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El botulismo fue descrito por primera vez en Alemania por el Dr. Justinus Kerner (1817), quien
realizó estudios en animales y experimentó los efectos de la toxina en su propio cuerpo, fue el
primero en desarrollar la hipótesis de que el Clostridium producía debilidad por medio de una
toxina, así mismo, sugirió medidas de prevención y tratamiento para el botulismo, planteando
por primera vez el uso terapéutico de la toxina botulínica.
Es hasta 1980 en que Alan Scott utiliza por primera vez la toxina botulínica en el tratamiento del
estrabismo, indicación que persiste hoy en día. En 1987, la Dra Jean Carruthers, ayudante del
Dr. Scott, utiliza por primera vez con éxito la toxina botulínica en el blefaroespasmo, dándose
cuenta que desaparecían las arrugas de los pacientes a los que se les aplicaba. Por ello, junto
con su esposo el Dr. Alastair Carruthers, comercializan el uso de toxina botulínica en el
mercado estético para el tratamiento de las arrugas, con excelentes resultados.
ENVEJECIMIENTO FACIAL
La acción perjudical de los rayos ultravioleta es uno de los factores que, de modo más notorio,
influirá negativamente en el envejecimiento de la cara. A nivel bioquímico provoca exceso de
radicales libres y, de modo visible, la aparición de manchas prematuras o queratosis actínicas
entre otras posibles neoplasias. Recordemos la clasificación de Goglau para fotoenvejecimiento
cutaneo.
Con el paso del tiempo la grasa subcutánea sufre atrofia y distrofia y el rostro pierde su textura
disminuyendo los volúmenes, con lo que la geometría plana invade la armonía de las formas
juveniles. Las mejillas hundidas y caídas son características de la edad avanzada.
Los músculos de la cara se insertan en la piel. Su contracción reiterada a lo largo de los años
favorece la aparición de las llamadas arrugas hiperdinámicas. En la piel joven, las arrugas que
aparecen con la contracción se recuperan sin dejar señales al relajarse los músculos. A medida
que avanza la edad y junto al resto de factores implicados, la impronta de las arrugas es
también notable en reposo.
En edades más avanzadas se produce la reabsorción del tejido óseo, que en los casos
extremos conlleva una disminución notable del volumen facial.
Recordemos que estan presentes los cambios en los cartílagos, nariz y orejas, que descienden
con un vector vertical.
Por ultimo la genética, de forma intrínseca, juega un papel de base en todo este proceso de
envejecimiento.
• Cuando la frente se levanta, con predominio del frontal medial sobre procerus y
corrugadores, significa: expectación, curiosidad, ilusión o burla.
• El equilibrio entre el frontal como elevador y los músculos depresores, procerus y
corrugadores, transmite: amistad, serenidad u obstinación.
• Cuando los corrugadores y procerus predominan sobre el frontal y la frente se deprime
en su porción central, expresan: preocupación, enfado, cansancio o desconcierto.
• Si la acción de las fibras laterales del frontal es predominante sobre la porción externa
del orbicular, traduce: sorpresa, felicidad, aprobación o entusiasmo.
• Si prevalece la actuación de las fibras externas del orbicular sobre las fibras laterales
del músculo frontal, comunica: ansiedad, tristeza, desaprobación, cansancio y hastío.
• Afirmar que las arrugas hiperdinámicas son perpendiculares al vector de tensión
muscular no siempre es cierto. En las personas envejecidas, con lesiones actínicas, se
forman arrugas verticales de la frente (arrugas del sueño), paralelas a las fibras
musculares del frontal.
• La posición de las cejas es muy importante, porque por ejemplo, en el tratamiento de las
arrugas frontales con toxina botulinica en un varón, éste puede aceptar un leve
descenso de la implantación de las cejas, lo contrario que sucedería en la mujer.
• En los varones la ceja se dispone en o sobre el reborde supraorbitario, de forma casi
horizontal o con arco muy leve.
• En las mujeres: la ceja está por encima del arco supraorbitario, en forma de ala de
gaviota, más elevada la parte lateral que la medial.
• La Ptosis de la ceja se produce cuando se combinan la gravedad, la atrofia de la grasa,
las alteraciones de la piel, la disminución de hueso y las inserciones más débiles de la
fascia en la zona lateral, dónde la ptosis es mayor.
