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Para aprovechar mejor la clase y aprehender las distintas cuestiones que se plantean,
reiteramos que resulta indispensable leer y reflexionar sobre el contenido de los artículos de
la Constitución Nacional que correspondan; es fundamental que además de leer los textos
obligatorios del plan de clases y los casos correspondientes, aborden el estudio del tema a
partir de la lectura de un manual, un tratado o una constitución comentada que lo desarrolle.
En la Biblioteca Virtual de la Facultad tienen a su disposición algunos de los más utilizados,
entre ellos, el del titular de la cátedra, Prof. Daniel Sabsay, y la Constitución Comentada de
la Prof. María Angélica Gelli. En general, en los manuales pueden encontrar el tema bajo el
título “Supremacía Constitucional”, mientras que en las constituciones comentadas deberán
identificar el segmento correspondiente a los artículos que se analizan en la clase (en este
caso, arts. 31 y 75 inc. 22).
Temario
1) Supremacía Constitucional. Concepto y funciones. Arts. 31 y 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional. La jerarquía de las normas según la Constitución Nacional. La
jerarquía de las normas de derecho internacional en el derecho interno. Evolución
jurisprudencial.
2) El fallo “Marbury vs. Madison”. Presentación de las cuestiones relevantes.
3) El fallo Cullen c. Llerena
4) La supremacía constitucional y la obligatoriedad de los fallos de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos. El fallo “Ministerio de Relaciones Exteriores”.
5) Interpretación constitucional. Principales enfoques teóricos sobre la cuestión.
1) Supremacía Constitucional
Para ayudar a identificar los conceptos principales, les proponemos que respondan el
siguiente cuestionario:
Cuestionario
1. Explique la noción de “supremacía constitucional”.
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1
Los textos que se reproducen a continuación fueron extraídos para esta finalidad de una investigación
reciente sobre la materia. Cf. García-Mansilla, Manuel José; “Marbury vs. Madison y los mitos acerca del
control judicial de constitucionalidad”; Revista Jurídica Austral, Vol. 1, Nro. 1 (junio de 2020), p. 9-89.
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estando en plena vigencia como la ley fundamental del país, a pesar de la norma de la
legislatura en la que se fundaba la moción actual, esa misma norma, por supuesto, debe
quedar anulada y sin ningún efecto en esa ocasión.”
2) En sus “Lectures of Law”, expuestas por primera vez el 15 de diciembre de 1790”, el Juez
James Wilson dijo: “El departamento legislativo, así como cualquier otra parte del
gobierno, deriva su poder de la constitución: el legislativo, así como cualquier otro
departamento, debe ser dirigido por la constitución; ninguna modificación de la
constitución por parte de la legislatura puede ser hecha o autorizada. En nuestro sistema
jurídico, estas posiciones parecen ser incontrovertibles. La constitución es la ley suprema
del país: cualquier otro poder debe ser inferior y subordinado a esa ley suprema. Ahora,
supongamos, que la legislatura apruebe una ley, manifiestamente repugnante con alguna
parte de la constitución, y que el funcionamiento y la validez de ambas lleguen a
cuestionarse regularmente ante un tribunal, que forma parte del departamento judicial. En
ese departamento es que el “pueblo” otorgó el “poder judicial de los Estados Unidos”, al
“ordenar y establecer” la Constitución. El diseño y la función del poder judicial es
administrar justicia de acuerdo con la ley del país. La justicia, conforme a la naturaleza de
las cosas, no puede administrarse bajo dos reglas contradictorias. Una de ellas debe,
necesariamente, ceder a la otra.”
3) William Paterson, Juez de Filadelfia entre 1793 y 1806, en una exposición dada en el año
1795 afirmó: “¿Qué es una constitución? Es la forma de gobierno, delineada por la
poderosa mano del pueblo, en la cual se establecen ciertos primeros principios de leyes
fundamentales. La Constitución es cierta y fija; contiene la voluntad permanente del pueblo
y es la ley suprema del país; es superior al poder de la Legislatura, y solo puede ser
revocada o alterada por la autoridad que la hizo. El principio que le da vida y el golpe que
le causa la muerte deben provenir de la misma mano ¿Qué son las legislaturas? Criaturas
de la Constitución, deben su existencia a la Constitución: derivan sus poderes de la
Constitución: es su comisión; y, por lo tanto, todas sus leyes deben ser conformes a ella, o
de lo contrario serían nulas. (…) La Constitución es el trabajo o la voluntad del pueblo
mismo, en su capacidad original, soberana e ilimitada. La ley es el trabajo o la voluntad de
la Legislatura en su capacidad derivada y subordinada. Una es el trabajo del Creador, y la
otra de la Criatura. La Constitución fija límites al ejercicio de la autoridad legislativa y
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Este fallo se estudia para distintos temas. En esta unidad, nos interesa enfocarnos en la jerarquía de los
tratados en el derecho interno, pero habrá otras referencias en la clase de libertad de expresión,
especialmente en lo relativo al derecho de rectificación o respuesta.
