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Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 15ª,

Resolución núm. 478/2021, Recurso núm. 1097/2021, de 8 de


octubre de 2021

“La ocupación ha resultado acreditada por la declaración de el mismo y por


la constatación del titular de la propiedad del inmueble, el denunciante
Jesús Ángel, que nunca otorgó consentimiento para que fuera ocupado por
el recurrente, y conocedor de ello el recurrente, ha venido permaneciendo
en el mismo hasta el día del juicio y al menos hoy hasta la fecha de 19 de
julio de 2021, fecha en la que se opuso al desalojo acordado como medida
cautelar; que el denunciante se opuso desde el primer momento que tuvo
conocimiento de la ocupación , viene acreditado por la denuncia
interpuesta, denuncia que fue puesta a instancias de la policía que constató
la ocupación y se puso en contacto con el propietario del inmueble; alega
en su recuso el recurrente que el propietario no ocupaba la vivienda, y por
ello entiende que no se perturbaba ninguna derecho, lo que no se sostiene
porque el bien jurídico protegido es la propiedad del bien inmueble en
cualquiera de sus aspectos, no exclusivamente la posesión inmediata;
tampoco se exige como pretende el recurrente la existencia de un
requerimiento previo de abandono para que se dé el delito, por cuanto tal
exigencia no está recogida como elemento normativo del tipo.”

Sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, Sección 6ª,


Resolución núm. 746/2021, Recurso núm. 178/2021, de 25 de
octubre de 2021

“En efecto, la tutela penal que se pretende otorgar no puede identificarse


exclusivamente con el ius possesionis que se deriva de la tenencia de la
cosa, pues, como apuntábamos, ello supondría reconocer al tenedor actual
también tutela no sólo interdictal sino también penal. La posesión protegida
sólo puede ser la del titular esto es la que se deriva del título posesorio, y
por tanto la que le otorga el derecho subjetivo de goce y disfrute de la cosa”
“¿Cuáles son esos niveles de lesividad que debe reclamarse a la acción
perturbadora, para justificar la reacción penal contemplada en el tipo del
artículo 245 CP? .Como apuntábamos, el acto perturbador debe interferir de
manera mensurable y relevante en los derechos posesorios que ostenta el
titular, en particular el de goce de la cosa y el de aprovechamiento de sus
frutos y rentas. Es el contenido objetivo del derecho lo que debe resultar
lesionado. La ocupación penalmente relevante debe equivaler en su
resultado antijurídico no sólo a un acceso a la posesión, como describe el
artículo 438 CC, sino a una exclusión del legítimo titular del ius possidendi a
su disfrute pacífico y a las utilidades que constituyen una consecuencia
derivada del mismo.”

“Así en el auto dictado en el rollo de apelación 656/2015, de 7 de marzo,


Documento 6 señalábamos que: "si bien atendemos al bien jurídico
protegido por el art. 245.2 CP, que no protege exclusivamente la posesión
inmediata, sino el derecho de propiedad con todo el acervo de facultades
que el mismo implica, incluida la posesión, derecho que, aun siendo
legítimo, no puede ser interpretado de forma absoluta e ilimitada, sino de
acuerdo a la función social que lo delimita de acuerdo con las leyes y en los
términos a que se refiere el art 33.2 CE (RCL 1978, 2836).”

Sentencia de la Audiencia Provincial de Toledo, Sección 1ª,


Resolución núm. 104/2022, Recurso núm. 68/2021

“El bien jurídico protegido es el patrimonio inmobiliario, y como delitos


patrimoniales la lesión del bien jurídico requiere que se ocasione un
perjuicio al titular del patrimonio afectado, que es el sujeto pasivo del
delito; el bien jurídico protegido por este delito, no es exclusivamente la
posesión efectiva, sino la titularidad dominical en toda su extensión, por lo
que el hecho de ocupar o poseer de forma mediata por el titular no es
requisito o impide la comisión del delito. La ocupación del bien inmueble
lesiona de forma efectiva el bien jurídico protegido, pues priva a su titular
de la posibilidad de disponer, en la forma en que tuviera por conveniente,
de dicho inmueble. Llegados a este punto, del examen del panorama
jurisprudencial expuesto y de la realidad social existente, es preciso un
cambio de criterio por parte de esta Sección Primera en relación con el
delito leve de usurpación. Y ello es así, porque con anterioridad
diferenciábamos cuando el titular del inmueble era una persona física o una
persona jurídica -en este último supuesto que no disfrutaba de manera
efectiva del inmueble-, pero el precepto penal no hace esta distinción,
encontrándonos con una tipificación expresa de los hechos que serían
penalmente reprobables y que suponen la privación al titular de ejercitar
sus derechos dominicales sobre la finca. En este sentido, no cabe restringir
el ámbito del tipo penal a los supuestos en los que el titular dominical del
inmueble está disfrutando de su posesión inmediata o de hecho , pues ello
implicaría exigir un elemento del tipo no previsto legalmente, con el efecto,
no querido por el legislador, de dejar al margen de la protección penal las
conductas de ocupación de aquellos inmuebles que el propietario no está
poseyendo de forma inmediata en el momento de la ocupación, pese a que
generan un grave menoscabo en el bien jurídico protegido, que no es otro
que el patrimonio inmobiliario, en la medida en que suponen un ataque
frontal al ejercicio, por el propietario, de una facultad tan básica o esencial
del derecho de propiedad como es la de poseer de hecho el inmueble del
que se es titular. Es decir, el legislador por respetables razones de política
criminal, ha decidido tipificar penalmente tales conductas y es únicamente
el legislador el que puede despenalizarlas si es que entiende que esa
modalidad de ataque al patrimonio inmobiliario no merece protección penal,
pese a que cumple una función de prevención, en defensa del bien jurídico,
que no queda satisfecha con las normas civiles de protección posesoria.”

Sentencia De la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 17ª,


Resolución núm. 24/2020, Recurso 682/19

“como se señala en tal resolución y se comparte por esta Sala que no está
acreditado el acceso que tuviera apariencia de lícito para los propios
acusados , que han accedido sin título que le legitime y han permanecido en
su interior aun constándoles la oposición del propietario , que en todo caso
el Juez está sometido al principio de legalidad , por más que pueda
comprenderse el problema social de la vivienda - que debe ser actuado por
las instituciones y no por los particulares - y que- el mero hecho de
interponer la denuncia implica una oposición a la continuación de la
ocupación , y siendo el imputado un hecho típico y previsto en la Ley como
delito , no procede hacer consideraciones acerca del carácter accesorio del
derecho penal . Tampoco existe prueba alguna de que la vivienda se
encontrara abandonada por más que no se disfrutara de una posesión
inmediata en el momento de la ocupación , incide igualmente y avala la
calificación de los hechos como constitutivos de delito en que conocían
desde un primer momento la ajenidad de la vivienda y que se tuvo
conocimiento no solo con la interposición de la demanda sino previamente
cuando acudió la Policía y empleado ; que tal ocupación se ha realizado con
carácter de permanencia y sin voluntad de abandonarla”.

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