• Las denominadas patas de gallo tienen su origen en la contracción reiterada de la
porción externa del orbicular, lo que unido a la pérdida de elasticidad cutánea de la piel
de la zona, hace que queden marcadas en reposo.
• Bruxismo
• Espasticidad en adultos y niños
• Síndrome de lesión de neurona motora superior
• Distonías (juvenil, del adulto, paroxísticas, craneal, cervical, de miembros,
generalizadas)
• Disfonía espasmódica. Distonía laríngea
• Distonía del tronco
• Blefaroespamo
• Discinesia oromandibular
• Espasmo hemimasticatorio
• Espasmo hemifacial
• Temblores
• Estrabismo
• Nistagmo
• Paralisis facial idiopatica
• Dolor
• Hiperhidrosis focal primaria
• Sialorrea
• Cefalea
• Disinergia detrusor esfínter
• Vejiga hiperactiva idiopática
• Hiperplasia prostata
• Dolores urologicos
• Acalasia
• Gastroparesia diabética
• Fisura anal
• Disfunción del esfínter de Oddi
• Obesidad
• Arrugas dinámicas
• Hiperhidrosis facial, axilar, palmar o plantar
La molécula de TB es una estructura de 150 kDa (ki- loDaltons), compuesta por una cadena
pesada de 100 kDa y otra ligera de 50 kDa, unidas ambas por un puente di- sulfuro y asociadas
a un átomo de Zn.
El serotipo A de toxina es el más potente y el que presenta mayor duración de efectos, a pesar
que, como todos, pueden inducir la formación de anticuerpos neutralizantes.
La debilidad muscular empieza a los 2-4 días, siendo máxima al cabo de 10-15 días y se
prolonga durante 3 a 5 meses (excepcionalmente su acción relajante puede superar los 6
meses).
Es importante destacar que cuando la toxina bloquea la sinapsis colinérigca, la neurona forma
nuevas sinapsis que reemplazan a las originales. Este proceso se conoce como ¨formación de
brotes¨o Sprouting. Es un proceso de recuperación temporario y que las sinapsis originales por
último se regeneran, mientras que estos brotes se eliminan. Implica que, la toxina interrumpe la
transmisión sináptica sólo en forma transitoria, la cual es considerada un neuromodulador
temporal.
ALMACENAMIENTO
TRANSPORTE
Es muy importante, porque debe realizarse sin perder la cadena de frío para aquellas toxinas
que lo necesitan, como Botox y Dysport.
Se ha dado el caso de pérdida de eficacia tras un transporte inadecuado. Con Xeomin salvo en
el caso de temperaturas extremas propias del verano sobre lo que no se conocen datos, no
debería existir problema de alteración de la toxina.
PREPARACIÓN
RECONSTITUCIÓN DE LA TOXINA
Es muy importante que el frasco aspire el suero salino por sí mismo, hecho que traduce que
existe vacío en el interior del vial. De hecho, el laboratorio advierte que deberían desecharse
los viales que no cumplan este requisito. Las toxinas deben manejarse con cuidado; aunque
son más resistentes a la manipulación de lo que dicen los laboratorios, conviene no agitar los
viales con brusquedad.
FORMULACIONES DISPONIBLES
La toxina botuliníca A se encuentra disponible como Botox de Allergan, Inc., Dysport de Ipsen
Limited y Xeomin de Merz Pharmaceuticals; dentro de las mas conocidas.
La dosis requerida de Dysport es de 3,5 veces la del botox. Cada frasco ampolla de Botox y
Xeomin contiene 100 unidades, mientras que Dysport contiene 500 unidades.
Se comercializan como
PREPARADOS COMERCIALES
Todos los preparados de toxina se elaboran en forma biológica. Clostridium Botulinum
seleccionado de una una cepa especial se cultiva en un recipiente de alta seguridad en medios
nutritivos especiales que contienen caseína, glucosa y levaduras, condiciones anaerobias y
temperaturas controladas. Después de 36 hs, el cultivo de Clostridium Botulinum alcanza su
crecimiento máximo y libera por citólisis la toxina progenitora de toxina botulinica que luego es
activada por proteasas extracelulares.
