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MERCANTILISMO, REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y MODELO CLÁSICO Y

NEOCLÁSICO
Mercantilismo
¿Qué es el mercantilismo?
El mercantilismo es un conjunto de políticas o ideas económicas que se
desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa.
Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía. Consistió en
una serie de medidas tendentes a unificar el mercado interno y tuvo como finalidad
la formación del Estado — nación lo más fuerte posible.

El mercantilismo es un conjunto de ideas económicas que considera que la


prosperidad de una nación- Estado depende del capital que pueda tener, y que el
volumen global de comercio mundial es inalterable. El capital, que está
representado por los metales preciosos que el Estado tiene en su poder, se
incrementa sobre todo mediante la balanza comercial positiva con otras naciones
(o, lo que es lo mismo, que la exportaciones sean superiores a las importaciones). El
mercantilismo sugiere que el gobierno de una nación debería buscar la consecución
de esos objetivos mediante, una política conservacionista sobre su economía, que
favorezca las exportaciones y desfavorezca las importaciones. Las políticas basadas
en estas ideas, reciben el nombre de sistema mercantilista.

¿Cómo, por quién y donde surge el Mercantilismo?

El término de Mercantilismo fue acuñado por Victor de Riqueti, Marqués de


Mirabeau en 1763, y popularizado por Adam Smith en 1776. (En su libro la Riqueza
de las Naciones).

El Mercantilismo es una doctrina o política económica que surge en un período


intervencionista en la época del nacimiento del capitalismo, previo a la revolución
industrial y se enfoca principalmente en el Comercio Exterior como fuente de
desarrollo económico.

Características del mercantilismo


Las características esenciales.

1. Las actividades económicas se centran en la adquisición de monedas y


metales (oro y plata) para el enriquecimiento del Estado.
2. Es el Estado el que ha de organizar la adquisición de metales preciosos,
regular mediante leyes la producción y el comercio, y cuidar la producción
que ayuden al comercio (puertos, vías de comunicación, etc.)
3. Aparece el término de balanza comercial, cuidando que las importaciones no sean
mayores que las exportaciones.

Doctrinas económicas mercantilista

La doctrina del pensamiento económico es la que prevaleció en Europa, y que


promulgaba que el Estado debe ejercer un fuerte control sobre la industria y el
comercio, para aumentar el poder de la nación al lograr que las exportaciones
superen en valor a las importaciones. El mercantilismo no era en realidad una
doctrina formal, sino un conjunto de firmes creencias, entre las que cabe destacar, la
idea de que era preferible exportar a terceros que importar bienes o comerciar
dentro de su propio país; la convicción de que la riqueza de un país depende, sobre
todo, de la acumulación del oro y plata; y el supuesto de que la intervención pública
de la economía es justificada si está dirigida a lograr los objetivos anteriores.

El mercantilismo Español
En España el pensamiento mercantilista se desenvolvió en unas circunstancias muy
peculiares que lo diferenciaron nítidamente de otros países. España, después de las
conquistas de gran parte del continente americano tuvo acceso a inmensas riquezas
en oro y plata que llegaron con regularidad a la metrópoli.

El problema, pues, no era cómo conseguir un tesoro que engrandeciera a la nación,


sino cómo evitar perderlo. La medida legal adoptada en España de sancionar con la
muerte a quien exportara oro y plata tenía escaso sentido cuando eran los propios
reyes quienes los gastaban en el exterior del reino, a un ritmo superior al de las
afluencias, en el sostenimiento de una política imperialista que les obligaba a
mantener costosos ejércitos y guerras. Otra fuente de gasto consistía en la
importación masiva de productos, debido al abandono de la agricultura y la artesanía
(excepto la relativa a materiales bélicos) originado por el despoblamiento
consistente a la colonización de América. Una causa adicional de la pérdida de parte
del tesoro americano se debió a la codicia de los piratas y de las potencias
beligerantes contra España (Francia e Inglaterra) que vendían patente de corso,
practicando, así, una subrepticia y lucrativa política de guerra logística de desgaste.

En realidad, puede afirmarse que en la propia facilidad de alcanzar las riquezas de


metales preciosos se encuentra la causa de la decadencia del Reino de España; esas
riquezas no se supieron aprovechar para la creación de una sólida y solvente
estructura económica, a pesar de la insistencia de los mercantilistas españoles en
que la verdadera riqueza no se controlaba en el oro y la plata, sino en la laboriosidad
humana aplicada a todos los sectores de la economía: agricultura, la industria y el
comercio fundamentalmente.
Los mercantilistas más sobresalientes son:

Sancho de Moncada, sacerdote y catedrático de Sagradas Escrituras en Toledo, fue


un economista del siglo XVII autor de un único libro. El interés por el desarrollo
económico de España le impulsó a proponer la creación de la universidad dedicada a
la ciencia en la capital del reino (Madrid) y a divulgar sus opiniones, en su obra
"Restauraciones Políticas de España" (1619).

Las causas según Moncada, de la depresión económica se encontraban en el


despoblamiento de la nación; el descuido de la producción agrícola; la escasez de
producción manufacturera; la inadecuación del sistema impositivo y la asunción del
comercio por parte del de extranjeros. En lo que esto último se refiere, estima que
los forasteros desempeñaban las cinco sextas parte del comercio y las decimas
partes del comercio con las Indias.

El comercio desempeñado por los extranjeros era sumamente perjudicial para


España ya que se llevaban las materias primas y los metales preciosos, con lo cual
quedaba desabastecida la industria y se impedía la prosperidad española en
beneficios de los extranjeros.

En España en la época de Moncada se había agudizado hasta extremos en lo que era


patente el abandono de la agricultura y la industria (en aquellas épocas las artes y
oficios). El gran paro (holgazanería) que azotaba a España era debido a la
inexistencia de actividad productiva en el interior, ya que los comerciantes
extranjeros traían todos los bienes necesarios del exterior, los cuales incorporaba
mucho valor añadido, es decir "gran porte de obraje".

Las propuestas, apartes de las medidas de carácter comercial, las orientó hacia el
desarrollo económico de la nación en todos los sectores; en concreto propuso la
intensificación de la explotación agrícola, sobre todo la de regadío, la
industrialización del país, y la formación de un área de comercio interior exentas de
aranceles de tránsito entre todos los reinos de España, incluidos los extra
peninsulares como Nápoles y Sicilia.

Para Moncada, el desarrollo de la industria y el comercio en el interior del país,


eficazmente protegidos de la competencia extranjera, tenía gran importancia. Por
este procedimiento se impediría que el dinero saliera al extranjero y serviría para
promover el desarrollo económico; así aumentaría el gasto nacional en materia
prima y productos autóctonos, crecería el empleo y con el tiempo disminuirían los
costos de producción.