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Los Hechos
Sugerimos leer el siguiente texto sobre los hechos y el contexto histórico del caso:
“El 17 de febrero de 1801, a veinticuatro años de la declaración de la Independencia y a
once años de la sanción de la Judiciary Act, luego de una reñida elección presidencial que
había culminado en un empate virtual, la Cámara de representantes eligió a Thomas
Jefferson como presidente de los Estados Unidos. Unos pocos días antes, el 4 de febrero de
ese año, John Marshall juraba a los cuarenta y cinco años como presidente de la Corte
Suprema de los Estados Unidos. Marshall era, hasta entonces, el secretario de Estado de la
administración saliente, encabezada por John Adams. Desde la elección de Jefferson hasta
su asunción como presidente, el 4 de marzo, ocurrirían hechos trascendentes. En ese breve
interregno, el presidente saliente –aparte de la designación de Marshall en la Corte–
dispuso tres medidas que originarían un fuerte enfrentamiento con el presidente entrante.
Por un lado, propuso la modificación de la Judiciary Act, y redujo el número de jueces de la
Corte Suprema de seis a cinco. La razón ofrecida públicamente fue que el sexto juez del alto
tribunal, Cushing, estaba enfermo y no podía desempeñar su función. Pero era obvio que
esa reducción le quitaba a Jefferson la posibilidad de, una vez asumido su cargo, designar
un reemplazante. En el proyecto también se creaban dieciséis cargos de jueces de circuito.
Esta propuesta fue aprobada por el Congreso el 13 de febrero. Por otro lado, unos días
después, Adams envió un nuevo proyecto de ley referido a la Carta Orgánica del Distrito de
Columbia (hoy Washington D.C.). En dicho proyecto se proponía, entre otras cosas, la
creación de juzgados de paz para el distrito, unidades que estarían a cargo de jueces que se
desempeñarían 5 años en el puesto. El Congreso aprobó la ley el 27 de febrero y autorizó al
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presidente a designar los magistrados para ocupar esos tribunales. El 2 de marzo, es decir,
un día antes de que Jefferson jurara como presidente, Adams propuso 42 personas para
cubrir esos puestos y, al día siguiente, el Senado prestó su acuerdo. Rápidamente, Adams
firmó todas las designaciones y se comenzó una febril carrera contra reloj, a fin de.
notificar a cuantos jueces se pudiera. Se trabajó durante toda la noche corriendo con esas
diligencias pero, a causa de la cantidad de nombramientos, los correspondientes a Marbury
y a sus tres litisconsortes quedaron sin ser formalmente comunicados a sus destinatarios. El
oficial notificador era James Marshall, hermano de quien, como se dijo, era,
simultáneamente, presidente de la Corte Suprema y secretario de Estado.
Una vez que Jefferson asumió la primera magistratura, ordenó a su secretario de
Estado, James Madison, que retuviera las designaciones pendientes. Marbury y otros tres
postulados, que también contaban con acuerdo del Senado, solicitaron al secretario de
Estado que les notificara sus designaciones. Pero Madison nunca los notificó. Ante su
silencio, en diciembre de 1801, los cuatro perjudicados, con el patrocinio letrado del ex
Attorney General de Adams, Charles Lee, iniciaron demanda ante la Corte Suprema,
invocando su competencia originaria y solicitándole a ésta que ordenara a Madison, a
través del denominado writ of mandamus, que los pusiera en funciones. El tribunal solicitó
al demandado que informara sobre la exactitud del reclamo y, eventualmente, las causas
por las cuales se habrían retenido esas cédulas. Madison, sin embargo, nunca respondió. El
estado de la causa parecía indicar que ella se encontraba ya en condiciones de ser resuelta.