ANTIGENICIDAD
Dado que la toxina botulínica está compuesta por proteínas extrañas, pueden formarse
anticuerpos contra la neurotoxina y las proteínas no tóxicas.
El riesgo de fracaso terapéutico inducido por anticuepros no se asocia con la actividad biológica
en sí, sino con la cantidad de antígeno presentado al sistema inmunitario.
Un factor de riesgo probable para el fracaso terapéutico inducido por anticuerpos es la
capacidad de reacción del sistema inmunitario del paciente individual.
Otros factores de riesgo son la inyección del tejido, es decir, inyecciones intradérmicas,
intramsuculares o intraglandulares, y el sexo femenino.
Las dosis acumulativas, el tiempo de tratamiento y la edad del paciente se excluyen como
factores de riesgo.
Debemos tener en cuenta que nuestros pacientes, por lo general, solicitan mejoras naturales;
no quieren en general que los dejemos incapaces de expresar emociones. Por ello es
fundamental relajar y no paralizar. Siempre podemos poner, pero no podemos quitar.
Ser conservadores nos permite una aproximación más pausada, lo que se traducirá en un
mejor entendimiento de los resultados, porque la comunicación sigue siendo lo más preciado
en la interacción médico-paciente.
TÉCNICA DE APLICACIÓN
Manejar con seguridad las diversas toxinas existentes, tener un conocimiento completo de la
musculatura facial y contar con una sólida formación en la técnica de inyección, son puntos
esenciales para lograr buenos resultados estéticos, ya que las indicaciones cada vez son más
sofisticadas y complejas.
No todos los pacientes presentan las mismas respuestas satisfactorias. En pacientes de edad,
con disminución importante de la textura de la piel y arrugas profundas, la toxina por sí sola no
resolverá el problema. Tener en cuenta otros tratamientos complementarios que potencien los
resultados, como pueden ser: peelings, rellenos con ácido hialurónico y laser, o simplemente
evaluar la posibilidad quirurgica. Hay pacientes que requieren cirugia plastica.
Los pacientes deben entender que el tratamiento con toxina debe repetirse cada cierto tiempo,
siendo este variable. Por lo general hablamos de 3 a 5 meses de duración de los efectos,
aunque en algunos casos se pueden mantener por más tiempo.
Puede ser de suma utilidad la aproximación al problema de las distintas duraciones del
tratamiento propuesta por el Dr. De Maio, que clasifica a los pacientes en 3 tipos: cinéticos,
hipercinéticos e hipertónicos según su potencia y actividad de movimientos faciales, siendo
estos últimos los que menos se beneficiarán en cuanto a la permanencia de resultados en el
tiempo, pero que con tratamientos sucesivos lograremos que disminuyan su actividad pasando
a alguno de los otros dos subgrupos y por tanto, mejorando progresivamente su beneficio con
toxina botulinica.
Es muy recomendable tomar fotografías de los pacientes antes y después del tratamiento.
Además, deben verse en movimiento con un espejo en la mano para señalarles en esos
momentos las posibles asimetrías faciales, que las reconozcan y podamos así lograr un
tratamiento armonioso y acorde.
• Marcar las arrugas con lápiz de ojos, útil en las patas de gallo.
• Palpar los músculos para valorar su grosor y su fuerza, eficaz en corrugadores y
procerus.
• Simular la acción muscular mediante el pinzamiento entre los dedos índice y pulgar del
complejo glabelar o el depresor del ángulo de la boca.
• Estudiar la contracción muscular máxima. Es importante fruncir bien el entrecejo para el
estudio del complejo glabelar, cerrar con fuerza los ojos para el estudio de los
orbiculares de los ojos o proyectar con fuerza los labios hacia delante al tiempo que se
fruncen al máximo para valorar las arrugas peribucales que produce el orbicular de los
labios.
No se recomienda poner anestesia local inyectada sobre las zonas a tratar, pero en pacientes
muy sensibles puede ser necesaria la aplicación de anestesia tópica tipo EMLA®. Muchas
veces solo es sufieciente enfriar (crioanalgesia) las zonas de inyección.
Hay que tomar las medidas de asepsia habituales en la piel, con la salvedad de que al emplear
alcohol debe dejarse que se evapore completamente antes de inyectar la toxina botulinica,
dada su fragilidad.
