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La cueva de las mil maravillas.

Había una vez una chica llamada Amelia, ella era una chica de
14 años huérfana: su padre la abandono a la edad de 7 años, y
su madre no tuvo de otra que suicidarse.

Amelia se crio en un orfanato, a ella no le gustaba mucho estar


ahí, por la razón de que los demás chicos eran muy crueles con
ella. Casi la mayor parte su tiempo la pasaba en el jardín trasero
o en su cuarto. Sin embargo, ella no era cualquier
preadolescente a ella le gustaba tocar el violín era su
pasatiempo o mejor su pasión, si no fuera por ese pequeño
instrumento de cuerdas, creo que su vida no tuviera sentido.
Ya casi se acercaban las vacaciones navideñas y la abuela de
Amelia cada año la buscaba para pasar las vacaciones en su
cabaña a las fueras de bremley( gran Londres) para así pasar
esos pocos días juntas.
Una de las cuantas características más destacables de la abuela
Anastasia, era su gran don de contar historias increíblemente
mágicas. Amelia era capaz de esperar todo un año para
escuchar las increíbles historias de la abuela. Esta vez la abuela
venía a contarnos una antigua leyenda que según en su pueblo
era muy famosa, llamada: La cueva de las mil maravillas.
Amelia al oír el nombre de la historia imagino un sin número de
fragmentos que podía contener la leyenda.
Con voz apacible la abuela se sentó en su ya vieja mecedora y
comenzó a narrar la historia. Según Amelia escuchaba: la
historia trata sobre una cueva oculta en las profundidades del
bosque local , y quien osaba encontrarla tendría… ¨la presencia
de unos seres con luz propia, cuyas voces te obligaban a sentir
paz interior y por medio de ese trance imaginativo te
transportaran a la entrada de la cueva ¨.

Sin embargo, Amelia se quedó dormida a los 15 minutos , no le


gustabas las leyendas prefería lo cuentos sobre aventuras,
mundos inimaginables, criaturas extrañas que fueran un tanto
raras pero con un estilo único.

…………..

Al dia siguiente Amelia se despertó con muchas ideas revueltas


en su cabeza , sobre la leyenda y de que podría ser real. Amelia
mayormente se describia asi misma como una persona
extremadamente curiosa y soñadora cuando se trata de
participar en aventuras misteriosas; y este era el premio mayor ,
ella misma descubriría si la leyenda es real o solo es un mito.

Amelia espero a que su abuela fuera al mercado local de


bremley a comprar la cena, ella sabia con exactitud que su
abuela se demora un montón en regresar de vuelta a la
cabaña .

La abuela de Amelia se había marchado hace unos cuantos


minutos . era ahora o nada. Tomo una lámpara de gas y un
poco de comida, como algunos: frutos secos, agua etc, y
finalmente tomo rumbo al bosque .
En el camino sentía una sensación de nervios mezclados: con
miedo y entusiasmo por saber que se encuentra dentro de la
cueva. Mientra caminaba por el bosque con la linterna en
mano, la mochila en hombros y los nervios a flote , comenzó a
imaginarse que cosas increíbles y asombrosas podría
encontrarse en esa cueva, que según la abuela existe , Amelia
no estaba muy segura de ello , en ocasiones las leyendas solo
pueden ser leyendas baratas solo para atraer público , y Amelia
no era la excepción , una parte de ella le decía que en realidad
si existe la cueva, pero la otra no.
Con un juego interminable de polos de quien tenía la razón y
quien no, Amelia se percata que ya estaba muy lejos de la
cabaña y la luna estaba a unos cuantos minutos por salir
Ella decidio que lo mejor sería irse y dejar que ese sueños se
esfumara de por vida de su ser, pero era demasiado difícil no
tentarse a vivir una de las más grandes aventuras de su vida, y
quien sabe descubrir secretos que ningún humano podría
entender. Ya con los ánimos decaídos decidió retroceder,
cuando de repente una familia de luciérnagas cubren el cielo
nocturno en una fría noche de víspera navideña.

