Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1 Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Looking at Ourselves through
Others’ Eyes: Foreign Maps and International Networks in Argentinean Cartographi-
cal Institutions and Early Argentinean Maps, 1853-1955”, desarrollado en la biblio-
teca de la American Geographical Society – University of Madison (Milwaukee) con
el apoyo de una beca del McColl Research Program (2009), y durante una estancia de
investigación en la University of Wisconsin-Madison con el apoyo de una beca Da-
vid Woodward Memorial (2010). Este artículo se ha beneficiado también del trabajo
realizado en el Équipe d’Épistémologie et Histoire de la Géographie – CNRS Paris 1.
EHGO/UMR Géographie-cités en el marco del Programa de Becas de Investigación
Postdoctoral HERMES (Fondation Maison des Sciences de l’Homme, MAE/CNRS/
MESR, 2009-2010).
2 Para una compilación de estudios sobre casos relacionados con la historia de la Argen-
tina, véase Montserrat (2000).
144 Carla Lois
4 Los casos más estudiados han sido los de Colombia, Argentina y Brasil. Para una re-
visión bibliográfica e historiográfica de los modos en que se ha desarrollado la historia
de la cartografía en Hispanoamérica, véase Lois (2011).
5 Los títulos de los mapas y de los atlas solían reflejar esta preocupación por la actua-
lización y la actualidad de la información con expresiones tales como “construido
con los datos más recientes”. Las reediciones de algunas obras expresaban también la
necesidad de actualizar la información sobre la nueva situación política de la América
hispánica. Así se comenta en las Advertencias de la edición londinense (1822) de la
descripción histórica, geográfica y estadística de Henry Charles Carey y Isaac Lea que
se había publicado un año antes en Filadelfia: “To render their digest of these materials
as perfect as possible, the original Publishers obtained the assistance of several persons
146 Carla Lois
8 En el texto que acompaña el mapa dice que Sudamérica está dividida en los siguientes
países: República de Colombia, Guyana, Perú, Brasil, Provincias Unidas de Sudaméri-
ca, Chile y Patagonia (Carey/Lea 1822: 409).
9 Sobre la geografía política de este período véase Chiaramonte (1994).
10 La Patagonia, por ejemplo, solía aparecer como una unidad geográfica autónoma y
diferente de los territorios de lo que luego serán Argentina y Chile. También aparecía
demarcada con un color diferente y con las estrategias visuales que se usaban para
señalar cada una de las piezas del rompecabezas político.
148 Carla Lois
11 Algo similar se ha señalado para el caso norteamericano: “At the time of American
independence, commercial map making in the new republic bore little resemblance
to European cartographical publishing. There existed no American counterpart to
firms such as those of William Fadenin London, Robert de Vaugondyin Paris, or J. B.
Homann’s heirs in Nuremberg. Workshops consisting of cartographers or geographi-
cal editors, draftsmen, engravers and printers, such as that of Thomas Jefferys in Lon-
don, were unheard of in the colonies. In Boston and elsewhere, one or two individuals
typically served as a map’s compiler, engraver, printer, publisher and retailer” (Bosse
2000: 144).
Fronteras, cartografía y nación en la invención de la Argentina 149
indicios del valor cultural que tenía el mapa como objeto. Pero hay que
recalcar que, a diferencia del destino que tuvieron otros objetos coleccio-
nables como los fósiles, los libros o las monedas, con los que los mapas
compartieron itinerarios, mercaderes y cotizaciones, los mapas que fueron
a parar a una vitrina de museo fueron pocos y no necesariamente los de
mejor factura.
A los mapas se les demandaba actualidad y precisión, y aquellos que
no satisfacían esas premisas pasaban a gozar del descrédito científico. Esto
no haría sino acentuar el interés por poner rápidamente en circulación los
materiales cartográficos. Las sociedades geográficas europeas y americanas
recibían ejemplares de las publicaciones del Instituto Geográfico Argenti-
no (fundado en 1879) así como también otros documentos oficiales que
incluían mapas.13 La silueta de una nueva Argentina se promocionó en las
exposiciones universales y en exhibiciones equivalentes que se hicieron en
diversas ciudades latinoamericanas y argentinas.14
Al mismo tiempo, las élites locales buscaron inscribir sus proyectos de
elaboración de mapas del territorio nacional en la por entonces renovada
tradición de la cartografía topográfica a gran escala15 porque esos mapas
eran un insumo fundamental para el desarrollo de la infraestructura ur-
bana y de comunicaciones. Esto significa, como han demostrado Fran-
cesc Nadal y Luis Urteaga, en primer lugar, que la elaboración de mapas
fue, cada vez más, una tarea de naturaleza institucional, cuya ejecución
dependía del concurso de diversas corporaciones técnico-profesionales:
geodestas, topógrafos, dibujantes y grabadores, entre otros; corporaciones
que estaban reguladas en su formación, reclutamiento y ejercicio por una
detallada reglamentación administrativa. En segundo lugar, que la acti-
vidad cartográfica apareció gobernada por factores externos a los propia-
13 Sobre las relaciones entre las sociedades geográficas argentinas y sus pares extranjeras,
véase Zusman (1996).