CONTRAINDICACIONES
Aunque la administración de toxina es un procedimiento bien tolerado, no debe inyectarse en
determinadas circunstancias, enfermedades o situaciones.
• Inflamación es inhabitual.
• Equímosis son, por lo general, debidas a inyecciones demasiado profundas o
equivocada elección de los puntos de inyección al lado de vasos importantes.
• Cefaleas son raras.
• Hematomas.
• Lagrimeo persistente, después del tratamiento, es raro. Se debería a la inyección en
algunos puntos especialmente dolorosos, como los situados por encima de la ceja en la
línea media pupilar, que coincidirían con ramificaciones del nervio supraorbitario.
• Diplopia, también muy rara, se produce por difusión de la toxina botulinica a los
músculos propios del movimiento de los ojos.
• Efecto inmunogénico. Con el uso frecuente de inyecciones de toxina botulínica, la
aparición de anticuerpos neutralizantes, los cuales se detectan mediante ensayo
biológico en ratón. En las formualciones presentes de la toxina es mucho menos
probable que se evoque la producción de anticuepros cuando se comparan con las
originales como consecuencia del contenido menor de complejos proteicos.
• Ptosis de la ceja, debida a mala técnica e inyecciones superficiales en el tratamiento del
complejo glabelar, lo que afectaría al frontal provocando el descenso de la ceja en la
zona medial, de forma unilateral o conjunta. También puede producirse en el
tratamiento aislado de las arrugas frontales; en esta caso es aconsejable realizar
tratamiento conjunto de los músculos depresores de la ceja o mantenernos por encima
del reborde orbitario. Obviamente en aquellos pacientes que ya tienen una ptosis de
cejas, es recomendable abstenerse de tratar solo el frontal.
• Ptosis del párpado superior por difusión de la toxina botulinica al elevador del párpado
superior a través del tabique orbitario. Suele deberse a mala técnica y no a la edad de
los pacientes. El tratamiento de elección es con apraclonidina. Se instilan en el fondo de
saco conjuntival superior 1-2 gotas 3 veces al día hasta la resolución, que puede tardar
entre 2 a 12 semanas.
• Elevación excesiva de la cola de la ceja, por inyectar más cantidad de toxina botuinica
en parte súperoexterna del orbicular o por no tratar de modo adecuado la región lateral
del frontal. El paciente presenta un aspecto airado, poco deseable, que debe ser
corregido. En dicha corrección hay que ser cuidadosos, empleando 1-2 U de toxina
botulinica por encima de la cola de la ceja, lo que suele ser suficiente, ya que
cantidades mayores pueden dejar una ceja en forma de V invertida.
• Disfagia. Cuando se realiza tratamiento en platisma
• Cuando nos enfrentamos a una excesiva actividad del frontal en su región lateral, al
tratar las patas de gallo, la relajación de la porción súperoexterna del orbicular
producirá, cuando el paciente eleve la frente, unas arrugas paralelas y apretadas por
encima de la cola de la ceja, francamente antiestéticas. Su corrección es algo más
compleja y requiere varias inyecciones a muy bajas dosis en el vientre de las arrugas (1
ó 0,5 U de toxina botulinica a intervalos de 1-2 cm).
Algunas medidas pueden intentarse para aliviar las reacciones adversas, que pueden
resumirse con la sigla CARE, por el comienzo de sus palabras en inglés
ü Estado de la piel
ü Correspondencia entre edad y marcas cutáneas de envejecimiento
ü Grosor de la piel
ü Tipo de piel
ü Sectores faciales en los que existan más arrugas de las esperadas, ya sea por edad o
por no existir arrugas similares en otras zonas de la cara donde debería haberlas
ü Zonas donde no existan arrugas, cuando lo normal es encontrarlas, ya que eso informa
falta de movilidad.
La exploración tiene que ser estética y dinámica, se debe pedir al paciente que realice los
movimientos que desencadenan las arrugas.
Para medir la fuerza de la contracción hay que observar el efecto sobre la piel facial y poner el
dedo índice sobre el músculo que se quiera que se contraiga, sin presionar, valorar el
desplazamiento de la piel que se provoca con la contracción.
