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I. Un mundo de normas
Las normas jurídicas son solo una parte de la experiencia normativa, además de
estas, existen otras (preceptos religiosos, reglas sociales, de costumbre). El individuo
pertenece a distintos grupos sociales, y estos se constituyen mediante un conjunto
ordenado de reglas de conducta. Y estas personas, en cuanto se fijan objetivos para
conseguir, prevén también el medio para su logro, es por eso que la relación medio-fin
genera reglas de conducta del tipo “Si quieres conseguir el objetivo A, debes cumplir la
acción B”. El elemento común que une a estos distintos tipos de reglas, es que se las
reconoce como proposiciones cuyo fin es influir en el comportamiento de los
individuos y de los grupos, de dirigir la acción de aquellos hacia ciertos
objetivos antes que a otros.
De lo anterior, se desprende entonces, que existe derecho cuando hay un orden social
organizado, y esta sociedad organizada y ordenada, es a lo que romano llama
“Institución.” El derecho nace en el momento en la cual un grupo social pasa de la fase
de un grupo in-organizado a la fase de un grupo organizado, esto es lo que se llama
institucionalización. Un grupo social se institucionaliza, cuando crea su propia
organización. El principal problema de esta teoría, es que no es posible admitir que
toda sociedad sea jurídica. Por ejemplo, una asociación para delinquir, al crear su
propio derecho (el de delinquir) es una institución.
IV. El pluralismo jurídico
V. Observaciones críticas.
Una teoría puede ser tenida en cuenta desde un punto de vista ideológico, debido a
que tiende a afirmar ciertos ideales, o desde uno científico, ya que busca comprender
una cierta realidad y explicarla. La teoría de la institución, desde el punto de vista
científico, se propone ofrecer medios para comprender el fenómeno jurídico. El
problema de si el derecho es solo aquel producido por el estado, o si también es aquel
producido por los grupos sociales, es un problema de semántica, ya que la palabra
“derecho” puede ser usada en diversos modos. En cuanto al valor científico de la
institución, la teoría normativa se limita a sostener que el fenómeno originario de la
experiencia jurídica es la regla de conducta, mientras que para la teoría estatalista, el
derecho es un conjunto de reglas, las cuales tienen las características de ser
particulares y se diferencian de cualquier otro tipo de reglas de conducta.
Por otro lado, las normas son anteriores a la organización, ya que una sociedad
organizada se constituye por un grupo de individuos que regulan su actividad con el fin
de obtener un fin común. Asimismo, para realizar la institucionalización hacia un grupo
organizado, hay que por un lado, determinar los fines de la institución, establecer los
medios y por último distribuir las funciones especificas de los miembros para el logro
del fin. Y esto ocurre mediante reglas, ya sean escritas o no. Esto lleva a que si,
institución equivale a ordenamiento jurídico, el ordenamiento jurídico equivale a
sistema de normas, y por lo tanto, la teoría de la institución, en lugar de excluirla,
incluye a la teoría normativa.
a) Por un lado, el derecho tiene que ver con la relación externa de una persona con
otra, puesto que sus acciones pueden tener influencia recíproca.
b) Esta relación debe darse entre dos arbitrios. Kant enumera cuatro tipos de relación
de un sujeto con otros.
● relación de un sujeto que tiene derechos y deberes con un sujeto que
solo tiene derechos y ningún deber (dios)
● relación del sujeto que tiene derechos y deberes con un sujeto que no
tiene derecho pero tiene deberes (esclavo)
● relación del sujeto que tiene derechos y deberes con un sujeto que ni
tiene derechos ni deberes (animal)
● relación de un sujeto que tiene derechos y deberes con otro sujeto que
tiene derechos y deberes (hombre). Solo esta es una relación jurídica.
Del vecchio ofrece una doble valoración, en cuanto a la relación con el mismo sujeto
que cumple la acción, constituyendo la valoración moral, y en cuanto a la relación con
los sujetos a los cuales se dirige la acción, constituyendo la valoración jurídica.
Derivando la definición del derecho como una coordinación objetiva del
comportamiento, lo que implica la visión del derecho como u nconjunto de relaciones
entre sujetos.
Siguiendo con Levi, esté entiende por relación jurídica una relación intersubjetiva
entre dos sujetos, de los cuales, uno tiene un derecho y otro tiene un deber.
El derecho es el reflejo subjetivo de una norma que autoriza, mientras que el deber es
el reflejo subjetivo de una norma imperativa (positiva o negativa). La relación jurídica
presupone dos reglas de conducta, una que otorga un poder y otra un deber. Esta
relación se caracteriza por el modo como los sujetos se comportan mutuamente. Esta
tiene la capacidad de determinar si una relación es jurídica por el hecho de si está
regulada o no por una norma jurídica. Relación jurídica es aquella que es tomada en
consideración por una norma jurídica, la cual integra un ordenamiento jurídico y
calificada por una o más normas que pertenecen también a u ordenamiento jurídico.
a) Una norma puede ser justa sin ser válida: Por el solo hecho de justo, no es
también valido.
b) Una norma puede ser válida sin ser justa: Por ejemplo, el caso de la esclavitud.
c) Una norma puede ser válida sin ser eficaz: Por ejemplo, el caso de la venta de
bebidas alcohólicas a los menores de edad.
d) Una norma de eficaz sin ser válida: Por ejemplo, las normas morales de buena
educación.
e) Una norma puede ser justa sin ser eficaz:
f) Una norma puede ser eficaz sin ser justa: El hecho de que una norma sea
universalmente respetada no demuestra su justicia, y viceversa. Por ejemplo, la
esclavitud.
A partir de estos tres problemas (validez, justicia y eficacia) diversos autores han
realizado aportes, entre ellos, Maynez, el cual dice que por derecho se entienden tres
cosas:
Siguiendo con el segundo autor, Stone, quien afirma que el estudio del derecho para
ser completo debe constar de tres partes:
Las teorías reduccionistas son aquellas que reducen estos tres aspectos a los otros
dos, a saber:
Desde el punto de vista formal, una norma es una proposición. (Es decir, que un
código seria un conjunto de proposiciones y lo que se busca es establecer l status de
las proposiciones que lo componen.) Las normas jurídicas son parte de las
proposiciones prescriptivas, la investigación de las mismas se desarrolla en torno a
cuatro puntos:
Muchas veces tanto la forma como la función coinciden, pero no es necesario que así
pase.
