Family Values (Serie Sinful Delight) Odesa Hywell

Odessa hywell sinful delights #2
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~3~
NOTA DEL STAFF

Esta traducción está hecha sin fines de lucro. Es un trabajo
realizado de lectoras a lectorxs a quienes les apasiona de igual
manera la lectura MM.
Con esto no queremos desprestigiar a los autores que invierten su
tiempo creando estas obras que tanto amamos. Nuestro único fin
es que la lectura llegue a más personas.
Recuerden siempre apoyar a los autores comprando su material
legal y dejando reseñas en las plataformas como incentivo y
demostrar lo mucho que los amamos.
~4~
Fantasy Romance está en contra de la

distribución irresponsable en TikTok. Por tal
motivo, cuenta en donde se vea una descarada
afirmación de una traducción ILEGAL,
realizada por Fantasy, cuenta que será
REPORTADA.
Si te molesta esto, hace funcionar tus dos
neuronas y no distribuyas libros ilegales con
tanta caradurez.
Atentamente,
El Staff de Fantasy Romance
~5~
CONTENIDO
Nota 13. Abaddon Sterling
Advertencias 14. Theodore Henn
Sinopsis 15. Abaddon Sterling
Prólogo 16. Jasper Henn
1. Abaddon Sterling 17. Abaddon Sterling
2. Theodore Henn 18. Theodore Henn
4. Jasper Henn 20. Jasper Henn
6. Theodore Henn 22. Theodore Henn
7. Abaddon Sterling 23. Jasper Henn
8. Jasper Henn 24. Abaddon Sterling
9. Abaddon Sterling 25. Theodore Henn
10. Theodore Henn 26. Abaddon Sterling
11. Abaddon Sterling Sobre Odessa
12. Jasper Henn
~6~
NOTA
Ser autor es duro. Las siguientes personas lo hacen más fácil.
Lynda, La editora que me ha enviado el cielo.
Laura, la mejor lectora alfa que un autor podría pedir.
Y a todos los que se toman la molestia de leer mis palabras
vomitivas.
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ADVERTENCIAS
Relación de carácter tabú entre dos adultos que consienten, breve
mención al parricidio1, fratricidio2, tráfico sexual de un menor (fuera
de página) y finalmente, asesinato de personas que no son
importantes y que lo merecen totalmente.
1
Delito que consiste en matar a un familiar, en especial al padre, a la madre, a un hijo o al cónyuge.
2
Delito que consiste en matar a un hermano.
~8~
Sinopsis
Traicionados por su codicioso padre, Jasper y Theodore, gemelos
idénticos que son más cercanos de lo que deberían ser dos
hermanos, hacen un trato con el diablo para poder sobrevivir.
El jefe de la familia criminal Sterling es un hombre al que ni siquiera
sus socios más cercanos consideran capaz de tener compasión. Pero,
tras el brutal asesinato de la única persona a la que ha amado,
Abaddon Sterling sabe que la familia lo es todo. Acepta perdonar la
vida de Jasper y Theodore a cambio de una lealtad incuestionable
hacia él, hacia su Familia.
Los hermanos, prisioneros en habitaciones separadas, están más
separados que nunca. Obligados a entretener al hombre al que se
vendieron, no pasa mucho tiempo antes de que descubran los
secretos más profundos de Abaddon.
El amor nunca fue parte del acuerdo, pero cuando su captor
demuestra ser más de lo que parece, no hay forma de luchar contra
lo inevitable.
~9~
PRÓLOGO
—No se llega a morir y renacer igual. Regresas, pero regresas
dañado. Este es el precio que pagas por la resurrección.
Nathaniel Orion GK
Si hay algo que mi padre, el bastardo enfermo y retorcido que

era, me enseñó antes de morir con lo que realmente estoy de acuerdo,
es esto: a las personas no se les garantiza nada de por vida, excepto
la muerte.
He guiado a más de lo que me corresponde al oscuro abismo ya
sean hombres, mujeres e incluso niños. Sería una mentira decir que
nunca lo disfruté, tomar otra vida, porque lo disfruté. Hay algo
poderoso en ser el último hombre en pie, el último hombre que respira
cuando todos los que te rodean ya no pueden moverse.
¿Qué es una familia más, cuatro personas más, entre las docenas
de muertes de las que soy responsable?
Nada. Solo otra madrugada.
La familia Henn ha servido fielmente a la mía durante años, por
lo que esta traición es profunda. Confié en Raymond Henn lo
suficiente como para darle acceso a mi dinero. ¿Cómo me pagó?
Manipulando los libros, sacando un poco más de la parte superior
para sí mismo. Si simplemente me lo hubiera pedido, le habría dado
lo que robó. Ahora, por su robo, debe morir y no solo él. El tonto
condenó a toda su familia.
Está débil por la paliza que recibió cuando intentó evitar ser
capturado. Atado e incapaz de huir, ahora está de rodillas ante mí, con
lágrimas corriendo por sus mejillas y su mandíbula magullada. Los
mocos gotean de su nariz, resbalando por sus labios rotos y su barbilla
ensangrentada.
~ 10 ~
—Por favor, Sr. Sterling, perdóneme —balbucea, con los ojos

vidriosos por el miedo. No se me escapa que me pide que lo perdone.
¿Qué hay de su esposa o de sus hijos? ¿No debería perdonarlos?
Son simplemente víctimas de la situación. Ninguno de ellos es
verdaderamente culpable.
Linda Henn, bonita y armoniosa en circunstancias normales, es
doctora, nada más y nada menos. Trabaja para un hospital local y, en
ocasiones, para la Familia Sterling, cuando necesito las habilidades
que posee. Lo más probable es que la mujer desconociera por
completo la traición de su esposo, hasta que la escoltaron aquí, con el
falso pretexto de hacer su trabajo. Ahora que lo sabe, se arrodilla en
silencio, su bata de médico ondea a su alrededor y lágrimas silenciosas
corren por sus mejillas sonrojadas.
Y sus hijos… Jasper y Theodore, de veintidós años, iguales en
todos los sentidos: la misma complexión delgada, el mismo cabello
negro y llamativos ojos azules. Si no fuera por los tatuajes y piercings
de Jasper, sería casi imposible distinguirlos.
Jasper está mirando a su padre.
La cabeza de Theodore está inclinada pero sus hombros
tiemblan con sollozos silenciosos.
Ninguno había estado en mi radar antes de esta semana del
infierno. Uno es un ejecutor de bajo rango, el otro es un mensajero.
Ambos, por lo que dijeron sus superiores cuando fueron
cuestionados, son buenos trabajadores que hacen su trabajo sin
cuestionar ni quejarse. Están tomados de la mano ahora.
Nadie se salvará.
—Tengo cosas —me dice Raymond mientras avanza arrastrando
los pies sobre sus rodillas. Mi mirada se dirige a mi mejor amigo, mi
mano derecha. Está de pie a unos metros de distancia, con una mano
metida en el bolsillo y la otra sujetando el arma suelta a un costado.
Cuando nuestras miradas se encuentran, puedo decir que Gabriel está
esforzándose para no poner los ojos en blanco.
Los moribundos son todos iguales: mendigan y regatean, con la
esperanza de salvarse.
Es sinceramente patético.
~ 11 ~
Raymond Henn no tiene nada que yo no le haya dado, o que no

pueda tomar si así lo deseo.
—Puedes quedarte con ellos, los chicos —regreso a mirarlo. Está
mirando a sus hijos—. Son buenos chicos, ¿no es así, Linda? —ella
hace un sonido desde el fondo de su garganta, su mirada está pegada
a su esposo. No puedo decir si está horrorizada o esperanzada. La
mandíbula de Jasper se aprieta. Theodore se inclina hacia su
hermano—. Ellos lo escucharán, Sr. Sterling. Harán lo que usted les
diga.
¿Quién se cree que soy, que aceptaría a sus hijos como pago por
sus crímenes? Estoy empapado en sangre, un pecador destinado al
infierno, pero nunca he hecho lo que él sugiere. Los que me sirven lo
hacen por su propia voluntad.
—Solo déjanos ir a Linda y a mí —lloriquea Raymond. Verlo me
enferma. Aparto la mirada y encuentro la mirada de Jasper. Sus ojos
son llamas gemelas, lo suficientemente calientes como para quemar
carne y huesos. Se ve a segundos de asesinar a su padre él mismo. Si
no fuera por la mano de su hermano en la suya, tal vez ya estaría
arrancándole la garganta a Raymond. No puedo decir que lo culpo.
—Solo perdónenos, Sr. Sterling —susurra la Sra. Henn, su voz
se quiebra entre sus silenciosas lágrimas. La miro a ella y luego a sus
hijos. Theodore se acurruca sobre sí mismo y solloza con más fuerza.
Pero la expresión de Jasper… Si la traición tuviera un rostro, sería el
suyo. Nunca había visto una angustia tan profunda, seguida tan
rápidamente por puro odio cuando mira a su madre.
Sus ojos se elevan hacia los míos. Se humedece los labios con la
lengua.
—Lo haré. Puedes tenernos a nosotros, a Theo y a mí —
Theodore finalmente mira hacia arriba, con los ojos muy abiertos.
Mira el perfil de su hermano. Jasper no lo mira; sus ojos me detiene
en su lugar—. Si los matas.
—Jasper. N… —la objeción de Raymond es tragada por el agudo
eco de mi arma disparándose. Su cuerpo cae con un golpe suave al
lado de su esposa, que está igualmente muerta. Gabe es mi mano
derecha por una razón: solo tuve que levantar mi propia arma para
que él levantara la suya.
~ 12 ~
Su sangre se junta. Quizás hay algo poético en eso. Si es así, no

estoy seguro de qué.
Enfundo mi arma y miro a Jasper y Theodore. No me molesta
haber matado a una madre y a un padre delante de sus hijos. No es la
primera vez. Sé que no será la última vez. El Sr. y la Sra. Henn son
solo dos nombres más para agregar a una lista larga y en constante
crecimiento. Eventualmente, los olvidaré por completo.
Solo recuerdo haber matado a dos personas con claridad
cristalina, aunque ninguna de las dos muertes realmente me
atormenta. La única razón por la que recuerdo a cualquiera de ellos
es porque sus muertes cambiaron la trayectoria de mi vida para
siempre. Ellos dos me acompañaron aquí, hasta este momento, de pie
junto a una madre y un padre muertos con sus hijos vivos a mis pies.
Uno me mira con ojos duros y decididos. El otro, Theodore, llora
suavemente en sus manos, susurrando palabras que no puedo
descifrar. Tan parecidos y, sin embargo, tan diferentes.
En cuclillas ante el niño que solloza, estiro la mano y paso mis
dedos por su cabello negro. Él retrocede, no lo suficiente como para
alejarse de verdad, pero lo suficiente para que yo deje caer mi mano,
me levante y retroceda. Jasper podría estar dispuesto a hacer un trato
con el diablo, pero quizás Theodore no. Sin embargo, uno es inútil sin
el otro.
Mi mirada parpadea entre ellos antes de mirar a Gabe.
—Sepáralos —ordeno. Da un paso adelante y agarra a Jasper por
el brazo, levantándolo de un tirón. Jasper tropieza, con los ojos muy
abiertos por la sorpresa y el horror. Theodore se levanta de un salto,
se abalanza sobre su hermano y un segundo hombre -uno que trabaja
directamente debajo de Gabriel- lo agarra por la cintura y lo empuja
hacia atrás. Él grita. Ninguno pensó que serían separados.
—¡No! ¡Esperen! —Theodore golpea contra los brazos que lo
atrapan y Jasper gira hacia Gabriel, su puño volando. Gabriel esquiva
el movimiento salvaje, apartando la mano de Jasper y levantando la
suya. La cabeza de Jasper salta hacia un lado y se tambalea hacia
atrás; la sangre gotea de su labio roto mientras Gabriel lo sigue.
—¡Espera! ¡Detente! —grita Theodore, tirando contra el agarre
de su captor. Todavía le corren lágrimas por su rostro. Levanto la
pistola y le apunto.
~ 13 ~
Jasper se paraliza. Su rostro pierde el color. —De acuerdo. De

acuerdo —levanta las manos, las palmas hacia fuera—. Solo... no lo
hagas.
—¿Qué quieres que hagamos? —Theodore se ahoga con las
lágrimas.
—Haz lo que te digo —mi mirada se dirige de nuevo a Gabriel—
. Llévate a Jasper —vuelve a enroscar sus dedos alrededor del brazo
de Jasper, su mirada es dura. Hay una advertencia en sus ojos, la
promesa de dolor si se atreve a desobedecer. Jasper baja los hombros
y se deja arrastrar. No aparta los ojos de su hermano hasta que la
puerta del almacén se cierra tras él. Las rodillas de Theodore se
doblan y se desploma en el suelo, con un sollozo que le sacude el
cuerpo mientras se rodea con los brazos
Suspiro, poniéndome en cuclillas frente a él una vez más. Sus
lágrimas son innecesarias, pero comprensibles. Está arrodillado sobre
la sangre de sus padres.
—Mírame.
Sus ojos están rojos e hinchados. Mocos salen de su nariz. —¿Me
vas a matar?
—No. No si no tengo que hacerlo.
—¿Veré a Jasper de nuevo? —pregunta, su voz temblorosa
mientras más lágrimas brotan de sus ojos.
—Sí. Si ambos se comportan.
Se balancea sobre sus rodillas, un sollozo atrapado en su
garganta.
Asiento con la cabeza hacia el hombre que está parado no muy
lejos de nosotros. —Llévatelo.
La mirada de Theodore parpadea hacia él. Traga antes de que
sus ojos regresen a mí.
—Señor. Sterling… —susurra, con la voz ronca de tanto gritar.
De tanto llorar—. Sé que lo que hizo mi papá estuvo mal, pero Jasper
y yo te fuimos leales, te somos leales.
Extiendo la mano, presiono mis dedos contra su mandíbula.
Sostiene mi mirada, un mundo de tristeza e incertidumbre en sus
~ 14 ~
ojos. Rozo mi pulgar contra su mejilla, atrapando una lágrima. Es

encantador, más suave que Jasper en muchos sentidos, pero sospecho
que es más fuerte en muchos otros.
—Demuéstralo, Theodore.
Cierra los ojos y respira hondo. Las lágrimas todavía corren sin
control por sus mejillas mientras se pone de pie. Se da la vuelta y
camina hacia el hombre que lo espera. Yo también me levanto,
observándolo mientras él y el bruto sin nombre sale por una puerta
diferente.
Una vez que se ha ido, miro hacia el par de cadáveres a mis pies.
Theodore dijo que es leal, que Jasper es leal.
¿Qué tan cierto puede ser eso, cuando ejecuté a sus padres?
El tiempo lo dirá, supongo.
~ 15 ~
UNO
ABADDON
La mierda viene de tres en tres. Aunque en este momento, es
grupos de tres.
En menos de cuarenta y ocho horas he tenido dos cadáveres de
los que deshacerme y un club nocturno registrado por la policía. Por
suerte, me habían avisado con antelación de la existencia del
Caballero Blanco. La policía no encontró nada de lo que pueda
hacerme responsable. Si el gerente de mi club está traficando con
drogas sin mi conocimiento... bueno, eso parece un delito que la
policía tiene que probar y un problema que mi gerente tiene que
resolver por su cuenta. No se me puede hacer responsable de los actos
de otra persona. Sin embargo, la policía se pasó más de ocho horas
intentando hacerlo antes de que me cansara de hablar de ello.
Es tarde; estoy cansado hasta los huesos cuando por fin llego a
casa. Por supuesto, en cuanto me quito los zapatos y me quito el
abrigo, empieza a sonar el teléfono desechable que tengo escondido
en el escritorio. Me planteo ignorarlo. Solo hay dos personas que
tengan el número y ninguna de ellas está en la lista de personas con
las que quiero hablar ahora mismo. No después de la semana que he
tenido.
Marcus Malnar es un infierno de manejar en un buen día. El
pequeño bastardo engreído pone a prueba mi cordura de la peor
manera. E Ian Bassett es…
Para ser honesto, el hombre es pura maldad disfrazada de un
dulce abuelo. Incluso la mayoría de las personas que lo conocen y
trabajan para él, no son conscientes de la profundidad de su
depravación. No hay nada que no esté dispuesto a hacer para lograr
sus objetivos. O casi nada, supongo. Nunca haría nada para lastimar
a su nieto. Oskar Bassett es intocable en todos los sentidos de la
palabra. Ian quemaría el mundo por él.
~ 16 ~
Me gusta, incluso lo respeto, pero lo último que quiero hacer es

hablar con él. Aunque, tal vez él sepa algo sobre el problema más
grande con el que he estado lidiando.
Saco mi teléfono del cajón inferior y contesto con un suspiro de
resignación. —Sterling.
—Te ves como una mierda en cámara —dice Ian. Es lo más
parecido a un hola que puedo esperar.
Me hundo en la silla de mi escritorio y pellizco el puente de mi
nariz. —El día de la foto nunca fue mi favorito.
—Entonces sugiero quemar a tus muertos porque nadie se ve
bien en una foto policial —responde.
Aprieto la mandíbula y paso una mano por mi cabello. Una cosa
que no me gusta de Ian. Siempre tiene algo inteligente que decir. La
única persona que nunca está en el extremo afilado de su ingenio es
Oskar. Él adora al chico más allá de la razón.
—Tomaré tu sugerencia bajo consideración.
Después de todo, no es que esté equivocado. Los cuerpos están
atrayendo la atención equivocada. Pero también están enviando el
tipo correcto de mensaje. Además, cada cuerpo es un cuerpo menos
entre yo y los problemas con los que he estado batallando, así que
seguiré dejándolos para que los encuentren. Con cada muerte, estoy
un paso más cerca de limpiar San Diego.
Odio preguntarle a Ian si tiene el mismo problema que yo. Si es
así, significa que algo más grande está en juego.
El silencio se ha prolongado demasiado. Si aún no lo sabe, tiene
que saberlo.
—La carne se está moviendo a través de San Diego.
Ian suspira. —Los hombres se acercaron a mí sobre el uso del
puerto en nombre de un tercero desconocido. Rechacé violentamente.
Estamos comenzando el proceso de limpieza de la ciudad. No
sospecho que llevará mucho tiempo. En las próximas semanas, las
noticias informarán sobre el aumento del número de cadáveres en Los
Angeles, tal como lo están haciendo actualmente en San Diego. Será
bueno tener algo de protagonismo en otros lugares. ¿Alguna noticia
de San Jose?
~ 17 ~
—Tu vecino no es mi problema —le digo. Ian está ubicado entre

Marcus y yo. Él puede lidiar con la marca particular de locura de ese
chiflado. Ya debería estar acostumbrado: Oskar y Holden Malnar con
amigos cercanos.
—Tiene la mala costumbre de convertirse en el problema de
todos —responde Ian. No estoy en desacuerdo, pero tampoco estoy de
acuerdo. Tal vez hace años, cuando Marcus estaba tomando San Jose
por la fuerza, eso era cierto. Pero una vez que se instaló, dejó de ser
un maldito dolor de cabeza.
—Tengo que lidiar con la frontera —no es necesariamente una
mentira. Necesito controlar la situación en la frontera. La carne fluye
como la sangre que escapa de un agujero de bala. De cada cinco
envíos, diez pasan desapercibidos. De poco sirve tratar el problema
dentro de la ciudad cuando la frontera sigue siendo una herida
abierta. Alguien está dando información a quien sea que esté a cargo
de esos envíos. Tengo la intención de averiguar quién para poder
asesinarlos lentamente—. Puedes encargarte de Marcus. Él te
responde mejor de todos modos. Mi cara lo enoja.
Ian tararea. Contengo la respiración. Es estúpido. Tengo tanto
poder como él. No le tengo miedo a Ian Bassett, simplemente no
quiero tratar con la Familia Malnar. Debería ser fácil decirle que se
vaya a la mierda, pero no es tan simple. La paz es importante para
todos nosotros, nuestra supervivencia. Lo último que quiero hacer es
cabrear a Ian. Es una fuerza de la naturaleza y no está por encima de
ser duro para salirse con la suya. Si el viejo tiene un contraargumento,
necesitaré una razón mejor que la frontera o la aversión de Marcus
hacia mí.
—¿Necesitas hombres para que ayuden en la situación
fronteriza? —pregunta.
Dudo.
La familia Bassett es más numerosa que la mía, aunque seamos
más antiguos. La ayuda no vendría mal.
~ 18 ~
—No más de una docena —digo. Eso debería ser más que
suficiente para contener el tráfico en la frontera mientras Gabe se
encarga de que mis propios hombres se ocupen del problema dentro
de la ciudad. No me necesitan para micro gestionar sus actividades y
tengo que atender a mis nuevos huéspedes. Los hermanos han sido
abandonados a su suerte durante demasiado tiempo.
~ 19 ~
DOS
THEODORE
Normalmente, no soy el tipo de persona que necesita a Jasper a
mi lado cada segundo de cada día. Él tiene su manera de hacer las
cosas y yo tengo la mía.
Cuando éramos niños, siempre fue el de mal genio, listo para
pelear en un abrir y cerrar de ojos. Yo era el bebé llorón sollozando en
la esquina. No ha cambiado mucho, así que si comportarse es todo lo
que se necesita para sobrevivir, Sr. Sterling, no estoy preocupado por
mí mismo. Sé cómo cuidar mis modales y mi lenguaje: mantener la
cabeza baja y hacer lo que debo para ver otro amanecer. He vivido en
este mundo al igual que el resto de mi familia. Conozco las reglas más
importantes: métete en tus malditos asuntos; haz lo que te digan sin
cuestionar; vive.
Aunque Jasper… Él también conoce las reglas, pero estoy
petrificado por él. Todavía es bueno para causar problemas. Es
testarudo; nunca escucha. Ya trató de golpear a alguien y le
devolvieron el golpe. ¿Y si está armando un infierno? ¿Y si ya soy el
último Henn? Pero… cuando Jasper se comportó agresivo, no fue a él
a quien el Sr. Sterling apuntó con su arma. Ya lo ha descubierto: la
mejor manera de domar a una bestia es amenazar a su juguete
favorito.
Mi hermano y yo vivimos el uno para el otro. Moriríamos el uno
por el otro. Sin embargo, nunca pensé que Jasper vendería nuestras
almas.
Al menos la habitación es bonita. He estado solo en ella durante
horas. La soledad me ha dejado un tiempo interminable para solo…
pensar. Preocuparse. Quiero salir de mi piel, pero ¿adónde iré si lo
hago? Soy un prisionero aquí en más de una forma.
Mis padres están muertos.
~ 20 ~
Mi hermano está en algún lugar lejos de mí.

Nunca he estado más solo.
Las horas se desvanecen, una en otra. En algún momento logro
dormir pero mi sueño es tormentoso; Me despierto sudando frío, me
ducho y miro por la ventana hacia un exuberante jardín.
¿Esta va a ser mi vida ahora? Si es así, ¿cómo sobreviviré con mi
cordura intacta? Ya me estoy volviendo loco y solo ha pasado un día,
¿tal vez? Llegamos en algún momento de la madrugada de ayer, justo
antes del amanecer. Nadie ha traído el desayuno todavía, pero no
debería tardar mucho. Sé, al menos, que morir de hambre no forma
parte del plan.
A pesar de nuestra llegada anticipada no anunciada ayer, se
proporcionó el desayuno. Luego almuerzo. Alguien, un miembro de la
familia del Sr. Sterling, supongo, trajo un refrigerio y una cena anoche
antes de que finalmente pudiera dormir.
La puerta se abre y desvío la mirada de la ventana.
—Buenos días, Theodore —dice el Sr. Sterling. La puerta se
cierra detrás de él—. ¿Cómo dormiste anoche?
—Bien. Supongo —me froto los brazos y lo observo. Ninguno de
los rumores sugiere que él es el tipo de hombre que no me mataría
solo para disfrutar viéndome morir. Pero si me iba a matar, no me
daría de comer… ¿verdad?
—Tenía la intención de verte ayer por la tarde, pero los negocios
prevalecieron. Lo entiendes, estoy seguro —él sonríe mientras deja
una bandeja de comida en la mesa. Hay dos platos.
—Entiendo —y lo hago, debe estar ocupado. Pero… me muerdo
el labio inferior. ¿Se molestará si le pregunto por Jasper? No puedo
no preguntar. Necesito saber que está bien.
—Puedes hablar libremente en este espacio conmigo —dice el
Sr. Sterling. Se ve como un hombre normal, nada da miedo en él
mientras se sienta en la mesa frente a mí. Con su cabello oscuro, ojos
de colores extraños, nariz estrecha, boca regordeta y mandíbula
fuerte, sería mi tipo, bajo diferentes circunstancias.
Hay un rumor de que asesinó a una de sus amantes por hablar
ante él. Solo una de las muchas locuras susurradas sobre él por
~ 21 ~
miembros de la Familia lo suficientemente valientes como para hablar

de él. No sé si es cierto o no, pero prefiero no averiguarlo por las
malas.
Pregunto. —¿Jasper está bien? ¿Podré salir alguna vez de esta
habitación?
¿O estoy destinado a vivir y morir aquí, negándome el acceso a
mi hermano, como la mascota del Sr. Sterling?
—Eventualmente. No tengo ningún interés en mantener
prisioneros —empuja mi plato hacia mí.
—No sé si eso es reconfortante o aterrador —digo, mirando
hacia abajo. No estoy seguro de poder comer. ¿Se sentirá insultado si
me niego?
—Háblame de ti, Theodore.
Agarro mi tenedor y empujo los huevos en mi plato lejos de los
panqueques.
—No hay mucho que contar. Antes era mensajero —estaba feliz
ganando unos cuantos dólares y siendo parte de algo más grande que
yo. Realmente nunca he aspirado a subir de rango como Jasper—.
Tomo algunas clases en el colegio comunitario.
Mamá quería que tuviéramos algún tipo de título.
—¿Qué estás estudiando? —pregunta.
—Contabilidad —susurro, asustado de recordarle lo que hizo el
otro Henn. Manejar el dinero no es un trabajo que cualquiera
consigue. Es una posición poderosa en la familia y mi padre la
despilfarró.
—¿Alguna aspiración de seguir los pasos de tu padre? —su tono
cálido es repentinamente frío como el hielo. Un escalofrío recorre mi
columna vertebral. Niego con la cabeza.
No es ningún secreto, Jasper y yo odiamos a nuestro padre.
Cualquiera que conociera a Raymond sabía que solo buscaba sus
propios intereses. Al final, nuestra madre era igual. Ella nos vendió,
lo mismo que hizo él, aunque no había sido idea suya. —No quiero ser
como Raymond Henn.
~ 22 ~
—¿La contabilidad no fue tu primera opción? —cuando miro

hacia arriba, está comiendo sin preocuparse por el mundo. Miro mi
propia comida y se me revuelve el estómago.
No hay nada intrínsecamente malo en ello. Pero los huevos que
no puedo sacar tocan los panqueques y el tocino. La comida no debe
tocarse.
—Quería dedicarme al diseño gráfico, pero mamá pensó que
sería mejor aprender una habilidad que pudiera mejorar nuestra
posición en la Familia —siempre se trata de la Familia. En todo lo que
hacíamos, teníamos que poner a la Familia primero. A mis padres les
importaba más lo que pensara el señor Sterling que sus propios hijos.
Y, sin embargo, mi padre todavía lo traicionó.
—Siempre es por el bien de la Familia —el tono del Sr. Sterling
es oscuro, retorcido. Una sombra cae sobre su rostro.
Él lo sacude y sonríe. Su sonrisa es agradable pero… una
mentira, vacía, tal vez.
—Tu madre está muerta ahora. ¿Te gustaría cambiar de
especialidad?
—Quiero ser útil —quiero ver a mi hermano. Quiero escapar de
esta habitación.
—No te pregunté si querías ser útil, Theodore.
Trago alrededor del nudo en mi garganta. —Realmente no me
gusta la contabilidad. Los números no son lo mío. Y soy malo
ahorrando. Es gracioso que mis padres quisieran que yo aprendiera
sobre el dinero cuando tiene una forma de quemarse en mis bolsillos.
Preferiría haber estudiado diseño gráfico. Era bueno en el arte digital.
—En ese caso, deberías hablar con tu asesor cuando se reanuden
las clases. ¿Supongo que tu educación está siendo pagada por la
Familia?
Asiento. La Familia también pagará la universidad de Jasper.
Estoy por terminar este semestre. Se supone que el próximo será el
último. Si cambio de carrera, ¿volveré a empezar desde cero? ¿Está el
Sr. Sterling realmente dispuesto a pagar por dos años más?
—¿Hay algo que quisieras ser? —pregunto. Es justo que yo
también haga preguntas, ¿verdad? Además, dijo que podía hablar
~ 23 ~
libremente. Si voy a quedar atrapado aquí solo con él para hablar,

también podría llegar a conocerlo un poco.
—Había algo. Hace mucho tiempo —dice.
—¿Qué quería ser? —muerdo mi labio.
¿Se me permite hacer ese tipo de preguntas? ¿No se supone que
debo ser tan curioso?
— Aspiraba a ser maestro, antes de que me mostraran el error
de mi elección —dice.
Hay algo en su voz. Un dolor profundo. Y una sombra en sus
ojos.
¿Tuvo una infancia dura? Escuché que su padre no era mejor
padre que el mío. Peor en algunos aspectos, si hay que creer en los
rumores.
—Todo por la Familia —digo en voz baja.
~ 24 ~
TRES
ABADDON
Todo por la Familia.
Aprendí esa lección de la manera más dura, en el transcurso de
varias palizas que terminaron con la muerte de un niño inocente. En
muchos sentidos, cuando ese niño se desangró a mis pies, la luz se
atenuó en su mirada asustada, yo también morí. A partir de ese
momento, solo fui una cosa: un asesino. Todo lo que siempre había
querido ser ya no importaba.
A partir de ahí, me acostumbré a matar como pato al agua. Si
pude matar a ese chico, alguien a quien consideraba mi mejor amigo,
alguien a quien amaba, pensé que podría matar a cualquiera. Después
de haber cumplido mi tiempo en detención juvenil, me instalé en el
camino sangriento que camino hoy. Adelante es el único camino,
después de todo.
—Nunca dijiste si Jasper está bien —la voz de Theodore es
suave. Él mira hacia abajo a la comida que traje sin realmente
comerla.
—Me han dicho que lo está haciendo tan bien como se puede
esperar —le digo.
Cuando hablé con mi personal esta mañana, mencionaron que
Theodore tampoco había comido mucho ayer. Dadas las
circunstancias, puedo entender por qué. Está claro que ama a su
hermano. Jasper también lo ama, si el espectáculo que montó es una
indicación. El vínculo entre gemelos no se parece a ninguno que yo
conozca. Una conexión que supera a todas las demás. Por supuesto,
no siempre es suficiente, el amor compartido entre dos personas que
han estado juntas desde antes de nacer, para asegurar la
supervivencia, no en este mundo oscuro y sangriento. Todo vínculo
~ 25 ~
puede romperse en las circunstancias adecuadas. No tengo ningún

interés en romper este.
—Supongo que eso es bueno entonces —murmura Theodore,
empujando sus huevos alrededor de su plato.
—No te alejaré de él para siempre, Theodore. Te lo dije.
—¿Por qué nos separaste? —él pide. Sus ojos azules, tan
parecidos a los de su hermano pero también diferentes, buscan
respuestas en mi rostro—. ¿Para controlarnos? ¿Rompernos?
—Nada de eso.
Los separé para aprender sobre ellos como individuos.
Finalmente, corta su panqueque y le da un mordisco por el
medio.
—¿Es cierto entonces que tienes algo por los gemelos?
Se me escapa una risa casi silenciosa. De todas las cosas que
podría preguntar… —¿Estás preguntando sobre mi vida sexual?
—Yo… No quise decir eso —sus mejillas se ponen rojas. El color
se extiende por su garganta y debajo del cuello de su camisa—. No me
preguntaba ni nada. Solo, los rumores dicen que siempre… Lo siento,
señor Sterling —sus ojos se posan en el plato que tiene delante.
—Eres libre de hablar en este espacio conmigo, Theodore —le
recuerdo. Solo aprenderé sobre él y quién es si no tiene miedo y se
muerde la lengua. Supongo que también aprenderá sobre mí—.
Disfruto de la compañía de gemelos, pero no siempre de la manera
que sugieren los rumores. Aunque, en espíritu de honestidad, he
llevado hermanos a mi cama antes.
—¿Juntos? —su voz es un chillido de sorpresa.
—Sí —a los treinta y ocho, estoy lejos de ser virgen y no me
avergüenzo.
Los ojos de Theodore se agrandan. Se recuesta en su silla. —
Ellos… Oh… Bien.
Respondo a su pregunta no formulada. —A veces disfrutaban el
uno del otro.
~ 26 ~
Alcanza una rebanada de tocino y comienza a desmenuzarla en

pedazos más pequeños mientras mira fijamente su comida.
—¿Es eso algo que te gusta?
Podría exigirle que me mire, pero no lo haré. Esta conversación
obviamente lo hace sentir incómodo.
—Tiene cierto atractivo —hay algo intrínsecamente tabú en los
hermanos, especialmente los gemelos, que participan en un acto
sexual juntos. Pero también hay un amor profundo allí, en el acto.
—¿Esperas eso de Jasper y de mí? —Theodore pregunta, con la
voz quebrada.
—¿Esperar? —mi mirada se desplaza sobre él. Él es mi tipo:
delgado y bonito de una manera sencilla. Hay algo suave en él, algo
que lo diferencia de su gemelo, aunque se parecen. Cuando finalmente
levanta la vista, su cabello oscuro, del mismo tono que el de Jasper,
cae sobre su frente mientras sus brillantes ojos azules estudian los
míos. La luz en ellos es curiosa. Soy tan misterioso para él como él lo
es para mí—. No. Prefiero que mis compañeros de cama den su
consentimiento.
—Entonces, ¿por qué aceptaste la oferta de Jasper?
Me gusta que sea curioso. A pesar de que está nervioso, todavía
está tratando de entenderme. Averiguar qué planeo para él.
Me encojo de hombros. —Él lo propuso. Habría sido una
tontería rechazar a dos jóvenes capaces —incluso si no terminan en
mi cama. Aunque no me opongo a tener a uno o ambos allí por una
noche o dos—. ¿Preferirías haber muerto?
Sacude la cabeza, apartando el plato. —No. Quiero vivir.
Aunque… —alcanza su vaso de agua, girándolo sobre la mesa pero sin
levantarlo—. No creo que te hubiera pedido que mataras a nuestros
padres.
— ¿Te molesta que lo haya hecho?
—Si tuviera que elegir entre Jasper y nuestros padres, Jasper
ganaría —sus ojos se encuentran con los míos de nuevo—. Pero,
¿habrías aceptado el trato de nuestro padre si Jasper no hubiera
hablado?
~ 27 ~
—Lo dudo —no tengo ningún interés en los esclavos. Luchan

contra su lugar en el mundo. Espero que mis hombres se alineen sin
dudarlo—. La lealtad no significa nada a menos que se dé libremente.
Junta sus manos. —Así que nos habrías matado a los dos.
—Sí —es la verdad. Los habría matado tan fácilmente como lo
hice con sus padres, sin haberles concedido a ninguno de ellos un
segundo pensamiento, si Jasper no hubiera sido tan rápido en hablar
por sí mismo y por su hermano. Tal vez no hubiera estado de acuerdo
en absoluto si Jasper no hubiera pedido la muerte de sus padres.
Cuando pidió convertirse en… mío, en cierto modo, tanto él como su
hermano, voluntariamente a condición de que murieran sus padres,
vi la manera de matar a cuatro personas con dos balas.
— ¿Vamos a pagar por los pecados de nuestro padre? —pregunta
Theodore.
—No. Raymond está muerto. Estoy satisfecho con eso. No creo
que los pecados cometidos por el padre sean responsabilidad de los
hijos. No tengo necesidad de tomar un gramo de carne de ti o de
Jasper. Solo deseo saber si realmente serán leales.
—¿Puedo preguntarte algo más? —él pide. Asiento
bruscamente. Si contesto está por verse—. Me dijiste que probara mi
lealtad. ¿Cómo es la lealtad para ti?
¿Cómo es la lealtad para mí? Esa pregunta se puede responder
de muchas maneras.
Para Theodore, seré más honesto de lo que he sido en mucho
tiempo. —Familia —apoyo mis manos entrelazadas sobre la mesa y lo
miro—. No me refiero a esta Familia que he heredado. Hay muchos
hombres y mujeres a los que empleo y que sé muy bien que no son
leales. Comen en mi mesa porque allí comen bien y no por otra razón.
Si otra persona les ofrece un festín mejor, cambiarán de mesa
sin dudarlo un momento. Soy de la opinión de que cualquiera que
desee abandonar mi mesa es libre de hacerlo. Dependiendo de la parte
que desempeñaron en mi organización, cuánto tiempo cenan en otra
es… discutible.
~ 28 ~
CUATRO
JASPER
Estiro mi mano hasta que solo las puntas de mis dedos tocan la
pared antes de cerrarlos en un puño y golpear la superficie pálida y
prístina. Es opulento: toda la habitación está diseñada para la
comodidad y el disfrute, desde la suave cama tamaño king y el
edredón blanco hasta el baño completo de azulejos con ducha y agua
caliente sin fin, pero una habitación lujosa con una puerta cerrada
sigue siendo una prisión. Golpeo la pared de nuevo. El dolor es una
distracción momentánea de mis pensamientos acelerados.
¿Dónde está Theo? ¿Él está bien? Si el Sr. Sterling lo lastima…
—¿Preferirías un saco de boxeo?
Tropiezo hacia atrás. Aparte del hombre que me entregó la
comida ayer y el desayuno esta mañana, no he visto a otra persona
desde que me empujaron a esta habitación ridículamente enorme.
—Preferiría que me permitieran salir de esta habitación.
El Sr. Sterling coloca una bandeja con dos platos sobre la mesa
y se sienta.
—Lo harás —señala la silla frente a él—. Eventualmente —no es
como si tuviera elección, así que me siento y espero lo que sea que se
suponga que suceda a continuación. Empuja un plato hacia mí—.
Háblame de ti, Jasper.
¿Qué quiere saber? ¿Qué se puede decir?
¿Qué he hecho por la Familia? ¿Qué tengo que ofrecerle ahora?
¿Qué está buscando?
Odio las conversaciones como esta, siempre se sienten como
una prueba. Voy a fallar. No estudié.
~ 29 ~
—He estado trabajando con Dee durante casi tres años. Acabo
de graduarme con una licenciatura en justicia penal.
¿Qué otra cosa? ¿Algo personal? Algo que ayudará a la Familia.
Por supuesto que quiere algo para ayudar a la Familia. La Familia lo
es todo. Pero no tengo nada que ofrecer que no haya dado ya.
—¿Algún plan para continuar tu educación? ¿Aspiraciones de
usar tu título? —el Sr. Sterling pregunta mientras comienza a comer.
Alcanzo mi tenedor y apuñalo el brócoli. Hasta ahora, la comida
es increíble. Esto demuestra que no es diferente.
—Acabo de empezar a aplicar para la facultad de derecho —digo
después de tragar—. La Familia siempre puede usar abogados.
El Sr. Sterling se ríe suavemente. Es una risa agradable, cálida y
acogedora. Satanás probablemente se rio de la misma manera cuando
le ofreció a Eva su caída.
—Un buen abogado no tiene precio en mi experiencia. ¿Ser
abogado es algo que deseas o algo que estás haciendo por el bien de la
Familia?
Lo miro. ¿Hay una respuesta correcta? ¿Una equivocada? ¿O
simplemente quiere la verdad?
—No puedo decir que me apasione ni nada por el estilo.
Simplemente me imagino que cuanto mejor conozco la ley, más fácil
puedo salirme con la mía infringiéndola.
Cada vez que nuestros padres nos daban una regla, siempre era
yo quien la empujaba, tiraba y torcía para adaptarla a mi voluntad.
Están muertos ahora, pero aun así, antes de esto, no era el objetivo de
mi vida estar en línea solo porque Raymond Henn lo exigía.
—Inteligente. Puedo apreciar a una persona con ese tipo de
previsión.
Trago y miro hacia la puerta, luego hacia mi comida. Quiero
preguntar por Theo, pero no quiero parecer débil o tonto. No quiero
que sepa cuánto significa mi hermano para mí. Nunca le das a alguien
las llaves de tu perdición.
—Puedes hablar libremente en este espacio conmigo, Jasper.
~ 30 ~
—¿Theo está bien? —pregunto a pesar de mí mismo. Tengo que

saber si está herido, entonces… El Sr. Sterling puede irse a la mierda.
No le haré la vida fácil mientras todavía tenga aliento en mi cuerpo.
—Dudó en desayunar. Tampoco ha comido mucho de las otras
comidas provistas, pero por lo demás parece estar bien. Hablamos
antes —alcanza su vaso de agua.
Me siento en mi silla. —Él no comerá si la comida se toca entre
ella. Todo en su plato tiene que ser separado.
Ha sido así desde que éramos niños. Nuestra madre pensó que
lo dejaría con la edad, pero solo ha empeorado con los años.
—Gracias por decírmelo. Me aseguraré de que sus comidas se
preparen correctamente —dice el Sr. Sterling. Lo inspecciono. Él no
tiene que hacer eso. Podría obligar a Theo a morir de hambre o sufrir,
pero no lo hace. Quizás Theo esté bien. Mi hermano no es como yo.
Probablemente pidió un libro y está disfrutando del tiempo libre. Soy
yo el que se está volviendo loco, sintiéndome como un perro atrapado
en una jaula, esperando que mi amo vuelva a casa y abra el pestillo—.
Él también preguntó por ti.
—Por supuesto que lo hizo —murmuro, pasando mis dedos por
mi cabello.
—No tengo la intención de mantenerlos separados
indefinidamente —dice el Sr. Sterling. No debería creerle, pero lo
hago—. Hasta entonces, debes saber que lo están cuidando y tratando
con respeto.
—Entiendo —todavía es difícil. No hemos estado separados
mucho en nuestras vidas. Lo más largo que hemos estado separados
son los seis meses que pasé en un centro de detención juvenil. Me
atraparon guardando drogas para uno de mis amigos, otra vez.
—¿Alguna pregunta para mí, Jasper? —entrelaza los dedos y
pone las manos sobre la mesa. Toda su postura es abierta y accesible.
¿Es un truco? —Theodore tenía varias preguntas que hacerme.
Sonrío y niego con la cabeza. Por supuesto, Theo estuvo de
lengua floja y preguntó cualquier cosa que se le ocurriera.
—¿Cómo te gustaría usarme? —pregunto, finalmente.
Le vendí mi alma. Él me posee ahora.
~ 31 ~
¿Qué quiere con su esclavo recién adquirido?

