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A.:L.:G.:D.:G.:A.:D.:U.:
Ll.:I.:F.:
V.:M.:
En este grado encontramos que dentro de toda la simbología, una de las más
frecuentes la podemos encontrar en el número cinco; comenzando en el momento del
aumento de salario, en el que subimos cinco escalones en busca de la piedra cúbica, en
la estrella flamígera de cinco puntas, en la edad que es de 5 años, en la batería del
grado que son 5 golpes, en la marcha que son 5 pasos y en la Logia que se ilumina con
5 luces.
El número 5 tiene una interpretación solar, primero ascendiendo por los tres primeros
pasos del aprendiz y después ascendiendo desde el Solsticio de verano para completar
los 5 pasos del segundo grado.
En el primer viaje, el Aprendiz lleva el cincel y el mazo en el que le son comunicadas las
palabras vista, oído, gusto, tacto y olfato. A través de los cinco sentidos el recipiendario
entra en contacto con el mundo exterior y, con las herramientas que le son asignadas
podrá convertir la piedra bruta en cúbica y así, obrar en consecuencia en beneficio de
la Humanidad.
La regla es para medir en que punto hay que aplicar la palanca y ello, dependerá de la
profesión y de la vida que tenga cada Hermano masón, tanto dentro como fuera del
Taller y la palanca significa la herramienta que hemos de utilizar para hacer la fuerza,
El quinto viaje, se efectúa sin herramientas, porque lo representativo son las manos
que es igual a la primera herramienta del hombre, la cual sólo funcionará si le
añadimos la voluntad creadora de nuestro espíritu. La mano símbolo operativo del
cinco en el cuerpo humano se llama “sanscrito pani” (idioma antiguo de la India), que
según autores masónicos como René Lavan, puede relacionarse con la raíz pan que
significa cinco.
También encontramos las cinco luces que están sobre la mesa del V.:M.: en un
candelabro de cinco brazos.
Los cinco escalones representan los 5 órdenes de arquitectura, los 5 sentidos y los 5
iniciados.
Las llamas representan el fuego central de la naturaleza del que hablan los
Rosacruces, así como las puntas de las estrellas representan los 5 sentidos. Otra
representación que se le da a la estrella es el Vitruvio de Da Vinci, en el sentido de la
perfecta proporción humana, puesto que sus dimensiones encajan armónicamente
en la estrella de cinco puntas.
La edad del Compañero es un modo de reconocimiento directo entre los masones que
tienen este grado y que es transmitido a través de la ceremonia de aumento de salario.
También representa los años de trabajo por los que debe pasar el Compañero masón.
El significado del simbolismo del número cinco, es hacer del neófito una persona capaz
de seguir su luz interior en dirección a la maestría. Representa un conocimiento
profundo del “yo” y de la conciencia de sus pensamientos, donde la inteligencia es la
facultad con la que se penetra para leer en el interior de las apariencias.
Hay algo que me ha llamado especialmente la atención con respecto al número cinco y
es la “Quintaesencia”. En la Edad Media, la Quintaesencia, (en latín Quinta Essentia),
era un elemento hipotético, también denominado “éter” o “alma”. Se le consideraba
“quinto elemento” o “quinta esencia” de la naturaleza, junto con los cuatro elementos
clásicos: tierra, agua, fuego y aire. Este concepto es mucho más antiguo,
remontándose a la Grecia Clásica donde Empédocles (filósofo y político griego del Siglo
IV antes de Cristo), comenzó a hablar de un quinto elemento perfecto existente en
todas las cosas.
Cosmología del griego (cosmologuía, compuesto por kosmos (cosmos) órden y loguía
tratado, estudio), sería la concepción totalitaria del mundo, denominada también
“filosofía de la naturaleza”, que estudia todo lo relacionado con el Universo.
El estudio científico del Universo, tiene una larga historia que involucra a la física, la
astronomía, la filosofía, el esoterismo y la religión.
Salomón la definía en los siguientes términos:”Quinto ser de una cosa mixta… . Como
un alma muy sutil extraída de su cuerpo y de la superfluidad de los cuatro elementos
por
una muy sutil y muy perfecta destilación y, por ese medio, se espiritualiza, es decir, se
vuelve muy sutil, muy pura como incorruptible, astral y celestial”.
CONCLUSIONES
El número cinco ocupa el lugar del centro en la serie de los nueve primeros números. En la
geometría aparece cuando la unidad se hace patente en el centro del cuadrado y de la cruz:
Este punto medio representa lo que en Alquimia se denomina la quintaesencia, el éter, el quinto
elemento que contiene y sintetiza a los otros cuatro y que simboliza el vacío, la realidad
espiritual que penetra en cada ser uniendo todo dentro de sí.
En el símbolo tan conocido de la pirámide de base cuadrada ese punto central se coloca en su
vértice, mostrando así que esa unidad se encuentra en otro nivel al que confluye el cuaternario
de la manifestación:
Antiguamente los aprendices masones necesitaban 5 años de preparación física y mental para
ascender al grado de Compañero. Pues se necesitan conocimientos de geometría para poder
construir, utilizando los materiales informes que se fueron acumulando como aprendiz desde la
iniciación.
El compañero tiene entonces cinco años de edad, lo que representa el número de nuestros
sentidos, los colores, los estados del trigo, los escalones que se deben superar para alcanzar la
Luz de Oriente y los vértices de la Estrella Flamigera la que evoca al hombre, con todas sus
facetas y potencialidades, al ser humano con sus extremidades, al ser humano completo, como
bien está representado en una pintura muy conocida Leonardo da Vinci, donde se simboliza al
hombre con los pies bien apoyados sobre la tierra, sus brazos extendidos para abarcar el
conocimiento y su cabeza erguida para con sus cinco sentidos cumplir su misión en la tierra.