Lo que se plantea es si este tipo de imperativos pueden ser verdaderos. Ya que las
normas técnicas se derivan de una proposición descriptiva, en donde la relación de
causa-efecto se derivo en una relación medio-fin. No se nota en qué modo este
imperativo hipotético puede obligar a una persona. Aunque no todos se relacionan
con las normas técnicas, también hay algunos que se relacionan con el derecho, a
los cuales se los llama imperativos jurídicos, donde la consecuencia es el efecto
que se imputa a una acción. La relación medio-fin se da entre un hecho cualificado
del ordenamiento como condición y otro hecho que el ordenamiento califica como
consecuencia. Una vez que se elige el fin (por ejemplo; donar algo), la acción que
ejecuto para obtener el fin es obligatoria y no natural.
Thomas Hobbes ofrece cinco puntos para distinguir a los mandatos de los
consejos:
Las peticiones son proposiciones con las que intentamos que otro haga algo a
nuestro favor sin vincularlo. Ya sean los ruegos, las suplicas, las invocaciones, etc.
(Por ejemplo “Te ruego que me subas la nota” “Te suplico que me apruebes”) La
petición se expresa en interés de la persona activa, y hay una ausencia de obligación
por parte de la persona a la cual se dirige la petición.
● La petición se expresa por parte del sujeto activo con un “quisiera” (“Quisiera
que me compres un chocolate”)
● El mandato se expresa con un “quiero” por parte del sujeto activo y un “debes”
en el sujeto pasivo” (“Quiero que me compres un chocolate”- “Debo comprar un
chocolate”)
● El consejo se expresa en cuanto al sujeto pasivo con un “Deberías” (“Deberías
pensar bien antes de actuar”
b) Las teorías o doctrinas mixtas, para las cuales solo una parte de las
proposiciones que componen un ordenamiento jurídico son imperativas.
Considera junto a las normas imperativas, las llamadas normas permisivas
(atribuyen facultades) Fichte consideraba la esencia del derecho es permitir, y
aquí reside la diferencia con la moral. Mientras esta última, ordena lo que se debe
hacer, el derecho permite lo que se puede hacer. Afirma que ninguna norma
jurídica es un imperativo. Decir que el derecho permite y no ordena, sería como ver
el fenómeno jurídico desde un punto de vista.
La función de las normas permisivas es la de eliminar un imperativo en circunstancias
determinadas, es por eso, que las normas permisivas suponen las normas
imperativas.
En base a esto, se pueden distinguir:
● Normas abrogantes: normas permisivas que hacen desaparecer un
imperativo precedente en el tiempo.
● Normas derogantes: normas permisivas que hacen desaparecer un
imperativo contemporáneo.
● Normas permisivas positivas: Permiten hacer. Las acciones previstas por
estas se llaman permisivas.
● Normas permisivas negativas: Permiten no hacer. Las acciones previstas
por estas se llaman facultativas.
c) Las teorías o doctrinas negativas, para las cuales las proposiciones que
componen un ordenamiento jurídico no son imperativas. Para estas, las normas
jurídicas que componen el derecho no son imperativos. Dentro de los autores, se
puede señalar a Zitelmann, para quien toda proposición jurídica se puede resolver
en la formula “Si…., tú debes” una proposición de este tipo tiene el carácter de ser
u juicio hipotético. Esta fue recogida por Kelsen, para quien la norma jurídica era
un juicio hipotético y se formulaba “Si es A, debe ser B” donde “A” representa el
ilícito y “B” la sanción.
Se distingue entre normas jurídicas y morales, y por ultimo entre normas científicas,
mientras que para estas se unen por el verbo ser (“Si es A, también es B”, para las
normas jurídicas se unen por el verbo deber (“Si es A, debe ser B”). Pero esta no
puede ser sostenida porque hace de las normas jurídicas afirmaciones solo en el
sentido limitado.
d) Otra teoría diferente es aquella que define a las normas jurídicas como juicios de
valor, como juicios del comportamiento de determinados asociados frete a la
realización de determinadas situaciones. Decir que la norma es una valoración de
ciertos hechos, equivale a decir que la norma jurídica cualifica determinados
hechos como jurídicos, atribuyendo consecuencias jurídicas, tales como el
nacimiento de una obligación. Considerar a la norma jurídica como una valoración,
representa solo un cambio de nombre y no de significado.
Definición y teoría en la ciencia jurídica (Hart)
El derecho puede ser visto de dos maneras: por un lado, como un horizonte amplio, y
por el otro, como una perspectiva especial.
En él, nuestro conocimiento esta oscurecido, debido a distintos obstáculos que se nos
presentan, al tratar de hallar respuestas a preguntas de la teoría jurídica (¿Qué es el
derecho? ¿Qué es el derecho subjetivo?) El método común para resolver estas, no
está adaptado al derecho, y por eso, conduce a problemas entre la teoría jurídica y el
estudio del derecho. Estas preguntas son de carácter ambiguo, ya que la misma forma
verbal puede emplearse para una definición o una causa, y a su vez, si reformulamos
esas preguntas (¿Qué es el derecho? → ¿Cuál es el significado de la palabra derecho
subjetivo?) Se puede ofender a las personas, ya que ellas no piden que se les enseñe
a usar bien estas palabras. La perplejidad está en que, el uso de estas palabras no es
comprendido.
De esta búsqueda de definición surge la llamada “triada familiar”, la cual consta de tres
teorías, diferentes entre sí:
En muchas de estas teorías se encuentran problemas mezclados entre si, por ejemplo,
la afirmación de que las personas jurídicas son personas reales y, por el contrario, que
son personas ficticias. En gran medida, estas fracasan porque su método obliga a
deformar los términos jurídicos.
