja retribución–.
ALGUNOS DE LOS
PERSONAJES DE BAJA Las mancebías, burdeles o casas lla-
CUNA DEL SIGLO QDVRƓFLDOHVHVWDEDQJREHUQDGDVSRUHO
DE ORO.
llamado padre de la mancebía o de las
mujeres, denominado también tapador,
que era nombrado por el dueño de la
casa. El Ayuntamiento de la ciudad de-
que eran las que compartían la vida poblaciones provistas de universidad, bía aprobar su nombramiento.
maritalmente con un hombre; cortesa- SRUVHUORVHVWXGLDQWHVFOLHQWHVƓMRVGH 2WUD FRVD GLVWLQWD HUDQ ORV UXƓDQHV
nas, asalariadas de una cierta catego- estos establecimientos. TXLHQHV VLQ SHUPLVR RƓFLDO VH GHGL-
ría; y rameras, cantoneras o busconas, En la cumbre de esta sociedad es- caban a extorsionar a las prostitutas,
que esperaban en casas, calles, esqui- taba la manceba, que, como hemos maltratarlas y quedarse con sus ga-
nas o cantones. Estos eran los títulos de señalado, vivía con un hombre mari- nancias,. Los burdeles se conocían con
las mujeres que ejercían de forma in- talmente. Con estas mancebas había innumerables eufemismos: cambios,
dependiente, porque a ellas había que quienes sostenían un largo concubina- FHUFRV FRUWLMRV GHKHVDV PDQŴDV
añadir a las ocupantes de mancebías, to, pero otras se alquilaban por meses guantas, montes, vulgos, campos de
toleradas, reglamentadas e incluso am- y se las llamaba amesadas. Después pinos, monte, montaña, aduana, be-
paradas por los gobiernos. Estas man- VH VLWXDED OD FRUWHVDQD TXH ƓQJ¯D rreadero... También se los conoció por
cebías, con sus burdeles, existían en pretensiones y procuraba disimular lo guisado. Al postigo de la casa se le
todas las ciudades y destacaban las de su condición, y a la que llamaban tam- llamaba el golpe, y echar el golpe era
Madrid, Sevilla, Toledo, Valladolid, Bar- bién tusona o dama del tusón, por re- cerrar la casa. Al mozo o portero se le
celona, Córdoba, Granada y las demás ferencia irónica a la máxima orden de apodaba mozo de golpe, guardada-

EL MADRID MÁS CANALLA

LAS PROSTITUTAS QUE SE MOVÍAN POR EL MADRID CALLEJERO RECIBÍAN VARIAS DENOMINACIONES.
Las especializadas en acompañar a soldados eran llamadas maletas; escalfafulleros se denominaba a las que
encandilaban a valentones; mulas del diablo a las que mantenían relaciones esporádicas con religiosos, porque
las que vivían amancebadas con ellos se denominaban en la jerga, devotas; las más maduras y con sobrepeso eran
pandorgas; piltroferas y trotonas las que recorrían al día varios domicilios prestando sus servicios; trucha era la
joven, y abadejo, la vieja; y zurrapas o gorronas de puchero en cinta, las de más baja categoría. A la hora de pagar
sus servicios la mayoría cobraban por adelantado, al trin tin y batín, porque si no lo hacían así, había muchos
individuos sin escrúpulos que les daban perro muerto, es decir, se iban sin pagar.

86 CLÍO
mas o guardapostigo. La ganancia en
el trato se llamaba caire o cairo.
&RPR\DKHPRVDSXQWDGRORVUXƓD-
nes eran gentes de la peor condición
y mal vistos socialmente. Sin embargo,
ODV PXMHUHV S¼EOLFDV VRO¯DQ VHU ƓHOHV D
VXUXƓ£QLQFOXVRPDQLIHVWDEDQKDFLD«O
un amor sumiso. Una extraña mezcla
de sumisión y masoquismo se daba en
DTXHOODVPXMHUHVTXHVXIU¯DQFRQVWDQWHV
malos tratos por parte de esos despre-
FLDEOHVVXMHWRVTXHVHUHIHU¯DQDHOODVDO
RIUHFHUODVGLFLHQGRTXHWHQ¯DQODYDFDR
la yegua en la dehesa.
Para CervantesHORƓFLRGHDOFDKXH-
te era no solo digno, sino necesario,
y en el propio Quijote hace esta re-
ŴH[LµQ(ORƓFLRGHDOFDKXHWHTXHHV
RƓFLR GH GLVFUHWRV \ QHFHVDU¯VLPR HQ
OD UHS¼EOLFD ELHQ RUGHQDGD \ TXH QR
OH GHE¯D HMHUFHU VLQR JHQWH PX\ ELHQ
QDFLGD\DXQKDE¯DGHKDEHUYHHGRU\
H[DPLQDGRU GH ORV WDOHV FRPR OH KD\
GH ORV GHP£V RƓFLRV FRQ Q¼PHUR UH-
SXWDGR \ FRQRFLGR FRPR FRUUHGRUHV
GHORQMD\GHVWDPDQHUDVHH[FXVDU¯DQ
PXFKRV PDOHV TXH VH FDXVDQ SRU DQ- JRU¯DXQDWXVRQDGLFH«OSRUTXHDO
GDU HVWH RƓFLR \ HMHUFLFLR HQWUH JHQWH LAS MANCEBÍAS maestro le gustaban los placeres de
LGLRWD\GHSRFRHQWHQGLPLHQWRFRPR DE MADRID eran FDOLGDGQRHQYDQRFRP¯DHQƓJµQ
VRQPXMHUFLOODVGHSRFRP£VDPHQRV
SDMHFLOORV \ WUXKDQHV GH SRFRV D³RV \ tan comunes como TXH HUD HO HVWDEOHFLPLHQWR P£V GH-
licado de cuantos abundaban en el
GHSRFDH[SHULHQFLDTXHDODP£VQH- las tabernas o los PXQGR GH OD KRVWHOHU¯D PDGULOH³D
FHVDULDRFDVLµQ\FXDQGRHVPHQHVWHU bodegones. Los 9HQ¯DSRUODFDOOHGHO1L³RKDFLDP¯
GDUXQDWUD]DTXHLPSRUWHVHOHV\HODQ
ODVPLJDVHQWUHODERFD\ODPDQR\QR alcaldes tenían muy XQDPXMHUKHUPRVDUL«QGRVHGHPLV
SDVRVFRMRV\VDELHQGRTXHODPLUD-
VDEHQ FX£O HV VX PDQR GHUHFKD 4XL- reglamentado el EDQ\OOHJDQGRDORVFRUD]RQHVOOHQRV
VLHUD SDVDU DGHODQWH \ GDU ODV UD]RQHV funcionamiento de los GHGHVHR(OP¯RQRIXHPHQRV\HUD
SRU TXH FRQYHQ¯D KDFHU HOHFFLµQ GH
ORVTXHHQODUHS¼EOLFDKDE¯DQGHWHQHU burdeles madrileños. XQD SXWD GH OXMR WDSDGD GH PHGLR
ODGR TXH VH GLU¯D TXH VX URVWUR HUD
WDQQHFHVDULRRƓFLRSHURQRHVHOOXJDU QLHYH\JUDQD5RVDTXHVHFRQVHUYD-
DFRPRGDGRSDUDHOORDOJ¼QG¯DORGLU« madrileños. Las ordenanzas de mance- EDHQDPLVWDGHVSDUFLGRSRUODELRV\
DTXLHQORSXHGDSURYHHU\UHPHGLDU. bía publicadas en 1621 disponían que PHMLOODV /RV GLHQWHV EODQFR PDUƓO \
Como puede comprobarse, la prosti- las mujeres públicas llevaran medios ODVPDQRVTXHGHUDWRHQUDWRHOHYD-
tución y el trato carnal en todas sus va- mantos negros, algo así como las mo- EDQHOPDQWRQHJURDƓFLRQDEDQDORV
riedades no solamente era común en la dernas mantillas, por eso las llamaban FRUD]RQHV\HOWDOOH\HOSDVRRFDVLR-
«SRFDVLQRQHFHVDULRMXVWLƓFDGR\GH- GDPDV GH PHGLR PDQWR GLIHUHQWH GHO QDQGRSHQVDPLHQWRVODVFLYRV7DQULFD
IHQGLGRDXOWUDQ]D que llevaban las honradas, que era man- \JDODQDFRPRFDUJDGDGHMR\DVŋUH-
Las mancebías de Madrid eran tan co- to entero. FLELGDV\QRFRPSUDGDVŋPHVHGXMR\
munes como las tabernas o los bodego- )UDQFLVFRGH4XHYHGRDƓFLRQDGRDO OOHJDPRVDOWUDWRDPRURVRc4X«FHMDV
nes. Los alcaldes tenían muy reglamen- buen comer, buen beber y buen vivir, WDQQHJUDVHVIRU]DQGRODEODQFXUDGH
WDGRGHVGHODWHUFHUDG«FDGDGHOVLJOR nos detalla su relación con una de estas OD IUHQWH TX« PHMLOODV GRQGH OD VDQ-
;9,,HOIXQFLRQDPLHQWRGHORVEXUGHOHV prostitutas, en su caso de cierta cate- JUH PH]FODGD FRQ OHFKH HQJHQ-

CLÍO 87
ESPECIAL AUSTRIAS

mitad de la cara y medio ojo con su


manto, lo que hizo que se las denomi-
nara lechuzas de medio ojo; lo de le-
chuzas por la nocturnidad.

