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Resumen 1° Parcial - Adm. Pública
Resumen 1° Parcial - Adm. Pública
Concepto de Estado
➔ Se entiende a lo político como una parte analítica del fenómeno más general de la
dominación, la que se halla respaldada por la marcada supremacía en el control de los
medios de coerción física en un territorio excluyentemente delimitado.
Dominación
La dominación:
Es asimétrica, ya que es una relación de desigualdad que surge del control diferencial de ciertos
recursos que permiten adecuar el comportamiento del dominado a la voluntad del dominante.
Dichos recursos pueden ser:
El control de recursos de dominación no está distribuido al azar sino que son variados los factores
que determinan el desigual acceso a los mismos. El gran diferenciador es la clase social, la
articulación desigual y contradictoria de la sociedad en clases sociales.
Se define como CLASE SOCIAL a las posiciones en la estructura social determinadas por comunes
modalidades de ejercicio del trabajo y de creación y apropiación de su valor. Su determinación es de
rasgos económicos y políticos o estatales.
En una sociedad capitalista, la modalidad de apropiación del valor creado por el trabajo genera una
relación social que constituye a las clases fundamentales del capitalismo. La principal relación de
dominación es la de producción entre capitalista y trabajador asalariado, mediante la que se genera
y apropia el valor del trabajo. Esta apropiación es una relación de desigualdad y un acto de
explotación, lo cual implica que es una relación conflictiva, sea reconocida o no por los sujetos
sociales, ya que dicha conflictividad está encubierta por la vigencia del control ideológico. Por lo
tanto, tanto lo económico como lo ideológico contribuyen a concretar la vigencia de la relación.
Las clases sociales son el gran diferenciador del acceso desigual a los recursos de dominación debido
a que:
Detrás de esa relación social de producción se encuentra la presencia tácita y subyacente del Estado.
Puede ser invocado para que ponga vigencia cierta interpretación del contrato (entre iguales), y
dicha capacidad de invocación es constitutiva de la relación contractual (social).
La garantía que presta el Estado a ciertas relaciones sociales, incluso las relaciones de producción,
que son el corazón de una sociedad capitalista y de su contradictoria articulación en clases sociales,
no es una garantía externa ni a posteriori de dicha relación. Es parte intrínseca y constitutiva de la
misma.
Las dimensiones del Estado, o de lo propiamente político, son aspectos de una relación social.
La separación del capitalista de los medios de coacción es el origen del Estado capitalista y sus
instituciones.
Si la emergencia de un tercero que pone una garantía últimamente coactiva está implicada por las
relaciones capitalistas de producción, el Estado ya es por eso mismo un estado capitalista. El Estado
es el garante de la existencia y reproducción de la burguesía y del trabajador asalariado como clases,
ya que ello está implicado necesariamente por la vigencia y reproducción de aquellas relaciones
sociales. Esto entrañaría que en ciertas instancias, el interés del Estado no es igualitario, ya que se
posicionaría como protector de la burguesía frente a la clase trabajadora, para reponerla como clase
subordinada que debe vender fuerza de trabajo y reproducir la relación social que el Estado garante.
→ El Estado es garante de las relaciones sociales que producen la división de la sociedad en clases.
Es decir, no es garante en forma directa de la existencia del capitalista, sino de un tipo de relación social que da
como resultado una división de la sociedad en capitalistas y trabajadores. En palabras del autor "el Estado no
respalda directamente al capitalista (ni como sujeto concreto ni como clase)"... "El Estado es el garante de la
existencia y reproducción de la burguesía y del trabajador asalariado como clases, ya que ello está implicado
necesariamente por la vigencia y reproducción de aquellas relaciones sociales."
El contrato de compraventa de fuerza de trabajo presupone la igualdad formal de las partes a través
de un carácter legalmente tipificado -trabajador/empleador- que prescinde de las condiciones reales
de cada uno. Por otra parte, para ser materia de compraventa, la fuerza de trabajo tiene que
aparecer como una entre otras mercancías, intercambiadas por dinero, a la que concurren sujetos
sociales formalmente iguales y libres que, por serlo, sustentan la validez y exigibilidad del contrato
que celebran.
La explotación que se lleva a cabo a través de las relaciones capitalistas de producción queda,
entonces, oculta por una doble apariencia: la de la igualdad (formal) de las partes y la de la libre
voluntad con que pueden o no entrar en la relación. Para ello, presupone la separación del
trabajador de los medios de producción y la de los capitalistas de los medios de coacción.
ENTONCES, las relaciones capitalistas de producción presuponen un tercer sujeto social que aparece
y actúa como un no capitalista, porque tiene el monopolio de los medios de coerción física de la
sociedad y, por definición, un capitalista no puede tenerlo porque la relación capitalista-trabajador
es de iguales. Sin embargo, es la objetivación de un Estado que por eso mismo es capitalista.
El Estado que se objetiviza intenta hacer que la sociedad se relacion e en ese esquema de relaciones,
poniendo límite a la competencia del capital y garantizando que la relación se mantenga estable y
que le permita actuar en ciertas cuestiones.
¿Cómo actúa? A través del derecho moderno y las propias instituciones estatales.
¿Cuándo actúa?
1. Actividad rutinaria del estado: aplicación jurídica, en relación a las funciones que se le
asignan al propio Estado.
2. Como reacción a crisis: cuando las condiciones de funcionamiento del sistema se desvían de
cierta normalidad. La capacidad de plantear una cuestión o de definir una situación como
crisis es poder; en base al gran diferenciador al acceso de recursos que implica ser clase
dominante, los capitalistas suelen tener una capacidad aún mayor de plantear "sus"
problemas, con menor probabilidad de que se generen reactivamente sanciones.
→ Estado
a. Crisis de penetración (una administración que alcance a todos).
b. Crisis de integración (a la vida pública).
→ Nación
c. Crisis de legitimidad (del poder, del sistema)
d. Crisis de identidad (creación de una conciencia común - identificación)
→ Sociedad
e. Crisis de participación (mayor integración en el proceso político)
f. Crisis de distribución (de bienes y recursos)
Las políticas públicas van a surgir de un estado cuya principal orientación es organizar la sociedad en
base a criterios que le dieron origen (lo revalidan).
La formación del Estado es un aspecto constitutivo del proceso de construcción social en el cual se
van definiendo los diferentes planos y componentes que estructuran la vida social organizada. Estos
planos conforman un orden cuya especificidad depende de circunstancias históricas complejas, de
los problemas y desafíos a los cuales se enfrenta el proceso, y de las posiciones adoptadas y recursos
movilizados por los diferentes actores para resolverlos.
La conformación del Estado nacional supone a la vez la conformación de la instancia política que
articula la dominación en la sociedad y la materialización de esa instancia en un conjunto
interdependiente de instituciones que permiten su ejercicio. Por lo tanto, el Estado es garante de la
relación social y también un aparato institucional.
→ El Estado es intrínseco, constitutivo, está inmerso o presente en esa
relación social de producción capitalista en el hecho de la desposesión
de la capacidad de coerción del capital. Esa desposesión que se da en esa relación
social de producción es al acto constitutivo del Estado como parte de esa relación. Luego se cristaliza u
objetiviza en instituciones para el ejercicio de esos recursos de coerción que ya el capitalista no controla.
La existencia del Estado se verifica a partir del desarrollo de un conjunto de atributos que definen la
estatidad.
Atributos de “Estatidad”
La estatidad supone la adquisición por parte del Estado nacional de las siguientes propiedades:
CAPACIDADES ESTATALES
a) Administrativa: está asociada con la consecución de una burocracia coherente, donde exista
una coincidencia entre los intereses particulares de los funcionarios y los interés de la
entidad burocrática.
b) Capacidad política: el Estado es una estructura institucional perdurable y eficaz. La
aplicación de una política requiere la institucionalización de un complejo conjunto de
mecanismos políticos.
Estado nacional
El surgimiento del Estado nacional es el resultado de un proceso de lucha por la redefinición del
marco institucional considerado apropiado para el desenvolvimiento de la vida organizada . El
Estado nacional surge en relación con una sociedad civil que no ha adquirido el carácter de sociedad
nacional.
El tema de la “estatidad” no puede desvincularse del tema del surgimiento de la nación como otro
de los aspectos del proceso de construcción social.