Una palabra es explicada usando este método, cuando se traduce la frase entera
donde ella aparece. Consta de 4 características:
Con este método lo que se busca lograr es encontrar una traducción de una expresión
(deber, derecho subjetivo) en base a una frase donde cumpla su función, y así
traducirla en términos facticos. Requiere ir frase por frase, y no palabra por palabra.
El positivismo jurídico y la separación entre el derecho y la moral (Hart)
Para comenzar, se critica un tema que ha sido “negado” por los positivistas: la
intersección entre el derecho y la moral, o que lo que es y lo que debe ser de algún
modo están unidos, aunque estos lo nieguen.
Salmond fue uno de los primeros críticos de esta teoría, diciendo que el
análisis del derecho en términos de imperativos dejaba al derecho subjetivo
fuera de este. Aunque su teoría también incurrió en un error, ya que dejaba en
claro que las reglas de un sistema jurídico debían estar conectadas con reglas
morales, pudiendo así el derecho subjetivo recibir explicación.
En base a esto, se sostiene que las reglas que dan derechos a los
individuos no tienen por qué estar relacionadas con la moral ni tampoco
necesitan estar justificadas por ella.
III. Los realistas elaboraron una teoría conceptual de las ciencias naturales como
la adecuada para la caracterización del derecho y para el análisis de la
conducta guiada por reglas en las que consiste un sistema de derecho.
Para que un tipo de conducta este reglado por normas, es necesario que las palabras
generales que usamos tengan ejemplos típicos de los cuales no existan dudas
para la aplicación de ellas.
Estos casos, se llaman problemas de la penumbra, son situaciones que no encajan
dentro de la norma, donde el juez no puede resolverla a través de una norma
específica. Se le llama error de formalismo a la des interpretación del proceso
judicial, el cual ignora esta clase de problemas. En las situaciones de
penumbra, los jueces se encuentran obligados a legislar. En esta clase de
error, se hace un uso excesivo de la lógica, ya que se atribuye a un término
general una interpretación ciega a los valores sociales que de ella se derivan.
Los criterios de conveniencia social que guían a la elección de los jueces están en un
cierto sentido allí para ser descubiertos por ellos. Las decisiones inteligentes
estarán guiadas, en cierta medida, por objetivos morales. Debido a que las
leyes padecen de una insuficiencia, se debe decidir de manera racional los
casos de la penumbra teniendo en cuenta finalidades sociales
IV. La tercera crítica es introducida por pensadores alemanes, tales como
Radbruch, quienes vivieron bajo el régimen nazi. Su consideraciones se
basaban en que los principios de la moral humanitaria son parte del
concepto de legalidad, y que ninguna norma jurídica puede ser válida si es
contraria a los principios morales básicos, aun si cumple todas las formalidades
para ser una norma. Esta concepción fue llevada a la práctica por los tribunales
alemanes, quienes condenaron a criminales de guerra y espías bajo el régimen
nazi.
V. La protesta de los utilitaristas en cuanto a lo que es y lo que debe ser, tiene un
valor moral e intelectual en cuanto norma particular del sistema, pero no así, en
lo referente al derecho como noción de un sistema jurídico. Un sistema jurídico
sin dejar de satisfacer estos requerimientos morales mínimos, podría con
imparcialidad, aplicar leyes opresivas para un sector de la población y denegar
beneficios mínimos de la protección frente a la violencia a una población.
VI. Esta distinción entre el derecho que es y el debe ser ha sido confundida con
una teoría moral, donde según ella los juicios de hecho (juicios de lo que es)
son diferentes a los juicios de valor (juicios de lo que debe ser). Los primeros
se rigen por los sentimientos, las emociones o las actitudes, o según otros, se
rigen por principios generales.
Como conclusión a este punto, se sostiene que usar en la descripción de la
interpretación de las normas jurídicas la terminología de una fusión o
inseparabilidad entre el derecho que es y el que debe ser solo sirve para
ocultar que estamos rodeados de incertidumbre entre la que tenemos que
elegir, y el derecho solo nos impone límites a nuestra elección pero no a la
elección misma.
La concepción de ciencia en Hart y Kelsen: Una comparación, una coincidencia
(Lipkin)
Kelsen Hart
Busca elaborar una teoría jurídica, que fuera sistemática y Considera que las perplejidades de pr
unitaria, y también objetiva y precisa. sobre que es el derecho o que es un es
radican en que estas implican pedidos
definiciones, lo que condujo a pensar q
existen determinados conceptos, funda
para el jurista, que no permiten que est
encontrar una respuesta sobre ellos sin
adentrarse en una disputa filosófica.
El carácter de ciencia del derecho tendrá sentido siempre y Cuando se intenta definir términos com
cuando se encuentre un método propio y especifico para “derecho subjetivo” o “derecho”, se des
delimitar el objeto de la ciencia del derecho. que estos no tienen una conexión con
contrapartidas en el mundo empírico,
caracteriza a las palabras comunes. Cu
los intenta definir, no es posible encont
simpleza que caracteriza a otros términ
usuales.
Quiere utilizar un método jurídico, libre de un sincretismo El defecto tiene su origen en una falta d
metódico, de manera que se solo se estudiaría un solo tipo divorcio entre estudios como la historia
de normas jurídicas, las coactivas. El objeto de la ciencia del derecho de la filosofía.
derecho es el ordenamiento jurídico, el estudio de las normas
coactivas.
El principio de imputación enfrenta el mundo del ser con el Triada familiar, consta de tres teorías:
del deber ser, como algo opuesto. Permitiendo separar a las
ciencias normativas de las naturales, resaltando la autonomía a) Las teorías realistas, indican que u
de las primeras. palabra designa una variante inespe
lo familiar (ya sea un hecho comple
se espera algo simple, un hecho fut
cuando esperamos algo presente y
psicológico cuando esperamos algo
b) Las teorías ficcionalista indican qu
palabra designa una ficción
c) Las teorías concesionistas indica
palabra designa algo que no es pos
ver, tocar, etc.