LOS TAHÚRES
Los dados y los juegos de naipes eran
los más practicados. Curiosamente,
dice Covarrubias, en su Tesoro de la
lengua castellana, que la palabra naipe
que proviene de las iniciales de su su-
puesto inventor, un sevillano llamado
Nicolás Pepín, que acompañaba los
naipes con sus iniciales “NP”, de ahí nay-
pe o naipe. En cualquier caso, hay dife-
rentes teorías al respecto, incluso la que
atribuye la invención de los naipes a un
madrileño que después se trasladó a
Sevilla. También fue famoso el llamado
juego de trucos, en el que se apostaban
importantes cantidades de dinero, y
que no era otra cosa que el actual billar,
SXHVVHSUDFWLFDEDFRQERODVGHPDUƓO\
tacos, consistiendo en golpear las bolas
del contrario, en hacer carambolas y en
otros logros similares.
Todas estas actividades se realiza-
ban en lugares concretos que reci-
bían distintas denominaciones según
dró lo rosado! ¡Qué labios encar- cabello era comprado y no criado, que la distinción de quienes los regenta-
nados, guardando perlas, que la risa las cejas tenían más de ahumadas que ran o si poseían o no licencia. En las
muestra con recato! ¡Qué cuello, qué de negras, que la blancura del rostro casas de conversación se reunían los
manos, qué talle! Pasé la noche con y de las manos era untada. Así están personajes más selectos, y en ellas se
ella. Amanecimos y quedé confuso. tan cargadas de afeites que, aunque apostaban grandes cantidades de di-
¿Era aquella mujer la visión que veía? fueran bellas, y mi tusona lo era, no lo nero que llegaron a costar la ruina de
Se levantó rápido y fue a componerse. parecen cuando se les derrumba la familias enteras. Estaban regentadas
Se ha de saber que lo primero que arquitectura del rostro y lo enjalbega- por personas de alto nivel social.
hacen las mujeres en despertando do del cuerpo". Dice Quevedo que la El mundo del juego tenía su propia
no es vestir el cuerpo, sino la cara, la mujer venía tapada de medio lado, y jerga y, por supuesto, sus personajes.
garganta y las manos. Luego se ponen es que era costumbre que para darse Así, el enganchador se encargaba de
las sayas. Me di cuenta de que aquel a conocer, las prostitutas ocultaran la atraer a incautos con dinero hasta el lu-
gar de juego, donde los pedagogos se
CASAS DE JUEGO prestaban a darles consejos y enseñar-
les supuestas habilidades para ganar,
EXISTÍAN LAS CASAS DE JUEGOS AUTORIZADAS que tenían por objeto desplumar a es-
POR REAL LICENCIA, normalmente bajo la tos inocentes a los que llamaban blan-
dirección de inválidos de guerra, con recomendación cos, en contraposición a los negros,
ƐƵĮĐŝĞŶƚĞƉĂƌĂŽďƚĞŶĞƌůĂůŝĐĞŶĐŝĂƉƌĞĐĞƉƟǀĂ͘Ŷ avezados jugadores conocedores de
ĞůůĂƐƐĞũƵŐĂďĂĂůŽƐŶĂŝƉĞƐ͕ƉĞƌŽŶŽĂůŽƐĚĂĚŽƐŽ͕ todo tipo de artimañas. Los apuntado-
ĂůŵĞŶŽƐ͕ĞƐŽĚĞĐşĂůĂŶŽƌŵĂƟǀĂ͘&ŝŶĂůŵĞŶƚĞ͕ůĂƐ res o guiñones, por medio de guiños,
ĐĂƐĂƐůůĂŶĂƐ͕ĂďŝĞƌƚĂƐĂƚŽĚŽĞůŵƵŶĚŽ͕ŽůĂƐƉƌŽƉŝĂƐ muecas y gestos, comunicaban a sus
ĐĂƐĂƐĚĞƉƌŽƐƟƚƵĐŝſŶ͕ĂĐŽŐşĂŶĂũƵŐĂĚŽƌĞƐĚĞƚŽĚĂ cómplices cuáles eran las cartas que
ĐŽŶĚŝĐŝſŶ͘ llevaba el contrario. Los contadores, es-

88 CLÍO
taban al tanto del dinero perdido por
LUIS DE
los jugadores, o por el que les queda- GÓNGORA
ba por perder hasta ser desplumados ERA UN GRAN
AFICIONADO AL
completamente, momento en que avi- JUEGO, LLEGANDO A
PERDER SU FORTUNA
saban a los prestadores, que adelanta- EN UNA PARTIDA.
ban fondos a cambio de intereses usu-
UDULRV FREUDGHURV SRU PHGLR GH PX\
malas artes, si no se les reembolsaba
a tiempo. Los barateros permanecían a
la espera de recibir alguna propina por
SDUWH GHO JDQDGRU \ VL TXLHQ JDQDED
no era uno de esos taimados negros,
ODH[WRUVLµQ\ODDPHQD]DVHUY¯DFRPR
modo de obtener un porcentaje de
las ganancias. Los modorros pasaban
la noche haciéndose los dormidos sin
jugar, para incorporarse a última hora,
cuando los jugadores estaban can-
VDGRV \ FRQ VXV VHQWLGRV DWURƓDGRV
Finalmente, algunos no jugaban, se li-
mitaban a mantener las velas siempre
encendidas, o incluso a traer orinales
SDUD ORV GHVFRQƓDGRV MXJDGRUHV TXH
no se atrevían a dejar la mesa de juego
para evitar trampas; eran los despabila
velas u orinaleros.
(VWH SDQRUDPD HUD HO KDELWXDO HQ
una garito de juego, pero también
SE ESTIMA QUE 1658 Luis de Góngora, acérrimo enemi-
JRGH4XHYHGR\YLFHYHUVDRUJDQL]D-
existían tramposos profesionales que había en Madrid casi ba partidas en su vivienda madrileña
KDF¯DQORTXHHQWRQFHVOODPDEDQŴRU cuatrocientos tahúres de la calle del Niño, trágicamente
es decir, trampa. Casi siempre en con-
nivencia con el garitero, los tramposos
dedicados a estas artes. En SDUD«OOODPDGDKR\G¯DFDOOHGH4XH-
YHGR $OO¯ SHUGLµ VX IRUWXQD \ WXYR
HUDQXQDFXDGULOODPX\ELHQRUJDQL]D- 1540, un viajero flamenco que poner en venta su casa, que se
GD (O FLHUWR TXH HUD TXLHQ MXJDED afirmaba que en España había convertido en casa de conver-
preparaba las cartas, que entonces
HUDQGHPDWHULDOHVEXUGRV\SLQWDGDV
se jugaba a los naipes más sación, de la que Quevedo, no podía
VHUGHRWURPRGRVHKL]RSURSLHWDULR
a mano, las marcaba raspándolas, do- que en ninguna otra parte desahuciando a su antiguo dueño.
blándolas, señalándolas con un buril de Europa. 4XL]£ SHUGLµ *µQJRUD VX GLQHUR HQ
o recortándolas. Además, el cierto era aquellos juegos que llamaban de es-
un auténtico prestidigitador, los nai- tramposos todos se conocían, le invita- tocada, consistentes en apostar sobre
SHV VH PRY¯DQ SRU VXV PDQRV \ GHV- ban a abandonar la partida, a cambio FDUWDV WDSDGDV \ GH ORV TXH H[LVW¯DQ
aparecían como por arte de magia, de un porcentaje en las ganancias, de varios, como el andabobos, la carteta,
del mismo modo que volvían a venir a XQDFDQWLGDGƓMDGHGLQHURRGHXQD el parar o los vueltos.
ellas en su momento oportuno. puñalada, si se ponía pesado. Otros juegos de menos riesgo eran
Otro miembro de la cuadrilla era el Se estima que en 1658 había en el juego del hombre, el rentoi, los cien-
UXƓ£Q GLVWLQWR DO GHGLFDGR D OD SURVWL- Madrid casi cuatrocientos tahúres de- WRVHOIDUDµQHOUHS£UDORVLHWH\OOHYDU
WXFLµQ\DYHFHVHMHUFLHQWHGHDPERV dicados a estas artes, pero un siglo ODSULPHUDTXLQFHVODŴRUHOFDSDGLOOR
RƓFLRVTXHVHHQFDUJDEDGHKDFHUGHV- DQWHVKDFLDXQYLDMHURŴDPHQFR HO UHLQDGR ODV TX¯QRODV \ PX\ LQR-
aparecer los naipes en cuanto termina- DƓUPDEDTXH(VSD³DVHMXJDEDDORV FHQWHVODWDEDHOSDOPR\HOKR\XHOR
EDODSDUWLGD(OHQJDQFKDGRUWUD¯DDORV naipes más que en ninguna otra parte Ahora bien, saber en qué consistían es
incautos que iban a perder el dinero. A GH(XURSD\TXHLQFOXVRHQODVSREUHV tarea ardua incluso para los estudiosos
veces se colaba en la partida algún otro YHQWDVGRQGHHVFDVHDEDODFRPLGD\ de la materia que tratan de indagar en
SURIHVLRQDOXQHQWUXFKµQ\FRPRHQWUH el vino, nunca faltaba una baraja. los documentos de la época.