14 En diversos trabajos anteriores he analizado la dimensión simbólica de la cartografía
nacional exhibida en las exposiciones universales. En particular cabe destacar que des-
de el mapa que von Seelstrang y Tourmente prepararon para la exposición de Filadelfia
de 1876, ningún otro mapa oficial de la Argentina dejó de incluir la Patagonia como
parte del territorio argentino (Lois 2006). En un trabajo anterior he analizado el papel
de la cartografía en las conmemoraciones del primer centenario de la Revolución de
Mayo, en particular en relación con el mapa que se distribuyó entre los materiales de
la Exposición Nacional de Buenos Aires de 1910 (Lois 2010).
15 Sobre la autonomización de la cartografía topográfica véase Palsky (2003). Sobre la
relación entre el Estado y los programas institucionales de confección de cartografía
topográfica véase Nadal/Urteaga (1990).
Fronteras, cartografía y nación en la invención de la Argentina 151
embargo, poco se ha indagado acerca de los vínculos del IGM con otros
organismos en relación a la validación de sus propias prácticas científico-
técnicas y, en particular, a los modos de ejercer el “principio de la preci-
sión” que parece fundamentar, al menos desde los discursos, la legitimidad
del saber cartográfico. El debate sobre la frontera argentino-chilena ofrece
un terreno para el análisis de los pliegues entre prácticas y discursos.
Cordillera de Los Andes, according to the Treaties of 1881 & 1893”. Printed in compliance
with the request of the Tribunal, dated December 21, 1899. London. Printed for the Go-
vernment of the Argentine Republic by William Clowes and Sons, Limited. Stamford
Street and Charing Cross, 1900.
Dos años más tarde se publicó una versión en español, en dos volúmenes: Frontera
argentino-chilena. Memoria presentada al Tribunal nombrado por el gobierno de Su Ma-
jestad británica “para considerar é informar sobre las diferencias suscitadas respecto á la
frontera entre las Repúblicas Argentina y Chilena” á fín de justificar la demanda argen-
tina de que el límite se trace en la cumbre de la cordillera de los Andes de acuerdo con los
tratados de 1881 y 1893. Impresa para satisfacer la indicación hecha por el Tribunal en
diciembre 21 de 1899. Londres, Impresa para el gobierno de la República Argentina
por W. Clowes e hijos, 1902.
20 El 20 de noviembre de 1902 se dio a conocer el laudo arbitral de Su Majestad Britá-
nica, Eduardo VII, que fijaba un límite ad hoc, una línea que a veces coincidía con la
línea de altas cumbres y a veces coincidía con la divisoria de aguas (con la intención
de respetar los asentamientos ya instalados). Sobre ella debían establecerse más de 400
puntos medidos en el terreno. La superficie en disputa (alrededor de 90.000 km2) fue
distribuida de manera tal que, al final de cuentas, cada una de las partes recibió terri-
torios casi equivalentes.
21 Francisco Pascasio Moreno (1852-1919) fue un naturalista argentino que, desde muy
joven, se dedicó a la exploración y al coleccionismo de fósiles. Su intensa trayectoria
como explorador de la Patagonia le valió un lugar destacado en las comisiones y las de-
legaciones argentinas que participaron en las negociaciones con Chile y ante terceros.
Participó en la elaboración de diversas obras sobre el mismo tema (aunque en muchas
de ellas no figura su nombre, como era habitual en los documentos diplomáticos de
este tipo).
Fronteras, cartografía y nación en la invención de la Argentina 155
22 Como ejemplo valga la siguiente cita: “La documentación escrita comprende todas las
actas que levantaron y firmaron los Jefes de las Subcomisiones Mixtas que han inter-
venido en aquella operación, las actas aprobatorias de las mismas subscriptas por los
Peritos y las que se refieren a resoluciones importantes adoptadas por estos en cumpli-
miento de su cometido.
La documentación gráfica, en la que se cuentan once mapas generales de las secciones
demarcadas, varios diagramas, croquis, etc., informa sobre la situación relativa de los
hitos y el consiguiente emplazamiento de la línea divisoria, y se reduce en cuanto a la
frontera respecta, a la representación de una extensión limitada de terreno a uno y otro
lado del límite, abarcando, además de las zonas en que actuaron las Comisiones arriba
mencionadas, todas aquellas en que la Comisión especial enviada por el Gobierno Bri-
tánico ha materializado la línea definitivamente establecida en el Laudo de 20 de no-
viembre de 1902” (Oficina de Límites Internacionales 1908: I, 1, destacado nuestro).
