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y procesos de diseño
Introducción
Este concepto se aplica a todo tipo de producto, ya sea para el desarrollo de un nuevo
software, un producto digital y por qué no para el desarrollo de un producto físico.
Lo primero que hay que marcar, es que cuando hablamos de gestión ágil de proyecto, no
hablamos de una metodología concreta, sino que hablamos de una serie de metodologías
donde la idea principal es que el producto final se divida en varias etapas o tareas más
pequeñas que se pueden entregar más rápido y más fácil.
Las partes que participan en este proyecto evalúan estas tareas regularmente y de este
modo, el equipo puede responder a los cambios más rápidamente mediante la construcción
iterativa del producto final.
Las características principales son la flexibilidad y rapidez del equipo, así como la máxima
transparencia de los procesos de trabajo.
Metodologías ágiles:
3. Como cada iteración termina con algún resultado, la entrega del producto al cliente
será continua. A la vez, se podrá mejorar con cada iteración la calidad del producto.
4. Todos los puntos anteriores resultan que haya menos riesgos de fracaso en el
proyecto. El contacto con el cliente, la reacción ágil a los cambios y las peticiones
del cliente, y la entrega de resultados a lo largo del todo el proyecto, reduce
significativamente los riesgos de que el proyecto no cumpla con sus objetivos.
La flexibilidad en los métodos ágiles es bastante alta, pero eso también conlleva algunas
dificultades. Estas son algunas de sus desventajas:
2. A veces no hay una visión clara del producto final, ya que cada tanto ocurren
cambios.
4. Es más complicado estimar bien los costes, el tiempo y los recursos requeridos al
principio del proyecto, y más aún cuando evoluciona en algo más grande y complejo.
¿Cuándo usar metodologías ágiles?
Aunque las metodologías ágiles han nacido y se usan mucho en el desarrollo de software,
también pueden ser aplicadas para proyectos de muchas otras industrias.
Estos son algunos de los casos cuando podría considerar el uso de alguna técnica ágil en
su proyecto:
Existen diferentes tipos de metodologías ágiles que tienen diferentes enfoques y pueden ser
más acertadas para unos proyectos que para otros. Vamos a introducir las más populares:
Scrum
Design thinking
El design thinking toma como principal pilar a las personas que usarán el producto o el
servicio. Pensemos en lo siguiente: ¿si mi producto no le sirve ni aporta valor a la gente
porque lo comprará? Por eso es tan importante que la empatía sea el arranque.
Gracias a las diferentes herramientas que utiliza y la forma en que involucra a usuarios,
equipos y creadores, el design thinking está hecho para la innovación sea como un “juego”,
no una serie de pasos rígidos. Cada gestor de proyecto encontrará las actividades que
mejor funcionan para ella, y en ocasiones los intercambiará en función de un proyecto en
particular. Así, no se convierte en un trayecto aburrido, sino en uno que cambie y se adapte
a las necesidades de quien lo utiliza.
Trabajar en equipo puede ser caótico, pero el design thinking desea que todos los
involucrados tengan una aproximación distinta a él. No se trata de competir con los otros
miembros que participan en el proceso, sino crear una sinergia que aproveche las
cualidades de todos para un bien común: crear un producto o servicio valioso. En lugar de
desechar una idea, se discute y se buscan alternativas que la nutran para mejorarla o
llevarla por otra dirección más conveniente.
4. Fomentamos la curiosidad y la creatividad
Todas las personas tenemos un lado creativo. La diferencia está en que no siempre está en
las mismas tareas o no se expresa de la misma manera. Por ejemplo, las personas suelen
identificar la creatividad con las artes (música, literatura, cine, etc.), cuando en realidad es
una habilidad que se utiliza en todo lo que hacemos, desde cómo preparar una comida con
los tres ingredientes que tenemos hasta la manera en que un ingeniero crea un algoritmo
para hacer más eficiente el análisis de datos.
Y toda creatividad nace de la curiosidad. Una pregunta puede ser el disparador de un nuevo
producto. Lo importante es mantenerla viva para que la otra siga funcionando.
Si tenemos que fallar más de una vez para alcanzar la solución perfecta, entonces lo
hacemos. El design thinking da espacio para repetir, las ocasiones que sean necesarias, el
proceso para eliminar errores y explorar otros caminos, especialmente cuando es la primera
vez que implementas esta herramienta.
