Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ORACIÓN INICIAL
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les diste en
tu Hijo la mejor prenda de tu amor para que hecho hombre en las entrañas de una
Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo, en nombre de todos los
mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él, te ofrezco
la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, suplicándote por sus
divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que
derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con
amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido tenga
en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Para preparar
Cada día va a tener como protagonista un personaje del Adviento. Se sugiere resaltarlo a través de una
imagen, de una cartelera con la frase respectiva o una pequeña dramatización. También es bueno dar
la posibilidad, durante las preguntas, para que los asistentes participen. Antes de la oración se pueden
decir en voz alta varios compromisos para vivir una auténtica Navidad o ir copiándolos en pequeños
papeles y depositándolos cerca del pesebre.
Consideración para el Primer día
16 de diciembre
Mensaje
Juan se presenta como profeta del Señor. El lugar donde predica, el desierto, y su estilo de vida
austero recordaban a otros grandes profetas del pueblo israelita (por ejemplo Elías). Juan
retoma la predicación del profeta Isaías anunciando la llegada del Mesías, el enviado de Dios
para traer una Buena Noticia de Liberación, y por esto invita al pueblo a cambiar de vida.
Compromiso
(Momento de silencio para reflexionar y para que los asistentes copien su compromiso personal.
Se puede terminar con un villancico).
Oración
Señor, ayúdanos a cambiar en nuestro corazón para empezar en este Adviento un camino que
nos acerque más a tu presencia.
Consideración para el Segundo día
17 de diciembre
Juan el Bautista nos enseña a ser solidarios
Mensaje
Juan explica con palabras y actitudes concretas cuál es el verdadero cambio que Dios quiere:
la solidaridad, la honestidad, la fraternidad real. El corazón del mensaje evangélico está en
reconocer al otro como hermano y actuar en consecuencia. Para vivir el Adviento y que el Dios
de la Vida nazca en nuestros corazones, familias y comunidades debemos ser solidarios con el
prójimo compartiendo lo que somos y lo que tenemos.
Compromiso
(Momento de silencio para reflexionar y para que los asistentes copien su compromiso personal.
Se puede terminar con un villancico).
Oración
Señor, que este Adviento nos ayude a mirar a los demás como hermanos, y abra nuestros
corazones para ser solidarios, en especial con los que más sufren.
Consideración para el Tercer día
18 de diciembre
María, discípula y servidora del Señor
Texto Bíblico: Lc. 1, 26-38
A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, a visitar a
una joven virgen llamada María que estaba comprometida para casarse con un hombre
llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró donde ella estaba, y le dijo: –¡Te saludo,
favorecida de Dios! El Señor está contigo.
Cuando vio al ángel, se sorprendió de sus palabras, y se preguntaba qué significaría aquel
saludo. El ángel le dijo: –María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a
quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que
llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, y
reinará por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: –¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó: –El Espíritu Santo se posará sobre tiu y el poder del Dios altísimo se posará
sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel, a pesar de ser anciana, va a tener un hijo; la que decían que no
podía tener hijos está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: –Soy la esclava del Señor. ¡Que Dios haga conmigo como me has dicho!
Con esto, el ángel se fue.
Mensaje
María era una joven comprometida para casarse, en un sencillo y pequeño pueblo de Nazaret. En el
medio de su vida cotidiana Dios le hace una propuesta y ella responde que sí con toda su vida. Nos
muestra con su ejemplo que ser discípulo comienza por tener un oído atento a la palabra del Señor y
no resistirse a su proyecto, entregando toda la existencia para hacer su voluntad.
Oración
Señor, enséñanos a escuchar tu palabra, y a comprometer nuestra vida entera para ser
verdaderos servidores de tu Reino, como María nos enseña con su ejemplo.
Consideración para el Cuarto día
19 de diciembre
Mensaje
En la Anunciación María se presenta como la servidora del Señor, esta es su más profunda
vocación. En el texto siguiente nos revela que el verdadero servicio al Señor pasa por la ayuda
concreta a los hermanos que están necesitados. Su prima, ya mayor de edad, está embarazada,
y ella acude presurosa, a pesar de la distancia, para ayudarla y colaborar con ella.
Compromiso
(Momento de silencio para reflexionar).
Oración
Señor, haz de nosotros un instrumento de solidaridad efectiva con las personas que sufren, con
los que necesitan, con quienes están marginados o excluidos de la vida.
Consideración para el Quinto día
20 de diciembre
José, un hombre justo que obedece a Dios
Mensaje
José es descendiente de David. La Biblia lo presenta como un hombre justo, es decir una buena
persona, que vive como Dios manda. Su primera actitud con María está llena de delicadeza
pues no quiere perjudicarla. Pero la intervención de Dios le muestra cuáles son sus caminos.
