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HORA SANTA JUVENIL

Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.

Tlacuitapa, Jal.
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EXPOSICIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

C. En los cielos y en la tier r a sea por siempre bendito y alabado


R. El cor azón amoroso de J esús Sacr amentado.
C. Señor J esucr isto, creemos en ti, en tu presencia real en medio de
nosotros, danos tu luz para creer que también estás presente en cada uno
de nuestros hermanos, especialmente en aquellos que salen de su tierra en
busca de una vida mejor. Padre Nuestro que estas en el cielo… Santa Ma-
ría madre de Dios… Gloria al Padre y al Hijo… (Canto)
C. En los cielos y en la tier r a sea por siempre bendito y alabado
R. El cor azón amoroso de J esús Sacr amentado.
C. Señor J esucr isto, esper amos en ti, confiamos en tus palabr a que
nos invitan a acogernos a ti todos los que estamos cansados y agobiados,
alimenta nuestra Esperanza para que unamos nuestro esfuerzos y logre-
mos un mundo mejor. Padre Nuestro que estas en el cielo… Santa María
madre de Dios… Gloria al Padre y al Hijo… (Canto)
C. En los cielos y en la tier r a sea por siempre bendito y alabado
R. El cor azón amoroso de J esús Sacr amentado.
C. Señor, J esús, estamos de rodillas ente ti porque te amamos, infla-
ma nuestro corazones de tu amor para que lo podamos reflejar en la ayu-
da generosa a nuestros prójimo. Que amándote a ti podamos amas más a
nuestros hermanos. Padre Nuestro que estas en el cielo… Santa María
madre de Dios… Gloria al Padre y al Hijo… (Canto)
L/-¡Viva Jesús Sacramentado!
R/-¡Viva y de todos sea amado!
Un minuto de silencio - Canción.
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OFRECIMIENTO
UN LECTOR (sale a leer ): (Los demás de rodillas)
Estamos ante Ti, para alabarte, bendecirte y adorarte, Tú nos has llamado, Señor,
y hemos respondido a esta llamada. Ayúdanos a apartarnos de todo lo que nos se-
para de Ti. Que el tiempo que estemos aquí sea totalmente tuyo. Entra en nuestro
corazón, habita en él. Danos tu luz para que podamos alejarnos de las tinieblas y
sepamos dónde está el bien. ¡Ven Señor! ¡Ven a nuestro corazón! ¡Que no nos se-
paremos nunca de Ti!
Canción.
(De pie)
LECTURA A DOS COROS.
L.- Te ador amos como a nuestro Dios.
R.-Te obedecemos como a nuestro Señor.
L.- Te amamos como nuestro Padre.
R.- Te pedimos como a nuestro Dador.
L.- Te damos gr acias como a nuestro Bienhechor.
R.- Te amamos porque eres bueno.
L.- J esús,
R.- mír anos.
L.- J esús,
R.- háblanos.
L.- J esús,
R.- escúchanos.
L.- J esús,
R.- guíanos.
L.- J esús,
R.- per dónanos.
L.- J esús,
R.- ámanos.
L.- J esús,
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HORA SANTA

R.- conviér tenos.


L.- Aquí tienes mi cabeza
R.- par a conocer te
L.- Aquí tienes mi lengua
R.- par a alabar te
L.- Aquí tienes mis manos
R.- par a ser vir te
L.- Aquí tienes mis rodillas
R.- par a ador ar te
L.- Aquí tienes mis pies
R.- par a seguir te
L.- Aquí tienes mi cor azón
R.- par a amar te.
(sentados)
Puntos breves de meditación.
(De rodillas)
Silencio. Canción.
(Todos juntos)
Yo creo, adoro, espero y te amo. Y te pido perdón por los que no creen, no espe-
ran, no adoran y no te aman.

CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS

(sacerdote)
(Todos de rodillas)
“Señor Jesucristo, hermano, amigo y Redentor del hombre, mira con amor a los
jóvenes aquí reunidos, y abre para ellos la fuente eterna de tu misericordia que
mana de tu Corazón abierto en la Cruz. Dóciles a tu llamada, han venido para
estar contigo y adorarte. Con ardiente plegaria, los consagro a tu Corazón para
que, arraigados y edificados en Ti, sean siempre tuyos, en la vida y en la muerte.
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¡Que jamás se aparten de ti! Otórgales un corazón semejante al tuyo,


manso y humilde, para que escuchen siempre tu voz y tus mandatos, cum-
plan tu voluntad y sean en medio del mundo alabanza de tu gloria, de modo que
los hombres, contemplando sus obras, den gloria al Padre, con quien vives feliz
para siempre en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén”. (Benedicto XVI. JMJ.2011)

(Momento de silencio)
Sacerdote: El Señor conoce a nuestros jóvenes y sabe sus necesidades, sin embar-
go, Él quiere que en este momento le pidamos por sus estudios, por sus amistades,
por sus diversiones. Quiere escucharnos, quiere que nosotros le pidamos a Jesús
para que Él les ayude, a no escaparse de clases, aprovechar sus dones, que no sean
indiferentes a sus talentos.

