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Universidad Complutense de Madrid

Facultad de Ciencias políticas y Sociología

Historia de los movimientos sociales y las protestas – grupo 4.8

Prof. Gregorio de la Fuente Monge y Daniele Serapligia

Karen Nikole Encalada Yánez

ENSAYO FINAL
A lo largo de este cuatrimestre hemos dado los diferentes tipos de conflictos sociales y las
respuestas como forma de protesta a estos conflictos. Primero debemos definir los conflictos
sociales como dinámicas desiguales que se reproducen dentro de una sociedad, esta
disparidad puede deberse a intereses que chocan entre sí, además de desigualdades tanto
sociales como materiales en la realidad social de las personas. Y aunque lo más normal sea que
este conflicto se prolongue en le tiempo y no reciba ningún tipo de pronunciamiento en contra,
las acciones colectivas siempre podrán ser una opción para seguir.

Durante esta situación de conflicto siempre vamos a encontrar dos actores, por un lado, los
desafiantes, aquellos que van en contra del status quo establecido, mientras que por el otro
lado encontraremos a los adversarios, aquellos que se oponen a la acción social de los
desafiantes. Además, esta dinámica puede tomar dos caminos diferentes; por un lado, puede
adquirirse una dinámica de negociaciones entre ambas posturas, o que esta acción social se
acabe convirtiendo en un nuevo colectivo político.

Aunque la vida de estas acciones sociales suele tener un periodo de vida bastante corta su
participación en la vida política deja huella. Por un lado, su participación política puede darse
mediante una corriente institucionalizada, mediante la mano de organizaciones e instituciones
formales del Estado, o mediante una no institucionalizada. Y, para que la vida de estas acciones
políticas permanezca en el tiempo o si quiera lleguen a surgir se han de dar las oportunidades
políticas correctas, en una época de cambios políticos y del contexto en general. Las redes
sociales de comunicación son uno de los elementos de mayor ayuda para reforzar los lazos
dentro de estas acciones sociales y para darse a conocer. Gracias a estas redes de apoyo
muchas personas con las mismas opresiones y definiciones compartidas de la realidad son
capaces de encontrar un lugar seguro y dar voz y forma a la acción social. De esto mismo pude
hablar en el trabajo sobre el movimiento social de Black Lives Matters y las asociaciones en
centros de estudio que acogen a estudiantes afrodescendientes o sin ir más lejos lo que
podemos ver dentro de la propia facultad con grupos estudiantiles como el de Abya Yala, que
pretenden ser un centro seguro para la diáspora de estos territorios y hablar de aquellos
puntos en común y diferentes vivencias respecto a la identidad. Estos en muchas ocasiones se
acabarán transformando en un movimientos social, como ha paso con los grupos antirracistas,
anticolonialistas, o el feminismo. Una vez este cambio ha sido dado podríamos decir que este
movimiento es la materialización del respeto y del compromiso con la causa, así como de un
compartir de ideas, valores y metas comunes. Los movimientos sociales se encargarán de
agrupar diferentes estilos de acción social, y estos se van a caracterizar por gozar de una vida
más larga ya que dispone de asociaciones permanentes, se apoyarán en las redes que el propio
movimiento ha creado y contará con asociaciones formales como sindicatos, además que
tienen una mayor tendencia a institucionalizarse y cambiar el poder desde dentro. Y, al estos
buscar un mayor número de afines acoge del mismo modo a simpatizantes con sus ideas,
aunque no necesariamente estos sean parte del objeto de lucha, ni aquellos a los que estas
desigualdades les afecte de forma directa.

Muchas de las formas en las que se manifiesta esta acción social hoy en día tienden a adquirir
un carácter de resistencia simbólica. Como lo puede ser la iconoclasia, la quema de símbolos
como podría serlo una bandera, o la resistencia pacífica, como una sentada al frente del
ayuntamiento. Lo que esto supone que se escoja un tipo de enfrentamiento al poder indirecto,
lo que conlleva que estas sean más pacíficas que aquellas que se rigen por una vía de acción
directa. Incluso ha de recalcarse que los actos violentos más directos nunca son actos
irracionales, sino que tienen un trasfondo meditado, son muy selectivos, saben donde atacar
para enviar el mensaje de forma más clara o para avisar. Por ejemplo, el asalto a una gran
fábrica, o la quema de bancos e iglesias. Esta puede ser una forma de lucha y reivindicación
mejor o peor vista, pero se hace tarde o temprano ya que esta siempre ha sido la más efectiva.
Pero no debemos de olvidar que antes de tomar la vía de la violencia directa por norma
general siempre se apela a las autoridades de forma pacífica por un cambio social, legal y
político, pero si estos no ven sus peticiones aceptadas e incluso ignoradas y ridiculizadas se
toma el camino menos asertivo.