Para que la fotografía tenga un valor útil es preciso seguir unas reglas básicas aplicadas a
todas las tomas:
ü Localización. La fotografía debe realizarse siempre en el mismo lugar, que debe ser un
lugar específico de la consulta en el que siempre se realicen las fotografías, de esta
forma se evita que sean distintos el fondo, la iluminación y demás variables, que harían
que una foto fuera diferente de otra aunque el paciente fuera el mismo.
ü Cámara. Debe ser siempre la misma, la misma debe ser exclusivamente para sacar
fotografías a los pacientes.
ü Distancia. Con respecto al paciente debe ser siempre la misma, esto es tan fácil como
buscar una referencia en la habitación o consultorio y utilizarla siempre para mantener
la distancia con respecto al objeto que se va a fotografiar, se usa el zoom para acercar
o alejarse, ya que la persona que tome las fotografías debe permanecer en la misma
posición.
ü Fondo. Debe ser siempre el mismo, lo aconsejable es poner en una pared una pantalla
enrollable de color oscuro que sirva como fondo, de esta manera las fotografías siempre
se realizarán en el mismo sitio y serán iguales.
ü Iluminación. Debe ser también la misma en todas las fotografías, para poder conseguirlo
debe ser iluminación artificial, de esta manera sea de día o de noche siempre habrá la
misma luz.
Una vez conseguida la uniformidad en las fotografías, para el tratamiento con toxina botulínica
se deben hacer las siguientes tomas:
El tono muscular de una zona facial se aprecia fácilmente observando las líneas faciales de la
zona, o bien pidiendo al paciente que realice el movimiento de la zona que se va a tratar.
El tono muscular previo es importante en el éxito del tratamiento, si hay un mayor tono
muscular el tamaño del músculo también será mayor, y por lo tanto requerirá una mayor dosis
de toxina botulínica para obtener un buen resultado.
Exiten una peculiaridades específicas por las que guiarse para aumentar la dosis utilizada
habitualmente, como ser varón, raza negra o raza oriental y gimnastas, en estos casos la
musculatura facial está más desarrollada y habrá que aplicar más dosis de lo habitual.
Existen una serie de expresiones que se pueden detectar rápidamente, por ejemplo, muchas
personas al iniciar una conversación elevan las cejas y las mantienen en esta posición mientras
hablan, otra expresión habitual es fruncir el entrecejo mientras escuchan.
La dosis por definición es el número de unidades por punto inyectado. es importante tener en
cuenta que el resultado, o sea la parálisis muscular es dosis dependiente.
Otro concepto importante es que las dosis bajas relajan, mientras que las dosis altas paralizan.
A partir de estos conceptos se debe averiguar en cada paciente cuál es su dosis paralizante y
cuál su relajante. Los laboratorios pueden suministrar esta información en términos
aproximados, ya que cada paciente tiene su dosis individual y como médicos lo vamos a ir
evaluando, la cuál determinará y corregirá en función del resultado obtenido en la revisión.
La duración de los resultados es también variable, depende de cada paciente, pero también de
la dosis inyectada. Se puede unificar la duración del efecto de la toxina en el botón sináptico
entre tres y cuatro meses, una duración mayor depende de la cantidad de músculo que se
paralice, esto es que se emplee más de un punto de paralización en un músculo, dosis mayor,
mientras que una duración menor depende de que la toxina no haya sido inyectada en el
músculo, sino al lado del mismo, es decir, paramuscular o subcutáneo.
En este punto es importante definir que es un buen resultado, o qué resultado le parece mejor
al paciente, siempre con consejo nuestro según experiencia. Si el paciente quiere una cara
paralizada y que el efecto dure de cinco a seis meses. También se pueden combinar la técnica,
paralizar algunos músculos y relajar otros. Negociarlo y comentar todos estos puntos en la
primera entrevista con el paciente es fundamental.
Una vez realizado el tratamiento facial con toxina botulínica se debe advertir al paciente de la
importancia de acudir a una revisión del resultado. Los resultados del tratamiento estético con
toxina son muy variables dependiendo del tipo de paciente, de la técnica utilizada, de la
dilución con la que se restaura el producto, etc.
