Psicología Clínica

UNIDAD No. 2
Diagnóstico y clasificación de los problemas
psicológicos

Jhairo Núñez García

Santo Domingo, D.N.

Septiembre, 2016
Unidad 2: Diagnóstico y clasificación de los problemas psicológicos

INDICE DEL CONTENIDO

1. Introducción ......................................................................... 3
2. Anormalidad, disfuncionalidad y desadaptación .................. 4
3. DSM ...................................................................................... 5
4. CIE ........................................................................................ 7
5. Clasificaciones psicológicas ................................................. 9
6. Bibliografía............................................................................11
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INTRODUCCION
La anormalidad siempre ha sido un objeto de estudio para el ser humano.
Determinar aquello que no encaja con lo que más ocurre puede ser útil para mantener la
estabilidad. Aunque muchas veces lo que es anormal no necesariamente es disfuncional o
desadaptativo. Estos últimos conceptos son los más importantes cuando hablamos de
psicopatología.

Para determinar cuáles conductas o conjunto de conductas son disfuncionales, por

lo general se utilizan normas de clasificación basadas en criterios para poder diagnosticar
un trastorno mental. Los más conocidos son el DSM y CIE. No obstante, muchos
psicólogos utilizan más bien la nomenclatura sugerida por los enfoques psicológicos que
utilizan. Ya sea que nos guiemos por un sistema de clasificación o por la terminología de
un enfoque psicológico, lo más importante es que podamos dar solución al problema que
dicha conducta o diagnóstico genera y, no menos importante, que nos podamos entender
unos a otros. Por tal razón, quizás, lo más recomendable es que usemos ambas formas.
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ANORMALIDAD, DISFUNCIONALIDAD Y
DESADAPTACION
Así como la psicología estudia la conducta y los procesos mentales, la psicología
clínica es la rama de la psicología que estudia esas conductas y esos procesos mentales,
pero cuando se presentan de forma anormal, disfuncional y/o desadaptados. Esto nos
lleva analizar que debe ser considerado como anormal, como disfuncional y como
desadaptado.

Una conducta anormal es aquella que se presenta poco en la población general, es

decir que no es normal y que pocos la utilizan. De igual forma pensamientos anormales
son aquellos que una persona tiene pero que no es lo que la mayoría de la gente piensa.
Con el concepto de anormalidad solo hay un problema, y es que el hecho de que algo sea
anormal no implica que sea malo o
perjudicial. Es por esto que muchos
estudiosos de la conducto no están
de acuerdo en utilizar este termina
para referirse a aquello que estudia
la psicología clínica.

Por otro lado está la

disfuncionalidad, término que atañe
a que algo no funciona de forma
correcta o esperada. Cuando
hablamos de disfuncionalidad con
relación a una conducta o a un
pensamiento nos referimos a que los mismos no logran lo correcto o lo esperado, y por tal
razón la vida del individuo se ve afectada. Muchos consideran que disfuncionalidad es un
término más apropiado de anormalidad, ya que, como dijimos anteriormente, algo puede
no ser normal pero si funcional, y en dado caso con el tiempo convertirse en normal.

El término adaptación está más relacionado a la capacidad de un individuo de

encajar en su ambiente, de que sus conductas sean las apropiadas y esperadas dado un
contexto especifico. En este caso la desadaptación vendría a ser lo opuesto, conductas
que no encajan con el contexto. También este término para muchos es más apropiado,
pues en cierto sentido abarca la disfuncionalidad e involucra no solo al individuo sino
también al ambiente.
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DSM
El Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostical and
Statiscal Manual of Mental Disorders, DSM) de la Asociación Psiquiátrica Americana
(American Psychiatric Association, APA), es un manual de clasificación de los trastornos
psicológicos basado en la identificación de síntomas que diagnostica de acuerdo a los
criterios de cada trastorno, tomando en cuenta los últimos hallazgos en neuroimagen y en
genética, así como considerando o tomando en cuenta los aspectos de edad, género y
cultura.

Su primera versión fue publicada en el

1952. En el 1968 se publica la segunda
versión, en el 1980 la tercera, y años después
se hace una revisión de esta tercera versión
siendo publicada en el 1987. Para el 1994 se
publica la cuarta versión, con una revisión
publicada en el 1998. Para el 2000 se publica
nuevamente la versión 4 pero con una nueva
revisión. La última versión, la 5, fue publicada
en 2013, es la que está en uso actualmente.

