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Los estados tratan de producir internamente lo que a la ciudad demanda para cubrir
necesidades, de tal modo que la riqueza que se acumula no se ve mermada por tener que
realizar gastos.
Los artesanos realizan la actividad productiva, por lo que se les presionan para
incrementar la producción y así tener una mayor cantidad de mercancías con las que poder
comerciar.
Muchos fueron sus defensores, como una praxis económica que sirve para sortear los
momentos de crisis económica en concretos territorios. Estas se producen de cualquier
manera, pues es un sistema excesivamente frágil.
Ello se da en toda Europa y el mundo, provocando enfermedades, con la peste, y finalmente
epidemias e incremento de la mortalidad catastrófica. Todo ello es lo que los mercantilistas
postulan que, si tenemos un comercio activo de otra manera, podemos solventar la crisis, en
una Europa donde las principales vías de comercio interno son las antiguas vías romanas y ríos,
sin apenas inversión en vías de comunicación, y para garantizar la economía se deben
mantener los puertos y que estos
Jean Batiste, ministro de Luis XIV, destaca por el restablecimiento de antiguas manufacturas y
contribuir al comercio. Impulsa la construcción del Canal del Languedoc que unen el océano
Atlántico con el Mediterráneo, al ser importante para la distribución del abastecimiento que,
anteriormente debían de dar la vuelta a la península y ello encarecía los productos.
Otro problema anterior era el corso de piratas de berberisco en Gibraltar de ahí que se
necesitase restablecer los antiguos refugios de piratería del norte de África.
Batiste es que incentiva las mejoras de las vías romanas y la construcción de otras para
favorecer el comercio interno en Francia.
Tuvo su momento de auge, aunque también recibe críticas, destacando que teóricos destacan
que el mercantilismo no tiene en cuenta las ventajas competitivas de cada país. Cada nación
tiene o cuenta con condiciones naturales que le permiten obtener ciertos productos, con
menos recursos, los cuales podría exportar para importar otro. Por otro lado, la acumulación e
riquezas haría que la oferta de sus metales aumentar y, si aumenta, ello hace que se devalúe.
Como una nación no puede enriquecerse sin ser acosta de otra, se recurre a todo tipo de
prácticas de intervención de la economía y el comercio interior.
A los escolásticos tradicionales le preocupan los aspectos éticos o fines últimos de la economía.
La acumulación de metales precisos no lo veían éticos, preocupado en el establecimiento de
precios y salarios justos, regulados e igualitarios para todos. Por otro lado, forman la idea de
un orden natural donde impere la armonía y no el conflicto de intereses. Con la generalización
de economía mercantil, esta rompe con la tradición escolástica. Ya nadie se preocupa por la
ética, del valor de las cosas ni los salarios justos, ahora preocupa la dimensión lucrativa.
En Inglaterra, fue la causa del fomento de la industria textil con el propósito de crear esa
balanza que reflejase la riqueza del país. Para lograrlo, se establecen aranceles y restricciones
que afectan a las importaciones de productos y exportaciones de metales. Se incentivan las
exportaciones de manufacturas y las importaciones de materias primas para la fabricación. El
textil es la que provoca la Primera Revolución Industrial.
Otro aspecto es el bajo coste de la mano de obra, así como la existencia del colonialismo y que
los ingleses lo aplican desde el primer momento en el que se establecen sus primeros
asentamientos ultraperiféricos. El colonialismo le proporciona a los ingleses la materias primas
a bajo coste, además con esclavos como mano de obra.
Todo contribuye a que Inglaterra en el siglo XVIII se convierta en el país más competitivos a
nivel internacional.