Distingue entre el sentido subjetivo y el sentido objetivo del
acto de voluntad. Siendo que la ciencia jurídica tiene como
objeto el sentido objetivo de los actos humanos, y este
sentido resulta de una operación intelectual consistente en
relacionar el acto con una norma jurídica.
Según Hart, en un orden jurídico determinado hay dos sectores: uno oficial, quienes
aceptan las normas, y uno privado, quienes cumplen las normas (los ciudadanos,
nosotros) En una situación normal, ambos sectores conviven pacíficamente, los
ciudadanos obedecen y los jueces hacen normas.
Para Lipkin, Joseph Raz es quien da solución a los problemas del sistema jurídico:
Lipkin se pregunta si los conceptos (teorías) de Hart y Kelsen son incompatibles, para
él, ambas teorías hacen depender el sistema legal de un parámetro normativo; esto es
la compatibilidad débil.
En cuanto al sentido de compatibilidad fuerte, ambas teorías pasan a ser
incompatibles.
La filosofía de la norma, tanto en uno como en el otro de los autores, difiere
completamente. Hart en “El concepto de derecho” se refiere a la “Teoría general del
derecho”, del año 1945, en ella, Kelsen hace depender el sistema de la eficacia.
Se produce una ruptura en el año 1960 en Kelsen, al decir que una norma para ser
válida debía ser sancionada por otra, convirtiendo a esto en un círculo sin fin, y habla
de la “norma fundante básica” o “grundnorm” la cual es la norma fundamental.
Renuncia a un concepto de eficacia, para quedarse con un concepto ideal.
La ruptura se da cuando en lugar de poner énfasis en la eficacia, lo pone en lo ideal.
En este capitulo se comienza distinguiendo entre la idea de habito general y la de regla social,
se hace énfasis en el aspecto interno de las reglas.
En segundo lugar, se distingue aquellas reglas primarias de obligación y las reglas
secundarias de reconocimiento, cambio y adjudicación.
Se parte de la idea de que entre el derecho y la moral hay una conexión necesaria, y esto
debe ser considerado a la hora de intentar analizar el concepto de derecho. Para esta
teoría de la conexión entre el derecho y la moral, lo que se cuestiona es que tanto el
derecho internacional como otros, para ser tratados como derecho deben satisfacer
ciertas exigencias de la moral.
Esta pretensión de la existencia de una conexión entre derecho y moral tiene muchas
variantes, una de ellas es aquella asociada con la tesis tomista del derecho natural, la
cual tiene dos partes:
● Por un lado, la existencia de ciertos principios de verdadera moral, cuyo
origen es divino.
● Segundo, las normas que contradicen estos principios, no pueden ser
tomadas como derecho valido.
En cambio, para otras variantes, se toma a la moral como una expresión de ciertas
actitudes humanas frente a conductas que varían de sociedad en sociedad. Para estas
teorías, el conflicto que se da entre el derecho y las exigencias de la moral, no es
suficiente para sacarle a una regla su status jurídico.
Los juristas usan términos tales como “justo” o “injusto” para censurar el derecho, y
estos términos son usados por diversos autores para razonar, como si las ideas de
justicia y moral fueran equivalentes. Las características que distinguen a la justicia y su
conexión con el derecho surgen al observar que las críticas realizadas usando
palabras como “justo” e “injusto” puedan ser expresadas con otros términos iguales
como “equitativo” y “no equitativo, siendo que estos últimos no son equivalentes con el
término de moral.
La equidad es importante en cuanto a dos situaciones humanas, la primera de ella,
cuando nuestro interés se dirige a la manera en que son tratadas clases de individuos
cuando un beneficio debe ser distribuido entre ellos, la segunda, es cuando se causo
algún daño y la victima reclama una indemnización.
El principio que rige en esto, es que los individuos tienen derecho a una posición de
igualdad o desigualdad, el cual debe ser respetado en el orden de la vida social al
distribuir beneficios y debe ser restablecido cuando ha sido alterado.
“Tratar los casos semejantes de la misma manera y los casos diferentes de diferente
manera” es un elemento fundamental en la idea de justifica, aunque es incompleto ya
que no proporciona una guía para saber cuando los casos han de ser considerados
iguales y que diferencias son relevantes. Es por eso, que existe una complejidad en la
estructura de la idea de justicia la cual consiste en dos partes:
a) Una nota uniforme resumida en el precepto “Tratar los casos semejantes de la
misma manera y los casos diferentes de diferente manera”.
b) Un criterio variable para determinar cuando los casos son semejantes o
diferentes.
La noción de justicia es complicada porque cambia en cada uno de los casos. En
ciertos casos, las semejantes y diferencias de los seres humanos que son relevantes
para esta noción, son obvios (por ejemplo, cuando se aplica la pena que reprime el
homicidio a todos aquellos y solo aquellos que tiene en común haber matado)
Las diferencias en el plano moral y político llevan a desacuerdos sobre que
características de los seres humanos deben ser relevantes para criticar al derecho
como injusto. (Por ejemplo, calificar de injusta a una ley que prohíbe el acceso de la
gente de color a los parques, se hace en base de que, en la distribución de esas
ventajas, las diferencias de color es irrelevantes)
Los criterios de semejanzas y diferencias varían en función de la moral de una
sociedad/individuo.
La justicia o injusticia de las normas jurídicas pueden ser tenidas en cuenta según dos
perspectivas:
1) Algunos la ven como la distribución de cargas y beneficios a ciertos individuos,
ya sean tangibles (ayuda a los pobres) o intangibles (protección frente al daño
corporal acordada por el derecho criminal)
2) Otros la ven como la compensación por los daños que causo una persona a
otra, aquí la conexión entre lo justo o injusto es central. El defecto de estas
normas sería negar a todos por igual la compensación de daños que la moral
prohíbe causar a otros.
En cuanto a la “moral socialmente aceptada”, se dice que esta tiene su origen cuando
en un determinado grupo social se comparten los mismos valores. El elemento básico
de ella, es la regla primaria de obligación, la cual se distingue de otras por la presión
social que ella genera.