Pedro Fernández Navarrete, sacerdote, político y economista español del siglo XVII,
ejerció como canónigo en Santiago de Compostela y como consultor del Santo Oficio
de la Inquisición.
Fernández de Navarrete escribió unos comentarios al informe emitido en 1619 por
el Consejo de Castilla sobre el estado económico de la monarquía española; con ello
adquirió fama. Estas glosas o comentarios fueron publicados con el título de
"discursos políticos" (1621), libro editado sin su consentimiento; decidió revisarlo y
publicarlo con nuevo título: "conservación de monarquía y discursos político" (1620).

El estudio que este autor realiza de la economía española, sus ideas y propuestas
son muy similares a las de Sanchos de Moncada. Como causa del decaimiento de la
economía y el abandono de la agricultura Navarrete contempla, además del
despoblamiento general por la emigración a las colonias, la expulsión de los moriscos
decretada en 1609 (unas 300.000 personas tuvieron que abandonar España); la
excesiva presión fiscal; la constitución de mayorazgo; el elevadísimo número de
religiosos; el desprecio por el trabajo que sentían los hidalgos y las clases medias; así
como por el elevado número de vagas y mendigos. Fundamentalmente su propuesta
de industrialización en el valor añadido que el trabajo incorporara a las
manufacturas. En su opinión el aumento de valor sobre las materias primas es
mucho más importante que el oro y la plata: asimismo, la supresión de trabas
ayudaría al desarrollo económico.

Respecto a las soluciones para lograr el desarrollo económico, a diferencia de


Sancho de Moncada que concedía prioridad al sector industrial, Fernández
Navarrete era partidario de promocionar en primer lugar el sector agrícola y luego el
industrial.

Otra contribución al crecimiento económico consistía en el desarrollo de las artes y


oficio. Navarrete no observa dificultades para la promoción del sector industrial,
pues España es rica en todas las materias primas necesarias para la industria. El
verdadero problema era la carencia de gente que se dedicara a esas ocupaciones. El
fomento de las artes y oficio atraía a las personas, en especial a extranjeros en cuyos
países no dispusieran de materia prima suficiente. Con el objeto de dar cohesión al
imperio tan dilatado, en el que el comercio era indispensable, también propuso
formar una potente marina.

Jerónimo de Uztariz (1670-1732), político español y economista, residió durante la


juventud en Flandes y estudió en diversos países europeos logrando una excelente
formación, especialmente en cuestiones económicas. Su estudio (que como se ha
dicho de teórico no tiene nada, según se entiende hoy la teoría económica) se basa
en la práctica de políticas económicas adoptadas por varios países, frutos de las
apreciaciones y documentos que obtuvo en sus viajes y en la legislación de
contenido económico promulgada en España hasta el reinado de Felipe V.

En función de todos esos datos intenta buscar las soluciones a los problemas
económicos españoles y efectúan sus propuestas, en el fondo, similares a la de los
autores que le precedieron; pasó por altos los problemas agrarios y se centró en el
desarrollo del comercio y de la industria.

Propuso una reglamentación del comercio con La india y una potenciación de la


marina a la vez que la supresión de los monopolios y la reducción del sistema
tributario indirecto.

Mercantilismo inglés

Fue en el siglo XVI cuando Inglaterra empezó su meteórico ascenso a la cumbre


económica e industrial. La Corona Inglesa hizo realmente lo que pudo por dificultar
este desarrollo mediante leyes y regulaciones mercantilistas, pero fracasó porque,
por varias razones, los edictos intervencionistas resultaron inaplicables.

La lana en bruto había .sido durante bastantes siglos el producto más importante de
Inglaterra y por tanto su exportación más importante. La lana se exportaba
principalmente a Flandes y Florencia para fabricar telas de calidad. A principios del
siglo XIV el floreciente comercio de la lana llegó a un máximo de una media anual de
exportación de 35.000 sacos. Naturalmente el estado entró entonces en escena,
imponiendo tributos, regulando y restringiendo.

La principal arma fiscal para construir el estado-nación en Inglaterra fue el


"poundage", un impuesto a la exportación de lana y un arancel a la importación de
telas de lana. El poundage se fue incrementando para pagar las continuas guerras.
En la década de 1340, el rey Eduardo III otorgó el monopolio de la exportación de
lana a pequeños grupos de mercaderes, a cambio de que aceptaran recaudar los
impuestos a la lana en nombre del rey. Este monopolio sirvió para acabar con el
negocio de los italianos y otros comerciantes extranjeros que habían predominado
en la exportación de lana.

Sin embargo, para la década de 1350, estos comerciantes monopolistas habían ido a
la quiebra y el rey Eduardo acabó resolviendo el asunto ampliando el privilegio de
monopolio y extendiéndolo a un grupo de varios centenares llamados los
"Mercaderes del Staple". Toda la lana exportada tenía que pasar por un pueblo fijo
bajo los auspicios de la compañía del Staple y exportada a un punto fijo en el
continente, al final del siglo XIV en Calais, entonces bajo control inglés. El monopolio
del Staple no se aplicó para Italia, pero sí a Flandes, el principal importador de lana
inglesa.

Los Mercaderes del Staple pronto procedieron a utilizar su monopolio privilegiado


en la forma que con el tiempo adoptan todos los monopolistas: forzando a bajar los
precios a los productores ingleses de lana y a subirlos a los importadores de Calais y
Flandes. A corto plazo, el sistema fue bastante cómodo para los Staplers, que fueron
más que capaces de resarcirse de sus pagos al rey, pero a largo plazo, el gran
comercio inglés de la lana se vio irremediablemente perjudicado. La diferencia
artificial entre los precios locales y extranjeros de la lana desanimaba la producción
de lana inglesa y dañaba la demanda exterior de lana. A mediados del siglo XV, las
exportaciones anuales de lana habían caído hasta sólo 8.000 sacos.
El único beneficio para los ingleses de esta política desastrosa (aparte de las
ganancias a corto plazo para el rey Eduardo y los Staplers) fue dar un impulso no
buscado a la producción inglesa de telas de lana. Los tejedores ingleses podían ahora
beneficiase de los artificialmente menores precios de la lana en Inglaterra, unidos a
los artificialmente altos precios de la lana en el extranjero. De nuevo, el mercado se
las arreglaba para sobrevivir en su inacabable y zigzagueante lucha con el poder. A
mediados del siglo XV las caras "lanas" de paño fino se fabricaban abundantemente
en Inglaterra, centrándose en el West Country, donde los veloces ríos tenían agua
bastante para abatanar las telas y Bristol podía servir como puerto principal de
exportación y entrada.