Proceso concomitante: la formación del Estado y el surgimiento de la Nación son procesos que se
dieron al mismo tiempo. Particularmente, la construcción de la nación surge a partir de la
construcción de elementos materiales e ideales.
La unidad nacional argentina durante las primeras décadas post independencia se asentó sobre
elementos ideales que en vínculos materiales plenamente desarrollados. Pero había atributos que
contradecían la unidad:
La expansión y heterogeneidad del aparato estatal deriva entonces del creciente involucramiento de
sus instituciones en áreas problemáticas (o cuestiones) de la sociedad, frente a las que adoptan
posiciones respaldadas por recursos de dominación.
¿Bajo qué condiciones y empleando qué mecanismos afrontaron e intentaron resolver sus múltiples
desafíos?
Las consecuencias positivas de la apertura económica se vieron limitadas por: mercados locales muy
localizados, población escasa, rutas intransitables, anarquía monetaria, vastos territorios bajo
control indígena o caudillos locales, inexistencia de mercado financiero, etc.
El orden era la cuestión dominante en la agenda de problemas de la sociedad argentina. Una vez
resuelta, permitiría encarar con mayor dedicación y recursos los desafíos del progreso. El orden se
presenta como condición de posibilidad del progreso y, a su vez, el progreso se constituye en
condición de legitimidad del orden.
La existencia del orden responde a los atributos de la estatidad, es decir, para que haya un orden es
necesario que haya un Estado.
El orden excluía a todos los elementos que pudieran obstaculizar el progreso. Por eso el orden
contenía una implícita definición de ciudadanía, de quienes eran considerados legítimos miembros
de la nueva sociedad, de quienes tenían cabida en la nueva trama de relaciones sociales.
El orden significaba dar vida real a un estado nacional cuya existencia no se evidenciaba mucho más
allá de la formalidad del texto constitucional. Había una dispersión de la autoridad entre las
diferentes provincias y no existía un aparato administrativo y jurídico con alcances nacionales.
La legitimidad del Estado asume un carácter diferente, supone la constitución de una alianza política
estable y de una presencia articuladora -material e ideológica- que soldara relaciones sociales y
afianzara los vínculos de nacionalidad.
En esta línea, el orden y el progreso requirieron de los cuatro mecanismos de forma de penetración
para constituir su existencia y su desarrollo.
➔ Represiva
Supuso la organización de una fuerza militar unificada y distribuida territorialmente con el objeto de
sofocar y prevenir todo intento de alteración del orden impuesto por el Estado nacional . Implica la
aplicación de violencia física o amenaza de coerción.
El mantenimiento del orden social se sustenta en el control de la violencia, mientras que las otras
modalidades lo hacen a partir de contraprestaciones.
➔ Cooptativa
Implica la captación de apoyos entre los sectores dominantes y gobiernos del interior a través de la
formación de alianzas basadas en compromisos y prestaciones recíprocas.
El Estado nacional intentó ganar aliados entre fracciones burguesas del Interior y gobiernos
provinciales, a través de promesas de concesión de beneficios (subsidios, designación de cargos
públicos nacionales, la intervención para poner en el gobierno aliados).
➔ Material
Presupone diversas formas de avance del Estado nacional, a través de la localización en territorio
provincial de obras, servicios y regulaciones indispensables para su progreso económico.
Constituyó una modalidad de control social basada en la capacidad de crear, atraer, transformar,
promover y ensamblar los diferentes factores de la producción, regulando sus relaciones.
El estado nacional le da los medios para poder progresar a la provincia, a cambio del avance del
estado nacional en esa provincia (lo cual genera dependencia - la provincia depende de la nación).
➔ Ideológica:
Reviste los intereses individuales de un barniz legitimante y el beneficio particular en interés general.
La acción del estado se dirigió a campos como la educación, las leyes y la justicia, prácticas sociales,
discursos políticos y en creencias, valores y normas de conductas coherentes con el nuevo esquema
de dominación.
En este sentido Oszlak plantea que “tanto la penetración material como la cooptativa o la ideológica tienen un
común fundamento consensual, aun cuando apelan a distintos referentes: el interés material, el afán de poder o la
convicción ideológica, fuerzas que movilizan el consenso facilitando una creciente presencia articuladora del
estado”.
Dentro de la propia región hay elementos diferenciales de la asunción de roles por parte del Estado:
Agenda: cuando los gobiernos la forman, deciden que una cierta cuestión o demanda es de interés
público.
1. La expropiación de funciones que antes eran ejercidas por instituciones sociales y gobiernos
subnacionales.
→ Estados subnacionales:
Históricamente, fueron de naturaleza conflictiva ya que suponía cambiar la igualdad horizontal por
una instancia vertical.
Reconocimiento externo del carácter nacional de los nuevos Estados, intensificación del comercio,
participación del capital extranjero en el desenvolvimiento de las economías.
Hasta fines del siglo XIX las dos cuestiones centrales que integraban la agenda de los Estados
latinoamericanos eran las del orden y del progreso.
La naturaleza desigual del proceso del desarrollo, el carácter represivo que adquirió ese orden y la
relegación de los sectores populares en el goce de las oportunidades y los beneficios del progreso
alentaron el surgimiento de movimientos obreros y campesinos que se rebelaron contra la situación.
Las huelgas obreras, la acción sindical y los partidos anarquistas y socialistas se hicieron sentir en la
agenda del Estado al problematizar el tema de la equidad distributiva y la participación ciudadana.
La democracia representativa y la construcción de una escena pública se completa con la
institucionalización de los sindicatos, el afianzamiento de los partidos liberales y conservadores, y la
aparición de nuevos partidos).
Una de las consecuencias de estos golpes de Estado fue la incapacidad de profundizar sus
democracias, menos considerando que afectaron negativamente al desarrollo económico y de
equidad en la distribución del producto social. Esto ubica a ALC muy lejos de alcanzar el modo de
organización social deseable del capitalismo social y democrático.
Afectan al esquema de poder, la división social del trabajo y el pacto distributivo vigentes en una
sociedad.
Desde el punto de vista funcional, se plantean cuestiones vinculadas con la división del trabajo:
➔ El peso relativo de las competencias funcionales otorgadas a cada esfera puede tener
consecuencias importantes sobre el equilibrio de poderes jurisdiccionales.
El Estado crea estructuras de incentivos que confrontan a los agentes privados al exigirles o
prohibirles ciertas acciones. En años recientes, las tendencias hacia la desregulación de la economía
aumentaron la vulnerabilidad de los usuarios como resultado de la reducción del papel de contralor
por parte del Estado.
La sociedad civil es el único actor no estatal en el orden nacional. Dentro de esta categoría se
encuentran los partidos políticos y las organizaciones corporativas que representan intereses
sectoriales.
En relación a los partidos políticos, la competencia electoral por ideas y proyectos fortalece al
Estado democrático, en cambio, la utilización abusiva de la cooptación a cambio de prebendas o el
vaciamiento de la escena pública mediante la sistemática eliminación desde el Estado de la
oposición partidaria debilitan el funcionamiento de la democracia.
Dentro de la sociedad civil también se incluyen las ONG, tanto las constituidas formalmente y
legitimadas a través de formas jurídicas (fundaciones, asociaciones civiles), como las redes solidarias
informales. Las primera han tenido un creciente protagonismo en los procesos de formulación e
implementación de políticas; en cuanto a las segundas, las mismas crecieron como resultado del
debilitamiento del Estado de bienestar y plantean desafíos a la institucionalización de la democracia,
debido a que, por un lado, se abre la discusión de la legitimidad de estas modalidades de democracia
directa y, por otro lado, porque cuestionan abiertamente al Estado, al capital privado y a los
organismos internacionales.
Algunos autores sostienen que estos últimos agentes no constituyen una amenaza sino un
complemento de la democracia porque amplía los canales para la expresión de la voz de la sociedad.
La integración regional surge como oposición a la globalización, por medio de la cual dos o más
estados nacionales concatenan acciones deliberadas y conjuntas para resolver algunas restricciones
o efectos indeseables de la misma. De todas formas, la presión internacional ha tenido un efecto
determinante en la agenda estatal, particularmente en la conformación de las relaciones de fuerza
dentro de los Estados y de las propias sociedades nacionales, que apuntan a fortalecer a
determinados actores sociales o estatales.