No obstante, el fallo se haría esperar. A principios de 1802 el Congreso, por ley, impidió
que la Corte Suprema sesionara, aboliendo el inicio de los períodos de reuniones que
debían principiar en junio y en diciembre. De allí que la decisión recién se conociera dos
años después de iniciada la causa, esto es, en 1803. (…)”4
Cuestionario:
1. ¿Tenía Marbury derecho a la designación como juez? ¿Por qué?
2. Finalmente, ¿la Corte ordena el mandamiento para que Marbury acceda al cargo?
3. ¿Qué norma se declara inconstitucional y por qué?
4. ¿Cuáles son las razones por las cuales la Corte puede (es decir, tiene la facultad o el deber
de) declarar la inconstitucionalidad de la ley?
4
Garay, Alberto F.; “La enseñanza del caso ‘Marbury vs. Madison’”, en Academia. Revista sobre enseñanza
del Derecho; Año 7, Nro. 13, 2009, p. 121-136.
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5. ¿Hay algunas materias que podrían quedar por fuera del control de constitucionalidad?
¿Por qué motivo?
3) Fallo Cullen c/Llerena El precedente o leading case “Cuyen c/Llerena” se estudia pues
introduce en nuestro país la doctrina de las cuestiones políticas no justiciables, que ya comentamos
en clases anteriores. También resulta relevante para adelantarnos a la clase en la que veremos el
Sistema Federal y la potestad del gobierno nacional para decidir la intervención federal en las
provincias.
Al leerlo, tengan presente que cuando en fallos anteriores a 1994 se citan artículos de la Constitución
Nacional correspondientes a la segunda parte (a continuación del 35) corresponden a la numeración
anterior a la reforma de 1994 (en estos casos, por ejemplo, son relevantes los artículos históricamente
numerados como 100 y 101 que corresponden actualmente al 116 y 117).
Cuestionario:
1. ¿Qué medidas de reparación ordenó la Corte Interamericana de Derechos Humanos a
favor de los periodistas condenados en autos ‘Menem, Carlos Saúl c. Editorial Perfil S.A. y
otros’?
2. ¿Las cumplió el Estado Argentino?
3. De acuerdo con el fallo, ¿son obligatorias las sentencias de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos? ¿Cuál es el límite de esa obligatoriedad?
4. ¿Qué significa que la Corte Interamericana de Derechos Humanos no es una “cuarta
instancia”?
5. ¿Qué establece el art. 27 de la Constitución Nacional y cuál es su relevancia en este caso?
¿Cuál es el principio de derecho público interno involucrado?
6. ¿Qué significado otorga la Corte Suprema en este caso a la frase “no derogan artículo
alguno de la primera parte de esta Constitución”, contenida en el art. 75, inc. 22, C.N.?
7. Sintetice la postura del Juez Rosatti, según su voto concurrente.
8. Sintetice la postura del Juez Maqueda, según su voto en disidencia. Es interesante, para
los que quieran profundizar en el tema, observar los fallos citados en el considerando 3 de
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Hay que destacar que de un cambio de integración de la Corte Suprema no se deriva, como una
consecuencia natural o necesaria, un cambio de jurisprudencia. Sin embargo, es una práctica frecuente de la
Corte Suprema, al dejar de lado un precedente o incluso una línea jurisprudencial, utilizar fórmulas como
“esta Corte en su actual integración…”. Por ejemplo, en el fallo “Montalvo” (Fallos: 313:1333), la Corte
Suprema dijo: “Sin desconocer que un criterio contrario al sustentado en los fallos reseñados
precedentemente fue sentado por mayoría estricta in re ‘Bazterrica’ y ‘Capalbo’ (Fallos: 308:1392), donde se
declaró la inconstitucionalidad del art. 6 de la ley 20.771 en cuanto incriminaba la tenencia de estupefacientes
para uso personal que se realizara en condiciones tales que no trajeran aparejado un peligro concreto o un
daño a derechos a bienes de terceros; esta Corte, en su actual composición, decide retomar la doctrina
establecida a partir del citado caso ‘Colavini’, consciente de que tal variación jurisprudencial no afecta la
garantía de igualdad ante la ley (…).”
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Cabe recordar que la Constitución Nacional utiliza dos veces la expresión ‘suprema’. La
primera es para referirse al presidente como ‘Jefe Supremo de la Nación’, en el art. 99, inc.