Durante la mitad del siglo XVI, se difundió en Inglaterra un nuevo tipo de tela de lana
en las industrias textiles. Eran los estambres, telas más baratas y menos pesadas que
podían exportarse a climas más suaves y eran más apropiados para su teñido y
estampado, pues cada hebra de hilo era visible en la tela.

Como el estambre no estaba abatanado, las fábricas no necesitaban estar situadas


cerca del agua corriente así que las fábricas y talleres textiles se extendieron por
todo el campo (y en pueblos nuevos, como Norwich y Rye) alrededor de Londres.
Londres era el mayor mercado para las telas, así que los costes de transporte ahora
eran menores y además el sudeste era un centro de ovejas con la lana basta y larga
particularmente apropiada para la producción de estambre. Las nuevas empresas
rurales alrededor de Londres también pudieron contratar a artesanos tejedores
protestantes que habían huido de la persecución religiosa en Francia y Holanda. Lo
más importante es que ir al campo o a nuevos pueblos significaba que la innovadora
industria textil en expansión podía escapar a las agobiantes restricciones gremiales y
a la paralizada tecnología de los pueblos viejos.

Ahora que se exportaban anualmente más de 100.000 telas al año, comparadas con
los pocos miles de dos • siglos antes, la producción se hace sofisticada y se producen
innovaciones en el marketing. Estableciendo un sistema de "putting-out", los
mercaderes pagaban a los artesanos por pieza de tela propiedad de éstos. Además,
surgieron intermediarios en el mercado, sirviendo los corredores de hilos como
intermediarios entre hiladores y tejedores y vendedores de telas al por mayor
especializados en vender la tela al final de la cadena productiva.

Viendo la aparición de nueva competencia, los antiguos artesanos y fabricantes


urbanos de paño se dirigieron al aparato del estado para tratar de aplastar a los
eficientes advenedizos.

Como explica el Profesor Miskimin:


Como pasa a menudo durante un periodo evolutivo, los intereses creados
anteriores se dirigieron al estado para recibir protección contra los elementos
innovadores dentro de la industria y buscaron una regulación que preservara su
tradicional monopolio.

En respuesta, el gobierno inglés aprobó la Ley de Tejedores en 1555, que limitaba


drásticamente el número de telares por instalación fuera de los pueblos a uno o dos.
Sin embargo, las numerosas excepciones viciaron la eficacia de la ley y otros
estatutos que fijaban controles máximos a los salarios, restringiendo la competencia
para preservar a la antigua industria de paños, y no llegaron a ninguna parte por una
sistemática falta de aplicación.

Así que el gobierno inglés recurrió a la alternativa de apoyar y reforzar la estructura


gremial urbana para excluir la competencia. Sin embargo, estas medidas sólo
tuvieron éxito en aislar y apresuras la decadencia de las antiguas empresas urbanas
de paños. Porque las nuevas empresas rurales, especialmente la nuevas tiendas al
por mayor, estaban fuera de la jurisdicción de los gremios. Así que la Reina Isabel los
nacionalizó, con el Estatuto de Artesanos en 1563, que puso directamente al estado-
nación bajo el poder de los gremios. El número de años aprendices que cada
maestro podía emplear estaba severamente limitado, una medida pensada para
ahogar el crecimiento de cualquier empresa y para cartelizar decididamente la
industria de la lana y perjudicar a la competencia. El número de días de aprendizaje,
antes de que el aprendiz pudiera convertirse en maestro, estaba extendido
universalmente por el estatuto a siete años y se imponían salarios máximos a los
aprendices en toda Inglaterra.

Los beneficiarios del Estatuto de Artesanos no fueron sólo los antiguos e ineficientes
gremios urbanos de pañeros, sino también a los grandes terratenientes, que habían
estado perdiendo trabajadores ante la nueva industria textil con altos salarios. Un
objetivo declarado del Estatuto de Artesanos fue el pleno empleo obligatorio, con la
mano de obra dirigida a trabajar de acuerdo con un sistema de "prioridades": la
primera prioridad la fijó el estado, que intentó forzar a los trabajadores a
permanecer en los trabajos rurales y de granja y no abandonar el campo ante
ninguna oportunidad de enriquecerse. Por otro lado, para entrar en campos
comerciales o profesionales, se necesitaba una serie graduada de calificaciones tales
que las profesiones estaban encantadas de tener la entrada restringida por este
estatuto cartelizado, mientras que los terratenientes estaban encantados de tener a
los trabajadores obligados a permanecer en la granja con salarios menores de los
que habrían obtenido en cualquier otro lugar.
Si el Estatuto de los Artesanos se hubiera aplicado estrictamente, el crecimiento
industrial podría haberse detenido permanentemente en Inglaterra. Pero por
suerte, Inglaterra era mucho más anárquica que Francia y el estatuto no se aplicó
bien, particularmente donde importaba, en la nueva y rápidamente creciente
industria del estambre.

No sólo el campo estaba fuera de las garras de los gremios urbanos y su estado-
nación aliado, sino que también lo estaba el Londres en rápido crecimiento, donde la
costumbre era que cualquier miembro de un gremio podía realizar cualquier tipo de
comercio y ningún gremio podía ejercitar un control restrictivo sobre ninguna línea
de producción.

La posición de Londres como el gran centro de exportación de los nuevos


vendedores al por mayor (principalmente a Amberes) participó en parte en el
enorme crecimiento de esta ciudad durante el siglo XVI. La población de Londres
creció al triple de ritmo de Inglaterra en su conjunto, en concreto de 30-40.000 al
inicio del siglo XVI a un cuarto de millón a principios del siguiente. Sin embargo, los
mercaderes de Londres no estaban contentos con el desarrollo del libre mercado y
el poder empezó a entrar en el mercado.

En 1486, la Ciudad de Londres creó la Hermandad de los Mercaderes Aventureros de


Londres, que reclamaba derechos exclusivos de exportación de la lana a sus
miembros. A los mercaderes de provincias (fuera de Londres) se les pedía una fuerte
tasa para ser miembros. Once años más tarde el rey y el parlamento decretaron que
cualquier mercader que exportara a los Países Bajos tenía que pagar una tasa a los
Mercaderes Aventureros y obedecer sus restrictivas regulaciones.

El estado reforzó el monopolio de los Mercaderes Aventureros a mediados del siglo


XVI. Primero en 1552, se privó a los mercaderes hanseáticos de sus antiguos
derechos a exportar tejido a los Países Bajos. Cinco años después, se aumentaron los
aranceles a la importación de telas, confiriendo así más privilegios especiales al
comercio local de telas y aumentando los lazos financieros de la Corona con los
mercaderes de tejidos. Y finalmente, en 1564 bajo el reinado de la Reina Isabel, los
Mercaderes Aventureros se reconstituyeron bajo un control más férreo y
oligárquico.

