Un tipo de anemia hemolítica, llamada anemia hemolítica
autoinmunitaria, es una enfermedad poco frecuente que provoca que se formen anticuerpos contra los propios glóbulos rojos de una persona. Existen dos análisis de sangre que pueden comprobar si hay anticuerpos que ataquen a los glóbulos rojos: la prueba de Coombs directa y la prueba de Coombs indirecta. La prueba de Coombs directa se hace sobre una muestra de glóbulos rojos del cuerpo. Esta detecta los anticuerpos que ya están unidos a los glóbulos rojos. La prueba de Coombs indirecta se hace sobre una muestra de la parte líquida de la sangre (suero). Esta detecta los anticuerpos que están presentes en el torrente sanguíneo y que podrían adherirse a ciertos glóbulos rojos, lo que daría lugar a problemas si ocurre la mezcla de la sangre. La sensibilización se puede dar en 2 formas In vivo cuando la reacción del antigeno con su correspondiente anticuerpo se efectua en el organismo In vitro cuando la sensibilización de los GR por el anticuerpo se realiza en un tubo de ensayo en el el laboratorio