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El derecho es obrar humano, encaminado a la consecución terrena de ciertos fines inherentes a la organización y a
la conducción de la sociedad entera. Es la voluntad del hombre, circunscripta y planteada, establecida en principios
que reflejan valores básicos para la vida social.
-Con respecto a la dimensión nomológica, cabe afirmar que el derecho no se puede expresar sino a través de una
norma que establezca con claridad que dado, A, debo ser, B. La norma contiene un supuesto de hecho que describe
una determinada conducta humana y su consecuencia lógica.
-En cuanto a la dimensión sociológica, podemos a partir de ella analizar el impacto de la norma con respecto a la
sociedad. Lo que interesa es si esa norma produce o no un despliegue o desarrollo en la sociedad.
-La dimensión dikelogica, posibilita determinar si la norma es justa o injusta, es una dimensión valorativa.
Esta tridimensionalidad del derecho trata de entender al fenómeno jurídico desde tres puntos de vista distintos.
El derecho natural se caracteriza como un conjunto de principios de orden superior emanados de dios a la
naturaleza humana, que tiene validez necesaria, absoluta, inmutable y universal.
El derecho positivo es el derecho existente en determinado tiempo y lugar, y que ha sido puesto o establecido por
los órganos competentes.
El derecho objetivo es ese conjunto de reglas y de disposiciones, establecidas en abstracto por la sociedad para
regular las relaciones entre los individuos.
El derecho subjetivo es el derecho objetivo en relación a la persona misma. Para tener un derecho subjetivo, es
menester que el derecho objetivo lo haya consagrado con anterioridad.
Ramas del derecho objetivo positivo: público y privado; contenido de cada una; criterio clasificatorio y su
relatividad; importancia de la distinción.
El derecho positivo es el conjunto de normas aplicadas coercitivamente por autoridades públicas. Es menester
agrupar tales normas para realizar el estudio de ellas. De ahí surgen las ramas del derecho positivo.
El derecho constitucional: determina las facultades de los distintos poderes y establece las normas fundamentales
de convivencia social.
El derecho procesal: se le da una ubicación mixta, ya que depende su ubicación de la materia del proceso en
cuestión.
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El derecho penal: establece la legislación represiva de los delitos en protección del orden social.
El derecho internacional público: rige las relaciones de los estados entre sí.
El derecho civil: tronco común de todas las ramas del derecho privado.
El derecho comercial: regla las relaciones de los comerciantes entre si y las consecuencias jurídicas de los actos
de comercio.
La legislación del trabajo: regla las relaciones jurídicas nacidas del trabajo. Rige las relaciones entre patrones y
obreros.
La legislación rural: regla las relaciones de vecindad rural y las relaciones que surgen de la explotación
agropecuaria.
Vinculaciones.
El tema de la posible vinculación entre la moral y el derecho o entre normas morales y las jurídicas, ha suscitado
ardientes polémicas, habiéndose manifestado opiniones tan dispares, que revelan la lucha incesante entre la
concepción materialista del positivismo jurídico y la idealista de los partidarios de la escuela del derecho natural.
El derecho natural afirma que la justicia es un elemento necesario del derecho. Esto implica negar categoría jurídica
a las leyes injustas. Si la ley es conforme al derecho natural, es justa, si es incompatible con él es injusta.
Se llama derecho positivo al conjunto de leyes vigentes en un país. Se divide en dos grandes ramas: derecho
público y derecho privado.
Cuando hay seguridad jurídica en todos los planos institucionales, es porque hay justicia. El derecho se formula a
través de normas que constan de un supuesto de hecho con su correspondiente consecuencia jurídica. La justicia es
formal y su formulación práctica para cada caso es muy variable.
Si la ley es injusta en su formulación general, entonces no hay ley y debe ser rechazada.
En el caso de que una ley sea injusta pero justa para la generalidad de los casos, debe ser observada igualmente. El
juez buscara la solución de justicia para aquel caso particular.
Concepto.
El derecho civil es la rama del derecho privado que rige la capacidad genérica de las personas, así como las
relaciones jurídicas referentes a la familia y al patrimonio.
Origen.
La palabra civil con la que se define esta rama del derecho, proviene del latín “civile”. En roma se distinguía el ius
naturale, que era común a todos los hombres y el ius civile que era el derecho propio de los ciudadanos romanos.
Evolución histórica.
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Con la invasión de los germanos y la caída del imperio romano de occidente, los invasores introdujeron sus propias
leyes referentes a la organización de las nuevas naciones. Por ello las normas de derecho público incluidas en el ius
civile perdieron vigencia, quedando subsistiendo las que se referían a los derechos privados. Desde entonces se
identifica al derecho civil con el derecho privado.
Desmembramientos.
Hacia el final de la Edad Media, los comerciantes o navegantes del Mar Mediterráneo, dejaron de regirse por el ius
civile, para atenerse a sus propias reglas consuetudinarias, dando así origen al derecho comercial.
Posteriormente en la Edad Moderna, se produce otro desmembramiento cuando el procedimiento de los jueces deja
de regirse por el ius civile, ajustándose a las prácticas forenses que se habían formulado y a las que se le dio valor
de ley escrita con la Ordenanza de Colvert del siglo 17. Con ello se constituyó el derecho procesal.
Ya en la Edad Contemporánea, en la llamada cuestión social se requirió nueva estructuras, que llego a conformar el
derecho laboral.
El derecho civil ha quedado así porque se aplica a todas las personas, mientras que las ramas de él desprendidas no
tienen esa generalidad.
Podemos decir que el derecho civil, es la rama de la ciencia jurídica que se refiere a aquellas relaciones jurídicas
sustanciales en que las personas actúan como sujetos de derecho privado. En términos de eliminación, podríamos
decir que derecho civil es lo que ha quedado del derecho privado, después de consumada la segregación de otras
ramas del mismo.
Actual unificación del Código Civil y Comercial de la Nación: instituciones que reglamenta en la Argentina.
MATRIMONIO: El nuevo Código no discrimina entre varones y mujeres a la hora de definir quiénes son los que
pueden contraer matrimonio.
DIVORCIO: La nueva legislación simplificará los trámites al no establecer requisitos temporales y determinar que
pueda iniciarse, sin más que el pedido de uno o de ambos cónyuges.
ADOPCIÓN: Se destaca que tiende a simplificar el régimen jurídico actual, al dar prioridad al interés del niño por
sobre el de los adultos. Se admiten tanto la adopción conjunta como la unilateral.
UNIÓN CONVIVENCIAL: Otra de las figuras destacadas referida a la unión de dos personas, sin importar su
género, basada en el afecto, la convivencia y la decisión de compartir un proyecto de vida en común. La pareja
mediante "pactos de convivencia" podrá regular diferentes aspectos de su vida en común por ejemplo: económicos,
alimentarios, protección de la vivienda familiar, entre otros.
CAPACIDAD: Se adecúa el derecho positivo nacional a la Convención Internacional de Protección a las Personas
con Discapacidad. Se establece un sistema de apoyos que complementa el ejercicio de dicha capacidad.
DEFENSA DEL CONSUMIDOR: El nuevo Código introduce pautas de interpretación, tanto de las normas como de
las disposiciones contractuales, que favorecen a los consumidores.
Además:
PARTE GENERAL: Se establece el "abuso de una posición dominante en el mercado". Se dispone la categoría de
"persona menor de edad con 13 años" como "adolescente" con capacidades especiales, como por ejemplo entre 13
y 16 años el adolescente puede decidir sobre su cuerpo por tratamientos no invasivos, y a partir de los 16 se lo
considera como un adulto para decisiones sobre la salud, sobre su cuerpo.
FAMILIA: Se deroga la ley del nombre que se incorpora al Código nuevo, y entre otros, se expresa que con el
primer hijo se puede decidir el apellido que llevará de cualquiera de los dos cónyuges en primer término.
Cualquiera de los cónyuges puede usar el apellido del otro con la preposición, "de", (o sea el hombre puede llevar
su apellido adicionando el de su esposa con el "de”). Desaparece el plazo de 3 años mínimo de matrimonio para
obtener el "divorcio vincular", como las causales de culpabilidad en el divorcio (ya no habrá más cónyuge
culpable). Se dispone la posibilidad de constituir un régimen separado de bienes en el matrimonio. Se reconocen
efectos o consecuencias jurídicas a determinadas "uniones convivenciales", sin necesidad de matrimonio previo.
RESPONSABILIDAD CIVIL: Se dispone que cada vez que se "asume un riesgo", podrá evaluarse si constituye
culpa de la víctima (ejemplo en la práctica de un deporte riesgoso por un amateur). En la cuantificación del daño
por incapacidad se introduce la "fórmula matemática" como referencial para determinar la indemnización a
abonarse.
CONTRATOS: Se regulan por primera vez en un Código, los contratos "de consumo", estableciéndose su
interpretación. Se dispone sobre las "prácticas abusivas" comerciales, como sobre la "publicidad" de bienes o
servicios.
REALES: Se modifica el régimen de propiedad horizontal, incorporándose el régimen al Código nuevo. Se regulan
el tiempo compartido, los cementerios privados.
SUCESIONES: A partir del nuevo Código la separación de hecho de los cónyuges sin voluntad de unirse, implica
la pérdida de derechos hereditarios entre cónyuges.
Su significado.
Cuando atribuimos al derecho civil carácter común, lo hacemos para demostrar que se aplica a aquellos actos
comunes a todos los hombres, tales como el nacimiento, el matrimonio, la muerte, etcétera. Es que en verdad el
derecho civil se ocupa del hombre como tal, sin atender a particularidad alguna.
Para Llambias esto demuestra que las demás ramas no tienen autonomía completa, y siguen dependiendo en cierta
medida del derecho civil.
Para López de Zavalia el derecho es uno solo, ya que como es un sistema normativo, constituye una unidad. Ni
siquiera el derecho civil es autónomo, ya que debe recurrir a otras ramas. Pero si se debe admitir su autonomía
didáctica, pero sin perder de vista que las distintas ramas en que se divide al derecho son solo un buen mecanismo
para una mejor enseñanza del mismo. Pero ninguna de ellas es autónoma ya que todas participan de una sola unidad
que es el derecho.
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El código innova profundamente al receptar la constitucionalizarían del derecho privado, estableciendo una
comunidad de principios entre constitución, el derecho público, y el derecho privado, ampliamente reclamada por
la mayoría de la doctrina jurídica argentina.
Puede afirmarse que existe una reconstrucción de la coherencia del sistema de derechos humanos con el derecho
privado.
El Derecho tiene conexión con otras disciplinas científicas, entre otras a saber:
-Moral: Aunque no se trate de una ciencia, el Derecho tiene una íntima conexión con ella.
-Sociología: Toma información de ella. Del desenvolvimiento del hombre dentro del marco social, y de los
instrumentos de la sociología como por ejemplo la Estadística.
-Historia: Saca conclusiones de ella. Utiliza por ejemplo las legislaciones extranjeras para obtener información de
ellas.
-Medicina: Da información que luego es utilizada en la Legislación. El Derecho abarca todos los aspectos de la
vida del Hombre, por lo tanto se relaciona con casi todas las ciencias.
En la parte general (que contiene todo aquello que se aplica a lo especial), se estudian y analizan con profundidad
los elementos de la relación jurídica a través de:
El simple acto lícito es la acción voluntaria no prohibida por la ley, de la que resulta alguna adquisición,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
Es un conjunto de conexiones jurídicas unificadas, cuyo núcleo fundamental consiste en una conexión jurídica
entre una persona mirada como fin, y un ente del mundo exterior a ella, considerado como medio.
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Según Llambias el análisis de toda relación jurídica permite discriminar tres elementos:
Sujeto: el sujeto activo o titular de la relación jurídica es la persona que puede ejercer la prerrogativa a que ella se
refiere.
Objeto: el objeto de la relación jurídica está constituido por el contenido de la prerrogativa del titular. Es el ente del
mundo exterior contra el cual el titular ejercer su prerrogativa. El objeto puede ser una persona, una cosa o un
hecho.
Ejemplos.
5. a) Derechos individuales.
Concepto.
Se alude la voz derecho a la prerrogativa de una persona para exigir de los demás un determinado comportamiento,
es el derecho subjetivo, tal como capacidad de usar, gozar y disponer de la cosa.
Elementos.
Analizando los derechos subjetivos que siempre suponen una relación jurídica, se encuentran los siguientes
elementos:
El sujeto activo, es la persona titular a quien una norma reconoce el poder, facultad o prerrogativa de hacer u
omitir, por si o por otro, algo en correspondencia con ella.
El sujeto pasivo, es siempre es aquel al que el titular del derecho subjetivo puede oponer su derecho.
La acción, coacción y coerción, que es un poder jurídico. En virtud de ellos el titular puede acudir a los poderes
públicos para poder hacer valer su poder, facultad o prerrogativa.
Clasificación.
-Derechos de la personalidad, que son los que refieren a la persona misma, por ejemplo como el derecho al nombre.
-Derechos de familia, son lo que tiene el titular en razón de ser miembro de una familia, por ejemplo los derechos
sobre la patria potestad.
-Derechos patrimoniales, son los que tienen un valor pecuniario y como tales integran el patrimonio de una
persona, por ejemplo los derechos reales como el dominio, los derechos creditorios como la obligación de pagar
una deuda, los derechos intelectuales que son los que tiene el autor de una obra.
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Interés individual.
Cada interés tiene un titular individualizado. El interés es individual, la legitimación también y cada interés es
diverso de otros; cada titular inicia una acción y obtiene una sentencia en un proceso bilateral. Es el modelo
tradicional del litigio singular.
Los efectos generales de los hechos jurídicos son la adquisición, la modificación o la pérdida de un derecho u
obligación.
Adquisición.
No debe entenderse como nacimiento, sino como la atribución de un derecho a un sujeto determinado como
consecuencia de un negocio jurídico, lo cual puede ocurrir no solamente con respecto a un derecho nuevo, sino
también en relación a un derecho ya existente.
Ejercicio.
Según Josserand, los derechos tienen una misión social que cumplir, cada uno de ellos tiene una razón de ser, su
espíritu, del cual no pueden separarse.
En los países del mundo occidental, se acepta que los individuos tengan siempre un alto margen de decisión para
reglar con autonomía los intereses que le conciernen.
Conservación.
En cuanto a la duración, según Rivera, existen las que están destinadas a nacer, producir su efecto y extinguirse
inmediatamente. Así por ejemplo, los contratos de cumplimiento instantáneo como la compra venta manual.
En cambio, otras relaciones jurídicas están destinadas a permanecer; verbigracia, las relaciones de familia.
Modificación.
El derecho se modifica cuando, manteniendo la sustancia o los caracteres esenciales que constituyen su
individualidad, experimenta cambios accesorios, sean en cuanto a las personas titulares, o las de contenido. Estas
modificaciones pueden producirse por contrato, por declaración unilateral de voluntad, o por disposición de la ley.
Extinción.
Llambias distingue entre extinción y pérdida. Para este autor extinción es la destrucción de un derecho que deja de
existir para su titular y sin que comience a existir el mismo para otra persona. Perdida es la separación del derecho
de su actual titular, que no impide una posterior adquisición a favor de otra persona.
Tutela.
El tema se refiere al motivo por el cual se llega a la tutela de los derechos. Ello se explica al observar la estructura
de la noma.
Un modelo de esa estructura normativa seria: dado un hecho antecedente con su determinación temporal, debe ser
la prestación por alguien obligado frente a alguien titular, o dado la no prestación, debe ser la sanción por un
funcionario obligado frente a la comunidad pretensora.
Publicidad.
La publicidad en el derecho subjetivo se refiere a la acción de publicar para todos los que tengan un interés
legítimo, el estado jurídico de una cosa, por el órgano competente a través de los medios provistos por la ley.
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ARTÍCULO 14.- Derechos individuales y de incidencia colectiva.
a. derechos individuales.
Concepto.
Son los que pueden existir en una legitimación difusa en cabeza de uno de los sujetos que integran el grupo, o de
una asociación que tiene representatividad en el tema, o del estado, pero el bien jurídico protegido es colectivo.
Elementos.
No se trata solamente de la existencia de pluralidad de sujetos, sino de un bien que, como el ambiente, es de
naturaleza colectiva. Es necesario precisar que estos bienes no tienen por titulares a una pluralidad indeterminada
de personas.
Estos bienes no pertenecen a la esfera individual sino social y no son divisibles en modo alguno.
Artículo 43.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro
medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en
forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta,
derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá
declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que
protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia
colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines,
registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización.
Legitimación extraordinaria.
La tutela de los derechos de incidencia colectiva sobre bienes colectivos, corresponde al Defensor del Pueblo, a las
asociaciones y a los afectados, y ella debe ser diferenciada de los bienes individuales, sean patrimoniales o no, para
los cuales hay una esfera de disponibilidad en cabeza de su titular.
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Las partes deben confiar en las situaciones tal como se les presentan.
Buena fe apariencia.
Esta cláusula contempla la buena fe como apariencia, es decir, las partes deben confiar en las situaciones tal como
se les presentan.
La fe como lealtad.
En este caso la buena fe se relaciona con el comportamiento leal y honesto en el tráfico. Se refiere a la manera en
que las partes deben comportarse las partes en el cumplimiento de un contrato.
Buena fe diligencia.
La buena fe señala un standard, cumple una función correctiva en los derechos, o sea, señala un deber ser respecto
de cómo deben actuar las personas, y en virtud de su origen legal e imperativo constituye un control y un límite.
Funciones.
Cumple numerosas funciones ya que es regla de interpretación objetiva, es fuente de derecho referido al buen
comportamiento y en algunos casos es eximente de responsabilidad ya que si hay buena fe no hay culpabilidad de
obrar.
Deudor y acreedor deben obrar con cuidado, previsión y según las exigencias de la buena fe.
Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a lo que está
formalmente expresado, sino a todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en ellos, con
los alcances en que razonablemente se habría obligado un contratante cuidadoso y previsor.
Durante las tratativas preliminares, y aunque no se haya formulado una oferta, las partes deben obrar de
buena fe para no frustrarlas injustificadamente. El incumplimiento de este deber genera la responsabilidad
de resarcir el daño que sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, en la celebración del contrato.
El sujeto de la relación de poder es de buena fe si no conoce, ni puede conocer que carece de derecho, es
decir, cuando por un error de hecho esencial y excusable está persuadido de su legitimidad.
La relación de poder se presume de buena fe, a menos que exista prueba en contrario.
El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir
como ilícito ningún acto.
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La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del
ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica
abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.
Es un principio general que tiene influencia en todo el sistema de derecho privado.
La regulación del abuso como un principio general, significa que tiene influencia en todo el sistema de derecho
privado y que todos los derechos pueden ser juzgados conforme a este criterio.
Puede decirse entonces que el abuso pasa a ser un criterio general, en la valoración del ejercicio de los derechos.
b) Ámbitos de aplicación.
La novedad que introduce el código en su aplicación, es en el campo de los derechos de incidencia colectiva y las
situaciones abusivas en los contratos de consumo.
El código eleva el abuso del derecho a la categoría de principio general, que actúa como un límite interno al
ejercicio de los derechos. El derecho debe ser ejercido de un modo regular, conforme a la buena fe, las buenas
costumbres, los fines de la ley.
Este instituto del abuso del derecho se aplica al ejercicio de los derechos subjetivos. El ordenamiento concede al
individuo libertades que no pueden ser confundidas con los derechos susceptibles de abuso.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica
abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.
Se considera que existe una situación jurídica abusiva cuando el mismo resultado se alcanza a través de la
predisposición de una pluralidad de actos jurídicos conexos.
El control judicial de las cláusulas abusivas se rige, sin perjuicio de lo dispuesto en la ley especial, por las
siguientes reglas:
d. cuando se prueba una situación jurídica abusiva derivada de contratos conexos, el juez debe aplicar lo
dispuesto en el artículo 1075.
Se considera que existe una situación jurídica abusiva cuando el mismo resultado se alcanza a través de la
predisposición de una pluralidad de actos jurídicos conexos.
Esta es una institución novedosa que proviene de las elaboraciones de la doctrina argentina en materia de relaciones
de consumo, y cuyos principales perfiles son los siguientes:
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-El acto abusivo es una calificación respecto del ejercicio de un derecho subjetivo;
-El autor crea un contexto para desnaturalizar, obstaculizar o impedir el ejercicio de un derecho o una facultad de la
otra parte.
-Las situaciones jurídicas constituyen una especie de micromercados, y su carácter abusivo existe en la medida en
que producen restricciones de la libertad de actuación del sujeto pasivo.
Distintas tesis.
Para entender mejor esta cuestión es interesante resumir las diferentes tesis que se usaron para identificar el
ejercicio abusivo:
-El ejercicio doloso: es aquella en que el ejercicio del derecho no es un modo de satisfacer los fines del mismo,
sino un instrumento para perjudicar a alguien.
-El ejercicio culposo: el titular del derecho no tiene intención dolosa de causar un daño, pero su conducta es
desaprensiva.
-El ejercicio sin interés: se prescinde de la demostración de la intención dañosa o de la culpa, siendo suficiente con
la prueba de la ausencia de interés.
-El ejercicio antisocial: en esta teoría se sostiene que los derechos derivan en su origen de la comunidad y de ella
reciben su espíritu y finalidad, y por lo tanto el uso antisocial es descalificable.
-El ejercicio regular: la regularidad es un concepto que surge de la interpretación de cláusulas generales como la
buena fe, la moral y las buenas costumbres.
El artículo que comentamos mantuvo la redacción prevista por el código derogado, en virtud de que existen una
interpretación doctrinaria y jurisprudencia consolidada y firme, que no aconsejaban su modificación. Para
descalificar el ejercicio de un derecho por abusivo se dispone de varios criterios: la regularidad, los fines que la ley
tuvo en miras al reconocerlo, la buena fe, la moral y las buenas costumbres.
Efectos.
El primer paso consiste en que el juez llegue a la conclusión de que ejercicio de un derecho es abusivo.
-Siendo un acto ilícito, causa responsabilidad y por lo tanto las acciones son consistentes con lo previsto en esta
materia.
-La primera acción es la tutela preventiva: el juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio
abusivo.
-La segunda acción es la tutela resarcitoria: si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y
fijar una indemnización.
Lo dispuesto en el artículo 9º y 10 se aplica cuando se abuse de una posición dominante en el mercado, sin
perjuicio de las disposiciones específicas contempladas en leyes especiales.
La sociabilidad en el ejercicio de los derechos conforme a la buena fe y el abuso del derecho se aplican al supuesto
del abuso de posición dominante.
En la ley 25.156 dice que se entiende que una o más personas goza de posición dominante, cuando para un
determinado tipo de producto o servicio, es la única oferente o demandante dentro del mercado nacional o en una o
varias partes del mundo o, no está expuesta a una competencia sustancial o, cuando por el grado de integración
vertical u horizontal está en condiciones de determinar la viabilidad económica de un competidor o participante en
el mercado.
Esta norma es aplicable tanto al abuso de derechos subjetivos como de situaciones jurídicas, en las que se genera
cautividad por abuso de posición dominante.
La introducción del abuso de posición dominante, es un buen ejemplo de la comunicabilidad de principios entre el
derecho público y el privado, lo que es una constante en este código. Este paradigma permite tutelar desde el
derecho privado bienes de incidencia colectiva, como la competencia.
Abuso del derecho en la colisión de los derechos individuales con los derechos de incidencia colectiva.
a. derechos individuales;
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales, cuando pueda afectar al ambiente y a los
derechos de incidencia colectiva en general.
La diferencia radica en que uno está en la esfera privada y otro se refiere a la esfera pública y social mediante una
clausula general.
Orden público.
Las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia está interesado el
orden público.
El acto respecto del cual se invoque el amparo de un texto legal, que persiga un resultado sustancialmente
análogo al prohibido por una norma imperativa, se considera otorgado en fraude a la ley. En ese caso, el
acto debe someterse a la norma imperativa que se trata de eludir.
El orden público, es regulado mediante una clausula general, que implica un límite al ejercicio de los derechos
individuales fundado en razones generales. A fin de facilitar su comprensión, puede darse algunos ejemplos:
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a) El orden público como garantía procedimental al consentimiento pleno: consiste en que efectivamente se
exprese la autonomía privada; el legislador se ocupa de que exista un consentimiento pleno, una garantía del
proceso de formación del acto jurídico.
b) El orden público de protección de la parte débil: las partes pueden haber emitido correctamente su
declaración pero hay una vulnerabilidad económica o cognoscitiva que lleva a proteger a la parte débil. La
intervención mejora a la autonomía, fortaleciendo la igualdad.
d) El orden público de dirección y justicia distributiva: se trata de un orden público económico obligatorio,
principalmente referido a cuestiones atinentes al comercio exterior, derecho de la competencia, cambiario,
impositivo.
Fraude a la ley.
El acto respecto del cual se invoque el amparo de un texto legal, que persiga un resultado sustancialmente
análogo al prohibido por una norma imperativa, se considera otorgado en fraude a la ley. En ese caso, el
acto debe someterse a la norma imperativa que se trata de eludir.
Concepto.
El fraude a la ley requiere la existencia de un acto jurídico aparentemente lícito, porque se realiza al amparo de una
ley vigente.
Elementos.
El acto en fraude a la ley se ajusta al supuesto de hecho de una norma de cobertura, pero el análisis de su causa
final lleva a un resultado análogo al prohibido por otra norma imperativa, conforme a una interpretación amplia del
ordenamiento.
Esta tipicidad lo diferencia del acto indirecto (regulado por el artículo. 385), en el que hay un acto celebrado para
obtener el resultado que es propio de los efectos de otro acto, pero que no elude ni viola el ordenamiento ni
perjudica a un tercero.
Un acto jurídico celebrado para obtener un resultado que es propio de los efectos de otro acto, es válido si no
se otorga para eludir una prohibición de la ley o para perjudicar a un tercero.
También lo diferencia del fraude como vicio del acto jurídico, que requiere un crédito de causa anterior, un nexo
causal con la insolvencia del deudor y el conocimiento por parte del otro contratante.
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ARTÍCULO 338.- Declaración de inoponibilidad.
Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en
fraude de sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese podido
mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna.
a. que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya actuado con el
propósito de defraudar a futuros acreedores;
c. que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que el acto provocaba o
agravaba la insolvencia.
Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho (1718). Método del Código Civil y
Comercial de la Nación.
b. en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una
agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños
como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena;
c. para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al agente o a un tercero, si el
peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente si el mal que se evita es
mayor que el que se causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que
el juez lo considere equitativo.
El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir
como ilícito ningún acto.
b. en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una
agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños
como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena.
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Artículo 1718 inciso c.
c. para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al agente o a un tercero, si el
peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente si el mal que se evita es
mayor que el que se causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que
el juez lo considere equitativo.
La acción, concepto.
El derecho concebido desde el punto de vista de quien goza de él es la prerrogativa de esa persona para exigir de
otra determinado comportamiento. La acción es la facultad del titular de un derecho para exigir de los órganos
jurisdiccionales del Estado el reconocimiento y efectividad de su pretensión jurídica.
DERECHO Y ACCION.
Para todo derecho existe una acción, así mismo un derecho puede dar lugar a más de una acción.
La relación entre jurisdicción y acción es más que íntima. Es la jurisdicción un derecho reconocido
constitucionalmente, ya que desde que el estado monopoliza el ejercicio de la fuerza, se hace necesario
reconocerles el derecho subjetivo de peticionar las autoridades para que estas realicen el reconocimiento de sus
pretensiones jurídicas.
De ahí que la acción implique “derecho a la jurisdicción”, que consiste en el deber por parte del estado de preservar
el servicio de justicia.
La cosa es juzgada significa, en general, la irrevocabilidad que adquieren los efectos de la sentencia cuando contra
ella procede ningún recurso que permita modificarla.
BASE CONSTITUCIONAL.
Si bien la cosa juzgada no está expresamente prevista en la constitución nacional, la Corte Suprema ha expresado
que el derecho reconocido por una sentencia pasada en autoridades cosa juzgada, constituye un bien que queda
incorporado al patrimonio del interesado, y del cual no puede ser privado del presente constitucional que consagra
la inviolabilidad de la propiedad.
Por aplicación de este principio, se ha resuelto que incurre en violación del artículo 17 de la constitución nacional,
el fallo que deje sin efecto una sentencia consentida con el pretexto de haber sido dictada por error; la resolución
que modifica arbitrariamente una sentencia definitiva pasada por autoridad de cosa juzgada y cumplida por el
demandado, para privar de los actores del derecho a la indemnización reconocido en ella; o el fallo que declaran la
nulidad total de una sentencia que había quedado firme.
