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2. Describir las arterias que nutren al miocardio y las venas que lo drenan.
5. ¿Cuáles son las tres venas principales que se vacían en el tabique coronario?
8. ¿Qué es con exactitud un disco intercalado y qué función tiene cada uno de sus
componentes?
11. ¿Dónde se localiza el marcapasos del corazón?, y ¿cómo se llama? Siga la ruta de
estimulación eléctrica desde ahí hasta un cardiocito del ventrículo izquierdo,
mencionando cada componente del sistema de conducción que se encuentre en ella.
El nódulo sinoauricular (SA) o nódulo sinusal es el marcapasos natural del corazón. Es un
pequeño aglomerado de células especializadas que está en la parte de arriba de la aurícula
derecha (cavidad superior del corazón). Esta crea los impulsos eléctricos que realizan latir
al corazón.
Para el pro eso de conducción el nodo AV recoge el impulso eléctrico y lo proyecta a los
muros ventriculares, por medio de 2 cordones de células especiales (rama derecha e
izquierda del Haz de His), de manera que la contracción de los dos ventrículos, el VD y el
VI, se haga coordinadamente, impulsando la sangre con fuerza hacia las arterias aorta (Ao)
y pulmonar (AP) que salen del corazón, de la misma forma que se puede ver en la imagen
mayor a la derecha. A la vez, las aurículas se relajan preparándose para la siguiente
contracción y aceptan sangre que les llega de las venas cavas (aurícula derecha) y de las
venas pulmonares (aurícula izquierda). Una vez que las aurículas permanecen llenas, el
nodo sinusal lanza un nuevo estímulo eléctrico ocasionando una totalmente nueva
contracción audífono para colmar de nuevo los ventrículos, repitiéndose de esta forma el
proceso.
12. Explicar por qué el nódulo SA se activa de manera espontánea y rítmica. Explicar
cómo el nódulo SA estimula al miocardio.
13. Describir los inusuales potenciales de acción del músculo cardiaco y relacionarlos
con el comportamiento contráctil del corazón.
Una vez transcurridos los 0.2 o 0.3 segundos se cierran los canales lentos de calcio y
sodio cesando la penetración de dichos iones, entonces entramos en la etapa 3 del
potencial de acción cardiaco, donde la permeabilidad de la membrana para la salida del
potasio se incrementa, propiciando de esta forma una repolarización que lleva a la
célula miocárdica a su voltaje negativo de nueva cuenta. Finalmente, poseemos la etapa
4.
El flujo sanguíneo que atraviesa un vaso sanguíneo está determinado por dos factores: 1)
diferencia de presión de la sangre entre los dos extremos de un vaso, también
denominado «gradiente de presión» en el vaso, que empuja la sangre a través del vaso, y
2) los impedimentos que el flujo sanguíneo encuentra en el vaso, que se conoce como
resistencia vascular.
LA LEY DE OHM: Esta se usa para determinar la relación entre tensión, corriente y
resistencia en un circuito eléctrico. Para los estudiantes de electrónica, la ley de Ohm (E =
IR) es tan fundamental como lo es la ecuación de la relatividad de Einstein (E = mc²) para
los físicos.
En esta fórmula se afirma que el flujo sanguíneo es directamente proporcional a la
diferencia de presión, pero inversamente proporcional a la resistencia. Obsérvese que es
la diferencia de presión entre los dos extremos del vaso, y no la presión absoluta, la que
determina la velocidad del flujo. Por ejemplo, si la presión de ambos extremos de un vaso
es de 100 mmHg, es decir, sin diferencias entre ellos, no habrá flujo, aunque la presión sea
de 100 mmHg. La ley de Ohm, de la fórmula precedente, expresa las relaciones más
importantes entre todas las que el lector debe conocer para entender la hemodinámica de
la circulación. Debido a la gran importancia que tiene esta fórmula, también deberá
familiarizarse con sus demás formas algebraicas:
Una vez que la sangre alcanza el lecho capilar, la rapidez con que circula por el interior de
dichos vasos es bastante baja. Ello es ya que en un sistema de tubos que se ramifica, la
rapidez reduce proporcionalmente al crecimiento de la parte conjunta de las
ramificaciones. De esta forma en la aorta, de parte pequeña, la rapidez es bastante
enorme (400 mm/seg), va descendiendo a grado de arterias y arteriolas y a grado capilar
se hace mínima (0,1 mm/seg). Este dato junto con la delgadez del muro capilar otorga las
condiciones de tiempo y espacio elementales para que el trueque logre efectuarse de la
forma más óptima viable.