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JOHAN SANTIAGO AVENDAÑO GARZÓN – 202321054 Filosofía del derecho

Título: Corte Constitucional. Sala plena. Sentencia C-224/94. 5 de mayo de 1994.

Lead: La corte constitucional debe analizar la demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 13 de la ley 153 de 1887, declarando la
exequibilidad del mismo. La presente sentencia se desarrollará en los siguientes apartes: La demanda, Norma demandada, Razones de la
demanda, Problema Jurídico, Consideraciones, Ratio decidendi, y Decisión.

LA DEMANDA.

1. El ciudadano Alexandre Sochandamandou, presenta demanda de inconstitucionalidad del artículo 13 de ley 153 de 1887 "por la
cual se adicionan y reforman los códigos nacionales".

NORMA DEMANDADA.

1. Artículo 13 de la ley 153 de 1887 “por la cual se adicionan y reforman los códigos nacionales, la ley 61 de 1886 y la 57 de
1887”: La costumbre, siendo general y conforme con la moral cristiana, constituye derecho, a falta de legislación positiva.

RAZONES DE LA DEMANDA.

1. El actor sostiene que las norma en cuestión vulnera los siguientes preceptos constitucionales:
1.1. El preámbulo constitucional, que establece implícitamente que el estado no tiene religión oficial. La norma actúa como un
medio evangelizador de la religión cristiana.
1.2. El artículo 19 constitucional, pues la norma obliga legalmente a las personas a que se sometan a las creencias y normas morales
del cristianismo.
1.3. Los artículos 1, 7, y 13 constitucionales, pues se desconoce la diversidad étnica del territorio nacional y discrimina moralmente a
quienes profesan creencias diferentes al cristianismo. Además, la constitución acepta la existencia de una moral autónoma, que
radica en la conciencia propia y no en un factor externo.
1.4. El título II capítulo 5 de la constitución nacional, pues los deberes y obligaciones deben ser determinados por el derecho
positivo, y no por consideraciones morales.

PROBLEMA JURÍDICO.

QUE Artículo 13 de la ley 153 de 1887. Artículo 19 superior (libertad de cultos). Artículo 1 superior (Pluralidad). Artículo 7
superior (diversidad étnica). Artículo 13 superior (igualdad). Título II capítulo 5 constitucional (Deberes y
obligaciones).

QUIÉN El ciudadano Alexandre Sochandamandou.

CUANDO No aplica

DONDE Sala Plena Corte Constitucional

COMO Acción de inconstitucionalidad.

POR QUÉ Vulnera la laicidad y la pluralidad del estado, además de imponer preceptos morales al orden jurídico interno.

¿La Sala Plena de la Corte Constitucional debe declarar inexequible el artículo 13 de la ley 153 de 1887 donde se manifiesta que “La
costumbre, siendo general y conforme con la moral cristiana, constituye derecho, a falta de legislación positiva” teniendo en cuenta que
dicha norma puede vulnerar el artículo 19 superior (libertad de cultos), el artículo 1 superior (Pluralidad) el artículo 7 superior (diversidad
étnica), el artículo 13 superior (igualdad) y Título II capítulo 5 constitucional (Deberes y obligaciones) mencionados en la demanda de
inconstitucionalidad interpuesta por el ciudadano Alexandre Sochandamandou, al argumentar que va en contravía de la laicidad y la
pluralidad del estado, además de imponer preceptos morales al orden jurídico interno?

CONSIDERACIONES.