Él tararea y se sienta. —Todavía tengo que decidir tu lugar en mi
familia.
Dijo mi lugar, no el nuestro. Pero Theo es mi hermano, mi
gemelo. Su lugar está a mi lado.
—¿Has decidido el lugar de Theo?
—No —la respuesta corta me revuelve el estómago.
—Con todos los rumores y arrojándome a esta lujosa sala de
culos, estaba bastante seguro de que iba a ser una especie de esclavo
sexual. Supongo que no eres tan raro. Los rumores dicen que lo eres,
pero tal vez no seas del tipo que obliga a alguien. Estoy seguro de que
podría soportarlo, pero Theo lloraría. Estoy feliz de que no tenga que
preocuparse por sufrir eso.
El Sr. Sterling se ríe. —Tal vez no. Aunque, si estás interesado…
—Dudo que sea tu tipo —respondo, disfruto de la compañía de
los hombres, pero los hombres como el Sr. Sterling normalmente
prefieren a Theo. Les gusta lo suave que es, lo amable y fácil de llevar.
Soy demasiado rápido para enfadarme, demasiado impetuoso, de
carácter fuerte. No voy a aceptar la mierda de nadie, ni siquiera en la
cama. Los hombres como el Sr. Sterling normalmente van por los
sauces llorones. Soy cualquier cosa menos eso.
—Yo no estaría tan seguro —dice el Sr. Sterling, sus ojos
vagando sobre mí.
Me propongo inspeccionarlo a él también. Es más alto que yo,
ancho de hombros y todo músculo. Incluso en el traje puedo decir que
está construido fuerte. Su cabello negro está cortado y peinado y sus
ojos parecen oro líquido. El Sr. Sterling probablemente esté
acostumbrado a conseguir a quien quiera y no solo por su poder o su
dinero. Él es… atractivo, de una manera clásica.
—Tal vez —me encojo de hombros y vuelvo a mi almuerzo. En
realidad no puedo decir cuál es su tipo, no lo conozco Pero me
pregunto qué tipo de hombre es realmente. ¿Qué tan malo puede ser?
Él nos perdonó, después de todo. Y él no está siendo desagradable,
incluso si mantenernos separados es extremo.
~ 32 ~
—Nunca me dijiste si preferirías un saco de boxeo. Por supuesto,

le he dado acceso a Theodore a mi biblioteca. ¿Tal vez disfrutarías del
gimnasio? —pregunta el Sr. Sterling.
¿Es esta otra prueba? ¿Me importa si paso o suspendo?
—Sí —digo. Porque si puedo salir de esta habitación, aunque sea
por un momento, lo haré.
~ 33 ~
CINCO
ABADDON
Jasper no maneja bien el aburrimiento. Tenemos eso en común.
El aburrimiento a menudo conduce a problemas, en mi caso. ¿Es lo
mismo para él? Quizá sea mejor no averiguarlo.
—¿Dijiste que puedo preguntarte cualquier cosa? —Jasper
aparta su plato. Comió más que su hermano pero aún menos de lo que
me gustaría. Ya me han informado que no come ni duerme bien.
Theodore, al menos, durmió anoche. Tal vez comerá cuando le sirvan
la comida de una manera que no le moleste.
—Sí.
—¿De verdad mataste a más de la mitad de tus amantes? —
examina mi rostro, de la misma manera que lo hizo Theodore.
Mis labios se contraen, pero me trago la sonrisa. Los rumores se
están volviendo extravagantes: he matado a más de la mitad de mis
amantes, me he follado sus cadáveres y los he devuelto a sus familias,
ese tipo de cosas, pero disfruto oyéndolos de vez en cuando, es
divertido. Mi favorito es el más reciente: una vez alimenté a alguien
con sus propios hijos. No es cierto, pero ¿por qué admitiría eso? No
gano nada diciendo la verdad.
—¿Me creerías si dijera que no?
Se encoge de hombros, jugando con su piercing en el labio. —
Sería bastante tonto de tu parte matar gente de manera tan
indiscriminada.
—En eso estamos de acuerdo —cruzo un tobillo sobre el otro y
me siento. No tengo reparos en matar. Nunca me ha molestado, no
después de ese primer asesinato, mancharme las manos de sangre.
Aun así, solo mato cuando es necesario, cuando promueve mi
propósito o corrige un error cometido por otra persona.
~ 34 ~
—Por otro lado, los hombres han matado más por menos —los
ojos de Jasper son más duros que los de su hermano. Es más
cauteloso, confía menos en mí y en esta situación, a pesar de que está
aquí por su propia voluntad.
—Ellos lo hacen —la gente, según mi experiencia, no necesita
una razón para matar. A algunos les gusta justificarse a sí mismos y
sus acciones, pero la verdad es que si vas a asesinar a alguien, lo vas a
hacer.
Jasper arrastra sus dientes sobre su labio inferior. —Entonces,
¿qué pasa con el fetiche por los gemelos?
—Tendrás que ser más específico. Aparentemente tengo
algunos —respondo. ¿Por qué esta línea de cuestionamiento? Podría
preguntarme cualquier cosa y quiere hablar sobre mi vida sexual.
Theodore preguntó lo mismo. ¿Les preocupa que tenga planes de
forzarlos a meterse en mi cama?
—Dicen que solo follas con gemelos —dice Jasper— y solo lo
haces con ellos estando juntos —se encoge de hombros, sus ojos
vagando sobre mí como si pudiera sacar la respuesta de mi alma—. Al
menos eso es lo que solía decir Raymond. Solía decir que tenía un as
en la manga desde que tuvo gemelos.
—Raymond era bueno con los números. No tenía mucho más a
su favor —aunque para ser justos, si fuera mejor con los números,
habría podido ocultar lo que estaba haciendo durante mucho más
tiempo del que lo hizo. Solo me llevó un poco más de seis meses darme
cuenta de que me estaban robando. Me tomó treinta segundos darme
cuenta de quién lo estaba haciendo y de que moriría antes del final de
la semana.
—No voy a discutir con eso —dice Jasper, tirando del piercing
en su labio de nuevo, solo que esta vez con sus dedos— pero no
respondiste a mi pregunta.
Sonrío. Es como un perro con un hueso. —He invitado a varios
hermanos a mi habitación, pero no es un requisito.
Parece exhalar; sus manos caen en su regazo. —Te he hecho
algunas preguntas, así que es justo que me hagas las tuyas.
Preguntas para Jasper. ¿Qué quiero saber de este joven? Todo.
Quiero saber todo sobre él y su hermano.
~ 35 ~
Hay algo que me he preguntado muchas veces a lo largo de los

años mientras me relacionaba con diferentes pares de gemelos. Nunca
he preguntado antes; no era apropiado para la situación. Pero Jasper
me ha dado permiso.
—¿Matarías a tu hermano para salvar tu propia vida?
—Me suicidaría antes de matar a Theo —hay una sombría
determinación en su voz.
—¿Incluso sabiendo que podría no sobrevivir sin ti?
—Sobreviviría mejor sin mí que yo sin él —dice Jasper,
apretando la mandíbula. Sus ojos caen a su regazo. Sacude la cabeza
y mira hacia arriba—. Incluso con nuestros padres haciendo todo lo
posible para que ambos seamos… retorcidos como ellos, fracasaron
con él. Es una buena persona.
Una buena persona. Un alma blanda. Es exactamente por eso
que este mundo no es para él, pero él está aquí, en medio de las cosas
con nosotros y en cierto punto no hay escapatoria. Tendrá que
aprender a sobrevivir, de una forma u otra, con o sin su hermano. No
será fácil. Nada en esta vida es fácil.
—Si me estás pidiendo que lo mate, me dispararé a mí mismo
un millón de veces, sin pensarlo —continúa Jasper, perdido en sus
propios pensamientos mientras lo escucho—. Si me estás diciendo
que tendría que verlo morir, me uniría a él poco después. Vinimos a
este mundo juntos. Lo dejaremos igual.
—Amable de tu parte —digo. Es cruel, en muchos sentidos.
Abandonar a su hermano para que intente sobrevivir sin él, si le dan
a elegir y al mismo tiempo es despreciarse asimismo aceptando que
sin su hermano no sobreviviría. Yo mismo tomé una decisión
diferente. Al final, fue una misericordia para el primer chico que maté.
Era mejor para él morir como era, puro e íntegro, que convertirse en
lo que soy ahora.
—No precisamente —Jasper se encoge de hombros—.
Probablemente solo soy egoísta. Pero amo a mi hermano, Sr. Sterling.
Puedo ver el amor que siente por Theodore en su rostro, lo
escucho en su voz. Su hermano lo es todo para él. No sobrevivirá en
un mundo sin él.
—No pretendo dañar a Theodore, ni a ti —le aseguro.
~ 36 ~
—Supongo —la incertidumbre hace eco en su voz—.

Honestamente, estaba nervioso por eso. La forma en que nos
separaste. —Hace una pausa y encuentra mi mirada—. Iba a
preguntarle si esto es un castigo enfermizo o si los rumores de que
necesita ver sangre para correrse son ciertos, entonces toma la mía y
déjalo en paz. Estoy feliz de que no será necesario. Quiero decir, no
soy masoquista —se encoge de hombros y tira de su piercing en el
labio mientras mira hacia abajo.
—Pero amas a Theodore. Lo entiendo mejor de lo que crees,
Jasper. Entiendo la voluntad de sangrar por alguien a quien amas, la
voluntad de sufrir por ellos. Y cómo se siente cuando incluso eso no
es suficiente.
—Entonces, ¿cuál es el objetivo final? —pregunta, cruzando los
brazos sobre el pecho. Él me mira—. Después de que nos dejes salir,
¿qué haces con nosotros? ¿Theo vuelve a ser mensajero y yo vuelvo a
hacer lo mío? ¿O hay algo más que quieras?
—Aún no he decidido tu propósito —¿dónde encajan en mi
familia los hijos de un hombre al que maté? ¿Realmente tienen un
lugar aquí, o solo estoy prolongando lo inevitable? —Si pudieras
elegir, ¿qué querrías para ti?
—No lo sé —admite después de un momento—. Creo que la
mayoría de la gente diría una salida, pero la Familia es todo lo que
conozco, sin mencionar que la muerte es la única forma de salir de
este mundo en el que ambos hemos nacido. Realmente no soy nadie,
pero aun así trabajé duro para llegar a donde estoy. Pensé en subir de
rango, al principio solo para fastidiar a mi padre, pero también porque
hay poder y protección en la cima. Busqué eso, para mí y para Theo,
pero ahora que he vendido mi alma, mi destino está en tus manos.
Hacer con él lo que me plazca.
La única pregunta que queda es… ¿qué deseo hacer con él?
~ 37 ~
SEIS
THEODORE
Cuando el hombre que me trajo el almuerzo me pide que lo siga,
lo hago. La casa es enorme; Me asomo a cada habitación por la que
pasamos hasta que llegamos a un comedor. Se abre otra puerta y
Jasper irrumpe. Corro hacia adelante al mismo tiempo que él,
cayendo en sus brazos mientras me abraza contra su pecho con una
exhalación tranquila.
—Estás bien —digo, tanto por él como por mí. Me aprieta
alrededor de la cintura y aprieto mis brazos alrededor de su cuello—.
Estaba bastante seguro de que tu boca haría que te mataran o al
menos te golpearan.
—Oye —protesta, tirando hacia atrás—. No soy tan malo —lo
miro. Ambos sabemos la verdad. Él es muy malo—. Está bien, pero no
tenía a nadie con quien hablar una mierda —me río. Estar en sus
brazos es como volver a casa. Lo extrañaba, a pesar de que no
estuvimos separados por mucho tiempo—. No has estado llorando
todo el tiempo, ¿verdad?
—No —niego con la cabeza pero mis ojos se nublan —. Estaba
un poco asustado. Por no saber lo que sucedía —pero después de
hablar con el Sr. Sterling esta mañana me sentí mejor. No parece un
mal tipo—. ¿Cómo estás? —doy un paso atrás pero agarro la mano de
Jasper. Hace una mueca y yo frunzo el ceño, mirando hacia abajo. Sus
nudillos están magullados. ¿Ha estado peleando después de todo?
—Estaba aburrido —dice, apartando la mano y metiéndola en el
bolsillo.
Me inclino y presiono mi frente contra la suya. —No hagas nada
tonto.
Esto es algo más a lo que debemos sobrevivir: otra etapa de
nuestras vidas que superar juntos.
~ 38 ~
—Theodore. Jasper —el Sr. Sterling entra en la habitación por la

misma puerta que Jasper y nos separamos. Alcanzo la mano de Jasper
de nuevo y sus dedos se entrelazan con los míos. Aprieto. Tenerlo
conmigo es un consuelo. Siempre me siento mejor con Jasper cerca.
Nos paramos hombro con hombro mientras el Sr. Sterling nos mira a
los dos. Supongo que ha tenido tiempo de disipar sus temores—. Por
favor siéntensen —señala la mesa. Hacemos lo que él pide; se sienta a
la cabeza.
Los miembros de su personal entran en la sala y colocan los
platos frente a todos nosotros. Miro hacia abajo. Nada de mi comida
está en contacto. El pollo se separa de las verduras y el puré de papas.
Yo sonrío. No le dije que odio cuando mi comida se toca. Debe haberle
hablado con Jasper de la misma manera que habló conmigo.
¿Es esta su manera de intentar construir la familia de la que
habló?
¿Mi hermano y yo estamos destinados a ser eso para él?
Corté mi pollo.
—¿Cómo estuvo su día? —no lo he visto desde esta mañana; es
de buena educación preguntar. ¿Alguien le pregunta cómo estuvo su
día? ¿Tiene a alguien con quien hablar sobre las cosas que le
preocupan?
—Ocupado —dice, ofreciéndome una sonrisa amable. Le
devuelvo la sonrisa mientras él y Jasper comienzan a comer también.
Un momento de silencio pasa mientras me lleno la boca. Me muero
de hambre, esta es la primera vez en casi dos días que realmente he
comido—. He enviado a alguien a recoger sus cosas de la casa de su
familia —dice el Sr. Sterling. Miro hacia arriba—. Deberían llegar
mañana.
—¿Quieres decir que alguien revisó nuestras habitaciones? —
pregunta Jasper. Mis mejillas arden. Espero que ese no sea el caso.
Tengo… cosas que preferiría que nadie más viera; Sé que Jasper
igualmente las tiene.
—Sí —dice el Sr. Sterling. Meto la barbilla contra mi pecho—. No
con la intención de ser invasivo.
La intención apenas importa. Sin embargo, ahora es demasiado
tarde. Quienquiera que haya enviado va a ver lo que he escondido. No
~ 39 ~
tiene sentido luchar contra nada de esto. Las cosas serán más fáciles,
mejores, si acepto que, por ahora, así es la vida.
—En ese caso, no tienes que preocuparte por tu colección de
consoladores y tu reserva de pornografía —susurro, bromeando con
Jasper.
—Cállate —sisea, plantando su codo en mi caja torácica—. Nadie
guarda pornografía.
Me río y dejo que mis hombros se relajen. Si no me relajo, Jasper
nunca se relajará. El estrés lo hará estallar como un cohete de botella
y quién sabe qué sucederá entonces. Depende de mí desactivarlo así…
todo va a estar bien. Tiene que estarlo.
Alcanzo mi agua.
—¿Se nos permiten nuestros teléfonos? ¿Ordenadores
portátiles?
—No por el momento —dice el Sr. Sterling—. Pronto, tal vez.
—Tendrás que usar tu imaginación —dice Jasper.
Pongo los ojos en blanco. Por supuesto. Sabía que iba a tratar de
vengarse por la broma porno. Es una buena señal, una indicación de
que se está relajando, al menos.
—Estamos cenando, Jasper —uso el tono de nuestra madre, el
que usa cuando uno de nosotros está haciendo algo que no cree que
sea apropiado. Entonces frunzo el ceño. No estoy triste porque papá
se haya ido, pero extraño a mamá, aunque sea un poco.
No todos los recuerdos que tengo de ella son malos. Nunca
estaba en casa, no realmente, pero cuando lo estaba era una buena
madre, en su mayor parte. Creo que, incluso si ella no estaba de
acuerdo con la vida que le había dado Raymond y a nosotros, por
defecto, la aceptó y solo quería asegurarse de que sus hijos
sobrevivieran. Hasta el final, de todos modos.
El Sr. Sterling nos está mirando, una expresión en su rostro que
no puedo leer. Muerdo mi labio, mirando hacia abajo. Tal vez estoy
siendo descuidado, menos cauteloso de lo que debería ser, pero
siempre me siento seguro, como si pudiera ser más yo mismo, con
Jasper a mi lado. Es natural bromear y bromear con él.
~ 40 ~
—Pueden hablar libremente aquí en este espacio conmigo —dice

el Sr. Sterling, nuevamente.
Lo miro a él, luego a Jasper. Si se aplican las mismas reglas aquí
que cuando estamos en mi habitación, supongo que está bien
molestar a mi hermano y simplemente… existir. Pero, ¿qué tipo de
tema vamos a disfrutar todos? Todavía no sé mucho sobre el Sr.
Sterling, pero cada vez que tenía una pregunta antes, él respondía.
—¿Le preguntaste sobre el twincest? —le pregunto a Jasper. Sus
ojos se agrandan y se fijan en el Sr. Sterling. Puedo decir por su
expresión que él también preguntó—. Dijo que mira a veces.
—Wow —Jasper levanta las manos—. ¿Qué tipo de temas
estabas abordando?
Miro entre el Sr. Sterling y mi hermano. Tal vez me equivoque y
no hablaron de eso después de todo. Hablamos de muchas cosas esta
mañana: algunos de los ridículos rumores sobre él, cómo se ve la
lealtad para los dos, mis esperanzas, sueños, escuela, tal vez cambiar
mi carrera. Incluso me dio acceso a su biblioteca cuando le dije cuánto
disfruto leyendo.
—Me preguntaba… —miro al Sr. Sterling, dejando el otro tema
por ahora—. ¿De verdad le diste de comer a sus hijos a sus propios
padres?
Sacude la cabeza, luchando contra una sonrisa. —Aun no. Es
una idea interesante.
Me atraganto y niego con la cabeza. Jasper se ríe.
—No lo sé —comienza y me quejo porque, si soy honesto, Jasper
tiene algunos pensamientos oscuros, aterradores y jodidos a veces.
Sin duda, este está a punto de ser uno de ellos—. Creo que sería más
interesante cortar pedazos de los padres y hacer que ellos mismos se
los sirvan a sus hijos.
—Estoy tratando de comer —me quejo, mirando a mi pollo. Es
pollo, ¿verdad?
Jasper se encoge de hombros, tomando un bocado de su
comida.
—Dejemos que Theodore coma en paz —dice el Sr. Sterling—.
Podemos continuar esta conversación durante el desayuno mañana.
~ 41 ~
—Señor Sterling —hago una pausa y me muerdo el labio—. ¿Le

gusta que lo llamen Sr. Sterling?
—Puedes llamarme Abaddon —Sonrió para mí mismo.
—Eso sigue siendo muy largo. Abby para abreviar —dice Jasper
y niego con la cabeza.
¿No es ir demasiado lejos? No podemos simplemente darle un
apodo.
—Hace mucho tiempo que no me llaman Abby.
Cuando lo miro, por apenas un segundo, hay una expresión en
su rostro que no puedo leer.
—¿Le gustaría? —pregunto, mi mano se aprieta alrededor de mi
tenedor.
—Sí —nos sonríe y yo me relajo—. Creo que me gustaría.
—Ves —dice Jasper. Le saco la lengua—. Abby, Jasper y Theo.
Ahora todos tenemos nombres cortos y fáciles.
—¿Satisfecho contigo mismo, Jasper? —Abaddon pregunta, con
diversión en su voz.
—Un poco.
Pongo los ojos en blanco. —Deberías haberlo rechazado. Ahora
está lleno de su ego —murmuro; Jasper me patea debajo de la mesa.
Lo miro y lo pateo hacia atrás. Siempre está siendo un matón.
—En comparación con estar lleno de tus padres, supongo que es
una mejora —dice Abaddon antes de cortar su pollo.
—Asco —¿Cómo voy a comer si seguimos volviendo a este tema?
Jaspe se ríe. —La carne aún podría ser buena.
Me tapo los oídos. —Detente.
Abaddon se ríe y tose en su mano; parece estar divirtiéndose. Yo
sonrío. Tal vez en realidad no es tan malo, mientras nos mantengamos
en su lado bueno. Y, sinceramente, estoy disfrutando esto: hablar y
tontear en la mesa. Aun así, no estoy seguro de querer pensar en
comerme a mis padres. Sin embargo, ¿cómo sabe alguien que no se
está comiendo a la gente cada vez que sale a comer? Miro a Jasper.
~ 42 ~
Está comiendo su cena, sin preocuparse de que puedan ser mamá y

papá en su tenedor.
—Tu comida ni siquiera se toca, así que deja de estresarte y
come —ordena.
—Solo estaba pensando…. ¿y si es mamá o papá?
Jasper mira la comida en su plato y toma otro bocado.
—Nunca lo sabrás —nos dice Abaddon. Mi estómago se
revuelve.
Jasper mete otro tenedor en su boca. —Mmm.
—Eres tan asqueroso —murmuro, pero empiezo a comer de
nuevo. Mi comida no se toca y las probabilidades de que nos esté
dando de comer a nuestros padres son escasas. No imposible, pero lo
suficientemente escasa como para arriesgarse en la cena.
~ 43 ~
SIETE
ABADDON
Ambos terminan de cenar, pasando todo el tiempo riéndose y
bromeando el uno con el otro. Claramente, se aman mucho. Son muy
cercanos.
Qué tan cercanos, me pregunto.
Hasta ahora, no he visto nada que indique que son el tipo de
gemelos que comparten una cama, compartan sus cuerpos, pero no
siempre es fácil saberlo. La sociedad considera tabú amar a tu propia
carne y sangre de esa manera. Si son amantes, solo podrán actuar
como hermanos en compañía educada. El juicio sería rápido y
condenatorio si la sociedad en general se enterara. Pero no los juzgaré
y tampoco me opongo a disfrutar de su compañía.
—Si a ustedes dos les gustaría estirar las piernas fuera de la casa,
tengo un jardín en los terrenos —han estado atrapados en sus
habitaciones con un contacto mínimo: el aire fresco y la compañía les
harán bien. Además, parecen más felices, más relajados, en presencia
del otro. No quiero separarlos todavía.
—Seguro —Jasper se pone de pie, empujando su silla contra la
mesa—. Siento que he estado encerrado por siempre.
—Han pasado menos de dos días —comenta Theodore, pero
también se pone de pie. No es tan inquieto como su hermano. Quizás
solo su mente necesita estar ocupada para que esté contento. Mi
biblioteca tiene libros más que suficientes para mantenerlo ocupado.
Pero a mí también me gustaría dar un paseo.
Poniéndome de pie, empujo mi silla, dejando nuestros platos
vacíos para que sean levantados por mi personal. Les pago bien para
que cuiden mi casa y sean discretos cuando sea necesario, aunque
ellos solo tienen una pequeña medida de mi confianza. La confianza
es difícil para mí, por lo que mi personal solo tiene acceso a las áreas
~ 44 ~
de estar principales y las habitaciones de huéspedes. Mi dormitorio y

mi oficina están fuera de los límites y nunca están abiertos cuando no
los estoy usando.
Los dirijo hacia la parte trasera de la casa. —Por aquí.
—Puedo ver el jardín desde mi habitación, ¿verdad? —pregunta
Theodore.
Miro por encima del hombro. Está agarrando la mano de
Jasper, caminando para que sus hombros se presionen juntos. —Así
es. La habitación de Jasper da al huerto.
—¿De qué tipo? —pregunta Jasper.
—Naranjas —le digo—. Vendemos a algunos de los mercados
locales. Desde finales de noviembre hasta finales de abril, abro el
huerto al público.
—Puedo… —Theodore se apaga y me detengo a esperar. Se
muerde el labio inferior—. Tal vez pueda verlo en algún momento, ¿el
huerto?
—Por supuesto —abro la puerta trasera y todos salimos al patio.
A menudo tomo mi desayuno aquí, mientras me preparo para el día.
Hay una mesa y sillas cómodas. A veces, cuando hace buen tiempo
como esta noche, me siento aquí y leo. También tengo una piscina
modesta, climatizada para poder usarla durante los meses más fríos,
aunque nunca hace mucho frío.
Luego, mi parte favorita. El jardín. Ocupa la mayor parte del
espacio. Caminos de piedra se abren camino a través de las camas. En
la primavera hay una gran cantidad de mariposas, abejorros y otros
animales salvajes variados. Con el verano casi terminado, la mayoría
de las plantas ya no están en plena floración, pero el jardín sigue
siendo exuberante. Todavía encantador. El aroma de las flores que
quedan perfuma el aire.
Jasper y Theodore miran alrededor del espacio, una sonrisa
tirando de sus labios.
—Gente rica, hombre —Jasper niega con la cabeza. Me trago una
risa—. Tienes una piscina.
~ 45 ~
—Es tan bonito aquí —murmura Theodore, moviéndose hacia el

jardín. Sus dedos se arrastran sobre una rosa blanca antes de tomarla
en su palma.
—¿Alguien necesita todo esto? —pregunta Jasper, siguiendo a
su hermano.
—Dudo que sea por necesidad —dice Theodore, adentrándose
más en el jardín, deteniéndose de vez en cuando para examinar una
de las plantas que todavía están floreciendo.
No me sentiré mal por mi riqueza, o la forma en que la he
adquirido, pero tiene razón. No se trata de necesidad.
—Si desean acceder al jardín o a la piscina, se pueden hacer los
arreglos necesarios —les digo a la pareja mientras los sigo por los
caminos serpenteantes.
—¿De verdad? —Theodore hace una pausa para mirarme con
una sonrisa esperanzada. Sus ojos azules brillan como neón en la luz
que ilumina el jardín. Bajo el cálido resplandor, se ve etéreo.
—¿Cuál es el truco —siempre desconfiado, Jasper cruza los
brazos sobre el pecho.
—No se le permitirá el acceso al mismo tiempo —hasta que
demuestren su valía, no se puede confiar en que estén solos juntos.
Supongo que eso puede considerarse un truco, aunque como no estoy
pidiendo nada a cambio de darles rienda suelta a ciertas áreas de mi
casa, ¿realmente puede ser así?
—Eso significa que tenemos que volver a nuestras propias
habitaciones —Theodore agarra la mano de Jasper mientras frunce el
ceño.
—Por ahora.
—Está bien —está de acuerdo Jasper, dándole un apretón a la
mano de Theodore.
Theodore mira a Jasper con los ojos muy abiertos y el ceño
fruncido. —¿Estás de acuerdo con eso?
—No —responde, sacudiendo la cabeza mientras mira a su
hermano. Claramente no está contento con la separación, pero no
protesta. Tal vez sabe que hacerlo no terminaría bien. Sin mencionar
que él es quien me vendió sus almas. Son míos para hacer lo que me
~ 46 ~
plazca, ahora. No tengo que permitirles el acceso entre sí en

absoluto—. Pero nos dejó salir y pudimos vernos, así que está claro
que hay algo lógico en esta locura.
—Supongo —suspira Theodore, con los hombros caídos—. Solo
quiero quedarme a tu lado.
—Lo sé. Yo también —Jasper deja caer la mano de Theodore y
envuelve sus brazos alrededor de él. Theodore se mimetiza en Jasper
sin dudarlo un momento, enterrando su cabeza en el cuello de su
hermano y agarrando su camisa. Es un momento privado. Debería
apartar la mirada, pero no lo hago. No puedo.
— No los mantendré separados así indefinidamente —les digo
de nuevo.
—Bueno —dicen ambos, luego se miran y se ríen.
Mi corazón se siente como si alguien hubiera envuelto un puño
alrededor de él y lo apretara. Por un momento, es difícil respirar. Me
sacudo el sentimiento. —Terminemos nuestro paseo. Todavía no los
enviaré de vuelta a sus cajas.
No hay prisa. La noche aún es joven.
~ 47 ~
OCHO
JASPER
El sol ha desaparecido pero no estoy listo para entrar, volver a
esa habitación, separado de mi hermano nuevamente por quién sabe
cuánto tiempo esta vez. Estar encerrado, alejado de Theo, me va a
volver loco. Siempre he sido del tipo de persona que “regresa a casa
después del anochecer, cena y vuelve a escapar”.
—¿Puedo meterme en la piscina? —pregunto.
No estamos haciendo nada, solo sentados, disfrutando del calor
del verano que se desvanece.
—Debería haber algunos bañadores en la casa de la piscina que
te queden bien.
—No. No los necesito —me quito la camisa y me quito los
pantalones, me subo los calzoncillos, me ajusto y salto a la piscina. El
agua no es tan fría como pensé que estaría cuando me hundo hasta el
fondo. Contengo la respiración tanto como puedo antes de salir a
tomar aire.
—¿Te gustaría nadar, Theodore? —Abaddon le pregunta a Theo
mientras resurjo.
Theo se levanta para desvestirse. —¿Te unes a nosotros?
—Tal vez la próxima vez —dice Abaddon, sus ojos se deleitan
con Theo hasta que mi hermano salta al agua. Su mirada se desliza
hacia mí y una sonrisa tira de sus labios.
¿Él me miraba de esa manera? ¿Qué juego está jugando?
Supongo que si fuera un hombre fácil de leer, no sería el jefe. Pero
maldita sea, no puedo decir que un solo pensamiento pase por su
cabeza y eso me hace desconfiar por mi hermano, por mí mismo.
Siento como si estuviéramos jugando un juego que nadie nos explicó.
¿Cómo podemos ganar si no conocemos las reglas?
~ 48 ~
Theo golpea contra mi espalda, enviando el agua sobre mis

hombros y alrededor de mi pecho.
—¡Buuu! —se ríe y tira de uno de mis piercings en el pezón.
El placer chisporrotea por mi columna y jadeo, volviéndome
para salpicarlo.
—Detente —ahora no es el momento para que juegue.
—¿Qué? —su voz es inocente, pero sabe lo que hace. Lo miro. Él
sonríe y mira a Abaddon—. El agua se siente genial —le dice. Asiento
con la cabeza—. Gracias por dejarnos nadar. ¿Estás seguro de que no
quieres entrar?
—Estoy contento de disfrutar de la vista —Abaddon se sienta en
el borde de la piscina y se arremanga los pantalones.
—Nunca saldría si tuviera una piscina —normalmente, si quiero
nadar, tengo que irrumpir en la piscina pública fuera de horario. Esto
es… lindo. El cielo nocturno está despejado, la luna alta sobre
nosotros. Es casi como si hubiéramos sido transportados a la vida de
diferentes personas.
—Tienes una a tu disposición ahora —dice Abaddon. Miro en su
dirección. Nos está mirando flotar, una sonrisa en su rostro que me
doy cuenta demasiado tarde es cualquier cosa menos inocente. Antes
de que pueda asentar mis pies y darme la vuelta, Theo está haciendo
el mismo truco que antes.
Gimo y abofeteo su mano. ¿Qué está tratando de hacer? —Sabes
que son sensibles.
Se ríe y se encoge de hombros. Niego con la cabeza. Siempre ha
disfrutado burlarse de mí y ahora mismo lo está haciendo,
literalmente. Pero también sé cómo burlarme de él y dado que él
comenzó… Grita cuando lo agarro por la cintura y hundo mis dientes
en la unión entre su cuello y su hombro.
—¡Jasper! —se derrite como mantequilla en mis brazos
mientras gime; Sonrío y lamo el agua de la piscina de su carne
caliente. Debería haberlo sabido: si él iba a empezar algo yo lo iba a
terminar—. No estás jugando limpio.
~ 49 ~
—¿Qué es jugar limpio? —pregunto, mordiendo su hombro de

nuevo. Él gime y se presiona contra mi pecho. Su polla está dura
contra mi muslo y la aprieto antes de…—. Mierda.
Siempre es fácil olvidar el resto del mundo cuando estoy con
Theo, pero no estamos solos aquí. Abaddon está encaramado en el
borde de la piscina, observando. Libero a mi hermano y espero que
Abaddon no pueda vernos. Theo se está mordiendo el labio inferior
cuando su mano encuentra la mía bajo el agua. Entrelazo mis dedos
con los suyos.
Al principio, ninguno de nosotros se dio cuenta de que la forma
en que nos tocamos no es como se tocan otros hermanos. No fue hasta
que nuestros padres nos atraparan masturbándonos una noche y nos
dieron una paliza de amor, que nos dimos cuenta de que éramos…
diferentes. Saber que nuestros padres y el mundo en general, piensan
que la forma en que amamos está mal nunca nos ha detenido
realmente. Solo hemos tenido que tener cuidado. Toda nuestra vida
hemos mantenido una distancia respetable en público. Y en casa,
delante de nuestros padres.
Personalmente, no creo que importe. ¿Y qué si, a lo largo de los
años, hemos cruzado la línea, hecho cosas por las que otras personas
nos crucificarían, por las que nuestros propios padres nos juzgaron?
No es como si estuviéramos lastimando a alguien.
—No se detengan por mí —dice Abaddon, apoyando los codos
en las rodillas y la barbilla en las manos mientras nos inspecciona—.
Descubrirán que no soy muy crítico.
—Te lo dije —susurra Theo—. Dijo que le gusta mirar.
—¿Así que decidiste darle un espectáculo? —susurro de vuelta.
Theo se gira hacia mí, presionando su cuerpo contra mi costado.
—Nunca he necesitado una razón para querer estar cerca de ti.
—Estás tan lleno de mierda —murmuro. Se ríe y tira hasta que
estamos juntos desde la clavícula hasta la cadera de nuevo. Es un
hecho triste que él pueda convencerme dulcemente de casi cualquier
cosa, incluso de esto.
—Pero me amas —envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y
presiona su frente contra la mía—. Y te extrañé anoche —sus dedos
~ 50 ~
bailan sobre los pájaros gemelos tatuados en mi cuello y cierro los

ojos, inclinándome hacia él.
—Yo también te extrañé —digo. Siempre es difícil dormir sin él
a mi lado. Y si solo tenemos que estar juntos ahora antes de que nos
separemos de nuevo, quiero aprovechar y disfrutar cada segundo que
tengo con mi hermano.
—Lo sé —su mano se arrastra por mi pecho. Sus dedos bailan
alrededor de mi pezón.
Me trago un gemido cuando mi mirada se desplaza hacia
Abaddon.
¿A cuántos otros hermanos ha visto así? ¿Eran como Theo y yo
antes de conocerlo, o lo hicieron para ganar su favor?
—¿Me vas a besar? —Theo me susurra al oído y giro la cabeza,
capturando su boca. Sus labios se separan y deslizo mi lengua en su
boca. Gimo mientras envuelvo mis brazos alrededor de él y lo arrastro
aún más cerca. El calor se acumula en la parte baja de mi abdomen
cuando tira del piercing de mi pezón. Como siempre, su lengua
encuentra una manera de provocar el metal a través de la mía. Su
polla está tan dura como la mía mientras nos mecemos juntos.
Mis pulmones arden y jadeo por aire, como él, cuando
retrocedemos. Presiona su frente contra la mía y cierro los ojos. Estos
momentos con mi hermano significan el mundo para mí. No creo que
eso cambie nunca.
Capturo su boca de nuevo durante medio segundo antes de
pasar mi lengua por su mandíbula. Él gime y echa la cabeza hacia
atrás. Hundo mis dientes en su cuello.
—Jasper.
Abaddon quiere un espectáculo.
Theo quiere jugar.
Si el infierno existe podemos quemarnos todos juntos.
Tirando de Theo, me muevo detrás de él, levantando mis ojos
hacia Abaddon. Su expresión es hambrienta. Meto las manos en los
calzoncillos de Theo; grita cuando estimulo su polla con mi puño y lo
libero de la tela. El agua de la piscina es clara. Abaddon tiene la vista
perfecta.
~ 51 ~
Acaricio a Theo desde la raíz hasta la punta.

