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LA SIMBOLOGÍA CHINA ORGANIZADA ALREDEDOR DEL NÚMERO CINCO

ANÓNIMO

El número cinco ocupa el lugar del centro en la serie de los nueve primeros
números. En la geometría aparece cuando la unidad se hace patente en el centro
del cuadrado y de la cruz:

Este punto medio representa lo que en Alquimia se denomina la quintaesencia, el


éter, el quinto elemento que contiene y sintetiza a los otros cuatro y que simboliza
el vacío, la realidad espiritual que penetra en cada ser uniendo todo dentro de sí.

En el símbolo tan conocido de la pirámide de base cuadrada ese punto central se


coloca en su vértice, mostrando así que esa unidad se encuentra en otro nivel al
que confluye el cuaternario de la manifestación:

Al número cinco que se representa también geométricamente con el pentágono, o


con la estrella de cinco puntas se le relaciona con el hombre o microcosmos, ya
que éste tiene cinco sentidos, cinco dedos en las manos y en los pies y cinco
extremidades (contando la cabeza).

Antiguamente los aprendices masones necesitaban 5 años de preparación física y


mental para ascender al grado de Compañero. Pues se necesitan conocimientos
de geometría para poder construir, utilizando los materiales informes que se
fueron acumulando como aprendiz desde la iniciación.

El compañero tiene entonces cinco años de edad, lo que representa el número de


nuestros sentidos, los colores, los estados del trigo, los escalones que se deben
superar para alcanzar la Luz de Oriente y los vértices de la Estrella Flamígera la
que evoca al hombre, con todas sus facetas y potencialidades, al ser humano con
sus extremidades, al ser humano completo, como bien está representado en una
pintura muy conocida Leonardo da Vinci, donde se simboliza al hombre con los
pies bien apoyados sobre la tierra, sus brazos extendidos para abarcar el
conocimiento y su cabeza erguida para con sus cinco sentidos cumplir su misión
en la tierra.
Este símbolo representa al iniciado que extendiendo sus extremidades en forma
de X forma junto con su cabeza una simbólica estrella de cinco puntas, que
incluso desprende llamas, con lo que toma su carácter de Flamigera: se trata del
iniciado en posición de entrega hacia los demás y el mundo, que comprende el
llamado a la trascendencia con el fuego de su amor, es decir se trata del
compañero masón.

De este modo, en el grado de compañero, cinco son los pasos de la marcha, la


llamada, los toques, la batería de grado y los viajes que se deben realizar para
obtener el aumento de salario.

Los pasos de la marcha son cinco pues, a los tres pasos del Aprendiz, el
Compañero añade otros dos distintos. El primero partiendo con el pie derecho, lo
hace desviarse a la región del sur; es decir, hacia la Columna “J” y el segundo lo
dirige a la línea recta de sus primeros esfuerzos. Para entrar al Templo, se dan
cinco golpes a la puerta de entrada, los tres ya conocidos y después de una breve
pausa, otros dos más, a igual que la batería de grado y el toque.

En los cinco viajes se van incorporando nuevas herramientas, que a diferencia de


las herramientas de aprendiz (mazo, cincel y regla graduada), que son activas y
sirven para saber utilizar el tiempo y desbastar la piedra bruta, las nuevas que se
adquieren como compañero (la escuadra, la palanca y el compás) son
herramientas que nos sirven para modelar y regular normas de moralidad.

Sin embargo, en el quinto y último viaje no se utiliza ningún instrumento,


únicamente el mandil con la babeta levantada. Su simbolismo es importante pues
nos enseña tres cosas. La primera es que quien abandona sus instrumentos de
trabajo para permanecer ocioso, en lugar de encaminarse a la senda del progreso,
retrocede al barbarismo y por ese motivo el hombre necesita trabajar
constantemente para alcanzar su perfección física, moral e intelectual, buscando
la verdad y la instrucción para garantizar el cumplimiento de sus deberes sociales.

La otra interpretación, es que la glorificación del trabajo, el culto a las ciencias y el


merecido descanso, no requieren de instrumentos de labor, sino que se obtiene
mediante la meditación, la que debemos practicar.

El último significado, es quizás el mas importante, pues nos revela que el hombre,
después de haber cumplido con su misión en la vida, debe estar preparado para
volver a la nada y en donde no utiliza instrumentos de trabajo, porque regresa
nuevamente a su punto de partida, quedando sólo en el recuerdo de los demás
hombres.