→ La presencia del sector empresarial como actor real de este proceso descentraliza y desconcentra
la gestión y decisión estatales, especialmente en las negociaciones de carácter sectorial.
La coordinación política
● jerárquica: las decisiones son tomadas y comunicadas por las autoridades políticas o
administrativas legítimas a través de procedimientos legales.
1. regulación: ordena legalmente las relaciones entre diferentes procesos y actores, y resuelve
conflictos.
2. representación: representa las ideas predominantes acerca del orden social, ofreciendo una
imagen de unidad que genera un sentimiento de pertenencia.
3. conducción: encauza las diferencias sociales en una perspectiva compartida respecto al
futuro.
A partir de esto, se comienza a considerar que la creciente demanda de intervención estatal provoca
una sobreregulación de la vida social mientras que carga al Estado una sobrecarga de exigencias. La
coordinación jerárquica por parte del Estado se enfrenta a obstáculos:
Realmente, las reformas propuestas por el neoliberalismo operan como correctivo de la intervención
estatal.
Esta estrategia por un lado fue exitosa, ya que permitió el ajuste estructural de los países
latinoamericanos a las nuevas condiciones nacionales -diferenciación- e internacionales -
globalización-, pero, por otro lado, fracasó en el propósito de reorganizar la coordinación social en
torno a la racionalidad del mercado.
Paradoja neoliberal: una estrategia destinada a desmantelar la intervención estatal sólo tiene éxito
con una fuerte intervención política. La modernización económica depende del protagonismo
presidencial, ya que la coordinación horizontal que efectúa el mercado es parcial. El buen efecto del
mercado depende de la institucionalidad social y política.
Las experiencias latinoamericanas demuestran que el mercado por sí solo no genera ni sustenta un
orden social, sino que fomenta una integración sistémica basada en la racionalidad formal o técnica,
acentuando las desigualdades sociales, fomentando la exclusión y generalizando las tendencias de
desintegración. Estas dinámicas disgregadoras del mercado hacen patente sus limitaciones como
instancia coordinadora.
2. la ausencia de un centro único, que provoca que se conciba a la sociedad como una
constelación multicéntrica.
De esta forma, la política quedaría reducida a un subsistema más, cuyo campo de acción queda
limitado por la compatibilidad con la lógica interna de los demás subsistemas.
➔ Los subsistemas se coordinarían entre sí mediante ajustes internos, que asimilaron las
señales y turbulencias externas.
PARADOJA DE LUHMANN: la independencia de cada sistema crece de forma simultánea, a la vez que
aumenta la interdependencia de ellos. Por un lado, los subsistemas avanzan en su dinámica
autorreferencial y, por otro lado, se conforman contextos cada vez más globales que cruzan a
distintos subsistemas.
Limitaciones de la teoría:
- No da cuenta del carácter expansivo de la política que provoca que siga interviniendo en los
demás subsistemas.
Hoy en día, un enfoque de la coordinación social ha de tener en cuenta las siguientes dimensiones
del problema:
- Es política cuando reúne autoridades estatales y/o partidos políticos con actores económicos
y sociales.
- Su punto de partida es un conflicto o una diversidad de intereses que ella encauza mediante
una cooperación competitiva, es decir, cada actor defiende sus intereses propios a la vez que
colabora en decidir una solución compartida.
El auge de las redes durante años recientes responde a la creciente diferenciación de la sociedad,
donde la coordinación social ya no puede estar entregada exclusivamente a un ordenamiento
jerárquico. Las redes operan eficazmente donde existe una pluralidad representativa de los
intereses y las opiniones sociales, y donde la operación entre los actores socioeconómicos es
acompañada por la intervención del Estado, en tanto dispone de recursos intransferibles y medios
adicionales. Hay un equilibrio entre sociedad y Estado.
De esta forma, ocurre una transformación política orientada a la informalización de la política, la cual
sobrepasa los límites institucionales del sistema político y se instala en las zonas grises entre política
y sociedad.
Las REDES facilitan la articulación de diferentes actores y sus respectivos recursos estratégicos, y la
ejecución efectiva de las decisiones tomadas.
Hay que aclarar que la coordinación mediante redes enfrenta tres peligros:
Las redes son capaces de resolver el tema de la regulación de la coordinación social, pero no puede
responder a la representatividad y la conducción de cara al futuro. La regulación la cumple porque
facilita la articulación de diferentes actores y sus respectivos recursos estratégicos, y la ejecución
efectiva de las decisiones tomadas. Pero no es representativa ya que excluye los intereses de la
población en general, [además de que la calidad democrática depende del nivel de acceso de grupos
con diferentes valores, intereses, capacidades y recursos]. No hay una conducción porque, partiendo
de un conflicto, encauza una diversidad de intereses mediante una cooperación competitiva, es
decir, cada actor defiende sus intereses propios a la vez que colabora en decidir una solución
compartida.
- La burocracia estatal como unidad de análisis, escuelas y paradigmas alternativos. Crisis del
estado y crisis del modelo administrativo burocrático. El paradigma posburocrático. La
Reforma Gerencial. Modelos de gestión, tecnologías y herramientas administrativas en el
ámbito público.
En torno a estas dos dimensiones, se han erigido los distintos enfoques teóricos:
El Estado debe ser considerado como un actor que posee iniciativa y autonomía propias y, por ende,
que configura aspectos sustanciales de la realidad social. Pero ello no debe impedir visualizarlo
también como una institución condicionada y estructurada por el conjunto de las relaciones sociales.
En definitiva, los cambios en la configuración de las relaciones sociales impactan decisivamente en
la forma y contenido que asume el Estado, pero este, a su vez, por ser un centro condensador de
poder, precisa y regula aspectos sustantivos de la vida social organizada.
● El poder despótico, que se refiere a las acciones estatales emprendidas sin previa
negociación con los distintos grupos de la sociedad.
● El poder infraestructural, que se refiere a la capacidad del Estado para penetrar realmente la
sociedad civil y poner en ejecución las decisiones políticas.
Según Mann, la propia sociedad requiere de una autoridad política territorialmente centralizada. Es
esta peculiar estructura organizacional, distinta a la que poseen otros poderes sociales, la que
confiere al Estado su carácter autónomo. El Estado difiere socioespacial y organizativamente de las
principales agrupaciones de poder de la sociedad civil, resultando así un poder estatal autónomo.
El Estado es un aspecto de las relaciones sociales (O’Donnell); es la instancia política de dominación,
objetivada en diversas instituciones, que ejerce en forma legítima el monopolio de la coerción física
legítima en un territorio determinado (Weber). Tiene por objeto garantizar la reproducción de un
conjunto de relaciones a las que podemos englobar bajo el concepto de matriz político-social (Abal
Medina).
Constituye una autoridad autónoma: es una estructura territorialmente centralizada, las relaciones
políticas irradian desde el centro y hacia el centro
La burocracia puede ser vista como un instrumento racional para ejecutar órdenes emanadas de
líderes electos. Su objetivo es lograr que se realicen cosas, por lo que debe ser evaluado sobre la
base de su efectividad y eficiencia.
Características:
- Esta estructura determina los recursos y la autoridad que se pueden legítimamente utilizar.
- Las órdenes y normas son respetadas porque emanan de funcionarios revestidos de una
autoridad que proviene de un orden racional-legal impersonal.
También puede mirarse como una institución que tiene una razón de ser y principios normativos y
organizacionales que le son propios. La administración se basa en el imperio de la ley, en
procedimientos debidos, en códigos de comportamiento adecuado y en un sistema de razones que
pueden ser racionalmente debatibles. Es una expresión de valores culturales y una forma de
gobernar que tiene un valor intrínseco. La racionalidad y la justicia son las características que deben
tener los procedimientos diseñados para alcanzar determinados resultados.
Enfoque histórico-estructural
La Burocracia formaba parte de una estructura social tripartita,
sirviendo de nexo entre la sociedad civil y el Estado. Su existencia
Concepción hegeliana
adquiría sentido a partir de la necesidad de conciliar el interés general
del Estado y los intereses particulares de las corporaciones.