—Jasper —gime Theo; el sonido de mi nombre en sus labios
hace que mi ya dura polla se fuerce contra mis calzoncillos. Lamo el
sabor a cloro de su piel—. Iba a burlarme de ti.
Me burlo. —¿Cómo funcionó eso para ti?
Por supuesto, supe lo que estaba planeando tan pronto como
comenzó a tocarme. Fracasó.
—Acosador —se ahoga. Provoco la cabeza de su polla de la
manera que sé que le gusta y empuja en mi mano con un gemido
suave—. Jasper —empujo sus calzoncillos debajo de sus testículos y
envuelvo mi brazo alrededor de su abdomen, sosteniéndolo contra mi
pecho. Sus caderas giran mientras folla mi puño y se frota contra mi
dura polla.
—¿Vas a correrte por mí, bebé? —susurro en su oído antes de
lamer su garganta. Él asiente y deslizo mi mano por su pecho. Es
caliente bajo mi palma y tan pálido; se ve increíble a la luz de la luna
que se refleja en el agua. Puro placer colorea su rostro. Jadea para
respirar, su cuerpo tiembla mientras pellizco uno de sus pezones.
—Yo… yo… —su cabeza cae contra mi hombro mientras aprieta
sus ojos cerrados—. Se siente bien, Jasper —siempre ha sido
demasiado honesto. Él nunca retiene nada—. No duraré. Por favor.
Mis ojos se encuentran de nuevo con los de Abaddon; su mirada
está pegada a nosotros dos. La forma en que está sentado, si está duro,
no puedo decirlo. ¿Está disfrutando de los sonidos que hace mi
hermano? ¿La forma en que Theo empuja en mi puño y empuja su
culo contra mi polla?
Me agacho y ahueco sus bolas. Están elevadas y apretadas,
bombeo su polla más rápido, apretando la corona hinchada antes de
torcer mi mano en un movimiento hacia abajo. Sus caderas están
temblando; Sé que está cerca. Quiero hacerlo desmoronarse en mis
brazos, tal como él pretendía que hiciera en los suyos. Grita cuando
hundo mi uña en su hendidura.
—Abre los ojos —le digo—. Deja que Abby te vea.
Sus mejillas se vuelven rosadas pero abre los ojos, observando a
Abaddon.
~ 52 ~
—Jasper —jadea. Le muerdo la oreja y él se estira hacia atrás,

agarrando la parte de atrás de mi cuello, tirando de mí hacia abajo.
Nuestras bocas chocan y deslizo mi lengua entre sus labios; gime
dentro de mí y me trago el sonido. Se aparta, su mirada se dirige a
Abaddon y su polla late en mi mano mientras se hunde contra mi
cuerpo con un silencioso grito de alivio. Lo acaricio mientras tiembla,
hasta que aparta mi mano.
—Eres tan sexy cuando te corres por mí, Theo —susurro en su
oído, mis ojos en Abaddon mientras beso la mejilla de mi hermano
gemelo.
~ 53 ~
NUEVE
ABADDON
Cuando el temblor cesa, Theodore gira y coloca su cuerpo en el
ángulo correcto, así que puedo ver cuando empuja los calzoncillos de
Jasper por sus caderas. Envuelve su puño alrededor de la polla de su
hermano y comienza a acariciarla, lentamente, inclinándose para
cerrar su boca alrededor de un piercing en el pezón.
—Theo —gime Jasper, metiendo la mano alrededor de su pene,
empujando sus dedos en el cabello de Theodore para mantener su
boca contra su pecho—. Sí. Así de simple, Theo. Tan bueno. Mierda.
Tienes la mejor boca, bebé.
Theodore se sonroja por el cumplido, pero no deja de hacer lo
que está haciendo. Su único objetivo es su hermano.
Hacen una imagen extraordinaria. Mi polla está dura, se aprieta
contra mi bóxer y estoy tentado a quitarme los pantalones, pero
quiero mirarlos, concentrarme en su placer más que en el mío. ¿Quién
puede decir que volveré a tener esta oportunidad?
Los ojos de Jasper se cierran y sus labios se separan en un suave
gemido. El placer enrojece sus mejillas, convirtiendo la piel pálida en
un rosa suave mientras Theodore retuerce sus dedos alrededor de su
eje. Su otra mano cae sobre el saco de Jasper, tomándolo antes de
tirar.
—Mierda, Theo —susurra Jasper—. Estás tratando de hacerme
eyacular rápido —Theodore sonríe antes de lamer un camino sobre su
pecho hasta el pezón descuidado. Mueve su lengua sobre la barra a
través de ella, provocando antes de que sus dientes aprieten el metal
y tire—. ¡Joder, Theo! —Jasper jadea mientras se aprieta más a su
hermano, empujándose contra las manos que aún le están
acariciando.
~ 54 ~
Arrastro mi lengua sobre mi labio inferior y me pregunto cómo

se sentiría envolver mis labios alrededor del pezón de Jasper, jugar
con la barra mientras deslizo mis manos arriba y abajo de su polla.
¿Sería tan dulce para mí como lo es para su hermano? ¿Y qué hay de
Theodore? ¿Disfrutaría mis manos y mi boca sobre él, tanto como
disfruta el toque de Jasper?
—Estás tan duro, Jasper —susurra Theodore, mirando a su
hermano—. ¿Te gusta que te miren?
—Cállate —jadea Jasper, tirando del cabello de su hermano
mientras su mirada se dirige hacia mí y luego desvía la mirada. Había
sido tan valiente cuando sus manos estaban sobre Theodore. Ahora
que la situación ha cambiado, casi parece… tímido.
—Pervertido —bromea Theodore. Jasper sacude su cabeza hacia
atrás, capturando su boca, lo más probable es que sea para hacerlo
callar. Se mueven juntos, devorándose el uno al otro, mientras ambos
gimen. El sonido resuena por el jardín. Sin duda, los guardias que
siempre mantengo cerca se han dado la vuelta para darnos privacidad.
Esta no es la primera vez que tengo un par de hombres casi
desnudos en mi piscina, dándome este espectáculo en particular. Ni
siquiera es la primera vez que tengo a unos hermanos gemelos en mi
piscina besándose, empujándose el uno al otro hacia su objetivo.
Disfruto esto, ver a Jasper y Theodore, tanto como disfruté
viendo a los demás. Es lamentable que no pueda unirme a ellos, esta
vez de todos modos. Aun así, estoy feliz de sentarme y verlos tocarse,
disfrutar el uno del otro. Es un regalo raro, amar a tu hermano así y
que él te ame a ti de la misma manera. Qué suerte tienen de tener esto,
el uno al otro. ¿Siquiera lo saben?
Jasper jadea y aparta su boca de Theodore, quien besa su
garganta, mordisqueando y lamiendo la carne de Jasper mientras
retuerce sus dedos alrededor de su eje hinchado. Theodore desliza la
mano que ahueca las bolas de Jasper más abajo, entre sus piernas
separadas. Mi polla se sacude en sus confines, pidiendo atención. Más
tarde, encontraré mi propio placer con la imagen de ellos juntos en mi
mente.
—Theo —gime Jasper—. Estoy cerca.
—No lo olvides, debes dejar que te vea —una sonrisa tira de los
labios de Theodore.
~ 55 ~
—Eres un idiota —sisea Jasper, apretando el hombro de

Theodore incluso mientras continúa empujando los dedos que aún
bombean su polla.
—Tú empezaste —responde Theodore. Jasper grita, poniéndose
de puntillas mientras se sacude en el agarre de su hermano. Aprieta
los ojos cerrados, cayendo contra Theodore mientras jadea en busca
de aire. El color de sus mejillas es cautivador mientras tiembla por la
fuerza de su propia liberación.
—Demasiado caliente —Theodore presiona su boca contra la de
Jasper antes de alejarse. Una sonrisa tira de su boca—. Y duré más.
—Hiciste trampa —responde Jasper, su voz gruesa y casi
quejumbrosa—. Esa es la única razón.
Theodoro se ríe. Se inclinan juntos, las manos deslizándose una
sobre la otra mientras se obligan a bajar. Observo, un pequeño
agujero se abre en mi pecho, como suele ocurrir después de presenciar
momentos como este. Su conexión es clara para cualquiera que los vea
de esta manera. Se aman en todos los sentidos: como hermanos y
como amantes. Me duele ver, pero no puedo apartar la mirada. Bebo
la vista de ellos.
—¿Estás bien? —Theodore pregunta, sacándome de mis propios
pensamientos—. Te ves triste.
Ofrezco mi mejor sonrisa. —Solo extrañaba a alguien —se
miran, pero antes de que puedan preguntar, me pongo de pie—.
¿Listos para dormir? —es tarde. Tal vez ambos descansen más
tranquilos después de haber pasado este tiempo juntos.
—Sí —dice Jasper, agarrando la mano de su hermano y tirando
de él hacia las escaleras.
Theodore me sigue con la mirada, sus ojos fijos en mí. —
Deberías unirte a nosotros para nadar la próxima vez.
Empiezan a recoger su ropa.
—Tal vez —estoy de acuerdo—. Tendré que darles a mis guardias
una noche libre —me trago una sonrisa.
Los ojos de Jasper se agrandan. —Oh, mierda.
Me río suavemente. —Se les paga bien por su silencio. Estás a
salvo aquí.
~ 56 ~
—¿Qué pasó con todos los otros gemelos con los que has estado?
Theodore. Hace muchas preguntas.
—No puedes simplemente preguntarle a la gente sobre su vida
sexual —Jasper niega con la cabeza a su hermano. No importa que lo
haya preguntado él mismo durante el almuerzo.
—Él vio la mía —responde Theodore. Él no está equivocado—.
Puedo preguntar por la suya.
—Me imagino que son felices juntos en algún lugar —respondo
encogiéndome de hombros. Los hermanos que han pasado por mi
cama eventualmente se fueron. Es la naturaleza de tales relaciones
conmigo.
—¿No te pone triste? —Theodore pregunta, apretando su ropa
contra su pecho con una mano mientras todavía sostiene la mano de
Jasper en la otra—. ¿No eran estas personas tus amantes?
—Durante un tiempo —digo, respondiendo a su segunda
pregunta e ignorando la primera.
¿Qué lugar tiene la tristeza en mi vida? No hay espacio para ella.
No hace mucho tiempo.
Theodore suelta la mano de Jasper y da un paso adelante. Me
abraza, aplasta su cuerpo húmedo contra el mío y me rodea la cintura
con los brazos. Me paralizo bajo su abrazo cuando apoya la cabeza en
mi pecho y me aprieta. Dudo, pero alzo los brazos, los envuelvo
alrededor de su delgado cuerpo y tiro de él. Estamos pegados de
hombros a caderas.
—Oh —murmura contra mi pecho, metiendo su cabeza mojada
debajo de mi barbilla. Se mueve contra mí; Puedo escuchar la sonrisa
en su voz mientras sus dedos se retuercen en mi camisa—. Realmente
te gustó el espectáculo.
—Dios —exhala Jasper, sacudiendo la cabeza—. No tienes tacto.
Me río en voz baja, algo cálido que revienta detrás de mi caja
torácica, antes de alejar suavemente a Theodore.
—Creo que es hora de acostarse.
~ 57 ~
DIEZ
THEODORE
Fue difícil ver a Jasper anoche, pasar tiempo con él y luego estar
separado de él nuevamente. No fue sencillo conciliar el sueño y me
desperté temprano. En lugar de torturarme con pensamientos sobre
Jasper y cuándo lo volveré a ver, me ocupo leyendo hasta que
Abaddon se une a mí a la hora del almuerzo.
—Hola —digo mientras deja una bandeja de comida en la mesa.
—Buenas tardes —responde con una sonrisa en la boca—.
Escuché que asaltaste mi biblioteca otra vez esta mañana.
—Dijiste que podía mientras esté con un guardia —hundo mis
dientes en mi labio inferior. ¿Está realmente bien que deje la
habitación sin él? Tal vez debería haber preguntado. No estoy seguro
de cómo contactarlo fuera de aquí.
Se sienta frente a mí. —Lo hice. Eres bienvenido a leer cualquier
libro que te guste. Si quieres uno que no esté ya en la biblioteca,
simplemente házmelo saber.
—Tienes una colección bastante grande. No creo que me cueste
encontrar cosas para leer —dejo de jugar con mi camisa la cual estoy
doblando entre mis dedos y me uno a él en la mesa.
—Me alegro. Alguien debería llegar a disfrutarlo. Rara vez lo
hago en estos días —Abaddon dice, poniendo un plato frente a mí. La
comida tampoco se toca entre sí.
Se ve más feliz. Admito que estaba preocupado por él anoche;
cuando nos separamos pude sentir eso… la tristeza se apoderó de él.
—¿Tienes un gemelo? —pregunto—. ¿Es eso lo que hay detrás
de tu obsesión?
~ 58 ~
Una extraña sonrisa distorsiona sus facciones. —Hace mucho

tiempo, lo tenía.
Busco su rostro. —¿Qué pasó?
—Fue asesinado hace veintiséis años, poco después de que
cumplimos doce —su rostro está desprovisto de emoción, a excepción
de sus ojos. Se ven atormentados, de una manera que nunca he visto
mirar a otro par de ojos.
—Lo lamento —se me humedecen los ojos y lucho contra las
lágrimas. Una cosa es perder a un hermano, pero perder a tu gemelo
y además tan joven… me duele el corazón por él. Debe de ser una
herida que no puede -ni quiere- cicatrizar.
—He llegado a aceptar que fue una misericordia para él —dice
Abaddon, su voz vacía, vacía como lo estaba su expresión cuando dio
la noticia.
Miro hacia arriba. —¿Por este mundo?
La familia Sterling no comenzó con Abaddon. Él puede cargar
con la carga de su Familia ahora, pero hubo otros antes que él.
Generaciones de hombres Sterling que probablemente no vivieron lo
suficiente para conocer a sus nietos.
—No habría sobrevivido mucho tiempo en el, no mientras
nuestro padre respiraba —dice Abaddon, como si estuviera indicando
el clima del día. Solo un hecho.
Su hermano no habría sobrevivido mucho tiempo en la Familia
Sterling.
Bajo la mirada a mi regazo y entrelazo mis dedos.
—Mucha gente dice eso de mí, —murmuro —dicen que no
encajo en este mundo, demasiado blando, demasiado débil—. Cuando
me uní oficialmente a la Familia, estaba con Jasper. Eso fue antes de
todos sus tatuajes y piercings. Supongo que pensaron que éramos el
mismo tipo de persona. Todos se apresuraron a gritar cuando no tenía
lo necesario para hacer cumplir las cosas.
Tal vez si tuviera que hacerlo, si no hubiera otra opción, sería
capaz de hacer las cosas que me pidieron, pero… Tuve una opción,
incluso si mi elección resultó en que me gritaran, se considerara un
fracaso. Jasper haciendo el trabajo por mí. Yo solo… No tengo
~ 59 ~
estómago para la violencia innecesaria. Mi padre era ese tipo de

hombre. Nunca he querido ser nada como él.
—Está bien, Theodore —dice Abaddon. Envuelvo mis brazos
alrededor de mí—. Vivimos una vida violenta y sangrienta. Nadie
debería tomarlo como algunos de nosotros lo hacemos. Eres mejor
que todos nosotros.
Me río. —Eso no es… —niego con la cabeza—. Creo que si tuviera
que hacerlo, podría hacerlo. Pero Jasper siempre lo ha hecho por mí.
No le molesta, así que lo dejo. Pero creo que cuanto más le permitía
asumir mis tareas, más retorcido se volvía… Estaba feliz cuando me
hicieron mensajero en su lugar.
Abaddon se ríe suavemente y miro hacia arriba. —¿Qué?
—Me recuerdas a… mí mismo, en otro tiempo.
—Tú y Jasper… —frunzo el ceño y niego con la cabeza. No.
Abaddon tiene más en común con Jasper que conmigo. Hacen lo que
es necesario sin dudarlo. No se detuvo a pensar en ello cuando Jasper
le ofreció… a nosotros. Solo que Abaddon parece más sensato, tal vez
más maduro que Jasper. No es tan rápido para dar un puñetazo y
hacer preguntas después.
—La vida tiene una forma de moldearnos —dice, con una
tristeza tranquila en su voz.
No sé qué decir a eso mientras lo inspecciono y recuerdo nuestra
conversación de ayer, durante el desayuno. Quería ser maestro.
Tienes que ser cierto tipo de persona, amable, paciente,
desinteresado, para ser un maestro. ¿Ese era Abaddon antes de que
muriera su hermano? ¿Quién sería yo sin Jasper? Pasan un par de
minutos de silencio entre nosotros.
—No hay salida, Theodore. Pero puedo darte una medida de
paz.
—No necesito una salida, Abby. Nací en este mundo. Moriré en
él. Lo acepté hace mucho tiempo. Pero mientras esté aquí, haré lo que
pueda para ser la mejor persona posible, dadas las circunstancias. Es
gracioso… —llevo mis piernas hasta mi pecho, pongo mi barbilla en
mis rodillas y me abrazo—, nuestra mamá solía decirme que podría
dejar el mundo un poco más bonito si realmente lo intentara.
~ 60 ~
—Si haces cosas buenas, las cosas buenas vuelven a ti. Me

pregunto cuándo dejó de creer eso. Tal vez después de que empezara
a trabajar más para la Familia. O tal vez una vez que papá comenzó a
traer más dinero a casa —levanto mi mirada a Abaddon. Me está
mirando, su comida tan intacta como la mía—. No puedo decir cuándo
cambió, pero de repente no se trataba de dar lo mejor de ti. Se trataba
de lo que es mejor para la Familia —abro y abro mis manos mientras
miro hacia otro lado—. No estoy triste porque se hayan ido. No eran
buenas personas. Pero desearía que sus últimas palabras, las últimas
palabras de Jasper para ellos, no fueran de odio, ¿sabes? O tal vez no
piensas en ese tipo de cosas.
Abaddon se recuesta en su silla. Está en silencio durante tanto
tiempo que cuando habla, sus palabras son lentas y mezcladas con
dolor, me sobresalto. —En los últimos momentos de Asmodeus, me
paré sobre él con un cuchillo ensangrentado en mi mano. Entiendo
más de lo que te das cuenta.
De alguna manera sé que Asmodeus era su hermano, su gemelo.
—¿Tú lo mataste? —pregunto.
—Era él o yo. Padre llevaba mucho tiempo haciéndonos pelear
para decidir quién lideraría un día. No puedes tener a dos personas al
timón. Pero fuimos listos —cierra los ojos y aunque sonríe, lo hace con
una sonrisa destrozada—. Yo ganaba un día. Él ganaba al siguiente.
Pero mi padre se dio cuenta de lo que hacíamos. Al principio no creí
que hablara en serio, cuando nos entregó un cuchillo a cada uno y nos
ordenó pelear hasta la muerte.
Me arden los ojos y por mis mejillas ruedan gruesas lágrimas.
Suena horrible. ¿Puede un padre ser tan malvado? ¿De verdad puede
obligar a sus hijos a hacer eso?
—Nos amábamos, pero… —su mirada es vidriosa cuando se
encuentra con la mía—. Yo también morí ese día de muchas maneras:
mi corazón, mi alma, la luz interior. Pero todos estos años después, sé
que es mejor para él ser yo el que sigue respirando. Prefiero vivir esta
vida que dejar a Deus con ella. Habría seguido respirando, padre le
habría exigido, pero habría muerto de una manera diferente:
lentamente, torturado, perseguido por mi fantasma.
~ 61 ~
—¿Fue el mismo tipo de amor que… —me interrumpo, tragando

porque no tengo el coraje de preguntar si el amor que compartía con
su hermano era el mismo que Jasper y yo compartimos.
—Éramos jóvenes. Era algo nuevo, inocente, que empezaba a
crecer. Pero existía la posibilidad —la emoción de su voz me desgarra.
Me levanto, camino alrededor de la mesa. Me arrodillo a su lado y
entierro mi cara en su regazo.
No sé qué decir, o cómo mejorar algo así. No es algo que puedas
mejorar y lloro por él porque creo que, tal vez, nunca lo hizo por sí
mismo. Abaddon duda antes de que su mano toque la parte superior
de mi cabeza. Después de un momento, pasa sus dedos por mi cabello.
Me quedo allí, escondido en su regazo y lloro.
~ 62 ~
ONCE
ABADDON
Las lágrimas de Theodore empapan mis pantalones mientras
paso mis dedos por su cabello.
Asmodeus. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que pensé en él,
desde que hablé de él?
Quizás demasiado tiempo. Pensar en él duele. Mi garganta está
apretada. Trago saliva, echando la cabeza hacia atrás y cerrando los
ojos.
—Está bien, Theodore —lo tranquilizo, mis dedos bailando
sobre su cuello.
—No, no lo está —sacude la cabeza contra mi rodilla. Sus dedos
se enroscan en mis pantalones mientras se arrodilla a mi lado—. Pero
supongo que algunas heridas nunca pueden sanar.
—No —suspiro—. No pueden —se forman costras, pero como
toda herida, si pellizcas, sangra. La memoria de Asmodeus es así.
Siempre allí, con costras y escozor, pero no siempre abierta,
sangrando como un agujero de bala en el corazón.
—Lo siento si te hice recordar recuerdos dolorosos —Theodore
se recuesta y paso mi pulgar debajo de su ojo, eliminando una lágrima
perdida.
—Te lo dije, puedes hablar libremente aquí, en esta habitación,
conmigo.
Quiero que se sienta lo suficientemente cómodo para responder
a mis preguntas.
Y que pregunte lo que desee.
—Hablar libremente no significa decir algo que lastime a los
demás.
~ 63 ~
—Elegí decírtelo, Theodore —solo hablaba de su familia, del

pesar que siente por esas últimas palabras entre sus padres y su
hermano. Quería que supiera que entendía lo que estaba tratando de
decir. No hay necesidad de que se sienta culpable—. No dijiste nada
fuera de lugar.
Se frota los ojos y me agacho, ayudándolo a ponerse de pie.
Intenta sonreír, aunque todavía está triste y regresa a su asiento,
tirando de su plato hacia él. La comida está fría ahora. A él no parece
importarle.
—Tratemos de hablar de cosas más felices.
—Dime, ¿qué te gusta hacer? —llevo mi plato hacia adelante.
—¿A mí? —él tararea, empujando su comida alrededor—. Ya
sabes que me gusta la lectura y el diseño gráfico. Por supuesto,
siempre me divertí pasando el rato con mis amigos y Jasper —se
encoge de hombros—. Me gustan los deportes, pero no soy bueno en
ellos.
—¿Qué te gusta leer? —pregunto. Leo sin discriminación; mi
biblioteca tiene una colección de todos los géneros. Cualquier número
de cosas puede atraerme hacia un libro: el autor, la publicidad, la
portada, una recomendación que escucho a medias cuando estoy en
la librería. Nada está fuera de los límites en lo que a mí respecta.
Mientras esté entretenido, estoy dispuesto a terminar un libro.
—La fantasía, el terror, el romance obsceno y vulgar es un placer
culposo —dice, con una sonrisa real tirando de su boca. Parte de la
tristeza en el aire se disipa. Es difícil estar triste cuando Theodore se
ve tan feliz.
Mis labios se contraen. —Podemos fingir que no estoy de
acuerdo.
—Uh Huh —se las arregla con un bocado de comida. Él traga—.
He estado en tu biblioteca, ¿recuerdas?
—¿Tengo una biblioteca? —pregunto, frunciendo el ceño incluso
mientras lucho por no sonreír—. Noticias para mí. Tendrás que
mostrarme cómo encontrarla algún día.
Se ríe, el sonido es fuerte, rico y feliz. —Buen intento.
~ 64 ~
—Tuve que hacer un firme intento —le digo, tomando un poco

de la comida en mi plato. Hubiera sido mejor tibio, pero no me
importa compartir una comida fría con Theodore.
—E de esfuerzo en ese caso —dice—. ¿Qué hay de ti? ¿Alguna vez
pasas el rato con tus amigos y te relajas? ¿Tienes amigos? —hace una
pausa y se vuelve de un rosa suave en sus mejillas. Baja la mirada a su
plato—. Lo lamento. Eso salió más grosero de lo que quise decir.
Niego con la cabeza. —No te disculpes. Entiendo lo que estás
preguntando y sí, tengo un buen amigo: Gabriel. Lo conociste la noche
en que murieron tus padres. Le dio un puñetazo a Jasper.
—Oh —Theodore resopla—. Él.
No tengo ninguna duda de que no es un fan. Por supuesto,
Jasper arremetió primero, por lo que Gabriel estaba justificado en su
represalia en lo que a mí respecta.
—Nos conocimos en el reformatorio, cumplimos nuestro tiempo
juntos —explico. La mayoría de la gente solo sabe que seis meses
después de mi regreso, apareció Gabe y ha estado a mi lado desde
entonces. Ninguno de ellos necesita saber lo que nos une. Lo único
que debería importarles es el hecho de que le confío mi vida y cuando
habla, habla por mí.
—¿Amigos de por vida después de eso? —pregunta Theodore.
—En lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la
salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe, —le digo,
recitando los votos de memoria. Son los que Gabe y yo hicimos en el
reformatorio, apretujados en la misma litera incómoda, como niños
de doce años que no entendían que cuando la mayoría de la gente hace
ese mismo voto, lo dice en un sentido que nosotros no entendíamos.
Y, lo que es peor, no lo dicen en serio.
Lo decimos en serio. En ese momento, ninguno de nosotros
tenía a nadie. Estábamos solos y asustados, así que una noche
acordamos tirar nuestros huevos en la misma canasta y ver qué
eclosionaba. Después de todos estos años, una verdad sigue siendo la
misma: puedo depender de Gabriel para que me respalde. Siempre.
—¿Están casados? —Theodore pregunta con los ojos muy
abiertos y la mandíbula floja.
~ 65 ~
Me burlo. —No. Gabe y yo no nos unimos de esa manera. Es

mejor que un marido.
Un esposo puede irse. Gabriel y yo estamos atrapados juntos,
aquí en la tierra y eventualmente, cuando estemos libres de nuestro
envoltorio mortal, juntos en el infierno.
—¿Así que es como un hermano? —preguntas. Siempre está tan
lleno de ellas.
—Solo he tenido un hermano —respondo—. Él también me dejó.
—Entiendo —murmura Theodore.
Gabe no querría el título, sin considerar lo que le hice a mi
propia sangre.
—No sabes lo que una persona quiere hasta que lo pierdes —dice
Theodore mientras revuelve la comida en su plato, buscando su
próximo bocado. Jasper ya se habría metido la mitad de esto en la
garganta, comiendo sin discriminación. Se había tragado el desayuno
en diez minutos exactos. Theodore selecciona cada bocado con
cuidado, pensando en cada bocado—. Gabe ya podría verte como su
familia.
—Tal vez —si es así, nunca ha dicho nada, ni ha hecho tal
afirmación.
— Al menos es algo en lo que pensar —dice Theodore.
—¿Tienes más familia, aparte de Jasper? —pregunto, listo para
dejar a un lado el tema de mi propia familia. La herida no dejará de
sangrar hasta que empiece a ignorarla de nuevo.
—Teníamos una hermana mayor —dice Theodore,
afortunadamente dejando que el tema cambiara—, pero se escapó de
casa cuando teníamos como ocho años. Ella tenía catorce años.
Supuse que probablemente había muerto, o algo peor. Pero tal vez
encontró algo mejor para ella. Si es así, ella nunca hizo contacto —se
encoge de hombros, como si no le molestara. Tal vez no—. No hay tías,
ni tíos en ninguno de los dos lados y nuestros abuelos murieron hace
unos años. Así que somos solo Jasper y yo, ahora que mamá y papá se
han ido.
—A veces, un hermano es todo lo que necesitas.
Estoy seguro de que él ya lo sabe.
~ 66 ~
DOCE
JASPER
El sudor cubre mis brazos, piernas, pecho y corre por mi sien.
Mi cabello está pegado a mi frente mientras jadeo por aire.
Después de la cena, no pude dormir, así que fui al gimnasio para
quemar un poco de energía. Ahora está más cerca del amanecer que
de la medianoche. Mi guardia (Patrick es su nombre, aparentemente)
se está quedando dormido, tal vez deseando que regrese a mi
habitación, mientras envío patadas tras patadas al saco de boxeo. Pero
estoy demasiado nervioso.
Estoy feliz de haber podido ver a Theo en la cena y del tiempo
que pasamos juntos después, pero me dejó un sabor amargo en la
boca al estar separados de nuevo. Aunque no es solo eso. Estoy
aburrido. Me siento tan… inútil, estar atrapado en la casa, mi
habitación, todo el día.
Claro, ahora tengo acceso al gimnasio, a la piscina, al jardín pero
no es lo mismo que estar libre. Y trabajando. Me volveré loco si no
encuentro algo más que hacer.
Hago una pausa y agarro mi botella de agua. El agua se siente
fría en la parte posterior de mi garganta, pero se siente pesada en mi
estómago mientras la trago.
—Me haré cargo, Patrick —dice una voz cada vez más familiar.
Lo observo mientras se acerca, cada paso medido, sin prisas. No lleva
puesto nada más que un par de pantalones cortos de gimnasia; se
aferran a su cintura estrecha y muslos gruesos. Hombros anchos y
fuertes, bíceps abultados, six pack cubierto por una fina capa de
cabello oscuro, construido, como esperaba. No es tan pálido como
Theo y yo.
—Te levantaste temprano —digo antes de tomar otro sorbo de
mi botella de agua.
~ 67 ~
—Siempre estoy despierto a esta hora —responde Abaddon,

metiendo una mano en su bolsillo.
Agarro una toalla y me limpio el sudor de la cara y el pecho. No
estoy tan marcado como Abaddon, pero me cuido bien.
—¿Siempre vienes al gimnasio tan temprano?
—La mayoría de los días. ¿Por qué sigues despierto?
Me encojo de hombros. —No podía dormir.
Es tan simple y tan complicado como eso.
Ha pasado una semana. ¿Cómo explico que no estoy
acostumbrado a mi nueva existencia, la casa; el ruido; el hecho de que
estoy encerrado en una habitación, muy probablemente con alguien
haciendo guardia al otro lado de la puerta en todo momento, incapaz
de ver o hablar con mi propio hermano libremente? No estoy
acostumbrado a no saber dónde está Theo, qué está haciendo. Incluso
cuando no compartíamos una cama, siempre sabía en qué cama
estaba durmiendo. Ahora, ni siquiera sé en qué lado de esta enorme
casa está.
Mi estómago se retuerce y me siento en la colchoneta, con una
botella de agua colgando de mis dedos. Tomo un momento para
respirar. Mis músculos están doloridos, sobrecargados de trabajo; tal
vez estoy lo suficientemente cansado como para dormir ahora.
—Supongo que la claustrofobia te está superando ahora —dice
Abaddon.
—Nunca he sido bueno para quedarme quieto —explico,
pasando mis dedos por mi cabello. Me siento inquieto, inútil. Me dejo
caer sobre la colchoneta y me tapo los ojos con el brazo. El suelo está
frío contra mi espalda, pero se siente bien.
—Trata de dormir algunas horas. Iré a buscarte a la hora del
almuerzo.
Me destapo los ojos.
¿Qué significa eso?
Normalmente come conmigo, una comida al día y luego se
ocupa de sus asuntos.
—Hay negocios que atender hoy. Me acompañarás.
~ 68 ~
Lo observo, trato de leerlo, pero al igual que antes, es una página

en blanco. No puedo decir lo que está pensando o lo que puede estar
planeando, pero si me saca de mi habitación…
—De acuerdo.
Extiende su mano y yo la tomo; me levanta del suelo con poco
esfuerzo. Su mirada se mueve sobre mí, luego gira sobre sus talones y
me lleva de vuelta a mi habitación.
Nos separamos y limpio el sudor de mi cuerpo antes de meterme
en la cama. Tardo más de lo que tardaría si Theo estuviera conmigo,
pero al final me duermo. No puedo estar seguro de qué hora es cuando
una mano cálida me acaricia el cabello. —Jasper.
Me sacudo y abro los ojos. Abaddon está sentado a mi lado, ya
no usa pantalones cortos de baloncesto. Está vestido con un traje
oscuro y una corbata a juego. —Es la hora.
Me froto los ojos, salgo de la cama y tomo un par de jeans y una
camisa. Él mira mientras me visto. Lo sigo fuera de la habitación y por
el pasillo.
No he visto la puerta principal de este lugar desde que llegamos
aquí. Se siente como hace una vida. Sigo a Abaddon por las escaleras,
luego me detengo y miro hacia atrás. Theo está en algún lugar de esta
casa. Probablemente leyendo, o durmiendo. Él estará bien. Lo ha
estado desde que llegamos aquí, pero… ¿Él sabe que no estaré aquí
hoy? ¿Abaddon se lo dijo?
Abro la boca, pero la cierro de golpe y continúo detrás de
Abaddon. Un coche está esperando; sube adentro y noto a dos
hombres en el frente. Uno es el tipo que estaba en el almacén con
nosotros, al que traté de golpear y en vez de eso recibí un puñetazo en
la cara.
—Buenas tardes, Gabriel.
El conductor arranca cuando Gabriel dice: —Veo que trajiste un
invitado.
Abaddon sonríe. —Pensé que cuanto más, mejor.
Gabriel resopla pero no responde. El viaje es corto y silencioso.
Cuando finalmente nos detenemos, mi estómago se retuerce.
Reconozco este almacén. Es en el que murieron mis padres.
~ 69 ~
¿Estoy aquí para morir? No. ¿Por qué Abaddon haría eso,
después de todos los problemas en los que se ha metido? Esto debe
ser otra cosa.
Lo sigo a él ya Gabriel adentro.
Un hombre mayor, corpulento, con un labio partido y la nariz
torcida está de rodillas, un miembro de la familia Sterling detrás de
él, con una pistola en una mano y un teléfono en la otra. Si el sonido
es una indicación, está jugando Angry Birds. ¿Alguien menor de
cuarenta todavía juega eso?
—Buenas tardes, Sr. Baldwin —dice Abaddon, como si estuviera
saludando a un viejo amigo en lugar de a un hombre al que está a
punto de asesinar. El hombre con el arma guarda su teléfono—. Es
seguro asumir que hoy no es tu día de suerte. No recomiendo comprar
un boleto de lotería.
Me trago una risa, porque quiero decir… sí.
El hombre no está sereno ni tiene dignidad. ¿Hay alguien que
tenga alguna de esas dos cosas cuando se enfrenta a una muerte
inminente? Mocos y lágrimas corren por su cara regordeta.
—Por favor. Por favor, señor Sterling…
Abaddon se detiene frente a él, de la misma manera que se paró
frente a nosotros mientras mi padre intentaba negociar por su vida.
Extiende una mano sin decir palabra y Gabriel da un paso adelante.
Saca un arma de su pistolera y la coloca en la mano de Abaddon.
—Todos afuera —dice Abaddon. La Familia sale de la habitación
sin dudarlo un segundo. Los únicos que no se mueven son Abaddon y
Gabriel. Me giro para irme también, siguiendo la orden que me
dieron.
—Tú no —dice Gabriel. Me detengo bruscamente y miro a
Abaddon.
—Haré lo que sea… —el Sr. Baldwin sigue suplicando.
Abaddon extiende el arma hacia mí.
Miro el arma por un momento antes de tomarla de su mano. El
peso es familiar. No es la primera vez que empuño un arma, ni
siquiera la segunda. Como ejecutor de la familia Sterling, incluso de
bajo nivel, casi siempre tenía una conmigo. Pero en realidad nunca
~ 70 ~
disparé una, no a un objetivo vivo. ¿Se supone que debo matar a este
hombre?
He estado en peleas, palizas sangrientas que requieren un
médico para la persona a la que estaba enseñando una lección, pero
nunca he matado a nadie.
Las lágrimas caen en cascada por las mejillas del Sr. Baldwin,
gotean sobre su camisa azul claro ensangrentada. Sus ojos me
suplican. “Cualquier cosa”
Doy un paso adelante y presiono el cañón entre sus ojos.
¿Es esto lo que se requiere de mí? ¿Puedo hacerlo? ¿Puedo
apretar el gatillo?
Tomo una respiración profunda, luego otra y una más todavía.
Vendí mi alma para que mataran a mis padres; en cierto modo, soy un
asesino solo por esa petición. Si ya tengo sangre en mis manos, la
sangre de mis padres, ¿qué es la vida de otro hombre? Si pude desear
la muerte de mis padres, ¿qué significa un extraño?
Nada.
No es Nadie.
—Haré lo que sea. Por favor.
Abaddon y Gabriel me están observando, esperando a ver si
realmente lo haré: matar a un hombre que no conozco, que nunca me
lastimó a mí ni a los míos. Esto es una prueba.
No puedo fallar
No hay palabras de bondad, descanse en paz, que Dios esté con
usted, no hay comentarios inteligentes, nos vemos en el infierno,
manténgase alejado de mi asiento. Aprieto el gatillo con los ojos bien
abiertos. El eco de la descarga del arma llena el almacén mientras las
vibraciones suben por mi brazo. Mis oídos resuenan. Cabello,
fragmentos de cráneo y cerebro pintan el piso sucio. El cuerpo
maltratado del Sr. Baldwin se desploma. Tomo un respiro, luego otro
y uno más.
Alguien está muerto por mi causa. Maté a alguien y… no se
siente como pensé que lo haría. Siempre pensé que cuando diera este
paso tal vez sentiría algo, pero honestamente… solo tengo hambre. Me
perdí el desayuno y el almuerzo.
~ 71 ~
—Es tuya. Úsala bien —dice Abaddon. Gabriel me quita el arma.