Sin embargo, lo que puede empezar como una forma de resistencia indirecta con el paso del
tiempo puede desembocar en una directa, aquí entrará en juego los medios de represión que
tome el estado ante estas protestas. Siguiendo con el tema de la simbología, volvemos a los
movimientos sociales y cómo dentro de estos uno de los aspectos a destacar es la importancia
de la simbología dentro de ellos. Al ser las acciones sociales fruto de la cultura, los
movimientos sociales no pueden ser otra cosa diferente. Los movimientos sociales son fruto de
la cultura, ya sea a favor o en contra, tienen sus propios rasgos culturales dentro de su esfera y
con esto su simbología. Tienen su propio lenguaje y filtro para leer le mundo, han construido su
propia visión de la realidad y de la sociedad en la que se encuentran. Es por esto por lo que se
desarrolla una identidad como miembro del grupo, y esta, según se estudia desde la psicología
social, esta misma identidad no solo se articula en base a los valores comunes del grupo, sino,
sobre todo en aquello que nos diferencia de los otros, de los de fuera. Esto es lo que más
ayudará a estos grupos a reforzar su identidad, la distinción con los otros. Pero no debemos
perder de vista que la identidad es algo fluido, y puede ir cambiando con el paso del tiempo.
Creo que uno de los mejores ejemplos podemos encontrarlo dentro del movimiento feminista,
y su historia a lo largo de las últimas décadas. Aunque en su principio el movimiento feminista
estuviera ideado como un movimiento donde todas las mujeres tenían una opresión común y
eso las volvía un grupo identitario donde podían refugiarse y luchar por sus derechos, no se
tuvo en cuenta el factor de los diferentes ejes de opresión en un principio. Estos diferentes ejes
de opresión se articulan en función de diferentes situaciones y contextos que vive una persona,
pero sobre todo se articula en función del rol que esta desempeñe en cada uno de estos. A lo
que hoy en día nos referiríamos como interseccionalidad. Al no verse todas las clases de
mujeres que hay, con todas sus identidades tenidas en cuenta, poco a poco estas se fueron
fragmentando del feminismo blanco hegemónico que dejaba de lado a aquellas mujeres de
clase obrera, racializadas y demás disidencias. Lo que ha estos grupos, una vez más dados de
lado fueran forjando sus propios espacios seguros lejos de este feminismo, pero aun
persiguiendo los objetivos comunes, aunque sin dejar de lado las cuestiones que les hicieron
separarse en primer lugar. Es por esto, que hoy en día podemos encontrar diferentes ramas
feministas a las que poder pertenecer, cada una de ellas centradas en la problemática
patriarcal y especializada en otra cuestión de identidad concreta, como lo es el
anarcofeminismo, ecofeminismo, afrofeminismo, feminismo indígena, feminismo marxista y el
feminismo decolonial.

Sin embargo, este tipo de fragmentaciones pueden llegar a ser peligrosas para el movimiento,
ya que pueden provocar su desaparición, si bien antes no son institucionalizados. Algunas de
las tácticas usadas por el sistema que ostenta el poder hegemónico es la selección de aquellos
grupos que les pueden servir de aliados o lo que no resultan una amenaza para el orden
impuesto e institucionalizarlos. En caso de que el conflicto perdurase en el tiempo, e incluso
llegar a agravarse se darían situaciones revolucionarias que pueden acabar con una victoria o
derrota total o parcial de alguno de los dos bandos. Lo que desembocaría en un resultado
revolucionario de transferencia de poder de un grupo a otro, pero esto no es fácil de predecir.
Este traspaso de poder puede pasar por medidas radicales como crear sus propias fuerzas
armadas.

En el trasfondo de estos procesos se puede entender el mensaje milenarista de los conflictos, y


es que ante un conflicto siempre se propone y se persigue algún tipo de salvación. Esta
salvación puede ser inminente, colectiva (haciendo referencia a aquellos que pertenezcan a
este grupo), terrenal, total o incluso en la que deba de interferir algún tipo de milagro. Esto
hace que se pinte la realidad del contexto actual como apocalíptica, cargada de simbolismo
religioso donde incluso a veces se justifica el sufrimiento por el que han de pasar ahora los
fieles, como las hambrunas o las guerras por un bien futuro mayor después de la situación de
conflicto y la salvación que viene con sus resultados. Esto podría reflejarse en la biblia, sobre la
esclavitud del imperio egipcio hacía el pueblo hebreo. O incluso con el nacionalismo alemán o
español durante el siglo XX, aunque el concepto de nación ha ido cambiando significativamente
con el paso del tiempo y de las revueltas surgidas por este mismo. Actualmente tratándose
como un sentimiento o voluntad de la persona de pertenencia a una o varias naciones en
concreto, no siendo algo objetivo.