L1.-Señor, recuérdales, con frecuencia, la obligación que tienen de estudiar.


L2.-Hazlos responsables, que santifiquen su trabajo de estudiantes.
L1.-Que se preparen bien, para cumplir con la misión que Tú les has encomen-
dado en la vida.
L2.-Que sepan agradecer el privilegio de poder estudiar.
Que logren fructificar su juventud.
L1.-Dales humildad, para que acepten sus errores en el cumplimiento de sus ta-
reas.
L1.-Dales valentía y constancia, para qué aprovechen todos los instantes en el
estudio.
L2.-Enséñales a estudiar con método, a leer con reflexión, a consultar a los que
saben más, para que el día de mañana, sean útiles a sus hermanos y verdaderos
dirigentes de la humanidad.
L1.-Padre providente que eres llamado fuente de luz y de sabiduría, ilumina su
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entendimiento y disipa las tinieblas del mal que los envuelven.


L2.-Para que no caigan en los vicios de la droga y el alcohol.
Para que busquen amistades que les ayuden a crecer como hijos de Dios.
L1.-Para que se ayuden entre compañeros en todo momento
Para que sepan respetarse mutuamente.
Para que vivan la igualdad entre todos, sin hacer diferencias entre hombres y mujeres,
ricos y pobres.
Que aprendan a valorar sus cuerpos como templos del Espíritu Santo.
Que aprendan a no quemar etapas y vayan madurando en sus relaciones amorosas

Todos: Concédenos a todos la facultad de aprender, la facilidad para entender, la capacidad


para retener, la sutileza para interpretar y el don de saber hablar. Así sea.

Mensaje del Papa: Si es tu voluntad.


Sacerdote: Quer idos her manos: el mundo necesita ser tocado y cur ado por
la belleza y la riqueza del amor de Dios. El mundo les necesita, no tengan miedo,
necesita de todos nosotros, para ser la sal de la tierra y la luz del mundo. No ten-
gan miedo de seguir a Cristo por el camino de la cruz. No tengan miedo de ser
santos, la santidad es siempre joven, como es eterna la juventud de Dios.
Queridos hermanos, déjense conquistar por la luz de Cristo y difúndanla en el
ambiente en que viven. Ningún miedo es tan grande, para ahogar completamente
la esperanza que brota eterna en el corazón del hombre. “¡Padre, que se haga tu
voluntad y no la mía!” (Lc. 22, 42.)
¿Cuántas veces hemos dicho la oración de Jesús? La repetimos una y otra
vez, que sea tu voluntad y no la mía... Sin embargo, muchas veces, lo decimos
de labios para afuera, por dentro se siente la rebeldía de quien no se conforma
con los hechos y acontecimientos.
No somos coherentes, no nos gusta cargar con nuestra cruz, ni escuchar un
“no” como respuesta, aunque ese “no” venga de Jesús.
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La voluntad de Dios trae momentos de intensa alegría, pero también tiene el


gran peso de la cruz. Aún no aprendemos a sonreír en los momentos de dolor y a
mantener la serenidad en el momento de la prueba. No logramos admitir que el do-
lor forme parte del gran proyecto de Dios, entonces comenzamos a luchar en con-
tra y terminamos pidiendo lo que es nuestra voluntad y no la de Dios. Pedimos que
Jesús haga lo que nosotros queremos, de la manera que lo queremos y en el plazo
determinado por nosotros, para disfrazar nuestras exigencias añadimos un tímido
“si es tu voluntad”, pero allá en nuestro interior es nuestra voluntad la que prevale-
ce, condicionamos a Dios. Necesitamos aprender de Jesús y María, cuando ellos
dijeron sí, lo hicieron con su vida. Esa es la r azón por la que muchas veces nos
va mal, no le encontramos solución a nuestros problemas, porque no nos atreve-
mos a decir sí a Jesús.

5. BENDICION
V. Les diste pan del cielo. (T.P. Aleluya).
R. Que contiene en sí todo deleite. (T.P. Aleluya).
Oremos:
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión,
te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo
y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu Re-
dención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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