Corrientes administrativo-organizacionales
Burocracia y contexto
-Estrategia #1: cuando el estudio de la administración pública se hallaba todavía permeado por un
claro sesgo institucionalista y formalista, las soluciones se limitaban a modificar aspectos
estructurales de los sistemas cuyo comportamiento se pretendía corregir: organigramas, sistemas de
información, mecanismos de control, etc.
-Estrategia #3: sumar a la estrategia #2 soluciones ante los problemas de incongruencia entre los
objetivos individuales y organizacionales. Esto requería mecanismos de participación de los propios
funcionarios en la definición o redefinición del marco normativo de su unidad burocrática.
Estos tres tipos de restricciones son momentos de un mismo fenómeno: el "interés general" se
traduce en normas que lo explicitan, en estructuras que lo viabilizan y en comportamientos que lo
concretan. Este orden secuencial genera una relación jerárquica entre las variables, a la cual se le
agrega una relación de determinación: normas originan estructuras, que originan comportamientos.
4. El proceso histórico a través del cual se problematizan, plantean y resuelven cuestiones que
integran la agenda socialmente vigente, encuentra en el ámbito de la burocracia estatal una
arena fundamental para dirimirlas.
El ámbito de competencia y acción de la burocracia estatal puede concebirse como una arena de
conflicto político, donde se materializan procesos históricos a través de complejas articulaciones
que tornan imprecisos los límites entre Estados y sociedad civil y aumentan la heterogeneidad de
la burocracia.
Rasgos característicos de la burocracia - Weber
● Autoridad burocrática
Existe el principio de sectores jurisdiccionales, estables y oficialmente establecidos generalmente a
través de una norma (leyes u ordenamiento administrativos). Ejemplo: los Ministerios, que tienen
una autoridad jurisdiccional que tiene atribuciones con una temática en particular.
● Jerarquía
Los principios de jerarquía de cargos y de diversos niveles de autoridad implican un sistema de sobre
y subordinación organizado, donde los funcionarios superiores controlan a los funcionarios
inferiores.
● Repartición
El conjunto de los funcionarios públicos, así como el correspondiente aparato de instrumentos y
archivos, integran una repartición (departamento, dependencia u oficina pública). La estructura
burocrática implica la concentración de los recursos materiales de administración en manos del jefe.
● Profesionalización
BURÓCRATAS: Implica un personal administrativo profesional a dedicación exclusiva, que tiene un
empleo de por vida, con una carrera bien diseñada, sus correspondientes remuneraciones y
pensiones, asignado a una determinada oficina y recompensado en función de su educación formal,
el mérito y el ejercicio de un cargo.
Administración Producción
Gestión a partir de redes: las redes son estructuras de interdependencia que involucran a múltiples
actores (públicos y privados) en relaciones de cooperación e intercambio. Es un tipo de
administración pública caracterizada por la cooperación vertical y horizontal interjurisdiccional e
interorganizacional.
Las políticas públicas ya no son producto de las decisiones unilaterales del Estado, sino de una
compleja interacción entre este y las distintas agencias y jurisdicciones del mismo Estado. En este
sentido, ningún actor cuenta por sí mismo con suficientes recursos y capacidades como para
afrontar las problemáticas actuales. Entonces, se necesita una amplia gama de actores no estatales
para garantizar la satisfacción de los ciudadanos.
Este enfoque puede traer aparejados dos problemas:
- Efectiva implementación de las políticas
- Equidad de las políticas.
En este sentido, las capacidades del Estado junto con las garantías que ofrece un gobierno elegido
democráticamente para representar los intereses de todos los ciudadanos permiten afirmar que
resulta indispensable que el Estado retenga una posición central, aunque no necesariamente
exclusiva, en los procesos de elaboración de políticas públicas.
Surge en un ámbito de caos que lo comparten generalmente las organizaciones públicas ya que
están creadas sobre criterios poco estables, bastante conflictivos en sí. Entonces, su diseño está
destinado a ordenar un caos intrínseco y fundante, con escaso éxito (negociación entre intereses
sectoriales).
¿Redescubrir la burocracia?
¿Es una forma de administración indeseable e inviable desarrollada en el seno de una sociedad
autoritaria y legalista y que, ahora, debe descartarse inevitablemente porque es incompatible con
sociedades complejas, individualistas y dinámicas?
¿Acaso el término “burocracia” resulta irrelevante o falaz cuando se trata de entender o explicar la
administración pública y el gobierno en las democracias contemporáneas?
En este caso, la administración pública no coincide con el modelo ideal porque no se ha establecido
una burocracia jerarquizada, con una dirección profesionalizada y realmente basada en normas.
También puede ocurrir que la organización formal sea una fachada y que los burócratas sean
corruptos y no confiables, incompetentes e ineficientes, haciendo mal uso de su posición y del poder
que esta le otorga.
Sostiene que las normas son acatadas demasiado servilmente y que la administración pública
debería organizarse y administrar el personal de acuerdo con principios no burocráticos o,
simplemente, que no debería haber ningún tipo de intervención pública.
Este criticismo forma parte de un conflicto en torno a los principios organizacionales y normativos,
donde el objetivo central es cambiar la identidad institucional y el poder de la administración
pública. Es una crítica al rol que cumple la administración pública en una sociedad.
En general, el criticismo suele ser principista y sistémico. Consideran que el intento de imponerse de
cualquier centro político no genera cooperación sino desobediencia y pérdida de confianza, ya que
no se puede reclamar la representación del público y del bien común, emitir órdenes y esperar
sumisión. Pero ante esto se argumenta que las elecciones populares y los gobiernos no constituyen
la única fuente de legitimidad, entonces se necesita de una nueva visión moral institucionalizada que
sintetice los principios y estándares éticos públicos y privados, dada la responsabilidad democrática
que proporciona el sistema electoral.
Se ha argumentado que la administración pública nunca fue diseñada para maximizar la distribución
eficiente de recursos. Pero la preocupación de la administración es alentar la democracia, el
constitucionalismo y el Estado de derecho; asegurar el crecimiento económico y la competitividad,
luchar contra la inflación, el déficit presupuestario y el endeudamiento; proporcionar equidad social,
justicia y reducción de la pobreza, de la desigualdad, del analfabetismo y de la mortalidad infantil; y
una variedad de otros valores, normas, intereses y metas.
La burocracia no es el camino para organizar la administración pública, para todo tipo de tareas y
bajo todas las circunstancias, sino que es parte del repertorio de formas organizativas coexistentes
que se sobreponen, se complementan y compiten en las democracias contemporáneas; y también lo
son la organización de mercado y la organización en red.
La burocracia tiene un rol que cumplir en tanto custodio institucional de los principios democrático-
constitutivos y de la racionalidad procedimental, aún en competencia con otras instituciones para
las cuales la competitividad es el criterio de éxito.
Los administradores burocráticos siguen reglas pero también son gerentes que calculan utilidades
esperadas. Una racionalidad procedimental modera la persecución del poder con fines personales.
Las disposiciones administrativas a veces son fachadas y otras veces son eficientes herramientas
organizacionales.
La teoría administrativa debe tomar en cuenta que las prácticas contemporáneas implican aplicación
de leyes, consejo experto, provisión de servicios y apoyo para la generación y movilización de
recursos.
La administración pública está organizada sobre la base de la autoridad, tanto como sobre la base de
la competencia y de la cooperación. Muchas formas organizacionales coexisten, pero es la mezcla la
que cambia con el tiempo.
- Un sistema que funciona bien necesita de normas que permitan mayor flexibilidad y
discreción.
- El hecho de que algunas órdenes no sean siempre obedecidas, de que algunas normas no
sean respetadas y de que los contenidos de las políticas públicas sean modificados a través
del aparato administrativo puede reflejar la complejidad administrativa y no el poder
burocrático.
- También depende del grado en el cual ellas están internalizadas o bien representan
incentivos o presiones externas. En la administración pública se han dado ciclos en los que se
confía en el control del comportamiento a través de la manipulación de estructuras de
incentivos y cálculos individuales de costo-beneficio, y otros ciclos en los cuales la confianza
se coloca en la voluntad y responsabilidad normativa interna que permite actuar de acuerdo
con normas apropiadas.
→ Se asocia a un bajo nivel de corrupción: ya que las normas generales y los servicios de bienestar
no están diseñados para servir a determinados grupos de interés, sino que contribuyen a la igualdad
democrática.