SU IMPUGNABILIDAD EVENTUAL.
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Cosa juzgada en sentido formal: es cuando no obstante ser inimpugnable la sentencia, dentro del proceso en el cual
se dictó, existe la posibilidad obtener, en un proceso posterior, un resultado distinto al alcanzado en aquel.
Cosa juzgada en sentido material: es cuando a la irrecurribilidad de la sentencia, se agrega la imposibilidad de que
cualquier circunstancia y en cualquier otro proceso se juzgue en un modo contrario a lo decidido por aquella.
Comporta la normatividad del contenido de la norma.
a. su estado de salud;
e. la especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el
procedimiento propuesto;
g. en caso de padecer una enfermedad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en estado terminal, o
haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, el derecho a rechazar procedimientos quirúrgicos,
de hidratación, alimentación, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital, cuando sean
extraordinarios o desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría, o produzcan sufrimiento
desmesurado, o tengan por único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible e
incurable;
Ninguna persona con discapacidad puede ser sometida a investigaciones en salud sin su consentimiento libre
e informado, para lo cual se le debe garantizar el acceso a los apoyos que necesite.
Nadie puede ser sometido a exámenes o tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre e
informado, excepto disposición legal en contrario.
Información.
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El proveedor está obligado a suministrar información al consumidor en forma cierta y detallada, respecto de
todo lo relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, las condiciones de
su comercialización y toda otra circunstancia relevante para el contrato. La información debe ser siempre
gratuita para el consumidor y proporcionada con la claridad necesaria que permita su comprensión.
a. contenga indicaciones falsas o de tal naturaleza que induzcan o puedan inducir a error al consumidor,
cuando recaigan sobre elementos esenciales del producto o servicio;
b. efectúe comparaciones de bienes o servicios cuando sean de naturaleza tal que conduzcan a error al
consumidor;
c. sea abusiva, discriminatoria o induzca al consumidor a comportarse de forma perjudicial o peligrosa para
su salud o seguridad.
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Unidad 2: Fuentes del derecho privado.
1.- Fuentes y aplicación.
Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme con la
Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal efecto, se
tendrá en cuenta la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leyes
o los interesados se refieren a ellos o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a
derecho.
Desde este punto de vista las fuentes son criterios a los que se recurre en el proceso de creación normativo en
búsqueda de objetividad, lo cual exige una mirada retrospectiva hacia el principio de autoridad (fuente formal) o
hacia el argumento razonable (fuente material).
Las fuentes materiales son las que carecen de obligatoriedad, pero son importantes porque fijan el contenido del
derecho.
Una de las funciones que puede cumplir un título preliminar es la de aportar algunas reglas que confieren una
significación general a todo el Código.
Desde esta perspectiva, el título preliminar amplía su contenido a otras cuestiones, como lo proponemos
seguidamente:
-Del Derecho: se incorporan directivas referidas a la obligación de decidir, las fuentes y reglas de interpretación
-De las leyes: se regula la ley como fuente formal principal: obligatoriedad de la ley, leyes transitorias, el modo en
que se cuentan los intervalos del derecho.
Bases constitucionales: Constitucion nacional y Los tratados en los que la republica sea parte.
En el derecho argentino, cuando se dice Constitución se hace referencia al bloque de constitucionalidad, que está
constituido también por los tratados de derechos humanos. Es fuente de derecho en dos sentidos: directa, a través
de normas que se aplican en las relaciones jurídicas de derecho privado y público; indirecta, modificando el espíritu
del derecho y cambiando los principios generales. Esta norma de reconocimiento fundamenta el resto del sistema y
por eso se dice que hay un principio de supremacía constitucional.
La constitución argentina dice que los tratados internacionales tienen jerarquía superior a las leyes y a las otras
disposiciones del derecho interno. Interpretando esta norma se han distinguido seis subtipos:
1-los tratados y concordatos ordinarios del art. 75, inciso 22, que tienen jerarquía superior a las leyes.
3-los demás tratados y convenciones que se aprueben en el futuro, en materia de derechos humanos.
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4-tratados relativos a procesos de integración latinoamericana.
5-tratados concernientes a procesos integrativos con países de otras áreas, con un trámite distinto al anterior.
6-convenios internacionales que celebren las provincias, con conocimiento del congreso nacional.
Todos los tratados internacionales suscriptos por el país y que resultan obligatorios deben ser tenidos en cuenta
para decidir un caso. Cuando se interpreta una norma, tienen especial relevancia los tratados de derechos humanos,
porque proveen un contenido valorativo que se considera relevante para el sistema.
La función de los jueces es claramente interpretativa, basada en un juicio de ponderación, con base en los
principios de armonización, complementariedad, y pleno significado de todas las disposiciones. La corte suprema
ha dado valor interpretativo a los tratados sobre derechos humanos en numerosos precedentes.
2.- La ley.
Concepto.
Formación.
Para que haya legislación es necesario un órgano competente que por medio de la palabra establezca una norma
general. También es necesario que se cumpla todo un procedimiento al cabo del cual existe la nueva ley. El proceso
de formación de las leyes tiene cinco etapas:
1) iniciativa;
2) discusión;
3) sanción;
4) promulgación;
5) publicación.
Sanción.
La sanción consiste en la aprobación de la ley por el poder ejecutivo en su conjunto. La sanción legislativa se
concreta en el acto de firmar los presidentes de ambas cámaras del decreto de aprobación de la ley.
Publicación.
La promulgación de la ley no basta para hacerla obligatoria, es necesaria su publicación que la lleve al
conocimiento de todos los ciudadanos del país. Por eso el código dice, las leyes no son obligatorias sino después de
su publicación y desde el día que determinen. Si no designan tiempo serán obligatorias después de los ocho días
siguientes al de su publicación oficial. Entre nosotros, la publicación se realiza con la inserción de la nueva ley en
el Boletín Oficial. Una vez publicada la ley y trascurridos los plazos legales, esta adquiere carácter obligatorio.
Omisión de publicación.
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Es incorrecto que el poder ejecutivo mantenga indefinidamente en suspenso la vigencia de las leyes por la vía de no
publicarlas. Se estableció como regla la publicación de los actos públicos en el Boletín Oficial, la cual se ha de
hacerse inmediatamente a la expedición del acto.
La omisión de publicación no puede tener como resultado privar a un particular de derechos o prerrogativas que
tuviera frente o contra el estado. Si mediante esta omisión se perjudican derechos de particulares, los jueces
deberán buscar soluciones de equidad.
Ámbito subjetivo.
Las leyes son obligatorias para todos los que habitan el territorio de la República, sean ciudadanos o
extranjeros, residentes, domiciliados o transeúntes, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales.
La publicación es un medio para obtener el conocimiento. Para la autoridad, el derecho es conocido, aunque no
haya sido publicado.
Leyes secretas.
En algunos casos esta puede omitirse. Estas son admisibles porque su divulgación podría perjudicar los destinos de
la república y porque no imponen obligaciones a la generalidad de los habitantes.
Las leyes rigen después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día que ellas determinen.
Vocatio legis.
Las leyes pueden dilatar su entrada en vigencia por un lapso que ella misma determine durante el cual no se aplica.
Es la vocatio legis que quiere decir descanso de la ley, un periodo para que esta se conozca y se difunda.
Según la graduación de su imperatividad, según su régimen, para ser o no ser dejadas de lado son: Leyes
imperativas: son aquellas que prevalecen sobre cualquier acuerdo diverso de las particulares sometidas a ella. En
algunos casos asumen la forma de mandatos o de prohibiciones, pero los particulares no pueden dejarlas sin efecto.
Leyes supletorias: son las que las partes pueden modificar, sustituyéndose su régimen por el convencional que
hubiesen acordado. Solo rigen en el supuesto de ausencia de voluntad de los particulares. Se llaman así, porque
suplen la voluntad de las partes inexpresada en los contratos.
Los jueces no tienen facultades para modificar las estipulaciones de los contratos, excepto que sea a pedido
de una de las partes cuando lo autoriza la ley, o de oficio cuando se afecta, de modo manifiesto, el orden
público.
a. las normas indisponibles, que se aplican en sustitución de las cláusulas incompatibles con ellas;
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b. las normas supletorias;
c. los usos y prácticas del lugar de celebración, en cuanto sean aplicables porque hayan sido declarados
obligatorios por las partes o porque sean ampliamente conocidos y regularmente observados en el ámbito en
que se celebra el contrato, excepto que su aplicación sea irrazonable.
Ley en sentido formal, es la norma escrita y sancionada por la autoridad pública competente. Es aquella que se
agota en el caso concreto, por lo que carece de generalidad.
Ley en sentido material, es acto el emanado del poder ejecutivo, que tiene carácter general, no se agota en el caso
concreto.
La distinción tiene importancia desde que es necesario saber cuándo una ley rige para todos y cuando no.
Ley si material y si formal: es aquella norma que se aplica a cualquier caso, es de carácter general.
Ley si material y no formal: es aquella que sirve para cualquier caso futuro.
Leyes rígidas son aquellas cuya disposición es precisa y concreta: al aplicarlas, el juez no hace sino comprobar la
existencia de los presupuestos o condiciones legales e impone la única consecuencia posible, claramente fijada en
la ley.
Las leyes flexibles son elásticas, se limitan a enunciar un concepto general, fluido: el juez, al aplicar la ley, tiene un
cierto campo de acción, dentro del cual se puede mover libremente. Estas fórmulas elásticas, flexibles, tienden a
difundirse cada vez más en la técnica legislativa moderna, que prefiere no aprisionar al juez con fórmulas rígidas.
La hipótesis de ley modificatoria se da cuando el legislador dicta una ley y un tiempo después dicta una nueva
supuestamente aclarando o interpretando a la anterior, y en realidad determina cosa distinta.
La ley es aclaratoria cuando realmente aclara un sector oscuro de una ley anterior.
Está prohibida la renuncia general de las leyes. Los efectos de la ley pueden ser renunciados en el caso
particular, excepto que el ordenamiento jurídico lo prohíba.
Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley cuando la renuncia no está prohibida y
sólo afecta intereses privados.
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Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley cuando la renuncia no está prohibida y
sólo afecta intereses privados. No se admite la renuncia anticipada de las defensas que puedan hacerse valer
en juicio.
Si la renuncia se hace por un precio, o a cambio de una ventaja cualquiera, es regida por los principios de los
contratos onerosos. La renuncia gratuita de un derecho sólo puede ser hecha por quien tiene capacidad para
donar.
La prescripción ya ganada puede ser renunciada por las personas que pueden otorgar actos de disposición.
La renuncia a la prescripción por uno de los codeudores o coposeedores no surte efectos respecto de los
demás. No procede la acción de regreso del codeudor renunciante contra sus codeudores liberados por la
prescripción.
Principio de inexcusabilidad.
La ignorancia de las leyes no sirve de excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el
ordenamiento jurídico.
3.- La costumbre.
Concepto.
La costumbre consiste en la observancia constante y uniforme de un cierto comportamiento por los miembros de
una comunidad social con la convicción de que responde a una necesidad jurídica.
Elementos.
Se dividen en:
Elemento objetivo: está constituido por la serie de actos semejantes, uniformes y constantemente repetidos. Debe
presentar los siguientes caracteres:
-Uniformidad: en el modo de realización del hecho, sin las alteraciones substanciales con respecto a las leyes
anteriores.
-Generalidad: de la práctica de hecho que no habrá de ser efectuado solo por ciertos sectores sociales sino por todo
el pueblo.
-Duración de la práctica: por un cierto tiempo sin que pueda determinarse lapsos.
Elemento subjetivo o psicológico: consiste en la convicción común de que se trata de una práctica obligatoria, de la
cual surgen derechos y deberes.
Clases de costumbres.
-Secundum legem: es la norma consuetudinaria que deriva su vigencia de una disposición de la ley.
-Praeter legem: es la norma consuetudinaria que rige una situación no prevista por la ley. Crea normas supletorias
en caso de silencio de la constitución.
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-Contra legem: carece de valor jurídico. Este principio es elemental en todo derecho positivo; de lo contrario se
fomentaría la desobediencia, pues bastaría que la comunidad se opusiera al cumplimiento de una ley para que esta
cayera en desuso y perdiera su fuerza obligatoria. La costumbre no puede derogar ni sustituir una ley.
4.- La jurisprudencia.
La jurisprudencia es la fuente de derecho que resulta de la fuerza de convicción que emana de las decisiones
judiciales concordantes sobre un mismo punto.
Es el equivalente a ciencia o conocimiento del derecho, desde el punto de vista etimológico. Se refiere al sentido
concordante de las resoluciones de los órganos jurisdiccionales del estado. Se refiere a los fallos de los tribunales
judiciales que sirven de precedentes a futuros pronunciamientos.
Clases de jurisprudencia.
-Jurisprudencia extensiva: es la que incluye en la norma legal, situaciones que no son previstas por el legislador.
-Jurisprudencia deformante: es la que deforma o desvía el sentido de la norma legal, para satisfacer lo que estima
una necesidad de vida.
-Jurisprudencia derogativa: es la que elabora el régimen a que ha de ajustarse una determinada situación,
contraviniendo lo dispuesto por la ley.
Dado que el juez o en el intérprete acuden a los fallos anteriores, buscando en ellos objetivar el sentido jurídico de
su caso, no cabe duda de que la jurisprudencia sea fuente del derecho. Y dado que este sentido no se objetiva
solamente como una valoración libre, no cabe duda de que es fuente formal.
Luego, la jurisprudencia no es fuente formal, puesto que no obliga al juez. Sin embargo, la jurisprudencia es
relativamente obligatoria, ya que si bien el juez puede dejarla de lado, para ello debe proceder con el debido
fundamento.
Es un inconveniente que solo en el ámbito del derecho penal exista un recurso de casación, lo cual implica que en
el derecho civil es más complicado el intento de unificar la interpretación del derecho. Esta situación puede
acarrear incertidumbre y desigualdad.
Las ventajas son varias, la jurisprudencia tiene obligatoriedad espiritual, es decir, los jueces siguen el precedente
por criterio de imitación. Los jueces pueden evitar que el juicio se extienda y encarezca aplicando la jurisprudencia
de la corte suprema. El juez esta resguardado de convertirse en legislador circunscribiéndose a la labor
interpretativa.
La profunda originalidad del derecho anglosajón consiste esencialmente en que la fuente fundamental de los
derechos y obligaciones no es la ley escrita, sino las decisiones de los tribunales, los precedentes judiciales.
El juez de este sistema da por sentado que todo litigio ha de tener su solución en los antecedentes jurisprudenciales.
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5.- La doctrina.
Concepto e importancia.
La doctrina juega en la ciencia del derecho el mismo papel que la opinión pública en la política, el que es muy
considerable, pues orienta la interpretación que cuadra efectuar del derecho y prepara, por su labor crítica y por el
valor de la enseñanza, muchos cambios en la legislación y en la jurisprudencia.
Esto explica la importancia de la doctrina en la evolución del derecho, pero aún respecto del derecho positivo
vigente la doctrina es elemento capital de su conocimiento, porque la jurisprudencia, que hace vivir el derecho,
suele tomar los principios de sus decisiones de la cantera inagotable que le proporciona la doctrina de los autores.
Concepto e importancia.
El Derecho comparado consiste en el estudio de las diversas instituciones jurídicas a través de las legislaciones
positivas vigentes en distintos países.
Dos concepciones diferentes se han esbozado respecto del carácter de esta ciencia: para unos autores, el derecho
comparado es una disciplina auxiliar del derecho nacional positivo, que contribuye a reforzar las soluciones de este
o a insinuar sus cambios. Para otros autores es una ciencia principal, autónoma, que pone de relieve el fondo común
de las diversas legislaciones positivas, con lo que permite alcanzar el conocimiento de las leyes de la evolución de
dichas legislaciones, las finalidades perseguidas y la existencia de principios que recibe una adhesión más o menos
numerosa.
Desde este punto de vista es incuestionable la importancia del derecho comparado, tanto más cuanto la evolución
social y económica de los pueblos se orienta hasta un tráfico más frecuente de personas, ideas y bienes.
Son los fundamentos en los que se apoya el ordenamiento jurídico a partir de las cuales se crean todas las demás
normas. Son enunciados generales. que sirven de fundamento al derecho positivo de cada país.
Según el código civil se aplicaran en defecto de ley y costumbre sin perjuicio de su carácter informador del
ordenamiento jurídico. Este precepto atribuye a los principios generales del derecho una doble función:
Esta función significa que los principios generales, como fundamento del orden jurídico, han de ser tenidos en
cuenta al crear y al aplicar las otras fuentes del derecho, porque tienen un carácter básico y fundamental en la
organización de la comunidad que se conduce por ellos puesto que suministran pautas o modelos de conducta.
-Función supletoria:
Como tercera fuente del derecho, de carácter subsidiario, que se aplica en defecto de ley de costumbre. Con su
aplicación, decimos que nuestro sistema de fuentes es completo y que no tiene lagunas ya que los jueces y
tribunales siempre tendrán normas para aplicar al caso controvertido necesitado de regulación, porque las leyes y
costumbres pueden faltar en algún caso, pero nunca faltaran los principios generales del derecho, y de aquí la
indudable importancia de esta fuente.
8.- La equidad.
Concepto e importancia.
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Es la versión inmediata del derecho natural. Esta ampara los bienes fundamentales del hombre cuya privación trae
consigo la perdida de la asistencia o convicción humana. Ese amparo de bienes es de ordinario efectuado por el
derecho positivo.
El juez se servirá de la equidad para decir el derecho cuando el legislador es oscuro incompleto. La equidad en el
aspecto positivo da origen a una obligación natural.
ARTICULO 332.-Lesión.
Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes explotando la
necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación. Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal
explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones. Los cálculos deben hacerse según valores
al tiempo del acto y la desproporción debe subsistir en el momento de la demanda. El afectado tiene opción
para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio, pero la primera de estas acciones se debe
transformar en acción de reajuste si éste es ofrecido por el demandado al contestar la demanda. Sólo el
lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.
Los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la capitalización de
intereses excede, sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del dinero para deudores y
operaciones similares en el lugar donde se contrajo la obligación. Los intereses pagados en exceso se imputan
al capital y, una vez extinguido éste, pueden ser repetidos.
Los jueces pueden reducir las penas cuando su monto desproporcionado con la gravedad de la falta que
sancionan, habida cuenta del valor de las prestaciones y demás circunstancias del caso, configuran un
abusivo aprovechamiento de la situación del deudor.
Los jueces pueden imponer en beneficio del titular del derecho, condenaciones conminatorias de carácter
pecuniario a quienes no cumplen deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial. Las condenas se
deben graduar en proporción al caudal económico de quien debe satisfacerlas y pueden ser dejadas sin
efecto o reajustadas si aquél desiste de su resistencia y justifica total o parcialmente su proceder. La
observancia de los mandatos judiciales impartidos a las autoridades públicas se rige por las normas propias
del derecho administrativo.
ARTICULO 1718 (inciso c).-Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho.
Está justificado el hecho que causa un daño: c) para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo
inevitable, que amenaza al agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se
halla justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En este caso, el damnificado
tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo considere equitativo.
El juez, al fijar la indemnización, puede atenuarla si es equitativo en función del patrimonio del deudor, la
situación personal de la víctima y las circunstancias del hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de dolo
del responsable.
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B) Interpretación y aplicación de la ley.
1.- Interpretación.
La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las
disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de
modo coherente con todo el ordenamiento.
Concepto y Necesidad.
Interpretar es buscar el sentido y valor de la norma para medir su extensión precisa y apreciar su eficacia en cuanto
al gobierno de las relaciones jurídicas, aparentemente comprendidas en el ámbito de su vigencia.
No es posible realizar la aplicación de la norma sin su previa interpretación, la cual es necesaria. En verdad, no hay
leyes claras ni oscuras, puesto que todas requieren ser interpretadas. El procedimiento de la hermenéutica está
sometido a reglas que disciplinan el uso de los varios medios a que pueda recurrir el intérprete.
La interpretación legislativa es la efectuada por el mismo legislador al definir cuál es el alcance y sentido de una
norma a través de una norma precedente. Esta clase de interpretación es obligatoria para el intérprete como la ley
misma, porque se apoya en la autoridad del legislador para regir la actividad del intérprete.
Una ley es realmente interpretativa cuando se confunde con la ley anterior, aquí se da un efecto retroactivo.
Entonces diremos que las leyes interpretativas son retroactivas porque no constituyen una norma nueva. Puede
darse dos casos: la nueva ley solo aclara el significado de una ley anterior. La nueva ley amplia o restringe a la ley
anterior.
La ley modificatoria es aquella que amplia o restringe la comprensión de la ley que modifica
b) Interpretación judicial.
Es la que realizan los tribunales de justicia al aplicar las leyes; esta solo resulta obligatoria para las partes del juicio,
salvo que se trate de fallos plenarios.
La Interpretación Judicial busca el sentido de la ley que más convenga al caso que debe decidir. Es una
interpretación influida por los hechos del caso, por los intereses en juego, por la justicia y la moral que resultan de
una solución dada. Es de naturaleza "concreta".
Límites constitucionales.
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Deber de resolver.
El juez debe resolver los asuntos que sean sometidos a su jurisdicción mediante una decisión razonablemente
fundada.
c) Interpretación doctrinaria.
Concepto y utilidad.
Es la que emana de los autores de obras jurídicas. Carece de obligatoriedad formal pero constituye un importante
aporte al esclarecimiento del sentido de los textos legales que los jueces utilizan con frecuencia.
Métodos Clásicos.
Todos estos métodos tienen apego a la intención del legislador; convertía al juez en un autómata, consistía en
precisar la voluntad del legislador.
-Método exegético: La tarea del juez consistía en analizar el significado de los textos y precisar todas sus
consecuencias posibles.
-Método dogmático: De distintas normas diseminadas en el código se inducía al principio general que las había
inspirado, aun cuando no estuviese expresamente establecido y una vez obtenido el principio, se lo aplicaba a casos
no previstos en el código.
Orientaciones Modernas.
Propugnó la necesidad de dar al juez un campo de acción más amplio y digno de su función.
-Método histórico: Niega que el objeto de la interpretación sea descubrir la intención del legislador. La ley es un
producto de la época, del medio social, de la aspiración de la comunidad. El legislador trabaja sobre conceptos y
nociones. Si las circunstancias cambian la ley debe ser interpretada como lo exigen las actuales circunstancias.
-Método de Gèny: Sostiene la aplicación de la ley en un sentido original, recurriendo a las fuentes formales del
derecho. Son la costumbre, la tradición (jurisprudencia y doctrina antigua) y la autoridad (jurisprudencia y doctrina
moderna), si estas no dieran la solución adecuada el juez debe proceder a la libre investigación científica.
-Escuela de derecho libre: Reconoce mayor libertad a los jueces para la aplicación de la ley. La ley no es más que
una guía para el juez, pero éste debe separarse de ella, cada vez que su conciencia se lo imponga.
-Escuela del derecho contemporáneo: En los principios comunistas o nacionales socialistas, el juez no podía
fallar según su conciencia sino conforme al espíritu de la legislación revolucionaria. La libertad judicial
desapareció por efecto de la dependencia del poder ejecutivo.
-Escuela del realismo norteamericano: El espíritu del Common law hace referencia a la escuela del realismo
jurídico. Dentro de este movimiento se distingue el derecho efectivo (consiste en las reglas sentadas por los
tribunales y aplicadas por éstos) y las fuentes del derecho (leyes, precedentes jurisprudenciales, opiniones
doctrinales y principios éticos). El juez forma una opinión sobre el caso y una convicción de lo que es justo
respecto de éste; y después busca los principios que puedan justificar esa opinión.
Interpretacion.
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La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las
disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de
modo coherente con todo el ordenamiento.
Consecuencias de la interpretación.
Un lugar decisivo dentro de la teoría de la hermenéutica ocupa el valor del resultado de la interpretación, como
criterio de la misma interpretación.
Por otra parte, cuando el resultado directo de la interpretación de la ley sea el imperio de la iniquidad, entonces el
resultado servirá para apartar la vigencia de tal norma.
Finalmente el elemento del resultado tiene especial aplicación para resolver esas disputas jurídicas famosas, que
amontonan una serie de autores en un sentido y otra serie de pareja significación en el sentido opuesto, son las
llamadas vexatas cuestiones, a las que cuadra poner término para lograr una efectiva seguridad jurídica, apelando al
mejor resultado que es posible obtener de una u otra interpretación.
PUNTO INCOMPLETO
A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes.
Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en contrario. La
retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías constitucionales.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución, con excepción de las normas
más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.
Lo primero es que el legislador es dueño de sujetar a un cierto comportamiento la conducta presente de los hombres
y prever una cierta sujeción futura de la misma. En cambio, no es dueño de cambiar lo pasado que ocurrió de
conformidad al régimen legal entonces imperante, y especialmente no es dueño de declarar en términos generales,
que lo que fue ajustado a derecho en su tiempo, no haya sido legítimo.
En segundo lugar, si no obstante lo expuesto el legislador se arrogara el poder de gobernar el pasado e introducir
modificaciones en lo ya acontecido que era legítimo, se caería en la más horrible inseguridad jurídica, porque nadie
estaría seguro de que lo que hoy realiza no pudiese quedar aniquilado por una ley posterior. En este sentido el
principio de irretroactividad de la ley protege la pacífica subsistencia de la sociedad humana.
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La ley fija una fecha a partir de la cual comienza su vigencia, derogando así a la ley anterior, de manera que no
haya conflicto entre las leyes.
Se establece la aplicación inmediata de la ley a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes. Las que se constituyeron o se extinguieron cumpliendo los requisitos de la lay anterior no son
alcanzadas por este efecto inmediato. Las que están en proceso de constitución son alcanzadas por la nueva ley, de
manera que la regla es la aplicación inmediata.
Las leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución, con excepción de las normas más
favorables al consumidor en las relaciones de consumo.
El fundamento es que la ley supletoria tiene un rango inferior a la autonomía de la voluntad y por lo tanto las
cláusulas del contrato deben respetarse, ya que no hay un interés público.
La excepción a esta regla son las relaciones de consumo descritas por el artículo 1.092, en las que las nomas deben
ser aplicadas conforme con el principio de protección del consumidor y el acceso al consumo sustentable.
Cuando concurren disposiciones de este Código y de alguna ley especial, las normas se aplican con el siguiente
orden de prelación:
En los casos en que concurran las disposiciones de este Código y las de alguna ley especial relativa a
responsabilidad civil, son aplicables, en el siguiente orden de prelación:
b. la autonomía de la voluntad;
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Los plazos de prescripción en curso al momento de entrada en vigencia de una nueva ley se rigen por la ley
anterior.
Sin embargo, si por esa ley se requiere mayor tiempo que el que fijan las nuevas, quedan cumplidos una vez que
transcurra el tiempo designado por las nuevas leyes, contado desde el día de su vigencia, excepto que el plazo
fijado por la ley antigua finalice antes que el nuevo plazo contado a partir de la vigencia de la nueva ley, en cuyo
caso se mantiene el de la ley anterior.
Las leyes son obligatorias para todos los que habitan el territorio de la República, sean ciudadanos o extranjeros,
residentes, domiciliados o transeúntes, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales.
De la determinación de la ley aplicable se ocupa el derecho internacional privado. Pero como los principios de ese
derecho está substancialmente contenido en el Código Civil, de allí el estudio sumario que se hace de los mismos
en los cursos de derecho civil.
CONCEPTO DE TERRITORIO:
El "territorio" de nuestro país, a los efectos de la aplicación de las leyes argentinas, está integrado por los siguientes
lugares:
-El suelo: comprendido dentro de los límites políticos de la Nación, incluidos los ríos y lagos internos, las islas y el
sector antártico argentino. También incluye todo lo que está debajo del mismo
-El mar territorial, entendiéndose por tal, la franja de mar que baña les costas hasta doscientas millas marinas
medidas desde la línea de la más baja marea;
-Los golfas, bahías o ensenadas, aunque su concavidad no quede totalmente cubierta por el mar territorial;
-Los barcos de guerra argentinos, sea que se encuentren en alta mar, en mar territorial extranjero o fondeados en
puerto extranjero.
-Los barcos, y aeronaves mercantes de bandera argentina cuando están en alta mar. Por el contrario cuándo están
aguas territoriales extranjeras, a diferencia de los buques de guerra, caen bajo la jurisdicción a que pertenece el mar
territorial.
-Por la extraterritorialidad que les corresponde no integran el territorio argentino, las embajadas y legaciones
extranjeras, como tampoco los buques y aeronaves, de guerra extranjeros que navegan en el espacio aéreo o aguas
nacionales.