Las reglas no jurídicas se clasifican de muchas maneras:
a) Aquellas que tienen un ámbito limitado de conducta (ej. Vestir, ceremonias,
juegos, etc.)
b) Aquellas aplicables a grupos en general o subgrupos.
c) Aquellas que se consideran obligatorias por el consentimiento mutuo.
d) Aquellas que no se originan por el consentimiento.
e) Aquellas que, al ser transgredidas, dan lugar a advertencias de lo que se debe
hacer (ej. Reglas de etiqueta)
f) Aquellas que, al contrario de la anterior, dan lugar a un reproche.
La importancia que se le atribuye a estos tipos de reglas se refleja en el sacrificio de
interés privado que ellas exigen.
En todas las sociedades se desarrollo un sistema jurídico, y a la vez, existen reglas no
jurídicas que se asemejan a las normas de derecho. Aunque las exigencias de las
normas jurídicas son más especificas. Tanto las reglas morales como las jurídicas
implican algún tipo de censura/sanción cuando se las transgrede, pero no pasa lo
mismo cuando se las obedece.
Las reglas morales pueden clasificarse de la siguiente manera:
a) Algunas cumplen funciones especificas (los deberes que respecto de la familia
tiene un esposo/esposa)
b) Otras cumplen funciones generales (abstenerse a la violencia)
c) Y por último, funciones especiales que cualquier de los individuos puede
asumir al entrar en una relación especial (cumplir una promesa hecha)
Estas obligaciones varían de acuerdo a la sociedad y al paso del tiempo, algunas de
ellas reflejan creencias o mitos. La diversidad de los códigos morales puede resultar
de la necesidad de una cierta necesidad o de la ignorancia de una. La moral puede ser
distinguida de su derecho, ya que la primera siempre incluye en ella obligaciones y
deberes que exigen un sacrificio de interés particular, el cual es esencial.
Tanto las reglas morales como jurídicas son semejantes en cuanto son consideradas
como obligatorias sin tener en cuenta el consentimiento del individuo y se sustentan
por una presión social, y el cumplimiento de ellas se considera cosa corriente. Tanto
una como la otra, generan exigencias que deben ser satisfechas para una correcta
convivencia en sociedad (por ejemplo, la prohibición de la violencia a las personas)
A pesar de estas semejanzas, algunos autores opinan que la diferencia crucial entre la
moral y el derecho está en que la primera (morales) impone comportamientos
externos, mientras que la segunda (derecho) imponen un comportamiento interno.
1) La pureza: La teoría pura del derecho es una teoría sobre el derecho positivo.
Busca definir el objeto y método de estudio de la misma. En cuanto al objeto, es el
estudio del conjunto de normas coactivas En cuanto al método, usa el principio de
imputación, donde se analiza la figura del responsable (si es A debe ser B). Quiere
liberar a la ciencia jurídica de los elementos extraños a ella. Busca evitar el sincretismo
metodológico, debido a que a menudo la ciencia jurídica es confundida con otras
ciencias tales como la sociología o la ética o psicología, es por eso que busca delimitar
el conocimiento del derecho, depurando los elementos extra-normativos, valorativos e
ideológicos.
4) La norma
A su vez, los ámbitos en los que se desarrolla la existencia de la validez de una norma
son los siguientes:
Se distingue él:
En base a esta distinción, se llega a la conclusión de que los juicios de valor objetivos,
deben producirse sin consideración del desear y querer de quien enjuicie, es decir, del
valor subjetivo del mismo.
*Toda norma tiene una sanción, que puede ser inmanente si es aplicada y organizada
por la sociedad (difiriendo entre interna (sanción moral) y externa (jurídica o social)), o
trascendente si es aplicada por una instancia sobrehumana.
Las sanciones en los ordenes jurídicos estatales (derecho nacional) aparecen como
penal y civil (o ejecución forzosa de bienes patrimoniales). Ambas consisten en la
irrogación coactiva de un mal o en la privación coactiva de un bien. La pena busca el
castigo por el comportamiento, y la ejecución civil busca reparar el daño provocado.
En la sanción penal patrimonial el dinero pasa a un fondo público, y en el caso de la
ejecución civil este pasa al perjudicado ilícitamente. Ambas sanciones son ordenadas
por tribunales y por organismos administrativos, pero el acto de ordenarlas se lleva a
cabo al cumplir una norma de los tribunales, mientras que la sanción se cumple
efectivamente por medio de un organismo administrativo. Las sanciones del derecho
internacional, la represalia y la guerra, no son penales ni civiles, pero constituyen la
privación coactiva de bienes.
El acto ilícito es la condición establecida por el orden jurídico para la aplicación del
acto coactivo, a saber, la sanción. Según la teoría tradicional un acto es delito porque
se le conecta un acto coactivo como consecuencia de su ilicitud, pero esto se
encuentra arraigado a valores morales. Por ejemplo, un hombre que mata su pareja
adultera es considerado por el orden jurídico como un delincuente, pero su acto puede
ser aprobado por otros círculos sociales como un ejercicio natural a defender su
matrimonio.
La obligación no es otra cosa que la norma jurídica positiva, que ordena la conducta
de ese individuo al enlazar, con el comportamiento contrario, una sanción. El individuo
se encuentra jurídicamente obligado a la conducta así ordenada, y puede cometer el
ilícito e introducir la sanción, o evitar la misma, dependiendo del cumplimiento o no de
la obligación.
Las normas pueden ordenar o facultar una conducta. Al facultar otorgan una potestad,
es decir, la capacidad de producir derecho, pero no una omisión. Se puede obligar a
hacer o no hacer, pero no se puede facultar a un no hacer, solo a un hacer.
c) Se entiende por órgano jurídico de una comunidad al individuo que ejerce una
función atribuible a la misma. Existe una ficción, porque en realidad el individuo ejerce
la función en nombre de la comunidad. La comunidad es el orden normativo que
regula el comportamiento de muchos individuos. El orden constituye la comunidad,
aunque no son objetos distintos: la comunidad formada por individuos se reduce al
orden que regula sus comportamientos.