- La eficiencia del mercado es la eficiencia para hacer negocios que sean mutuamente
aceptables, dado un monto inicial de recursos.
- La calidad democrática de las redes depende del nivel de acceso de grupos con diferentes
valores intereses, capacidades y recursos.
● Las crisis hiperinflacionarias de 1989 y 1990, motivadas por una corrida cambiaria.
● Falta de regulación y control de los servicios públicos recién privatizados.
● Acatamiento prácticamente irrestricto de las recomendaciones emanadas del Consenso de
Washington.
● Tratamiento preferencial a inversiones extranjeras a través de la firma de los tratados
bilaterales de promoción y protección de las inversiones extranjeras.
● El surgimiento de problemáticas globales y la incapacidad manifiesta para resolverlas.
● Fuerte aumento en los niveles de desigualdad social y una distribución regresiva del ingreso.
Las mismas tendencias regresivas se observaban en los indicadores de pobreza, indigencia y
desocupación. Estos datos reflejan dramáticamente que el Estado no es un actor neutral en
la distribución de bienes públicos.
Definición de política
POLÍTICA: Es un campo de confrontación, de disputa por concretar los ideales por los que se
confronta al otro, la idea de expectativas recíprocas sobre determinado tema y la estructuración de
relaciones y recursos de poder para actuar sobre ellas. Así la política se transforma en instrumento
para concretar los ideales propios o de un grupo de personas. Se presenta como resultado de
enfrentamientos y compromisos, de competencias y coaliciones, de conflictos y transacciones
convenientes.
La noción de problema
Las políticas se han vuelto densamente administrativas debido a que la complejidad, escala,
variabilidad e interdependencia de los asuntos públicos requieren cada vez más información
confiable, conocimiento especializado, cálculos precisos de costos y consecuencias para decisiones
que se adoptan casi siempre en condiciones de riesgo y bajo escasez.
Aguilar Villanueva define las políticas públicas como el conjunto de acciones que se orientan a la
realización de objetivos considerados como prioritarios por la sociedad, o a resolver problemas cuya
solución es considerada de interés o beneficio público.
Subirats → “Normalmente implican una serie de decisiones. Decidir que existe un problema. Decidir
qué se debe intentar resolver. Decidir la mejor manera de resolver. Decidir legislar sobre el tema.
Implica decisiones e interacciones entre individuos, grupos e instituciones, influenciadas sin duda
por las conductas, las disposiciones del conjunto de individuos, grupos y organizaciones afectadas.”
Oszlak → “Son un conjunto de sucesivas tomas de posición del estado frente a cuestiones
socialmente problematizadas.”
● Causal: son los productos de acciones que tienen efectos en el sistema político y social.
El acercamiento teórico a lo que realmente es una política pública es variado. Las teorías
politológicas mayores son determinantes y van a condicionar al investigador-analista al momento de
construir sus conceptos, hipótesis y procedimientos de prueba. En esta perspectiva, las políticas
públicas son exteriorización puntual del juego de los poderes sociales y de sus intereses exclusivos,
en efecto, tener poder e influencia en las regulaciones y asignaciones de recursos, que toda política
implica, es el incentivo y objetivo determinante de la contienda política.
En esta perspectiva, no hay una política en general, porque no hay en la sociedad una sola,
permanente y determinante estructura de poder.
La política real, en tanto lucha por el poder en función de intereses y ventajas, se expresa y efectúa
en el proceso de elaboración de las políticas. Las cuestiones que una política pública quiere tratar y
la manera como quiere tratarlas terminan por fortalecer o debilitar los intereses y expectativas de
los grupos sociales que en ella están interesados.
DEFINICIÓN: la política consiste en sumar evidencia crucial a las diversas explicaciones que se
ofrecen de por qué se aceptó que una determinada cuestión había de ser objeto de política, de por
qué se diseñó y eligió esta traza de acción colectiva de una determinada política, de por qué se le
calificó como estratégica, prioritaria o tal vez simplemente rutinaria.
Hay dos posiciones extremas en lo que se refiere a la naturaleza e instrumental del análisis y al papel
que puede o debe jugar en la formulación de la política:
A) NOCIÓN RACIONAL: estricta del análisis de políticas que puede quizá reconocer la
existencia de diversas y poderosas restricciones
Lasswell sostiene que, tanto política como gobierno, encuentran su guía y límites en las normas y los
conocimientos racionales. El proyecto lasswelliano terminó dividiéndose en dos ramas:
Características Politicidad
“Las políticas determinan la política”, y el tipo de política esperable está determinada por el tipo de
coacción que el gobierno podría razonablemente emplear en el tratamiento de las cuestiones. El tipo
de coacción puede ser horizontal, haciendo referencia a su extensión y alcance, o vertical,
denotando la intensidad y fuerza de la política.
Por lo que las políticas se transforman, en cada caso, en arenas de poder donde se desarrolla una estructura
política de relaciones, conflictos, acuerdos, intereses en particular.
Así, según Aguilar Villanueva “se configuran entonces varias, singulares y cambiantes estructuras de poder, según
la naturaleza de la cuestión en disputa y según el tipo de respuesta que se espera de la política previsible”.
Por lo tanto, en el sentido planteado, el liderazgo no es exclusivo del poder público o del Gobierno, sino
de quién logre configurar una estructura de poder que responda a los intereses que representa.
● Semejanza: sus sanciones posibles se extienden hasta involucrar los contextos de conducta.
● Diferencia: la fuerza de sus sanciones son respectivamente remotas e inmediatas.
● Arena de política más centralizada, integral y globalizadora.
● Racionalismo
Este tipo de análisis es adecuado para cuestiones como la eficiencia operativa, la asignación de
recursos, la evaluación de programas, etc., pero no es una ciencia exacta de las decisiones de
política. Es el impulso más sistemático a la explicación y elaboración racional del proceso decisorio
de las políticas.
● Incrementalismo
Tiene la idea de ser más descriptiva que predictiva y parte de la idea de una cuestión más
pragmática. Se basa un poco en la idea de racionalidad limitada y tiene alguna cuestión referida a la
capacidad de redacción o de acción de las personas o de la administración pública.
Lindblom recogió y rehizo estas dos posiciones, al afirmar que los gobiernos pueden decidir racional
y responsablemente frente a los problemas públicos sin tener que comprometerse con los supuestos
y requisitos de la racionalidad omnicomprehensiva. Este método “racional-comprehensivo” de
análisis diseña indudablemente la decisión estrictamente racional que corresponde a un contexto de
acción, pero no describe la decisión y el comportamiento efectivo de los gobernantes.
- Reducir el universo de las opciones de política a ponderar, limitando las comparaciones sólo
al conjunto de las políticas que difieren muy poco de las políticas que se llevan a cabo.
- De aquellas políticas que no se tuvieron en consideración, ignorar las consecuencias posibles
y sus valores.
Una política no es una decisión inédita, sino que forma parte de una historia de decisiones, de las
que se conocen los logros y fracasos de sus operaciones e intentos. Al tener como criterio de
corrección la incrementalidad, esta estrategia de análisis conduce a ajustar gradual y realistamente
los objetivos preferidos por sociedad y gobierno.
El autor consideraba que en ausencia de un cálculo cierto de las consecuencias que desatarán las
decisiones, lo realmente racional para un gobierno es corregir limitada y sucesivamente sus pasadas
decisiones incorrectas, y fortalecer y generalizar sus pasos exitosos. El incrementalismo es una
estrategia de aprendizaje colectivo en la solución de problemas públicos. Por eso consideraba que
este estilo incremental del gobierno era el propio de las democracias pluralistas.
También plantea que la interacción política puede sustituir al análisis, pero también lo necesita, ya
que es un elemento indispensable para las negociaciones políticas. En un instrumento de control de
los demás en la interacción política y un instrumento de persuasión.
Críticas al Incrementalismo:
- Fue considerado una legitimación conservadora del balance de poder existente en una
sociedad.
- Decidir en el margen significa coartar la innovación, ignorar problemas públicos agudos,
atacar los síntomas y no las causas.
- Se considera esta propuesta como la invitación más elaborada para justificar la renuncia a
todo esfuerzo por encontrar la política idónea y eficiente frente a los problemas públicos.