Sin embargo, al final del siglo XVI los poderosos Mercaderes Aventureros empezaron
a decaer. La guerra inglesa con España y los Países bajos españoles hizo perder a los
Aventureros la ciudad de Amberes y con el paso al siglo XVII fueron expulsados
formalmente de Alemania. El monopolio inglés de exportación de lana a los Países
Bajos y la costa alemana fue finalmente abolido después de la revolución de 1688.

Es instructivo advertir que pasó con el calicó estampado en Inglaterra en


comparación con la supresión del negocio en Francia. La poderosa industria lanera
se las arregló para que se prohibieran las importaciones de calicó a Inglaterra en
1700, aproximadamente una década después de Francia, pero en este caso la
manufactura nacional seguía estando permitida. En consecuencia, las fábricas
nacionales de calicó siguieron adelante y cuando los intereses laneros se las
arreglaron para conseguir una ley de prohibición del consumo de calicó aprobada en
1720 (la Ley del Calicó), la industria nacional de calicó ya era poderosa y pudo
continuar exportando sus productos.

Entretanto, continuaba el contrabando de calicó, al igual que el uso doméstico,


todos estimulados por el hecho de que la prohibición no se aplicó ni cercanamente
tan estrictamente en Inglaterra como en Francia. Más tarde, en 1735, la industria
inglesa del algodón obtuvo una excepción para el estampado doméstico y uso de
"fustanes", una tela mixta de algodón y lino, que en todo caso eran la forma más
popular de calicó en Inglaterra. Por consiguiente, la industria doméstica textil del
algodón fue capaz de crecer y florecer en Inglaterra a lo largo del siglo XVIII.

Importante para el mercantilismo inglés fue la omnipresente creación de la Corona


de privilegios de monopolio: el poder exclusivo de producir y vender en el comercio
nacional e internacional. La creación de monopolios llegó a su clímax en el reinado
de la Reina Isabel (1558-1603), en la última mitad del siglo XVI. En palabras del
historiador Profesor S.T. Bindoff, "(...) el principio restrictivo había empleado, como
un calamar gigante, sus abrazadores tentáculos alrededor de muchos sectores del
comercio y la manufactura nacional" y "en la última década del reinado de Isabel
pocos artículos de uso común (carbón, jabón, almidón, hierro, cuero, libros, vino,
fruta) no estaban afectados por patentes de monopolio"

Mercantilismo Francés (Colbertismo)

Colbertismo es el nombre que se da a una doctrina económica del siglo XVII, elaborada por
Jean-Baptiste Colbert general des finances (ministro de finanzas) de Luis XIV. El colbertismo
es una variante del mercantilismo y es considerada un conjunto de prácticas o políticas, más
que una teoría económica.

Esta política económica fue practicada en Francia entre 1661 y 1683, fecha de la muerte de
Colbert. Sin embargo fue continuada con algunas modificaciones por sus sucesores.
Como pensamiento económico, que sugería que una de las principales funciones del Estado
es promover la producción de riqueza en un país a fin de financiar los gastos de Estado
mediante el fomento del desarrollo económico nacional, fue reemplazada en el siglo XVIII
por la fisiocracia y, posteriormente, por el liberalismo económico.
Características del colbertismo

Las principales características del colbertismo son:

• La acumulación de riqueza en la forma de lingotes a través de una balanza de


pagos excedentaria y el aumento del producto de los impuestos.
• Proteccionismo del mercado y productores interno.
• Subsidios a las exportaciones.
• Implementación de dirección fiscal.
Colbert transformó la lógica mercantilista de acumulación de riquezas a través de
una organización meticulosa del Estado que hace del proyecto una expresión del
espíritu progresista y aspiraciones de grandeza del país y su monarca. En ese
sentido, la riqueza no sólo es acumulada para ser guardada o incluso para
transformarla en recurso productivo, sino para exhibirla, dando así origen o
justificación a la gran expansión de las artes, artesanías, ciencia y cultura, e incluso
edificios "públicos" propios de la época, algunos construidos específicamente para
dar una sede a instituciones que contribuían al prestigio y grandeza del país, tales
como el Instituto de Francia que recibió, entre otras grandes instituciones, la
recientemente formada Academia francesa. Otros, tales como el Hospital de Los
Inválidos, al menos parcialmente como continuación de un nuevo espíritu que
eventualmente condujo a la idea de "servicios al público" por parte del Estado: por
ejemplo, el Hospital de la Pitié-Salpêtrière, la dedicación del Louvre como palacio
para las artes, la creación de una 'Bibliothèque Nationale" en el Palacio Real (París) y
la construcción de espacios públicos tales como Plaza Vendôme y Plaza de la
Concordia, ambas rodeadas con locales para negocios. Además la construcción del
edificio de la Escuela militar (Francia), etc, el todo coronado por el Palacio de
Versalles; edificios que no sólo impulsaron el desarrollo técnico de la época creando
empleos, sino que fueron construidos con la intención específica de demostrar "la
grandeza de Francia", lo que sin duda logran incluso en el presente.

Mercantilismo holandés
Holanda se considera el país en donde comenzó el mercantilismo que tuvo lugar en
la Edad Media. De ahí el mercantilismo logra extenderse por toda Europa y tener un
desarrollo desigual muy vivo y floreciente, hasta que entra en crisis en diferentes
momentos y en diferentes países.

Entre los holandeses, el desarrollo de la actividad comercial fue puesto a tierra por
la acción de la gran burguesía. A pesar de no tener posesiones coloniales, los
holandeses se beneficiaron de diversas actividades que tienen relación directa con
las actividades relacionadas con el mercantilismo.

En el desarrollo de la economía azucarera en Brasil, los holandeses fueron activos en


la distribución de productos realizada en toda Europa. También tuvo gran
protagonismo en el acabado de productos textiles de Inglaterra, en el corte de
piedras preciosas, la fabricación de instrumentos de navegación y la elaboración de
bebidas fermentadas y destiladas.

Para organizar y sacar provecho a estas actividades también se debe hacer hincapié
en que la política mercantil holandesa se apoya en tres pilares importantes. La
primera fue la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, responsable de las
decisiones generales relativas a la compra y venta de productos y una mayor
exploración de sus territorios coloniales. Poco después, se destacan las acciones de
control de crédito y flujo de caja promovido por el Banco de Ámsterdam y, por
último, la flota eficiente de los buques controlados por ellos.

Hay dos temas principales, en primer lugar el interés por el comercio con un
proteccionismo moderado e incluso habrá autores que defiendan la libertad de
comercio y en segundo lugar los tratados bursátiles.