Las leyes son, obligatorias para todos los que habitan el territorio de la república, sean ciudadanos o extranjeros,
domiciliados o transeúntes. La regla general es la aplicación territorial de la ley.
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Sólo cuando esta misma ley lo dispone, se hará en ciertos casos aplicación extraterritorial de la ley, es decir,
aplicación dé a la ley extranjera por los jueces de nuestro país.
Pero encontrando los siguientes límites: las leyes extranjeras no serán aplicables cuando su aplicación se oponga al
derecho público o criminal de la República, a la religión del Estado, a la tolerancia de cultos o a la moral y buenos
costumbre.
Cuando la ley territorial así lo dispone cesa la aplicabilidad de ésta para hacer lugar a la, aplicación de la ley
extranjera. Como ésta viene, en tal caso, a aplicarse fuera de su propio territorio se habla aquí de aplicación
extraterritorial de la ley.
La enunciación de las situaciones en que la ley territorial cede su aplicación a favor de la ley extranjera, integra el
contenido del "derecho internacional privado" que se ocupa especialmente de determinar en tales casos cuál es la
ley extranjera aplicable.
Para ello se atribuye, para cada clase de relación jurídica, la aplicabilidad de una ley determinada:
El modo de contar los intervalos del derecho es el siguiente: día es el intervalo que corre de medianoche a
medianoche. En los plazos fijados en días, a contar de uno determinado, queda éste excluido del cómputo, el cual
debe empezar al siguiente. Los plazos de meses o años se computan de fecha a fecha. Cuando en el mes del
vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entiende que el plazo expira el último día de ese
mes. Los plazos vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento respectivo.
El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, y no se excluyen los días inhábiles o no laborables.
En los plazos fijados en horas, a contar desde una hora determinada, queda ésta excluida del cómputo, el cual
debe empezar desde la hora siguiente. Las leyes o las partes pueden disponer que el cómputo se efectúe de otro
modo.
la codificación es un fenómeno constante de la evolución jurídica que consiste en la reunión orgánica de todas las
normas vigentes en un país en un cuerpo único. Puede considerarse como una ley natural de la evolución jurídica.
En efecto, cuando las relaciones sociales adquieren cierta complejidad cada vez se hace más dificultoso saber cuál
es la norma que debe aplicarse en un caso dado. De ahí la necesidad de poner claridad en el asunto.
En un primer momento no se pensó sino en efectuar recopilaciones o compilaciones de las disposiciones existentes.
Luego se introdujo una variante con las consolidaciones. Finalmente se llegó a las codificaciones.
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La recopilación consiste en la inserción en un solo cuerpo de todas las disposiciones existentes, o de las que se
refieren a una parte del derecho. Las disposiciones insertas en una recopilación no tienen fuerza de ley.
Las consolidaciones consisten en la presentación sistemática y metódica de las leyes imperantes con eliminación de
las que han sido derogadas.
Con respecto a las recopilaciones y las consolidaciones, los códigos se diferencian esencialmente en que sus
disposiciones tienen fuerza de ley.
Los caracteres de los códigos son: la unidad, indica que el código unifica en su contenido las reglas concernientes a
una determinada rama del derecho. la exclusividad, significa que al tiempo de su sanción, el código ha de contener
todas las reglas jurídicas existentes sobre la materia a que se refiere. la sistematización, constituye la nota científica
de los códigos.
el movimiento universal de codificación del siglo XIX, tiene sus precedentes históricos, el más antiguo conocido
son las leyes de Manu. Luego le siguieron en el tiempo, el antiguo testamento, y el Corán. Tenían como rasco
común la reunión de preceptos religiosos, morales y jurídicos.
Los primeros grandes códigos jurídicos fueron los romanos, cuya expresión suprema fue la codificación llevada a
cabo por Justiniano y que se conoce con el nombre de corpus iuris civil.
En España, la legislación se mantuvo dividida. A medida que la población se fue mezclando se hizo necesario la
adopción de una legislación común que no tomara en cuenta el origen racial de las personas.
En la alta edad media, cobro vigor un movimiento codificador que culminó con la legislación de Alfonso X el
sabio: nos referimos al Fuero Viejo de Castilla, el Fuero Real y las Siete Partidas. Algunos siglos después el
movimiento de codificación se reanuda con las Ordenanzas de Castilla, las Leyes de Toro y la Nueva Recopilación
de 1567.
En Francia, la codificación constituía una necesidad por la desordenada profusión de reglas existentes. Se pensó
en la factura de un código, como una obra de raíz puramente intelectual, que habría de remediar para siempre el
desorden que había sido hasta entonces el derecho.
La redacción del código civil francés fue encargada a una comisión que trabajó arduamente y en el plazo más breve
que conoce la historia elaboro el proyecto del futuro código. Este fue llamado Código Napoleón. Con las
conquistas napoleónicas el movimiento codificador se expandió por Europa.
en Alemania una tendencia nacionalista veía en la sanción de códigos el medio idóneo para contribuir a la unión
alemana.
Pero frente a esos factores se alzaba la escuela histórica del derecho, presidida por Savigny y Hugo, la cual sostenía
lo inadecuado de la sanción de códigos por el estancamiento del derecho en que redundarían.
Ventajas:
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-Favorece la conformación de un espíritu nacional por la supremacía del código sobre las legislaciones locales.
Inconvenientes:
-puede inducir al intérprete a la creencia errónea de que todo queda resuelto por la aplicación del código.
-Se corre el riesgo de quebrantar la sistematización y coherencia del sistema legislativo, que es la mayor ventaja de
la codificación.
El nuevo Código Civil y Comercial de la República Argentina es el cuerpo legal que reúne las bases del
ordenamiento jurídico en materia civil en la Argentina.
Fue redactado por una comisión de juristas designada por Decreto 191/2011.
El texto final fue aprobado mediante la Ley Nº 26.994, y entro en vigencia el 1 de agosto de 2015 reemplazando al
viejo Código Civil de la República Argentina redactado por Dalmasio Vélez Sarsfield.
El código es la base del Derecho privado argentino. A principios de 2011, mediante el Decreto Presidencial
191/2011, se constituyó la "Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización y
Unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación", integrada por el Presidente de la Corte Suprema de la
Nación Argentina, Ricardo Lorenzetti, la Vicepresidente de ese cuerpo (Elena Highton de Nolasco) y la ex
miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza, Profesora Aída Kemelmajer de Carlucci.
La comisión recibió propuestas y colaboraciones de numerosos juristas. A inicios de octubre del año 2014 se
promulgó el Nuevo Código Civil y Comercial Argentino.
Reformas parciales:
Estas actualizaciones fueron realizadas en forma jurisprudencial o mediante reformas legislativas, enumerándose en
adelante sólo algunas de las reformas legislativas más influyentes.
Ley de matrimonio civil: el sistema original de Código no obligaba a los católicos a la celebración del matrimonio
civil.
Ley de derechos civiles de la mujer: la Ley n. º 11.357, amplió la capacidad civil de la mujer casada.
Nombre: la regulación del nombre de las personas fue librada a la costumbre por el codificador.
Ley de adopción: el texto original del código no reguló la adopción, que fue introducida mediante la Ley n. º
13.252 sancionada el 23 de septiembre de 1948. Sustituidas por la Ley nº 18.248, promulgada el 28 de octubre de
1968.
Adopción: la antigua ley fue sustituida por la Ley Nº 19.134, sancionada el 3 de junio de 1971.
Matrimonio civil: La reforma del matrimonio civil, que consistió en el reemplazamiento de las palabras "marido" y
"esposa" por las palabras "cónyuges" y "contrayentes" otorgó la posibilidad de contraer matrimonio a parejas del
mismo sexo. Fue promulgada en la madrugada del 15 de julio de 2010.
Este proyecto se originó mediante una comisión formada por un miembro designado por la Corte Suprema de
Justicia, otro por cada una de las Cámaras Civiles de la Capital Federal, otro por la Academia Nacional de Ciencias
Jurídicas, otro por el Colegio de Abogados y otro por cada una de las facultades de Derecho de las universidades
nacionales de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y del Litoral.
Al doctor Bibiloni se le encargó la redacción del anteproyecto, que serviría de orientación para los debates. Bibiloni
concluyó la tarea en 6 años, pero al igual que con el proyecto de Dalmasio, se fueron publicando diversos libros a
medida que el trabajo avanzaba. De esta forma, la Comisión comenzó a debatir desde 1926.
Art. 2º — La Comisión creada por el artículo anterior, tendrá a su cargo el estudio de las reformas al CODIGO
CIVIL y al CODIGO DE COMERCIO DE LA NACION que considere necesarias, a fin de producir un texto
homogéneo de todo el referido cuerpo normativo.
Art. 3º — La mencionada Comisión se integrará con los señores Ministros de la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA NACION, doctores Ricardo Luis LORENZETTI, quien actuará como Presidente, y Elena
HIGHTON de NOLASCO y la Profesora Aída KEMELMAJER de CARLUCCI, quienes contarán con el apoyo de
un Secretario. Los mismos desempeñarán sus cargos "ad honorem".
Art. 4º — La Comisión deberá elevar un proyecto de ley de reforma, actualización y unificación del Código Civil y
del Código de Comercio de la Nación en el plazo de TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO (365) días corridos, a
partir de la fecha de su constitución. Dicho plazo podrá ser ampliado a pedido de la Comisión.
Art. 5º — La Comisión dictará su propio reglamento, se reunirá periódicamente y decidirá por mayoría.
Art. 6º — Para el cumplimiento de su cometido, la Comisión contará con el apoyo técnico y administrativo de la
Dirección General de Asistencia Técnica y Legislativa dependiente de la SECRETARIA DE JUSTICIA del
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS.
Art. 7º — Facúltese al Ministro de Justicia y Derechos Humanos, para designar al Secretario de la Comisión creada
por el presente acto, a cursar las comunicaciones y emitir los actos de implementación que resulten necesarios para
el cumplimiento del presente.
Se trata de un proyecto ambicioso que se ocupa de modernizar el Código Civil en muchísimos aspectos. Se impone
decir, en contra de lo que se conoce hasta el momento, que no ha tenido suficiente difusión ni entre los juristas ni
entre el público en general.
Además no se conocen las posiciones de la Academia de Derecho, de la universidad, de los colegios de abogados,
de la Iglesia Católica y de las demás confesiones que, en materia de familia y filiación, siempre tienen una voz
autorizada.
Entre los temas más discutibles está el del comienzo de la existencia de las personas. Si bien el proyecto admite que
ésta comienza con la concepción en el seno materno, lo cual es positivo en materia de protección del derecho de
vida del por nacer, amplía el concepto a la concepción extracorpórea, al decir que la existencia de los concebidos
mediante técnicas de reproducción asistida comienza con la implantación en el seno materno.
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Esta definición deja sin protección a los embriones aún no implantados, que para un importante sector de opinión
son personas humanas, y que quedan así reducidos a la situación de las cosas y, como tales, susceptibles de
manipulaciones.
Otro de los temas sensibles en esta línea es la introducción de lo que se llama la "voluntad procreacional", como
elemento determinante de la filiación asistida ajena a la realidad genética, lo cual contradice el derecho a la
identidad del niño, como ha señalado recientemente la Corporación de Abogados Católicos. La maternidad
subrogada, o en otras palabras, el "alquiler de vientres", es admitida por el proyecto pese a que siempre se la
consideró un contrato de objeto inmoral.
La pretendida justificación de que en el extranjero se admiten estas prácticas nada prueba respecto de su bondad.
Por otro lado, no es un dato menor en la materia el conflicto entre realidad genética y gestación; la fuerza de la
madre portadora la convierte en madre psicológica y esto hace temblar la letra del "contrato" que se cuestion.
La fecundación post mórtem es otra de las novedades cuestionables, pues se fuerza la naturaleza y crea un niño sin
uno de los padres. Esta separación del acto procreativo diferido en el tiempo puede dar lugar a graves
inconvenientes futuros.
En materia de adopción se mantienen las distintas clases: plena y simple, y se agrega la de integración, que se
refiere al hijo del cónyuge o del conviviente.
Finalmente, por trazar un límite arbitrario de temas, se regulan dos aspectos del derecho de familia: el llamado
vulgarmente "divorcio exprés", que supera en velocidad al divorcio por presentación conjunta en caso de
interrupción de la convivencia. Pero más allá de ello, suprime la idea de culpa, ya no se discutirán más la
infidelidad ni los maltratos ni el abandono del hogar.
Ley 26.994.
Sancion.
Promulgacion y publicación.
Fue promulgada el dia 7 de Octubre de 2014. Publicada en el boletín el dia 08 de octubre de 2014.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1° — Apruébese el Código Civil y Comercial de la Nación que como Anexo 1 integra la presente ley.
Derogación.
ARTICULO 4° — Deróguense el Código Civil, aprobado por la ley 340, y el Código de Comercio, facultándose al
Poder Ejecutivo nacional a renumerar los artículos de la citada ley en virtud de la incorporación de las normas
precedentes.
ARTICULO 6° — Toda referencia al Código Civil o al Código de Comercio contenida en la legislación vigente,
debe entenderse remitida al Código Civil y Comercial de la Nación que por la presente se aprueba.
ARTÍCULO 8° — Disponerse como normas complementarias de aplicación del Código Civil y Comercial de la
Nación, las siguientes:
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Primera. “En los supuestos en los que al momento de entrada en vigencia de esta ley se hubiese decretado la
separación personal, cualquiera de los que fueron cónyuges puede solicitar la conversión de la sentencia de
separación personal en divorcio vincular. Si la conversión se solicita de común acuerdo, es competente el juez que
intervino en la separación o el del domicilio de cualquiera de los que peticionan, a su opción; se resuelve, sin
trámite alguno, con la homologación de la petición. Si se solicita unilateralmente, es competente el juez que
intervino en la separación o el del domicilio del ex cónyuge que no peticiona la conversión; el juez decide previa
vista por tres (3) días. La resolución de conversión debe anotarse en el registro que tomó nota de la separación.”
Segunda. “Se consideran justos motivos y no requieren intervención judicial para el cambio de prenombre y
apellido, los casos en que existe una sentencia de adopción simple o plena y aun si la misma no hubiera sido
anulada, siempre que se acredite que la adopción tiene como antecedente la separación del adoptado de su familia
biológica por medio del terrorismo de Estado.”
Normas transitorias.
ARTICULO 9° — Disponerse como normas transitorias de aplicación del Código Civil y Comercial de la Nación,
las siguientes:
Primera. “Los derechos de los pueblos indígenas, en particular la propiedad comunitaria de las tierras que
tradicionalmente ocupan y de aquellas otras aptas y suficientes para el desarrollo humano, serán objeto de una ley
especial.”
Segunda. “La protección del embrión no implantado será objeto de una ley especial.”
Tercera. “Los nacidos antes de la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación por técnicas de
reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz y del hombre o la mujer que también ha prestado su
consentimiento previo, informado y libre a la realización del procedimiento que dio origen al nacido, debiéndose
completar el acta de nacimiento por ante el Registro Civil y Capacidad de las Personas cuando sólo constara
vínculo filial con quien dio a luz y siempre con el consentimiento de la otra madre o del padre que no figura en
dicha acta.”
Cuarta. “La responsabilidad del Estado nacional y de sus funcionarios por los hechos y omisiones cometidos en el
ejercicio de sus funciones será objeto de una ley especial.”
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, sancionan con fuerza de
Ley:
el método de nuestro código actual tiene 2.671 artículos, un título preliminar y 6 libros.
TÍTULO PRELIMINAR.
La parte general comprende las nociones comunes a todo planteo jurídico, en especial las de persona, cosas,
hechos o actos jurídicos, que corresponden al sujeto, al objeto y a las causas del derecho.
Contenido:
-El derecho, en donde se incorporan directivas referidas a la obligación de decidir, las fuentes y reglas de
interpretación.
-Las leyes, en donde se regulan las leyes como fuente principal; obligatoriedad de la ley, leyes transitorias, el modo
en que se cuentan los intervalos del derecho.
-El ejercicio de los derechos subjetivos, en donde se contemplan principios referidos al ejercicio de los derechos
subjetivos, dirigidos al ciudadano: buena fe, abusos de los derechos, fraude de la ley, renuncia de la ley, ignorancia
o error de la ley.
-Los derechos y los bienes, en donde se especifica el campo regulatorio del Código en la materia.
Código civil alemán: es una obra de gran significación científica por el método adoptado. Es el primero
sancionado que contiene en un libro independiente las normas generales que por serlo gravitan en toda clase de
relaciones jurídicas. Con parte general.
Código civil brasileño: siguiendo la tradición de Freitas reforzada por la técnica usada por el código civil alemán,
el código brasileño separa netamente la parte general de las partes especiales. Con parte general.
Código civil suizo: constituye una alta expresión de técnica científica en la materia de la codificación, aunque ha
omitido la parte general que contiene el código alemán.
Sus disposiciones se caracterizan por la ausencia de rigidez, que deja una gran libertad a los jueces para adecuar el
principio legal a las circunstancias del caso. Sin parte general.
Código civil italiano: constituye una de las mejores expresiones de la técnica jurídica por la diafanidad de la
redacción y el buen sentido de sus disposiciones. Desde el punto de vista metódico, elimina la parte general y trata
conjuntamente las obligaciones civiles y comerciales. Sin parte general.
“Del Derecho”,
“De la ley”,
Todos estos temas se estudian habitualmente en la “Parte General” del Derecho Civil.
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Unidad 3: La relación jurídica: la persona
El sujeto de la relación jurídica
El sujeto es uno de los elementos constitutivos de la relación jurídica. Las relaciones jurídicas se establecen
exclusivamente entre personas. Normalmente se encuentra un sujeto activo titular del poder (derecho subjetivo), el
cual puede ejercer la prerrogativa a la que la relación se refiere; y un sujeto pasivo titular del deber jurídico
correlativo a aquel. Sin embargo, esos roles pueden estar entrecruzados, por ejemplo, en una compraventa.
La igualdad civil.
Art. 16 CN: “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros
personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin
otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”.
Nuestra Constitución Nacional garantiza la igualdad de todos los habitantes ante la ley. Pero esta igualdad de los
hombres en cuanto “personas” no exige un tratamiento igualitario de todos en cuanto a su capacidad, la cual
depende de las distintas circunstancias en que el hombre puede encontrarse. Así, es perfectamente compatible el
reconocimiento de la personalidad de todos los hombres con la múltiple diversidad de la capacidad de cada cual.
Comienzo de la existencia
Art. 19: “Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la concepción”.
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El Código señala que el comienzo de la existencia humana acontece desde la concepción, desde ese momento se
es persona. Sin embargo, en esta disposición, no aclara qué se entiende por concepción. El concebido es
considerado una persona humana que reclama protección.
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Duración del embarazo. Época de la concepción.
Art. 20: “Duración del embarazo. Época de la concepción. Época de la concepción es el lapso entre el
máximo y el mínimo fijados para la duración del embarazo. Se presume, excepto prueba en contrario, que el
máximo tiempo del embarazo es de trescientos días y el mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día de
nacimiento”.
El comienzo de la existencia del ser humano se remonta a la fecundación, lo que nos lleva a la concepción. La
fecundación es la acción y efecto de unirse el espermatozoide con el óvulo maduro para dar origen a un nuevo ser.
La concepción es el comienzo del embarazo, durante el cual tienen lugar la implantación del cigoto (óvulo
fecundado sin división) viable en las paredes del útero.
El embarazo es el estado de la mujer que alberga en su útero un embrión o feto vivo y que va desde la
concepción hasta el nacimiento.
Concepción y embarazo tienen una fuerte vinculación. Son dos hechos fácticos que no se sabe exactamente
cuándo se producen y el lapso de duración. Por eso, el Código establece un plazo máximo y mínimo de duración
del embarazo a contar desde el momento de la concepción (que no es cierto o no acontece en un día concreto), pero
está sujeto a prueba en contrario, ya que la duración del embarazo puede variar en casos concretos. Si bien los
derechos y obligaciones que se adquieren durante el embarazo quedan condicionados al nacimiento con vida, lo
que acontece desde la concepción hasta el nacimiento tiene incidencia en algunos aspectos que interesan al Derecho
Civil (ej: el estado de familia del nacido; la determinación de la paternidad; su vocación hereditaria; las donaciones
que puedan haberse hecho a su nombre antes del nacimiento; etc.)
Genética y Derecho
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2) La naturaleza jurídica de los gametos y su comercialización. El óvulo y los espermatozoides son elementos
regenerables que tienen inscripto el código genético de un individuo determinado. Un sector de la doctrina
considera que se trata de cosas; otro sostiene que son elementos regenerables que, como cualquiera de los
componentes del cuerpo humano, aun separados del mismo, son cosas fuera del comercio. Nos permitimos
calificarlos como bienes de la personalidad, por lo que están fuera del comercio. La comercialización de gametos
está prohibida por nuestro derecho; art. 17: “Derechos sobre el cuerpo humano. Los derechos sobre el cuerpo
humano o sus partes no tienen un valor comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y
sólo pueden ser disponibles por su titular siempre que se respete alguno de esos valores y según lo dispongan las
leyes especiales”; mientras que el art. 16 establece que están prohibidos los actos de disposición del cuerpo
humano que sean contrarios a la ley, la moral o las buenas costumbres. En consecuencia, el principio es que la
dación de gametos debe ser gratuita. Tampoco corresponde hablar de donación de gametos sino de dación.
3) El problema de los embriones supernumerarios. Ante el peligro de que una primera fecundación no triunfe,
se extraen numerosos óvulos que se fecundan. Dentro de la técnica de fecundación in vitro tiene enorme
trascendencia la posibilidad de congelar embriones a 196°C., esto plantea el problema de ¿qué hacer con ellos? El
destino del embrión no implantado dependerá fundamentalmente de sus padres, ya que si éstos deciden luego
implantarlo no hay problema. La dificultad se presenta cuando los padres se niegan o no pueden implantar
embriones congelados, y las posibles respuestas son tres: destrucción, experimentación o dación para su
implantación. El proyecto de ley 26.862 permite la cesación de la criopreservación, su utilización para
experimentación una selección genética de ellos o que se los califique en viables o inviables. La experimentación
con embriones puede alterar su genética, lo cual está prohibido por el art. 57 o una investigación sobre seres
humanos solo puede ser realizada conforme a las prescripciones del art. 58.
4) Maternidad por sustitución. Existe cuando una mujer acepta que se le implante el embrión de otra pareja para
lograr su desarrollo y darlo a luz, con el compromiso de entregar el niño a sus padres biológicos. Hay un acto de
disposición del propio cuerpo en tanto la madre sustituta “da” su útero para que en él sea implantando un embrión.
Pero este acto no puede nunca ser calificado como contrato, porque el cuerpo humano está fuera del comercio.
Aquí el consentimiento de la mujer priva de ilicitud al acto, siempre que no se vulnere la ley o la moral. Pero este
tipo de actos tiene distintas objeciones: se tiene en cuenta el interés de los padres pero no el del niño; se privilegia
el nexo genético sin tener en cuenta que son también importantes los nexos creados durante el embarazo; se disocia
voluntariamente la maternidad, ya que plantean una doble maternidad (la de la madre gestante y la madre
biológica); es contraria al orden público porque genera inseguridades con respecto a la filiación ya que no se sabe si
naturalmente hay que hacer prevalecer el lazo biológico o el vínculo de la gestación y, si bien es un derecho
personalísimo disponer del propio útero, lo que si resulta irrenunciable es la responsabilidad parental por parte de la
madre gestante porque no puede renunciar por anticipado a sus derechos sobre el niño.
5) La clonación. Se debe distinguir dos tipos de clonación: la clonación de cédulas no reproductivas (mediante la
cual se producen réplicas de un material biológico determinado) y la clonación reproductiva (dirigida a lograr el
nacimiento de un individuo clónico, ya sea vegetal, animal o humano). En la Argentina, el Poder Ejecutivo
nacional dictó un decreto limitando estas prácticas, prohibiendo experimentos de clonación con seres humanos. La
técnica de clonación puede utilizarse para todo tipo de tejidos, lo que sirve al desarrollo de terapias para el
tratamiento de diversas enfermedades. Incluso se acepta la clonación de células germinales, siempre que no esté
dirigida a la creación de un embrión.
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Segunda. “La protección del embrión no implantado será objeto de una ley especial.” (Corresponde al artículo
19 del Código Civil y Comercial de la Nación).
Tercera. “Los nacidos antes de la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación por técnicas
de reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz y del hombre o la mujer que también ha prestado
su consentimiento previo, informado y libre a la realización del procedimiento que dio origen al nacido,
debiéndose completar el acta de nacimiento por ante el Registro Civil y Capacidad de las Personas cuando sólo
constara vínculo filial con quien dio a luz y siempre con el consentimiento de la otra madre o del padre que no
figura en dicha acta.” (Corresponde al Capítulo 2 del Título V del Libro Segundo del Código Civil y Comercial de
la Nación)
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Rabinovich-Berkman dice que “hay dos reglas de oro para la interpretación del sistema argentino: la
personalidad comienza con la concepción, tanto dentro como fuera del seno materno; y los únicos derechos cuya
adquisición definitiva se halla condicionada al nacimiento con vida son los patrimoniales. En cambio, los derechos
existenciales y la personalidad en sí están presentes desde la concepción, de modo definitivo y sin condición
alguna.
El Código Civil y Comercial sostiene que la existencia de la persona empieza desde la concepción; no obstante,
su personalidad es condicional pues depende de su nacimiento con vida. Se trata de una condición legal. Es además
una condición resolutoria, ya que si el niño nace muerto, queda cumplida la condición y extinguida
retroactivamente su personalidad. Por el contrario, si nace con vida, la condición no se cumple y por lo tanto, la
resolución (extinción retroactiva) no se produce, y la personalidad que había comenzado con el embarazo prosigue.
Nacimiento de varios hijos en un solo parto: nacidos en el mismo o diferente día o años,
edad, derechos y forma de inscripción registral.
El Código derogado no efectúa distinción alguna entre mellizos (engendrados en óvulos distintos) y gemelos
(engendrados en el mismo óvulo), considerándolos a todos de la misma edad y con iguales derechos provenientes
del nacimiento.
Así lo determina el art. 88: “Si nace más de un hijo vivo en un solo parto, los nacidos son considerados de
igual edad y con iguales derechos para los casos de institución o sustitución a los hijos mayores”. Este principio
se aplica en los casos en que el nacimiento de los mellizos o gemelos hubiere ocurrido en días diferentes.
Forma de inscripción registral. La ley 26.413 sostiene en su art. 39: “Si naciera más de un hijo vivo de un
mismo parto, los nacimientos se registrarán en inscripciones separadas y correlativas, haciéndose constar en
cada una de ellas que de ese parto nacieron otras criaturas.”
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Unidad 4
DERECHOS PERSONALISIMOS Y ACTOS PERSONALISIMOS
DERECHOS PERSONALISIMOS
Concepto: Son las prerrogativas que corresponden a toda persona por su condición de tal, desde antes de su
nacimiento y hasta después de su muerte, y de las que no puede ser privada por la acción del Estado ni de otros
particulares porque ello implicaría el desmedro de la personalidad.
Constituyen una inconfundible categoría de derechos subjetivos esenciales, y que se encuentran respecto de ella
en una íntima conexión.
Caracteres:
-Innatos: porque corresponden a la persona desde su origen.
-Vitalicios: porque rigen durante toda la vida de la persona. Por lo general se considera que estos derechos se
agotan con la muerte de la persona, no obstante, ciertos aspectos se trasladan a los herederos del titular, pudiendo
éstos ejercer algún tipo de acción, esto ocurre particularmente en el ámbito de los derechos a la integridad y al
honor.
-Necesarios: no pueden faltar durante la vida del ser humano, ni pueden perderse de modo definitivo.
-Esenciales: porque representan un mínimo imprescindible para el contenido de la personalidad humana y porque
tiene por objeto los bienes más elevados frente a otros materialmente importantes.
-De objeto interior: las manifestaciones de la persona que corresponden a los derechos personalísimos son
interiores, inseparables de ella.
-Inherente: porque existe una unión inseparable del objeto respecto del sujeto.
-Extrapatrimoniales: no se los valora económicamente, tienen un valor humano, pero en caso de ser lesionados
generan a favor de su titular una acción de resarcimiento económico, sin perjuicio de que aquel pueda requerir,
también judicialmente las medidas necesarias para prevenir o hacer cesar la agregación y obtener así, el
restablecimiento de los derechos afectados.