1, expresión que se remonta a los tiempos de Justo José de Urquiza; y al iniciar la sección
correspondiente al Poder Judicial en el art. 108, cuando dice que el mismo se compone con
la ‘Corte Suprema de Justicia’ y los demás tribunales inferiores que establezca el Congreso
en el territorio de la Nación. (…)
La razonabilidad comenzó a asomar cuando en el párr. 21 de la resolución del 18 de
octubre de 2017, la Corte Interamericana interpretó que el Estado Argentino podía cumplir
con su orden original mediante ‘algún otro tipo de acto jurídico, diferente a la revisión de
sentencia’, como, por ejemplo, la realización de una ‘anotación indicando que esa
sentencia fue declarada violatoria de la Convención Americana por la Corte
Interamericana.’
La Corte Suprema entendió que la interpretación formulada por la Corte Interamericana es
consistente con su decisión de febrero de 2017, ya que una medida como la sugerida no
vulnera los principios de Derecho Público establecidos en el art. 27 de la CN. (…)
Las discusiones académicas entre constitucionalistas e internacionalistas muchas veces se
trasladan a la doctrina y a la jurisprudencia de los tribunales, como en el fallo que
comentamos en donde subyace una cuestión de fondo: ¿Quién manda? La Corte Suprema
ha dado una respuesta en su sentencia cuando afirma que ella es la máxima autoridad en
materia de interpretación de la Constitución Nacional y que la Corte Interamericana es la
máxima autoridad en materia de interpretación de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.”6
El profesor Gullco, en forma coincidente con el voto en disidencia, dijo que era “(…) un
error sostener, como lo hizo la Corte Suprema en su decisión del 14 de febrero, que otorgar
primacía a la Corte Interamericana por sobre la Corte Suprema sería provocar un
‘conflicto entre la Constitución y el derecho internacional’. Ello es así porque el carácter
de la Corte Interamericana, como intérprete supremo de una parte de nuestra Constitución
(la Convención Americana) ha sido aceptado expresamente por nuestro constituyente en
1994. Ello significa que, a partir de la citada reforma, dicho tribunal dejó de ser ‘supremo’
en lo que concierne a la interpretación de la Convención Americana, ya que dicha
supremacía la tiene ahora la Corte Interamericana.”7
6
Dalla Vía, Alberto R.; “Los Derechos Humanos y el régimen constitucional de los tratados”; en La Ley
01/04/2020. Cita Online: AR/DOC/4007/2019.
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5) Interpretación Constitucional
Un tema fundamental de la materia, como lo mencionamos en la primera clase y
como venimos trabajando en esta guía, es la relación entre los poderes judicial y legislativo,
cuyo punto de inflexión es la facultad de los jueces de controlar la constitucionalidad de las
leyes (también las decisiones del Poder Ejecutivo).
En este sentido, en tanto ya no resulta razonable creer vigente la teoría de
Montesquieu en “El Espíritu de las Leyes”, que planteaba que los jueces debían ser cual
seres inanimados que solamente aplicaran la ley sin agregar absolutamente nada personal,
desde los orígenes del sistema de gobierno inaugurado en los Estados Unidos quedó claro
que es imprescindible contar con una idea robusta que haga compatible la imprescindible
tarea de interpretación judicial con la democracia, entendida como las decisiones populares.
El artículo del profesor Gargarella es muy ilustrativo en cuanto a los principales
enfoques teóricos en materia de interpretación constitucional, y tiene gran importancia para
entender lo que hacen los jueces en nuestro sistema. Allí, es importante enfocarse en las
8
Pizzolo, C.; “¿Ser ‘intérprete supremo’ en una comunidad de intérpretes finales?”; en La Ley, Cita Online:
AE/DOC/501/2017.
9
Si le interesa continuar leyendo sobre este tema, puede consultar el texto completo de los artículos citados
y de los fallos a los que se refiere el Dr. Maqueda, según se indicó más arriba en este cuestionario. Este fallo
de la Corte Suprema dio lugar a una importante discusión, que continúa vigente.
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Cuestionario:
1) ¿Cuál es el objetivo declarado del autor al escribir este texto?
2) ¿Cuál es la crítica que realiza Thayer al fallo “Marbury vs. Madison”?
3) ¿En qué consiste la doctrina del “error claro y manifiesto”? En este punto, intente
sintetizar en una o dos oraciones su propuesta central.
4) ¿Cuál es la crítica que realiza el originalismo a la práctica judicial y cuál es su propuesta
central?
