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VI Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús

V /. Te adoramos o Cristo y te bendecimos.


R /. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura del libro del profeta Isaías 53, 2-3

Creció como un retoño delante de él, como raíz de tierra árida. No tenía apariencia ni
presencia; (le vimos) y no tenía aspecto que pudiésemos estimar.
Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno
ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta.
Palabra de Dios.

No tenías figura ni belleza. Te vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por
nosotros los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el
cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado.

Oremos:
Te lo pedimos Señor

● Qué podamos ser como la Verónica, derramando amor en nuestros jóvenes de la


comunidad y de nuestra barrio.
● Qué podamos ser Sal y luz en medio de la juventud que tanto te busca y no te
encuentra Señor.
● Qué podamos encender cada corazón de nuestros jóvenes con tu Palabra Señor
● Qué podamos ser instrumentos para acercar a nuestra juventud hacía vos, que
SOS el Camino, La Verdad y La Vida

Oración

Danos, Señor, la inquietud del corazón que busca tu rostro. Protégenos de la oscuridad del
corazón que ve solamente la superficie de las cosas. Danos la sencillez y la pureza que nos
permiten ver tu presencia en el mundo.
Cuando no seamos capaces de cumplir grandes cosas, danos la fuerza de una bondad
humilde. Graba tu rostro en los corazones de todos los jóvenes , para que así podamos
encontrarte y mostrar al mundo tu imagen.

Te lo pedimos a Ti que vives y Reinas, con Dios Padre, en la Unidad del Espíritu Santo, por
los siglos de los siglos, amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V /. Jesucristo fue obediente hasta la muerte.


R /. Y muerte de cruz para salvarnos

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