CLÍO 89
ESPECIAL AUSTRIAS

LEYENDA

90 CLÍO
LA GUERRA EN IMÁGENES
LA DIFUSIÓN DE LA IMPRENTA DESDE FINALES DEL SIGLO XVI HASTA
LA FIRMA DE LA PAZ DE WESTFALIA SERÁ DECISIVA EN LA FORMACIÓN,
DESARROLLO Y PROPAGACIÓN DE UNA CONCATENACIÓN DE CAMPAÑAS
MONTADAS CONTRA LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y LOS ESPAÑOLES.

WKZD>Yh1^WZ/dK͕hdKZΗ>'hZZWW>ΗΈDKh^KWZE/Ή

ROCROI, EL ÚLTIMO TERCIO, OBRA


DE AGUSTO FERRE DALMAU.

CLÍO 91
ESPECIAL AUSTRIAS

A INVENCIÓN RENANA PERMITIÓ ƵĂŶĚŽĞůĞŵƉĞƌĂĚŽƌCarlosƐĞƌĞƟƌĂĂůŵŽŶĂƐƚĞƌŝŽũĞƌſŶŝŵŽ


COMBINAR TIPOS MÓVILES CON UNA ĚĞzƵƐƚĞLJĂŚĂĐŽŶŽĐŝĚŽƚŽĚĂƵŶĂƌĞǀŽůƵĐŝſŶĞŶĞůĐĂŵƉŽĚĞů
RÁPIDA Y EFICAZ ESTAMPACIÓN QUE ĐƌŝƐƟĂŶŝƐŵŽLJĞŶĞůĞũĞƌĐŝĐŝŽĚĞůƉŽĚĞƌĚĞůƉƌşŶĐŝƉĞ͘ůĂŐƵƐƟŶŽ
NO TAN SOLO FACILITÓ LA DIVULGAͳ DĂƌƟŶ>ƵƚĞƌŽŚĂƉƵďůŝĐĂĚŽLJĂƐƵƐŶŽǀĞŶƚĂLJĐŝŶĐŽƚĞƐŝƐĞŶůĂƐ
CIÓN DE TEXTOS. Hasta entonces solo ƋƵĞĚŝƐĐƌĞƉĂĚĞůŽƐŵĂŶĚĂƚŽƐLJĐŽŵƉŽƌƚĂŵŝĞŶƚŽƐĚĞůĂĐƵƌŝĂĚĞ
estos estaban reservados a unos cuantos ZŽŵĂ͕ŚĂƚƌĂĚƵĐŝĚŽůĂƐ^ĂŐƌĂĚĂƐƐĐƌŝƚƵƌĂƐLJƉƌĞĚŝĐĂĚŽůĂŶƵĞ-
ĞƐĐŽŐŝĚŽƐ ƉŽƌ ĐƵŶĂ͕ ƌŝƋƵĞnjĂ Ž ĚĞĚŝĐĂ- ǀĂ ƌĞůĂĐŝſŶ ĚĞů ĐƌŝƐƟĂŶŽ ĐŽŶ ƐƵ ŝŽƐ͘ dŽĚŽ͕ ƚŽĚŽ͕ ĐŽŶ ƵŶ ŐƌĂŶ
ĐŝſŶ ĐůĞƌŝĐĂů͘  ƉĂƌƚŝƌ ĚĞ ůŽƐ ĨŝŶĂůĞƐ ĚĞů ĂƉĂƌĂƚŽƉƵďůŝĐŝƚĂƌŝŽĂƐĞŶƚĂĚŽĞŶůĂĨƵĞƌnjĂĚĞůĂŝŵƉƌĞŶƚĂ͘^ƵƐ
ƐŝŐůŽ ys͕ ĐƵĂŶĚŽ ůŽƐ ƚĂůůĞƌĞƐ ĚĞ ŝŵƉƌĞƐŝſŶ ƐĞ ŚĂLJĂŶ ĂĨŝŶ- ŽďƌĂƐ ĐŽŶŽĐŝĞƌŽŶ ĚĞĐĞŶĂƐ ĚĞ ƌĞŝŵƉƌĞƐŝŽŶĞƐ LJ ƐƵƐ ŶŽǀĞĚŽƐĂƐ
ĐĂĚŽĞŶůŽƐĐĞŶƚƌŽƐĚĞƉŽĚĞƌLJĐƵůƚƵƌĂĚĞƚŽĚĂƵƌŽƉĂ͕Ğů ŝĚĞĂƐĨƵĞƌŽŶĂĚĂƉƚĂĚĂƐĞŶŽƉƷƐĐƵůŽƐ͕ĨŽůůĞƚŽƐLJŚŽũĂƐǀŽůĂŶƚĞƐ
ŵĞƌĐĂĚŽĚĞůĨŽůŝŽŝŵƉƌĞƐŽƐĞĞŶƌŝƋƵĞĐĞĐŽŶĚŝďƵũŽƐ͕ůĄŵŝ- ƋƵĞĞŶƐĞŹĂƌŽŶĂŵŝůĞƐĚĞŶƵĞǀŽƐůĞĐƚŽƌĞƐ͘EƵŶĐĂŶĂĚŝĞŚĂƐƚĂ
ŶĂƐLJƚŝƚƵůĂƌĞƐƋƵĞĐĂƉƚĂƌŽŶĚĞŝŶŵĞĚŝĂƚŽůĂĂƚĞŶĐŝſŶĚĞ ĞŶƚŽŶĐĞƐŚĂďşĂƐŝĚŽƚĂŶƉƌŽĨƵƐĂŵĞŶƚĞĚŝĨƵŶĚŝĚŽ͘
ƵŶŶƵĞǀŽƉƷďůŝĐŽŝůĞƚƌĂĚŽƋƵĞŚĂƐƚĂĞŶƚŽŶĐĞƐĚŝĨşĐŝůŵĞŶƚĞ Ŷ ƐƵ ĂLJƵĚĂ͕ ƐŝŶ ĚĞƐĚĞŹĂƌ ƐƵƐ ŵĂŐŶşĨŝĐĂƐ ĞĚŝĐŝŽŶĞƐ ůŝƚƷƌ-
ƉŽĚşĂƚĞŶĞƌĂĐĐĞƐŽĂůĂƐƉƵďůŝĐĂĐŝŽŶĞƐŵĂŶƵƐĐƌŝƚĂƐ͘ ŐŝĐĂƐ͕ ƐĞ ƉƵďůŝĐĂƌŽŶ ƚƌĂďĂũŽƐ ŵƵĐŚŽ ŵĄƐ ƉŽƉƵůĂƌĞƐ͘ >ƵĐĂƐ
>ŽƐĐŚŝďĂůĞƚĞƐ͕ůĞƚƌĞƌşĂƐLJƚĂĐŽƐĚĞŵĂĚĞƌĂƐĞƉŽƚĞŶĐŝĂ- ƌĂŶĂĐŚ Ğů sŝĞũŽ ;ϭϰϳϮͲϭϱϱϯͿ ĞƐ͕ ƐŝŶ ĚƵĚĂ͕ ƐƵ ŝůƵƐƚƌĂĚŽƌ ĚĞ
ƌŽŶŵƵLJƉƌŽŶƚŽĐŽŶůĂƚĠĐŶŝĐĂĚĞůĂĐĂůĐŽŐƌĂĨşĂ͕ĞƐƉĞĐŝĂů- ĐĂďĞĐĞƌĂ͘>ĂƐƐĞƌŝĞĚĞĚŝĐĂĚĂĂůĂĐƌşƚŝĐĂĚĞůWĂƉĂ͕WĂƐƐŝŽŶĂů
ŵĞŶƚĞĂůĂŐƵĂĨƵĞƌƚĞ͘>ŽƐŚĂďŝůŝĚŽƐŽƐĂƌƚĞƐĂŶŽƐĚĞůĂũŽLJĞ- ŚƌŝƐƚŝƵŶĚŶƚŝĐŚƌŝƐƚŝ͕ϭϱϮϭ͕ĞƐĞƐƉĞĐŝĂůŵĞŶƚĞĂŐƌŝĂLJĚĞƵŶĂ
ƌşĂƐĞƉĂƐĂƌŽŶĂůŶƵĞǀŽĂƌƚĞĚĞůĚŝƐĞŹŽĚĞƚŝƉŽƐLJĞůƌĂLJĂĚŽ ĐŽŶƚƵŶĚĞŶĐŝĂĚŝĚĄĐƚŝĐĂŝŶĚŝƐĐƵƚŝďůĞ͘
ĚĞƉůĂŶĐŚĂƐĚĞĐŽďƌĞƋƵĞƚƌĂŶƐƉŽŶşĂŶĐŽŶĨŝŶƵƌĂLJĚĞƚĂůůĞ ůƌĞŝŶĂĚŽĚĞůĞŵƉĞƌĂĚŽƌƚŽĚĂǀşĂŚĂďƌşĂĚĞĐŽŶŽĐĞƌŽƚƌŽƐ
ĞůĚŝďƵũŽƋƵĞĞůĚŝƐĞŹĂĚŽƌŚĂďşĂĂďŽĐĞƚĂĚŽĞŶƉĂƉĞů͘ŽŶ ĚƵƌŽƐƌĞǀĞƐĞƐĞŶ'ĂŶƚĞ͕ƐƵĐŝƵĚĂĚŶĂƚĂůĞŶůĂƋƵĞƚŽĚĂǀşĂůŽ
ĞdžƚƌĞŵĂƌĂƉŝĚĞnjůĂƐdžŝůŽŐƌĂĨşĂƐʹĚŝďƵũŽƉĞƌĨŝůĂĚŽĞŶĂůƚŽʹ ƌĞĐƵĞƌĚĂŶĞŶƵŶĂĨŝĞƐƚĂĂŶƵĂů͕LJĞŶĐŽŶƚƌĂĚĞůĂ>ŝŐĂĚĞƐŵĂ-
