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I.- Introducción.-
En la concepción perfeccionista, el Estado adopta una concepción del bien a la que favorece,
frente a otras alternativas, ya sea, Ideas políticas o religiosas.
En E.U. la primera etapa, resulto exitosa esta concepción perfeccionista, los antifederalistas
(contrarios a la sanción de la Constitución Federal de 1787), influyeron fuertemente en todos
los Estados para imponer una concepción del “Bien” que ayude a formar ciudadanos virtuosos,
convirtiéndose en Guardián de la moral ciudadana. Enfrentaron la constitución de 1787.
En una segunda etapa, desde 1787, se impuso la concepción liberal del Estado Laico, en la
constitución federal de 1787. Las causas de este cambio se debe al ingreso de inmigrantes de
distintas religiones y al impulso de las ideas racionales a través de la difusión de los filósofos
Locke, Voltaire y Montesquieu.
Thomas Jefferson, decía que se debía levantar un muro entre la Iglesia y el Estado,
diferenciando la esfera de lo privado y lo público. Propone un Estado Neutral y limitado. Propio
del liberalismo ya que no utiliza el poder coercitivo para apoyar una concepción del bien.
Defiende la privacidad y considera los derechos individuales inviolables. Cada persona debe
concebirse como fin en sí mismo, nadie puede ser sacrificado en nombre de ningún otro
individuo o grupo.
III.- Individualismo contra populismo. La defensa de los “frenos y contrapesos”.
La concepción populista defiende el autogobierno como ideal y, junto con este, la activa
intervención de la ciudadanía en la resolución de los asuntos públicos. La reivindicación de
estos ideales encuentra apoyo, en la radical confianza del populismo en las capacidades de la
ciudadanía. La voz del pueblo es la voz de Dios. Este presupuesto, de raíces Roussoniana fue
defendido por muchos antifederalistas durante el período constituyente, como forma de
criticar al sistema representativo.
Se critica los controles endógenos porque son complejos y terminan bloqueando el ejercicio
del gobierno. Esta fue la influencia de la CONSTITUCION DE RHODE ISLAND que influyó en
varios Estados, en el tiempo que se reunía la Convención Constituyente Federal.
El federalista James Madison, critica a los antifederalistas y sus posiciones radicales, en cuanto
a que la consulta a la población fomentaría disturbios a la tranquilidad pública y la población
perdería respeto al gobierno.
Los frutos del constitucionalismo liberal y sus propuestas justificaron la influencia de sus
instrumentos en el constitucionalismo moderno: la noción de los derechos individuales, más
allá de su exagerado compromiso con el derecho de propiedad y la tolerancia religiosa. Sin
embargo, esta noción sirvió para limitar el autoritarismo.
Asimismo, el sistema de “Frenos y contrapesos”, que le fue funcional a una minoría poderosa
sirvió para frenar los desbordes populares mayoritarios de las legislaturas. Sin embargo, sirvió
para a)racionalizar el poder, b) contener abusos, c) crear un debate creativo entre los poderes.
Este fundamento, está dado por un principio que afirma la IGUALDAD MORAL EN TODAS LAS
PERSONAS, igual trato con independencia de sus creencias más intimas, o cual sea nuestro
modo de vida. Y en la defensa de los derechos individuales que sostiene que el Estado no está
facultado para imponer una concepción del bien o un ideal de vida, sólo el individuo puede
elegir su modo de vida, sus ideas políticas, adoptar su moral sexual o adoptar una preferencia
estética. El Estado no está facultado para decir cuál es el mejor. Todos merecen un
reconocimiento por igual de sus proyectos de vida o ideales del vida.
El liberalismo estaría pregonando que cada cual sea dueño de su propia vida, sin embargo, a
puesto trabas en cuanto al derecho de que cada comunidad a que organize su vida en común,
a partir de la toma de decisiones en los asuntos públicos. El liberalismo estaría dejando que los
asuntos públicos: distribución de recursos, la organización de la propiedad, la evolución de la
vida cultural, sean el resultado de las iniciativas de unos pocos (los más ricos o talentosos).
Una forma sencilla para comprobar cómo el individualismo bloquea aquellos acuerdos entre
iguales consiste en examinar con algo más de detalle su enfoque sobre los derechos. En
primer lugar, corresponde reiterar que la mayoría de los derechos conocemos parecen
contribuir, en efecto, y de un modo decisivo, a que cada persona pueda desarrollar su propio
proyecto vital. Sin embargo, no todos merecen el mismo reconocimiento. El derecho de
propiedad puede servir para que cada uno pueda llevar potencial a su vida como para
bloquear el accionar mayoritario hasta conseguir su práctica inmovilidad.
Si se considera que el establecimiento de salarios mínimos, el cobro de impuestos o las leyes
de higiene laboral constituyen violaciones del derecho de propiedad. Luego la esfera de la
acción legislativa queda reducida prácticamente a la nada.
De todos modos, se debe señalar dos cosas. PRIMERO, que la historia del individualismo
(desde Locke, hasta James Madison, Juan B. Alberdi, José M. Samper, y etc..) ha sido siempre
un defensor en forma amplia del derecho de propiedad y, en este sentido, una historia
fuertemente limitativa del accionar mayoritario en la esfera pública. Y en segundo lugar, al
sistema de organización del poder que propone, en cuanto al defendido sistema de “frenos y
contrapesos” que concentra sus principales controles sobre la rama más democrática del
poder, el Parlamento. Los controles sobre el Parlamento son defendibles si enriquecen la
voluntad mayoritaria pero no, si sirve para obstaculizarla.
Tal vez, la ofensiva antilegislativa más fuerte sea que la última palabra institucional esté en el
Poder Judicial, choca con principios democráticos en cuanto especialmente cuestiones de
interés público, cuando tendría que ser la mayoría ciudadana la que deba resolver los
problemas más importantes de la comunidad.