Considero importante destacar a Hugo Grocio quien tuvo gran protagonismo en el


tema relativo al comercio. Fue un gran jurista, historiador y politólogo que tiene un
escrito de 1609 titulado "Mare liberum" en el que defendía la libertad de navegación
y comercio por todo el mundo, en una época en la que el mercantilismo estaba en
pleno apogeo y en el que se firmó la Tregua de los Doce Años entre la Monarquía
Hispánica y las Provincias Unidas. Esperaba influir en las negociaciones y asegurar la
libertad de comercio de las Provincias Unidas con las Indias Orientales, futura área
de expansión colonial holandesa, intentaba también ablandar las restrictivas leyes
inglesas respecto a la pesca. La obra de Grocio distaba de los postulados
mercantilistas.

La Revolución industrial

Se denomina Revolución Industrial a un proceso iniciado en el siglo XVIII en


Inglaterra; que se extendió por otras áreas (Europa, USA y Japón) a lo largo de los
XIX y XX, por el cual, la humanidad pasó de unas formas de vida tradicionales
basadas en la agricultura, la ganadería y la producción artesanal, a otras
fundamentadas en la producción industrial y la mecanización, que alteró
profundamente la estructura económica, y social, así como la mentalidad de los
hombres. El término fue acuñado por el historiador Arnold Toynbee para referirse al
desarrollo económico británico entre 1760 y 1840.

La revolución industrial fue relativamente rápida, se produjo prácticamente en tan


sólo una centuria. Su importancia es equiparable a la Revolución Neolítica 1.
La sociedad pre-industrial

Antes que el proceso de industrialización se iniciase, los hombre producían y vivían


de manera muy parecida a como lo habían hecho sus antepasados.

1 Revolución Neolítica: es la primera transformación radical de las formas de vida de la humanidad, que pasa
de ser nómadas a sedentaria y de economía recolectora a productora.
La sociedad preindustrial presentaba los siguientes rasgos:

La población crecía lentamente: la tasas de mortalidad eran muy elevadas,


aunque se compensaba con altas tasas de natalidad.
La economía era agraria: la principal fuente de riqueza provenía de la
agricultura y la ganadería. La industria tenía poca importancia y era de
carácter artesanal. Los excedentes alimenticios eran escasos.
Los intercambios comerciales eran limitados, predominando los realizados a
largas distancias, por barcos. Las comunicaciones terrestres eran malas y
escasas los medios de transporte eran lentos.
El desarrollo urbano era escaso. Predominaba el hábitat rural y las ciudades
grandes y medias eran poco numerosas.

En el siglo XVIII se produjeron algunos cambios (fundamentalmente, en Inglaterra),


que alteraron este comportamiento demográfico.

El proceso de industrialización

La revolución industrial fue un movimiento tecnológico y científico que permitió al


ser humano entrar en posesión de nuevos elementos, que hicieron más viable la
producción, el desarrollo y superación cultural y económica del hombre y de la
sociedad en general. La revolución industrial ha pasado por cuatro períodos.

La Primera Revolución Industrial. De 1760 a 1870


Fue en Inglaterra donde se dio inicio al proceso de la revolución industrial, que ya se
venía insinuado en el resto del continente. Desde el siglo XVI; con la intensificación
del comercio y la acentuación del movimiento mercantil.

En Inglaterra, por consiguiente, se dieron las condiciones históricas favorables para


el rápido desarrollo del modo capitalista de producción, tales como la temprana
abolición del feudalismo y, con esto, de la servidumbre, el triunfo de la Revolución
Burguesa1 en el siglo XVII, la aproximación violenta de las tierras que ocupaban los
campesinos y la acumulación de capitales, gracias al extenso desarrollo de capitales
y de comercio, y a la depreciación de las colonias. A mediados del siglo XVIII,
funcionaba ya en Inglaterra gran cantidad de industrias manufactureras; la rama
industrial más importante era la textil. Fue, precisamente allí, donde comenzó la
revolución industrial.

Característica de la primera revolución Industrial


Se caracterizó por lo siguiente:
1 Revolución Burguesa: es un concepto historiográfico originado por la escuela del materialismo histórico
o marxismo que se utiliza para manifestar que el componente social dominante en un movimiento
revolucionario corresponde a la burguesía.
A) La mecanización de la industria y de la agricultura
B) La aplicación de la fuerza motriz en la industria C) El
desarrollo del sistema fabril
D) El aceleramiento de los transporte y de las comunicaciones.
E) El aumento notable del dominio capitalista en todas las actividades
económicas.

Inventos de la primera revolución Industrial


Invención de la máquina de hilar y de tejer hidráulica, que, posteriormente,
dieron paso a la máquina mecánica y automática que favorecieron a la
industria textil.
o Invención de la maquina a vapor, a cargo de James Watt (1769) patenta la
máquina, que otorgó fuerza mecánica a la industria fabril, aumentando la
producción y revolucionando el transporte.
o En 1784, Enrique Cart, ideó un procedimiento para batir el hierro fundido, y,
en 1886, se inventó la laminadora para fabricar chapas de hierro.
o En 1825, George Stephenson aplicó la máquina de vapor en los ferrocarriles y,
ya antes, en 1807, Robert Fulton la había aplicado en la navegación con el
barco a vapor, facilitando así el transporte.
o En 1851, se tendió el primer cable submarino para la comunicación a través
del Canal de la Mancha, y, en 1866, se tendió a lo ancho de todo el Océano
Atlántico (América y Europa tuvieron por primera vez comunicación directa).
o La segunda Revolución Industrial: desde 1875 -1914

Tras la primera fase de la industrialización iniciada en Inglaterra (a la que


sumaron otros países), a partir de 1875, el proceso se intensifica, esto ha llevado
a los historiadores, a hablar de una "Segunda Revolución Industrial". Esta etapa
durará hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.

Durante esa etapa, se consolidaron nuevas potencias industriales, Inglaterra,


aunque surgió en la vanguardia del desarrollo, fue desbancada en el liderazgo
que hasta entonces había mantenido. Las economías ascendentes como,
Alemania, Estados Unidos y Japón, desarrollaron una gran vitalidad.

Características de la Segunda Revolución Industrial

Se caracterizó por lo siguiente:

A) Se emplearon nuevas fuentes de energía que sustituyeron al vapor: petróleo


(fundamental para la automoción) y la electricidad.
B) La industria textil fue desbancada por otras, como la química o la alimentaria.
C) La organización del trabajo en la fábrica cambió, surgiendo la producción en
cadena (fordismo) y la máxima especialización. D) Surgieron enormes
corporaciones empresariales
E) Las relaciones económicas comenzaron a globalizarse.