-Relativamente indisponibles: no pueden ser enajenados ni transferidos mientras viva la persona. Sin embargo, hay
ciertas salvedades ya que puede ocurrir que el sujeto consienta la intromisión en su intimidad y aún que la fomente.
-Absolutos: son oponibles erga omnes. En todas las demás personas recae una obligación pasivamente universal, en
el sentido de que es deber de ellas respetar las facultades del sujeto.
-Autónomos: este conjunto de caracteres enumerados conforman una categoría de derechos subjetivos, que se
diferencian de todos los demás.
La incorporación de los derechos personalísimos al CCYCN: la doctrina venía reclamando desde antiguo un
régimen integral y sistemático de los derechos personalísimos, lo que se consigue con el nuevo CCyC 2015. Y ello
es razonable ya que estos derechos constituyen el reflejo de los derechos humanos en el ámbito del derecho
privado. Además el CCyC pretende concretar la constitucionalizacion del derecho privado y es por ello que el art
1 y 2 apuntan a la Constitución y los Tratados de derechos humanos como fuente del Derecho y como criterio de
interpretación y aplicación de la ley.
La dignidad e inviolabilidad de la persona humana: el art. 51 establece que: “La persona humana es
inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su dignidad”.
El precepto legal recoge la idea de que la persona tiene un valor en sí misma y como tal se le debe reconocer
una dignidad. De lo que se sigue que todo ser humano tiene frente a cualquier otro, el derecho a ser respetado por él
como persona, a no ser perjudicado en su existencia y en su propia dignidad. Esta relación de respeto mutuo que
cada uno debe a cualquier otro y puede exigir de éste , es la relación jurídica fundamental, la cual es la base de toda
convivencia en una comunidad jurídica y de toda relación jurídica en particular.
Afectaciones a la dignidad: el art. 52 dispone que: “La persona humana lesionada en su intimidad personal
o familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que de cualquier modo resulte menoscabada en su
dignidad personal, puede reclamar la prevención y reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en
el Libro Tercero, Título V, Capitulo 1.”
La norma alude a los diferentes supuestos que se reconocen como los relacionados al ámbito de la denominada
integración espiritual de la persona. Y especifica que el damnificado cuenta con una medida preventiva tendiente a
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impedir la causación del perjuicio o a evitar su ampliación o reiteración y en el caso en que el daño ya haya
acontecido, está legitimado para reclamar la indemnización de los daños correspondientes.
Disposición de derechos personalísimos: el art. 55 establece que: “El consentimiento para la disposición de
los derechos personalísimos es admitido si no es contrario a la ley, la moral o las buenas costumbre. Este
consentimiento no se presume, es de interpretación restrictiva y libremente revocable”
Los derechos personalísimos siendo derechos subjetivos que tienen por objeto las manifestaciones que hacen a
la esencia de la persona son indisponibles. Sin embargo hay numerosos supuestos en la vida cotidiana en los cuales
se evidencia la posibilidad de transmitir su disponibilidad relativa, o bien de tolerar su afectación sin reclamar por
ello, o bien de prestar el consentimiento para la realización de actos, por parte de la propia persona o por terceros,
que puedan generar una afectación directa o indirecta sobre los mismos. En todos estos supuestos, en el cual dicho
consentimiento se expresa, se los califica con tres exigencias: no se presume la renuncia al reclamo por la
afectación, por el cual quien la invoca debe probarla y por lo tanto es conveniente una documentación como prueba
del consentimiento. Esta renuncia además es de interpretación restrictiva, y es revocable en cualquier momento sin
generar consecuencias resarcitorias patrimoniales, salvo supuestos singulares, no es lo mismo un donante de órgano
que se arrepiente un momento antes, que un torero que al comenzar el espectáculo se arrepiente, para resguardar su
vida e integridad, cuando ya se produjeron gastos organizativos y publicitarios.
DERECHO A LA VIDA:
Eutanasia: Es la muerte que deliberadamente, se provoca para extinguir la vida de quien padece una
enfermedad incurable y dolorosa, a fin de evitarle sufrimientos de una larga y penosa agonía. La doctrina distingue
entre eutanasia voluntaria que a la vez se distingue en voluntaria pasiva que es aquella en el que paciente presta
su consentimiento para que se le suspenda los tratamientos terapéuticos o se niega a someterse a una intervención
quirúrgica y voluntaria pasiva, en la cual se le suministra medicamentos o drogas para producir la muerte. Y por
otro lado se encuentra la eutanasia involuntaria que es aquella en que el paciente, por su mismo estado, no puede
prestar su consentimiento; por lo que otros deciden privarle la vida mediante una acción, como la suministración de
una droga, esta sería eutanasia involuntaria activa o suprimir los tratamientos de prolongación de vida, que es
eutanasia involuntaria pasiva.
Se considera que la eutanasia voluntaria pasiva conlleva a la muerte digna. Ya que el paciente terminal puede
negarse a recibir los tratamientos médicos, por lo que no se le puede negar hacerlo, toda persona tiene derecho a
una muerte digna y a una vida digna
Ley 26.742: Muerte Digna: ha sido aprobada por el Congreso en mayo de 2012, a partir de la sanción de esta
norma los pacientes que "padecen una enfermedad irreversible, incurable o terminal o hayan sufrido lesiones que lo
coloquen en igual situación" pueden negarse a recibir procedimientos, cirugías y "medidas de soporte vital, cuando
sean extraordinarias o desproporcionadas en relación a las perspectivas de mejoría".
Para ello, deberá expresar su voluntad al médico, quien antes debe haberlo informado sobre su real estado de
salud, los tratamientos posibles y sus consecuencias.
También podrá rechazar procedimientos de hidratación o alimentación cuando estos produzcan como único
efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable. En todos los casos la negativa
no significará la interrupción de otras acciones destinadas al adecuado control y alivio del sufrimiento.
El cuerpo humano: el art. 17 establece que: “Los derechos sobre el cuerpo humano o sus partes no tienen un
valor comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y solo pueden ser disponibles, por su
titular siempre que se respete algunos de sus valores y según lo dispongan las leyes especiales”.
El cuerpo de una persona viva no es, ni en el todo ni en cualquiera de sus partes, una cosa, en el sentido de
objeto material que es susceptible de valor económico. Por tanto, son nulos los actos jurídicos que tengan por
objeto al cuerpo humano o partes no separadas del mismo, aunque se trate de partes susceptibles de renovación
como sangre, cabellos, leche materna, etc.
Actos peligrosos: el art. 54 establece que: “No es exigible el cumplimiento del contrato que tiene por objeto
la realización de actos peligrosos para la vida o la integridad de una persona, excepto que correspondan a su
actividad habitual y que se adopten las medidas de prevención y seguridad adecuadas a las circunstancias”.
La norma no produce una eximición del cumplimento de la obligación asumida contractualmente por quien,
dentro de lo que comúnmente se califica como contrato de locación de servicios, ve comprometido algún riesgo en
su vida o en su integridad psicofísica. La regla es que para que el locatario pueda exigir judicialmente el
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cumplimiento de la obligación asumida por el contratante, esa exigibilidad este supeditada en las condiciones que
el mismo artículo enuncia, es decir que el quehacer riesgoso se corresponda con la actividad habitual, que se
requiera la acreditación de un estándar razonable de experiencia en lo que se va hacer y que se tomen las medidas
preventivas y seguridades acordes a las circunstancias. Ello abre la cuestión sobre hasta qué punto la persona puede
colocarse en una situación de riesgo y cuáles son el valor y los efectos jurídicos que se atribuyen al compromiso
que se ha contraído al ofrecer una prestación o actividad de por si riesgosa, en la que se exponga la vida y la
integridad física.
Actos de disposición sobre el propio cuerpo: el art. 56 dispone: “Están prohibidos los actos de disposición
del propio cuerpo humano que ocasionen una disminución permanente de su integridad o resulten contrarios a
la ley, moral o las buenas costumbres, excepto que sean requeridos para el mejoramiento de la salud de la
persona, y excepcionalmente de otra persona de conformidad a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico.”
Prácticas prohibidas: el art. 57 establece que: “Está prohibida toda practica destinada a producir una
alteración genética del embrión que se transmita a su descendencia”.
Los avances en la medicina y la ingeniería genética han abierto, y seguirán abriendo, las perspectivas de incidir
artificialmente en la conformación genética de las personas humanas en gestación. Es así que la directiva que
emana de la norma mencionada, presenta una pauta que consiste en la prohibición de encomendar, contratar,
planificar, o realizar manipulaciones que tengan por objeto las mutaciones de los elementos gestantes de la persona
humana dentro de los cuales, podríamos medir desde la clonación hasta la modificación de los elementos
constitutivos del ser en etapa de gestación, tanto corpórea como extracorpórea.
Investigaciones en seres humanos: el art. 58 establece: “La investigación médica en seres humanos
mediante intervenciones, tales como tratamientos, métodos de prevención, pruebas diagnósticas o predictivas,
cuya eficacia o seguridad no están comprobadas científicamente, sólo puede ser realizada si se cumple con los
siguientes requisitos:
a) describir claramente el proyecto y el método que se aplicará en un protocolo de investigación;
b) ser realizada por personas con la formación y calificaciones científicas y profesionales apropiadas;
c) contar con la aprobación previa de un comité acreditado de evaluación de ética en la investigación;
d) contar con la autorización previa del organismo público correspondiente;
e) estar fundamentada en una cuidadosa comparación de los riesgos y las cargas en relación con los
beneficios previsibles que representan para las personas que participan en la investigación y para otras
personas afectadas por el tema que se investiga;
f) contar con el consentimiento previo, libre, escrito, informado y específico de la persona que participa en
la investigación, a quien se le debe explicar, en términos comprensibles, los objetivos y la metodología de
la investigación, sus riesgos y posibles beneficios; dicho consentimiento es revocable;
g) no implicar para el participante riesgos y molestias desproporcionados en relación con los beneficios
que se espera obtener de la investigación;
h) resguardar la intimidad de la persona que participa en la investigación y la confidencialidad de
su información personal;
i) asegurar que la participación de los sujetos de la investigación no les resulte onerosa a éstos y que
tengan acceso a la atención médica apropiada en caso de eventos adversos relacionados con la
investigación, la que debe estar disponible cuando sea requerida;
j) asegurar a los participantes de la investigación la disponibilidad y accesibilidad a los tratamientos que la
investigación haya demostrado beneficiosos.”
Consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud: El art. 59 dispone que: “El
consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud es la declaración de voluntad
expresada por el paciente, emitida luego de recibir información clara, precisa y adecuada, respecto a:
a) su estado de salud;
b) el procedimiento propuesto, con especificación de los objetivos perseguidos;
c) los beneficios esperados del procedimiento;
d) los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles;
e) la especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con
el procedimiento propuesto;
f) las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los alternativos
especificados;
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g) en caso de padecer una enfermedad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en estado terminal, o
haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, el derecho a rechazar procedimientos
quirúrgicos, de hidratación, alimentación, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte
vital, cuando sean extraordinarios o desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría, o
produzcan sufrimiento desmesurado, o tengan por único efecto la prolongación en el tiempo de ese
estadio terminal irreversible e incurable;
h) el derecho a recibir cuidados paliativos integrales en el proceso de atención de su enfermedad o
padecimiento.
Ninguna persona con discapacidad puede ser sometida a investigaciones en salud sin su consentimiento libre
e informado, para lo cual se le debe garantizar el acceso a los apoyos que necesite.
Nadie puede ser sometido a exámenes o tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre e
informado, excepto disposición legal en contrario.
Si la persona se encuentra absolutamente imposibilitada para expresar su voluntad al tiempo de la
atención médica y no la ha expresado anticipadamente, el consentimiento puede ser otorgado por el
representante legal, el apoyo, el cónyuge, el conviviente, el pariente o el allegado que acompañe al paciente,
siempre que medie situación de emergencia con riesgo cierto e inminente de un mal grave para su vida o su
salud. En ausencia de todos ellos, el médico puede prescindir del consentimiento si su actuación es urgente y
tiene por objeto evitar un mal grave al paciente.”
La ley 26.529 de Derechos del Paciente dispone que el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar
determinadas terapias o procedimientos médicos, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la
voluntad. El arrepentimiento no acarrea al paciente responsabilidad jurídica, sino únicamente la obligación de
abonar los gastos que se hayan realizado como consecuencia del consentimiento anterior manifestado.
Si el paciente es menor de edad debe tenerse en cuenta lo previsto por la nombrada ley, art 2 inc e. el cual
dispone que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la ley 26.061 a los fines
de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o su salud.
Directivas medicas anticipadas: el art. 60 establece: “la persona plenamente capaz puede anticipar
directivas y conferir mandatos respecto de su salud y en previsión de su propia incapacidad. Puede también
designar a la persona o personas que han de expresar el consentimiento para los actos médicos y para ejercer su
curatela. Las directivas que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas se tienen por no escritas.”
La directiva anticipada implica una anticipación de la manifestación de la voluntad, cuando la persona se
encuentra sana, o al menos en pleno uso de sus facultades intelectuales y emocionales y cuenta con la plena
capacidad de obrar. Como manifestación anticipada de la voluntad, para hacerse operativa en supuesto futuros
cuenta con dos alternativas: la persona puede decir que practicas medicas no quiere recibir, haciéndolo de modo
directo o bien designando a quien o a quienes lo harán por él, si él no puede por su futuro estado de salud; o bien
puede tomar previsiones para su propia incapacidad, designando quien sera su curador, y quien por lo tanto
dispondrá de sus bienes y persona.
Cadáver: es el cuerpo de la persona una vez que ésta ha dejado de existir. Desde un punto de vista jurídico-
legal, se lo considera como un bien material, externo de características peculiares.
Exequias: el art. 61 establece: “La persona plenamente capaz puede disponer, por cualquier forma, el modo
y circunstancias de sus exequias e inhumación, así como la dación de todo o parte del cadáver con fines
terapéuticos, científicos, pedagógico o de índole similar. Si la voluntad del fallecido no ha sido expresada, o ésta
no es presumida, la decisión corresponde al cónyuge, al conviviente y en su defecto a los parientes según el
orden sucesorio, quienes no pueden dar al cadáver un destino diferente al que habría dado el difunto de haber
podido expresar su voluntad.”
Trasplantes de Órganos: Es una técnica que presupone la realización de operaciones mutilantes en el cuerpo
de una persona con la finalidad se beneficiar a otro individuo, afectado por una enfermedad considerada incurable.
En el Derecho Argentino rige la ley 24.193 con las modificaciones impuestas por la ley 26.006.
Los recaudos que exige la ley para autorizar un trasplante de órganos son: a) inexistencia de otra alternativa
terapéutica, b) que se trate de técnicas corrientes o no experimentales, c) la inexistencia de daño grave para el
dador, d) la finalidad debe ser el mejoramiento de la salud del receptor, e) que intervenga un equipo médico
especializado, f) que se realice en un establecimiento medico autorizado.
Conforme al art 15 de la mencionada ley, la persona capaz, mayor de 18 años, podrá voluntariamente autorizar
la ablación en vida de algún órgano o material anatómico de su propio cuerpo, en tanto el receptor sea su pariente
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consanguíneo o por adopción, o su cónyuge o una persona que sin ser su cónyuge, conviva con el donante en una
relación de tipo conyugal no menos antigua de 3 años, dicho lapso se reducirá si de la relación hubieran nacidos
hijos. En los supuestos de implantación de medula ósea, cualquiera persona capaz, mayor de 18 años, podrá ser
dador sin las limitaciones de parentesco establecidas en la ley y los menos de 18 años podrán ser dadores con
autorización de su representante legal, si tiene un vínculo de parentesco con el receptor. La razón de que la
operación este limitada entre pacientes consanguíneos, está dada por el hecho de que se ha comprobado que existen
mayores probabilidades de que no se produzca el fenómeno de rechazo inmunológico en ese caso y de que tengan
mejores perspectivas de éxitos.
El mismo artículo dispone que el consentimiento del dador no puede ser sustituido ni complementado ya que la
aptitud de dar órganos es materia atinente a la capacidad de derecho, por lo que la incapacidad no puede suplirse
por el representante legal. Este artículo además establece que el consentimiento del dador puede ser evocado hasta
el instante mínimo de la intervención quirúrgica, mientras conserve capacidad para expresar su voluntad y esta
retractación no generara obligación de ninguna clase.
Tratamientos médicos: principio de autonomía: La autonomía expresa la capacidad para darse normas o
reglas a uno mismo sin influencia de presiones. Este principio tiene un carácter imperativo y debe respetarse
como norma, excepto cuando se dan situaciones en que las personas puedan no ser autónomas o presenten una
autonomía disminuida (personas en estado vegetativo o con daño cerebral, etc.), en cuyo caso será necesario
justificar por qué no existe autonomía o por qué ésta se encuentra disminuida. En el ámbito médico,
el consentimiento informado es la máxima expresión de este principio de autonomía, constituyendo un derecho
del paciente y un deber del médico, ya que las preferencias y los valores del enfermo son primordiales desde el
punto de vista ético y suponen que el objetivo del médico es respetar esta autonomía porque se trata de la salud del
paciente.
Las practicas esterilizantes: la ley 26.130 del año 2006, estableció un régimen en virtud del cual las personas
capaces y mayores de edad pueden solicitar que se les realicen prácticas esterilizantes como la “ligadura de las
trompas de Falopio” y “ligadura de los conductos deferentes o vasectomía” y ellos sin necesidad de consentimiento
del cónyuge o de autorización judicial.
El derecho a la imagen: es el derecho personalísimo cuyo regular ejercicio permite al titular oponerse a que,
por otros individuos y por cualquier medio, se capte, reproduzca, difundida o publique, sin su consentimiento o el
de la ley, su propia imagen. Y en el caso que este derecho sea vulnerado, su titular queda facultado para obtener no
solo el cese de la difusión sino también el adecuado resarcimiento.
Esta mencionado en el art. 53, que redacta: “Para captar o reproducir la imagen o la voz de una persona, de
cualquier modo que se haga, es necesario su consentimiento excepto en los siguientes casos:
a) que la persona participe en actos públicos;
b) que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario y se tomen las precauciones
suficientes para evitar un daño innecesario;
c) que se trate del ejercicio regular del derecho de informar sobre acontecimientos de interés general.
En caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus herederos o el designado por el causante
en una disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos de un mismo grado, resuelve el juez.
Pasado veinte años desde la muerte, la reproducción no ofensiva es libre.”
Se advierte de este artículo, que la protección de la imagen se extiende a la voz. Además no es necesario que
haya una afectación a la intimidad u honor porque la sola captación o reproducción no consentidas son ilícitas.
Derecho al honor: El honor comprende dos aspectos: por un lado, la autovaloración, es decir el intimo
sentimiento que cada persona tiene de la propia dignidad y de su familia, al margen de sus defectos y flaquezas y
por otro, el buen nombre y la buena reputación adquiridos por la virtud y el mérito de la persona o de la familia de
que se trate.
El Código no contiene un plexo normativo destinado a la protección del derecho al honor. Se limita a la regla
general del art. 52 que refiere a la “honra o reputación” y al art. 1771 que contempla la hipótesis de la acusación
calumniosa, tal art establece que: “En los daños causados por una acusación calumniosa solo se responde por
dolo o culpa grave. El denunciante o querellante responde por los daños derivados de la falsedad de la
denuncia o de la querella si se prueba que no tenía razones justificables para creer que el damnificado estaba
implicado.”
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la autoridad o de terceros y en tanto dicha conducta no ofenda al orden público y a la moral pública, ni perjudique
a otras personas.
Es el derecho del individuo a una vida reiterada, el derecho a no ser importunado, es el de una persona libre.
El CC Y C consagra dos disposiciones respecto a esta materia: el art. 52 y a este se le agrega el art. 1770 que
establece: “el que arbitrariamente se entromete en la vida ajena y publica retratos, difunde correspondencia,
modifica a otros en sus costumbres o sentimientos, o perturba de cualquier modo su intimidad, debe ser obligado
a cesar en tales actividades, si antes no cesaron, y a pagar una indemnización que debe fijar el juez, de acuerdo
con las circunstancias. Además, a pedido del agraviado, puede ordenarse la publicación de la sentencia en un
diario o periódico del lugar, si esta medida es procedente para una adecuada reparación.”
El habeas data: la reforma de 1994 introdujo el instituto de habeas data, con la finalidad de proteger a las
personas en sus derechos a la privacidad y al honor, frente a información falsa o discriminatoria incorporada en
registros o bancos de datos. Así dispone el art. 43 de la CN: “Toda persona podrá interponer esta acción para
tomar conocimiento de los datos referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos,
o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión,
rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de
información periodística.”
Este derecho ha sido reglamentado con el dictado de la ley 25.326 de protección de los datos personales, que
tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en archivos, registros, bancos de dato, u
otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean públicos o privados.
Derecho a la identidad: Todo sujeto tiene un interés de ser representado en su vida con su verdadera
identidad, tal como esta es conocida o podría ser conocida en la realidad social. En el derecho argentino el derecho
a la identidad se ha enderezado como atribución del sujeto a conocer sus orígenes.
La ley 26.061 reconoce explícitamente el derecho a la identidad de los niños, niñas y adolescente. Su art 11 dice
“Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a un nombre, a una nacionalidad, a su lengua de origen, al
conocimiento de quienes son sus padres, a la preservación de sus relaciones familiares de conformidad con la
ley, a la cultura de su lugar de origen y a preservar su identidad e idiosincrasia.”
La corte se hizo cargo del conflicto que existe entre el derecho de la persona a no conocer su identidad biológica
y el derecho de sus familiares de conocer la verdad y ante estos dos derechos de igual jerarquía, estableció: que
nadie puede ser sometido a una extracción compulsiva de sangre, pero que pueden obtenerse muestras para hacer
los estudios de ADN, con procedimientos menos invasivos, como el secuestro de peines o cepillos de dientes. Las
pruebas así obtenidas servirán para asegurar a los presuntos familiares el conocimiento de la verdad pero no tendrá
ninguna otra eficacia jurídica. Y la victima podrá conocer o negarse a hacerlo y sacrificar ese derecho a conocer
justificando que ya está sufriendo un daño psicológico como consecuencia de la sospecha o la certeza de que no
guarda un vínculo biológico con la familia de crianza.
Libertad: el concepto de libertad comprende dos aspectos: la libertad como estado o situación sin
impedimentos y la libertad como facultad, poder o derecho. Es decir que hay una libertad que presupone una
liberación de toda servidumbre y por otro lado, una absoluta posibilidad de elección y realización.
Está incluida entre los derechos personalísimos, en tanto constituye una categoría de derecho subjetivo innato,
que pertenece a la persona por su sola condición humana y que se encuentra respecto de ella en una relación de
intima conexión.
La libertad civil es entendida como el poder o la facultad de hacer en el ámbito de las relaciones humanas todo
aquello que las leyes no prohíban, y de no hacer todo aquello que las leyes no imponen como obligación.
Comprende las libertades civiles privadas inherentes a la personalidad humana y las inherentes a la personalidad
jurídica.
El art 19 de la CN, en su segundo párrafo, establece: “Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo
que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”. Este artículo no se limita a asegurar la libertad de los
actos privados sino que también asegura la libre elección de los estilos de vida”
Igualdad: La Constitución Nacional garantiza la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley en el art 16, el
cual establece: “La Nación no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros
personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley y admisibles en los empleos sin otra
condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y las cargas públicas.”
Además la regla de igualdad está consagrada en textos internacionales como, el Pacto de San José de Costa
Rica, Convención sobre la eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
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En nuestro país rige la ley 23.592 que sanciona penal y civilmente a quien realice actos discriminatorios.
Establece a los actos discriminatorios como delitos, basándose en el artículo 16 de la Constitución Nacional,
determinando que comete acto discriminatorio quien restrinja o menoscabe las bases igualitarias expresas en dicha
Constitución. Considera particularmente “los actos u omisiones discriminatorios determinados por motivos
tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición
social o caracteres físicos.”
BIOETICA
Concepto: Es la rama de la ética que estudia sistemáticamente la conducta humana en el ámbito de las
ciencias de la vida y el cuidado de la salud. Se dedica a proveer los principios para la conducta correcta del
humano respecto a la vida humana como no humana (animal y vegetal), así como al ambiente en el que pueden
darse condiciones aceptables para la vida.
Ámbito de actuación. Se aplica: en los problemas éticos derivados de las profesiones sanitarias, como por
ejemplo la eutanasia, trasplantes de órganos, el aborto. Es decir que engloba los asuntos implicados en la relación
médico-paciente; b) los problemas de investigación científica, en concreto la investigación biomédica, cómo por
ejemplo la manipulación genética, la investigación con células madre, la clonación etc; c) los problemas
ecológicos, relacionados con el medio ambiente y la biosfera. Aquí encontramos la necesidad de conservación del
medio ambiente, y en cómo mantener el equilibrio entre las especies, controlar el crecimiento de la población
mundial y el incremento del hambre en los países pobres.
El criterio ético fundamental que regula esta disciplina es el respeto al ser humano, a sus derechos inalienables,
a su bien verdadero e integral: la dignidad de la persona.
Concepto: Son cualidades inherentes a la personalidad, de manera que no pueden existir sin la persona, y
ésta no puede ser sin revestir esas mismas propiedades que la determinan en su individualidad.
Caracteres:
a) Necesarios: no se concibe persona que pueda carecer de ellos por cuanto la determinan en su
individualidad.
b) Únicos: cada persona no puede tener sino un solo atributo del mismo orden.
c) Innatos: el hecho del nacimiento con vida hace que adquieran plenitud.
d) Vitalicios: por cuanto se extingue con la vida de la persona que los detenta.
e) Inalienables: La persona no puede desprenderse de algún atributo transfiriéndolo a otro. Son elementos
que no están en el comercio.
f) Imprescriptibles: no se pierden ni se adquieren por el transcurso del tiempo.
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Unidad 5: Capacidad en general
CAPACIDAD
Concepto
Es la aptitud que el ordenamiento jurídico reconoce a las personas para ser titulares de derechos y deberes
jurídicos y para el ejercicio de las facultades que emanan de esos derechos o el cumplimiento de las obligaciones
que implican los mencionados deberes.
La capacidad se puede observar desde dos ángulos: la capacidad de derecho definida como la aptitud para ser
titular de derechos y deberes jurídicos y la capacidad de ejercicio que significa la facultad de poder ejercer, el
propio sujeto, los derechos y deberes jurídicos de los cuales es titular. La capacidad o incapacidad de derecho mira
el aspecto estático del derecho o constitución de la relación jurídica a que se refiere, mientras que la capacidad o
incapacidad de hecho enfoca el aspecto dinámico del derecho o de la relación jurídica tal como ha quedado
constituida. Supone la constitución de un derecho y mira el despliegue de su normal y lógico ejercicio.
Sea que se trate de una capacidad u otra, se constituye como un atributo de la personalidad, todas personas
gozan de los derechos que hacen a su dignidad personal y pueden hacer valer esos derechos frente a otros
particulares y frente al Estado. Es una aptitud que permite al sujeto construirse. Es por ello que la idea es afirmar la
autonomía de los seres humanos para participar de las decisiones que hacen a su persona y en su caso, proteger al
incompetente de los efectos nocivos de una mala elección mediante un sistema amplio de asistencia que promueva
su intervención y no su desplazamiento.
Tratados internacionales
Art. 75, inc. 22: "Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones
internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las
leyes (…)”
Dicho art. sienta, como principio general, el de la supra legalidad de los tratados internacionales de toda clase,
es decir los tratados prevalecen sobre las leyes, con una sola excepción. Dicha excepción viene dada para los
tratados de derechos humanos. El mismo art. 75, inc. 22, inviste directamente de jerarquía constitucional a once
instrumentos internacionales de derechos humanos que enumera taxativamente, pero además prevé que, mediante
un procedimiento especial, otros tratados de derechos humanos puedan alcanzar también jerarquía constitucional.
Convención Americana sobre derechos humanos (Pacto de San Jose de Costa Rica)
Mediante la ley 23. 054 El Senado y la Cámara de diputados sancionaron con fuerza de ley la Convención
Americana sobre derechos humanos, dicha Convención tiene como propósito consolidar un régimen de libertad
personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre; reconociendo que los
derechos tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican su protección
internacional por parte de los Estados Americanos.
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Por lo tanto, hoy los derechos de los menores encuentran su fuente, en primer lugar, en la CN, mediante dicha
Convencion que tiene como objetivo asegurar el pleno y armonioso desarrollo del niño.
Convención Interamericana sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas
con Discapacidad
En materia de salud mental se menciona dicha Convención la cual fue aprobada en Guatemala en 1991 y
ratificada por nuestro país mediante la ley 25. 280 en el 2000.