23 Estudios recientes están comenzando a poner en tela de juicio axiomas tales como que
el mapa siempre ha funcionado como un documento en cuestiones jurídicas, algo que
parecía natural en virtud de sus cualidades de registro neutral, científico y objetivo de
lo real. Ese presupuesto sería una de las resonancias que tuvo y tiene el peso de una
tradición “instrumentalista” (Edney 2005), muy propensa a apreciar la precisión de
la representación y la codificación del lenguaje cartográfico. Sin embargo, ninguno de
156 Carla Lois
estos atributos parece haber sido un rasgo constitutivo, definitorio ni excluyente del
objeto mapa con anterioridad al siglo xx. No obstante ello, la interpretación sobre las
funciones y los usos de los mapas en la vida política y, en particular, su función docu-
mental en litigios parece fuertemente impregnada de estos presupuestos, que se fueron
haciendo extensivos –en forma imprecisa y tal vez demasiado ligera– hacia el pasado.
24 “During the whole course of the negotiations which preceded the Treaty of 1881, the
advisability of a hydrographic limit was never mentioned” (Argentine Evidence 1900:
476).
Fronteras, cartografía y nación en la invención de la Argentina 157
support the Argentine line” (529). ¿Cómo transformar esos hechos geográ-
ficos en evidencias?
En primer lugar, se desacreditaron todos los mapas históricos que no
concordaran con la posición diplomática del reclamo argentino. En rigor,
semejante coherencia no debe sorprender. Pero lo verdaderamente curioso
es el argumento utilizado, es decir la afirmación de que sólo algunos ma-
pas mostraban la expresión natural del hecho geográfico que implicaba
la Cordillera de los Andes. La Cordillera era presentada como un “hecho
geográfico” que no era pasible de ser contradicho por ningún mapa. La
oposición entre hecho geográfico (o realidad) y documento (o mapa) lle-
vaba a sostener que la barrera natural era una realidad y los mapas –que
no serían entonces la realidad– eran buenos sólo si mostraban esa realidad:
Neither Argentina nor Chile, when agreeing to the boundary on the edge of the
Cordillera de los Andes, have looked on maps: The frontier was imposed itself.
The limit along the mountain range was not arrived at as a consequence of
cartographical work: the law of nations and the patrimony of the two coun-
tries pointed to it, as any other better division of the inheritance from Spain
could be sought for. Maps were used only as helps to appreciate certain features
of the range, but never have the indications contained in them preponderated
over the traditional natural boundary” (Argentine Evidence 1900: 556, desta-
cados nuestros).
25 “This coincidence only proves the complete unaquaintance of the cartographers who
drew those maps with the true physical character of the range, while other maps
showing the water-gaps in the same reveal that their draughtsman had more know
ledge of the ground” (Argentine Evidence 1900: 556).
Fronteras, cartografía y nación en la invención de la Argentina 159
sujeta a mapas erróneos, se apuntaba que dichos mapas no tenían una base
geográfica confiable (Argentine Evidence 1900: 556).
El mapa era mostrado así como un dispositivo manipulable y, de he-
cho, manipulado (por los chilenos, naturalmente):
Recently, owing to the active propaganda on the part of the Chilian geogra-
phers in favour of the boundary line in the continental divide, some cartogra-
phic publications have modified the traditional boundary, although not always
in complete agreement with the Chilian ideas (Argentine Evidence 1900: 521,
destacados nuestros).
26 “These words which are strictly applicable to the present question, deprive erroneous
maps of any value, where dealing with the geographical lines proposed by the two
Experts. Of what avail are the maps commented upon in this and the previous chap-
ters –the map of Napp, those attributed to Burmeister, and Siemiradzky, the map of
Brackebusch, quoted in the Chilian statement in support of the theory maintained by
Señor Barros Arana, etc.? Further, what force can maps have for that purpose, which
do not bear an official character? The maps have no reliable geographical basis, and
neither the Argentine nor the Chilian Government have accepted them as an evidence
to define the common boundary. The only ones which bear that character are the official
maps published in reference to this question” (Argentine Evidence 1900: 562, destacado
nuestro).
160 Carla Lois
Conclusiones
27 Su título completo era: Preliminary Map of the South-Western of the Argentine Republic.
Showing the different points from which Photographs, reproduced in the “Argentine Evi-
dence” have been taken. Pie de imprenta: Drawn on stone and lithographed by W. &
A. K. Johnston, Limited, Edinburgh and London, 1901.
Fronteras, cartografía y nación en la invención de la Argentina 161
Bibliografía
Lee, Hyung K. (2005): “Mapping the Law of Legalizing Maps: The Implications of the
Emerging Rule on Map Evidence in International Law”. En: Pacific Rim Law & Policy
Journal, 14, pp. 159-188.
