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Capítulo 2. Ordenes, Costumbres y Caprichos.

En este mundo tenemos la libertad de decidir en qué convertirnos o que acciones


hacer en base a nuestro criterio, pero nuestro criterio podemos reflejarlo a
nosotros mismos o hacia los demás en conjunto. Creo que todo se basa en
intereses, pero es cierto que las acciones que hacemos día a día sin darnos
cuenta pueden estar llevándonos a una orden, costumbre
o capricho.
El autor, nos dice que los 3 modos de elección a actuar
están orientados a una orden, costumbre o capricho.
Cuando hacemos algo constante se vuelve en una rutina Los seres humanos tenemos un
que casi siempre no es tan consciente de que la constante albedrío, pero las
hagamos, solo se realiza esa acción porque en otros días formas que escogemos dependen
de donde vienen, si de una orden
ya lo hemos realizado pero muy al fondo se sabe la
o costumbre que esta mas basado
razón del porque se esta haciendo, conocemos el camino en la ética o si inesperadamente
a lo que nos esta llevando y por eso la hacemos nuestro interior nos hace hacer
motivados (o en ocasiones no tanto) buscando llegar a algo y cuente como lo moral.
esa razón o seguirla practicando hasta lograrla. Una
razón yo creo que puede estar en parte con una balanza
hacia lo moral y lo ético, pero se le puede dar mas importancia a una que a la otra.
Otra forma es la costumbre: la que hacemos porque en nuestro alrededor la están
haciendo también, viene basada en que si a los demás les esta funcionando
porque no, la practicamos nosotros también.
Plantearse hasta qué punto es aconsejable obedecer a una orden o costumbre; que viene
impuesta desde fuera.
La que también está influyendo en como decidimos es el capricho: Este es mas de
acuerdo con lo que una persona está prefiriendo, dejando a un lado todos los
juicios y buscando los intereses personales, se vuelve muy subjetivo y controlable.
Considerándolo el capricho puede estar mas a lo moral que a lo ético, porque la
persona no esta eligiendo su conjunto o analizando las posibilidades, sino que,
está priorizando sus deseos, esto no es ni bueno ni malo mientras el capricho no
intervenga en el otro, que no dañemos a nadie.
Aristóteles estaba en un barco con su tripulación cuando sucedió algo inesperado,
llego una tormenta entonces le toco decidir cuál era la mejor forma para
desembarcar llegando a su destino seguros; tenía que arrojar al océano a su
tripulación o a objetos de valor, era una decisión que tenía que tomar porque había
dos opciones o probablemente muchas, pero él quería llegar a lo correcto
entonces que era lo correcto…
Cuando las cosas estén de veras serias hay que inventar y no sencillamente limitarse a
seguir la moda o el hábito.

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