- Si el gobierno actúa en medio de una competencia de ideas e intereses y frente a poderosas
organizaciones sociales, no tiene una amplia autonomía para dirigir a las empresas,
particularmente si sus políticas no poseen el respaldo de teorías y tecnologías probadas y
compartidas. Todo esto lleva a un gobierno pluralista que corrige y reelabora
incansablemente las políticas ya que los grupos de interés afectados alzarán la voz y
obligarán al Estado a reparar los daños.
Por otro lado, Etzioni toma distancia de los dos extremos de confrontación y los acomuna en un
tercer enfoque, denominado “exploración mixta”. Esta se ubica en la dimensión de la práctica
profesional del decisor. Reconoce que en las políticas son ineludibles las decisiones fundamentales,
estratégicas, respecto de las cuales es impertinente y contraproducente el abordaje incremental,
pero insiste a la vez que un análisis debe adaptarse a las situaciones específicas y a la capacidad
instalada (tiempo, recursos, apoyo... ) de los decisores.
En parte es una estrategia racionalista porque no renuncia al análisis de fondo de ciertas situaciones
y componentes considerados esenciales, pero sin llegar al extremo de examinar acabadamente todo
el universo constitutivo y etiológico de la cuestión. En parte es también una estrategia
incrementalista, porque no examinará exhaustivamente todas las dimensiones que encierra la
cuestión, aunque distante del incrementalismo porque no se reducirá a tomar en examen sólo los
componentes que le son ya conocidos y que una vez más manipulará marginalmente.
El proceso de la política
Las etapas del proceso denotan sólo los componentes lógicamente necesarios e interdependientes
de toda política, de ninguna manera eventos sucesivos y realmente separables. La separación
analítica no debe ser confundida con una separación real, una secuencia temporal. En la práctica, las
etapas pueden sobreponerse y suponerse unas a las otras, condensarse alrededor de una de ellas,
anticiparse o atrasarse, repetirse.
1. Problema
2. Definición del problema
3. Construcción de la agenda
4. Identificación de respuestas o soluciones alternativas
5. Evaluación de opciones
6. Selección de opciones de política pública
7. Implementación
8. Evaluación
Los integrantes necesarios e interrelacionados de toda política son la existencia de una determinada
situación problemática, para cuya modificación en el sentido deseada se elige y efectúa un
determinado curso de acción que produce ciertos resultados más o menos diferentes de los
deseados obliga a revisar el curso de acción elegido.
Laswell habló de un modelo del proceso de decisión que consiste en una secuencia de seis fases:
1. Iniciación
● Planteamiento creativo del problema
● Definición de los objetivos
● Diseño innovador de opciones
● Explicación preliminar y aproximativa de los conceptos, aspiraciones y posibilidades
2. Estimación
3. Selección
4. Implementación
5. Evaluación
Por definición del problema se entienden los procesos mediante los cuales una cuestión, ya
aprobada y colocada en la agenda de la política pública, es estudiada, explorada, organizada y
posiblemente cuantificada por los interesados, quienes no raramente actúan en el marco de una
definición de autoridad, aceptable provisionalmente en términos de sus probables causas,
componentes y consecuencias.
Los problemas públicos no son sencillos ni fácilmente solucionables. Son de gran escala, complejos,
interdependientes, subjetivos y conflictivos.
Los gobiernos se hacen cargo de problemas para cuya solución no siempre hay información y
conocimiento y, sobre todo, tampoco consenso, colaboración o transacción entre los ciudadanos.
Problemas sin una formulación definitiva, sin criterios que establezcan cuando se alcanza la solución,
cuya solución no es nunca verdadera o falsa sino buena o mala, y carece además de una prueba
inmediata o resolutoria, problemas frecuentemente inéditos, sintomáticos de problemas de mayor
trascendencia.
Los problemas son datos seleccionados y caracterizados con referencia a ciertos esquemas
cognoscitivos y valorativos de los sujetos que los observan o experimentan. Los problemas públicos
no son independientes de las valoraciones y las perspectivas de los ciudadanos y sus organizaciones.
Se constituyen en el momento en que ciertos acontecimientos o situaciones se ponen en relación
con determinados supuestos cognoscitivos de los sujetos que los viven.
No hay problemas “en sí”, no existen objetivamente. Son construcciones sociales políticas de la
realidad. Lo que experimentamos son situaciones problemáticas, no experimentamos problemas.
- Por el otro debe conducir a una definición operativa que dé pie espacio a una intervención
pública viable con los instrumentos y recursos a disposición del Gobierno.
Las situaciones problemáticas tratan de discrepancias entre las condiciones vividas u observadas y
las deseadas, entre lo que efectivamente ocurre y lo que se desea que ocurriera, entre el ser y el
deber ser. La vida en sociedad está llena de estos problemas vitales o situaciones problemáticas.
Los problemas tienen, en cambio, una naturaleza cognoscitiva más que vital o valorativa, son
construcciones lógicas, que articulan, ordenan, los datos y elementos que la tensión entre la
factualidad y el deseo deliberó y los reúnen en una definición.
Los gobiernos y sus analistas deben construir definiciones de problemas aceptables y solucionables,
legal y políticamente aceptables, fiscal y administrativamente viables.
ENTONCES...
Un problema es un obstáculo que impide alcanzar una situación ideal, la diferencia entre la
condición actual y el estado deseado.
A partir de esto, un problema público se podría definir como la problematización de una situación,
lo cual implica encontrar un problema a partir del cual se pueda y se deba actuar, y cuya definición
contemple la solución del mismo, que competa a los intereses de la sociedad y que requiera la
intervención de las instituciones estatales.
En el caso particular de este tipo de problemas, los gobiernos no siempre se enfrentan a información
y conocimiento completo, ni consenso y participación ciudadana para solucionarlo. Se vuelven más
complejos y difícilmente solucionables, especialmente cuando la intervención estatal es tan intensa
que los ciudadanos se acostumbran a considerarla como la única vía de solución, y también cuando
consideramos que la valoración de los mismos está sujeta a las diferentes perspectivas de los
ciudadanos y de las instituciones de la sociedad. En definitiva, son construcciones sociales y políticas
de la realidad, que se constituyen cuando ciertas situaciones se ponen en relación con los supuestos
cognitivos de los sujetos que las viven.
Los problemas se definen y plantean para resolverlos. Hay una interdependencia conceptual entre el
problema y la solución. Los problemas se plantean, se estructuran, de manera que tengan una
respuesta. Entonces, la solución forma parte de la misma definición del problema.
Crear un problema consiste en encontrar un problema acerca del cual se puede y se debe hacer algo.
Esto significa concretamente contrastar los objetivos deseados y los recursos (escasos) disponibles,
encontrar la relación idónea entre las situaciones que se quieren remediar y los recursos, datos y
técnicas con los que se cuenta para poder atacar la situación indeseada: entre los objetivos
preferidos y los medios manejables.
La manera de plantear el problema debe hacerse de forma instrumental: se adopte una perspectiva
que posibilite la intervención y que permita una vía de mejora. Para ello debemos empezar
imaginando los problemas como situaciones que no nos satisfacen. Luego de ello debemos
preguntarnos las causas de los problemas.
Los problemas también pueden ser vistos como discrepancias entre aquello que es y aquello que
nos gustaría que fuera: acá entra en juego la dimensión del decisor racional que, al formular sus
objetivos, es consciente de la distancia existente entre la realidad y sus deseos.
La solución, entonces, será una combinación de ideas ya existentes.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y TOMA DE DECISIONES: cuando ligamos estos dos conceptos
estamos entrando en un “laberinto” de posibilidades de acción. Unas serán las vías correctas y otras
las erróneas, pero lo importante será introducir todos los factores que permiten o no permiten
ciertas actitudes o conductas
Si los problemas son oportunidades de mejora, entonces el proceso de definición de los problemas
se convierte en el de búsqueda, creación y primer examen de las ideas o vías de solución. En
definitiva, se trataría de escoger distintas alternativas de solución.
Una vez identificadas esas oportunidades de mejora (problemas), se va a poner en marcha la acción
de los poderes públicos.