Capacidad progresiva
Propicia el reconocimiento de aptitud en los sujetos no ya en función exclusivamente de la edad sino a medida
que van adquiriendo madurez suficiente, para la celebración de ciertos actos o la toma de algunas decisiones. De
este modo se pretende que las personas gocen de su autonomía personal. A partir de esto se evidencia que ya no
estamos frente a un sistema rígido sino progresivo que se acrecienta a medida que la persona adquiere grado de
madurez. Dicha capacidad no se mide en abstracto sino que cuenta con dos elementos (edad-grado de madurez)
para la comprensión del acto realizado. Si se ejecutan conjuntamente estos dos elementos es válido afirmar que la
persona puede ser titular de derechos y ejercerlos.
CAPACIDAD DE DERECHO
Art 22 del CC: “Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La
ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.”
La capacidad de derecho es la aptitud de las personas para ser titulares de derechos y obligaciones. Esta aptitud,
que se instala en la subjetividad, es inherente al ser humano. Resulta esencial para apreciar a la persona desde el
punto de vista del derecho, ya que no se concibe a aquella privada de la titularidad de derechos u obligaciones. Es
por ello que la ley solo limita esta capacidad respecto de hechos, simples actos o actos jurídicos y no a la persona,
porque eso seria negarle absolutamente su capacidad de ser sujetos de derecho. De manera, que se concluye que no
existen incapaces de derecho sino personas que padecen incapacidades de derecho.
CAPACIDAD DE EJERCICIO
El art. 23 establece que “toda persona humana puede ejercer por si misma sus derechos, excepto las
limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.”
La capacidad de derecho es la aptitud de un sujeto titular de derechos, para poder ejercer por si esos derechos y
deberes.
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En algunos casos el ejercicio es aparentemente efectuado por otro, pero en realidad quien actúa es el mismo
sujeto titular. Esto sucede cuando quien goza de un derecho da poder a otro para que este lo ejerza en su
representación. Los actos del representante imputan directamente al representado, por lo tanto quien ejerce
realmente el derecho es el titular poderdante y no el apoderado.
En otros casos, el ejercicio es efectivamente realizado por otro. Tal como sucede en la representación legal, en
la situación de los progenitores respecto de los hijos menores. En ese caso, el representante parental posee un poder
d deliberación y decisión en virtud del ejercicio de responsabilidad parental, dicha representación sustituye la
voluntad del representado.
La referencia a las “limitaciones expresamente previstas” en el CCyC aluden a la situación de niños, niñas y
adolescentes que no presenten las condiciones de edad y madurez suficiente; en cuanto a las personas mayores de
edad, pueden sufrir restricciones a su capacidad jurídica como consecuencia de una sentencia dictada luego de
transitar un proceso judicial, que también debe satisfacer las previsiones exigidas como reglas generales en el
CCyC.
Se hace necesario distinguir entre capacidad de hecho y poder. Mientras que la capacidad de hecho es la
aptitud de una persona para ejercer por si mismo derechos, el poder es la facultad que se tiene para la gestión de
derechos ajenos. Afirmar que alguien tiene poder es decir que está autorizado para obrar de manera que sus actos,
le sean imputados a la persona por la cual obra y a la que representa.
Presunción de capacidad de ejercicio en los mayores de edad e incapacidad en los menores de edad
La capacidad de obrar puede ser plena, como ocurre en el caso de las personas mayores de edad no
incapacitadas legalmente, las cuales pueden realizar todos los actos de la vida civil, salvo los expresamente
exceptuados.
Pero la capacidad de obrar puede estar limitada en virtud de ciertas causas, entre las que destaca la minoría de
edad. Los menores de edad no pueden realizar todos los actos con eficacia jurídica, debiendo suplirse este defecto
mediante la representación.
Sin embargo no resulta simple afirmar que todos los mayores de edad están capacitados para realizar cualquier
acto jurídico, y que los menores de edad no pueden hacerlo por sí mismos, requiriéndose la intervención de sus
representantes legales. Por un lado, hay casos en los que el ordenamiento jurídico limita la capacidad de obrar de
los mayores de edad, exigiendo distintos requistos. (por ejemplo, para adoptar se requiere tener al menos
veinticinco años). Por otro, porque aunque la capacidad de obrar de los menores esté ciertamente limitada, existen
múltiples disposiciones legales en las que se admite y reconoce la posibilidad de actuación del menor. Así, el
menor tiene capacidad de obrar para actuar personal y directamente con plena eficacia o simplemente para
intervenir o ser oído, o porque además del consentimiento de sus representantes legales, se exige el suyo.
INCAPACIDAD DE EJERCICIO
Art. 24: “Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer;
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente;
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.”
La norma, entonces, enumera a quienes resultan las personas incapaces de ejercer sus derechos. En estos casos,
la respuesta legal para suplir dicha incapacidad es la figura de la representación, conforme regula el art. 100 y ss.
CCyC.
1) la persona por nacer ostenta la condición de persona humana surge del art. 19 y ss. del CCyC. Según el
citado artículo, el comienzo de la existencia de la persona tiene lugar con la concepción. Los derechos y
obligaciones adquiridos en favor del concebido quedan irrevocablemente adquiridos si este nace con vida
lo cual pone de manifiesto la posibilidad de celebración de actos jurídicos en nombre y representación de la
persona por nacer durante este periodo. Son representantes de las personas por nacer, sus padres. En el caso
que ellos se encuentren incapacitados se le debe designar un curador.
2) El inc. b) hace referencia a la condición de la persona “que no cuenta con la edad y grado de madurez
suficiente”. En primer lugar, el CCyC elimina la clasificación de menores púberes e impúberes con su
línea demarcatoria de los 14 años. La única distinción etaria que impone la nueva normativa es la que
delimita entre niños y adolescentes, siendo el punto de separación el de los 13 años de edad. Sin embargo,
esta sola circunstancia, no basta por sí sola para definir la existencia de capacidad para todos los casos. El
requisito normativo es mixto: la edad y la madurez suficiente. El calificativo “suficiente” guarda relación
con el acto de que se trata: así, la suficiencia puede existir para ejercer un acto y tal vez estar ausente en
relación a otros —por ejemplo, es diversa la aptitud que se exige para el ejercicio de actos personales
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y patrimoniales—. El sistema presenta entonces un tinte más subjetivo, requiriendo la evaluación del caso
concreto para determinar la aptitud.
3) Por último, el inc. c) hace referencia, a la persona declarada incapaz por sentencia judicial y en la
extensión dispuesta en dicha resolución. Partiendo del art 32 que establece que el juez puede restringir la
capacidad para determinados actos de una persona mayor de 13 años que padece una adicción o una
alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que estime que del ejercicio de
su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes. Nos obstante el mismo art nos dice
que por excepción se puede declarar incapaces a aquellas personas que no puedan interaccionar con su
entorno por lo que se le designa un curador.
DISCERNIMIENTO
Concepto.
El discernimiento es la aptitud de las personas para distinguir lo bueno de lo malo y lo conveniente de lo
inconveniente, se encuentra sustentada en la madurez o salud mental, pero cuya contrapartida es la falta de razón.
De allí que el art 261 del CCYC establezca como actos realizados sin discernimiento los ilícitos cometidos por
menores de 10 años, los lícitos otorgados por menores de 13 años, así como los realizados por quienes, al momento
del acto, se encontraban privados de la razón.
Partiendo del art 260 que establece que el acto voluntario debe ser realizado con discernimiento, intención,
libertad, la falta de discernimiento, por lo tanto, hará que el hecho resulte involuntario.
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Hoy el discernimiento de las personas sirve también para medir su capacidad progresiva, así, desde el punto de
vista de la autonomía personal, el grado de discernimiento concreto que pueda tener un individuo será una pauta
para determinar su capacidad de obrar determinados actos.
Representación necesaria.
El art. 101 establece quienes son los representantes de las personas por nacer, de los menores de edad no
emancipados, de las personas con capacidad restringida y de los incapaces.
a) Personas por nacer: sus representantes son sus padres, de la manera y en las especificaciones que
determina el art 641 al regular el ejercicio de la responsabilidad parental.
b) Los menores de edad no emancipados: También lo son sus padres. En el caso de falta o incapacidad de los
padres de la responsabilidad parental, es representante legal el tutor que se le designe. Este tutor tendrá
como función la protección integral del niño, niña o adolescente.
c) Las personas con capacidad restringida: dichas personas conservan su capacidad pero la sentencia puede
restringirla para determinados actos, en relación con dichos actos el juez debe designar el o los apoyos
necesarios especificando sus funciones, teniendo en cuenta las necesidades y circunstancia de la persona.
El apoyo cumple una función de asistencia.
d) Los incapaces: el último párrafo del art 32 autoriza a declarar la incapacidad de una persona que se
encuentre imposibilitada para interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo y el
sistema de apoyo resulte ineficaz. En tal caso el representante es el curador cuya función es la de optimizar
las condiciones de vida de la persona protegida orientando su actividad hacia la recuperación. La
representación de los incapaces es legal ya que se encuentra establecida por el Código o por ley especial, es
necesaria porque los actos deben contar con la intervención del representante y es dual puesto que se
complementa con la actuación del Ministerio Publico.
Nulidad. No restitución.
Art. 1000: “Efectos de la nulidad del contrato. Declarada la nulidad del contrato celebrado por la persona
incapaz o con capacidad restringida, la parte capaz no tiene derecho para exigir la restitución o el reembolso de
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lo que ha pagado o gastado, excepto si el contrato enriqueció a la parte incapaz o con capacidad restringida y en
cuanto se haya enriquecido.”
Suspensión de la prescripción.
Teniendo en cuenta el art. 2543 inc c nos dice que la prescripción se suspende entre las personas incapaces o
con capacidad restringida y sus padres, tutores, curadores o apoyos, durante la responsabilidad parental, la
tutela, la curatela o la medida de apoyo.
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Unidad 6: Personas incapaces de ejercicio
Art. 24: “Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a) La persona por nacer;
b) La persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto en la
Sección 2° de este Capítulo;
c) La persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.”
Regla general.
Art. 100: “Regla general. Las personas incapaces ejercen por medio de sus representantes los derechos que no
pueden ejercer por sí.”
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El principio general impone la representación para el ejercicio de los derechos del menor de dieciocho años. Es
decir, que el menor de edad, por ser incapaz, ejerce sus derechos a través de sus representantes legales. Ese
principio general admite excepciones, debiendo el menor ser oído en todo proceso judicial o decisión que le
concierna.
Sobre el cuidado de su cuerpo, el adolescente tiene capacidad para adoptar determinadas decisiones, siendo
equiparado al adulto, luego de cumplir dieciséis años.
La norma admite la intervención del menor de edad, con asistencia letrada, en los conflictos de intereses que haya
con sus representantes legales.
Excepciones permitidas por el ordenamiento jurídico.
Art. 639: “Principios generales. Enumeración. La responsabilidad parental se rige por los siguientes
principios:
a) El interés superior del niño;
b) La autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofísicas, aptitudes y desarrollo. A
mayor autonomía, disminuye la representación de los progenitores en el ejercicio de los derechos de los
hijos;
c) El derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su edad y grado de madurez.”
Hay actos que el menor de edad puede ejercer porque el ordenamiento jurídico lo permite cuando tiene cierta
edad y grado de madurez.
Este artículo establece que el menor tiene el derecho a ser oído en cualquier proceso judicial que involucre a su
persona, para lo cual no necesita una edad mínima. A partir de los diez años de edad, su voz tiene consentimiento
(por ejemplo: en la adopción, elige si quiere vivir con la familia adoptante o no) ya que el menor tiene aptitud para
reconocer la ilicitud de sus actos, desde esa edad tiene la posibilidad de formarse un juicio propio sobre “lo que está
mal” y por lo tanto debe ser escuchado en los procesos que lo afecten. De modo que depende de cada caso singular,
y el juez, deberá valerse de su buen juicio para saber si es oportuno escuchar al niño y cuál es el valor que debe
asignarle a sus palabras.
Art. 1922: “Adquisición de poder. Para adquirir una relación de poder sobre una cosa, ésta debe establecerse
voluntariamente:
a) Por sujeto capaz, excepto las personas menores de edad, para quienes es suficiente que tengan diez años;
b) Por medio de un contacto con la cosa, de la posibilidad física de establecerlo, o cuando ella ingresa en el
ámbito de custodia del adquiriente.”
Art. 1323: “Capacidad. El mandato puede ser conferido a una persona incapaz, pero ésta puede oponer la
nulidad del contrato si es demandado por inejecución de las obligaciones o por rendición de cuentas, excepto la
acción de restitución de lo que se ha convertido en provecho suyo.”
Art. 683: “Presunción de autorización para hijo mayor de dieciséis años. Se presume que el hijo mayor de
dieciséis años que ejerce algún empleo, profesión o industria, está autorizado por sus progenitores para todos
los actos y contratos concernientes al empleo, profesión o industria. En todo caso debe cumplirse con las
disposiciones de este Código y con la normativa especial referida al trabajo infantil.”
Art. 684: “Contratos de escasa cuantía. Los contratos de escasa cuantía de la vida cotidiana celebrados por el
hijo, se presumen realizados con la conformidad de los progenitores.”
Derecho a participar en las decisiones sobre su persona. Diferencias de aptitud para decidir
sobre tratamiento no invasivos e invasivos.
El art. 26 establece que el menor debe participar en las decisiones que se refieran a su persona. Pero esto no se
limita a los actos de disposición del propio cuerpo, sino a “todas” las decisiones sobre la persona del menor. Por
lo que en la medida en que éste tenga un grado de madurez suficiente, deberá participar, por ejemplo, de los
contratos que impliquen la prestación de sus servicios, tales como de espectáculo público, representaciones
teatrales, intervención en filmes o televisión, actividades deportivas, etc.
Presume que el menor tiene derecho a decidir sobre los tratamientos médicos que requiera su estado de salud, y
aquí la norma hace una distinción en función de la naturaleza e importancia médica de dichos tratamientos
(invasivos y no invasivos), y entre aquellos menores que tienen entre 13 y 16 años (adolescentes) y los que tienen
entre 16 y 18 años (que son adolescentes calificados como adultos para este tipo de decisiones).
El tratamiento es un conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar una enfermedad. Los tratamientos
no invasivos son aquellos que no involucran instrumentos que rompen la piel o que penetran físicamente en el
cuerpo; por ejemplo: las radiografías, una resonancia magnética, un electrocardiograma. Por el contrario, los
tratamientos invasivos implican romper la piel o los tejidos.
El Código establece que los adolescentes entre 13 y 16 años tienen aptitud para decidir por sí respecto de
aquellos tratamientos no invasivos, que no comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida
o integridad física. En cambio, si se trata de tratamientos invasivos, los adolescentes deben prestar su
consentimiento con la asistencia de sus progenitores.
En caso de conflicto entre el representante y el menor, se resuelve teniendo en cuenta el interés superior de
éste sobre la base de opiniones médicas respecto de las consecuencias de la realización o no del acto médico. Para
tratamientos médicos de relevancia, el consentimiento puede ser dado por los representantes legales con la
intervención de los menores cuya opinión debe ser tenida en cuenta. Pero cuando existe una urgencia médica de
gravedad, el profesional de la salud podrá optar por tomar en cuenta la voluntad de los representantes legales
quienes deben actuar en base al interés superior del menor.
El menor de entre 16 y 18 años, a pesar de ser adolescente, es considerado como un adulto para las decisiones
atinentes al cuidado de su propio cuerpo; puede decidir por sí mismo pero ello no implica que puede tomar
decisiones en todo lo atinente a su cuerpo, ya que hay decisiones que no puede tomar por disposiciones vigentes
(por ejemplo, la ley 24.193 establece que solo podrán ser donantes de órganos las personas mayores de edad). Es
decir que el menor que ha cumplido 16 años es plenamente capaz para decidir sobre el cuidado de su cuerpo,
decide por sí mismo sobre todo tratamiento médico o acto relativo a esa finalidad, pero no cuando el acto trasciende
al mero cuidado de su salud.
¿Qué nos dice la legislación especial?
Ley 26.529: Ley de los Derechos del Paciente. En su art. 2 establece que “los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a intervenir en los términos de la ley 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o
procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud”, pero luego establece que el consentimiento
informado para un tratamiento puede ser dado por sus representantes legales. Además, la ley exime al profesional
de la salud de requerir el consentimiento cuando mediare una situación de emergencia, con grave peligro para la
salud o vida del paciente y no pudiera dar el consentimiento por sí o a través de sus representantes.
Ley 26.061: Ley de Protección Integral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes. En su art. 3
sostiene que “para tratamientos médicos de relevancia, el consentimiento puede ser dado por los representantes
legales con la intervención de los menores cuya opinión debe ser tenida en cuenta. Pero cuando existe una
urgencia médica de gravedad, el profesional de la salud podrá optar por tomar en cuenta la voluntad de los
representantes legales quienes deben actuar en base al interés superior del menor que exige un equilibrio entre los
derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes y las exigencias del bien común.”
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Art. 30: “Persona menor de edad con título profesional habilitante. La persona menor de edad que ha
obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión puede ejercerla por cuenta propia sin necesidad de
previa autorización. Tiene la administración y disposición de los bienes que adquiere con el producto de su
profesión y puede estar en juicio civil o penal por cuestiones vinculadas a ella.”
Por título habilitante debe entenderse aquel expedido por una institución educativa debidamente autorizada que
habilita al ejercicio de una actividad profesional u oficio.
Esta norma amplía la capacidad de obrar de la persona menor de edad, permitiéndole obtener un título habilitante
para el ejercicio profesional por cuenta propia, para lo cual no requiere autorización de sus progenitores o
representante legal, permitiéndole la administración y disposición de los bienes adquiridos mediante dicho
ejercicio.
Si bien el art. 30 no lo aclara, dicho ejercicio profesional por cuenta propia puede realizarse a partir de los
dieciséis años de edad, en consonancia con lo dispuesto por el artículo 681 y 683 del Código.
Capacidad laboral en la ley 26.390 sobre prohibición del trabajo infantil y protección del
trabajo adolescente.
El régimen de la capacidad laboral es un tema abordado por la Parte General del Derecho Civil dedicada al
estudio sobre la aptitud para obrar de la persona que no ha alcanzado la mayoría de edad, pero también es materia
propia del Derecho Laboral. La finalidad de ambas disciplinas es la misma: proteger a quienes, antes de los 18
años de edad, por opción o por necesidad, deben procurar un sustento para sí o para su familia.
La ley 26.390 sobre “Prohibición del Trabajo Infantil y de la Protección del Trabajo Adolescente” establece
la prohibición de trabajo, en toda actividad, persiga o no fines lucrativos, exista o no contrato de trabajo, de toda
persona menor de 16 años.
Los menores de esa edad solo pueden ser ocupados exclusivamente en empresas familiares, cuyo titular sea su
padre, madre o tutor, en jornadas de trabajo reducidas, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o
insalubres y que cumplan con la asistencia escolar. En caso de que la empresa familiar pretenda acogerse a esta
excepción a la edad mínima de admisión al empleo, deberá obtener autorización de la autoridad administrativa
laboral de cada jurisdicción.
El aprovechamiento de trabajo infantil constituye un delito (art. 148 bis del Código Penal).
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La celebración del matrimonio antes de los 18 años, con autorización judicial o de los representantes legales,
emancipa a la persona menor de edad, la cual pasa a gozar de plena capacidad de ejercicio pero con limitaciones
previstas en la ley (art. 28 y 29).
La emancipación es irrevocable y la nulidad del matrimonio solo afecta al cónyuge de mala fe, cuya
emancipación cesa a partir de que la sentencia que así lo hubiera declarado quede firme.
La emancipación matrimonial no altera el momento de la exigibilidad de sus derechos, cuya adquisición depende
de su mayoría de edad.
Reglas generales.
Art. 31: “Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas
generales:
a) La capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre internada
en un establecimiento asistencial;
b) Las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en beneficio de la
persona;
c) La intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el
proceso judicial;
d) La persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su
comprensión;
e) La persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que debe ser
proporcionada por el Estado si carece de medios;
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f) Deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades.”
El Código establece como regla general que toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la cual fue ratificada por la Argentina por
la ley 26.378, establece que las personas con discapacidad (física, mental, intelectual o sensorial) gozan de
capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás personas en todos los aspectos de la vida. La
capacidad jurídica nunca puede ser restringida por motivo de discapacidad, y que si ello sucediera nos encontramos
ante un caso de discriminación.
Así se prioriza que la persona pueda ejercer sus derechos por encima de cualquier otra circunstancia que no sean
las expresas y precisas condiciones legales que el Código habilita para la restricción de la capacidad (art. 32).
Sistemas de apoyo.
En el 2° y 3° párrafo del art. 32 se expresa que la restricción de la capacidad implica un sistema de asistencia a
la persona afectada que tiende siempre a preservar la mayor autonomía en la toma de decisiones. El sistema de
apoyo debe ser diseñado a partir de las necesidades y circunstancias concretas de la persona.
Art. 43: “Concepto. Función. Designación. Se entiende por apoyo cualquier medida de carácter judicial o
extrajudicial que facilite a la persona que lo necesite la toma de decisiones para dirigir su persona, administrar
sus bienes y celebrar actos jurídicos en general. Las medidas de apoyo tienen como función la de promover la
autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión y la manifestación de voluntad de la persona para el
ejercicio de sus derechos.
El interesado puede proponer al juez la designación de una o más personas de su confianza para que le
presten apoyo. El juez debe evaluar los alcances de la designación y procurar la protección de la persona
respecto de eventuales conflictos de intereses o influencia indebida. La resolución debe establecer la condición y
la calidad de las medidas de apoyo y, de ser necesario, ser inscripta en el Registro de Estado Civil y Capacidad
de las Personas.”
El Código establece la obligación del juez de garantizar las medidas de apoyo que la persona pueda requerir para
el ejercicio de su capacidad jurídica.
El sistema de apoyo puede ser individual o colectivo. Así, puede conformarse por un asistente personal, un
familiar o red de familiares, un allegado o red de allegados, una asociación, una institución oficial, o cualquier otra
opción que pueda propiciar al objeto de su función, que es la promoción de la autonomía y la protección y el
ejercicio de sus derechos; de esta forma el foco ya no se centra en procurar tomar la mejor decisión para proteger a
la persona desde parámetros externos u objetivos, sino en dotarle de las herramientas y los apoyos necesarios para
que ella misma pueda tomar la decisión y ejercer sus derechos desde parámetros propios.
La noción de “apoyo” no nace desde una ficción jurídica que crea una institución determinada, sino que más
bien irrumpe al Derecho desde una visión social de las relaciones humanas, que se caracterizan por el paradigma de
la interdependencia. En otras palabras, todas las personas acudimos a diario y con frecuencia a todo tipo de apoyos
para la toma de decisiones, muchas de las cuales tienen efectos jurídicos. El Código clásico centraba su atención en
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la formalización del acto jurídico (especialmente de tipo patrimonial) y consideraba a la “seguridad jurídica” como
máximo bien a tutelar. El nuevo Código resulta mucho más amplio, y a pesar de preocuparse también por la
seguridad jurídica, la entiende como la última instancia de un proceso complejo y humano, donde el principal bien
a tutelar es la autonomía y el ejercicio de los derechos de las personas.
El objetivo principal del apoyo es “facilitar” a la persona la “toma de decisiones”. Con lo cual resulta evidente
que el objetivo del apoyo no es decidir “por” la persona, sino facilitarle la toma de sus propias decisiones; el apoyo
se sitúa a su lado, procurando que sea ésta quien decida.
Para dirigir su persona, administrar sus bienes y celebrar actos jurídicos en general. Estas tres esferas
(actos personales, actos de administración y actos de disposición) poseen principios éticos y consecuencias
jurídicas muy diferentes. Mientras en materia de actos personales suele estar en juego los derechos personalísimos
(como la vida, libertad, dignidad), en materia de actos de administración y disposición lo que suele estar en juego
son derechos patrimoniales. En consecuencia, la modalidad y la intensidad de los apoyos serán diferente en cada
caso.
La función de los apoyos es la de facilitar a la persona la toma de sus propias decisiones, lo cual es un proceso.
Dado que la persona, aunque restringida, conserva su capacidad, los apoyos deben designarse a fin de asegurar que
cuente con el discernimiento necesario para dar validez a sus actos jurídicos. El Código destierra toda posibilidad
de considerar a las discapacidades sensoriales (sordo, mudo, ciego) y a las discapacidades físicas como incapaces
y/o carentes de discernimiento, ya que el apoyo complementa y suple las barreras comunicacionales que dificultan
o impiden la manifestación de la voluntad. Además, permite a las personas incapaces o carentes de discernimiento
(discapacidad mental o intelectual) poder utilizar los apoyos para la comprensión de sus actos jurídicos y así poder
tomar decisiones con plena validez jurídica.
Para el diseño de un modelo de apoyo es imprescindible la mirada interdisciplinaria que no solo considere la
situación personal, sino también el contexto social de la persona. Así, según el grado de afectación de los derechos
y las necesidades de la persona, las medidas de apoyo podrán tener diferente intensidad.
Los apoyos deben siempre ser la primera alternativa al momento de solicitar medidas judiciales relativas a la
capacidad jurídica de las personas, ya que se trata de la medida menos restrictiva de la autonomía y es la que se
corresponde plenamente con los estándares universales de derechos humanos.
La norma garantiza el derecho de la persona a elegir y proponer al juez un sistema de apoyo para la toma de
decisiones; de lo contrario, el juez deberá brindarle opciones para garantizar el acceso a dicho apoyo. El juez
deberá fijar claramente el o los actos que requerirán la participación de la persona que brinda el apoyo y de qué
manera (para su comunicación, para la comprensión y/o toma de decisión, participación conjunta en la
formalización del acto, o cualquier otra modalidad).
El último párrafo hace referencia a que, en el caso en que fuera necesario, la resolución que dispongan las
medidas de apoyo deberá establecer su inscripción en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas. Es
decir, que la publicidad registral de la sentencia que disponga de medidas de apoyo respecto de actos de disposición
resulta necesaria y deberá ser siempre ordenada por el juez.
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Art. 33: “Legitimados. Están legitimados para solicitar la declaración de incapacidad y de capacidad
restringida:
a) El propio interesado;
b) El cónyuge no separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia no haya cesado;
c) Los parientes dentro del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro del segundo grado;
d) El Ministerio Público.”
La declaración de incapacidad y/o capacidad restringida debe ser solicitada judicialmente. Los legitimados son:
-La propia persona. En el régimen anterior ésta posibilidad no estaba incluida. El nuevo Código contempla la
posibilidad de que la persona inicie el procedimiento. Se puede presentar ante el juez sin abogado, luego el juez
debe indicarle que tiene derecho a nombrar uno (art. 36).
-La familia cercana a la persona. En primer lugar, el inciso b) otorga legitimidad al cónyuge mientras conviva con
la persona, y el conviviente siempre que la convivencia no haya cesado. Y en el inciso c) hace referencia a los
parientes de cuatro grado, ya sea por parentesco de naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida o por
adopción (ej: padres, hijos, hermanos, abuelos, nietos); y si fueran por afinidad, solo se incluyen a los que se
encuentran en el segundo grado (ej: suegro-suegra, yerno, nuera, cuñado, cuñada).
-El Ministerio Público. Finalmente el inciso d) confiere legitimación al Ministerio Público, lo cual es necesario
dado que siempre es parte especial en este tipo de procesos. Le corresponde asistir y/o representar a la persona y
garantizar sus derechos. En dicha función, como organismo del Estado, se encuentra obligado a que su intervención
cumpla con las reglas del art. 31, y los estándares internacionales de derechos humanos en la materia. Puede
efectuar la denuncia cuando el propio interesado no puede hacerlo, cuando no existen parientes para iniciarla o
cuando es un amigo u otra persona no legitimada quien le acerca la inquietud.
Medidas cautelares.
Art. 34: “Medidas cautelares. Durante el proceso, el juez debe ordenar las medidas necesarias para garantizar
los derechos personales y patrimoniales de la persona. En tal caso, la decisión debe determinar qué actos
requieren la asistencia de uno o varios apoyos, y cuáles la representación de un curador. También puede
designar redes de apoyo y personas que actúen con funciones específicas según el caso.”
El Código establece que el juez puede tomar todas las medidas cautelares que tiendan a proteger a la persona en
cuyo beneficio se inició el proceso. Estas medidas tienen como fin garantizar los derechos personales y
patrimoniales de la persona.