—¿Qué pasa con Theo? —pregunto.
—¿Qué significa esto para él? ¿Estaremos separados para
siempre ahora? —mi pecho se oprime y mi siguiente aliento es
estrangulado, atrapado en mi garganta por manos invisibles. No
puedo… no puedo dejar que eso suceda. Tengo que hacer algo.
—Le encontraré un lugar.
—¿Me lo devolverás? —si no ahora, ¿al menos eventualmente?
—Nunca te quitaré a tu hermano, Jasper.
Exhalo, la tensión abandonando mis hombros. Abaddon no es
un mentiroso. Después de nuestras comidas diarias durante la última
semana, al menos sé mucho sobre él.
—Lo llevaré a casa una vez que todo esté finalizado —dice
Gabriel.
Lo miro. Es un extraño, más de lo que había sido Abaddon antes
de que me convirtiera en suyo. Todos en la Familia conocen a Gabriel,
la mano derecha de Abaddon Sterling. Pero nadie lo conoce
realmente. Ni siquiera hay rumores sobre él. Es solo una sombra, una
figura oscura que se cierne sobre todos nosotros. Algo de temer
porque habla por el Sr. Sterling.
—Aliméntalo, preferiblemente algo además de la mierda que
consumes —dice Abaddon.
Yo… Estoy extrañamente agradecido con él. Podría haberme
llevado para volverme loco en mi habitación. O me daba esto pero me
quitaba a Theo por completo. No está haciendo ninguna de esas cosas.
—Gracias, Abby.
—De nada —aprieta mi hombro y sonríe—. Gabe cuidará de ti.
Sigue sus instrucciones. Su palabra es tan válida como la mía.
—De acuerdo —todavía no sé qué significa esto para Theo y para
mí, pero confío en Abaddon, lo suficiente como para saber que no
estamos en peligro.
—No seas pesado —le dice Abaddon a Gabriel, quien pone los
ojos en blanco a la vez que le devuelve la mirada.
~ 72 ~
Abaddon me lanza una última mirada antes de irse.

Me dirijo a Gabriel. —Entonces. ¿Que necesitas que haga?
¿Qué es exactamente este trabajo que me acaban de dar?
—Limpia el desastre que hiciste. Te mostraré cómo —dice
Gabriel.
Miro el cuerpo. Supongo que ahora soy más que un ejecutor de
bajo nivel.
~ 73 ~
TRECE
ABADDON
—¿Dónde está Jasper? —Theodore se muerde el labio inferior,
mirando el asiento vacío a su lado en la mesa de comedor.
—Atendiendo negocios —respondo—. Debería llegar en breve.
Gabriel lo habrá mantenido ocupado hoy: limpiando el
almacén, quemando el cuerpo, repasando los puntos más delicados
de su promoción dentro de la Familia. Con suerte, decirle que la
próxima vez que tenga que apretar el gatillo, probablemente sea una
buena idea pararse al menos a dos metros del objetivo. Sé a ciencia
cierta que la sangre es una perra para salir de tu ropa, incluso en agua
fría.
—¿Qué tipo de negocio? —aprieta y suelta las manos.
—Negocio familiar —es mejor que no lo sepa.
—¿Él está bien? —pregunta Theodore. Puedo leer la
preocupación en su brillante mirada azul.
—No me han informado lo contrario.
Sin embargo, Gabriel no me dirá si Jasper necesita un cambio
de actitud. Jasper solo aparecerá con un ojo morado o un labio
partido. Tal vez una nariz rota, un par de costillas rotas dependiendo
de cuánto ajuste necesite. Cosas que suceden.
—Bueno —Theodore acerca su silla a la mesa—. Confío en ti —
aunque todavía está preocupado. Jasper es su hermano, su gemelo.
Es natural estar preocupado.
—¿Quieres que averigüe si está bien? —pregunto. Si eso
tranquiliza su mente, lo haré.
~ 74 ~
—No —Theodore niega con la cabeza, la comisura de su boca se

inclina hacia arriba—. Se enfadaría y se sentiría mal si llamas porque
estoy siendo un bebé.
Me río por lo bajo. —Él lo haría.
Jasper tendrá algunas palabras para Theodore si llamo, estoy
seguro, pero al final le dirá a su hermano que está bien y que deje de
preocuparse.
— En ese caso, me comeré su parte también si no se da prisa —
dice Theodore mientras colocan un plato frente a mí. Uno también se
coloca frente a él y otro en el lugar vacío de Jasper.
—No te he visto desde esta mañana —alcanzo mi copa de vino y
tomo un sorbo suave del líquido rojo oscuro—. Cuéntame cómo estuvo
tu día.
—Estuvo bien —Theodore ya está empujando su comida en su
plato, arreglándola en secciones que encuentra más adecuadas—. Leí,
deambulé por el jardín, hablé con una de las criadas. Ella es
agradable. Ah, y cambié de sitio cosas de mi habitación. Espero que
esté bien.
—Es tu habitación para hacer lo que mejor te parezca. Sin
embargo, si sigues tomando libros de mi biblioteca, necesitarás una
estantería —hasta ahora, se ha apoderado de dos docenas, tal vez tres.
Se están amontonando en su habitación: en la mesita de noche, en la
cómoda, incluso apilados junto a su cama con notas post-it como
marcadores de página. Es un pequeño tesoro, como el que podría
poseer un dragón, solo que menos brillante.
—Los devolveré —me dice.
—O podría conseguirte una estantería —no me importa si los
guarda en su habitación. Si está coleccionando los que realmente
disfruta, entonces debería mantenerlos cerca, para leerlos una y otra
vez.
—Ummm… —sacude la cabeza, apuñalando una zanahoria
asada y pasándola por la salsa que acompaña nuestra comida.
—¿Qué? —pregunto. ¿No quiere una estantería o tiene otra cosa
en mente?
~ 75 ~
—¿Dónde está tu habitación? ¿Dónde está la de Jasper? ¿Quién

más vive en esta casa de todos modos?
—Vivo en el último piso —explico—. Jasper comparte el segundo
piso contigo. Él está en el ala oeste, tú estás en el este. La biblioteca,
varias salas de estar y una docena de habitaciones más se encuentran
entre tú y él. Hay algunos miembros permanentes del personal que
tienen alojamiento en los pisos inferiores, pero no hay otros invitados
—en su mayor parte, somos solo nosotros.
—¿Gabriel no vive aquí? —pregunta Theodore.
—Vive en una casa de huéspedes en los terrenos.
Gabriel siempre está cerca pero no compartimos hogar. Ambos
preferimos mantener nuestro espacio. Y honestamente, Gabe podría
ser mi mejor amigo, pero algunos días realmente odio su rostro.
—¿Por qué no come contigo? —Theodore pregunta, una
pregunta tras otra con él, como de costumbre.
—Normalmente ceno con él —a menudo voy a su casa, cuando
él está en casa y no está haciendo negocios, para compartir una
comida. Solemos discutir los eventos del día, compartir un vaso de
whisky y relajarnos antes de que regrese a la casa para cenar con
Jasper y Theodore.
— ¿Tienes dos cenas? ¿Es por eso que nunca tocas tu comida?
—la mirada de Theodore cae sobre mi plato mientras corto el bistec
en trozos más pequeños—. ¿Estás tomando dos desayunos y dos
almuerzos también? Sería más fácil si todos comiéramos juntos.
—Gabriel suele estar ocupado por la mañana y no consume nada
que yo me llevaría a la boca a la hora del almuerzo, pero tal vez lo
invite a cenar —preguntará qué hay en el menú antes de decidir. Si lo
que sea que esté planeado se considera lujoso, la mierda de la gente
rica, él declinará a favor de cualquier cosa que pueda calentar en el
microondas, como el pagano que es.
Puedes sacar al niño de la pobreza, pero no puedes sacar la
pobreza del hombre.
—¿Cómo es él? —Theodore pregunta, alcanzando su vino.
~ 76 ~
—¿Gabe? —tarareo, una sonrisa tirando de mi boca mientras

pienso en él. Es muchas cosas, pero sobre todo…— Leal. Elegante.
Valiente. Tenaz. Tiene una obsesión enfermiza con…
—Cierra la boca —dice Gabriel mientras camina hacia el
comedor. Jasper lo sigue detrás de él, luciendo como si lo hubieran
arruinado. Si conozco a Gabriel tan bien como creo, probablemente lo
haya hecho. Necesitará una buena comida, un baño caliente y una
larga noche de descanso antes de volver mañana.
—Jasper —Theodore se pone de pie, empujando su silla hacia
atrás lo suficientemente fuerte como para que se caiga sobre sus patas
mientras se mueve hacia su hermano. Abre los brazos y Jasper se
inclina hacia él con un largo y cansado suspiro—. Te ves terrible.
—Grosero —dice Jasper, su voz prueba de su agotamiento.
—¿Larga tarde? —pregunto mientras Gabriel cae en la silla a mi
izquierda. Se acerca, robando una judía verde. Lo miro con furia
cuando se lo mete en la boca y mastica. Al menos no se opone a las
verduras frescas.
—Pensé que se suponía que el jefe era el malvado —dice Jasper,
dejándose caer en su asiento habitual y alcanzando su plato. Gabriel
probablemente se olvidó de darle de comer. O simplemente no se
molestó. O Jasper se dio cuenta, al igual que yo, que es mejor pasar
hambre que morir con la dieta de Gabriel.
El hombre come comida rápida cuestionable con demasiada
frecuencia.
—Abby es una buena persona —protesta Theodore mientras
Jasper comienza a meterse comida en la boca. Aparece uno de los
miembros de mi personal, poniendo un plato frente a Gabriel. Lo
mira, estudiando el bistec, las verduras asadas y la papa al horno antes
de alcanzar su tenedor.
—Gabby no lo es —se queja Jasper. Me trago una sonrisa.
—Abby y Gabby. Me gusta —declara Theodore.
—El bistec necesita salsa de tomate —dice Gabriel.
—Por el amor de Dios. Eres un pagano —le informo.
Podría pedir salsa para bistec, pero quiere salsa de tomate. ¿Por
qué, en el nombre de Dios?
~ 77 ~
—Muy de acuerdo. Al menos usa A13 —dice Jasper, más metido

en su comida que cualquiera de nosotros. Voy a tener que hablar con
el personal de cocina para que le den comidas ligeras más a menudo
a lo largo del día cuando esté en casa. Y que le preparen el almuerzo
cuando no lo esté.
—No deberías desperdiciar el sabor escondiéndolo en esa
basura —Theodore corta un trozo de bistec y lo pincha con el tenedor.
—La inteligencia alrededor de esta mesa es alentadora —digo.
Gabriel abre la boca—. Tú no —se voltea y le devuelvo el gesto—. Si
vas a ahogar un bistec con un sabor perfecto en salsa, la salsa de
tomate es lo último que necesitas usar.
—Tu cuerpo es un templo —dice Theodore después de tragar su
bocado.
—Uno pensaría que después de la mierda con la que
sobrevivimos en Point Grove, te importaría menos lo que te llevas a la
boca —me dice Gabriel con la boca llena de papa. Realmente necesita
mejores modales en la mesa. Sin embargo, Gabriel creció rudo y
nunca logré refinarlo.
—Es debido a la mierda con la que sobrevivimos en Point Grove
que me importa lo que me llevo a la boca —respondo. Es un centro de
detención juvenil de nivel máximo: la mayoría de nosotros habíamos
cometido actos atroces de violencia; el asesinato se clasifica como tal.
La comida que nos daban no era apta para perros. Nunca volveré a
comer así.
—¿Estuviste en Point Grove? —pregunta Jasper, deteniéndose
con el tenedor a medio camino de su boca.
—Pasé seis años allí.
—Pasé seis meses en la cárcel de bebés —dice Jasper.
Gabriel se ahoga con una risa. —¿Cárcel de bebés?
—No lo llames cárcel de bebés —Theodore planta un codo en la
caja torácica de su hermano.
3
Marca de salsa de tomate.
~ 78 ~
Jasper rueda los ojos. —De todos modos —se mete el tenedor
entre los labios antes de continuar—. Escuché que algo jodido sucede
en Point Grove.
Parece que Gabe no es el único que necesita mejores modales en
la mesa.
—Es la mierda que no has oído lo que nos mantiene despiertos
por la noche a los antiguos residentes —murmura Gabriel, su mirada
saltando hacia mí y luego cayendo a su plato. Hay algunas cosas de las
que nunca hablamos y los peores días en Point Grove son los primeros
de la lista. Es mejor dejar esa pesadilla sin analizar.
—Suena duro. ¿Por qué estuviste encerrado? —Jasper pregunta,
su mejilla llena de zanahorias.
—No puedes preguntarle eso a la gente, Jasper —dice Theodore,
como si no me hubiera hecho una docena de preguntas sobre todo lo
que se le ocurre. Nada está fuera de los límites en lo que respecta a
nuestras conversaciones.
—Puedes preguntarle cuántas pollas ha chupado, pero no puedo
preguntar por qué estaba en la cárcel —Jasper replica, su voz llena de
indignación.
—Asesinato —digo, poniendo fin a la discusión.
—¿A quién…
—Jasper —espeta Theodore—. No sigas. En serio.
—Bien —resopla, volviendo a su comida.
~ 79 ~
CATORCE
THEODORE
Incluso después de la cena, nos sentamos alrededor de la mesa,
la cabeza de Jasper en mi hombro. Sus dedos están entrelazados con
los míos y claramente está dormido, o casi dormido en cualquier caso.
Me pregunto si ha estado durmiendo últimamente. Él nunca lo
admitirá, pero probablemente esté teniendo más dificultades que yo
para adaptarse a nuestros nuevos arreglos de vivienda.
Jasper es el tipo de persona cuya cama siempre tiene que estar
en la misma dirección, cuyo escritorio siempre tiene que estar limpio;
ni siquiera una imagen puede estar descentrada o no dormirá hasta
que sea perfecta. Ni siquiera pudimos ir al campamento de verano
porque era un lugar desconocido, lleno de gente desconocida en la que
no confiaba.
—¿Cómo lo hizo? —Abaddon le pregunta a Gabriel. Miro a la
pareja, preguntándome qué habrá hecho Jasper hoy.
Independientemente de las tareas que completó, está rendido.
—Él no vomitó, así que eso es todo —responde Gabriel.
Abaddon apoya los codos sobre la mesa. —¿Explicaste que la
próxima vez se pusiera al menos dos metros atrás?
Gabriel dice: —No. Le dije que si quiere estar cerca y en persona,
un cuchillo le servirá mejor —y me doy cuenta de lo que están
hablando.
—Oh —susurro, mirando a Jasper. Está descansando, no le
importa nada en el mundo, pero claramente lastimó a alguien hoy. Sin
embargo, lastimar a la gente nunca le ha molestado realmente. Jasper
es de la mentalidad de nosotros contra ellos. Mientras nosotros
salgamos del lado ganador, que se jodan.
~ 80 ~
—Probablemente debería quedarse con las armas por el

momento, Gabriel —dice Abaddon.
Acaricio el pendiente que cuelga de la oreja de Jasper. No puedo
decir que me guste la idea de que tenga un trabajo que requiera que
lastime a la gente, pero siempre ha tenido ese trabajo, incluso lo
disfruta. Como ejecutor, ha enviado un mensaje en forma de puño
muchas veces.
—Por ahora, está en el equipo de eliminación. Debería saber
cómo deshacerse de un cadáver antes de hacer uno —Gabriel descansa
en su silla, la imagen de la tranquilidad.
—Oh —es otra nueva realización. Jasper no solo lastimó a
alguien hoy; él mató a alguien. Y todavía es capaz de dormir contra mi
hombro, como si no hubiera quitado una vida. Supongo que sabía
antes de ahora, hoy, que ese es siempre el camino por el que se dirigía.
¿Qué más debía esperar? Al final, si seguía ascendiendo en las filas de
los ejecutores, iba a matar a alguien algún día.
Hoy lo hizo.
—Está bien —dice Abaddon, pasando sus dedos por su cabello.
— Algún plan para… —Gabriel inclina su cabeza hacia mí.
Abaddon niega con la cabeza. —Ninguno por el momento.
Todavía estoy decidiendo.
—Soy bastante bueno limpiando —realmente no quiero limpiar
el tipo de cosas que se están ensuciando, pero… si eso me mantiene
con Jasper, lo haré.
—No —dice Abaddon sin dudarlo. ¿Ni siquiera lo pensó? —
encontraré un lugar para ti. Sé paciente.
—De acuerdo —además…— No me importa ser perezoso. Me
gusta holgazanear leyendo libros todo el día —Jasper es el que se
vuelve loco si no lo ponen a trabajar. Estoy bien pasando mis días
descansando y relajándome—. ¡Oh! Puedo ser un gato doméstico —
solo estoy bromeando a medias, me sacudo y golpeo la mano de
Jasper, frotando el lugar donde me pellizcó—. Ay.
—¿Por qué fue eso?
—Él podría ser tu "compañero" —dice Gabriel, sonriendo.
~ 81 ~
—¿Qué es un compañero4? —pregunto, sin estar familiarizado

con la palabra.
—El equivalente a un amante —hay un regocijo innecesario en
el tono de Gabriel. Mi rostro se calienta mientras inclino la cabeza. Mi
mejilla descansa contra la parte superior de la cabeza de Jasper.
Abaddon es guapo pero desde esa noche en la piscina no ha
pasado nada más. Coqueteamos, pero nunca cruzamos la línea.
—Te lo he dicho antes, puedo organizar mi propia vida sexual —
resopla Abaddon.
—¿Ya tienes una? —Gabriel pregunta, frunciendo el ceño.
—No sabía que estabas tan interesado en mis hábitos de alcoba.
¿Estás buscando un turno entre mis sábanas, Gabriel?
—¡Diablos, no!
—¿Quién sería el activo y quién sería el pasivo? Porque en mi
imaginación se turnan —sonrío cuando los dos me dan miradas
igualmente horrorizadas. Tal vez dije demasiado. Puede que haya
estado leyendo demasiadas novelas obscenas.
—Soy activo —dicen ambos a la vez.
—Como la mierda que lo eres —dicen juntos.
—Odio cuando haces eso. —Abaddon cruza los brazos sobre el
pecho.
Me río. Este es un lado diferente de Abaddon, pero me gusta
verlo relajado.
—Odio cuando haces eso —se burla Gabriel—. Suenas de
dieciséis otra vez.
—Recuerdo explícitamente haberte golpeado hasta la mierda
cuando tenía dieciséis años.
—Recuerdo los eventos de ese día de manera diferente —dice
Gabriel.
4
Por las dudas, no es que Theodore sea tonto, solo que Gabriel usa jerga, con la cual Theodore no está
familiarizado, como en español, igualmente sería amante y no hay algo similar a lo que pueda ser
traducido he usado Compañero, ya que se puede interpretar de varias maneras, es lo más parecido a no
entender algo que se ha dicho.
~ 82 ~
—Suena como a pérdida de memoria por la paliza que te di.

—Ustedes dos discuten como una vieja pareja casada —
murmura Jasper, sentándose y frotándose los ojos. Me río; Estaba
pensando lo mismo. Pero es un poco lindo. ¿Cuántas personas pueden
ver este lado de ellos: el jefe de la familia Sterling y su mano derecha
discutiendo entre sí como adolescentes?
—Eres viejo —murmura Gabriel después de pensarlo un
momento.
—Hijo de puta. Son tres meses. Solo soy mayor a ti por tres
meses —suena tan insultado que me trago una risa.
— ¿Tienes hermanos o hermanas, Gabby?
Por la forma en que pelean, son más como hermanos que como
una pareja casada.
—¿Quieres decir además de este loco saco de mierda? —Gabriel
inclina la cabeza hacia Abaddon, cuyos ojos se agrandan incluso
cuando sonrío. Le dije que Gabriel podría verlo como familia, familia
real, real y claramente lo hace. Abaddon simplemente no se dio cuenta
antes—. No. No tengo ninguno.
—No soy tu hermano —la voz de Abaddon es… dura, pero vacía.
—Seguro que lo eres. El hecho de que no puedas pincharme con
un cuchillo no significa una mierda —dice Gabriel. Muerdo mi labio.
No es mi lugar decirlo, pero eso es una especie de golpe bajo.
—¿Un cuchillo de verdad o una polla5? —Jasper pregunta,
mirando entre ellos. Él no sabe sobre el hermano de Abaddon. Él no
sabe las líneas que se están cruzando en este momento.
Gabriel resopla. —Teniendo en cuenta que nunca tuvo la
oportunidad de usar su polla6, supongamos que es uno real.
—Te mataré, Gabriel —su voz es más seria, más oscura, que
nunca antes. Este es el Abaddon Sterling que lidera la Familia.
—¿Demasiado? —Gabriel pregunta.
5
No es por un juego de palabras, es uno de uso en este caso, ambos se usan para clavar. Lo sé, no suena
muy sutil, pero no puedo decir nada en contra de esa lógica.
6
Esta aclaración es porque Abaddon y Asmodeus nunca llegaron a intimar, como dijo Abaddon, era algo
nuevo e inocente.
~ 83 ~
—Muy por encima de la línea.

—Estoy confundido —dice Jasper.
Empujo su cabeza hacia mi hombro. —Solo duerme.
~ 84 ~
QUINCE
ABADDON
Gabriel no necesita disculparse; Lo conozco lo suficiente como
para saber que lo siente. Todavía tendré mi libra de carne más tarde.
Cruzó la línea: caminará con un ojo morado o un labio partido durante
unos días, pero ese será el final para los dos. No tenemos la costumbre
de permanecer enojados el uno con el otro, o guardar rencor.
Hace años, antes de que ninguno de nosotros dejara el
reformatorio, después de que nos desangramos el alma juntos,
cuando nos dimos cuenta de que a veces nos mezclábamos tan bien
como el aceite y el agua, encontramos una solución simple. Ninguno
de nosotros es bueno para cerrar la boca, pedir perdón o expresar
nuestra frustración. Entonces, si cruzo la línea, él puede lanzar un
golpe fuerte. Si se pasa de la raya, yo haré lo mismo. En resumen,
nuestra amistad se compone de lealtad incesante y algún que otro
puñetazo en la cara. Tal vez no sea la relación más sana, pero ya
llevamos juntos más de veinte años, la relación más larga de mi vida,
aparte de la que tuve con mi padre.
—Se está haciendo tarde —les digo a Theodore y Jasper después
de que la conversación se ha alejado del sexo y el asesinato. Todos
hemos terminado con nuestra comida.
—Está bien —Jasper se pone de pie, marchitándose por el
agotamiento.
—Intenta dormir de verdad —le dice Theodore a su hermano
mientras se levanta también.
—Cállate, yo duermo —responde Jasper.
Todos sabemos que eso es mentira si la mirada en el rostro de
Theodore es una indicación.
~ 85 ~
—Pueden compartir una habitación esta noche, solo esta noche

—les digo a los gemelos.
Jasper tuvo un día difícil y si la única forma en que pueda
dormir bien es dormir al lado de su hermano, no se lo negaré.
—¿De verdad? ¡Eres el mejor Abby! —Theodore exclama,
rodeando la cabecera de la mesa y envolviendo sus brazos alrededor
de mis hombros por detrás de mí. Él aprieta y me estiro, palmeando
su antebrazo mientras él presiona su rostro en mi cuello—. Gracias —
su voz es suave, su aliento cálido en mi oído.
—Gracias —dice Jasper con un bostezo.
—Lo hiciste bien hoy, Jasper. Estoy orgulloso de ti —le digo.
Jasper se mueve sobre sus pies y se frota la nuca. —¿Sí?
Asiento con la cabeza. —Sigue tu camino. Dúchate. Duerme. Los
veré a ambos para el desayuno.
—Te veo en la mañana. Queremos pancakes —Theodore me
aprieta de nuevo y me río por lo bajo mientras se acerca a su hermano.
Se dan la mano con una sonrisa compartida.
—Quiero ver tu habitación —le dice Theodore a Jasper mientras
se dirigen hacia la puerta. Un guardia los acompañará y se sentará
afuera de su puerta la mitad de la noche antes de que alguien lo releve.
En caso de emergencia, no los encierro en sus habitaciones, pero aun
así no puedo confiar en que anden libremente por mi casa. Aún no.
Miro a Gabriel.
—¿Afuera? —pregunta, relajado en su silla mientras me mira.
—Afuera.
Él se pone de pie y yo también me levanto. Los dos salimos del
comedor y cruzamos la casa hasta la puerta trasera. Giro la cerradura
y salimos al patio. Gabriel se vuelve hacia mí, apoyando sus pies para
no terminar sobre su trasero. Apretando los dedos en un puño, los
relajo y luego los aprieto de nuevo.
Se merece un ojo morado o un labio ensangrentado. Tal vez
incluso una nariz rota.
—¿Quisiste decir lo que dijiste antes, sobre que somos
hermanos? —pregunto.
~ 86 ~
Levanta el hombro y lo deja caer. —Lo llames como lo llames,

como lo definas, hemos sido familia durante mucho tiempo, Abaddon.
—Tal vez.
Quizás tenga razón. No compartimos sangre, pero la sangre no
es todo de lo que se compone la familia. Conozco el viejo dicho,
aunque no sé de dónde viene:
La sangre del pacto es más espesa que el agua del vientre.
Dijo Bobby Singer de Supernatural:
La familia no termina con sangre, chico.
La familia que elijas es tan importante, si no más, que aquella
en la que naciste. Los lazos que construimos nos conectan y son
importantes. Conozco a este hombre desde hace más tiempo y mejor
que a mi propio gemelo. Aun así, fue demasiado lejos y no puedo
perdonarlo por eso.
Saco mi puño hacia atrás y el impacto cuando mis nudillos rozan
la mandíbula de Gabriel resuena en mi brazo. Tropieza ligeramente,
alcanzando y frotándose la cara mientras recupera el equilibrio. Bajo
la mirada hacia mi mano, flexionando los dedos. No siento ningún
placer por haberlo golpeado. Es lo que es, nada más y nada menos.
—Theodore sabe más que Jasper en este momento. Puede que
no sea justo, pero es lo que es, así que cuida tu boca frente a él, ¿de
acuerdo?
—Está bien —está de acuerdo Gabriel, limpiándose una gota de
sangre en el labio—. ¿Vas a contarle todo a Jasper?
—Eventualmente. No tenemos el mismo tipo de conversaciones
que tengo con Theodore. Hace menos preguntas y es más reacio a
responder las mías —meto el puño en el bolsillo mientras miro hacia
el jardín oscuro.
A Theodore le gusta hablar, siempre hace preguntas sobre
cualquier cosa que le venga a la mente. A Jasper le gusta estar en
movimiento, haciendo algo que ocupe su cuerpo. Me gustan ambos
hermanos por igual, disfruto igual el tiempo que pasamos juntos.
Simplemente es diferente con cada uno de ellos, diferente pero similar
en muchos de los mismos aspectos.
~ 87 ~
—Puedo ver que te gustan. Ha pasado mucho tiempo desde que

realmente te gustó alguien.
¿Alguna vez me había gustado alguien, o simplemente llenaron
una necesidad temporal?
Aunque tiene razón. Me gustan Jasper y Theodore. Espero que,
cuando se les dé la opción, elijan quedarse, compartir mi hogar
conmigo. Son buena compañía. Cuanto más tiempo paso con ellos,
menos doloroso se vuelve el agujero que abrieron en mi corazón la
primera vez que fui testigo de su amor. Poco a poco me estoy
acostumbrando a su presencia, casi anhelándola.
Miro a Gabby. Está reflejando mi posición: las manos en los
bolsillos, de cara al jardín, oculto por las sombras.
—Cuida de Jasper —le digo—. Si no parece apto para el trabajo,
dímelo antes de presionarlo.
—Todos necesitamos que nos empujen, Abaddon —suspira,
echando la cabeza hacia atrás. La contaminación lumínica roba las
estrellas del cielo nocturno. Es una pena, de verdad—. El asesinato no
es tan fácil para la gente como lo es para ti.
Inclino mi cabeza hacia atrás, observando las nubes oscuras. —
Bien. Simplemente no lo rompas.
Porque tiene razón, después de todo. El asesinato no debería ser
fácil.
—Te devolveré tu juguete nuevo y reluciente en las condiciones
que esperas —responde.
Pongo los ojos en blanco —Buenas noches Gabby.
—Buenas noches, Abby —dice, tragándose una sonrisa antes de
que nos separemos.
Ambos tenemos asuntos que atender mañana.
~ 88 ~
DIECISÉIS
JASPER
Ha sido un mes largo. El trabajo es duro, pero no me importa.
Soy… feliz. Theo también parece feliz, más feliz de lo que lo he visto
en años. Me gusta cuando puedo pasar tiempo con él, que es la
mayoría de las veces, cuando estoy en casa. A mí también me gusta
Abaddon. Todavía desayunamos o almorzamos juntos todos los días.
Él no es la figura intimidante de las pesadillas que los rumores
quieren hacerte creer. Pero… nos sigue manteniendo a Theo y a mí
separados, al final del día.
Aparte de algunas noches aquí o allá, después de un largo día de
eliminación de cadáveres, sigo atrapado al otro lado de la casa. Se
siente como millas de distancia. Tal vez por eso, una vez más, me
encuentro levantado tan tarde. Más cerca del amanecer que de la
medianoche. Sentado en el borde de la piscina, paso mis pies por el
agua.
Pasaron muchas cosas este mes. Vi morir a mis padres. Me
apartaron de Theo pero… tal vez el espacio es bueno para él. Parece
que se está volviendo cada vez más independiente, sin que nuestros
padres lo presionen para que haga algo por la Familia.
Theo finalmente va a estudiar diseño gráfico, como él quería.
Yo, por otro lado, no iré a la facultad de derecho como habían
planeado mis padres. Todavía disfruto aprendiendo sobre leyes en mi
tiempo libre, del cual tengo poco, pero no quiero ser abogado. No
quiero estar encadenado a un escritorio, empujando papeles y
tratando de no quitarme el traje y la corbata.
Entonces, ¿qué voy a hacer? No debería gustarme este nuevo
trabajo tanto como me gusta, pero creo que soy bueno en ello.
Siempre he tenido ojo para los detalles. La limpieza es simple. Las
reglas que me dio Gabriel son solo de sentido común, aunque sé que
el sentido común no es tan común. Siento que debería estar un poco
~ 89 ~
triste por los muertos, o tal vez por mí mismo, pero no me molesta.
Tal vez algo está roto dentro de mí. Tal vez estoy pensando demasiado
en cosas que no importan. Miro hacia atrás cuando escucho pasos y
veo a Patrick bostezando, probablemente deseando que me vaya a la
cama. De nuevo. Ya debería estar acostumbrado a estas noches largas.
Las mantenemos con la suficiente frecuencia.
—Vete a la cama, Patrick.
Patrick asiente cuando Abaddon se adelanta.
—Me gusta atormentarlo —digo, viendo a Patrick desaparecer
dentro.
—Entiendo —Abaddon se sienta a mi lado—. Deberías dormir
más.
Se ha vestido para ir a la cama. ¿Por qué sigue despierto?
Me encojo de hombros. —Siempre he tenido problemas para
dormir —desde que era niño, dormir ha sido difícil cuando Theo y yo
estamos separados. Difícil conciliar el sueño, más difícil permanecer
dormido y cuando duermo no es un sueño relajante—. Ya ha pasado
un mes; ¿Todavía no confías en nosotros?
Saco una de mis piernas de la piscina y la sostengo contra mi
pecho, descansando mi mejilla en mi rodilla mientras miro a
Abaddon. Su cabello está húmedo, como si acabara de ducharse.
¿Alguien le dijo que estaba aquí? ¿O puede ver la piscina desde su
habitación?
—En el esquema de las cosas, un mes es muy poco tiempo,
Jasper.
Él no está equivocado. No confiaría en nadie después de
conocerlo por solo un mes. Si soy honesto, todavía no sé una mierda
sobre Abaddon y, a menos que Theo le esté contando mis asuntos,
probablemente tampoco sepa mucho sobre mí.
—¿Confías en mí? —él pregunta.
—Sería un idiota si respondiera eso —es una espada de doble filo
después de todo. Si digo que sí, soy un estúpido por confiar en alguien
que apenas conozco. Pero decir que no parecería desleal, como si no
hubiera puesto mi fe en el Jefe de la Familia Sterling.
~ 90 ~
Abaddon se ríe, un sonido suave y profundo. Antes, siempre se

