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XVII.

John Maynard Keynes


En 1930 Estados Unidos fue el más fértil en innovaciones, se adoptaron medidas para afrontar la caída de los
precios industriales y agrícolas, se emprendieron obras públicas para crear oportunidades de empleo y se
implantaron el subsidio de desempleo y el sistema de pensiones a la vejez. Pero entre el '36 y '37 volvió a
producirse una abrupta caída de la actividad económica, el 17% de la fuerza de trabajo estadounidense continúa
desempleada. Cómo ya existía una depresión se llamó a esto una recesión, o sea, una depresión dentro de una
depresión. No habían tenido lugar los grandes incrementos anuales prometidos por los políticos.

La ortodoxia económica encontraba su equilibrio en con el pleno empleo y de éste provenía la demanda que lo
sustentaba, pero no podía explicar ninguno de estos fenómenos.

Keynes fue un economista que había estudiado con los principales neoclásicos de la época, como Pigou y Marshall,
por lo tanto, toda su formación fue neoclásica. Lo que él vio es que la solución que los neoclásicos proponían para
salir de la crisis del '30 no resultaba, no la solucionaban, entonces estudió la realidad y decidió romper con la teoría
neoclásica. Escribió la Teoría de la ocupación, el interés y el dinero en 1943 y crea su propia teoría que hasta hoy se
estudia, se lee y se discute. Esta fue la iniciadora de la macroeconomía como sistema, impulsó y creó el fondo
monetario internacional cuando éste tenía como objetivo que los países que no estuvieran desarrollados hasta el
momento alcanzar el desarrollo de los demás países.

Según él, la economía moderna no encuentra necesariamente su equilibrio en el pleno empleo, sino que puede
hallarlo, aunque el desempleo subsista, es posible un equilibrio con paro. Este caso la ley de Say ya no rige y puede
haber una escasez demanda. Entonces el gobierno puede y debe tomar medidas para subsanarla.

Lo que plantea es que, en una situación de crisis cuando la inversión privada desaparece porque ningún empresario
va a tomar el riesgo de invertir en un monto así, la manera de que el equilibrio con desempleo llegué a un nivel de
empleo, es que el estado debe invertir para compensar esa caída, es decir, ese agujero que queda por la inversión
privada, y llevar a que la demanda efectiva vuelva a subir al nivel de la oferta global.

La demanda efectiva es consumo final + inversión+ las exportaciones netas (exportaciones -importaciones).

Entonces él dice que si cae uno de esos componentes hay que compensarlo con gastos públicos, que el principal
inversor sea el estado y luego cuando la crisis desaparezca y vuelva la inversión privada el estado vuelva a contraer
el gasto público. Para él el estado eran un estabilizador de crisis, por lo tanto, tenía que intervenir en la economía a
diferencia de lo que decían los neoclásicos donde el estado era subsidiario.

Niega la ley de Say por lo tanto cae la teoría neoclásica ya que es un supuesto básico de esta teoría. Los elementos
básicos del sistema Keynesiano son el equilibrio con subempleo, la abolición de la ley de Say y la necesidad de
promover la demanda recurriendo a gastos públicos, y estos son la Revolución Keynesiana.

En Suecia durante 2 generaciones un grupo de economistas había venido desarrollando un examen crítico de las
ideas económicas en su relación con los aspectos públicos, y lograron que sus conceptos y orientaciones se
convirtieran en políticas y en métodos prácticos de la administración pública. Durante la primera generación,
Wicksell estaba a favor del control de la natalidad y sus opiniones generaron muchos debates posteriores. Sostuvo
que el monopolio y la competencia eran los extremos opuestos de un espectro en el cual se alineaban muchas
formas distintas de organización del mercado. Cassel su opositor fue defensor del sistema clásico, del patrón oro y
de la limitación intervención del gobierno en la economía. Durante la segunda generación se enfrentaron
directamente a los problemas prácticos de la economía, la sociedad y la política de Suecia. Comenzaron a
interesarse por las consecuencias de las limitaciones de la teoría clásica como, por ejemplo, la deflación de los
precios, la disminución de la producción, el desempleo y el desastre agrícola. Surgió un proyecto comprendido por
un sistema de seguridad social bien desarrollado y precios de apoyo para la agricultura, y como complemento se
previó un sistema muy estructurado de cooperativas agrarias y de consumo.