5) ¿Cuáles son las críticas que realiza el autor a la propuesta del originalismo?
6) ¿Por qué, según Scalia, esas críticas no alcanzarían a su propia versión del originalismo?
7) Explique cuáles son los dos pasos de la interpretación constitucional de acuerdo con
Dworkin.
8) ¿Por qué la propuesta de Dworkin asigna un papel robusto a los jueces?
9) Explique cuál es la propuesta central de Ely y cómo se relaciona con la nota pie del fallo
“Carolene Products” de la Corte Suprema de los Estados Unidos.
10) Explique cuál es la propuesta central de Sunstein y cómo se relaciona con la actuación
de la “Corte Rehnquist”.
11) Según el autor, la postura de Tushnet apoyaría una reforma constitucional. Explique en
qué consistiría la reforma propuesta y por qué ella resultaría necesaria o conveniente. Al
respecto, puede ayudarse con el siguiente texto: “El concepto de ‘revisión judicial fuerte’
denota al modelo de intervención judicial de los Estados Unidos y, por ello, al aplicado en
nuestro país. Dentro de las tensiones entre constitución y democracia, entre autogobierno
popular y limitaciones a las mayorías, este modelo se inclina en favor de las limitaciones.
Las decisiones judiciales del tipo ‘comando y control’ se acercan a este modelo en tanto
mantienen la última palabra respecto de los conflictos planteados en manos de los
tribunales. El constitucionalismo dialógico, en cambio, debilita la revisión, pues su idea
básica es alentar interacciones entre las partes del litigio. La intervención judicial está
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destinada a reparar el déficit democrático que hubiera podido presentar el proceso político
que culminó en la adopción o la omisión de la práctica objeto del litigio. En este sentido,
las estrategias dialógicas buscarán acercar a las partes del proceso e incorporar las voces
silenciadas o ignoradas en la toma de decisiones.”10
12) En los siguientes párrafos, se analiza una decisión de la Suprema Corte de los Estados
Unidos. Indique cuál de los métodos o propuestas para la interpretación constitucional fue
utilizada en el caso y justifique su respuesta.
“(…) la mayoría de la SCOTUS reconoció que la Enmienda VI no brinda ninguna
especificación sobre qué implica un ‘juicio con un jurado imparcial’. Sin embargo, los
jueces sostuvieron que la promesa constitucional de un juicio por jurado debía contener
algún significado sobre los requisitos de un juicio por jurado. No puede tratarse de una
garantía vacía. Y, en esa senda, la SCOTUS indicó que, al momento en que se adoptó la
Enmienda VI de la Constitución estadounidense la respuesta era inequívoca: un jurado
debía arribar a un veredicto unánime para poder condenar.
La mayoría de la SCOTUS dedicó una importante parte de su voto a relevar los
antecedentes históricos del requisito de unanimidad. En ese sentido, señaló que el requisito
nació en el siglo 14 en Inglaterra y que fue aceptado como un derecho protegido por el
common law. Posteriormente, ese mismo requisito apareció en las primeras constituciones y
cortes de los jóvenes estados americanos. La redacción de la Enmienda VI en 1971 se
realizó justamente sobre la base de aquellos antecedentes. Los miembros de la SCOTUS
destacaron que, al momento en que se redactó la Constitución, los veredictos unánimes
eran una exigencia hace ya 400 años. El razonamiento de la Corte entonces fue que, si el
término ‘jurado imparcial’ acarreaba algún significado, seguramente incluyó un requisito
histórica y ampliamente aceptado como la unanimidad. El voto de la mayoría continuó con
el relato histórico y señaló que los tratados jurídicos escritos por reconocidas juristas
posteriores a la adopción de la Constitución confirman este entendimiento. Sobre la base de
estas consideraciones, la SCOTUS entendió que, sin lugar a duda, el sentido original del
término ‘juicio imparcial por jurados’ incluía el derecho a veredictos condenatorios
unánimes.”11
10
Brusau, J.; “Función judicial y litigio antidiscriminatorio estructural”; en Suplemento de Derecho
Constitucional de elDial; 03/06/2019.
11
Sircovich, J. Y. y Pastoriza, C.; “Los métodos de interpretación constitucional como disparadores de
antagonismos jurisprudenciales. Análisis de los fallos ‘Ramos’ (EE.UU., 2020) y ‘Canales’ (Argentina, 2019); en
Revista de Derecho Penal y Criminología; 07/08/2020.