contuvo, contuvo su risa y sus sonrisas. Ahora simplemente se
escapan de vez en cuando. Ambos lo hacen parecer más… humano,
menos por encima de todos nosotros. Me gusta.
—Lo serías, pero aun tenía que preguntar. Duermes mejor con
Theodore a tu lado.
—Somos gemelos. Realmente nunca hemos tenido que pasar
mucho tiempo separados. Incluso cuando estamos haciendo lo
nuestro, conocemos cada movimiento del otro. Incluso cuando cada
uno de nosotros tomó a sus propios amantes, todavía sabíamos en la
cama de quién caíamos por la noche. Supongo que cuando se trata de
dormir, Theo es como mi manta favorita. Claro, puedo tomar una
siesta sin ella pero… no es lo mismo hasta que estoy envuelto en esa
manta.
Tal vez suene raro, incluso irrespetuoso con Theo, pero es la
verdad. Realmente no puedo dormir sin él, pero no es como si no
tuviera algunas horas aquí y allá. Simplemente, las raras noches en las
que se me permite acostarme a su lado, siempre duermo más, mejor.
Por supuesto que no es siempre el caso tampoco. Ha habido noches
en las que mi mente está demasiado activa para poder descansar de
verdad, incluso con Theo a mi lado.
—Los he mantenido separados el tiempo suficiente. Puedes
compartir una habitación con él si quieres.
Le doy la espalda y miro el agua. —¿Alguna vez te preguntaste si
alguien estaría mejor sin ti?
A veces, viendo la forma en que Theo prospera con Abaddon,
me pregunto si es porque no tenemos tanto contacto como antes.
—Lo contrario, en realidad.
lo miro ¿Estaría mejor sin Theo? No. Soy una mejor persona
gracias a él. Pero, ¿sería una mejor persona sin mí? Niego con la
cabeza.
—Está bien. Podemos ir haciendo las cosas a tu ritmo —podría
ser bueno para Theo encontrar su equilibrio sin que yo esté ahí para
tomar su mano. Además, mis manos están cubiertas de sangre ahora.
Solo se mancharán más a medida que pase el tiempo. Quiero
~ 91 ~
preocuparme por eso, pero, la verdad es que mataría una ciudad si eso
significa que Theo puede estar seguro y feliz, incluso sin mí a su lado.
—Él te extraña. Lo extrañas. Sé lo que es ese dolor. Compartirán
habitación.
—¿Por qué te preocupas por nosotros? —pregunto. O tal vez esa
no es la pregunta correcta. Tal vez a los otros gemelos con los que
hacía compañía también se les dieron estas condiciones. Tal vez solo
seamos otro conjunto de nombres en una lista—. ¿Es así como tratas
a todos los que pasan por tu casa?
—No. Fueron breves interludios en mi vida. Tú y Theodore están
aquí para quedarse.
—Nos entregamos a ti—muerdo mi labio. Técnicamente, soy yo
quien nos vendió. Nunca le he preguntado a Theodore cómo se siente
acerca de lo que hice.
—¿Te arrepientes? —pregunta Abaddon.
—No de la manera que pensarías. Me arrepiento de vender a
Theo junto conmigo, venderlo sin preguntarle primero. Pero me
refiero… él simplemente se habría subido al carro conmigo de todos
modos. No me arrepiento de las otras cosas. O tal vez debería haberte
pedido que me dejaras dispararle a Raymond y Linda yo mismo —
aprieto los dedos mientras pienso en ello. Nunca le pregunté a Theo
sobre eso tampoco. ¿Había llorado esa noche? ¿Llorado a nuestros
padres solo? no lo hice Todavía no siento nada por sus muertes.
—Hay algunos asesinatos que nunca te dejan: el primero y el de
ese tipo, matar a tus padres —dice.
Paso mis dedos por mi cabello. —Cuando maté al Sr. Baldwin
pensé en ellos por un momento. Me pregunté, wow, ¿realmente voy
a matar a alguien? Pero luego pensé que ya lo había hecho. Puede
que no haya apretado el gatillo, pero te pedí que mataras a mis padres.
Quiero decir, ibas a hacerlo de todos modos, pero siento que lo quería.
Quería verlos morir. Quería que supieran que tomé esa decisión. Es
estúpido, enfermizo. Incluso retorcido, como si algo dentro de mí
estuviera roto —frunzo el ceño mientras miro mi reflejo.
Abaddon envuelve un brazo alrededor de mis hombros y dudo
antes de inclinarme hacia él. Aparte de ayudarme a levantarme del
piso del gimnasio de vez en cuando, es la primera vez que me toca.
~ 92 ~
— Me han dicho que asesinar no debería ser tan fácil como lo es

para mí, pero después de la primera vez, pensé: qué más da un
cadáver más a mi nombre. El asesinato sigue siendo un asesinato, ya
se trate de una persona o de cien. Tal vez porque se trataba de tus
padres, personas a las que amabas de una forma u otra, cualquier otro
asesinato palidece en comparación. ¿Por qué dudar de un extraño
cuando no dudaste de alguien a quien amabas?
—Tal vez. Es gracioso. Theo y yo nos parecemos pero no nos
parecemos en nada. Empecé a hacerme tatuajes y piercings para que
mi interior se reflejara en el exterior. Para que todos pudieran ver
cómo se ve una buena versión y cómo se ve esta versión. Creo que por
eso puedo hacerlo. Puedo matar gente. No me molesta en absoluto.
Creo que la única persona a la que no puedo lastimar es a él. No puedo
matar la buena versión de esta persona.
Abaddon presiona su frente en mi sien. —Eres un mejor
hermano de lo que yo nunca fui.
No me dio ningún detalle pero…
—Theo me dijo que tu hermano murió cuando eras más joven.
Tal vez simplemente no tuviste suficiente práctica —quizá si Theo
hubiera muerto cuando éramos niños no pensaría así. Sin embargo,
ahora tenemos veintidós años, más cerca de los veintitrés que hace un
mes.
—Fue asesinado —dice Abaddon.
Trago saliva, mirándolo. Él no necesita dar más detalles. Está
por toda su cara expresado. —Entiendo.
Es por eso que matar a otros es fácil.
—Al final, supongo que no soy el gemelo bueno.
—El gemelo bueno siempre muere primero —digo. Las palabras
son amargas en mi lengua.
Tendré que asegurarme de unirme al mío cuando llegue el
momento.
—He llegado a pensar en ello como una misericordia en cierto
modo. Asmodeus no era para este mundo. Si hubiera sido yo quien
perdiera aquella pelea, si hubiera sido él quien me viera morir, hoy
estaría aquí, probablemente viviendo mi vida porque así se lo habrían
~ 93 ~
exigido, pero… —el brazo de Abaddon me rodea con fuerza—. Se

habría... ausentado. Un cascarón vacío. No le desearía eso... no a él.
—Sabes, la gente solía pensar que los gemelos son dos partes de
la misma alma, una buena y otra mala. Y que una tiene que morir para
que la otra esté completa. Pero... Ahora lo entiendo, lo entiendo de
una forma que nunca antes había entendido. Si yo muriera, Theo
podría vivir, pero no estaría completo. No seguiría siendo quien es
ahora. Y sin Theo, yo no viviría. Nadie me lo exigiría y… No soy lo
suficientemente fuerte para vivir sin él —supongo que todos los
gemelos mueren juntos, lo sepan o no.
Tal vez esa es la tristeza que siempre he sentido en Abaddon.
Murió hace mucho tiempo.
~ 94 ~
DIECISIETE
ABADDON
Jasper tiene razón. Aunque respiro, lleno mis pulmones con
dulce oxígeno y exhalo dióxido de carbono, morí hace mucho tiempo.
Aun así, prefiero ser el que todavía respira. No porque esté
particularmente apegado a la vida, sino porque amo a mi hermano lo
suficiente, incluso ahora, como para no haber querido que se
convirtiera en el hombre que soy hoy. Él puede haber sido más
adecuado para el caos, la locura que es mi vida, pero si él hubiese sido
el que me vio desangrarme… habría perdido todo lo que amaba de él,
todo lo que lo hacía ser quien era.
—Me recuerdas a él de alguna manera —le digo a Jasper, una
sonrisa renuente tirando de mi boca. El mismo fuego dentro de él, un
impulso para hacer lo que sea necesario, tal como lo había hecho
Deus. Eso me faltó, hasta que murió mi hermano.
Además, el amor de Jasper por Theodore es feroz e
inquebrantable. Moriría por su hermano. Tal vez, hace veintiséis
años, Asmodeus murió por mí. Tal vez no gané esa pelea. Tal vez mi
hermano simplemente me dejó ganar. Hizo por mí lo que yo no pude
hacer por él: morir. E hice por él lo que él no pudo hacer por mí: vivir.
Jasper apoya su cabeza en mi hombro. —Supongo que es un
cumplido.
—Lo es —le aseguro, mis dedos subiendo y bajando por su brazo.
Su piel es suave y cálida bajo mi tacto. Me gusta la sensación de él
presionado contra mí. Es nuevo. Los dos no hemos tenido mucho
contacto físico. A Jasper le gusta mantener la distancia, incluso ahora
y no lo he presionado para nada. Theodore, sin embargo, siempre está
abrazando, aferrándose de la manera que le resulte más cómoda.
~ 95 ~
—A veces me recuerdas a Theo —dice Jasper—. Eres tranquilo,

seguro como él. Supongo que... —esconde su rostro mientras lo miro—
. Cálido —su voz es suave, como si no estuviera seguro de admitirlo.
—No siempre he sido tranquilo y seguro —hubo un tiempo,
después de la muerte de mi hermano, en que perdí mi centro. Estaba
furioso, impetuoso y dispuesto a enfrentarme al mundo, a quemarlo
todo hasta que solo me rodearan huesos y cenizas. Me apresuraba a
pelear y siempre buscaba problemas donde sabía que me
encontrarían.
—¿Fuiste a Point Grove por tu hermano?
—Sí —digo mientras cierro los ojos. Una ira vieja y familiar se
enciende en mi pecho—. Padre quería borrarlo, sacarlo del árbol
genealógico, como si nunca hubiera nacido. No podía permitir eso.
Hice lo único que pude para asegurarme de que nunca sería
olvidado, nunca podría ser borrado. En lugar de quemarlo como
exigía nuestro padre, lo vestí con su camisa favorita de la banda y
jeans rotos, envolví su cuerpo en una manta y lo llevé a la estación de
policía. Y cuando intentaron que implicara a nuestro padre, no lo hice.
Confesé y cumplí mi condena.
—Supongo que los rumores de que mataste a tu padre son
ciertos entonces —dice Jasper.
—Sí —conspiraba y planificaba todos los días que estuve en
Point Grove, tramando su muerte. Era lo único en lo que pensaba,
soñaba, me masturbaba una o dos veces. Supe en el momento en que
la luz se atenuó en la mirada de Asmodeus que hacer justicia por su
muerte era mía para repartir, que mataría al bastardo que nos obligó
a luchar hasta la muerte.
La muerte de mi padre me perseguía, pero solo porque la
anhelaba más que mi próximo aliento. Me tomó años, más años de los
que me gustaría, pero finalmente me paré sobre su cuerpo
ensangrentado, cuchillo en mano, con nada más que satisfacción y
alegría en mi corazón.
—Apuesto a que lo disfrutaste —dice Jasper.
Me río suavemente. —Inmensamente.
~ 96 ~
—¿Crees que sería diferente, si ninguno de ustedes hubiese

tenido que morir? —Jasper pregunta, girándose hacia mí—. ¿Si
hubieras podido mantener a tu hermano contigo?
—Creo que sí. Habríamos compartido una verdadera conexión.
Era nuevo, pero lo compartimos todo, como tú y Theodore —mis
dedos se aprietan en el brazo de Jasper por un momento mientras el
recuerdo de nuestra última vez compartiendo una cama se apodera de
mí. La vacilación y la curiosidad. La boca de Deus había sido suave
con la mía mientras presionaba sus dedos entre mis piernas. Su
cuerpo había estado duro cuando presioné mis dedos entre las suyas.
La forma en que su voz había sonado cuando su semen se derramó
sobre mi puño, caliente y húmedo7.
—La mayoría de la gente piensa que lo que Theo y yo sentimos
el uno por el otro es repugnante —el brazo de Jasper se desliza a lo
largo de mi espalda mientras nos sentamos juntos junto a la piscina,
absorbiendo el calor del otro y… hablando, realmente hablando por
primera vez. El calor se expande detrás de mi caja torácica—. Nuestros
padres pensaron que lo era. No pasó mucho tiempo antes de que
decidieran que estaba obligando a Theo a hacerlo, incluso cuando
ambos dijimos que no era así.
—La gente no entiende. Pero lo hago —le prometo—. No tienes
que dar explicaciones. Él te ama. Tú lo amas. Es más que palabras y
el tacto es la única forma de mostrar y de comprender la profundidad
de ese amor —ellos eran cercanos, tan cercanos como dos personas
pueden serlo, antes de que empezaran a explorar el cuerpo del otro.
Pero no era suficiente. Necesitaban más, así que lo consiguieron.
—No sé si debería decir que lamento que no hayas
experimentado eso con tu hermano. O si es mejor que no lo hicieras,
viendo cómo resultaron las cosas —murmura Jasper, bostezando
suavemente mientras se inclina a mi lado.
—Tuve un momento con él una vez, justo antes de que lo
asesinara —admito. Mi corazón se aprieta y trago. Vi las
profundidades de nuestro amor, pude experimentarlo de primera
7
Esta parte es pensada por Abaddon de una manera inocente, recuerden que apenas tenían 12 años,
estaban en una etapa de exploración y descubrimiento, tanto de sus necesidades físicas como las
emocionales, por eso Abaddon no puede pensar de una manera sexualizada, a pesar del acto en el cual
está pensando.
~ 97 ~
mano. Luego lo perdí para siempre. He llegado a pensar en esa noche

como mi castigo, la penitencia que debo pagar por lo que hice.
Los dedos de Jasper se deslizan por mi mejilla y gira mi cabeza.
Lo miro mientras él empuja hacia adelante, su boca sobre la mía. Lo
acerco más; mis labios se abren y su lengua se sumerge dentro. Su
piercing en la lengua roza mis labios mientras se retira. Lo persigo,
recorriendo el espacio que me ofrece, absorbiendo este silencioso
consuelo.
Jasper se parece mucho a mí en este sentido. Ninguno de
nosotros es el mejor para expresarse. A veces las palabras nos fallan
incluso cuando más las necesitamos, razón por la cual muchas veces
nos sentamos en un silencio cómodo, largos períodos entre cada tema
de conversación. Pero esto, lo entiendo.
Presionando mi frente contra la suya, cierro los ojos. —Gracias,
Jasper.
—No tienes que agradecerme —sus dedos bailan por mi cuello y
su mano se posa en mi hombro. Su aliento es cálido contra mi cara
mientras exhala.
Lo sostengo cerca por un momento más, luego retrocedo.
—Necesitas descansar. Te acompañaré a tu habitación.
Me pongo de pie y tiro de él para que se ponga de pie. Su mano
permanece enroscada alrededor de la mía mientras lo alejo de la
piscina y lo llevo a la casa. En lugar de llevarlo a la habitación en la
que ha estado durmiendo, lo llevo con Theodore. El guardia apenas
nos dedica una mirada cuando abro la puerta lentamente y me asomo
a la habitación. Theodore está acurrucado de lado, en lo profundo de
sus mantas y roncando suavemente.
—Únete a nosotros —susurra Jasper, tirando de mí hacia la
cama—. Será feliz.
—¿Estás seguro? —pregunto, deseando desesperadamente que
lo sea pero sin saber si realmente debería hacerlo. Esta noche nos
abrazamos, incluso nos besamos, por primera vez y ahora quiere que
me suba a la cama con él y su hermano. Para alguien que ha dudado
tanto, ahora se está moviendo rápido.
—No me ofrecería si no fuera así —dice Jasper, retirando las
mantas. Se ubica debajo de ellas, acercándose a su hermano. Dudo,
~ 98 ~
pero lo sigo, presionando contra su espalda mientras él presiona

contra Theodore, quien murmura en sueños, se da la vuelta y lanza su
brazo alrededor de su hermano. Sus dedos rozan mi pecho y presiona
su palma sobre mi corazón palpitante.
—¿Abby? —Theodore murmura.
—Sí —le digo. Él tararea y agarra mi camisa haciendo puño.
Jasper se ríe por lo bajo. —Lo ves.
—Duerme —susurro en su oído, mi mano colocándose en su
cadera.
~ 99 ~
DIECIOCHO
THEODORE
Hay un peso en mi pecho y me estiro, encontrando la textura
sedosa de un cabello familiar antes de abrir los ojos. Jasper está
acostado encima de mí. Pero anoche… Al volverme, veo a Abaddon
detrás de él. Sus ojos están abiertos; él me está mirando.
—Hola —digo en voz baja. Claramente me perdí algunas cosas
mientras dormía.
—Buenos días —dice Abaddon, con una sonrisa jugando en sus
labios.
—Supongo que me perdí una cosa o dos —digo, un poco
confundido. ¿Desde cuándo él y Jasper son tan cercanos, lo
suficientemente cercanos como para subirse a mi cama en medio de
la noche? No estoy celoso. Es bueno verlos juntos.
Jasper dirá que soy tonto pero me gusta Abaddon, tal vez
mucho más de lo que debería. No puedo evitarlo, no después de todo
el tiempo que hemos pasado juntos. Durante el último mes he
aprendido mucho sobre él. Conozco su historia, o al menos partes de
ella, es triste y solitaria, solo quiero ayudarlo a encontrar algo de
alegría, tal vez ser algo de esa alegría.
—Jasper no estaba durmiendo. Hablamos un poco junto a la
piscina. Lo traje aquí para dormir y él me invitó a quedarme. Espero
que no te moleste.
—Por supuesto que no. Me gustaría que fuera así todas las
noches —puedo escuchar la invitación abierta en mi voz pero,
sinceramente, ¿por qué mentir? Abaddon y yo no nos hemos mentido
hasta ahora y no voy a empezar ahora. Él me gusta. Es amable, mucho
más amable de lo que necesita ser y divertido. No duele que esté
caliente como la mierda.
~ 100 ~
Por supuesto, siempre amaré a Jasper, él es mío en todos los

sentidos, pero él y yo también nos hemos enamorado y desenamorado
de otros. Sin embargo, creo que es diferente con Abaddon. En el
pasado, cuando estaba con otra persona, no podía tener a Jasper. Y
Jasper no podía tenerme cuando estaba con alguien. Pero… tal vez
pueda tener a mi hermano y a Abaddon, Jasper también puede
tenernos a nosotros.
—Le dije a Jasper que ustedes dos pueden compartir una
habitación ahora.
Paso mis dedos por el cabello de Jasper. Al menos dormirá
mejor.
—Puedes unirte a nosotros cuando quieras —me pregunto si
tiene problemas para dormir, como los tiene Jasper. O tal vez duerme
tranquilo y siempre encuentra a Jasper porque se acuesta tarde y se
levanta temprano.
—Tal vez lo haga, de vez en cuando —sus ojos son brillantes y
cálidos, abiertos en invitación como siempre cuando hablamos. Salgo
de debajo de Jasper y paso por encima de él para poder ponerme en
el medio. Jasper se queja pero se presiona contra mi espalda y se
acomoda una vez más.
—¿Tienes problemas para dormir? —le pregunto a Abaddon,
bajando la voz para no despertar a Jasper. Es más fácil ahora que
compartimos almohada.
—Raramente duermo, la verdad sea dicha —dice Abaddon.
Empujo mis dedos en su cabello. Cierra los ojos y tararea,
inclinándose hacia mi toque como un gatito necesitado.
—Necesitas descansar —digo contra su pecho. No me importa
estar en el medio si eso significa que ambos duermen un poco.
—Lo hice anoche —dice Abaddon. Su mano aterriza en mi
cadera y aprieta. Se ve más descansado. El calor de su mano se filtra
a través de la fina tela de mis boxer, lo único que llevo puesto,
mientras su pulgar se mueve en pequeños círculos. Yo sonrío.
—Abby… —mis dedos se curvan contra su pecho y trago. Él
sonríe de manera alentadora. ¿Por qué está tan inquieto? Tal vez es
solo su carga de trabajo. No puede ser fácil dirigir una familia del
~ 101 ~
tamaño de la familia Sterling. En el último segundo pregunto—:

¿Tienes pesadillas?
—No he soñado en mucho tiempo.
Niego con la cabeza y me coloco debajo de su barbilla. —Estás
rompiendo mi corazón.
—Estoy bien, Theodore —dice Abaddon antes de besar mi
cabeza. Se parece mucho más a Jasper de lo que cree. Realmente no
hablan cuando algo les molesta. Prefieren que los dejen solos con sus
pensamientos. Entonces, ¿qué haría si Jasper se sintiera mal pero no
me hablara? Si quiero ser molesto, lo acoso hasta que se rompe y grita
su frustración. No quiero hacer eso con Abaddon.
En cambio… Presiono mis labios en su barbilla.
A veces, con Jasper, la mejor manera de hacerle saber que
siempre estoy disponible cuando esté listo para hablar es a través del
tacto, solo… estar en el momento con él.
Tal vez Abaddon es igual.
Besa la comisura de mi boca.
Inclino mi cabeza y beso el borde de la suya.
Sus dedos recorren mi mandíbula.
—Theodore.
—Está bien —susurro. Roza su boca con la mía. Me apoyo contra
él, presionando un beso con la boca cerrada en sus labios. Es cálido y
suave y cierro los ojos, demorándome un momento más. Mis dedos
yacen contra su pecho; el latido de su corazón es constante y fuerte
bajo mi palma. Mi propio corazón está acelerado mientras retrocedo.
Abaddon avanza, poniendo su boca contra la mía. Se demora tanto
como yo lo hice antes de que su lengua lama la comisura de mi boca.
Lo sigo cuando se retira y esta vez, cuando coloco mi boca sobre la
suya, pruebo su labio inferior.
Su lengua se desliza más allá de la mía y recorre mi boca. Gimo
contra él, el sonido es débil y necesitado, mientras toma la parte de
atrás de mi cuello. Arrastro mis dedos por su pecho y a través de su
abdomen hasta que llego a la cintura de sus pantalones de dormir.
Está construido como un modelo y maldita sea.
~ 102 ~
—¿Puedo? —pregunto, rozando su dura polla.

—Lo que quieras —murmura contra mi boca. Enrollo mis dedos
alrededor de su eje a través de los pantalones de su pijama y aprieto.
Él gime y me trago el sonido.
—¿Cuánto tiempo ha pasado para ti? —pregunto, depositando
un beso con la boca abierta en su clavícula.
Si la conversación entre él y Gabriel en la cena hace unas
semanas es un indicio, probablemente haya pasado un tiempo,
¿verdad?
—El tiempo suficiente —dice Abaddon. Presiono mi boca contra
él otra vez, esta vez justo encima de su pezón. Él gruñe y aprieta mi
cabello cuando lamo el pico sensible—. Theodore —Abaddon sisea
mientras rodeo su pezón con mi lengua. Muerdo y tiro. Jadea cuando
me muevo hacia el descuidado y le presto la misma atención.
—Deberías llamarme Theo —le digo mientras meto mis dedos
en los pantalones de su pijama y aprieto su polla goteando. Está tan
duro y suave, húmedo con su líquido preseminal mientras lo acaricio
desde la raíz hasta la punta. También es grande, más grande que
Jasper, o cualquiera de mis amantes anteriores. Sin embargo, ya sabía
eso, desde la noche en que lo abracé después de que nos vio a Jasper
y a mí jugar en su piscina.
—Joder, Theo… —su voz se quiebra y yo echo la cabeza hacia
atrás, besándolo en la boca antes de deslizarme bajo las sábanas. Sus
dedos se aprietan en mi cabello mientras empujo su pijama hacia
abajo lo suficiente para liberar su polla—. ¿Theodore?
—Déjame. Yo quiero —presiono un beso en la cabeza de su polla
y lamo una gota de líquido preseminal—. Todo lo que tienes que hacer
es usar mi boca.
—Mierda —exhala y su polla salta contra mi lengua mientras
lamo el eje—. Sí. Bueno. Dije lo que quieras.
Dijo lo que yo quería y ahora mismo quiero chuparle la polla
hasta que jadee mi nombre, bajando por mi garganta. ¿Cómo sabrá?
¿Cómo sonará mi nombre saliendo de su lengua mientras trago su
semen?
Solo hay una forma de averiguarlo.
~ 103 ~
Paso mi lengua por su polla de nuevo, hundiendo la punta en su

hendidura mientras envuelvo mis labios alrededor de su coronilla
hinchada y chupo.
—Mierda. Theodore.
Sus uñas se hunden en mi cuero cabelludo mientras empuja en
mi boca. Lo dejé deslizarse hasta el fondo de mi garganta y lucho
contra el reflejo nauseoso. Ha pasado un tiempo desde que chupé una
polla y esta no es mi posición preferida. Sin embargo, hay algo
increíblemente caliente al respecto: estar atrapado debajo de las
sábanas entre mi hermano gemelo dormido y Abaddon.
¿Y si Jasper se despierta? ¿Querrá él la misma atención?
Mi polla late y me agacho para apretarla a través de mis boxer.
Tiro hacia atrás y aprieto la base del eje de Abaddon. Él gime, el
sonido silenciado por las sábanas, mientras jugueteo con la parte
inferior de su cabeza hinchada con mi lengua.
Ojalá pudiera ver su rostro, sus ojos, ahora mismo.
¿Están encendidos con el deseo? ¿Está disfrutando de mi boca?
—Por favor —gime mientras deslizo una gota de líquido
preseminal con mi lengua.
Tal vez estoy siendo un poco malo, bromeando más que
complaciendo. Pero no puedo evitarlo. Durante la última semana más
o menos he pensado en esto: Abaddon, Jasper y yo en la misma cama.
Tal vez esto no es exactamente lo que fantaseaba, pero aun así… está
lo suficientemente cerca y no voy a desperdiciar la oportunidad. Sin
embargo, ha pasado un tiempo para Abaddon. Puedo apiadarme de
él, solo por esta vez.
Tragándolo hasta el fondo de mi garganta otra vez, ahueco sus
bolas y las hago rodar entre mis dedos y luego establezco un ritmo
pausado. Mi polla está goteando pero ignoro mi necesidad a favor de
la de Abaddon. Sus dedos están enterrados en mi cabello, no
controlando mis movimientos tanto como sosteniéndome,
guiándome mientras chupo.
—Jesús —gruñe Abaddon mientras envuelvo mis labios
alrededor de la base de su polla y tarareo—. Estoy por correrme,
Theodore.
~ 104 ~
Él está por correrse.

Voy a hacer que se corra.
Gimo y me alejo, apretando la base de su pene y enfocando mi
atención en la cabeza sensible. Abaddon ahueca la parte de atrás de
mi cuello. Su pene se hincha entre mis labios mientras giro mi mano
alrededor de la base.
— J-Joder, Theodore. Así. Lo estás haciendo muy bien.
Su alabanza me ilumina por dentro, una chispa golpeando
astillas empapadas de gasolina.
Quiero hacerlo bien para él.
—Mierda. Mierda —dice con voz áspera mientras me agarra el
cabello apretando su mano hasta cerrarla en un puño—. Quítate o…
—lo tomo profundamente en mi boca otra vez. Su cabeza golpea la
parte posterior de mi garganta y me atraganto, pero lo logro—. Joder
—gime, segundos antes de que lo saboree, fuerte y amargo,
derramándose por mi lengua. Sus muslos se flexionan contra mi
pecho mientras trago, trago tras trago de su semen. Se relaja y chupo
por un momento más, lamiendo la cabeza sobre estimulada por
última vez cuando él me aparta. Me arrastro fuera de debajo de las
mantas.
—¿Divirtiéndose? —Jasper pregunta, su voz espesa por el
sueño. Me giro y presiono mi boca contra la suya, forzando mi lengua
entre sus labios para poder compartir el sabor de Abaddon. Es justo,
después de todo.
~ 105 ~
DIECINUEVE
ABADDON
Jasper empuja a Theodore de espaldas, sus bocas aún juntas, le
separa los muslos y se acomoda entre sus piernas. Mi semen, lo que
queda de él en cualquier caso, gotea entre sus labios.
Jasper sigue una línea con su lengua, lamiendo la mandíbula de
Theodore. Theodore, para no ser superado por su hermano, lame la
barbilla de Jasper, limpiándola con un gemido suave y hambriento.
Bajando por el pecho de su hermano, Jasper aparta las mantas.
Mi cuerpo todavía zumba con réplicas de placer mientras los veo
moverse juntos. Expuestos como son, diferentes pero iguales, son
impresionantes. Es imposible apartar la mirada.
Theodore jadea, su espalda se arquea cuando Jasper curva sus
labios alrededor de un pezón y hunde sus dientes en el pico sensible.
—Jasper —se queja Theodore, deslizando sus dedos en el cabello
de Jasper, tirando de los mechones despeinados por el sueño. Jasper
presiona su mano sobre el pecho de Theodore, bailando sus dedos
sobre su abdomen hasta que llega a sus calzoncillos. En lugar de meter
la mano para liberar a su hermano, los empuja por las caderas de
Theodore y sobre sus rodillas y los tira. Mi mirada se desplaza sobre
la carne sin marcas de Theodore. Está pálido a la luz del sol de la
mañana, casi resplandeciente.
—Tócame también —dice Jasper con voz áspera, su voz todavía
espesa por el sueño. Poniéndome de rodillas, me muevo detrás de él.
Mis manos recorren su espalda desnuda.
Incluso aquí, está decorado con tinta de colores. Cada tatuaje
cuenta una historia, su historia. En un hombro, un par de peces, yin,
un azul suave y yang, el más oscuro de los dos, giran uno alrededor
del otro. En el otro, rodeado de nubes oscuras de acuarela, se pone un
sol tenue mientras sale la luna brillante. A lo largo de su columna
~ 106 ~
vertebral, una enredadera está repleta de flores que gotean alquitrán

y sangre, pero brillan con una luz interior procedente de un tocón8
cortado. En letras de molde pequeñas, justo debajo del tocón, están
las palabras -y el árbol estaba feliz-.
Es una obra de arte viva que respira.
—¿Está bien así? —pregunto mientras agarro sus costados, me
inclino sobre él y presiono mi boca contra su hombro, justo sobre el
par de peces. Es tan suave y cálido como su hermano, pero también
más duro, envuelto en músculos fuertes que ha ganado a mi servicio.
—Sí —murmura, besando y mordiendo el hueso de la cadera de
Theodore. Sumerjo mis dedos en sus pantalones cortos de baloncesto
y los bajo por sus caderas hasta que su trasero queda expuesto para
mí. Sus muslos se separan mientras se desliza más abajo en la cama,
oliendo las bolas de Theodore. Theo se ve completamente feliz bajo el
toque de su hermano.
Realmente hacen una pareja llamativa y me alegro de que nos
conozcamos mejor ahora, lo suficientemente bien como para poder
incluirme esta vez en lugar de relegarme a un lado, obligado a mirar y
no tocar.
Inclinándome sobre la espalda de Jasper una vez más, presiono
dos dedos en la boca de Theodore.
—Mójalos —le digo. Sus labios se abren y succiona los dedos en
su boca caliente, envolviendo su lengua alrededor de ellos,
empapándolos en saliva antes de que los libere. El lubricante sería
mejor, pero podemos arreglárnoslas con esto, por ahora.
Extendiendo las mejillas de Jasper con una mano, froto mis
dedos húmedos contra su agujero. Él aprieta, un suave gemido
colorea el aire mientras tiembla. Theodore grita, su espalda se arquea
cuando Jasper lo traga un poco más de la mitad antes de que se
atragante y retroceda. El sonido es sucio y va directo a mis bolas. Mi
polla se contrae con interés a pesar de que acabo de correrme.
—Joder —gime Jasper mientras rodeo su agujero con mi dedo
índice, jugando con las terminaciones nerviosas sensibles. Se contrae
8
En botánica, un tocón es la sección de tronco que queda en el suelo unida a la raíz cuando el corte se
realiza cercano a su base
~ 107 ~
bajo mi toque, sus caderas tiemblan. Él gime cuando presiono la

punta de mi dedo contra él.
—No te detengas, Jasper —jadea Theodore, empujando hacia la
boca de su hermano mientras Jasper gime y agarra los muslos de
Theodore. Vuelvo a hundir mi dedo índice en él, más profundo esta
vez, él gruñe, su cabeza cae contra el abdomen de Theodore mientras
aprieta la sábana con una mano y la polla de Theodore con la otra.
—Relájate —susurro, empujando el mismo dedo dentro de
Jasper otra vez, lentamente. Aprieta el dedo invasor y yo deslizo mi
mano libre arriba y abajo de su espalda. Necesitamos más que saliva
para esto. Jasper está demasiado tenso, deseando más pero sin poder
relajarse lo suficiente como para soportarlo y si tuviera que adivinar,
no muchas personas han estado en la posición en la que estoy con él
en este momento.
— Siempre acaba rápido cuando le metes el dedo —dice
Theodore, acariciando el cabello de su hermano. Lleva esa sonrisita
petulante que le queda tan bien como a Jasper.
—Cierra la boca —Jasper le da un fuerte tirón a la polla de
Theodore. Theodore gime.
—¿Tienes lubricante, Theodore? —le pregunto. Sus ojos
brillantes se levantan hacia mí y Jasper mira por encima de su
hombro. Sus ojos están entrecerrados mientras me mira a la cara. Los
dos no hablamos, no como Theodore y yo, pero en el último mes he
aprendido a leer su silencio—. No voy a follarte a menos que quieras
—le aseguro, deslizando las manos por la parte posterior de sus
muslos—, pero meterte los dedos hasta hacer que te corras, será
completamente agradable, para los dos.
No estoy interesado en lastimarlo. El dolor no es mi fetiche.
Theodore revuelve y hurga entre el colchón y el armazón,
sacando un bote de lubricante medio vacío. ¿Cuánto se estará
masturbando? ¿O es que la botella estaba tan vacía cuando se la
entregaron?
—¿De verdad? —Pregunta Jasper—. ¿Todavía no puedes
encontrar un lugar mejor para esconder tu lubricante?
—Cállate —dice Theodore. Me río por lo bajo—. ¿No se supone
que tu boca debe estar llena? ¿Por qué sigues hablando?
~ 108 ~
Jasper avanza con un suave gruñido, mete los dedos en el

cabello de Theodore y reclama su boca. Theodore agarra los costados
de su hermano y lo acerca más. El sonido de su respiración es fuerte
en la habitación silenciosa mientras intentan devorarse uno al otro.
Abro el lubricante y exprimo un poco en mis dedos, luego tiro la
botella y observo.
Son la noche y el día, la orilla y el océano. Pero al igual que cada
noche se encuentra con el amanecer y cada día se encuentra con el
anochecer y el agua del océano besa la playa de arena durante la
marea alta, ellos… son perfectos juntos. No puedes tener uno sin el
otro. Son la mitad de un todo completo. Y los quiero a ambos en igual
medida.
Mi pene está goteando y me agacho, dándome una caricia firme
para aliviar un poco el dolor antes de poner mi mano en la espalda de
Jasper. Tira de sus rodillas debajo de sí mismo y expone su agujero.
Deslizo mi dedo índice sobre la carne arrugada y él gime cuando lo
deslizo dentro.
—Mierda. Abaddon—empuja contra Theodore.
—Tranquilo —murmuro, tirando de sus caderas más alto. Y
entonces lo veo.
Tiene perforaciones aquí también, a través de su perineo: dos
pequeñas argollas plateadas. Paso mi pulgar sobre ellas y Jasper se
atraganta con su siguiente aliento.
Interesante. Algo con lo que realmente jugar y explorar la
próxima vez.
—Jasper —se queja Theodore mientras se mece contra su
hermano—. No seas egoísta.
—Mandón —Jasper gime y se acomoda. La vista me distrae
momentáneamente. La polla de Theodore está dura y húmeda,
rogando por la atención que en este momento Jasper parece casi
incapaz de dar. Giro mi dedo dentro y fuera de su apretado agujero y
él empuja hacia atrás, su borde se engancha en mis nudillos.
—¡Chúpame ya! —Theodore suplica. Respira con dificultad y
está sonrojado por la excitación. Jasper resopla, el sonido se ahoga
cuando rozo mi dedo contra el manojo esponjoso de nervios dentro
~ 109 ~
de él, pero chupa la polla de su hermano gemelo—. Jasper.