Jamás en su vida vio un cielo repleto de luciérnagas , esos seres


con luz propia tan brillante que al poner suma atención A sus
luces resplandecientes te hacen decaer en un profundo y bello
sueño, esas fueron las sensaciones que Amelia sentía; poco a
poco empezó a sentirse un poco somnolienta , entonces se dejó
caer en el frio césped cubierto de hermosa nieve fría y suave, y
en cuestión de segundos Amelia cerro sus ojos y se dejó a
merced de Morfeo , pero lo que no sabía, Amelia es que su
abuela le había predicho que esto solo ocurriría antes de llegar
a la cueva.” quien osaba encontrarla tendría ¨la presencia de
unos seres con luz propia, cuyas voces te obligaban a sentir paz
interior y por medio de ese trance imaginativo te transportaran
a la entrada de la cueva “.
Las luciérnagas se encargaron de transportar el cuerpo de
Amelia hacia la cueva , en cuestión de minutos Amelia se
encontraba abriendo lentamente sus ojos, se volcó un poco
hacia la derecha para así darse cuenta que no estaba en el
mismo escenario donde se encontraba junto con las luciérnagas
, esta vez todo estaba diferente, aun recostada en el cielo pudo
visualizar el césped cubierto de nieve, unas flores azules un
tanto congeladas por el frio , pero según veía esa capa fría la
utilizaban para iluminar el bosque con sus radiantes y
congelados pétalos, los cuales solo pueden brillar con la ayuda
de la luz del sol. Amelia por un segundo sintió el impulso de
voltearse hacia al otro lado, giro un poco la cabeza, la cual le
proporciono una vista excelente del lugar donde se encontraba,
ahí Amelia pudo confirmar que la leyenda si es cierta y en
realidad si existe la cueva.

Me puse de pie lentamente, todavía no podía creer lo que


estaba viendo, era hermoso y grandioso. Decidí dar el primer
paso hacia la cueva, tenía mis emociones a¨ flor de piel¨ y muy
pronto terminaría saltando como una loca fan, en fin, entre a la
cueva y por dentro pude apreciar el hermoso y cristalino color
azul de las paredes de la cueva y el hermosa contraste que
hacían con el pequeño riachuelo que al aparecer corría por la
cueva , las hermosas estalactitas que al aluzar con la lámpara de
gas brillaban como si fueran diamante de 14 quilates , la cueva
era increíble por dentro parecía una pequeña cueva llena de
magia , aunque hasta ahora se, solo parece una cueva ordinaria
sin nada en específico que pudiera captar mi atención . pude
divisar a lo lejos como unos poco rayos del sol se posaban en las
estalactitas , así cambiando el escenario de la cueva y
convirtiéndola en un campo lleno de flores silvestres con uno
colores extremadamente brillantes, arboles con hojas verdes,
los cuales de ellos brotaban frutos rojos del bosque , de repente
la cueva comenzó a llenarse de luciérnagas y mariposas , de un
momento a otro sentí que mis ojos se saldrían de mi cara, el
paisaje que había creado la cueva me estaba dejando boca
abierta y algo extasiada . Las mariposas y las luciérnagas
comenzaron a hacer una danza , al compás de los silbidos de las
aves que provenían de fuera de la cueva , opte por recostarme
en el hermoso y agradable césped, mientras mis ojos gozaban
de la hermosa presentación, cerré por unos segundos mis ojos y
comencé a crear mi propio dibujo de la gran aventura que
estaba viviendo ahora, luego de unos segundo sentía la
sensación de que ya no me encontraba recostada en el césped
de la cueva , abrí mis ojos , y si era cierto ; ya no estaba en la
cueva más bien en el jardín trasero de la casa de mi abuela,
Me puse a divagar por un momento, ya que no tenía ni la
menor idea de cómo había llegado de nuevo aquí, o como las
mariposas y las luciérnagas sabían que debía de volver a casa,
en fin creo que se quedara como un recuerdo, pero no como
un misterio, aun tenia las ganas enormes de continuar , ya que
quiero descubrir ese misterio, ¿porque la cueva solo aparece
una vez al año? , y ¿porque la única forma de encontrar es
atraves de la imaginación?
Creo que la única conclusión que tengo al ver vivido esa gran
aventura es esta: “La mente es como un paracaídas no sirve si
no se abre” y quizás la razón por la cual no pude encontrar la
entrada , es que “ esas maravillas solo se viven si eres una
soñadora con grandes sueños y metas por cumplir”. Y toda mi
vida desee encontrar un lugar donde pudiera ser libre de soñar
lo que quisiera; nunca tuve la oportunidad de decirle a mi
madre que siguiera soñando, ya que ella creyó que “los sueños
no se hacen realidad y este mundo solo cultiva personas con
mentes cortas”. Sin embargo mi abuela siempre me dijo esta
frase de aliento “Deja que tus sueños sean más grandes que
tus miedos” , y hasta ahora la sigo llevando en lo más profundo
de mi corazón ; estoy segura que algún día llegare muy lejos , y
aunque soy huérfana siempre tendré una luz propia que me
impulse seguir soñando y es “ La fe”.

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