1. Empatía
Se trata de poner atención al público al cual nos estamos dirigiendo para comprender sus
necesidades, sus problemas y cómo afectan su vida cotidiana. Unas de las metodologías
que utilizamos pueden ser entrevistas o convocar a la participación de grupos de personas
que representan al segmento que deseamos ofrecer nuestro nuevo producto o servicio. De
esa forma, escucharemos de primera mano los aspectos que deberemos considerar para
realmente crear algo que genere un valor real en las personas.
Se trata de pensar como usuarios y logremos entender las razones detrás de sus
necesidades. Nuestros user target podrán ayudarnos también en esta etapa, en caso de
que no tengamos la oportunidad de programar interacciones directas, no debemos dejar
fuera una investigación profunda sobre los perfiles que se beneficiarán con nuestro producto
o servicio.
2. Definición
Gracias al trabajo que realizamos en la primera fase, tendremos información y datos muy
valiosos que nos ayudarán a encontrar la forma de definir el problema que vamos a trabajar.
Es decir, que gracias a la fase de empatía, en este momento podremos analizar el material
que tenemos y comenzaremos a buscar patrones que se repiten.
Esto nos va a permitir crear hipótesis y posibles soluciones, comenzando a clasificar esas
oportunidades para tu proyecto.
3. Idea
Ahora vamos a observar las hipótesis y comenzaremos a plantear soluciones posibles para
lanzar ideas. En esta fase no existen opciones incorrectas porque lo importante es
comenzar el proceso creativo. Lo más seguro es que lo primero que pensamos no sea lo
más brillante ni original, pero será lo que nos dará el impulso para llegar a aquellas que
sean valiosas.
Una de las técnicas que más implementamos es la lluvia de ideas. Plasmar estas ideas en
un tablero para anotar lo que nuestros equipos proponen, para así también identificar
rápidamente aquellas que se repiten o son muy parecidas o, incluso, las que eventualmente
serán descartadas por no ser convenientes.
4. Prototipo
Cuando seleccionamos las ideas más valiosas, tendremos que decidir cuáles de ellas se
convertirán en un prototipo.
La función del prototipo es poner en evidencia qué tan sencillo es utilizar el producto o qué
tan práctico puede ser el servicio que estás diseñando. Por eso es buena idea que las
personas que representan nuestro público objetivo lo conozcan, ya que sus comentarios
aportan conclusiones que quizá no habíamos considerado en su creación.
5. Evaluación
El prototipo se pone en manos de una persona que podría utilizarlo en su día a día. Es
alguien que no tiene nuestro mismo contexto, porque no es parte de nuestro equipo de
Design Thinking, y, por lo tanto, tal vez le sea más complicado entender funciones,
características, etc.
De esta manera podremos hacer cambios pertinentes o ajustes antes de fabricar o lanzar
un servicio que, si ignoramos esta fase, no tendrá la misma aceptación por su dificultad o
poca practicidad en su uso.
Tengamos en cuenta que en esta quinta fase podemos descubrir algo que es necesario
repetir todo el proceso desde el principio, porque si hay errores en nuestra investigación,
análisis de información y creación de ideas, el prototipo que trabajamos no era el adecuado.
Pero eso es lo maravilloso del design thinking: está hecho para probar y fallar hasta que
encontremos la solución ideal ante la necesidad de nuestro público.
Veamos un ejemplo aplicando esta metodología
Este caso es, de hecho, muy memorable. Cualquier persona que trabaja en un hospital
sabe que no es el espacio más reconfortante del mundo. Si para los adultos es un poco
abrumador la vista de las máquinas, sueros, instrumentos o el sonido de códigos en los
altoparlantes de sus instalaciones, para los niños es todavía peor.
Un equipo de Design Thinking, dirigido por el diseñador industrial Doug Dietz, se encargó de
revisar cuál área era más escalofriante para los más pequeños, y de inmediato identificaron
a las unidades de imagen por resonancia magnética (IMR).
Para tratar de hacer más amigable el espacio y que los exámenes ahí realizados no fueran
una tortura para los niños, mejoraron la experiencia con un programa llamado Adventures,
que convirtió los departamentos de IMR en parques temáticos. Se implementó en otros 26
hospitales infantiles.
Fuentes:
https://blog.ganttpro.com/es/introduccion-a-las-metodologias-agiles-1/
https://blog.hubspot.es/marketing/design-thinking#que-es
https://www.iebschool.com/blog/design-thinking-agile-scrum/#:~:text=El%20significado%20de%20Design%20Thinking,los%20p
roblemas%20de%20las%20personas.