Esta última versión ha sido muy criticada,

principalmente por la cantidad de trastornos que contempla.
Muchos argumentan que, aunque a cada versión se le suman
nuevos trastornos, a esta última se le ha agregado una
cantidad exorbitante de nuevos trastornos.

No obstante en esta última versión los criterios

específicos de cada trastorno se han simplificado bastante,
siendo más claros y consolidados dando mayor coherencia
con la práctica clínica. Provee de evaluaciones dimensionales
útiles en la investigación y en la validación de los resultados
clínicos. Ademas incluye los códigos del CIE-9-MC y del CIE-
10-MC, cuya estructura se encuentra en forma coherente con
la del CIE-11 que se encuentra en desarrollo.

En todo caso, el DSM es el sistema de clasificación diagnosticas más utilizada para

diagnosticar los trastornos mentales en América.
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Lista de Trastornos del DSM 5

Para conocer más sobre el DSM te motivo a que revises el video YouTube sobre: Criterios
DSM-5 y comorbilidad en https://www.youtube.com/watch?v=8wYIiQYSLKs, del Centre Guía
Psiquiatría Psicología Infantil Juvenil Barcelona).
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CIE
El sistema de clasificación utilizado en Europa es el
conocido como CIE, o Clasificación Estadística Internacional
de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, de
la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este sistema
clasificatorio no es exclusivo de los trastornos psiquiátricos ni
psicológicos, pero tienen un apartado que los abarca.

Sus inicios se remontan al 1900, aunque en sus

primeras 5 versiones con tenia enfermedades mentales, solo
médicas. Es a partir de su sexta versión, publicada en el
1948, que se incluyen los trastornos mentales. Actualmente
se utiliza la décima versión, aunque ya se está trabajando en
la décimo primera.

A continuación un ejemplo de las diferencias entre la clasificación del CIE-10 y el

DSM-5:
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CLASIFICACIONES PSICOLÓGICAS
Como hemos visto anteriormente, el hecho de determinar si una conducta es
disfuncional o desadaptada es importante para poder saber qué trabajarle a un paciente.
No obstante una conducta específica, es más importante determinar si el paciente tiene
algún trastorno, o mejor dicho el conjunto de síntomas y signos característicos de un
trastorno especifico. Esta determinación es lo que se conoce como diagnóstico, o en su
efecto diagnosticar.

Para diagnosticar usualmente se utilizan los criterios de algún sistema de

clasificación, ya sea el DSM o el CIE. No obstante, muchos psicólogos clínicos se basan
más en las teorías del enfoque que utilizan más que de sistemas clasificatorios formales.
Por ejemplo, desde el enfoque cognitivo conductual, si un paciente tiene fobia social, en
lugar de trabajar el diagnostico como tal, se dice que dicho paciente posee pocas
habilidades sociales, y que además ha sido condicionado a que huyendo de las
exposiciones sociales disminuye la ansiedad que las mismas le provocan.

Esta clasificación, o diagnóstico, fue el utilizado desde el principio de la psicología

clínica, basándose en los enfoques psicológicos y sus teorías fundamentales. Además
muchos psicólogos consideran que el etiquetamiento que provocan los sistemas de
clasificación, como el DSM y el CIE, es discriminativo y fuente de rechazo y burla por
parte de otras personas hacia el que padece dicho trastorno.

A continuación los enfoques psicológicos principales y sus conductas anormales:

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Pese a todo, los psicólogos debemos basar nuestro trabajo en el enfoque, o en los
enfoques, psicológico que decidamos utilizar en nuestra labor. Para dar un diagnostico
debemos estar bien claros en qué identifica una conducta anormal que provoca
disfuncionalidad en dicho enfoque, como tratarla y cuando ha desaparecido. De todos
modos utilizar un sistema de clasificación como tal para compartir información de nuestros
casos y para hacer que profesionales de otras áreas o que profesionales de la conducta
que no utilicen nuestro enfoque, puedan entendernos hace que dichos sistemas
clasificatorios sean de mucho provecho, todo esto sin salirnos de nuestro enfoque
psicológico.
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BIBLIOGRAFIA
Butcher, J., Mineka, S., Hooley, JM (2007). Psicología Clínica. Décimo segunda edición.
Pearson Educación, S.A. Madrid, España.

Morrison, V., Bennett, P. (2008). Psicología de la salud. Pearson Educación, S.A. Madrid,
España.

Sánchez, P. (2008). Psicología clínica. Editorial El Manual Moderno, S.A. México.

Trull, T., Phares, EJ. (2003). Psicología Clínica: Conceptos, métodos y aspectos prácticos
de la profesión. Sexta edición. Thomson. México.