Las medidas se dictan provisoriamente, hasta que se produzca el dictado de la sentencia y allí el juez decida el
régimen de protección definitivo. Es decir que la actuación de la persona que ejerza las funciones especificadas en
las medidas cautelares para los ámbitos determinados cesará una vez dictada la sentencia definitiva.
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Medidas cautelares durante el proceso de declaración de incapacidad. La norma no se refiere a la
representación de la persona de manera general, sino a la representación para actos determinados que requieren la
representación de un curador; dichos actos deben ser debidamente especificados en la decisión judicial.
Medidas cautelares durante el proceso de declaración de capacidad restringida e inhabilitación. El Código
faculta al juez a determinar qué actos requieren la asistencia de uno o varios apoyos. También designar redes de
apoyo y personas que actúen con funciones específicas según el caso. La situación de la persona que requiere
apoyo es absolutamente diferente a aquella que prevé el supuesto de incapacidad (ya que ésta última está
absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y manifestar su voluntad, y el sistema de apoyos
resulta ineficaz). La persona sujeta a un proceso de capacidad restringida podrá requerir un amplio abanico de
medidas cautelares de apoyo durante el proceso, lo cual es fundamental para garantizar su participación misma en
dicho proceso.
Entrevista personal.
Art. 35: “Entrevista personal. El juez debe garantizar la inmediatez con el interesado durante el proceso y
entrevistarlo personalmente antes de dictar resolución alguna, asegurando la accesibilidad y los ajustes
razonables del procedimiento de acuerdo a la situación de aquel. El Ministerio Público y, al menos, un letrado
que preste asistencia al interesado, deben estar presentes en las audiencias.”
La entrevista con el interesado es una obligación del juez; el magistrado debe conocer a quién está tratando de
proteger antes de dictar la resolución que disponga el sistema de asistencia. Esto sirve para comprender su
situación, sus habilidades y necesidades. Además, permite a la persona ser oída, desde una escucha directa, con
apoyo, pero sin intermediarios. Esté artículo debe ser interpretado como elemento integral del reconocimiento del
derecho a la participación de la persona en el proceso (art. 31) y de la calidad que el Código le confiere a la persona
en el proceso (art. 36).
La inmediatez del juez es una obligación que debe respetarse durante todo el proceso; él deberá revisar la prueba
y tomar contacto con el equipo interdisciplinario y con el Ministerio Público. El objetivo es que el juez tenga un rol
activo en este tipo de juicios.
El juez debe asegurar que la persona no vea vulnerados sus derechos durante el proceso debido a la ausencia de
condiciones de accesibilidad, o a la falta de adopción de ajustes razonables. La accesibilidad universal es una
condición implícita y necesaria para el ejercicio de cualquier derecho; para alcanzar esta condición se cuenta con
dos estrategias complementarias: el diseño universal (consiste en concebir o proyectar entornos, procesos, bienes,
productos, servicios, objetos, instrumentos, dispositivos o herramientas, de tal forma que puedan ser utilizados por
todas las personas) y los ajustes razonables (medidas destinadas a adaptar el entorno a las necesidades específicas
de ciertas personas que, por diferentes causas, se encuentran en una situación especial, que no ha podido ser
prevista a través del diseño universal). Estas medidas tienden a facilitar la participación en igualdad de condiciones.
La adopción de una u otra medida es facultad del juez.
La participación del Ministerio Público y la asistencia letrada son requisitos indispensables para la
celebración de la entrevista. El derecho de la persona a contar con asistencia letrada implica la obligación del juez
de garantizar la asistencia legal gratuita para el caso en que la persona no cuente con los medios (art. 31, inc. e);
mientras que al Ministerio Público le corresponde intervenir y requerir todas las medidas para proteger los derechos
personales y patrimoniales de la persona y a la promoción de su autonomía, complementando la función del
asistente letrado, supliendo la inacción y/o controlando la acción de los apoyos y/o representantes, y realizar toda
acción que efectivice el cumplimiento de las garantías previstas en el Código y leyes complementarias.
Alcances de la sentencia.
Art. 38: “Alcances de la sentencia. La sentencia debe determinar la extensión y alcance de la restricción y
especificar las funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal sea la
menor posible. Asimismo, debe designar una o más personas de apoyo o curadores de acuerdo a lo establecido
en el artículo 32 de este Código y señalar las condiciones de validez de los actos específicos sujetos a la
restricción con indicación de la o las personas intervinientes y la modalidad de su actuación.”
Analicemos los tres ejes del artículo:
-La extensión de la restricción. Es la primera exigencia que el artículo impone al juez, el cual al determinar el
alcance de la restricción debe procurar que “la afectación de la autonomía personal sea la menor posible”. El
Código hace extensible la presunción legal de la capacidad a todas las personas (presunción iuris tantum), y por lo
tanto, en todos aquellos actos, decisiones o derechos que no hayan sido expresamente restringidos o limitados por
la sentencia, la persona goza de plena capacidad. El Código no brinda detalles sobre el criterio o sistema que el juez
debe utilizar para fijar el alcance o extensión de la restricción o de la incapacidad; el criterio que se deriva del art.
43, los cuales pueden servir como punto de referencia, son los “actos de la personalidad, actos de administración y
actos de disposición”.
-Designación y aceptación del cargo. A diferencia del Código derogado, el nuevo Código permite la pluralidad
tanto en el ejercicio de los apoyos como en la curatela. La designación del curador o curadores no presenta
mayores alteraciones en relación al antiguo Código, y para su discernimiento, ejercicio, rendición de cuentas, etc.,
deberá estarse a las reglas de la tutela (art. 138). En cambio, en materia de apoyos, la designación es más compleja,
ya que el apoyo puede consistir en una red (art. 34), un grupo indeterminado de personas, una persona jurídica, etc.
Solo la persona de apoyo que haya aceptado el cargo podrá optar por la remuneración que fije el juez si
correspondiese, y podrá eventualmente ser responsable civilmente por los daños ocasionados por su mal
desempeño. Los apoyos que actúen o funcionen sin designación, aceptación y/o registración, se deberán regular por
las normas del mandato o de la gestión de negocios en caso de actos patrimoniales.
-Modalidad de actuación y condiciones de validez. En los casos de incapacidad, el juez debe determinar el o los
actos o decisiones que han sido limitados por la sentencia, nombrado el o los curadores, y por lo tanto, debe
finalmente establecer su modalidad de actuación y condiciones de validez. Las condiciones de validez de los actos
celebrados por el curador en representación legal de la persona incapaz surgen del propio Código (arts. 44, 100 y
138). El art. 100 declara que el curador actúa en calidad de representante de la persona en el ejercicio de sus
derechos. Al permitirse la curatela plural, el juez deberá indicar el modo de actuación, es decir, si es individual,
conjunta o indistinta. En los casos de capacidad restringida, el juez también debe determinar el o los actos o
decisiones que han sido restringidos por la sentencia, designando a la o a las personas de apoyo, y finalmente,
establecer su modo de actuación y condiciones de validez. La actuación del apoyo puede adoptar diversas
modalidades: puede actuar como intérprete, como asesor o consejero, como asistente, y en situaciones
excepcionales puede asumir una función puntual de representación. Por ello, es fundamental que el juez también
establezca las condiciones de validez para que el acto jurídico celebrado por la persona con el apoyo sea válido.
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Toda persona con padecimientos mentales, se encuentre o no internada, goza de los derechos fundamentales y
sus extensiones.”
Se concibe a la internación como un derecho para protección y mejora de la propia persona. Se impone el
control constante de la legalidad de la restricción de la capacidad y el cambio de la medida por cualquier otra que
implique menor restricción para la persona siempre que sea posible.
La internación institucional puede sustentarse en dos hipótesis básicas: internación voluntaria (como decisión
personal del propio interesado) y la internación forzosa o coactiva (la persona no está en condiciones de expresar
su voluntad de hospitalizarse, o bien de rechazar ese tratamiento; de manera excepcional y restrictiva, se le impone
la internación forzosa, es decir, que se trata de una medida de última instancia, y por el tiempo más breve posible y
supervisada periódicamente).
La internación no es una sanción para la persona, un método de exclusión, sino un derecho que se erige por su
situación de extrema vulnerabilidad que requiere de una especial atención.
Se reivindican los criterios interdisciplinarios tanto para la internación como para las altas o salidas a prueba.
La internación requiere una previa evaluación del equipo interdisciplinario, terminando con una histórica e injusta
supremacía del modelo psiquiátrico sobre el jurídico. Es decir, que se desjudicializa la salud mental, dejándola en
manos de los equipos de salud; el rol de la justicia se resume a garantizar los derechos de las personas, y no decidir
sobre políticas o tratamientos.
Las causas que pueden justificar una internación: riesgo cierto de que una persona pueda causarse un daño de
entidad o damnificar a terceros (conductas auto o heterolesivas). Se requiere que esa lesividad sea previsible,
inminente. Previsible en cuanto a que el accionar de una persona permita predecir una lesión para sí o para un
tercero; y lo inminente alude a la imposibilidad de frenar el resultado predicho por otro medio sustitutivo del
encierro.
El internamiento es una medida que tiene como finalidad el bien exclusivo de la persona, no su simple reclusión.
La función del juez ahora consiste en solo “aprobar” la internación, no la decide. Debe tutelar los derechos de la
persona.
El debido proceso es deber del sistema judicial, el control judicial inmediato y el derecho de defensa mediante
asistencia jurídica. La norma obliga a que la sentencia que aprueba la internación especifique con claridad su
finalidad, duración y periodicidad de la revisión. La privación de la libertad de una persona debe ser resultado de
una meditada decisión que pondere todos los derechos en juego.
La única medida coactiva o forzosa que regula el Código para imponerse a las personas con discapacidad
mental es la internación involuntaria. Las ataduras, aislamiento, medicaciones forzosas, etc., quedan asimilados a la
tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Los requisitos de la sentencia. Si se justifica la internación involuntaria como medida excepcional, el juez
procederá a autorizarla y realizar el control permanente de la misma. En tal caso, la sentencia que aprueba la
decisión del equipo interdisciplinario deberá especificar que la finalidad de la misma es la desaparición de la
situación de riesgo cierto e inminente y que la duración será lo más breve posible en función de ese objetivo.
También deberá establecer la periodicidad de la revisión de la situación, con los plazos máximos que establece la
legislación especial para las actualizaciones del equipo interdisciplinario. Este equipo no podrá mantener la
internación más allá de la autorización del juez. En cambio, si podrá otorgar la externación en cualquier momento.
El alta implica la recuperación de la autonomía y, por lo tanto, concluye el control judicial. El mismo modo, el juez
podrá dar la externación en cualquier momento si evalúa que ya no está dado el extremo que la justifica. Si durante
el proceso de internación, la persona presta consentimiento, la internación dejará de ser involuntaria y el control
judicial se realizará bajo las previsiones legales de internación voluntaria.
Derechos protectorios básicos. El Código establece que “toda persona, se encuentre o no internada, goza de los
derechos fundamentales y sus extensiones”. En materia de principios propios de la asistencia de salud mental,
puede mencionarse: el derecho a ser informado de su diagnóstico y tipo de tratamientos viables para que pueda
prestar o no su consentimiento; derecho a un diagnóstico realizado conforme a las normas médicas aceptadas
internacionalmente y al tratamiento menos restrictivo posible, así como a contar con la terapia farmacológica
adecuada y a participar de su programa de curación; derecho a la confidencialidad de su tratamiento, salvo
consentimiento por escrito que lo autorice; derecho a no ser objeto de experimentos, se prohíbe además la
esterilización y se limitan los tratamientos psicoquirúrgicos; la persona a la que se pretenda internar, tiene el
derecho de rechazar tal medida; derecho a oponerse a una transferencia institucional injustificada salvo acreditado
beneficio para ella; derecho al egreso y alta médica y a la consecuente reparación de los daños originados en la
internación o retención institucional arbitrarias; derecho a la rehabilitación y resocialización.
Art. 42: “Traslado dispuesto por autoridad pública. Evaluación e internación. La autoridad pública puede
disponer el traslado de una persona cuyo estado no admita dilaciones y se encuentre en riesgo cierto e
inminente de daño para sí o para terceros, a un centro de salud para su evaluación. En este caso, si fuese
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admitida la internación, debe cumplirse con los plazos y modalidades establecidos en la legislación especial. Las
fuerzas de seguridad y servicios públicos de salud deben prestar auxilio inmediato.”
Este artículo obliga a las fuerzas de seguridad y servicios de salud a colaborar para la protección de la persona,
pero sólo habilita al traslado de la persona que se encuentre en riesgo cierto e inminente, cuando no haya ningún
otro medio para su protección. El traslado no implicaría internación hasta que no se realice el examen
correspondiente y, en caso de admitirse, se deberá cumplir la ley especial con respecto a los plazos y modalidades.
Ante la ausencia de cualquiera de los supuestos descriptos en la norma, las fuerzas de seguridad no pueden
actuar.
La norma habilita la disposición de la persona para ser evaluada. La internación sólo será admisible después de
que los especialistas visualicen a la misma como la única opción posible para proteger a la persona.
La ley 26.657. Su art. 43 sustituyó el art. 482 del Código Civil derogado por el siguiente: “No podrá ser privado
de su libertad personal el declarado incapaz por causa de enfermedad mental o adicciones, salvo en los casos de
riesgo cierto e inminente para sí o para terceros, quien deberá ser debidamente evaluado por un equipo
interdisciplinario del servicio asistencial con posterior aprobación y control judicial.”
“Las autoridades públicas deberán disponer el traslado a un establecimiento de salud para su evaluación a las
personas que por padecer enfermedades mentales o adicciones se encuentren en riesgo cierto e inminente para
sí o para terceros.”
“A pedido de las personas enumeradas en el art. 144 el juez podrá, previa información sumaria, disponer la
evaluación de un equipo interdisciplinario de salud para las personas que se encuentren afectadas de
enfermedades mentales y adicciones, que requieran asistencia en establecimientos adecuados aunque no
justifiquen la declaración de incapacidad o inhabilidad.”
Este cambio eliminó la figura de la internación policial por razones de urgencia, y la sustituyó por los traslados
dispuestos por autoridades públicas.
Se trata de un verdadero cambio de paradigma. Queda así conformado un trípode: nuevo Código Civil y
Comercial, La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) y la Ley
Nacional de Salud Mental (ley 26.657), sobre el cual queda estructurado el nuevo sistema de salud mental. Por un
lado, la CDPD trata la discapacidad como una cuestión de derechos humanos, reconociendo que las personas con
discapacidad tienen capacidad jurídica en igualdad de condiciones que las demás. Por otro lado, la ley 26.657
regula en el orden nacional el derecho a la protección de la salud mental. El CCyC consagra algunos derechos
específicos que son consecuencias o prolongaciones de derechos fundamentales de la persona con discapacidad
psicosocial; establece que toda persona, se encuentre o no internada, goza de los derechos fundamentales y sus
extensiones.
La función de la reforma es conseguir la igualdad real de oportunidades y trato de quienes tienen una
discapacidad. Deja atrás el modelo psiquiátrico de capacidad/incapacidad, dando vida al modelo social basado en el
sistema de apoyos.
Las leyes especiales de salud pública (26.657) y los ordenamientos procesales operan interpretando el sistema
general con la mira puesta en asegurar el derecho “a la protección de la salud mental de todas las personas, y el
pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio
nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional.”
El subsistema jurídico pretende establecer pautas generales para el ejercicio de los derechos, generar conceptos,
legislación, doctrina y jurisprudencia en todo lo que concierne al derecho al cuidado de la salud de las personas
como un derecho humano fundamental. Es una gran victoria que el art. 41 apunte a proteger a las personas con
discapacidad mental, estén o no internadas.
Las leyes especiales (26.657 y 448, en especial, y los códigos procesales) reglamentan el nuevo Código para
atender, desde la perspectiva de la igualdad real y un paradigma no discriminatorio, aquellas situaciones específicas
sociales que un Código no puede regular de manera pormenorizada. La CDPD complementa al sistema con sus
normas, a las que necesariamente debe someterse. También se incorporan al Derecho positivo los principios
básicos de la normativa supranacional (convenciones internacionales ratificadas por nuestro país y otros
documentos).
En síntesis, la reforma refleja y se adecua a los textos normativos nacionales, supranacionales e internacionales y
guarda consonancia con las propuestas de la doctrina más relevante.
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Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí
o con la asistencia de su curador o apoyo.”
El art. 47 alude al “cese” de la incapacidad o de la restricción de la capacidad, con lo cual ha de presumirse que
regula todas las causas de cese, incluidos el fallecimiento o presunción de fallecimiento de la persona incapaz o con
capacidad restringida.
-Fallecimiento. La fecha de fallecimiento o el día presunto (se supone o sospecha, aunque no esté demostrado) de
fallecimiento, extingue la relación entre la persona y su curador y/o persona de apoyo. No obstante, para que el cese
de los efectos de la sentencia de incapacidad o capacidad restringida sea oponible a terceros, debe ser inscripta en el
Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas.
-Restablecimiento. Implica el “cese de las circunstancias” que dio origen a los supuestos legales que habilitan la
declaración de incapacidad o capacidad restringida. El art. 47 requiere para que el juez decrete el cese, el dictamen
de un equipo interdisciplinario que se expida sobre el “restablecimiento de la persona”. El proceso para decretar el
cese puede ser incoado (iniciado) por cualquiera de los legitimados del art. 33, incluyéndose también su curador o
persona de apoyo.
-Transformación. Existe la posibilidad de que el juez considere adecuado transformar una declaración de
incapacidad o capacidad restringida. El artículo se refiere a cambios sustanciales de las circunstancias que, si bien
no llegan a justificar el cese de la medida, merecen la transformación del régimen impuesto. En dicho caso, si lo
que se pretende es pasar de un régimen de incapacidad a uno de capacidad restringida, y por ende, de un régimen
más restrictivo a uno menos restrictivo, la operación podrá operar sin necesidad de decretar el cese de la medida
anterior y el inicio de un nuevo proceso (transformación). En caso inverso, no procedería la transformación de un
régimen de capacidad restringida a uno de incapacidad, sino que sería preciso cesar la primera medida e iniciar un
proceso de incapacidad.
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-Gratuidad. Se permite la anulación del acto jurídico celebrado con anterioridad a la inscripción de la sentencia
cuando sea a título gratuito. Aunque la norma no lo indique, se ha de concluir que no procederá la nulidad si la
restricción o limitación de la capacidad en la sentencia posterior no afecta o alcanza específicamente este tipo de
actos.
Inhabilitado
Cese de la inhabilitación.
Art. 50: “Cese de la inhabilitación. El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que la declaró, previo
examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona.
Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí
o con apoyo.”
El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que la declaró. Para ello resulta necesario, además de todas las
pruebas que el juez considere pertinentes, el previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el
restablecimiento de la persona.
Para el caso en que el examen interdisciplinario estableciera que el restablecimiento de la persona no es total, el
juez puede ampliar la nómina de actos que puede realizar por sí o con apoyo, o incluso modificar las funciones o
personas que ejerzan dicho apoyo. La revisión de dicha declaración podrá ser solicitada en cualquier momento, ya
sea por el propio interesado (art. 40) y por las personas legitimadas por el art. 48.
Al justificar la causa de la inhabilitación la protección de los familiares de la persona establecidos en el artículo,
se entiende que si los familiares dejaran de existir por cualquier razón, ello implicaría el cese de la inhabilitación.
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Unidad 7
NOMBRE
Concepto: Es la designación exclusiva que corresponde a cada persona en la sociedad. Permite que se la pueda
identificar en relación con los demás.
Evolución histórica: En la antigüedad, en un comienzo, el individuo utilizaba un solo vocablo que equivalía al
nombre propio y que no transmitía a sus hijos, así como Saúl, David, etc. Con el correr del tiempo y debido a la
densidad creciente de los pueblos, al nombre individual se le adicionaron otros elementos como el nombre del
padre en genitivo, por ejemplo Agamenón, hijo de Atreo; o la alusión a alaguna característica peculiar del sujeto
como por ejemplo Diógenes el Clinico; o el lugar de procedencia como Tales de Mileto.
En Roma, en un primer momento, se mantiene la designación de las personas por un solo nombre por ejemplo a
Rómulo no se le conoce el apellido. Luego la complejidad de la vida en la ciudad, origina el uso del nombre
integrado. Aparece así el tria nomina que estaba compuesto por el praenomen, que era la designación individual
que distinguía a los miembros de una familia; el nomen que era la denominación común de todas las familias de las
gens; y el cognomes que servía para distinguir las diversas ramas de las gens. Y en circunstancias excepcionales se
utilizaba el agnomen que era un sobrenombre honorifico que distinguía el valor. Este régimen era solo para los
hombres a las mujeres se las conocía por un solo nombre.
En España a partir del s IX se comienza agregar al nombre individual una característica, ya sea el lugar de
nacimiento o el nombre del padre o su profesión o un defecto suyo, como pedro Herrero o Pablo Clavo. Pero estos
nombres no se transmitían a sus hijos ni individualizaban a una familia. Y es en la baja edad media cuando los
nombres comienzan a vincularse a la familia.
Naturaleza jurídica: El nombre es un atributo de la personalidad del ser humano que contribuye a la
individualidad del ser humano y que por lo tanto le corresponde por el solo hecho de ser tal. Existe entonces un
verdadero derecho subjetivo al nombre. Pero las personas también están obligadas a usar un nombre. De allí que es
adecuado que el ordenamiento legal argentino caracterice al nombre como un DERECHO-DEBER de identidad.
Así lo dispone el art. 62 que dice “la persona humana tiene el derecho y el deber de usar el pronombre y el
apellido que le corresponden.”
Caracteres:
1. Obligatoriedad: porque según el art 62 toda persona debe llevar un nombre.
2. Unicidad: es único porque las personas no pueden tener más de un nombre
3. Indivisibilidad: Nadie puede tener un nombre frente a unos y otro distinto frente a otros.
4. Oponibilidad erga omnes: esta característica consiste en la posibilidad de usar el nombre frente a
todos.
5. Extrapatrimonial: El nombre en si es inestimable en dinero, pero puede generar derechos
patrimoniales por ejemplo cuando el nombre de una personalidad famosa es usado sin su
consentimiento como marca o para hacer una publicidad, el que lo ha usado tiene que resarcir
patrimonialmente al afectado.
6. Inalienable: No puede ser enajenado o transmitido mediante algún acto jurídico.
7. Imprescriptibilidad: No se lo puede adquirir, ni perder por el transcurso del tiempo ya que de otro
modo afectaría el principio fundamental de la inmutabilidad y quienquiera podría modificar su apellido
simplemente usando uno distinto al de su filiación.
Elección del pronombre: el art. 63 inc a establece que “Corresponde a los padres o a las personas a quienes
ellos den su autorización para tal fin; a falta o impedimento de uno de los padres, corresponde la elección o
autorización al otro; en defecto de todos debe hacerse por los guardadores, el Ministerio Publico o el
funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.”
El derecho a elegir el nombre surge de la responsabilidad parental. Así como expresa el artículo, en primer
lugar, la elección del pronombre les corresponde a ambos padres o a quienes ellos autoricen para ese fin, ya que la
inscripción del nombre en el Registro Civil y Capacidad de las personas puede hacerse por apoderado. Si existe un
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desacuerdo de las partes, uno de los padres puede acudir al juez quien deberá resolverlo por el procedimiento más
breve posible, con una audiencia previa de los progenitores y con la intervención del Ministerio Publico. Si falta
uno de los progenitores, la elección lo podrá hacer el otro padre o la persona a quien este autorice. En el caso en
que ninguno de los progenitores pudiera efectuar la elección, lo podrá hacer quienes tienen la guarda del menor, o
el Ministerio público en el caso del recién nacido que carece de representante legal y es necesario proveer la
representación. En defecto de los padres y sus representantes, podrá elegir el nombre el funcionario del Registro
Civil y Capacidad de las Personas, que es el encargado de inscribir el nacimiento de la persona.
Limites frente al principio de libertad: Conforme al art. 63 inc b, “no pueden inscribirse más de tres pre
nombres, apellidos como prenombres, primeros prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos
vivos; tampoco pueden inscribirse prenombres extravagantes.”
Estas restricciones han sido declaradas constitucionales por la jurisprudencia de la Corte Suprema, ya que
siendo el nombre el elemento primario a través del cual el individuo se relación e integra a la sociedad, la razón de
estas limitaciones está dada por buscar formas de identificación que faciliten esa integración y el resguardo de
situaciones que la tornen más dificultosa. Las limitaciones que contiene el inciso son muy concretas y de fácil
aplicación, salvo la última que podría dar un mayor margen de interpretación.
Hijos adoptivos: el art. 68 establece: Nombre del hijo adoptivo. “El nombre del hijo adoptivo se rige por lo
dispuesto en el Capítulo 5, Título VI del Libro Segundo de este Código”. El art. 623 establece como regla general
que el nombre del adoptado debe ser respetado.
Existen tres tipos de adopciones. El art 626 establece las reglas que rigen la adquisición del apellido en da
caso.
Adopción plena: puede ser unipersonal o conjunta: en la primera el hijo adoptivo lleva el apellido de
adoptante. Si el apellido tiene doble apellido, puede solicitar que así sea mantenido en el adoptado. En la segunda,
se aplican las mismas reglas relativas al apellido de los hijos matrimoniales (art. 64).
En cuanto al apellido de origen del adoptado, la regla general es que no lo conserva. Solo si la parte lo peticiona
y con fundamento en el derecho de identidad, el juez podrá disponer que el apellido de origen del adoptado se
incorpore en cualquier lugar de ubicación, antes o después del apellido del adoptando o al de uno de ellos, si la
adopción fuera conjunta.
Adopción simple: el art. 627 establece entre los efectos de la adopción simple que el adoptado que cuente
con la edad y grado de madurez suficientes o los adoptantes, pueden solicitar que se mantenga el apellido de
origen del adoptado en cualquiera de las ubicaciones, antes o agregado al apellido del adoptante o de uno de ellos.
Si no existe esa petición, la adopción simple se rige por las mismas reglas que la adopción plena. La adopción
simple puede revocarse y una vez revocada, según el art 629, último párrafo, el adoptado pierde el apellido de
adopción. Pero el juez podrá autorizar que el adoptado lo conserve a fin de resguardar su derecho a la identidad.
Adopción por integración: el Código aclara que en este caso se mantiene el vínculo filiatorio entre el
adoptado y su progenitor de origen, cónyuge o conviviente del adoptante. De tal modo, el menor mantendrá el
apellido de su progenitor.
APELLIDO
Concepto- utilidad: Es la designación común a todos los miembros de una familia. Se lo utiliza para identificar
al grupo familiar; pero vinculado al nombre de pila determina la identificación del individuo.
Adquisición: puede ser originaria, que es cuando se vincula a la filiación del individuo. Existen variantes
según que la filiación de la persona sea matrimonial o extramatrimonial. O puede ser derivada que es cuando tiene
lugar por el cambio de estado civil de la persona.
Apellido del hijo matrimonial: el art 64 establece que “El hijo matrimonial lleva el primer apellido de
algunos de los cónyuges, en caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el Registro del
Estado Civil y Capacidad de las personas. A pedidos de los padres, o del interesado con edad y madurez
suficiente, se puede agregar el apellido del otro.”
Se puede imponer al hijo matrimonial el primer apellido de cualquiera de los padres. Así se permite elegir el
llamado “apellido de familia”. Todos los hijos de un mismo matrimonio deben llevar el apellido y la integración
compuesta que se haya decidido para el primero de los hijos. Con esto se nota que se impone la obligación de
transmitir el primer apellido.
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Para el supuesto de falta de acuerdo entre los progenitores, el apellido del hijo patrimonial será determinado por
el sorteo que se efectúa en el Registro. La equiparación de derechos entre ambos progenitores para la elección de
apellido de los hijos es una consecuencia de la igualdad absoluta que existe éntrelos cónyuges reconocida en
nuestro derecho a partir de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer y otros instrumentos incorporados a nuestro derecho argentino.
También se prevé la agregación del apellido del otro cónyuge a pedido de los padres, o del interesado con edad
y madurez suficiente. Este supuesto se ha señalado como un ejemplo de capacidad progresiva que se les concede a
los menores. Pero coincidimos con quienes indican la inconveniencia de la utilización del termino edad suficiente
mientras se hubiera preferido fijar una edad determinada para formular la adiciona del apellido del otro progenitor.
Apellido del hijo extramatrimonial: el último párrafo del art. 64 prescribe: “El hijo extramatrimonial con un
solo vinculo filial lleva el apellido de ese progenitor. Si la filiación de ambos padres se determina
simultáneamente, se aplica el primer párrafo de este artículo. Si la segunda filiación se determina después; los
padres acuerdan el orden; a falta de acuerdo, el juez dispone el orden de los apellidos, según el interés superior
del niño.”