Finalmente.
—Ahí tienes, Jasper. Haz que Theodore se sienta bien por
nosotros —lo animo, acariciando el piercing con mi pulgar, aplicando
la presión suficiente para que gima alrededor de la polla de Theodore,
antes de agregar el segundo dedo al que ya está dentro de él. Él gruñe,
empujando hacia atrás en mis dedos, tragándolos por completo. Me
deleito al verlos desaparecer en su cuerpo y luego reaparecer cuando
los retiro. Se estremece, ya que parece estar muy cerca de correrse.
Jasper se quita la polla de Theodore. Está jadeando por aire.
Una fina capa de sudor cubre su piel.
—Voy a correrme.
—Espérame —se queja Theodore mientras agarra el cabello de
Jasper. Saco mis dedos de Jasper, quito mi pulgar de las argollas y
acaricio su agujero hipersensible con dedos suaves, dándole un
momento para que regrese del borde. Exhala y lame la polla que gotea
de Theodore, empujándolo más cerca de su propio clímax.
Quiero verlos terminar juntos; Quiero saber cuál aguantará más
tiempo. Si la forma en que Jasper responde cuando me burlo de su
perforación y deslizo mis dedos dentro de él es una indicación, tengo
la sensación de que Theodore será quien aguante más.
Alcanzo el lubricante con mi mano libre y abro la tapa.
—Dame tu mano, Jasper —se sienta de rodillas y me ofrece una
de sus manos con el ceño fruncido confundido. Derramo lubricante
en su palma—. Juega con un dedo en su agujero —asiento con la
cabeza hacia Theodore, que nos está mirando, con los labios
entreabiertos—. Dime cómo se siente.
Sin duda, Theodore se sentirá tan bien con los dedos de Jasper,
como Jasper se siente con los míos. Theodore gime, cerrando los ojos
con fuerza y gime cuando Jasper alcanza entre sus muslos.
—Es tan cálido, apretado y caliente —dice Jasper, arrastrando la
lengua por la polla de Theodore—, me está apretando los dedos.
Theodore se pone rosado y se esconde detrás de sus manos. —
Eso es vergonzoso, Jasper.
~ 110 ~
— No te avergüences. Te sientes bien, Theo —le dice Jasper a su

hermano antes de besar una gota de líquido preseminal.
—¿Cómo se sienten los dedos de Abby? —Theodore se arquea
hacia la boca de Jasper.
—Bien —jadea Jasper mientras presiono dos dedos en su
agujero, sosteniéndolos dentro de él en lugar de asaltar su próstata,
para que no termine tan rápido—. Más grande que los tuyos, tocando
más profundo. Encontró mi piercing guiche.
—¿Así se llama?
—¿Te gusta? —Theodore se ahoga cuando agarra el cabello de
Jasper.
—Es caliente —les digo—. Tengo algunas teorías que quiero
probar después —Jasper gime y empuja contra mis dedos. Los enrollo
y su agujero aprieta mis dedos, llevándolos más profundamente—.
Estás apretando mis dedos, Jasper, casi como si no quisieras que los
sacara —presiono mi mano libre contra su espalda mientras giro mis
dedos dentro de él, lentamente.
Jasper gime. Los sonidos que él y Theodore están haciendo,
cada jadeo y gemido, aparecerán en innumerables fantasías durante
semanas. Cada vez que me masturbo voy a pensar en este momento
con ellos.
—Estoy por correrme.
—Yo también —susurra Theodore—. Déjame follarte.
Jasper se echa hacia atrás y mira a Theodore. —¿De verdad?
—Ven —Theodore le agarra las manos—. Abby puede follarme
mientras yo te follo.
—¿Tienes condones? ¿Necesitamos condones? —pregunto.
Tenemos que hablar de esto antes de cruzar esa línea
—Yo soy negativo. Él también —dice Theodore—. ¿Y tú?
Asiento con la cabeza—. Me hice la prueba después de mi última
pareja sexual; esa ha sido siempre mi política. ¿Quieres que follemos?
—¿Jasper? —si él quiere ser follado mientras yo me follo a su
hermano, no voy a decir que no. Pero si todo lo que quiere hacer es
~ 111 ~
chupársela a Theodore y excitarse con mis dedos en su culo, también

está perfectamente bien.
—Sí. Me apunto —se sienta a horcajadas sobre Theodore y
extiende la mano por detrás.
—Déjame —empujo sus hombros y él cae hacia adelante,
apoyando su peso sobre el pecho de Theodore. Abro el lubricante y
lamo la polla de Theodore antes de presionar la cabeza contra el
agujero relajado de Jasper. Gimen, agarrándose el uno al otro
mientras Theodore empuja, hundiéndose rápida y profundamente en
Jasper.
—Joder. Joder —gime Jasper. Le acaricio la espalda de arriba
abajo.
—¿Todo bien? —le pregunto.
—Está bien —dice Theodore. Dobla las rodillas, meciéndose
contra Jasper—. Fóllame.
Es mandón y exigente, pero no me quejo mientras me masturbo.
—Ponte de lado —le digo—. Rodea a Jasper con los brazos y
balancea el peso de su cuerpo.
—Mierda. Estás muy profundo —Jasper respira con dificultad y
tira del cabello de Theodore. Sus bocas chocan cuando me acuesto
detrás de Theodore y levanto su pierna. Su agujero está resbaladizo
por la exploración de Jasper, pero hundo mis dedos húmedos en él de
todos modos.
—Abby —empuja hacia atrás, tragándolos antes de balancearse
hacia Jasper—. Más. Estoy listo —¿de verdad lo está? Extiendo mis
dedos dentro de él solo para estar seguro—. Vamos —se estira hacia
atrás y agarra mi cadera, tirando de mí hacia adelante. Empuño mi
polla y me alineo con su agujero. Un pequeño empujón, apenas
presiono y atravieso el primer anillo de músculo—. M-mierda —
Theodore grita y rebota en mi polla. Empujo dentro de él hasta que
mis muslos presionan contra la parte posterior de los suyos.
—Mierda. Justo ahí —Jasper agarra mis bíceps mientras gira
sus caderas, persiguiendo su propio placer. Su rostro está sonrojado y
está jadeando por aire. Envuelvo mi brazo alrededor de la garganta de
Theodore para hacer palanca y deslizo mis manos entre sus cuerpos,
encontrando la polla de Jasper.
~ 112 ~
—Mierda. Mierda. Theo. Abby, no te detengas. Voy a correrme.

Theodore asiente, su cabeza cae contra mi hombro. —Yo
también.
Ya estaban por correrse y ahora dudo que puedan aguantar. Mis
bolas están apretadas contra mi cuerpo, parece imposible, pero
también me voy a correr.
—Vamos —los insto—. Córranse por mí.
—Abby —se queja Theodore, embistiendo a Jasper—. Jasper.
Jasper inclina la cabeza hacia atrás pero se esfuerza hacia
adelante. Me muevo y capturo su boca, tragando su gemido mientras
su polla late en mi mano y su semen se derrama sobre mis nudillos.
Theodore grita, su boca cálida y húmeda cuando se une a Jasper ya
mí.
Nuestros labios y lenguas se enredan, dándose un festín el uno
con el otro. Todo sobre este momento es inesperado y perfecto
mientras me entierro hasta el fondo en Theodore. Él gime contra mi
mandíbula, su agujero ordeña mi polla y yo gruño. Olas de placer
irradian a través de mí mientras mi polla late y lleno su agujero
caliente con una inyección tras otra de semen.
—Maldita sea —murmuro, apretando mi brazo alrededor de
Theodore mientras busco la mano de Jasper. Sus dedos se entrelazan
con los míos mientras todos nos relajamos en el colchón, temblando
juntos, temblando a través de las réplicas. ¿Alguna vez el sexo ha sido
tan bueno? No. Pero eso es algo en lo que pensar más tarde.
—¿Estás bien? —les pregunto, saliendo de Theodore.
Envuelve su brazo alrededor de mi cuello y tira de mí para
besarme. Su lengua se desliza dentro de mi boca antes de soltarme y
reclamar la de Jasper. La pareja respira con dificultad cuando
Theodore libera a Jasper, con una pequeña sonrisa feliz en su lugar.
—Qué gran manera de despertar —Theodore suspira,
relajándose en mi pecho. Está rosado por el cansancio y resbaladizo
por el sudor, como Jasper y yo.
—Pervertido —murmura Jasper, apoyando la cabeza en el
hombro de Theodore.
~ 113 ~
—No puedo decir que no estoy de acuerdo con él —aprieto la

mano de Jasper. Él me sonríe, una suave y ligera sonrisa. No es una
sonrisa que suele llevar.
Le devuelvo la sonrisa. Esta es una gran manera de despertar.
—Tendremos que hacerlo de nuevo —dice Theodore, rodando
sobre su espalda entre Jasper y yo—. Deberías hacer que Jasper te la
chupe la próxima vez. El piercing de su lengua se siente increíble.
Todavía hay asuntos que atender hoy y nuestra aventura sexual
ya me ha hecho retrasar, pero…
Le doy un beso a Theodore en la boca. —La próxima vez.
Habrá una próxima vez.
~ 114 ~
VEINTE
JASPER
Presiono el vaporizador contra mis labios y observo cómo
Abaddon se detiene frente a otra familia. Durante el último mes, he
visto morir a más personas que en una sala de emergencias durante
la luna llena. Abaddon está en pie de guerra, matando a cualquiera
involucrado en "malos negocios", como él los llama. No es mi trabajo
hacer preguntas, así que no lo hago. Sin embargo, he escuchado lo
suficiente como para entender la punta del iceberg.
La gente está siendo vendida y eso va en contra de las reglas.
Está eliminando a cualquiera involucrado. ¿Son estas personas,
sin embargo, realmente? No tiene sentido.
Un padre, una madre y dos niñas bonitas, aunque no gemelas.
Una de ellas es mayor, un poco más madura que la otra. Si tuviera que
adivinar la mayor tiene diecisiete, tal vez dieciocho y la menor trece o
catorce. Las hermanas y la madre, son extrañas. Sin embargo, conozco
al hombre con un trapo metido en la boca. Sr. Mowrey.
Me he cruzado con él un par de veces. Es el gerente regional de
varios clubes nocturnos de Abaddon. Siempre tenía un comentario
inteligente, cada vez que me encargaba de la seguridad para él; nunca
ocultaba el hecho de que no me consideraba lo suficientemente duro
para el trabajo. Ahora estoy detrás de Abaddon, junto a Gabriel,
esperando lo que sea que suceda a continuación.
Por supuesto, sé lo que va a pasar. Todos van a morir.
¿Qué ha hecho él para que él, su esposa y sus dos hijas entren
en este almacén?
Incluso como ejecutor, trabajando con Dee, escuché muchas
cosas sobre los clubes que administraba el Sr. Mowrey . Permitían que
chicas jóvenes sirvieran de camarera y bailaran, fuera de los libros,
~ 115 ~
algunas de ellas probablemente no mayores de edad y no verificaban

las identificaciones tan a fondo como deberían haberlo hecho. Los
hombres que buscaban pasar un buen rato en esos clubes eran
sospechosos, incluso para mis estándares.
Abaddon mira a Gabriel y asiente. Gabriel da un paso adelante
y se pone en cuclillas frente a la hija menor. Ella se estremece y se
inclina hacia su hermana. Su maquillaje -demasiado pesado para una
chica de su edad en mi opinión pero tal vez esa es la tendencia actual-
está corriendo por su rostro.
—Mi nombre es Gabriel. ¿Me dirás el tuyo?
—Amanda —susurra, su voz áspera y asustada.
—Te voy a hacer unas preguntas muy duras y muy personales,
Amanda, pero tienes que ser sincera. ¿Puedes hacer eso? —Gabriel
pregunta.
La chica duda antes de asentir. Los miro a los cuatro. Las
mujeres están todas llorando. Entiendo lo que están sintiendo. Estar
de rodillas frente a Abaddon los tiene lo suficientemente asustados
como para no intentar correr. Fue lo mismo para mi hermano y para
mí. Pero la única cabeza con un arma apuntando en la parte de atrás
en este momento es la del Sr. Mowrey.
—Empecemos con una fácil —su voz es mucho más suave y
mucho más agradable, que cuando me dice cómo limpiar la escena del
crimen. Entonces, ella es solo una niña y ahora conozco a Gabriel lo
suficiente como para saber que en realidad no es un mal tipo. Solo
está dispuesto a hacer lo que sea necesario, incluso matar a estos
niños si Abaddon lo considera necesario. No estoy seguro de cómo me
siento acerca de matar niños. ¿He caído tan bajo? —¿Cuántos años
tienes?
—Catorce —responde ella, frotándose la nariz mocosa en el
brazo.
—Gracias por decirme cuántos años tienes Amanda. Realmente
aprecio lo valiente que estás siendo. Solo un par de preguntas más.
¿De acuerdo? —se sienta en el suelo a cierta distancia de ella,
cruzando las piernas como si estuviera asistiendo a una fiesta de
pijamas con su mejor amigo, sin cuestionar a un niño que llora.
~ 116 ~
—Está bien —susurra. Su hermana pone una mano de apoyo en

su espalda.
—¿Has ido alguna vez a trabajar con tu padre? —él pregunta.
La señora Mowrey jadea.
—¡No! Él… ¡Él no lo haría! —los sollozos de Amanda se vuelven
torturados mientras se acurruca sobre sí misma—. ¡Bastardo! —la Sra.
Mowrey se lanza hacia su esposo, quien parece haberse alejado por
completo de la realidad, pero uno de los otros hombres presentes la
agarra y la aleja antes de que pueda llegar a él—. ¡Te mataré yo mismo,
hijo de puta!
—Silencio, señora Mowrey —espeta Abaddon. Se cubre la boca,
sus hombros tiemblan mientras las lágrimas corren sin control por
sus mejillas sonrojadas—. Responde a la pregunta, Amanda —la
persuade Abaddon, con una suavidad en su voz que normalmente no
posee cuando estamos aquí, en este edificio—. No vas a estar en
problemas por ser honesta, lo prometo.
—A veces —susurra Amanda. La Sra. Mowrey deja caer su
cabeza entre sus manos. Cada sollozo suena como si estuviera siendo
torturada desde lo más profundo de su alma—. ¿Lo siento?
Debe ser difícil para una buena madre escuchar a su hija admitir
algo así.
Mi propio estómago se está retorciendo. Ella es sólo una niña,
un bebé.
Y su propio padre…
No parece molesto en absoluto. De hecho, apenas es consciente.
Por otra parte, por el aspecto de su rostro maltratado y su ropa
ensangrentada, ha sido interrogado y golpeado severamente mucho
antes de que apareciéramos Abaddon y yo.
—No hiciste nada malo. No tienes nada por lo que disculparte.
Y estoy muy orgulloso de ti ahora mismo por responder a mis
preguntas. ¿Crees que puedes responder solo algunas más? —Gabriel
pregunta. Sus hombros están relajados, su tono sigue siendo
amistoso. Pero una mano temblorosa está hecha puño en su espalda.
Amanda asiente, usando su camisa para sonarse la nariz.
Ella es tan jodidamente joven. Ella se ve aún más joven ahora.
~ 117 ~
—¿Algún hombre extraño alguna vez te llevó a una habitación

privada? —Gabriel pregunta.
Meto mi mano libre en mi bolsillo mientras mis dedos se doblan
alrededor del arma en mi otra mano. El vómito se arrastra por la parte
posterior de mi garganta. Me lo trago.
—No quería ir con ellos —se lamenta, envolviendo sus brazos
alrededor de sí misma y meciéndose hacia adelante y hacia atrás. Su
cabello rubio protege su rostro pero no evita que todos escuchemos la
forma en que se rompe: se rompe en cien millones de fragmentos de
vidrio que la cortarán en tiras de adentro hacia afuera en los años
venideros.
¿Qué clase de padre puede hacer lo que este hombre le ha hecho
a su hija? ¿Hijas?
Mi mirada se mueve hacia el mayor. Es la más compuesta de las
tres. Pero lágrimas silenciosas todavía ruedan por sus mejillas. La Sra.
Mowrey es un completo desastre. La mano que ha puesto sobre su
boca no hace nada para contener su devastación.
—Solo toma algunas respiraciones profundas, Amanda. Casi
hemos terminado, lo prometo. Mi próxima pregunta va a ser muy
difícil, así que si necesitas otro minuto para responder, puedes tomar
uno. Solo sé honesta —Abaddon agarra a Gabriel por el hombro y
Gabriel se inclina hacia él—. ¿Te lastimaron?
Es una pregunta estúpida, completamente innecesaria. Por
supuesto que lo hicieron.
Amanda parece incapaz de responder. Ella se convierte en una
con su hermana.
Una respuesta no es necesaria. Sin decir palabra, Abaddon
levanta su arma y aprieta el gatillo. El sonido ahoga
momentáneamente el sonido del llanto. El Sr. Mowrey se derrumba
en el suelo, la sangre se filtra de la herida entre sus ojos. Si fuera yo,
lo habría hecho sufrir, morir lentamente, en el transcurso de semanas.
—Amanda —dice Gabriel, su voz persuasiva—. Solo una
pregunta más, lo prometo.
Ella niega con la cabeza, pero él pregunta: —¿Tu madre lo sabía?
~ 118 ~
—No —se ahoga Amanda—. Solo nos llevó cuando mamá estaba
trabajando en el turno de noche. Él dijo… —ella jadea por aire y lucha
por un par de largos minutos. Nadie la apresura. Finalmente, logra
hablar—. Dijo que la mataría si decíamos algo. Lo siento. No quería
que la lastimara.
—Oh bebé —susurra la Sra. Mowrey. Su maquillaje corre por su
rostro y su cabello está destrozado. Se ve tan rota como sus hijas—. Lo
lamento. Lo siento mucho.
Su padre puede estar muerto, pero las perseguirá durante
mucho tiempo.
—Gracias por decirme la verdad, Amanda —dice Gabriel
mientras comienza a ponerse de pie—. Sé que esto fue duro para ti, tu
hermana y tu madre, pero nadie va a lastimarlas a ustedes nunca más.
Estás a salvo ahora. Solo enfócate en sentirte mejor. ¿Crees que
puedes intentar hacer eso? —Gabriel pregunta. Ella asiente. Tomará
años de terapia intensiva y probablemente muchos medicamentos
para que ella se sienta bien.
—Quiero que vayas con mis amigos —le dice Gabriel—. Ahora
las van a llevar a todas a casa. Y si necesita algo, Sra. Mowrey ,
comuníquese con la Familia.
—N-No —susurra mientras lucha por ponerse de pie y tropieza
hacia sus hijas. Se paran y caen contra ella, sollozando como uno
solo—. Solo… solo déjanos solas. Queremos que nos dejen solas. Por
favor.
—Vayan —les dice Abaddon. Las tres son llevadas lejos. Las
observo irse antes de que el sonido de otra puerta abriéndose y
cerrándose llame mi atención. El sonido de la estática llena mis oídos
como…
—No —digo, sacudiendo la cabeza. Dee cae de rodillas junto al
cuerpo del Sr. Mowrey—. No lo hiciste —Dee es un buen tipo.
¿Verdad? Él no lo haría…
—Me he estado preguntando qué te pasó —dice Dee, sonando
extrañamente tranquilo para un hombre a punto de morir—.
Cumpliste tu deseo, ¿eh?
Dee me enseñó mucho cuando comencé a trabajar para la
Familia. Me salvó el trasero más de una vez cuando estaba por morir
~ 119 ~
en un trabajo. Gracias a él, fui a casa con Theo en lugar de terminar

seis pies de profundidad. Él no puede estar involucrado en este
enredo.
Sé que hablar cuando no me corresponde probablemente me
hará ganar una atención más desfavorable por parte de Gabriel.
Aceptaré cualquier castigo que él quiera repartir. No puedo… No
puedo permanecer en silencio esta vez.
—No estuviste involucrado con esa mierda, ¿verdad?
Dee mira a Abaddon. —No sabía lo que estaba haciendo Matt y
ese es mi error. Si lo hubiera sabido, habría dicho algo, habría hecho
algo —Dee inclina la cabeza. Si es una señal de respeto o vergüenza,
ya no lo sé—. Lo siento, señor Sterling.
Niego con la cabeza. Esto… simplemente no tiene ningún
sentido. Dee es un buen tipo. Él no miraría para otro lado. Pero él es
los ojos y los oídos. Siempre se supone que debe saber lo que está
pasando en la ciudad. ¿Cómo podría no saber que el Sr. Mowrey
estaba vendiendo a sus hijas y quién sabe a quién más?
—Fracasaste en hacer tu trabajo, Dee —dice Gabriel, su voz ya
no es suave ni persuasiva. Suena enojado, como el asesino que todos
somos.
Dee exhala. —Matt nunca me pareció de los que van en contra
de la Familia, de los que nos venden. Pero si las dudas a las que ya he
respondido sirven de indicación, hizo más que eso —Dee suena tan
decepcionado, tan resignado—. Hijos de puta, hombre —sacude la
cabeza, con los hombros caídos—. Me descuidé, no vi lo que tenía
delante de las narices. Por eso, acepto mi destino. Haz lo que tengas
que hacer. La cena en el infierno debe estar caliente.
El estúpido hijo de puta es el mismo que recuerdo: siempre listo
para recibir una bala si eso significa hacer lo correcto. Conociendo a
Dee, probablemente se sienta culpable por no haber podido proteger
a las niñas.
Gabriel libera su arma de su pistolera y la levanta.
—¡Espera! —agarro su muñeca mientras miro entre él y
Abaddon—. Trabajé con él durante años. Lo conozco y sé que es un
buen tipo. Él es leal. Él mismo habría matado a Matt si lo hubiera
sabido —miro a Abaddon. No puede hacerle esto, no a alguien cuyo
~ 120 ~
único delito es ser un jodido estúpido—. No estoy siendo débil, Sr.

Sterling. Dee es leal a nuestra familia. Estarás matando a un buen
miembro si haces esto.
—Era su trabajo saberlo, Jasper. No me sirve de nada si no
puede hacer su trabajo.
Miro a Dee. No tengo argumento en contra. Abaddon tiene
razón. Amanda podría no tener que vivir con su trauma ahora si Dee
hubiera hecho mejor su trabajo. Pero aun…
—Oye —llama Dee, una feliz inflexión en su voz que
simplemente no se adapta a la situación. No parece molesto en lo más
mínimo—. ¿Cuántas veces tengo que decirte que te preocupes por ti
mismo antes de que lo atravieses por ese duro cráneo tuyo? ¿Estás
tratando de recibir una paliza? Cierra la puta boca y párate allí. Tengo
una agenda apretada aquí.
Suspiro y miro a Abaddon de nuevo. —Déjame hacerlo.
Si no puedo salvar su vida, una vida que él no parece interesado
en prolongar, es lo menos que puedo hacer por Dee. Abaddon asiente
y Gabriel me pasa el arma.
Lo apunto a alguien que considero un amigo. —Nos vemos en el
infierno, Dee.
—No por un tiempo, espero. No hagas estupideces —Dee sonríe
antes de cerrar los ojos. Inhalo. Al exhalar, aprieto el gatillo y, al
mismo tiempo Gabriel me golpea el hombro: mi disparo le da en la
oreja a Dee. Grita y se lleva una mano a la cabeza. La sangre se
derrama entre sus dedos.
—¿Qué demonios, Gabby!
Abaddon se me acerca y Gabriel me da un golpe. Sé
perfectamente que no es porque no quiere que le quite la vida.
Gabriel se encoge de hombros. —Como has dicho, es leal. Hay
otras formas de castigarlo.
Miro entre los dos mientras uno de los hombres que trabaja a
las órdenes de Gabriel conmigo se lleva a Dee a rastras.
—¿Era esto... una especie de prueba?
~ 121 ~
¿Quería saber si lo haría? ¿Matar a alguien que no lo merecía, a

quien yo consideraba un amigo, porque él lo decía? Creía que lo había
dejado claro: estoy dispuesto a matar a quien él quiera, siempre que
no sea Theo.
—Tenía que estar seguro, Jasper —dice Abaddon.
Tenía sus dedos dentro de mí hace solo unas horas, algo de lo
que solo Theo tenía el privilegio antes que él. En la ducha, cuando se
suponía que todos nos aseábamos después de nuestra jodida
matutina, le chupé la polla y tragué su semen con la ayuda de mi
hermano gemelo, ¿y él no estaba seguro de mí?
Pero eso no tiene nada que ver con esto. Este es un negocio
familiar y eso fue solo… algo más.
Aun así, no me gusta que me pongan a prueba. —Entonces,
¿aprobé? —pregunto mientras lo miro.
—Estoy orgulloso de ti —dice Abaddon. Me alejo, pasando mis
dedos por mi cabello. Dee está teniendo otra oportunidad, por lo que
es una razón para estar feliz. Es un buen tipo. Y estoy feliz de haber
aprobado este examen improvisado.
Abaddon agarra mi hombro y se apoya en mi espalda. Su calor
se filtra a través de mi ropa y su aliento es cálido en mi oído.
—Patrick estará encantado de saber que ya no estará contigo
toda la noche.
—Aww —me quejo mientras me inclino hacia él, sin importarme
realmente quién ve—. Yo también me estaba divirtiendo mucho
torturándolo —me trago una sonrisa. Es solo una cosa más por la que
estar feliz: perder la vigilancia, incluso si a una parte de mí le gusta
atormentarlo.
—Encontrarás otras formas de entretenerte, estoy seguro —dice
Abaddon, su brazo rodea mi cintura mientras me da un abrazo.
—¿Vas a ayudar con eso? —pregunto, una risa en mi voz.
—Creo que puedo ser persuadido —Abaddon me muerde la
oreja y me muevo contra él, mi polla se contrae con interés, luego miro
a Gabriel y suspiro.
~ 122 ~
Su expresión es familiar. Hay trabajo que hacer. No importa

cuánto le guste a Abaddon, el jefe literal de la familia Sterling, mi
verdadero esclavista es Gabriel y él todavía me hará limpiar este
desastre.
~ 123 ~
VEINTIUNO
ABADDON
Jasper se adaptará fácilmente a su papel con Gabriel. Me
informarán cuando sea necesario, pero por lo demás trabajarán codo
con codo, lidiando con el espectáculo de mierda que el Sr. Mowrey
permitió al involucrarse con un tercero que nunca había visto o con el
que nunca había hablado directamente. A través de sus esfuerzos, San
Diego lentamente volverá a la normalidad.
Realmente estoy orgulloso de Jasper. Estaba dispuesto a
dispararle a un hombre que conocía, un hombre al que llamaba
amigo, porque lo consideró necesario. Se ganó su libertad, sé que
ahora puedo confiar en él. Ya no necesita ser vigilado o confinado en
la casa. Puede ir y venir cuando le plazca, vivir su vida, siempre y
cuando haga el trabajo que se le exige. Si quiere irse de mi casa,
mudarse a un lugar propio, también puede hacerlo, aunque sería una
mentira decir que no quiero que se quede.
¿Qué hacer con Theodore?
No hay una forma tangible para que él demuestre su lealtad. No
tiene interés en el negocio de la Familia; nació en esta vida pero no
prospera en ella como lo hace Jasper. Sin duda, hará cualquier trabajo
que le asigne, sin importar cuánto le disguste, pero lo último que
quiero que haga es sufrir. Parece contento de holgazanear en mi casa,
leer mis libros y prestarme su atención cuando lo deseo. No hace
demandas propias. Es imposible saber lo que realmente quiere de la
vida, a pesar de todas las conversaciones que hemos tenido.
De alguna manera, Theodore es más difícil de leer que Jasper.
Es un libro abierto escrito en un idioma que nunca aprendí.
Me detengo en mi habitación para ducharme y cambiarme antes
de ir a buscarlo. No lleva mucho tiempo. Está acurrucado en la silla
que a menudo ocupa en la biblioteca, un libro en la mano,
~ 124 ~
inconsciente mientras me detengo y bebo a la vista de él. Una sonrisa

juega en su boca mientras pasa una página.
—Te ves cómodo —digo, inclinándome sobre el respaldo de la
silla y besándolo en la sien mientras echo un vistazo a lo que está
leyendo. Uno de los nuevos que ordenó por el aspecto del mismo.
—Lo estoy. Llegas tarde a casa. ¿Día ocupado? —pregunta,
deslizando un separador entre las páginas y cerrando el libro antes de
girar su sonrisa hacia mí.
—Lo fue, pero también productivo. Jasper tendrá noticias para
ti cuando regrese —digo, dando la vuelta a la silla y sentándome en la
mesa frente a él—. Sin embargo, estoy seguro de que será tarde para
cuando regrese, así que no lo esperes despierto —Gabriel lo obligará
a fregar el almacén al menos dos veces solo porque es un tipo especial
de imbécil. Y Jasper habló fuera de lugar—. ¿Cómo ha sido tu día?
—Lo mismo —Theodore se encoge de hombros mientras toca el
borde de su libro—. Estoy feliz con los libros y lo que sea, pero me
estoy aburriendo un poco. Y… extraño a mis amigos de vez en cuando.
Me inclino hacia delante y junto las manos. —Tenemos que
hablar sobre tu lugar en la Familia, Theodore.
—Supongo que mi propuesta de gato doméstico no se cumplió
—él suspira mientras se sienta derecho.
—¿Es eso lo que quieres, Theodore, que te mantenga? —¿Es feliz
así? ¿No quiere más de su vida? ¿Qué pasa con la escuela, una carrera?
—No sé si mantenerme es la palabra que usaría —dice,
sentándose en el borde de la silla—. Pero… me gusta estar aquí. Me
gusta estar contigo. Me gustas, Abby. Yo… no estoy seguro de dónde
encajo en tu familia —baja la mirada y se hurga en las uñas—. No soy
como Jasper. No quiero serlo, de verdad —me ofrece una sonrisa casi
triste—. Sé que tampoco tengo ninguna habilidad que te pueda
resultar útil. Solo soy… yo.
—Me gustas tal como eres —le aseguro. Sin embargo, al igual
que él, no estoy seguro de cómo puede ser realmente útil para mí. No
tiene habilidades accionables. Me niego a ayudarlo a desarrollar el
estómago para el asesinato y el caos… eso nos lleva de vuelta al por
qué he estado atascado durante este tiempo con Theodore. ¿Qué hago
con él?
~ 125 ~
—Puedo terminar mi carrera si quieres —dice, pero puedo

escuchar el desagrado en su tono. Niego con la cabeza con una
pequeña sonrisa. No. No le haré soportar tantas matemáticas—.
¿Puedo hacer que todos tus negocios legítimos sean sitios web
geniales? Pero probablemente ya tengas a alguien para eso —sus
hombros caen y deja caer su barbilla sobre su pecho—. No lo sé.
Extiendo la mano y rozo mis dedos a lo largo de su mandíbula.
—No parezcas tan triste, Theodore.
—¿Qué quieres que haga, Abby? —él pregunta—. Puede
decirme.
Sonrío de nuevo, suavemente. Theodore no tiene lugar en la
Familia, no realmente, no si quiero mantener su alma intacta. Pero
pertenece a su hermano, así que ahí es donde lo pondré.
—No importa. Jasper ha encontrado su lugar. El tuyo es el de él.
Él puede decidir qué sigue para ambos.
Theodore de repente explota de su silla, parándose sobre mí. —
¡Jasper no es mi jefe! Él no puede decidir mi vida, ¡otra vez no! Una
vez fue suficiente —está respirando con dificultad mientras me mira—
. Amo a mi hermano y me quedaré a su lado, pero él no puede decidir
mi vida por mí.
Arqueo una ceja mientras lo miro; sus mejillas sonrojadas. Él se
sienta. —Si… si no puedes pensar en un lugar para mí en la Familia,
tal vez sea porque ya estoy donde se supone que debo estar. Deseo…
Quiero quedarme aquí, todos nosotros, juntos, como esta mañana —
hace una pausa y busca en mi rostro—. ¿Podemos Jasper y yo hacer
eso, solo quedarnos contigo?
—Deberías hablar con tu hermano antes de hacer una oferta
como esa, Theodore.
Él y Jasper son una pareja. Vinieron juntos. Y no debería decidir
la vida de Jasper. No si no quiere que Jasper tenga la misma opinión
sobre él.
Theodore resopla y se pasa los dedos por el cabello. —¿Tal como
me habló antes de decidir vender nuestras almas a Abaddon Sterling?
—Jasper acaba de recuperar sus libertades. Aquí estás tratando
de venderlas de nuevo.
~ 126 ~
—No te las venderé, Abby —dice Theodore, agarrando una de

mis manos entre las suyas. Su mirada es segura y firme cuando se
encuentra con la mía—. Me ofrezco a compartirlas contigo, si
compartes la tuya con nosotros. Si Jasper estuviera aquí, fingiría estar
de mal humor, pero estaría de acuerdo. Le gustas. Te dejó tocarlo.
Mis labios se contraen mientras lucho contra una sonrisa. ¿Es
esa la medida de lo que Jasper siente por mí? Que mi dedo estuvo
dentro de él. Tal vez lo sea. Aun…
—No pertenezco a ti ni a Jasper, Theodore. Ya no pertenezco a
nadie —le digo, apretando su mano y ofreciéndole una sonrisa de
disculpa. No hay lugar para mí con él, con Jasper, a largo plazo.
Eventualmente, seguirán adelante y yo estaré aquí, solo como
siempre. Asesiné a la única persona a la que realmente pertenezco.
Si intentamos algo… a largo plazo, ¿cómo funcionaría entre
nosotros? Sería para siempre la tercera rueda entre un par de gemelos
que son mucho más que hermanos. Gracias pero… Niego con la
cabeza.
Theodore me mira con ojos azules líquidos. —Tienes que dejar
de castigarte. Tu hermano querría que fueras feliz. Si fue la mitad de
la persona que dices que fue, no querría este mundo de tristeza para
ti.
Nunca sabremos lo que quiere Asmodeus. Él está muerto. Lo
maté.
Yo suspiro. —Todavía deberías hablar con Jasper primero.
Acepté su oferta sin consultarte y no debería haberlo hecho. Deberías
haber tenido una opción —dudo que hubiera elegido algo diferente,
pero aun así se le debería haber preguntado, se le debería haber dado
la oportunidad de hablar por sí mismo. Tiene razón acerca de que
Jasper no es su jefe; Jasper no puede decidir la vida de Theodore. Pero
Theodore tampoco puede decidir por su hermano. Hay algunas cosas
que deben decidir juntos; esta es solo una de muchas—. No puedo
devolverte esa oportunidad ahora, pero me gusta tratar de evitar
cometer los mismos errores.
—Con o sin la bendición de Jasper, me quedo contigo —
Theodore se desliza de la silla y aterriza de rodillas entre mis muslos—
. No he tenido muchas oportunidades de tomar decisiones por mí
mismo. Todo el mundo siempre está decidiendo todo por mí, pero…
~ 127 ~
si puedo elegir por mí mismo ahora, entonces te elijo a ti. Jasper solo
tendrá que lidiar con las consecuencias de mi elección, al igual que yo
tuve que lidiar con las consecuencias de la suya.
Paso rozando los nudillos de mi mano libre a lo largo de su
mejilla. —Si haces esto, entregarte a mí así, no te dejaré ir, Theodore,
nunca —estará atrapado conmigo, sin escapatoria, incluso cuando
todos seamos miserables juntos.
—Abrázame fuerte. Seamos una familia, Abby.
Niego con la cabeza, pero no puedo luchar contra mi sonrisa. —
Vas a estar tan malcriado.
Al igual que un gato doméstico gordo, perezoso y muy querido.
Se ríe, ligero y feliz. Es bueno escuchar el sonido.
—Estoy seguro de que Jasper encontrará una manera de seguir
acosándome —pretende hacer un puchero antes de que su expresión
se vuelva seria una vez más—. Eras un gemelo, sé que entiendes
nuestro vínculo, Abaddon. Pero hay espacio para ti, créeme. Creo que
esta mañana me lo demostró. Los quiero a los dos. Soy así de egoísta.
—Estoy perfectamente bien contigo siendo egoísta —murmuro,
presionando mi frente contra la suya. Su aliento sopla sobre mi rostro
mientras inclina la cabeza y presiona su boca contra la mía. Enrollo la
mano que no sostiene alrededor de la parte posterior de su cuello,
manteniéndonos unidos mientras mi lengua se sumerge entre sus
labios, robándole el sabor. Él gime suavemente mientras se pone de
pie y se sube a mi regazo, envolviendo sus brazos alrededor de mi
cuello.
—Deberíamos hacer algo divertido, los tres —dice contra mi
boca antes de morderme el labio inferior.
—¿Qué tienes en mente? —pregunto mientras se acomoda
contra mi pecho.
—¿Noche en la ciudad? —él se hace hacia atrás—. ¡Oh! Gabby
puede venir.
—¿Debería llevarte a comprar algo para ponerte primero? —
presiono mi boca contra su mandíbula—. Preferiblemente algo de lo
que sea fácil salir.
~ 128 ~
Me pasa la nariz por la mandíbula. Su voz es ligera y alegre, al

borde de la risa. —Ya me está gustando esta cosa de ser mimado.
—Domesticado tan fácilmente —bromeo, apretándolo mientras
pellizco su oreja.
—No soy difícil de complacer —dice, pasando sus dedos por el
cabello en mi nuca mientras acaricia mi garganta—. Solo aliméntame
y acaríciame.
Me río y presiono un beso en su sien. —Yo puedo hacer eso.
—Además, no te olvides de los libros —sus manos rozan mi
pecho.
Deslizo la mía por su espalda y ahueco su trasero antes de
levantarme y sentarme en la silla que dejó vacante. —Por supuesto
que no.
Se acomoda en una posición más cómoda. —Cuando Jasper
tenga una noche libre, ¿podemos salir?
—Lo que quieras, Theodore.
~ 129 ~
VEINTIDÓS
THEODORE
—Le dije a Abby que nos quedamos con él —le grito a Jasper por
encima de la música. Abaddon y Gabriel se sientan en la sección VIP
de Wicked, uno de los clubes nocturnos LGBT que posee Abaddon.
Dos de sus hombres hacen guardia no muy lejos de ellos mientras
Jasper y yo bailamos cerca. Ha pasado una eternidad desde que
salimos y nos divertimos.
—¿Es eso lo que quieres? —sus manos se posan en mis caderas
mientras me balanceo contra él.
—Me gusta —no es un anuncio sorprendente.
—A mí también me gusta —dice Jasper, como si yo no lo supiera
ya, mientras envuelve sus brazos alrededor de mi cuerpo y me arrastra
contra su pecho. Al vernos juntos, tan similares a pesar de los tatuajes
de Jasper, las personas que no saben sin duda están tratando de
averiguar si somos hermanos o amantes por la forma en que me está
abrazando. La broma es para ellos porque la respuesta es literalmente
ambas.
—¿Estás de acuerdo con eso? —pregunto.
—Sí. No me importa quedarme.
Picoteo sus labios, una sonrisa por mi cuenta. Me sigue mientras
me alejo y coloca su boca sobre la mía. Gimo, mis labios separándose
mientras él desliza su lengua dentro de mi boca. Sabe un poco como
el ron y la coca-cola que hemos estado bebiendo. Mi polla comienza a
endurecerse cuando agarra mi trasero y tira de nuestras caderas con
fuerza, nuestras lenguas se deslizan juntas. Sería fácil pararse aquí y
besarse, pero…
—Vamos a decirle a Abby —digo, empujándolo hacia atrás y
agarrando su mano.
~ 130 ~
—Ya le dijiste. ¿Necesitas decírselo de nuevo?