A parte de esta visión apocalíptica del mundo cabe destacar que la visión de los amotinados
respecto a los fines a alcanzar es bastante precisa. Esto se debe a que a lo largo de la historia
aquellas revueltas las movilizaciones han tenido como base las clases bajas, aquel grupo más
apartado de la influencia social y política del momento, aquellos desfavorecidos en el reparto
de la riqueza, influencias y bienes materiales, dentro de los cuales luego hay más variedad de
realidades por la intersección de disidencias u opresiones, lo que puede desembocar en
protestas mucho más precisas, como las que puede haber sobre la regularización de los
papeles a los inmigrantes.

Y aunque hay diferentes temas que se han ido dando a lo largo del curso creo que estos son los
puntos más importantes que yo rescataría de la asignatura. Siendo estos los que considero
como los más básicos para poder comprender como se origina y se llega a desarrollar un
conflicto social, las vías que pueden tomarse para la resolución de este conflicto y las maneras
en las que este conflicto se resuelve. Aunque hay que destacar que cuando hablamos sobre la
“resolución” de un conflicto o de una acción revolucionaria no va ligada inherentemente a la
resolución del conflicto principal como tal, o la menos no se tratará de su desaparición total.
Hoy en día sigue habiendo muchos conflictos derivados del pasado, ya que la historia pasada es
la nuestra de hoy día. Podemos ver como aún hay personas reivindicando derechos que,
aunque en el pasado ya hubiesen sido reivindicados, no son otorgados como deberían. Y es
que creo que en la actualidad este tipo de conflictos son en su gran ámbito a nivel social, no es
que antes no lo fuera, es que antes esta desigualdad social también se encontraba amparada
en gran medida por la ley. Ahora la opresión y el desequilibrio a pesar de encontrarse no
amparado dentro de los marcos judiciales del Estado, como los actos de violencia racista o
misógina (no en todos los rincones del mundo), a nivel social y a juicio del pueblo esta sigue
estando muy arraigada dentro de los esquemas mentales de las personas, estando aceptada, y
tan normalizada hasta el punto de no llegar a detectarla sino son ellos el objeto de opresión. Es
por esto por lo que se sigue reivindicando los derechos de estas minorías, siguiendo una
situación revolucionaria indirecta, sin el uso de acciones violentas por norma general. Hoy en
día una de las formas de protestas, o de divulgación ante temas de injusticia social es la
divulgación en redes sociales por parte de activistas que creen en la causa que defienden. Estas
se basan en exponer sin tapujos las situaciones de opresión e incluso represión que en muchos
casos son ocultos por parte del Estado, haciendo que llegue a más partes del mundo y esta
situación se viralice, apelando al resto de organizaciones interestatales y alertando de la
realidad violenta de la que muchos siguen siendo víctimas. Esto suele ser hecho por parte de
personas de carácter individual, en muchos casos empezando a hacerlo solo por una ser de
justicia, sin estar afiliados o formando parte de algún tipo de organización, aunque la red de
comunicación y apoyo que se llega a generar entre estos creadores de contenido por todas
partes del mundo a menudo hace que algunos acaben encontrando un hueco en alguna
organización, o incluso en algún partido político. Así que por este carácter de divulgación
pacífica e incluso negociadora podríamos decir que en muchos de estos casos los movimientos
que usan estas plataformas para dar voz a sus mensajes e ideales lo que pretenden es sobre
todo la de institucionalizarse y lograr un cambio interno. Aunque esto no pasa siempre, ya que
estas plataformas y este modo de divulgación también es usado por personas y asociaciones de
carácter anarquista o ciertos sectores comunistas que creen en el cambio social por la vía
directa, ya que a nivel histórico pareciera ser que esta es la única que llama lo suficiente la
atención como para lograr un cambio significativo en la comunidad. Creo que, aunque las
formas de protesta hayan ido adaptándose a los tiempos y a las nuevas tecnologías realmente
no se pierde la esencia de la lucha histórica, ya que aunque ahora existan las redes sociales
para dar voz a las problemáticas, a la hora a la que estas personas salen a las calles siguen
usando las barricadas, la iconoclasia, las batucadas, los asentamientos e incluso la destrucción
de elementos directos de opresión. La historia se moderniza y se actualiza, pero su esencia, sus
raíces no dejan de seguir vivas.

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