Las relaciones que interesan a u conocimiento normativo son las que se dan entre
normas jurídicas, o entre hechos determinados por esas normas, sin considerar la
existencia de otra relación jurídica.
1) Aquella que se refiere al grupo como una persona activa, en donde la persona
jurídica actúa en cuanto a la conducta de un determinado hombre. Entonces la
acción u omisión de un hombre será interpretada como la acción u omisión de
un grupo y adjudicada a la persona jurídica.
Este problema se refiere a la atribución de la ficcion desempeñada por determinado
individuo de la comunidad, lo que se cuestión es establecer bajo que
condiciones la conducta de un hombre será interpretada como la conducta de
una persona jurídica.
2) Como las obligaciones y derechos solo pueden tener por contenido la conducta
humana, el orden jurídico se los adjudica a seres humanos. Al afirmar que la
asociación es sujeto de derechos y obligaciones, se describe a las mismas
como derechos y obligaciones de determinados humanos.
d) Persona jurídica como sujeto activo: las asociaciones se rigen por un orden
normativo (parcial) llamado estatuto, que establece órganos en base a una
división del trabajo. Este estatuto adquiere su validez mediante un acto jurídico
determinado por el orden jurídico estatal (total, considerando solo el derecho
estatal y no el internacional). Son miembros quienes encuentran su
comportamiento regulado por el estatuto. Las personas integrantes y regidas
por el estatuto pueden ser personificadas, representando una persona activa,
de modo que todo miembro pueda ser considerado como órgano de la misma.
No obstante, cabe diferenciar los órganos y los miembros. Los órganos pueden
desempeñar funciones jurídicas y correspondientes a los objetivos de la
agrupación, y si se le atribuyen las mismas se la representa como una persona
activa, diciéndose que es la agrupación la que actúa, aunque es una persona
que el estatuto determina como órgano.
e) La persona física como sujeto de obligaciones y derechos: Se considera a
la asociación como un sujeto de obligaciones y derechos, estos son de dos
tipos: aquellos estatuidos en el orden jurídico estatal (externos –la obligación
de pagar un impuesto-) o aquellos estatuidos por el estatuto social (internos –
obligación de repartir entre sus miembros las ganancias-).
Si se entiende por forma del Estado solo la constitución como forma de legislar, se ve
la representación usual del derecho (sistema de normas generales), ignorando la
individualización de las normas jurídicas generales. La identificación de la forma del
Estado con la constitución corresponde plenamente al prejuicio de un derecho
encerrado en la ley. Pero el problema de la forma estatal, como cuestión referente al
método de producción de derecho, se da en todos los niveles de producción de
derecho y, en especial, en los diversos casos de instauración de normas individuales.
2) Derecho público y privado: Es una división de las relaciones jurídicas;
b) el derecho público establece una relación entre dos sujetos, de los cuales
uno tiene frente al otro un valor jurídico superior. (Por ejemplo, estado>súbdito)
Se suele denominar como de “derecho” a las relaciones del derecho privado, para
contraponerlas a las de “poder o dominación” correspondientes del derecho público. Al
tener en cuenta más de cerca las cosas, se puede establecer dónde se encuentra el
plus de valor atribuido a ciertos objetos, y en qué consiste su superioridad frente a los
otros, se observa que se trata de una distinción entre hechos productores de derecho.
El plus valorativo que corresponde al Estado en relación con los súbditos consiste en
que el orden jurídico otorga los hombres calificados como órganos jurídicos del
Estado (autoridades) la facultad de obligar a los súbditos mediante una manifestación
unilateral de voluntad (una orden), y suponiendo que estas autoridades deben actuar
en interés de sus súbditos, se dice que el plus que reside en el derecho público es que
contribuye al bien común. En cambio, la relación típica del derecho privado es el
negocio jurídico (especialmente el contrato). En la orden administrativa de derecho
público el sujeto obligado no participa en la producción de la norma, siendo un caso
típico de producción autocrática de normas. Sin embargo, en el contrato privado las
partes se obligadas a comportamientos recíprocos y esto significa un notorio método
democrático de producción de derecho.
La teoría pura disuelve este dualismo ideológico entre derecho público y privado,
puesto que en ambos casos se hace presente la producción del derecho y un acto de
Estado, y como en el caso de la TT sí se presentan a ambos como una contraposición
absoluta, se estaría perdiendo la esencia del propio dominio de lo jurídico. Se pasa de
una distinción extrasistemática de la TT (derecho//Estado) a una distinción
intrasistemática (conservándose como ciencia indivisible en ideología de dicha
oposición). En el mejor de los casos puede hablarse de dos terrenos jurídicos
conformados en forma técnica diferente, pero no de una contraposición esencial
absoluta entre Estado y derecho. Este dualismo no tiene carácter teórico, sino
ideológico desarrollado por la doctrina constitucional. Solo sirve para garantizar al
gobierno y al aparato administrativo subordinado, una libertad deducida de la
naturaleza de la cosa; una libertad frente a la ley.
Como tal, el Estado es un orden jurídico, pero no todo orden jurídico es un Estado.
Para llegar a ser un Estado, el orden jurídico tiene que instaurar órganos que
funcionen con división del trabajo para la producción y aplicación de las normas que lo
constituyen y también debe tener cierto grado de centralización.
El estado, al ser una comunidad social, está compuesto por tres elementos:
a) población del Estado, está formada por los humanos que pertenecen a un
Estado. Están sometidos a un orden coactivo relativamente centralizado.
También se encuentran espiritualmente ligados a su Estado (amarlo u odiarlo),
pero seguirán perteneciendo al mismo. La población del Estado es el dominio
de VALIDEZ PERSONAL del orden jurídico estatal.
Estos tres elementos sólo pueden ser determinados jurídicamente, sólo pueden ser
entendidos como la validez y los dominios de validez de un orden jurídico.