El principio general es que el hijo extramatrimonial lleva el apellido del progenitor que lo reconoce como tal si
es que existe uno solo que adopta esa actitud. Si ambos progenitores asumen su responsabilidad parental, se
aplicaría la norma de que puede llevar el primer apellido de cualquiera de los cónyuges, pero si la segunda filiación
se determina después, ambos padres deberán acordar el orden de los apellidos. A falta de acuerdo entre los
progenitores, será el juez quien deberá decidir cuál de los apellidos llevara el hijo extramatrimonial, teniendo como
pauta el interés superior del niño.
Apellido de persona menor de edad sin filiación determinada: en este caso el art. 65 establece que debe ser
anotada por el oficial del Registro Civil y Capacidad de las Persona con el apellido que está usando, o en su
defecto con un apellido común.
En tal supuesto, como por ejemplo el del niño recién nacido que fue abandonado por su madre o sus padres, se
le impone un nombre “común”, precisamente común para que no genere confusiones con los nombres homónimos.
La decisión administrativa es provisional, ya que establecida la verdadera filiación, se debe suplantar ese apellido
por el que corresponda. Y si no tiene apellido inscripto como en el caso del niño indocumentado se le inscribe con
el apellido que venía usando.
Casos especiales: el art. 66 contempla que la persona con edad y grado de madurez suficiente que carezca de
apellido inscripto puede pedir la inscripción del que está usando.
En este supuesto se establece que, presumiendo la norma que la persona mayor de edad ya usa un apellido y un
pronombre, habilita a la misma a requerir que ese apellido y prenombre, aunque no lo mencione el artículo, sea
inscripto a los fines de su identificación.
Apellido del cónyuge: el art. 67 acuerda la regla general de que cualquiera de los cónyuges, sea del
matrimonio hetero u homosexual, puede añadir su apellido al del otro cónyuge con la preposición “de” o sin
ella.
Lo que se establece es que el matrimonio no modifica el apellido de ninguno de los contrayentes, salvo que,
tanto el hombre como la mujer opten por agregar el apellido de su cónyuge al propio. Así el hombre podrá agregar
a su apellido el de su esposa, sin perjuicio que los hijos llevaran obligatoriamente el primer apellido de algunos de
ellos.
Divorciado o anulación del matrimonio: El mismo art. 67 dispone: “La persona divorciada o cuyo
matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos
razonables, el juez la autorice a conservarlo. El cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge
mientras no contraiga nuevas nupcias, ni constituya unión convivencial.”
La regla general ante el divorcio o la nulidad del matrimonio, es la pérdida del apellido del cónyuge que se
había optado por agregar salvo que existan motivos para conservarlos como que el cónyuge divorciado sea
conocido profesionalmente con ambos apellidos. El principio es distinto para el caso de viudez, ya que el viudo o
viuda puede seguir usando ambos apellidos, salvo que se vuelva a casar o forme una unión convivencial.
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titularidad del nombre por parte del accionante; 3) la existencia de un interés patrimonial o moral que tenga el actor
para el no uso del nombre por parte del demandado.
Acción de defensa del buen nombre o de supresión del nombre: se la confiere al titular del nombre y, en
su caso, a sus herederos cuando su nombre ha sido usado maliciosamente para designar una cosa o producto
industrial, comercial, etc. El actor tiene por objeto suprimir ese medio de individualización de la cosa o personaje y
obtener la correspondiente indemnización de daños y perjuicios El fundamento de la acción radica en que el uso
indebido del nombre para individualizar un personaje de fantasía o una marca puede lesionar la personalidad o la
intimidad del sujeto.
Cosa juzgada: las sentencias que se dicten respecto de las acciones de reclamación o de impugnación de
nombre, hacen cosa juzgada “erga omnes”. Sería una excepción al principio general, según el cual la cosa juzgada
afecta solo a las partes; pero tratándose de esta clase de acción el pronunciamiento judicial afecta también a las
personas que no han intervenido en el proceso.
EL SEUDÓNIMO
Concepto: Designación que una persona voluntariamente se da a sí misma, sea con el objeto de ocultar su
verdadera identidad o de darle realce en el ejercicio de una actividad, y que pueda formarse con un nombre y
apellido, con un prenombre o con una designación de fantasía.
Requisitos para la protección legal y efectos del registro del seudónimo: Los seudónimos tienen la
protección de un derecho intelectual en la ley 11.723, la cual faculta a los autores que usan seudónimos a
regístralos, adquiriendo así la propiedad intelectual. Es así que el seudónimo puede formar parte de la propiedad
intelectual de una persona ya que es una creación ideal que está destinada a resaltar una personalidad dedicada a
alguna actividad generadora de provecho económico.
Para otorgar protección al seudónimo, el Código requiere que adquiera notoriedad. Ello implica que no basta la
inscripción como propiedad intelectual, sino que también goza de protección aunque no esté inscripto.
El art 72 establece que el seudónimo que hubiere adquirido notoriedad goza de la tutela del nombre. Ello
implica la extensión al seudónimo de las acciones de reclamación, usurpación y supresión de nombre. Es decir, se
lo va a proteger en todo supuesto en que el titular se vea vulnerado por una confusión perjudicial entre su actividad
y la que otra persona despliegue.
ESTADO
Estado civil. Estado de familia: se lo puede definir como la posición que ocupa el sujeto con relación a la
familia, que actúa como causas de relaciones jurídicas familiares cuyo contenido son deberes y derechos.
Elementos: hay diversas opiniones al respecto y que pueden agrupar en tres concepciones distintas:
Primera concepción: es la que se aproxima al concepto romano del estado, concibiéndolo por la
eliminación de sus otros elementos, como la posición que corresponde a la persona en relación al grupo social y
grupo familiar a los cuales pertenece.
Segunda concepción: para los autores que la sostienen, el estado responde a un concepto más amplio, no
incluye solo los factores que fijan la posición de la persona frente a la sociedad y la familia, sino también las
cualidades inherentes de la persona, como la edad, el sexo o la salud mental. Así para ellos el estado es el conjunto
de las cualidades legales que resultan a veces de actos puros y simples, como el nacimiento y a veces de actos
jurídicos como el matrimonio y que confieren a la persona el modo de ser determinando así su individualidad.
Tercera concepción: Ferrara sostiene que el estado estaría integrado por toda cualidad de la persona con
influencia sobre un conjunto de relaciones jurídicas, como la cualidad de ausente, heredero, empleado, etc.
Caracteres.
1. Universalidad: no se limita a la filiación, ni solo al matrimonio.
2. Correlatividad: ciertos estados son comunes a dos personas ej. el de padre e hijo. Estos estados causan
deberes y derechos generalmente recíprocos. Se dice generalmente porque en algunos casos esta
reciprocidad falta como en el caso del viudo.
3. Oponibilidad: es oponible erga omnes, lo que se manifiesta a través del ejercicio de los derechos que
de él emanan o cuando medie su invocación ante quienes pretendan desconocerlo.
4. Estabilidad: tiene permanencia, es decir que subsiste mientras no acaezca un hecho o un acto jurídico
que produzca su modificación o extinción, como la muerte. Es decir que si bien es estable no es
inmutable.
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5. Inalienabilidad: no es transmisible por actos jurídicos, así nadie por ejemplo podría ceder su calidad de
esposo o de hijo. Además es intransigible, es decir que no puede ser objeto de transacción. Sin embargo
se puede transar sobre los derechos patrimoniales derivados del estado.
6. Imprescriptible: no se adquiere ni se pierde por el transcurso del tiempo. Pero ello no obsta a que en
beneficio de su estabilidad, ciertas acciones de estado estén sometidas a plazos de caducidad.
Efectos.
Sirve para determinar el número y la naturaleza de los derechos y las obligaciones que incumben a las
personas.
Influye en la capacidad de ejercicio y en el nombre de las personas
Determina incapacidades de derecho.
Origina un derecho subjetivo a favor de la persona por el cual esta puede proteger su estado a través de las
llamadas acciones de estado
En el derecho procesal es motivo de excusación o recusación y de imposibilidad para declarar como
testigo.
En el orden penal puede resultar factor eximente o agravante en la comisión de determinados delitos.
Posesión de estado.
Consiste en el disfrute de un determinado estado de familia, sin que la persona tenga título para ese estado. Así
goza de posesión del estado de hijo quien, sin estar inscripto como tal, recibe de otra persona el trato de hijo
pudiendo llevar su apellido públicamente o no.
Los autores han coincidido en señalar que se han requerido por lo menos tres elementos para que la persona
goce de la posesión de un estado civil.
Nomen: es decir que la persona lleve el apellido de aquel con respecto al cual se comporta como hijo
Tractatus: que la persona reciba el trato de hijo
Fama: que el sujeto reciba públicamente tal trato y ello haga que el resto de la gente conozca tal
circunstancia.
Sin embargo la doctrina y la jurisprudencia han reelaborado estos elementos, sosteniendo que tanto el nomen
como la fama son menos transcendentes que el trato.
El art. 584 establece: "La posesión de estado debidamente acreditada en juicio tiene el mismo valor que el
reconocimiento, siempre que no sea desvirtuada por prueba en contrario sobre el nexo genético.”
En lo referente a la prueba del matrimonio el art. 423 dispone: “La posesión por sí sola no es prueba suficiente
para establecer el estado de casados o para reclamar los efectos civiles del matrimonio, pero si existe acta de
matrimonio y posesión de estado, la inobservancia de las formalidades prescriptas en el acto de celebración no
puede ser alegada contra la existencia del matrimonio.”
DOMICILIO
Concepto jurídico: Es el lugar que la ley fija como asiento o sede de la persona para la producción de
determinados efectos jurídicos.
Especies: Se distingue el domicilio general, el cual es aplicable para la generalidad de las relaciones jurídicas
de una persona y en contraposición a este, se encuentra el domicilio especial, que es aquel que produce efectos
limitados a una o varias relaciones jurídicas determinadas.
Residencia: alude al lugar donde habita la persona de manera ordinaria con cierto grado de estabilidad. Implica,
entonces, la permanencia en el lugar con carácter temporario y sin ánimo de vivir allí. Es por eso que la residencia
crea entre la persona y el lugar una relación semejante a la del domicilio, pero menos estable y duradera, por
ejemplo el que pasa sus vacaciones en Mar de Plata, tiene allí su residencia en ese periodo.
Protección constitucional del domicilio: este domicilio está amparado por la garantía de inviolabilidad que
prescribe el art. 18 de la CN. “el domicilio es inviolable”
Condiciones prohibidas: el último párrafo del art. 344 establece: “Se tienen por no escritas las condiciones
que afecten de modo grave las libertades de la persona, como la de elegir domicilio o religión, o decidir sobre su
estado civil.”
a) Domicilio real o voluntario: es el lugar de la residencia habitual de las personas humana, así lo establece
el art. 73: “La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual. Si ejerce
actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las
obligaciones emergentes de dicha actividad.”
Elementos: surge de dos elementos el “corpus”, que alude a la efectiva presencia en el lugar para desarrollar las
actividades de la vida cotidiana; y el “animus”, que hace referencia a la intención de permanecer allí aunque
transitoriamente no se lo haga.
Cambios: el art. 77 dispone que el domicilio puede cambiarse de un lugar a otro. Esta facultad no puede ser
coartada por contrato, ni por disposición de última voluntad. El cambio se verifica instantáneamente por el
hecho de trasladar la residencia de un lugar a otro con ánimo de permanecer a ella.
Es decir, el mero abandono material de la residencia no constituye un cambio de domicilio si no va acompañado
de la intención de establecerse en el nuevo lugar, y la sola intención si no va acompañada del hecho del traslado,
tampoco constituye cambio de domicilio.
En cuanto a su constitución el domicilio real requiere la concurrencia de sus dos elementos constitutivos
mencionado. No basta la sola presencia de uno de ellos sino concurre el otro también, de ahí que no importe la
radicación temporaria del lugar si falta la intención de convertirlo en sede permanente de la persona. En cuanto a la
conservación, subsiste mientras uno de los elementos permanezca en ese lugar. En cuanto a la extinción o pérdida
de este domicilio, se produce por la constitución de un nuevo domicilio, sea real o legal.
b) Domicilio legal: el art. 74 lo caracteriza como el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en
contra, que una persona reside de una manera permanente para el ejercicio de sus derechos y
cumplimiento de sus obligaciones. Solo la ley puede establecerlo, y sin prejuicio de lo dispuesto por
normas especiales.
El fundamento de su existencia está en la seguridad jurídica, pensada en relación no a la persona a la que la ley
le asigna el domicilio legal sino a quienes deben vincularse jurídicamente con ella.
Caracteres: es forzoso, ya que esta imperativamente determinado por la ley y no puede hacerse excepción a él,
y es excepcional, en cuanto no puede extenderse por analogía a otros supuestos.
Análisis del art 74. Este señala cuatro supuestos de domicilio legal:
“Los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus funciones, no siendo
estas temporarias, periódicas o de simple comisión”: la norma se refiere a toda clase de empleados públicos.
Dentro del concepto de función periódica quedan comprendidas las que se ejercen durante determinados periodos
del año o con intermitencias más o menos prolongadas, como diputados o senadores.
80
“Los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo están prestando”: la función militar
activa supone cambios de destino periódico que motivan a cambios de domicilio, la solución legal obvia los
inconvenientes aparejados por dicho cambio cada vez que variare el destino del funcionario. Esta norma contempla
a los militares en servicio activo del Ejército, Armada y Aeronáutica, a excepción de los retirados que no prestan
servicios.
“Los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen domicilio conocido, lo tienen
en el lugar de su residencia actual”: esta disposición tiene por finalidad ubicar a las personas nombradas, en algún
lugar determinado para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones.
“Las personas incapaces lo tienen el domicilio de sus representantes”: En caso de los menores, el domicilio
legal es el de los padres o de su tutor y el del incapaz, en el de su curador.
Prelación: la cual corresponde al domicilio legal, que por tener el carácter de unidad desplaza o sustituye al
domicilio real.
2) DOMICILIO ESPECIAL
Concepto: es el que elige una u otra parte de un contrato para que surta efecto respecto de las consecuencias de
ese mismo contrato, así lo establece el art. 75: “Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el
ejercicio de los derechos y obligaciones que de él emanan.”
Formas de constitución. Este domicilio puede ser constituido por cualquiera de las formas expresas o tacitas de
manifestación de la voluntad. Hay manifestación expresa cuando se lo elige por escrito o verbalmente, hay
constitución tacita cuando se lo induce del lugar convenido para el cumplimiento de la obligación, en cuyo caso la
lay declara la competencia de los jueces de ese lugar para entender en el pleito a que el contrato diere lugar.
Modalidades de la constitución. En efecto la constitución de este domicilio puede ser hecha con indicación de
la calle y número del domicilio elegido o puede hacerse identificándolo por la mención de la persona que vive en él
o simplemente consignando la localidad o distrito elegidos. O también puede constituirse en el domicilio real del
interesado o de su adversario.
Cambios. El domicilio de elección es inmutable, porque siendo una cláusula de un contrato, participa de la
estabilidad de todo el régimen del contrato que no puede ser alterado por uno de los contratantes. Todo cambio ha
de ser consentido por la voluntad de ambos contratantes. Pero este principio cesa, en cuanto a las notificaciones,
cuando el cambio no altera la jurisdicción de los jueces que habrían de resolver las controversias entre las partes.
De modo que cualquiera de los contratantes puede cambiar el domicilio, siempre que lo mantenga dentro de la
misma jurisdicción.
Para que el cambio produzca su efecto se requiere la notificación del mismo a la contraparte. Esta notificación
debe ser practicada en el domicilio ordinario del adversario porque el cambio del domicilio de elección no es un
efecto normal del contrato sino de la libre decisión de quien efectúa ese cambio.
Subsistencia. Este domicilio perdura en su eficacia mientras dote efecto el contrato que lo contiene. Siendo la
constitución de este domicilio una mera cláusula del contrato, destinada a funcionar en tanto dure el régimen
convencional estructurado por el contrato, su suerte está ligada a este y se extingue por él.
Efectos: el art. 78 establece: “El domicilio determina la competencia de las autoridades en las relaciones
jurídicas. La elección de un domicilio produce la prórroga de la competencia.”
81
El principal efecto es la prórroga de jurisdicción, la cual opera la transferencia de la competencia originaria de
los jueces del domicilio general del constituyente a los jueces del domicilio de elección, salvo que una disposición
de orden público no lo permita. El domicilio de elección también es el lugar donde deben practicarse las
notificaciones y emplazamientos extrajudiciales motivados por el contrato, como ofertas de pago.
Lugar del pago: el art. 874 establece: “Lugar de pago no designado. Si nada se ha indicado, el lugar de pago
es el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor tiene
derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el
lugar de pago sea el domicilio del acreedor.”
Esta regla no se aplica a las obligaciones:
a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente;
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de pago es donde debe
cumplirse la prestación principal.
El art. 152 dispone: “Domicilio y sede social. El domicilio de la persona jurídica es el fijado en sus estatutos
o en la autorización que se le dio para funcionar. La persona jurídica que posee muchos establecimientos o
sucursales tiene su domicilio especial en el lugar de dichos establecimientos sólo para la ejecución de las
obligaciones allí contraídas. El cambio de domicilio requiere modificación del estatuto. El cambio de sede, si no
forma parte del estatuto, puede ser resuelto por el órgano de administración.”
Domicilio y sede social: El primero se encuentra identificado de manera genérica, ya que designa la ciudad en
la cual se asienta la persona jurídica, en cambio la segunda es el lugar donde efectivamente funciona la
administración de la entidad.
Alcance- notificaciones: el art. 153 establece: “Se tienen por válidas y vinculantes para la persona jurídica
todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta”
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Unidad 8
AUSENCIA SIMPLE
Ausencia.
Ocurre con frecuencia que una persona desaparezca de su domicilio o del lugar habitual de sus actividades sin
que se tenga noticia alguna de ella.
La simple ausencia si el tiempo no es muy prolongado, no tiene por qué dar sospechas de fallecimiento, ni tomar
medidas respecto de los bienes de esa persona. Dado estos casos, el derecho interviene en defensa de los intereses
del ausente.
Pueden darse tres situaciones posibles:
a) Ausencia de la persona que deja su domicilio, pero se conoce su paradero, está en correspondencia con su
familia, y ha dejado poderes suficientes para el manejo de sus bienes.
b) Ausencia de quien ha desaparecido de su domicilio sin dejar noticias de su paradero, ni poderes para la
administración de sus bienes. No hay razón todavía para presumir su muerte, pero puede ser indispensable adoptar
medidas para el cuidado de sus bienes.
c) Desaparición en circunstancias tales y se ha prolongado durante un tiempo suficiente como para hacer razonable
la sospecha de muerte: la Ausencia con Presunción de Fallecimiento.
Art 79: “Si una persona ha desaparecido de su domicilio sin tenerse noticias de ella y sin haber dejado
apoderado, puede designarse un curador a sus bienes si el cuidado de estos lo exige. La misma regla se debe
aplicar si existe apoderado, pero sus poderes son insuficientes o no desempeña convenientemente el mandato.”
La ausencia de una persona que tautológicamente implica la “falta de presencia” conlleva dos condicionantes
facticos que se fundan sobre este supuesto de base: la desaparición de una persona de su domicilio real. Dichos
condicionantes son:
1) que la ausencia implique un tiempo razonable como para generar a sus allegados cierta preocupación
2) necesidad de prever sus bienes, y al no conocerse su paradero llevar a cabo acciones que intenten ubicarlo.
El fin perseguido por el legislador, al crear la figura de ausencia es velar por los bienes del ausente. Es por ello
que el Código requiere que existan bienes que necesiten cuidado o protección debido a que el ausente no dejo
apoderado o si lo dejo sus poderes son insuficientes o no desempeñan bien el mandato. De esa manera la solución
que se propone es la apertura del proceso judicial de declaración de simple ausencia la cual tiene como objetivo la
designación de un curador para que se encargue de los bienes del ausente.
Legitimación.
Art 80: “Pueden pedir la declaración de ausencia, el Ministerio Publico y toda persona que tenga interés
legítimo respecto de los bienes del ausente.”
El articulo al afirmar “toda persona que tenga interés legítimo respecto de los bienes del ausente”, se justifica
ya que la finalidad de la declaración es proteger el patrimonio del ausente, así pueden resultar legitimados los
presuntos herederos del ausente, los acreedores del ausente, los socios, los condominios y el mismo mandatario
cuando sus poderes no son suficientes o debe renunciar. Por su parte el ministerio publico solo podrá actuar en
representación de un incapaz (ej: hijos menores del ausente) y no por derecho propio, ya que el ausente no es
incapaz ni persona con capacidad restringida.
Competencia.
Art 81: “Juez competente: es competente el juez del domicilio del ausente. Si este no lo tuvo en el país, o no
es conocido, es competente el juez del lugar en donde existan bienes cuyo cuidado es necesario; si existen bienes
en distintas jurisdicciones, el que haya prevenido.”
Procedimientos.
Art 82: “El presunto ausente debe ser citado por edictos durante cinco días y si vencido el plazo no
comparece, se debe dar intervención al defensor oficial o en su defecto, nombrase defensor al ausente. El
Ministerio Público es parte necesaria en el juicio. Si antes de la declaración de ausencia se promueven acciones
contra el ausente, debe representarlo el defensor. En caso de urgencia, el juez puede designar un administrador
provisional o adoptar las medidas que las circunstancias aconsejan.”
Esto quiere decir que, el juez competente en el pedido de declaración de ausencia deberá, una vez admitida la
demanda, citar al ausente por medio de edictos. Los edictos se publicaran durante cinco días y si vencido el plazo
no se presenta, el juez dará intervención al defensor oficial, caso contrario, nombrara defensor a uno de los
abogados de la matrícula. Este defensor debe tomar intervención en las acciones que se promuevan contra el
83
ausente, antes de su declaración. El ministerio público es parte del juicio, por lo tanto, debe observar las
actuaciones antes de la recepción de la prueba. Cuando la protección de los bienes del ausente no pueda expandirse
hasta la designación del curador, el juez podrá ordenar que se tomen las medidas pertinentes tendientes a preservar
los bienes o podrá designar un administrador provisional para proveer al cuidado y conservación de dichos
bienes.
Sentencia.
Art 83:“Oído el defensor, si concurren los extremos legales, se debe declarar la ausencia y nombrar curador.
Para la designación se debe estar a lo previsto para el discernimiento de curatela…”
Una vez que es oído el defensor y comprobados los extremos legales, el juez está en condiciones de declarar la
ausencia y designar curador. Con respecto a quien puede ser designado curador, el Código remite a lo previsto para
el discernimiento de la tutela. La curatela será designada a favor del cónyuge no separado de hecho, el conviviente
y los hijos, padres, hermanos de la persona, según quien tenga mayor aptitud e idoneidad moral y económica, lo
que da lugar a que el juez tenga un mayor campo de acción para designar a quien considere adecuado.
Declarada la ausencia y si hubiere testamento, el juez ordenara que este se abra y los herederos entran en
posesión provisional de los bienes, dando fianza que asegure los resultados de su administración. También la
declaración de ausencia no genera la suspensión de la responsabilidad parental que solo se produce con la ausencia
con presunción de fallecimiento.
Conclusión de la curatela.
La curatela del ausente declarado se extingue, de acuerdo con lo dispuesto por el art. 84, por:
La presentación del ausente, sea personalmente o por apoderado
La muerte del mismo
El fallecimiento presunto declarado judicialmente.
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administración de bienes y el objetivo de dicha función se fundamenta en la subsistencia de la familia directa del
ausente.
PRESUNCIÓN DE FALLECIMIENTO
Origen histórico.
En el derecho Romano no se conoció la presunción de fallecimiento. El caso más común de
ausencia con incertidumbre se presentaba con quienes caían prisioneros: primeramente, se decidió que el hecho
implicaba la extinción de los derechos y obligaciones del prisionero, pero luego se admitió que al no
tener conocimiento de su muerte, no correspondía disponer sobre los bienes del mismo.
La antigua legislación española tampoco conoció la institución de la presunción de fallecimiento. Si bien nos
habla de la designación de uno o más protectores de los bienes de las personas ausentes o muertas sin herederos y
facilita la prueba de la muerte de quienes se han ausentado por tierras extrañas si pasaron más de diez años, en
ninguno de esos supuestos se legisla sobre la presunción de fallecimiento.
En realidad, el origen de la institución se encuentra en el derecho de los antiguos germanos, quienes conocieron
en las hipótesis de incertidumbre sobre la subsistencia de las personas, la declaración de muerte que pronunciaban
los tribunales de justicia a petición de parte y sobre la base de ausencias prolongadas por lapsos variables de 5 a 20
años, según los países y las circunstancias.
Caso ordinario.
Art 85: “La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia de ella por el término de tres
años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya dejado apoderado. Este plazo debe contarse desde la
última noticia del ausente.”
Este caso contempla la situación de aquella persona que se ausenta de su domicilio sin que se tenga noticias de
su existencia. La presunción del fallecimiento surge del trascurso del tiempo, sin que sea necesaria ninguna otra
circunstancia. El tiempo que debe transcurrir es el de 3 años y carece de relevancia si dejo o no un apoderado. Es
necesario que el ausente tenga domicilio en nuestro país, caso contrario no procede la declaración de fallecimiento
presunto por parte de nuestros tribunales.
Legitimación.
85
Art 87: “Cualquiera que tenga algún derecho subordinado a la muerte de la persona de que se trate, puede
pedir la declaración de fallecimiento presunto, justificando los extremos legales y la realización de diligencias
tendientes a la averiguación de la existencia del ausente.”
Es una disposición abierta, ya que no determina de manera taxativa quienes están legitimados sino que acuerda
la acción a todos aquellos que tengan algún derecho cuyo ejercicio dependa de la muerte del ausente.
A simple título, podemos mencionar entre las personas legitimadas:
El cónyuge o conviviente del ausente
Los presuntos herederos legítimos o instituidos en testamentos
Cualquier socio cuando en el contrato contiene que la muerte de uno de ellos extingue la sociedad.
El ministerio público en representación de los incapaces o personas con capacidad restringida,
cuando estos fuesen herederos presuntos.
Competencia.
Es competente para entender en el pedido de declaración de fallecimiento presunto, el juez del domicilio o
ultima residencia del ausente.
Procedimiento.
Art 88: “El juez debe nombrar defensor al ausente o dar intervención al defensor oficial y citar a aquel por
edictos una vez por mes durante seis meses. También debe designar a un curador a sus bienes, si no hay
mandatario con poderes suficientes o si por cualquier cosa aquel no desempeña correctamente su mandato.”
El juez debe nombrar defensor al ausente o dar intervención al defensor oficial. Aquí la designación es previa a
la citación por edictos, mientras que en la ausencia simple la designación era solo después de la citación y si la
persona no se presentaba. Además del defensor del ausente, el juez puede nombrar un curador a los bienes (ad-
bona) del ausente, cuyas funciones se limitan a la conservación y administración de los bienes. No hay
inconvenientes si subsiste el defensor designado en el juicio de simple ausencia.
Sentencia.
Art 89: “Pasados los seis meses, recibida la prueba y oído el defensor, el juez debe declarar el fallecimiento
presunto si están acreditados los extremos legales, fijar el día presuntivo del fallecimiento y disponer la
inscripción de la sentencia.”
Esto quiere decir que una vez que son presentadas las pruebas concernientes al caso en cuestión, publicados los
edictos en el Boletín Oficial sin que se haya presentado el ausente y oído el defensor, el juez dictará sentencia
declarando el fallecimiento presunto del ausente. Esta sentencia debe inscribirse en el Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas.
Inventario- bienes.
Dada las peculiaridades que presenta la situación de muerte presunta, debe preverse la reaparición del ausente o
la modificación de la fecha del fallecimiento; por ello la entrega de los bienes a los herederos debe rodearse de
ciertas garantías. Estas garantías son el inventario y las limitaciones o los poderes de disposición de los herederos,
que se imponen durante el denominado periodo de prenotacion que antecede al periodo de dominio pleno. Debe
realizarse un inventario con las formas previstas para el juicio sucesorio, las que no pueden relevarse por acuerdo
de los herederos, ya que en este caso ese acto tiende proteger el ausente. Si entregados los bienes se presenta el
ausente o se tiene noticias de su existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la
devolución de los bienes a petición del interesado.
Prenotación.