Suecia fue presentada como la Vida Intermedia a un mundo perturbado por la idea de que el socialismo y el
consumismo eran las únicas alternativas a un capitalismo rigurosamente ortodoxo, se destacaba su sistema de
bienestar social, ya entonces bien desarrollado, sus cooperativas agrarias y de consumo, su tolerancia general de la
modificación y enmienda de rigor clásico, y su utilización del presupuesto del Estado para respaldar la demanda.

Keynes también tuvo sus percusiones en Estados Unidos, los economistas publicaron la serie de libros en los cuales
se reclamaba la intervención del Estado para apoyar y reforzar la demanda, contra la ley de Say y las creencias
económicas en la que está se apoyaba. Pero entre los economistas respetables se vieron como ejemplo de un error
popular y superficial, y fueron citados una y otra vez como exponentes de la tendencia a ese error.

La teoría general fue aceptada a consecuencia de la gran depresión y de la incapacidad de la economía clásica para
lidiar con un suceso tan universalmente desestabilizador. Pero esa aceptación también se debió en gran parte a la
seguridad de que Keynes hizo una gran argumentación y análisis económico y también en gran parte de sus
antecedentes reputación y prestigio personal.

Keynes fue alumno de Eton y luego de la Universidad de Cambridge. Una vez diplomado, se presentó a los
exámenes del servicio civil y fracasó en economía política. Fue durante un tiempo funcionario de la oficina de la
India, escribió una obra sobre la teoría de la probabilidad, otra sobre la moneda en la India y volvió a Cambridge con
una beca otorgada por Pigou. La guerra y la posguerra le darían fama, y durante esos años fue funcionario del
tesoro, al finalizar la guerra era tan conocido por su capacidad en política económica y en la administración que fue
escogido para integrar la delegación de Gran Bretaña a la conferencia de París.

Luego en Inglaterra escribió The Economic Consequences of the Peace, describe el ambiente de la Conferencia
como vengativo, miope y profundamente reñido con la realidad. Alemania, a su entender, no podía pagar las sumas
fijadas con los ingresos obtenidos de las exportaciones. Asimismo, sus esfuerzos en esta dirección y la dislocación
resultante del comercio y las finanzas serían desastroso no sólo para el enemigo derrotado, sino también, para toda
Europa. De esta conclusión, provendría la convicción de que las condiciones de la paz habrían sido como las
impuestas a Cartago. En consecuencia, Alemania ya no pertenecía ante los ojos del mundo como un agresor
castigado, sino como una víctima y hubo consecuencia a largo plazo.

La crítica que hace que Keynes en Las Consecuencias Económicas de la Paz, es que tengan cuidado con los
resarcimientos que están pidiendo Francia e Inglaterra a Alemania por la Primera Guerra Mundial, porque no se
puede culpar al pueblo por las decisiones de los gobernantes. Por otro lado, si aplicaran restricciones, es decir,
resarcimientos muy fuertes al pueblo alemán pueden generar otra guerra. Es decir que sí empobrecen a un pueblo a
partir de los resarcimientos de la Primera Guerra Mundial puede generar otra guerra. Muchos lo toman que predijo
el nacimiento del Nazismo, ya que surgió porque ese pueblo alemán empobrecido empezó a creer en lo que les
decía tu dictador como ideología.

Además, Keynes escribió, se interesó en las artes, fue presidente del New Statesman and Nation, formó parte del
Comité de Investigación de las Finanzas y la Industria, diseño la presidencia de una empresa de seguros, fue director
de becas y subsidios del King's College en Cambridge y publicó su obra en dos tomos Treatise on Money.