El tratamiento es individual, la primera sesión debe ser por tanto una sesión estándar, y en la
revisión se podrá afinar los resultados e individualizar el tratamiento. Es imprescindible el apoyo
de la fotografía, se revisa la fotografía realizada al paciente con los puntos de inyección
marcados y se fotografían los resultados, hay que anotar en la historia los puntos y las
unidades inyectadas por punto y corregir los puntos que se consideren deficitarios en unidades
o en resultado de movimiento.
Se debe citar al paciente entre 7 y 14 días después del tratamiento, esta variable en días
corresponde a las variables de rapidez en la respuesta al producto de cada paciente, hay
pacientes que empiezan a ver el efecto del tratamiento en 24 hs y los hay que no detectan los
efectos pasados los 3 días.
Los resultados siguen siendo los esperados tras el tratamiento, y la duración, dependiendo de
la época de año, varía entre tres o cuatro meses, en ciertas zonas faciales el efecto dura un
poco más dependiendo de la toxina empleada, las dosis por punto no han variado a pesar de
que la técnica del médico tratante y las diluciones si, acorde a lexperiencia.
Tratamiento con toxina botulínica del entrecejo, la frente, patas de gallo y elevación de la cola
de las cejas.
ENTRECEJO
Las arrugas del entrecejo están formadas por dos grupos de líneas, unas verticales, a los lados
de las cabezas de las cejas, y otras horizontales, normalmente situadas en la parte inferior de
las anteriores sobre la base de la nariz.
Los músculos desencadenantes de estas arrugas son los músculos corrugadores y el músculo
piramidal, pero estos músculos no están solos, existen además implicaciones de las
inserciones inferiores del músculo frontal y las inserciones del orbicular de los ojos. El musculo
corrugador se mueve desde la ceja hacia el entrecejo, o sea de su inserción hacia su origen.
Entonces eliminar o atenuar las arrugas verticales y horizontales supone tratar el complejo
glabelar mediante 5 puntos o zonas de inyección:
• La inyección en el procerus se realiza por debajo de la línea que une ambas cejas; el
músculo se identifica bien presionando con los dedos índice y pulgar desde la partes
laterales de las cejas, lo que permite observar los vientres musculares tanto del
procerus como de los corrugadores. Se inyectan de 4-6 U de toxina botulinica en un
solo punto dirigiendo la punta de la aguja hacia el vientre muscular. En el caso de
procerus con dos vientres musculares bien diferenciados es preciso inyectar ambos,
valorando por separado la fortaleza de los mismos para distribuir correctamente las
unidades de toxina botulinica.
• Las inyecciones sobre los corrugadores se hacen por encima del reborde orbitario, sea
cual sea la posición de la ceja y dirigimos la aguja hacia el vientre muscular de los
mismos, es decir hacia arriba y hacia afuera, alejándonos de la órbita. Se colocan 4-6 U
de toxina botulinica y la punción es profunda. En el patrón que forma los hoyuelos, no
debemos olvidar inyectar sobre la región medial de la ceja.
• Si observamos arrugas que se disponen de forma inclinada desde las arrugas verticales
del entrecejo hacia la cabeza de la ceja, podemos inyectar en el depresor superciliar 2-5
U toxina, que corresponde al vértice medial de la ceja, muy superficial y dirigiendo la
aguja hacia arriba y hacia dentro.
• Por último, se inyectan los puntos sobre la línea pupilar media por encima del reborde
orbitario, importante en caso de corrugadores potentes.
REGIÓN FRONTAL
Las arrugas horizontales de la frente son una de las causas más frecuentes de consulta. Están
formadas por la contracción del músculo frontal exclusivamente.
Es importante recordar que el músculo frontal es el único que tiene como función elevar las
cejas.
El tratamiento aislado de las arrugas de la frente debe ser cuidadoso y tener en cuenta que el
músculo frontal tiene función de elevación y si se relaja demasiado, se producirá una caída de
las cejas. Las consecuencias serán un aspecto entre fatigado y enojado en la persona.
• El primero, es un músculo constituido por una banda ancha sin separación, más
frecuente en la práctica y responsable de que las arrugas sean verdaderamente
horizontales.
• El segundo, con vientres musculares más o menos separados, formaría arrugas en V.