ĨƵĞƌŽŶƐƵƐƚŝƚƵŝĚĂƐƉŽƌůĂƐƚĠĐŶŝĐĂĚĞůǀĂĐŝĂĚŽ͕ĞŶŚƵĞĐŽ͘ ĐĂůĚĂĂůĂƋƵĞƐĞŝŵƉƵƐŽƉŽƌůĂĨƵĞƌnjĂĞŶDƺŚůďĞƌŐ͘
ƵĂŶĚŽƐƵŚŝũŽ&ĞůŝƉĞůůĞŐƵĞĂůƚƌŽŶŽŚĞƌĞĚĂƌĄƵŶĂƐŝƚƵĂ-
LOS TALLERES DE IMPRESIÓN ĐŝſŶŵƵLJŝŶĞƐƚĂďůĞƋƵĞǀĂĂĞƐƚĂůůĂƌĞŶƚŽĚŽƐůŽƐƚĞƌƌŝƚŽƌŝŽƐLJ
hŶĂƌĄƉŝĚĂŽũĞĂĚĂƉŽƌůŽƐůƵŐĂƌĞƐĚŽŶĚĞƐĞĂƐĞŶƚĂƌŽŶůŽƐ ĞŶƵŶĂĐŽŶĨůƵĞŶĐŝĂĚĞƚŽĚŽƐůŽƐĂĚǀĞƌƐĂƌŝŽƐ͘
ŶƵĞǀŽƐŶĞŐŽĐŝŽƐƉĞƌŵŝƚĞĐŽŵƉƌŽďĂƌŶŽƐŽůŽƋƵĞĞƐƚĂďĂŶ
ĞŶ ĐŝƵĚĂĚĞƐ ĚĞ ĐƵůƚƵƌĂ ʹ^ĂůĂŵĂŶĐĂ͕ ůĐĂůĄ ĚĞ ,ĞŶĂƌĞƐ͕ TIPOS Y TÉCNICAS DE IMPRESIÓN
ŽůŽŶŝĂ͕Ž>ŽǀĂŝŶĂʹ͕ƐŝŶŽƚĂŵďŝĠŶĞŶůĂƐĚĞƉŽĚĞƌ͗WĂƌşƐ͕ /ŵƉůĂŶƚĂĚĂLJďŝĞŶĚĞƐĂƌƌŽůůĂĚĂůĂƚĠĐŶŝĐĂĚĞŝŵƉƌĞƐŝſŶ͕ĐĂĚĂ
>LJŽŶ͕ ƌƵƐĞůĂƐ͕ ŵďĞƌĞƐ͕ sĞŶĞĐŝĂ͕ ZŽŵĂ͕ ŽůŽŶŝĂ͕ 'ŝŶĞ- ƚĂůůĞƌ ďƵƐĐĂ ĂŵƉůŝĂƌ ƐƵ ĐůŝĞŶƚĞůĂ͘ Ŷ sĞŶĞĐŝĂ ůĂ ĨĂŵŝůŝĂ ĚĞ
ďƌĂ͕ >ŽŶĚƌĞƐ͕ DĂĚƌŝĚ͕ ĞƚĐ͘ hŶĂ ŵŝƌĂĚĂ ŵĄƐ ĚĞƚĞŶŝĚĂ ĚĞ ůĚŽDĂŶƵĐŝŽĐŽŶƐŝŐƵŝſƵŶĞŶŽƌŵĞƉƌĞƐƚŝŐŝŽĐŽŵŽĞĚŝƚŽƌĞƐ
ĞƐƚĂƐƷůƚŝŵĂƐŶŽƐŚĂĐĞƌĞƉĂƌĂƌƋƵĞĞŶůĂŵĂLJŽƌşĂĚĞĞƐƚĂƐ ĚĞĐƵůƚƵƌĂĞŶůĞŶŐƵĂŐƌŝĞŐĂLJƵŶĂǀĂŶĐĞŵƵLJƉĂƌƚŝĐƵůĂƌĞŶůĂ
ƐĞĐŽŶĨĂďƵůĂďĂĐŽŶƚƌĂĞůƌĞĐŝĠŶĞƐƚƌĞŶĂĚŽƉŽĚĞƌşŽĚĞůŽƐ ƚŝƉŽŐƌĂĨşĂ͗ ůĂ ŝŶǀĞŶĐŝſŶ ĚĞ ůĂ ůĞƚƌĂ ŝƚĄůŝĐĂ͕ Ž ďĂƐƚĂƌĚŝůůĂ͕ ŚŽLJ
,ĂďƐďƵƌŐŽ͘ ZŽŵĂ͕ ĐŽŶ ƐƵƐ ƉĂƉĂƐ ĞŶ ƉĞƌŵĂŶĞŶƚĞ ůŝƚŝŐŝŽ ŐĞŶĞƌĂůŵĞŶƚĞĐŽŶŽĐŝĚĂĐŽŵŽĐƵƌƐŝǀĂ͘ŶůŽƐƚĂůůĞƌĞƐĂůĞŵĂ-
ƚĞŵƉŽƌĂů͖ sĞŶĞĐŝĂ ĐŽŶ ƐƵ ƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĚĞ ĞŶƐĞŹŽƌĞĂƌƐĞ ŶĞƐĚĞůĞƐƚĞƐĞƐŝŐƵŝĞƌŽŶƵƚŝůŝnjĂŶĚŽƚƌĂnjŽƐĚĞŐſƚŝĐĂĂůĞŵĂŶĂ͕
ƉŽƌĞůDĞĚŝƚĞƌƌĄŶĞŽ͖WĂƌşƐĞŶƐƵĂŵďŝĐŝſŶƉŽƌƚĞƌƌŝƚŽƌŝŽƐ ĚĞĚŝĨşĐŝůůĞŐŝďŝůŝĚĂĚ͘ŶůŽƐƚĂůůĞƌĞƐĨůĂŵĞŶĐŽƐ͕ĨƌĂŶĐĞƐĞƐ͕ƌŽ-
ŝƚĂůŝĂŶŽƐLJĞŶƐƵĚĞĨĞŶƐĂĐŽŶƚƌĂĞůĐĞƌĐŽĚĞƚĞƌƌŝƚŽƌŝŽƐĚĞ ŵĂŶŽƐLJĞƐƉĂŹŽůĞƐŐĂŶſƉĞƐŽůĂůĞƚƌĂƌŽŵĂŶĂƌĞĚŽŶĚĂ͕ƚĂŶƚŽ
ŝŶĨůƵĞŶĐŝĂĂƵƐƚƌĂĐŝƐƚĂ͖ůŽƐƉƌşŶĐŝƉĞƐĂůĞŵĂŶĞƐĞŶƐƵƐĞŵ- ĞŶŵĂLJƷƐĐƵůĂĐŽŵŽĞŶŵŝŶƷƐĐƵůĂ͕ƋƵĞƐĞƌĄůĂƋƵĞĨĂŵŝůŝĂƌŝĐĞ
ƉŝƚĞƌŶĂƉƵŐŶĂĚĞŶƚƌŽĚĞů^ĂĐƌŽ/ŵƉĞƌŝŽ͕ĂŚŽƌĂŝŶĨĞƐƚĂĚŽ ĂůŶƵĞǀŽƉƷďůŝĐŽĐŽŶůĂůĞĐƚƵƌĂ͘
ƉŽƌŐƵĞƌƌĂƐĚĞƌĞůŝŐŝſŶ͖LJůĂŶƵĞǀĂ/ŶŐůĂƚĞƌƌĂ͕ĂLJĞƌƉĂƌŝĞŶ- ĐŽŵƉĂŹĂŶĚŽĂĞƐƚĂƌĞǀŽůƵĐŝſŶĚĞůĂƟƉŽŐƌĂİĂ͕ĐƌĞĐĞĂƷŶ
ƚĞ͕ŚŽLJĂŶŐůŝĐĂŶĂLJƚĞŵĞƌŽƐĂƉŽƌůĂĂŵĞŶĂnjĂĚĞŝŶǀĂƐŝſŶ͘ ŵĄƐ ƌĄƉŝĚĂŵĞŶƚĞ ůĂ ƵƟůŝnjĂĐŝſŶ ĚĞ ŝŵĄŐĞŶĞƐ ŝŵƉƌĞƐĂƐ ĞŶ ůŽƐ
ƉĂƉĞůĞƐ ŵĄƐ ƉŽƉƵůĂƌĞƐ͘ Ɛ ŵƵLJ ĨĄĐŝů ĚĞ ĐŽŵƉƌŽďĂƌ ĐƵĂŶĚŽ
LUCAS CRANACH EL VIEJO^> ƐĞƌĞƉĂƐĂůĂĞŶŽƌŵĞĐĂŶƟĚĂĚĚĞƌĞƚƌĂƚŽƐĚĞůŽƐŐŽďĞƌŶĂŶƚĞƐ
ĚĞůĂĠƉŽĐĂ͘ůĞŵƉĞƌĂĚŽƌĂƌůŽƐLJƐƵŚŝũŽ&ĞůŝƉĞĐŽŶŽĐĞŶůĂƐ
/>h^dZKZZ͘> ŵŝů LJ ƵŶĂ ǀĂƌŝĂŶƚĞƐ ĐŽŵŽ ƐĞŹŽƌĞƐ ĚĞ ĂƐƟůůĂ͕ ƌĂŐſŶ͕ EĄƉŽ-
^Z//>Z1d/ ůĞƐ͕&ůĂŶĚĞƐ͕ĞƚĐ͘WĞƌŽĚĞŝŐƵĂůŵŽĚŽĐŽŶŽĐĞƌĄŶůĂĐƌşƟĐĂ͕ŵƵ-
ĐŚŽ ŵĂLJŽƌ LJ ĄĐŝĚĂ ĞŶ Ğů ƐĞŐƵŶĚŽ ĐĂƐŽ͘ ƐƚĂŵŽƐ ĞŶ ůĂ ĠƉŽĐĂ
>WW͕ΗW^^/KE>,Z/^d/ de ZĂŝŵŽŶĚŝ͕ ƵƌĞƌŽ͕ ůƚĚŽƌĨĞƌ͕ DĂŶƚĞŐŶĂ͕ >ĞLJĚĞŶ͕ ĂƌƟƐƚĂƐ
hEEd/,Z/^d/Η͕^'Z/z ƋƵĞĚĞƐĂƌƌŽůůĂƌŽŶůĂƚĠĐŶŝĐĂĚĞůĂŐƵĂĨƵĞƌƚĞŚĂƐƚĂůŽƐƵďůŝŵĞ͘
ůƐƵĂůƌĞĚĞĚŽƌĐƌĞĐŝĞƌŽŶĞĚŝƚŽƌĞƐLJŵĂƌĐŚĂŶƚĞƐĚĞĞƐƚĂŵƉĂƐ
hEKEdhEE//d/ ƚĂŶŝŵƉŽƌƚĂŶƚĞƐĐŽŵŽŽĐŬĞŶŵďĞƌĞƐŽ>ĂĨƌĞƌŝĞŶZŽŵĂ͘ů
/E/^hd/>͘ ŵĞƌĐĂĚŽ ĞƵƌŽƉĞŽ ĞƐƚĄ ƐƵƌƟĚŽ LJ ĐƵĞŶƚĂ ĐŽŶ ƵŶĂ ĐůŝĞŶƚĞůĂ