“Problemas bien y mal estructurados”
Existen problemas bien estructurados que son aquellos que cuentan con un criterio preciso para
comprobar la solución y un proceso mecanizable para aplicar el criterio, es decir, tienen la
característica de contar con un solucionador general del problema.
Para ver si se trata de un problema bien o mal estructurado, lo que hay que hacer es deconstruirlo,
descomponiendo su estructura.
Es entonces determinante para estructurar bien el problema público descubrir la organización de las
relaciones entre los componentes: su conexión e interdependencia.
3. Estructurar bien un problema es entonces, producir tal definición del hecho calificado como
problema, que pueda volverse el sujeto u objeto de un enunciado causal. Hay que
estructurarlo como “causa de” o “efecto de”.
La formación de la agenda
Las relaciones cotidianas en la sociedad van tomando forma de problemas y soluciones, demandas y
ofertas, conflictos y arbitrajes, necesidades y satisfactores. El Estado es concebido en su origen y
función como el encargado de resolver los problemas que las relaciones entre los privados
ocasionan o que son incapaces de resolver.
No todos los problemas, sin embargo, logra llamar la atención gubernamental, colocarse entre los
asunto prioritarios y despertar su iniciativa. No todas las cuestiones se vuelven públicas ni todas las
cuestiones públicas se vuelven cuestiones que deben ser objeto de la acción gubernamental,
“agenda” de gobierno.
La formación de la agenda deja ver quiénes son los que efectivamente definen y justifican los
problemas públicos, cuáles grupos y organizaciones tienen la fuerza de transustanciar cuestiones
sociales en públicas, cuáles organismos y decisores gubernamentales están siempre prontos a actuar
frente a las demandas de determinados grupos. En suma, revela cuál es la estructura de poder que
domina efectivamente la hechura de una política.
Agenda de gobierno/institucional
→ Está integrada por el conjunto de asuntos explícitamente aceptados para consideración seria y
activa por parte de los encargados de tomar las decisiones.
Es un conjunto de problemas, demandas, cuestiones, asuntos que los gobernantes han seleccionado
y ordenado como objetos de su acción, como objetos sobre los que han decidido que deben actuar o
han considerado que tienen que actuar.
El hecho de que una demanda, problema, cuestión o asunto llegue a ser considerado como tema de
agenda de gobierno supone decisiones antecedentes: la decisión de prestarle atención, la
elaboración y selección de su definición, la elaboración y selección de una opción de acción.
La atención, definición y tratabilidad del problema son componentes determinantes del proceso por
el cual el problema, asunto, cuestión o demanda alcanza su carácter de agendum: algo sobre lo que
se debe actuar.
Se puede llamar propiamente formación de la agenda al proceso mediante el cual las demandas de
varios grupos de la población se transforman en asuntos que compiten por alcanzar la atención de
las autoridades públicas.
Dado que los problemas se pueden definir de muchas maneras, lo que está en discusión a lo largo
del proceso de formación de la agenda no es tanto cuáles problemas serán tomados en
consideración, sino cómo serán definidos.
Agenda pública/sistémica/constitucional
→ Cuestiones que los miembros de una comunidad política perciben comúnmente como
merecedoras de la atención pública y como asuntos que caen dentro de la jurisdicción legítima de la
autoridad gubernamental existente.
Si bien la agenda es del gobierno, los problemas que la componen se originan y configuran en el
sistema político. Son cuestiones, conflictos o necesidades que conciernen y preocupan a los
ciudadanos y que ellos con independencia del gobierno o en comunicación con él, consideran
asuntos generales de estado y en consecuencia asuntos de gobierno.
Hay entonces una agenda de los ciudadanos o del sistema político que puede preceder y determinar
la agenda del gobierno o ser inducida por las preocupaciones y prioridades gubernamentales.
La naturaleza y dinámica de las dos agendas es diversa y puede llegar a ser riesgosamente
discrepante.
● La agenda sistémica tenderá a integrarse con cuestiones abstractas, generales, globales, que
grandes números de población comparten precisamente por su formación genérica y que
suelen ser indicaciones más que definiciones de áreas de problemas a atender.
- El relativo a la agenda del gobierno busca saber cómo determinados asuntos y problemas
logran obtener la atención de políticos y funcionarios y ser aceptados como objetos de su
intervención.
Agenda sistémica: ¿Cómo determinados asuntos y problemas logran expandirse, obtener visibilidad
y consenso general para alcanzar la calidad de problema público?
Para que un asunto tenga acceso a la agenda necesita cumplir tres requisitos:
1. Que sea objeto de atención amplia o al menos de amplio conocimiento del público.
2. Que una buena parte del público considere que se requiere algún tipo de acción.
3. Que a los ojos de los miembros de la comunidad la acción sea competencia de alguna
entidad gubernamental.
Se comparte una definición genérica y una línea gruesa de acción pero suele persistir el
desacuerdo sobre la composición y alcance del problema, sobre las causas que lo ocasionan y la
manera de abordarlo.
En realidad se difunde la cuestión más que la solución, aunque la definición que se ha ido perfilando
en medio del público también prefigura el esquema de respuesta.
Los gobiernos no suelen comportarse pasiva y reactivamente, dejando que las cuestiones se
configuren y definan dentro del juego de las fuerzas sociales. Intervienen estratégicamente en la
vida pública tratando de dar forma a las cuestiones a la luz de sus posibilidades reales de
intervención.
1. Los problemas.
2. Las soluciones.
No todas las respuestas imaginables disponibles pueden volverse operativas debido a que hay
ciertas restricciones mentales, así como fiscales, legales, morales, políticas y tecnoproductivas. Hay
un patrón de plausibilidad político-administrativa, determinado por restricciones de recursos e ideas
Es el factor con mayor peso causal en la configuración de la agenda formal es la fuerza de los actores
políticos que interviene en el proceso, y las relaciones políticas y administrativas que han tejido
entre ellos y con el Gobierno. Los grupos de interés, específicos y poderosos según el tipo de política
determinan de manera permanente integral la agenda, el proceso decisorio de las políticas, su
proceso de implementación y sus criterios de evaluación.
Contribuyen a poner orden en la interacción entre sociedad y estado. También hay en razón de
ciertos eventos críticos que sacuden o entusiasman a la ciudadanía, oportunidades favorables para
plantear asuntos olvidados o rechazados. Todo esto configura un patrón de receptividad
gubernamental que contribuye a avisar y ordenar el carácter misceláneo y mudable de los reclamos
y presiones sociales. No todo es azar en la elaboración de la agenda.
Debido a sus ámbitos de jurisdicción formal, historia de decisiones, afinidades políticas, clientela y
derechohabientes, convicciones personales de los directivos, procedimientos establecidos,
incentivos..., cada una de las oficinas tienen su visión propia acerca de lo que es su función,
responsabilidad, prioridad, compromiso, obligación. Este sesgo del sistema y de las dependencias
públicas cumple la función de filtrar selectivamente la corriente de los problemas y demandas que se
levantan desde la sociedad. Hay pues una reducción de la multiplicidad y variabilidad, por lo que se
configura un patrón de atendibilidad y aceptabilidad de las cuestiones públicas.
Son oportunidades para aprovechar las elecciones políticas, los presupuestos anuales, las consultas
públicas, las crisis de gobierno, la bonanza de la economía pública... También hay, de golpe, en razón
de ciertos eventos críticos que sacuden o entusiasman a la ciudadanía, oportunidades favorables
para plantear asuntos olvidados o rechazados (una agenda ecológica en ocasión de epidemias o
calamidades, una agenda exportadora a raíz de innovaciones tecnológicas). Todo esto configura un
patrón de receptividad gubernamental que contribuye a estabilizar y ordenar el carácter misceláneo
y mudable de los reclamos y presiones sociales. No todo es azar en la elaboración de la agenda.
Sin embargo, aunque en mucho las decisiones públicas se caracterizan por la contingencia, los
sistemas políticos y los gobiernos de manera deliberada o espontánea han ido creando pautas para
regular tanto el flujo de las demandas públicas como el de las respuestas gubernamentales. Ordenan
las demandas, encuadran los conflictos intra e intergrupales, definen los problemas, diseñan y
construyen las alternativas políticas.
● Modelo de movilización: según el cual la cuestión nace dentro del aparato gubernamental,
por lo cual se coloca automáticamente en la agenda formal, pero la formulación e
implementación exitosa de la política exige colocarla también en la agenda pública y
convertirla en asunto de interés público.