La prenotacion es un trámite sucesorio cuando se trata de una presunción de fallecimiento declarada, mediante
la cual, se impone a los herederos recibir el dominio de los bienes que integran el acervo hereditario, con la
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condición de no agredirlos ya que constituyen un patrimonio distinto que no debe confundirse con el resto de los
bienes del heredero. Dicho dominio posee un carácter de dominio revocable y tales bienes solo pueden gravarse o
enajenarse con autorización judicial. La misma será dada en casos indispensables y tratando de evitar fallas a los
intereses del ausente. El periodo de prenotacion dura hasta que se hayan cumplido cinco años contados a partir del
día presuntivo de la muerte, u ochenta años, desde el nacimiento del presuntamente fallecido. Mientras la
prenotacion subsista, se impide la realización de actos de disposición sobre los bienes inscriptos en los registros de
bienes.
Dice el art 91 (ult párr.): “Si entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia de su existencia,
queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquellos a petición del
interesado.”
La presentación del ausente durante este periodo hace que quede sin efecto la transmisión del dominio hecha a
favor de los herederos, por lo que deben restituir los bienes al reaparecido. Y si fueron judicialmente autorizados a
disponer de algunos de ellos, se reintegrara su valor o lo ingresado a su patrimonio en su reemplazo y si nada queda
del bien, subsistirá una deuda de valor con relación al reaparecido ya que él es el titular dominial.
b) Sociedad conyugal: según el art. 476: la comunidad se extingue por muerte de uno de los conyugues.
En el supuesto de presunción de fallecimiento, los efectos de la extinción se retrotraen al día
presuntivo del fallecimiento.
c) Bienes: en el momento en que concluye la prenotacion, puede disponerse libremente de los bienes. Si el
ausente reaparece puede reclamar: la entrega de los bienes que existen en el estado en que están, los
adquiridos con el valor de los que faltan, el precio adeudado de los bienes enajenados y los frutos no
consumidos.
DIFERENCIAS
Art. 98: “Si el cadáver de una persona no es hallado o no puede ser identificado, el juez puede tener por
comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, si la desaparición se produjo en
circunstancias tales que la muerte debe ser tenida como cierta.”
Art. 95: “Conmoriencia. Se presume que mueren al mismo tiempo las personas que perecen en un
desastre común o en cualquier otra circunstancia, si no puede determinarse lo contrario.”
Muerte natural: implica el cumplimiento inevitable del ciclo vital de toda persona humana, sea por
enfermedad, por muerte violenta, o por el simple agotamiento de sus funciones vitales en relación con su edad
biológica.
Comprobación:
El art. 94 dice: “La comprobación de la muerte queda sujeta a los estándares médicos acentuados,
aplicándose la legislación especial en el caso de ablación de órganos de cadáver.”
Siendo la muerte un hecho biológico, su efectiva comprobación corresponde a la ciencia médica. El Código se
remite a los “estándares médicos aceptados”, así será la medicina y sus procedimientos de verificación que servirán
para acreditar que la persona ha fallecido. La actual Ley de Trasplantes prescribe las bases para el diagnóstico de la
muerte. El art 23 de la ley 24. 193 establece que: “ el fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se
verifiquen de modo acumulativo los siguientes signos, que deberán persistir ininterrumpidamente seis horas
después de su constatación conjunta:
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a) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con perdida absoluta de conciencia
b) Ausencia de respiración espontanea
c) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas
d) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados a las diversas
situaciones clínicas, cuya nómina sera periódicamente actualizada por el Ministerio de Salud y Acción
Social.
Y aclara que la verificación de los signos referidos en el inc. d) no sera necesaria en caso de paro cardiaco
respiratorio total e irreversible.
Luego el art 24 de dicha ley, exige que la certificación del fallecimiento sea suscripta por dos médicos, entre los
que figurará por lo menos un neurólogo y que ninguno de ellos integre el equipo que luego realice las ablaciones o
implantes de los órganos del fallecido. En cuanto a la hora del fallecimiento, se establece que sera aquella que por
primera vez se constataron los signos previstos en el art 23.
La muerte civil.
La muerte era una institución por la cual la persona físicamente tenia existencia, pero el derecho la consideraba
muerta, porque perdía sus derechos civiles y políticos y se producían los efectos de la muerte. Esta institución rigió
en la antigüedad y fue suprimida por todos los códigos modernos. Eran considerados civilmente muertos los
religiosos profesos y los condenados por delitos graves. Declarada la muerte civil, la persona perdía los derechos
civiles y políticos, se abría su sucesión; si la persona era casada se disolvía el vínculo matrimonial. El código civil
derogado disponía que la muerte civil no tenía lugar en ningún caso, ni por pena, ni por profesión en las
comunidades religiosas. El CCYC asume la no existencia en la actualidad de ese injusto instituto y por ende no la
menciona ni siquiera para negarlo.
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Unidad 9 prueba del estado civil y capacidad. Los registros
1-Registro del Estado Civil y Capacidad de las personas. (Ley 26. 413)
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Como principio general, se establece en el primer párrafo, que el nacimiento o la muerte ocurridos en el extranjero se
prueban con los instrumentos hechos en el lugar del nacimiento o de la muerte de acuerdo a las leyes locales para
acreditar tales extremos, debiendo ser los mismos legalizados de conformidad con lo dispuesto por las convenciones
internacionales o, si éstas faltaren, de acuerdo a las disposiciones consulares de la Argentina.
Entonces la prueba de nacimiento y de muerte de los extranjeros en su lugar de origen se rige en principio por
las normas del lugar dándole autenticidad en nuestro país mediante su respectiva legalización, eventual traducción
(en el caso que los documentos estén elaborados en idioma extranjero), e inscripción de que de ellos se haga en el
Registro de Estado Civil y Capacidad de las personas.
En su segundo párrafo, el art.97 contempla el supuesto de los hijos de argentinos nacidos en el extranjero y la
muerte de los ciudadanos argentinos ocurrida también en el extranjero. En lo que respecta al nacimiento se vincula
con los hijos de argentinos que nacieron en el extranjero pero cuyos padres quieren que tengan la nacionalidad de
nuestro país. En ese caso la prueba del nacimiento se acredita con las constancias expedidas por las autoridades
consulares argentinas del lugar del parto o bien por las constancias, que a nivel de instrumento público, se
confeccionen según las reglas locales, pero que deben ser legalizadas o autenticadas por agentes consulares o
diplomáticos del país. Similares pautas son operativas, con relación a la prueba de difusión de las personas humanas
fallecidas en el extranjero.
ARTÍCULO 98.- Falta de registro o nulidad del asiento. Si no hay registro público o falta o es nulo el asiento, el
nacimiento y la muerte pueden acreditarse por otros medios de prueba
Si el cadáver de una persona no es hallado o no puede ser identificado, el juez puede tener por comprobada la
muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, si la desaparición se produjo en circunstancias tales
que la muerte debe ser tenida como cierta.
Esta norma contempla en primer lugar los supuestos excepcionales a los que podrá acudirse a la prueba
supletoria, que será aquella que a falta de la prueba directa, permita al juez arribar a la certera convicción de que el
hecho se ha producido.
Tales supuestos son:
a) la falta de registro público en caso que éste haya sido objeto de destrucción,
b) la falta de asiento por haberse incurrido en alguna omisión,
c) la nulidad del asiento con motivo de alguna irregularidad .Con relación a la "nulidad" de la partida, Rivera
sostiene que ello significa la nulidad de la instrumentación del acto y no del acto en sí mismo. La nulidad priva de
efectos a la instrumentación, pero no invalida los efectos del acto. La misma se puede producir por fallas esenciales
de la partida, como ser la falta de firma de las partes, del oficial público o de los testigos del acto. También puede
ser provocada por contener enunciaciones que no se correspondan con la realidad.
Ante la inexistencia o falta de registro, el nacimiento o muerte de una persona deberá ser probado judicialmente por
un proceso breve o sumario, en cual la ley establece que podrá recurrirse a otros documentos o medios convictivos.
Una vez que el juez posea las pruebas que acrediten los hechos en el tiempo y en el lugar correspondiente, ordenará
la inscripción registral de la cual podrá derivarse la partida.
En segundo lugar, la norma nos habla de la situación dada por la desaparición o no individualización del cadáver,
siempre teniendo como cierta la muerte de la persona.
Es un hecho que para registrar la muerte de una persona se requiere de su acreditación mediante un certificado
médico de defunción y también se entiende que cuando no existe cadáver o este resulta irreconocible no habrá
asiento registral de la muerte ni con ello una partida que acredite el hecho. En este caso la norma prevé que la
efectiva comprobación de la muerte impone la intervención judicial a través de una tramitación en la cual se
podrán admitir los medios de pruebas que sean adecuados para convencer al juez del deceso (fotografías,
filmaciones, testimonios, prueba pericial),de modo tal que declare la muerte y ordene su inscripción registral, de la
cual se derivará la partida.
Es necesario que exista certeza de la muerte, en caso contrario se deberá recurrir al procedimiento de declaración
de fallecimiento presunto, en cual no se trabaja sobre la “certeza”, sino sobre la “probabilidad” de la muerte.
ARTÍCULO 99.- Determinación de la edad. Si no es posible establecer la edad de las personas por los medios
indicados en el presente Capítulo, se la debe determinar judicialmente previo dictamen de peritos.
El artículo contempla el supuesto de determinación de la edad vía judicial y formula una regla sencilla para estos
casos.
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Establece que, cuando por falta de inscripción registral del nacimiento o por falta de identificación, no se conociese
la edad de una persona y fuera necesario saberla, la vía procesal para ese fin es la información sumaria ante el
juez y con intervención de peritos idóneos en el tema como médicos, forenses antropológicos. Sin embargo ello
no implica que esa deba ser la única manera de allegar a elementos de prueba sobre la edad, ya que también puede
emplearse prueba documental como constancias de hospitales o nosocomio donde el parto tuvo lugar, partidas
parroquiales de bautismo si las hubiera, libretas de familia o testigos o certificados médicos de nacimiento o
cualquier aporte de eficacia probatoria.
Si bien no se menciona en la norma lo indispensable de determinar la edad, resulta claro que la gestión judicial
debe tener como soporte la necesidad jurídica de probar la edad de la persona, lo cual conlleva la inscripción
judicial por sentencia de su nacimiento como su identificación ante el Registro de Estado Civil y Capacidad de las
personas.
En cuanto al marco regulatorio, se establece la ley 26.413, de Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas, sancionada el 10 de septiembre de 2008, promulgada el 1 de octubre de 2008 y publicada en el Boletín
Oficial del 6 de octubre de 2008, en su art. 95 deroga el decreto-ley 8204/1963.
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También llamadas notas marginales. Son asientos de carácter secundario que se practican al «margen» del
Registro, y cuya principal finalidad es coordinar entre sí los asientos registrales relativos a una misma persona
Toda modificación del contenido de las inscripciones deberá ser suscripta por el oficial público, y se registrará
mediante nota de referencia, correlacionándola con sus antecedentes. Dentro del plazo de VEINTE (20) días las
comunicaciones pertinentes, deberán efectuarse a las direcciones generales, provinciales y de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, donde se encuentre inscripto el asiento de origen.
B. Número mínimo de libros obligatorios
El registro del estado civil se dividirá en CUATRO secciones: Nacimientos; Matrimonio, Defunciones, y
Capacidad, restricciones a su capacidad e Incapacidad. Conforme a los rubros señalados se confeccionarán por
duplicado los libros pertinentes en todas y cada una de las oficinas. Las hojas de los libros del registro serán
numeradas en orden sucesivo y firmadas por el Jefe de la Oficina de Registro Civil, quien deberá certificar en el
acta respectiva al final de los mismos, sobre el número de hojas y actas que contengan.
Las inscripciones se registrarán en libros con textos impresos, y las páginas serán fijas y numeradas
correlativamente. De cada tomo se confeccionará un índice alfabético en el que se consignarán todas las
inscripciones tomando al efecto la primera letra del apellido del inscrito; en los matrimonios el apellido de cada
contrayente por separado; y en las defunciones de mujer casada, el apellido de soltera.
El último día hábil de cada año, o el último día del año en las guardias de nacimiento, matrimonio o defunción, se
cerrarán los libros de Registro, certificando el oficial público correspondiente, al final de los mismos el número de
inscripciones y páginas útiles e inutilizadas que contienen. Se procederá a copiarlos. El original deberá permanecer
en la dirección general y la copia en un lugar diferente.
C. Medios para la doble registración
El Registro se llevará mediante un asiento en un libro que podrá ser conformado con folios individuales numerados
que resguarden las exigencias de seguridad, del cual se tomará copia ya sea en forma manual, micro- filme, archivo
informático u otro sistema similar.
Esta copia deberá ser suscripta por el oficial público. El original y la copia así obtenida, tendrán carácter de
instrumento público, así como también las fotocopias a partidas que se expidan sobre la base de dichos asientos
originales o sus copias. Las partidas deberán ser autenticadas por autoridad competente. Los nacimientos,
matrimonios, defunciones o incapacidades se registrarán en libros por separado, sin perjuicio de que por vía
administrativa, se habiliten otros para el asiento de hechos cuyo registro resulte necesario.
D. Conservación
Los libros, microfilmes, archivos informáticos u otro sistema similar que se adopte, no podrán ser entregados a
persona alguna. Para ser exhibidos a terceros deberá acreditarse un interés legítimo. La autoridad competente
encargada de su custodia será responsable de la destrucción o pérdida de los mismos, si le resultare imputable
E. Reposición (Administrativa)
Si el ejemplar original o la copia resultan extraviado o destruido total o parcialmente, la dirección general
dispondrá de inmediato que se saque copia de la copia de seguridad del archivo informático o del ejemplar que
quede según corresponda, firmándose la inscripción por el oficial público competente
F. Reconstrucción judicial
Si resultaren extraviados o destruidos total o parcialmente los dos ejemplares, la dirección general deberá dar
cuenta inmediata del hecho al juez competente, sin perjuicio de lo cual dispondrá todas las medidas tendientes a la
reconstrucción de las inscripciones destruidas o extraviadas, utilizando para ello las pruebas que constaren
registradas en reparticiones públicas o privadas. Asimismo, se publicarán las fechas correspondientes a los
ejemplares destruidos o extraviados, de modo tal que los interesados o sus derechohabientes puedan colaborar en la
tarea de reconstrucción aportando los datos que obrasen en su poder.
Partidas
Concepto: Son testimonios con rango de instrumento público (naturaleza), donde el oficial competente da fe de los
hechos y datos mencionados, según consta en los libros correspondientes del Registro Civil.
Evolución histórica: La institución del Estado Civil fue una de los grandes cambios que señalaron el paso del
antiguo régimen a la Edad Moderna. Con su institución el Estado ocupó un terreno que tradicionalmente ocupó la
Iglesia desde el Concilio de Trento cuando se extendió a los párrocos curas la obligación de tener libros canónicos
para registrar nacimientos, bodas y muertos.
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La Revolución Francesa de 1789 trajo consigo la separación de la iglesia y el estado y, en 1792 se reguló en
Francia el funcionamiento del Registro Civil, secularizado en el Código de Napoleón, que inspiraría con el tiempo
la mayoría de las legislaciones europeas. El nuevo orden introducido se distingue del anterior por ser
constitucional: se basa en un texto legislativo que estableció un modo de relación entre los ciudadanos y el estado
requiriendo además la participación de los ciudadanos en la vida del estado.
Con la Revolución Francesa nacen los derechos y las obligaciones y el estado tuvo la necesidad de llevar una
cuenta de sus habitantes a los efectos de establecer los impuestos, por ejemplo. Y también se hizo necesario tener
un registro de los nacimientos, a fin de determinar la mayoría de edad.
En el derecho argentino, bajo la Presidencia de Roca en Octubre 1886 se sanciona la Ley del Registro Civil. Por
ley 1.565 se crea el Registro Civil de la Capital Federal, donde quedan anotados este año 11.870 nacimientos, 8.242
defunciones y 2.774 matrimonios.
Contenido: Sin perjuicio de las reglas relativas a las partidas de nacimientos, de adopciones, de matrimonios,
de reconocimientos y de defunciones en particular, las partidas contienen las siguientes menciones: fecha y
datos personales de los comparecientes, inscripción de los hechos denunciados y otorgados; transcripciones
de sentencias y otros actos cumplidos ante otros oficiales públicos; las notas marginales referenciales que sirven
para vincular los diferentes asientos entre sí. Toda partida cuenta con una parte esencial la cual tiene por objeto
probar el hecho o acto a que se refiere la partida. Si es nula dicha parte cae la efectividad de la aquella, no así, si es
nula una parte accidental.
Las partidas como medio de prueba: las partidas son pruebas de buena fe respecto de su contenido que dan fe de
que el hecho se ha producido. Si tenemos en cuenta el art 96 del CC y C, la prueba principal del nacimiento y
muerte de una persona son las partidas expedidas por el Registro de Estado Civil y Capacidad de las personas.
Son medios de prueba auténticos, es decir que no admiten prueba en contrario, como así también lo serán los
testimonios, las copias, certificados y la libreta de la familia.
En cuanto a la prueba supletoria, es aquella que a falta de la prueba directa, permita al juez arribar a la certera
convicción de que el hecho se ha producido.
Valor de otros documentos
Los testimonios, copias, certificados, libretas de familia o cualesquiera otros documentos expedidos por la
dirección general y/o sus dependencias que correspondan a inscripciones registradas en sus libros o en las copias y
que lleven la firma del oficial público y sello de la oficina respectiva, son instrumentos públicos y crean la
presunción legal de la verdad de su contenido.
Esta documentación no podrá retenerse por autoridad judicial o administrativa ni por entidades o personas privadas
debiendo limitarse a tomar constancias o certificar, por cualquier medio fehaciente, el contenido de los mismos, a
los efectos a que hubiere lugar. La única excepción a esta disposición, será la referida al acto de identificación, en
que el acta de nacimiento podrá ser retenida por el Registro Nacional de las Personas para acreditar la matrícula
individual de la persona identificada.
Ninguna constancia extraída de otro registro que el del estado civil y capacidad de las personas, tendrá validez en
juicio para probar hechos o actos que hayan debido inscribirse en él, salvo los documentos que expida el Registro
Nacional de las Personas, en ejercicio de sus facultades.
2- Disposiciones legales
1) NACIMIENTO
Se inscribirán en los libros de nacimientos:
a) Todos los que ocurran en el territorio de la Nación. Dicha inscripción deberá registrarse ante el oficial
público que corresponda al lugar de nacimiento;
b) Aquellos cuyo registro sea ordenado por juez competente;
c) Los que ocurran en buques o aeronaves de bandera argentina ante el oficial público del primer puerto o
aeropuerto argentino de arribo. Los que ocurran en lugares bajo jurisdicción nacional;
d) Las nuevas inscripciones dispuestas como consecuencia de una adopción plena;
e) e) Los reconocimientos.
Los padres deben registrar el nacimiento de su hijo dentro del plazo máximo de CUARENTA (40) días
corridos contados desde el día del nacimiento. Vencido dicho plazo las personas que por ley le corresponde la
inscripción podrán hacerlo dentro del plazo máximo de VEINTE (20) días corridos.
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El supuesto de nacimientos ocurridos fuera de establecimientos médico-asistenciales sin intervención de
profesional médico, la dirección general podrá por disposición o resolución motivada, admitir la inscripción cuando
existan causas justificadas fehacientemente, hasta el plazo máximo de UN (1) año, previa intervención del
Ministerio Público.
Vencidos los plazos indicados la inscripción sólo podrá efectuarse por resolución judicial para cuyo dictado
los jueces deberán cumplimentar los siguientes recaudos:
a) Certificado negativo de inscripción de nacimiento emitido por el registro civil del lugar de nacimiento;
b) Certificado expedido por médico oficial en el que se determine la edad y la fecha presunta de nacimiento;
c) Informe del Registro Nacional de las Personas, en su caso, donde conste si la persona cuyo nacimiento
se pretende inscribir está o no identificada
d) Declaración bajo juramento de DOS (2) testigos respecto del lugar y fecha de nacimiento y el nombre y
apellido con que la persona es conocida públicamente;
e) Otras pruebas que se crea conveniente exigir en cada caso.
f)
¿Quiénes están obligados a solicitar la inscripción?
a) El padre y/o la madre;
b) A falta de ellos, los parientes directos de la madre o cónyuge en primer grado ascendente o
colateral;
c) El Ministerio Público de Menores en el caso de recién nacidos que hubieran sido abandonados.
¿Cómo se prueba el hecho del nacimiento? Por CERTIFICADO MEDICO (dando eso se puede hacer la
inscripción). Se dan 3 casos:
a) Los nacimientos ocurridos en establecimientos médicos asistenciales de gestión pública o privada, con
certificado médico, suscripto por el médico, obstétrica o agente sanitario habilitado al efecto que hubiere
atendido el parto;
b) Los nacimientos ocurridos fuera de establecimiento médico asistencial, con atención médica, del
mismo modo que el anterior;
c) Los nacimientos ocurridos fuera de establecimiento médico asistencial, sin atención médica, con
certificado médico emitido por establecimiento médico asistencial público, y en su caso un certificado médico
del estado de la madre y los elementos probatorios que la autoridad local determine. Se requerirá además, la
declaración de DOS (2) testigos que acrediten el lugar de nacimiento en la jurisdicción de que se trate, el estado
de gravidez de la madre y haber visto con vida al recién nacido, los que suscribirán el acta de nacimiento.
Están obligados a notificar el hecho del nacimiento en forma inmediata, remitiendo al registro civil del lugar el
certificado médico de nacimiento los directores, administradores, o persona designada por autoridad competente
del establecimiento asistencial, hospicios, cárceles u otros establecimientos análogos de gestión pública o privada,
respecto de los nacimientos ocurridos en ellos y la autoridad encargada de llevar el registro de los hechos acaecidos
a bordo.
¿Qué debe contener el certificado médico?
Datos de la madre: nombre; apellido, tipo y número de documento nacional de identidad, edad, nacionalidad,
domicilio, la impresión dígito pulgar derecha;
Datos del recién nacido: nombre con el que se lo inscribirá, sexo, edad gestacional, peso al nacer e impresión
plantal derecha si el nacimiento ha sido con vida;
Tipo de parto: simple, doble o múltiple;
Datos del profesional médico u obstétrico o el agente sanitario habilitado que atendió el parto;
Fecha, hora y lugar del nacimiento y de la confección del formulario;
Datos del establecimiento médico asistencial: nombre y domicilio completos; g) Observaciones
Los gobiernos locales proveerán a las direcciones generales del registro civil los formularios de certificados médicos
de nacimientos, prenumerados y que reúnan en su estructura e impresión los requisitos de seguridad que garanticen
su inviolabilidad, para su remisión a los registros civiles. Las direcciones generales llevarán el control de su
utilización.
Si al momento del parto la madre no presentare documento que acredite su identidad, deberá hacerlo al dársele el alta
médica. En caso de no presentarlo en esa oportunidad se deberá dejar constancia de ello en el formulario de
certificado médico.
Matrimonio a distancia
III) DEFUNCIONES
Dentro de los DOS (2) días hábiles del fallecimiento, deberá hacerse su inscripción ante el oficial público que
corresponda al lugar en que ocurrió la defunción. Transcurrido este plazo y hasta el plazo máximo de SESENTA
(60) días, podrá por resolución o disposición, de la dirección general, autorizarse su inscripción, cuando existieren
motivos fundados. Vencido dicho plazo la inscripción deberá ser ordenada judicialmente.
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¿Quiénes están obligados a solicitar la inscripción de la defunción?
a) El cónyuge del fallecido, sus descendientes, sus ascendientes, sus parientes y en defecto de ellos, toda persona
capaz que hubiere visto el cadáver o en cuyo domicilio hubiere ocurrido la defunción;
b) Los administradores de hospitales, cárceles, o de cualquier otro establecimiento público o privado, respecto de
las defunciones ocurridas en ellos;
c) La autoridad encargada de llevar el registro de los hechos acaecidos a bordo,mediante copia de la inscripción
que deberá hacerse dentro de los DOS (2) días hábiles posteriores al arribo al primer puerto o aeropuerto
argentino.
Otras cuestiones
3 ESTAPAS: Se obtiene el certificado médico con ellos se procede a la inscripción de hecho del
fallecimiento se obtiene la licencia de defunción, con cual se procede a la inhumación de la persona.
Si se ignorase la identidad del fallecido y la autoridad judicial competente la comprobase posteriormente, lo
comunicará a la dirección general para que efectúe una inscripción complementaria, poniéndose notas de referencia
en una y otra.
La licencia de inhumación o cremación será expedida por el oficial público del Registro Civil, teniendo a la
vista el acta de defunción, salvo orden en contrario emanada de autoridad competente.
Para autorizar la sepultura o cremación de un cadáver el encargado del cementerio o crematorio en su caso,
exigirá licencia de inhumación o cremación expedida por la autoridad del Registro Civil de la localidad donde se
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produjo el fallecimiento. De igual forma se procederá cuando se requiere el traslado de cadáveres a otra localidad
para inhumación o cremación.
Cuando medien razones de urgencia o imposibilidad práctica para registrar un fallecimiento, se extenderá
la licencia correspondiente siempre que se haya acreditado la defunción con el certificado médico. La inscripción
se registrará dentro de los DOS (2) días hábiles subsiguientes al otorgamiento de la licencia.
Cuando el fallecimiento hubiere ocurrido por causa traumática deberá tomar intervención la autoridad
judicial competente, la que dispondrá el destino transitorio o final de los restos, debiendo comunicar esta
circunstancia al Registro Civil para la posterior expedición de la licencia que corresponda.
Si del certificado médico o de otras circunstancias surgieran sospechas de que la defunción se hubiera
producido como consecuencia de un hecho ilícito, el oficial público deberá dar avisó a la autoridad judicial o
policial y no expedirá la licencia respectiva, hasta que la autoridad judicial competente lo disponga.
Cuando el fallecimiento sea consecuencia de enfermedad que interese al estado sanitario, el oficial público
comunicará inmediatamente esta circunstancia a la autoridad competente debiendo otorgarse la licencia de
inhumación.
IV INCAPACIDADES
Se inscribirá en un libro especial que se llevará en la dirección general todo hecho o acto jurídico que modifique
la capacidad de las personas.
OPONIBILIDAD: Sin perjuicio, de lo dispuesto por leyes de fondo de la Nación, los actos mencionados producirán
efectos contra terceros desde la fecha de inscripción en el registro.
5- Registros
Función: El registro público es una institución creada para realizar una publicidad de los actos que puedan surgir
en diferentes ámbitos, como el de las viviendas, el de los vehículos o el del ámbito civil, entre otros. Lo que se
publica o se inscribe en los registros públicos son los actos públicos, que se realizan ante personalidades públicas,
ya sean jurídicas o administrativas. Se realizan estas inscripciones para que exista una constancia de los actos que
pueden existir en relación con un determinado bien o con una determinada persona. Para conocer el contenido de
cada registro, únicamente se necesita acercarse a la oficina de registro correspondiente, de modo que puedan
proveerte de la información que necesites
Publicidad: los registros son públicos para quienes tengan interés en conocer los asientos. La publicidad se realiza:
Por manifestación y examen de los libros, previa autorización de su Encargado.
Por certificación de los asientos.
En cuanto a la fe pública se refiere, en sentido amplio, a la garantía, seguridad o refuerzo jurídico que una
situación adquiere al ser inscrita. Así se convierte en "verdad oficial" con presunción iuris tantum de exactitud
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registral. La inscripción registral es la prueba legal y única admisible (generalmente) de los datos que "da fe" el
registro.
Registro patrimonial: Se inscriben los bienes muebles e inmuebles congruentes con su inventario, con lo cual se
busca una mejor identificación de los mismos y poder tener conocimiento del estado en el que se encuentran. Los
entes públicos deberán registrar en su contabilidad los bienes muebles e inmuebles siguientes: los inmuebles
destinados a un servicio público, excepto los considerados como monumentos arqueológicos, artísticos o históricos;
mobiliarios y equipos.
Carácter de la inscripción:
Inscripción constitutiva
Esta clase de inscripción constituye un requisito indispensable para que la transferencia o constitución de un
derecho real tenga lugar. Gracias a esta clase de inscripción, queda perfeccionada la transmisión o constituido el
derecho real.
Ejemplo de esta clase de inscripción es la Hipoteca, pues si ésta no es inscrita en el registro correspondiente,
aunque haya sido elevada a Escritura pública, no existe la garantía real.
Inscripción declarativa
Esta clase consiste en publicar un hecho ya ocurrido, independientemente del registro. Para esta clase de
inscripción, basta la existencia del título para la transmisión del derecho real.
Reconoce la pre-existencia de los derechos reales, de los que se toma nota para su oportuna publicidad y demás
efectos que establezca la ley.
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