92 CLÍO
¡QUE LOS CERDOS ESPAÑOLES DEJEN DE HOZAR EN MI JARDÍN! ("HORTUS CONCLUSUS")
EL LEÓN BELGA DEFENDIENDO EL JARDÍN HOLANDÉS, HACIA 1580. EN LA CERCA ESTÁN LOS ESCUDOS DE LAS CIUDADES HOLANDESAS
LIBERADAS, EN LA PUERTA EL ESCUDO DE ARMAS DEL PRÍNCIPE DE ORANGE. EL JARDÍN ESTÁ ASEDIADO Y RODEADO DE CERDOS ESPAÑOLES;
A LA DERECHA, UN CERDO CORRE, ESPADA AL CINTO, ENARBOLANDO EL ESTANDARTE AJEDREZADO DE LA CASA DE ALBA. A LA IZQUIERDA, EL
MAR CON UN BARCO TRIPULADO POR GANSOS CON LOS NOMBRES DE LAS CIUDADES DE ZELANDA VLISSINGEN, MIDDELBURG Y VEERE. EL
LEÓN DE ZELANDA LUCHA EN EL AGUA CONTRA LOS CERDOS, SEMEJANTES A COCODRILOS. MÁS ADENTRO, UN BUEN PUÑADO DE CERDOS
ESTÁN COLGADOS DE LOS VERGAS DE UN SEGUNDO BARCO Y UN GRUPO DE OCAS LLEVAN VOLANDO A OTRO COCHINO. LOS PUERCOS
^WZEEdZ>>K^zKEKdZ^^W/^Έ^EKΉ͘E>W/>/>h^dZ/MEK^WKD^K,K>1E^E&ZE^z
NEERLANDÉS COMENTAN LA ESCENA: “QUE CESEN LOS CERDOS... MI EXCELENTE PROTECTOR ORANGE TE ATACARÁ POR MAR Y POR TIERRA...”.
ASÍ SE ORIGINA LA SERIE DE GRABADOS EN LOS QUE SE IDENTIFICA A LOS ESPAÑOLES COMO CERDOS QUE QUIEREN ESTROPEAR
EL JARDÍN HOLANDÉS: DEGRADACIÓN DEL ENEMIGO CONVERTIDO EN ANIMAL IMPURO. SUBYACE LA IDEA DE ESPAÑOL JUDÍO O
D,KDdEKΈDZZEKΉ͘'ZKZ͗EME/DK͖>h'Z&Z//ME͗E>EKZd>K^W1^^:K^͖&,ϭϱϳϴͳ
1582. IMPRESIÓN MECÁNICA;DIMENSIONES DE LA HOJA DE PAPEL: 235 MM × 293 MM.

