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Gregory Bateson (Grantchester, Reino Unido, 9 de mayo de 1904 — San Francisco,

Estados Unidos, 4 de julio de 1980) fue un biólogo, antropólogo, científico social,


lingüista y cibernético británico cuyo trabajo se interseca con muchos otros campos
intelectuales.

Algunos de sus escritos más notables son encontrados en sus libros Pasos hacia una
ecología de la mente (1972), Espíritu y naturaleza (1979) y El temor de los
ángeles: epistemología de lo sagrado (1987), publicado póstumamente y coescrito con
su hija Mary Catherine Bateson.

Biografía
Hijo del distinguido genetista William Bateson.

Entre 1917 y 1921, estudió Zoología en la Charterhouse School de Londres y,


posteriormente, Biología en el St. John's College de Cambridge; paralelamente
realizó sus primeros trabajos de campo en Nueva Guinea, que prosiguió más tarde en
Bali, con su, en ese entonces, esposa Margaret Mead, con quien publicó "Carácter
balinense. Un análisis fotográfico" en 1942, un libro en el que se enfatiza el
valor del soporte "físico" (fotografías, grabaciones, etc.) como instrumento para
el quehacer analítico del investigador.

En 1939 se trasladó a Estados Unidos, donde continuó viviendo el resto de su vida.


En 1956 se hizo ciudadano estadounidense.

En 1942, participó en la conferencia "Inhibición Cerebral" que auspició la


fundación Macy sobre cibernética. Esta reunión es el antecedente directo de las
llamadas conferencias de Macy que se inician en 1946 y se programarían primero
semestralmente y luego anualmente hasta 1953, cuando se terminó su ciclo luego de
10 reuniones. En ellas se contó con la presencia de los abanderados de la
innovación del pensamiento científico en los Estados Unidos, Warren McCulloch,
Norbert Wiener, John von Neumann, entre otros. En 1949, trabajó en la Langley-
Porter Clinic de San Francisco como investigador en psiquiatría y comunicaciones.
En 1951 publicó junto con Jurgen Ruesch, quien estudiaba los fenómenos de
retroalimentación, el libro "Comunicación: la matriz social de la psiquiatría".
Posteriormente, como profesor de antropología en la Universidad de Stanford,
profundizó en los procesos de la comunicación animal interespecies, por medio de
experiencias y estudios con pulpos, delfines, moluscos, entre otros, que le
permitieron elaborar nuevas teorías acerca del aprendizaje . Bateson nunca formó
oficialmente parte del Mental Research Institute de Palo Alto, sin embargo tuvo
desde su inicio en 1959 una relación cercana, manteniendo el contacto de modo
paralelo entre su equipo de investigación y el equipo del MRI. Esto explica como
Jackson y sus asociados aplicaron los conceptos batesonianos a la investigación
interaccional en temas como el alcoholismo y esquizofrenia, dándole un nuevo
enfoque al tratamiento de tales problemas. En 1964 se mudó a Hawái, donde fue
nombrado jefe del departamento de biología del Oceanic Institute de Waimanalo.
Entre 1972 y 1978 fue profesor de antropología y etnografía en la Universidad de
California. Sus dos últimos años de vida transcurrieron en el Esalen Institute de
California.

Gregory Bateson es conocido por el desarrollo de la teoría del doble vínculo de la


esquizofrenia, junto con uno de los líderes en teoría de la comunicación, Paul
Watzlawick, su colega del Mental Research Institute de Palo Alto, y por ser el
esposo de la prestigiosa antropóloga Margaret Mead. En los círculos académicos él
es, algo así, como una figura de culto cuyo atractivo incluye su oscuridad,
excentricidad y diversidad de logros. Sin embargo, el creciente interés en el
holismo, los sistemas y la cibernética ha impulsado naturalmente a educadores y
estudiantes a publicar el trabajo de Bateson.

Como él mismo admite, Bateson es enormemente incomprendido y la inconvencionalidad


de su estilo puede llegar a ser chocante para algunos. Bateson no tenía mucho
respeto por los estándares académico-científicos de escritura contemporáneos, sus
trabajos tenían frecuentemente la forma de un ensayo más que de una disertación
científica, utilizaba muchas metáforas y la elección de las fuentes tendía a ser
inusual (v.g. citando a antiguos poetas e ignorando las fuentes científicas
recientes). Al mismo tiempo, escribía en un nivel muy abstracto. De cualquier
manera, muchos académicos consideran que sus trabajos contienen un gran aporte de
pensamiento original al que vale la pena acercarse, aunque necesite de una lectura
cuidadosa.