Algunos rasgos de esta etapa fueron:

o El empleo de nuevas fuentes de energía: que se unieron a las ya utilizada


durante la primera fase. El vapor se siguió utilizando profusamente, pero
cada vez más el petróleo y la electricidad. El desarrollo del motor de
explosión, aplicado a la automoción, el desarrollo de la industria
petrolífera, que se concentró en grandes empresas. La electricidad
permitió la mejora de la iluminación domestica y urbana, así como el
nacimiento de las telecomunicaciones (teléfonos, telégrafos, etc.) o El
desarrollo de nuevos sectores productivos. Destacó el químico, gracias al
cual, se obtuvieron productos como el caucho, los colorantes sintéticos,
explosivos (dinamita) o fibra artificiales como el nailon. Otro relevante
sector fue el alimentario (latas de conserva, frigoríficos industriales, etc.).
El sector siderúrgico siguió conservando su importancia. El ferrocarril
demandaba gran cantidad de compontes industriales.
o El proceso de trabajo se organizó científicamente. Gracias al 2taylorismo y
el fordismo. Taylor organizó científicamente el trabajo con el objeto de
optimizar los rendimientos. Los productos se estandarizaron y se separó
claramente el trabajo intelectual del manual. Ford fue el creador del
montaje de cadena. Lo aplicó a sus factorías de automóviles. Consiguiendo
fabricar masivamente coches que llegaron a un amplio segmento de
consumidores. El trabajo artesano fue abandonado para la especialización
y la producción en masa.
o El Capitalismo tuvo importantes transformaciones: las empresas familiares
de la fase de la industrialización cedieron el paso a las grandes empresas
originadas mediante la fisión. La banca jugó un papel decisivo el
financiamiento, mientras

que en la bolsa de valores se invertía y se negociaban las acciones de las


sociedades anónimas. La concentración empresarial tendió al monopolio; es
decir, se intentó eliminar la competencia por parte de las empresas.
o La economía se globalizó. La necesidad de materia prima hizo que los
países buscaran apoderarse de territorios con objeto de conseguirlas lo
más barato posible, dando origen al imperialismo. Por otro lado, en su
2 Taylorismo: sistema de organización del trabajo y de los tiempo de ejecución del mismo que
sigue los principios señalados por el ingeniero y economista estadounidense Frederick Taylor
(1856-1915)
deseo de vender productos manufactureros, entraron en competencia con
otras potencias. Esto Originó tensiones políticas y militares que
desembocaron en la Primera Guerra Mundial.

Consecuencias de la Revolución Industrial

o Económicas

La industrialización siguió ritmos y pautas distintas según los distintos Estados,


pero llevó implícitas consecuencias que afectaron a todos en general.

o La sociedad agraria fue sustituida por una de carácter industrial. Industrias


y servicios concentraron la mayor parte de la población activa,
concentrada en las ciudades en lugar del campo.
o La producción, tanto industrial como agrícola se incrementó
enormemente, disminuyeron las hambrunas y se multiplicó el consumo.
o La población creció a un ritmo desconocido hasta entonces, y fue objeto
de gran movilidad, dando lugar a grandes migraciones.
o El capitalismo sufrió notables cambios, tendiendo hacia la concentración
empresarial, la banca y la bolsa adquirieron cada vez más mayor
protagonismo, dando lugar al capitalismo financiero.
o La economía adquirió cada vez más un carácter global.

o Sociales

La revolución industrial intensificó la transición de la sociedad estamental (estilo de


vida social) a la sociedad de clases.

La nueva sociedad capitalista contemplaba la igualdad de los hombres ante la ley,


frente a las desigualdades jurídicas de la estamental. Pero en su seno, albergaba
otro tipo de diferencia, las económicas.

Frentes a los burgueses, propietarios de todos los medios y poseedores de la riqueza,


se alzaba toda su masa de obreros o proletarios, que percibían míseros salarios a
cambio de vender su fuerza de trabajo a aquéllos.

Con el tiempo, los obreros se organizaron en sindicatos políticos para luchar contra
los abusos que sufrían: largas jornadas laborales, pésimas condiciones de trabajo y
baja remuneración. Surgía así el movimiento obrero, con un marcado carácter
urbano, pues el campesino, aún arraigado a las condiciones, siguió anclado en gran
medida a las formas de vida del pasado.

La tercera revolución industrial


La Tercera Revolución Industrial, tercera revolución científico-técnica o revolución de
la inteligencia (RCT), es un concepto y una visión esbozados por Jeremy Rifkin y
avalados por el Parlamento Europeo, en una declaración formal aprobada en junio
de 2006. 1 A lo largo de la historia, las transformaciones económicas ocurren cuando
convergen las nuevas tecnologías de la comunicación con los nuevos sistemas de
energía. Las nuevas formas de comunicación se convierten en el medio de
organización y gestión que las civilizaciones más complejas han hecho posible
mediante las nuevas fuentes de energía. La conjunción de la tecnología de
comunicación de Internet y las energías renovables en el siglo XXI está dando lugar a
la llamada Tercera Revolución Industrial.

1. El cambio a energía renovable 100%.


2. La conversión de edificios en plantas de energía.
3. Las baterías recargables, el hidrógeno, y otras tecnologías de almacenamiento de
energía.

4. Tecnología smart grid o de red de distribución de energía eléctrica


"inteligente".
5. Transporte basado en el vehículo eléctrico (vehículos todo-eléctricos, híbridos
enchufables o híbridos eléctricos regulares) y de pilas de combustible,
utilizando como energía de propulsión la electricidad renovable.

Cuarta revolución industrial

Origen

Este concepto de industria 4.0 expresa la idea que el mundo se encuentra en los
prolegómenos de lo que podría llamarse Cuarta Revolución Industrial (o sea, en una
fecha próxima a un hito importante en el desarrollo industrial, que justifique decir
que se ha iniciado una nueva fase o una nueva etapa). Después del desarrollo de la
máquina de vapor y de la mecanización (segunda mitad del siglo XVIII), después del
desarrollo de la electricidad con fines domésticos e industriales (fin del siglo XIX), y
después de la automatización (siglo XX), la nueva etapa (cuarta etapa) de la
transformación industrial muy posiblemente estará sustentada en la llamada fábrica
inteligente, caracterizada por la inter-conexión de máquinas y de sistemas en el
propio emplazamiento de producción, y también caracterizada por un fluido
intercambio de información con el exterior (con el nivel de oferta y demanda de los
mercados, y/o con los clientes, y/o los competidores, y/o con otras fábricas
inteligentes, etc).
Este concepto de nueva estructuración industrial o industria 4.0, fue manejado por
primera vez en la Feria de Hanover (salón de la tecnología industrial) en el año 2011.
Y en la misma feria pero en el año 2013, un pormenorizado informe detallando este
concepto y sus implicaciones, también fue presentado y defendido por un selecto
grupo de trabajo e investigación.