Esto nos indica que el trabajo del compañero además de vigilar a los aprendices y
auxiliar a los maestros debe dedicar muchas horas a la meditación, pues su
trabajo manual ha cesado, y debe pasar de la práctica a la teoría.
Voy a intentar dar una explicación, dinámica y activa de número cinco al utilizarlo
en el desarrollo de ciclos que una vez comprendidos nos permitirán adelantarnos
el futuro, asumiendo una concepción del tiempo no lineal sino cíclica.

La teoría de los 5 elementos es de origen Chino, se le atribuye una antigüedad de


4000 años y fue explicada en una compilación de medicina antigua del año 400
A.C.

Los filósofos chinos clasificaban todo de acuerdo a lo que consideraban los cinco
elementos primarios, ubicando a cada uno de ellos en un vértice de la estrella de
cinco puntas: Madera (que representa la fuerza de la vida), Fuego, Tierra, Metal y
Agua. Es de resaltar la gran similitud con los 4 elementos tomados posteriormente
en Occidente, al que habría que agregar el quinto elemento o quintaesencia,
simbolizado por los Chinos en la madera.

En términos de dirección la Madera representa a Oriente, el Fuego al Sur, Metal al


Oeste y Agua el Norte. La tierra, el suelo sobre el que vivimos, es el centro que
todo lo conecta.

Los Chinos explicaban de una manera simple la interrelación entre los 5


elementos, siguiendo el orden de cada vértice: La Madera hace nacer el Fuego,
el Fuego hace nacer la Tierra, la Tierra hace nacer el Metal, el Metal hace nacer
el Agua, el Agua hace nacer la Madera.
Ese es el Ciclo de la creación, en el que la:
Madera se quema para alimentar al
Fuego cuyas cenizas se descomponen en la
Tierra donde nacen y son mineralizados los
Metales que una vez fundidos se convierten en el
Agua que nutre los árboles, que a su vez forman la madera, siguiendo el ciclo.

Si únicamente se diera este ciclo de producción, la generación de los elementos


sería continuada y sin control alguno, por lo que se rompería el equilibrio y el
orden natural. Aparece entonces una nueva interacción entre los cinco elementos.
Es el ciclo de control. Este es un orden destructivo, que provoca disturbios en esta
continuada generación de elementos, de modo que el agua apaga el fuego, el
fuego es capaz de licuar el metal, el metal rompe la madera, la madera penetra en
la tierra y la tierra es absorbida por el agua. De otro modo se puede observar
cómo la madera toma los nutrientes de la tierra que absorbe al agua, que apaga al
fuego, que derrite el metal y que corta la madera.

Por eso también consideraban un segundo ciclo, en este caso de destrucción o


control, en el que cada elemento influye sobre el subsiguiente:

La Madera es cortada por el metal


El Fuego es extinguido por el agua
La Tierra es penetrada por la madera
Los Metales es derretido por el fuego
El Agua es interrumpida y cortada por la tierra.
Los nombres que hacen referencia a los ciclos no deben ser entendidos en su
significado literal, ya que un ciclo destructivo no indica cualquier especie de
destrucción, se trata más bien de un sentido figurado con en el que se expresa
que el ciclo provoca la limitación de crecimiento, el debilitamiento de su progresión
ascendente. Si este ciclo llamado destructivo o de control no se produjera, el
crecimiento de los elementos sería infinito y no albergaría cambios. Por esta
razón, no debe entenderse que el elemento que controla o destruye a otro sea
exactamente un enemigo, sino más bien como un límite a una expansión excesiva,
a un crecimiento descontrolado o desproporcionado.

Este doble ciclo de generación y destrucción tenía gran utilidad práctica por
ejemplo en la medicina, pues a cada elemento tenia asociado un órgano. De este
modo el corazón fortalece el baso, este a los pulmones, quien fortalece al riñón,
este al hígado y este al corazón.

El hígado nutre los músculos y los músculos fortalecen al corazón, el hígado


gobierna los ojos.
El corazón nutre la sangre y la sangre vivifica el estómago, el corazón manda la
lengua.
El estómago fortalece la carne y la carne protege los pulmones, el estómago
manda la boca.
El pulmón fortalece la piel y el pelo corporal y estos protegen los riñones, los
pulmones gobiernan la nariz
Los riñones fortalecen los huesos y la médula y estos fortalecen el hígado, los
riñones comandan los oídos.