Livingstone, David (2005): “Historical Geography: Knowledge, in Place and on
the Move”. En: Progress in Human Geography, 29, pp. 626-634.
Lois, Carla (2006): “Técnica, política y ‘deseo territorial’ en la cartografía oficial de la
Argentina (1852-1941)”. En: Geocrítica. SCRIPTA NOVA. Revista Electrónica de Geo-
grafía y Ciencias Sociales, X, 218 (52), <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-52.htm>
(14.10.2013).
— (2010): “El mapa del Centenario o un espectáculo de la modernidad argentina en
1910”. En: Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades,
24, pp. 176-196.
— (2011) “¿Desde la periferia? Enfoques y problemas de la agenda actual sobre Historia
de la Cartografía en América Latina”. En: EspacioTiempo, Revista Latinoamericana de
Ciencias Sociales y Humanidades, 7, pp. 11-36.
— (en prensa): “The Topographical Survey in Latin America”. En: Pedley, Mary/Ednet,
Matthew (eds.): The History of Cartography. Chicago: University of Chicago Press.
Mazzitelli Mastricchio, Malena (2008): “Límite y cartografía en la frontera argentina
durante el último tercio del siglo xix”. En: Mendoza Vargas, Héctor/Lois, Carla
(comps): Historia de la ciencia cartográfica de Iberoamérica. México, D.F.: UNAM,
pp. 427-440.
Montserrat, Marcelo (comp.) (2000): La ciencia en la Argentina entre siglos. Textos, contex-
tos e instituciones. Buenos Aires: Manantial.
Nadal, Francesc/Urteaga, Luis (1990): “Cartografía y Estado. Los mapas topográficos
nacionales y la estadística en el siglo xix”. En: Geocrítica, 88, pp. 1-93.
Oficina de Límites Internacionales (1908): La frontera Argentino-Chilena. Demarca-
ción General, 1894-1906. 2 vols. Buenos Aires: Talleres Gráficos de la Penitenciaría
Nacional.
Orellana, Raúl (1986): “La cartografía básica de interés nacional. Su evolución”. En:
IGM (ed.): Contribuciones científicas, Congreso Nacional de Geografía, XLVIII Sema-
na de Geografía, Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. Buenos Aires: IGM,
pp. 183-190.
Palsky, Gilles (2003): “Mapas topográficos y mapas temáticos en el siglo xix”. En: Ra-
mada Curto, Diogo/Cattaneo, Angelo/Ferrand Almeida, André (eds.): La cartogra-
fia Europea tra Primo Rinascimento e fine dell’Illuminismo. Firenze: Leo S. Olschki
Editore, pp. 275-291.
Penhos, Marta (2005): Ver, conocer, dominar. Imágenes de Sudamérica a fines del siglo xviii.
Buenos Aires: Siglo XXI.
Pohl-Valero, Stefan/González Silva, Matiana (eds.) (2009): La circulación del conoci-
miento y las redes del poder. Memoria y sociedad. Revista de historia, 13, 27, número
monográfico.
Podgorny, Irina (2011): “Fronteras de papel: archivos, colecciones y la cuestión de límites
en las naciones americanas”. En: Historia Crítica, 44, pp. 56-79.
164 Carla Lois
Raffestin, Claude (1980): Pour une géographie du pouvoir. Paris: Libraires Techniques LI-
TEC.
República Argentina (1910): Frontera Argentino Brasileña. Estudios y demarcación general
1887-1904. Buenos Aires: Talleres Gráficos de la Penitenciaría Nacional.
Rieznik, Marina (2011): Los cielos del sur. Los observatorios astronómicos de Córdoba y de La
Plata, 1870-1920. Rosario: Prohistoria.
Rieznik, Marina/Lois, Carla (2010): “En el ‘glorioso sendero de la ciencia universal’. La
Carte Inernationale du Monde 1: 1.000.000, la Carte du Ciel y las prácticas de re-
presentación del territorio argentino. 1890-1920”. En: Llull. Revista de la Sociedad
Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, 34, pp. 121-160.
Salvatore, Ricado (comp.) (2007): Los lugares del saber. Contextos locales y redes transnacio-
nales en la formación del conocimiento. Rosario: Beatriz Viterbo Editora.
Zusman, Perla (1996): Sociedades Geográficas na promoção do saber ao respeito do território.
Estratégias políticas e acadêmicas das instituições geográficas na Argentina (1879-1942) e
no Brasil (1838-1945). Universidade de São Paulo, Mestrado em Geografia Humana:
Dissertação.
— (2001): “Entre el lugar y la línea: la constitución de las fronteras coloniales patagónicas
(1780-1792)”. En: Fronteras de la Historia, 6, pp. 37-60.