{En su libro La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero escrita en 1936, la idea central es que el
problema decisivo de la economía no es el de determinar cómo se establece el precio de las mercancías. Tampoco
la forma de distribuir los ingresos resultantes, la cuestión importante es averiguar cómo se determinan los niveles
de producción y de empleo, que dio lugar posteriormente a la difundía preocupación por la tasa de expansión
llamada crecimiento. A menudo cuando aumenta la producción, el empleo y la renta va disminuyendo el consumo
obtenido de los aumentos adicionales del ingreso, es decir, decrece la propensión marginal al consumo. O sea que
los ahorros aumentan. Si los ingresos y ahorro y no se gastan, tendrá lugar una reducción de la demanda total de
bienes y servicios y con ello del producto y del empleo. Y la reducción continuará hasta que se reduzcan los
ahorros al nivel apropiado. Este descenso se produce porque la reducción de los ingresos induce, e incluso fuerza,
una propensión marginal al consumo cada vez mayor. El menor volumen de ahorro es entonces absorbido por el
gasto en inversión cuyo descenso es más lento.}

Lo mismo que en la concepción clásica problema, el ahorro y la inversión deben ser iguales. La diferencia es que ya
no se igualan necesariamente en los niveles correspondientes al pleno empleo. Para igualar los ahorros a las
inversiones y para asegurar que los primeros sean gastados puede resultar necesario reducir los ingresos y forzar
una reducción del gasto. De modo que la situación de equilibrio en la economía no asegura el pleno empleo
obligatoriamente, sino que puede asumir distintos grados de desocupación. Este fenómeno se le llama equilibrio
con subempleo.

En resumen, plantea la macroeconomía como importante porque define como se determina el producto, como se
determina ingresó, el empleo y el salario.

La posición de los neoclásicos con respecto al desempleo era que salarios eran demasiado elevados o rígidos. Para
ellos era evidente que los causantes de esto eran los sindicatos con sus exigencias. Los beneficios adicionales de
añadir nuevos trabajadores, el ingreso marginal de incrementar la fuerza de trabajo, no alcanzaban para poder
pagar los salarios. Por lo tanto, bastaba con reducir los salarios y los trabajadores desempleados volverían a
encontrar trabajo.

En cambio, lo que Keynes proponía era que, en una crisis, si los empresarios elevarán los salarios en una situación
de desempleo, el flujo de la capacidad adquisitiva, es decir, la demanda efectiva agregada aumentaría, ya que los
trabajadores tendrían más plata para consumir más. Y como se incrementaba la demanda, las empresas tendrían
que producir más, por lo tanto, se incrementaba el nivel de actividad en la empresa y eso haría que necesitarán
más trabajadores por lo tanto se incrementaría el empleo y disminuiría el desempleo.

Para Keynes el estado debía intervenir para que no hubiera crisis tan profundas, generando gasto público y ese
gasto público daría más empleo como consecuencia habría más demanda de bienes y servicios, y los empresarios
iban a necesitar más mano de obra, es decir contratar gente que generara un mayor nivel de actividad.

Lo Que quiere decir Galbraith es que los intelectuales que estuvieron después de Keynes hicieron una síntesis entre
la teoría neoclásica y keynesiana, dejando la teoría keynesiana exclusivamente para los aspectos macroeconómicos,
ya que, en la revolución keynesiana, la magnitud de los cambios introducidos hizo que se confiera al Estado la misión
de dirigir el funcionamiento general de la economía. Y conservaron la teoría neoclásica para los aspectos
microeconómicos, donde el mercado seguía igual, así como la firma comercial y el empresario, también el
monopolio, la competencia, la competencia imperfecta y la teoría de la distribución. Este sistema funcionaba dentro
de un flujo de demanda regulado, y en ese ámbito, la mayor parte de la economía casi no había cambiado en
absoluto. La distribución del poder entre las corporaciones o sindicatos, los trabajadores a título individual y los
consumidores subsistía dentro de su concepción clásica. El estado no tenía por qué intervenir más de lo que había
intervenido en épocas anteriores.

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