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Introducción
Sin lugar a dudas, este tema nos permite empezar a profundizar en una de las fuentes más
importantes de las obligaciones jurídicas que son los contratos.
La clasificación de los contratos que aquí se explica con términos en latín, es la misma que
se aplica para cualquier rama del Derecho, es así que hablamos de los contratos verbales,
los contratos por escrito, los contratos reales (hablamos de objetos o cosas) y los
contratos consensuales (en los que basta nada más la voluntad de celebrarlos).
Esta es la división de contratos más esencial que existe en nuestra carrera y que la misma
nos permitirá entender y razonar los contratos que celebramos a diario.
Objetivo particular
Temario
Contratos verbis
Este tipo de contratos se perfeccionan por el uso de ciertas palabras solemnes, quedando
obligadas las partes, de manera que si los sujetos se apartaban de esas palabras, el
negocio no se consideraba como contrato (Reyes Mendoza, 2012: 39).
1. Negotio per aes et libram (por el cobre y la balanza). En este contrato, la obligación se
formalizaba mediante una balanza (libram), un pedazo de cobre (aes) y 5 testigos. Cuando
el objeto de dicho contrato fuera la transmisión de la propiedad, se le
denominaba mancipatio. Tratándose de un préstamo en dinero, el deudor quedaba en
poder del sujeto que le facilitaba el préstamo, hasta el cumplimiento total de la deuda, a
esto se le denominaba nexum (nexo jurídico o lazo jurídico).
2. Dictio dotis. Consistía en una declaración verbal llamada sui iuris, con el objeto de
constituir la dote, pudiendo llevarla a cabo la mujer, quien iba a casarse, o bien, su
ascendente varón.
3. Promissio iura liberti. Consistía en una promesa que hacía alguien que había sido
esclavo, llamado liberto, a su antiguo patrón, donde se obligaba, mediante una promesa
de palabra, a realizar determinados servicios al patronus, formalizando un acuerdo.
Por ejemplo, decía el acreedor ¿Spondesne dare centum? (¿Prometes dar cien?), y el
deudor respondía spondeo (Lo prometo) (Reyes, 2012: 39) con la finalidad de crear el
contrato.
Contratos litterae
Nomina transcriptitia
Se conocía así a los contratos que se incluían en los libros de contabilidad del acreedor, no
era necesario que el deudor los escribiera. Tenían por objeto una cantidad de dinero, por
eso estaban protegidos por la condictio certae pecuniae (obligación monetaria) para que
se cumplieran.
Los contratos síngrafos eran los que se formalizaban por escrito, entregándole tanto al
acreedor como al deudor un original de éste. Por otro lado, los quirógrafos eran aquellos
que se establecían mediante un solo formato, quedando el original exclusivamente con el
acreedor.
Contratos re
Se refiere a los contratos que se perfeccionaban, una vez que se había entregado la cosa.
Entre los contratos re más destacados en el derecho romano se encuentran los
siguientes: mutuo, comodato, depósito y prenda.
Mutuum: Mutuo
También conocido como préstamo de consumo, se trata de aquel contrato
mediante el cual una persona, denominada mutuante, transmite a otra,
llamada mutuario, una cantidad de cosas fungibles (por ejemplo: dinero) a cambio
de la devolución de una cantidad de cosas en mismo género (tipo de cosa) y
cantidad que la que se ha transmitido. La única condición que se formula es que
el mutuante debe ser el dueño del bien u objeto en trasmisión.
Commodatum: Comodato
En él, una persona llamada comodante, entrega a otra, comodatario, un bien no
fungible (cosa mueble o cosa inmueble) de manera gratuita, para que haga uso del
bien en un tiempo determinado, siendo responsable de cualquier daño que sufra
éste.
Depositum: Depósito
Es un contrato por medio del cual una persona, denominada depositante, entrega
una cosa o bien mueble a otra, depositaria, para el cuidado y custodia,
devolviéndola cuando el depositante lo solicite. En este sentido, el depositante
puede reclamar daños y perjuicios que pudiera ocasionarle al objeto el depositario
por su negligencia.
Prenda
Es un contrato por medio del cual un sujeto entrega a un acreedor un bien en
garantía de crédito, a cambio de una cantidad de dinero y éste, a su vez, deberá
restituirlo una vez que se ha cubierto el pago del préstamo otorgado. En los casos
en los que la cantidad de dinero no fuera restituida, el acreedor puede vender el
objeto.
Contratos consensus
Locatio-conductio
Mandatum
El mandato es el contrato en virtud del cual una persona llamada mandante, le encarga a
otra -mandatario- que realice determinado acto por cuenta y en interés de aquél. Por
ejemplo: contratar a un abogado.
Societas
Alemania: una vez que se hizo un Estado sólido, con influencia en su Código Civil
de 1900.
Francia: A su Código Civil o Código Napoleón de 1804.
Holanda: durante los siglos XVI y XVII pasó a ser el centro de estudios romanistas.
España: en el siglo XIII Alfonso el Sabio hizo las “Siete Partidas”, no se debe olvidar
a los fueros (jurisdicciones).
Inglaterra: elaboró sus instituciones del common law.
Basta con decir cuáles son las características principales de los contratos que hemos visto:
Los contratos verbales son aquellos que no son escritos; mientras los contratos escritos
son los que constan en un documento; los contratos reales son los que se refieren a
bienes muebles o a bienes inmuebles y; los contratos consensuales son aquellos en que
basta la voluntad de las partes.
Para afianzar lo aprendido en esta unidad y con el fin de aplicar los conocimientos
adquiridos en la misma, se ponen a continuación dos casos para darles respuesta jurídica:
a. Contrato de mutuo:
Ticio le dijo a Cayo, “te dono diez mil sestercios, si tú me los prestas luego”, y éste se los
prestó. Pregunta Cayo si tiene acción para exigir el pago de lo prestado.
b. Contrato de depósito:
Ticio le pidió a Cayo que le guardara un caballo durante algunos días; el animal llevaba
puesto un cabestro; cuando Cayo devuelve el caballo, lo entrega sin el cabestro, porque se
había perdido mientras pastaba, ¿tiene Ticio alguna acción contra Cayo?
Los dos casos anteriores se puedes resolver con base en lo que se vio en esta unidad, se
trata de que, los conocimientos que adquirieron no sean meros conceptos.
Para encontrar una clasificación más extensa de los contratos en el Derecho Romano
puede verse:
Duque, Jesús, Clasificación de los contratos en el derecho romano, [archivo de
video], 16/07/2017.
Bibliografía
Laines Ledesma, Mauricio y Sagaón Infante, Raquel, Derecho romano. Segundo curso,
México, Porrúa, 2010.
Morineau Iduarte, Marta e Iglesias González, Román, Derecho romano, México, Oxford,
2010.
Murguía Serano, Alma Lorena, Derecho romano II, México, Iure, 2008.
Padilla Sahagún, Gumesindo, Derecho romano, México, McGraw–Hill, 2008.
Ventura Silva, Sabino, Derecho romano, México, Porrúa, 2002.
Adame Goddard, Jorge, Cuatrocientos casos y respuestas de los juristas romanos, México,
UNAM/ Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2013, disponible en https://bit.ly/2QjQkQf,
consulta: 18/04/2019.
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