1. La moral y el derecho. La moral y el derecho son dos sistemas que buscan regular la conducta humana. No obstante, su
diferencia radica en la coacción. Mientras que la moral es unilateral, el derecho es bilateral, y se vale de un medio coactivo para
asegurar su cumplimiento, o castigar su incumplimiento. Aún así no es posible hablar de una separación absoluta entre ambas.
Josserand puntualiza varias similitudes entre moral y derecho, afirmando así que el derecho es la moral revestida de un carácter
obligatorio; agrega además que las leyes repercuten directamente en las costumbres de un país. Se tiene también a Georges
Ripert, quien aborda desde el código civil francés cómo la moral interviene inevitablemente en el derecho.
Respecto al marco jurídico colombiano, en la constitución nacional se hace alusión a la moral social en su artículo 34. Además,
el código civil contiene múltiples disposiciones que utilizan a la moral como criterio.
2. El derecho a la luz de la moral. Según Kelsen, el derecho y la moral son órdenes distintos, las normas jurídicas no deben
confundirse o mezclarse con las normas morales. Mediante esta distinción es posible emitir un juicio moral sobre un orden
jurídico o sobre sus normas individuales, determinando si las normas jurídicas son buenas o malas, justas o injustas desde el
punto de vista moral. Se tiene también al pensador Wright Mills, quien afirma que mientras más se adecue una ley a la moral
vigente, mayor será su cumplimiento. De ahí que existan tantas leyes sin convicción moral, que conduzcan a una mayor
probabilidad de delito.
3. La moral ¿universal e inmutable o relativa? La moral puede ser considerada tanto universal e inmutable como relativa al
espacio y tiempo histórico. Esta aparente contradicción se resuelve si se distingue entre moral general (aceptada por todos en
todas las épocas) y moral positiva (de cada pueblo en su historia). La moral consiste en un proceso en el que la conciencia
individual se conecta con lo universal. Existe así una moral general y universal que compete a todos los tiempos y a todos los
hombres, y una moral positiva, que no contradice a la general, sino que la complementa. Cada individuo y cada época histórica
tienen deberes y misiones específicas. La moral es social y cada individuo valora sus acciones en relación con la moral social.
En resumen, cada pueblo tiene su propia moral positiva, pero la valoración de los actos individuales se hace en relación con la
moral social.
4. La "moral cristiana" en el artículo 13 de la ley 153 de 1887. La “moral cristiana” mencionada en la norma en cuestión hace
referencia a una moral general. Se entiende que, si la costumbre es general, es también acorde a la moral cristiana, por lo que la
ley sólo se limita a reconocer un hecho social. La referencia a la moral cristiana en el artículo 13 no implica un privilegio
dogmático, sino que se refiere a uno de los elementos constitutivos de la costumbre. Sin embargo, en casos excepcionales, una
costumbre que no sea acorde con la moral general del país, pero sea coherente con la moral de un grupo étnico o cultural en
particular puede tener validez como fuente de derecho.
5. La constitución de 1991 y la moral cristiana. La constitución nacional no va en contravía con la moral cristiana. Se limita a
reconocer la separación entre iglesia y estado, pero ello no significa un cambio en la moral social, pues las religiones cristianas
siguen siendo profesadas por una mayoría poblacional que dista de la unanimidad por un pequeño porcentaje.
6. El artículo 230 de la Constitución y el artículo 13 de la ley 153 de 1886. Si bien la moral cristiana no es contraria a la
constitución, conviene la relación de esta con el artículo 230 superior, que dicta: “Los jueces, en sus providencias sólo están
sometidos al imperio de la ley”. ¿El artículo 13 al equiparar a la costumbre con la ley es contrario al precepto constitucional?.
6.1. La costumbre. Según Bonnecase, la costumbre es una regla de derecho que resulta de la práctica y la convicción de su
obligatoriedad. Se forma gradualmente bajo la influencia del derecho y las aspiraciones sociales. A diferencia de la ley, que
se crea por un órgano del Estado, la costumbre surge de la conducta inconsciente de una comunidad. Existe una
clasificación de la costumbre basada en su relación con la ley: la costumbre secundum legem, que se refiere a normas
respaldadas por la ley, la costumbre praeter legem, que se refiere a asuntos no contemplados por la ley, y la costumbre
contra legem, que es contraria a la ley. En Colombia, se prohíbe la costumbre contra legem según el Código Civil y la
Constitución.
6.2. La costumbre en el código civil colombiano. En el código civil chileno, se permitía únicamente la costumbre secundum
legem. Mismo principió se adoptó en el estado de Cundinamarca, al adoptar el código civil chileno en 1859. En el actual
código civil colombiano, se restringe únicamente la costumbre contra legem. De manera que una ley que se ajuste a una
costumbre de la índole mencionada, es indirectamente contraria a la constitución. Por tanto, queda la costumbre secundum
legem y praeter legem ajustadas al artículo 230 constitucional.
6.3. ¿De dónde viene la fuerza obligatoria de la costumbtre?. La ley dictada por el legislador tiene fuerza obligatoria porque
es adoptada por el órgano del Estado encargado de crearla, como establece la Constitución. El Congreso hace las leyes
gracias al poder delegado por el pueblo, tal como lo señala la Constitución. En cambio, la fuerza obligatoria de la costumbre
proviene directamente de la comunidad y no implica una delegación de poder. Es importante reconocer el valor de la
costumbre, ya que en ocasiones constituye la propia ley. La costumbre tiene su origen en la comunidad y es respaldada por
el Estado a través de sus jueces, al igual que la ley.
6.4. La constitución de 1991 y la costumbre. Cabe afirmar que negarle a pueblo la posibilidad de crear derecho a partir de la
costumbre sería inconstitucional. Podría argumentarse que sería innecesario pues ya se establecen formas de democracia
participativa. Sin embargo, hay que tener en cuenta las costumbres que corresponden a una minoría local. Además, si el
estado reconoce la diversidad cultural, no es posible prohibir la costumbre. Si bien la costumbre tiene notoria fuerza, en
nuestro país está prohibido derogar la ley que está contraria a la misma.
6.5. La razón de ser del inciso primero y segundo del artículo 230 de la constitución. El objetivo del artículo 230 es
garantizar la autonomía de los jueces y limitar su labor a la aplicación del derecho objetivo, sin consideraciones externas.
Esto asegura su independencia frente a otros órganos públicos o privados. El juez tiene libertad para aplicar el derecho
según su conciencia y convicciones, pero debe también observar las reglas de la sana crítica. Además, se rechaza la
interpretación de que el artículo 230 excluye la costumbre, ya que se refiere al ordenamiento jurídico en su totalidad.