—No es lo mismo que ambos se lo digamos —digo. Necesita
saber que Jasper también quiere esto, que no solo se queda porque no
quiere separarse de mí.
—Bien. Bien —pone los ojos en blanco, pero me permite tirar de
él a través de la multitud hacia Abaddon. Él y Gabriel tienen las
cabezas juntas, susurrando algo mientras los guardias nos dejan
pasar.
Abaddon sonríe cuando nos ve. —Parece que ustedes dos se
están divirtiendo.
Empujo su hombro y él se inclina lo suficiente para que me deje
caer en su regazo. Jasper se sienta a su lado, lo suficientemente cerca
como para tocarse desde el hombro hasta la cadera.
—Theo y yo hablamos —dice Jasper. Abaddon arquea una ceja y
le doy un codazo a Jasper. Él no puede simplemente terminar su
pensamiento allí—. Quiero quedarme con ustedes dos.
Abaddon envuelve un brazo alrededor de mi abdomen y ahueca
la parte posterior del cuello de Jasper. Mira entre los dos y yo sonrío.
Ya hablamos; él sabe cómo me siento. Cuando dirige su atención a
Jasper, me parece apropiado.
—¿Sí?
Jaspe asiente. —Sí. Yo… —aparta la mirada y se frota las manos
por los muslos—. ¿Realmente necesitamos hablar de esto aquí? ¿O
incluso hablarlo? Dije que quiero quedarme.
—Si no crees que necesitemos hablar de eso, no necesitamos
hablar de eso —dice Abaddon. Jasper exhala y se inclina hacia su
costado. Agarro una de sus manos y envuelvo mi otro brazo alrededor
del cuello de Abaddon antes de presionar un beso en su boca. Me
sostiene contra él, deslizando su lengua entre mis labios y tragando
mi gemido. Mi pecho está agitado, mi polla goteando, cuando me
suelta. Alcanzo a Jasper quien coloca su boca sobre la mía, lamiendo
mi lengua antes de separarnos. Abaddon tira de Jasper hacia adelante
y sus bocas chocan.
Es caliente, verlos. Jasper suele ser el que inicia las cosas entre
nosotros, el que toma las decisiones y yo lo sigo felizmente. Con
Abaddon, se somete. Todo en lo que está pensando se detiene y él
~ 131 ~
simplemente… relaja la tensión de sus hombros, como si supiera que

está a salvo, estamos a salvo, con Abaddon.
No tiene sentido, no realmente, que alguien y mucho menos
nosotros, esté a salvo con posiblemente el hombre más peligroso de
la ciudad. Pero lo estamos. Sé que no nos quiere hacer daño. Lo ha
demostrado una y otra vez. Abaddon podría habernos torturado,
atormentado de cien maneras diferentes, pero no ha sido más que
amable, paciente y comprensivo.
—Me alegro de que te quedes —nos dice.
Me inclino hacia él con una sonrisa.
Por primera vez, Jasper y yo podemos intimar con alguien,
como lo que realmente somos: un solo ser. Él... se ha unido a nosotros,
convirtiendo a nuestros dos en tres, un trío. Me gusta que Abaddon
no nos obligue a elegirlo a él o a uno de nosotros.
Si Abaddon o Jasper tuvieran que elegir, ¿podrían? No estoy
seguro de poder hacerlo. Amo a mi hermano y lo que tengo con él,
pero también me gusta Abaddon y la relación que estamos
construyendo los dos. No quiero desperdiciar esta oportunidad.
Espero que sea lo mismo para ellos, que desarrollen algo que existe
fuera de nosotros como grupo.
—Estoy cansado —dice Jasper, apoyando la cabeza en el hombro
de Abaddon.
—Vamos a llevarte a casa —dice Abaddon, presionando un beso
en la frente de Jasper—. ¿Vienes Gabe?
Sacude la cabeza, sus ojos en la pista de baile. —No. Llegaron
los problemas.
Todos miramos. Busco entre la multitud, pero no tengo ni idea
de lo que está hablando.
Abaddon gime mientras se pone de pie, levantando a Jasper y
poniéndome de pie.
—No dejes que ese jovencito loco asesine a alguien en el baño.
De hecho, dile a Oskar que se vaya él y la bola de destrucción masiva
apenas contenida a la que llama su mejor amigo, de regreso a Los
Angeles. Lo último que necesito es que Ian me llame porque su nieto
~ 132 ~
decidió que era una buena idea mover su trasero tan al sur. Sin
mencionar a Marcus.
—¿Oskar Bassett? —pregunta Jasper. Mi mirada recorre la
multitud de nuevo, pero nunca he conocido a Oskar, no tengo ni idea
de cómo es, aunque reconozco el nombre. He oído cosas. Por un lado,
está mimado más allá de lo razonable. Pero también, no es alguien a
quien puedas joder. Si el Sr. Bassett no te mata por lastimar a su
amado nieto, Oskar lo hará él mismo.
En el diccionario su foto está justo al lado de jódelo y
averígualo.
Abaddon arroja sus brazos sobre nuestros hombros. —
Encárgate de ello, Gabe.
Gabriel le hace un gesto con dos dedos y Abaddon nos lleva
fuera del club. El auto se detiene y nos subimos al asiento trasero.
Descanso mi cabeza en el hombro de Abaddon y me acerco a su
regazo. Los dedos de Jasper se entrelazan con los míos y también se
apoya en Abaddon.
—Deberíamos hacer esto de nuevo —digo.
—Si quieres —dice Abaddon, sus dedos jugando con el cabello
en mi nuca. Su otro brazo está alrededor de Jasper mientras juguetea
con su clavícula.
—¿Podemos hacerlo en un día en que Gabriel no me esté
matando en el trabajo?
Abaddon se ríe por lo bajo. —¿Qué tal si te tomas un día libre en
algún momento de la próxima semana y pasamos un día en la ciudad?
—Sí. Está bien —concuerda Jasper. Le vendrá bien tomarse un
día libre.
—Deberíamos ir a la librería —digo.
Jasper gime. —No importa. Trabajaré. Ustedes dos diviértanse.
Sacudo su mano. —¡Cierra la boca! No he estado en una en una
eternidad.
—Tienes una biblioteca completa, Theo. Lo último que necesitas
son más libros.
Resoplo. —Siempre necesitas más libros. ¿Verdad, Abby?
~ 133 ~
Él mira entre nosotros dos. Frunce el ceño y parece pensar

durante un largo minuto. —No creo que mi opinión sea necesaria para
que esta conversación continúe.
—Traidor —susurro. Es solo una broma. No me está
traicionando de ninguna manera. No me importa que no se ponga de
mi lado frente a Jasper. Pero me alegro de que no se ponga de parte
de Jasper y no del mío. Nuestros padres siempre tomaban partido,
tenían favoritos según quién se portara mejor o de quién necesitaran
algo en ese momento. Incluso nuestros amigos tomaban partido
cuando les convenía, convirtiendo a veces los piques juguetones entre
Jasper y yo en una discusión innecesaria.
—Evasión —dice Jasper al mismo tiempo. Le saco la lengua. Me
pellizca el muslo, apenas lo suficientemente fuerte como para
lastimarme, antes de que enganche su mano. Gira su palma,
entrelazando sus dedos con los míos de nuevo.
El resto del viaje en automóvil es mayormente silencioso. Jasper
y yo nunca hemos necesitado mantener una conversación para estar
contentos en la compañía del otro. Parece que Abaddon es de la
misma manera. Felizmente juega con mi cabello, apretando mi cuello
y metiendo sus dedos en el cuello de la camisa de Jasper.
Cuando el auto se detiene y se abre la puerta trasera, salgo,
seguido por Abaddon y Jasper, entramos. Abaddon cierra la puerta
antes de agarrar mi mano y una de las de Jasper. Nos empuja
escaleras arriba; esta vez, pasamos por alto el segundo piso y vamos
directamente al tercero, su piso.
Nunca he estado aquí y por la expresión en el rostro de Jasper,
él tampoco.
—¿Esto está bien? —Abaddon pregunta, deteniéndose para
abrir la puerta de su dormitorio.
—Sí —le digo mientras aprieto su mano. Él sonríe y empuja la
puerta para abrirla. Suelto su mano y sigo a Jasper adentro.
Es espacioso: suaves paredes gris mar, una enorme cama con un
grueso edredón blanco contra la pared del fondo. Sin duda, el sol de
la mañana le da justo. Una estantería está a mi izquierda, junto con
un área para sentarse. Camino hacia la estantería mientras Jasper se
adentra más en el dormitorio.
~ 134 ~
—Debería haber sabido que tendrías tu propia estantería —digo,

tocando los lomos mientras leo los títulos. Abaddon se ríe y cuando lo
miro, se está aflojando la corbata. ¿Vamos a dormir aquí esta noche?
—Nerds —bromea Jasper mientras se sienta en la cama y salta.
Pongo los ojos en blanco y vuelvo a la estantería. Una sola foto llama
mi atención. La alcanzo.
Dos jóvenes, de no más de once o doce años, están uno al lado
del otro con sonrisas a juego. Llevan el uniforme escolar, tienen el
cabello corto y negro, ojos de un color extraño, como oro líquido a la
luz del sol. Se apoyan el uno contra el otro, uno tiene un brazo
alrededor de los hombros del otro; el brazo del otro se envuelve
alrededor de su cintura. No puedo decir cuál es Abaddon. Son una
imagen especular el uno del otra, hasta la expresión feliz.
—Lindo —dice Jasper y me sobresalto antes de que apoye su
barbilla en mi hombro.
—Fue tomada justo después de nuestro duodécimo cumpleaños
—Abaddon alcanza la foto y se la entrego. Su sonrisa es triste mientras
pasa el dedo por el borde del marco—. Ya no puedo decir quién es
quién.
Entrelazo mis dedos con su mano libre. —Ambos se ven muy
felices.
No estoy seguro de que alguna vez pueda ser tan feliz como lo
era en ese entonces, cuando su hermano estaba vivo, antes de que lo
obligaran a hacer lo que hizo y cumpliera condena en Point Grove por
hacerlo, pero… espero que seguir adelante con Jasper y conmigo,
estar con nosotros, le traerá cierto nivel de felicidad. Al menos lo
suficiente para ahuyentar el vacío de su sonrisa.
~ 135 ~
VEINTITRÉS
JASPER
Algo no está bien.
Todo debe ser perfecto.
He hecho todo lo posible para fingir que todo es algodón de
azúcar, pero…
Theodore está dormido en la cama que compartimos con
Abaddon, la cual hemos estado compartiendo con él desde la noche
en que todos regresamos de Wicked. Yo también debería estar
dormido. Mañana tengo planeado un día completo con Gabriel. Pero
dormir es imposible cuando uno de mis compañeros de cama ha
estado curiosamente ausente durante la última semana.
Me detengo frente a la oficina de Abaddon y escucho cualquier
indicación de que esté en medio de algo importante. Todo está en
silencio. Llamo
Abaddon dice: —Adelante —y empujo la puerta para abrirla.
—Hey —agarro dos vasos y una botella de whisky de la repisa de
la chimenea. Se recuesta en la silla de su escritorio, observa mientras
lleno ambos y acepta uno cuando se lo extiendo.
—Me sorprende verte despierto —Abaddon toma un sorbo de su
vaso, mirándome por encima del borde con el ceño fruncido—. Has
estado durmiendo bien últimamente.
Me encojo de hombros y me siento en el borde de su escritorio.
—El insomnio es una perra; incluso con tu cobija favorita no siempre
obtienes el descanso perfecto.
Sus ojos brillan como la luz del fuego mientras tomo un sorbo
lento del whisky que serví. Baja suavemente y calienta mi estómago.
—Supongo que no —dice finalmente.
~ 136 ~
Miro los papeles que tiene delante.

¿Quién sabía que ser mafioso implicaba tanto papeleo?
—Tengo una pregunta —digo. Él tararea y ladea la cabeza.
Termino mi bebida y dejo el vaso a un lado. No busco que me
destrocen esta noche—. ¿Eres alérgico a la felicidad o simplemente te
opones fuertemente a ella?
Yo no soy Theo. No tiene sentido andarse por las ramas,
tratando de sacar información de Abaddon. Tomará demasiado
tiempo y él es demasiado inteligente para ser manipulado. La mejor
manera de obtener respuestas de manera oportuna es con un ataque
directo.
—¿Para mí o para los demás? —Abaddon pregunta antes de
terminar su propia bebida.
—Para ti, por supuesto —aparto la mirada y lucho por encontrar
las palabras. Odio las conversaciones como esta. Siempre son tan
exigentes emocionalmente, pero tengo que ser yo porque Theo no se
ha dado cuenta: las miradas de reojo, las sonrisas tristes. Está tan
absorto en enamorarse que no se ha dado cuenta de que… podemos
estar enamorándonos—. Sabes que nunca he sido más feliz. Theo
nunca ha sido más feliz. Los dos queremos estar aquí.
—Me alegro de que ambos estén felices —dice Abaddon—. Es
agradable de ver.
Lo miro mientras cruzo los brazos. —No evites mi pregunta; es
molesto.
Me dijo que hablara libremente la primera vez que almorzamos
juntos. Dudé en ese entonces, no estaba seguro de si era seguro decir
lo que estaba pensando o sintiendo, pero ahora lo sé: Abaddon es una
buena persona, a pesar de las cosas malas que hace. No quiere
hacernos daño a mi hermano ni a mí, pero… alguien va a terminar con
el corazón roto si no arregla su mierda.
Abaddon suspira y alcanza el whisky para volver a llenar su
vaso.
—Creo que ambos sabemos que no pertenezco, Jasper. Hace
feliz a Theodore y a ti por defecto, así que estoy aquí. Pero todavía no
pertenezco.
~ 137 ~
Lo miro por un largo momento. —¿No perteneces porque así lo

decidiste, Abby? —traga el contenido de su vaso. Niego con la cabeza—
. Theo y yo te aceptamos con los brazos abiertos —Theo saltó con los
pies por delante, sin dudarlo. Pero no lo seguí solo porque es mi
hermano. Yo… realmente me preocupo por Abaddon. Duele un poco
escuchar que tal vez no le importe en absoluto.
Alcanza la botella de nuevo y la agarro, dejándola a mi lado,
fuera de su alcance.
—Lo entiendo —le digo, descansando mis codos en mis muslos
mientras me inclino hacia él—. Realmente lo hago. Entiendes que
Theo y yo tenemos un vínculo inquebrantable —él aparta la mirada y
extiendo la mano, ahueco su mandíbula y giro su cabeza para que se
vea obligado a mirarme a los ojos. Necesita escuchar la siguiente
parte. No solo escucharlo, comprenderlo. Absorberlo—. Pero es
posible crear lazos igual de fuertes, igual de importantes, con otras
personas.
Él lo sabe. Él tiene que saber eso. Míralo a él y a Gabe. No son
sangre pero son familia. Morirían el uno por el otro. No es que esté
dispuesto a recibir una bala por Abaddon, pero… realmente no ha
pasado tanto tiempo desde que me vendí a él y también vendí a mi
hermano. Con suficiente tiempo, suficiente cuidado y atención, eso
podría cambiar.
—Si sigues buscando razones por las que no perteneces a
nosotros, siempre las encontrarás —cualquiera puede encontrar
problemas donde no los hay, si busca lo suficiente—. ¿Quieres estar
con nosotros? Porque si lo haces, deja de pensar que no lo mereces.
So… —bajo la voz mientras busco su rostro—, quédate con nosotros,
Abby. Te queremos con nosotros.
Me tira del escritorio y me pone en su regazo; Empujo mis dedos
en su cabello y coloco mi boca sobre la suya. Su lengua se desliza más
allá de mis labios mientras inclino su cabeza hacia atrás. Esto es más
fácil. Entiendo esto: acciones sobre palabras. No necesitamos hablar
cuando mi boca está presionada contra la suya y nuestras lenguas se
deslizan juntas.
—Jasper —Abaddon muerde mi labio inferior mientras
envuelve un brazo alrededor de mi cuerpo y empuja el otro por mi
camisa. Jadeo, el aliento estallando contra su boca cuando tira de la
barra a través de mi pezón. Es una debilidad mía y la va a explotar
~ 138 ~
tanto como lo hace Theo. No odio el pensamiento—. Eres tan

jodidamente sexy.
Me inclino hacia atrás y me saco la camisa por la cabeza,
tirándola al suelo. Mi polla está dolorosamente dura, goteando como
un grifo roto. La de Abaddon está tan dura como la mía, yo muevo mis
caderas, aplastando la longitud rígida contenida por sus pantalones.
Su mano es cálida en mi espalda; el calor se filtra en mi carne. Entierro
mis manos en su cabello y arrastro su boca a mi pezón. Sujeta la barra
entre los dientes y tira. Las chispas bailan bajo mi piel. Es demasiado
y no suficiente.
Levanto su cabeza y presiono mi frente contra la suya. Su aliento
es caliente y húmedo en mi barbilla. Sostiene mis costados mientras
me tomo un momento. Mi corazón late con fuerza y… puedo admitir
que estoy nervioso por la siguiente parte. Pero no tengo miedo.
—¿De verdad quieres estar con nosotros, Abby?
Exhala y aprieta su agarre. —Sí, Jasper, realmente lo hago.
Lamento que mi comportamiento te haya hecho pensar diferente.
Sonrío y me deslizo fuera de su regazo, empujando mis
pantalones cortos por mis caderas.
—Pruébalo.
Se pone de pie tan rápido que la silla de su escritorio rueda y se
estrella contra una estantería. Palmeo su polla dura a través de sus
pantalones. Él gime, empujando contra mi mano, pero no tengo la
intención de conformarme con una paja. Su cinturón sale fácilmente
y lo tiro a un lado antes de desabotonar sus pantalones. Los empuja
hacia abajo por sus muslos hasta que están agrupados en sus rodillas
y me deleito al verlo. Su polla es larga y gruesa, grande y húmeda en
la punta. Sé lo que se siente cuando estira mis labios y se corre en mi
garganta. Pero ahora quiero más que mamadas mutuas.
—¿Qué quieres, Jasper? —pregunta. Me apoyo en el escritorio y
agarro por detrás la base del plug que me metí en el agujero antes de
venir a buscarlo. El plug me da un tirón en el ano, me sube una oleada
de placer por la espalda y me calienta el abdomen, antes de soltarse.
Lo arrojo sobre su escritorio; el juguete húmedo rueda por la madera
de roble mientras el lubricante caliente me recorre el muslo—. Joder
—gime Abaddon. Gruño y caigo contra el escritorio, apoyando mi peso
~ 139 ~
en los antebrazos mientras él me mete dos dedos en el cuerpo—. ¿Has

venido preparado?
Me ahogo en una carcajada. —Podemos fingir que soy un Boy
scout.
—Recuérdame que haga algo por ti en otro momento —me dice.
En segundos, libera sus dedos e introduce su polla en mi cuerpo.
—¡Joder! Espera, espera. Espera —le suplico agarrándome a su
muslo. Se detiene y me da un beso en la columna mientras jadeo por
el placer/dolor de sentirlo dentro de mí. Es más grande que Theo, no
solo más largo, sino también más grueso, mierda. Nunca me siento
así cuando Theo me folla a mí y no yo a él. ¿Cómo hace esto
habitualmente, no solo conmigo, sino con sus otros amantes? ¿Dolía
así con ellos?
—¿Quieres que salga? —pregunta Abaddon. Tiene la mano
apoyada en mi vientre, sujetándonos a los dos.
Sacudo la cabeza y respiro a través del dolor. —Es… mucho,
pero… No.
—Probemos otra cosa.
Gimoteo, un ruido que no creo haber hecho nunca, mientras él
tira de mi cuerpo. El vacío es sorprendente e igualmente
desagradable, pero no dura mucho. Abaddon me da la vuelta, agarra
mis muslos y me ubica en su escritorio. Me empuja hacia atrás hasta
que estoy sobre sus papeles y luego me arrastra hasta el borde. Mi
polla golpea contra mi estómago, aun dura a pesar del dolor de su
entrada inicial.
—Te voy a abrir un poco más.
Resoplo y pongo los ojos en blanco. —Yo no soy virgen.
—¿Alguna vez has sido pasivo para alguien además de
Theodore? —él pregunta.
Abro la boca, luego la cierro de golpe y niego con la cabeza.
Theo es el único en quien he confiado lo suficiente con mi
cuerpo. Y ahora Abaddon.
—Entonces déjame cuidarte —dice, separando mis muslos aún
más. Sus manos son cálidas y ásperas mientras acaricia mis piernas,
~ 140 ~
pasando por alto mi polla y mis testículos. Gimo, mi cabeza golpeando

contra el escritorio cuando tira de la barra a través de mi pezón.
Mientras su boca, caliente y resbaladiza, se envuelve alrededor de la
cabeza de mi polla, empuja un conjunto de dedos dentro de mí. No
hay dolor, solo olas de placer candente cuando encuentra mi próstata
y procede a abusar de ella.
—Abby. Mierda. Oh, mierda. Abaddon. No puedo… —su boca
trabajando en conjunto con sus dedos es demasiado. No voy a durar,
no a este ritmo. Mi polla golpea la parte posterior de su garganta al
mismo tiempo que su pulgar acaricia el piercing justo debajo de mis
bolas—. Oh, joder, yo… —su boca se ha ido, reemplazada por aire frío.
En una fracción de segundo saca sus dedos de mi cuerpo y presiona
su pene dentro—. ¡Mierda!
Es un deslizamiento largo hasta que está enterrado dentro de
mí. Jadeo y él se inclina, rozando su boca sobre mi mandíbula, mis
mejillas, mi nariz y finalmente mi boca. Su lengua se desliza entre mis
labios mientras gira sus caderas. El dolor que sentía antes ya no existe.
Mis bolas se contraen con fuerza contra mi cuerpo. Ya estaba por
correrme, ahora, no estoy seguro de que dure más de uno o dos
minutos.
Abaddon dentro de mí es jodidamente exquisito y lo necesito…
—Fóllame ya —gimo.
Se ríe contra mi boca y me muerde el labio inferior. —Estoy un
poco triste porque Theo se está perdiendo el show.
Niego con la cabeza y paso mis manos por sus costados. —Me
gusta que estemos todos juntos, me encanta. Pero necesitamos hacer
tiempo para nosotros, tanto como tú necesitas hacer tiempo para ti y
Theo. Y él y yo sin ti a veces.
Me tira más abajo en el escritorio y grito, arqueándome contra
él mientras se retira y se entierra dentro de mí de nuevo. Mañana, voy
a estar dolorido. Todo dolerá pero valdrá la pena.
El lento deslizamiento de su polla abriéndome, golpeando
contra mi próstata, hace que el oxígeno salga de mis pulmones.
Sonidos que nunca había hecho antes salen de mi lengua y el sudor
cubre mi cuerpo. Mientras tanto, mi polla se filtra entre nosotros,
dura y descuidada. Empuño mi eje y bombeo desde la raíz hasta la
punta, sintiendo el principio del fin subiendo por mi columna.
~ 141 ~
—Más. Vamos —lo insto, envolviendo mis piernas alrededor de

su espalda y empujándolo profundamente hacia mi cuerpo—. Fóllame
como si lo hicieras enserio, Abby. Fóllame como si fuera tuyo.
—Eres mío —sisea, un empuje brutal que sacude el escritorio y
envía calor a través de mi cuerpo—. Tú y Theodore. Soy su dueño —él
planta una mano en el escritorio al lado de mi cabeza y golpea mi
mano lejos de mi polla con la otra.
No hay nada suave en la forma en que se hunde en mi cuerpo y
pajea mi verga y me encanta cada segundo. Jadea, una gota de sudor
rodando por su sien mientras su mirada salvaje se deleita en mí, como
si fuera un depredador y yo no fuera más que una presa para ser
devorada, consumida.
—Abby —hundo mis dedos en su cabello oscuro y arrastro su
boca hacia la mía. Su lengua se sumerge entre mis labios y come mi
boca, tragando cada gemido y jadeo que saca de mí mientras se mueve
dentro de mí. Su mano bombea mi polla y…— Joder. Oh J- Jo -Joder!
—yo… no tengo la oportunidad de advertirle. Mi semen, caliente y
húmedo, se derrama sobre sus dedos y se dispara hasta mi abdomen.
Se estrella contra mí, se entierra profundamente y gime. —
Mierda, Jasper.
Es difícil respirar, difícil pensar. La habitación está en silencio
excepto por las fuertes respiraciones que tomamos y el sonido de los
latidos de mi corazón. Es como si mi cuerpo fuera el estéreo de un
coche y Abaddon subiera los graves al máximo. Tiemblo a través de
las réplicas, de alguna manera me las arreglo para empujar la mano
de Abaddon de mi polla sobre estimulada.
—¿Estás bien? —Abaddon pregunta, su aliento caliente en mi
clavícula.
—Perfecto —me las arreglo. Mi garganta está seca, en carne viva
por el mal uso.
¿Alguien escuchó? ¿Los guardias? Realmente no me importa
—Empuja —me da un beso en la concha de la oreja y tira de mi
agujero. Hago una mueca de dolor, apretando, como si quisiera que
me llenara de nuevo. No es mi sensación favorita: pasar de lleno a
vacío tan rápido. De hecho, lo odio. Pero me olvido de todo un
~ 142 ~
segundo después, cuando la boca de Abaddon se desliza sobre la mía.

Su lengua se desliza entre mis labios mientras me levanta.
Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y sonrío contra su
boca. Su sonrisa de respuesta me hace retroceder, pasando mis dedos
por su cabello.
—Vamos a limpiarnos y vayamos a la cama. ¿Sí?
Asiento con la cabeza. —La cama suena perfecto.
Probablemente Theo tenga frío.
Podemos calentarlo. Me da un beso en la boca y me tira del
escritorio. Aterrizo sobre mis pies y ajustamos nuestra ropa en
silencio. Apaga su computadora y cierra la puerta de su oficina
después de que salimos. Alcanzo su mano y entrelazo nuestros dedos.
Le va a llevar tiempo adaptarse, para aprender a convivir con lo
que Theo y yo ya tenemos.
Pero, con el tiempo, Abaddon se dará cuenta de que nos
pertenece tanto como nosotros le pertenecemos a él.
~ 143 ~
VEINTICUATRO
ABADDON
Jasper está acostado en la cama, recuperándose de su
estiramiento sobre mi escritorio. Cuando le pregunté si quería unirse
a Theodore y a mí para desayunar, gimió y se dio la vuelta,
sepultándose bajo las mantas. Si realmente está dolorido o
simplemente quiere evita ir a trabajar con Gabriel, no lo sé, pero no lo
voy a llamarle la atención por tomarse un día libre por enfermedad.
Con el Sr. Mowrey muerto, la información que había estado
proporcionando a sus cómplices sin rostro se ha ido y San Diego está
volviendo a la normalidad. Un día para acostarse en la cama y
simplemente descansar no le hará daño.
Me inclino sobre el respaldo de la silla de Theodore y le doy un
beso en la sien.
—Buen día. ¿Cómo has dormido?
Había estado inconsciente cuando Jasper y yo regresamos a la
cama anoche después de tomarnos nuestro tiempo en la ducha. Tan
pronto como me acomodé a su lado, se acurrucó en mi pecho con un
suave ronroneo. Jasper se había envuelto alrededor de mi espalda y
estaba inconsciente en menos de sesenta segundos. Un buen orgasmo
puede hacerte eso.
—Buenos días —dice, inclinando la cabeza hacia atrás y
presionando un beso en mi barbilla. Cierro los ojos, disfrutando la
sensación de su boca contra mi carne—. Estás de buen humor.
—Jasper y yo tuvimos una conversación reveladora anoche —
explico mientras me siento en mi asiento normal. El personal aparece
y coloca los platos delante de nosotros y en el lugar vacío de Jasper.
Le llevaré el desayuno, aunque sería mejor que el personal le trajera
un almuerzo antes de la hora de siempre.
~ 144 ~
—No sabía que Jasper fuera capaz de tener una conversación —

dice Theodore mientras organiza su comida como mejor le parezca—
. ¿Es esta revelación la razón por la que todavía está en la cama?
—Estoy bastante seguro de que ese fue el sexo —recojo mi
tenedor y corto mis panqueques.
Theodore se ríe, el sonido fuerte y brillante. —¿Lo disfrutaste?
¿Lloró?
Niego con la cabeza y me río por lo bajo. —No exactamente.
Hubo un momento de resistencia, pero fui amable.
No quería lastimar a Jasper, solo disfrutarlo. Fue agradable
conectar con él de esa manera. Ambos somos terribles en la
conversaciones. Con él y con Theodore, a menudo guardo silencio
cuando debo hablar y hablo cuando debo callarme. Anoche usó sus
palabras pero… la acción nos convenía más, probablemente siempre
lo haría. Un simple beso de él podría transmitir un millón de cosas y
capté su mensaje alto y claro.
—Estoy un poco celoso —dice Theodore—. Pensé que sería el
primero en tenerte uno a uno. Jasper me ganó.
—Jasper tiene la costumbre de tomar lo que quiere —agarro su
mano y entrelazo nuestros dedos. Lo último que quiero es que
Theodore esté celoso del tiempo que paso con Jasper. Tampoco
quiero que Jasper esté celoso del tiempo que paso con Theodore. Y
tendré que aceptar que ellos dos también necesitarán tiempo solo
para ellos. No tenemos que estar siempre juntos como grupo para
estar juntos en una relación.
—Eso es cierto —Theodore sonríe mientras aprieta mi mano—.
Tal vez debería tomar algunas notas de él.
—Me gustas como eres, pero no me opondré —le digo.
Theodore es perfecto. No necesita seducirme. Debería ser yo
quien lo seduzca, rogarle que me deje disfrutar de su cuerpo en toda
su extensión. En verdad, debería haberlo hecho hace mucho tiempo,
cuando dijo por primera vez que él y Jasper se quedarían. En cambio,
pasé todo este tiempo buscando razones por las que no pertenecía a
ellos. Eventualmente, tal como dijo Jasper, voy a encontrar una razón
si no dejo de intentarlo.
Estoy con ellos. Ellos están conmigo. Estamos juntos.
~ 145 ~
—Tal vez después del desayuno —Theodore lucha contra una

sonrisa mientras apuñala su pila de huevos—. Primero engordo y
después me pongo cachondo.
Me río, tirando de su mano a mi boca y besando sus nudillos. —
¿Hay alguna posibilidad de que te anime a comer más rápido?
—¿ Quieres alimentarme? —se inclina hacia mí y abre la boca—
. Aaahh.
Estoy fuera de mi silla y a su lado en segundos. Sus ojos se
agrandan cuando empujo mis dedos en su cabello, inclino su cabeza
hacia atrás y coloco mi boca sobre la suya. Sabe tan dulce y pegajoso
como el almíbar en el que ahogan sus panqueques mientras nuestras
lenguas se deslizan juntas. Es diferente besarlo. No hay un piercing
en la lengua para curvar mi lengua y provocar. Y la forma en que
mueve su boca contra la mía es más suave, menos exigente, más
generosa. Se rinde, se somete sin dudar ni vacilar. Jasper siempre
pelea.
Es tan caliente, tan embriagador como la batalla de voluntades
con Jasper.
—Si vamos a tener sexo de nuevo, tengo una confesión que hacer
—susurra Theodore contra mi boca mientras agarra la parte delantera
de mi camisa.
—Bien —arqueo una ceja pero me siento en la silla vacía de
Jasper para poder escuchar.
Me tira hacia adelante, sus labios en mi oreja. —Me gusta que
me follen en lugares públicos. Cuanto más arriesgado, mejor.
Besa la concha de mi oreja y gimo, envolviendo mi brazo
alrededor de su cintura y arrastrándolo de su silla a mi regazo. ¿Quién
sabría que era un fanático de los secretos? Theodore parece el último
tipo que querría ser follado en público, pero ¿quién soy yo para
negarle sus deseos?
Sus brazos se envuelven alrededor de mi cuello mientras paso
mis palmas por sus muslos.
—Hiciste mención de ir a la librería en algún momento…
~ 146 ~
Él tararea, dejando caer su cabeza en mi hombro. Su aliento es

cálido en mi garganta. Presiono un beso en su frente y envuelvo mis
brazos alrededor de su cuerpo, disfrutando de su peso.
—¿Libros y deshuesado9? Creo que estoy enamorado.
Me río y lo ayudo a sentarse en su silla mientras mi corazón da
un vuelco.
¿Lo dice en serio? ¿O solo está haciendo rimas con las palabras?
Si alguien se enamora primero, será Theodore.
¿Los amo a él y a Jasper? ¿Puedo amarlos como se merecen?
Sacudo la cabeza y le doy un beso en la boca. —Come.
Necesitarás tu energía.
Theodore sonríe y se sumerge en su comida, comiendo mucho
más rápido de lo normal pero mucho más lento que Jasper. He
terminado antes que él, pero bebo mi café mientras lo veo comer. Una
vez que ha terminado, se pone de pie y extiende su mano.
Entrelazo mis dedos con los suyos. —¿Necesitas algo antes de
que vayamos de compras?
Él niega con la cabeza. —No, estoy bien.
—Hagámosle saber a Jasper que vamos a salir —lo llevo desde
el comedor y por la casa; su mano permanece entrelazada con la mía
todo el camino. Jasper está acostado boca abajo, con la cabeza y los
brazos colgando de la cama mientras juega con su teléfono—. ¿Cómo
te sientes? —paso mis dedos por su cabello y por su espalda desnuda.
—Es como si quisieras que te mienta —murmura. Me río por lo
bajo.
—Bastardo perezoso —Theodore le da una palmada en el culo.
Jasper se aparta y se frota la mejilla roja. —Pensé que eras el
gemelo bueno.
—Abby y yo vamos a la librería —Theodore se pone en cuclillas
frente a Jasper para que estén a la altura de los ojos. Extiende la mano,
palmeando la parte posterior de su cabeza—. ¿Quieres algo?
9
Entiéndase al estado en el que uno queda después del orgasmo.
~ 147 ~
—No —Jasper niega con la cabeza—. Estoy bien.