Autores y líderes
A llamada Industria 4.0 es uno de los proyectos clave de la estrategia relativa a las
tecnologías de punta del gobierno alemán, que promueve la revolución digital de las
industrias.

En Francia, las sociedades como Dassault Systèmes, EADS, Astrium... están muy
implicadas en el desarrollo de la Industria 4.0.
En Estados Unidos, el proyecto "Smart Manufacturing Leadership Coalition (SMLC)"
se orienta también a las modalidades de la fabricación industrial del futuro. E
independientemente, General Electric trabaja desde hace unos años en un proyecto
titulado Industrial Internet, el que busca asociar y complementar los avances
tecnológicos.

El concepto Industria 4.0 (también señalado como Industria inteligente o Ciber-


industria del futuro) corresponde a una nueva manera de organizar los medios de
producción. El objetivo que pretende alcanzarse es la puesta en marcha de un gran
número de « fábricas inteligentes » (« smart factories ») capaces de una mayor
adaptabilidad a las necesidades y a los procesos de producción, así como a una
asignación más eficaz de los recursos, abriendo así la vía a una nueva revolución
industrial o Cuarta revolución industrial. Las bases tecnológicas en que se apoya esta
orientación, entre otras son las siguientes: (1) Internet de las cosas ; (2) Sistemas
ciber físicos (3) Cultura maker (Cultura "Hágalo usted mismo") ; (4) . Por cierto, la
Industria 4.0 no se reduce exclusivamente a los cuatro puntos recién citados, pues es
mucho más que eso. La Industria 4.0 es consistente con la llamada Cuarta Revolución
Industrial, enfatizando y acentuando la idea de una creciente y adecuada
digitalización y coordinación cooperativa en todas las unidades productivas de la
economía.

La multiplicidad de máquinas, de dispositivos, y de redes, resultantes de la


llamada Revolución Industrial.
Los desarrollos más recientes de los sistemas de información y de
comunicación, brindados por la llamada Revolución de Internet (o Revolución
informática y de las telecomunicaciones).

Modelo clásico
La escuela clásica parte de la idea de que el sistema económico opera por "ensayo y
error"; las decisiones individuales se orienta por los datos que ofrecen los mercados
y son compatibilizados por aproximaciones sucesivas; son orientados por una "mano
invisible" • cada quien toma sus decisiones de acuerdo a sus propios interés y al
hacer esto contribuye, sin saberlo, a lograr lo mejor para la sociedad en cuanto al
tipo y a la cantidad de bienes que conviene producir.

Las características esenciales de este modelo son:

1. Las acciones de las unidades económicas, desordenada en apariencia,


obedecen en su conjunto a un mecanismo que presenta regularidades
susceptibles de ser expresada por leyes que, aunque reconocidas por el
hombre, quedan fuera de su control directo;

2. Este mecanismo, si se lo deja operar libremente, lleva a la obtención de un


resultado óptimo. En consecuencia, el ístado no debe invertir con
regulaciones de ningún tipo.

El interés por el origen y naturaleza del excedente económico y por la implicación


de los factores que influyen en su magnitud, es uno de los temas centrales del
análisis clásico. El excedente necesario surge no del comercio, como pensaban
los mercantilistas, sino de la producción; y, dentro de ella, la agricultura no es
ahora la única actividad productiva creadora de excedente, como pensaba los
fisiócratas, sino que las industrias pueden generar un excedente.

El modelo clásico sufrió variaciones a través del tiempo, de allí que sea
conveniente conocer las principales ideas de sus más destacados presentes.

Adam Smith (1723-1790)

En 1776, publicó una investigación de "las causas y naturaleza de la riqueza de


las naciones", donde ofrece una visión integral y completa de los procesos
económicos.

Smith crecimiento económico como el fin básico de la política económica.


Toda inversidn estatal es sospechosa, pues significa restricciones que necesariamente
frustran la natural del trabajo, la operación de la mano invisible y el
crecimiento; pero al mismo tiempo, afirma que los intereses privados no regulados
pueden comportarse de modo que supriman el crecimiento. Encontró la solución a este
dilema en la consideración de que el crecimiento económico de la competencia se
refuerzan mutuamente: la competencia lo maximiza y es deseable como estimulo para
el proceso.

El modelo incluye tres aspectos fundamentales: el análisis del Valor, el análisis de


la acumulación del capital y el análisis de la distribución de la renta.
Análisis del valor. La importancia de Smith dio al mercado como regulador de la
división del trabajo exigía una explicación de la naturaleza del proceso
económico y de la forma que se determinaba el "valor económico" de los bienes.
Para ellos, distinguió entre "valor de uso" y "valor de cambio", siendo este
económicamente importante.

Análisis de la distribución. Divide a la sociedad en tres "ordenes", cada uno de los


cuales recibe una porción especifica de la renta nacional: los trabajadores
reciben los salarios; los capitalista los beneficios; y los propietarios de la tierra,
las rentas.

En esa distribución, los beneficios y los salarios se mueven en forma inversa: al


subir los salarios, los beneficios se reducen; de tal forma se hace necesario un
nivel salarial mínimo, el suficiente para mantener la mano de obra en condición
sana u productiva, esto es, un salario "de subsistencia", a fin que los beneficiarios
se mantengan en un nivel alto.

Análisis de la acumulación. El volumen de la rente se establece tomando en


cuente su distribución entre las diversas clases sociales, especialmente
capitalistas y terratenientes, pues no es probable que los asalariados reciban
suficiente como para permitir un excedente sobre sus necesidad de
mantenimiento.

El modelo integra la acumulación de capital, regulador del ritmo de crecimiento,


con la distribución de la renta (los capitalistas son quienes pueden ahorrar) y con
el análisis del valor (el incremento de los beneficios proviene de la diferencia
entre el "valor" y el "precio").

Thomas R. Malthus (1766-1834)

En 1798, publicó en su ensayo sobre "el principio de la población", donde


desarrollo un punto que Smith había dejado confuso. Los postuladéde la ley de la
población son los siguientes: los alimentos son necesarios a la existencia del
hombre; la pasión entre los sexos es necesaria y permanecerá aproximadamente
mayor que el de la tierra para producir bienes de subsistencia; la población
indefinidamente mayor que el de la tierra para producir bienes de subsistencia.

Malthus afirmo que el ajuste del tamaño de la población a la evolución


económica ocurre, fundamentalmente, a través de efecto sobre la natalidad, si
aumenta la renta real se contrae matrimonio más pronto y aumenta los
nacimientos. Dio poca importancia a la posible relación entre el avance
económico y las reducciones de la mortalidad. Subestimo el ritmo del progreso
técnico y su impacto sobre la producción de alimento o apareció las
oportunidades que ofrecía el comercio internacional para expandir la capacidad
de aumentar un mayor número de persona.