PASSIONAL CHRISTI UND ANTICHRISTI


DE LUCAS CRANACH
LA AMISTAD DE CRANACH CON LOS REFORMADORES
CISMÁTICOS LO COLOCÓ EN UNA POSICIÓN IDEAL A LA
HORA DE PARTICIPAR EN LA CREACIÓN DE LA NUEVA
ICONOGRAFÍA PROTESTANTE Y LA TRADUCCIÓN EN
IMÁGENES DE LA NACIENTE DOCTRINA. LA ICONOGRAFÍA DE
CRANACH OFRECE UNA BREVE SÍNTESIS DE LOS MÉTODOS
QUE LOS REFORMISTAS UTILIZARON PARA DIFUNDIR SU
MENSAJE. EL PRIMERO, Y MÁS IMPORTANTE DE TODOS, ES
LA SIMPLICIDAD DEL CARÁCTER DE CRISTO, Y EL SEGUNDO
SE HALLA DERIVADO DE ÉL: EXPONER DE LA MANERA MÁS
DIRECTA LA OPOSICIÓN EXISTENTE ENTRE EL MENSAJE DE
CRISTO Y EL DE LOS HEREDEROS DE LA CÁTEDRA DE PEDRO.
CRISTO ASCIENDE A LOS CIELOS; EL PAPA SE PRECIPITA EN
EL FUEGO DEL INFIERNO LA UTILIZACIÓN DE ESTAMPAS
ENFRENTRADAS FACILITA LA LECTURA DEL MENSAJE. NO ES
PRECISO SABER LEER PARA ENTENDER EL CONTENIDO DE
LA OBRA: NO SE PRECISA DE UN INTERMEDIARIO QUE NOS
,'/EdZWZdΈ>K^hZ^z&Z/>^KDKE
>KdZ/EZ/^d/E^'jE^h^KEsE/E/^Ή͘>^
^dDW^ZE,ΈK^hd>>ZΉ^/Zs/ZKEKDK
APOYO A LAS PALABRAS DE LOS DOCTORES PROTESTANTES
EN SUS DEBATES TEOLÓGICOS, E INCLUSO PROPORCIONÓ
IMÁGENES PARA LA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA DE LUTERO.

CLÍO 93
ESPECIAL AUSTRIAS

ávida. WůĂŶƟŶŽĞŶĐĂƌŶĂƌĄůĂĮŐƵƌĂĚĞůŝŵƉƌĞƐŽƌĚĞĠdžŝƚŽ͘Ŷ
ƐƵ ƚĂůůĞƌ ĚĞ ŵďĞƌĞƐ ůůĞŐĂƌŽŶ Ă ĨƵŶĐŝŽŶĂƌ ǀĞŝŶƚĞ ƉƌĞŶƐĂƐ Ă ůĂ
ǀĞnj͘^ƵĐůŝĞŶƚĞŵĄƐĐŽŶƐƉŝĐƵŽĨƵĞ&ĞůŝƉĞ//͕ƋƵĞůŽŶŽŵďƌſƐƵ
ƉƌŽƚŽŝŵƉƌĞƐŽƌ͕ơƚƵůŽƋƵĞŶŽůĞŝŵƉŝĚŝſ͕ŽĐƵůƚŽƚƌĂƐĞůŶŽŵďƌĞ
ĚĞƐƵLJĞƌŶŽ͕ƟƌĂƌĨŽůůĞƚŽƐLJŽƉƷƐĐƵůŽƐĐƌşƟĐŽƐĐŽŶĞůŵŽŶĂƌĐĂ͘

CONTRA HISPANIARUM ET INDIARUM REX


ŶůĂĚĠĐĂĚĂĚĞůŽƐƐĞƐĞŶƚĂĚĞůƐŝŐůŽys/͕ĐŽŶ Isabel IƌĞŝŶĂŶƚĞ
ĞŶ/ŶŐůĂƚĞƌƌĂLJLJĂĂƵƚŽƌŝĚĂĚŵĄdžŝŵĂĞŶƐƵ/ŐůĞƐŝĂ͕ůĂƐĚŝƐƉƵ-
ƚĂƐƌĞůŝŐŝŽƐĂƐĞdžƚĞŶĚŝĚĂƐƉŽƌůŽƐƚĞƌƌŝƚŽƌŝŽƐĐŽŶƚŝŶĞŶƚĂůĞƐ͕ůĂƐ
ƌĞǀƵĞůƚĂƐŝĐŽŶŽĐůĂƐƚĂƐĚĞ&ƌĂŶĐŝĂLJWĂşƐĞƐĂũŽƐ͕ůĂĐĂŵƉĂŹĂ
ĚĞƌĞƐŝƐƚĞŶĐŝĂĂŶƚĞĞůƉŽĚĞƌŚŝƐƉĄŶŝĐŽƐĞĂƌƚŝĐƵůĂĞŶƐƵĐĞƐŝǀĂƐ
ŵĂŶŝŽďƌĂƐĚĞĚĞƐƉƌĞƐƚŝŐŝŽƋƵĞƐĞǀĂŶĂĞdžƚĞŶĚĞƌ͕ĞŶĞƐƚĂƉƌŝ-
ŵĞƌĂĨŽƌŵƵůĂĐŝſŶ͕ŚĂƐƚĂůĂWĂnjĚĞtĞƐƚĨĂůŝĂĞŶϭϲϰϴ͘
ŶƵŶĂƉƌŝŵĞƌĂĨĂƐĞ͕ůŽƐƉĂŶĨůĞƚŽƐĐĂƌŐĂŶůĂƐƚŝŶƚĂƐĐŽŶƚƌĂ EL MISERABLE ESTADO DE LOS PAÍSES
ůŽƐ ƌĞƉƌĞƐĞŶƚĂŶƚĞƐ ĚĞů ƌĞLJ &ĞůŝƉĞ͘ ^ŽŶ ůŽƐ ŐŽďĞƌŶĂĚŽƌĞƐ͕ ůŽƐ BAJOS BAJO LA CRUEL TIRANÍA DEL
ŵŝůŝƚĂƌĞƐLJůĂƐĂƵƚŽƌŝĚĂĚĞƐƌĞůŝŐŝŽƐĂƐƋƵŝĞŶĞƐĂƉĂƌĞĐĞŶĐŽŵŽ
DUQUE DE ALBA
ƉĠƌĨŝĚŽƐĂƐĞƐŽƌĞƐĚĞůŵŽŶĂƌĐĂŵĂůĂĐŽŶƐĞũĂĚŽ͘
^d^>^YhDZYhd1W/KYh^ZWd/Z
hŶĂǀĞnjƋƵĞ'ƵŝůůĞƌŵŽĚĞKƌĂŶŐĞĞŶϭϱϴϬĞƐƉƌŽƐĐƌŝƚŽƉŽƌ
ED/>sZ/Ed^DdZ/>^WZKYh^/DWZ
ƚƌĂŝĚŽƌLJƉƵďůŝĐĂƐƵĚŝĂƚƌŝďĂ Apología o defensa del muy ilustre ^Zd/h>E>&ZK/>hYh͕>
príncipe Guillermo…͕ĞůĐĞŶƚƌŽĚĞƚŽĚĂĐƌşƟĐĂĞƐLJĂĞů͞ďşŐĂŵŽ WZsZ^/ME>KE^:K>ZE>'ZEs>͕
LJƉĂƌƌŝĐŝĚĂ͟ƌĞLJĚĞƐƉĂŹĂ͘ĞƐĚĞĞůĂƐĞƐŝŶĂƚŽĚĞůdĂĐŝƚƵƌŶŽ en >W/d/ME>K^EK>^Z>^͕>
ϭϱϴϰŚĂƐƚĂůĂdƌĞŐƵĂĚĞůŽƐŽĐĞŹŽƐĞŶϭϲϭϮ͕ůĂƐŽƉĞƌĂĐŝŽŶĞƐ DhZdKdZK^Dh,K^/EKEd^KE>
ĚĞĚĞƐƉƌĞƐƟŐŝŽǀŝĞŶĞŶĐĞďĂĚĂƐƉŽƌĚŽƐĨƵĞŶƚĞƐĞƐƉĂŹŽůĂƐ͘ zh>'KZEKZDZ'Z/d
La Brevísima relación de la destrucción de las Indias, de
ĨƌĂLJ ĂƌƚŽůŽŵĠ ĚĞ ůĂƐ ĂƐĂƐ͕ ĂůĐĂŶnjſ ůĂ ĐĂƚĞŐŽƌşĂ ĚĞ ůŽ ƋƵĞ
ĐĂůŝĨŝĐĂŵŽƐ ĐŽŵŽ ƐƵƉĞƌǀĞŶƚĂƐ ĚĞ ƵŶ ůŝďƌŽ͘ ,ĂďşĂŶ ƉĂƐĂĚŽ
ǀĞŝŶƚŝƐĠŝƐĂŹŽƐĚĞƐĚĞƐƵůŝďƌĞƉƵďůŝĐĂĐŝſŶĞŶƐƉĂŹĂĐƵĂŶĚŽ͕
ĚĞƐĐƵďŝĞƌƚŽƉŽƌůŽƐƌĞďĞůĚĞƐĨůĂŵĞŶĐŽƐ͕ĨƵĞƚƌĂĚƵĐŝĚŽĂƚŽĚŽƐ
ůŽƐŝĚŝŽŵĂƐĐŽŶƚŝŶĞŶƚĂůĞƐ͕ĂĚĞŵĄƐĚĞůůĂƚşŶ͘ůƚĞdžƚŽĨƵĞƐĂďŝĂ-
ŵĞŶƚĞƉƌŽůŽŐĂĚŽLJĐŽŵĞŶƚĂĚŽƉĂƌĂƋƵĞƐĞůĞLJĞƌĂĐŽŵŽƵŶĂ
ĐůĂƌĂĂĚǀĞƌƚĞŶĐŝĂĂůĂƐŶĂĐŝŽŶĞƐĞƵƌŽƉĞĂƐ͘
>ĂŽƚƌĂĨƵĞŶƚĞĞƐƉĂŹŽůĂĞƐĞůĐŽŶũƵŶƚŽĚĞRelaciones, de An-
ƚŽŶŝŽWĠƌĞnj͕ƉƌſĨƵŐŽĚĞƐƉĂŹĂ͘ŶĞƐƚĞĐĂƐŽĞůƌĞůĂƚŽĚĞůĂƐ
ŵĂůĚĂĚĞƐĚĞ&ĞůŝƉĞ//ǀŝĞŶĞŶĚĞůĂŵĂŶŽĚĞƋƵŝĞŶŚĂƐŝĚŽĞů
ƐĞĐƌĞƚĂƌŝŽĚĞůŽŶƐĞũŽĚĞƐƚĂĚŽ͕ĞůĚĞŵĂLJŽƌŝŵƉŽƌƚĂŶĐŝĂ͘
ĞƐƚĂƐĚŽƐŝŶĨŽƌŵĂŶƚĞƐƐĞƉƵĞĚĞĂŹĂĚŝƌĞůůŝďƌŽSanctae In-
quisitionis hispanicae artes, de Reginaldus Gonzalvus Monta-
nus͕ĂůŝĂƐĚĞŶƚŽŶŝŽĚĞůŽƌƌŽ͕ƉƌŽƚĞƐƚĂŶƚĞĞƐƉĂŹŽů͘ŽŶůĂƐ
ƚƌĞƐƉƵďůŝĐĂĐŝŽŶĞƐƐĞǀĂŶĂĚĂƌƉŽƌĐŝĞƌƚĂƐĐƵĂŶƚĂƐĂƚƌŽĐŝĚĂĚĞƐ
ƐĞůĞĂƚƌŝďƵLJĂŶĂůĂDŽŶĂƌƋƵşĂ,ŝƐƉĄŶŝĐĂ͘