RATIO DECIDENDI.

1. Teniendo en cuenta los apartados presentados en la demanda de inconstitucionalidad en contra del artículo 13 de la ley 153 de
1886, y su posible vulneración al artículo 19 superior (libertad de cultos), el artículo 1 superior (Pluralidad) el artículo 7 superior
(diversidad étnica), el artículo 13 superior (igualdad) y Título II capítulo 5 constitucional (Deberes y obligaciones), la corte
constitucional argumenta que la norma en cuestión no va en contravía con la pluralidad, la laicidad, ni con la diversidad étnica
del estado, pues el término “moral cristiana” se debe entender como “moral general”, pues si las personas que profesan una
religión cristiana conforman la mayoría de la nación, únicamente se está reconociendo un hecho. En el caso de costumbres de
grupos étnicos, que no van acordes a la moral cristiana o “general” del país, se tendrán en cuenta la moral propia de los grupos.
De esta manera, no se atenta tampoco con la libertad o con la igualdad, al no inculcar obligatoriamente alguna creencia.
En cuanto al papel que tiene la costumbre, se debe decir que la misma no atenta a la prevalencia del derecho positivo en el
orden jurídico interno, pues hablando en el contexto de la costumbre secundum legem, es acorde con la ley y por tanto no puede
ser inconstitucional. En el contexto de la costumbre praeter legem, esta sirve como complemento al orden jurídico, y negarla
atentaría contra una democracia participativa.

DECISIÓN.

Declarar exequibles las disposiciones legales demandas.

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