Estos detalles pueden explicar los diferentes patrones de inyección que se recomiendan,
atendiendo a las características individuales de nuestros pacientes.
No debemos olvidar que los patrones musculares pueden estar distorsionados por algun tipo
de cicatriz, lo cual obliga a colocar la toxina botulinica y a dosificarla de modo diferente.
Las inyecciones se realizarán 1,5 cm por encima del reborde orbitario a fin de evitar la ptosis de
las cejas, de forma superficial, distribuidas en diferentes niveles según el patrón de arrugas que
tratemos o la amplitud de la frente. Se colocan 2-3 U toxina botulinica por punto, separadas
entre sí por 2-3 cm. Suelen requerir más unidades los varones que las mujeres.
Atención también al grosor de la piel (las pieles gruesas demandan más unidades), la forma de
las cejas y la proximidad de las mismas.
ARRUGAS PERI OCULARES O PATAS DE GALLO
Estas arrugas están formadas por la contracción de la parte lateral externa del músculo
orbicular de los ojos. El músculo es totalmente subcutáneo.
Comenzamos observando al reirse y con fuerza, cuantas arrugas dinamicas aparecen y se
forman y la longitud de las mismas, en base a ello vamos a marcar de 3 a mas puntos
repetando el musculo orbicular, siempre con margen del reborde orbiterio en 1 cm por fuera del
mismo.
Las cejas y los ojos son puntos de la atracción de la mirada. Las mujeres, más que los
hombres, les dedican tiempo y cuidados, conscientes de que unas cejas bien conformadas y
con la adecuada orientación son más atractivas.
La toxina botulinica puede contribuir de manera notable a la belleza de las cejas y de los ojos;
se debe tener un exquisito conocimiento de las interacciones musculares y sus implicaciones
expresivas antes de inyectar.
Hay que tener en cuenta que la forma y la colocación anatómica de una ceja masculina y otra
femenina varían de manera importante.
ELEVACIÓN DE LA CEJA
Debemos considerar la ceja como una unidad con 3 partes que pueden ser modificadas de
manera individual:
Es muy común, aunque no siempre es percibida por el propio paciente. El objetivo será elevar
la ceja más baja. Evaluar siempre la armonia del rostro en general y la simetria entre ambas
hemicaras y cejas. Muchas veces la gestualidad es mas marcada de un lado y hay personas
que tienden a elevar una ceja de manera inconciente. Todo esto hay que observarlo en los
pacientes. Diagnosticarlos en movimiento, hablando, gesticulando, expresandose. El rostro
habla por si mismo, lenguaje no verbal.
En esta zona de la cara los vectores de fuerza muscular dependen del tercio superior, pero
además el tercio inferior está colgado del tercio medio. Si se debilita el tercio medio como
consecuencia el tercio inferior caerá, ya que está sometido a fuerzas descendentes
dependientes del músculo platisma y está sujeto por los músculos del tercio medio de la cara,
prudencia es la mejor definición técnica para el tratamiento de esta zona.
En el párpado inferior las limitaciones vienen dadas por la edad del paciente o porque haya
sido intervenido de blefaroplastia del mismo párpado. En ambos casos, y previamente al
tratamiento, se realiza una maniobra de comprobación que consiste en tensar la piel del
párpado despegando el tarso palpebral de la conjuntiva y valorando el tiempo de recuperación
de la forma normal palpebral. Si el tiempo es largo, no es aconsejable pinchar, ya que lo que
indica este retardo es que la musculatura del orbicular palpebral está debilitada y si
procedemos a debilitarla más con la inyección de una pequeña dosis de toxina, el resultado
será la caída del párpado inferior o el debilitamiento de la musculatura, con la aparición de un
posible lagoftalmo.
Suponiendo que todo es normal, es decir, un paciente con arrugas en párpado inferior y sin
contraindicaciones, lo primero que se realiza es el marcado. Se divide la párpado inferior en 3
partes iguales, en el punto de corte de cada parte se marca un punto entre 1 y 2 mm por
debajo e las pestañas, saldrán dos puntos, serán los lugares del depósito de la toxina.
En Pacientes jóvenes que presenten abultamiento del párpado inferior, se podrán relajar las
inserciones de la porción pre-septal del orbicular de los párpados con 1 a 2 unidades en la
línea medio pupilar a unos 4 mm del borde ciliar.