Me inclino, presionando un beso en su frente. —Si necesitas
algo, solo llama. Enviaré el desayuno.
—Gracias —Jasper le roba un beso a Theodore antes de inclinar
la cabeza hacia atrás. Agarro la nuca de su cuello y reclamo su boca—
. Ve a divertirte —dice contra mi boca—. Llamaré si me siento solo.
Theodore se pone de pie y tomo su mano. Observan mientras
tomo un solo paquete de lubricante antes de empujar a Theodore
hacia la puerta.
—¡No se dejen arrestar! —Jasper nos grita.
—¡Sin promesas! —Theodore grita de vuelta. Me río por lo bajo
y tiro de él detrás de mí. Nos detenemos en la cocina para que pueda
hablar con el personal sobre la alimentación de Jasper y treinta
minutos más tarde nuestro conductor se detiene frente a la librería
preferida de Theodore. Damos un paso adentro. Theodore está
saltando de puntillas a mi lado. Una sonrisa feliz ilumina su rostro.
Miro alrededor del vasto espacio. Hay un montón de lugares
para sentarse y leer en privado, sin ser molestado.
—Adelante —le digo a Theodore—. Tomaré un café y iré a
buscarte.
—Voy a ir primero a la sección de adultos jóvenes —agarra la
parte delantera de mi camisa y me arrastra hacia abajo para un beso
rápido y fuerte antes de salir corriendo. Niego con la cabeza y trago
una risa mientras voy en la dirección opuesta. Theodore no tardará
mucho en olvidar por qué vinimos aquí en primer lugar. Se
concentrará tanto en encontrar un nuevo libro, varios libros nuevos,
que no pensará en mí.
Un café y una hora más tarde, empiezo a buscarlo. No es difícil
de encontrar: solo en uno de los estantes, una pequeña montaña de
libros a sus pies mientras hojea otro, ajeno al mundo que lo rodea.
Más adelante, hablaremos sobre él siendo más consciente de su
entorno, pero por ahora… aprovecho
Se sacude, aúlla y se retuerce contra mi pecho, el libro en su
mano cae al suelo mientras le cubro la boca con mi mano.
~ 148 ~
—¿Qué está haciendo aquí solo, una cosita bonita como tú? —
susurro en su oído, mordiéndolo.
Se hunde contra mi cuerpo mientras agarra mi muñeca y tira.
Destapo su boca y enrosco mis dedos alrededor de su garganta.
—Me asustaste —se queja. Me río y envuelvo mi otro brazo
alrededor de su cuerpo.
—Tal vez pueda compensarte —empujo mis dedos debajo de su
camisa y subo a su pecho hasta que encuentro un pezón. Él gime, el
sonido es suave pero alto en el silencio, mientras golpeo el pico
sensible. Su cuerpo está caliente mientras se retuerce en mi agarre—.
Va a tener que ser rápido y sucio. ¿Estás de acuerdo con eso,
Theodore? —presiono una línea de besos en su garganta mientras me
muevo hacia el pezón descuidado.
—Sí —su voz es débil y flotante. Desabrocho sus pantalones, tiro
de su cremallera y empujo la tela por sus muslos, exponiendo su
trasero desnudo.
—Apóyate en la estantería —me desabrocho el cinturón y me
bajo la cremallera. Mi polla está dura y gotea mientras Theodore hace
lo que le pido. Empuja su trasero y paso mis manos por sus mejillas
antes de separarlas. Su anillo pide atención y no puedo resistirme.
Necesito saborearlo. ¿Por qué negarme lo que quiero? Él gime, su
cabeza cayendo hacia adelante mientras caigo de rodillas detrás de él
y lamo su agujero.
—Joder —sus rodillas tiemblan y se estira hacia atrás,
empujando sus dedos en mi cabello—. Abby. Hazlo otra vez —es la
orden más fácil que he seguido. Hago círculos con mi lengua
alrededor de su agujero, respiro el olor de mi jabón y su propio aroma
mientras busco en mi bolsillo, sacando el lubricante mientras aplasto
mi lengua y la empujo dentro de su necesitado agujero. Theodore
gime y golpea su mano libre sobre su boca cuando muevo un dedo al
lado de mi lengua.
Es apretado y caliente. No puedo esperar a estar enterrado
dentro de él. Me pongo de pie y abro el paquete de lubricante, vierto
un poco sobre mis dedos y lo caliento antes de empujar uno en su
cuerpo apretado. Grita detrás de su mano cuando agrego un segundo
dedo.
~ 149 ~
—Joder. Joder. Vamos, Abby. Te necesito —presiona mis dedos

y agrego un tercero, separándolos ampliamente. Él se mece contra mí;
cada rebote lo tiene jadeando, mis nudillos se enganchan en su borde.
Si no tengo cuidado, se correrá solo con mis dedos. Ninguno de
nosotros quiere eso.
—¿Listo? —palmeo su trasero, viendo como mis dedos
desaparecen dentro de él. Mueve la cabeza y saco mis dedos de él,
cubriendo rápidamente mi pene con el lubricante restante y
alineándolo con su agujero. Mis entrañas vibran mientras jugueteo
con su borde. De ninguna manera voy a durar, no ahora. No importa.
Él ya está por correrse mientras sostengo mi polla firme y presiono
contra su abertura. Rebota hacia atrás, tragándose la cabeza hinchada
y yo gruño pero empujo, enterrándome dentro de él en un largo
movimiento hacia adelante.
—J-Joder. ¡Mierda! —Gime, su voz quebrándose alrededor de
las palabras—. Más. Por favor.
Me inclino sobre su espalda y envuelvo mi brazo alrededor de
él. —La próxima vez, me tomaré mi tiempo contigo.
Él gime y empuja hacia atrás incluso mientras toma su propia
polla. Está goteando líquido preseminal mientras bombea desde la
base hasta la punta.
—¿Ya estás planeando la próxima vez?
—Siempre, Theodore —¿Cómo no podría hacerlo? Con él, con
Jasper, con todos nosotros juntos, turnándonos—. Quieres una
próxima vez, ¿verdad? Justo como estamos ahora. O tal vez la
próxima vez que te tenga para mí, te llevé al teatro y me harás una
mamada en la última fila.
Él gime. —Sí.
—Joder —su agujero se cierra sobre mi polla y gimo, enterrando
mi cabeza en su garganta y embistiéndolo rápido y fuerte,
persiguiendo nuestra liberación. No hay tiempo para explorar, jugar
con cada parte de él, no aquí, no ahora. Pero después. Después lo
tenderé en mi cama, lo tocaré por todas partes, con la ayuda de Jasper.
Juntos, torturaremos a Theodore hasta que sea un desastre jadeante.
Después, será el turno de Jasper.
~ 150 ~
—Estoy tan cerca, Abby —se agarra de las estanterías mientras

me hundo en él. El calor se acumula a lo largo de la base de mi
columna y se extiende por mis muslos. Mis bolas tiran con fuerza
contra mi cuerpo.
—Voy a correrme dentro de ti, lo veré correr por tus muslos y
sabré que estás sentado en mi semilla todo el camino a casa —deslizo
mis manos debajo de su camisa y subo por su pecho para jugar con
sus pezones. Tiembla bajo mi mano, estremeciéndose, al borde del
éxtasis. Su respiración es fuerte en el silencio.
—Mierda —grita Theodore, su voz resuena a nuestro
alrededor—. ¿Qué más?
No está tratando de estar callado ahora y no me importa. —Tú
de rodillas en un probador, Theodore, tu boca alrededor de mi polla,
un plug dentro de ti mientras te masturbas y esperas a que te de
permiso para correrte.
Se estremece contra mí mientras bombea su polla más rápido.
—Sí. Sí, Abby.
—Sentado en el regazo de Jasper mientras salimos a cenar —le
digo con voz áspera al oído—. Mantener su polla dura y caliente
mientras comes, lentamente.
—Joder. Ya no resisto —su mano libre se aprieta alrededor de la
estantería—. Abby.
—Lo sabrán, Theodore. Cada vez que te folle en público, la gente
lo sabrá —estoy seguro de que alguien ya nos ha oído, pero me importa
una mierda. El placer me atraviesa en oleadas, inundándome como el
agua del océano cada vez que me retiro solo para enterrarme en él de
nuevo. Si nos atrapan, nos atrapan, no me detendré. No puedo, no
ahora, tan cerca, tan jodidamente cerca—. Probablemente alguien ya
te haya escuchado ahora, gimiendo como una puta mientras te follas
en mi polla.
—Me voy a correr, Abby —susurra. Le quito la mano de la polla
y me hago cargo. Su cabeza cae hacia atrás contra mi hombro
mientras lo levanto. Cada jadeo y gemido me empuja más cerca de mi
liberación mientras giro mis dedos alrededor de la cabeza de su polla
que gotea. Está goteando mucho, húmedo y resbaladizo; deslizo mi
mano por su polla sin ningún esfuerzo.
~ 151 ~
El sexo en público es claramente su perversión y lo voy a

aprovechar al máximo.
—Déjame ver cómo te corres, Theodore —le insto.
—Abaddon —empuja sus dedos en mi cabello, tirando de mi
cabeza hacia abajo mientras gira la suya y captura mi boca. Hundo mi
lengua entre sus labios, tragando su gemido. Tiembla en mis brazos
cuando empujo dentro de él una, dos, tres veces—. Mierda. Sí. Sí.
Córrete dentro de mí, Abby.
Mi polla se sacude dentro de él mientras su semen se derrama
sobre mis nudillos y pinta los estantes frente a nosotros. Agarra mi
peso, sosteniéndome mientras me hundo contra su espalda.
—Mierda.
—Sí. Mierda —él jadea para respirar y me aferro a él a través de
las réplicas. Lo último que quiero hacer es retirarme, pero no tengo
otra opción, probablemente estemos a punto de ser expulsados de su
librería favorita. Y dado que definitivamente quiero follarlo en la
sección de romance en algún momento, necesitamos detenernos, por
ahora.
~ 152 ~
VEINTICINCO
THEODORE
Horas. Han pasado horas desde que Abaddon me folló en mi
librería favorita y mi cuerpo todavía vibra. Está sentado entre Jasper
y yo con su brazo alrededor de los hombros de Jasper y sus dedos
entrelazados con los míos. Jasper tiene una pierna sobre él, el pie
enganchado detrás de mi pantorrilla. Lo que queda de nuestra cena,
cajas vacías de comida para llevar, está sobre la mesa de café. Paso mi
pulgar por los nudillos de Abaddon mientras veo las noticias.
Están hablando de Marcus Malnar. Recientemente, como
literalmente hace ocho horas, un jurado lo declaró no culpable de
asesinato. Nadie lo dice, pero es obvio que el panel que discute el
juicio comparte la misma opinión. El jurado fue comprado y pagado.
Mi pregunta es… ¿Por qué no fue retenido sin derecho a fianza?
¿No suelen retener a los delincuentes violentos durante el juicio?
Pero… simplemente lo dejaron libre por San Jose mientras intentaban
condenarlo por asesinato. Tal vez también pagó al juez.
Se reproduce un vídeo en el que Holden Malnar sonríe a la
cámara antes de hacer un saludo con dos dedos, que rápidamente
convierte en un gesto de "jodansen” en forma de dedo medio. Lleva
un traje y una camiseta en la que se lee en negrita y purpurina rosa
CULPABLE DE SER GAY AF10. Un hombre al que no conozco y que el
panel de noticias todavía no ha identificado lo mira fijamente, vestido
elegantemente.
—¿Quién es ese? —le pregunto a Abaddon—. El tipo que parece
que tiene un palo atravesado.
10
Abreviatura escrita de as fuck: Como la mierda.
~ 153 ~
Abaddon se ríe, un sonido bajo y suave que amo. —Chandler

York.
—Él no parece feliz con el veredicto —dice Jasper.
—Esa es solo su cara —dice Abaddon. Esta vez me río mientras
vuelvo a mirar la televisión.
El panel continúa su discusión, hablando ahora del Fiscal de
Distrito. Por su foto, honestamente se ve como un tipo que paga por
sexo, lo cual… no tengo nada en contra de las trabajadoras sexuales,
el trabajo sexual es un trabajo real, pero él parece un hombre que solo
tiene relaciones sexuales cuando paga por ellas. Casi me siento mal
por él cuando ponen otro clip.
Ése es de Marcus y…
—Maldición.
Sacudo mi mano. Está de pie fuera del juzgado con el fiscal del
distrito. Parece que el hombre está a punto de vomitar, pero Marcus
sonríe y se da la vuelta. El clip se corta segundos después de que
Holden trepe a Marcus como un árbol, aferrándose a su espalda como
un mono de gran tamaño.
—¿Son realmente tan malos como dice la gente? —Jasper
pregunta, mirando a Abaddon.
Sus labios se inclinan hacia arriba. —No creería nada de lo que
hayas escuchado sobre la familia Malnar.
—¿Por qué? —O tal vez, como con Abaddon, los rumores son
exagerados.
—¿Marcus es realmente un gran imbécil? —pregunta Jasper.
—Marcus es un sobreviviente —dice Abaddon, con los ojos en la
televisión—. Nunca confíes en un sobreviviente, me decía mi abuelo,
hasta que sepas lo que hizo para sobrevivir.
Me giro hacia él. —Haces que suene como si hubiese estado en
la guerra. ¿A qué sobrevivió?
—Point Grove.
Apoyo la cabeza contra él. Jasper sabe más sobre la detención
juvenil que yo, ya que estuvo un breve período. Nunca hice nada para
merecer un mono naranja. Aunque, por lo que recuerdo de la
~ 154 ~
conversación que Abaddon tuvo con Gabriel, Point Grove es donde

envían a los niños a morir. O al menos tratar de matarse unos a otros.
—Estaba a punto de salir cuando él entraba: un chico delgado.
Callado —dice Abaddon. Desenlaza y enlaza sus dedos con los míos,
una y otra vez—. Un día estábamos en la cafetería. Había un guardia
al que todos odiábamos. Se colaba en tu habitación por la noche si no
tenías cuidado, te obligaba a chupársela si tenías suerte. Supongo que
quizás le tocó a Marcus, ninguno de nosotros está seguro.
—Pero Marcus... ese día, se levantó, callado como un ratón. El
guardia murió en treinta segundos de un navajazo en el cuello.
Marcus se quedó de pie junto a su cuerpo, lamiéndose la sangre de los
dedos. No dijo ni una palabra. No hizo ningún ruido cuando lo
derribaron.
—Oh, wow —murmuro.
—¿Que esperabas? —Jasper pregunta mientras pone los ojos en
blanco—. Hizo algo lo suficientemente malo como para entrar en
Point Grove. Él no iba a ser un pusilánime.
—Te sorprenderías. Hay muchos niños allí que no deberían
estar, pero Point Grove es de propiedad privada. El estado recibe
sobornos de todos en el lugar.
—Ves, podrías haber sido tú, Jasper —bromeo. Se lame el dedo
medio y me lo lanza. Niego con la cabeza. Por supuesto que va a actuar
duro.
—Entonces… —Jasper tiene una sonrisa jugando en su boca—.
¿Quién tiene más dinero?
Es una pregunta tonta. La familia Sterling es la más antigua del
estado. Abaddon tiene a su disposición la fortuna de generaciones. Sin
embargo, Ian Bassett es un muy buen hombre de negocios por lo que
he oído. Y Marcus… pudo permitirse comprar a un abogado, un juez
y todo un jurado. O tal vez los amenazó.
—¿Públicamente? Nosotros —una sonrisa de suficiencia está
jugando en la boca de Abaddon—. Ian viene después y luego, Marco.
Si somos los más antiguos y ricos… —¿Tenemos la mayor
cantidad de miembros también?
~ 155 ~
Abaddon se encoge de hombros. —No hay forma de saberlo. No

estamos compartiendo exactamente esos números —él tiene un
punto. No es como si pudiera acercarse a su familia criminal local y
preguntar si el reclutamiento aumentó o disminuyó para la
temporada—. Tendré que reunirme con ellos en la primavera.
—¿Puedo ir? —pregunta Jasper.
—Quiero conocer a Ian Bassett —digo. Ambos me miran—.
¿Qué?
—¿Por qué? —pregunta Jasper.
Me encojo de hombros. —Él siempre se ve tan sofisticado, como
si no fuera realmente un criminal. Es como si hubieran encontrado
una cara bonita y le hubieran puesto la etiqueta.
—¿Debería estar ofendido?
Me río y beso a Abaddon en la mejilla. —No, eres sexy como la
mierda. Te amo con traje —toco el cuello abierto de su camisa—. Ian
simplemente me recuerda a alguien que interpreta a un jefe criminal
en la televisión.
—Tal vez porque solo lo viste en la televisión —dice Jasper. Él
podría tener un punto. Tal vez Ian da mucho miedo en la vida real—.
Nunca pensé que Abby fuera real, no fue real hasta que estuvimos
frente a él con un arma apuntándonos a la cabeza.
—Oskar es su nieto, ¿verdad? —pregunto.
Jasper tararea. —¿Tiene la edad suficiente para estar en
Wicked?
Pongo los ojos en blanco. —No es mucho más joven que
nosotros.
—Soy tan viejo —gime Abaddon. Jasper y yo nos reímos.
Realmente no es tan viejo, no tan viejo como Ian, al menos. Ni
siquiera tiene canas todavía.
—Eres un viejo sucio —bromea Jasper.
—No, no lo eres —lo defiendo, pellizcando la pierna de Jasper—
. Tú solo tenías que… ¿diecisiete cuando nacimos? —trago mi sonrisa
y parpadeo inocentemente hacia él.
Abaddon se frota la cara. —Diecisiete. Son prácticamente niños.
~ 156 ~
—Piénsalo de esta manera —susurra Jasper mientras pasa la

mano por el pecho de Abaddon. Toca la hebilla de su cinturón—. Tú
puedes ser nuestro papi.
Abaddon tira a Jasper a su regazo, enterrando los dedos en su
cabello y tirando de su cabeza hacia atrás.
—¿Vas a ser un buen chico, Jasper?
—Depende —tararea Jasper mientras muerde el labio inferior
de Abaddon—. ¿Me azotarás si me porto mal?
Abaddon jala a Jasper hacia abajo sobre su regazo y le da una
palmada en el trasero. Me río cuando Jasper jadea y patea sus pies.
—¿Quién dice que tienes que portarte mal para que pueda
azotarte?
Jasper resopla. —Sí, sí.
Abaddon le empuña el cabello y lo sujeta cuando empieza a
hacer fuerza para incorporarse.
—Desabróchate los pantalones, Theodore —me apresuro a
obedecer. Esta tarde en la librería no ha sido suficiente, así que sea lo
que sea lo que esté planeando, me apunto—. Abre, Jasper.
Él separa sus labios y yo libero mi dura polla de mis boxers.
Abaddon presiona la cabeza de Jasper hacia abajo y el calor envuelve
mi polla.
—Mierda.
La lengua de Jasper gira alrededor de la cabeza sensible; el
anillo de su lengua se burla de la parte inferior y la piel de gallina
salpica mis brazos. Pongo mi mano en la parte posterior de su cabeza,
empujándolo hacia abajo. Tiene arcadas pero no protesta, así que
empujo dentro de su boca, con cuidado de no ahogarlo, mientras
Abaddon baja los jeans de Jasper por sus caderas.
—Chupa —Abaddon extiende sus dedos y envuelvo mis labios
alrededor de ellos, empapándolos en saliva. Cuando están goteando,
los saca de entre mis labios y extiende las mejillas de Jasper. Jasper
gime alrededor de mi polla, enviando vibraciones directamente a mis
bolas mientras Abaddon juega con su agujero—. ¿Quieres más
Jasper?
~ 157 ~
Empuja hacia atrás sin hacer comentarios y gimo suavemente

mientras veo los dedos de Abaddon desaparecer en su culo mientras
mi polla queda atrapada en su boca. Es caliente, ver a Abaddon jugar
con él así, pero quiero algo diferente. Deseo…
—Quiero que me folles —le digo a Jasper.
Se quita mi polla de su boca y Abaddon lo suelta.
—No te muevas —Jasper se sube los pantalones por los muslos
y sale de la sala con pasos rápidos.
Me estiro, frotando la polla hinchada de Abaddon a través de
sus pantalones.
—Quiero chuparte cuando él esté dentro de mí. Entonces
podremos intercambiar lugares.
—Te ves tan dulce e inocente, pero eres todo lo contrario —
Abaddon agarra la parte de atrás de mi cuello, atrayéndome para
besarme. Nuestras lenguas se deslizan juntas por un largo momento.
—¿Seguimos en lo que estábamos? —Jasper pregunta, una
botella de lubricante en la mano. Me levanto y Abaddon me sigue,
quitándose la ropa y tirándola. Arrastra a Jasper contra su pecho,
capturando su boca. Observo mientras bombeo mi polla después de
apartar mis pantalones de una patada.
Son sexy juntos, todos miembros largos y músculos duros.
Abaddon no tiene tatuajes, pero Jasper tiene suficientes por todos
nosotros. Juntos, son como una pintura abstracta: un lado hecho en
colores fuertes y brillantes, el otro simplemente… no. Me gustan sus
similitudes y diferencias. Ambos están duros y gotean, frotándose uno
contra el otro. Mis bolas están pesadas, me duele la polla. Va a ser
imposible que dure.
Jasper respira con dificultad cuando se acerca a mí. Su boca es
caliente y exigente mientras empuja su lengua en mi boca, luego me
hace girar.
—De rodillas.
Caigo ante él y él cae detrás de mí, empujándome hacia
adelante. Abaddon está sentado en la mesa de café justo en frente de
mí, su dura polla al nivel perfecto. Lo llevo hasta el fondo de mi
garganta y gimo. Él gime, empujando sus dedos en mi cabello y
~ 158 ~
empujando dentro de mi boca. El sabor de su líquido preseminal me

hace agua la boca y trago. Sus uñas arañan mi cuero cabelludo,
enviando escalofríos por mi espalda mientras las cálidas manos de
Jasper recorren mi espalda y mi culo.
Estoy más que listo, todavía bastante dilatado de mi tiempo en
la librería con Abaddon, cuando Jasper desliza dos dedos delgados en
mi agujero. Él roza contra mi próstata y mis bolas se aprietan.
—Joder, Jasper —dejo caer mi cabeza en el muslo de Abaddon.
Pasa sus dedos por mi cabello y aprieta mi cuello—. No bromees.
Fóllame ya.
—Siempre tan mandón —la mano de Jasper aterriza en mi culo
y jadeo, mirándolo por encima del hombro. Agarra mis caderas,
tirando de mí hacia atrás y hundiéndose en mí. No siento ninguna
incomodidad, no después de tener Abaddon en mí esta tarde. Mi piel
zumba cuando inclina mis caderas y golpea mi próstata de lleno—.
Chupa a Abby.
—Cállate —me atraganto—. En eso estoy. —sin embargo, no le
doy la oportunidad de que me lo diga de nuevo. Abaddon gruñe
mientras lamo una gota de líquido preseminal de su cabeza antes de
llevármelo a la boca.
Es difícil concentrarse en lo que debería estar haciendo con
Jasper dentro de mí. Mi culo está estirado al máximo y mi boca
también. Jasper empuja dentro de mí con fuerza y firmeza. Cada
gruñido y jadeo es familiar, bienvenido. Quiero que me usen y que me
hagan sentir bien mientras lo hacen.
Las manos de Abaddon están a ambos lados de mi cara,
sosteniéndome en el lugar mientras se folla en mi boca. Mi polla está
dolorosamente dura y descuidada; No puedo acariciarme mientras
apoyo mi peso en mis manos. Es una tortura y me quejo mientras
levanto mi mirada hacia Abaddon. Su rostro está sonrojado por el
placer y está respirando con dificultad mientras sus ojos están
entrecerrados parpadea entre Jasper y yo.
¿Por qué es tan hermoso? ¿Y por qué mirarlo me hace sentir tan
feliz?
—¿Cómo se siente él? —pregunta Abaddon.
~ 159 ~
—Jodidamente perfecto —gime Jasper, sus manos deslizándose

por mi espalda. Su peso me empuja hacia abajo y a Abaddon más
adentro de mi boca—. ¿Intercambiamos lugares?
—En un minuto —dice Abaddon, bombeando dentro de mí—. Su
boca —tarareo alrededor de su polla y me levanto, palmeando sus
muslos mientras lo llevo al fondo de mi garganta—. Hijo de puta.
Jasper me agarra el hombro con una mano y la cadera con la
otra, gimo alrededor de la polla de Abaddon mientras golpea mi
próstata. Nunca me he corrido con las manos libres, pero esta vez
puede que sí.
—Tan bueno... Jasper. ¡Mierda!
—Mierda, Theo. Te sientes tan bien —gruñe y me aprieta la
espalda. Abaddon se inclina y puedo oírlos: el sonido resbaladizo y
húmedo de sus lenguas deslizándose juntas, sus respiraciones
mientras jadean y gimen en la boca del otro. Los empujones de Jasper
se interrumpen y se retira, jadeando mientras me aprieta el costado—
. Demasiado cerca.
—¿Quieres que me haga cargo? —pregunta Abaddon.
—Sí. Fóllalo por mí —dice Jasper, agarrando el antebrazo de
Abaddon. Me siento y Jasper lo tira de la mesa de café. Honestamente,
no me importa quién me folle siempre y cuando llegue a correrme.
Pueden turnarse. Eventualmente, después de mucha preparación,
ambos pueden follarme al mismo tiempo. Por ahora, empujo a
Abaddon y me subo a su regazo.
Jasper presiona mis hombros y caigo hacia adelante, atrapando
mi peso en mis manos. Abaddon pasa sus dedos por mi cabello y me
jala hacia su boca. Nuestras lenguas se deslizan juntas y gimo cuando
la cabeza de su polla aparece a través del primer anillo de músculo
relajado.
—Mierda —echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos. Su
mandíbula hace un tic mientras sus dedos se agitan alrededor de mi
cuello—. Avisa a un tipo la próxima vez, Jasper.
—Creía que mi mano en tu polla era suficiente advertencia —
dice mientras muevo las caderas, atrayendo a Abaddon hacia mi
cuerpo. Es más grande que Jasper, pero el estiramiento es perfecto,
no es doloroso, pero se siente—. ¿Te gusta?
~ 160 ~
—Sí. Jodidamente perfecto —ronca Abaddon. Su polla se mueve

dentro de mí mientras me balanceo. Hay que reconocer que follar con
un hombre mayor tiene su recompensa. El autocontrol no es nada de
lo que te puedas quejar—. Ven aquí. —Jasper se arrastra hacia él, con
una ceja arqueada—. Siéntate en mi cara.
—Joder, sí —pone un muslo sobre la cara de Abaddon, mirando
hacia mí. Le agarro la nuca y lo atraigo hacia mí para besarlo. Gime
en mi boca y se inclina hacia delante, empujándome hacia atrás. Me
apoyo en los muslos de Abaddon, empujando hacia abajo su dura
polla. Mi polla golpea mi estómago, dejando un rastro de semen justo
debajo de mi ombligo—. Abaddon. ¡Joder!
Su cara está enterrada en el trasero de Jasper; Jasper respira
con dificultad mientras pajea su dura polla. Su rostro está sonrojado,
sus ojos cerrados con fuerza. Ya estaba cerca, más cerca que yo y tener
la lengua de Abaddon dentro de él obviamente no ayuda. No debería
encontrar eso divertido, pero lo hago. Suele tener un mejor control.
—Tócame —le digo. Se ahoga con una risa antes de plantar una
mano contra mi pecho y empujarme más hacia atrás. Grito cuando se
traga mi polla hasta el fondo de su garganta. Ni siquiera me está
chupando, solo mantiene mi polla caliente mientras me follo en
Abaddon y empujo dentro de la boca apretada y húmeda de Jasper.
Es una sobrecarga sensorial. No voy a durar. Pero tampoco
quiero ser el primero en correrme. Es bueno que no pueda ver lo que
Abaddon le está haciendo al culo de Jasper o no tendría ningún
control. Tal como están las cosas, apenas y logro aguantar.
—Jasper. Abaddon —me quejo. Los ojos entrecerrados de
Jasper me miran. La lujuria es fuego en sus ojos y extiendo la mano,
rozando mi mano a través de su cabello, a través de su hombro y bajo
su pecho. Él grita, el sonido envía vibraciones por mi polla. Aterrizan
en mis bolas y gimo. El cuerpo de Jasper tiembla mientras juego con
la barra de su pezón.
Se ve tan bien, acostado sobre Abaddon, con la boca llena de mí
y el culo lleno de la lengua de Abaddon. Estoy cerca, muy cerca.
Abaddon dobla sus rodillas y me muevo antes de gritar. Mi
abdomen se aprieta y el calor se extiende a través de mis bolas, a
través de mis muslos mientras clava mi próstata. Jadeo por aire; una
~ 161 ~
gota de sudor rueda por mi sien. El ruido áspero se mezcla con el

suave golpeteo de nuestros cuerpos.
Jasper sostiene mis caderas, sujetándome y probablemente a él
mismo, firme mientras me encuentro con cada uno de los empujes de
Abaddon y bombeo dentro de la boca de Jasper.
Es demasiado.
Es demasiado.
—Oh, mierda. Joder. Oh, jo… —el calor que se había estado
acumulando explota y entierro mis manos en el cabello de Jasper,
disparando mi corrida a través de su lengua resbaladiza. Él gime,
tragando a mi alrededor. Abaddon choca contra mí, su polla se sacude
en mi cuerpo, el calor se extiende por mis entrañas y Jasper me sujeta.
Su semen pinta el pecho y el estómago de Abaddon.
¿En serio acaba de correrse con las manos libres porque acaban
de comerle el culo?
~ 162 ~
VEINTISÉIS
ABADDON
¿Cómo terminé aquí? ¿Qué momento específico o elección me
trajo a este lugar donde estoy cálido, cómodo y por primera vez desde
que tengo memoria, contento, incluso feliz, con Jasper y Theodore
Henn?
Jasper se desploma sobre mi pecho, Theodore a nuestro lado.
Una de sus piernas se lanza sobre la mía mientras el semen se
acumula en mi ombligo y se seca en mi estómago. Estamos en silencio,
recuperándonos del último par de horas del sexo más sucio que he
tenido. Y teniendo en cuenta la cantidad de sexo que he practicado
desde que supe que mi polla era para algo más que mear, eso es decir
algo.
Me duele la mandíbula, tengo los labios hinchados y me duele
la garganta, lo cual es enteramente culpa de Theodore. Quería
intentar correrse con las manos libres, solo mi lengua y mis dedos
enterrados en su culo. Me tomó un tiempo, pero joder si no lo logré.
—¿Estás bien? —pregunta Jasper, acariciando mi mandíbula.
Sus manos son ásperas y se arrastran por mi barba recortada. Por
primera vez en horas mi polla está flácida. Dudo que vuelva a
ponerme duro esta noche, tal vez ni siquiera mañana. Los gemelos me
secaron, pero no me arrepiento.
Tarareo. —Sí.
Solo cansado. Exhausto. Es tarde, mucho más allá de la hora de
dormir, considerando que soy de levantarme temprano. Pero no
puedo molestarme en moverme. A pesar de que estoy en medio de mi
sala de estar, desnudo, cubierto de semen y sudor, con el suelo duro
dándome espasmos en la espalda, estoy cómodo.
Theodore rueda, reposicionándose para que su cabeza aterrice
en mi hombro. Paso mis dedos por su cabello húmedo y presiono un
~ 163 ~
beso en su frente. Trabajó duro para ese último orgasmo y se nota en

su rostro. Jasper trabajó tan duro por los suyos mientras se sentaba
en mi regazo, mi polla acunada entre sus nalgas, mientras Theodore
sacudía su polla. Se ven tan cansados como yo.
—Deberíamos tener espejos instalados en el dormitorio —dice
Theodore.
Arqueo una ceja hacia él. —¿Alguna razón en particular?
Él sonríe. —Mejor vista.
Jasper resopla. —Eres un bicho raro.
—No estoy seguro de que el tipo que acaba de hacerle una
garganta profunda a su hermano gemelo tenga espacio para hablar —
dice Theodore. Me atraganto con la risa porque quiero decir… eso es
cierto.
Pellizca el costado de Theodore. —Cierra la boca.
—Yo gano —dice Theodore, con un murmullo feliz en su voz
mientras cierra los ojos y descansa contra mí. Jasper pone los ojos en
blanco pero una sonrisa juega en sus labios. Paso mis dedos por el
cabello de Theodore, acaricio arriba y abajo la columna de Jasper con
la otra mano. Es un fideo flácido y sudoroso mientras su cálido aliento
cae en cascada sobre mi clavícula. Ninguno de los dos parece tener
prisa por moverse.
—Creo que quiero otro tatuaje —dice Jasper en el silencio que
había caído.
—¿Tienes espacio? —pregunta Theodore. Jasper le da la
espalda.
—¿De qué tipo? —pregunto. Pero también, ¿dónde lo pondría?
No le queda mucho espacio libre en la parte superior del cuerpo.
—Solo otra fecha —dice Jasper.
Arrugo la frente. —¿Una fecha?
Se sienta y levanta el brazo por encima de la cabeza. Sus dedos
se deslizan por su costado y se posan en una cadena de números.
—Nuestro cumpleaños —le sonríe a Theodore antes de tocar
otra fecha—. El día que nos besamos por primera vez —mueve su
mano hacia abajo—. El día que me trajeron oficialmente a la Familia
~ 164 ~
—continúa enumerando fechas, momentos importantes que ha

recordado en su carne—. Y aquí… —pasa sus dedos sobre una tira de
carne pálida y sin marcas—, el día que nos entregué a ti.
¿Soy realmente tan importante que marcaría su carne?
—Ven aquí —tomo la nuca de su cuello y lo arrastro hacia abajo.
Su boca se desliza sobre la mía y empujo mi lengua entre sus labios.
—Saben —suspira Theodore, enterrando sus dedos en mi
cabello mientras Jasper presiona su frente contra la mía. Sus ojos
están vidriosos y su sonrisa brillante. Enrollo mi brazo alrededor de
él y lo acerco más—. Realmente los amo, a ambos.
Trago saliva y aprieto los ojos cerrados.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que alguien me dijo que me
ama?
Veintiséis años. Desde que perdí a mi hermano.
—¿Por qué eres así? —Jasper gime mientras entierra su rostro
en mi cuello.
—Cállate —dice Theodore, empujando a Jasper—. Es cierto. Los
amo a ambos.
—Sí, sí. Yo también te amo —hace una pausa. Sus dedos se
clavan en mis costados. Su voz es suave, casi como si tuviera miedo de
admitirlo—. A ustedes dos.
¿Los amo? La última persona que amé de verdad no sobrevivió.
Por supuesto, yo era un niño entonces, incapaz de protegerme a
mí mismo y mucho menos a él.
Las cosas son diferentes ahora. Soy diferente ahora. Puedo
proteger a las personas que amo, incluso de mí mismo si es necesario.
Y Theodore tenía razón. Asmodeus me querría feliz.
Con Jasper y Theodore soy feliz, más feliz de lo que he sido en
mucho tiempo.
En cierto modo, duele admitirlo. También me asusta porque la
felicidad es algo muy frágil. Pero un momento de felicidad, este
momento, vale la pena el riesgo.
~ 165 ~
Aprieto mis brazos alrededor de la pareja. —Yo también los amo

a los dos.
Jasper emite un sonido suave, uno agudo, muy agudo, uno que
nunca antes había hecho y sus mejillas se sonrojan antes de ocultar su
rostro contra mi cuerpo.
Theodore tararea, un pequeño ruido feliz en la parte posterior
de su garganta mientras rueda hacia un lado y se envuelve alrededor
de Jasper y de mí como un pequeño pulpo.
Cierro los ojos y dejo que su calor corporal combinado me
mantenga caliente.
Estamos desnudos, cubiertos de sudor y nuestras corridas,
tumbados sobre un frío suelo de madera.
Y es perfecto.
Por primera vez en mucho tiempo, todo es perfecto.
~ 166 ~
SOBRE ODESSA
En 2021, Odessa Hywell, una autora oscura de novelas románticas
de MM, decidió que debido a que está casada con un gemelo, era
mejor NO publicar sus libros sobre twincest y otros temas
cuestionables con su nombre de casada, ya que su esposo no lo
aprobaría.
Su pérdida, sinceramente.
Si sabe quién es Odessa Hywell, no sea un soplón. Como dijo
Benjamin Franklin: Tres pueden guardar un secreto, si dos de ellos
están muertos.
~ 167 ~
Próximo libro
Marcus Malnar -jefe de la familia Malnar- lleva toda una vida

pisando los restos ensangrentados de sus enemigos. Cumplir su
propósito es lo único que importa; nada puede interponerse entre él
y sus objetivos. Excepto su sobrino.
A pesar de lo que todo el mundo dice, Holden Malnar no es un
mimado. Si le preguntas a él. Es un pequeño manojo de locura con
un punto de dolor, apenas sujeto por una camisa de fuerza, y se lo
debe todo a su tío. No hay límite a lo que está dispuesto a hacer por
él. Ningún límite.
La lealtad lo es todo. La traición es un trago amargo. Cuando Marcus
y Holden tienen que confiar el uno en el otro para eliminar al traidor
que intenta destruir su Familia, no hay forma de luchar contra lo
inevitable.
~ 168 ~

Family Values (Serie Sinful Delight) Odesa Hywell

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Odessa hywell sinful delights #2

NOTA DEL STAFF

Fantasy Romance está en contra de la

Si hay algo que mi padre, el bastardo enfermo y retorcido que

—Por favor, Sr. Sterling, perdóneme —balbucea, con los ojos

Raymond Henn no tiene nada que yo no le haya dado, o que no

Su sangre se junta. Quizás hay algo poético en eso. Si es así, no

Jasper se paraliza. Su rostro pierde el color. —De acuerdo. De

ojos. Rozo mi pulgar contra su mejilla, atrapando una lágrima. Es

Me gusta, incluso lo respeto, pero lo último que quiero hacer es

—Tu vecino no es mi problema —le digo. Ian está ubicado entre

Mi hermano está en algún lugar lejos de mí.

miembros de la Familia lo suficientemente valientes como para hablar

—¿La contabilidad no fue tu primera opción? —cuando miro

libremente. Si voy a quedar atrapado aquí solo con él para hablar,

puede romperse en las circunstancias adecuadas. No tengo ningún

Alcanza una rebanada de tocino y comienza a desmenuzarla en

—Lo dudo —no tengo ningún interés en los esclavos. Luchan

—¿Theo está bien? —pregunto a pesar de mí mismo. Tengo que

¿Qué quiere con su esclavo recién adquirido?

—Nunca me dijiste si preferirías un saco de boxeo. Por supuesto,

Hay algo que me he preguntado muchas veces a lo largo de los

—Supongo —la incertidumbre hace eco en su voz—.

—Theodore. Jasper —el Sr. Sterling entra en la habitación por la

—Pueden hablar libremente aquí en este espacio conmigo —dice

—Señor Sterling —hago una pausa y me muerdo el labio—. ¿Le

Está comiendo su cena, sin preocuparse de que puedan ser mamá y

de estar principales y las habitaciones de huéspedes. Mi dormitorio y

—Es tan bonito aquí —murmura Theodore, moviéndose hacia el

plazca, ahora. No tengo que permitirles el acceso entre sí en

Theo golpea contra mi espalda, enviando el agua sobre mis

—¿Qué es jugar limpio? —pregunto, mordiendo su hombro de

bailan sobre los pájaros gemelos tatuados en mi cuello y cierro los

Acaricio a Theo desde la raíz hasta la punta.

—Jasper —jadea. Le muerdo la oreja y él se estira hacia atrás,

Arrastro mi lengua sobre mi labio inferior y me pregunto cómo

—Eres un idiota —sisea Jasper, apretando el hombro de

Una extraña sonrisa distorsiona sus facciones. —Hace mucho

estómago para la violencia innecesaria. Mi padre era ese tipo de

—Si haces cosas buenas, las cosas buenas vuelven a ti. Me

—¿Fue el mismo tipo de amor que… —me interrumpo, tragando

—Elegí decírtelo, Theodore —solo hablaba de su familia, del

—Tuve que hacer un firme intento —le digo, tomando un poco

Me burlo. —No. Gabe y yo no nos unimos de esa manera. Es

—Siempre estoy despierto a esta hora —responde Abaddon,

Lo observo, trato de leerlo, pero al igual que antes, es una página

—Es tuya. Úsala bien —dice Abaddon. Gabriel me quita el arma.

Abaddon me lanza una última mirada antes de irse.

—No —Theodore niega con la cabeza, la comisura de su boca se

—¿Dónde está tu habitación? ¿Dónde está la de Jasper? ¿Quién

—¿Gabe? —tarareo, una sonrisa tirando de mi boca mientras

—Muy de acuerdo. Al menos usa A13 —dice Jasper, más metido

—Probablemente debería quedarse con las armas por el

—¿Qué es un compañero4? —pregunto, sin estar familiarizado

—Suena como a pérdida de memoria por la paliza que te di.

—Muy por encima de la línea.

—Pueden compartir una habitación esta noche, solo esta noche

Levanta el hombro y lo deja caer. —Lo llames como lo llames,

—Puedo ver que te gustan. Ha pasado mucho tiempo desde que

Abaddon se ríe, un sonido suave y profundo. Antes, siempre se

— Me han dicho que asesinar no debería ser tan fácil como lo es

exigido, pero… —el brazo de Abaddon me rodea con fuerza—. Se

—A veces me recuerdas a Theo —dice Jasper—. Eres tranquilo,