Él ha sido una inspiración muy importante en el campo de la terapia familiar y la


programación neurolingüística, habiéndoles servido como mentor a Richard Bandler y
John Grinder y relacionado con el hipnotista médico Milton Erickson.

Uno de los lazos que conecta el trabajo de Bateson es el interés en la teoría de


sistemas y la cibernética. Bateson ha abordado los centros de estos campos sobre su
relación con la epistemología y este interés central provee las tendencias ocultas
de su pensamiento. Su sociedad con el editor y autor Steward Brand fue parte de un
proceso por medio del cual la influencia de Bateson se extendió — desde los años
70s hasta los últimos años de Bateson, una creciente audiencia de estudiantes
universitarios y gente educada, en muchos campos, llegó no solo a conocer su nombre
sino también a tener contacto (en diferentes grados) con su pensamiento.

Bateson fue miembro de la Lindisfarne Association de William Irwin Thompson.

Pensamiento
A Gregory Bateson no le gustaba la rigidez con que se manejaban los círculos
intelectuales de su época, por lo que intentó predicar una epistemología evolutiva
e interdisciplinaria. De la mano de sociólogos, lingüistas, psicólogos,
psiquiatras, biólogos... se dedicó a realizar investigaciones acerca de la
comunicación. En su momento llegó a tener una gran influencia en el pensamiento
estadounidense, aunque nunca tuvo un claro reconocimiento por parte los círculos
académicos de dicho país.

Para Bateson, la mente, el espíritu, el pensamiento, la comunicación, se conjugan


con la dimensión externa del cuerpo para construir la realidad individual de cada
sujeto; el cuerpo trasciende la esfera de lo material a través de dichos aspectos,
los cuales llegan a constituirse como las principales formas de cohesión
psicológica y social humanas.

También analizó, desde un punto de vista evolucionista, los cambios que puede
sufrir la sociedad a partir del comportamiento y conductas humanas; confrontó las
dimensiones pasional e intuitiva del ser humano con la lucha de contrarios que
subyacen a la vida de este (orden-conflicto, estabilidad-cambio, bien-mal...),
apareciendo la comunicación como un fenómeno fundamental de la evolución.

Con su trabajo, Bateson logró conjugar la neurolingüística con la psicología del


lenguaje, o psicolingüística, para construir un nuevo modelo experimental y buscar
una meta común: formular una teoría sistémica de la comunicación y, con base en
ella, fijar las bases para la creación de una clínica sistémica. Dicha teoría se
basaba en la concepción de que las personas, gracias a su facultad de lenguaje,
llegan a crear realidades de significado: por medio de interacciones, significados,
conductas y creencias se construyen tales realidades, las cuales llegan a suponer
el bienestar o el malestar del sujeto según estén configurados sus elementos. Desde
esta perspectiva, en lugar de preguntarse por el pasado de la persona para
justificar su comportamiento presente, se pregunta por cómo está constituido su
contexto interpersonal actual para que su conducta tenga sentido o sea coherente
con la situación. Por otra parte, el concepto de sistema implica un predominio del
todo sobre las partes, es decir, de las relaciones interpersonales sobre el
individuo. Un sistema se considera complejo cuando en él operan una gran cantidad
de variables difícilmente predecibles. De acuerdo con lo anterior, un sistema
define, con cierto orden, la respuesta a determinadas situaciones, teniendo en
cuenta todos los elementos implícitos en ella y su carácter aleatorio, de la misma
manera en que funcionan las relaciones interpersonales.

Bateson afirmaba que el concepto de comunicación incluía todos los procesos a


través de los cuales una persona influía en otra u otras, lo que quiere decir que
para él la comunicación, y no otra cosa, era lo que hacía posible las relaciones
humanas; en ese sentido los medios de comunicación se convierten en una instancia
determinante para la estructura social que vale la pena ser analizada y repensada
con el objetivo de eliminar el doble vínculo que en ella se presenta
esporádicamente, por ejemplo, en la televisión se ve constantemente dicho fenómeno:
en un programa o canal se pregona un valor moral y en el otro se está violando, lo
que genera conflictos en la mente del televidente, sobre todo si son niños o
personas con un bajo sentido crítico.

Otro aspecto importante en la teoría de la comunicación de Bateson es que él


consideraba que la comunicación está, como ya se ha mencionado antes, directamente
determinada por el contexto, puesto que es este el que supone el carácter
intencional de la información dada por el locutor y permite su correcta
decodificación por parte del interlocutor. Por otra parte, consideraba que los
procesos comunicativos son producto de la evolución y, al mismo tiempo, cumplen con
leyes evolutivas en las que juega un papel definitivo la realimentación continua
entre locutor e interlocutor.

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