>DWHZ^/^dE/
/^>//E'>dZZEd>
WKZ,/^WE/K^Zd/h>
E^h^/s^DE/KZ^
^WZ^d/'/K,^d>W
t^d&>/Eϭϲϰϴ͘
ϵϰ >1K
PARMA, LA SOJUZGACIÓN DE TODOS LOS
ESTAMENTOS REPRESENTADOS POR LAS
PROVINCIAS VÍRGENES ENCADENADAS
Y POR EL SILENCIO OBLIGADO DE LOS
REPRESENTANTES LEGALES. SIEMPRE,
ADEMÁS, LAS SAGRADAS ESCRITURAS
TIRANÍA ESPAÑOLA EN LOS PAÍSES BAJOS, 1566-1597, DE LA SERIE
ROTAS POR EL SUELO, UNA HUCHA DEL
TIRANÍA DE ESPAÑA
DINERO RAPIÑADO Y LAS TORTURAS
EJECUCIONES Y ATROCIDADES COMETIDAS POR LOS ESPAÑOLES EN LOS PAÍSES BAJOS EN LOS AÑOS
ADJUDICADAS A LA INQUISICIÓN.
ϭϱϲϲͳϭϱϵϳ͘E>K>dK>K^ZdZdK^DZ'Z/dWZD͕&>/W//z>ZE>'ZEs>͘
ANÓNIMO DEL NORTE DE LOS PAÍSES BAJOS,
'ZKZ͗EME/DK͖>h'Z&Z//ME͗EKZd>K^W1^^:K^͖&,͗ϭϲϭϴͳϭϲϮϰ
C. 1625. BELASTING EN DOUANE MUSEUM.
ΊDh,K^HK^D^dZ>K^,,K^Z&Z/K^΋͘

LA FURIA ESPAÑOLA EN PERSONAJES Y MÉTODOS


AMBERES, 1576 Ya se puede adivinar que Felipe II, el Duque de Alba y sus
ESTE GRABADO SERÁ UNO DE LOS contrafiguras Egmont, Horne y Orange serán las encarnacio-
QUE MAYOR RECORRIDO TENDRÁ nes de la maldad y de la bondad. Felipe II se verá convertido
EN LA CREACIÓN DEL TÓPICO SOBRE en un rey tirano contra el que es legítimo levantarse en ar-
LOS HECHOS OCURRIDOS ENTRE EL 4 mas. El Duque de Alba, con su larga barba blanca y adusta
Y 7 DE NOVIEMBRE EN AMBERES. EL figura, se verá transformado en el ogro de Flandes. Ambos,
AUTOR SE CENTRA EN LA VIOLENCIA especialmente en el segundo decenio del siglo XVII, serán
GRATUITA DE LAS TROPAS HISPÁNICAS las perchas de la intransigencia y crueldad españolas. Sus
SIN CONCEDERLE SIQUIERA LA distorsionadas figuras arraigarán en la literatura y la música,
JUSTIFICACIÓN DE UN SAQUEO DE tanto en la popular como en la culta.
LA CIUDAD ASALTADA. LLAMA LA Por el contrario, quienes se rebelaron contra su señor na-
ATENCIÓN EL USO DE IMÁGENES DEL tural, pasarán a la tradición como los héroes que sacrificaron
INTERIOR DE LAS CASAS QUE SERÁN hasta su vida por la emancipación de sus pueblos. Los con-
FRECUENTEMENTE UTILIZADAS des de Egmont y de Horne habían sido muy destacados hom-
PARA DESCRIBIR LOS TORMENTOS bres de armas en los ejércitos reales. Su relación con Felipe
DE LA INQUISICIÓN. PARECEN
II se enfrió por discrepancias en la aplicación de la libertad
ALGO ABSURDAS, PERO MUY MAL
de religión. Su ajusticiamiento en Bruselas los convirtió en
INTENCIONADAS, EN UN SAQUEO.
campeones de la libertad.
GRABADOR: FRANS HOGENBERG.
Guillermo de Orange, el Taciturno, a la llegada del Du-
LUGAR DE IMPRESIÓN: COLONIA.
que de Alba a Bruselas, huyó a sus posesiones alemanas
FECHA: CA. 1576.
GRABADO SOBRE PAPEL.
donde, en concordancia con los hugonotes franceses, le-
DIMENSIONS: 12.9 × 12.3 CM. vantó un ejército contra su rey. A su alrededor se organi-
zó un gabinete que con la firma de grandes publicistas,

CLÍO 95
ESPECIAL AUSTRIAS

LOS GOBERNANTES CORRUPTOS Y LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA COMETEN ASESINATO.


DEGENERACIÓN DEL CLERO CATÓLICO (TÍTULO DE LA SERIE)
>WZ^KE/&//ME>h^KΈh^h^Ήz>/EYh/^//ME^WHK>Έ/EYh/^/d/K,/^WE/Ή/EdEdE/E&>h/ZE>^hdKZ/^
^h>Z^͘>h^K/EdEdKh>dZ^hEdhZ>DKE^dZhK^KEhED^ZzhEW͘E^hDEKZ,hE^dME
ZKdK͕^1DK>K>WKZZKdK>DKEZ͘>/EYh/^//ME^WHK>>>shEEdKZ,EE/͕hE^WzhEhZ
,KZ͕/E^dZhDEdK^dKZdhZz:h/ME͘E^hDEK/Yh/ZW>^d>KZMEZ/^dKKEhEWZE^͘>^E
d/EhE>zEEZ>E^͕>d/Ez&ZE^Έ͞>h^KEK^dZ>/EYh/^//ME͟Ή͘
>K^Wh>//^d^Ed/^WHK>^͕,/>^E>dE/>'ZK͕:ZKEKZ^D^dZ^^KZ>dD>'EZ/ME
>>ZKdM>/Kz>^h^^>>sEdD/EdKz>/KEK>^/͘
'ZKZ͗/Z<sK><Zd^͘KKZE,Zd͖/^HK͗Z/EtZd͖/dKZ͗,EZ/<,KE/h^͖>h'Z/DWZ^/ME͗>DE/͖
/dKZ/>͗>,z͖&,ϭϲϬϰ͖dDHK>,K:WW>͗ϮϬϲDDпϭϮϭDD͘