El análisis de la población de Malthus contribuyó a arrojar una sombra sobre el


optimismo que manifestaba los clásicos.

David Ricardo (1772-1823)

En 1817, publicó los principios de "la economía política e imposición", donde


declara el problema principal de la economía es el determinar las leyes
reguladora de la distribución y relacionarlas con las circunstancias generales de la
sociedad.

Ricardo formuló la teoría "la teoría de la ventaja comparativa" al exponer sus


argumentos a favor del libre comercio de los productores agrícolas, la cual fue
aplicada en el comercio a los países desarrollados, abastecedores de productos
agrícolas con consecuencias distintas para ellos de acuerdo a si la ubicación del
centro económico del mundo estaba en Inglaterra o en los estados Unidos.

Elaboro también el primer esbozo "patrón oro internacional", al mantener


también que la oferta monetaria interna debería quedar ligada estrictamente con
la reserva de oro del país. Se opuso a la intervención gubernamental en la
actividad económica y respaldó las virtudes del sistema del mercado auto
regulado. Sin embargo, reconoció que algunas funciones necesarias sólo podrían
correr a cargo del Estado y deberían utilizarse los impuestos sobre gastos
improductivos, no sobre beneficios, para financiarlos.

John S. Mili (1806-1873)

Vivió en un mundo económico que había cambiado sustancialmente como


consecuencia de la Revolución Industrial; se hacía necesaria, por tanto, una
revisión de los postulados básicos de la tradición clásica. Trazó las líneas maestras
de un programa de intervención estatal más activo en la vida económica,
subrayando la importancia de su papel "civilizador".

Consideró que una medida invariable del "valor" no existe: una cosa tiene más
valor en relación con otra porque implica mayor cantidad de trabajo, un trabajo
cuya remuneración es más alta, o porque el capital debe quedar inmovilizado por
más tiempo. Conservó la terminología clásica de "valor" y "precio".

Mill se colocó fuera de la tradición clásica en su actitud hacia la propiedad


privada: llegó a considerar las instituciones sociales existentes como
"provisionales" pues esperaba la llegada de una época en que la división del
trabajo se haría de acuerdo a la justicia y no al nacimiento.
Entre las concesiones de Smith y de Mill las ideas clásica variaron: hay grandeS
diferencias, aun cuando se conectan en el interés por el proceso de crecimiento
económico; partieron de una "mano invisible" que lo arreglaba todo y llegaron a
admitir una posible intervención estatal, estabilidad y civilizadora, en la economía.

El Modelo Neoclásico

Entre 1870 y 1914 el centro de atención del análisis económico se dirigió hacia
el proceso a través del cual un sistema de mercado distribuye los recursos de la
economía, a diferencia de los modelos clásicos y marxista (que se analizará
posteriormente), para los cuales la preocupación central había sido la
interrelación entre los cambios dinámicos a largo plazo y la distribución de la
renta.

La preocupación primordial en este caso fue el comportamiento del mercado en


períodos limitados y no los grandes temas del crecimiento a largo plazo, l
pues naciones occidentales habían experimentados una enorme a
prosperidad sin obstáculos previstos por los clásicos y los marxista. s

Este modelo enfoca el análisis del comportamiento económico sobre el de l


unidades que toman decisiones; pretende demostrar que el mercado es o
s

l
a
s

u
n
instrumento de integración a través del cual los recursos pueden ser asignados a
los usos socialmente más beneficiosos. El análisis microeconómico paso hacer el
centro y la discusión de los precios, se convirtió en la clave del funcionamiento
general de las relaciones microeconómicas.

El pensamiento clásico es "marginalista" en el sentido que busca obtener


rendimiento sobre el capital superior a la media: lo que importa son los cálculos
en el margen, esto es, el resultado de añadir una unidad más a las que se tienen.

Se construyeron modelos, considerados como aproximaciones que


proporcionaban un patrón ideal para hacer confrontado con la realidad. Esto
permitió utilizar las matemáticas en el análisis económico, lo que ha convertido a
darle cierta universalidad; así, por primera vez en la teorización económica a alto
nivel hubo una actividad internacional. En una misma época se encuentran
pensadores de esta corriente en Inglaterra, Estados Unidos, Suiza, Australia,
Suecia.

Alfred Marshall (1842-1924)

El autor más notable del modelo neoclásico. En 1890 publicó sus principios de
economía, donde le dio gran importancia al principio de continuidad; esto es,
que el mundo está en un proceso de cambio definido por ser gradual,
ascendente y armónico.

El mercado es instrumento para la distribución de los recursos, pero puede


perfeccionarse educando a los consumidores y a los productores a fin que actúen
más racionalmente.

Análisis de los precios. La determinación de los precios en el mercado era el


problema fundamental. Partía del supuesto de que los hombres actúan de
manera racional, buscando su propio beneficio: los consumidores, la máxima
satisfacción; los productores, la máxima recompensa. Así veía la "demanda"
como una relación entre los precios de los productores y las cantidades
demandadas por los productores y las cantidades demandadas por los
consumidores; y la "oferta" como una relación entre los precios de los
productores y las cantidades ofrecidas por los productores.

Teoría de los preciðs. Este análisis relacionan las rentas percibidas con la
distribución de los diferentes factores al proceso productivo. El problema se
reduce a la formación de los precios de los recursos de la producción en el
mercado, de la misma manera como se forma el precio de los productos; esto es,
como consecuencia de la relación entre la oferta y la demanda.

A cada uno de los factores de la producción (tierra, trabajo y capital) le


corresponde una porción de la renta, determinada por la oferta y la demanda de
cada uno de ellos en el mercado.

Teoría de la producción. Los neoclásicos plantearon dos problemas.

1. El modelo como cada producción combina los factores productivos en la


búsqueda del beneficio máximo, lo que equivale a minimizar los costos
seleccionando la combinación más eficiente; y
2. El ajuste que el empresario realiza si se alteran las condiciones del mercado;
éste es más complicado, porque implica un problema de tiempo.

Estas distinciones abren una serie de posibilidades teóricas, pues a largo plazo
pueden ocurrir cosas diferentes en costos; los cambios de escala pueden venir
acompañados de costos medios crecientes, decrecientes (rendimiento creciente
de escala) o constante.
Teoría cuantitativa del dinero. Aunque su teoría es microeconómica, una
preocupación macroeconómica para Marshall fue la determinación del nivel
general de la teoría cuantitativa del dinero: la cantidad de dinero mantenida en
caja en una economía está regulada por el marco constitucional. El dinero es
interesante más por su relación con el gasto y el nivel general de precio por los
tipo de interés, los cuales se establecen por la interacción de la oferta y la
demanda de fondo prestable (ahorro)y producen el equilibrio entre las
direcciones de ahorrar e invertir

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