6.2 El Estado como persona jurídica. El Estado es una colectividad, una sociedad
constituida por un orden normativo que funciona con división del trabajo,
estableciendo para ello órganos designados mediata (a través de un proceso) o
inmediatamente (a través de una constitución, o una norma) para desempeñar sus
funciones. Así como un ente colectivo constituido mediante un estatuto se
encuentra bajo el orden jurídico estatal que, en cuanto persona jurídica, le impone
obligaciones y le otorga derechos, también el Estado puede considerarse situado
bajo el orden jurídico internacional, que, en cuanto persona jurídica, le impone
obligaciones y le otorga derechos. Es posible distinguir entre obligaciones y
derechos internos (estatuidos por el orden jurídico estatal) y externos (estatuidos
por el derecho internacional)
a) El Estado como sujeto activo: el órgano estatal. Si el Estado es
representado como un sujeto activo (que ha hecho esto o aquello) surge la
pregunta de cuál es el criterio por el cual se le atribuyen al Estado los actos
realizados por determinados hombres.
Es corriente no intervenir en la esfera así protegida del individuo por medio de leyes
que la limiten o la supriman. Dado que no existe una obligación jurídica del órgano
legislativo de no dictar leyes que lesionen la igualdad o libertad constitucionalmente
garantizadas, la obligación del Estado de respetar la igualdad y liberta de los súbditos
sólo significa una exigencia moral y política (dirigida al orden jurídico) de mantener la
garantía arriba caracterizada como constitucional.
Se suele fundar esta fórmula en que el Estado que quiere el derecho no puede querer
lo ilícito. La violación del derecho cae fuera de las facultades concedidas a un órgano
estatal, y por lo tanto no es atribuible al Estado. Un Estado que incurriera en delito
sería una contradicción en sí misma.
Solo es posible atribuirle al Estado la violación de una obligación estatuida por el orden
jurídico estatal cuando está tiene por contenido una prestación patrimonio, donde la
ejecución de la sanción se realiza sobre este. Para atribuirle al estado, el delito, solo
se consideran las obligaciones que tienen que ser cumplidas por órganos que
funcionen don división del trabajo. Cuando el individuo viola la obligación, no actúa
como órgano del estado. Por el contrario, cuando cumple esa obligación, si actúa
como órgano.
(Por ejemplo: Determinado órgano del Estado queda obligado a hacer esa prestación
(por condenar a un inocente y el deber de reparar el daño). Si la omitiera, se podría
demandar al Estado y condenar a éste a cumplir la prestación; y sí, la sentencia no
fuera respetada, podría llevarse a cabo una ejecución forzosa sobre el patrimonio del
Estado. En ese caso se dice que el Estado ha violado su obligación jurídica de reparar
el daño ocasionado a un inocente por la ejecución de la pena.)
Si se considera al patrimonio como colectivo, habría que atribuir esa obligación a esos
individuos y hablar de las obligaciones colectivas de los miembros del Estado. La
ejecución forzosa del patrimonio estatal significaría un acto coactivo que el Estado
dirigiera contra sí mismo. Tiene que llevarse a cabo contra la voluntad del órgano al
que compete administrar la parte del patrimonio que interese. La ejecución forzosa es
en el patrimonio del Estado, sin que se la interprete como dirigida contra su persona.
La ejecución forzosa es dirigida contra la persona del órgano estatal que tiene la
administración de ese patrimonio. Según el uso lingüístico dominante, el Estado
como persona jurídica puede cometer un acto ilícito al no cumplir y violar la
obligación de alguna prestación que le imponga el orden jurídico estatal. Es
decir, el Estado no responde con su persona (únicamente con su patrimonio) de
los actos ilícitos que se le atribuyen, mientras que el órgano que se hubiere
comportado en forma contraria a la obligación es responsable con su persona
de esa ilicitud.
c.2Derechos del Estado. Los derechos interpretados “del Estado” son derechos
de los individuos que, en calidad de órganos del Estado, ejercen ese poder jurídico.
Los derechos reales y los derechos de propiedad del Estado son muy importantes,
puesto que éstos constituyen el núcleo del patrimonio que es visto como estatal.
Se puede explicar el derecho de propiedad del Estado sobre una cosa, sin recurrir a la
atribución imputativa, diciendo que la disposición de hecho y de derecho de la cosa se
retiene por determinados individuos que cumplen sus actos de disposición con u
sistema de división del trabajo y cumpliendo sus obligaciones de funcionarios; los
restantes individuos están obligados a consentir esto y quedan excluidos de la
disposición de la cosa. A su vez, los “funcionarios” cuentan con un poder jurídico para
reclamar a través de una acción por el incumplimiento de la obligación pasiva.
La expresión de que el Estado crea al derecho significa que, ciertos individuos, cuyos
actos son atribuidos al Estado fundándose en el derecho, producen el derecho. Esto
significa que el derecho regula su propia producción. No se produce, ni puede
producirse, un proceso en el cual un Estado, preexistente a su derecho, cree el
derecho para luego someterse a él. No es el Estado el que se subordina al derecho
por él creado, es el derecho el que regula la conducta de los hombres y,
especialmente, la conducta orientada a la producción de derechos, sometiéndose así a
esos hombres. De una obligación autoimpuesta del Estado sólo podría hablarse en el
sentido de que las obligaciones y derechos que se atribuyen a la persona del Estado
están estatuidas justamente por el orden jurídico, cuya personificación es la persona
estatal.
Si se reconoce en el Estado un orden jurídico, todo Estado es un Estado de derecho.
En los hechos, es empleada para designar cierto tipo de Estado, aquel que
corresponde a las exigencias de la democracia y de la seguridad jurídica. Estado de
derecho, en ese sentido especifico, es un orden judicial y la administración está regida
por leyes dictadas por un parlamento; siendo los miembros del gobierno responsables
de sus actos, los tribunales independientes, y encontrándose garantizados ciertos
derechos y libertades de los ciudadanos.
6.4 Centralización y descentralización. La representación normal del Estado es de
un Estado Unitario, es decir que todas las normas que constituyen el orden estatal
tienen validez de igual modo para todo el territorio del Estado o provienen de una
única instancia. Se entremezcla la idea de la unidad y multiplicidad de los órganos
productores de normas. En el concepto de “Estado unitario” se expresa la
contraposición entre centralización y descentralización. Esta se expone desde el
punto de vista de los dominios territoriales de validez de las normas
constitutivas del orden estatal, esto es, en forma estática sin recurrir al
momento dinámico de la unidad o multiplicidad de los órganos que implantan
las normas.