José obedece y dice sí al proyecto de Dios recibiendo a María y formando con ella la familia
donde nacerá Jesús.
Compromiso:
(Momento de silencio para reflexionar)
Oración
Señor, ayúdanos a discernir tu voluntad y actuar respondiendo a tus proyectos para nuestra
vida.
Consideración para el Sexto día
21 de diciembre
José, una persona que cuida la esperanza
Texto Bíblico: Mt. 2, 13-23
Cuando ya los sabios se habían ido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate,
toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar
al niño para matarlo.”
José se levantó, tomó al niño y a su madre y salió de noche con ellos camino de Egipto, donde estuvieron
hasta que murió Herodes. Esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio del
profeta: “De Egipto llamé a mi hijo.”
Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios de Oriente le habían burlado, se enfureció; y calculando el
tiempo por lo que ellos habían dicho, mandó matar a todos los niños menores de dos años que vivían en
Belén y sus alrededores. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: “Se oyó una voz en Ramá,
llantos y grandes lamentos. Era Raquel, que lloraba a sus hijos y no quería ser consolada porque ya estaban
muertos.”
Después de la muerte de Herodes, un ángel del Señor se apareció en sueños a José, en Egipto, y le dijo:
“Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a Israel, porque ya han muerto los que querían matar al
niño.” José se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero cuando supo que Arquelao
gobernaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y habiendo sido advertido en
sueños por Dios, se dirigió a la región de Galilea. Al llegar, se fue a vivir al pueblo de Nazaret. Esto sucedió
para que se cumpliera lo que dijeron los profetas: que Jesús sería llamado nazareno.
Oración
Señor, danos valentía y coraje para defender y hacer crecer los brotes de esperanza que hay
en nuestras comunidades.
Consideración para el Séptimo día
22 de diciembre
Los magos se acercan a Jesús para adorarlo
Texto Bíblico: Mt. 2, 1-12
Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país.
Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y
preguntaron:
—¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén.
Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde
había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron: —En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta:
“En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa
tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había
aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo: —Vayan allá, y averigüen todo lo que puedan
acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos,
hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando los sabios vieron la estrella, se
alegraron mucho. Luego entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le
rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en
sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Mensaje
La Biblia no dice que los magos eran reyes, ni tampoco que eran tres, ni siquiera menciona sus nombres.
Estos personajes eran adivinos o sacerdotes de otra religión, es decir no eran judíos, y por lo tanto
representan a todos los pueblos que no conocen a Jesús y que están llamados a conocerlo. Frente a
Jesús tienen actitudes de reconocimiento. Es significativo el detalle que presenta a María, su madre,
junto al niño, al momento del encuentro. ¿Será un signo que María ayuda a dar a conocer a Jesús entre
quienes no creen?
Oración
Señor, enséñanos a reconocer a Jesús como nuestro Dios-con-nosotros y danos ánimo para llevarlo a
quienes no lo conocen.
Consideración para el Octavo día
23 de diciembre
Los pastores pobres alaban a Dios
Texto Bíblico: Lc. 2, 1-20
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer
censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había
nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su
esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo
de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no
había alojamiento para ellos en el mesón. Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en
el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló
alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, porque les traigo
una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David
un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y
acostado en un establo.»
En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y
decían: «¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!»
Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:
—Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.
Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se
pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban
de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. Los
pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído,
pues todo sucedió como se les había dicho.
Mensaje
Juan se presenta como profeta del Señor. El lugar donde predica, el desierto, y su estilo de vida austero
recordaban a otros grandes profetas del pueblo israelita (por ejemplo Elías). Juan retoma la predicación
del profeta Isaías anunciando la llegada del Mesías, el enviado de Dios para traer una Buena Noticia de
Liberación, y por esto invita al pueblo a cambiar de vida.
Oración
Te alabamos, Señor de la Vida, porque cada año renuevas nuestra esperanza en un mundo
mejor. ¡Ayúdanos a construirlo!
Consideración para el Noveno día
24 de diciembre
Jesús: “Dios está con nosotros”
Texto Bíblico: Juan 1,1-14
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en
el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas
no han podido apagarla.
Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y
para que todos creyeran por lo que él decía. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la
luz. La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.
Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son
del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes
lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios,
no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que
recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.
Mensaje
El Señor nace y es Dios-con-nosotros, para mostrarnos el rostro definitivo de su Amor siempre
presente y a nuestro lado.
El niño que nace está en pañales... como nuestras esperanzas de cambio, de hacer un mundo
más justo, una sociedad más fraterna. Este niño necesita cuidados, atención, respeto, tiempo,
dedicación, entrega... para poder crecer. La esperanza está entre nosotros, depende de tí, de
mí, de nosotros todos que crezca y brille su luz para todos.
Oración
Señor, ayúdanos a dar lo mejor de nosotros para hacer crecer tu Reino en medio nuestro.