Vemos como de ese modo hace tantos años ilustraban los cinco sentidos y las
relaciones con los órganos y los tejidos. Este diagrama aclara también sobre
ciertas técnicas de diagnóstico oriental.

Por ejemplo la condición del hígado la conocían por los ojos por ejemplo en la
hepatitis, o en caso de ojos saltones lo relacionaban con problemas de tiroides,

La condición del estómago por los labios, un quiste en el labio indica problemas
estomacales.

Este tipo de relaciones dio lugar a la manipulación de puntos de acupresión, como


método de diagnóstico y tratamiento. Un dolor agudo en cierta parte del cuerpo
indica la condición de un órgano que se desea diagnosticar. Hace pocos años
recién conocimos algunas de estas técnicas milenarias, que no se enseñan en la
Universidad, pues no requieren el uso de medicamentos, ni utilización de costosos
aparatos de diagnóstico, como tampoco las otras técnicas de diagnóstico y
curación reconocidas por la OMS, que son negadas sin haber sido investigadas y
dan lugar a charlatanes que lucran con la esperanza.

Volviendo al ciclo de creación, los antiguos Chinos lo aplicaban a las 5 emociones:


Alegría, compasión, pesadumbre, temor, ira, donde cada una en ese orden
engendra la siguiente.
Cuando reprimimos las emociones, evitando que se expresen mediante el llanto,
las palabras, la risa, etc., se transforman en enfermedades como gastritis,
problemas digestivos, problemas cardiovasculares, cáncer, entre otras
enfermedades, o en psicológicos, como culpa, depresión, ansiedad.

Cada emoción está asociada a un órgano al cual afecta normalmente

La clave para lograr la maestría en el manejo y expresión de las emociones no es


negarlas o controlarlas, sino permitir que fluyan, lo cual no quiere decir que si
estás enojado, des rienda suelta a tu enojo y lastimes a esas personas, sino más
bien dejar que tu emoción te informe que está pasando contigo, para luego decidir
cómo abordarla de manera más segura y productiva.

Una herramienta que tenemos disponible, y que a veces nos cuesta usarla por
falta de práctica, es la conexión con nuestro cuerpo. Si cambiamos nuestra
corporalidad y aprendemos distintos tipos de respiración, tendremos la capacidad
de aprender a relajar nuestro cuerpo y calmar nuestra mente, trabajando así
nuestros estados de ánimo.

Pasando a un plano más general. En cual estado estamos viviendo hoy como
sociedad ? . Son muchos los que dirían que la tristeza, por lo que es muy probable
que desemboque en el miedo y luego en la ira en un futuro próximo.

La ira de un pueblo sin dirección puede ser muy peligrosa. Ya hemos vivido sus
consecuencias. Algo debemos hacer.

Creo que la Masonería es la institución adecuada para dar luz sobre este asunto
pues si bien puede parecer que marchamos sin guía por un terreno desconocido,
tenemos como brújula el humanismo de todos los tiempos, lo que nos permitirá
acompañar los nuevos tiempos.

El proceso histórico de las civilizaciones y las culturas está signado en realidad por
las leyes de los ciclos y de los ritmos que como sabemos son las mismas que
rigen en todos los órdenes de la manifestación universal. El simple hecho de
comprobar que una civilización, como todo ser, nace, crece, decae y muere, es un
ejemplo más, y bastante gráfico, de que ésta sigue y repite a su nivel
correspondiente la ley en que se fragmenta todo ciclo.

Se que muchos pueden pensar que es difícil que estos ciclos, pensados por la
civilización China hace mas de 4000 años tenga aplicación actual. Pero creo que
la pluralidad de culturas es ilusoria porque es una pluralidad de metáforas que
dicen lo mismo. Hay un punto en el que se cruzan todos los caminos; este punto
no es la civilización occidental sino el espíritu humano que obedece, en todas
partes y en todos los tiempos, a las mismas leyes.

Quizá lo que yo digo es la verdad o no lo es, pero tal vez lo que tú crees no es la
verdad. Yo sólo soy la mitad del mensaje; tú eres la otra mitad. Soy responsable
de lo que digo, pero no soy responsable de lo que tú entiendas. Tú eres
responsable de lo que tú entiendes; tú eres responsable de cualquier cosa que
hagas con lo que oigas en tu cabeza, porque tú eres quien da significado a cada
palabra que oyes o lees. (tomado del libro “El Quinto acuerdo” de Miguel Ruiz y su
hijo José Ruiz.)

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