Esta situación de que las normas estatales son iguales para todo el territorio del estado,
es impulsada por el supuesto de que el orden jurídico solo está formado por
normas jurídicas generales, por lo que no existen leyes estatales válidas para sólo
una parte del territorio del Estado.
Si se considera como poder del Estado sólo al poder de dictar leyes, la representación del
Estado como una comunidad es centralizada. Pero si se toman en cuenta también
las normas individuales, resulta que casi jamás un Estado positivo ha
correspondido a la idea del Estado unitario, como idea de centralización, puesto
que las normas individuales solo se estatuyen generalmente para tener una validez
sólo en determinada parte del territorio. Los Estados históricos, los órdenes
jurídicos positivos correspondientes a cada Estado, no son ni enteramente
centralizados ni totalmente descentralizados; siempre están sólo parcialmente
centralizados y, correspondientemente, parcialmente descentralizados,
aproximándose tanto más a un tipo, o bien al otro tipo de ideal. Idealmente, una
comunidad jurídica centralizada es aquella cuyo orden está constituido única y
exclusivamente por normas jurídicas válidas para todo el territorio jurídico,
mientras que, también idealmente, una comunidad jurídica descentralizada sería
aquella compuesta por un orden formado por normas con validez sólo para
partes del territorio.
En una descentralización total, no podría haber normas con validez para el territorio
entero. La descentralización sólo puede aparecer cuando se trata de la articulación
de una misma comunidad jurídica, cuando se trata de la articulación de un
mismo territorio.
Cuando, idealmente, apareciera una descentralización plena, ello tendría que ser
entendido considerando la necesaria unidad del orden, en el sentido de que no
se requiere que existan normas promulgadas con validez para todo el territorio;
pero que, por lo menos, aparezca la norma fundante básica presupuesta con
validez para todo el territorio, el cual conforme a los órdenes parciales
delegados por la norma fundante básica, se articula en territorios parciales. Por lo
menos en esa norma básica tiene que constituirse la unidad del territorio total,
junto con la unidad del orden jurídico total que abarca a todas las comunidades
jurídicas como órdenes parciales.
Si las normas de un orden jurídico tienen diferentes dominios de validez espacial, se da la
posibilidad de que en diferentes partes del territorio tengan validez normas de
diferentes contenidos. La unidad formal del territorio jurídico no tiene que estar
ligada a la unidad material del contenido del derecho.
El problema de la centralización y descentralización, como problema de la articulación
territorial de las comunidades jurídicas, es primariamente un problema del
dominio de validez espacial de las normas que configuran un orden jurídico.
La consideración desde el otro punto de vista se orienta al modo de creación de los
distintos dominios de validez de esas normas, el acto de implantación de la norma,
y por ende, al órgano que implanta la norma. Se suele asociar preferentemente al
concepto de centralización la representación de normas producidas por un único
órgano, que constituye el centro de la comunidad, mientras que con el concepto
de descentralización está asociada la imagen de una multiplicidad de órganos,
no situados en el centro, sino distribuidos por todo el territorio jurídico, con
competencia para dictar normas solamente válidas en partes del territorio. La
centralización en sentido dinámico alcanza su grado supremo cuando todas las
funciones tienen que ser desempeñadas por un único órgano. La
descentralización, en sentido dinámico, alcanza su grado máximo cuando todas las
funciones son desempeñadas por todos los individuos sujetos al orden jurídico. Se
trata en ambos casos de situaciones límites que no se presentan en la realidad
social. Nunca puede todos desempeñar las funciones estatuidas por un orden
jurídico, ni nunca pueden ser desempeñadas por un único individuo.
La doctrina dualista del Estado y el derecho afirma la trascendencia del Estado frente
al derecho, su existencia metajurídica, y su inmanencia en el derecho. El Estado en la
doctrina de su auto sumisión al derecho, tiene que someterse al derecho por él mismo
creado. La identificación del Estado con el derecho, el conocimiento que el Estado
es un orden jurídico, es presupuesto de una ciencia jurídica auténtica. Si se
contempla la identidad entre el Estado y el derecho se comprende que el derecho
positivo no es identificable con la justicia, y se hace imposible enteramente buscar
justificar al Estado mediante el derecho.
Debido a que el derecho regula solo la conducta humana; que el derecho internacional
obligue y faculte a los estados, significa que los seres humanos individuales se
encuentran obligados y facultados de forma mediata por intermedio del orden jurídico
de cada Estado. Determinan solo aquello que debe hacerse u omitirse, pero no quien
debe lo debe llevar a cabo. Por lo que, la determinación del individuo que debe llevarlo
a cabo, es propia de cada Estado, y en suma, la conducta de este individuo, será
atribuida al Estado.
Las acciones bélicas constitutivas de la guerra deberían dirigirse solo contra los
miembros de las fuerzas armadas que pertenece a un estado, pero esto no excluye
que no afecta también a otros humanos que no son miembros de las mismas.
El fundamento para la teoría de que tanto el derecho internacional como el estatal son
dos órdenes jurídicos distintos entre sí, encuentra su fundamento en la idea de que
entre ambos hay conflictos insolubles. Uno de esos conflictos se nota en el hecho de
que una ley estatal (derecho estatal) pueda oponerse a un tratado internacional
(derecho internacional. Por lo que, queda claro, que la contrariedad normativa d una
norma, no significa un conflicto entre una norma inferior y una superior, sino que, por
el contrario, supone la anulabilidad de la norma inferior o el castigo hacia el órgano
responsable.
La oposición entre ambas teorías monistas es paralela a dos oposiciones más, aquella
entre una concepción del mundo subjetivista y otra objetivista, y aquella entre una
imagen del mundo geocéntrica y otra heliocéntrica.
La teoría pura del derecho tiene una posición indiferente frente a ambas
oposiciones.