Philips de Marnix entre ellos, se encargaría de difun- —Exageración y alabanza: Guillermo el Taciturno.
dir las bondades de su príncipe contra la tiranía del so- —Orquestación: repetición infatigable en medios diver-
berano. El asesinato del líder culminó en su conversión sos (teatro, panfletos, libros, grabados, sermones, etc.).
en padre de la patria. —Transfusión de opiniones y sentimientos previos has-
Con la habilidad que se les reconoce hasta el día de ta un nuevo concepto (religiones). Muy acertadamente la
hoy, millares de panfletos y hojas volantes consiguieron Reforma utilizó las Sagradas Escrituras para contagiar de
que el enemigo acabara cosificado en una serie de tó- nuevos significados el comportamiento mundano.
picos que han cimentado la Leyenda Negra (Prieto: La —Identificación y contagio: asignación de ciertos este-
guerra de papel, p. 20): reotipos a un individuo o grupo para extenderlos a con-
—Simplificación del enemigo: "individualización del ad- tinuación a toda clase de situaciones (crueldad, intransi-
versario" (Alba). gencia, origen étnico de los españoles, etc.).
—Exageración y desfiguración: adjetivos difamatorios Un recurso visual muy utilizado fue personificar a la na-
(tirano): Felipe II. ción belga como una doncella que se encuentra en un jar-
dín, protegida por una hermoso vallado (hortus conclusus),
tal como era usual hacerlo en las representaciones de la
FELIPE II SE VERÁ CONVERTIDO virgen María (Cantar de los Cantares, IV, 12: "Hortus con-
clusus soror mea sponsa hortus conclusus fons signatus" /
EN UN REY TIRANO. EL DUQUE "Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa, jardín cerrado,
DE ALBA, CON SU LARGA BARBA fuente escondida"). Si a esa imagen de plácida felicidad se
BLANCA Y ADUSTA FIGURA, SE le añaden unos cerdos que merodeen el huerto con ganas
de embestir la valla y entrar, solo le faltará un breve texto
VERÁ TRANSFORMADO EN EL que diga: "¡Que los cerdos españoles dejen de hozar en mi
OGRO DE FLANDES. jardín!". Existe el grabado con este texto.

96 CLÍO
GUILLERMO EL TACITURNO, CAMPEÓN DE
LA SABIDURÍA, CAPITÁN PRUDENTE
(DE BRY)
EN EL MEDALLÓN CENTRAL, UN RETRATO DE GUILLERMO I
DE ORANGE COMO COMANDANTE DE LA SABIDURÍA, QUE
SE MUESTRA EN EL PERFIL HACIA LA DERECHA, ENMARCADO
POR UN FRISO ORNAMENTAL CIRCULAR. REPRESENTADO
EN EL FRISO DEBAJO DEL MEDALLÓN, UNA ESCENA CON EL
JUICIO DE SALOMÓN Y CAMBISES Y UNA REPRESENTACIÓN
DEL PRÍNCIPE PIADOSO, NO AFECTADO POR LA MUERTE Y LA
^dZh/MEΈEKEdZWK^//ME>hYh>Ή͘E
LOS LEMAS REDACTADOS EN FRANCÉS Y NEERLANDÉS SE PUEDE
LEER: "DE DIOS PROVIENE TODA SABIDURÍA; SOLO GRACIAS
ELDUQUE DEALBA,CAPITÁN DE LOS LOCOS (DE BRY) A ÉL COMIENZA"; "SE MANTIENE INFALIBLAMENTE CON ÉL
EN EL MEDALLÓN CENTRAL, UN RETRATO DEL DUQUE DE ALBA COMO ETERNAMENTE".
COMANDANTE DE LA LOCURA, MOSTRADO DE PERFIL, MIRANDO A
LA IZQUIERDA CON ARMADURA, CON LA CABEZA INVERTIDA DE UN
BUFÓN COLGANDO DE SU CUELLO. EL MEDALLÓN ESTÁ ENMARCADO
POR UN FRISO CIRCULAR CON UNA VARIEDAD DE ESCENAS QUE THÉODOR DE BRY, CA.
REPRESENTAN VÓMITOS, DEFECACIÓN Y FORNICACIÓN DE FIGURAS 1578, GRABADO.
HUMANAS Y MONOS: “VIOLENCIA, TRAICIÓN Y ENGAÑO SALIDOS SERIE DE TAZAS.
DE SUS MAZMORRAS, HABITAN EL CORAZÓN DE ALBA, QUIEN SE DIMENSIONES:
APRESURA HACIA ESTAS TIERRAS. VIENE ACOMPAÑADO POR EL 12.9 × 12.3 CM
ASESINATO, LA COACCIÓN MORAL Y EL DESPOTISMO”. DE UNA SERIE THE METROPOLITAN
DE CUATRO DISEÑOS PARA TAZA ORNAMENTADA, O RECIPIENTES PARA MUSEUM OF ART.
BEBER: DUQUE DE ALBA, EL ORGULLO Y LA LOCURA. THÉODOR DE BRY,
CA. 1588, GRABADO. DIMENSIONES: 12.9 × 12.3 CM. BNE, IH/367/3.

EL PAPA Y EL EMPERADOR EN UN BARCO


BAMBOLEANTE
EL EMPERADOR CARLOS V Y EL PAPA, COMO HOMBRES DESNUDOS,
SE MANTIENEN EN EQUILIBRIO EN UN BARCO BAMBOLEANTE. LOS
ESCUDOS DE LOS ALIADOS CUELGAN DE LAS ALETAS DEL BARCO. EL
PAPA SOSTIENE UNA BALANZA EN LA QUE SE HAN DE EQUILIBRAR LOS
INTERESES ALEMANES Y FRANCESES; UN DRAGÓN QUE CUELGA DE
SU CUELLO LE SUSURRA CONSEJOS. EL CETRO DEL EMPERADOR HA
SIDO QUEBRADO, AUNQUE EL BRAZO IMPERIAL SOSTIENE UNA BOLSA
LLENA DE DINERO. SUS PIES SE APOYAN DE MODO INESTABLE SOBRE
^h^WK^^/KE^KZ'KHΈ>>ME>'Ήz>Z^dK
REINOS HEREDADOS. A LA IZQUIERDA, UN ÁRBOL CORTADO CON EL
ESCUDO DE FRANCIA COMO SÍMBOLO DE PODER CERCENADO. VARIAS
PREDICCIONES IMPRESAS EN EL PROGRAMA: EL PAPA Y EL DUQUE
DE MILÁN SE ENCUENTRAN EN PELIGRO Y TODAS LAS APUESTAS
PREDICEN QUE SE VAN A CAER. CARICATURA SOBRE EL PAPA Y LA
IGLESIA ROMANA, TEMÁTICA DE ALREDEDOR DE 1550.
GRABADOR: ANÓNIMO.EDITOR: WILLEM JANSZ CLOPPENBURGH
ΈDE/KEKE>K:dKΉ͘
LUGAR DE LA GRABACIÓN: PAÍSES BAJOS.
EDITORIAL: AMSTERDAM.
FECHA: 1621.
TÉCNICA DE GRABADO EN MADERA / TIPOGRAFÍA.
DIMENSIONES HOJA: 420 MM × 360 MM.

CLÍO 97
¡Descubre la
nueva web
de CLÍO!

Encuentra todos
los reportajes en:
cliorevista.com
¡Suscríbete por solo
0,99 € al mes y accede a
todo el contenido!
N
UE
HISTORIA
VO
EN
ESPAÑAICTO:
N F L
EL CO
CA
GUERNI
REVISTA DE

GUERRAS
O HIROSHIMA
STALINGRAICD
O
DE
LA IMAGEN
EL EPISODIO BÉL LA BARBARIE
MÁS SANGRIENTO

PEARL HARBOR
LA GUERRA DEL
PACÍFICO
EL DESEMBARCO
DE NORMANDÍA

SEGUNDA G U E R RA ¡YA EN TU
KIOSCO!
NÚMERO 02 / 6 €

UE CA MBIARON Descubre más en:


LAS BATALLAS Q
NÚMER0 02 / 6 euros.

LA HISTORIA www.casualmagazines.com

Síguenos en las redes: ClioHistoriaMagazine @historia_clio

La HISTORIA más ACTUAL


DISPONIBLE EN VERSIÓN DIGITAL

También podría gustarte