Son arrugas que se forman a cada lado de la pirámide nasal en el tercio superior y que
dependen de la contracción del músculo nasal. El músculo nasal tiene forma de horquilla y s
ufunción es la compresión y cierre de las narinas. Las arrugas del dorso de la nariz se
producen con la contracción del entrecejo, la explicación anatómica es que la horquilla del
músculo piramidal, junto con el músculo nasal, se insertan y entrecruzan a nivel del vértice de
la pirámide del hueso nasal.
Las arrugas del dorso nasal se producen al sonreír fuerte o al realizar movimientos específicos
faciales como expresión de extrañeza.
Generalmente se utilizan tres puntos, uno en el dorso nasal y uno a cada lado de la nariz,
localizados en el centro de las zonas de mayor tensión muscular, es decir, formación de
arrugas, a la hora de realizar el movimiento de contracción. Para el punto central, en el dorso
de la nariz, la punción será oblicua siguiendo el eje nasal. Antes de pinchar se pellizca la piel y
se introduce la aguja.
En los puntos laterales se debe tener precaución con la vena angular y con el músculo
elevador del labio superior y del ala de la nariz, ya que pasan sobre la unión nasal y el maxilar
superior.
Para elevar un par de milímetros la punta nasal, se debe relajar el músculo mirtiforme. Esto se
logra inyectando 2 unidades en la base de la columela nasal.
El tratamiento de los surcos nasogenianos se realiza inyectando dos puntos, uno a cada lado
de la nariz, a la altura de las alas nasales, en la zona de mayor contracción cuando se fuerza la
elevación del labio superior.
En el tercio inferior de la cara todo es movimiento, no se eliminan las arrugas, sino que se va a
provocar un cambio en los vectores de fuerza de la cara y a cambiar los movimientos faciales.
No es aplicable a todos los pacientes, y no debe ser un tratamiento de elección como único
tratamiento facial ni como tratamiento a un paciente que se inyecte toxina botulínica por
primera vez. La respuesta al tratamiento es individual.
Si se comete una iatrogenia en el tercio inferior de la cara, el paciente sufrirá durante dos o tres
meses una deformidad desagradable.
Pacientes en los cuáles se debe tener suma precaución son aquellos de más de 50 años de
edad, con piel gruesa, debido a que el tercio inferior de la cara pesa por desplazamiento hacia
debajo de la grasa facial, en todos ellos el resultado es muy limitado y no depende de las dosis
aplicadas.
ARRUGAS PERILABIALES
El objetivo del tratamiento es intentar disminuir la presión central de la porción labial del
músculo orbicular de la boca.Las inyecciones se realizarán subcutáneas.
Se inyectan dos a cuatro puntos en el labio superior y dos en el inferior. Cada inyección se
coloca a 1 mm por fuera del borde bermellón. En cada punto se colocan de 1 a 2 unidades. No
se recomienda colocar más de 5 unidades en toda la zona peribucal. El exceso de dosis o error
en la técnica puede ocasionar debilidad excesiva del músculo orbicular de los labios con caída
de las comisuras, incapacidad de succionar, silbar y hasta pérdida involuntaria de saliva
(babeo).
ARRUGAS EN EL MENTÓN
El resultado será que se suavice la expresión de la boca, el mentón mantenga una forma curva
natural, mejorando también los surcos labio mentonianos o comisuras bucales.
Se puede realizar con un solo punto de inyección situado en la zona central del mentón
separado más de 3 cm del labio inferior, o bien dos puntos separados de la línea media del
mentón 1 cm a cada lado.
Los pliegues verticales que dan aspecto de envejecimiento, se evidencian cuando se pierde el
espesor de la fina hipodermis de la región anterior y lateral del cuello, al mismo tiempo que el
músculo cutáneo del cuello aumenta su tono. Se deben observar los gestos del paciente y
pedirle que estire el cuello para identificar los pliegues verticales más prominentes.
Se busca a traves de la aplicación de toxina botulinica que se atenuen las bandas verticales del
cuello que generan una fuerza negativa que lleva hacia abajo la cara provocando que
desciendan las comisuras labiales.
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