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Perspectivas de Ética
Perspectivas de Ética
El optar por una vida moralmente justa y correcta, lo es todo para el hombre.
Independientemente de cuestiones y preceptos espirituales y/o religiosos, es una
verdad de sentido común. La noción de los valores, y la verdad universal de que la
vivencia de los mismos trae paz al corazón humano, son hechos que se pierden en
la noche de los tiempos: renombrados personajes de creencias que nada tenían
que ver con el Cristianismo y son considerados por tanto “paganos”, nos ilustran
ésta verdad:
“La mente del hombre superior valora la honradez; la mente del hombre
inferior valora el beneficio.”
Confucio
“Para que una revolución tenga éxito debe redescubrir valores ya olvidados
y adaptarlos a las exigencias de la época.”
Rabindranath Tagore
Éste personaje aborda el término “virtud”. El tal viene del latín virtutem, que
significa, precisamente, valor. y de la verdad y excelsitud de la misma encontramos
también testimonios desde la antigüedad:
“La amistad verdadera requiere tres cosas: la virtud para ser honesta, la
conversación para ser agradable y la utilidad
porque le es necesaria.”
Plutarco
“En cuanto nace la virtud nace contra ella la envidia, y antes perderá
el cuerpo su sombra que la virtud su envidia.”
Leonardo Da Vinci
Es de hacer notar que Epicuro fue promotor de ideologías análogas a una arcaica
forma de ateísmo, y Voltaire un declarado masón que no se distinguió precisamente
por su buena voluntad hacia el Catolicismo.
Y para concluir ésta primera visión, no podemos por supuesto dejar de lado la
hermosa verdad de los valores y virtudes proclamada por la voz de nuestra Iglesia
(CIC = Catecismo de la Iglesia Católica):
“El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios.”
San Gregorio de Nisa
“Si no tengo amor (caridad) nada soy (…) Permanecen la fe, la esperanza y
el amor; peo el amor de ellos es el amor.”
(1 Corintios 13, 1-13)
Y tan universal es la verdad sobre la caridad, la mayor de todas las virtudes, que
ha encontrado también eco al margen del Cristianismo en toda época y civilización:
“Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentar los
bienes de los ricos.”
Confucio
Con frecuencia se escuchan frases como: “cada quien tiene su ética”, ”la
ética es cuestión de enfoques y de opiniones”, “la ética es un asunto
completamente personal”. ¿Qué opinas? (argumenta tu respuesta).
“Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y Dios plantó un huerto en Edén, al
oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Dios hizo nacer de la tierra
todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en
medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.” (Génesis 2, 7-9).
“Y mandó Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas
del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2, 16-17)
El que el Señor le haya prohibido al Hombre comer del fruto del Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal es la manera de la Sagrada Escritura de indicarnos
que el juicio sobre el bien y el mal no le corresponde al hombre, sino a Dios. El
Señor le auguró a la Humanidad la desgracia de la muerte si desobedecía y comía
de tal fruto, es decir, si se adjudicaba él el juicio de la bondad y maldad de sus actos
en vez de dejarlo en manos del Señor, que es a Quien tal juicio corresponde. Todos
o la mayoría conocemos el triste desenlace que tuvo el ser humano al contravenir
tal Ley: fue expulsado del metafórico Paraíso y hoy en día se encuentra al borde de
la ruina moral y muerte espiritual al seguirse adjudicando la potestad de decidir por
sí mismo sobre la ética de sus actos.
Pero aún a pesar de tal desobediencia, muchos siglos después, en la cima del
Monte Sinaí, el Señor entregó al Hombre, compendiada en el Decálogo, los eternos
e inmutables estatutos de Su Divina Ley. Preceptos como “No matarás”, “No roba-
rás”, “No mentirás”, “Honrarás a tu padre y a tu madre”, grabados desde antaño, co-
mo ya dijimos, en el corazón del hombre, fueron ratificados por Su Suprema Palabra
como Leyes Divinas y Eternas. Y el hombre, hoy en día, se empeña en tomar el lu-
gar de Dios al pretender sostener un vano y falaz señorío sobre la moralidad de sus
actos, con resultados patéticos y desastrosos que tristemente todos hemos podido
constatar.
Digo de nuevo y para concluir: no. La Ética NO es una decisión personal. Al igual
que las Leyes Matemáticas y de la Naturaleza, las Leyes de la Ética Universal, que
el Señor grabó en el corazón del Hombre desde su creación y fueron ratificadas por
Él mismo ante Moisés en la cima de aquel monte en medio del desierto, son las que
deben regir la conducta humana, y son tan ciertas e irrebatibles como que dos más
dos son cuatro. ¿Desea el lector comprobarlo? Mire a su alrededor. Si todos los
hombres se guiaran por éstas Eternas Leyes, el mundo no sería lo que es hoy.
El término “ética” proviene de las voces griegas ἔθος o ἦθος = ethos, que quiere
decir “comportamiento, manera de hacer las cosas”, e -ικος = ico, que quiere decir
“relativo a”. Denominada también filosofía moral, es la parte de la Filosofía que
estudia la conducta humana.
Está dividida en dos ramas básicas: ética general y ética aplicada. La primera
estudia los principios básicos que rigen la moralidad de los actos humanos en
general; a diferencia de ella, la ética aplicada se centra en la aplicación de tales
principios en realidades concretas del hombre: familia, sociedad, profesión, étc.
(diagrama inferior). Algunas de estas cuestiones son estudiadas por subdisciplinas.
Por ejemplo, la bioética estudia las cuestiones relacionadas con el avance de la
biología y la medicina, como el aborto inducido, la eutanasia y la donación de
órganos.
LA ÉTICA
Y SUS SUBDIVISIONES
Opinión final
La materia y su desempeño, maestra, me agradaron muchísimo, por varias
cosas:
Fue completamente virtual, no teniendo que conectarnos mas que una vez
por unidad para aclarar dudas antes de cada evaluación. Me gustaría que el
total de las asignaturas se manejaran de ése modo y dejaran de considerar
como obligatoria la asistencia del alumno, sea virtual o presencial, so pena
de “reprobarlo por faltas.” Pienso que deberían ser más flexibles al respecto,
es contraproducente obligar a un alumno a asistir a clases, pues estará
distraído y únicamente esperando que la sesión termine. En cambio, si
únicamente se le dictan las instrucciones necesarias y se le permite trabajar
a su ritmo limitando las sesiones a una frecuencia esporádica y ello
únicamente con el fin de aclarar eventuales dudas, tendrá un mejor
desempeño. Por lo menos conmigo ha funcionado.
Me agrada que usted y yo, maestra, compartamos la misma Fe y el haber
podido compartir con usted algo de mi labor como apologista aficionado. Me
es muy reconfortante saber que puedo, por un lado, ayudar a difundir la
verdad de nuestra Iglesia, y por otro encontrar amigos con quiénes compartir
mi pasión por la Apologética.
Por último, me agradó muchísimo que nos encargara la realización de
actividades en las cuales explotar otra de mis pasiones, que es la redacción,
y más aun tratándose de temas morales en los que se pueda hacer alusión
al aspecto espiritual. Espero encontrarla de nuevo en otras asignaturas y le
agradezco pro las oportunidades brindadas.