Este símbolo representa al iniciado que extendiendo sus extremidades en forma de X forma
junto con su cabeza una simbólica estrella de cinco puntas, que incluso desprende llamas, con
lo que toma su carácter de Flamigera: se trata del iniciado en posición de entrega hacia los
demás y el mundo, que comprende el llamado a la trascendencia con el fuego de su amor, es
decir se trata del compañero masón.
De este modo, en el grado de compañero, cinco son los pasos de la marcha, la llamada, los
toques, la batería de grado y los viajes que se deben realizar para obtener el aumento de
salario.
Los pasos de la marcha son cinco pues, a los tres pasos del Aprendiz, el Compañero añade
otros dos distintos. El primero partiendo con el pie derecho, lo hace desviarse a la región del
sur; es decir, hacia la Columna “J” y el segundo lo dirige a la línea recta de sus primeros
esfuerzos.
Para entrar al Templo, se dan cinco golpes a la puerta de entrada, los tres ya conocidos y
después de una breve pausa, otros dos más, a igual que la batería de grado y el toque.
En los cinco viajes se van incorporando nuevas herramientas, que a diferencia de las
herramientas de aprendiz (mazo, cincel y regla graduada), que son activas y sirven para saber
utilizar el tiempo y desbastar la piedra bruta, las nuevas que se adquieren como compañero (la
escuadra, la palanca y el compás) son herramientas que nos sirven para modelar y regular
normas de moralidad.
Sin embargo, en el quinto y último viaje no se utiliza ningún instrumento, únicamente el mandil
con la babeta levantada. Su simbolismo es importante pues nos enseña tres cosas. La primera
es que quien abandona sus instrumentos de trabajo para permanecer ocioso, en lugar de
encaminarse a la senda del progreso, retrocede al barbarismo y por ese motivo el hombre
necesita trabajar constantemente para alcanzar su perfección física, moral e intelectual,
buscando la verdad y la instrucción para garantizar el cumplimiento de sus deberes sociales.
La otra interpretación, es que la glorificación del trabajo, el culto a las ciencias y el merecido
descanso, no requieren de instrumentos de labor, sino que se obtiene mediante la meditación,
la que debemos practicar.
El último significado, es quizás el mas importante, pues nos revela que el hombre, después de
haber cumplido con su misión en la vida, debe estar preparado para volver a la nada y en
donde no utiliza instrumentos de trabajo, porque regresa nuevamente a su punto de partida,
que es su verdadero origen: Polvo eres y en polvo te convertirás.
Esto nos indica que el trabajo del compañero además de vigilar a los aprendices y auxiliar a los
maestros debe dedicar muchas horas a la meditación, pues su trabajo manual ha cesado, y
debe pasar de la práctica a la teoría.
Sin embargo, en el quinto y último viaje no se utiliza ningún instrumento, únicamente el mandil
con la babeta levantada. Su simbolismo es importante pues nos enseña tres cosas. La primera
es que quien abandona sus instrumentos de trabajo para permanecer ocioso, en lugar de
encaminarse a la senda del progreso, retrocede al barbarismo y por ese motivo el hombre
necesita trabajar constantemente para alcanzar su perfección física, moral e intelectual,
buscando la verdad y la instrucción para garantizar el cumplimiento de sus deberes sociales
El número cinco ocupa el lugar del centro en la serie de los nueve primeros números. En la
geometría aparece cuando la unidad se hace patente en el centro del cuadrado y de la cruz:
Este punto medio representa lo que en Alquimia se denomina la quintaesencia, el éter, el quinto
elemento que contiene y sintetiza a los otros cuatro y que simboliza el vacío, la realidad
espiritual que penetra en cada ser uniendo todo dentro de sí.
En el símbolo tan conocido de la pirámide de base cuadrada ese punto central se coloca en su
vértice, mostrando así que esa unidad se encuentra en otro nivel al que confluye el cuaternario
de la manifestación:
Antiguamente los aprendices masones necesitaban 5 años de preparación física y mental para
ascender al grado de Compañero. Pues se necesitan conocimientos de geometría para poder
construir, utilizando los materiales informes que se fueron acumulando como aprendiz desde la
iniciación.
El compañero tiene entonces cinco años de edad, lo que representa el número de nuestros
sentidos, los colores, los estados del trigo, los escalones que se deben superar para alcanzar la
Luz de Oriente y los vértices de la Estrella Flamigera la que evoca al hombre, con todas sus
facetas y potencialidades, al ser humano con sus extremidades, al ser humano completo, como
bien está representado en una pintura muy conocida Leonardo da Vinci, donde se simboliza al
hombre con los pies bien apoyados sobre la tierra, sus brazos extendidos para abarcar el
conocimiento y su cabeza erguida para con sus cinco sentidos cumplir su misión en la tierra.
Este símbolo representa al iniciado que extendiendo sus extremidades en forma de X forma
junto con su cabeza una simbólica estrella de cinco puntas, que incluso desprende llamas, con
lo que toma su carácter de Flamigera: se trata del iniciado en posición de entrega hacia los
demás y el mundo, que comprende el llamado a la trascendencia con el fuego de su amor, es
decir se trata del compañero masón.
Los pasos de la marcha son cinco pues, a los tres pasos del Aprendiz, el Compañero añade
otros dos distintos. El primero partiendo con el pie derecho, lo hace desviarse a la región del
sur; es decir, hacia la Columna “J” y el segundo lo dirige a la línea recta de sus primeros
esfuerzos.
Para entrar al Templo, se dan cinco golpes a la puerta de entrada, los tres ya conocidos y
después de una breve pausa, otros dos más, a igual que la batería de grado y el toque.