● Modelo de iniciativa interna: según el cual la cuestión surge entre las filas gubernamentales,
no es necesario llevarla a la agenda pública pero sí es necesario convencer a los organismos
gubernamentales competentes que le den cabida entre sus acciones prioritarias.
Ley de Servicios Audiovisuales: fue un planteo exclusivo del gobierno sin que surja de un reclamo de
la sociedad. ¿El gobierno lo instala o no? No queda muy en claro porque depende de la apreciación
del sujeto.
Para elaborar el proyecto organizaban debates sobre la temática y el proyecto de ley. Con esa
actividad, el gobierno estaba instalando el tema. Pero luego el proyecto quedó congelado durante el
gobierno de Kirchner. En 2009 CFK pierde las elecciones de renovación del Congreso, se necesitaba
una reacción para mantener en la agenda sus prioridades, porque la oposición empezó a marcar cuál
debía ser la agenda de gobierno. Surge con dos cosas: 1 retoma la Ley de Servicios Audiovisuales (en
ese momento, el gobierno pone solo el tema en discusión, sin pasar por el proceso de poner en
discusión en la sociedad para legitimar) y 2 la AUH (el tema de la pobreza no estaba problematizado
por la sociedad). En ambos casos no necesitaron legitimar la discusión en la sociedad para tratarlos.
Noción de actor
Actor hace referencia a un individuo, a uno o varios grupos de individuos, o a una organización,
definida esta última en función de las ideas compartidas o del interés común que unen a sus
miembros.
Todo individuo, persona jurídica o grupo social se considera un actor desde el momento en que, por
el sólo hecho de existir, pertenece a un campo social considerado como pertinente para el análisis y
contribuye a estructurar ese campo. Que esté implicado en el problema colectivo que origina la
política pública se considera un actor potencial que podría formar parte del «espacio» de la
mencionada política.
Esta perspectiva integra el hecho de que no todos los actores públicos y privados intervienen de una
manera activa y visible en todas y cada una de las etapas de la política pública.
A veces la intervención de los actores es directa y tangible, en otras sólo es posible identificarla de
manera indirecta, por esto no se hace una distinción entre “actor” y “no actor”. Todo individuo o
grupo social afectado por el problema colectivo al que la política pública pretende dar solución, es
un actor (al menos potencial) aunque pueda ser incapaz de emprender actividades concretas
durante una o varias fases del proceso de intervención pública.
Actúan con autonomía e intención de actuar, no por el solo hecho de actuar. Debe demostrar que
está ahí intencionalmente. La no actuación es intencionalidad.
El contexto en el que se mueven los actores tiene una influencia sobre las decisiones y acciones de
los mismos.
Se propone, por lo tanto, interpretar las políticas públicas como el resultado de las conductas de
actores (parcialmente) autónomos.
Esto no significa que veamos a los actores como seres perfectamente racionales, motivados sólo por
la maximización de su utilidad personal, tanto material como abstracta, y totalmente informados. La
racionalidad limitada de los individuos y de los grupos sociales se encuentra siempre “limitada” por
razones de orden cognitivo, afectivo, cultural, etc. Por lo tanto, el comportamiento de un actor
nunca podrá reducirse a su dimensión puramente instrumental.
En conclusión, los actores son en parte calculadores y se interesan por la satisfacción de sus
necesidades personales pero, por otra parte, orientan su acción también a partir de la defensa y la
promoción de valores colectivos.
Se considera que los actores son racionales, ya que se preocupan por las consecuencias de sus
propias decisiones y acciones, aunque no sean siempre capaces de anticipar y controlar los efectos
inducidos de sus acciones y, sobre todo, los efectos negativos que resultan de la agregación de
conductas individuales.
Las motivaciones de un actor son múltiples, sobre todo porque dependen de la biografía del
individuo o del grupo social en cuestión, así como de cada situación concreta que genera tanto
límites como oportunidades para la acción, por esto se habla de “racionalidad situada”. El analista
deberá interpretar las acciones individuales y colectivas en función de los racionamientos y las
anticipaciones realizada, así como también de la situación de ignorancia o del grado de intuición de
los actores, de sus emociones o sentimientos, o del peso de los factores históricos en ciertos casos.
● No es demasiado habitual que un actor defina sus objetivos de manera clara, explícita y
coherente. Puede cambiar de objetivos una vez iniciada la acción.
● El comportamiento de los actores tiene siempre un sentido que el analista deberá tratar de
descifrar.
● Dos aspectos complementarios caracterizan el “instinto estratégico” de un actor:
○ Su posición es ofensiva cuando trata de aprovechar oportunidades a fin de mejorar
su propia posición y hacer valer sus intereses inmediatos.
○ Su proceder es defensivo cuando trata de mantener o ampliar su margen de
libertad, es decir, su capacidad de actuar más tarde si así le interesa.
Tipos de actores
El espacio de una política pública es el marco más o menos estructurado, formalizado y poblado por
actores públicos que interactúan con diversos grados de intensidad con actores no públicos,
posibilitando estrategias de acción alternativas.
Constituyen una red frecuentemente muy compleja de interacciones. Forman lo que llamamos
espacios de interacción. Las fronteras de tales espacios son muchas veces difíciles de delimitar,
sobre todo cuando se quiere precisar cuáles son los actores periféricos.
Es posible identificar en el espacio de una política pública un núcleo de actores que al margen de
eventuales conflictos, tienen un interés vital en no perder su posición y, por tanto, pretenden
controlar, incluso limitar, el acceso a ese espacio a nuevos actores. Esta “comunidad política” se
subdivide con frecuencia en diferentes coaliciones, que también luchan por hacer valer sus propios
intereses, buscando diferenciarse de los individuos y grupos del exterior del espacio.
● Actores privados:
○ Grupos terceros: quienes, sin que la política pública les esté directamente
destinada, ven como su situación individual y/o colectiva puede modificarse de
manera más o menos permanente. Esta modificación puede ser de carácter positivo,
definiendo al grupo tercero como beneficiario involuntario; o de carácter negativo,
utilizando el término afectados para hacer referencia al grupo.
Se pueden destacar dos grandes posiciones:
Es importante señalar que algunos actores privados en los que el Estado delega una parte de sus
prerrogativas, pertenecen al sistema político-administrativo y se los designa con el término
“administraciones parapúblicas o paraestatales”. Estas administraciones paraestatales pueden
revestir diversas formas:
● Entes públicos: creados por ley, gozan de una cierta autonomía y libertad de iniciativa, como
las universidades.
● Organizaciones de economía mixta: sociedades locales de promoción económica o de
construcción de viviendas, o sociedades de escala estatal
● Organizaciones privadas: cajas de ahorros, empresas de servicios, etc., siempre y cuando
estén bajo el control de actores político-administrativos.
● Organizaciones sociales: fundaciones, entidades sin ánimo de lucro, pero de hecho
dependientes de los organismos públicos.
El proceso de consideración de la cuestión como asunto público, dependerá en buena parte del
número de gente afectada por el problema y las medidas de solución. La agenda nos muestra lo que
se debe resolver.
Una vez alcanzado el nivel de “problema público a resolver” y decididas unas determinadas
asignaciones presupuestarias y recursos humanos, resulta complicado hacer desaparecer ese
“problema” del programa de actuación público
Aspectos de imprescindible consideración en el proceso de formación de la agenda
a)Los hechos: cuál es la importancia de los hechos planteados
b)La organización de los grupos presentes (gente afectada)
c)La problemática de la presentación: cuál es la relación entre los sectores afectados y los
mecanismos de representación política
d)Estructura decisoria: relación entre sectores afectados y actores relevantes del proceso de
formación de la agenda o programa de actuación público dentro de la estructura
formalmente establecida
e)Tradición o capacidad de respuesta del sistema: plantearse la capacidad de respuesta
puede resolver dudas sobre el nivel de resultados que esperan alcanzar
f)Liderazgo: proceso de selección de los líderes, su grado de autoridad y su estilo o
capacidad de conexión
La aparición de una cuestión o tema en el marco de un programa de actuación pública no implica
que se haya procedido a un estudio o examen profundo de sus implicaciones e interdependencias.